Redes intelectuales y Guerra Fría: La agenda argentina del Congreso por la Libertad de la Cultura

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    Revista de la Red Interctedras de Historia de Amrica Latina Contempornea(Segunda poca), Ao 1, N 1, Crdoba, Junio de 2014. ISSN 2250.7264

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    REDES INTELECTUALES Y GUERRA FRA:LA AGENDA ARGENTINA DEL CONGRESO POR LA

    LIBERTAD DE LA CULTURA

    RESUMEN

    La Asociacin Argentina por la Libertad de la Cultura (AALC) nace en 1955 como sede localdel Congreso por la Libertad de la Cultura (Berln, 1950), producto de los enfrentamientosentre Este y Oeste en medio de la Guerra Fra, en el campo de la cultura. La expansin de lared de este Congreso en Argentina es constitutiva de un perodo donde la elite liberalpredominante de los aos cincuenta comienza a perder la hegemona que pronto le serdisputada por la nueva izquierda. En un momento de quiebre, cohesionados a priori por laoposicin al peronismo e ideolgicamente asentados en las bases del liberalismo cultural, estaasociacin se extiende sobre las redes de la vieja intelligentsia progresista de los grupos derevistas como Sur, Liberalis e Imago Mundi; de organizaciones como la SADE, el CLES yASCUA; y sobre los espacios de cultura del Partido Socialista. Entre Buenos Aires y

    Crdoba, la AALC impuls una compleja red que involucr vnculos con las universidadesnacionales e instituciones de cuo liberal socialista. A su vez promovi una extensa rededitorial, impuls diferentes tipos de encuentros y se comprometi en solidaridad condiferentes causas internacionales, embanderada en el antitotalitarismo como concepto de base.Su creacin en un escenario complejo que incluy no solo la dicotoma peronismo-antiperonismo, sino tambin la intervencin del mundo comunista con sus consignas por lapaz, la democracia (popular) y el antiimperialismo, puede leerse como el momento de quiebredel campo cultural que llevar al ocaso a la vieja intelligentsia y a la solidificacin de lasnuevas generaciones de izquierda que van a eclipsar el escenario poltico-cultural en lasdcadas siguientes.

    PALABRAS CLAVE:Historia intelectual Cultura Guerra Fra cultural

    ABSTRACT

    The Asociacin Argentina por la Libertad de la Cultura (AALC) was created in 1955 as abranch of the Congress for Cultural Freedom (Berlin, 1950), product of the confrontationbetween East and West in the middle of the Cold War in cultural field. The expansion of thisCongress in Argentina is constitutive of a period in which the liberal dominant elites of thefifties began to lose hegemony, and they are being pushed by the new left. In a rupturemoment, opposite intellectuals to Peronism, ideologically settled on the basis of culturalliberalism, created the AALC, which it extends over networks of old progressive intelligentsiaof groups like Sur, Liberalis and Imago Mundi reviews; organizations like the SADE, theCLES and ASCUA; and the cultural sites of Socialist Party. Between Buenos Aires and

    Cordoba, the AALC sponsored a complex publishing network, promoted meetings at nationaluniversities and took a commitment of solidarity with different international causes, behindthe idea of anti-totalitarianism. In a complex scenario that included not only the anti-Peronism/Peronism dichotomy but also the intervention of the Communist world with slogansfor peace, democracy (popular) and anti-imperialism, the onset of the association can be readas a moment of rupture in the field of culture that will lead to the decline of the oldintelligentsia and the solidification of the new left generation, which will overshadow thepolitical and cultural scene in the following decades.

    KEYWORDS:Intellectual History Culture Cultural Cold War

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    REDES INTELECTUALES Y GUERRA FRA:LA AGENDA ARGENTINA DEL CONGRESO POR LA

    LIBERTAD DE LA CULTURA

    KARINA JANNELLO

    En los ltimos aos ha existido un renovado inters en las implicaciones sociales,polticas y culturales de la Guerra Fra en Amrica Latina. Este trabajo tiene como objetivo,enfocndose en el campo intelectual argentino, estudiar un aspecto de las relaciones entre losintelectuales del espectro de la izquierda no comunista y el Congreso por la Libertad de laCultura (CLC), organizacin surgida en el seno de la Guerra Fra. El perodo en el que meconcentro abarca desde la llegada de dicho Congreso a la regin a comienzos de loscincuenta, hasta 1964 cuando, ante el amplio apoyo que en el continente concita la gestacubana, el CLC se ver obligado a aggiornar sus sedes e iniciar una segunda etapa comoCentro Argentino por la Libertad Cultural (CALC). Estos aos, caracterizados por la

    centralidad que adquiere la intelligentsia en la formacin de la opinin pblica y su influenciaen el campo poltico en s, ha sido denominado por Fred Halliday (1993: 79) como primeraGuerra Fra. La expansin de la red de este Congreso en Argentina es constitutiva de unperiodo donde la elite liberal predominante de los aos cincuenta comienza a perder lahegemona que pronto, en la dcadas siguientes los sesenta y setenta, le ser disputada porla nueva izquierda.

