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Material para el análisis de la ciudad que deseamos desde la óptioca del Reino de Dios, revelado por la persona de Jesús.
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1. EL IDEAL DE PERSONA A LA
LUZ DE LA EXPERIENCIA
HUMANA DE JESÚS
El hombre Jesús: rasgos de su
personalidad:
“Quién dice la gente que soy yo? Unos
que Juan el Bautista, otros que Elías, otros
que Jeremías o alguno de los profetas”
Y vosotros quién decís que soy yo? Tu eres
el Cristo el Hijo de Dios vivo.”
Mt 16,13-20
Lo que acabamos de oír era lo que decían sus amigos,
pero de Jesús se decían más cosas que no eran
insultos menores pues lo descalificaban y de qué
manera.
Para sus parientes “se había vuelto loco” Mc
3, 21
Para sus enemigos, autoridades y líderes
religiosos: “estaba endemoniado” Mc 3,22
“Era un comelón y borracho” Lc. 7,34 – Mt 11,19
“Amigo de publicanos y pecadores, de gente mala”
Lc. 7, 34 - Mt 11,19
“blasfemo, se burla de Dios” Mc 2,7 –
“Mentiroso” Mt 27,63
“Un agitador” Lc 23,2
Lo menos que se puede decir es que en su
comportamiento no se atenía a los
convencionalismos vigentes.
“Nunca hemos visto nada igual” Mc 2,12
“Todo lo ha hecho bien” Mc 7,37
Y los evangelios constatan que “la gente
quedaba admirada de su manera de enseñar,
porque enseñaba con autoridad y no como los
maestros de la ley” Mc 1,22 – Lc 4, 31-37.
Pero de Él también se decía:
Jesús aparecía como un HOMBRE DESCONCERTANTE por
Las cosas que dice y hace
El modo como se relaciona con la gente
Su misma manera de vivir
Los tabúes intocables que rompió en aquella
sociedad:
Atreverse a proclamar un parentesco
por encima del de la sangre “mi madre y
mis hermanos son quienes cumplen la Palabra
de Dios” Mc 3,35
El modo de vida que eligió: Jesús optó
por los pobres, por los últimos de la
sociedad, abandono de casa, familia y
bienes.
Renuncia a fundar una familia
Vida de itinerante
Malas compañías
Pero, al mismo tiempo, desde el principio llama la
atención, porque es PROFUNDAMENTE COHERENTE
Es un hombre total y radicalmente
honrado, alguien que vive lo que
enseña. En el no hay distancia entre
lo que dice y lo que hace, entre el
mimo y su mensaje. “Maestro
sabemos que eres sincero y no te
preocupas de quien te oye, ni te dejas
influenciar sino que enseñas con
franqueza el camino de Dios” Mc 12,14Vemos pues que en primer lugar
Jesús aparece como un hombre
desconcertante pero coherente.
Damos un paso más y nos adentramos en “un segundo círculo” de la personalidad
de Jesús.
El Evangelio presenta a Jesús naciendo en un pesebre ajeno “porque no había sitio
para ellos en la posada” Lc 2,7 y muriendo desnudo en una cruz Lc 23,26 “Los
zorros tienen sus cuevas, las aves del cielo sus nidos, pero el hijo del hombre no tiene
donde reclinar su cabeza” Lc 9,58.
Jesús no elige tanto la pobreza cuanto a los pobres “El Espíritu me ha ungido
para anunciar la buena noticia a los pobres” Lc 4,18. afirma que la señal de la
llegada del Reino es que “a los pobres se les anuncia la buena noticia” Mt 11,5.
“Felices los pobres porque vuestro es el Reino de Dios” Lc 6,20.
A Jesús lo descubrimos en los evangelios como UN HOMBRE POBRE Y AL
LADO DE LOS POBRES.
