Meditaciones bíblicas

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    Confesin

    o soy escritor ni pretendo serlo; ms an, tengo la conviccin de que el Seor meha bendecido otorgndome otros dones para servirle. Se preguntarn entonces:

    Por qu escribo?En primer lugar, debo confesar que un impulso incontrolable me lleva a hacerlo. Mesorprendo cuando pienso en las horas que paso cautivado en la meditacin de laPalabra de Dios; y mucho ms, cuando esto me lleva a escribir algunas reflexiones.En este caso, el Seor me anim a dejar plasmada una meditacin de cada uno de lossesenta y seis libros de la Biblia; y lo hice, aun cuando s que puedo recibir muchas ymerecidas crticas; por ejemplo, a mi composicin literaria, mi gramtica, osimplemente a algo tan elemental como es la ortografa. Pero vuelvo a decir; no soyescritor. As que ruego al que lea estos pensamientos, que no tenga en cuenta todasesas falencias sino que trate de comprenderme: quisiera que considere solamente elespritu de las notas; y deseo de todo corazn, que cada una de ellas conserve lafuerza y el poder de conviccin que recib de parte del Espritu.En segundo lugar, estos escritos no son nada ms que el resultado de la inmensagratitud y devocin que siento hacia mi Seor. He pasado veinte aos apartado de l,perd los mejores aos de mi vida andando a tientas por este mundo, mord el polvo dela derrota y fui un hombre intil para sus propsitos. No comprenda que l habatrazado un plan para mi vida y que en ese proyecto habra de manifestarme todo suamor. Fui rebelde, y me resist de la misma manera que lo hacemos todos y cada uno.Pero quiero decir que su amor me gan, y cuando volv fue con todo m ser, sinmezquindades ni retaceos. Recin entonces comprend las maravillas de su gracia; yfue as, como un da le dije: Padre he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soydigno de ser llamado tu hijo.... Ahora reconozco, que lo ms maravilloso de toda estaexperiencia, es que fui recibido a misericordia. Es decir, Dios me perdon, S, meperdon!!Y no slo eso, me dio otra oportunidad; pues, el Espritu lo confirma en micorazn.Hoy, cuando empiezo a ver el atardecer de mi vida y el sol de mis aos empieza adeclinar, noto como el tiempo se acorta rpidamente. La vida es breve, muy breve,Ciertamente es como neblina que aparece y desaparece en un instante. Es por eso quedeseo ante esta verdad inexorable; que cada uno de los que lean estas lneas, tomeconciencia y decida rpidamente que va a hacer de su vida antes de que pase a laeternidad.Por ltimo, otro motivo ms que me ha llevado a dejar estos pensamientos; es eldeseo de que todos conozcan acerca de las virtudes de aquel que me llam de lastinieblas a su luz admirable.

    Todas estas motivaciones son las que me impulsaron a escribir MEDITACIONES;pues tengo la esperanza y el ferviente anhelo de que quizs alguien que lea estas

    reflexiones pueda ser tocado en su corazn; de manera tal que, rendido a la obra delEspritu, reciba a Cristo como su salvador personal.Si esto sucediera y yo no llegara a enterarme, o no estar ms en este mundo paragozarnos juntamente; les digo: bsquenme en el cielo donde seguro me encontrarn.

    Hay de m si no anunciare el evangelio! Esta es la misin ms hermosa que me hasido encomendado. Luego, toda la obra para la salvacin de vuestras almas, es tareade mi bendito Seor y Salvador. Amn.

    DOMINGO ANTONIO FERNNDEZ

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    NDICE

    ANTIGUO TESTAMENTO

    1 Gnesis 1.26 El regalo de Dios: la vida2 xodo 4.20 El llamado efectivo3 Levtico 6.13 La presencia de Dios, es permanente4 Nmeros 23.19 Conociendo al Dios verdadero5 Deuteronomio 4.4 Recompensa a la fidelidad6 Josu 1.9 Una demanda con promesa7 Jueces 6.17 Un verdadero encuentro con Dios8 Rut 1.16 La sabia eleccin9 1 Samuel 2.25 Cuando seas juzgado, Quin rogar por ti?10 2 Samuel 24.14 Oportuno arrepentimiento

    11 1 Reyes 18.21 Dios reclama tu decisin12 2 Reyes 6.16 La seguridad del creyente13 1 Crnica 16.8 Los oficios de un autntico creyente14 2 Crnica 6.20 La verdadera comunin con Dios15 Esdras 7.10 La misin de los escogidos16 Nehemas 9.33 Justo reconocimiento17 Ester 7.3 Cmo acudir al gran Rey18 Job 14.4 Quin limpiar tu pecado?19 Salmos 37.5 Cmo vivir confiadamente20 Proverbios 20.9 Quin puede decir: estoy limpio de pecado?21 Eclesiasts 3.14 El privilegio de entender a Dios22 Cantar de Los Cantares 4.6 El poder del amor cuando es verdadero

    23 Isaas 45.22 Mrale slo a l, y sers salvo24 Jeremas 2.13 Dos males que pierden al hombre25 Lamentaciones 3.24 Una acertada eleccin26 Ezequiel 11.19,20 Renacidos para la eternidad27 Daniel 12.13 La gloriosa promesa28 Oseas 6.6 La obediencia, fuente de bendicin29 Joel 2.13 Cmo lograr un encuentro con Dios30 Ams 5.4 Una invitacin a la vida31 Abdas 1.4 La soberana es de Dios32 Jons 2.7 Oportuno socorro33 Miqueas 2.10 Caminando hacia la gloriosa morada

    34 Nahm 1.6 Qu tremenda pregunta!35 Habacuc 2.3 Confiando en su promesa36 Sofonas 3.17 Rechazaras a este Dios de amor?37 Ageo 1.5 Una invitacin a la reflexin38 Zacaras 10.12 La nica solucin para nuestras vidas39 Malaquas 3.17 La promesa que da vida eterna

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    NUEVO TESTAMENTO

    40 Mateo 3.17 Cumpliendo su Palabra

    41 Marcos 10.26,27 Quin podr ser salvo?42 Lucas 12.34 Dnde ests t?43 Juan 1.12 No todos son hijos de Dios44 hechos 27.25 Como vivir seguros45 Romanos 5.8 Salvados por puro amor46 1 Corintios 1.17 Qu significa la cruz de Cristo para ti?47 2 Corintios 4.16 El secreto de la eterna juventud48 Glatas 6.7 Un llamado de atencin49 Efesios 2.8 La salvacin no se obtiene por mritos50 Filipenses 3.20 Tienes la seguridad de ser salvo?51 Colosenses 3.1 Como comenzar una nueva vida52 1 Tesalonicenses 5.2 Una advertencia y una promesa

    53 2 Tesalonicenses 3.3 Un regalo con garanta asegurada54 1 Timoteo 4.6 Fortalecindonos en la salvacin55 2 Timoteo 2.1 Persevera en la gracia y triunfars56 Tito 1.16 Cmo es tu relacin con Dios?57 Filemn 1.15 El poder de la intercesin58 Hebreos 10.31 Existe algo ms terrible?59 Santiago 2.23 Existe algo ms glorioso?60 1 Pedro 5.7 Una invitacin al verdadero descanso61 2 Pedro 3.9 Para que nadie se excuse delante de Dios62 1 Juan 5.12 Jess, tesoro incomparable63 2 Juan 1.10 Cudate del engao64 3 Juan 1.11 Qu es lo bueno y que es lo malo?

    65 Judas 1.22 Convocados a un gran desafo66 Apocalipsis 22.20 Esperando su promesa

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    EL REGALO DE DIOS: LA VIDA

    Su Palabra:Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y seoreeen los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra (Gnesis 1.26)

    Qu maravilla y qu privilegio es poder acceder al conocimiento de los planes de Dios.Desde el mismo comienzo de su palabra quedamos extasiados cuando l, por medio del Espritu,

    empieza a correr el velo de la revelacin celestial slo a quienes son sus redimidos. Quines sonstos? Simplemente hombres pecadores que estaban sin fe, sin Cristo y sin esperanza. Hombres quehabiendo reconocido su pecado, clamaron a Dios para alcanzar misericordia y hallar gracia para lasalvacin de sus almas.Antes de seguir, abrir un parntesis para decirte que si t tambin deseas acceder al conocimientode estas grandes revelaciones y recibir el mensaje que Dios tiene para ti, es necesario que examinestu condicin delante de Su Persona. T tambin puedes pedirle que abra tu corazn, arrepentirte detus pecados y pedirle que te de la fe necesaria para creer en Jesucristo como tu nico y suficientesalvador; y l mismo, en su infinito amor, operar el milagro de la salvacin que es por gracia. Sloas te convertirs en uno de sus redimidos.Ahora bien, volviendo al tema, quiero decir que es justamente a travs del relato de la creacin, quepodremos empezar a tomar conciencia desde el principio acerca de la grandiosidad de su persona y el

    especial motivo que lo llev a hacerla. De esta manera, a medida que le vamos conociendo,empezaremos a tener en claro nuestra real dimensin respecto a su persona y asumir la posicin quenos corresponde respecto a su propsito. De qu forma? Muy simple, mediante un acto voluntariode humillacin. Deberemos despojarnos de nosotros mismos y aceptar por fe lo que su palabra nosha de ir mostrando. Por un lado, Su gloriosa y divina Persona, un Dios infinitamente grande, creadory sustentador de todas las cosas; por el otro al hombre; que, aunque fue hecho a su semejanza fuede materia dentro de los lmites del tiempo y el espacio.Pues bien, con todos los atributos que Dios le dio sobre todo lo creado, fue hecho apto para gobernarel mundo; aunque despus, no slo perdi su autoridad por causa de su pecado, sino que le sucedialgo mucho peor, qued reducido a menos que la nada. Desde ese momento, qued condenado atrabajar y luchar para subsistir en este mundo.Si desde el comienzo, reconocemos nuestra msera condicin que hemos heredado comodescendiente de aquel primer hombre que desech el regalo de Dios, empezaremos a comprender yvalorar como, a pesar de todo, seguimos teniendo el gran privilegio de ser considerados por elcreador, como aquella especial obra de sus manos producto de su eterno amor.Dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.... Esto quieredecir que cuando Dios cre al hombre, no lo hizo de la misma manera que al resto de su creacin;sino que, desde el inicio, estableci diferencias. Cada una de las cosas que l fue haciendo de lanada, fue conforme a su mandato: Sea hechodeca. Pero cuando se dispuso crear al hombre dijo:hagamos al hombreNo, sean hechos los hombresexpresndose en plural. Esto indica que,adems de su voluntad, puso su accin para hacer algo especial y nico. Tom de los elementos conque est compuesta la tierra, le model figura humana tal como el alfarero a una vasija de barro y lesopl Su aliento de vida; en ese instante lo hizoconforme a su semejanza. Esta condicin fuenecesaria para que conforme a su propsito pudiera ejercer los atributos especiales, que como hemosdicho, le fueron otorgados.

    Ahora reflexionemos, si de todo corazn aceptamos estas declaraciones, empezaremos acomprender, conforme a Su Palabra, que todo lo que Dios cre en el principio para su gloria, elprincipal beneficiado fue el hombre; y que todo lo que hoy podemos contemplar fue arruinado por elhombre mismo a causa de su pecado. No obstante, como Dios le ama, ha de cumplir su propsito.Cunto amor!Para concluir, un pensamiento: como tengo un cuerpo con el que habito este mundo, una mente conla que me permite percibirle y un espritu donde albergo todos mis sentimientos, quiero decirle:gracias Seor, por este regalo de la vida, sin ella no te hubiera conocido; as que permteme, deahora en ms, glorificar tu nombre en mi cuerpo, en mi alma y en mi espritu.