    A pesar de que el campo intelectual de esos aos ha sido abordado en mltiplesocasiones, la accin del CLC en Latinoamrica, donde tuvo una vida sorpresivamente activa,haba suscitado hasta el presente escasa atencin, y en Argentina en particular, prcticamenteninguna. A excepcin del trabajo de Mara Eugenia Mudrovcic (1987), dedicado a la revista

    Mundo Nuevo, que toma lateralmente la intervencin del Congreso en Argentina, y elreciente

    trabajo de Jorge Nllim (2014), que presenta en rasgos generales la estructura de la sedeargentina del CLC como eplogo de su investigacin sobre los intelectuales liberales entre1930 y 1955, hasta la fecha no se le haba dedicado un trabajo de mayor aliento. Por contrastecon el estudio de la nueva izquierda de los sesenta y setenta, sin duda imprescindible paraauscultar los procesos que terminaron en una cruenta dictadura, la investigacin de otrossectores ubicados fuera del centro de la escena, aunque necesarios para iluminar lacomplejidad total del campo, no ha sido estimulada lo suficiente. Debe resaltarse sin embargoun corpus de trabajos de indiscutible relevancia y punto de partida, ineludible referencia paraestudiar el campo intelectual sesentista, como los de Silvia Sigal (1991), Oscar Tern (1991),Carlos Altamirano (2001b, 2008, 2010), Beatriz Sarlo (2001), Claudia Gilman (2003) y JosLuis De Diego (2003).

    Por otra parte, si bien los estudios sobre la vida intelectual y la cultura durante los dosprimeros perodos de gobierno del peronismo han conocido a su vez un renovado inters enlos ltimos aos1, una de las crticas que puede sealarse a esta literatura del perodo 1945-

    Doctoranda en historia (UNLP), Mg. en Sociologa de la Cultura y el Anlisis Cultural (UNSAM), Prof. EnLetras (IES N1), Responsable de Biblioteca/Hemeroteca en CeDInCI. El presente trabajo est basado en elncleo de mi tesis de Maestra: Intelectuales, revistas, redes editoriales y Guerra Fra. El Congreso por laLibertad de la Cultura en Argentina y Amrica Latina, [Indita], IDAES/UNSAM, Buenos Aires, 2012, p. 335.1Pueden mencionarse entre las obras ms consultadas: Neiburg, Federico,La invencin del peronismo y laconstitucin de las ciencias sociales en la Argentina. Buenos Aires: Alianza, 1998; Altamirano, Carlos,Peronismo y cultura de izquierda. Buenos Aires: Tema, 2001; Plotkin, Mariano,Maana en San Pern. Buenos

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    1960 en Argentina es un enfoque que parece relegar a segundo plano los componentesconflictivos internacionales. Sin desatender las variables locales, sin duda irreductibles, estetrabajo se propone considerar a su vez ese contexto internacional, eje transversal que recorriel mundo de este a oeste y de norte a sur, en un nuevo escenario surgido a partir de laposguerra desde luego matizado por, y traducido a, los conflictos nacionales y regionales.Fundamentalmente, la relevancia de las acciones del CLC exige mayor precisin y debe serevaluada atendiendo, por un lado, a la compleja red editorial que impuls; por otro, a laposicin que le toc jugar en un campo dividido en dos sectores bien definidos: de una parteel mundo comunista con sus consignas por la paz, la democracia (popular) y elantiimperialismo; de otra, el mundo occidental por la libertad del pensamiento, la democracia(modelo americano) y contra el totalitarismo (comunista).

    En nuestro pas, la presencia de la Asociacin Argentina del Congreso por la Libertad dela Cultura (AALC) y luego del Centro Argentino por la Libertad de la Cultura (CALC),dependiente del Instituto Latinoamericano de Relaciones Internacionales (ILARI),instituciones que operaron mayormente bajo la rbita de los intelectuales liberales, por unaparte, y del Partido Socialista, por otra, se convierte en un caso emblemtico que pone en

    evidencia la incidencia que tuvo un conflicto internacional como la Guerra Fra en zonasmayormente perifricas. Particularmente, la dcada del cincuenta ha sido poco abordadadesde esta perspectiva, por lo que este trabajo espera poder aportar nuevas miradas queenriquezcan la comprensin de un momento de severos conflictos socio-histricos ycoyunturales en la regin.

    Los comu-peronistas

    En Argentina, los aos 1930 unieron a las elites liberales, a los demcratas, a loscomunistas y a los socialistas en un frente comn contra las diferentes expresiones fascistaseuropeas hasta el fin de la Segunda Guerra (Bisso, 2005; Nllim, 2014). Pero si en elescenario internacional las aguas se dividieron rpidamente, en nuestro pas la llegada del

    peronismo complic el panorama y como consecuencia inmediata oblig a mantener la unidadde esa alianza frentista, al menos por unos aos. La asimilacin que se hizo del peronismo conel fascismo retard en cierta forma la ruptura con los comunistas. Sin embargo, a inicios delos 50 comenzar un proceso de fragmentacin que concluir cuando la elite liberalacompae el accionar de la Revolucin Libertadora en su anticomunismo y antiperonismomilitante y se haga efectiva la proscripcin tanto sobre el justicialismo como sobre elcomunismo. Durante estos aos, sobre todo liberales y socialistas resignificarn el conceptode totalitarismo, manteniendo la imagen del peronismo como fascismo, pero incluyendo ahoraa los comunistas en la ecuacin.

