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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS FACULTAD DE HUMANIDADES Y ARTES CARRERA DE LETRAS MÉTODOS DE CRÍTICA I Nombre: Jasson Abdiel Cerrato Colindres Número de cuenta: 20131004446 Catedrático: Licenciado Óscar Espinal Trabajos: 1. Análisis estructural: Esplín – Daniel Laínez 2. Las funciones de Propp: Las aves siniestras, cuento tradicional ruso 3. Tríadas: Narración octava, primera jornada – El Decameron 4. Barthes: El ave de las alas rotas – Roberto Quesada Fecha: 27 de abril de 2015 Lugar: Ciudad Universitario, Campus “José Trinidad Reyes”

Métodos de Crítica I

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Análisis Estructural de Poesía y Cuento Hondureño

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  • UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE HONDURAS FACULTAD DE HUMANIDADES Y ARTES

    CARRERA DE LETRAS MTODOS DE CRTICA I

    Nombre: Jasson Abdiel Cerrato Colindres Nmero de cuenta: 20131004446 Catedrtico: Licenciado scar Espinal Trabajos:

    1. Anlisis estructural: Espln Daniel Lanez 2. Las funciones de Propp: Las aves siniestras, cuento tradicional ruso 3. Tradas: Narracin octava, primera jornada El Decameron 4. Barthes: El ave de las alas rotas Roberto Quesada

    Fecha: 27 de abril de 2015 Lugar: Ciudad Universitario, Campus Jos Trinidad Reyes

  • Anlisis estructural: Espln Daniel

    Lanez

  • ESPLN

    Qu paz ms espantosa. Y qu monotona!

    Nada de extraordinario en mi espritu pasa:

    las mismas caras siempre, un da y otro da,

    y el tiempo como un pulpo me sangra y despedaza.

    Seor de mis tristezas: para esta mi agona

    dadme un par de diablejos que alborote la casa,

    y a ella, que es tan mansa dadle garras de arpa

    y cambia su ternura por gestos de amenaza.

    Yo la quiero rebelde, altiva, loca, fiera,

    con caprichos diablicos y poses de pantera,

    que se lance a mi pecho con furores de gata.

    Pon hogueras de fiebre en el fondo de su alma,

    que este vivir tranquilo, esta paz, esta calma,

    como un tsigo horrible me exaspera y me mata.

  • SERIE DANIEL LANEZ - ESPLN

    (1910-1959). Poeta y narrador. Una de las corrientes que toca en su obra, es el costumbrismo, sin embargo, no es la nica de su serie literaria; Lanez, tambin toca el Romanticismo, esto que se evidencia en algunos de sus poemas, como ser Espln. Lanez, tambin incursion en la dramaturgia. Fue miembro sobresaliente de la llamada Generacin del 35. Colabor con las revistas Surco y Tegucigalpa. En 1956 se le concedi el Premio Nacional de Literatura Ramn Rosa. Una caracterstica de su obra es la incorporacin del habla hondurea con sus particulares modismos regionales, especialmente en sus cuentos y estampas locales.

    Public Voces ntimas (1935), Cristales de Bohemia (1937), A los pies de Afrodita

    (1939), Islas de Pjaros (1940), Rimas de humos y viento (1945), Misas rojas (1946), Poesa varias (1946), Antologa potica (1959), Poemas regionales (1955), Al calor del fogn (1955), Poemario (1956), Sendas de sol (1956), Poemas para Nios (Edicin pstuma, 1972). En teatro dio a conocer Timoteo se divierte (1946) y Un hombre de influencia (1956). Public adems Estampas locales (1946); Manicomio (editado por la UNAH en 1980), un texto de supuesta crtica literaria, que ms bien parece de diatribas personales. A nivel de ficcin dio a conocer el cuento: El grencho (1946) y una novela corta: La Gloria (1946).

    El poeta Daniel Lanez en su poema Espln, muestra un carcter romntico, puesto

    que en el caso del texto, evidentemente, la razn queda a un lado, sobreponindose el sentimiento a sta; el personaje en el poema, o bien, el mismo poeta, est en un terrible estado debido a la calma que en su vida se muestra; se encuentra tan mal por una serie de emociones y sentimientos que no le permiten pensar bien, y da a entender, que si su situacin sigue as, posiblemente muera por la exasperacin. El poeta tambin le da al poema un carcter espiritual, que tambin es caracterstico del Romanticismo, cuando el personaje llama a travs de una oracin, un ruego, una imploracin, que sea ayudado, porque solo no puede, y sabe que tambin, lo que pide, lo que quiere, l mismo no se lo puede ofrecer.

  • CONTEO SILBICO ESPLN

    1. Qu paz ms es-pan-to-sa. Y qu mo-no-to-n-a! (14 versos) A

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    2. Na-da de ex-traor-di-na-rio en mi es-p-ri-tu pa-sa: (14 versos) B 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    3. las mis-mas ca-ras siem-pre, un d-a y o-tro d-a, (14 versos) A 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    4. y el tiem-po co-mo un pul-po me san-gra y des-pe-da-za. (14 versos) A 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    5. Se-or de mis tris-te-zas: pa-ra es-ta mi a-go-n-a (14 versos) A 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    6. dad-me un par de dia-ble-jos que al-bo-ro-te la ca-sa, (14 versos) B 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    7. y a e-lla, que es tan man-sa dad-le ga-rras de ar-p-a (14 versos) A 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    8. y cam-bia su ter-nu-ra por ges-tos de a-me-na-za. (14 versos) B 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    9. Yo la quie-ro re-bel-de, al-ti-va, lo-ca, fie-ra, (14 versos) C 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    10. con ca-pri-chos dia-b-li-cos/ y po-ses de pan-te-ra, (14 versos) C 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

    11. que se lan-ce a mi pe-cho con fu-ro-res de ga-ta. (14 versos) D 1 2 3 4 5 6 8 9 10 11 12 13 14 15

    12. Pon ho-gue-ras de fie-bre en el fon-do de su al-ma, (14 versos) C 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    13. que es-te vi-vir tran-qui-lo, es-ta paz, es-ta cal-ma, (14 versos) C 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    14. co-mo un t-si-go ho-rri-ble me e-xas-pe-ra y me ma-ta. (14 versos) D 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

  • FIGURAS RETRICAS ESPLN

    1. Qu paz ms espantosa. Y qu monotona!

    Anttesis

    2. Nada de extraordinario en mi espritu pasa: Metfora, Anstrofe

    3. las mismas caras siempre, un da y otro da, Aliteracin, Hiprbole, Repeticin

    4. y el tiempo como un pulpo me sangra y despedaza. Smil

    5. Seor de mis tristezas: para esta mi agona Metfora Encabalgamiento

    6. dadme un par de diablejos que alborote la casa, Encabalgamiento

    7. y a ella, que es tan mansa dadle garras de arpa Anfora

    8. y cambia su ternura por gestos de amenaza. Anfora Anttesis

    9. Yo la quiero rebelde, altiva, loca, fiera, Asndeton, Enumeracin, Animalizacin

    10. con caprichos diablicos y poses de pantera, Metfora Metfora

    11. que se lance a mi pecho con furores de gata. Metfora

    12. Pon hogueras de fiebre en el fondo de su alma, Metfora Metfora

    13. que este vivir tranquilo, esta paz, esta calma, Sinonimia, Asndeton, Enumeracin, Encabalgamiento

    14. como un tsigo horrible me exaspera y me mata. Smil, Encabalgamiento, Anttesis, Personificacin

