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UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA “JOSÉ SIMEÓN CAÑAS” MÉTODOS ALTERNOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA TRABAJO DE GRADUACIÓN PREPARADO PARA LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES PARA OPTAR AL GRADO DE LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS POR KARLA AMÉRICA GALLARDO SALAZAR MILTON EDGARDO HERNÁNDEZ GÓMEZ AGOSTO / 2012 SAN SALVADOR, EL SALVADOR, C.A.

Monografía Final

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Page 1: Monografía Final

UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA

“JOSÉ SIMEÓN CAÑAS”

MÉTODOS ALTERNOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN

MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN EN NIÑEZ Y

ADOLESCENCIA

TRABAJO DE GRADUACIÓN PREPARADO PARA LA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

PARA OPTAR AL GRADO DE

LICENCIATURA EN CIENCIAS JURÍDICAS

POR

KARLA AMÉRICA GALLARDO SALAZAR

MILTON EDGARDO HERNÁNDEZ GÓMEZ

AGOSTO / 2012

SAN SALVADOR, EL SALVADOR, C.A.

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UNIVERSIDAD CENTROAMERICANA

“JOSÉ SIMEÓN CAÑAS”

RECTOR

Padre Andreu Oliva S.J.

SECRETARIA GENERAL

Ing. Celina Pérez Rivera

DECANA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y

HUMANIDADES

Licda. Silvia Azucena de Fernández

DIRECTOR DEL TRABAJO DE GRADUACIÓN

Licda. Silvia Cristina Pérez Sánchez

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Page 5: Monografía Final

AGRADECIMIENTOS

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,

pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”

Jeremías 29:11.

Al concluir esta etapa de mi vida, quiero agradecer a Dios por ser mi guía y mi

fortaleza; sin su sabiduría, gracia y amor este esfuerzo no hubiera sido posible.

A mis padres, porque detrás de este logro están ustedes. Gracias por todo su apoyo,

confianza y cariño, que esta sea la recompensa a tantos años de entrega y sacrificios,

los amo muchísimo.

Raquelita: apenas tienes una idea de todo lo que significas para mí, que esto te sirva

de ejemplo y ánimo para lograr todo lo que quieres, porque de la mano de Dios, todo

es posible.

Majo, desde que nacimos me has enseñado el valor de un equipo, de la amistad y

complicidad, gracias por darme fuerza y escucharme en mis noches de desvelo, por

compartir conmigo este sueño, por ser mi hermana y mi amiga.

Abuelita Nilita, desde el cielo sé que estás orgullosa de mí, porque he aprendido y

heredado tu fuerza y entrega. Siempre estás en mi mente y corazón, te amo.

Familia Hernández Gómez, gracias por todas sus atenciones y apoyo, son personas

muy importantes para mí y los aprecio con el corazón.

Milton, culminamos este reto que comenzamos juntos, gracias por tu infinita

paciencia e inagotable apoyo que me hizo mantenerme con ánimos, por compartir

mi vida y mis logros, por ser mucho más que mi compañero. Esta monografía no

hubiera sido lo mismo sin ti, tantos años compartidos, nos conformaron en un gran

equipo. Te amo con todo mi corazón mi amor.

Licenciada Cristy, gracias por aceptar este desafío con nosotros, su guía y enseñanza

fueron un pilar fundamental en el desarrollo de este escrito, toda mi admiración para

usted.

A todos mis amigos y compañeros, formaron parte de esta aventura y siempre los

llevaré en mi corazón.

Con cariño: Karla Gallardo.

Page 6: Monografía Final

AGRADECIMIENTOS

A Dios todopoderoso, por su infinita misericordia.

A mi mamá y mi papá, pues este triunfo les pertenece.

A mis hermanos, abuelos, tíos, primos y amigos, por todo su apoyo.

A todos mis maestros, en especial al Profe Ayala y a usted, Licda. Cristy, por

contagiarme a aprender y enseñar, mil gracias.

A quién más, sino a ti, Karla Gallardo… mi perfecto equilibrio.

Milton Hernández.-

Page 7: Monografía Final

INTRODUCCIÓN

Es innegable que el conflicto es un fenómeno natural en toda sociedad,

que aparece como manifestación de un problema que necesita una solución

que atienda las necesidades de todas las partes implicadas, con el fin de

adoptar un acuerdo satisfactorio, duradero y eficaz para todos. En nuestro

medio existe una tendencia evidente a judicializar y a maximizar los términos

de toda clase de conflictos como la manera más fiable de llegar a una

solución, sin embargo, resolver las controversias familiares por medio de la

incoación de un proceso judicial -que incorpora un sistema de ataque y

defensa e incluso de prueba sobre aspectos muy íntimos de la familia-, trae

como consecuencia el quebrantamiento de las relaciones familiares y por ende

una profundización del conflicto mismo, en vista que los asuntos de esta

naturaleza se caracterizan por su alto contenido afectivo y por la necesidad del

mantenimiento del vínculo entre las partes.

La alta judicialización de los conflictos ha generado, como

consecuencia, la excesiva saturación de los tribunales, que dificulta la pronta y

cumplida administración de justicia que manda la Constitución; por ello, el

proceso no debe ser visto como la única vía capaz de poner fin a una

controversia en todo tipo de procesos, con especial énfasis en aquellos

conflictos que versen sobre pretensiones de familia, de niñez y adolescencia.

En ese contexto, en la búsqueda de un mejor acceso a la justicia, se ha

insistido en la necesidad de impulsar alternativas de solución de conflictos

como soporte a los mecanismos jurisdiccionales, a fin de disminuir el número

de litigios a los que se enfrentan nuestras instituciones y ofrecer a las partes

otras vías capaces de brindar una solución real, eficaz y segura, sin necesidad

siquiera de instar la actividad jurisdiccional y evitar así todo el desgaste que

ello implica.

Estas otras opciones, doctrinariamente, han sido denominadas como

métodos alternos de solución de conflictos -MASC-, dentro de los que

encontramos, con mayor preeminencia, a la conciliación, transacción,

mediación y arbitraje, figuras en las que centraremos nuestro interés.

La presente investigación partirá de la idea general de la existencia de

conflictos originados tanto en materia de familia como en niñez y

adolescencia, para que a partir del aporte doctrinario, legal, jurisprudencial y

práctico podamos inferir en estos métodos alternos una vía idónea para la

solución de las controversias sin necesidad de judicializar los conflictos, con

la certeza de que la utilización de los mismos nos proporcionará igual

seguridad jurídica que un proceso.

Page 8: Monografía Final

INTRODUCCIÓN

De lo anterior podemos colegir que el método a utilizar será el

denominado método deductivo o inferencia deductiva, el cual es un tipo de

razonamiento que nos lleva de lo general a lo particular.

El marco conceptual del presente escrito monográfico consta de cuatro

capítulos. En el primero de ellos se desarrollarán las generalidades respecto al

conflicto: definiéndolo, estableciendo las diferentes clasificaciones a las

cuales está sujeto y enfocándonos especialmente en la clasificación de los

conflictos según se recurra o no a la violencia. De igual forma, se estudiarán

sus diferentes fases o escalas, las cuales son un factor incidente a la hora de

adoptar una u otra forma de solucionar determinadas controversias. En ese

mismo capítulo, se determinarán las diferentes formas de solución de

conflictos, arribando a la clasificación de métodos auto y heterocompositivos,

los cuales a su vez, nos permiten situarnos frente a la clasificación de métodos

adversariales y no adversariales; veremos en esté epígrafe que esta última

clasificación no es excluyente de la primera y finalmente, habiendo dejado por

sentada su base constitucional, se empezará a establecer -a grandes rasgos- las

generalidades de los diferentes métodos alternos de solución de conflictos y

las ventajas y desventajas que estos presentan, con el fin de fundamentar la

importancia de los MASC como una alternativa novedosa para resolver los

conflictos.

En el segundo capítulo, se especificará la aplicabilidad que estos

métodos tienen en el derecho de familia, determinando en primer lugar, qué

puede ser objeto de control de los MASC. En ese capítulo se hará especial

hincapié en la disponibilidad que tienen los derechos en esta materia, ya que

por la misma naturaleza que ostenta, no todos los derechos y deberes

contemplados en el Código de Familia serán susceptibles de ser resueltos a

través de los MASC, esto a la luz del artículo 5 C.F y atendiendo además a los

límites establecidos jurisprudencialmente a la autonomía de la voluntad de las

partes, brindando con ello la plena seguridad jurídica que los acuerdos

alcanzados a través de un MASC, no serán posteriormente invalidados por

haber sobrepasado o haberse convenido sobre algún derecho indisponible. En

ese sentido, se especificará -por medio de un catálogo de las grandes

instituciones jurídicas instauradas en el Código de Familia- cuáles derechos y

deberes están o no sujetos a disposición. Acto seguido, se analizarán a detalle

los siguientes métodos alternos de solución de conflictos aplicables a materia

de familia: conciliación y transacción; determinando sus antecedentes

legislativos y jurisprudenciales, el tratamiento dado como MASC y como

formas anormales de terminación de un proceso, los derechos y deberes

susceptibles de ser conciliados o transigidos y, específicamente en la

conciliación, la forma en que se llevan a cabo las diligencias conciliatorias

Page 9: Monografía Final

INTRODUCCIÓN

ante los jueces de paz. Mediación y arbitraje; sus respectivos antecedentes

legislativos, la regulación que se les da en la Ley de Mediación, Conciliación

y Arbitraje, los derechos y deberes susceptibles de ser arbitrados, así como las

generalidades sobre el Centro de Mediación de la Procuraduría General de la

República.

Ahora bien, siendo que la protección integral de la niñez y adolescencia

es un área que recientemente ha adquirido autonomía normativa en nuestro

ordenamiento jurídico, mediante la sanción de la Ley de Protección Integral de

la Niñez y Adolescencia, es menester establecer si los MASC tienen cabida en

dicha área, dada además la innegable relación que tiene con el derecho de

familia; por ello, en el tercer capítulo se determinará la procedencia que estos

métodos alternos tienen en dicha materia, desarrollando en primer lugar, las

generalidades sobre la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia -

LEPINA-, el impacto que la Convención sobre los Derechos del Niño ha

tenido en dicha ley, en vista de la sustitución de la doctrina de la situación

irregular por la doctrina de la protección integral. Se hará un estudio

pormenorizado de los principios rectores de LEPINA, de la naturaleza de los

derechos y garantías contemplados en ella y se brindará un principio de

postura sobre la capacidad de las niñas, niños y adolescentes, asentando con

ello la posibilidad para que puedan, de forma directa, ejercitar sus derechos a

través de los MASC. De igual forma, se estipulará la protección de los

derechos de la niñez y adolescencia mediante los MASC, determinando las

pretensiones contempladas en el Código de Familia, relacionadas con niñez y

las pretensiones de niñez contempladas en LEPINA que pueden ser objeto de

protección de estos métodos. Finalmente, se establecerá si los derechos

contemplados en LEPINA merecen un tratamiento diferenciado de la materia

de familia y los tipos de métodos alternos que son aplicables para los derechos

de la niñez y adolescencia.

Respecto al cuarto capítulo, se realizará un estudio -a través del derecho

comparado- sobre los diferentes sistemas que han implementado los MASC en

materia de familia y de niñez y adolescencia, específicamente analizaremos

las legislaciones de Argentina, Perú, Costa Rica, Colombia y Venezuela.

Así, el propósito de la presente investigación es darle publicidad a los

MASC como una vía idónea para resolver los conflictos -siempre que se

respeten los límites establecidos- y que el lector conozca con precisión: los

métodos que pueden ser utilizados en materia de familia y en el área de niñez

y adolescencia y además, identifique con facilidad, los derechos y deberes que

en ambas materias pueden ser objeto de ser solucionados mediante métodos

alternos de solución de conflictos.

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Page 11: Monografía Final

CAPÍTULO I

GENERALIDADES

1.1. NOCIÓN DE CONFLICTO

La convivencia en sociedad ha generado desde siempre desavenencias

entre las personas, que van desde lo más trivial hasta confrontaciones de gran

complejidad y que tienen como fundamento esa relación antagónica entre la

satisfacción de las necesidades y la disponibilidad de recursos para satisfacer

las mismas. En un plano concreto, “el conflicto se encuentra muy unido al

cambio que una de las partes pretende introducir, mientras que la otra plantea

resistencia al mismo”1.

En ese contexto, el conflicto es considerado como un elemento social

inherente al ser humano ya que, en la medida en que este se encuentra sujeto a

una constante interacción con otro u otros individuos, cabe la posibilidad que

exista una convergencia de intereses, deseos, necesidades y creencias entre

estos, que en algunas ocasiones, pueden ser discordantes entre sí. Ante ello,

surge la necesidad de la implementación de formas adecuadas para solucionar

esas discrepancias; por ello, es importante que previo al estudio de los

métodos alternos de solución de conflictos -en adelante MASC-,

reflexionemos sobre algunos aspectos relevantes del tema conflictual.

1.1.1. Definición de conflicto

La palabra “conflicto” es utilizada en múltiples sentidos2, comúnmente

hace alusión a una “pelea, batalla o pugna”; sin embargo, teniendo una visión

más amplia del mismo, podemos definirlo como “la relación que se da cuando

los objetivos pretendidos por una persona o grupos resultan (o son percibidos

como) incompatibles (total o parcialmente) con los objetivos que a su vez

pretenden otras personas o grupos”3. Esta definición, resalta el hecho que la

disputa existente puede “ser o parecer” incompatible, en consonancia con lo

anterior, Louis Kriesberg define al conflicto como “una relación entre dos o

más partes que creen tener metas incompatibles”4.

En resumidas cuentas, podemos definir al conflicto como una relación,

entre dos o más partes, que resulta afectada o nace afectada, lo cual deviene

por la percibida divergencia de intereses y valores que compiten entre sí. “La

1 Cfr. T. BERNAL SAMPER, Conferencia marco: la mediación como alternativa extrajudicial, 9.

2 Es preciso hacer la acotación, que cuando el conflicto se genera entre dos partes se le denomina “disputa”.

Pero existe otro tipo de conflicto a nivel individual, surgiendo así el concepto de “dilema”. 3 Cfr. E. VINYAMATA - S. FARRÉ y otros, Tratamiento y transformación de conflictos. Métodos y recursos en

conflictología, 80. 4 Cfr. L. KRIESBERG, Sociología de los conflictos sociales, 32.

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MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 12

existencia de un conflicto imposibilita que las partes involucradas logren

divisar una alternativa disponible que satisfaga las aspiraciones de ambas

partes”5, lo cual también depende del nivel o ciclo en el que se encuentre la

controversia.

1.1.2. Clasificación de los conflictos

Los conflictos son clasificados y vistos de diferentes formas, teniendo

una significación en función de su contexto, podemos clasificarlos en:6

Según los

colectivos

implicados

Interpersonales Intrapersonales Individuales Colectivos

Sociales Internacionales Ecológicos Económicos

Según el

tipo de

comporta-

miento

De evitación Competitivo Colaborador Complacientes Transigente

Según la

temática

De interés Estructurales De relación De información De valores

Según la

percepción

Latentes Emergentes Manifiestos Pseudoconflicto

Según se

recurra o no

a la

violencia7

Polemiales No violencia Judiciales Agonales

Sin embargo, para la temática de los MASC, nos enfocaremos en la

clasificación de los conflictos según se recurra o no a la violencia, esto porque

es la clasificación que se basa, no en la dimensión o naturaleza del conflicto,

sino en la forma en que se aborda su solución, dentro de las que podemos

identificar formas directas, formas heterocompositivas y autocompositivas en

las que la intervención de un tercero puede llegar a ser o no vinculante y

donde el protagonismo de las partes será menor o mayor, según sea el caso.

Dentro de esta clasificación encontramos cuatro tipos:

1.1.2.1. Polemiales

La palabra polemiales, proviene del griego polemos que significa

enemigo, en estos tipos de conflictos ambas partes recurren a la violencia o a

la fuerza para intentar cambiar la voluntad de su rival. Esta idea nos remite a

5 Cfr. E. HIGHTON - G. ÁLVAREZ, Mediación para resolver conflictos, 44.

6 Cfr. L. BARCELAR DE SOUZA, Una mirada genérica de los conflictos, mayo 2009, en

www.eumed.net/rev/cccss/04/lsb.htm 7 Cfr. F.A. MILLA, Conflicto extrajudicial: mediación, arbitraje, negociación, 103.

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CAPÍTULO I: GENERALIDADES 13

la figura de la autotutela, que se caracteriza porque las partes en conflicto

pretenden imponer su pretensión en desmedro de los intereses del otro, donde

al final terminará imponiéndose el más fuerte. A la autotutela “se le ha

considerado una forma egoísta de resolver litigios, pues implica la

confrontación antes que la concertación, además que la solución proviene de

una parte del conflicto, por lo que la solución no es imparcial”8.

1.1.2.2. La no violencia

Hace referencia a que una de las partes, normalmente la más pujante,

recurre a la utilización de la violencia para doblegar la voluntad de la otra; sin

embargo, esta última, renuncia a la violencia expresamente, lo cual no

significa que abdica a sus intereses sino que responde a la otra parte con una

estrategia diferente.

1.1.2.3. Judiciales

En este tipo de conflictos, las partes pretenden resolverlos con la

intervención de un tercero, el juez, quien con los argumentos que le son

presentados resuelve el conflicto y lo hace, no conforme a la voluntad de los

intervinientes, sino apegado a lo dispuesto por una norma o -en algunos casos,

inclusive- a un antecedente judicial y en ocasiones puede llegar a imponer sus

resoluciones recurriendo a la fuerza cuando fuere necesario.

1.1.2.4. Agonales

La palabra agonal, proviene del griego agón que significa juego. Este

concepto de agón, está muy relacionado con la lucha interna que tiene cada

persona para salir adelante, conlleva la lucha como principio rector y se

desarrolla desde el comienzo sobre el supuesto de la igualdad de

posibilidades9. En este tipo de conflictos no cabe el enfrentamiento explícito ni

implícito. Uno de los elementos que se divisa cuando hablamos de conflictos

agonales es el respeto que cada parte tiene respecto de la voluntad de su

oponente, que no es más que la convicción que tienen los intervinientes del

derecho propio y el reconocimiento del derecho de la otra parte.

1.1.3. Ciclo del conflicto

En todo conflicto se produce una dinámica de interacción entre las

partes que progresa según la conciencia que las mismas tienen del mismo y de

8 Cfr. L.O. VADO GRAJALES, Medios alternativos de resolución de conflictos, 29 marzo 2012, en

www.bibliojuridica.org/libros/5/2264/19.pdf, 373. 9 Cfr. F.M. DÍEZ FISCHER - A.R. DÍEZ FISCHER, El juego agónico del arte, 8 marzo 2009, en

www.institucional.us.es/fedro/uploads/pdf/n8/diaz.pdf, 85.

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MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 14

los intereses puestos en juego, lo cual puede incidir en la forma de solucionar

determinada controversia. Se dice que el conflicto se desarrolla en tres fases

principales, las cuales se encuentran relacionadas con la intensidad del

conflicto mismo.

1.1.3.1. Escalada

Este ciclo, se refiere a la superación de uno o más umbrales de

intensidad del conflicto, en donde se alcanza el momento supremo del mismo.

Una vez que el conflicto se encuentra en este ciclo las partes recurren,

comúnmente, a un mecanismo de solución que implica eminentemente una

contención entre ellas.

1.1.3.2. Estancamiento

Este momento se divisa dentro del ciclo del conflicto cuando este se

estabiliza; ambas partes deciden que no desean competir, sino cooperar para

satisfacer sus necesidades e intereses de forma equitativa. En esta etapa, se

cuestiona la utilidad del uso de medios coercitivos o adversariales para

resolver el conflicto como la vía más útil e idónea que proporcione a ambas

partes una satisfacción integral de sus intereses, lo cual no siempre da lugar a

la última fase conocida como desescalada pues el conflicto puede frenarse y

repentinamente activarse hacia la escalada10.

1.1.3.3. Desescalada

En esta etapa el conflicto se va reduciendo de forma paulatina, este

momento “es considerado como una de las maniobras más complicadas que

pueden realizarse durante un conflicto porque comúnmente suelen

interpretarse de forma errónea las acciones que una u otra parte realice para

disminuir la intensidad del conflicto, lo que puede retrotraer este ciclo al de

escalada”11. En esta etapa se busca que las partes alcancen objetivos comunes a

través de la interacción entre ellas, lo cual se considera como el momento

oportuno para recurrir a mecanismos de solución de conflictos no

adversariales dirigidos hacia la cooperación y equidad entre los intervinientes,

generando que intereses que en un primer momento se consideraban como

innegociables, sean finalmente satisfechos para ambas partes.

La importancia de conocer las diferentes fases o ciclos del conflicto es

para determinar, precisamente, cuál es la etapa que resulta más factible para la

10 Cfr. F.A. MILLA, Conflicto extrajudicial: mediación, arbitraje, negociación, 103. 11 Op. Cit., 104.

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CAPÍTULO I: GENERALIDADES 15

aplicación de los MASC. Dependiendo del nivel de la intensidad en que se

encuentre la pugna las partes podrán priorizar sus propios intereses en defecto

de los del otro, o bien plantearse la posibilidad de hacer concesiones

individuales o mutuas que los lleven a fraguar una solución integral y

extrajudicial. En ese orden de ideas, entre mayor sea la tensión, las partes

adoptan posturas más rígidas que no les permite visualizar alternativas de

solución, ni negociación, para encontrar la más idónea sin necesidad de

recurrir a los tribunales; por el contrario, en la medida en que la tensión

disminuye la interacción y el diálogo entre las partes aumenta, pues empiezan

a tomar conciencia de que pueden satisfacer sus intereses sin afectar los de la

otra parte. Por todo lo anterior, podemos concluir que a partir de la fase de

estancamiento es posible plantearse la posibilidad de la utilización de los

MASC, pero indudablemente, será la fase de desescalada el momento más

propicio para su implementación.

1.2. FORMAS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Las formas de solución de conflictos, con el transcurso de los años, han

ido sufriendo mutaciones, lo cual nos permite identificar diferentes etapas a

tratar.

En un primer momento, podemos decir que la solución de controversias

perteneció a las partes, lo que doctrinariamente conocemos como la justicia de

propia mano o autotutela, donde terminaba imponiéndose la ley del más

fuerte12 y en esa lógica lo que se buscaba era la supresión de la parte contraria,

que al final de cuentas no implicaba una verdadera solución. Lo anterior

requirió de una transformación gradual, que llevó al abandono de estas formas

directas de solución de conflictos, optando por mecanismos en donde

intervenía un tercero, que generalmente era la persona de mayor autoridad y

respeto dentro de la comunidad, a quien se le otorgaba cierta capacidad de

decisión sobre esa controversia. La intervención de un tercero suscitó

múltiples inconvenientes, pues en ciertos casos se le imputaba la falta de

imparcialidad, rectitud e ilustración.

En la búsqueda, tanto de un equilibrio entre la necesidad y la

disponibilidad de recursos, como de un mecanismo que satisficiera ese anhelo

de objetividad y justicia, el proceso se constituyó en un mecanismo

12

Una de las manifestaciones históricas de esta peculiar forma de hacer justicia es la denominada Ley del

Talión, que encuentra su significación gráfica en la frase “ojo por ojo, diente por diente”. Dicha ley hace

referencia al principio jurídico de justicia retributiva, en donde el castigo impuesto era igual al crimen

cometido. Históricamente, constituye el primer intento por establecer una proporcionalidad entre el daño

recibido en un crimen y el daño producido en el castigo, con el fin de evitar una respuesta desproporcionada

debido al deseo de venganza.

Page 16: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 16

universalmente aceptado, que proporcionaba a las partes una vía idónea para

la satisfacción de sus intereses, garantizando así la convivencia en comunidad.

Sin embargo, tal como Juan Carlos Mato Gómez, lo ha manifestado:

“[…] En los últimos años están emergiendo formas de resolución de problemas

que devuelven el protagonismo a los individuos y a las partes interesadas. Parece

como si estuviera fraguándose un nuevo pacto social en el que los principios y los

procedimientos tradicionales de solución de problemas hayan tocado techo, se

hayan visualizado sus límites y empezara a cambiar la lógica sobre la que pueden

operar los distintos actores que conforman el escenario y las situaciones de

conflicto”13.

Estas nuevas formas, nos permiten arribar a la clasificación de los

denominados métodos auto y heterocompositivos, que sistematizan algunos de

los mecanismos por los cuales se aborda la solución de un conflicto. Siendo la

diferencia, en términos generales, que en los métodos autocompositivos la

solución proviene de las partes14 y en los heterocompositivos es un tercero

neutral quien impone dicha solución.

Lo anterior nos permite hacer ciertas deducciones. Por un lado que el

proceso judicial no es irremediablemente la única forma de acabar con un

conflicto o, dicho en otras palabras, existen formas alternas de solución de

conflictos, las cuales rompen con la estructura tradicional al constituirse en

una opción novedosa para hacer frente a determinadas controversias sin

necesidad de instar la actividad jurisdiccional. Por otro lado, también nos

permite situarnos frente a la clasificación de métodos adversariales y métodos

no adversariales. Esta última clasificación no es excluyente de la primera y

nos ofrece múltiples ventajas en relación al objeto de estudio de la presente

investigación, pues no solo se decanta por el criterio que opta por dividir estos

métodos según la solución provenga o no de un tercero, sino que también nos

introduce un nuevo elemento: la relación que hay entre las partes en conflicto,

pues en los métodos adversariales las partes se convierten en “contendientes”,

mientras que en los no adversariales la relación es más bien de diálogo, de

cooperación y concesiones unilaterales o recíprocas.

Es así como dentro de los métodos autocompositivos encontramos -

principalmente- a la transacción, conciliación y mediación, que son métodos

eminentemente no adversariales. Por el contrario, dentro de las formas de

heterocomposición tenemos al arbitraje y al proceso judicial, que por regla

general son adversariales.

13

Cfr. J.C. MATO GÓMEZ, Prólogo, 6. 14

Lo cual no implica que no pueda participar un tercero, puede hacerlo, pero su participación no es vinculante

en relación a la decisión final que se tome, sino que su función -en esencia- se limita a ser la de un

“facilitador”.

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CAPÍTULO I: GENERALIDADES 17

1.2.1. Métodos adversariales

Son aquellos donde las partes depositan en un tercero la responsabilidad

de solución del conflicto. En este tipo de métodos las personas se convierten

en contendientes y es el tercero neutral quien -luego del aporte fáctico y

probatorio necesario- termina imponiendo una solución en la que una parte

resultará “vencida”15. Cabe recalcar que la decisión final no tiene como

sustento, en estricto sentido, el satisfacer plenamente los intereses de los

involucrados, sino más bien su apego a lo pre-establecido, tanto en los cuerpos

normativos como en los antecedentes judiciales, aunque esto devenga en un

aprovechamiento de alguna de las partes.

Típicamente, podemos ubicar en este grupo al arbitraje -del cual nos

ocuparemos de forma más detallada en un apartado posterior- y al proceso

judicial.

Optar por la vía judicial o arbitral, supone acudir a una normativa

procesal basada en la acusación y la defensa, que encuentra sustento en un

sistema de confrontación donde las partes han perdido protagonismo al tener

que aceptar lo que un tercero decida. Lo anterior conlleva a que el resultado

final, es decir la sentencia judicial o el laudo arbitral, en muchos de los casos

no sea el esperado para una o para ambas partes, lo que puede degenerar -en

algunos casos- en la falta de compromiso frente al cumplimiento de los

términos estipulados.

Por otra parte y como premisa fundamental debemos dar por sentado

que el proceso no es ni la primera ni la única vía capaz de poner fin a un

conflicto, si bien es cierto, en un primer momento y aún hoy en día sigue

constituyéndose como un mecanismo universalmente aceptado, cabe

plantearse la interrogante de si el proceso sigue constituyéndose en esa vía

idónea, si a su vez es capaz de dar solución a los problemas que enfrenta

nuestro sistema judicial y sí, por el contrario, cabe plantearse la utilización de

otras formas de resolver los conflictos.

1.2.2. Métodos no adversariales

Son aquellos en los cuales el poder decisorio pertenece a las partes en

discordia, son ellas quienes con base a la colaboración, al consenso y

concesiones -equiparadas o no- acuerdan llegar a una solución. En algunas

ocasiones, para llegar a una solución integral, una o ambas partes tendrán que

ceder en sus pretensiones, pero al final de cuentas los beneficios serán mutuos.

Lo importante de esa clasificación es que se rompe con ese antagonismo entre

las partes y nos sitúa, en algunas ocasiones, frente a una nueva fórmula: 15

Cfr. L.O. VADO GRAJALES, Medios alternativos de resolución de conflictos, 29 marzo 2012, en

www.bibliojuridica.org/libros/5/2264/19.pdf, 377.

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MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 18

“ganar-ganar” o en todo caso, se da la presencia de concesiones equiparadas.

Lo anterior, hace que exista un mayor compromiso de cumplimiento frente a

los puntos acordados, pues la decisión se basa en la satisfacción de los

intereses de quienes están involucrados.

Si bien es cierto puede intervenir un tercero, este no puede imponer

soluciones, sino que su rol es más bien el de un facilitador y en ese contexto

su papel se torna secundario, en el sentido que subsidiariamente puede hacer

propuestas de solución. Pertenecen a esta clasificación la transacción, la

mediación y la conciliación, los cuales se desarrollarán puntualmente en el

transcurso de esta investigación.

1.3. MÉTODOS ALTERNOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS (MASC)

Como ya mencionamos, no existe una única forma de resolver los

conflictos. El proceso ha sido considerado como la figura por excelencia a

través de la cual se resuelve la mayoría de ellos; sin embargo, los MASC se

presentan como una alternativa novedosa, ya que rescatan la idea de que son

las partes las únicas involucradas en el conflicto y por lo cual, son ellas “las

que deben decidir cómo resolverlo optando por múltiples posibilidades, en

donde el proceso es una más, pero ni la única ni la más recomendable

siempre”16. De lo anterior, podemos colegir que estos métodos alternos son una

vía idónea para la solución de las controversias sin necesidad de judicializar

los conflictos, con la certeza de que la utilización de los mismos nos

proporcionará igual seguridad jurídica que un proceso.

La denominación de métodos alternos de solución de conflictos no es la

única que se ha acuñado. También son conocidos como Medios Alternativos

de Resolución de Conflictos o MARC, Alternative Dispute Resolution (ADR)

o Resolución Alternativa de Disputas (RAD), sin embargo, la idea sigue

siendo la misma.

1.3.1. Definición

Los MASC “consisten en diversos procedimientos mediante los cuales

las personas pueden resolver sus controversias sin necesidad de una

intervención jurisdiccional”17. La importancia y novedad de estos métodos es

que, más que imponer una solución, permiten a las partes crear la suya de

acuerdo a sus necesidades e intereses. Encontramos entre estos métodos a la

conciliación, mediación, arbitraje y transacción como las figuras más

16

Cfr. L.O. VADO GRAJALES, Medios alternativos de resolución de conflictos, 29 marzo 2012, en

www.bibliojuridica.org/libros/5/2264/19.pdf, 376. 17

Op. Cit., 377.

Page 19: Monografía Final

CAPÍTULO I: GENERALIDADES 19

utilizadas, en donde el poder de las partes puede ser mayor o menor en

términos de la decisión.

1.3.2. Base constitucional de los MASC

Los métodos alternos de solución de conflictos (MASC), son maneras

alternativas al sistema judicial tradicional combativo que permiten la solución

privada de los conflictos. Dicha posibilidad de resolver las controversias a

través de los MASC, encuentra su asidero constitucional en el art. 23 de

nuestra carta magna, el cual reza:

Se garantiza la libertad de contratar conforme a las leyes. Ninguna persona que

tenga la libre administración de sus bienes puede ser privada del derecho de

terminar sus asuntos civiles o comerciales por transacción o arbitramento. En

cuanto a las que no tengan esa libre administración, la ley determinará los casos

en que puedan hacerlo y los requisitos exigibles.

Si bien es cierto, la Constitución da la posibilidad de resolver los

conflictos a través de formas alternas al proceso, ella misma le reconoce a la

jurisdicción ordinaria la facultad de administrar justicia a través de los

diferentes tribunales, art. 172 Cn., de lo que podemos inferir que ambas vías,

son consideradas, por nuestra carta magna, como válidas para la solución de

los conflictos; por lo tanto, cada ley secundaria, dependiendo la materia de la

cual se trate, tiene la posibilidad de regular la solución de controversias a

través de los MASC. En materia de familia, nuestro referente principal será la

Ley Procesal de Familia, específicamente lo dispuesto en el art. 84 de dicho

cuerpo legal.