    Hasta iniciados los cincuenta, los posicionamientos posibles no estaban dados por laantinomia comunismo/anticomunismo, sino por la de peronismo/antiperonismo. Sin

    embargo, llevados por diferentes circunstancias que llegaron a su momento ms lgido entre1952 y 1953, se termin finalmente por igualar sin matices a los comunistas con losperonistas, hasta el punto de considerar los diferentes regmenes bajo la luz de unainterpretacin unvoca: los nazis, los fascistas, los falangistas y los comunistas eran una solaexpresin, se trataba del nacifascismofalangismocomunismo [sic], que no por largo deja deser exacto, afirmaba el periodista espaol Ferrandiz Alborz desde Montevideo2.

    Aires: UNTREF, 2007; Fiorucci, Flavia,Intelectuales y peronismo (1945-1955). Buenos Aires: Biblos, 2011.2Ferrndiz Alborz, F. 'SUR' y la nueva Argentina en Suplemento dominical de El Da, 29 de enero de 1956,Montevideo, p. 5.

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    Una vez establecido Pern en el poder en 1946, los comunistas se debatieron entre ladistancia o el apoyo a las polticas de su gobierno. Aunque en el XI Congreso del PartidoComunista Argentino (PCA) se decidi apoyar lo positivo, criticar lo negativo, lo queimplicaba un alejamiento de los antiguos aliados de la Unin Democrtica, lo cierto es que sudirigencia segua siendo profundamente antiperonista. Para 1946 la coyuntura los habacolocado junto a los liberales y por fuera del espacio nacional-popular (Juregui, 2012: 25).

    Dentro del campo de la cultura, las distancias entre los liberales con el comunismotampoco fueron muy claras. A pesar de que desde el PCA se haba acompaado la ofensivadel comunismo internacional abriendo en 1949 el Comit Argentino por la Paz, unaintelectual como Mara Rosa Oliver, compaera de ruta, pudo continuar participando en unarevista como Surhasta 1952. Incluso la revista, sin duda expresin unvoca de la elite liberal,se solidariz con el poeta Pablo Neruda en el mismo ao 1949, cuando debi exiliarse por lapersecucin del gobierno de Gonzlez Videla3. Este tipo de pluralismo, le cost a Suracusaciones de ser francamente de izquierda o, como lo interpret la misma VictoriaOcampo, de comunista, segn le expresaba a su amiga Gabriela Mistral: Imagnate que se

    me acusa de comunismoa m! Te digo a mporque odioesa forma del totalitarismo tantocomo odio la forma nazi (Ocampo, 2007: 177-179).

    Para comprender las complejas vinculaciones del espacio de oposicin al peronismo,debe considerarse que entre 1946 y 1952, un escritor socialista como por ejemplo Jos P.Barreiro, colocado claramente en el espacio liberal, poda aparecer firmando un manifiesto deapoyo al Movimiento por la Paz en 1949. O incluso un Jorge Luis Borges, presidente de laSociedad Argentina de Escritores en 1951, poda encabezar junto a Ezequiel Martnez Estraday Carlos Alberto Erro el pedido de liberacin del escritor comunista Alfredo Varela (Petra,2013: 126). Por ltimo, durante el ao 1951, los intelectuales liberales, socialistas ycomunistas se agruparon en torno a la defensa de la tradicin de Mayo y ese ao fue declaradopor la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) como el ao de Esteban Echeverra. La

    propuesta, impulsada por Hctor Agosti y con una Comisin Central de Homenajes presididapor Carlos Alberto Erro, surgi para conmemorar el centenario de la muerte del autor delDogma Socialistaporque ha significado con su obra el punto de arranque de un pensamientonacional progresivo, afirmado en la gran corriente histrica de la Revolucin de Mayo4. Sinduda buscaban oponerse al revisionismo oficial que haba declarado el ao anterior, 1950, elAo del Libertador San Martn, en una campaa de celebracin y homenaje al hroe patriocon la intencin de inscribir al mismo Pern entre los fundadores de la patria (Aric, 2005:180).

    Pero los acuerdos de la oposicin iban a tambalear cuando en 1951 el gobierno,empujado por las elecciones presidenciales de noviembre, inicie una estrategia deacercamiento para convocar a dialogar a los diferentes espacios de la oposicin, enunciando la

    necesidad de conciliacin nacional.La exhortacin ocurre en medio de una crisis econmica yenergtica que obliga a renegociar la deuda contrada con los Estados Unidos y a gestionarrelaciones con las petroleras norteamericanas para que se haga efectivo el otorgamiento de unnuevo emprstito. La crisis llev al gobierno a cerrar el acuerdo con la petrolera California SAcon condiciones muy desfavorables para el pas, lo que despert por un lado las crticas de laoposicin y por otro acicate el nacionalismo antiimperialista bajo la bandera de

    3Un poema de Neruda en "Calendario" de Sur n 172 (febrero) 1949, pp. 80-81.4Agosti, Hctor P., Proyecto de Resolucin, marzo 27 de 1950. Archivo SADE, Fondo Hctor Agosti,CeDInCI.