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    EL LLAMADO EFECTIVO

    Su Palabra:Ahora pues, ve, y yo estar con tu boca, y te ensear lo que hayas de hablar (xodo 4.20)

    Cuando uno escudria la palabra de Dios con la mente y el corazn, el Espritu ilumina nuestroentendimiento y nos va revelando, poco a poco, cun glorioso son sus propsitos. La oscuridad sevuelve luz, la ceguera se convierte en vista y es entonces cuando se produce el milagro. Empezamos

    a ver y comprender sus maravillosos pensamientos.All en el principio de todos los tiempos, en la eternidad pasada, Dios dispuso en su corazn cumplircon un plan exclusivo para el hombre; esto es, no slo crearlo conforme a su semejanza, sinoamarlo y compartir con l todas las cosas de Su creacin cada momento por toda la eternidad. Sinembargo, tal sentimiento no fue estimado; y la respuesta de su especial creatura fue la rebelda,desobedeci y pec contra l aun sabiendo que morira. Tan slo con ese acto, rompi el vnculo quelos una; ahora es su enemigo. Sin embargo, y a pesar de todo, Dios le sigue amando, le busca yquiere hablarle. As es como, en vez de aplicarle su justo castigo destruyndolo con fuegoconsumidor, quiere darle, en su infinita misericordia, la oportunidad de reconciliarse con l. Quiereque escuche nuevamente su voz, que reciba Su Palabra, y considere su anhelo de restaurarlo. Estaobra de gracia no slo fue para l primer hombre, sino tambin para toda su descendencia; pues suvoluntad es, que ninguno se pierda segn su justo juicio. Quiere que todos los hombres sepan que,

    a pesar de todo, les sigue amando!! Pero cmo habrn de saberlo si no hay quin les entregue SuPalabra? Entonces, a menos que sea Dios quien provea todo lo necesario para que as sea, ningnhombre podr hacerlo por s mismo; pues, por naturaleza, estn muertos en sus delitos y pecados.Si por su gracia, podemos entender y aceptar esta verdad descubriremos que, en primer lugaresDiosquin prepara en su soberana, el momento o lascircunstancias apropiadas para queSu Palabra de vida llegue a nosotros. En segundo lugar, l es quien escoge a su siervoadecuado para entregarnos el mensaje que nuestra alma necesita. Y en tercer lugar, l esquien ha de guiarlo por medio del Espritu para que nos hable, segn nuestra particularnecesidad.Ahora, si miramos a nuestro alrededor, veremos que el mundo est lleno de impostores, mentirosos,hijos de Satans. Estos falsos mensajeros de Dios que usan la Biblia slo para engaar, lo nicoque logran, a cambio de sus mezquinos intereses, es que todo el que escucha sus vanas

    predicaciones, sea engaado y tome sinceramente por el camino que conduce a la perdicin eterna.Por eso el texto nos muestra la verdadera manera que Dios usa para comunicarse con el hombre.Observa, deben verificarse tres seales enunciadas en este pasaje; slo as, podrs comprobar si elmensaje viene verdaderamente de Dios: 1 Las circunstancias:diceAhora;es decir que l ha depreparar ese momento clave en tu vida. Tal vez permita que se transforme en el ms oscuro y difcilpara que puedas recibir su mensaje. El Espritu obrar en ti y sentirs que ese es el momentooportuno que necesitas para buscar a Dios y escuchar su Palabra. En ese instante experimentars lamaravillosa sensacin de estar frente a un llamado personal. Si ese sentimiento aparece en tucorazn, sin duda, ese es el momento, No te endurezcas!No dejes para despus lo que tiene queser Ahora,quiz no tengas otra oportunidad.2 La persona que ha de hablar en su nombre,es su siervo escogido; le dice: pues, ve. Este siervo de Dios, tendr ese sello distintivo que sloel Espritu Santo da: su santidad confirmada en una vida de obediencia y fidelidad a su palabra: Yo

    estar con tu boca; slo as podrs comprobar cmo su mensaje tienen poder de lo alto. 3 Lo quehabrs de escuchar,le dice:te ensear lo que hayas de hablar.No te dejes engaar, verifica que el evangelio que te predican sea EL EVANGELIO DE SALVACIN.Cmo es ste? Simplementeun mensaje que anuncia slo a Cristo, y a ste crucificado para expiarnuestros pecados. Desde el Gnesis al Apocalipsis su mensaje tiene un nico propsito: Salvar!! Yuna sola persona para tal fin:Cristo. As que el evangelio es una invitacin que quiere llevarte a lacruz para mostrarte cmo y porqu el Seor muri all por ti.Si al recibir y aceptar tal noticia, has sentido dolor en tu alma de manera que te lleve alarrepentimiento y has credo que solamente l puede salvarte expiando tus pecados mediante susangre derramada, seguramente alcanzars la salvacin.Un ltimo consejo; cuando alguien se acerque con un mensaje de parte de Dios, verifica que secumplan estas tres seales; nicamente as, podrs comprobar si es verdadero.

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    LA PRESENCIA DE DIOS ES PERMANENTE

    Su Palabra:El fuego arder continuamente en el altar; no se apagar (L evti co 6.13)

    Dijo San Agustn acerca del sagrado libro de Dios:El Nuevo Testamento est escondido en elAntiguo Testamento; y esto, es una gran verdad. Los que vivimos bajo la gracia y pertenecemosal perodo del cumplimiento de las promesas, tenemos la bendita posibilidad de comprobar como

    cada palabra de Dios dada a los profetas de la antigedad, tienen en el presente un perfectocumplimiento. As es como este conjunto de libros que conocemos bajo el nombre de "NUEVOTESTAMENTO", no hacen ms que ratificar en la persona del Seor Jesucristo y Su obra, cadapromesa, cada figura, y cada tipo dado en la antigedad. Aquellos hombres que recibieron el mensajede Dios; aun cuando muchas veces no lo entendan con claridad, no hicieron ms que transmitirlo contoda fidelidad. Ellos escribieron en las leyes de Dios, en los Salmos y en las profecas, lo que sera elmisterio escondido desde los siglos hasta que en su momento fue manifestado. Esos escritos que hoyconocemos agrupados bajo el nombre de ANTIGUO TESTAMENTO tienen, junto al NUEVOTESTAMENTO, el primordial objeto de revelarnos al Dios omnipotente y su plan maravilloso pararescatar de la condenacin eterna a todos los hombres que quieran arrepentirse de sus pecados ycreer en Jesucristo como su salvador personal; pues l, es el Mesas esperado porque no hay otronombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (Hechos 4.12).

    Ahora bien, cuando por gracia, se nos da el beneficio de poder descubrir el Nuevo Testamentoescondido en el Antiguo Testamento, debemos entender que es una bendicin de Dios, ya queexclusivamente por medio de su intervencin, es que podemos recibir espritu de entendimiento; yadems, discernimientopara que por medio de la fe, seamos conducido a conocer y aceptar esteplan divino que es de eternidad a eternidad.Meditemos ahora sobre la ordenanza que se encuentra en el texto del encabezamiento y quiera elSeor, permitirnos descubrir el espritu de su Palabra.Primeramente dice:El fuego. El fuego es un elemento que nos lleva a reflexionar; en primer lugar,acerca de su naturaleza. De l concluimos que sus propiedades son nicas, pues es pura energa quebrinda luz y calor.Esta hermosa y sencilla imagen instituida por Dios representa a su Persona quesiendo Espritu, es Luz y Calor.Cuando Dios se manifest a los hombres en la antigedad, muchas veces lo hizo como fuego; luego,

    cuando se manifest en la persona de su hijo Jesucristo, no slo se manifest como la luz del mundo,sino tambin como la vida que nace al amparo de su calor. Dijo el Seor Jesucristo: Yo soy la luz delmundo, el que me sigue no andar en tini eblas"y " El que cree en el H ij o tiene vida eterna; pero el querehsa creer en el H i jo no ver la vida, sino que la i ra de Di os(el fuego consumidor)est sobre l".Nos estremece pensar que este atributo del fuego sea a la vez, tan benfico como destructivo; sin luzy calor no es posible la vida y, el excesivo calor la destruye. Dios es el nico que puede dar o quitarla vida.Otro pensamiento sobre esta porcin de Su Palabra dice: " arder conti nuamente en el altar ."La ideade que el fuego debe arder continuamente en el altar, nos habla de la presencia viva y permanentede Dios en sus santas moradas eternas. Estando l all, en su trono, tenemos la posibilidad deacercarnos con confianza en cualquier momento y presentarnos para alcanzar misericordia y hallargracia para el oportuno socorro; pero cuidado, tambin all hay un mensaje para aquellos querehsan aceptarlo como Seor y salvador, deben tener en cuenta que ese fuego no se apagaryque, en algn momento, todos y cada uno tendremos que pasar por l. Para los que han sido salvos,se cumplir la promesa que dice: Cuando pases por el fuego no te quemars; pero, para los que hanrechazado la oferta, ser para destruccin eterna. Esta verdad, tarde o temprano habrs deverificarla aunque no quieras pensar en ello.Medita Acaso tienes poder para apagar el fuego que Dios orden que no se apagar, o esperas aque ste se apague en algn momento de la eternidad para que no tengas que pasar por l? Pasarssi o si, porque Su Palabra es terminante, dice: No se apagar....Gracias a Dios porque a pesar de que esta afirmacin inmutable y eterna, siendo terriblesentencia para aquellos que rechazan a Dios; los que nos hemos acercado mediante elarrepentimiento y la fe, podemos disfrutar de todos sus beneficios: Su Luz y Su Calor.

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    CONOCIENDO AL DIOS VERDADERO

    Su Palabra:Dios no es hombre, para que mienta, ni hi jo de hombre para que se arrepienta. El dijo, y no har?habl, y no ejecutar? (Nmeros 23.19)