1.3.3. Principales métodos alternos de solución de conflictos

1.3.3.1. Conciliación

En términos generales, la conciliación es entendida como “el intento de

un tercero de lograr un entendimiento entre las partes de una contienda o

juicio, que implica recíprocas concesiones para llegar a un acuerdo razonable

para ambas”18. En esta figura el tercero interviniente se denomina conciliador,

quien garantiza imparcialidad, rapidez, confiabilidad, total reconocimiento y

validez del acuerdo logrado entre las partes; y quien, en determinado momento

y de forma subsidiaria, podrá hacer propuestas -subsidiarias- de arreglo a las

18 Cfr. CONSEJO PERMANENTE DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS, Métodos alternativos de

resolución de conflictos en los sistemas de justicia de los países americanos, 03 diciembre 2001, en

www.oas.org/consejo/sp/cajp/docs/cp09044s04.doc, 7.

Page 20: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 20

mismas, a fin de facilitar el acuerdo conciliatorio, sin que estas lleguen a ser

vinculantes para las partes.

Según De Pina y De Pina Vara la conciliación es un “… acuerdo

celebrado entre quienes se encuentran ante un conflicto de intereses, con

objeto de evitar un juicio o poner rápido fin a uno ya incoado (sin correr todos

los trámites que, en otro caso, serían precisos para concluirlo)”19.

La participación del conciliador es incluso menos activa en relación al

papel de los terceros en otras figuras en estudio, pues “no tiene ninguna

capacidad decisoria sobre la controversia, ni debe conducir el proceso de

forma que induzca a una determinada decisión”20, prácticamente se limita a

reunir a las partes en un ambiente propicio para conseguir el acuerdo21, el cual

adquirirá fuerza legal independientemente se dé intra o extra proceso.

En nuestro ordenamiento jurídico y de la materia que nos corresponde

estudiar, esta figura se encuentra consagrada en el art. 84 L.Pr.F., del cual se

puede colegir que la conciliación tiene dos modalidades, puede ser entendida

como una forma anticipada de terminación del proceso en la medida en que se

constituye como una etapa del procedimiento judicial22, pero también como un

método alterno de solución de conflictos, adquiriendo un carácter

extrajudicial; lo anterior, dependiendo del momento en que tenga lugar.

Es de hacer notar que dicho artículo también sirve de base para que

pueda hablarse de transacción y arbitraje en materia de familia, sin embargo,

se ahondará con mayor profundidad dicho tratamiento legal en el siguiente

capítulo.

Eduardo Pallares señala la importancia de distinguir la conciliación de

la transacción, estableciendo que “para que haya transacción es indispensable

que haya sacrificios recíprocos de las dos partes en lo concerniente a derechos

o pretensiones sobre los que se disputa. En cambio, la conciliación no exige

dicho sacrificio”23. De dicho razonamiento podemos desprender que la

conciliación es el género y la transacción la especie, ya que si bien es cierto,

ambas pueden ser aplicables para la solución de controversias, y poseen

características similares solo en la transacción aparece como indispensable la

existencia de sacrificios recíprocos entre las partes contrario sensu a la

19

Cfr. F. ESTAVILLO CASTRO, Medios alternativos de solución de controversias, 30 marzo 2012, en

www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/jurid/cont/26/pr/pr25.pdf, 387. 20

Cfr. J. FÁBREGA P., Medios alternativos de solución de conflictos con especial referencia a la República de

Panamá y Estados Unidos, 4 abril 2012, en www.biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/745/21.pdf, 320. 21 Cfr. T. BERNAL SAMPER, Conferencia marco: la mediación como alternativa extrajudicial, 12. 22

El art. 102 y siguientes L.Pr.F., establece la etapa conciliatoria como fase dentro de la audiencia preliminar

en la cual las partes tienen la posibilidad de llegar a un acuerdo conciliatorio total o parcial, sin embargo, el

art. 84 L.Pr.F. también da la posibilidad de conciliar en el proceso hasta antes de ser dictado el fallo. 23

Cfr. E.PALLARES, Diccionario de Derecho Procesal Civil, 154.

Page 21: Monografía Final

CAPÍTULO I: GENERALIDADES 21

conciliación, que se concibe -incluso- sin la necesidad de que subsistan

concesiones recíprocas.

A continuación estudiaremos a grandes rasgos, lo concerniente a la

transacción.

1.3.3.2. Transacción

Según el art. 2192 del Código Civil:

La transacción es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un

litigio pendiente, o precaven un litigio eventual. No es transacción el acto que

sólo consiste en la renuncia de un derecho que no se disputa.

Según el Código Civil francés la transacción es:

Un contrato por el que las partes ponen término a un litigio ya nacido o previenen

un litigio por nacer.

Como se mencionó en párrafos anteriores, dicha figura tiene su asidero

legal en materia de familia en el art. 84 L.Pr.F.

De las definiciones anteriores podemos extraer que la transacción tiene

una doble connotación -al igual que la conciliación- es considerada, tanto una

forma anormal de terminar un proceso, como un método alterno de solución

de conflictos; sin embargo, puede llegar a ser también un modo de extinguir

las obligaciones. De momento no profundizaremos al respecto, nos

referiremos a ello en el capítulo posterior.

Para que exista transacción, deben cumplirse los siguientes requisitos:

Una controversia entre las partes involucradas.

Concesiones recíprocas.

Capacidad de las partes.

Consentimiento.

1.3.3.3. Mediación

Esta figura no adversarial de solución de conflictos, “consiste en la

intervención de un tercero (mediador) quien, advertido del conflicto existente,

se acerca a las partes o viceversa para posibilitar la comunicación entre ellas y

contribuir a la resolución del conflicto”24.

Es importante destacar que el mediador no propone soluciones de

arreglo, su papel es facilitar la comunicación entre las partes involucradas

ayudándolas en la búsqueda pacífica de soluciones, lo cual difiere con el papel

del juez en un proceso judicial y del árbitro en el arbitraje, en donde la

decisión es impuesta a las partes. En la mediación el abanico de soluciones 24

Cfr. F.A. MILLA, Conflicto extrajudicial: mediación, arbitraje, negociación, 180.

Page 22: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 22

proviene de los sujetos involucrados en el conflicto, lo cual tiene semejanza

con lo que ocurre en la conciliación, pues las partes mantienen su poder de

decisión, en ambas figuras no existe imposición por parte de un tercero.

En la mediación no existe vencedor ni vencido25, ya que los acuerdos

alcanzados por las partes son beneficiosos para ambas y al existir

consentimiento mutuo para concluir el conflicto se torna más fácil el

cumplimiento de dichos acuerdos.

La mediación se caracteriza por ser flexible y ajustable a cada

circunstancia y a pesar que no es ritualista sí tiene un procedimiento definido

que debe seguirse, en la medida de lo posible, el cual se estudiará a detalle

posteriormente; sin embargo, el mediador puede ajustar dicho procedimiento

en tanto se cumpla la función de la mediación: avenir a las partes para la

solución de su conflicto.

Es importante hacer una distinción entre conciliación y mediación, en

razón que, en ocasiones, suelen ser confundidas. En la conciliación, las partes

tienen un papel menos activo que el del conciliador ya que la elaboración de

las propuestas de solución son realizadas por este último y las partes se ven

influenciadas por ellas, con lo que se genera una menor propiedad en la

solución del conflicto. En cambio, en la mediación las partes sí tienen un

papel más protagónico ya que son ellas las que construyen por sí mismas la

solución del conflicto, lo que genera mayores posibilidades de cumplimiento26.

1.3.3.4. Arbitraje

Al hablar de arbitraje nos encontramos frente a una figura

eminentemente adversarial y podemos definirla “como un proceso de

negociación donde el árbitro tiene poder para tomar decisiones y las partes se

comprometen previamente a someterse a ellas, aceptando su juicio”27.

El arbitraje es uno de los métodos alternos de solución de conflictos de

mayor desarrollo doctrinario y práctico; sin embargo, pese a que las partes

conservan cierto grado de decisión esta se ve limitada a cuestiones como el

número de árbitros que participarán y el proceso para su designación -que

pueden ser uno o varios y de derecho o amigables componedores-, las normas

procedimentales por las que deberá sustanciarse, la sede arbitral, etc., pero al

final de cuentas una vez iniciado el proceso las partes pierden el control sobre

25

Lo cual es una característica de los métodos alternos de solución de conflictos. 26

Cfr. Diferencias entre conciliación y mediación, 2 diciembre 2007, en www.limamarc-

revista.blogspot.com/2007/12/diferencias-entre-mediacion-y.html 27

Cfr. T. BERNAL SAMPER, Conferencia marco: la mediación como alternativa extrajudicial, 12.

Page 23: Monografía Final

CAPÍTULO I: GENERALIDADES 23

el mismo; es por ello, que pese a la connotación consensual que pueda tener

esta figura, mantiene su naturaleza heterocompositiva.

1.3.3.5. Otras figuras

Es importante no dejar de lado que existen otros mecanismos de

solución de conflictos, por lo cual resulta pertinente enumerarlos. Es así que

podemos comprender dentro de los métodos alternos de solución de conflictos

también:

Negociación.

Mini trial.

Tribunal multipuertas.

Juez de alquiler.

Arbitraje delegado.

Oyente neutral.

Evaluación neutral previa.

Juicio sumario por jurados.

Decisión no obligatoria

Dispute boards.

Expertise.

1.4. FACTIBILIDAD DE LA APLICACIÓN DE LOS MASC

1.4.1. Beneficios y alcances

Si bien los métodos alternos de solución de conflictos no pretenden

sustituir al órgano jurisdiccional, pero sí lo pueden coadyuvar, por ello se

vuelve necesario estudiar cuáles son los beneficios que estos ofrecen,

pudiéndose mencionar, entre otros:

Ayudan a descongestionar los tribunales y a acortar el tiempo de los

procesos.

Por tratarse de una solución mutuamente aceptable, la solución

puede con mayor facilidad convertirse en definitiva y ser ejecutada

de inmediato.

Los MASC representan para las partes y el Estado un costo

sustancialmente inferior al de los litigios judiciales, por lo cual se

facilitaría el acceso a la justicia a aquellas personas que por los

costos que un proceso implica, deciden abandonar o eludir el

conflicto.

Al utilizarse el sistema “ganar-ganar”, ambas partes obtienen un

provecho, ya que la solución alcanzada se adapta a sus necesidades e

Page 24: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 24

intereses, por lo cual pueden conservar y hasta acrecentar su

relación.

Existe un mayor control de confidencialidad al dirimir las

controversias mediante los MASC, ya que lo resuelto no se

transcribe públicamente a un expediente.

Con la aplicación de los MASC, se espera que haya un cambio en el

paradigma que se tiene respecto a la justicia, motivando así a las partes a

resolver sus conflictos, conservado su poder de decisión para tener mejores

resultados.

1.4.2. Desventajas y limitantes

Una de las mayores desventajas que presentan los MASC, no tiene que

ver con su eficacia, sino más bien con la tesis del “monopolio jurisdiccional”;

aunado a ello, pocos conflictos admiten ser resueltos mediante mecanismos

diferentes al proceso ya que se piensa que no gozan de la misma seguridad

jurídica que el proceso mismo. Sin embargo, existen más desventajas que

limitan la aplicación de los MASC para resolver los conflictos:28

Algunas de las partes interpretan la aceptación de los MASC como

un signo de debilidad de su parte, o que se puede cuestionar la

imparcialidad con que actúa el tercero.

Existe el riesgo de que en caso de no prosperar los MASC la

contraparte se avoque al órgano jurisdiccional utilizando la

información vertida en contra de su oponente.

Debido a la eminente cultura litigiosa que existe, los MASC no

gozan del mismo nivel de confianza que el proceso.

28

Cfr. J. FÁBREGA P., Medios alternativos de solución de conflictos con especial referencia a la República de

Panamá y Estados Unidos, 4 abril 2012, en www.biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/745/21.pdf, 314.

Page 25: Monografía Final

CAPÍTULO II

APLICABILIDAD DE LOS MÉTODOS

ALTERNOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN MATERIA DE

FAMILIA 2.1. DELIMITACIÓN

Una vez establecida la importancia de los MASC como una alternativa

novedosa para resolver los conflictos, es necesario determinar la aplicación de

los mismos en el área del derecho de familia. Es de hacer notar que no todos

los derechos y deberes contemplados en la legislación familiar son

susceptibles de ser resueltos a través de los MASC; si bien es cierto, el nivel o

ciclo en el cual se encuentre la controversia es determinante al momento de

establecer cuándo se puede recurrir a ellos y cuándo no, el factor para

establecer la procedibilidad de los MASC está más ligado -con preeminencia-

a la observancia del principio de legalidad, al apego a los principios rectores

que retoma el Código de Familia, entre otras limitantes.

Partimos de la premisa que todo acuerdo tomado por las partes y que no

respete los límites legales establecidos será inválido, de ahí la importancia de

conocer las diferentes figuras jurídicas contenidas en el Código de Familia y

sus diferentes connotaciones para determinar, consecuentemente, sus propias

limitaciones. En segundo lugar, las normas que a favor de la familia establece

el código, deben ser interpretadas de acuerdo a sus principios rectores

tomando en cuenta que los derechos y deberes ahí establecidos son, por regla

general, irrenunciables e indelegables, esta característica la recoge

específicamente el art. 5 C.F.; y, en tercer lugar, “las normas que regulan las

relaciones familiares son de orden público y por lo tanto sus efectos no pueden

ser modificados por la simple voluntad de las partes”29.

No obstante, las múltiples ventajas identificadas en la utilización de los

MASC, su aplicación no debe ser arbitraria ya que -siempre y en todo caso-

deberán respetarse los límites ya enunciados.

2.1.1. Qué puede ser objeto de control de los MASC

Una vez hemos dado por sentado que no todos los derechos y deberes

establecidos en la legislación familiar podrán ser objeto de aplicación de los

MASC, vale también decir que es una tarea en suma complicada, puesto que

difícilmente encontraremos un cuerpo normativo, un aporte doctrinal o

jurisprudencial que exprese de una manera pormenorizada aquellos derechos y

29

Cfr. A.C. DE BUITRAGO - E.D. BONILLA DE AVELAR y otros, Manual de derecho de familia, 35.

Page 26: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 26

deberes que podrán estar sujetos a aplicación de los MASC y, contrario sensu,

aquellos que estarán excluidos de ser resueltos mediante estas vías alternas, de

igual forma no encontramos regulada ni en la ley ni en la jurisprudencia una

clasificación o definición de los derechos y deberes disponibles; si bien el art.

5 C.F. nos puede servir como punto de partida para determinar qué puede ser

disponible y qué no, no encontramos en el código otra disposición que nos

haga referencia a dicho concepto.

Frente al impase antes enunciado y ante la necesidad de establecer

cuándo podrán ser aplicados los MASC, se vuelve necesario retrotraernos a las

características de estos métodos; en ese sentido, tenemos que la sujeción a un

MASC deviene de la voluntariedad de las partes en conflicto, lo anterior nos

trae a cuenta la noción del principio de la autonomía de la voluntad de las

partes, que encuentra su sustento en el art. 8 de nuestra carta magna, al

disponer que:

Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda ni privarse de lo que ella no

prohíbe.

Vale aclarar que este principio no vincula de igual forma a los

funcionarios gubernamentales que a los particulares, puesto que los primeros

únicamente podrán hacer aquello que expresamente disponga la ley, art. 86

inciso tercero de nuestra Constitución. Lo expuesto con antelación nos

recuerda al aforismo jurídico según el cual en el derecho público solo cabe

realizar lo que expresamente esté permitido, mientras que en el derecho

privado puede hacerse todo, salvo que esté expresamente prohibido.

El principio de autonomía de la voluntad de la partes puede ser definido

como “[…] el poder que el ordenamiento jurídico reconoce a los particulares

de regular por sí sus intereses o, como prefieren decir otros, sus relaciones

jurídicas con los demás sujetos”30. Ahora bien, tal como se ha sostenido en

variada jurisprudencia nacional, la autonomía de la voluntad no debe en modo

alguno absolutizarse ni sacralizarse, en otras palabras, dicha libertad encuentra

limitantes que vienen dadas por la ley, la moral, el orden público y las buenas

costumbres31.

En la materia en cuestión, la aplicación de la autonomía de la voluntad

se ve atenuada en un mayor grado y es que, a pesar de no existir un consenso a

nivel doctrinal sobre la ubicación del derecho de familia, nuestro

30

Cfr. A. ALESSANDRI RODRÍGUEZ - M. SOMARRIVA UNDURRAGA, y otros, Tratado de Derecho Civil. Parte

preliminar y parte general, 155. 31

Cfr. Sentencia de la Sala de lo Civil 1530-2002 pronunciada el treinta de septiembre de dos mil nueve,

Sentencia de la Cámara de Familia de la Sección del Centro CF01-164-A-2002 pronunciada el dieciséis de

octubre de dos mil tres y Sentencia de la Sala de lo Constitucional 26-2008 pronunciada el veinticinco de

junio de dos mil nueve.

Page 27: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 27

ordenamiento se decanta por la tendencia que opta por incluirlo en una tercera

categoría, que difiere de la tradicional postura que se inclina por una visión

bipartita del derecho al dividirlo en público y privado. En concreto, dada las

características propias y acorde a nuestra legislación, el derecho de familia se

ubica dentro del derecho social; Sara Montero Duhalt define al derecho social

como “el conjunto de nuevas ramas jurídicas protectoras de ciertos sectores

específicos del grupo social”32. Ahora bien, en atención al contenido de los

derechos y deberes ahí regulados y al interés del Estado por intervenir y

garantizar los mismos, sus normas son consideradas de orden público.

Hemos dicho que según nuestro derecho interno ubicaremos la

normativa familiar dentro del derecho social, en tanto que nuestra carta magna

lo ubica en el capítulo denominado derechos sociales, con lo cual el legislador

constitucional ha querido posicionar a la familia como “la destinataria de las

demás normas de orden social que se preceptúan en la Constitución”33 y, en

consecuencia, lo dispuesto en las leyes secundarias no puede contrariarla; en

ese contexto, la orientación en la cual se va a enmarcar el Código de Familia

será dentro de los lineamientos del derecho social, a fin de lograr la protección

integral de la familia. Esto, en atención al principio de supremacía o

“súperlegalidad” de la Constitución; y es que, en virtud de ello, la

Constitución ocupa la cima del orden jurídico del Estado; es la ley suprema

por excelencia, y, a ella se encuentran subordinadas todas las demás normas

jurídicas34 (Sentencia de la Sala de lo Civil con referencia 103-C-2004

pronunciada el veintiocho de febrero de dos mil seis).

Por otro lado, al afirmar que las normas del derecho de familia son de

orden público nos referimos específicamente a los intereses que se regulan en

dicha materia, puesto que más que a un interés individual alude al interés

familiar, el cual limita en cierta medida las facultades individuales y por lo

tanto, surge la necesidad de que las normas que regulen las relaciones

familiares sean de orden público. Esa concepción del interés familiar sobre el

individual es la razón por la cual los deberes y derechos no sean disponibles

mediante la autonomía privada; sin embargo, para que las relaciones

familiares se desarrollen de forma armónica y ante situaciones de conflicto, la

ley reconoce, cada vez más, amplios ámbitos de autonomía para que los

involucrados acuerden la forma más idónea para resolver el conflicto

suscitado, es así como en derecho de familia en casos como la guarda y

32

Cfr. A.C. DE BUITRAGO - E.D. BONILLA DE AVELAR y otros, Manual de derecho de familia, 25. 33

Op. Cit, 77. 34

En ese mismo sentido se ha pronunciado la Sala de lo Constitucional, en el proceso de amparo de fecha

quince de junio de mil novecientos noventa y nueve, con referencia 458-98, al establecer que: “En virtud de

los principios de supremacía constitucional, jerarquía normativa y regularidad jurídica, las disposiciones

legales deben ser conformes, en forma y contenido, a la normativa constitucional”.

Page 28: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 28

comunicación con los hijos, más que la aplicación por parte del juez de

normas imperativas, se prefiere entablar una comunicación entre las partes que

genere acuerdos mutuos, eficaces y eficientes, para la solución de su conflicto.

Como coralario de lo anterior, serán susceptibles de aplicación de los

MASC aquellos derechos y deberes que las partes puedan disponer como

ejercicio de su autonomía, pero sujetándose siempre a los límites ya

enunciados.

2.1.2. Disponibilidad de derechos y deberes

Como ya se expuso, no todos los derechos ni deberes pueden ser sujetos

de aplicación de los MASC, ya que se deberá observar las limitantes a la

autonomía de la voluntad de las partes, como una consecuencia de la

prevalencia que se le da a la protección integral del núcleo familiar sobre el

individual en derecho de familia.

Por otra parte, para determinar la aplicación de los MASC en dicha

área, necesariamente debemos comprender en qué radica el concepto jurídico

indeterminado de disponibilidad de derechos y deberes. Algunos autores lo

definen como “aquellos derechos susceptibles de ser valorados

económicamente o aquellos derechos que no siendo necesariamente

patrimoniales pueden ser objeto de regulación por las partes”35; sin embargo,

para completar dicha definición podemos decir que un derecho es disponible

en tanto se encuentre bajo el dominio total de su titular, el cual puede

enajenarlo o renunciar a él sin afectar la esfera personal o patrimonial de

terceras personas36.

Si bien en nuestro ordenamiento jurídico no encontramos una definición

concreta sobre derechos disponibles, en materia de familia el art. 5 C.F. nos

acerca a dicho concepto, al establecer como regla general, que todos los

derechos son irrenunciables y los deberes son indelegables. En un primer

momento al hablar de disponibilidad, pareciera que hacemos alusión a una

figura distinta de la irrenunciabilidad e indelegabilidad, y más bien el objetivo

de su utilización es acuñar un término que engloba estas últimas dos.

Es importante dejar por sentado en qué consiste la irrenunciabilidad e

indelegabilidad. La irrenunciabilidad es una característica de los derechos y

deberes subjetivos familiares y consiste en la imposibilidad de renunciar de

los derechos realmente constituidos a favor de la persona. Los derechos aún

35

Cfr. C.J. CABELLO MATAMAL, Arbitraje en el derecho de familia, 2 de mayo 2012, en

www.castillofreyre.com/biblio_arbitraje/vol8/cap10.pdf, 229. 36

Afirmación que se encuentra respaldada por lo establecido en el art. 12 del Código Civil, el cual reza:

“Podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que solo miren al interés individual del

renunciante, y que no esté prohibida su renuncia”.

Page 29: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 29

no nacidos no pueden ser objeto de renuncia por no poderse considerar como

integrantes del patrimonio de su titular. La autonomía de la voluntad de las

partes no tiene ámbito de acción en los derechos irrenunciables ya que en el

caso del derecho de familia, se encuentra limitada por la ley al prohibir el

código expresamente la renuncia de los derechos contemplados en él, dada la

connotación de orden público de sus normas como garantes de la institución

familiar37. No obstante lo anterior, esa irrenunciabilidad no es absoluta ya que

el art. 5 C.F., excepcionalmente admite la renuncia de los derechos en los

casos estipulados por la ley, por ejemplo, las pensiones alimenticias atrasadas,

art. 260 inciso primero. La renuncia de derechos solamente es válida cuando

no contraríe el interés o el orden público, ni perjudique a terceros.

La indelegabilidad, también es una manifestación del carácter de orden

público que tienen las normas de familia, en efecto, en la medida que esas

normas son de orden público los deberes atribuidos a los sujetos intervinientes

en las relaciones de familia tienen que ser ejercidos por ellos mismos, no

pudiendo ser delegados por su titular a otro distinto; sin embargo, al igual que

la irrenunciabilidad habrán excepciones establecidas por la ley: como parte del

ejercicio de la autoridad parental, los padres podrán -de común acuerdo-

delegar el cuidado personal de los hijos, art. 216 C.F.; y más aún, el art. 219

del mismo cuerpo legal, da la posibilidad de poder delegar el cuidado del hijo

a un tercero siempre que concurran ciertas situaciones38, no obstante, esta es

una delegación temporal porque no se puede delegar infinitamente la

atribución de cuidar al hijo.

El concepto de indisponibilidad recoge tanto la irrenunciabilidad como

la indelegabilidad, siendo estas últimas una especie del término genérico

enunciado con anterioridad. Es de hacer notar que la indisponibilidad respecto

de los derechos y deberes contemplados en el Código de Familia, no es una

característica absoluta, pues ya el mismo art. 5 establece excepciones, y es

más, en determinado momento podrán haber derechos o deberes que no

obstante esa restricción resulten estar sujetos a disposición. La limitante

versará en la titularidad que se tenga sobre un derecho o deber, ya que si se

renuncian o delegan los mismos, no siendo su titular, esa disposición se tendrá

como no escrita, lo cual resalta la tesis retomada de la atenuación del principio

de la autonomía de la voluntad de las partes en el derecho de familia.

37

Por ejemplo, en el matrimonio no cabe la renuncia a las facultades que el mismo origina y cualquier

estipulación en contrario carece de efecto jurídico; de igual forma, el derecho de alimentos para el hijo menor

de edad es irrenunciable como tal. 38 En caso de muerte de los padres, enfermedad grave de los mismos o cuando por cualquier causa el hijo

quedare desamparado.

Page 30: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 30

2.1.2.1. ¿En qué radica la disponibilidad de esos derechos y deberes?

Previo a analizar a detalle cuáles derechos y deberes son disponibles y

cuáles no están sujetos a disposición, es preciso indagar sobre los derechos y

deberes subjetivos familiares.

Los derechos subjetivos familiares constituyen “las distintas facultades

jurídicas que se originan por el matrimonio, el parentesco, la autoridad

parental o la tutela, por virtud de las cuales un sujeto está autorizado por la

norma de derecho para interferir lícitamente en la persona, en la conducta, en

la actividad jurídica o en el patrimonio de otro sujeto”, y los deberes

subjetivos se definen como “los distintos estados de sujeción jurídica en los

que se encuentren colocados respectivamente un cónyuge frente a otro, los

incapaces en relación con los que ejercen la autoridad parental o tutela y los

parientes entre sí”39. Estos derechos y deberes subjetivos familiares tienen la

característica de ser: relativos, de interés público, intransmisibles,

imprescriptibles, irrenunciables y permanentes; y pueden ser clasificados

como derechos y deberes patrimoniales y no patrimoniales o personales40.

2.1.2.1.1. Derechos y deberes personales

El art. 567 inciso cuarto C.C.41, define a los derechos personales como:

Los que solo pueden reclamarse de ciertas personas que, por un hecho suyo, o por

disposición de la ley, están sujetas a las obligaciones correlativas.

Como el que tiene el hijo contra el padre por alimentos42, el

reconocimiento de un hijo43, etc.

Generalmente se ha considerado que estos derechos son indisponibles

por ser intuito personae, pues como lo dice la definición, únicamente se puede

reclamar a quien está obligado a dar determinado derecho; excepcionalmente,

este tipo de derechos o deberes serán susceptibles de disposición, pero

únicamente en su forma de su ejercicio, por ejemplo, el establecimiento del

quantum de la cuota alimenticia.

2.1.2.1.2. Derechos y deberes patrimoniales

Son aquellos susceptibles de valorarse en dinero, ya sea de manera

directa o indirecta. En esta clasificación se deja de lado el sujeto obligado y se

39

Cfr. 4 de mayo 2012,en www.todoelderecho.com/Apuntes/Civil/Apuntes/FAMILIA2.htm 40

Cfr. A.C. DE BUITRAGO - E.D. BONILLA DE AVELAR y otros, Manual de derecho de familia, 90. 41

Es necesario acotar que si bien es cierto, legalmente no se encuentra una definición de deberes personales,

en vista que el Código Civil solo distingue a los derechos personales, eso no implica que cuando se trate de

deberes no podremos utilizar la misma regla. 42

Art. 248 C.F. 43

Art. 153 C.F.

Page 31: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 31

toma preponderantemente su contenido pecuniario sobre el personal, a pesar

que en algún momento puedan converger ambos aspectos, por ejemplo: la

pensión compensatoria, a pesar que tiene un contenido eminentemente

patrimonial depende, así mismo, de la calidad de cónyuge que se ostente; sin

embargo, el contenido dominante es más patrimonial que personal porque el

fin de esta institución es medir el desequilibrio económico entre los cónyuges,

por tanto, los derechos patrimoniales son considerados generalmente

disponibles y por lo tanto sujetos al control de los MASC.

Al hablar de disponibilidad habrá que tener siempre presente los límites

establecidos para la autonomía de la voluntad de las partes, en el sentido que

esta facultad en ningún momento debe ser arbitraria, sino más bien

discrecional.

2.1.3. Clasificación

Determinados los tipos de derechos y deberes que pueden ser

disponibles o indisponibles, es necesario analizar las instituciones consagradas

en el Código de Familia para establecer de una forma más precisa y detallada

cuáles derechos y deberes pueden ser resueltos a través de los MASC.

Queremos resaltar, que si bien es cierto la clasificación de los derechos

y deberes como personales y patrimoniales no es la única que nos puede

ayudar a determinar el tema de la disponibilidad en el derecho de familia, se

ha considerado que es la clasificación que de una forma más comprensible y

sencilla nos puede ayudar a fijar el objeto de la presente monografía.

MATRIMONIO

Derecho/deber Patrimonial Personal Ambos

Contraer Matrimonio

Derechos y deberes

del matrimonio

Establecimiento del

régimen patrimonial

Protección a la

vivienda familiar

Capitulaciones

Es de aclarar, que la clasificación del derecho a contraer matrimonio

como derecho personal ha sido ratificado por la Sala de lo Constitucional44 al

declarar la inconstitucionalidad, por vulnerar el derecho de libertad e

44

Cfr. Sentencia de inconstitucionalidad 16-2005, pronunciada el veintiuno de septiembre de dos mil once.

Page 32: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 32

intimidad personal y familiar, de la asignación testamentaria establecida en el

art. 1059 C.C., que imponía la condición de contraer o no contraer matrimonio

con una persona determinada. La disposición impugnada habilitaba a un

individuo a establecer en su testamento asignaciones sujetas a condiciones con

contenido personalísimo que atañen únicamente al asignatario, lo cual limitaba

la voluntad del individuo de contraer matrimonio.

En cuanto a los derechos y deberes del matrimonio, vale aclarar que en

lo referente a los gastos de familia regulados en el art. 38 C.F., si bien tienen

un contenido patrimonial, su carácter predominante es personal; al igual que

los derechos que tienen que ver con relaciones patrimoniales entre los

cónyuges, razón por la cual se han clasificado indistintamente como derechos

y deberes personales.

Con respecto al derecho de protección a la vivienda familiar, no se le

desconoce el contenido patrimonial que ostenta, sin embargo, es un derecho

que deviene de la calidad de cónyuge que es eminentemente personal y por lo

tanto, se le considera un derecho-deber mixto, en vista que no puede

prevalecer el aspecto personal sobre el patrimonial, ni viceversa.

DISOLUCIÓN DEL MATRIMONIO

Derecho/deber Patrimonial Personal Ambos

Divorcio

Pensión alimenticia

especial

Establecimiento de

una cuota para

vivienda

Pensión

compensatoria

En lo referente al divorcio por mutuo consentimiento a pesar de existir

un conceso de voluntades es impropio llegar a pensar que el mismo se pueda

conciliar. En primer lugar, porque en la disolución del vínculo matrimonial

bajo esta causal, no hablamos de un proceso, sino más bien de una diligencia

de jurisdicción voluntaria y en todo caso no basta ese acuerdo alcanzado por

las partes para decretar el divorcio, pues siempre se necesitará la aprobación

del convenio por parte del juez de familia competente. Por otra parte, al

disolver el vínculo matrimonial, nos colocamos frente a una modificación del

estado familiar, razón por la cual no es un derecho que esté sujeto a

disponibilidad.

Page 33: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 33

UNIÓN NO MATRIMONIAL

Derecho/deber Patrimonial Personal Ambos

Constituir una unión

no matrimonial

En cuanto a la unión no matrimonial, se hace la acotación que en todo lo

que fuera aplicable, se va a apegar a las demás pretensiones del divorcio o del

matrimonio.

FILIACIÓN

Derecho/deber Patrimonial Personal Ambos

Investigar la

paternidad o

maternidad

Emplazamiento de la

paternidad

Desplazamiento de la

paternidad.

El art. 148 y siguientes C.F., establecen las formas de emplazamiento de

la paternidad y a partir del art. 151 del mismo cuerpo legal se regulan las

formas de desplazamiento de la paternidad, en los casos específicos de los

arts. 150 y 151, hacemos la aclaración que cuando exista la pretensión de daño

moral o material, el daño moral será considerado un derecho personal y el

daño material un derecho eminentemente patrimonial.

AUTORIDAD PARENTAL

Derecho/deber Patrimonial Personal Ambos

Ejercicio de la

autoridad parental

Cuidado personal

Representación legal

Administración de los

bienes

En cuanto al ejercicio de la autoridad parental, por ser un deber que

conlleva también la administración de bienes, podría llegar a considerarse

como una obligación patrimonial, no obstante, esa administración deviene de

la titularidad de ser padre o madre, por ello la clasificación en general de

dicho deber como personal.