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    nacionalizacin del petrleo (Real, 1962: 147).

    El primer llamado de Pern, realizado en febrero de 1952, fue respondido de diferentesmaneras. El PCA se declar Contra la conciliacin nacional impuesta y por un FrenteNacional, democrtico, antioligrquico, antiimperialista y pro paz5. En tanto que desde elPartido Socialista, Enrique y Emilio Dickmann asistieron a una reunin con el gobierno paranegociar la libertad de los presos socialistas y la reapertura del peridico La Vanguardia, loque les cost la expulsin del PS en mayo.

    Sin embargo, para el 22 de abril, Pern enunci un nuevo discurso en el que llamaba aconstituir contra las amenazas golpistas internas y externasun frente popular unido. Estavez el PCA consider la declaracin oportuna y necesaria y llam a todas las fuerzaspatriticas y progresistas del pas sin distincin de ideologa poltica, de credo religioso ysector social a crear el frente popular unido. En palabras del Secretario General del PCA,Juan Jos Real, con la sola excepcin de Rodolfo Ghioldi hubo consenso y por primera vezhaba desaparecido la mala palabra, el calificativo que abra un abismo insondable entrenosotros y los peronistas: nazi-peronistas (Real, 1962: 148-149).

    El giro propiciado desde el gobierno afect tambin de diferentes formas los espaciosque frecuentaban los intelectuales. Hasta 1951, el grupo de escritores orgnicos peronistas ofiloperonistas (entre los que se encontraban algunos viejos comunistas) se reunan desde1945 en la Asociacin de Escritores Argentinos (ADEA). Sin embargo, impulsado por lacampaa electoral, se realiz en septiembre de 1951 el Primer Congreso Nacional dePeriodistas, de donde surge el Sindicato de Escritores Argentinos, lo que signific unareestructuracin del espacio oficial. Esta nueva institucin, bsicamente gremial, buscara launidad nacional de la totalidad de los escritores y pondra en conflicto la representatividad delespacio oficialista. Por su parte, la oposicin liberales, socialistas y comunistas compartael espacio de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE).

    Esta oposicin no se librara de la inestabilidad. La aceptacin en 1952 por parte delPCA del llamado a la unidad nacional tambin iba a generar fracturas. Si el ao echeverrianofue una desafiante respuesta de los intelectuales libres a las tendencias autoritarias,tradicionalistas y corporativas que denunciaban la poltica cultural del rgimen peronista(Aric, 2005: 180); en el siguiente, 1952, la desviacin nacionalista-burguesa delcomunismo ver a esos mismos intelectuales enfrentados no solo por la antinomiaperonismo-antiperonismo, sino tambin por la de comunismo-anticomunismo.

    Para comprender esta coyuntura cultural en particular, es necesario volver a recorrer loshechos ocurridos en torno a esos aos en lo local, pero tambin a nivel internacional, dondenos encontramos un escenario de Guerra Fra con una divisin del mundo en dos grandesfrentes: el atlantista, antisovitico, que encuentra su mximo referente en el Congreso por la

    Libertad de la Cultura, creado en Berln en 1950 referir a este Congreso ms adelante; y elcomunista-sovitico, representado por un lado desde 1949 por el Consejo Mundial por la Paz(CMP), y por otro por la reorganizacin de los viejos frentes antifascistas de los treinta en loque sern los Congresos de Cultura; estos ltimos solo como estrategia para Amrica Latina.

    En esta divisin del campo de la cultura, el peronismo quedaba por fuera del frenteatlantista, organizado y estimulado por los Estados Unidos, puesto que se autodefinaantiimperialista y anti-yanqui; pero tambin fuera del frente sovitico, ya que era por

    5Editorial enNueva Era, ao IV, n1 (ene-feb 1952).

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    definicin anticomunista. Por otra parte, la tolerancia y colaboracin entre liberales,socialistas y comunistas, se vea cada da ms menoscabada por la complicada situacin en laque se encontraban estos ltimos: si por un lado se hallaban impelidos a oponerse alperonismo de caractersticas fascistoides, con los que sufran censura, persecucin, crcel ytortura; por el otro existan desacuerdos muy profundos con una elite liberal que considerabaal comunismo sovitico una clara expresin de rgimen totalitario y represivo.

    La decisin del PCA en 1952 de aceptar el convite del peronismo, aunque rpidamentese dio marcha atrs, puso en un dilema mayor a los intelectuales comunistas que se lanzaron ala lucha contra las instituciones como la SADE o el Colegio Libre de Estudios Superiores(CLES) donde hasta el momento disputaban la hegemona con los liberales y los socialistas.