  • RITMO ACENTUADO ESPLN

    1. Qu paz ms es-pan-t-sa. Y qu mo-no-to-n-a! (6, 13)

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    2. N-da de ex-traor-di-n-rio en mi es-p-ri-tu p-sa: (1, 6, 10, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    3. las ms-mas c-ras sim-pre, un d-a y -tro d-a, (2, 4, 6, 9, 11, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    4. y el tim-po c-mo un pl-po me sn-gra y des-pe-d-za. (2, 4, 6, 9, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    5. Se-r de mis tris-t-zas: p-ra s-ta mi a-go-n-a (2, 6, 8, 9, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    6. dd-me un par de dia-bl-jos que al-bo-r-te la c-sa, (1, 6, 10, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    7. y a -lla, que es tan mn-sa dd-le g-rras de ar-p-a (2, 6, 8, 10, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    8. y cm-bia su ter-nu-ra por ges-tos de a-me-na-za. (2, 6, 9, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    9. Yo la qui-ro re-bl-de, al-t-va, l-ca, fi-ra, (3, 6, 9, 11, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    10. con ca-pr-chos dia-b-li-cos/ y p-ses de pan-t-ra, (3, 6, 10, 14-1=13 hemistiquio) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

    11. que se ln-ce a mi p-cho con fu-r-res de g-ta. (3, 6, 10, 13) 1 2 3 4 5 6 8 9 10 11 12 13 14 15

    12. Pon ho-gu-ras de fi-bre en el fn-do de su l-ma, (3, 6, 10, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    13. que s-te vi-vr tran-qu-lo, s-ta paz, s-ta cl-ma, (1, 4, 6, 8, 11, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

    14. c-mo un t-si-go ho-rr-ble me e-xas-p-ra y me m-ta. (1, 3, 6, 10, 13) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

  • TIPOS DE ORACIONES ESPLN

    1. Qu paz ms espantosa. Y qu monotona!

    Frase (no tiene verbo) Frase (no tiene verbo)

    2. Nada de extraordinario en mi espritu pasa:

    3. las mismas caras siempre, un da y otro da,

    4. y el tiempo como un pulpo me sangra y despedaza.

    5. Seor de mis tristezas: para esta mi agona

    6. dadme un par de diablejos que alborote la casa,

    7. y a ella, que es tan mansa dadle garras de arpa

    8. y cambia su ternura por gestos de amenaza.

    9. Yo la quiero rebelde, altiva, loca, fiera,

    10. con caprichos diablicos y poses de pantera,

    11. que se lance a mi pecho con furores de gata.

    12. Pon hogueras de fiebre en el fondo de su alma,

    13. que este vivir tranquilo, esta paz, esta calma,

    14. como un tsigo horrible me exaspera y me mata.

    Oracin Coordinada Copulativa, porque tiene nexos (y).

    Oracin Yuxtapuesta: en las oraciones compuestas, imperan los signos de puntuacin entre ellas.

    Oracin Yuxtapuesta

    Oracin Yuxtapuesta

  • FIGU

    RAS G

    RAM

    ATICALES

    E S

    P L

    N

    Q

    u paz

    ms

    espantosa. Y

    qu

    monotona!

    adverbio sustantivo

    adverbio adjetivo

    conjuncin adverbio

    sustantivo N

    ada de

    extraordinario en

    mi

    espritu pasa

    pronombre

    preposicin sustantivo

    preposicin pronom

    bre sustantivo

    verbo las

    mism

    as caras

    siempre,

    un da

    y otro

    da artculo

    adverbio sustantivo

    adverbio artculo

    sustantivo conjuncin

    adjetivo sustantivo

    y el

    tiempo

    como

    un pulpo

    me

    sangra y

    despedaza conjuncin

    artculo sustantivo

    adverbio artculo

    sustantivo pronom

    bre verbo

    conjuncin verbo

    Seor

    de m

    is tristezas:

    para esta

    mi

    agona sustantivo

    preposicin pronom

    bre sustantivo

    preposicin pronom

    bre pronom

    bre sustantivo

    dadme

    un par

    de diablejos

    que alborote

    la casa

    verbo artculo

    sustantivo preposicin

    sustantivo pronom

    bre verbo

    artculo sustantivo

    y a

    ella, que

    es tan

    mansa

    dadle garras

    de arpa

    conjuncin preposicin

    pronombre

    pronombre

    verbo adverbio

    adjetivo verbo

    sustantivo preposicin

    sustantivo y

    cambia

    su ternura

    por gestos

    de am

    enaza conjuncin

    verbo pronom

    bre sustantivo

    preposicin sustantivos

    preposicin sustantivo

    Yo

    la quiero

    rebelde, altiva,

    loca, fiera

    pronombre

    artculo verbo

    adjetivo adjetivo

    adjetivo adjetivo

    con caprichos

    diablicos y

    poses de

    pantera preposicin

    sustantivo adjetivo

    conjuncin sustantivo

    preposicin sustantivo

    que se

    lance a

    mi

    pecho con

    furores de

    gata pronom

    bre pronom

    bre verbo

    preposicin pronom

    bre sustantivo

    preposicin sustantivo

    preposicin sustantivo

    Pon

    hogueras de

    fiebre en

    el fondo

    de su

    alma

    verbo sustantivo

    preposicin sustantivo

    preposicin artculo

    sustantivo preposicin

    pronombre

    sustantivo que

    este vivir

    tranquilo, esta

    paz, esta

    calma

    preposicin pronom

    bre sustantivo

    adjetivo pronom

    bre sustantivo

    pronombre

    sustantivo com

    o un

    tsigo horrible

    me

    exaspera y

    me

    mata

    conjuncin artculo

    sustantivo adjetivo

    pronombre

    verbo conjuncin

    pronombre

    verbo

  • LENGUA CONNOTATIVO A DENOTATIVO

    ESPLN

    1. Qu paz ms espantosa. Y qu monotona!

    2. Nada de extraordinario en mi espritu pasa:

    3. las mismas caras siempre, un da y otro da,

    4. y el tiempo como un pulpo me sangra y despedaza.

    5. Seor de mis tristezas: para esta mi agona

    6. dadme un par de diablejos que alborote la casa,

    7. y a ella, que es tan mansa dadle garras de arpa

    8. y cambia su ternura por gestos de amenaza.

    9. Yo la quiero rebelde, altiva, loca, fiera,

    10. con caprichos diablicos y poses de pantera,

    11. que se lance a mi pecho con furores de gata.

    La vida del poeta es tan pacfica que est enloqueciendo.

    Por ello se queja que nada interesante pasa en su vida.

    Todos los das es la misma rutina.

    El tiempo que siempre va lento, se acumula, y lo hace sentir peor.

    Como la solucin a su tedio est fuera de sus manos, el poeta acude a un ente sobrenatural y hace una oracin.

    En la oracin pide que le mande algo o alguien para que en su casa no haya tanto silencio.

    Y a su mujer que es demasiado tranquila pide que le de carcter.

    Y as, describe cmo la quiere, todo lo contrario a como es ahora, con deseos anmalos y sexuales, que sea seductora y que tenga necesidad de l.

    Melancola que produce hasto o tedio de todo.

  • 12. Pon hogueras de fiebre en el fondo de su alma,

    13. que este vivir tranquilo, esta paz, esta calma,

    14. como un tsigo horrible me exaspera y me mata.

    Que sienta en ella un incentivo de vivir porque, quizs as, l lo sienta tambin, porque ese modo de vida ya no lo soporta, est muriendo.