El Evangelio nos muestra a Jesús como como UN HOMBRE
CONTAGIOSAMENTE LIBRE
Ante su familia Mc 3,21
Ante sus amigos cuando pretenden
desviarlo de su horizonte Mc 8, 31-33
Ante los especialistas de la ley a quienes
descalifica abiertamente en sus
pretensiones de dominación, de poder sobre
el pueblo Mt 23
Ante el poder político llamando zorro –
más que astuto, insignificante – al rey que
busca apresarlo Lc 13,32
Ante los intentos de la gente por
proclamarlo rey Jn 6,15
Ante las normas, las tradiciones, los ritos
cuando van en contra de la persona “No es
el hombre para el sábado, sino el sábado para el
hombre” Mc 2,27
Ante los propios miedos y necesidades de:
seguridad, el poder, el dinero, el prestigio Lc
15,2; Lc 19,7; Mt 4,1-11.
En una palabra, libre frente a todo, Jesús solo
se siente “esclavo” de la voluntad del Padre
que no es sino dejar que la Vida Plena y
Abundante fluya, como alegría y como bien para
todos.
A ningún lector atento de los evangelios se le
escapa que lo que más quebraderos de
cabeza le produjo a Jesús fue la religión…
hasta terminar con su vida por la postura
fuertemente crítica frente a una religión que
no se preocupa por el sufrimiento, la
necesidad y en definitiva, la vida de los
seres humanos.
Jesús no está de acuerdo con una religión que vive para sí
misma, pero que nada tiene que ver con Dios. Es la religión
pervertida.
El Dios de Jesús no tiene otro interés que el bien
de las personas: “La Vida Plena y Abundante” Jn
10,10. “Qué está permitido en sábado: hacer el bien
o hacer el mal, salvar una vida o destruirla?” Mc
3,4.
Por esto Jesús fue UN HOMBRE CRÍTICO DE
LA RELIGIÓN.
Toda la vida de Jesús estuvo marcada por el conflicto
CON LA AUTORIDAD, especialmente la religiosa. En
medio de esta confrontación Jesús vive como UN
HOMBRE DE PAZ
Según el Evangelio, puede decirse que la paz de Jesús
proviene de una doble fuente:
La certeza de que el Padre está con Él “Yo no estoy
solo, porque el Padre está siempre conmigo” Jn 16,32.
La conciencia de estar realizando la voluntad del Padre
“mi aliento es hacer la voluntad del que me ha enviado y
llevar a cabo su obra” Jn 4, 34
Al avanzar y adentrarnos en el interior de Jesús de
Nazareth, nos acercamos al núcleo de su persona. A un
rasgo absolutamente central característico de su
personalidad:La fraternidad sentida como compasión y vivida como
servicio.
Jesús es el hombre fraternal. Aparece profundamente acogedor, un hombre
que sabía escuchar clamores en profundidad, encarnarse en ellos, liberar.
SABER PENETRAR en el corazón de las personas y tiene la palabra justa para
cada uno.
Hablar de Jesús es hablar de “entrañas conmovidas” que sienten con el otro y
actúan eficazmente a su favor” Lc 15,20-23 – Lc 10, 34-35 – Mc 1,41 – Lc 7,13 –
Mt 20,34.
Jesús veía, se compadecía y actuaba Mc
6,34
La tarea de contacto de Jesús con la realidad está caracterizada por la
indignación y la misericordia “La misericordia no fue lo único que hizo Jesús pero
si es lo que está en su origen, lo que configura toda su vida, su misión y su destino. Esas
ENTRAÑAS CONMOVIDAS son las que configuran todo lo que El es: su saber, su
esperar, su actuar y su celebrar”. La motivación central de la espiritualidad de Jesús
es la Misericordia. Mc 6,34-41.
Con toda lógica, el evangelio denunciará con dureza la actitud que bloquea la
compasión: la indiferencia defensa eficaz con la que nos protegemos para
mantenernos en nuestra comodidad, para mantenernos ciegos. – Lc 16, 19-
31 – Lc 10, 25-37 – Mt 25, 31-46 -.
Pero este hombre compasivo y fraternal, no era un iluso.
Nos pone en guardia frente las trampas de poder el
peligro más grave que acecha a los seres humanos.
Para Jesús la ambición por subir y situarse por encima
de los otros. Es la causa más determinante de la
violencia y la opresión en el mundo. El problema
fundamental no está en la buena o mala voluntad de
quienes gestionan el poder: El problema está en la
dinámica misma del poder.