    Si en abril todava es posible que escritores liberales como Erro, socialistas como Giustiy Barreiro, y comunistas como Thenon, Oliver y Larra, entre otros, se renan aunqueconociendo la posicin comunista de Agosti y a pesar de que rescata esencias que puedenser fecundas para su propio ideal poltico (Erro, 1952: 2) en un homenaje a Hctor Agostipor su libro Echeverra; a partir de mayo y sobre todo despus de las declaraciones del PCA

    de que ante la gravedad de la situacin actual est dispuesto a lucharHOMBRO CON HOMBRO

    con peronistas y no peronistas para LLEVAR A LA PRCTICA lo que el general Pern llamafrente popular unido6, los vnculos se tensarn al punto de que en octubre los gruposcomunistas de la SADE y el CLES, vehicularn la ruptura.

    El 31 de agosto de 1952 la SADE deba sesionar y renovar sus autoridades, pero el actofue prohibido. La nueva convocatoria se organiz para el 31 de octubre. Unos das antes, amediados de ese mes, circul un manifiesto firmado entre otros por lvaro Yunque, AlfredoVarela, Ral Gonzlez Tun, Hctor Agosti, Bernardo Kordon y Ral Larra. A losescritores argentinos propona, por un lado, la unidad de accin de los escritores, es decir,en una entidad gremial nica, adems de una serie de reivindicaciones y de una ley dedifusin y promocin del libro y los autores nacionales. Por otro, acusaba a la SADE de

    coincidir, por su omisin o por su silencio, con los portavoces de la intromisin imperialista,de la aventura cuartelera y del golpe de Estado antipopular, y de reprochar que en la entidadse haba apoyado inicialmente la idea de realizar un congreso de la cultura nacional Perola actual comisin directiva prefiri archivar la iniciativa y esgrimir, salvo contadsimaexcepcin, la defensa de una libertad en abstracto. El ataque se dirigi expresamente a esacomisin directiva que sostiene una actitud que discorda estamos seguros con elpensamiento de la mayora de los asociados. El tono beligerante de Agosti probablemente sedeba tambin a la simpata que ya expresaban algunos liberales y socialistas por la aparicindel representante en la regin, Julin Gorkin, del Congreso por la Libertad de la Cultura referir a esto ms adelante.

    La respuesta a cargo de Roberto Giusti no se hizo esperar. La dirige expresamente a

    Agosti porque presumo que es Ud. algo ms que un firmante pasivo y condena el tonopropagandstico de inconfundible sello comunista del manifiesto. Donde dice unidad deaccin, Giusti lee agremiacin obligatoria y afiliacin a la CGT; se trataba de una unidadintentada sin xito por el sindicato existente [el SEA], artificialmente organizado en lasesferas periodsticas oficiales. Uno a uno, el viejo compaero de ruta refuta los puntos delmanifiesto con tono irnico para concluir:

    6nfasis en el original. Resumen de la Declaracin del Partido Comunista respondiendo al discurso del generalPern invitando a los trabajadores a formar un Frente Popular Unido para desbaratar los planes de golpe deEstado de la oligarqua y el imperialismo [1952], Fondo Hctor Agosti, CeDInCI.

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    Puede usted hacer circular esta carta Pero lo ruego guardarla entre sus papeles, pues alos dos nos interesar muy pronto confrontar con la realidad las predicciones que esacarta lleva implcitas, apenas ustedes hayan integrado la propiciada entidad gremialnica, hasta hoy obstaculizada por los aristcratas de la SADE. De m puedo asegurarleque al precio que adivino y sobre el cual ustedes parece que, ciegos, pasan indiferentes,

    antes de sindicarme por fuerza no publicar una lnea (Giusti: 1953: 8)

    Agosti contest a su vez con una carta que convirti el cruce en polmica. Le recuerda aGiusti que todas las reivindicaciones haban sido aprobadas en congresos previos de los aostreinta y que incluso l mismo [Giusti] las haba consentido por qu ahora las desconoca?Agosti insiste en sacar a la SADE de una actitud de oposicionismo inoperante y colocarlaen una actitud normal que siempre haba observado frente a los gobiernos. Porque no creoque sea ms desdoroso tratar con el general Pern que con el general Justo. O con el generalRamrez, al que la entidad, o su presidente, ofreci su colaboracin en junio o julio de 1943(Agosti, 1952: 2). Una de las verrugas de Giusti era haber sido diputado de la concordanciadurante el gobierno de Justo. Para Agosti, fuertemente influido por las lecturas gramscianas, ala luz de las que construye su tan alabado Echeverra (Aric, 2005: 182), el problema de la

    SADE es consecuencia de un proceso de aristocratizacin de la cultura comoconsecuencia de una doble incidencia oligrquico-imperialista en un instante de crisisgeneral del pas y del mundo. Si la SADE haba decidido no llevar adelante el proyecto delCongreso de la Cultura Nacional, era porque haba cado en una oposicin por la oposicinmisma debido a que para alguna gente es timbre de galardn ser simplementeantiperonista, aunque hemos hablado largamente de estas cosas: no basta proclamarseantiperonista para tener una conducta adecuada en la poltica argentina. Para rematarfinalmente con que