    El hecho de que a Dios le haya placido revelarse al hombre, es otra de las tantas maravillas de sugracia. Si l no se hubiera dado a conocer, nada podramos saber acerca de su naturaleza y sus

    propsitos. Por consiguiente, eso sera terrible, sera lo mismo que no tener un norte, un punto dereferencia, no saber cules son nuestros lmites, cul es nuestra posicin, de donde venimos, dondeestamos realmente y a donde vamos. Estaramos totalmente perdidos y sin saber cul es nuestrodestino.En cuanto a m experiencia personal, cuando le conoc, sent como si cada una de sus palabras lashubiese tallado en mi corazn con cincel de hierro; y doy gracias, porque s que solamente de esaforma habr de recordar en todo momento donde se encuentra mi seguridad presente y a donde lme dirige.Esta revelacin acerca de su persona, es lo que nos permite conocer su verdadera naturaleza, sucarcter y su voluntad; ya que conocindolo a l, tendremos tambin la oportunidad de conocernos anosotros mismos, descubrir cul es nuestra real naturaleza y cul es nuestra condicin frente a suDivina Persona. Descubriremos que siendo l perfecto y santo, nosotros los hombres, somos

    imperfectos y pecadores. Tambin comprenderemos que esta situacin es la que produce nuestroapartamiento y enemistad con l.Volviendo a su palabra, puedo ver que en ella nos invita a que depositemos nuestra confianza en suPersona como el nico autor de nuestra salvacin; para ello, nos invita a que le entreguemos nuestroincrdulo corazn, y dejemos que sea l quin obre nuestra conviccin de fe, esperanza y amor.Quiera Su Espritu, darnos la oportunidad de obedecerle para bendicin de nuestras vidas.En primer lugar nos dice que Dios no es hombre para que mienta. Es decir, la mentira es unacondicin natural del hombre, y ese solo atributo es ofensivo a la santidad de Dios. Quin no hamentido alguna vez en su niez, en su juventud o en su condicin de hombre honorable? Examinatu corazn, mira hacia adentro, cuntas mentiras hallas en l? Las hay grandes, pequeas, terribles,algunas "piadosas" y quiz otras inconfesables. Estamos tan acostumbrados a ella que llegamos a latriste conclusin de que esa condicin no es tan grave. Pero la verdad es que la mentira es parte de

    la naturaleza cada de todos los hombres. Ese hombre soy yo, tambin eres t. Entonces, sabiendoesto confiaras en el hombre?, confiaras en m, o acaso en ti mismo? NO..., ES IMPOSIBLE!Entonces, en quin confiar sino en Dios quin no es hombre para que mienta.Te ruego le escuchesporque cada palabra que dice es pura verdad. Dijo Jess: YO SOY LA VERDAD; ese solo atributonos confirma que l es Dios mismo en la persona del Hijo. Escchale, porque en Su verdad tienepropuestas maravillosas que responden a un plan perfecto para tu salvacin.Observa que tambin dijo: ni hijo de hombre para que se arrepienta. l es el Dios inmutable yeterno que, como juez justo, en el principio de todos los tiempos estableci sus decretos y leyes quean hoy tienen vigencia; leyes a las que tanto t como yo hemos faltado. Ese Dios es el que un da,cuando me arrepent, me perdon todos mis pecados; y que hoy, tambin te llama a ti para que, si lodeseas, puedas recibirlo de la misma manera, por gracia. Quieres ser salvo? Bien. Quieres saberque debes hacer? Nada, slo creer en el Seor Jesucristo como tu salvador personal; pero no olvides,

    esto es posible mediante previo arrepentimiento de pecado, esa es la demanda Entiendes?.ARREPENTIMIENTO!. Eres t quin debe arrepentirse; pues eres hombre, hijo de hombre.Y ahora un consejo ms, piensa quecomoDios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre

    para que se arrepienta, sino que es inmutable; de la misma manera que dijo: har, tambinejecutar, segn sus justos juicios. No lo dudes, tenlo por seguro; pues a determinadoquetodos procedan al arrepentimiento.

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    RECOMPENSA A LA FIDELIDAD

    Su Palabra:Mas vosotros que seguisteis a Jehov vuestro Dios, todos estis vivos hoy (Deuteronomio 4.4)

    Estas palabras que Dios dirigi a su pueblo en el momento ms trascendente de su historia, nos llevaa considerar que tambin hoy son vlidas, an para nosotros. El motivo es muy evidente; todos loshombres tendremos que afrontar de una manera u otra, una experiencia similar.

    El pueblo de Israel haba terminado de peregrinar durante cuarenta aos por el desierto y estaba apunto de entrar a la " tierr a prometida". Esta tierra era un lugar muy especial y nica por suabundancia. Era el lugar que Dios les haba prometido dar en posesin como meta final a quieneseran su pueblo escogido. Haban pasado aos difciles, llenos de experiencias buenas y malas. Pruebasque, de una o otra manera, formaron parte de una etapa que terminaba precisamente all, en eldesierto, frente al ro Jordn. En ese lugar, apenas cruzaran al otro lado, iban a comenzar una nuevavida llena de maravillosas promesas. No obstante, antes de tomar posesin del bien que les fue dado;y nada ms que por pura gracia, debieron escuchar estas palabras: Vosotros que seguisteis a Jehovvuestro Dios, todos estis vivos hoy.Personalmente creo que este pronunciamiento ser la bienvenidaque escucharn slo aquellos que son sus hijoscuando lleguen a sus moradas eternas.Ahora bien, todos sin excepcin en algn momento tendremos que afrontar el final de esta vida;llegar el momento en que terminar nuestro peregrinar por el desierto de este mundo y, en ese

    fugaz instante, se ha de definir nuestro destino eterno. Justo all, en un abrir y cerrar de ojos, slohabr preparado dos lugares posibles en donde morar; y lo ms importante es que ya no dependerde nuestra eleccin. Viviremos para siempre en los lugares celestiales que Dios ha prometido omoriremos apartados de l para toda la eternidad. La expresin no puede ser ms literal, aqu no haysmbolos que sean de difcil interpretacin.Alma, escucha estas palabras: los que siguieron a Jehov no conocern la muerte eterna;puestodos estarn vivos. Esta es una seguridad de la cual muchos podemos dar fe; no slo comopueblo ms que victorioso en este mundo, sino tambin por la conviccin que nos da su Espritualimentando nuestra esperanza para aquel da glorioso de la redencin final; pues ser precisamente,en aquel momento en que tambin tendremos la gloriosa experiencia de escuchar: vosotros queseguisteis a Jehov vuestro Dios, todos estis vivos hoy.Meditemos sobre la primera parte del texto, vosotros que seguisteis a Jehova implica un actovoluntario del hombre. Seguir a Jehov es reconocer que l es nuestro lder, gua y Seor. Seguir aJehov es confiar en l, es tener fe en su Palabra, cumplir sus leyes y estatutos sin cambiar, agregaro quitar nada, tal como l mismo lo reclama en el versculo 3 de este mismo captulo. Seguir aJehov, es acudir a su llamado para formar parte de su pueblo. Seguir a Jehova, significa acudir a unDios vivo lleno de amor que se compadece de nosotros. Un Dios que est atento al clamor de los quele invocan en todo tiempo y lugar. Pregunto, Qu otro pueblo puede tener un Dios como elnuestro?Consideremos ahora el resultado de seguir al Seor: " Todos estis vivos hoy".Esta promesa fue yser efectiva, slo si se cumple la primera condicin: seguir a Jehov. Y slo es posible cumplirla, sipermitimos que l sea el soberano en nuestras vidas, rindindonos a la gua del Espritu Santo.Estoy seguro, conforme a la conviccin que me fue dada, de que llegar el da en que todos

    comprobaremos con gran gozo, cun generosa y amplia ha sido su gracia. Todos los queseguimos al Seor estaremos vivos en el gran encuentro, ninguno quedar excluido u olvidado. Espor eso que todos, debemos afirmarnos con confianza en esta gloriosa promesa por medio de la feen Jesucristo. l es quin nos abri el camino a la vida, y vida eterna. AMEN.

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    UNA DEMANDA CON PROMESA

    Su Palabra:Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehov tu Diosestar contigo en donde quieras que vayas (Josu 1.9)

    Cuando Dios cre el universo y todas las cosas que en l existen, decidi que todo lo realizado debaestar sujeto bajo estrictas leyes establecidas por su persona. No para gobernarlo tirnicamente, a

    pesar de que l es el dueo de todas las cosas, sino para que todo funcione en forma armnica yperfecta: pues, s todo ha nacido de l, debe ser conforme a su propia naturaleza.Ahora bien, su Palabra nos dice que en su corazn tambin estaba el deseo de poner por encima detodo, como cumbre de su creacin, al hombre, principal objeto de su gran amor, a quin cre deacuerdo a su imagen conforme a su semejanza. Con todos estos atributos, el hombre fue poseedordel ms grande privilegio: compartir la vida con Dios en libertad y perfecta armona. Pero en estaexcepcional facultad, hay algo muy importante a tener en cuenta: esa situacin de privilegio, no loexima de sujetarse a las leyes de su Creador. Dios le advirti a su tiempo y le dijo que siquebrantaba tan slo uno de sus mandamientos, por pequeo que fuera, pecara contra l. Por ellomorira, y no slo de muerte natural, sino de muerte espiritual y eterna que es mucho ms grave yterrible. Es decir, acarreara sobre s mismo la prdida de todas las bendiciones y, lo ms importante,la comunin con Dios. La Biblia nos dice que el hombre desobedeci, y por la desobediencia pec; y

    por el pecado, entr la muerte en el mundo. Por ello perdi la comunin con Dios, y desdeentonces su condicin es la de un condenado a la muerte eterna.Pero la Biblia tambin nos dice que cuando abund el pecado sobreabund la gracia.Qu es lagracia? Es un regalo que Dios nos ofrece a pesar de ser indignos de merecerla; ella nos proporcionala posibilidad de reconciliarnos con l por medio de su Hijo Jesucristo y ser acreedores de todos susbeneficios. La pregunta es: cmo puedo hacerme poseedor de la gracia? La respuesta es muysimple, dice el Seor: Clama a m, y yo te responder.De qu manera? En primer lugar, pdele quese revele a tu persona; debes conocerle. En segundo lugar, debes creer que l es poderoso parasalvar. En tercer lugar, debes arrepentirte de todos tus pecados y tener fe en la obra de su hijoJesucristo en la cruz. Eso es todo.Si has hecho esto de todo corazn, confa en que l ha de obrar tu salvacin. Este acto portentoso, esel que nos hace nacer de nuevo con un espritu renovado. Solamente as, en esa condicin, nuestro

    ser tendr la gloriosa y genuina sensacin de que estamos justificados y reconciliados con l. Posicinque nos llevar, inexorablemente, a sujetarnos en obediencia; y, mediante ella, aceptar con gozo elmismo mandato que le dio a su siervo Josu cuando le dijo: Mira que te mando. Qu hermosaexpresin! Observa, es una orden que encierra todo un mensaje; nos habla de su autoridad, perotambin de su gran amor. Amor que propone esfuerzos en medio de la adversidad, que da alientopara luchar contra todo mal, que demanda sacrificio y pureza para brillar en medio de este mundo entinieblas. Y esto, con el ms digno propsito: mostrar al mundo, cmo debemos honrar su nombre ennuestras vidas para su gloria. Pero he aqu la maravilla, como Dios es prdigo en su gracia, a estademanda agreg una estupenda promesa: Jehov tu Dios estar contigo donde quiera que vayas.No dijo: No tendris problema, adversidad, dolor, necesidad, enfermedad o muerte. Sino queprometi, en forma personal, Estar contigo.l es nuestra suficiencia en Cristo Jess. El secreto est en LAOBEDIENCIA Y LA FE.

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    UN VERDADERO ENCUENTRO CON DIOS

    Su Palabra:Y l respondi: Yo te ruego que si he hal lado gr acia delan te de ti , me des seal de que t has habl adoconmigo (Jueces 6.17)

    Qu profunda solemnidad encierran estas palabras! Cunta pequeez, cunta debilidad y humanidadexpresa este ruego de Geden. No poda dar crdito a lo que estaba viviendo. El Dios omnipotente,

    su Seor, se acerc para hablar con l. Cmo era posible que esto sucediera? El creador ysustentador de todas las cosas, el dueo del mundo lo buscaba para hablar con l. Puede ser esto,acaso posible? Claro que s!! La misericordia y el amor de Dios son as de maravillosos. En elmomento menos pensado, en el lugar no imaginado, sin que t te lo propongas, si has hallado graciadelante de Dios, l te buscar, te encontrar y hablar contigo.Presta atencin a lo que voy a decirte; si esto llegara a suceder, no pierdas la oportunidad, pues nodepende de ti que puedas hablar con Dios. Aun cuando te lo propusieras no sabras como hacerlo ymucho menos donde encontrarlo; aunque l, est en todas partes.Sabes, es Dios l que te halla, el que sabe tu necesidad y tu angustia. Es el Seor quien mediante sugracia, obrar el acto maravilloso de un encuentro personal. l permitir, que aun sin buscarle,puedas llegar hasta su presencia y puedas hablarle con toda confianza. l mismo te demostrar quepuede comprenderte, pues te conoce mucho ms de lo que te imaginas. Slo clama a l, brele tu

    corazn de par en par, confisale tus pecados, arrepintete y ofrcele todo tu ser. O es qu todavano has comprendido, cuan necesitado ests de su persona?Si l te llama por su gracia, responde, no te resistas, no pongas excusas ni actes egostamente.Acepta con humildad tu pequeez e igual que Geden, trata de comprender que es Dios quien busca,no por lo que somos, sino por lo que seremos en sus manos. El Seor quera demostrarle, no slo al sino al mundo entero, lo que puede hacer de un hombre cuando ste confa de corazn en suPersona. Deja que sea Dios quien obre en tu vida con poder y amor. Haz como hizo Geden, queaunque estaba lleno de temor, no se resisti y dej que obrara su fe.Ahora considera el ruego que hizo Geden a Dios cuando le dijo: no te vayas hasta que mi ofrenda la

    ponga delante de ti.Sigue su ejemplo, y di tambin al Seor: "No te vayas hasta que mi coraznsea ofrendado a ti". Hazlo, seguramente escuchars tambin aquellas palabras que le respondi aGeden: Yo esperar.