  • ANLISIS FONTICO ESPLN

    1. Qu paz ms espantosa. Y qu monotona! q=2, u=2, e=3, p=2, a=5, z=1, m=2, s=3, n=3, t=2, o=4, y=1

    2. Nada de extraordinario en mi espritu pasa: n=3, a=6, d=3, e=4, x=1, t=2, o=2, r=4, i=5, m=1, s=2, p=2, u=1

    3. las mismas caras siempre, un da y otro da, l=1, a=6, s=5, m=3, i=4, c=1, r=3, e=2, p=1, u=1, n=1, d=2, y=1, o=2, t=1

    4. y el tiempo como un pulpo me sangra y despedaza. y=2, e=5, l=2, t=1, m=3, p=4, o=4, c=1, u=2, n=2, s=2, a=4, g=1, r=1, d=2

    5. Seor de mis tristezas: para esta mi agona s=5, e=4, n=1, o=2, r=3, d=1, m=2, t=3, i=4, z=1, a=6, p=1, g=1, n=1

    6. dadme un par de diablejos que alborote la casa, d=4, a=7, m=1, e=5, u=2, n=1, p=1, r=2, i=1, b=2, l=3, j=1, o=3, s=2, q=1, t=1, c=1

    7. y a ella, que es tan mansa dadle garras de arpa y=1, a=10, e=5, l=3, q=1, u=1, s=3, t=1, n=2, m=2, d=3, g=1, r=3, p=1, i=1

    8. y cambia su ternura por gestos de amenaza. y=1, c=1, a=6, m=2, b=1, i=1, s=3, u=2, t=2, e=4, r=3, n=2, p=1, o=2, g=1, d=1, z=1

    9. Yo la quiero rebelde, altiva, loca, fiera, y=1, o=3, l=4, a=5, q=1, u=1, i=3, e=5, r=3, b=1, d=1, t=1, v=1, c=1

    10. con caprichos diablicos y poses de pantera, c=4, o=6, n=2, a=4, p=3, r=2, h=1, s=4, d=2, i=3, b=1, l=1, y=1, e=3, t=1

    11. que se lance a mi pecho con furores de gata. q=1, u=2, e=6, s=2, l=1, a=4, n=2, c=3, m=1, i=1, p=1, h=1, o=3, f=1, r=2, d=1, g=1, t=1

    12. Pon hogueras de fiebre en el fondo de su alma, p=1, o=4, n=3, h=1, g=1, u=2, e=7, r=2, a=3, s=2, d=3, f=2, i=1, b=1, l=2, m=1

    13. que este vivir tranquilo, esta paz, esta calma, q=2, u=2, e=5, s=3, t=4, v=2, i=3, r=, a=6, n=1, l=2, o=1, p=1, z=1, c=1, m=1

    14. como un tsigo horrible me exaspera y me mata. c=1, o=5, m=4, u=1, n=1, t=2, s=2, i=2, g=1, h=1, r=3, b=1, l=1, e=5, x=1, a=4, p=1, y=1

    Espln se caracteriza por un uso elevado de consonantes y un uso individual de vocales (mayormente las letras a y e) que le dan una especie de equilibrio a la musicalidad del texto.

  • VALORACIN ESPLN DANIEL LANEZ

    En ciertas ocasiones, en la poesa, las novelas, los ensayos, entre otros, el ttulo de stos, dan una idea de lo que trata el desarrollo del texto, sin embargo, en el caso del poema de Daniel Lanez, Espln, esto se dificulta, puesto que la palabra Espln, aparte de que no es una palabra de uso popular sino que es un trmino que fue utilizado mayormente en el siglo XIX, estndose actualmente en el siglo XXI, el dinamismo de la lengua y sumndose a esto, que el vocablo requiere un estudio relativamente mayor que no muchos haran- se quedara inicialmente a la deriva. Prueba del uso y propagacin del trmino en la poca ya dicha, es el famoso autor francs, Baudelaire.

    En francs, spleen representa el estado de melancola sin causa definida o de angustia vital de una persona. Fue popularizado por el poeta Charles-Pierre Baudelaire (1821-1867) pero haba sido utilizado antes, en particular durante la literatura del Romanticismo, a inicios del Siglo XIX. La conexin entre spleen (el bazo) y la melancola viene de la medicina griega y el concepto de los humores. Los griegos pensaban que el bazo segregaba la bilis negra por todo el cuerpo y esta sustancia se asociaba con la melancola. Aunque hoy en da se sabe que no es as, la idea permaneci en el lenguaje.

    Para comprender mejor o tener una idea de lo que podra tener en su interior el poema, se debe realizar desde el ttulo una investigacin, desde luego, no tan exhaustiva como lo que posteriormente se mostrar.

    El espln es una especie de melancola, sabiendo esto, se puede deducir de la temtica del poema, -aunque no siempre el ttulo tenga que ver con lo hablado en el poema- no obstante, este no es el caso. Daniel Lanez en su texto, desde que lo comienza hasta que lo termina, hace justicia al ttulo de este, puesto que refleja el sentimiento y la emocin que dicho estado causa.

    Qu paz ms espantosa. Y qu monotona!

    Desde el primer verso, donde Lanez hace una anttesis de lo que es la paz, muestra el tedio y da atisbos de la futura exasperacin que el personaje siente o sentir.

    El poema muestra un carcter romntico desde el ttulo, puesto que el mismo es un sentimiento (melancola) y la sensacin de tedio; ya leyendo el poema se conoce que en l no hay cabida para la razn. Porque el personaje se siente tan alterado por ese sentir que se encuentra a su parecer- propenso a la muerte.

    Desde un punto de vista, respecto a la forma, el poema de Lanez, es un soneto, sin

    embargo, no un soneto endecaslabo, o bien, clsico, sino uno formado por versos alejandrinos; este soneto, fue introducido por el modernista nicaragense Rubn Daro y tambin, era utilizado por los parnasianistas; (el parnasianismo es un movimiento que aparece junto al simbolismo francs; desde esta premisa, se puede realizar un paralelismo con el uso o la inspiracin que tuvo Lanez para escribir Espln, tanto por el uso del trmino Espln como de la estructura del mismo.

  • El soneto alejandrino tambin se caracteriza por estar dividido por hemistiquios. Ejemplo de ello, est el dcimo verso de Espln:

    con ca-pri-chos dia-b-li-cos/ y po-ses de pan-te-ra, (15 versos) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

    El verso es de quince (15) slabas, sin embargo, debido a la presencia del hemistiquio, y que la palabra que le antecede es esdrjula, se le resta una slaba, quedando ste en catorce (14) slabas, dejando as, el verso como alejandrino.

    Aparte de la peculiar caracterstica de los versos, la estructura natural del soneto, queda intacta. Con cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos; la rima consonante y los versos serventesios (ABAB) que en algunos casos, como este, se utilizan para la elaboracin de sonetos.

    Las figuras sobresalientes de Espln, son la metfora, la anttesis y el encabalgamiento, mostrndose otras menormente como el smil, la personificacin, la anstrofe, la enumeracin, la aliteracin y las anforas. Estas figuras se muestran de manera sencilla; el lenguaje no es uno que se vea forzado o complicado de entender, sino que tiene un carcter natural, como si el poeta nada ms hablase. Son figuras que de una u otra manera las personas utilizan sin saber que son parte de la retrica. Por ejemplo.

    Yo la quiero rebelde, altiva, loca, fiera, Asndeton, Enumeracin, Animalizacin

    con caprichos diablicos y poses de pantera, Metfora Metfora

    que se lance a mi pecho con furores de gata. Metfora

    En nuestras conversaciones, enumeramos, utilizamos metforas, smiles, etc., el poeta muestra esa facilidad al lector, asimismo dotando de belleza al texto, tanto con los sentimientos como con las palabras.

    En cuanto al ritmo acentuado, a pesar de que evidentemente el poema no es de corte clsico, mantiene una especie de comps al momento de leerlo o decirlo.

    1. Qu paz ms es-pan-t-sa. Y qu mo-no-to-n-a! (6, 13)

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 2. N-da de ex-traor-di-n-rio en mi es-p-ri-tu p-sa: (1, 6, 10, 13)

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 3. las ms-mas c-ras sim-pre, un d-a y -tro d-a, (2, 4, 6, 9, 11, 13)

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 4. y el tim-po c-mo un pl-po me sn-gra y des-pe-d-za. (2, 4, 6, 9, 13)

    1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Las slabas que estn presentes en todos los versos de la primera estrofa son el: 6 y el

    13. Ya los que estn en los dems versos pero no en todos son el 2, 4, 6 y 9. As la

    Hemistiquio

  • lectura muestra cierta musicalidad que le da belleza y remarca el sentido del texto. La mayora de estos acentos, se ven reflejados a lo largo del poema.

    Espln como se ha dicho en otro momento, no es de corte clsico, se evidencia, tanto el ritmo acentuado como en el anlisis fontico.