    Usted convendr conmigo que la mayor parte de esos antiperonistas se oponen alrgimen porque lo consideran algo as como la forma de un pre-comunismo caracterizadopor la ascensin de la chusma a la superficie: con ello manifiestan no solo su desprecio,

    sino tambin su temor por las masas (Agosti, 1952: 4)

    El Congreso de la Cultura Nacional reclamado primero en el manifiesto y luego en lacarta de Agosti fue solicitado a la SADE en marzo de 1950 por el mismo autor delEcheverra, quien demanda que retome y cumpla la resolucin del primer congreso gremialde 1936, para convocar a un Congreso de Cultura Nacional, destinado a conseguir la uninorgnica de todas las entidades culturales del pas desde el punto de vista intelectual para laorientacin de una cultura propia argentina dentro de las caractersticas de nuestro pas y deAmrica7. Como puede notarse, los tpicos de defensa de la cultura antifascistas que sehaban esgrimido en la poca de la Agrupacin de Intelectuales, Artistas, Periodistas yEscritores (AIAPE) son retomados por el comunismo en la nueva coyuntura. Ante laindiferencia y falta de respuesta de la SADE, el sector comunista se rene en asamblea y

    produce el manifiesto que hace circular en octubre.

    Tambin se decide en esta asamblea la ruptura en el CLES. Junto a la carta de la SADE,se envia otra dirigida al Secretario del Colegio firmada por los miembros titulares delConsejo Directivo, Homero Magalhaes, Ricardo M. Ortiz y Jorge Thenon, quienes presentanla renuncia indeclinable a nuestro cargo con una curiosa afirmacin: Lo exacto, a pesar de

    7Se refiere al Primer Congreso Gremial de Escritores (Buenos Aires, 12 al 14 de noviembre de 1936) impulsadopor la SADE. [Agosti, Hctor P., Fundamentos [Presentados ante la Comisin Directiva de la SADE], 27 demarzo de 1950. Archivo SADE, Fondo Hctor Agosti, CeDInCI].

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    cualquier afirmacin en contrario, es que la fundacin del Colegio corresponde a AnbalPonce, a la par que acusan a la direccin de discriminacin ideolgica de los profesores, deponerse de espaldas al pas y de la existencia de un secretario vitalicio, que ha sidoobjetada desde 1944, lo que mantiene la vigencia de un rgimen antidemocrtico que hagenerado un monopolio de la direccin cultural. El cruce de cartas lleg hasta enero de1953. Las denuncias de discriminacin se referan a la propuesta que hiciera Jorge Thenon dela participacin de Agosti y lvaro Yunque como profesores, rechazadas ambas. SegnAgosti, Giusti y otro liberales que combaten la censura peronista se opusieron [a suparticipacin] Por qu? Por ser yo comunista8. El Consejo del CLES se defendi con unacontra-acusacin, a la que los firmantes comunistas respondieron: Los consejeros firmantesde la nota de octubre 18 no pueden ser acusados de querer introducir la poltica, con unsentido militante, ni en el Colegio ni en ninguna otra de las instituciones en que hanactuado9. Aunque por otro lado el mismo Thenon reconociera a Agosti que su respuesta aGiusti contribuir en mucho a aclarar la posicin poltica de los comunistas10.

    Como se desprende claramente de lo sealado, el sector cultural del comunismotambin respetaba las directivas bajadas desde el Partido. Aos ms tarde, Agosti tratara de

    descifrar cmo se haban desencadenado los hechos en esos meses entre septiembre de 1952 yfebrero de 1953. Dentro del PCA, aunque l diriga los Cuadernos de Cultura y haba sidodesignado para organizar la Casa de la Cultura, el sector liderado por el Secretario General,Juan J. Real, durante la ausencia de dirigente mximo, Victorio Codovilla, que se encontrabaen Mosc, organiz una Comisin de Cultura encabezada por Julio Notta, en la que la piezafundamental era su mujer, Nelly Dobranich, a la que no lo haban convocado, ni siquiera encondicin de oyente. Agosti recuerda haber encarado una resistencia desde la revistajunto a Julio L. Peluffo que consisti en no publicar ningn material que luego debierarevisarse, y cuando Real pretendi la publicacin de un artculo elogioso para la polticacultural de Pern, le respondimos que lo haramos con la sola condicin de que l lo firmara,lo cual, naturalmente, nunca ocurri. Despus del regreso de Codovilla y la expulsin deReal del PCA, fui cooptado de hecho al Comit Central, como responsable del frente

    cultural.11

    Sin embargo, a pesar de estas declaraciones, el mismo Agosti reconoce en sus apuntes,en una especie de autocrtica aunque no se trata de mea culpa sino de ver ms a fondoque hicimos algunos intentos de aplicar la lnea de unidad entre peronistas y no peronistas(ej: asamblea del Cervantes; ej. actuacin SADE, con actividad ante ministerio y Congreso dela Cultura en invitacin de entidades peronistas, etc.), pero no fuimos consecuentes12.