    Sabes una cosa? l Seor es paciente y tambin te espera a ti!! Eres consciente del privilegio quetienes? Si lo eres, no lo desperdicies.En verdad, es maravilloso poder descubrir que la paciencia que Dios tuvo para con su siervo, tambinla tiene para con cada uno de nosotros.Si quieres seguir los pasos de Geden y tener su misma experiencia, debes confiar; pues el mismoDios que tuvo un encuentro con su siervo, es el que hoy te busca a ti. Escchale, seguramentequedars maravillado cuando l te manifieste el esplendor de su Persona, su misericordia y su gracia.Si esto llegara a suceder, notars un verdadero cambio en tu vida que traer alivio a tu alma, puesha sido depositado en ti el sagrado don de la fe; fe que salva y da vida eterna.Para finalizar, quiero decirte algo muy importante: s te interesa tener un encuentro con Dios, deahora en ms, debes estar atento; haz como Geden y recin, slo recin, dirs tambin: Hetenido un verdadero encuentro con Dios.

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    LA SABIA ELECCIN

    Su Palabra:Respondi Rut: no me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que t fueres, ir

    yo, y donde quiera que vivieres, vivir. Tu pueblo ser mi pueblo, y tu Dios mi Dios (Rut 1.16)

    Cuntas decisiones juntas tuvo que tomar Rut en uno de los momentos ms difciles de su vida. Porsupuesto que no es ella la nica que debi enfrentar y tratar de resolver sus grandes problemas; hay

    personas que han pasado o estn pasando aun hoy, una situacin similar o peor. Tal vez, en estemomento, tambin t ests enfrentando una experiencia similar y frente a ella, no sepas quedecisiones tomar. Si te sientes impotente y no sabes cmo resolver tus problemas, quiz laexperiencia de Rut te pueda servir de ayuda.Este pasaje puede ser de gran bendicin si de l podemos extraer, por lo menos, alguna enseanzade la sabia eleccin de Rut. Digo sabia, porque partiendo de esta eleccin y analizando el resto de suhistoria, puedo comprobar que el camino que ella eligi fue el correcto; pues, ha sido ampliamentebendecida por Dios.La vida, es una continua sucesin de experiencias que se van desarrollando conforme a las decisionesque adoptamos en cada momento. Cada circunstancia que se presenta no es casual, sino causal. Esdecir, responde a una causa, a un proyecto divino trazado por Dios desde el principio mismo de lacreacin. Lo maravilloso, es que ha sido diseado para la vida de cada uno. Cada circunstancia tienen

    un propsito de parte Dios; y este es, darte la posibilidad de que recurras a l. Todos estamosincluidos, nadie queda afuera como piensan algunos cuando dicen: "Dios se olvid de m"o comodijo Noem: "La mano de Jehov ha salido contra m. Esa actitud de necedad es blasfemar contraDios, es desconocer su amor y no demandar su gran misericordia.Sera una hermosa experiencia para tu vida que, si en vez de lamentarte, fueras movido por elEspritu a considerar lo que el Seor te est queriendo decir a travs de cada una de lascircunstancias por las que ests pasando.Esta porcin de la Palabra de Dios tiene como propsito mostrar la sabia eleccin de Rut. La realidadpresionaba fuertemente sobre ella y, a pesar de todo, no se detuvo a considerar si lo que le estabasucediendo era bueno o malo, oportuno o inoportuno, justo o injusto. Slo pensaba que estaba frentea grandes circunstancias y deba tomar grandes decisiones. Adems, saba que stas influiran en suvida para bien o para mal, segn su eleccin. Qu difcil es a veces tomar una medida, sabiendo queelegir entre opciones, es inevitable optar por una y a su vez renunciar a otras. Rut tuvo que hacereso, asumir la responsabilidad de hacer su eleccin confiando que sera la correcta. Esa situacin fuealgo que ella, humanamente, no poda evitar; y entre tantas cosas, tuvo que tomar la decisin msimportante de su vida: escoger su Dios. Fue entonces que, sin titubear, respondi a su suegra: tu

    Dios ser mi Dios.Qu importante eleccin!,No eligi a cualquier dios del mundo que la rodeaba,eligi a Jehov, el Dios de su suegra Noem, el Dios que haba tenido la oportunidad de conocer yamar; el Dios vivo e incomparable que le manifestaba su presencia aun en la adversidad, el Dios queguarda y da vida.Pues bien, igual que a Rut, a ti tambin te llegar el momento en que debers hacer tu gran eleccin:ESCOGER TU DIOS. Quieras o no, no podrs evitarlo, si ya lo has hecho bendito eres; y si no lo hashecho y sientes que este es el momento, decdete ahora.Seguramente tendrs que renunciar a muchas otras cosas que se oponen a l, pero te ruego en el

    nombre de Jess que no tomes tu decisin sin meditarla solemnemente. Debes comprender que staopcin es la ms importante que tomars en este mundo, de ella depende tu vida, la presente y laque has de tener por toda la eternidad.Que el Seor, mi Dios, te d la sabidura necesaria para el momento de tu gran eleccin.

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    CUNDO SEAS JUZGADO, QUIN ROGAR POR TI?

    Su Palabra:Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces lejuzgarn; ms si alguno pecare contra Jehov,Quin rogar por l? (1 Samuel 2.25)

    Interesante pregunta, te has imaginado alguna vez estar en una situacin idntica? Es decir, cuandotengas que comparacer ante Dios, has pensado quin rogar por ti?

    Si admitimos que el hombre, siendo injusto por naturaleza, ha hecho leyes y establecido jueces paraadministrar justicia entre los hombres, no es correcto aceptar que sobre esta verdad puede haberotra ms trascendente, tal como La justicia divina? Y, qu habiendo un Dios justo por sobre loshombres, tambin l, y con ms autoridad, habr de juzgar a todos los hombres aplicando sus Leyes?Cada persona sabe, desde el mismo momento en que tiene uso de razn, que todos los hombresdeben ajustar sus actos a normas que reglamentan su comportamiento. El conjunto de estas normasse conoce como: LEY. Quien no se ajuste a ella o cometa tan solo alguna falta, debe ser juzgado;y si se lo halla culpable debe ser condenado por un juez. Este magistrado, es una persona habilitadapara administrar justicia. Las normas varan segn el lugar o la poca, pero lo que permaneceinalterable es que los hombres, cuando quebrantan la Ley establecida, deben ser juzgados.Tambin, es importante destacar que a cada persona le asiste el derecho de poder demostrar suinocencia; es decir, defenderse. Esto no puede realizarlo uno mismo, sino alguin debidamente

    capacitado para hacerlo en nuestro lugar. Esa persona es un abogado, y ser quin asuma el cargode la defensa; para ello, tomar la causa y la defender como propia delante de un Juez. Esto, es loque est afirmando la primera parte del texto.Pero, lo que en realidad es ms importante para cada ser humano, est realzado con nfasis, en lasegunda parte del texto cuando pregunta concretamente: Si alguno pecare contra Jehov, Quinrogar por l?Es decir, cundo tengas que comparecer ante el JUEZ SUPREMO, el Dios justo yeterno, aqul que es omnisciente, omnipotente, inquebrantable e insobornable, y tengas que darcuenta de cada uno de tus actos, sean buenos o malos, tienes un abogado que defienda tu causa?Quin abogar o interceder por ti? O piensas que no has pecado contra Dios? O acaso no sabesque has violado su ley?La Biblia dice: que todos pecaron, que no hay nadie bueno y que la paga del pecado es lamuerte.Piensas que podrs escapar a la justicia divina? La palabra de Dios dice que estamos todos

    bajo la ley, y que segn su ley, estamos todos condenados irremediablemente. Entonces, segn estaverdad, no puedes ignorar sto:Todos necesitaremos un gran abogado!!Ahora medita, si has comprendido esta verdad, debes saber que todos los que hemos acudido a Diosy nos hemos arrepentido de nuestros pecados, nuestras vidas estn guardadas por medio de la fe enla persona de su Hijo Jesucristo. Si hemos confiado que su sangre preciosa nos ha limpiado y noslimpia de todo pecado, tenemos asegurado quien rogar por nosotros. La palabra de Dios nosasegura que: abogado tenemospara con el Padre, a Jesucristo el Justo(1 Juan 2.1)Pinsalo, si no has rogado a Dio que te perdone de todos tus pecados, entonces sobre ti pesa un

    juicio de condenacin eterna. Sin embargo, Dios te est dando ahora la oportunidad para que tearrepientas; no quiere que te pierdas eternamente y te ofrece el nico abogado que puede intercederpor ti. Acude a aquel quien puede responder por tu vida, Porque no hay otro nombre bajo el cielodado a loshombres en que podamos ser salvos. (Hechos 4.12)

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    OPORTUNO ARREPENTIMIENTO

    Su Palabra:Entonces David dijo a Gad: En grande angustia estoy; caigamos ahora en manos de Jehov, porquesus misericordias son muchas, ms no caiga yo en manos de hombres (2 Samuel 24.14)