Para Jesús no existe otro camino frente al poder que el servicio “No he venido
para ser servido, sino para servir” Mc 10,45.
Y eso es lo que significa “La Parábola en acción” del lavatorio de los pies “Yo
estoy entre vosotros como el que sirve” Lc 22, 24 – 27, Jesús fue “el hombre para
los demás”.
Al servicio se opone la prepotencia.
Existe en la Iglesia, entre nosotros, una
especie de petulancia, de superioridad
sobre los demás: Es la arrogancia. Es
una especie de “existencial
eclesiástico”, jerárquico, curial. Se trata en
definitiva de que la Iglesia “siempre tiene la
razón” o por lo menos “más razón que
otros”.
La única actitud que deja Jesús es la de la
sencillez, la de sentirse servidor realmente por
convicción. Esta posición de servicio implica
desterrar de nuestras intenciones la prepotencia y al
ansia de poder. Es una tarea laboriosa y difícil de
aprender. Que no se puede demostrar sino con
acciones concretas en nuestras relaciones de cada
momento con los demás.
A esto se añade “el solemnismo” aunque sea para predicar la humildad y la
sencillez. Además de la infalibilidad dogmática, piensa poseer el privilegio de
la intocabilidad. Por eso se sorprende en exceso cuando es
criticada, aunque sea con buenas razones y aún con caridad. Nos falta tanto
buen humor al interior de la Iglesia.
La raíces últimas, tanto del pecado
como de la arrogancia
eclesiales, pienso que están en el
poder y más si este es sagrado. Nos
cuesta trabajo “bajar la cabeza”.
Hecho con sinceridad vale más que
mil palabras.
Nos cuesta trabajo escuchar. Decía
W. Churchill algo que siempre me ha
llamado la atención “exige mucho
coraje ponerse en pie y hablar pero más
coraje exige sentarse y escuchar”.
EL ERROR DE TODAS LAS
INSTITUCIONES Y DE QUIENES LAS
CONFORMAN
Y así llegamos al corazón de la personalidad de
Jesús, a lo que encierra el secreto de su vida: la
experiencia única que vive con Dios al que se
dirige como Abbá – Padre Amado.
Jesús tiene conciencia de vivir una relación única con
Dios que lo lleva a comprender que lo que define a
Dios, no es su poder – como entre los paganos, ni
tampoco el juicio - como en Juan el Bautista – sino
su compasión – misericordia gratuita e
incondicional. En Jesús, Dios ha dejado de ser
ambiguo: es únicamente amor.
Dios está llegando en Jesús pero no como el
“Dios de los justos” sino como el “Dios de los que
sufren” Es un Dios que sana. “Jesús ungido por
Dios con la fuerza del Espíritu Santo, pasó haciendo
el bien y curando a todos los oprimidos por el
diablo, porque Dios estaba con Él” Hechos 10,38.
Resumiendo:
Algunos rasgos de la personalidad de
Jesús:
Un hombre:
• Desconcertante pero coherente
• Pobre y al lado de los pobres
• Contagiosamente libre
• Crítico de la religión
• De paz en medio del conflicto
• Fraternal: compasivo y servicial
• Cuyo secreto se llama Abbá
Pero hay muchas más alternativas para hablar de Jesús. Veamos:
Buscador de Dios
Profeta del Reino de Dios
Poeta de la compasión
Curador de la vida
Defensor de los últimos
Amigo de la mujer
Maestro de Vida Plena
Creador de un movimiento renovador
Creyente fiel
Un hombre en conflicto
Mártir del Reino de Dios.
2. ACERCARNOS A LO QUE ES
EL REINO DE DIOS COMO EL
PROYECTO DE JESÚS Y COMO
CLAVE FUNDAMENTAL PARA
SOÑAR UNA CIUDAD IDEAL
La esperanza de Jesús: La utopía del Reino de Dios, las cosas tienen que
cambiar.