Page 34: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 34

La razón por la cual a la administración de bienes se le ha clasificado,

tanto como un deber personal, como patrimonial, es que en puridad la

administración es un deber patrimonial, pero deviene de la autoridad parental,

el cual es personal; por lo tanto, no se puede preponderar uno sobre otro.

ALIMENTOS

Derecho/deber Patrimonial Personal Ambos

Alimentos

Alimentos a la mujer

embarazada

Alimentos

provisionales

Pensiones alimenticias

atrasadas

Asignaciones

alimenticias

voluntarias

Asignaciones

alimenticias forzosas

TUTELA

Derecho/deber Patrimonial Personal Ambos

Tutela

Retribución

Rendición de cuentas

Al igual que en la unión no matrimonial, en la tutela todo lo relativo a la

autoridad parental le será aplicable en cuanto sea ajustable a ella.

Finalmente, es importante aclarar que habrá derechos o deberes que

tienen una forma de ejercicio, por lo tanto, aún y cuando su contenido

primordial sea personal podrá estar sujeto a disposición únicamente en cuanto

a la forma de ejercer ese derecho o deber.

2.2. MÉTODOS ALTERNOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS

APLICABLES A MATERIA DE FAMILIA

2.2.1. Conciliación

Conciliar supone avenimiento entre intereses contrapuestos; es la

armonía establecida entre dos o más personas con posiciones disidentes. El

verbo proviene del latín conciliare, que significa “reunir, componer y ajustar

Page 35: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 35

los ánimos en diferencia de los que estaban opuestos entre sí, o conformar dos

o más posiciones contrarias”45. Conciliación es sinónimo de avenencia,

armonía, arreglo, reconciliación, amistad, conformidad, entendimiento,

concordia, paz, concierto46. Llanamente, lo que se busca es que las partes,

auxiliados por un tercero, logren ponerse de acuerdo en sus pretensiones, a

través de concesiones unilaterales o -en el mejor de los casos- recíprocas47.

Jurídicamente, la conciliación es:

“El acto jurídico o instrumento por medio del cual las partes en conflicto, antes de

un proceso o en el transcurso de este, se someten a un trámite conciliatorio para

llegar a un convenio de todo aquello susceptible de transacción y que lo permita

la ley, teniendo como intermediario, objetivo e imparcial, la autoridad del juez,

otro funcionario o particular debidamente autorizado para ello, quien, previo

conocimiento del caso, debe procurar por las fórmulas justas de arreglo expuestas

por las partes o en su defecto proponerlas y desarrollarlas, a fin de que se llegue a

un acuerdo, el que contiene derechos constituidos y reconocidos con carácter de

cosa juzgada”48.

De la anterior definición podemos colegir una serie de características,

algunas de las cuales comparte con otras figuras en estudio y otras que, por el

contrario, la dotan de singularidad. Al hablar de conciliación estamos frente a

un acto jurídico, puesto que los acuerdos que en ella se tomen adquirirán

plenos efectos en el ámbito del derecho. De igual manera, en atención al

momento de su celebración, puede revestir un carácter intra procesal, lo cual

implica que, por disposición legal, tendrá lugar dentro del proceso de familia;

pero, también podrá darse de forma extra procesal, ya sea en sede

administrativa, notarial o particular y ya no por mandato de ley, sino por la

voluntad directa de las partes en litigio, quienes acudirán a ella con la

finalidad -precisamente- de no recurrir al proceso judicial de familia o evitar

su terminación mediante el pronunciamiento de una sentencia.

Recalcamos la participación del tercero neutral e imparcial llamado

conciliador, “el cual actúa sin poder de decisión, quien puede proponer

oralmente soluciones al conflicto no vinculantes. Cuya función consiste en

45

Cfr. E. HIGHTON - G. ÁLVAREZ, Mediación para resolver conflictos, 101. 46

Cfr. R. MEDINA ROSPIGLIOSI, Definición de conciliación, 2 de noviembre 2008, en limamarc-

revista.blogspot.com/2008/11/definicion-de-conciliacin.html 47

Caso en el cual la línea divisoria entre la conciliación y la transacción se vuelve más tenue y podría dar

lugar a confusión, ya que uno de los requisitos esenciales de la transacción -como lo veremos en el apartado

posterior- es la reciprocidad de las concesiones; sin embargo, autores como Highton-Álvarez, han teorizado al

respecto, estableciendo que “la conciliación es el género, la transacción es la especie. Siempre que se transa se

concilia; no siempre que se concilia se transa” (E. HIGHTON - G. ÁLVAREZ, Mediación para resolver

conflictos, 104). Podrá haber concesiones recíprocas, pero la nota distintiva provendrá de otros elementos,

como podría serlo la participación del tercero neutral. 48

Cfr. J. R. JUNCO VARGAS, La conciliación. Aspectos sustanciales y procesales. 36.

Page 36: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 36

asistir a ambas partes a ubicar la respuesta a su conflicto, satisfaciendo ambos

intereses”49. Estos terceros podemos clasificarlos como oficiales o privados;

los primeros, son aquellos que actúan como tal en razón del ejercicio de sus

funciones -cual es el caso del juez de familia-, los conciliadores privados son

aquellos cuya intervención no reviste un carácter jurisdiccional y son

designados de común acuerdo por las partes, quienes pueden acudir a una

entidad especializada en funciones conciliadoras, tales como los centros de

mediación, conciliación y arbitraje.

En atención al resultado alcanzado la conciliación podrá ser total,

cuando las partes arriben a un acuerdo sobre todos los puntos en conflicto, con

lo cual se logrará evitar el proceso o terminarlo de forma anormal en el caso

que ya se haya iniciado; también, podrá ser parcial en la medida en que el

avenimiento se logre, pero solo respecto de algunos de los puntos

controvertidos y el proceso continuará respecto de los aspectos no conciliados;

finalmente, la conciliación también podrá fracasar, cuando las partes no

tengan el más mínimo interés por llegar a un arreglo o porque el nivel del

conflicto es tal que se vuelve imposible encontrar puntos intermedios, ante tal

panorama las partes no tendrán más remedio que acudir al proceso o continuar

con el mismo.

2.2.1.1. Antecedentes legislativos

En nuestro ordenamiento, esta figura encuentra asidero en varios

cuerpos normativos, algunos de ellos son los enunciados a continuación:

Código Procesal Civil y Mercantil.

Código de Trabajo.

Ley de Procedimientos Especiales sobre Accidentes de Tránsito.

Código Procesal Penal.

Ley Procesal de Familia.

Ley Contra la Violencia Intrafamiliar.

Ley de Mediación, Conciliación y Arbitraje.

Es de señalar que dependiendo de la materia que se trate, la conciliación

se encuentra regulada ya como un trámite extra proceso, como una etapa que

se integra en el procedimiento del juicio respectivo, o bien puede revestir

ambas modalidades.

49

Cfr. R. MEDINA ROSPIGLIOSI, Definición de conciliación, 2 de noviembre 2008, en limamarc-

revista.blogspot.com/2008/11/definicion-de-conciliacin.html

Page 37: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 37

2.2.1.2. Tratamiento jurisprudencial

La conciliación en materia de familia ha gozado de un amplio desarrollo

por parte de nuestros aplicadores de justicia, quienes han profundizado sobre

aspectos puntuales de dicha figura, que van desde su (a) definición,

entendiéndola primordialmente como una forma anormal de concluir el

proceso, pero sin descartar el hecho que también puede constituirse como un

método alterno de solución de conflictos; (b) su finalidad; (c) sus presupuestos

procesales; (d) el papel del juez en su faceta de conciliador; (e) las

restricciones a la autonomía de la voluntad; (f) que según el acuerdo se dé o

no sobre la totalidad de los puntos controvertidos, puede darse de forma total o

parcial; (g) la necesidad de homologación del acuerdo alcanzado estrictamente

en el caso que se trate de una conciliación dentro del proceso de familia, así

como (h) los efectos del mismo una vez ha sido aprobado. Siendo algunos de

los más significativos aportes los enunciados a continuación:

Cabe indicar que la conciliación es una forma de conclusión extraordinaria del

proceso, caracterizada por ser un acuerdo mutuo, al cual llegan las partes respecto

de todos o alguno de los puntos en litigio, de ahí que puede ser total o parcial.

La conciliación procede sobre todos los derechos disponibles, siempre y cuando

dichos acuerdos no signifiquen la renuncia de los derechos de familia,

generalmente se acepta la conciliación sobre derechos patrimoniales disponibles;

cuando se trata de derechos personales lo que es objeto de conciliación es la

forma de ejercitar estos derechos. (El ejemplo típico es el de régimen de relación,

comunicación y trato).

Aun cuando lo que se plasma en tales acuerdos es la autonomía de la voluntad de

los involucrados, los mismos, no quedan al arbitrio de las partes, pues como lo

dispone el Art. 84 L. Pr. F. -antes citado- dichos acuerdos están sujetos a la

aprobación judicial, quien deberá homologar los mismos y velar porque no se

vulneren derechos irrenunciables. Arts. 4 C. F., 103 y 104 L. Pr. F.

De acuerdo con nuestro Derecho de Familia la conciliación puede ser intra

proceso como una etapa del juicio presidida por el Juez de Familia y homologada

por éste; y extra procesal en sede administrativa o particularmente, en este

segundo caso la solicitud para homologar los acuerdos debe ser por escrito o en

forma oral en las audiencias, el momento para realizar esta conciliación es antes

del fallo. (Cámara de Familia de la Sección del Centro, veintinueve de mayo de

dos mil ocho, Ref. CF01-185-A-2007).

Por otra parte la conciliación como mecanismo alterno de resolución de

conflictos, es reconocida en la legislación familiar, al grado de fomentar incluso

su promoción dentro del proceso, art. 103 L. Pr. F. (Cámara de Familia de la

Sección del Centro, treinta de agosto de dos mil siete, Ref. CF01-117-A-2007).

Page 38: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 38

La conciliación es una de las formas extraordinarias de evitar el trámite de un

proceso o de dar por terminado uno ya iniciado, de conformidad con los Arts. 84

y 85 L. Pr. F., pues la conciliación en derecho de familia puede ser intraproceso y

extraproceso, en cualquiera de sus formas requiere la autorización judicial

(homologación) y sus efectos son iguales a los de toda sentencia ejecutoriada,

Art. 86 L. Pr. F., es decir, el acuerdo aprobado por el juzgador deberá ejecutarse.

(Cámara de Familia de la Sección del Centro, treinta de marzo de dos mil seis,

Ref. CF01-34-A-2006).

La conciliación “intra proceso” que se desarrolla o lleva a cabo como la primera

fase de la audiencia preliminar, es una medida alternativa para poner fin a los

conflictos familiares de una manera amigable. La conciliación es presidida por el

Juez, pero la decisión es voluntaria de las partes, por eso es indispensable su

asistencia en forma personal; el papel del Juez es invitarlas a conciliar,

interponiendo sus cualidades de mediador o pacificador, a modo de lograr un

avenimiento satisfactorio que ponga fin al conflicto entre las partes y en todo caso

determinar con precisión el objeto de la controversia. (Cámara de Familia de la

Sección del Centro, dieciséis de agosto de mil novecientos noventa y nueve, Ref.

57-A-99).

También se faculta a las partes para que puedan conciliar extrajudicialmente;

siempre y cuando la pretensión de que se trate sea de aquellas que admiten

conciliación, como también que no exista vulneración de derechos. Si la

conciliación se da en forma total, es decir, versa sobre todos los puntos en

discusión, corresponde al juzgador aprobar dichos acuerdos y dictar la sentencia y

el fallo correspondiente, finalizando el proceso; de lo contrario, al quedar

pendiente uno de los aspectos a decidir, se procede a señalar fecha para la

celebración de la audiencia de sentencia en la que se producirá la prueba

pertinente. (Cámara de Familia de la Sección del Centro, cuatro de diciembre de

dos mil ocho, Ref. CF01-91-A-2006).

La introducción de la institución de la conciliación en cualquier etapa del proceso

o extra proceso, se da para resolver los conflictos de familia con el menor daño

posible para las partes involucradas y especialmente para los hijos. (Cámara de

Familia de la Sección del Centro, trece de febrero de mil novecientos noventa y

siete, Ref. 13-97).

2.2.1.3. La conciliación como forma anormal de terminación del proceso

La conciliación en materia de familia puede considerarse como una

forma anormal de terminación del proceso, pero también puede llegar a

configurarse como un método alterno de solución de conflictos. La nota

distintiva deviene del momento en el que tenga lugar, pues si se da de forma

aislada al proceso y como una manera de evitarlo estaremos frente a un

MASC; sin embargo, en nuestra legislación familiar su tratamiento

Page 39: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 39

mayoritario se da como una de las formas anormales de terminación del

proceso50, donde lo que se pretende, una vez iniciado el mismo, es evitar el

pronunciamiento de una sentencia. Ahora bien, en atención a lo dispuesto en

el Código de Familia, la conciliación como salida anticipada, puede darse intra

o extra procesalmente51 y, en ambos casos, se necesitará de la homologación

de dicho acuerdo por parte del juez competente.

La conciliación al interior del proceso “viene a ser aquel acuerdo a

través del cual las partes ante la presencia del juez deciden poner fin a su

conflicto de intereses”52. Al respecto, vale decir que son múltiples las ventajas

que ofrece el contemplar dentro del proceso la posibilidad de conciliar, pues

en definitiva se trata de un medio más rápido, goza de mayor efectividad,

implica un menor costo, tanto a nivel económico como emocional y

primordialmente, se trata de un medio que promueve y garantiza en mayor

medida el restablecimiento de la paz social.

Inicialmente, la conciliación intra proceso se configura como una etapa

procesal más, que debe ser intentada de forma obligatoria por el juez de

familia. En la materia en cuestión, el proceso inicia con una demanda, luego le

sigue el emplazamiento, después la contestación de la misma, el examen

previo, posterior a ello la audiencia preliminar, luego la audiencia de sentencia

y, finalmente, la sentencia. Lo anterior es el iter procesal normal que nos

llevará a obtener una sentencia de fondo que ponga fin al proceso incoado;

pero esta no es la única forma de terminar el mismo, pues -como ya lo hemos

visto- la Ley Procesal de Familia regula formas anticipadas de terminación del

proceso en las cuales, para el caso de la conciliación, el pronunciamiento no se

basará en la valoración de la prueba, sino en la aprobación del acuerdo

presentado por las partes en conflicto53. Es preciso señalar que pese a que son

las partes quienes, en el ejercicio de la autonomía de la voluntad, plasman los

acuerdos alcanzados, en ningún momento podrá tener lugar una arbitrariedad,

pues el juez deberá verificar que se trate, en primer lugar, de derechos

disponibles que generalmente son aquellos de contenido patrimonial y los

personales pero en su forma de ejercicio; y, en segundo lugar, que no se vean

afectados intereses de terceros. Una vez verificado lo anterior el juez

50

Dentro de las que también encontramos al allanamiento y al desistimiento. 51

En este caso, si bien el arreglo se hace de manera extrajudicial, ante un notario o un particular, la

connotación especial es que se lleva a cabo de forma coetánea a la celebración del proceso, razón por la cual

se vuelve obligatoria su presentación para la homologación respectiva a efecto de evitar el pronunciamiento

de la sentencia y apegarse a lo acordado. 52

Cfr. C. PASTOR MARAVI, Formas especiales de conclusión del proceso, 28 de mayo de 2012, en

www.librejur.com/revista/PDF/carlospastor.pdf 53

Sin embargo, aun cuando existiere acuerdo en materia de familia, el juez limitará la homologación para el

caso en que se vulnere o disponga derechos o deberes cuya negociación no esté permitida, de conformidad a

lo establecido en el art. 5 C.F.

Page 40: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 40

procederá a homologar dicho acuerdo, con lo cual la conciliación genera el

mismo efecto de una sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada y, en caso

de necesitarlo, la parte perjudicada podrá solicitar su ejecución como tal.

Específicamente la conciliación encuentra cabida en la audiencia preliminar,

la cual se divide en dos fases: la primera, la fase conciliatoria, regulada en los

arts. 102 al 105 C.F.; y la segunda, la fase saneadora, estipulada del art. 106 al

113 del mismo cuerpo legal. De la lectura de las disposiciones antes

enunciadas podemos desprender una serie de aspectos de suma importancia:

a) Esta fase es obligatoria, el juez siempre deberá celebrar esta audiencia

conciliatoria, con el objeto de buscar un avenimiento de las partes.

b) La comparecencia de las partes es imperativa, en el entendido que son

ellas las que conocen de primera mano su situación y en la medida en

que la audiencia conciliatoria se constituye en el primer momento en el

que hay inmediación entre las partes y el juez. No obstante, el art. 100

L.Pr.F., prevé una excepción al establecer que la audiencia podrá

celebrarse con la presencia del apoderado o representante legal

debidamente facultado, en el supuesto que una o ambas partes no tengan

su domicilio en el país.

c) En sintonía con lo anterior, se garantiza a las partes la oportunidad de

exponer sus argumentos en igualdad de condiciones y son ellas, en el

ejercicio de la autonomía de la voluntad, quienes deberán proponer las

fórmulas de acuerdo; en principio, el juez no está llamado a dar una

solución, sino instar a que sean ellos mismos quienes encuentren la

solución a su conflicto de intereses, sin embargo podrá hacerlo de forma

subsidiaria, cuando advierta que es posible lograr un arreglo pero las

partes no logren arribar al mismo por sus propios medios.

No obstante, según lo dispuesto en el art. 84 L.Pr.F., la conciliación no

se circunscribe únicamente a la fase conciliatoria de la audiencia preliminar,

ya que las partes pueden conciliar en cualquier estado del proceso, siempre

que no se haya dictado el fallo54 en primera instancia; en este caso, serán las

partes quienes solicitarán la conciliación, a través de la presentación de un

escrito o de forma oral en las audiencias.

Si la conciliación versa sobre todos los aspectos debatidos se declarará

concluido el proceso; si recae únicamente sobre una parte de las cuestiones

54

Vale aclarar que en materia de familia, una vez concluidas las alegaciones en la audiencia de sentencia,

inmediatamente se procederá a dictar -al menos- la parte resolutiva, es decir, el fallo correspondiente; sin

embargo, cuando el caso lo amerite, podrá postergarse el pronunciamiento de la sentencia en integrum, en

atención a lo establecido en el art. 122 C. F., lo cual no implica una prórroga para la presentación del acuerdo

conciliatorio.

Page 41: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 41

litigiosas el proceso continuará respecto de los puntos o de las personas no

afectadas.

Por otra parte, la ley también da la posibilidad que la conciliación se

lleve a cabo de forma extra procesal, pero de forma simultánea a la

tramitación del proceso, caso en el que será obligatoria su presentación de

forma escrita u oral en audiencia, para su respectiva homologación.

2.2.1.4. La conciliación como método alterno de solución de conflictos

“En tanto los conflictos se originan como antagonismos que después se

juridizan y connotan un litigio, debe intentarse atajar el conflicto antes de que

este ingrese como controversia a los tribunales para brindarle una solución

conveniente, con resultado positivo”55.

La conciliación prejurisdiccional, como la denominan algunos autores,

consiste en “un proceso voluntario, no adversarial, eminentemente consensual,

de negociación asistida a ambas partes, realizada por las partes y un tercero

denominado conciliador”56 que va orientada a evitar la incoación de un

proceso en miras de una solución efectiva para las partes involucradas y como

una manera de contribuir al descongestionamiento de los tribunales.

Si bien es cierto, la Ley Procesal de Familia no establece de forma

expresa la aplicación de la conciliación como método alterno de solución de

conflictos en materia de familia, el art. 23 de la Constitución al ser el

fundamento de los MASC, habilita su instauración en dicha materia.

La conciliación celebrada prejudicialmente surte efecto entre las partes

por lo que en un primer momento no será necesaria su homologación; sin

embargo, para mayor seguridad y efectos jurídicos o en el caso de no lograr su

ejecución de forma voluntaria, el acuerdo alcanzado por las partes puede ser

homologado por el juez de familia, lo cual no le veda a la conciliación su

carácter de MASC.

Finalmente, si la conciliación no arroja resultados positivos, le queda

expedita a las partes la posibilidad de acudir a la vía contenciosa, cual es el

proceso de familia.

2.2.1.5. Diligencias de conciliación celebradas ante el juez de paz

No podemos dejar de lado, las facultades conciliadoras que la Ley

Procesal de Familia le otorga al juez de paz, al establecer en su art. 206 que:

Los Juzgados de Paz conocerán en materia de familia las siguientes diligencias:

55

Cfr. E. HIGHTON - G. ÁLVAREZ, Mediación para resolver conflictos, 102. 56

Cfr. R. MEDINA ROSPIGLIOSI, Definición de conciliación, 2 de noviembre 2008, en limamarc-

revista.blogspot.com/2008/11/definicion-de-conciliacin.html

Page 42: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 42

a) Celebrar audiencias conciliatorias sobre:

1) El cuidado personal y régimen de visitas de menores de edad;

2) La fijación de cuota alimentaria; y,

3) La liquidación del régimen patrimonial del matrimonio;

b) Ordenar restricción migratoria; y,

c) Ordenar medidas de protección respecto de cualquiera de los miembros de la

familia.

Si bien estas diligencias de conciliación relativas al cuidado personal,

régimen de visitas, fijación de cuota alimenticia, liquidación de régimen

patrimonial, están atribuidas al juez de paz, ya se ha sentado jurisprudencia en

base a la cual y como una forma de garantizar el acceso a la justicia, se

autoriza a los jueces de familia a conocer de estas diligencias de conciliación57.

Por tanto, el juez de familia no está vedado del conocimiento de este tipo de

pretensiones, con la salvedad de que no lo hará en los mismos términos del

juez de paz, pues conocerá de ellas de acuerdo a las reglas del proceso de

familia y no como meras diligencias de conciliación.

El trámite ante el juez de paz es sencillo, ante la petición se da el

señalamiento del lugar, día y hora de la celebración de la audiencia, si el

acuerdo es total se deja constancia en acta y de conformidad al art. 85 de la

Ley Procesal de Familia, el acuerdo alcanzado por las partes produce efectos

de sentencia ejecutoriada. De lo contrario, las partes deberán iniciar el proceso

pertinente ante el juez de familia.

2.2.2. Transacción

Etimológicamente la palabra transacción proviene del verbo latín

transigere que significa pasar a través o transigir, sin embargo, en su

sustantivación deviene del término transactio al que los romanos consideraban

como “la convención por la cual una persona renuncia a un derecho que

controvierte con otra a cambio de la promesa o ejecución de una prestación

que hace esta última”58. En su acepción vulgar, este vocablo hace referencia a

cualquier convenio o pacto celebrado entre dos o más personas, por ello se

habla de transacciones financieras, bursátiles, inmobiliarias, etc.; no obstante,

aproximándonos a su significación jurídica Antonio Vodanovic define a la

transacción como “un contrato mediante el cual las partes, haciéndose

recíprocas concesiones, ponen fin a un litigio ya comenzado o previenen un

litigio que puede surgir entre ellas”59. De esta definición podemos inferir que 57

Cfr. Cámara de Familia de la Sección del Centro, treinta de marzo de dos mil seis, Ref. CF01-34-A-2006.

Relacionada por la Cámara de Familia de la Sección del Centro, treinta de agosto de dos mil siete, Ref. CF01-

117-A-2007. 58

Cfr. A. VODANOVIC, Contrato de transacción, 9. 59

Op. Cit., 10.

Page 43: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 43

existen dos tipos de transacción: transacción judicial y transacción

extrajudicial, sin embargo, es importante acotar que independientemente el

tipo de que se trate, solo puede versar sobre aquellas materias respecto de las

cuales las partes tienen poder de disposición, tal como lo instituye el art. 2198

C.C.

La transacción presenta caracteres comunes a los actos jurídicos y

caracteres particulares. Como acto jurídico es bilateral, oneroso y consensual;

pero, cuando la concesión acordada se refiera a bienes inmuebles, será

también solemne. Entre las características especiales de la transacción

tenemos que: es de interpretación restrictiva, en cuanto solo extingue las

cuestiones sobre derechos litigiosos o dudosos según la intención de las

partes60 y segundo, es indivisible, en cuanto a la conexidad de las concesiones

recíprocas, ya que cada uno de los sacrificios mutuos que hagan las partes,

producirán efectos que no son propios e independientes sino que se enlazan al

conjunto de declaraciones hechas61.

Así como este instituto presenta caracteres especiales, de igual forma

debe de reunir ciertos requisitos también especiales que la tipifican y la

diferencia de otras instituciones jurídicas62, estos son: (a) Reciprocidad de las

concesiones y (b) Existencia de obligaciones litigiosas o dudosas.

En cuanto a la reciprocidad de las concesiones, este elemento es

esencial para la configuración de la transacción, la ley exige la existencia de

recíprocos sacrificios en las partes contratantes, sin embargo, esa reciprocidad

no significa equivalencia en lo que se cede63, más bien, al hablar de

concesiones recíprocas nos referimos a “las renuncias parciales que a su

respectivas pretensiones hacen todas y cada una de las partes para evitar o

zanjar la litis”64. El elemento de la reciprocidad es importante porque si solo

una de las partes es la que hace sacrificios en cuanto a su pretensión, ya no

estaríamos frente a una transacción sino más bien a una simple renuncia o en

su caso frente a una conciliación, desistimiento, allanamiento o cualquier otra

forma unilateral de disposición de derechos.

En el requisito de existencia de obligaciones litigiosas o dudosas

predomina un criterio subjetivo, ya que basta para la configuración de la

transacción la creencia de cada una de las partes en lo dudoso de su pretensión

y la posibilidad de un litigio. La duda generadora del conflicto es la que

60

Lo cual dispone el art. 2192 inciso segundo del Código Civil. 61

Cfr. M. FORNACIARI, Modos anormales de terminación del proceso: transacción, conciliación,

reconciliación, confusión, compromiso arbitral, 21. 62

Entre ellas: allanamiento, conciliación y compromiso. 63

Cada una de las partes consigue algún tipo de ventajas al momento de transigir, ya sea menores de aquellas

a que pretendía y mayores a aquellas que la otra parte se mostraba dispuesta a reconocerle. 64

Cfr. A. VODANOVIC, Contrato de transacción, 14.

Page 44: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 44

razonablemente pueden tener las partes, aún y cuando la cuestión fuese clara e

indubitable para otra persona versada en derecho. Es de hacer notar que las

condiciones de “litigiosidad” y duda no son cuestiones distintas o separables

ya que un derecho que no fuera dudoso nunca podría dar lugar a la incoación

de un litigio y la posibilidad de este aparece desde que las pretensiones de

ambas partes versan sobre el mismo derecho y son opuestas entre sí, por lo

cual podemos concluir que la incertidumbre es la que domina en todo el

ámbito de la transacción.

2.2.2.1. Antecedentes legislativos

La transacción en nuestro ordenamiento jurídico encuentra asidero en

las siguientes leyes, por mencionar algunas:

Código Civil.

Ley Procesal de Familia.

Código de Trabajo.

Código Procesal Civil y Mercantil.

Ley de Protección al Consumidor.

Es de señalar que por la doble connotación que esta institución tiene,

comúnmente el tratamiento que se le da es el de un método anormal de

terminación del proceso; sin embargo, la Ley Procesal de Familia, art. 84,

Código Civil, art. 2192 y Ley de Protección al Consumidor, art. 105

establecen la posibilidad de la aplicación de la transacción como un método

alterno de solución de conflictos.

2.2.2.2. Tratamiento jurisprudencial

Si bien es cierto, a nivel general y específicamente en materia de

familia, la transacción no ha gozado de un vasto desarrollo jurisprudencial,

este no ha sido del todo nulo, pues la sentencia definitiva pronunciada por la

Cámara de Familia de la Sección del Centro de San Salvador con número de

referencia CF01-195-A-2002, hace algunos aportes significativos sobre dicha

figura al definirla y determinar las materias sobre las cuales puede versar, en

el derecho de familia, un acuerdo transaccional:

Además, aun cuando el art. 84 L. Pr. F., antes citado también establece que las

partes "...podrán transigir antes de que la sentencia definitiva quede ejecutoriada".

Desde luego siempre que no se menoscaben derechos de familia irrenunciables.

La transacción al igual que la conciliación debe ser homologada por el Juez de

Familia para que produzca los efectos de una "Sentencia ejecutoriada". Art. 85 L.

Pr. F.

Page 45: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 45

La transacción, según nuestro sistema jurídico "es un contrato en que las partes

terminan extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual".

La mera renuncia de un derecho que no se disputa, no es transacción. Art. 2192

C. C. Es más, el art. 2197 C. C. prescribe que: "La transacción sobre alimentos

futuros de las personas a quienes se deban por ley, no valdrá sin aprobación

judicial, ni podrá el Juez aprobarla, si en ella se contraviene a lo dispuesto en los

arts. 352 y 353, los artículos 352 y 353 del Código Civil, fueron derogados al

entrar en vigencia el Código de Familia de acuerdo al art. 403 Inc. 2° C. F. y

disponían que los alimentos no pueden transmitirse por causa de muerte, ni

venderse o cederse de modo alguno, ni renunciarse o compensarse. Dichos

preceptos -con más claridad y amplitud- corresponden a los arts. 260 y 261 C. F.,

que regulan la misma materia y por lo tanto también han derogado tácitamente el

art. 2197 C. C. que permitía la transacción de los alimentos futuros, bajo

condición de ser homologados por el Juez competente.

A tenor del art. 84 L. Pr. F. es permisible transigir antes de que la sentencia

definitiva quede ejecutoriada, siempre que ello no sea en menoscabo de los

derechos que por su naturaleza son irrenunciables

Finamente, debe señalarse que los alimentos -como ya se dijo- son un derecho

indisponible, personalísimo e irrenunciable, que por su propia naturaleza no es

sujeto de transacciones o renuncias, por lo que puede solicitarse o pedirse su

modificación siempre que varíen las circunstancias en que se concedieron. Art. 83

L. Pr. F.

2.2.2.3. La transacción como forma anormal de terminación del proceso

Con la incoación de un proceso, el fin primordial de las partes es que el

mismo termine con el pronunciamiento de una sentencia definitiva y así, a

través de la etapa de ejecución de la misma, poder hacer efectiva la pretensión

reclamada; sin embargo, nuestro ordenamiento jurídico establece la

posibilidad de hacer uso de diferentes mecanismos para poner fin a un proceso

de forma anticipada, entre estos tenemos a la transacción.

Como ya se mencionó en párrafos anteriores, existen dos tipos de

transacción; en cuanto a la primera, es decir, la transacción procesal o judicial,

esta hace referencia a la manifestación consensuada que hacen las partes,

dentro de un proceso, tendiente a su finalización anticipada65. Por otra parte, en

lo referente a la transacción extraprocesal, vale hacer la aclaración que el

tratamiento que le da el legislador de familia no corresponde propiamente a la

configuración de un MASC –como sí se hace en la doctrina66– sino, más bien 65

El inciso segundo del art. 84 L.Pr.F. establece que la conciliación se puede realizar de forma escrita o en

audiencia, de la cual se hará constar en acta. Haciendo una interpretación analógica de dicho artículo, de igual

forma la transacción podrá realizarse por escrito u oral en audiencia; sin embargo, la tendencia actual es que

se realice por escrito. 66

Por ejemplo, Antonio Vodanovic en su obra: Contrato de Transacción.

Page 46: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 46

como un acuerdo que se hace fuera del procedimiento judicial, pero de forma

paralela a este, con el fin de evitar el pronunciamiento de la sentencia. Como

consecuencia de lo anterior, esa transacción puede constar por escrito y deberá

ser presentada ante el juez para su aprobación, ya sea en audiencia o en

cualquier momento antes del pronunciamiento del fallo.

La ley, en el caso de la transacción, no nos establece una etapa

específica para terminar de forma anormal un proceso de familia mediante

esta vía, como sí sucede con la conciliación; no obstante, el inciso primero del

art. 84 L.Pr.F., establece que con tal que sea presentada hasta antes de quedar

ejecutoriada la sentencia y que no transgreda lo dispuesto en el art. 5 C.F., esta

será válida.

Es necesario hacer mención que la transacción, aparte de ser

considerada una forma anormal de terminación del proceso, también es un

modo de extinguir obligaciones vía excepción, conservando sus características

y requisitos esenciales.

2.2.2.4. La transacción como método alterno de solución de conflictos

Llamada también transacción extraprocesal o extrajudicial, esta tiene

como objeto prevenir la posible incoación de un litigio por parte de las partes

en conflicto.

Al examinar la Ley Procesal de Familia denotamos que los métodos

alternos de solución de conflictos son mencionados mínimante, y en el caso de

la transacción, si bien el carácter que le da la ley es extraprocesal, no se refiere

a un MASC, sino más bien hace alusión a que en un proceso ya incoado y

fuera de él, las partes pueden acordar terminarlo a través de una transacción;

sin embargo, haciendo una aplicación extensiva de las leyes, el mandato

constitucional establecido en el art. 23, habilita a la utilización de la

transacción como un MASC aplicable en materia de familia.