    Esta decisin de David fue muy valiente y sobre todo, muy oportuna. No es fcil quitarse la mscarauno mismo, replantear nuestras conductas, reconocer nuestros pecados, llevarlos delante de Dios y,

    con total arrepentimiento, pedirle perdn por cada uno de ellos. Sin embargo, as lo hizo David, puessaba que sa era la nica manera de quitar su gran angustiay recibir bendicin para su alma.Ahora bien, su experiencia nos deja una preciosa enseanza respecto a su determinacin. Estaactitud, es la que deberamos asumir cada uno de nosotros; pues, en algn momento de nuestrasvidas, querramos o no, tendremos que estar delante de la presencia Dios para justicia o caer ahoraen sus manoscomo dijo David, y dar cuenta de cada uno de nuestros actos. Has estado alguna vezdelante de Dios? Tal vez creas que s porque piensas que estando l en todas partes no hay nadaoculto delante de su persona. Es verdad, todos sin excepcin estamos bajo su atenta mirada; tanto elque es salvo, como el impo, pero no es esto a lo que me refiero.Estar delante de la presencia de Dios, es un privilegio reservado slo a aquellos que se hanreconciliado con l por medio del arrepentimiento de pecado y la fe en su Hijo Jesucristo. De otramanera, es imposible para el hombre estar delante de su santidad. El pecado es la barrera

    infranqueable que nos impide tal acto. Por eso, de acuerdo con la enseanza de este pasaje, elprimer paso que debe dar el hombre para tener comunin con Dios es el ARREPENTIMIENTO DEPECADO; y ste, no se ha de realizar a menos que uno experimente una gran angustia por sucausa.Lo primero que nos revela el evangelio es que somos pecadores. En el mismo momento en que sacaa la luz todos nuestros pecados, nos da tambin la conviccin necesaria para que comprendamosque, por esa causa estamos condenados irremisiblemente. Horrenda cosa es caer en manos del Diosvivo,dice su palabra. Si tal revelacin impacta en tu corazn, debe producir fatalmente una granangustia.No se ha despertado an en ti, ese sentimiento de angustia que produce el verdaderoarrepentimiento? La Biblia dice que: Sin arrepentimiento no hay perdn de pecado. Y esto es

    justamente lo que hace notar este pasaje: En grande angustia estoy, dice David. La causa era supecado; pues, haba cometido falta contra Dios y necesitaba obtener su perdn.Lo segundo que produce el evangelio por medio de su poder, es el convencimiento de que elarrepentimiento no puede demorarse, debe ser inmediato. Caigamos ahora en manos de Jehovadice David. Porque acudir ahoray ponerse en sus manos, justo en el momento en que abunda lagracia y el perdn, es hallar misericordia y la posibilidad de reconciliarse con l por medio de su HijoJesucristo. Postergar tal decisin, es lo mismo que si voluntariamente desearas permanecersuspendido de un delgado hilo sobre un profundo abismo; sabiendo adems, que en cualquiermomento y ante la ms pequea circunstancia puedes precipitarte al vaco y acabar con tu vida. Noes cierto que es una insensatez!!Ahora medita, si llegara a suceder que ese delgado hilo se cortara ahora, sin antes haber caido enmanos de Jehov, ser el comienzo de tu justa condenacin y, en ese instante, comprenders lo querealmente era el valor de la gracia y tomar desiciones a tiempo sobre esta invitacin; pues, djamedecirte, que ser demasiado tarde y habrs perdido para siempre tu oportunidad. Ser entoncescuando slo te restar esperar con gran horror, el da de tu juicio y condenacin. Ese da, ser para tiel da grande yterribledel que habla la Escritura.

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    DIOS RECLAMA TU DECISIN

    Su Palabra:Y acercndose Elas a todo el pueblo, dijo: Hasta cundo claudicaris vosotros entre dospensamientos? Si Jehov es Dios, segui dle; y si Baal , id en pos de l. Y el pueblo no respondi palabra(1 Reyes 18.21)

    Qu demanda lanz Elas contra todo un pueblo! Aquel santo varn con espritu encendido, hizo

    temblar el monte Carmelo; sin rodeos, cual fiel mensajero de Dios, dijo con vivo celo: Hastacundo claudicaris entre dos pensamientos? .Dicho esto en otras palabras: Hasta cuandopermanecern indecisos? Deben optar y manifestar abiertamente si aceptan o rechazan aDios como su Seor. Inexorablemente, deban tomar una de estas posturas; no podanpermanecer indecisos e indiferentes. Sin embargo, la respuesta fue el silencio, dice la Escritura: El

    pueblo no respondi palabraEsta actitud te sorprende? Pues no debera. No es acaso la mismaque tomamos todos los hombres cuando se nos plantea este tipo de exigencia? La razn inevitable deesta indiferencia, es la consecuencia de nuestra naturaleza humana; que al estr contaminada por elpecado, hace que adoptemos una posicin insensible, cmoda, egosta, mezquina, hipcrita y sinamor. No somos capaces de asumir ningn tipo de compromiso y mucho menos con Dios; por elcontrario, buscamos "quedar bien con Dios y con el diablo"como vulgarmente se dice. Pero elSeor no acepta ambigedades; a todos y a cada uno nos alcanza el reclamo de tal decisin.

    En esta oportunidad y a travs de estos pensamientos, te llega la misma demanda : QU VASHACER CON DIOS?No lo has decidido an? Qu contestars a esta pregunta? Te decidirs o,igual que todo ese pueblo: no dars tu respuesta? La indecisin y el silencio son, para Dios, una claramanifestacin de rechazo hacia l. Pinsalo bien.Siguiendo con el texto, observo que hay algo ms que destaca esta demanda: Si Jehov es(vuestro)Dios, seguidle.No todos los que dicencreer en Dios o ser cristianos lo son. Cuidado,dice el Seor Jesucristo: No todo el que me dice: Seor, Seor, entrar en el reino de loscielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que est en los cielos (Mateo 7.21) Poreso, si decides a aceptar a Dios como Seor, debe ser de todo corazn y para seguirle. Seguirle esobedecerle, darle el primer lugar, dejar para siempre todos los otros dioses ante los cuales te hayaspostrado y adorado, llmense estos xito, dinero, fama, religin, placeres o trabajo; pues, son diosesinsignificantes, terrenales y pasajeros, tan endebles y perecederos como lo eres t. El hombre los hafabricado para tener donde apoyarse, sin darse cuenta que ellos nada pueden hacer por l.Cuando tu alma, que es trascendente y eterna, deba partir de este mundo y realmente los necesites,habrn de perecer contigo. Mestrame tan slo un dolo hecho por el hombre que haya logradocolocarlo como vencedor en la vida; y, lo que es ms importante an, vencedor ms all de lamuerte.Ahora te invito a que reflexiones y asumas tu responsabilidad: T qu hars? Pinsalo, todavaests vivo y Dios te est dando la oportunidad de elegir; ahora mismo te est preguntando: Hastacuando permanecers indeciso? Aprovecha ya, antes de que el tiempo llegue a su fin. NO PUEDESELUDIR LA ELECCIN.Eliges dioses sin vida para muerte o a un Dios vivo para vida eterna.

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    LA SEGURIDAD DEL CREYENTE

    Su Palabra:l le dijo: no tengas miedo, porque son ms los que estn con nosotros que los que estn con ellos

    (2 Reyes 6.16)

    l le dijo: no tengas miedo ..., Qu testimonio estaba dando el profeta Eliseo! Tan slo con estassimples palabras confirmaba su condicin privilegiada de ser varn de Dios. (ver pasajes

    anteriores)Antes de considerar la actitud de Eliseo, quisiera hacer una breve pero importante reflexin acercadel calificativo varn de Dios. Lo primero que debemos saber es que, ese ttulo slo puedeotorgarlo el Seor en su condicin de Soberano. Tengo la conviccin de que cuando Dios dice:varnde Dios; habla de una persona escogida por l y para l. En consecuencia se refiere, en primerlugar, a todo aquel que ha tenido la oportunidad de haber sido alcanzado por su luz; en segundolugar, haberle sido perdonado todos sus pecados por medio del arrepentimiento; en tercer lugar, serrecibido como ciudadano de su reino; y por ltimo, ser capacitado como instrumento til en elservicio para el cual fue predestinado; y en esa condicin, disponerse a andar en el Espritu parahacer conforme a su divina voluntad. Recin entonces, segn los dones que haya recibido y alcompromiso asumido para tal servicio, ser ungido por el Altsimo como: " varn de Dios". Quprivilegio!Adems, es fundamental destacar que cuando Dios recibe a cualquier persona, lo primero que hacees cambiarle su naturaleza: de hombre natural lo transforma en hombre espiritual. Ese atributo es elque otorgaTOTAL SEGURIDAD EN L. Dice la Escritura: Si D ios es por nosotros, quin contr anosotros? El que no escatim ni a su propio Hijo, sino que lo entreg por todos nosotros, cmo no nosdar tambin con l todas las cosas? (Romanos 8.31,32)Volviendo al tema, observemos la reaccin de Eliseo: predic con su actitud!!No es sta unaforma efectiva de testificar juntamente con la Palabra, frente al mundo, lo que Dios obra con supoder en las personas? La forma de actuar, es el mtodo ms eficaz de certificar la realtransformacin que Dios produce en el individuo.Veamos, aqu se nos presenta a dos hombres. Aparentemente no hay diferencia entre ellos; ambostienen las mismas limitaciones humanas. Pequeos e indefensos; all estn, expuestos ante un gran

    ejercito de hombres armados para destruirlos. Y a pesar de que los dos estaban frente a las mismascircunstancias, la reaccin de cada uno fue totalmente distinta. Uno fue ganado por el pnico, el otrose senta seguro.Qu nos demuestra esto? A dnde est la diferencia? La respuesta est en sus respectivasactitudes; uno no tena en quin confiar sino en su propia persona, por eso se senta totalmenteindefenso ante tan grande acecho. Su reaccin fue la del hombre natural. El otro se senta seguro,No tengas miedo -dijo-porque son ms los que estn con nosotros.... Su reaccin fue espiritualporque su confianza no estaba puesta en s mismo. Ambos reaccionaron segn su naturaleza: unoviva segn la carne, el otro segn el espritu; el primero vea con ojos de carne, el segundo con ojosespirituales. Qu hermoso es saber que Dios es Espritu y que, al darnos la potestad de sersus hijos, nos haya hecho tambin partcipes de su naturaleza!sta es la nica manera, por laque podemos estar habilitados para gozar de todos los beneficios espirituales; y entre ellos, Laseguridad.Sigamos el ejemplo de Elas; cuando el creyente es espiritual, puede sentir la presencia de Dios quees Espritu. Privilegio que el creyente carnal y el mundo no pueden disfrutar.

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    LOS OFICIOS DE UN AUTNTICO CREYENTE

    Su Palabra:Alabad a Jehov, invocad su nombre, dad a conocer en los pueblos sus obras (1 Crnicas 16.8)

    Todo aquel que dice ser creyente, primeramente debe confirmar si realmente lo es. Dice la divinaexhortacin: Examinaos a vosotros mi smos si estis en la fe; probaos a vosotros mismos (2 Corintios13.5). Dicho con otras palabras; es la misma advertencia que el Apstol Pablo le hace a Timoteo

    cuando dice: Ten cuidado de ti mismo y de la doctri na; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarsa ti mismo y a los que te oyeren (1 Timoteo 4.16).La nica forma de confirmar si verdaderamente somos hijos de Dios, es clamando al Espritu ypidindole, que nos revele tal posicin. La Biblia dice que, El Espritu mismo da testimonio a nuestroespri tu de que somos hijos de Dios (Romanos 8. 16).Ahora bien, por qu es necesario destacar este aspecto de la doctrina?. Porque para los genuinoscreyentes es fundamental saber si somos o no, hijos de Dios. El haber sido hecho hijo de Dios, nosasegura de que verdaderamente somos salvos, tenemos paz para con Dios; y en consecuencia,tambin estamos habilitados para ejercer la funcin para la cual hemos sido convocados. No obstantehay algo ms en este aspecto de la doctrina que es maravilloso y tambin debemos saber conforme ala responsabilidad que nos ha sido delegada. Y es cuando nos revela que no slo hemos adquiridouna nueva posicin en Cristo, sino que, como hijos de Dios tenemos tambin, nuevasposesiones. Nos dice que somos herederos y coherederos con Cr isto de todas las cosas; Porejemplo, el haber sido apartados como Linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa, puebloadqui r ido por Di os, para que anuncis la vi r tudes de aquel que os l lam de las tin ieblas a su luzadmirable.Estas declaraciones ratifican que, cuando una persona es confirmada como hijo de Dios,pertenece a la familia celestial, adquiere un oficio santo, una nueva nacionalidad y pasa a formarparte de un pueblo ms que victorioso en Cristo Jess. Slo as, es cuando se puede ejercer el oficiode sacerdote real; por lo cual, su digna misin ser: 1) alabar a Dios, 2) invocar su nombrey3) dar a conocer en los pueblos su obra. Ser sacerdote del Dios altsimo, no es haberse recibidocomo tal luego de aprobar un curso de seminario teolgico, ni haber obtenido la habilitacin porimposicin de manos, como tampoco tener un cargo eclesistico en cualquiera religin que sea. Sersacerdote, es haber sido apartado nada menos que por Dios mismo, para cumplir el ms honroso de

    los oficios reservado slo para todos los suyos.Este triple acto, tiene un orden cuyo fin alcanza el ms sublime propsito. En primer lugar, alabar a