“Recorría toda Galilea… proclamando la Buena
Noticia del Reino y curando toda enfermedad y
dolencia en el pueblo” Mt 4,23 – Mc 1,39 – Mt
9,35 – Lc 6,18. “Fue caminando de pueblo en
pueblo y de aldea en aldea proclamando y
anunciando la buena noticia del Reino de Dios”
Lc 8,1. Pues “Quien está lejos de mí, está lejos
del Reino”. “El Reino de Dios se ha extendido
sobre la tierra y la gente no lo ve”. Evangelio
Apócrifo de Tomás.
Sin temor a equivocarnos, podemos
decir que la causa a la que Jesús
dedica su tiempo, sus fuerzas y su vida
entera es lo que el llama “EL REINO DE
DIOS”.
Es sin duda, el núcleo central de su
predicación, su convicción más
profunda, la pasión que anima toda su
actividad.
Todo lo que dice y hace está al servicio
del Reino de Dios. Todo adquiere su
unidad, su verdadero significado y su
fuerza apasionante desde esa realidad.
El Reino de Dios es la clave para
captar el sentido que Jesús da a su vida
y para entender su Proyecto de Vida
Plena y Abundante para todos.
Aunque pueda sorprender a más de
uno, Jesús solo habló del Reino o
Reinado de Dios no de la Iglesia. El
Reino de Dios aparece 120 veces en los
“El Reino de Dios no viene de forma espectacular, ni se puede
decir miradlo aquí y allá. Sin embargo el Reino de Dios está entre
vosotros” Lc 17,21
“La ley y los profetas llegan hasta Juan. A partir de ahí comienza a
anunciarse la Buena Noticia del Reino de Dios” Lc 16,16 – Mt
11, 12-13
“El tiempo se ha cumplido y el Reinado de Dios está cerca; convertíos
y aceptad la Buena Noticia” Mc 1, 14-15.
Jesús no enseña una doctrina religiosa, anuncia un acontecimiento. Es la
buena noticia de la llegada de Dios para liberar y sanar a las gentes de
cuanto los deshumaniza y les hace sufrir. Es la buena noticia de que Dios se
preocupa de nosotros. Dios vienen a derrotar el mal que está en la raíz de
todo. El Reino de Dios se abre camino allí donde
Los enfermos son curados del sufrimiento,
Los endemoniados se ven liberados de sus cadenas,
Los pobres recuperan su dignidad, su alegría.
Los pecadores son reconciliados.
Si Dios viene a reinar no es para manifestar su poderío, sino para manifestar
su bondad y hacerla efectiva. Estamos ante un Dios hecho carne en la
debilidad de la condición humana. Si tomamos en serio la kenosis de
Dios, como nos enseña el Nuevo Testamento se nos pide que creamos en un
Dios compasivo y enteramente solidario con nosotros pero también débil y sin
defensa.
La fe cristiana no es Buena Nueva a menos que creamos en ese Dios que se
vacía de sí mismo, que sale de sí mismo y que nos pone en crisis a
nosotros, a la Iglesia y al mundo.
EL CONTENIDO DE LA ESPERANZA DE JESÚS
Donde convergen las esperanzas
humanas con el plan salvador de Dios.
Donde se dan cita lo utópico anidado
en el corazón humano y las
aspiraciones emancipadoras de la
humanidad
Es el encuentro de la liberación de la
persona y el cambio de estructuras
injustas del “cielo nuevo y la tierra
nueva” con “el hombre nuevo”.
1. El Reino es en definitiva, el
Dios con nosotros. Lo más
típico y novedoso del
mensaje de Jesús radica en
que Dios se está haciendo
presente en medio de su
pueblo. El Reino es algo
así como el ámbito:
2. El Reino de Dios comienza a realizarme en
la persona y la práctica de Jesús a través de
los signos liberadores
Curación de enfermedades
Acogida y comidas con pecadores, mujeres
prostituidas y publicanos
Liberación de espíritus malignos
Defensa de los más despreciados
Respeto y reivindicación para las mujeres
estigmatizadas.