    Qu paz ms espantosa. Y qu monotona! q=2, u=2, e=3, p=2, a=5, z=1, m=2, s=3, n=3, t=2, o=4, y=1, i=1 Nada de extraordinario en mi espritu pasa: n=3, a=6, d=3, e=4, x=1, t=2, o=2, r=4, i=5, m=1, s=2, p=2, u=1 las mismas caras siempre, un da y otro da, l=1, a=6, s=5, m=3, i=4, c=1, r=3, e=2, p=1, u=1, n=1, d=2, y=1, o=2, t=1 y el tiempo como un pulpo me sangra y despedaza. y=2, e=5, l=2, t=1, m=3, p=4, o=4, c=1, u=2, n=2, s=2, a=4, g=1, r=1, d=2

    Sin embargo, mantiene un cierto nivel con algunas letras que se repiten en los versos, como la letra a que est presente en los cuatro versos de la primera estrofa con cantidades similares (5, 6, 6, 4), al igual que la e (3, 4, 2, 5).

    El poema tiene gran carcter consonntico, las vocales que aparecen, y lo hacen en gran cantidad slo que individualmente, brindan un balance entre las palabras y la lectura.

    De manera general, puede sostenerse que el anlisis de los elementos del plano fnico permite establecer una clara divisin estructural en el poema, de carcter fundamentalmente rtmico, que posteriores anlisis de otros planos o niveles (morfosintctico distribucin de sustantivos, adjetivos y verbos, estilstico con las llamadas sugestiones del significante, semntico ambiente, yo potico, etc. ) corroboraran. Por tanto, la materia sonora del poema resulta significativa por s misma.

    Ya de una manera ms meticulosa, est la estructura de cada verso, es decir, el uso de las palabras que le dan el significado a los versos, a las estrofas, y en fin, al poema completo: las categoras gramaticales. Espln es un poema que tiene gran cantidad de sustantivos y adjetivos, claro est, no solamente se muestran estas dos categoras, al contrario, tambin estn las preposiciones, conjunciones, adverbios; sin embargo, los sustantivos y adjetivos son los que caracterizan al poema y le dan peso a la temtica.

    Recurdese que el poema en uno de sus momentos, se convierte en una oracin, y en circunstancias como estas, pedir es lo primero que se hace en una oracin, y en efecto, as sucede. Por lo tanto, se sabe que cuando se pide, se realiza una enumeracin de las cosas que se quieren, y si es solamente una cosa sea cual sea- se enumeran o enlistan los detalles de cmo eso se quiere. Detalles o cualidades que en esta caso hacen el papel de adjetivos.

    Yo la quiero rebelde, altiva, loca, fiera

    pronombre artculo verbo adjetivo adjetivo adjetivo adjetivo

    En solamente un verso se aprecian cuatro adjetivos distintos en los cuales el personaje, en medio de su imploracin, detalla cmo quiere que sea su mujer.

  • Y tambin, como se haba mencionado, el poema, tambin tiene muchos sustantivos, nombres que l utiliza para referirse a su mujer, al ente sobrenatural al que le habla y lo que pide tambin.

    Seor de mis tristezas: para esta mi agona sustantivo preposicin pronombre sustantivo preposicin pronombre pronombre sustantivo

    Conociendo las categoras gramaticales principales del poema, se va al siguiente nivel de estructura que es el tipo de oraciones que tiene, ya sea cada verso o cada estrofa. De las cuatro estrofas de Espln, solamente una difiera con las otras, que es la primera.

    1. Qu paz ms espantosa. Y qu monotona!

    Frase (no tiene verbo) Frase (no tiene verbo)

    2. Nada de extraordinario en mi espritu pasa:

    3. las mismas caras siempre, un da y otro da,

    4. y el tiempo como un pulpo me sangra y despedaza.

    El primer verso, debido a que carece de verbo, no puede considerarse una oracin, por lo tanto slo es una frase. Con los tres versos siguientes se forma una oracin coordinada copulativa, a pesar de que tiene signos de puntuaciones entre las distintas oraciones, tambin estn los nexos que tienen mayor importancia, por lo cual se denomina copulativa. Ya las estrofas siguientes, todas son oraciones yuxtapuesta, por la presencia de signos de puntuacin entre sus oraciones. Ejemplo:

    Yo la quiero rebelde, altiva, loca, fiera,

    con caprichos diablicos y poses de pantera,

    que se lance a mi pecho con furores de gata.

    En todo el poema se aprecian los sentimientos del personaje, alguien hastiado, exasperado, con deseos intensos de morir; aunque ya como ltima medida recurre a alguien que est ms all de l para quizs as, salvarse. Espln, en conclusin, es un poema que contiene las caractersticas de un poema, porque supo soportar el estudio y el anlisis que se le hizo. Tiene musicalidad, mtrica, una estructura, que aunque no clsica, est bien formada. Y encierra todo lo que el ttulo y la temtica dicen. Un poema que plasma una serie de emociones y sentimiento que se transmiten al lector, y ms de uno de estos se ha de sentir completamente identificado con la vida del personaje, puesto que no es muy diferente a la de algunos en el mundo real.

    Oracin Coordinada Copulativa

    Oracin Yuxtapuesta

  • Las funciones de Propp: Las Aves

    Siniestras

  • LAS AVES SINIESTRAS ranse un viejo y una vieja que tenan una hija y un hijito pequeo. Un da la madre dice: Hija, nosotros nos vamos a trabajar en el campo y t qudate en casa y cuida a tu

    hermanito, no te vayas a la calle y te compraremos un pauelito. (5) Los viejos se fueron y la nia se olvid de lo que le haban mandado, sent al hermano

    en la hierba al pie de la ventana y sali a la calle a jugar con sus amiguitas. A todas estas, llegaron volando las aves siniestras, agarraron al chiquillo y se lo

    llevaron en sus alas. La nia, cuando volvi, no encontr al hermanito donde lo haba dejado. Lo estuvo llamando un rato, anegndose en lgrimas, pero en vano.

    (10) Entonces corri a campo abierto y slo vio alejarse una bandada de aves siniestras, perdindose tras el oscuro bosque. La chica se dio cuenta de que estas aves, que tenan la mala fama de robar nios, se llevaron a su hermano.

    La pobre se ech a correr tras ellas, top con un horno y le dice: Horno, amigo, dime, adnde se fueron las aves siniestras?

    (15) Si te comes mi pastelito de harina de centeno, te lo dir. De centeno? En casa de mi padre ni los de trigo se comen Sigui corriendo y encontr un manzano. Manzano, amigo, dime, adnde se fueron las aves siniestras? Si te comes mi manzanita agria, te lo dir.

    (20) Agria? En casa de mi padre ni las dulces se comen La nia continu su carrera y lleg hasta el ro de leche con orillas de kisel (jalea). Ro de leche, dime, y adnde se fueron las aves siniestras? Si comes un poco de mi kisel y tomas mi leche, te lo dir. En casa de mi padre ni la nata se toma

    (25) La nia estuvo corriendo largo rato por campos y bosques. Atardeca y haba que volver a casa. De pronto la chica vio una casucha sobre patas de gallina que daba vueltas. Adentro la vieja bruja Yag estaba hilando y en un banquito vio sentado a su hermanito jugando con manzanitas de plata. La nia entr.

    Buenas, seora! (30) Buenas, nia! Qu te trae por aqu?

    He estado caminando por pantanos, tengo el vestido empapado, djame que me caliente un poco.

    Est bien, pero vas a tener que hilar mientras yo salga. La bruja le dio el huso y sali. La nia estaba hilando cuando sali de debajo del horno un (35) ratoncito y le dice:

    Buena nia, dame un poco de granos y te dir algo que te conviene. La nia le dio un poco de mijo y el ratoncito dijo: La bruja fue a calentar el agua en el bao. Despus te har baarte, meter en el

    horno, asar, se comer tu carne y se revolver sobre tus huesos. (40) La chica qued ms muerta que viva, se puso a llorar y el ratoncito dice:

    No tienes tiempo que perder, toma a tu hermanita y corre y yo voy a hilar por ti. La nia as lo hizo. Y la bruja se acerca de vez en cuando a la ventana y pregunta: Ests hilando, nia?

  • S, abuela contesta el ratn. (45) La bruja calent el agua, volvi a la casucha a buscar a la nia, pero no encontr a

    nadie. Entonces vocifer: Aves siniestras! La nia se escap con el hermano! Vuelen tras ellos! Los nios llegaron hasta el ro de leche cuando vieron la persecucin.