    Jehov. La alabanza a Dios es el primero y ms importante acto del oficio sacerdotal en la vida delcreyente; pues, mediante ella, glorificamos y engrandecemos el nombre de aquel que decidi por Smismo y soberanamente, ser nuestro Dios. Recordemos que su primer mandamiento dice: Yo soyJehov tu Dios, palabras que nos llevan necesariamente a comprender que fue Su eleccin y no lanuestra, el que l sea nuestro Dios. Entonces, cuando descubrimos que poseemos el privilegio detener a quien quiso ser nuestro Dios y Seor, es que ofreceremos con gratitud y gozo, alabanzas a suSanto Nombre. Adems, con la alabanza testificamos al mundo que hemos pasado de muerte a vida.Dice la Biblia los muertos no alaban a Jehov. El segundo ejercicio sacerdotal es: invocar su santonombre. La invocacin o llamado de auxilio, ya sea personal o a favor de otro mediante la

    intercesin, es el reconocimiento de su poder, amor y predisposicin para obrar a nuestro favor y enaquellos por quienes intercedemos. De esta manera, confirmamos tambin que slo en l estdeposida nuestra confianza.Por ltimo, la tercera tarea de un sacerdote de Dios, es: dar a conocer en los pueblos sus obras; esdecir, dar testimonio al mundo acerca de lo que l realiz en nuestras vidas, lo que est haciendo, ylo que har mediante el poder de su gracia soberana; con el propsito, de que otros pecadores veanla posibilidad de que tambin pueden clamar a Dios por su salvacin. vosotros sois cartas de Cristo...escritas con el Espritu del Dios vivo en el corazn..., conocidas y ledas por todos los hombres (2Cori nti os 3.2).No olvides, los hombres que se resisten a escuchar la palabra de Dios, te estn observandopara ver si por medio de tus actos, eres un autentico creyente y demuestras que en l haypoder para salvar.

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    LA VERDADERA COMUNIN CON DIOS

    Su Palabra:Que tus ojos estn abiertos sobre esta casa de da y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: mi nombreestar all, que oigas la oracin con que tu siervo ora en este lugar (2 Crnicas 6.20)

    Qu maravillosa oracin fue la que elev a Dios su siervo Salomn! En el mismo momento en quehubo concluido el templo, sinti el deseo de postrarse para ofrecrselo en humildad. Haba dispuesto

    todo en forma acabada para que su Seor, con todo el esplendor de su gloria, tuviese lacondescendencia de habitarlo y ser adorado como slo l se merece.En este pasaje vemos como, mediante la splica, un corazn humillado reclama la presenciaprometida de Dios: T dijiste -dice-, mi persona estar en ese lugar ". Salomn crey a Dios; y alconfiar en su promesa, prepar un lugar como l lo haba ordenado. Todo estaba dispuesto y ahoraslo hacia falta esperar el momento en que Dios, habra de hacer efectivo su compromiso.Salomn estaba tan seguro que cumplira su Palabra, que se apresura en su ruego, diciendo ms omenos lo siguiente: Seor, no solo el lugar est preparado como T lo ordenaste, sino queadems deseo que lo habites como mi soberano. Es ms, no solamente reclamo tu Seoro,sino tambin que tu amorosa presencia est all en todo momento de da y de noche. Quoracin!Quires conocer el secreto para lograr una comunin verdadera con Dios? Haz que esta oracin

    de Salomn sea tambin tu oracin.En la Palabra de Dios tenemos maravillosas y seguras revelaciones acerca de esta bendita promesa:Mi persona estar en ese lugar.Djame decirte que cuando Dios por su gracia, decidi habitar entre los hombres aunque estuvierencorrompidos por el pecado, su voluntad fue siempre de que su morada deba ser elegida por l.Adems, sta deba ser preparada conforme a sus exigencias santas y por quin l escogiera.Primero, cuando su pueblo estuvo en el desierto, habit en el tabernculo, lugar preparado segn susordenanzas y por su siervo escogido: Moiss. Luego, cuando el pueblo se estableci en la tierraprometida, Dios decidi habitar en el templo que mand fuese construido, segn sus exigencias, porSalomn. All habit hasta que el Seor Jesucristo consum su obra redentora en la cruz. En el mismomomento en que entreg su vida muriendo por los pecadores que habran de creer en l, el velo delTemplo se rasg desde arriba abajo y Dios retir su presencia del lugar santsimo.

    En el presente, ya no necesita el hombre construir un templo y tener un mediador aqu en la tierrapara acceder a la presencia de Dios; pues Jesucristo consum Su obra redentora en la cruzreconciliando al mundo consigo. Siendo su obra suficiente y aprobada por el Padre, ha resucitado y essumo sacerdote de los que han de creer en l para interceder en los cielos delante del Padre. Por esoes que dice la Escritura: Acerqumonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzarmisericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. (Hebreos 4.16).La Biblia tambin dice que Dios, seguir habitando con su pueblo hasta el da de la redencin final;pero no ya en templos construidos por el hombre, sino en sus corazones. Por eso, dice su Palabra:vosotros sois el templo del Dios viviente (2 Corintios 6.16)Es verdad que no tendremos el privilegio del que goz Salomn y que tanto anhel su padre David;pero el misterio de la gracia soberana de Dios ha logrado que, por medio del Espritu, cada hombretenga la oportunidad de preparar su corazn para que el Seor lo habite.

    Si t deseas que Dios more en tu corazn, debes predisponerlo mediante el arrepentimiento de tuspecados, rogando como Salomn, que en su misericordia, tenga la soberana voluntad de habitarlo.Hazlo ahora, pues l lo prometi.

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    LA MISIN DE LOS ESCOGIDOS

    Su Palabra:Porque Esdras haba preparado el corazn para inquirir la ley de Jehov y para cumplirla, y paraensear en Israel sus estatutos y decretos (Esdras7.10)

    Estoy seguro que este pasaje ser de mucha bendicin para nuestras almas. En l encontraremosuna hermosa leccin que nos permitir descubrir, hasta qu punto hemos asumido un compromiso

    con el Seor. Para ello, slo hace falta que predispongamos nuestro corazn y nos detengamos ameditar cul fue la actitud que asumi Esdras delante de su Dios.Antes de realizar este anlisis, y para llegar a una correcta conclusin, lo primero que debemos teneren cuenta es que, toda enseanza divinamente inspirada siempre tiene un propsito; y este es,capacitarnos para ser efectivos a travs de una vida prctica. Slo as podremos cumplir la misinpara la cual, tambin nosotros, fuimos llamados. Lo segundo que debemos saber es que la tarea delos escogidos es, inexorablemente, siempre la misma para todos; aunque los mtodos para llevarlosa cabo sean distintos segn las circunstancias, los tiempos, y los dones dados a cada uno. Recinentonces, cuando nos haya sido revelado nuestro particular ministerio, es que deberemos asumir elcompromiso ineludible de servir a Dios conforme a su propsito.Observando el texto, podemos apreciar que son tres las actitudes que asumi Esdras: consagrarse alSeor, conocer su voluntad para cumplirla, y anunciar a otros acerca de las virtudes de su divino

    proyecto. Estas tres disposiciones son las que debe asumir, todo aquel que tiene la conviccin dehaber sido salvado genuinamente.Sin embargo, antes de considerar a cada una de ellas; debo decir que, no cualquiera est habilitadopor Dios para realizar tan sublime obra. Primeramente, es necesario haber sido salvado, pero con lasalvacin solamente no alcanza. Es necesario contar con ciertos dones que otorga el Espritu. Por unlado, el don de ensear; este es un privilegio reservado nicamente a aquellos que sientan elministerio de transmitir el mensaje de la Palabra de Dios. Por otro lado, poseer dones como elentendimiento y el discernimiento; estos, son depositados en aquellos que buscan el crecimientoespiritual por medio de la santificacin en su Palabra.Ahora bien, si consideramos la naturaleza del hombre, vemos que es un individuo no apto para talmisin; pues, tiene un corazn mentiroso e inclinado al mal y una mente corrompida, propia de unespritu enemistado con Dios que lo imposibilita para realizar una misin como sta que espuramente espiritual.Entonces, cmo es posible que pueda haber personas que lleguen a sentir el mismo impulso quesinti Esdras para realizar tan honrosa tarea? La respuesta tiene dos partes. En Primer lugar, elsentimiento de Esdras no es el resultado de alguna aptitud personal, sino el de un ser regeneradopor la obra del Espritu. Esto lo confirma el mismo Seor cuando dice: ...un espri tu nuevo pondrdentr o de el los; y quitarel corazn de piedra de en medio de su carne, y les darun corazn de carne,

    para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yosea a el los por D ios (Ezequiel 11.19-20)En segundo lugar, porque slo las personas que cuentan conesa nueva naturaleza espiritual, son los que pueden comprender que han sido salvos para asumirdicho compromiso. La Biblia dice: Ms vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa,pueblo adqui r ido por Di os, para que anunciis las vir tudes de aquel que os l lam de las tin ieblas a suluz admirable (1 Pedro 2.9)

    Si esta obra de regenaracin ha sido realizada por el Espritu, necesariamente debe aparecer en elhombre, el mismo sentimiento de Esdras. En consecuencia, slo le resta disponer su corazn enobediencia para poder cumplir con la misin para la cual fue escogido.

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    JUSTO RECONOCIMIENTO

    Su Palabra:Pero t eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotroshemos hecho lo malo (Nehemas 9.33)