La transacción preventiva de controversias futuras, es un método de

solución no adversarial, Fernando Estavillo Castro establece que “en el caso

de la transacción extrajudicial, es necesario elevar a escritura pública el

contrato que la contenga, para lograr su eficacia plena y la posibilidad de

hacer exigible lo convenido en la transacción, en la vía ejecutiva”67, esta

afirmación tiene su respaldo en la necesidad de otorgarle seguridad jurídica a

esta institución como método alterno de solución de conflictos, al no haber un

tercero que homologue o autorice el acuerdo y las concesiones acordadas entre

las partes. Si bien, tanto legal como jurisprudencialmente no se ha establecido

nada respecto de la elevación a escritura pública de la transacción, no es un 67

Cfr. F. ESTAVILLO CASTRO, Medios alternativos de solución de controversias, 20 de mayo de 2012, en

www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/jurid/cont/26/pr/pr25.pdf, 400.

Page 47: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 47

requisito indispensable para que esta tenga valor o exigibilidad, en caso de

incumplimiento, basta con la voluntad de las partes en aceptar las concesiones

recíprocas, es decir, que es el carácter consensual más que la solemnidad lo

determinante en esta institución. Por tanto consideramos que perfectamente

podrá realizarse la transacción tanto en un documento privado como en

escritura pública, siempre y cuando cumpla con las formalidades legales

establecidas para cada tipo de documento.

2.2.2.5. Derechos y deberes susceptibles de transacción

En principio, son susceptibles de transacción todos los derechos o

deberes sobre los cuales las partes tienen plena libertad de disposición, sin

embargo, el Código Civil prohíbe la transacción respecto de los siguientes

aspectos68:

Sobre el estado civil de las personas, hoy denominado estado

familiar.

Sobre alimentos futuros de las personas a quienes se deba por ley.

Respecto al primer punto, el art. 186 inciso primero C.F., define al

estado familiar como:

La calidad jurídica que tiene una persona en relación a la familia y por el cual la

ley le atribuye determinados derechos y deberes.

El estado familiar en sí mismo es indisponible por ser de orden público,

por lo tanto y como consecuencia, las formas de emplazamiento de la

paternidad, al suscitarse un conflicto, no podrían ser resueltas por medio de la

transacción, tampoco en el divorcio, ya que tanto los cónyuges, el hijo y el

padre no pueden renunciar a su estado familiar originado por vínculo

matrimonial o parental, según el caso. De igual forma el derecho a contraer

matrimonio no es sujeto de transacción.

En ese mismo sentido, los derechos y deberes del matrimonio por su

naturaleza personal y como consecuencia del estado familiar, tampoco son

objeto de ser transigidos, por el contrario, los derechos y deberes con

contenido patrimonial derivados del estado familiar, como por ejemplo:

protección a la vivienda familiar, capitulaciones, establecimiento de una cuota

para vivienda, pensión compensatoria, liquidación o disolución del régimen, sí

pueden ser transigibles.

En cuanto al derecho de alimentos como objeto de la transacción, la

obligación de alimentos que la ley impone a determinadas personas, art. 248

C.F., tiene un contenido económico, pero su finalidad es personal porque la

68

Queremos señalar que por la especialidad de la presente investigación, únicamente haremos mención de

aquellas materias concernientes al derecho de familia.

Page 48: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 48

prestación mira en forma inmediata a la persona, por ello es un derecho que no

puede cederse ni renunciarse; de ahí deviene la prohibición del art. 2197 C.C.,

que no obstante establece que será valida si mediare aprobación judicial, como

MASC la transacción no surtiría efecto por ser un método no adversarial. La

prohibición está encaminada únicamente a los alimentos futuros69 que se deben

por ley y no a los que se deben por voluntad de las partes ya que estos al ser

creación de los particulares pueden ser transigidos sin impedimento alguno, la

misma regla aplicaría para los alimentos atrasados70.

Establecidas las restricciones, la transacción en materia de familia podrá

ser aplicable en todos aquellos derechos o deberes con contenido pecuniario y

aquellos que tengan contenido personal, pero únicamente en su forma de

ejercicio, tales como: el establecimiento de una cuota para vivienda, la

cantidad que se deberá otorgar en conceptos de alimentos al hijo o a la mujer

embarazada, pensión compensatoria, etc.

2.2.3. Mediación

El término “mediar” significa situarse entre las partes enfrentadas para

conseguir una salida pacífica a su enfrentamiento71. Esta forma de entender a

la mediación, en donde un tercero interviene en la disputa entre dos o más

personas y los ayuda a encontrar una solución a su conflicto, probablemente

ha existido desde siempre y sigue encontrando lugar en nuestra cotidianidad y

es que, pese a no ser doctos en la materia, en múltiples ocasiones podremos

haber actuado como mediadores en las controversias suscitadas entre padres e

hijos, entre hermanos, vecinos, en las diferencias que se dan entre compañeros

de clases, de oficina, entre otros tantos tipos de fricciones que se originan en la

convivencia en sociedad.

En la medida en que el protagonismo, en la búsqueda de la alternativa

más adecuada para la solución de los problemas, está centrado en las partes

disputantes, las ventajas que ofrece la mediación son múltiples. En el ámbito

jurídico, esta figura se enmarca en esta tendencia moderna que busca formas

de resolver controversias, que sean complementarias o alternativas al método

tradicional adversarial. Desde este punto de vista y como un intento por

aproximarnos al término jurídico de mediación, podemos decir que es “un

procedimiento no adversarial, aceptado voluntariamente por las partes, en el

69

Es importante hacer la distinción entre alimentos futuros y alimentos devengados. Los alimentos

devengados son bienes materiales que ya fueron consumidos por el alimentado. Los alimentos futuros, según

el art. 256 C.F. son aquellos que pretenden cubrir, de forma anticipada, las necesidades del alimentado y por

lo tanto se deben a futuro. 70

Aquellos que son exigibles pero que no fueron pagados oportunamente. 71

Cfr. A.F. DE DE LA RÚA - C. GONZÁLEZ DE LA VEGA, Lineamientos para un proceso civil moderno: la

simplificación procesal. Medios alternativos de resolución de conflictos, 305.

Page 49: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 49

que un tercero neutral, ayuda a estas a que en forma cooperativa encuentren un

acuerdo”72.

Dentro de los principales caracteres tenemos, en primer lugar, que

estamos frente a un método no adversarial, pues a pesar de la intervención de

un tercero este no viene a suplir la voluntad de las partes, son ellas quienes

retienen el poder decisorio sobre el asunto, razón por la cual hay una mayor

probabilidad de cumplimiento del acuerdo alcanzado; la informalidad es otra

de las características de la mediación, lo que obedece al hecho de que su

desarrollo no está sujeto a reglas rígidas en cuanto a su procedimiento y/o

formalidades, aunque esto no implica que no posea una estructura, que podrá

variar en ciertos aspectos, pero que -en la medida de lo posible- deberá

respetarse a fin de favorecer más confianza en esta especial y no tan formalista

vía para resolver un conflicto.

Lo anterior, nos hace arribar al carácter flexible de este método, pues

podrá adaptarse a la complejidad de la disputa que si bien es mínima, deberá

buscar la forma menos compleja de solución; otro aspecto sobresaliente en la

mediación es la confidencialidad y es que, en resumidas cuentas, ni el

mediador ni las partes podrán develar nada de lo acontecido, lo que implica

que la información vertida no podrá ser utilizada posteriormente en la vía

judicial, ni el mediador podrá comparecer como testigo. Por regla general,

estaremos frente a un procedimiento mucho más ágil en comparación al

proceso judicial; finalmente, y no menos importante, es la voluntariedad con

que las partes se decantan por este tipo de instituciones o deciden retirarse de

la misma una vez iniciada.

La doctrina establece una serie de etapas, que se convierten en una

estructura que nos permitirá alcanzar un acuerdo satisfactorio; sin embargo, en

la medida en que la mediación es un método flexible e informal, el mediador

podrá ampliar o reducir, avanzar o retroceder en estas etapas las veces que

sean necesarias, según la naturaleza del caso lo amerite. Gael Sherman, en su

conferencia Mediación al estilo de Texas73, establece una serie de etapas,

haciendo la aclaración que pese a los avances o retrocesos cíclicos de las

mismas, al finalizar el proceso de mediación, deben haber sido completadas, y

estas son:

A. Observaciones preliminares: el principal objetivo de este punto es

explicarle a las partes la dinámica a seguir, las reglas básicas, la función

del mediador y el alcance de los acuerdos, si es que los hay; en

definitiva, establecer expectativas realistas sobre el proceso.

72

Cfr. J. FOLBERG - A. TAYLOR, Mediación. Resolución de conflictos sin litigio, 27. 73

Cfr. G. SHERMAN, Mediación al estilo de Texas, 28-33.

Page 50: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 50

B. Declaraciones iniciales: lo que se busca es que las partes hagan una

declaración breve de sus posturas e intereses. Se debe tener presente que

probablemente se reservarán cierta información para momentos

posteriores.

C. Recogida de información: puede llegar a ser la etapa más larga y lo que

se pretende es asegurar la oportunidad de que cada parte sea escuchada,

que exista un intercambio de información entre las partes y el mediador

o directamente de una parte a otra. Esta etapa podrá estar cargada de

mucha emotividad, por lo que el mediador deberá ser cauteloso al

mantener su neutralidad a fin de evitar, por una parte, un posible

desinterés por continuar con esta vía y, por otra, que el conflicto

retroceda hacia un ciclo de escalada74.

D. Identificación de problemas: que las partes comprendan claramente lo

que están intentando resolver, se deben identificar los intereses

motivadores para empezar a visualizar alternativas disponibles que

satisfagan los mismos.

E. Generación de opciones: ayudar a las partes a desarrollar un conjunto de

opciones creativas que potencien al máximo los intereses de todos los

implicados.

F. Negociaciones: es frecuentemente la etapa más difícil. Las partes deben

evaluar las opciones que han sido identificadas y las consecuencias de

cada una de ellas y, como derivación de lo anterior, deberán formular la

opción seleccionada de forma que la satisfacción sea mutua.

G. Formalización por escrito del acuerdo: se diseña un acuerdo que asegure

la probabilidad de un resultado realista de satisfacción para ambas

partes.

El mediador “actúa como un tercero imparcial entre dos o más partes

enfrentadas, transmitiendo información que les permita a éstas intervenir en la

resolución de sus problemas. Igualmente les facilita la comunicación entre

ellas y hace posible el cambio perceptivo que facilita la modificación de las

interpretaciones encontradas”75. Este tercero no tiene la facultad de imponer

una solución, su tarea más bien “consiste en hacer de "facilitador" de la

comunicación y negociación entre las partes en conflicto”76. Un mediador

colaborará para que sean las partes mismas quienes encuentren una solución

que corresponda a sus intereses, lo anterior lo logrará en la medida en que

74

Es preciso enfatizar que la mediación es de aplicación cuando el conflicto no esté en una escalada alta,

porque en tal caso resultará inoperante la misma. 75 Cfr. T. BERNAL SAMPER, Conferencia marco: la mediación como alternativa extrajudicial, 21. 76

Cfr. E. HIGHTON - G. ÁLVAREZ, Mediación para resolver conflictos, 212.

Page 51: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 51

pondrá a disposición de los disputantes un cúmulo de conocimientos y un

conjunto de técnicas, previamente adquiridas, para que logren -teniendo como

base sus intereses- un enfoque más constructivo del conflicto existente. En ese

contexto el mediador deberá estar capacitado para reaccionar y conducir de

manera adecuada las diversas situaciones que le sean planteadas. Dentro de las

principales cualidades77 que un mediador debe reunir, encontramos:

neutralidad, capacidad para abstenerse de presentar su propio juicio,

flexibilidad, inteligencia, paciencia, empatía, sensibilidad y respeto, oyente

activo, imaginativo y hábil en recursos, enérgico y persuasivo, capacidad para

tomar distancia en los ataques, objetivo, honesto, digno de confianza para

guardar confidencias, tener sentido del humor y perseverante78.

Doctrinariamente se le clasifica como pública o privada. Será pública en

la medida en que el Estado institucionaliza a la mediación79, previendo su

utilización en un cuerpo normativo, sin que ello implique necesariamente su

jurisdiccionalización, es decir, que sea incorporada en la sustanciación del

proceso. En cambio, la mediación privada es aquella impartida por una

institución del mismo carácter que se especializa en brindar este servicio, a

este tipo de mediación se le considera “un negocio jurídico que importa al

derecho sustancial, específicamente al contractual, reconociendo esta figura

principios, elementos, y características propias”80.

En cuanto al ámbito de aplicación de la mediación, esta procederá

siempre y cuando los derechos y deberes en disputa se encuentren en el

perímetro dispositivo de las partes y toda vez que no esté comprendido en

ellos el orden público.

Finalmente, ha sido palpable el rol que juega la comunicación en todo el

proceso de mediación, al punto que doctrinariamente se discute si el éxito de

la mediación puede únicamente medirse a partir de la formulación de un

acuerdo o si su mayor conquista es abrir estos canales de comunicación; Gael

Sherman aborda este punto y hace un aporte importante, el cual compartimos,

al señalar que:

Para algunas personas, el objetivo de la mediación es la comunicación más que el

acuerdo. La importancia de la mediación está basada en la intervención que abre

77

Cfr. E. HIGHTON - G. ÁLVAREZ, Mediación para resolver conflictos, 216-217. 78

De igual manera Angelina Ferreyra y Cristina González, manifiestan que para el desarrollo exitoso de su

labor, un mediador debe contar con ciertas aptitudes necesarias: neutralidad, buen oyente, conocedor del

conflicto, habilidad para la comunicación y buena captación. Cfr. A.F. DE DE LA RÚA - C. GONZÁLEZ DE LA

VEGA, “Lineamientos para un proceso civil moderno: la simplificación procesal. Medios alternativos de

resolución de conflictos”, 303. 79

V.g., es ese -precisamente- el objeto que persigue la Ley de Mediación, Conciliación y Arbitraje, a través

de la cual el Estado le da la posibilidad a los particulares de accesar a este tipo de métodos alternos. 80

Cfr. A.F. DE DE LA RÚA - C. GONZÁLEZ DE LA VEGA, Lineamientos para un proceso civil moderno: la

simplificación procesal. Medios alternativos de resolución de conflictos, 328.

Page 52: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 52

las líneas de comunicación, permite a las partes tratar las cuestiones que causan el

conflicto e impide un posible empeoramiento de la situación. El aspecto más

significativo de la intervención es que se presenta a las partes un método

alternativo de resolución de conflictos, uno que pueden haber aprendido a usar

por sí mismos la próxima vez81.

En consonancia con lo anterior, la protocolización u homologación del

acuerdo alcanzado puede ser necesaria ante la falta de cumplimiento

voluntario del mismo o cuando haya un temor de incumplimiento; sin

embargo, consideramos que esta última causal raya con la naturaleza misma

de los métodos alternos de solución de conflictos ya que estos gozan de

seguridad jurídica per se por haber existido consenso entre las partes para

alcanzar dicho acuerdo, por lo tanto no será estrictamente necesaria la

protocolización u homologación del acuerdo.

2.2.3.1. Antecedentes legislativos

Si bien la figura de la mediación, no ha sido codificada ampliamente por

nuestro ordenamiento jurídico, podemos encontrar leyes que de alguna manera

regulan a este método alterno de solución de conflictos, entre estas tenemos:

Ley de Mediación, Conciliación y Arbitraje.

Ley de Protección al Consumidor.

Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación Contra

las Mujeres.

Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres

Ley de Titularización de Activos.

Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República.

2.2.3.2. La mediación en la Ley de Mediación, Conciliación y Arbitraje

La mediación en materia de familia no está regulada como tal en la

legislación que normativiza dicha rama del derecho, sin embargo, su

aplicabilidad no está vedada. La base legal que da pie a la aplicabilidad de esta

figura en materia de familia está consignada en nuestra carta magna, en el art.

23, como pilar de los métodos alternos de solución de conflictos, además de la

posibilidad regulada en las leyes secundarias, tales como la Ley de Mediación,

Conciliación y Arbitraje y la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la

República, en la cual como materia de control de los centros de mediación está

lo concerniente a los conflictos de naturaleza familiar. Por lo tanto, podemos

inferir que todos los conflictos que tengan que ver con derechos y deberes de

carácter familiar podrán ser resueltos a través de la mediación, siempre y

81

Cfr. G. SHERMAN, Mediación al estilo de Texas, 31-32.

Page 53: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 53

cuando sean derechos y deberes sujetos a disposición de las partes y que no

transgredan el orden público. Estos centros de mediación, además de estar

sujetos a lo dispuesto en el reglamento interno de la Procuraduría General de

la República82, su actividad se basará en lo regulado en la L.M.C.A.

Esta ley reconoce la eficacia de la mediación como MASC y le da el

carácter de facultativa, es decir, que serán las partes quienes decidirán someter

su conflicto a mediación. Dicha voluntad deberá expresarse a través una

solicitud presentada al centro de mediación en donde se designará a un

mediador, quien deberá citar a los interesados para la primera audiencia,

indicando además los beneficios que conlleva resolver el asunto de forma

amigable83. El mediador en la primera audiencia, está obligado a explicar a los

interesados el carácter confidencial del procedimiento, la conducta que

deberán tener en la tramitación del mismo y la conveniencia de llegar a un

arreglo mediante esta vía. La función de esta audiencia es que las partes

puedan dar a conocer sus necesidades y lo que quieren lograr una vez

finalizada la mediación. En caso de ser necesario, el mediador podrá convocar

a las partes a otras audiencias, que podrán llevarse a cabo de forma individual

con cada uno de los interesados. Todo lo manifestado por los interesados en

las audiencias es de carácter confidencial, por lo tanto no se dejará constancia

escrita de ellas; sin embargo, de lo que sí habrá constancia es de la solución

total o parcial a la que lleguen los interesados, pues se consignará en acta la

cual producirá los efectos de una transacción y podrá tener fuerza ejecutiva. El

acta de mediación deberá contener: la identidad de los interesados, del

mediador y de las otras personas84 que participen en el procedimiento, la

tipificación de la disputa, las obligaciones, sometimientos, derechos y deberes

que unilateral o recíprocamente acepten los interesados, así como las formas,

modalidades y términos de su cumplimiento; en el caso que las partes no

hayan llegado a acuerdos, se deberán especificar los puntos sobre los que no

hubo acuerdo; la firma de los interesados y del mediador y el lugar y fecha en

que se levanta el acta85, es en este punto donde se da por terminado el

procedimiento de mediación.

Es importante destacar que dada la posibilidad que tienen las partes de

someter a un proceso judicial el incumplimiento de los acuerdos alcanzados en

la mediación, los mediadores no podrán intervenir en dicho proceso judicial,

so pena de declarar nulos los actos en que intervenga; aunado a ello, los

82

Lo concerniente a los centros de mediación será analizado en el siguiente apartado. 83

Arts. 1 y 7 L.M.C.A. 84

Por ejemplo, cuando haya sido necesaria la presencia de peritos o los interesados hayan requerido la

presencia de sus abogados. 85

Arts. 8-14 L.M.C.A.

Page 54: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 54

papeles de trabajo del mediador son personales, por lo tanto, no se dará copias

a las partes, carecen de valor probatorio y no harán fe en un juicio.

2.2.3.3. Centro de Mediación de la Procuraduría General de la República

Entre las atribuciones conferidas al Procurador General de la República,

está la de fomentar y promover la mediación y conciliación para la solución

pacífica de los conflictos, dicha atribución dio pie a la creación de los centros

de mediación y conciliación en el país. En el año de 1999 empezó a funcionar

el centro de mediación de la PGR como una unidad administrativa manejada

por este ente. La función principal de este centro es la de facilitar la solución

de conflictos de naturaleza familiar, patrimonial, penal, laboral, escolar,

comunitaria y vecinal; así mismo, también tiene la función de fomentar y

promover la mediación y conciliación como método alterno de solución de

conflictos y dar asistencia técnica y acompañamiento en la implementación y

desarrollo de centros de mediación y conciliación de otras organizaciones e

instituciones sobre la base de convenios interinstitucionales86. Se definió que el

centro de mediación tendría como marco normativo la Ley Orgánica de la

Procuraduría General de la República.

El Reglamento de la Ley Orgánica de La Procuraduría General de la

República ha establecido los siguientes criterios de mediabilidad:87 la debida

identificación de las partes en conflicto; que la persona que solicita la

intervención del centro de mediación tenga una real disposición para resolver

su conflicto, para lo cual deberá aceptar las condiciones de confidencialidad,

voluntariedad y disposición a participar en la construcción de entendimientos;

que los asuntos que se pretendan tratar no vulneren derechos irrenunciables o

deberes inalienables, aunque exista aceptación expresa de las partes; que los

asuntos que se pretendan abordar no estén relacionados o tengan origen en

hechos de violencia intrafamiliar.

Cualquiera de las partes interesadas en resolver su controversia a través

de la mediación, puede abocarse en forma personal al centro, pero también

pueden presentar su solicitud a través de apoderado o por derivación

profesional o institucional. Dicha solicitud se hará de forma verbal o escrita88,

y dentro de los cinco días hábiles siguientes a su recepción, el centro de

mediación designará un mediador para que convoque a las partes a la primera

audiencia -la cual deberá celebrarse dentro de un plazo máximo de quince días

86

Art. 37 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República. 87

Art. 18 del Reglamento de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República. 88

La solicitud deberá contener: las generales de ambas partes, un lugar o medio electrónico que permita su

localización dentro del territorio nacional, la relación de los hechos controvertidos y los documentos que

comprueben esos hechos, si el solicitante no puede darse a entender adecuadamente se deberá consignar en la

solicitud en interprete o traductor que lo acompaña.

Page 55: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 55

hábiles-, si esta audiencia no se verifica en el día y hora señalados, podrá

convocarlas por última vez a una segunda audiencia; sin embargo, si el caso

así lo amerita, podrá acordarse la celebración de audiencias ulteriores. En las

audiencias, el mediador deberá explicar a las partes todo el procedimiento a

seguir y los efectos que este tiene; podrán celebrarse audiencias conjuntas o

privadas -para las cuales será necesario el consentimiento de las partes89-.

Después de celebradas las audiencias, los acuerdos totales o parciales que se

logren entre las partes para poner fin al conflicto, deberán ser documentados

en acta por el centro de mediación correspondiente.

En la actualidad, se cuentan con diecisiete centros de mediación en todo

el país autorizados por la Procuraduría General de la República y una unidad

móvil. Hasta enero del año dos mil diez, un estudio realizado por la

Procuraduría arrojó que los conflictos de naturaleza familiar, patrimonial y

vecinal son los más controvertidos en los centros de mediación, de los cuales

el 84% han sido resueltos satisfactoriamente.

En materia de familia, los objetivos principales que se buscaban con la

implementación de estos centros eran los de: institucionalizar a la mediación

como método alterno de solución de conflictos90 y capacitar a mediadores

especializados en dicha área. Es importante acotar que en esta área, la única

limitante para poder resolver los conflictos por medio de la mediación es que

no versen sobre derechos o deberes indisponibles; al no haber mayores

restricciones en cuanto a los derechos o deberes familiares sujetos a su

conocimiento, lo que se busca es que las partes pueden avocarse al centro de

mediación para buscar una solución pacífica y eficaz de casi cualquier

controversia familiar.

2.2.4. Arbitraje

El arbitraje constituyó para los pueblos primitivos el medio que

utilizaban para resolver sus conflictos cuando todavía no existían

organizaciones judiciales; sin embargo, fue en el derecho romano en donde

adquirió el carácter de institución jurídica. Esta figura es una de las formas en

la cual los particulares pueden resolver sus conflictos de manera más próxima

a sus intereses91; ya que si bien es cierto, la solución final estará supeditada a

lo que disponga un tercero, las partes conservan un mayor poder decisorio en

89

Arts. 19, 20 y 21 del Reglamento de la Ley Orgánica de La Procuraduría General de la República. 90

En vista que no hay una norma familiar expresa que habilite la utilización de este MASC en materia de

familia. 91

Cfr. A.F. DE DE LA RÚA - C. GONZÁLEZ DE LA VEGA, Lineamientos para un proceso civil moderno: la

simplificación procesal. Medios alternativos de resolución de conflictos, 242.

Page 56: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 56

referencia a la elección de los árbitros y procedimiento arbitral, tal como

veremos más adelante.

Algunos autores definen al arbitraje como “un método de resolución de

conflictos tradicional y de carácter adversarial -si bien en forma más rápida y

menos formal que a través de un juicio- es un tercero neutral quien decide la

cuestión planteada, siendo su decisión -en principio- obligatoria. En

consecuencia, las partes se convierten en contendientes a efecto de lograr un

laudo favorable a su posición”92. De la anterior definición podemos destacar

los siguientes aspectos: (a) la resolución del conflicto por un tercero que no

reviste la calidad de juez, es capaz de producir entre las partes un choque de

intereses que puede resolverse de dos formas: mediante un acuerdo de

voluntades entre los contendientes93 y, a través de un tercero, que provea la

solución94, por lo que tenemos que el arbitraje es un método autocompositivo

con carácter adversarial;95 (b) el arbitraje es similar al proceso judicial, sin

embargo, tiene dos diferencias sustanciales: la primera radica en que el juicio

arbitral no está regido por el principio de legalidad sino más bien, prevalece la

idea de equilibrio96 entre las partes y segundo, la decisión que pone fin al

arbitraje proviene de terceros que han sido elegidos por las partes involucradas

en el conflicto, por lo tanto, la solución de la controversia no será del todo

impuesta, dada la participación de los involucrados en su proceso de

formación; (c) ante las incontables desventajas con las que tropiezan las partes

al acceder al sistema judicial y ante la imposibilidad, en algunos casos, de

llegar a un acuerdo final satisfactorio, el arbitraje se posiciona como una

excelente alternativa;97 no obstante, esta idea no debe ser vista como una forma

de privatización de la justicia, al contrario, con el fomento del arbitraje no se

busca remplazar a la jurisdicción sino más bien se procura complementarla

para hacerla más eficiente98.

92

Cfr. E. HIGHTON - G. ÁLVAREZ, Mediación para resolver conflictos, 120. 93

Es decir, a través de métodos autocompositivos. 94

En este caso, estamos en presencia de métodos adversariales en los cuales existe un tercero que zanja la

disputa. 95

A diferencia de la conciliación y mediación, que si bien son métodos autocompositivos, son de carácter no

adversarial. 96

El art. 4 L.M.C.A. establece cuales serán los principios que regirán al arbitraje: principio de libertad,

flexibilidad, privacidad, idoneidad, celeridad, igualdad, audiencia y contradicción. 97

En ese sentido se ha pronunciado la Sala de lo Constitucional en el proceso de amparo con referencia 461-

2007 de fecha veintidós de diciembre del año dos mil siete. “El arbitraje ha sido concebido como un sustituto

de la vía judicial, por medio del cual las personas naturales y jurídicas pueden someter, previo convenio, a la

decisión de uno o varios árbitros, las cuestiones litigiosas surgidas o que puedan surgir en materia de libre

disposición conforme a derecho, es decir, como una vía alterna que poseen las partes para resolver

determinadas controversias dentro de los límites previstos por la ley vigente”. 98

No podemos hablar de un desligamiento total de la jurisdicción cuando se recurre al arbitraje, en vista que

en algunas oportunidades se necesitará recurrir a ella, ya que desde la producción de ciertas medidas

Page 57: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 57

El arbitraje tiene su fundamento en el art. 23 de la Constitución, como

una forma de garantizar a los particulares el acceso a la justicia, fijando un

procedimiento distinto del judicial para lograr la satisfacción de sus intereses.

Es importante hacer mención de las diferentes posturas doctrinales

respecto a la naturaleza jurídica del arbitraje, ya que algunos autores le han

adjudicado raíces contractuales y otros le dan una naturaleza más

jurisdiccional. Respecto de la primera tesis, denominada privatista o

contractualista, esta pone el acento en el carácter privado del instituto, tanto en

lo que se refiere a su origen como en la calidad de los árbitros. La actividad

del arbitraje se circunscribe a las cuestiones que pueden ser sometidas a esta

figura, ya que solo puede versar sobre asuntos originados de derechos

disponibles para las partes y por lo tanto, el Estado no puede privar la facultad

que ellos tienen de escoger el método al cual van a someter su controversia.

Los árbitros son particulares que no revisten la calidad de funcionarios públicos y

obtienen sus facultades de la voluntad de las partes y no de la ley, por lo tanto, su

decisión no puede ser inmediatamente ejecutada ya que no reviste las

características de una sentencia; el vínculo que se crea entre el árbitro y las partes

es eminentemente contractual, dada la autonomía de la voluntad de que gozan

estas últimas, por lo que únicamente está limitada a cuestiones en las que no esté

interesado el orden público99.

En cuanto a la tesis jurisdiccional, a contrario sensu los árbitros ejercen

una verdadera función jurisdiccional, en tanto es uno de los servicios que el

Estado mismo debe garantizar y, además, “por el reconocimiento dado en las

leyes de la posibilidad que tienen las partes de resolver sus controversias a

través del arbitraje, la naturaleza de la actividad de los árbitros no puede ser

otra que la señalada por la ley”100. Esta tesis encuentra su fundamento en las

similitudes que se advierten entre el proceso arbitral y jurisdiccional en cuanto

a su finalidad. Los árbitros son jueces, por tanto, su decisión produce efectos

de cosa juzgada entre las partes y es obligatoria e imperativa, si bien no puede

ser ejecutada de forma inmediata, el árbitro posee la autoridad para imponer

su decisión debido a que, lejos de ser mandatario de las partes, son sus

verdaderos jueces y no están sujetos a sus órdenes e instrucciones. Tomando

una tesis intermedia, el arbitraje no responde exclusivamente a intereses

privados ni se trata de una función jurisdiccional, sino que es de naturaleza

probatorias hasta la ejecución forzosa del laudo requerirá la colaboración de los jueces. Ejemplo: art. 28 literal

b) L.M.C.A. 99

Cfr. R.J. CAIVANO, Arbitraje, 95. 100

Op. Cit., 96.

Page 58: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 58

mixta en la medida que se trata de una jurisdicción instituida por medio de un

negocio particular101.

Algunas características del arbitraje que lo diferencia de las otras

formas alternas de solución de conflictos, son:102 (a) es un medio alterno para

resolver conflictos, su fundamento es la existencia de controversias con

relevancia jurídica; (b) es adversarial, en cuanto la solución se desarrolla con

la intervención de un tercero imparcial que posee facultades decisorias; (c) las

partes deciden sobre el cuándo, cómo y porqué del juicio arbitral; (d) la

materia sustancial debe pertenecer al ámbito de los derechos disponibles; y,

(d) la decisión emanada de un proceso arbitral, es irrevocable.

Dadas las diversas circunstancias en las cuales puede tener aplicabilidad

el arbitraje, surge la necesidad de su clasificación; así tenemos:103 arbitraje

libre o ad hoc y arbitraje institucional, arbitraje de derecho y amigables

componedores, arbitraje voluntario y forzoso, y arbitraje interno o

internacional.

Como ya se estableció, el arbitraje nace a partir de la voluntad de las

partes que deciden no acudir a la jurisdicción para resolver su conflicto, ese

acuerdo de voluntades es denominado acuerdo arbitral, el cual puede

realizarse en un solo acto104 o dividirse en dos actos, es decir, a través de una

cláusula compromisoria y de un compromiso arbitral. Es de señalar que

existen diferencias sustanciales entre estas dos figuras, el compromiso arbitral

“es el convenio conforme el cual las partes especifican concretamente las

cuestiones que se someten al arbitraje, designan a los árbitros o amigables

componedores y determinan, eventualmente, ciertos requisitos del proceso

arbitral”105, de este compromiso surge un determinado procedimiento con

características propias. El elemento distintivo en esta forma de acuerdo

arbitral es que tiene un objeto específico, una vez que se surge el conflicto

sobre el cual se ha realizado el compromiso, el arbitraje se ejecuta conforme a

los aspectos de funcionamiento pactados. Las partes pueden suscribir el

compromiso antes de someter su controversia al proceso judicial, pero

también pueden, en cualquier momento del mismo, optar por celebrar el

compromiso arbitral, el cual por ser de naturaleza contractual debe cumplir

con todos los requisitos establecidos legalmente para los contratos106, en cuanto

101

Cfr. R.J. CAIVANO, Arbitraje, 97. 102

Cfr. A.F. DE DE LA RÚA - C. GONZÁLEZ DE LA VEGA, Lineamientos para un proceso civil moderno: la

simplificación procesal. Medios alternativos de resolución de conflictos, 253-254. 103

Cfr. R.J. CAIVANO, Arbitraje, 67. 104

Tesis retomada por la Ley de Mediación Conciliación y Arbitraje. 105

Cfr. A.F. DE DE LA RÚA - C. GONZÁLEZ DE LA VEGA, Lineamientos para un proceso civil moderno: la

simplificación procesal. Medios alternativos de resolución de conflictos, 254. 106

El compromiso arbitral puede ser otorgado en instrumento público o privado.