    La chica comi jalea, tom leche, dio las gracias al ro y ste los encubri con su orilla. (50) Las aves pasaron de largo. Los hermanos prosiguieron su carrera cuando vieron que la

    bandada volaba de vuelta. Los fugitivos llegaron hasta el manzano, la nia se comi su manzanita agria y el rbol los escondi entre sus ramas. Las aves no los encontraron. Los nios siguieron corriendo cuando oyeron graznar a sus espaldas. Llegaron hasta el horno. La chica se comi su pastelito, dio las gracias y se escondi con el hermano en la boca de (55) aqul. Las aves estuvieron graznando y dando vueltas sobre el horno un buen rato y por fin se fueron sin nada.

    Los nios salieron del horno y poco despus ya estaban en su casa. Al poco rato volvieron del campo los padres.

  • FUNCIONES DE LOS PERSONAJES: LAS AVES SINIESTRAS

    SITUACIN INICIAL: ranse un viejo y una vieja que tenan una hija y un hijito pequeo. Lnea 1. FUNCIN I: (ALEJAMIENTO) Los padres de los nios se van a trabajar al campo. Hija, nosotros nos vamos a trabajar en el campo () Lnea 3. FUNCIN II: (PROHIBICIN) Los padres le ordenan a la nia que se quede en casa y que cuide de su hermanito. () t qudate en casa y cuida a tu hermanito, no te vayas a la calle y te compraremos un pauelito. Lneas 3-4. FUNCIN III: (SE TRANSGREDE LA PROHIBICIN) La nia por ir a jugar olvida la orden que le dejo su madre. Los viejos se fueron y la nia se olvid de lo que le haban mandado () Lnea 5. FUNCIN I: (ALEJAMIENTO) La nia despus de sentar a su hermanito en la hierba se va a la calle a jugar con sus amiguitas. () y sali a la calle a jugar con sus amiguitas. Lnea 6. Luego de eso la nia, muy preocupada, se ech a correr para buscar a su hermano. Lo estuvo llamando un rato, anegndose en lgrimas, pero en vano. Entonces corri a campo abierto y slo vio alejarse una bandada de aves siniestras, perdindose tras el oscuro bosque. Lneas 9-11. FUNCIN VIII: (EL AGRESOR RAPTA A UN SER HUMANO) Las aves siniestras raptan al nio. A todas estas, llegaron volando las aves siniestras, agarraron al chiquillo y se lo llevaron en sus alas. Lneas 7-8 FUNCIN X: (EL HROE BUCADOR ACEPTA O DECIDE ACTUAR) La nia se dio cuenta que las aves haban raptado a su hermanito, as que decidi ir tras ellas para rescatar a su hermano. La pobre se ech a correr tras ellas () Lnea 14 FUNCIN XI: (EL HROE SE VA DE SU CASA) Primero la nia sale de la casa para jugar con sus amiguitas. () y sali a la calle a jugar con sus amiguitas. Lnea 6. Luego de que pasa el rapto de su hermanito y de que ella lo estuvo llamando sin respuesta alguna, corri a campo abierto. Entonces corri a campo abierto y slo vio alejarse una bandada de aves siniestras, perdindose tras el oscuro bosque. Lneas 10-11 En su camino se encuentra con nuevos personajes, (donantes o proveedores). La pobre se ech a correr tras ellas, top con un horno () Lnea 13 Sigui corriendo y encontr un manzano. Lnea 18 La nia continu su carrera y lleg hasta el ro de leche con orillas de kisel (jalea). Lnea 21 FUNCIN XII: (EL HROE SUFRE UNA PRUEBA, UN CUESTIONARIO, UN ATAQUE, ETC.) La nia se encuentra con varios personajes y estos le dicen que le pueden ayudar solo si cumple con una sencilla tarea. La pobre se ech a correr tras ellas, top con un horno y le dice:

    Horno, amigo, dime, adnde se fueron las aves siniestras? Si te comes mi pastelito de harina de centeno, te lo dir. De centeno? En casa de mi padre ni los de trigo se comen Sigui corriendo y encontr un manzano. Manzano, amigo, dime, adnde se fueron las aves siniestras?

  • Si te comes mi manzanita agria, te lo dir. Agria? En casa de mi padre ni las dulces se comen La nia continu su carrera y lleg hasta el ro de leche con orillas de kisel (jalea). Ro de leche, dime, y adnde se fueron las aves siniestras? Si comes un poco de mi kisel y tomas mi leche, te lo dir. En casa de mi padre ni la nata se toma Lneas 13-24

    FUNCIN VI: (LA VCTIMA SE DEJA ENGAAR AYUDA AS A SU ENEMIGO A SU PESAR) La bruja le dice a la nia que podr entrar a la casa slo si ella le ayuda a hilar. La nia acepta y la bruja sale. Esta la hace entrar para que pueda comrsela junto con el hermano, sin esperar que la nia posteriormente escape. La nia entr porque ah estaba su hermanito y ella lo quera recuperar.

    Buenas, seora! Buenas, nia! Qu te trae por aqu?

    He estado caminando por pantanos, tengo el vestido empapado, djame que me caliente un poco.

    Est bien, pero vas a tener que hilar mientras yo salga. La bruja le dio el huso y sali. Lneas 29-35 FUNCIN XIII: (EL HRORE REACCIONA ANTE LAS ACCIONES DEL FUTURO DONANTE) La nia no supera la prueba porque se rehsa a realizar lo que le piden.

    Horno, amigo, dime, adnde se fueron las aves siniestras? Si te comes mi pastelito de harina de centeno, te lo dir. De centeno? En casa de mi padre ni los de trigo se comen Lneas 14-16

    FUNCIN XII: (EL HROE SUFRE UNA PRUEBA, UN CUESTIONARIO, UN ATAQUE, ETC.) Se le aparece a la nia un ratoncito que le dice algo que le conviene, pero que slo se lo dir si ella le da un poco de granos. Buena nia, dame un poco de granos y te dir algo que te conviene. Lnea 36. FUNCIN XIII: (EL HROE REACCIONA ANTE LAS ACCIONES DEL FUTURO DONANTE) La nia pasa la prueba porque le da lo que quiere. La nia le dio un poco de mijo y el ratoncito dijo:

    La bruja fue a calentar el agua en el bao. Despus te har baarte, meter en el horno, asar, se comer tu carne y se revolver sobre tus huesos. Lneas 36-39 FUNCIN XXI: (EL HROE ES PERSEGUIDO) La bruja al darse cuenta que los nios haban escapado, mand a las aves siniestras a que los persiguieran para traerlos de vuelta. Aves siniestras! La nia se escap con el hermano! Vuelen tras ellos!

    Los nios llegaron hasta el ro de leche cuando vieron la persecucin. Lneas 47-48 FUNCIN XXII: (EL HROE ES AUXILIADO) Gracias a los elementos que ocultan a los nios como el ro, el manzano y el horno, las aves no los pueden encontrar. La chica comi jalea, tom leche, dio las gracias al ro y ste los encubri con su orilla. Las aves pasaron de largo. Los hermanos prosiguieron su carrera cuando vieron que la bandada volaba de vuelta. Los fugitivos llegaron hasta el manzano, la nia se comi su manzanita agria y el rbol los escondi entre sus ramas. Las aves no los encontraron. Los nios siguieron corriendo cuando oyeron graznar a sus espaldas. Llegaron hasta el horno. La chica se comi su pastelito, dio las gracias y se escondi con el hermano en la boca de aqul. Lneas 49-55

  • FUNCIN XVIII: (EL AGRESOR ES VENCIDO) Las aves, despus de tanto buscar a los nios sin resultado alguno, se dan por vencidas. Las aves estuvieron graznando y dando vueltas sobre el horno un buen rato y por fin se fueron sin nada. Lneas 55-56 FUNCIN XXIII: (EL HROE REGRESA DE INCGNITO A SU CASA O A OTRA COMARCA) Al saber que las aves siniestras se fueron, los nios se fueron a casa y llegaron sanos y salvos, todo esto, antes de que sus padres llegaran del campo a casa, es por ello entonces que llegan de incgnito, como si nada hubiese sucedido, para evitar ms problemas. Los nios salieron del horno y poco despus ya estaban en su casa. Lnea 57