    Estas palabras son parte de una oracin que elev a su Dios, todo un pueblo quebrantado por eldolor. Algunos acababan de regresar a su tierra despus de haber vivido la dolorosa y humillante

    experiencia del cautiverio por causa del castigo que les fue impuesto por su Seor. Cul fue elmotivo? Ellos mismos lo confiesan: ...nosotros hemos hecho lo malo; con estas palabras, no hacanotra cosa que reconocer su justa sancin.Tengamos en cuenta que Israel haba conocido todas las maravillas, bondades y paciencia de un Diosque los haba formado para ser Su pueblo escogido sobre todas las naciones; sin embargo, novaloraron ninguno de sus beneficios; vivieron al margen de sus mandamientos, de sus leyes yestatutos. Haban olvidado aquellas promesas que hicieron cuando dijeron: Ser nuestro Dios yHaremos todas las palabras que Jehov a dicho. Y as es como despus de haberse comprometidoen aquel Primer Pacto con declaraciones que fueron dejada de lado, y haber mordido el polvo de laderrota a causa de su desobediencia; deciden una vez ms, volver a encauzar sus vidas en las manosde quien nunca debieron apartarse. Cunta rebelda por parte de los hombres, y a su vez, cuantapaciencia de parte de Dios. Parece increble que no hayan valorado el privilegio de haber sido

    escogidos!Ahora meditemos. Aquellos que tambin fuimos salvados y llamados para ser parte de sus escogidos,podemos obtener de esta experiencia una valiosa leccin: Obediencia, disciplinay consagracin;son tres actitudes que Dios reclama a todos aquellos que hemos sido apartados como Su Iglesia enCristo Jess. Adems, si consideramos la naturaleza de los hombres de Israel, veremos que es lamisma a la de cualquier ser humano que habita este mundo. Por consiguiente, podemos aprendertambin aqu, dos ejemplos prcticos: primero, cuando Dios elige una nacin, un rey, un profeta o unindividuo, los llama para cumplir inexorablemente, un propsito santo de acuerdo a su plan divino.Este plan tiene primordialmente un objetivo: LA GLORIA DE SU NOMBRE.Por lo cual, aun la rebelda,la desobediencia, la indisciplina o cualquier otro pecado, no apartar a Dios de su meta aunque tengaque dirigirlos con vara de hierro. Nada ni nadie podr torcer el designio de su soberana voluntad.Segundo, Dios est siempre dispuesto a escuchar y perdonar a todo aquel que, reconociendo su

    rebelin, quiera volver a acercarse a l.Entonces, si la misericordia es un recurso permanente que est al alcance de cualquiera de susredimidos que voluntariamente hayan pecado contra Dios. Mucha ms, estar dispuesta paraaquellos que, por primera vez, quieran acercarse a su divina persona y pedirle perdn por suspecados. Esto agrada a Dios y es posible alcanzarla si el arrepentimiento es sincero.Tal vez muchos no sepan que es: "un sincero arrepentimiento". Quiz desconozcan como hacerlo;o teman que Dios no est dispuesto a perdonarlos. Dnde encontrar la respuesta? EN SUPALABRA, LA BIBLIA.Ests dispuesto ir a Dios? Si deseas hacerlo, slo tienes que acercarte y reconocerlo como un Dios

    justo y salvador. Debes humillarte ante su bendita persona y hacer tu confesin como lo hizo supueblo, diciendo de esta manera: T eres justo en todo, an en tu ira contra m porque yo hehecho lo malo. De manera que si T me condenaras eternamente, reconocer que eres

    justo porque yo he faltado a tu ley mientras que Tactas rectamente. Ahora, Seor,escucha mi ruego que es fruto de un sincero quebrantamiento: Me arrepiento de todo

    corazn y te pido misericordia, perdona todos mis pecados y acptame en la persona dequien T enviaste a salvarme, el Seor Jesucristo. En su nombre, Amn.

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    COMO ACUDIR AL GRAN REY

    Su Palabra:Entonces la reina Ester respondi y dijo: Oh Rey, si he hall ado gracia en tus ojos, y si al Rey le place,same dada mi vida por mi peticin, y mi pueblo por mi demanda (Ester 7.3)

    Cuando medito acerca del libro de Ester, puedo ver que ms all de una hermosa historia, haypreciosas enseanzas para poner en prctica. sta que meditaremos, nos instruye acerca de cul

    debe ser la actitud del hombre que desea acercarse a Dios. Si tomamos su ejemplo, nos ensear deque manera podemos acercarnos con confianza y expresar nuestros sentimientos a aqul que reinasobre todas las cosas; nuestro bendito Dios. l es el Rey por excelencia, l es el Rey de Reyes y

    Seor de Seores.Veamos, Ester era una campesina juda y perteneca a un pueblo que fue llevado en esclavitud lejosde su tierra. All habit bajo los dominios del rey Asuero. En esas circunstancias, en lo que todopareca estar en su contra; la Escritura nos revela que no fueron por casualidad. All, y a su debidotiempo, Dios prepar cada uno de esos acontecimientos para que ella tuviera la oportunidad de tenerun encuentro con el Rey Asuero.Observemos atentamente que es lo que hizo Ester: en primer lugar, no dej pasar la oportunidad deir hasta el rey cuando supo que estaba buscando una esposa para s, no se puso a pensar que todoestaba en su contra y que prcticamente era imposible que ella tuviera alguna posibilidad para

    formalizar ese encuentro tan deseado. Por el contrario, tena bien en claro de que no era ms queuna esclava, no era gente de su pueblo, tampoco estaba acorde con la jerarqua del monarca; yadems, no cumpla ninguno de los requisitos exigidos. Es decir, desde el punto de vista humano, notena ninguna posibilidad de acceder a la presencia del Rey. Sin embargo, no se dej ganar por eldesaliento; tuvo mucha fe y decisin.En segundo lugar, se prepar de tal manera que pudiera ganarse el favor de su Seor. Saba quedeba presentarse ante un soberano; por ello, antes que considerar las apariencias externas, elprotocolo, los formalismos rituales, dogmas, etc., hizo lo ms importante, hizo lo nico que realmentevala la pena: sabiamente prepar su corazn y se present ante l en humildad y obediencia.En tercer lugar, cuando estuvo frente a su Seor, le expres todos sus sentimientos. Su fe leaseguraba con certeza que su sinceridad ganara el afecto del Rey. De esa manera Ester, no hizo otracosa que presentarse tal cual era y ofrecerse a s misma. Este acto, cautiv al monarca quien

    la eligi por esposa.Ahora bien, por un lado vimos como actu Ester para ganarse el corazn del Rey. Veamos ahora culfue su peticin cuando ste le dijo que pidiera lo quisiera. Entonces le dijo Ester: si he hallado graciaante tus ojos... y si al Rey le place, pido por mi vida... Qu oportuna peticin!: Gracia ymisericordia. La Biblia dice:Acerqumosno, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzarmisericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (Hebreos 4. 16).Si te sientes alejado de Dios, esclavo del pecado, sin ninguna esperanza, y quieres acudir a l, slotienes que hacer lo que hizo Ester. Esto es, tomar la decisin de ir frente a Dios, y clamar por tu vida.Ahora tienes aqu la llave de la revelacin que abre la puerta a tu segura salvacin: Primero, No

    debes perder la oportunidad; tiene que ser ahora. Segundo, debes ser humilde y tener fe;si no tienes ninguna de esas cosas, pide a Dios por ellas. Por ltimo, cuando l te lasconceda, pde por tu vida.l te dar vida, y vida eterna; decdete. sta es la nica forma en que

    podrs gozar de una segura salvacin.Pero eso no es todo, cuando te sientas parte de sus escogidos; es decir, cuando pertenezcas a lo quel llama su esposa amada, su Iglesia; tendrs la oportunidad, como Ester, de interceder tambin portodos aquellos a quienes amas.

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    QUIN LIMPIAR TU PECADO?

    Su Palabra:Quin har limpio a lo inmundo? Nadie (Job 14.4)

    Quin har limpio a lo inmundo? Qu pregunta! Tan simple como perturbadora. Es como unasaeta lanzada cuyo destino es impactar certeramente en medio del corazn; tu corazn. Si alpenetrar en l logr herirlo, mucho ms terrible ser el efecto que producir la respuesta, porque

    terminar de destruirlo; lo pulverizar de tal modo que lo reducir a la nada; pues es terminante, yno te dar ninguna posibilidad para poder argumentar excusa alguna como alternativa; pues dice:Nadie, y la palabra nadiees concluyente.Ahora presta atencin, te has hecho alguna vez esta pregunta?, o tratas de evitarla escondiendo lacabeza en un hueco como el avestruz. Quiz sientas que esta demanda te plantea un problema ydecides dejarla para ms adelante; o tal vez piensas que es muy compleja y como no tiene aparentesolucin, te rindes y pasas de largo a otra cosa. Cuidado!Esta pregunta, necesariamente, reclamatu respuesta; de ella depende tu vida, sea para salvacin o condenacin eterna.Detente un momento frente a esta demanda, enfrntala, ten la valenta de considerarla aunque seapor unos segundos. Examina en ella dos condiciones opuestas: limpioe inmundo, sabes qu es louno y lo otro?. Limpioes: no sucio, no contaminado, puro e impecable (im-pecable quiere decir sin-pecado, sin-mancha). En cambio, inmundo es: sucio y asqueroso. Dos condiciones totalmente

    opuestas, tan alejada la una de lo otra como el oriente del occidente, lo blanco de lo negro, o loprofundo de lo elevado.Pero hay algo ms en esta pregunta que debemos considerar: Qu es lo inmundo que nadie puedelimpiar? La respuesta es: LA NATURALEZA PECAMINOSA DEL HOMBRE. Es decir, la preguntanos est planteando un gran problema; y es que limpio o inmundo es una de las dos condicionesposibles del hombre frente a Dios. Se est limpio o inmundo cul es tu condicin?Veamos, la Biblia dice, que la condicin natural del hombre es ser inmundo a causa de su pecado.Quin se atreve a desmentir esta verdad? Quin puede decir, yo nunca he pecado?. Tan solo conhaber cometido un pecado, ya has muerto para Dios; La paga del pecado es la muerte.... Observa,Dios no dice: de los pecados, sino del pecado. Basta un solo pecado para hacerte inmundoante sus ojos.Has visto algo ms inmundo y asqueroso que un cadver cubierto de podridas llagas? Pues, para

    Dios, sa es tu condicin. Posiblemente reconozcas que todo lo dicho hasta aqu puede ser verdad,pero sigues pensando: yo no estoy muerto y me siento bien. Sin embargo, la Biblia dice que todosestamos: muertos en delitos y pecados.Si, espiritualmente, ests muerto.Pero tambin la Biblia habla de la otra condicin del hombre: limpio. Se puede ser limpio,impecable, como si nunca se hubiera cometido pecado?. Claro que si!Entonces, la pregunta es:cmo puede ser posible?, si la respuesta es terminante y dice nadie. Esta sentencia quiere decir,que ni el esfuerzo personal, ni las obras, ni la religin, ni el bautismo, ni el conocimiento de La Biblia,ni la intervencin de ningn hombre, ni nada de lo creado en este mundo a lo que uno pudiera echarmano, podr limpiar lo inmundo a los ojos de DIOS.El hombre es inmundo por causa de su pecado; y esta verdad nos condena segn Su Ley. Una Leyque nada ni nadie podr cambiar, pues rige de eternidad a eternidad como su misma presencia,como su santidad y pureza. SLOL ES LIMPIO.

    Como podrs comprobar, Su Palabra quiso traernos a este punto donde la Verdad no nos daposibilidad de excusas. La condicin del hombre lo coloca ante una terrible situacin donde todo loque pueda hacer a su favor es imposible, pero no te desanimes, Lo que es imposible para loshombres, es posible para Dios (Lucas 18.27), l mismo prepar de antemano la nica posibilidad deser limpio de todo pecado. Si te arrepintieres y creyeres de todo corazn que: la sangre deJesucristo nos limpia de todo pecado, yaeres limpio; y lo ms maravilloso es, que siendo limpio depecado eres salvo. Gloria a Dios porque un da, conforme a su promesa, la sangre deJesucristo LIMPIA de todo pecado a aquel que en l cree!