Page 59: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 59

a la capacidad de las partes, objeto y causa. La formulación del compromiso

arbitral es expresión de la libre voluntad de las partes y está referida al caso

concreto estipulado en él.

La cláusula compromisoria “es la convención específica incluida o

vinculada a un contrato, en virtud de la cual las partes deciden someter todas o

algunas de las diferencias que pudieren surgir de esa relación jurídica”107 esta

cláusula generalmente es incluida en los contratos, sin embargo, puede ser

formalizada posteriormente, pero siempre relacionando el contrato del cual

proviene. La cláusula compromisoria, por tratarse de una convención

accesoria se encuentra condicionada al acontecimiento del hecho conflictivo,

es en ese momento donde surge la obligación de comprometer y dirimir esa

controversia por medio del arbitraje108. Es importante destacar que por ser la

cláusula compromisoria accesoria al contrato, sigue la suerte del mismo, es

decir, que si el contrato se extingue consecuentemente fenecerán también las

obligaciones emergentes de él.

El tercero imparcial que decide la controversia es denominado como

árbitro y este puede ser de iuris (o de derecho) y amigables componedores (o

llamados también árbitros arbitradores). El árbitro de derecho resuelve el

conflicto de acuerdo a las leyes y sujetándose a los procedimientos

establecidos en ella, contrario sensu, los amigables componedores resuelven

la controversia de acuerdo a su leal saber y entender y por regla general, sin

sujeción a las formas legales109. Ambos árbitros son elegidos de común

acuerdo por las partes.

Los árbitros de derecho o los amigables componedores pronuncian su

decisión a través del laudo arbitral que “es la decisión definitiva sobre las

cuestiones litigiosas incluidas en el compromiso o cláusula compromisoria”110

el cual tiene fuerza vinculante y es obligatorio, resolviendo de forma definitiva

el conflicto. El laudo arbitral -en general- guarda similitud con la sentencia

judicial en cuanto a sus requisitos intrínsecos y extrínsecos; sin embargo, se

vuelve necesario acotar que es el laudo emanado de un árbitro de derecho el

que tendrá los mismos elementos básicos de la sentencia judicial, ya que debe

hacer referencia a la norma legal aplicada, en cambio el laudo de los

arbitradores no tiene que ser fundamentado en normas legales, pero sí es

necesario el señalamiento de los hechos que fueron comprobados.

107

Cfr. A.F. DE DE LA RÚA - C. GONZÁLEZ DE LA VEGA, Lineamientos para un proceso civil moderno: la

simplificación procesal. Medios alternativos de resolución de conflictos, 259. 108

El derecho que confiere la cláusula compromisoria es renunciable. 109

Op. Cit., 261. 110

Op. Cit., 269.

Page 60: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 60

El laudo, tiene los mismos efectos que la sentencia judicial, por lo tanto

adquiere eficacia de cosa juzgada sustancial y puede ser sujeto de

protocolización para hacer efectiva su ejecución, en el caso del arbitraje ad-

hoc.

2.2.4.1. Antecedentes legislativos

El arbitraje tiene un amplio reconocimiento en nuestro ordenamiento

jurídico como una de las principales figuras utilizadas de MASC, entre

algunas leyes podemos mencionar:

Ley de Mediación, Conciliación y Arbitraje.

Ley Procesal de Familia.

Código de Comercio.

Código Procesal Civil y Mercantil.

Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública.

Ley de Aeronáutica Civil.

Ley de Hidrocarburos.

Ley de Protección al Consumidor.

Ley de Sociedades de Seguros.

Ley General Marítimo Portuaria.

Carta de la Organización de Estados Americanos.

Carta de la Organización de las Naciones Unidas.

Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional.

2.2.4.2. Tratamiento jurisprudencial

El arbitraje en materia de familia, no ha sido objeto de tratamiento

jurisprudencial, sin embargo, en el área civil, mercantil y constitucional este

instituto jurídico ha sido objeto de múltiples análisis por parte de los máximos

aplicadores de justicia, definiéndolo, clasificándolo y catalogándolo como un

método alterno para la solución de conflictos.

El sistema arbitral es un mecanismo alternativo de solución de conflictos, al cual

las partes pueden someter, de mutuo acuerdo, las controversias susceptibles de

transacción, existentes o futuras para que sean resueltas por los tribunales de

arbitraje, designados para conocer de ellas. (Sala de lo Civil de la Corte Suprema

de Justicia, Sentencia definitiva referencia 1477-2004).

A partir de lo anterior, es viable afirmar que si las personas son libres para poder

pactar voluntariamente cualquier tipo de cláusula que incida sobre sus derechos o

relaciones jurídicas de carácter disponible, de la misma forma debe

garantizárseles un permiso para que puedan optar por cualquiera de los medios

lícitos existentes para resolver un conflicto. En ese sentido, dicha opción abre el

Page 61: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 61

paso a la heterocomposición y, dentro de esta, al arbitraje o a la jurisdicción. Por

ello, la autonomía de la voluntad es un elemento fundamental de singular

importancia en el arbitraje, pues con base en ella se confiere a las partes la

facultad de someter sus controversias de carácter disponible, a la decisión de un

árbitro o tribunal arbitral distinto a los jueces y magistrados del orden

jurisdiccional.

Así, atendiendo a la modalidad de elección de los árbitros que actuarán en un

caso concreto, existen dos categorías diferenciadas de arbitraje: (i) el institucional

y (ii) el ad hoc. En otro orden, si se toma en consideración el modo en que deben

actuar, así como a la naturaleza de la decisión que han de emitir, los árbitros

pueden ser: de derecho (i); de equidad (ii); y técnico (iii). Una tercera

clasificación de los tipos de árbitros atiende a la fuente de la cual provienen. En

este sentido, si el arbitraje tiene su origen bien en un acuerdo de voluntad o bien

en la ley -en sentido formal-, estaremos en presencia de un arbitraje voluntario (i)

o forzoso (ii). (Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia,

Sentencia definitiva con referencia 11-2010).

El arbitraje ha sido concebido como un sustituto de la vía judicial, por medio del

cual las personas naturales y jurídicas pueden someter, previo convenio, a la

decisión de uno o varios árbitros, las cuestiones litigiosas surgidas o que puedan

surgir en materia de libre disposición conforme a derecho, es decir, como una vía

alterna que poseen las partes para resolver determinadas controversias dentro de

los límites previstos por la ley vigente. (Sala de lo Constitucional de la Corte

Suprema de Justicia, Sentencia de amparo con referencia 461-2007).

El laudo arbitral (art. 3 L.M.C.yA.), la cual ha de ser dictada de la misma forma

que las sentencias de los jueces de primera instancia y cuyos efectos, una vez

adquiere grado de firmeza, son la misma fuerza y validez de una sentencia

judicial ejecutoriada y pasada en autoridad de cosa juzgada (art. 63 L.M.C.yA.).

(Cámara Segunda de lo Civil de Primera Sección del Centro, con referencia 1-4-

M-12-A).

2.2.4.3. El arbitraje en la Ley de Mediación, Conciliación y Arbitraje

En esta norma legal, se determina el régimen jurídico aplicable al

arbitraje, y lo define como:

Un mecanismo por medio del cual las partes involucradas en un conflicto de

carácter transigible, difieren su solución a un tribunal arbitral, el cual estará

envestido de la facultad de pronunciar una decisión denominada laudo arbitral111.

El carácter que esta ley le da al arbitraje es el de un método alterno de

solución de conflictos112 -al igual que la doctrina y la jurisprudencia-.

111

Art. 3 literal c) L.M.C.A. 112

Arts. 1 y 2 L.M.C.A.

Page 62: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 62

La aplicación del arbitraje está limitada a asuntos civiles y comerciales

y otras materias reguladas en el art. 23, y más aún, el art. 24 excluye

expresamente del arbitraje al área laboral, dicha delimitación, en principio,

podría llevar a negar la aplicación del arbitraje en materia de familia, no

obstante, el art. 84 inciso primero L.Pr.F., contempla la posibilidad de arbitrar

asuntos familiares, siempre y cuando no sea en menoscabo de los derechos

que por su naturaleza son irrenunciables, por lo tanto, podemos inferir que si

bien en la L.M.C.A., no se establece de forma expresa al derecho de familia

como ámbito de aplicación del arbitraje, esto no inhibe para que también sea

extendido a dicha materia.

El arbitraje puede ser: ad hoc, que es aquel en el cual las partes de

forma autónoma establecen las reglas de procedimiento aplicables en la

solución de su controversia; arbitraje institucional, el procedimiento al cual se

someten las partes es establecido por el respectivo centro de arbitraje de

conformidad a la L.M.C.A.; arbitraje internacional, es el que se da en el caso

que las partes, al momento de suscribir el convenio arbitral, tengan sus

domicilios en (a) diferente Estados y (b) si el lugar del arbitraje o el lugar del

cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones de la relación

jurídica o el lugar con el cual el objeto del litigio tenga una relación más

estrecha, esté fuera del Estado en el que las partes tienen sus domicilios;

arbitraje extranjero, aquel cuyo laudo arbitral no ha sido pronunciado en El

Salvador; arbitraje de derecho, en donde los árbitros fundamentan su decisión

en base a la ley vigente; arbitraje en equidad (llamado también de amigables

componedores), los árbitros deciden con libertad según sea más conveniente al

interés de las partes, atendiendo a su conciencia, verdad y buena fe113; y,

arbitraje técnico, en el cual los árbitros deciden en razón de sus específicos

conocimientos en determinada ciencia, arte u oficio114. En este punto, es

importante hacer la acotación que en materia de familia hasta el momento, no

se cuenta con un centro de arbitraje especializado en dicha área115, en virtud de

lo anterior, actualmente solo puede ser aplicable para los conflictos familiares

el arbitraje ad hoc y no un arbitraje institucional, dadas sus características.

En la L.M.C.A., el acuerdo arbitral es celebrado en un solo acto, es

decir, que no hace diferencia entre cláusula compromisoria o compromiso

arbitral116. El art. 29 de dicho cuerpo normativo establece que el convenio

113

Art. 3 literales F, G, H e I, L.M.C.A. 114

Art. 5 L.M.C.A. 115

El único centro de arbitraje con el cual se cuenta en la actualidad es el Centro de Mediación y Arbitraje de

la Cámara de Comercio, el cual solo resuelve controversias civiles y comerciales. 116

Esta es una postura adoptada por las modernas legislaciones de arbitraje, acentuando el carácter vinculante

y obligatorio de cualquier clase de acuerdo, con tal que se desprenda la existencia de una inequívoca voluntad

de las partes de someterse al arbitraje.

Page 63: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 63

arbitral puede adoptar la forma de una cláusula incluida en un contrato o la de

un acuerdo independiente. Es de hacer notar que este convenio no deberá estar

sujeto a más formalidades que la de realizarse de forma escrita, por lo tanto,

será válido un convenio que sea formalizado en un documento cualquiera

suscrito por las partes, como también será válido un convenio que resulte del

intercambio de cartas o de cualquier otro medio de comunicación o

correspondencia que inequívocamente deje constancia documental de la

voluntad de las partes de someterse a arbitraje117. Un aspecto muy importante a

destacar en cuanto al convenio arbitral regulado por L.M.C.A., es la

autonomía de la que goza, ya que si el acuerdo forma parte de un contrato

principal, ese acuerdo arbitral será independiente de las demás estipulaciones

del contrato, por lo tanto, si el contrato principal que contiene el convenio es

nulo, este subsistirá y será válido. El sometimiento al arbitraje podrá ser

renunciado siempre que concurra la voluntad las partes de forma conjunta,

separada o sucesiva y que dicha renuncia conste por escrito. La renuncia puede

realizarse además de forma tácita, cuando las partes no aleguen la excepción

de arbitraje en el momento procesal oportuno cuando una de ellas ha sido

demandada judicialmente.

Los árbitros pueden ser: de derecho, de amigables componedores o

árbitros técnicos, los cuales no representan los intereses de ninguna de las

partes y ejercen su cargo de forma imparcial y discreta. Los árbitros en

general, gozan de plena independencia en el desempeño de sus funciones por

lo que no están sometidos a orden, disposición o autoridad que menoscabe sus

atribuciones. Los árbitros son designados por las partes y estas, en ejercicio de

su autonomía de la voluntad, pueden determinar el número de árbitros que

participen en la controversia, con tal que sea un número impar; sin embargo,

en caso que las partes no se pongan de acuerdo los árbitros nombrados serán

tres. Podrán ser designados como árbitros las personas naturales que se hallen

en el pleno ejercicio de sus derechos ciudadanos y si el arbitraje es de derecho,

estos deberán ser abogados autorizados. Cuando el arbitraje se deba resolver

conforme a normas o principios técnicos, los árbitros deberán ser expertos en

el arte, profesión u oficio respectivo. Indistintamente, los árbitros tendrán los

mismos poderes, deberes y responsabilidades que los jueces, por lo tanto

pueden ser inhabilitados, recusados y excusados de su cargo118. El tribunal

arbitral podrá estar conformado por uno o más árbitros.

El laudo arbitral -indistintamente por quién sea dictado- deberá ser

adoptado por unanimidad o por simple mayoría de votos, en caso de no haber

mayoría la decisión será tomada por el presidente del tribunal arbitral. El 117

Art. 29 inciso tercero L.M.C.A. 118

Arts. 36, 42 y 43 L.M.C.A.

Page 64: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 64

laudo arbitral para que tenga validez será firmado por el árbitro o árbitros que

hayan intervenido y llevará el sello del centro de arbitraje donde se llevó a

cabo, sin necesidad de trámite judicial o notarial para el caso de un arbitraje

institucional, pero en un arbitraje ad hoc el laudo, para que tenga validez,

tendrá que ser protocolarizado. El laudo arbitral firme tiene la misma fuerza y

validez de una sentencia judicial ejecutoriada y pasada en autoridad de cosa

juzgada119.

Esta ley podrá ser aplicable en materia de familia en todo aquello que

no contraríe los principios establecidos en su ordenamiento jurídico y no vaya

en contra del interés superior de la niña, niño o adolescente y la familia, como

se verá a continuación.

2.2.4.4. Derechos y deberes susceptibles de arbitraje

Los límites objetivos que el ordenamiento jurídico impone al arbitraje

están dados por la frontera entre los derechos disponibles e indisponibles,

además de la protección del orden público, es decir, que todas aquellas

cuestiones que versen sobre derechos disponibles o afecten el orden público

no podrán ser sometidas a arbitraje.

La doctrina ha señalado que son cuestiones excluidas del arbitraje

aquellas materias que no puedan ser objeto de transacción120 afirmación que es

respaldada por la Ley de Mediación, Conciliación y Arbitraje, si bien es cierto

en materia de familia no se encuentra una disposición expresa que determine

las materias susceptibles de ser arbitradas, analógicamente podemos

avocarnos a lo dispuesto por la mencionada ley. El art. 23 L.M.C.A. determina

que no podrán ser sujeto de arbitraje:121

a) Los asuntos contrarios al orden público o directamente concerniente a las

atribuciones o funciones de imperio del Estado o de personas de derecho

público.

b) Los alimentos futuros.

c) Las controversias relativas a bienes o derechos de incapaces, sin previa

autorización judicial.

d) Aquellos conflictos relacionados con el estado familiar de las personas,

excepto en lo relativo al régimen patrimonial atinente con este.

Al igual que en la transacción, no podrá discutirse en arbitraje los

conflictos que versen sobre alimentos futuros, si bien en materia de familia los

119

Arts. 61, 62 Y 63 L.M.C.A. 120

Cfr. A.F. DE DE LA RÚA - C. GONZÁLEZ DE LA VEGA, Lineamientos para un proceso civil moderno: la

simplificación procesal. Medios alternativos de resolución de conflictos, 257. 121

Haremos alusión a aquellas materias concernientes al derecho de familia.

Page 65: Monografía Final

CAPÍTULO II: APLICABILIDAD DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA 65

alimentos se deben a futuro, existen ejecuciones de alimentos que sí podrán

ser sujetos de arbitraje; como es el caso de los alimentos adeudados, estos son

todos aquellos que devienen de una obligación alimenticia que no ha sido

cumplida voluntariamente, es decir, son alimentos devengados que aún no han

sido pagados y por lo tanto se vuelven disponibles.

En cuando a los conflictos relacionados con el estado familiar de las

personas, nos remitiremos a lo analizado sobre la transacción, estableciendo

que no serán sujetos de arbitraje aquellos asuntos que tengan que ver con el

emplazamiento o desplazamiento de la paternidad o maternidad, matrimonio,

divorcio y adopción. Es de hacer notar que la unión no matrimonial no les

confiere a los convivientes un estado familiar122, a pesar de la inscripción que

se debe hacer de la sentencia en el Registro del Estado Familiar

correspondiente, art. 124 inciso final C.F. En la unión no matrimonial, al igual

que en el matrimonio puede suscribirse un régimen patrimonial legalmente

establecido123, dicho régimen al decretarse la unión se disolverá y liquidará

conforme a las reglas establecidas para el matrimonio, por lo cual tal

disolución y liquidación podría ser dirimida en un juicio arbitral al igual que

sucedería para la disolución y liquidación del régimen en el matrimonio por el

contenido patrimonial y disponible que ostenta.

Es de analizar lo concerniente a la vivienda familiar por ser parte del

régimen patrimonial del matrimonio, en general, sí puede ser sujeto de

arbitraje; sin embargo, se hace la acotación que no será posible sobre todas las

formas de protección que se le otorgan a la vivienda familiar. De acuerdo a lo

establecido en los art. 46 inciso primero y segundo, 81 ordinal 4°, 108 ordinal

4° y 111 inciso 3° C.F., las formas de protección de la vivienda familiar son:

(a) necesidad de consentimiento y asentimiento del cónyuge, según

corresponda, para la constitución de derechos reales y personales sobre la

vivienda; (b) constitución del derecho real de uso o habitación; (c)

adjudicación preferencial del inmueble en caso de liquidación del régimen de

comunidad diferida; (d) conferir el uso de la vivienda familiar como una

medida cautelar. Únicamente podremos aplicar el arbitraje cuando se trate de

la tercera forma de protección, ya que la manera en que se realice la

adjudicación puede ser negociable, dado que al ser esa adjudicación

preferencial es algo optativo no imperativo y por lo tanto, puede ser disponible

para las partes, además de estar dentro del régimen de comunidad diferida.

Haciendo referencia a la primera prohibición regulada en el literal a) del

art. 23 L.M.C.A., y realizando una interpretación analógica, no podrán ser

122

El estado familiar deriva únicamente del vínculo matrimonial o parental. 123

En la unión no matrimonial únicamente se puede suscribir el régimen patrimonial de participación en las

ganancias.

Page 66: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 66

arbitradas los conflictos referentes a la nulidad absoluta del matrimonio, ya

que esta es una materia concerniente al orden público.

Page 67: Monografía Final

CAPÍTULO III

APLICABILIDAD DE LOS MASC

A LA LUZ DEL INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y

ADOLESCENTE

3.1. PROCEDENCIA DE LA APLICACIÓN DE LOS MASC EN NIÑEZ Y

ADOLESCENCIA

En los últimos años, en nuestro país, se ha iniciado un proceso de

fortalecimiento de las instituciones sociales más importantes establecidas en la

Constitución, entre ellas: la familia y la niñez y adolescencia. En particular, la

protección de la niñez y adolescencia es un área que recientemente ha

adquirido autonomía normativa en nuestro ordenamiento jurídico, mediante la

sanción de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (abril,

2010), -en adelante LEPINA-; por ello, habiendo ya establecido la

procedencia y aplicabilidad de los MASC en materia de familia, es menester

determinar si estos tienen cabida en los conflictos propiamente relacionados

con niñas, niños y adolescentes, esta diferenciación se hace precisamente por

esta discrepancia normativa apuntada. En consonancia con lo anterior y previo

a determinar si proceden o no proceden los MASC en materia de niñez y

adolescencia, es necesario dejar por sentado el contexto y naturaleza de

LEPINA y si corresponde o no a la misma teleología que materia de familia,

en donde ya vimos, sí resultan aplicables los MASC.

3.1.1. Generalidades sobre la Ley de Protección Integral de la Niñez y

Adolescencia

La protección integral de las niñas, niños y adolescentes deviene del

mandato constitucional establecido en los artículos 1, 34 y 35; sin embargo,

con la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño124, en

adelante CDN, se hizo necesaria la adecuación de la legislación secundaria a

los marcos normativos del derecho internacional, especialmente a lo

estipulado por la CDN. En ese contexto, una de las plasmaciones más

evidentes de dicha convención en nuestro país ha sido la LEPINA, por lo

tanto, es necesario el estudio del impacto que dicha convención ha tenido para

la protección integral de las niñas, niños y adolescentes.

124

La Convención sobre los Derechos del Niño fue aprobada en el seno de las Naciones Unidas el veinte de

noviembre de mil novecientos ochenta y nueve y fue ratificada por nuestro país en abril del año mil

novecientos noventa.

Page 68: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 68

3.1.1.1. Impacto de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN)

La infancia, está constituida por una categoría social que necesita de

una protección especial, no obstante, hasta el año de mil novecientos ochenta

y nueve eran considerados como meros objetos de protección; con la

aprobación de la CDN se reconoció por primera vez a los -llamados en ese

entonces- menores -ahora: niñas, niños y adolescentes- “como sujetos plenos

de derechos, dotándoles de personalidad propia y haciéndoles titulares por sí

de esos mismos derechos”125. En el iterado instrumento, se consagran los

principios generales y particulares de la protección integral y se reconocen los

derechos a la supervivencia, desarrollo, participación y protección de las

niñas, niños y adolescentes. De acuerdo con lo anterior, desarrollaremos a

continuación los aspectos más relevantes de esta norma internacional.

A. En la CDN se recoge por primera vez en un único documento

internacional todos los derechos del niño, pues si bien ya habían instrumentos

internacionales que hablaran de una protección a la niñez y a la familia, fue

hasta la promulgación de la CDN que se hizo un verdadero compendio de

derechos.

B. Es un documento con fuerza jurídica obligatoria y vinculante a partir

de la ratificación por cada Estado126. Dicho sea de paso cabe acotar que esta

convención ha sido la que ha contado con mayor ratificación a nivel mundial.

C. Su objeto de estudio es la infancia como grupo social universal,

estableciendo los derechos que les asisten en los diferentes ámbitos, a

diferencia de otras convenciones internacionales; como la Declaración de

Ginebra de 1924, que su enfoque era la niñez en situación de riesgo.

D. Pleno reconocimiento de la niñez como sujeto de derecho. Según

Isaac Revetllat Ballesté127, la CDN adopta el principio de las tres “P(s)”:

protección, provisión y participación. En cuanto a la protección, comprende el

derecho de la niñez a ser protegida de cualquier acción u omisión que

perjudique su desarrollo integral; al hablar de provisión se refiere a todos los

derechos que dan acceso a los niños a ciertos bienes y servicios, como el

derecho a la salud, educación, etc.; y finalmente, con el término participación

se hace referencia al derecho que le asiste a toda niña o niño a expresar su

125

Cfr. J. GUILLÓ JIMÉNEZ, Niños, niñas y adolescentes: los nuevos ciudadanos, 11. 126

La CDN, es un instrumento jurídico y no una declaración de buenas intenciones, por ello las pretensiones

que puedan tener los niños para la protección de sus derechos son vinculantes no solo para la humanidad en

general, sino que también vincula a los Estados signatarios de la convención. 127

Cfr. I. REVETLLAT BALLESTÉ, ¿Hay una única infancia? La construcción de la ciudadanía desde la niñez y

adolescencia a partir de la convención sobre los derechos del niño. 8.

Page 69: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 69

opinión y que esta sea tomada en cuenta en todos aquellos asuntos que le

afecten, tomando en consideración su edad y madurez.

E. Reconocimiento de la titularidad de derechos civiles y políticos tales

como: a ser escuchado, libertad de expresión, intimidad, etc. Pero cabe tener

en cuenta que estos derechos no son absolutos sino que son los últimos en

adquirirse totalmente.

F. Introduce el interés superior del niño como principio rector de toda la

acción a favor del bienestar de las niñas y niños. Entre otros principios, como

el de corresponsabilidad, prioridad absoluta, etc.

G. Adecuación legal de las normas internas de los Estados Partes a los

postulados, normas y principios de la CDN, dejando atrás la vejatoria

legislación tutelar de menores.

Con todo lo anterior, podemos afirmar que la historia de la niñez en

nuestro país y en la mayoría de países latinoamericanos, se puede dividir en

dos momentos: antes y después de la convención. Antes de la convención la

legislación era sostenida por la doctrina de la situación irregular, sin embargo,

es a partir de la CDN en donde se da un cambio de paradigma: sustitución de

la doctrina de la situación irregular por la doctrina de la protección integral.

Este cambio de paradigma trasformó la visión de necesidades128 en la

perspectiva de derechos, en el cual los niños son plenos sujetos de derechos y

justicia; esto constituyó el punto de quiebre entre la doctrina tutelar de

menores y la protección universal de derechos (situación irregular-protección

integral)129.

3.1.1.2. Doctrina de la situación irregular vs. Doctrina de la protección

integral

El Instituto Interamericano del Niño, ha definido a la situación irregular

como “aquella en que se encuentra un menor, tanto cuando ha incurrido en un

hecho antisocial, como cuando se encuentra en estado de peligro, abandono

material y moral o padece déficit físico o mental, agregando que se encuentra

en situación irregular los menores que no reciben tratamiento, educación y los

128

Las necesidades no son de naturaleza exigible contrario sensu de la consideración que se le da a las niñas,

niños y adolescentes como sujetos de derechos, ya que estas son exigencias positivas o negativas, es decir,

prestaciones de derechos. 129

Cfr. Y.E. BUAIZ VALERA, Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia comentada de El

Salvador. Libro primero. 51.

Page 70: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 70

ciudadanos que corresponden a sus individualidades”130. A partir de esta

definición se divisa el tratamiento diferenciado que la situación irregular le

otorga a la niñez, tratándolos como menores los cuales debían ser objeto de

protección por su condición de vulnerabilidad; esta doctrina plantea que los

niños están en riesgo por lo que es aceptada cualquier medida tutelar que vaya

en pro de la finalidad de protección.

Las características más relevantes del comportamiento tutelar de esta

doctrina, son las siguientes:

A. La discriminación: se establece un tratamiento diferenciado entre

excluidos e incluidos sociales, cimentado en las necesidades o problemas de

uno u otro grupo. La doctrina de la situación irregular no está dirigida a toda la

infancia pero sí a una parte de ella. “Son considerados niños aquellos que

tienen satisfechas sus necesidades y derechos y menores a los excluidos de la

justicia social y del cumplimiento de los más elementales derechos

humanos”131. Son los menores, el objeto de la doctrina de la situación irregular,

empero, aún entre este grupo hay un tratamiento diferencial ya que la

protección y vigilancia de sus derechos va dirigida a los carentes y

abandonados, y la represión, para los inadaptados e infractores. Esta

característica es el fundamento de la situación irregular, el cual es claramente

atentatorio al principio constitucional de igualdad. Además, al momento de

otorgarles protección, bien puede dictar una medida igual para un infractor

que para alguien que solicita protección.

B. Judicialización: existe cuando conflictos de naturaleza extraña al

ámbito jurídico se convierten en situaciones de hecho que se vuelven posibles

de protección por los órganos jurisdiccionales, estas situaciones de hecho se

resumen en: los abandonados, material y moralmente, los que se encuentran

en situación de peligro y los infractores.

C. Discrecionalidad: esta característica se refiere a la arbitrariedad que

existe en la consideración de tipologías sociales como suficientes para la

declaratoria de situación irregular.

D. Negación del contradictorio: un menor en un proceso judicial no

puede hacer uso de ningún acto procesal de defensa que le permita oponerse a

lo que se le imputa, el juez es el director del proceso y parte interesada en las

resultas del mismo, en virtud de una verdadera acción inquisitiva de la cual era

depositario.

E. Privación de libertad como medida de control social de los menores,

quienes al no ser ciudadanos con derechos, no son sujetos de las políticas

130

Cfr. Y.E. BUAIZ VALERA, Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia comentada de El

Salvador. Libro primero, 35. 131

Op. Cit., 36.

Page 71: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 71

básicas de protección y en consecuencia, al ser menores en situación irregular

son objeto de la tutela por parte del Estado132.

A través de esta doctrina los menores son considerados como el

problema social a resolver. Esta concepción contradice lo estipulado por la

CDN, en la que se reconoce a la persona como el origen y fin del Estado133.

Las niñas, niños y adolescentes al ser personas humanas, se les reconoce

que son sujetos de derechos y de protección por parte de la familia, el Estado y

la sociedad en general. A partir de los derechos humanos reconocidos en la

CDN se permite fundamentar un sistema de igualdad y justicia social para

todas las personas, dando paso así al surgimiento de la llamada doctrina de la

protección integral.

Yuri Emilio Buaiz, define a la protección integral como:

El conjunto de acciones, políticas, planes y programas que con prioridad absoluta

se dictan y ejecutan desde el Estado, con la firme participación y solidaridad de la

familia y la sociedad para garantizar que todos los niños y niñas gocen de manera

efectiva y sin discriminación de los derechos humanos de supervivencia, al

desarrollo y a la participación, al tiempo que atienda las situaciones especiales en

que se encuentran los niños individualmente considerados o determinado grupo

de niños que han sido vulnerados en sus derechos134.

Esta definición abarca sujetos protegidos, derechos reconocidos y

principios. En cuanto a los sujetos protegidos, a diferencia de la doctrina de la

situación irregular, los sujetos son todas las niñas, niños y adolescentes vistos

como un grupo social autónomo, titular de derechos y deberes, que deben ser

protegidos de manera integral, no solo cuando sean vulnerados e incumplidos,

sino de manera permanente. Con la doctrina de la protección integral se

definen de forma precisa los derechos humanos de las niñas, niños y

adolescentes que la CDN propone y reconoce como obligatorios para los

Estados parte. Estos derechos deberán ser concebidos íntegramente para la

creación de políticas públicas en miras de una adecuación normativa

concordante con la Constitución e instrumentos internacionales, entre los

cuales tenemos:

132 La tutela conferida al Estado no es para la protección de los menores sino para su represión en su

condición de “carenciados”. 133

Cfr. CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA, Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, 7. 134

Cfr. Y.E. BUAIZ VALERA, Ley de protección integral de la niñez y adolescencia comentada de El Salvador.

Libro primero. 62.

Page 72: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 72

Derecho a la

supervivencia

Derecho al

Desarrollo

Derecho a la

participación

Derecho a la

Protección

Vida Educación Opinión Proceso justo

Salud Cultura y recreación Asociación Protección contra

toda forma de abuso

Seguridad social

Libertad de

pensamiento,

conciencia y religión

Libertad de

expresión e

información

Contra la venta, trata

o secuestro

No participación en

conflictos armados

Nombre y

nacionalidad

Contra el uso ilícito

de estupefacientes

“Desde el paradigma de la protección integral de los derechos, lejos de

la aplicación que hacía la tutela, no se atiende a los niños en necesidades, sino

que integran los derechos de forma interdependiente, inalienables,

irrenunciables y progresivos […]”135. Estos derechos forman un conjunto que

reclaman la prioridad absoluta de las niñas, niños y adolescentes con el fin de

formular políticas públicas cuyos sujetos sean todas las niñas y niños, no

solamente para ser tutelados sino también para ser protegidos e integrados en

su formación, lo que responde a la finalidad de la protección integral:

prevención, protección y atención de toda la niñez y adolescencia.

Los principios rectores de la doctrina de la protección integral están

contenidos en la CDN y estos son: la igualdad y no discriminación (art.2), el

interés superior del niño (art. 3), efectividad y prioridad absoluta (art. 4) y el

principio de solidaridad social (art. 5) que comprende la participación de las

niñas, niños y adolescentes, las obligaciones del Estado, responsabilidades de

las familias y de la sociedad.

Como corolario de lo anterior:

135

Cfr. Y.E. BUAIZ VALERA, Ley de protección integral de la niñez y adolescencia comentada de El Salvador.

Libro primero. 51.

Page 73: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 73

La doctrina de la protección integral es la que inspira a todas las

legislaciones relativas a la niñez y adolescencia en América Latina, como

consecuencia de la ratificación de la CDN. Es a partir de esta doctrina que se

construyen mecanismos jurídicos y sociales para garantizar los derechos de la

niñez y adolescencia.

En nuestro país, la promulgación de LEPINA significó una superación y

sustitución de la doctrina de la situación irregular, arraigada a las leyes para

menores, por la doctrina de la protección integral como veremos a

continuación.