  • Tradas: Narracin octava, primera

    jornada El Decameron

  • NARRACIN OCTAVA Guiglielmo Borsiere, con discretas palabras, reprende la avaricia del seor Herminio de los Grimaldi. Se sentaba junto a Filostrato Laureta, la cual, despus de que hubo odo alabar el ingenio de Bergamino y advirtiendo que le corresponda a ella contar alguna cosa, sin esperar ningn mandato, placenteramente empez a hablar as. -La novela precedente, queridas compaeras, me induce a contar cmo un hombre bueno, tambin cortesano y no sin fruto, reprendi la codicia de un mercader riqusimo; y sta, aunque se asemeje al argumento de la pasada, no deber por eso seros menos gustosa, pensando que va a acabar bien. Hubo, pues, en Gnova, ya hace mucho tiempo, un gentilhombre llamado seor Herminio de los Grimaldi que, segn era estimado por todos, por sus grandsimas posesiones y dineros superaba con mucho la riqueza de cualquier otro ciudadano riqusimo de quien entonces se supiera en Italia; y tanto como superaba en riqueza a cualquier itlico que fuese, tanto en avaricia y miseria sobresala sobre cualquier miserable y avaro que hubiese en el mundo: por lo que no solamente para honrar a otros tena la bolsa cerrada, sino en las cosas necesarias a su propia persona, contra la costumbre general de los genoveses que acostumbran a vestir noblemente, mantena l, por no gastar, privaciones grandsimas, y del mismo modo en el comer y el beber. Por lo que merecidamente su apellido de Grimaldi le haba sido quitado y nadie le llamaba otra cosa que Herminio Avaricia. Sucedi que en este tiempo en que l, no gastando, multiplicaba lo suyo, lleg a Gnova un valeroso hombre de corte, corts y buen decidor, llamado Guiglielmo Borsiere, en nada semejante a los de hoy que, no sin gran vergenza de las corruptas y vituperables costumbres de quienes quieren hoy ser llamados y reputados por nobles y por seores, parecen ms bien asnos educados en la torpeza de toda la maldad de los hombres ms viles que en las cortes. Y mientras en otros tiempos sola ser su ocupacin y consagrarse su cuidado a concertar paces donde la guerra o las ofensas hubiesen nacido entre hombres nobles, o a concertar matrimonios, parentescos y amistad, y con palabras buenas y discretas recrear los nimos de los fatigados y solazar las cortes, y con agrias reprensiones, como si fuesen padres, corregir los defectos de los malos, y todo esto por premios asaz ligeros; hoy en contar mal de unos a otros, en sembrar cizaa, en decir maldades e ignominias y, lo que es peor, en hacerlas en presencia de los hombres, en echarse en cara los males, las vergenzas y las tristezas, verdaderas y no verdaderas, unos a otros, y con falsos halagos hacer volver los nimos nobles a las cosas viles y malvadas, se ingenian en consumir su tiempo. Y ms es tenido en amor y ms honrado y exaltado con premios altsimos por los seores miserables y descorteses aquel que ms abominables palabras dice o acciones comete: gran vergenza y digna de reprobacin del mundo presente y prueba muy evidente de que las virtudes, volando de aqu abajo, nos han abandonado en las heces del vicio a los mseros vivientes. Pero, volviendo a lo que comenzado haba, de lo que el justo enojo me ha apartado ms de lo que pensaba, digo que el ya dicho Guiglielmo fue honrado y de buena gana recibido por todos los hombres nobles de Gnova y que, habindose quedado algunos das en la ciudad y habiendo odo muchas cosas sobre la miseria y la avaricia del seor Herminio, lo quiso ver. El seor Herminio haba ya odo que este Guiglielmo Borsiere era hombre honrado y habiendo an en l, por avaro que fuese, alguna chispita de cortesa, con palabras asaz amistosas y con alegre gesto le recibi y entr con l en muchos y variados razonamientos, y conversando le llev consigo, junto con otros genoveses que con l estaban, a una casa nueva suya que haba mandado hacer muy hermosa; y despus de habrsela mostrado toda, dijo: -Ah, seor Guiglielmo, vos que habis visto y odo tantas cosas, me sabrais mostrar alguna cosa que nunca haya sido vista, que yo pudiese mandar pintar en la sala de esta casa ma?

  • A lo que Guiglielmo, oyendo su modo de hablar poco discreto, repuso: -Seor, algo que nunca se haya visto no creeris que yo pueda mostraros, si no son estornudos y otras cosas semejantes; pero si os place, bien os ensear una cosa que vos no creo que hayis visto nunca. El seor Herminio dijo: -Ah, os lo ruego, decidme cul es -no esperando que l iba a contestarle lo que le contest. A lo que Guiglielmo entonces contest prestamente: -Mandad pintar la Cortesa. Al or el seor Herminio estas palabras se sinti invadido por una vergenza tan grande que tuvo fuerza para hacerle cambiar el nimo a todo lo contrario de lo que hasta aquel momento haba sido, y dijo: -Seor Guiglielmo, la har pintar de manera que nunca ni vos ni otro con razn podis decirme que no la haya visto y conocido. Y de entonces en adelante (con tal virtud fueron dichas las palabras de Guiglielmo) fue el ms liberal y ms generoso gentilhombre y el que honr a los forasteros y a los ciudadanos ms que ningn otro que hubiera en Gnova en su tiempo.

  • NARRACIN OCTAVA, PRIMERA JORNADA EL DECAMERON PROCESO DE MEJORAMIENTO

    PROTAGONISTA: Herminio de los Grimaldi

    Mejoramiento por alcanzar: Que Herminio conozca la Cortesa.

    Obstculo: Avaricia

    Medios posibles: Palabras de Guiglielmo

    Puesta en marcha de los medios: Guiglielmo le dice discretamente a Herminio que mande a pintar algo que nunca ha visto: la Cortesa.

    Triunfo de los medios: Al escuchar esas palabras, Herminio le dice a Guiglielmo que la har pintar de manera que nunca nadie le dir de nuevo que no la ha visto.

    Proceso de Mejoramiento

    Proceso de eliminacin: Herminio recibe a Guiglielmo y lo lleva a una casa nueva suya, donde Guiglielmo, con palabras discretas reprende su avaricia y lo avergenza.

    Obstculo eliminado: Herminio, por las palabras que le dijo Guigliome y la vergenza que estas le provocaron, dej la avaricia.

    Mejoramiento alcanzado: Y de entonces en adelante (con tal virtud fueron dichas las palabras de Guiglielmo) fue el ms liberal y ms generoso gentilhombre y el que honr a los forasteros y a los ciudadanos ms que ningn otro que hubiera en Gnova en su tiempo. Herminio conoci la Cortesa.