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    COMO VIVIR CONFIADAMENTE

    Su Palabra:Encomienda a Jehov tu camino, y confa en l: Y l har (Salmo 37.5)

    Lo primero que todo ser humano aprende acerca de la vida, es que debe morir. Y siempre que setrata este tema es inevitable reconocer que la vida, siendo uno de los ms grandes y maravillososmilagros, necesariamente aparece unida al sombro hecho de la muerte. Dos asuntos que siendo

    totalmente opuestos, no es el uno sin el otro; Vivir tambin es morir. Entonces, qu hacer paravivir en plenitud sin temor a la muerte?Realmente, ste es un tema conflictivo para el hombre. Mientras que por un lado acepta hablaracerca de todo lo concerniente a la vida, por el otro se resiste a hacerlo de la muerte; ms an, nisiquiera desea pensar en ella.Y aunque hasta aqu no haya dicho nada nuevo, sucede que no todos reaccionan de igual maneraante esta misma realidad. El resultado est a la vista; observa como muchos malgastan neciamentela nica oportunidad que tienen de hacer un buen uso de sus vidas. Por eso, cuando llegan al ocasode sus das, terminan confesando amargamente sus fracasos. Hacen un triste balance de suexistencia y reconocen que sus espectativas han sido burladas; pues la realidad es que no pudieronalcanzar las metas que el mundo les haba ofrecido. Algunos, slo recogieron amarguras ydesengaos; otros, en cambio, aunque fueron acariciados por el exito, la fama o las riquezas, al final

    sienten que tambin fueron tan efmeros como sus propias vidas. Entonces, cuando slo les restaesperar la llegada inminente de la muerte, les invade el desengao, la desesperacin y la angustia.Por todo esto, es que te invito a considerar las palabras de este Salmo. Recapacita, no importa enque parte del camino de tu vida te encuentres; mientras ests en l, tienes tiempo de rectificar elrumbo, cambiar tu destino y llegar confiadamente a la meta para la cual fuiste creado: la vidaeterna.Dios te ofrece la solucin y es nica, l te dice: Encomienda a Dios tu camino....Observa que dicetu caminoy no tus caminos, pues tienes un solo camino, una sola vida, una sola oportunidad; nola pierdas, encomienda a Dios tu vida.Nota que dice explcitamente:a Dios.No dice a los santos, a la virgen, a los ngeles o a cualquierotra persona que no sea l. Y esto es, porque l es el nico que tiene todo el poder y la autoridadpara decir: Mirad a m y sed salvos, porque yo soy Dios y no hay ms. Ahora bien, lo maravilloso

    de esta verdad incuestionable es que tambin slo en l puedes confiar; porque cuando obra,siempre lo hace a tu favor porque Dios es amor,Ningn mal procede de l y porque te ama.Adems, debes considerar que siendo l es el autor de la vida, te dice que la pongas en sus manos:Encomienda a Dios tu camino; pues, tambin lo dise para ti, es nico e irrepetible como lo erest. Encomindaselo con la confianza puesta en su hijo Jesucristo quin dijo,Yo soy el camino, laverdad y la vida, nadie viene al Padre si no es por m. Por ltimo, un consejo para conclur con esta meditacin. Slo si decides confiar tu vida en susmanos, ser recin cuando podrs apropiarte de esta maravillosa promesa: l har. Y cuando diceque har, no significa que nos garantice andar por un camino tapizado de rosas; por el contrario, elSeor Jess nos advierte: En el mundo tendris afliccin, pero confi ad, yo he vencido al mundo yYo estar con vosotros hasta el fin. Entonces, descansando en esta maravillosa promesa, te sentirs

    seguro. No dudes, slo Dios puede darte toda la garanta que necesitas. l har que tomesrenovadas fuerzas cuando te encuentres desanimado; harque no tengas temor cuando te sientasimpotente ante la adversidad y cuando las circunstancias te superen; harque sientas consuelocuando ests postrado en tu lecho de dolor; harque sientas su compaa cuando te encuentressolo. Y al final de tu camino, cuando tengas que enfrentar el ltimo enemigo que es la muerte,hara que, conforme a su promesa, la afrontes con la valentia que tienen slo aquellos que hanpeleado la buena batallay, revestido de toda la armadura de la fe, exclames triunfante: Dndeest, oh muerte, tu agui jn? Dnde, oh sepulcr o, tu victoria? (1 Corinti os 15.55)Ahora, medtalo bien, lo estupendo de esta promesa es que, si de corazn encomiendas a Jehov tucamino comprobars por ti mismo, la sublime experiencia de sentirte acompaado, guiado ysostenido, en el camino, tu camino de esta vida. Esta es la nica forma en que podrs llegar

    victorioso a sus moradas eternas.Por qu no le pides ahora que tome el timn de tu vida?. Y Confa en l, y l hara.*****

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    QUIN PUEDE DECIR: ESTOY LIMPIO DE PECADO?

    Su Palabra:Quin podr decir: Yo he limpiado mi corazn, limpio estoy de mi pecado? (Proverbios 20.9)

    Qu tremenda pregunta! Ms que una demanda es una solemne acusacin lanzada desde lo alto. Supropsito es hacer que sientas sobre ti la carga de esta condena; y, quieras o no, debers reconocerque te ser imposible librarte de tal responsabilidad. Tarde o temprano debers dar una respuesta a

    esta demanda y, a menos que tomes una sabia decisin, no podrs conseguir alivio para tu alma.Sin embargo, quiero decirte que el nimo de esta pregunta, ms alla de una condena, es un llamadoa la reflexin. Dios quiere motivarte para que analices cul es tu verdadera situacin para con l;pues, desea, sacarte del engao y transformarte para una vida eterna mientras dure su paciencia ymisericordia. Entonces, porqu no aprovechas esta oportunidad?A partir de lo que te voy a decir, ya no tendrs excusas ni podrs argumentar que no sabas nadaacerca de este tema. La decisin estar en tus manos y slo tienes dos opciones: una, quepermanezcas totalmente insensible ante esta demanda; entonces, cuando seas arrebatado de estemundo, habrs perdido esta ocasin y sers condenado para toda la eternidad. La otra, es quesintiendo angustia y remordimiento por tus pecados, clames arrepentido por tu salvacin. Quiera elEspritu darte la luz necesaria para que puedas entender el propsito de este mensaje.Ahora, si frente a esta demanda de parte de Dios, te sientes impotente porque descubres que notienes una respuesta convincente para dar, quiero decirte que s la hay, y es la nica que te quitar laangustia y traer alivio a tu alma; pero antes de que la conozcas y puedas aferrarte a ella con toda lafe puesta en la persona del Seor Jesucristo, hay cosas que debes saber. En primer lugar, debesconocer la gravedad del pecado. Te ruego que este asunto no lo tomes a la ligera; el pecado es elterrible mal de la humanidad que inexorablemente produce la muerte, tu muerte. Es tan aterradorque junto con satans y el mundo, pretendi vencer en la cruz al Creador mismo de la vida; a aquelque es ms sublime que los mismos cielos, Cristo Jess. En segundo lugar, es necesario que sepasacerca de la imposibilidad de limpiarlos por ti mismo aunque te lo propongas. La Palabra de Diosdice: Aunque te laves con leja, y amontones jabn sobre sobre ti, la mancha de tu pecado

    permanecer an delante de m, dijo Jehov el Seor. En otras palabras, no hay nada que puedashacer. La justicia de Dios te condena. La Ley divina dice:La paga del pecado es la muerte.... Ydebes morir, ineludiblemente!!

    Pero tambin, hay algo ms que debes saber, y esto es que, aun muriendo no limpiars tu pecado,solamente habrs cumplido con tu merecida condena.Ahora, ante esta conmovedora pregunta: Quin podr decir: Yo he limpiado mi corazn, te dar lanica respuesta vlidad delante de Dios: nadie puede limpiar por s mismo su corazn. Sinembargo, el mismo Dios, asegura que el hombre puede tener un corazn limpio de pecado, dijo elSeor Jesucristo: Bienaventurados los de limpio corazn, porque ellos vern a Dios. Es decir que, elque tenga su corazn limpio ser salvo. Pero, Cmo hacerlo? Si su palabra dice que: No hay justoni an uno. All est el gran detalle. Si la respuesta es nadie.No debera haber contradiccin ensto? De ninguna manera. Dios quiere que comprendas y aceptes que, la nica forma de alcanzar uncorazn limpio es por medio de la regeneracin. Y la regenacin se logra por medio del perdn depecados, y el perdn por medio del arrepentimiento. No importa cuantos o cuan grandes hayansido. Debes buscar a Dios por medio de la oracin y pedirle, en el nombre del Seor Jess, que l te

    limpie de todo pecado. Confisale tu arrepentimiento, porque sin arrepentimiento no hay perdn depecado. Dile: Seor, me arrepiento de todos mis pecados; y creo, de todo corazn, que el SeorJescristo muri derramando Su sangre preciosa, para limpiarme de todos ellos. Si lo haces, deahora en ms, podrs decir con toda seguridad: CRISTO ha limpiado mi corazn. Ahora,Limpioestoy de mi pecado. Y ten la absoluta seguridad que sers SALVO.

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    EL PRIVILEGIO DE ENTENDER A DIOS

    Su Palabra:He entendido que todo lo que Dios hace ser perpetuo; Sobre aquello no se aadir; ni de ello sedisminuir; y lo hace Dios, para que delante de l teman los hombres (Eclesiasts 3.14)

    Esta gran afirmacin est dirigida a todos los hombres sin distincin, creyentes y no creyentes. Supropsito es motivarnos a una profunda y sincera meditacin. En consecuencia todos, sin excepcin,

    deberamos hacernos esta importantsima pregunta: Conocemos realmente al nico y soberanoDios?Dijo el Seor Jesucristo: Nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el H ij o lo quierarevelar. Tienes la seguridad de ser uno de los privilegiados que han recibido tal revelacin? Nopermitas que satans te engae. Es muy importante saber distinguir la diferencia que hay entre creeren Dios y entender a Dios.La Biblia dice: T crees que Dios es uno; bien haces. Tambin los demonios creen y tiemblan.Ladiferencia que existe entre la creencia de los demonios y la del hombre, es que ellos, adems deconocerle como un Dios justo, tambin le conocen como un Dios inmutable; por lo cual, hanentendidoque Su justicia es inflexible y eterna; no habr misericordia para quien no la merece.Por eso tiemblan. Dice la Escritura en Hebreos 10.31 Horrenda cosa es caer en manos del Diosvivo!Ahora medita esta maravilla: el mayor anhelo de Dios es que el hombre crea en su existencia, peroadems que le conozcacomo el nico Dios verdadero; y sobre todo, que entiendaque es tardopara la ir a y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebeli n, aunque de ningn modotendr por inocente al culpable. (Nmeros 14.18)De ello, depende la salvacin.Veamos, Dios es esprituy, en consecuencia, la nica forma que tenemos de conocerle es mediantela Persona de su Hijo Jesucristo, quien mediante sus dichos y sus hechos nos ha manifestado al Padreen forma perfecta; pero, eso no es todo en el propsito de Dios. Si el Espritu Santo no obra dando eldiscernimiento necesario, no entenderemos porqu y como todo lo que Dios hace es perfecto y

    perpetuo. En otras palabras, el hombre por si mismo, jams podr entendera Dios a menos que lobre en su persona.Preguntars, dnde estn escritas estas verdades? La respuesta est en Su Palabra la Biblia. Ella

    dice:Cmo, pues, invocarn a aquel en el cual no han credo? Y cmo creern en aquel de qui en nohan odo? Y cmo oirn sin haber qui en les predique?Y cmo predicarn si no fueren enviados?Como est escri to: Cun hermosos son los pies de los que anunci an l a paz, de los que anunci an buenasnuevas!Mas no todos obedecieron al evangel io; pues I saas dice: Seor, quin ha credo a nuestr oanuncio? (Romanos 10.14-16) Entiendes? Este pasaje est diciendo que lo primero que debeshacer para creer verdaderamente en Dios, es conocerle, y para conocerle debes saber lo quedice, y cuando creas, aceptesy obedezcasde todo corazn lo que l ha determinado, empezars aentendenderle. Quieres hacerlo?Si lo deseas, debes empezar pidindole perdn por tus pecados y aceptar a Cristo como tu Salvadorpersonal. Slo as te ser concedida la potestad de ser hecho hijo de Dios, y en esa condicin recinpodrs empezar a conocerle. sta es la nica manera posible y no existe o