3.1.1.3. Principios rectores de la LEPINA y naturaleza jurídica de los

derechos de las niñas, niños y adolescentes

LEPINA tuvo una particular forma de entrada en vigencia, si bien fue

creada mediante decreto legislativo número ochocientos treinta y nueve, en el

cual se aprobó que entraría en vigencia el día dieciséis de abril del año dos mil

diez, por decreto legislativo número trescientos veinte, del quince de abril del

mismo año, se modificó el plazo para la vigencia del libro II, títulos I, II, III,

V, VI y VII, y los artículos del 248 al 257, 258 literal d) y 259 del libro III,

título VII, que regulan el sistema nacional de protección integral de la niñez y

adolescencia, dicha modificación entró en vigencia el día uno de enero del año

dos mil once. Finalmente, mediante decreto legislativo quinientos ochenta y

uno, de fecha seis de enero del año dos mil once, se otorgaron transitoriamente

al ISNA las atribuciones reconocidas a las Juntas de Protección de da Niñez y

Page 74: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 74

Adolescencia, con efecto hasta el día uno de enero del año dos mil doce, por

lo tanto, dicha ley tiene vigencia plena a partir del primero de enero del año

dos mil doce; si bien es una ley relativamente reciente, su finalidad, principios

y derechos tienen nacimiento con la ratificación de la CDN y la doctrina de la

protección integral.

La finalidad primordial de LEPINA, según el art. 1, es la de garantizar

el ejercicio pleno de los derechos de las niñas, niños y adolescentes136 para lo

cual fue necesario crear un sistema de protección integral compuesto por la

triada Estado, familia y sociedad -principio de corresponsabilidad-. Con la

implementación de esta ley, se pretende que las niñas, niños y adolescentes

sean capaces no solo de ejercer sino también exigir las facultades -derechos y

deberes- que las leyes les reconocen; sin embargo, es preciso señalar que el

pleno goce y ejercicio de los derechos por parte de las niñas, niños y

adolescentes, no depende del cumplimiento de sus deberes, sino de otros

elementos que se verán a detalle en el siguiente ítem.

LEPINA está regida por ciertos principios que son considerados como

principios-derechos, por lo tanto, son exigibles como derechos de observancia

ineludible y de naturaleza imperativa en su aplicación. Yuri Emilio Buaiz137, al

respecto establece que:

[…] Los principios son más que instrumentos de interpretación, pues son

derechos en sí mismos, y metaderechos de presencia subjetiva, concomitantes en

lo programático a la titularidad permanente de los mismos a cada ser humano,

individual o colectivamente considerado, independientemente de su necesidad de

materialización, pues subsisten per se.

Estos principios son:

A. Rol fundamental de la familia.

La familia por ser la base fundamental de la sociedad, ha sido

considerada como “el medio natural y primario donde se garantiza el

desarrollo y protección de la niñez y adolescencia”138. Si bien es cierto, el

Estado es el encargado de velar por el bienestar de la familia, los primeros

responsables en su educación y cuidado son ambos padres, por lo tanto el

Estado no intervendrá en ese rol; sin embargo, deberá proporcionar la

protección y asistencia necesaria para que la familia pueda asumir plenamente

su rol dentro de la sociedad.

136

El cambio del término menor por el de niña, niño y adolescente responde a la idea arrojada por la doctrina

de la protección integral y por la equidad de género. Sin embargo, es de aclarar que en ocasiones se utilizará

el término niño, como la denominación universal a la que alude la CDN. 137

Cfr. Y.E. BUAIZ VALERA, Ley de protección integral de la niñez y adolescencia comentada de El Salvador.

Libro primero, 130. 138

Cfr. CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA, Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, 9.

Page 75: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 75

Por medio de este principio el Estado está obligado a evitar cualquier

tipo de medida que separe al niño de su familia, solamente en casos

excepcionales se dispondrá el acogimiento familiar o en último caso, el

acogimiento institucional, en atención al principio de corresponsabilidad.

B. Ejercicio progresivo de las facultades.

Este principio se fundamenta en la CDN, art 5. El desarrollo progresivo

de las facultades de las niñas, niños y adolescentes, se encuentra ligado con la

definición de niñez y adolescencia, el artículo 3 de la LEPINA instaura:

Los derechos y garantías otorgados en la presente Ley, serán reconocidos a todas

las personas desde el instante de la concepción hasta los dieciochos años de edad.

Para los efectos de esta Ley, niña o niño es toda persona desde el instante mismo

de la concepción hasta los doce años cumplidos, y adolescente es la comprendida

desde los doce años cumplidos hasta que cumpla los dieciocho años

Según este principio, los derechos y garantías reconocidas a las niñas,

niños y adolescentes van a ser ejercidos de manera progresiva, tomando en

consideración el desarrollo evolutivo de sus facultades, art. 10 LEPINA. Esta

idea está inspirada en el hecho que un niño entre los cero a tres años ejercerá

de forma distinta sus derechos a comparación de un adolescente de catorce

años; no obstante, ese desarrollo evolutivo no está únicamente ligado a la

edad, sino que además influye la educación, la cultura familiar y social, el

medio en que se desarrolla el niño o adolescente139, entre otros factores, razón

por la cual no puede hablarse de una edad determinada a partir de la cual se

establezca que las niñas niños y adolescentes ya tienen o pueden ejercer este

ejercicio progresivo de sus facultades.

C. Igualdad, no discriminación y equidad.

Este principio parte de la premisa que todas las niñas, niños y

adolescentes son iguales ante la ley, por lo tanto será injustificada cualquier

forma que niegue o conceda derechos basándose en la condición social,

religión, sexo o edad. No obstante, este principio no solo se limita a prohibir la

discriminación en razón de las condiciones inherentes a la propia persona, sino

que además “prohíbe la discriminación en razón de alguna condición de los

padres o representantes legales, en el caso de niños cuyos padres sean de etnia

diferente a los demás o de nacionalidad extranjera respecto al país en donde

nace el niño”140.

139

Aunque la edad ha sido considerada como un elemento objetivo para determinar el desarrollo de las

facultades de la niña, niño o adolescente, este no es suficiente; habrá que considerarse también otros

elementos indicadores en lo social, comunitario, familiar y cultural, aspectos que inciden en la cognición de

las personas. 140

Cfr. Y.E. BUAIZ VALERA, Ley de protección integral de la niñez y adolescencia comentada de El Salvador.

Libro primero, 72.

Page 76: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 76

En definitiva, este principio garantiza el pleno disfrute de los derechos

de las niñas, niños y adolescentes sin distinción alguna.

D. Interés superior de la niña, niño y adolescente.

Este principio se encuentra relacionado con los principios de prioridad

absoluta y corresponsabilidad y es considerado como el pilar fundamental de

la doctrina de la protección integral. Si bien, por ser un concepto jurídico

indeterminado se dificulta su definición, Miguel Cillero Bruñol141, puntualiza

que es:

Un criterio orientador para resolver conflictos de derechos en que puedan verse

involucrados los niños y jóvenes, que rige y obliga expresamente al legislador, los

tribunales, los órganos administrativos y los servicios de bienestar públicos y

privados; en este sentido es un principio que pretende realizar la justicia y no es

un mero lineamiento u objetivo social.

Al respecto, se ha pronunciado también la Corte Interamericana de

Derechos Humanos -CIDH- mediante la opinión consultiva sobre la

Condición jurídica y derechos humanos del niño, en la que por primera vez se

refirió al principio del interés superior. En ese sentido, expuso que

La CDN alude al interés superior de este (artículos 3, 9, 18, 20, 21, 37 y 40) como

punto de referencia para asegurar el efectivo cumplimiento de todos los derechos

contemplados en este instrumento, cuya observancia permitirá al sujeto el más

amplio desarrollo de sus potencialidades. A este criterio han de ceñirse las

acciones del Estado y de la sociedad en lo que respecta a la protección de los

niños y a la promoción y preservación de sus derechos142.

De igual forma, reconoció que “los niños son titulares de derechos y no

solo objeto de protección”143, en donde la triada Estado, familia y sociedad son

garantes de esa protección.

Con todo lo anterior, podemos afirmar que en la aplicación,

interpretación e integración de toda norma deberá tomarse en cuenta

prioritariamente a las niñas, niños y adolescentes en lo relativo a asegurar su

desarrollo integral y el disfrute de sus derechos y garantías; para LEPINA la

niñez y adolescencia se encuentra por encima de cualquier otro sujeto que

pueda intervenir en dicha normativa.

Sin embargo, para evitar la arbitrariedad en su aplicación y

ponderación, se le ha dotado de ciertos límites, entre los que podemos

141

Cfr. M.C. BRUÑOL, Infancia, autonomía y derechos: una cuestión de principios, 14 de julio de 2012, en

www.iin.oea.org/Infancia_autonomia_derechos.pdf 142

Cfr. CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, Condición jurídica y derechos humanos del niño.

Opinión Consultiva N° 17, 28 de agosto de 2002, en www.corteidh.or.cr/docs/opiniones/seriea_17_esp.pdf,

párrafo 59. 143

Op. Cit., punto resolutivo 1, in fine.

Page 77: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 77

mencionar: la condición de sujetos de derechos, la opinión de la niña, niño y

adolescente; su bienestar físico, moral, material, psicológico, etc., el parecer

del padre y madre o quien ejerza la representación legal, entre otras, art. 12

LEPINA.

Excepcionalmente habrá casos determinados por la ley donde podría

verse afectado algún derecho del niño; pero, esta excepción solo es posible por

razones de su mismo interés superior. Por ejemplo, en el supuesto de maltrato

infantil, si bien al otorgarle un acogimiento institucional se le está privando al

niño o adolescente del derecho a tener una familia, con ello se está

preservando otros derechos como el de dignidad e integridad física; no

obstante, se deberán estimar los mecanismos de restitución de los derechos

que se están afectando144. No podemos hablar que en estos casos realmente

haya una omisión del interés superior del niño, sino que pese a no responder a

situaciones que estandarizadamente son las usuales, ello no obsta para que al

niño se le salvaguarde su interés superior. De hecho esa es la idea en que se

inspira este tipo de medidas.

E. Corresponsabilidad.

Como ya mencionamos, la responsabilidad de protección de las niñas,

niños y adolescentes es compartida por la familia, el Estado y la sociedad los

cuales deberán coordinar sus acciones para velar por las garantías de la niñez

y adolescencia.

Los responsables directos del cuidado, crianza, formación y desarrollo

de los niños y adolescentes son ambos padres, la familia ampliada o el

representante legal, quienes deberán propiciar un ambiente natural e idóneo

que favorezca el desarrollo de la personalidad de las niñas, niños y

adolescentes; ahora bien, el Estado está obligado ineludiblemente a crear

acciones, políticas o programas que le proporcionen a la familia las

herramientas para desempeñar el rol encomendado, así mismo, está obligado a

garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes en defecto de la

familia, previa resolución de la autoridad competente. La sociedad por su

parte, está obligada a participar de forma activa en la garantía de los derechos

de la niñez y adolescencia y de velar por el efectivo cumplimiento de las

obligaciones expresadas en LEPINA.

F. Prioridad absoluta.

Es un principio operativo e imperativo para todos los que son

responsables de garantizar los derechos de la niñez y adolescencia. Implica

atender prioritariamente las necesidades y derechos básicos de las niñas, niños

y adolescentes. Para la doctrina de la protección integral, al niño se le dota de 144

Cfr. Y.E. BUAIZ VALERA, Ley de protección integral de la niñez y adolescencia comentada de El Salvador.

Libro primero, 145-152.

Page 78: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 78

tal prioridad dado su valor como persona humana en condiciones particulares

de desarrollo, lo cual lo convierte de objeto de protección a sujeto de

protección.

Este principio está dirigido al deber del Estado de garantizar los

derechos de la niñez y adolescencia, LEPINA establece cuatro elementos a los

cuales le debe dar preeminencia:

Políticas públicas

Asignación de recursos

Acceso a los servicios públicos

La prestación de auxilio y atención en situaciones de

vulnerabilidad, o cualquier otro tipo de protección.

Concluimos entonces, que la finalidad de este principio es darle

preferencia a las niñas, niños y adolescentes en la protección de sus derechos,

obligando al Estado a formular, ejecutar, seguir y evaluar las políticas públicas

que se creen en miras de la satisfacción de los derechos establecidos en

LEPINA.

3.1.1.3.1. Naturaleza de los derechos y garantías contemplados en LEPINA

Como ya lo hemos establecido, LEPINA reconoce que todas las niñas,

niños y adolescentes son sujetos de derechos y por lo tanto, gozan de los

derechos y garantías reconocidas en nuestra Constitución, leyes y tratados

internacionales, especialmente aquellos consagrados en la CDN.

“En vista que los derechos de las niñas, niños y adolescentes están

integrados al derecho internacional de los derechos humanos, gozan de su

misma naturaleza jurídica, en consecuencia, son: irrenunciables, inalienables,

indelegables, intransigibles, indivisibles e interdependientes”145, pero además

de estas características, los derechos de las niñas, niños y adolescentes

contemplados en LEPINA son también universales, inviolables,

imprescriptibles, de orden público y progresivos, art. 15 LEPINA.

Los derechos y garantías de las niñas, niños y adolescentes reconocidos

y consagrados en la LEPINA sólo pueden ser limitados o restringidos

mediante la ley, de forma compatible con su naturaleza, a fin de garantizar una

protección integral de este grupo etario.

3.1.2. Capacidad de las niñas, niños y adolescentes

Tal como se ha venido sosteniendo, la CDN vino a constituirse en una

línea divisoria fundamental entre la doctrina de la situación irregular y la

doctrina de la protección integral; definitivamente, la convención marcó un

145

Tal como lo establece el artículo 15 de LEPINA.

Page 79: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 79

cambio en la concepción de niñez y adolescencia, pasando de una visión desde

la cual los miembros de este grupo etario eran considerados como incapaces

absolutos146, a una perspectiva desde la que empieza a vislumbrarse la

capacidad progresiva de las niñas, niños y adolescentes en atención al

desarrollo evolutivo de sus facultades.

Todos, por el solo hecho de ser personas, somos titulares de derechos y

obligaciones, es decir, sujetos plenos de derechos. La disyuntiva radica en

torno a la capacidad que -en este nuevo contexto- se les otorga a las niñas,

niños y adolescentes.

Dentro de las múltiples acepciones del término capacidad -que proviene

del latín capacitas, atis-, podemos decir que es la propiedad de una cosa de

contener otras dentro de ciertos límites, así como la aptitud, talento, cualidad

que dispone alguien para el buen ejercicio de algo. Ahora bien:

La capacidad en el campo jurídico es una aptitud legal para ser sujeto de derechos

y obligaciones, o facultad más o menos amplia de realizar actos válidos y eficaces

en derecho; en otras palabras, se refleja hacia la aptitud de las personas, bien sea

para ser titulares de derechos u obligaciones o para realizar actos jurídicos válidos

por voluntad propia147.

La doctrina distingue entre capacidad de goce y capacidad de ejercicio.

La primera, hace alusión a la “aptitud de una persona para adquirir derechos,

para ser titular de ellos, para poder ser sujeto de derecho”148. Esta le compete a

una persona por el simple hecho de serlo, razón por la que se le considera un

atributo de la personalidad. La capacidad de ejercicio es “la aptitud legal de

una persona para poder ejercer personalmente, por sí misma los derechos que

le competen”149. Este tipo de capacidad se refiere a la manera en que se hacen

valer los derechos adquiridos a través de la realización de actos jurídicos

válidos.

En ese sentido, la capacidad de goce puede existir sin que haya

capacidad de ejercicio -como es el caso de los menores de edad-; en cambio,

la capacidad de ejercicio presupone necesariamente la capacidad de goce, pues

no podrá ejercitar un derecho aquella persona que no tenga la aptitud para

incorporarlo a su esfera jurídica.

Todas las personas son legalmente capaces, esa es la regla general que

establece nuestro Código Civil en el art. 1317; no obstante, de esa misma

disposición también podemos extraer que el legislador civil diferencia entre

146

Tal como lo dispone el art. 1318 inciso 3 C.C. 147

Cfr. M.A. VAAMONDE, La capacidad procesal de niños, niñas y adolescentes para accionar ante los

órganos de justicia, marzo 2009, en biblioteca2.ucab.edu.ve/anexos/biblioteca/marc/texto/AAR8422.pdf, 61. 148

Cfr. A. ALESSANDRI - M. SOMARRIVA, Curso de derecho civil, 176. 149

Op. Cit., 177.

Page 80: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 80

personas capaces e incapaces, siendo estas últimas la excepción a la regla, lo

cual siempre vendrá dado por ley. Son absolutamente incapaces, nos dice el

art. 1318 C.C., los dementes, los impúberes150 y los sordos que no pueden

darse a entender de manera indudable; así mismo, son incapaces relativamente

los menores adultos151, pues en ciertos casos determinados por la ley sus actos

sí tendrán valor.

Se evidencia pues, que a partir de la visión civilista tradicional, uno de

los caracteres diferenciadores entre personas capaces e incapaces, viene dado

por el elemento objetivo de la edad, específicamente los dieciocho años.

Como señala Binstock “[…] la edad en el derecho contemporáneo es

criterio determinante de la capacidad de obrar de las personas naturales, en

razón de la estrecha relación que existe entre edad y madurez […]”152. Ello

contribuyó a que la capacidad plena se les atribuyera a los adultos. Con la

doctrina de la protección integral, se viene a reconocer los avances alcanzados

por la psiquiatría, la psicología, etc.; estas ramas afirman que a medida que los

seres humanos crecen y se desarrollan, paulatinamente van adquiriendo

capacidad para tomar decisiones por sí mismos. Por lo cual, atribuirles

capacidad plena únicamente a los adultos es incompatible con los avances

dados por estas ciencias.

Lo anterior nos lleva a concluir que la edad no es el único criterio válido

para atribuir capacidad, puesto que el desarrollo, la madurez y la evolución de

facultades también se encuentran supeditados a elementos sociales, culturales,

familiares y comunitarios, que deberán ser tomados en cuenta, en la medida en

que son elementos que coadyuvan al nivel de madurez de toda persona y que,

vale decirlo, influyen de manera distinta en cada caso concreto.

En el contexto anterior y con la entrada en vigencia de la LEPINA a las

niñas, niños y adolescentes -otrora incapaces- se les viene a reconocer

capacidad en atención al desarrollo evolutivo de sus facultades. Si bien, dicho

cuerpo normativo no proporciona una definición expresa de los términos en

que vamos a entender conferida dicha capacidad, de la lectura de su articulado

podemos extraer ciertos parámetros.

La LEPINA, al igual que la constitución, protege a la niñez y

adolescencia desde su concepción, hasta los dieciocho años, lo que resulta

indubitable cuando define al primer grupo etario, estableciendo que niña o

niño es toda persona desde la concepción hasta los doce años cumplidos, y

150

Que de acuerdo al art. 26 del mismo cuerpo legal, es el varón a partir de los siete años que no ha cumplido

los catorce años y la mujer a partir de los siete años que no ha cumplido los doce años. 151

Que son los varones o mujeres que han dejado de ser púberes, pero todavía no han alcanzado su mayoría

de edad, es decir, no han cumplido los dieciocho años. 152

Cfr. M.A. VAAMONDE, La capacidad procesal de niños, niñas y adolescentes para accionar ante los

órganos de justicia, marzo 2009, en biblioteca2.ucab.edu.ve/anexos/biblioteca/marc/texto/AAR8422.pdf, 96.

Page 81: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 81

adolescente desde esta última edad hasta que cumple los dieciocho años de

edad. Es de hacer notar que la CDN no hace tal distinción, pues en su art. 1,

simplemente dispone que:

Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano

menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea

aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.

Sin embargo, lejos de apartarse de lo dispuesto en la CDN, nuestro

legislador lo que hace es ser concordante con otro de los principios previstos

en la misma, que es el ejercicio progresivo de las facultades, así como la

asunción paulatina de deberes, que va en función -precisamente- de la edad y

la madurez alcanzada por la niña o niño. En otras palabras, lo que se busca

con esta clasificación, es establecer un parámetro diferenciador entre el grupo

de niñez y el de adolescencia, en relación al ejercicio de manera personal y

directa de sus derechos, que debe ser considerada a partir de tres elementos:153

A. El desarrollo evolutivo de las facultades: aspecto que goza de una

estrecha relación con la clasificación de niñez y adolescencia, puesto que en

conjunción con otra serie de elementos determinan en mayor o menor medida

el ejercicio directo de los derechos por parte de estos.

B. La dirección y orientación apropiada de padres y madres: este

elemento tiene una doble connotación, por una parte es una condición para el

ejercicio directo de los derechos de los niños y adolescentes y por otra, es una

obligación de los padres.

C. Las limitaciones expresas dadas por LEPINA: se encuentra

vinculado, tanto al principio evolutivo, como al del interés superior de la niña,

niño o adolescente y lo que hace el legislador es establecer restricciones

expresas para el ejercicio de determinados derechos.

Pareciera que LEPINA se inclina por posturas adoptadas por otros

ordenamientos jurídicos, como es el caso de Venezuela, donde a pesar del

reconocimiento de niños y adolescentes como sujetos de derechos, no todos

pueden ejercer de manera directa los mismos, pues únicamente se les reconoce

capacidad plena a los adolescentes. Lo que a nuestro juicio, amén de ampliar

la posibilidad del ejercicio directo de sus derechos a un grupo etario hasta

ahora excluido, continúa limitando los alcances del principio del interés

superior del niño y el principio del desarrollo evolutivo de sus facultades. En

vista de lo anterior, cabe preguntarse: ¿cuál debería ser entonces la respuesta

más conforme con la tarea que nos impone, por un lado la protección de la

153

Cfr. Y.E. BUAIZ VALERA, Ley de protección integral de la niñez y adolescencia comentada de El Salvador.

Libro primero, 118-119.

Page 82: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 82

niñez y adolescencia y, por otro, garantizarle a los mismos el ejercicio pleno y

directo de sus facultades en atención a su desarrollo evolutivo?

Gerison Lansdown154, en una investigación llevada a cabo para el

Instituto de Investigaciones Innocenti155 de UNICEF, establece los modelos

adoptados por los marcos jurídicos a nivel internacional:

A. La estipulación, mediante leyes, de límites de edad fijos y

prescriptivos.

Es el modelo vigente en la mayoría de Estados Partes de la CDN y es

sin lugar a dudas, el marco más claro y sencillo, pues posibilita una

comprensión exacta de cuando se pueden ejercer ciertos derechos,

minimizando con ello la posibilidad del surgimiento de conflictos, referentes

al ejercicio de derechos, entre los jóvenes y sus padres. Entre sus principales

desventajas, encontramos que su rigidez se contrapone con el principio

mediante el cual se le debe garantizar al niño el ejercicio pleno de sus

derechos, en atención a la evolución de sus facultades.

B. La eliminación de todos los límites de edad fijos.

Este modelo propone eliminar todos los límites de edad dados por la ley

y sustituirlos por un proceso de evaluación individual de cada niño, con el fin

de determinar la capacidad para actuar directamente en la toma de decisiones.

Este enfoque es incompatible con las teorías dominantes e incluso con la

misma CDN, pues esta propone la introducción de ciertos límites de edad por

la vía legal156. Así mismo, seguir el proceso de madurez de cada niño es una

actividad en extremo difícil, pues resulta muy delicado precisarlo en cada caso

concreto y esta falta de regulación, lejos de potenciar la evolución de las

facultades de los niños, los expone a un incremento en la violación de sus

derechos.

C. La introducción de un modelo que incluya límites de edad pero que,

al mismo tiempo, proporcione al niño la posibilidad de demostrar su

competencia y adquirir el derecho en cuestión antes de haber alcanzado la

edad establecida.

La principal ventaja que ofrece este modelo es que, además de

garantizar la protección de la niñez, es consciente de la necesidad de

flexibilizar la estipulación de límites de edad fijos, reconociendo con ello que

el nivel de comprensión y competencia de un niño puede variar en cada caso,

154

Cfr. G. LANSDOWN, La evolución de las facultades del niño, 2005, en

www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd90/1801LANevo.pdf, 72. 155

Cuyo objetivo fundamental consiste en mejorar, a nivel internacional, la comprensión de las problemáticas

relacionadas con los derechos del niño y facilitar la completa aplicación de la Convención de las Naciones

Unidas sobre los Derechos del Niño, tanto en los países industrializados como en aquellos en desarrollo. 156

Por ejemplo, cuando interpone a los Estados Partes la obligación de fijar edades mínimas de admisión al

empleo y reglamentar las condiciones del mismo.

Page 83: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 83

en atención a los múltiples elementos intervinientes, tal como se apuntó

anteriormente; sin embargo, la demostración de competencia resulta poco

práctica en la medida en que se necesitan una gran cantidad de recursos para

determinar la misma en cada caso; así mismo, presenta cierto matiz

discriminatorio, en atención a que los niños que se encuentren en situación de

pobreza o marginación, tendrán menos oportunidades para cuestionar los

límites de edad impuestos en la ley.

D. La estipulación de límites de edad solamente para aquellos derechos

que corren el riesgo de ser violentados o desatendidos por los adultos y la

introducción de la presunción de competencia para los demás derechos.

Se trata de una postura ecléctica, pues incorpora elementos de los

modelos anteriores al establecer límites de edad para ciertos derechos y

presumir competencia en otros, clasificándolos en tres grandes grupos a saber:

Protección contra daños autoinfligidos y contra factores sociales o

económicos perjudiciales. Cuando el ejercicio del derecho pueda

acarrear un perjuicio, se establecen límites de edad fijos. Como en el

caso del alistamiento en las fuerzas armadas, por ejemplo.

Protección contra la explotación y los abusos. De igual manera, se

vuelve necesario establecer límites de edad, como una restricción al

abuso o explotación de la que pueden ser víctimas por parte de los

adultos.

Toma de decisiones personales. En la medida en que el ejercicio

de un derecho solamente tenga trascendencia en la esfera personal del

niño, se debe determinar en base a su competencia, sin establecer

límites de edad. Para la puesta en práctica, podría presumirse

legalmente la capacidad, para que sean los adultos interesados quienes

deban comprobar que el niño es incompetente para el ejercicio de un

determinado derecho.

La ventaja es que, en atención al ejercicio evolutivo de las

facultades del niño, reconoce que es capaz de participar directamente en

la toma de decisiones personales, sin descuidar la protección de

aspectos que son potencialmente vulnerables. La principal limitante es

que los padres, los operadores de justicia, los integrantes del sistema de

protección integral y en general toda persona u organismo que se

desenvuelva en el ámbito de niñez y adolescencia necesitan de una

formación adecuada que les permita determinar cuándo un niño podrá

tomar decisiones autónomas sobre aspectos cruciales de su vida, entre

otros tantos desafíos que solo la praxis arrojará y en donde se exige una

discrecionalidad.

Page 84: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 84

Los anteriores modelos, indican una tendencia hacia la flexibilización

de los límites de edad. Decantarse por uno de ellos, pasa por una comprensión

clara del marco normativo -nacional e internacional- de niñez y adolescencia,

una formación adecuada de las personas y organismos involucrados y la

realización de estudios que determinen la situación de la niñez a partir de

nuestro contexto económico, social y cultural.

Ahora bien, en un esfuerzo por armonizar lo regulado por LEPINA con

esta tendencia hacia la flexibilización de los límites de edad y en aras de

comenzar a sentar las bases para la adopción de un modelo propio, podríamos

reconocerle capacidad plena, para el ejercicio de sus derechos, a los

adolescentes; sin embargo, se deberán crear mecanismos que ayuden a

promover y garantizar el ejercicio directo de los derechos del grupo

prescindido, específicamente cuando se trate de derechos personales; con lo

anterior, en pro del ejercicio progresivo de las facultades y en atención al

interés superior, estaríamos reconociendo que los niños tendrán capacidad

para el ejercicio de ciertos derechos, pero también se establecerían límites

objetivos para el caso del ejercicio de derechos en los que se corra el riesgo de

ser violentados o desatendidos por los adultos. Con lo cual, nos estaríamos

decantando por la utilización del cuarto modelo antes enunciado. Así mismo,

y haciendo una interpretación extensiva de nuestro ordenamiento jurídico,

deberán normarse excepciones para la capacidad de los adolescentes, por

ejemplo, en el caso de adolescentes con discapacidad para comunicarse157, tal y

como se regula para los adultos158.

Para la presente investigación, nos interesa de sobremanera sentar un

principio de postura que nos permita determinar la capacidad en materia de

niñez y adolescencia, pues en la medida en que los derechos puedan ser

ejercitados de manera plena y directa, se podrá disponer libremente de ellos y

por lo tanto, plantearse la posibilidad de la utilización de los MASC.

3.1.3. Procedencia de los MASC en los conflictos de niñez y adolescencia

Como ya lo hemos establecido, el artículo 23 de nuestra Constitución es

el sustento legal para determinar -en general- la procedencia de los MASC.

Reconocida la aplicabilidad que tienen estos métodos alternos en

materia de familia y establecida una hipótesis sobre la capacidad de las niñas,

niños y adolescentes para resolver sus conflictos de manera directa, es

necesario determinar si estos métodos son susceptibles de aplicación en niñez

y adolescencia.

157

Art. 94 inciso quinto de LEPINA. 158

Esto en razón que la incapacidad no se presume, sino que debe estar establecida en la ley.

Page 85: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 85

En principio, encontramos una serie de aspectos que nos pueden llevar a

dudar sobre su procedencia en esta materia; en primer lugar, LEPINA

establece, sin excepción alguna, que todos los derechos referentes a la niñez y

adolescencia se caracterizan como irrenunciables, inalienables, indelegables,

intransigibles, indivisibles e interdependientes. Dichas características, nos

pueden llevar a suponer, sobre el carácter indisponible de estos derechos, por

lo que preliminarmente se convierten en un impase para la aplicación de los

MASC en estos conflictos; en segundo lugar, a partir de una deducción lógica

del funcionamiento de los juzgados especializados de niñez, LEPINA se ha

ido posicionando como un poder cautelar y los MASC nos interesan en tanto y

en cuanto no sean medidas provisionales, sino que sean pronunciamientos de

carácter definitivos.

Ahora bien, consideramos que pese a la naturaleza jurídica de los

derechos consagrados a favor de la niñez y adolescencia en LEPINA, negar la

posibilidad de resolver los conflictos, relacionados con este grupo etario,

mediante los MASC sería atentatorio al principio del interés superior del niño

el cual, como bien lo dispone el art. 12 in fine de esta ley, su consideración es

obligatoria y en ese sentido, afirmar que el único medio válido para resolver

este tipo de conflictos es exclusivamente el proceso ante el juez especializado

de niñez y adolescencia159, no hace más que reflejar ese carácter atentatorio, en

vista que la jurisdicción ordinaria se caracteriza por su lentitud en el trámite y

en la probable ineficacia de sus resoluciones. Y es que, como bien

mencionamos en el capítulo uno de esta investigación, los métodos alternos

tienen como finalidad resolver los conflictos de manera ágil, pronta,

económica y justa, en la que ambas partes involucradas obtengan, lo más

equitativamente posible, una solución eficaz de sus intereses sin tener que

ceñirse a procedimientos engorrosos, presentación de pruebas, etc.; es decir,

que la importancia de los MASC está en que buscan garantizar el acceso

efectivo a la administración de justicia y promover la resolución pacífica de

los conflictos.

Aunado a lo anterior, la finalidad primordial de LEPINA es garantizar

el ejercicio pleno de los derechos de la niñez y adolescencia y como

derivación de esa finalidad, el artículo 8 de dicho cuerpo legal establece el

deber del Estado de promover y adoptar todos los mecanismos necesarios para

proteger el cumplimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes,

así como garantizar que estos tengan la facultad de defender sus derechos con

todos los medios que la ley disponga, lo cual no podría operar con un mínimo

de eficacia si no existiera en el texto de LEPINA la posibilidad de acudir a los

159

O el juez de familia, como veremos en algunos casos.

Page 86: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 86

MASC para solucionar los conflictos que tengan que ver directamente con

niños y adolescentes. Es de hacer notar que dejar abierta la posibilidad de la

aplicación de los MASC, también fortalece el mismo derecho de participación

del niño, que no solo conlleva el derecho a ser escuchado sino también el

involucramiento dentro de los derechos donde sus intereses se vean

directamente afectados.

Así mismo, LEPINA no fue concebida únicamente como un poder

cautelar160, si bien todo el sistema judicial y administrativo está decantado a

una cuestión de esta naturaleza, el poder del juez de niñez y adolescencia no

puede desaprovecharse de esa manera, pues este juez también tiene un poder

con un efecto restitutorio que puede incidir de manera definitiva cuando se

pronuncie sobre el restablecimiento de derechos y es sobre este punto donde

ya se puede entrar a valorar la participación de un MASC. El juez de LEPINA,

en la praxis, se está desperdiciando como juez cautelar; sin embargo, se debe

ir abandonando esa idea, pues como vimos anteriormente, también han sido

concebidos con un poder definitivo.

Por lo tanto, consideramos que ni la naturaleza de los derechos, ni el

carácter cautelar pueden ser suficientes para eliminar la aplicación de los

métodos alternos en materia de niñez.