  • Barthes: El ave de las alas rotas

    Roberto Quesada

  • EL AVE DE LAS ALAS ROTAS ROBERTO QUESADA Los combates se intensifican en la zona fronteriza, pedimos a los oyentes, estar pendientes, estaremos transmitiendo las 24 horas, las bajas no han podido ser contadas, pero se presume que ascienden a los mil exactamente las siete de la maana con dos minutos Rufino apag la radio, abri un cajn del cual sac un serrucho, y sali al patio; la neblina no lo dej ver muy lejos. A pesar de ello sinti la tensin, no haba ruido de motores, ni nadie pasaba por las aceras. Busc unas tablas y clavos, y empez a serruchar. Desde la casa de enfrente dos pares de ojos lo escudriaban, parecan unos ojos sorprendidos o atemorizados. Es Rufino, dijo una voz de hombre acabado de levantar. S, pero que yo sepa l no es carpintero, contest una voz de mujer. Tal vez es que ya escuch las noticias y est fabricando su cruz, dijo el hombre. La boca de la mujer solt ocho palabras: Para qu quiere cruz, no cree en Dios? Los dos pares de ojos desaparecieron sustituidos por una cortina. Rufino par su trabajo: Mejor voy a anotar lo del sueo pens- se me puede olvidar. Se meti a la casa y una vez que tuvo papel y lpiz, se acomod en una silla del comedor: anoche so escribi en el papel- lo que est pasando, que la guerra vena, y nadie se iba a salvar si alguien no haca volar un ave blanca con las alas cortadas: eso tiene que hacerse antes de las doce del da de lo contrario, todos moriremos. Esa ave puede encontrarse en Rufino dej de escribir: Dnde fue pensaba- puta!, si tena claro el sueo. En vez de seguir all haciendo nada, decidi seguir serruchando: Tal vez despus me acuerdo, pens. De las casas vecinas muchas cortinas se corran y todos se admiraban de ver a Rufino en esa faena, porque Rufino nunca haca eso. Era un hombre extrao, iba de pesca los jueves y viernes as fuera en Semana Santa o estuviera lloviendo y por eso decan que era ateo. Los martes y los mircoles iba de cacera y siempre traa un venado, o algo, pero nunca regresaba con las manos vacas; por eso decan que tena pacto con el diablo. Los sbados, domingos y lunes se los pasaba sentado, algunos curiosos le preguntaban que qu haca; y l solamente responda: Pienso. Sobre eso se basaron para decir que se estaba quedando loco por castigo de Dios. Con los que platicaba nunca estuvo triste ni lamentndose, y para un lugar tan desolado, msero, era un privilegio no lamentarse; y a los preguntones l responda: La risa se hizo para el hombre. Rufino concluy su trabajo, y a pesar de no ser carpintero, le qued muy bien la jaula. Tena una puertecita de entrada y se cerraba con un pedacito de tela metlica; en una esquina coloc una latita para que el ave no sufriera sed, y ms abajo una especie de cazuela donde le pondra la comida. Contempl orgulloso el palomar y lo llev a la mesa del comedor. Ya est todo hecho pens-, ahora slo tengo que atraparte y hacerte volar. Encendi la radio y veinte minutos, los combates continan y se teme que antes de que llegue la noche entre la ciudad en guerra, la aviacin nacional ha causado buen nmero de bajas al enemigo, pero se dice que dentro de nuestro territorio hay grupsculos de antipatriotas fuertemente armados y muy bien adiestrados Rufino dej la radio encendida y a toda prisa registr una bolsa y sac unas monedas, se llev con l la jaula y sali en carrera. Los vecinos, aterrorizados por las noticias se pusieron peor cuando se percataron de la carrera de Rufino. Tengo que llegar temprano, son las ocho y media, lo ms media hora de camino pensaba Rufino dentro del bus que lo conduca a la ciudad-, en el parque hay aves o a saber dnde, pero tengo que hallar esa de las alas cortadas Los dems pasajeros se mostraban temerosos, intercambiaban miradas como diciendo estamos hechos mierda, y las respiraciones eran lentas y sonoras; las bocas inmviles, parecan haberse soldado los carrillos de dientes superiores con los inferiores, el conductor miraba la radio pero no la encenda, la miraba con recelo como queriendo o no queriendo.

  • Todos los dems ojos tambin vean la radio, y algunos labios sonrean nerviosamente. El conductor pas los ojos por el retrovisor y todos los ojos chocaron con los de l. Se decidi a presionar el botn y corri la aguja, con la intencin de or algo que no fuera noticias, pero todas las emisoras eran una sola, y la dej en cualquiera: En caso de que la aviacin bombardee lugares donde se presume que hay revoltosos, las recomendaciones son las siguientes: Abandonar sus casa, tirarse bajo los rboles acostados, boca abajo y con las manos en la nuca: Si es de noche, no encender luces que puedan confundir a la artillera y aviacin El conductor apag la radio porque una seora se puso histrica. Rufino se alegr al ver que haba llegado, dio unas monedas en pago por el viaje y camin con rapidez; no entenda por qu tanta gente caminaba, corra de un lado a otro como si fuera una locura colectiva. l se crey el nico con razn para ir tan rpido; pues, que l supiera, no toda la gente suea lo mismo y nadie ms que l podra andar en busca del ave de las alas rotas. Pas encontrando tanto transente que con la vista preguntaban algo y l contestaba tambin con la vista sin saber qu. Una cuadra antes de llegar a la plaza donde segn l- encontrara el ave se top con un alboroto de personas que intentaban por la fuerza entrar en un edificio; y en su desconcierto Rufino pregunt a uno y otro lo que pasaba y nadie contestaba lo debido. Unos decan la hora, otros no vive aqu desde las cinco de la maana Y as infinidad de respuestas que nada tenan que ver con su pregunta. Rufino segua intrigado, l tambin quera formar parte de esa gente que luchaba por entrar al edificio. Eran los poetas, cuentistas y escritores de distintas cosas que intentaban convencer, por las buenas o por la fuerza, al propietario de la imprenta para que los dejara publicar sus trabajos antiguerra; y Rufino no entenda aquel roncar de las gargantas. Dejanos entrar, hijo de puta Y quin me va a pagar la tinta? Dejanos entrar que te va a caer una bomba y ni te vas a acordar de la tinta Y si arruinan las mquinas? Y as, un ir y venir de preguntas y respuestas llenas de insultos y valor. Al ver lo imposible de entrar al grupo, Rufino opt por seguir su ruta. Recin entr en la plaza, perdi el control; y por proteger la jaula, se fue de espalda, golpeando con la cabeza un muro. Esa fue su suerte, de lo contrario jams hubiera visto lo que ahora miraba: una estatua que se desmoronaba lentamente y pedazos de metal que caan en el pavimento; la estatua camin cerca de donde estaba Rufino, otras estatuas tambin caminaban, salan de diferentes direcciones y se deshacan de los pesados materiales que en ellas cubran algo. Todo concluy en una extraa reunin, ya no de monumentos sino de hombres de carne y hueso. Rufino se emocion ante aquella increble escena, y no se explicaba ciertas cosas que l conoca de otra manera. Iba a preguntar algo, cuando uno de los hombres, mientras se pasaba la mano por la barba, dijo: Esta guerra no es de nosotros. Otro de los hombres con cara de preocupado respondi: Estoy de acuerdo, Francisco, creo que an podemos hacer algo, hicimos bien en reunirnos. Otro de los hombres levant un arco y flechas y Rufino entendi algo as como saquemos de nuestra tierra a los conquistadores y las voces empezaron a orse cada vez ms distantes. Rufino se esforz por entender lo que decan, pero fue imposible porque ya los monumentos haban desaparecido. La tierra temblaba por el trotar de miles de caballos y las espadas volaban produciendo sonidos como el rebote del oro en las rocas y brillaban al golpe del sol. Rufino intent decir algo, hacer alguna pregunta o dar un grito, como los vtores que daban los guerreros al clavar la espada en el pecho del contrincante, pero no pudo, lo enmudeci el bullicio de los escudos y lanzas y puetazos y el relinchar de los caballos De pronto oy que la gritera era lejana, cada vez ms lejana hasta llegar al silencio total. Rufino en su delirio se mir solo en la tierra, sin casa, sin rboles, sin nada. A sus pies la tierra empez a abrirse hasta convertirse en un pozo en el cual cay. Era un pozo obscuro y sin fondo. Rufino, desesperado, intent agarrarse de algo pero los terrones, montculos y piedras no resistan y se iban con l al vaco, un vaco que lo hizo abrir los ojos hasta casi tenerlos de fuera; pero no se detena, se iba lentamente como caen las plumas de un pjaro herido de bala en pleno vuelo, y se