“Los ciegos ven, los cojos andan, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la
Buena Noticia” Mt 11,5
“Jesús predica la salvación futura y la hace presente en su praxis, sugiriendo así una
conexión entre su persona y el Reino de Dios”
3. El Reino de Dios es don gratuito y
Buena Noticia para los pobres. “A los
pobres se les anuncia la Buena
Noticia” Mt 11,5 – Lc 7,22.
El Reino de Dios genera una dinámica
contraria a los reinos de este mundo.
Misericordia VS. Castigo
Liberación VS. Esclavitud
Amor a los enemigos VS. Odio
Perdón VS. Venganza
Son prácticas constitutivas
del Reino, a condición de
que vayan a la raíz de las
carencias y generen un
cambio estructural.
Dar de comer a las personas
hambrientas
Dar de beber a los sedientos
Acoger a los extranjeros
Dar techo a las personas sin hogar
Visitar a los enfermos
Solidarizarse con los presos
Mt 25, 31-46
Jesús no habla de la pobreza en abstracto, sino de
aquellos pobres con los que el trata mientras recorre
las Aldeas Familias que sobreviven mal
Gentes que luchan por no perder sus tierras
Niños amenazados por el hambre y la
enfermedad
Mujeres prostituidas y mendigos despreciados
por todos
Enfermos y endemoniados a los que se les
niega el mínimo de dignidad
Leprosos marginados por la sociedad y la
religión
Aldeas enteras que viven bajo la opresión de
las élites urbanas, sufriendo el desprecio y la
humillación
Mujeres y hombres sin posibilidades de un
futuro mejor.
Si Dios se pone de parte de los
pobres, no es porque se lo
merezcan, sino porque lo
necesitan. Están sufriendo
injustamente. Dios defiende a
los que nadie defiende.
“El hace justicia a los oprimidos ,
da pan a los hambrientos, libera a
los condenados… al Señor
protege al inmigrante, sostiene a
la viuda y al huérfano” Salmo
146, 7-9
El Reino de Dios constituye una apuesta
por la vida digna y plena de los seres
humanos y de la naturaleza de los que la
tienen disminuida, amenazada insegura e
incierta. De los que tienen que soportar el
ser visto como pecadores e incluso como
endemoniados.
El Reino de Dios llega a nosotros como
liberación del sufrimiento, de la indignidad y
de la muerte.
Si lo primero para Jesús es el Reino, entonces lo primero
para el es la vida digna y plena en
misericordia, justicia, dignidad y paz. La realización del Reino
es realización de la vida en plenitud. Lo primero para Jesús
es la Vida Plena no la religión.
Jesús proclama la salvación de Dios curando.
Anuncia su Reino poniendo en marcha un proceso
de sanación tanto individual como social. Su
intención de fondo es clara: curar, aliviar el
sufrimiento, restaurar la vida.
Toda su actuación está encaminada a generar
una sociedad más saludable. Sanar, liberar del
mal, sacar del abatimiento, sanear la
religión, construir una sociedad más
amable, constituyen caminos para acoger y
promover el Reino de Dios. Solo pertenece a
Dios la dignidad de los pobres y la felicidad de
los que sufren.
Jesús no busca la renovación de Israel por un
reforzamiento de las leyes de la pureza sino
anunciando la cercanía de un Dios
Misericordioso, que ofrece su amor y quiere
introducir una dinámica de compasión , de
reciprocidad gratuita Lc 10, 25- 37.
La Misericordia
Imagen de un Dios
que es entrañas conmovidas
que no es poder ni juicio
Sino amor gratuito e incondicional
La justicia
a pesar de la ley y la costumbre
a pesar del dinero y la limosna
La libertad
para ser hombre disponible
para tomar la cruz es decir
La realidad en su lado más débil y
frágil
LO QUE RESUME MI EXPERIENCIA DE JESÚS…
La Pobreza
para ser libre
y vivir la alegría verdadera
La fe
para andar como persona creyente
y ayudar a construir el Reino
en comunión con Dios.
Compartir la mesa para compartir la vida
Bendecir el pan, partirlo y repartirlo entre
todos.
Pedro Casaldáliga
La Esperanza sobre todo
Por un cielo nuevo y una tierra nueva
Por un corazón nuevo y un hombre nuevo
Por la vida hasta la vida misma.