    La asamblea de escritores del Cervantes haba ocurrido a fines de 1947 ante laconvocatoria oficial realizada entre noviembre y diciembre de ese ao para invitarlos [a losintelectuales] a trabajar en las orientaciones fijadas por el Gobierno Esas orientaciones noson otras que las del llamado plan quinquenal en sus aspectos culturales. Agosti previene

    que se trata de la estructuracin de una ideologa antiargentina en nombre de la argentinidady de un acecho a la cultura; para concluir que asistimos a un paso ms hacia la

    8nfasis en el original. Carta de Hctor P. Agosti a Cayetano Crdova Iturburu, [ca. 1953]. En Archivo SADE,Fondo Hctor Agosti, CeDInCI.9Cartas al Secretario del Colegio Libre de Estudios Superiores, 18 de octubre de 1952 y enero de 1953.Archivo SADE, Fondo Hctor Agosti, CeDInCI.10Carta de Jorge Thenon a Hctor Agosti, 25 de noviembre de 1952. Archivo SADE, Fondo Hctor Agosti,CeDInCI.11[Papeles autobiogrficos de Hctor Agosti] Fondo Hctor Agosti, CeDInCI.12Ibd.

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    corporativizacin de todas las funciones de la vida argentina, y que nuestra misin no debieraconsistir en prestarnos a acompaar este acto. Para la participacin de este encuentro, serequera adems la afiliacin a la ADEA, que son hispanistas, clericales y rosistas; nosotrossomos (o deberamos serlo) antihispanistas, anticlericales y antirosistas13. Por el momento sequedaron en la SADE.

    El episodio de la SADE de 1952 fue caratulado por Agosti como Caso ruptura con elgrupo Erro. Unos aos despus, en una insistente autocrtica, seala que Debo acusarme dehaber abrigado demasiadas ilusiones sobre las posibilidades de los llamados liberalesargentinos. Fui inconsecuente conmigo mismo, y con las tesis de mi Echeverra, acerca dela deformacin oligrquica de la cultura14. Agosti esperaba obtener mayor adherencia entrelos socios, pero el asunto de marras se convirti en juicio pblico cuando aparecieron lascartas en el peridico La Nacin. Los comunistas fueron acusados adems de haber estadocomplotados con la polica en la interrupcin de la asamblea de agosto para la renovacin delas autoridades de la SADE15. Por otra parte, algunos socios, aunque compartan muchos delos reclamos, no estaban de acuerdo en que se pongan en actitud de pontificarsobreverdades de ltima hora y adopten una actitud de severos jueces16. Pareciera que los nicos

    apoyos fueron de los mismos comunistas. Los liberales estuvieron definitivamente al lado deGiusti y consolidaron an ms un ncleo hegemnico que en poco ms va a constituir unanueva organizacin, la Asociacin Argentina por la Libertad de la Cultura, a la que me referirms adelante. Finalmente, Agosti fue de algn modo castigado: ante tanto revuelo sedecidi no darle el premio Gerchunoff que ese ao le estaba asignado; en su lugar lo recibiel negro Rojas Paz porque la moral del negro es ms blanca que la del comunistaAgosti17.

    Sobre las circunstancias del Congreso Continental de la Cultura (CCC) de 1953 me hereferido en otro trabajo (Jannello, 2012b). El Congreso se llev a cabo en Santiago de Chileen abril de 1953, y haba generado gran incomodidad por el hecho de que unos meses antes,en febrero de ese mismo ao, en el marco de la firma del Acta de Puerto Montt, el poeta Pablo

    Neruda, quien a su vez organizaba el CCC, haba participado de una comitiva oficial derecibimiento al presidente Pern y a un grupo de intelectuales peronistas que lo acompaaban,entre los que se encontraban Csar Tiempo y lvaro Yunque.

    La historia del comunismo chileno entre 1952 y 1953, y los hechos con Pablo Neruda,tienen coincidencia con lo ocurrido en Argentina, lo que hace suponer una estrategia generaldel comunismo internacional para Amrica Latina. Si el comunismo argentino estaba en unasituacin compleja, dispuesto a pactar con el peronismo en acuerdos comunes sobre elantiimperialismo yanqui y por la unidad de una cultura nacional, no era el nico en laregin. En Chile, las elecciones presidenciales de 1952 llevaron a la presidencia a Ibez delCampo, militar, con significativas similitudes con Pern, con quien va a realizar acuerdoseconmicos. Lleg a su segunda presidencia con el voto del Partido Agrario Laborista

    cercano a la derecha y el Partido Socialista Popular anticomunista (Vial, 1996: 553-55). Sinembargo, es gracias a los acuerdos de los comunistas chilenos con Ibez del Campo que elpoeta Pablo Neruda logra retornar a su pas a fines de 1952 despus de un exilio de cuatroaos impuesto por el gobierno de Videla y su Ley Maldita y consigue organizar el Congreso

    13[Estimados compaeros], Carta de Hctor Agosti, 19 de diciembre de 1947. Fondo Hctor Agosti, CeDInCI.14[Papeles autobiogrficos de Hctor Agosti] op. cit.15Carta de Lelio Panizza a Hctor Agosti, Concepcin del Uruguay, 12 de febrero de 1953. Archivo SADE,Fondo Hctor Agosti, CeDInCI.16Carta de Alicia Ortiz a Hctor Agosti, noviembre 1952, Archivo SADE, Fondo Hctor Agosti, CeDInCI.17Carta sin firma, fechada jueves 6 [6/11/1952], Archivo SADE, Fondo Hctor Agosti, CeDInCI.