  • resign. Al poco tiempo record la guerra, su sueo, la jaula la jaula?, pens. Al recordar que la haba dejado a la orilla del pozo y que no haba encontrado el ave de las alas rotas, vio la necesidad de regresar; y de sbito comenz con las manos un aleteo y sinti como si la velocidad que lo haca descender disminua. Disminuy completamente e inici el ascenso hasta que se divis un rayo de luz. Abri los ojos y no haba nadie, sacudi con fuerza la cabeza, pero la plaza estaba solitaria. Era una plaza sin estatuas. Mir el reloj y se levant, dio una vuelta rpida viendo a un lado y otro, y nada de aves: Debo ir a la catedral, all debe estar. En su recorrido miraba rtulos de casas comerciales y letreros en las paredes que l automticamente lea ALTO A LA REPRESIN, COCA COLA, NO A LA GUERRA, UN VA, FUERA INVASORES, SI A LA PAZ, YONI Y NELY, ALTO A LA INTERVENCIN, LIBERTAD PARA LOS Cmo puede ser posible se dijo-, tanto desacuerdo por la guerra y estamos en ella. Anduvo por los alrededores de la Catedral y no encontr lo que buscaba: entr al templo en donde se oficiaba una misa, la iglesia estaba ms llena que nunca, y Rufino se asustaba con los gritos de algunos que oraban pidiendo que no siguiera la guerra. Busc de aqu para all y no apareci. Volvi a mirar al reloj; sinti que era su fin y sus gritos no salieron porque le vino una nueva esperanza: Ya s, voy a preguntarle a todo el que encuentre, ms de alguno tiene que haber visto al ave de las alas rotas. Hasta ese instante se dio cuenta de que la calle solo l la habitaba; nadie, iba, nadie vena, slo l pasaba. El gobierno haba decretado estado de sitio y l no lo saba, tampoco se lo imaginaba; anduvo los suficientes metros como para darse cuenta de que faltaban cinco minutos para el toque de queda, mir una hoja de papel que al darle el aire saltaba como un pjaro de una sola patita. La encontr grit con emocin y corri tras la hoja. Una vez con ella en sus manos se sac el lpiz de la bolsa de la camisa y dibuj una paloma, fue lo nico que aprendi a dibujar en la escuela. Al concluir el dibujo rompi las partes de las alas y meti la hoja en la jaula. Del bolsillo de su pantaln sac un globo y con extremada rapidez lo infl; lo at a la jaula, y, en eso, sinti la presencia del plomo en su pecho. Solt la jaula. Cay viendo el cielo y sonri al mirar como el globo velozmente se elevaba.

  • ANLISIS E INTERPRETACIN EL AVE LAS ALAS ROTAS

    Luego de una exhaustiva lectura, se ha comprobado que hay una gran cantidad de funciones cardinales, sin embargo, tambin se encuentran muchos indicios. Hay mayor narracin en el texto; el dilogo es casi inexistente en el cuento de Quesada. Abundante tambin es la accin, la descripcin de los estados, lugares, emociones y sensaciones se presentan como un neutralizador y ambientador de la trama. Solamente hay un personaje principal, siendo los vecinos secundarios y las personas alrededor de Rufino como personajes de fondo que ambientan el paisaje expuesto en El ave de las alas rotas. Existen varios espacios en cuento, por lo que se haba mencionado, a lo largo de este, se muestra mucho movimiento. Lista de funciones cardinales:

    FC1 sali al patio FC2 Busc unas tablas y clavos FC3 se meti a la casa FC4 decidi seguir serruchando FC5 concluy su trabajo FC6 lo llev a la mesa del comedor FC7 registr una bolsa FC8 sali en carrera FC9 camin con rapidez FC10 pas encontrando tanto transente FC11 opt por seguir su ruta FC12 la estatua camin FC13 la tierra empez a abrirse FC14 inici el ascenso FC15 se levant FC16 entr al templo FC17 busc de aqu para all FC18 corri tras la hoja

    Los indicios tambin, son de vital importancia en el cuento.

    I1 La neblina no lo dej ver muy lejos. (remite a que an es de maana). I2 No haba ruido de motores, ni nadie pasaba por las aceras (no haba

    mucha gente a esas horas de la maana por su casa, probablemente por la guerra).

    I3 De las casas vecinas muchas cortinas se corran y todos se admiraban de ver a Rufino en esa faena (indicio de que era algo que Rufino no haca).

    I4 Era un hombre extrao, iba de pesca los jueves y viernes as fuera en Semana Santa o estuviera lloviendo y por eso decan que era ateo. Los martes y los mircoles iba de cacera y siempre traa un venado, o algo,

  • pero nunca regresaba con las manos vacas; por eso decan que tena pacto con el diablo. Los sbados, domingos y lunes se los pasaba sentado (que tenga una rutina indica que es disciplinado y rgido).

    I5 Con los que platicaba nunca estuvo triste ni lamentndose (indicio de que no se centraba en la miseria de su alrededor).

    I6 Las respiraciones eran lentas y sonoras (a pesar de la tensin se trataba de estar en calma; todos estaban a la expectativa).

    I7 Todos los dems ojos tambin vean la radio (indicio de ansiedad). I8 Pregunt a uno y otro lo que pasaba y nadie contestaba lo debido

    (indicio de confusin). I9 En su recorrido miraba rtulos de casas comerciales (indica que ese

    espacio es usualmente un lugar con mucha gente). I10 La iglesia estaba ms llena que nunca (indicio del temor y la

    dependencia de las personas a lo divino para salvar sus vidas). I11 Con extremada rapidez lo infl (indicio de desesperacin).

    Hay casi un equilibrio entre las funciones y los indicios en el cuento. Al ser un cuento relativamente extenso y lleno de accin, las catlisis estn de manera masiva.

    C1 Rufino apag la radio C2 abri un cajn del cual sac un serrucho C3 sinti la tensin C4 dos pares de ojos lo escudriaban C5 los dos pares de ojos desaparecieron C6 contempl orgulloso el palomar C7 dej la radio encendida C8 se llev con l la jaula C9 el conductor miraba la radio C10 otras estatuas tambin caminaban C11 Rufino intent decir algo C12 sinti como si la velocidad que lo haca descender disminua C13 abri los ojos C14 sacudi con fuerza la cabeza C15 mir el reloj C16 se asustaba con los gritos de algunos que oraban C17 volvi a mirar el reloj C18 slo l la pasaba C19 se sac el lpiz de la bolsa C20 dibuj una paloma

    Los informantes son escasos.

    Inf.1 un ave blanca con las alas cortadas

  • Inf.2 Tena una puertecita de entrada y se cerraba con un pedacito de tela metlica.

    Inf.3 las bocas inmviles. Inf.4 la gritera era lejana Inf.5 silencio total Inf.6 un pozo obscuro y sin fondo Inf.7 era una plaza sin estatuas Inf.8 la iglesia estaba ms llena que nunca

    El ave de las alas rotas es un cuento que plasma una sociedad convulsa, no muy distinta de la de hoy en da, vivimos en una guerra, slo que no muchos lo saben. Es un cuento con mucha accin, por lo tanto, no requiere de muchos adornos, puesto que se centra en la mera narracin, no obstante, son de vital importancia los indicios que hacen que Rufino, el personaje principal, tome vida, vida con todos los relieves que el autor le da; sin embargo, estn los indicios en este caso, pero luego o antes de ellos se encuentran explicaciones de estos, no dando lugar a las sugerencias. Empero, no por ello deja de ser una excelente narracin, al contrario, es parte de lo que la hace lo que es. Las catlisis se dan como acciones de relleno, pero siempre en relacin a las funciones cardinales, y se aprecia que es de lo que ms abunda en el cuento; es lo que refuerza el ncleo de la accin principal para impregnarle ms realismo al texto. El narrador del cuento, es el caso del narrador del relato clsico. El narrador sabe ms cosas que sus personajes; sabe todo. Por ejemplo, Rufino anda por la calle, pero no sabe que falta que el gobierno decret estado de sitio, ni se lo imaginaba. Esto el narrador lo sabe.

    El gobierno haba decretado estado de sitio y l no lo saba, tampoco se lo imaginaba.

    La mayor parte del cuento se muestra como una narracin; la representacin es nfima. En el cuento, como se ha mencionado antes, prefiere contar que mostrar o dar importancia a los dilogos. En cuanto a la frecuencia, al prevalecer los verbos en pretrito indefinido a lo largo de la narracin, y porque todos los hechos suceden en una maana, se puede afirmar que el texto es principalmente singulativo.