Viene a reforzar la tesis sostenida sobre la procedencia de los MASC en

la materia en comento, lo dispuesto en el artículo 194 literal a de LEPINA:

Las Asociaciones de Promoción y Asistencia podrán prestar, entre otros, los

siguientes servicios:

a) Aplicar medios alternativos de solución de conflictos.

Dichas asociaciones integran el sistema de protección integral de la

niñez y adolescencia y son formas de organización legalmente constituidas

para la protección local de los derechos de las niñas, niños y adolescentes

contempladas en la Red de Atención Compartida, las cuales podrán ser

públicas o privadas161.

Esta disposición, lejos de configurarse como una contradicción, da

constancia que para el legislador de LEPINA no le es ajena la utilización de

los MASC. Por lo que podría convertirse en el sustento legal para la aplicación

de los mismos en los conflictos relacionados con niñez y adolescencia162.

160

Las medidas cautelares tienden a evitar que se continúe con la vulneración en la esfera jurídica de la niñez

y adolescencia, como consecuencia de una amenaza o violación en sus derechos. 161

Tal como lo dispone el art. 193 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia. 162

A esto hay que sumarle lo regulado en los artículos 28 y 36 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General

de la República, en donde se entabla la posibilidad de la utilización de la medición y conciliación en los

conflictos de niñez y adolescencia, siendo la Procuraduría General de la República un ente integrante del

Sistema de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia.

Page 87: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 87

Por lo tanto, podemos concluir que la aplicación de los MASC en esta

materia sí es procedente para ciertos derechos puntuales, que pese a sus

características podrán ser resueltos por estos métodos, mientras que el resto no

admitirán tal solución, sino que necesariamente deberán ser resueltos mediante

la jurisdicción ordinaria, como veremos a continuación.

3.2. LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA NIÑEZ Y

ADOLESCENCIA MEDIANTE LOS MASC

En nuestro país, LEPINA no se constituyó en el primer intento por

materializar la doctrina de la protección integral derivada de la CDN y es que,

aunque con cierto desatino, en la medida en que todavía conserva resabios del

modelo tutelar, el Código de Familia fue el primer cuerpo normativo en tratar

de proteger los derechos de los niños, esto se desprende de los dispuesto en su

art. 1, donde instaura como objeto de protección a la familia, los menores y los

adultos mayores.

LEPINA estableció una serie de derechos y un sistema de protección

integral de los mismos, pero no derogó las pretensiones relacionadas con niñez

y adolescencia contenidas en otros cuerpos normativos, como el Código de

Familia, el Código de Trabajo y la Ley Penal Juvenil.

Con la creación de los Juzgados Especializados de Niñez y

Adolescencia tenemos dos jurisdicciones competentes para conocer de estos

derechos, lo que conlleva a que los juzgados de familia, lejos de apartarse del

conocimiento de este tipo de derechos, están obligados a aplicar la LEPINA;

en términos prácticos, esto implica que a la jurisdicción de familia no se le

quitó competencia en conflictos de niñez, sino más bien se le dio una ley más

que aplicar.

En cuanto a la protección integral de estos derechos a través de los

MASC, lo trascendental será armonizar lo regulado en una y otra norma. En el

Código de Familia por medio de lo estipulado en el artículo 5 se regula con

mayor amplitud la disponibilidad de los derechos y deberes contemplados en

el mismo, pues a pesar del carácter irrenunciable de los primeros e

indelegables de los segundos, establece excepciones a dichos caracteres, lo

que nos puede llevar a deducir con mayor facilidad ejemplos de derechos que

resulten disponibles. En LEPINA, al contrario, el artículo 15 -en principio- se

convierte en una limitante a la libre disposición de los derechos de niñez y

adolescencia contemplados en la Constitución, tratados internacionales y los

contenidos en dicha ley; sin embargo, esta limitante no es absoluta tal como

quedó plasmado en el desarrollo del acápite anterior.

Si en materia de familia es posible la disponibilidad de derechos, bajo

ciertas restricciones, no habría limitante para considerar por qué en LEPINA

Page 88: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 88

tendría que dársele un tratamiento diferente, cuando el objeto de protección es

incluso -en algunas ocasiones- el mismo. Con ello, no pretendemos establecer

que la disponibilidad sea la regla general, pues estaríamos en contraposición

con la naturaleza misma de los derechos y con el principio de

corresponsabilidad, pero sí pretendemos determinar que habrá ciertos

derechos que podrán ser susceptibles de disposición, en sintonía con lo

regulado en materia de familia163.

A. Pretensiones contempladas en el Código de Familia, relacionadas

con niñez, que pueden ser objeto de protección de los MASC.

Es preciso hacer la aclaración que si bien las pretensiones a analizar son

referentes a familia, estas de alguna u otra forma son pretensiones donde los

intereses de niñas, niños y adolescentes se ven afectados y que además, por su

naturaleza, resultan disponibles en atención a la clasificación dada en el

capítulo dos de esta investigación.

Así, sin merecer mayor precisión, podrán ser disponibles pretensiones

relacionadas con: la protección a la vivienda familiar, la pensión alimenticia

especial, el establecimiento de una cuota para vivienda, pensión

compensatoria, administración de los bienes y alimentos. Algunas de estas

resultan disponibles por su contenido patrimonial y otras, pese a no tener

dicho carácter, son sujetas a disposición pero únicamente en su forma de

ejercicio.

En cuanto al otorgamiento de las capitulaciones matrimoniales, para los

mayores de edad resultan disponibles por el carácter patrimonial de las

mismas; sin embargo, a pesar que los menores de edad pueden otorgar dichas

capitulaciones -lo que deviene de la calidad de cónyuges que pueden llegar a

ostentar-, no podemos decir que estas resultan disponibles para ellos porque en

todo caso, se requiere la autorización de sus representantes legales, art. 86

C.F.

B. Pretensiones de niñez contempladas en la LEPINA que pueden ser

objeto de protección de los MASC.

Inicialmente, debemos destacar que la gran mayoría de los derechos de

las niñas, niños y adolescentes contenidos en la LEPINA son meramente

declarativos, no obstante, habrán derechos muy puntuales que van más allá y

por ello permiten que sean objeto de disposición, en otras palabras, derechos

que pese a su carácter personal pueden llegar a ser disponibles en su forma de

ejercicio, entre los cuales tenemos:

163

Es decir, que los derechos con contenido patrimonial y los personales en su forma de ejercicio resultan

disponibles.

Page 89: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 89

Derecho a un nivel de vida digno y adecuado (art. 20): esta es una

disposición muy amplia que comprende el derecho a una alimentación

nutritiva y balanceada; vivienda digna, segura e higiénica; vestuario adecuado,

limpio y suficiente y el derecho a la recreación de las niñas, niños y

adolescentes; estos derechos, a su vez, se convierten en una obligación para

los padres, la familia ampliada, los representantes y los responsables, quienes

deben velar por la garantía de los mismos. Estos derechos-deberes no son

absolutos, pues deberá tomarse en cuenta las posibilidades y los medios

económicos de quienes por ley resulten obligados, por lo que, si bien se

reconocen, su implementación podrá variar atendiendo estas circunstancias,

pero sobre todo, respetando el derecho que tienen los niños a participar en las

decisiones que le afecten.

Defensa material de sus derechos (art. 50): este derecho implica la

capacidad que tienen las niñas, niños y adolescentes para ser parte en un

proceso; por ello, para determinar la disponibilidad de este derecho,

necesariamente debemos remitirnos a lo establecido en los arts. 218 y 219 de

LEPINA, el primero establece la capacidad procesal de los niños y

adolescentes; el art. 219, por su parte, determina la legitimación activa que los

faculta para requerir la protección judicial cuando sus derechos se vean

amenazados o vulnerados. A ello habrá que sumarle lo dispuesto en el art. 94

respecto al derecho de participación, específicamente a opinar y ser oídos,

derecho que puede ser ejercido de manera personal cuando sus intereses se

vean afectados. Por lo tanto, será disponible en la medida en que, teniendo

reconocido su derecho a una defensa material, la niña, niño y adolescente

puede decidir, por ejemplo, si recurrir a la justicia ordinaria o resolver el

conflicto suscitado a través de algún método alterno de solución de conflictos.

Derecho a mantener relaciones personales con su madre y padre

(art. 79): lo ideal para un desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes

es que puedan vivir, ser criados y desenvolverse en una familia estable, con la

presencia de ambos padres; no obstante y en aras del interés superior del niño,

en los casos en que los padres se separan, se debe garantizar la posibilidad de

mantener relaciones con ambos progenitores. La implementación de este

derecho puede adoptar modalidades abiertas o restringidas, este último caso,

implica que se deberán establecer horas y días para su ejercicio, por lo que a

pesar de ser un derecho personal resultaría disponible.

Derecho a la educación y cultura (art. 81): este derecho al ser de

orden público no es susceptible de disposición; a pesar de ello, su

implementación arroja aspectos que podrán ser disponibles, por ejemplo: la

elección de la institución a la cual acudir, el turno, la adopción de una

modalidad presencial o semipresencial, etc.

Page 90: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 90

Libertad de reunión y de asociación (arts. 99 y 100): este derecho,

además de estar contemplado en LEPINA también es de rango constitucional,

razón por la cual, en principio, es un derecho indisponible para las partes; sin

embargo, las niñas, niños y adolescentes podrán reunirse y asociarse

libremente en las instituciones u organizaciones que crean conveniente,

siempre y cuando lo hagan de forma pacífica y respetando los límites

establecidos por el ordenamiento jurídico.

Finalmente, “consideramos que dar a los niños la oportunidad de que

asuman la responsabilidad de las decisiones que están en condiciones de tomar

no significa suprimir la responsabilidad de los padres. Al contrario, implica

que deben verse involucrados tanto los padres como los niños, reconociendo

que la toma de decisiones es un proceso interdependiente”164.

3.2.1. ¿Necesitan un tratamiento aislado de materia de familia?

Nuestro ordenamiento reviste una peculiaridad que es ineludible y es la

multiplicidad de cuerpos normativos que regulan lo concerniente a niñez y

adolescencia.

Definitivamente, el ideal precisa el tratamiento de los derechos de los

niños en un mismo documento, en otras palabras, recoger en una misma

norma legal todos los aspectos que hasta ahora se encuentran en normativas

legales dispersas; lo anterior, se resume en la creación de un Código de Niñez.

Ese es el caso de otras legislaciones165, que en un esfuerzo por la

implementación de la CDN, además de incluir en estos cuerpos normativos los

derechos civiles y de protección, también recogen los derechos

correspondientes a los códigos de familia166 e incluso los aspectos laborales y

de responsabilidad penal juvenil. De esa manera es que puede hablarse de

unas leyes integrales.

Es ya sabido, que el Código de Familia fue en nuestro país el primer

esfuerzo por adecuar nuestras leyes secundarias con lo dispuesto en la CDN;

así, el art. 350 del C.F.-ya derogado-, hablaba del interés superior del menor,

los arts. 174 inc. 4, 216 inc. 3 y 280, contemplan el derecho de participación

de los niños167, así como los arts. 19, 145, 223 inc. 2 ord. 1° y 228, son un

reflejo del ejercicio progresivo de las facultades, permitiéndoles a los niños el

ejercicio de estos derechos sin el auxilio de sus representantes legales.

164

Cfr. G. LANSDOWN, La evolución de las facultades del niño, 2005, en

www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd90/1801LANevo.pdf, 82. 165

Tal como sucede con la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Venezuela y

el Código de la Infancia y Adolescencia de Colombia, entre otros. 166

Filiación, adopción, representación legal, alimentos, etc. 167

Sin que ello implique que su opinión sea vinculante en todos los casos.

Page 91: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 91

No podemos pues, desligar niñez y adolescencia de familia. En este

contexto, la práctica nos plantea serios inconvenientes. Basta con enunciar dos

casos puntuales para dejar en evidencia lo antes dicho:

A. El primer caso surge a partir de la interpretación del art. 223 inc. 2

ord. 1° del C.F., cuando establece que los actos relativos a derechos de la

personalidad podrán ser ejercidos por el hijo sin necesidad de la

representación legal de sus padres. Para la correcta interpretación de esta

disposición se debe determinar si la filiación forma parte de los derechos de la

personalidad.

El art. 139 del C.F., reconoce el derecho del niño a investigar quiénes

son sus progenitores. Esto va ligado al derecho a la identidad, pues de

conformidad a lo dispuesto en el art. 8 CDN, dentro de los elementos que la

constituyen se encuentran el nombre, la nacionalidad y las relaciones

familiares168. Desde el momento en que se establezca o se desplace una

relación filial la identidad de una niña, niño o adolescente se verá afectada. La

identidad forma parte de los derechos de la personalidad, tal como se

encuentra regulado por LEPINA en los arts. 72 y siguientes. Es así como, un

niño está habilitado para ejercer por sí mismo una acción de paternidad en

atención a las condiciones de su madurez, pero familia, si bien enuncia estos

conceptos, no los desarrolla y queda a discrecionalidad del juez determinar

cuándo un niño tendrá el nivel de madurez necesario para actuar sin

representación legal, lo que ha llevado a que en la praxis simplemente se

niegue tal posibilidad, aunque no esté previsto en el texto legal.

B. El segundo caso, alude a la disconformidad que hay entre familia y

LEPINA, en relación a los parámetros que utilizan a la hora de otorgar

capacidad a niños y adolescentes para la celebración de ciertos actos. El

Código Civil en el artículo 26 establece que:

Llámase infante todo el que no ha cumplido siete años; impúber, el varón que no

ha cumplido catorce años y la mujer que no ha cumplido doce años; menor

adulto, el que ha dejado de ser impúber; mayor de edad, o simplemente mayor, el

que ha cumplido dieciocho años; y menor de edad o simplemente menor el que no

ha llegado a cumplirlos.

El Código de Familia se apega a la clasificación hecha por la normativa

civil haciendo una diferenciación en atención al género, específicamente al

referirse a los menores adultos o púberes, así el artículo 14 C.F. inciso final

establece que:

168

O relaciones paterna y materna filiales, como lo establece ahora el art. 73 LEPINA.

Page 92: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 92

No obstante lo dispuesto en el ordinal primero de este artículo, los menores de

dieciocho años podrán casarse si siendo púberes, tuvieren ya un hijo en común, o

si la mujer estuviere embarazada. [Lo subrayado es nuestro].

Es decir, que a la luz del Código de Familia podrán casarse las niñas a

partir de los doce años y los niños a partir de los catorce años de edad. Por su

parte, LEPINA -en concordancia con la doctrina de la protección integral-

abandona esta clasificación civilista y, en virtud del principio de igualdad, no

hace tal distinción y únicamente establece que serán niñas o niños toda

persona desde el instante de la concepción hasta los doce años y adolescentes

a partir de esa edad hasta que cumplan los dieciocho años, según lo dispone en

el art. 3. En esa misma línea al otorgar capacidad jurídica procesal, LEPINA

en el art. 218, nos dice que los y las adolescentes, sin distinción alguna,

podrán comparecer ante el juez especializado por sí mismos, sin necesidad de

su representante legal.

Cabe destacar que esta última, es una capacidad jurídica especial que se

le ha otorgado a los adolescentes para actuar en los procesos establecidos en

LEPINA, en virtud que la capacidad de ser parte -sea como demandante o

demandado- es correlativa a la capacidad jurídica del derecho privado, es

decir, que todo aquel a quien el ordenamiento le reconoce capacidad para ser

titular de derechos y obligaciones, tiene capacidad para ser parte en un

proceso169, aspecto que viene a fortalecer la hipótesis sobre el reconocimiento

de una capacidad plena, para el ejercicio de sus derechos, a los adolescentes.

Podemos notar que el tratamiento aislado de los temas concernientes a

niñez y adolescencia genera que, en algunas ocasiones, se les niegue el

ejercicio directo de ciertos derechos o que se les dé un tratamiento diferente en

cada una de las normativas creando, incertidumbre e inseguridad jurídica.

La creación de un cuerpo normativo uniformador se vislumbra en un

horizonte muy lejano, por lo que, para lograr una verdadera protección

integral e integrada, así como cumplir con una de las principales finalidades

de la CDN: lograr una verdadera adecuación normativa para dar efectividad a

los derechos reconocidos nacional e internacionalmente a la niñez y

adolescencia, hace falta un esfuerzo legislativo y sobre todo, una labor

interpretativa y uniformadora por parte de los operadores de justicia.

169

Cfr. M.F. CHÁVEZ ASCENSIO, Capacidad, 20 de julio de 2012, en

www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/revdpriv/cont/7/dtr/dtr3.pdf, 44.

Page 93: Monografía Final

CAPÍTULO III: APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL

INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO Y ADOLESCENTE 93

3.3. QUÉ TIPOS DE MASC SON APLICABLES PARA LOS DERECHOS

DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

Si bien, hemos aceptado la procedencia de los MASC en los conflictos

de niñez y adolescencia, debemos tener presente que habrán algunos de estos

métodos que por su naturaleza no pueden ser utilizados en estos conflictos.

En el transcurso de la presente investigación, nos hemos referido a las

figuras de la conciliación, transacción, mediación y arbitraje; sin embargo, en

el tema de niñez y adolescencia nos merece especial atención esta última,

donde la resolución de la controversia queda supeditada a la decisión de un

tercero, a quien se le otorgan similares facultades que un juez.

Los derechos de niñez y adolescencia por regla general son de orden

público. Además de lo anterior, de conformidad a la corresponsabilidad o

principio de solidaridad social, en resumen, las obligaciones impuestas al

Estado son170:

A. Cumplir y hacer cumplir los derechos humanos de los niños.

B. Generar condiciones a las familias para el nivel de vida adecuado

que permita hacer efectivos los derechos de los niños.

C. Producir cambios sustanciales en los órdenes institucional, cultural y

social.

Estas obligaciones son indelegables e ineludibles, según lo prevé el art.

13 inciso tercero de LEPINA. Razones que nos llevan a afirmar que solo el

Estado y únicamente en algunos casos muy puntuales, serán las partes

involucradas quienes podrán resolver directamente los conflictos de niñez y

adolescencia, por lo cual, no puede afirmarse que todos los métodos alternos

sean aplicables.

Además, no podemos obviar el carácter contractual que posee el

arbitraje, pues las partes previamente acuerdan someterse al mismo, ya sea a

través de una cláusula compromisoria o un compromiso arbitral. En virtud del

ejercicio progresivo de las facultades a las niñas, niños y adolescentes se les

ha reconocido una capacidad procesal especial, pero ello no coincide con el

otorgamiento de una capacidad contractual. La capacidad contractual coincide

con la capacidad de obrar general y esta a su vez, es coincidente con la

mayoría de edad. En consecuencia, aquellas personas que tengan limitada su

capacidad de obrar la tienen también limitada para contratar171. Por lo tanto,

tampoco podríamos admitir la figura de la transacción para los conflictos de

niñez y adolescencia por el carácter contractual del cual goza la misma.

170

Cfr. Y.E. BUAIZ VALERA, Ley de protección integral de la niñez y adolescencia comentada de El Salvador.

Libro primero, 99. 171

Cfr. R. LÓPEZ SAN LUIS, La capacidad contractual del menor, 20 de julio de 2012, en libros-revistas-

derecho.vlex.es/vid/capacidad-contractual-menor-191308

Page 94: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 94

Por lo que, en consonancia con la naturaleza jurídica de los derechos de

la niñez y adolescencia y la misma naturaleza de los MASC, podemos inferir

que los métodos alternos de solución de conflictos aplicables en esta materia,

serán aquellos métodos no adversariales172; es decir, conciliación y

mediación173, pues en ellos la solución deviene de las partes involucradas,

específicamente de la libre disposición de un niño, en el ejercicio evolutivo de

sus facultades, en los casos que pudiere ser aplicable alguna de estas figuras;

y, en consecuencia, los métodos de solución de conflictos adversariales -

haciendo especial referencia al arbitraje- no podrán ser utilizados para resolver

de forma alterna un conflicto de niñez y adolescencia.

172

Exceptuando de ellos a la transacción, por las razones ya dichas. 173

En cuanto el abordaje de estas figuras remitirse al capítulo II.

Page 95: Monografía Final

CAPÍTULO IV

APLICACIÓN DE LOS MASC

EN MATERIA DE FAMILIA Y EN MATERIA DE NIÑEZ Y

ADOLESCENCIA A PARTIR DE LA EXPERIENCIA EN EL DERECHO

COMPARADO

Del estudio de la doctrina y de diversas legislaciones internacionales, es

evidente la incorporación de los MASC como una opción de acceso a la

justicia174, que responda de una mejor manera a las necesidades actuales de

cada población, así los objetivos directos más expuestos entre los argumentos

gubernamentales han sido: la necesaria descongestión de los tribunales, la

mayor celeridad en el conocimiento y resolución de las contiendas, el

necesario mejoramiento del acceso a la justicia para las poblaciones175.

Sin embargo, no en todas las legislaciones se les ha dado el mismo

tratamiento, las diferencias de un país a otro van desde la denominación hasta

la caracterización de estos métodos, pese a ello, su esencia -podemos advertir-

es la misma.

4.1. SISTEMAS QUE HAN IMPLEMENTADO LOS MASC EN MATERIA

DE FAMILIA

A. Argentina

La Nación de Argentina, a principios de los noventas, se caracterizó por

los manifiestos problemas de acceso a la justicia, debido al alto costo que

significaba incoar un proceso judicial ante los tribunales y el bajo tiempo de

respuesta de estos, por lo tanto, fue necesario redefinir los objetivos públicos

en materia de justicia y se pretendió brindar a los sujetos de derechos la

posibilidad de instaurar un proceso, accesible y efectivo, no necesariamente

judicial; de tutela de sus derechos176.

Así, el cuatro de octubre de mil novecientos noventa y cinco el

parlamento argentino sancionó la Ley 24.573, la cual introdujo al

ordenamiento jurídico a la mediación y modificó algunos aspectos del Código

Procesal Civil y Comercial de la Nación. Lo relevante de esta disposición fue 174

Dada su rapidez, confidencialidad, poca conflictividad, entre otras tantas ventajas. 175

Cfr. CUARTA REUNIÓN DE MINISTROS DE JUSTICIA O DE MINISTROS O PROCURADORES GENERALES DE LAS

AMÉRICAS, Métodos alternativos de resolución de conflictos en los sistemas de justicia de los países

americanos, 21 de febrero de 2002, en www.oas.org/legal/spanish/osaj/res_conflictos_remja_2002.doc, 4. 176

Cfr. R. GARCÍA, Aproximación a los mecanismos alternativos de resolución de conflictos en América

Latina. Pluralismo jurídico y alternatividad judicial, abril 2002, en

ilsa.org.co:81/biblioteca/dwnlds/od/elotrdr026-27/elotrdr026-27-07.pdf, 165.

Page 96: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 96

la institución de la mediación con carácter obligatorio previa a todo juicio y la

innovación que se le hiciera al Código Procesal Civil y Comercial de la

Nación en cuanto a la participación del juez en una audiencia, cuyo objeto era

fijar los hechos conducentes a la decisión del juicio, invitando a las partes a

una conciliación, pudiendo estas y el juez proponer fórmulas conciliatorias.

Cabe destacar, que el método alterno de solución de conflictos más

desarrollado en la legislación argentina es la mediación. En cuanto a la

conciliación y arbitraje no hay mayor profundización normativa, por lo cual se

realizará un desarrollo más exhaustivo sobre la mediación.

El quince de marzo del año dos mil diez, el Senado y la Cámara de

Diputados de la Nación Argentina, sancionó la Ley de Mediación Prejudicial

Obligatoria, denominada Ley 26.589177, la innovación de esta ley fue la

inclusión expresa de la mediación familiar y la modificación de ciertas normas

del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación de Argentina con el

propósito de adecuarlo a dicho procedimiento.

El art. 1 de la Ley 26.589 establece el carácter obligatorio de la

mediación previa a cualquier tipo de proceso judicial, promoviendo la

comunicación directa entre las partes para la solución extrajudicial de las

controversias.

Los asuntos de familia, se caracterizan por la existencia de causas

generadoras de conflictos y por la necesidad del mantenimiento del vínculo

entre las partes, por lo tanto, a través de la mediación se pretende inscribir el

conflicto en un marco de cooperación, entregándole a las partes la posibilidad

de reglar sus relaciones futuras. Es por ello que surgió la necesidad de

favorecer el nacimiento de la mediación familiar178. El art. 31 de la

mencionada ley, establece las pretensiones susceptibles de este método, entre

ellas menciona las siguientes: controversias patrimoniales o

extrapatrimoniales originadas en las relaciones de familia o que involucren

intereses de sus miembros o se relacionen con la subsistencia del vínculo

matrimonial179; además, de manera específica, se encuentran comprendidas

dentro del procedimiento de mediación familiar las controversias sobre: a)

alimentos entre cónyuges o derivados del parentesco; b) tenencia de menores,

salvo cuando su privación o modificación se funde en motivos graves que 177

Publicada en el boletín oficial el día seis de mayo de 2010, que derogó las leyes 24.573, 25.287 y 26.094

que regían en la materia. 178

Cfr. BIBLIOTECA DEL CONGRESO NACIONAL DE CHILE. DEPARTAMENTO DE ESTUDIO, EXTENSIÓN Y

PUBLICACIONES, La mediación familiar, conceptos generales y legislación extranjera, Proyecto de Ley

Argentino, julio 2003, en www.bcn.cl/bibliodigital/pbcn/estudios/estudios_pdf_estudios/nro278.pdf, 3. 179

Según el art. 5 de la Ley 26.589, las controversias excluidas del procedimiento de mediación obligatoria,

referentes al área de familia son: las acciones de separación personal y divorcio, nulidad de matrimonio,

filiación, patria potestad y adopción, con excepción de las cuestiones patrimoniales derivadas de estas, para lo

cual el juez deberá dividir los procesos, derivando la parte patrimonial al mediador.

Page 97: Monografía Final

CAPÍTULO IV: APLICACIÓN DE LOS MASC EN FAMILIA

Y EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA A PARTIR DE LA

EXPERIENCIA EN EL DERECHO COMPARADO

97

serán evaluados por el juez o este disponga las medidas cautelares que estime

pertinentes; c) régimen de visitas de menores o incapaces, salvo que existan

motivos graves y urgentes que impongan sin dilación la intervención judicial;

d) administración y enajenación de bienes sin divorcio en caso de

controversia; e) separación personal180 o separación de bienes sin divorcio; f)

cuestiones patrimoniales derivadas del divorcio, separación de bienes y

nulidad de matrimonio; g) daños y perjuicios derivados de las relaciones de

familia181.

La mediación familiar, es un procedimiento a instancia de parte. El

mediador es el encargado de fijar la fecha de la primera audiencia182 a la que

deberán de comparecer los intervinientes183. Si durante la audiencia las partes

llegaren a un acuerdo, el procedimiento de mediación concluirá haciendo

constar los términos alcanzados en el acta respectiva184; pero, si en la

mediación familiar estuvieren involucrados intereses de incapaces y se

arribare a un acuerdo, este deberá ser sometido a homologación judicial -

siendo el único caso donde es necesario tal requisito-, según lo dispuesto en el

art. 26 de la Ley 26.589. De no existir acuerdo entre las partes quedará

habilitada la incoación del proceso judicial respectivo.

Si durante el proceso de mediación familiar el mediador tuviere

conocimiento de circunstancias que impliquen un grave riesgo para la

integridad física o psíquica de las partes involucradas o de su grupo familiar,

dará por concluida la mediación185.

Los mediadores de familia, necesariamente deben ser abogados, contar

con la capacitación básica en mediación y estar debidamente inscritos en el

Registro Nacional de Mediación, que organizará y administrará el Ministerio

de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la República de Argentina.

Con todo lo anterior, “la mediación familiar además de ser considerada

como un método alterno de solución de conflictos, desde una perspectiva

180

“La mención de la separación personal es incorrecta, pues a la luz de lo que disponen los arts. 5, inc. b) y

31 de la Ley 26.589, dicha causa no se encuentra sujeta a la mediación obligatoria familiar, sino sólo las

cuestiones patrimoniales derivadas de ella” (J.L. KIELMANOVICH, Algunas reflexiones procesales sobre la

nueva Ley de Mediación Familiar Prejudicial Obligatoria en la Argentina (Ley 26.589), 1. 181

Cfr. J.L. KIELMANOVICH, Algunas reflexiones procesales sobre la nueva Ley de Mediación Familiar

Prejudicial Obligatoria en la Argentina (Ley 26.589), 28 de julio de 2012, en

www.poderjudicial.go.cr/salasegunda/revistasalasegunda/revista9/pdf/arti_01_03.pdf, 1. 182

El mediador podrá convocar a las partes a todas las audiencias que considere necesarias para el

cumplimiento de los fines de la mediación familiar. 183

Cabe destacar que el procedimiento de mediación puede concluir por la incomparecencia injustificada de

alguna de las partes a cualquier audiencia, para lo cual según el art. 28 de la Ley 26.589, se levantará un acta

suscrita por todos los comparecientes haciendo constar tal circunstancia, quedando habilitado el reclamante

para iniciar el proceso judicial respectivo; sin perjuicio de la multa impuesta a la parte incompareciente. 184

El acuerdo alcanzado será ejecutable a través del procedimiento de ejecución de la sentencia. 185

Art. 32 de la Ley 26.589.

Page 98: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 98

amplia, se puede considerar como un procedimiento no judicial de regulación,

y no necesariamente de resolución de los conflictos familiares”186.

En cuanto a la conciliación, los ordenamientos jurídicos, que de una u

otra forma regulan a esta figura son: el Código Procesal Civil y Comercial de

la Nación, que en su artículo 360 -modificado por la Ley 26.589- establece la

obligación del juez de invitar a las partes a una conciliación o a encontrar otra

forma de solución de conflictos; y la Constitución Nacional de Argentina en el

art. 14, que determina la recurrencia a la conciliación y arbitraje; sin embargo,

en materia de familia, no existe regulación que posibilite la utilización del

método en comento, más bien, la conciliación ha sido instituida como una

instancia prejudicial obligatoria en asuntos civiles, comerciales y laborales,

como requisito de admisibilidad de las demandas judiciales187.

De igual forma sucede con el arbitraje, del cual no hay mayor

regulación legal, más que lo dispuesto en la Constitución Nacional, Código

Civil, Código de Comercio y Código Procesal Civil y Comercial de la Nación,

en los cuales está previsto como método de solución de controversias. Sin

embargo, haciendo un estudio integrado de dichas normativas, el arbitraje sí

puede ser utilizado188 para la solución de controversias familiares. Conforme al

art. 736 del Código Civil, toda cuestión entre partes podrá ser sometida a la

decisión de jueces árbitros, antes o después de deducida en juicio y en

cualquier estado que este se encuentre, con excepción de las cuestiones que no

pueden ser objeto de transacción189. Necesariamente en este punto debemos

traer a colación la figura de la transacción: la regla general según el art. 849

del Código Civil argentino, es que se puede transigir sobre toda clase de

derechos, cualquiera que sea su especie y naturaleza y aunque estuviesen

sometidos a una condición, siendo la excepción a dicha regla: a) las cuestiones

sobre validez o nulidad de matrimonio, salvo que sean a favor de la validez; b)

las herencias futuras; c) las cuestiones relativas a la patria potestad o a la

autoridad del marido; d) sobre el propio estado de familia y e) sobre el

derecho a reclamar el estado que corresponda a las personas, sea por filiación

natural o legítima.

186 BIBLIOTECA DEL CONGRESO NACIONAL DE CHILE. DEPARTAMENTO DE ESTUDIO, EXTENSIÓN Y

PUBLICACIONES, La mediación familiar, conceptos generales y legislación extranjera, Proyecto de Ley

Argentino, julio 2003, en www.bcn.cl/bibliodigital/pbcn/estudios/estudios_pdf_estudios/nro278.pdf, 2. 187

Cfr. G.M. MARCHESINI, El arbitraje como resultado de la mediación, 16 de octubre de 2009, en

www.servilex.com.pe/arbitraje/file.php?idarticulo=270 188

Como método alterno de solución de conflictos. 189

Cfr. J.C. RIVERA, El arbitraje en Argentina, 26 de julio de 2012, en

www.rivera.com.ar/es/assets/Uploads/Publicaciones/Rivera_El%20arbitraje%20en%20Argentina2.pdf, 3.

Page 99: Monografía Final

CAPÍTULO IV: APLICACIÓN DE LOS MASC EN FAMILIA

Y EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA A PARTIR DE LA

EXPERIENCIA EN EL DERECHO COMPARADO

99

Por lo tanto, podemos concluir que en materia de familia podrá

utilizarse el arbitraje o la transacción como método alterno de solución de

controversias siempre y cuando no versen sobre las materias excluidas190.

B. Perú

Este país, de antigua data, ha reconocido la implementación de

mecanismos alternativos de resolución de conflictos, llevando incluso algunos

de ellos a rango constitucional. Nos enfocaremos en el análisis de la

conciliación y el arbitraje, pues son los métodos alternos que han gozado de

mayor desarrollo a nivel legal y doctrinal.

En materia conciliatoria y específicamente en cuanto a la conciliación

judicial, hasta antes de las reformas al Código Procesal Civil peruano, se

establecía una etapa dentro del proceso ordinario a cargo del juez, que no

distaba mucho de la regulación hecha en nuestro ordenamiento, con la

salvedad que este último estaba obligado a presentar una propuesta a las

partes, quienes podían aceptarla o rechazarla, pero “si la sentencia otorgaba

igual o menor derecho del que se propuso en la conciliación y fue rechazado,

se le imponía al que la rechazó una multa […], salvo que se tratara de

procesos de alimentos, en cuyo caso el juez podía reducir la multa en atención

al monto demandado y al que se ordenaba pagar en sentencia”191; con la

entrada en vigencia del Decreto Legislativo 1070, se modifica el art. 324 del

Código Procesal Civil, estableciéndose que la conciliación como forma

especial de conclusión del proceso, en principio ya no se hará en sede judicial

sino en los centros de conciliación, salvo que ambas partes soliciten que se

realice en sede judicial. “Igualmente, existiendo proceso abierto y en caso que

las partes concilien en un centro de conciliación extrajudicial pueden presentar

el acta de conciliación y el juez previa verificación192 declarará concluido el

proceso judicial”193, con lo que -en cierta medida- su tratamiento se asemeja

con el de la conciliación extrajudicial y se responde a los cuestionamientos

sobre “el hecho que la conciliación se lleve a cabo ante el mismo juez que

resolverá la controversia […], pues las partes tienden a mostrarse reservadas y

reticentes a compartir información o formular propuestas, lo que hace muy

190

Cfr. J.C. RIVERA, El arbitraje en Argentina, 26 de julio de 2012, en

www.rivera.com.ar/es/assets/Uploads/Publicaciones/Rivera_El%20arbitraje%20en%20Argentina2.pdf, 4. 191

Cfr. Y.K. YUNKOR ROMERO, Análisis de Ley de Conciliación 26782 y D. L. 1070 – Aspectos generales, 27

de julio de 2012, en

facultaddycp.wikispaces.com/file/view/ANALISIS_LEY_DE_CONCILIACION_26872_Y_D.pdf, 10. 192

Que la conciliación verse sobre derechos disponibles y que el acuerdo se adecúe a la naturaleza jurídica del

derecho en litigio. 193

Cfr. G. NÚÑEZ PALOMINO, Modificaciones a la Ley de Conciliación, junio 2009, en

www.informesnotariadoperu.com/index.php?option=com

Page 100: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 100

difícil que se genere un espacio de diálogo y creación conjunta de ideas que

facilite la búsqueda de un acuerdo”194.

En el ámbito propiamente extrajudicial, está regulada por la Ley de

Conciliación 26872, que fue modificada en junio de 2008 por el Decreto

Legislativo 1070, cuyo reglamento también fue sujeto de modificación por

Decreto Supremo Nº 006-2010-JUS. En lo dispuesto por estos cuerpos

normativos podemos destacar que este tipo de conciliación se realiza fuera de

los órganos jurisdiccionales, ante los centros de conciliación extrajudicial que

pueden ser públicos o privados y que deberán estar debidamente autorizados

por el Ministerio de Justicia; dentro de los caracteres distintivos encontramos

que, en determinadas pretensiones de ciertas materias, es un requisito de

procedibilidad, pues necesariamente deberá intentarse la conciliación antes de

acudir a las instancias judiciales, de lo contrario la demanda se declarará

improcedente por causa de manifiesta falta de interés para obrar. En materia

de familia son conciliables pretensiones relacionadas con alimentos, régimen

de visitas, tenencia, así como otras que se deriven de la relación familiar y

respecto de las cuales las partes tengan libre disposición. “Actualmente, las

materias que necesariamente tienen que pasar por un procedimiento

conciliatorio están referidas a derechos disponibles, y por lo general se

vinculan a un contenido patrimonial”195. Establece los supuestos y materias no

conciliables, así como los actos y procesos donde la conciliación no es

exigible o es facultativa. La audiencia de conciliación es única y puede constar

de dos o más sesiones, la asistencia es personal y obligatoria y se prevén

sanciones en caso de incumplimiento, a excepción de las personas que por ley

deban actuar por medio de su representante legal y los supuestos en los que se

permite que las partes puedan concurrir mediante apoderado196. El acta con el

acuerdo conciliatorio constituye título de ejecución. Y, a pesar de las críticas

recibidas, el conciliador puede ser cualquier persona, pues únicamente se

requiere: que sea ciudadano en ejercicio, haber aprobado el curso de

formación y capacitación de conciliadores dictado por entidad autorizada por

el Ministerio de Justicia, carecer de antecedentes penales y cumplir con los

demás requisitos que exija el Reglamento de la Ley de Conciliación; además,

en materia de familia se requiere que el conciliador encargado del

194

Cfr. J. GARCÍA MONTÚFAR, Los medios alternativos de resolución de conflictos, 27 de julio de 2012, en

blog.pucp.edu.pe/item/28502/los-medios-alternativos-de-solucion-de-conflictos 195

Cfr. J. LA ROSA CALLE, Los medios alternativos de resolución de conflictos y la administración de justicia.

Caso peruano, 28 de julio de 2012, en

criteriojuridico.puj.edu.co/archivos/04_99_108_jlrosa_los_medios_alternativos.pdf, 103. 196

Personas domiciliadas en el extranjero o en otros distritos conciliatorios y las domiciliadas en el mismo

distrito que se encuentren impedidas de trasladarse al centro de conciliación.

Page 101: Monografía Final

CAPÍTULO IV: APLICACIÓN DE LOS MASC EN FAMILIA

Y EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA A PARTIR DE LA

EXPERIENCIA EN EL DERECHO COMPARADO

101

procedimiento conciliatorio cuente con la debida especialización, acreditación

y autorización expedida por el Ministerio de Justicia.

El arbitraje en Perú se encuentra regulado por el Decreto Legislativo N°

1071, publicado el veintiocho de junio del año dos mil ocho. Lo dispuesto en

este decreto se aplica tanto a los arbitrajes nacionales como a los

internacionales y procede en las controversias que versen sobre materias de

libre disposición conforme a derecho, así como aquellas que la ley o los

tratados o acuerdos internacionales autoricen.

Al igual que en nuestro país, en este cuerpo normativo se regulan los

casos en los que será necesaria la intervención del poder judicial en el

arbitraje, tales como: para actuar determinadas pruebas, la ejecución de

medidas cautelares, la ejecución forzosa del laudo arbitral, así como para

conocer del recurso de anulación del laudo, que dicho sea de paso es la única

vía de impugnación del mismo, que procede por causales taxativas

establecidas legalmente. Tiene lugar de forma extraprocesal, cuando las partes

acuerdan someter sus pretensiones a arbitraje en lugar de acudir a la justicia

ordinaria, pero también pueden, en cualquier estado del proceso, derivar la

controversia en un arbitraje, para lo cual deberán formalizar un convenio

arbitral. Las partes podrán comparecer personalmente o a través de su

representante. Puede ejercer como árbitro cualquier persona mayor de edad, en

pleno ejercicio de sus derechos civiles, exigiendo la ley que sea abogado

únicamente en el arbitraje de derecho, no importando la nacionalidad. El laudo

produce efectos de cosa juzgada.

Un punto llamativo, es lo dispuesto en la primera disposición final del

decreto en comento, bajo el acápite arbitraje popular, a través de la cual se

declara de interés nacional el acceso al arbitraje para la solución de

controversias de todos los ciudadanos y en ese contexto, en el año 2008 se

crea el Centro de Arbitraje Popular denominado “Arbitra Perú” en el

Ministerio de Justicia, con lo cual se potencia al arbitraje como una alternativa

de acceso a la justicia para todas las personas, siempre que se trate de

conflictos que versen sobre derechos disponibles y cuyo monto sea menor a 20

UIT197.

Respecto del arbitraje en familia, contrario de lo que sucede en la

conciliación, no encontramos una alusión expresa de su aplicación en esta

área; sin embargo, “en relación a las materias admitidas objeto de conciliación

consideramos que siendo objeto de regulación por las partes, se trata de

derechos disponibles por lo que podrían teóricamente ser arbitrables”198. 197

Unidad Impositiva Tributaria (UIT), que para el año 2012 se encuentra fijada en los S/.3,650. 198

Cfr. C.J. CABELLO MATAMAL, ¿Arbitraje en el Derecho de Familia?, 29 de julio de 2012, en

www.castillofreyre.com/biblio_arbitraje/vol8/cap10.pdf, 239.

Page 102: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 102

4.2. SISTEMAS QUE HAN IMPLEMENTADO LOS MASC EN MATERIA

DE NIÑEZ

A. Costa Rica

El marco normativo que permite la utilización de los MASC en esta

rama del derecho, es precisamente el Código de la Niñez y la Adolescencia199,

que expresamente posibilita la aplicación de la conciliación y la mediación.

En cuanto a la conciliación, el art. 154 habilita su utilización en dos

momentos a saber: “antes que se dé la tramitación compleja y normal del

proceso y después de iniciada dicha tramitación. Lo único importante para

solicitar este tipo de medio alterno del conflicto es el hecho de que el proceso

ya debe estar presentado dentro de la sede jurisdiccional”200, razón por la que

se conceptualiza como una conciliación judicial.

En los arts. 155 y siguientes, se regulan los aspectos que no pueden ser

sometidos a conciliación, como los derechos irrenunciables de las partes,

violencia doméstica, suspensión o pérdida de la autoridad parental, ni los que

puedan constituir delitos; el procedimiento a seguir en la audiencia

conciliatoria, el contenido del acuerdo conciliatorio -sea este total o parcial-,

la resolución homologatoria del mismo, su ejecución y el efecto del trámite

conciliatorio.

Respecto a la mediación, su desarrollo es muy breve, pues se encuentra

contenida del art. 164 al 167. Se le caracteriza por ser un proceso autónomo e

independiente del proceso judicial, su tramitación se realiza en sede

administrativa a través de los centros de mediación que se establezcan para ese

fin, cuya creación estará a cargo de las instituciones públicas o privadas

encargadas de la atención y protección de las personas menores de edad, el

acuerdo alcanzado surtirá plenos efectos entre las partes, pudiendo ser

modificado por un nuevo trámite de mediación. Un punto muy importante es

que ya se establece un listado, no taxativo, de pretensiones susceptibles de

mediación, entre las cuales menciona: la custodia de personas menores de

edad, régimen de visitas, alimentos, etc., pretensiones que pueden ser sujetas a

mediación siempre y cuando no se vean vulnerados los derechos de niños y

adolescentes y no se trate de derechos indisponibles.

Ahora bien, la conciliación, tal como se encuentra regulada en el

Código de la Niñez y la Adolescencia responde a una forma anticipada de

199

Se aprobó el 11 de diciembre de 1997 y entró en vigencia a partir de su publicación en el Diario Oficial La

Gaceta, el 6 de febrero de 1998. 200

Cfr. R.V. GÓMEZ ROJAS - M. RUIZ SCHMIDT, La aplicación de los mecanismos legales para la

participación de niños (as) y adolescentes en la resolución alterna de conflictos dentro de la legislación

costarricense, febrero 2011, en www.iij.ucr.ac.cr/download/file/fid/446, 86.

Page 103: Monografía Final

CAPÍTULO IV: APLICACIÓN DE LOS MASC EN FAMILIA

Y EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA A PARTIR DE LA

EXPERIENCIA EN EL DERECHO COMPARADO

103

terminación del proceso y no a la naturaleza de un MASC. Por el contrario, la

mediación sí responde a la configuración de un verdadero método alterno.

Llama la atención dos aspectos puntuales, en primer lugar que el arbitraje,

pese a estar contenido en otras normas, como la Ley sobre Resolución Alterna

de Conflictos y Promoción de la Paz Social, no está previsto para los

conflictos de niñez y adolescencia, lo cual viene a confirmar que, por su

naturaleza, está vedada su aplicación en este tipo de conflictos. En segundo

lugar, el legislador costarricense, hace un esfuerzo por establecer algunos tipos

de pretensiones que podrán o no, sujetarse a una u otra figura; esfuerzo que

nos parece plausible, pues si bien no se trata de un listado pormenorizado, nos

da un atisbo del tipo de derechos que podrán ser conocidos a través de un

MASC.

B. Colombia

La protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en

Colombia, se encuentra regulada en el Código de la Infancia y la

Adolescencia201 -CIA-. Este cuerpo normativo reviste cierta peculiaridad y es

que, si bien estamos frente a una normativa integral, en la medida en que hace

referencia a derechos y libertades, obligaciones de la familia, la sociedad y el

Estado, así como medidas para preservar y restablecer los derechos -en caso

de ser vulnerados-, adopción, alimentos, edad mínima para trabajar, penas

contra quienes atenten contra los menores y responsabilidad penal de los

adolescentes, no encontramos un apartado que desarrolle el contenido y la

procedencia de los MASC en dicha materia, pero sí contempla de manera

dispersa la conciliación, siendo este el único método alterno previsto en su

articulado: el art. 82, por ejemplo, establece las funciones del defensor de

familia; el art. 100, regula el trámite del procedimiento administrativo para la

realización y restablecimiento de los derechos de los menores; en el art. 111,

se prevé la audiencia de conciliación para la fijación de la cuota provisional de

alimentos; el art. 129, que establece el caso que se pretenda adelantar el

proceso ejecutivo ante el juez de familia; el art. 174, referente al principio de

oportunidad, conciliación y reparación de los daños y el art. 193, relativo a los

criterios para el desarrollo del proceso judicial de delitos en los cuales son

víctimas los niños, las niñas y los adolescentes.

La razón por la cual la conciliación se enuncia, más no se desarrolla, es

que niñez y adolescencia, al ser parte del área de familia, se remite a la

regulación de esta figura en dicha normativa. Familia, en materia conciliatoria

201

Proyecto aprobado por el Senado el 29 de agosto de 2006 y sancionado por el Presidente de la República el

8 de noviembre de ese mismo año, con el número 1098.

Page 104: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 104

se rige por la ley 640 de 2001. Por tanto, la conciliación en el área de niñez y

adolescencia va a ser tratada a partir de lo dispuesto en la Ley 1098 de 2006 y

por la Ley 640 de 2001.

De la lectura de ambas leyes, se colige las pretensiones que pueden o no

ser conciliables, los entes autorizados para llevarla a cabo, la selección del

conciliador, como también su clasificación en judicial y extrajudicial, esta

última se constituye en un verdadero MASC, con la nota distintiva que es un

requisito de procedibilidad, pues necesariamente deberá intentarse antes de

acudir a la vía judicial.

En el CIA, no encontramos ninguna disposición que se refiera a la

mediación; no obstante, en atención al interés superior del niño, este

mecanismo puede ser aplicado para solucionar de manera rápida y eficaz

algunos conflictos en los que estén involucrados niños, niñas y adolescentes,

en aras de su protección integral y de la prevalencia de sus derechos. De igual

manera, también resulta aplicable la transacción, con la salvedad que en dicha

normativa se le denomina arreglo directo o negociación.

Al igual que en nuestro ordenamiento jurídico, también podemos

encontrar en el libro primero del Código Civil colombiano202, pretensiones

relacionadas con niñez y adolescencia, tales como: la designación del

guardador y su remoción, la privación, suspensión y rehabilitación de los

derechos de la patria potestad o de la responsabilidad parental, la investigación

de paternidad, los procesos de adopción, entre otras. De igual forma, no se

regula la aplicación del arbitraje para estos conflictos.

C. Venezuela

En 1998, se creó la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del

Adolescente (LOPNA), la cual entró en vigencia el 1 de abril del año 2000;

sin embargo, esta ley no era ajena a la visión procesal caracterizada “por el

principio de la escritura, la multiplicidad de procedimientos especiales, por la

sobrevaloración de muchas formalidades innecesarias y, por modelos

procesales y de gestión que generan procedimientos lentos y decisiones

tardías”203. El 30 de diciembre de 1999 entró en vigor la nueva Constitución de

la República Bolivariana de Venezuela, la cual significó grandes avances en

materia de derechos humanos de la infancia y la adolescencia, incorporando la

CDN y el paradigma sobre la cual se fundamenta, que es la doctrina de la

protección integral. Esto implicó necesariamente una reforma a la LOPNA,

con fundamento en el nuevo ordenamiento jurídico constitucional, la cual fue

202

Es de hacer notar que en Colombia, el derecho de familia todavía no goza de autonomía normativa. 203

Cfr. Exposición de motivos de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, 30 de

julio de 2012, en www.tsj.gov.ve/legislacion/lopna.htm.

Page 105: Monografía Final

CAPÍTULO IV: APLICACIÓN DE LOS MASC EN FAMILIA

Y EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA A PARTIR DE LA

EXPERIENCIA EN EL DERECHO COMPARADO

105

promulgada el 10 de diciembre de 2007. Esta reforma, dio lugar a la creación

de la nueva Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes

(LOPNNA) y contempló tres importantes materias: administrativa, sustantiva

y adjetiva. Las dos primeras entraron en vigencia con su promulgación y la

reforma procesal debió entrar en vigencia seis meses después de su

publicación, no obstante su vigencia fue diferida “en aquellos circuitos

judiciales donde no estaban dadas las condiciones mínimas e indispensables

para su debida aplicación”204. De estas tres áreas, merece especial atención la

materia adjetiva, pues dentro de los principios que la orientan tenemos: el

fortalecimiento de los medios alternativos de resolución de conflictos205.

El legislador venezolano, en materia de niñez y adolescencia, ha

favorecido la utilización de los métodos alternos antes de la instauración de un

proceso en sede judicial o administrativa. “Con la normativa vigente, estos

métodos tienen lugar de manera extrajudicial, mediante la función

conciliatoria de las Defensorías de los Niños y Adolescentes […] y en el

ámbito intra-judicial, a través de las acciones llevadas a cabo por los jueces

dentro de los procedimientos judiciales”206.

La conciliación, tal como la regula la LOPNNA, se configura en un

auténtico MASC, en vista de que se tramita por procesos no judiciales,

llevados a cabo en sede administrativa por las Defensorías de Niños, Niñas y

Adolescentes. Es un procedimiento voluntario, su objeto no puede versar

sobre materias no disponibles o derechos irrenunciables, ni cuando trate sobre

hechos punibles; se destaca el carácter vinculante de la opinión de los niños,

niñas y adolescentes y que, al igual que en nuestro ordenamiento, el acuerdo

surte efectos entre las partes y es hasta su homologación207 cuando adquiere el

carácter de sentencia firme y ejecutoriada. En los procesos de responsabilidad

penal de los menores, el tratamiento de la conciliación corresponde al de una

fórmula de solución anticipada.

La mediación, es implementada de una forma que dista de la regulación

hecha por la mayoría de legislaciones; así, en la LOPNNA se le ordena “al

juez o jueza la promoción de este método, creando una oportunidad procesal

dirigida exclusivamente para tal efecto, que es de comparecencia obligatoria y

previa a la fase de juicio, salvo en los casos en los cuales por la naturaleza de

204

Cfr. C.G. ESPINOZA RONDÓN, LOPNA y LOPNNA, 30 de julio de 2012, en

www.opinionynoticias.com/opinionnacional/5016-lopna-y-lopnna. 205

Cfr. Exposición de motivos de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, 30 de

julio de 2012, en www.tsj.gov.ve/legislacion/lopna.htm. 206

Cfr. M. CARRILLO, La fase de mediación en la audiencia preliminar según la Ley de Reforma Parcial de la

LOPNA, 262. 207

Realizada ante el juez o jueza de mediación y sustanciación de los tribunales de protección de niños, niñas

y adolescentes.

Page 106: Monografía Final

MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y SU APLICACIÓN

EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA 106

la pretensión no es posible la mediación”208. Esta figura, forma parte del

procedimiento ordinario, como una de las fases de la audiencia preliminar,

teniendo como finalidad resolver la pretensión que ha sido presentada por el

demandante con la intervención activa de las partes o sus apoderados y el

juez209. Razón por la que su tratamiento no corresponde al de un MASC, sino a

una forma anticipada de terminación del proceso210.

208 Cfr. Exposición de motivos de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, 30 de

julio de 2012, en www.tsj.gov.ve/legislacion/lopna.htm. 209

Cfr. M. CARRILLO, La fase de mediación en la audiencia preliminar según la Ley de Reforma Parcial de la

LOPNA, 262. 210

Pudiendo hacer el símil con la tramitación que se le da a la conciliación procesal en nuestra Ley Procesal

de Familia, arts. 84, 102 y siguientes.

Page 107: Monografía Final

CONCLUSIÓN

Al hacer una retrospectiva, el motivo que nos hizo volver nuestra

atención al tema de métodos alternos de solución de conflictos fue,

principalmente, que estamos frente a un área que en nuestro país no ha

merecido mayor profundización teórica y práctica, lo que degenera en una

falta de conocimiento de los mismos y que nos ha llevado a privarnos de los

innumerables beneficios que estos métodos alternos nos pueden ofrecer.

Un aspecto que ha contribuido con lo anterior, es la cultura de litigio

arraigada en nuestra sociedad, que ha posicionado al proceso como la vía más

fiable para afrontar una controversia con relevancia jurídica, provocando la

saturación de las sedes judiciales y por ende, la lentitud en su respuesta, así

como también que –por la naturaleza misma de esta vía– la solución propuesta

no resuelva de tajo el conflicto suscitado; ahora, podemos advertir que los

MASC se constituyen en una alternativa viable y segura que contribuyen no

solo a descongestionar la labor de los tribunales, sino que además devuelven a

las partes en conflicto la posibilidad de resolver dicha controversia por sus

propios medios, proporcionando una solución que implicaría mayor eficacia al

momento de su ejecución, precisamente porque se rompe con esa visión

tradicional de vencedor-vencido.

Estos métodos alternos, en materia de familia y de niñez y adolescencia,

sí tienen aplicabilidad, en tanto versen sobre derechos y deberes disponibles,

es decir, aquellos con contenido patrimonial y los personales en su forma de

ejercicio y siempre que se respeten los límites establecidos a la autonomía de

la voluntad de las partes: la ley, la moral, el orden público y las buenas

costumbres; en otras palabras, su utilización en ningún momento debe ser

arbitraria.

Específicamente, en materia de familia resultan aplicables las figuras de

la conciliación, transacción, mediación y arbitraje, con la salvedad que tanto la

conciliación como la transacción también operan como formas anormales de

terminación del proceso; además, dada su connotación, deberán observarse las

restricciones legales expresamente establecidas en el Código Civil y en la

L.M.C.A, para las figuras de la transacción y el arbitraje. En niñez y

adolescencia, por su especialidad, únicamente serán aplicables la conciliación

y la mediación, no así la transacción y el arbitraje.

Es de mencionar que en niñez y adolescencia, aunado a los límites ya

enunciados deberá observarse el interés superior y la capacidad de las niñas,

niños y adolescentes para el ejercicio directo de sus derechos y deberes, pero

esta aptitud no es absoluta y es aquí, donde adquiere relevancia el rol del

Page 108: Monografía Final

CONCLUSIÓN 108

Estado, la familia y la sociedad como garantes del ejercicio y disfrute de los

mismos.

Finalmente, por la importancia y la especialidad de estas materias hace

falta un esfuerzo serio por parte del Estado, sus instituciones y la sociedad en

general para potenciar estos métodos alternos ya que, al compararlos con el

proceso judicial, estos suponen una nueva forma de afrontar los conflictos, en

la medida en que promueven el respeto, la tolerancia, la comunicación, la

creatividad y -en definitiva- una cultura de paz.

Page 109: Monografía Final

SIGLAS Y ABREVIACIONES UTILIZADAS ADR Alternative Dispute Resolution

art. artículo

arts. artículos

B.O. Boletín Oficial

C.C. Código Civil

CDN Convención sobre los Derechos del Niño

C.F. Código de Familia

Cfr. confrontar, véase, véase también, compárese

CIA Código de la Infancia y la Adolescencia de la República de

Colombia

CIDH Corte Interamericana de Derechos Humanos

D.O Diario Oficial

ed. editor, editores

etc. etcétera

inc. inciso

ISNA Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y

la Adolescencia

LEPINA Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia

L.M.C.A. /

L.M.C.yA. Ley de Mediación, Conciliación y Arbitraje

LOPNA Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente de

la República Bolivariana de Venezuela

LOPNNA Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y

Adolescentes de la República Bolivariana de Venezuela

L.Pr.F. Ley Procesal de Familia

MARC Medios Alternativos de Resolución de Conflictos

MASC M alternos de solución de conflictos

Nº Número

Op. Cit. obra citada

ord. ordinal

PGR Procuraduría General de la República

RAD Resolución Alternativa de Disputas

Ref. Referencia

S/N Sin número

UCA Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”

UIT Unidad Impositiva Tributaria de la República del Perú

UNICEF United Nations Children's Fund / Fondo de Naciones Unidas

para la Infancia

V.g. Verbigracia

vs. contra

Page 110: Monografía Final
Page 111: Monografía Final

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Page 117: Monografía Final

ÍNDICE DE AUTORES

ALESSANDRI - SOMARRIVA y otros:

26,79

BERNAL SAMPER: 11, 20, 22, 50

BRUÑOL: 76

BUAIZ: 69, 70, 71, 72, 74, 75, 77, 81,

93

CABELLO: 28, 101

CAIVANO: 57, 58

CARRILLO: 105, 106

CHÁVEZ: 92

DE BUITRAGO - BONILLA y otros: 25,

27, 30

DE DE LA RÚA - GONZÁLEZ: 48, 51,

55, 58, 59, 64

DE SOUZA: 12

DIEZ FISCHER - DÍEZ FISCHER: 13

ESPINOZA: 105

ESTAVILLO: 20, 46

FÁBREGA: 20, 24

FOLBERG - TAYLOR: 49

FORNACIARI: 43

GÓMEZ: 16

GÓMEZ ROJAS – RUIZ SCHMIDT: 102

GUILLÓ: 68

HIGHTON - ÁLVAREZ: 12, 35, 41, 50,

51, 56

GARCÍA: 95

GARCÍA MONTUFAR: 100

JUNCO: 35

KIELMANOVICH: 97

KRIESBERG: 11

LANSDOWN: 82, 90

LA ROSA: 100

LÓPEZ: 93

MARCHESINI: 98

MEDINA: 35, 36, 41

MILLA: 14, 21

NÚÑEZ: 99

PALLARES: 20

PASTOR: 39

REVETLLAT: 68

RIVERA: 98, 99

SHERMAN: 49, 52

VAAMONDE: 79, 80

VADO: 13, 17, 18, 19

VINYAMATA - FARRÉ y otros: 11

VODANOVIC: 42, 43

YUNKOR: 99

Page 118: Monografía Final

118

Page 119: Monografía Final

119

ÍNDICE GENERAL

AGRADECIMIENTOS ............................................................................................. 5

INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 7

CAPÍTULO I

GENERALIDADES

1.1. NOCIÓN DE CONFLICTO ..................................................................... 11

1.1.1. Definición de conflicto .......................................................................... 11

1.1.2. Clasificación de los conflictos............................................................... 12

1.1.2.1. Polemiales ........................................................................................... 12

1.1.2.2. La no violencia .................................................................................... 13

1.1.2.3. Judiciales ............................................................................................. 13

1.1.2.4. Agonales .............................................................................................. 13

1.1.3. Ciclo del conflicto .................................................................................. 14

1.1.3.1. Escalada .............................................................................................. 14

1.1.3.2. Estancamiento ..................................................................................... 14

1.1.3.3. Desescalada ........................................................................................ 14

1.2. FORMAS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS ....................................... 15

1.2.1. Métodos adversariales ........................................................................... 17

1.2.2. Métodos no adversariales ..................................................................... 17

1.3. MÉTODOS ALTERNOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS (MASC)

....................................................................................................................... 18

1.3.1. Definición .............................................................................................. 18

1.3.2. Base constitucional de los MASC ........................................................ 19

1.3.3. Principales métodos alternos de solución de conflictos ...................... 19

1.3.3.1. Conciliación ........................................................................................ 19

1.3.3.2. Transacción ......................................................................................... 21

1.3.3.3. Mediación ............................................................................................ 21

1.3.3.4. Arbitraje .............................................................................................. 22

1.3.3.5. Otras figuras ....................................................................................... 23

1.4. FACTIBILIDAD DE LA APLICACIÓN DE LOS MASC ..................... 23

1.4.2. Desventajas y limitantes ........................................................................ 24

CAPÍTULO II

APLICABILIDAD DE LOS MÉTODOS ALTERNOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN

MATERIA DE FAMILIA

Page 120: Monografía Final

ÍNDICE GENERAL 120

2.1. DELIMITACIÓN ...................................................................................... 25

2.1.1. Qué puede ser objeto de control de los MASC ..................................... 25

2.1.2. Disponibilidad de derechos y deberes ................................................... 28

2.1.2.1. En qué radica la disponibilidad de esos derechos y deberes ............. 30

2.1.2.1.1. Derechos y deberes personales ........................................................ 30

2.1.2.1.2. Derechos y deberes patrimoniales .................................................... 30

2.1.3. Clasificación ......................................................................................... 31

2.2. MÉTODOS ALTERNOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS

APLICABLES A MATERIA DE FAMILIA ............................................... 34

2.2.1. Conciliación ........................................................................................... 34

2.2.1.1. Antecedentes legislativos .................................................................... 36

2.2.1.2. Tratamiento jurisprudencial ............................................................... 37

2.2.1.3. La conciliación como forma anormal de terminación del proceso .... 38

2.2.1.4. La conciliación como método alterno de solución de conflictos ........ 41

2.2.1.5. Diligencias de conciliación celebradas ante el juez de paz ............... 41

2.2.2. Transacción ........................................................................................... 42

2.2.2.1. Antecedentes legislativos .................................................................... 44

2.2.2.2. Tratamiento jurisprudencial ............................................................... 44

2.2.2.3. La transacción como forma anormal de terminación del proceso ..... 45

2.2.2.4. La transacción como método alterno de solución de conflictos ......... 46

2.2.2.5. Derechos y deberes susceptibles de transacción ................................ 47

2.2.3. Mediación .............................................................................................. 48

2.2.3.1. Antecedentes legislativos .................................................................... 52

2.2.3.2. La mediación en la Ley de Mediación, Conciliación y Arbitraje ....... 52

2.2.3.3. Centro de Mediación de la Procuraduría General de la República .. 54

2.2.4. Arbitraje ................................................................................................ 55

2.2.4.1. Antecedentes legislativos .................................................................... 60

2.2.4.2. Tratamiento jurisprudencial ............................................................... 60

2.2.4.3. El arbitraje en la Ley de Mediación, Conciliación y Arbitraje .......... 61

2.2.4.4. Derechos y deberes susceptibles de arbitraje ..................................... 64

CAPÍTULO III

APLICABILIDAD DE LOS MASC A LA LUZ DEL INTERÉS SUPERIOR DE LA NIÑA, NIÑO

Y ADOLESCENTE

3.1. PROCEDENCIA DE LA APLICACIÓN DE LOS MASC EN NIÑEZ Y

ADOLESCENCIA ........................................................................................ 67

3.1.1. Generalidades sobre la Ley de Protección Integral de la Niñez y

Adolescencia ................................................................................................. 67

3.1.1.1. Impacto de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) ........ 68

Page 121: Monografía Final

ÍNDICE GENERAL 121

3.1.1.2. Doctrina de la situación irregular vs. Doctrina de la protección

integral .......................................................................................................... 69

3.1.1.3. Principios rectores de la LEPINA y naturaleza jurídica de los

derechos de las niñas, niños y adolescentes ................................................. 73

3.1.1.3.1. Naturaleza de los derechos y garantías contemplados en LEPINA . 78

3.1.2. Capacidad de las niñas, niños y adolescentes ...................................... 78

3.1.3. Procedencia de los MASC en los conflictos de niñez y adolescencia . 84

3.2. LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LA NIÑEZ Y

ADOLESCENCIA MEDIANTE LOS MASC ............................................. 87

3.2.1. ¿Necesitan un tratamiento aislado de materia de familia? ................. 90

3.3. QUÉ TIPOS DE MASC SON APLICABLES PARA LOS DERECHOS

DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA .......................................................... 93

CAPÍTULO IV

APLICACIÓN DE LOS MASC EN MATERIA DE FAMILIA Y EN MATERIA DE NIÑEZ Y

ADOLESCENCIA A PARTIR DE LA EXPERIENCIA EN EL DERECHO COMPARADO

4.1. SISTEMAS QUE HAN IMPLEMENTADO LOS MASC EN MATERIA

DE FAMILIA ................................................................................................ 95

4.2. SISTEMAS QUE HAN IMPLEMENTADO LOS MASC EN MATERIA

DE NIÑEZ .................................................................................................. 102

CONCLUSIÓN ................................................................................................... 107

SIGLAS Y ABREVIACIONES UTILIZADAS ............................................................ 109

BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................. 111

ÍNDICE DE AUTORES ......................................................................................... 117

ÍNDICE GENERAL ............................................................................................. 119