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    Continental de la Cultura. Con todo, las relaciones no fueron sencillas entre el PCCh y elgobierno chileno. Para el CCC haban sido invitadas personalidades internacionales como IlyaEhrenburg, a las que se les obstaculiz la entrada al pas, y el diario El siglosufri clausuralos das de sesin del Congreso.

    Aunque busc ser plural en las invitaciones, la evidente incidencia del PC en laorganizacin del Congreso Continental hizo que muchos de los invitados rechazaran elconvite. Para el caso argentino, la comitiva peronista que acompa a Pern en su visita aChile fue invitada cablegrficamente por Neruda y por el poeta brasilero Jorge Amado, quetambin participaba en la organizacin, pero guardaron esotrico silencioesperando lapalabra del general Pern, el permiso expreso del gobierno, lo cual demuestra que lostitulados dirigentes del Sindicato no son otra cosa que funcionarios al servicio de la polticaoficial18. Por su parte, los dirigentes de la SADE y de Ascua, declinaron tambin lainvitacin, segn Nuestra Palabra, por consejo de Carlos A. Erro19. Las razones sonfcilmente deducibles.

    Como consecuencia directa del CCC, va a surgir un ao despus en Buenos Aires el

    Congreso Argentino de Cultura (1954), espacio en el que finalmente los comunistas estarncmodos, pero enfrentados a sus viejos aliados, los liberales y los socialistas, que tambinencontrarn su lugar, aunque en el espacio contrario, el del Congreso por la Libertad de laCultura. La posicin en la que haban quedado los comunistas para 1953, sumamente dbil yvulnerable, les negaba toda posibilidad de volver a ocupar un lugar de prestigio en la SADE.Particularmente Agosti qued solo, porque adems, para el PCA la polmica con la SADE fueconsiderada una agachada frente a los contreras20. Su ltima carta a Giusti, donde decideque me parece ocioso seguir la polmica, contiene un tono desanimado pero afectuoso, quepromete no romper la amistad que los une; en ella le pide que haga conocer su discursopresentado en el CCC en Chile a la comisin directiva de la SADE (algunos de ellosexcelentes amigos mos) para aclarar su posicin respecto al peronismo. Para el momento enque escribe, Victorio Codovilla ya haba regresado de Mosc; Juan Jos Real, quien haba

    dirigido la maniobra de acercamiento al peronismo, ya haba sido expulsado del Partido; y elPCA haba retornado a su lnea antiperonista.

    Como puede notarse, en estos aos la Guerra Fra es ya una realidad para estos actores.Es necesario remarcar que son los comunistas quienes deciden romper con sus aliadosliberales. Aunque si se observa el discurso de socialistas y liberales, se encuentra a su vezplagado de referencias, en algunos casos ms veladas y en otros hostiles, sobre el comunismo.Son aos estos de reacomodamiento del campo intelectual argentino, cuando Sur, sin duda larevista ms representativa de la elite en ese momento, advierte a travs de la voz de AlfredoWeiss que La actual Guerra Fra exige especial atencin en todos los frentes, y no es menosimportante el frente cultural21.

    La reorganizacin del frente liberal

    El divorcio de los comunistas, dej alineados en un mismo espacio a los liberales y lossocialistas, que opinaron que la actitud de aquellos estaba impulsada por un proceso deadaptacin mental e ideolgica de los ncleos dirigentes [del PCA] a los nuevos lineamientos

    18Vida cultural enNuestra Palabra, n 158 (12/5/1953), p. 7.19Vida cultural enNuestra Palabra, n 157 (5/5/1953), p. 7.20[Papeles autobiogrficos de Hctor Agosti]op. cit.21Weiss, Alfredo J., El 'Frente cultural' en Calendario de Sur, n 188 (junio) 1950, pp. 86-88.

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    de Mosc22 que impulsaba la lucha antiimperialista. Pero los comunistas no fueron losnicos interpelados por la Guerra Fra. Los socialistas y los liberales, que en los aos treinta ycuarenta haban tomado partido primero en la Guerra Civil espaola, y luego en la SegundaGuerra contra el Eje, en la posguerra van a simpatizar con el frente occidental atlantistapromovido fundamentalmente por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

    En julio de 1950 en Berln, en un mundo que ms que de destruccin es de predominiode la opinin pblica [y donde] a las ideas y no a las bombas hidrgenas, toca la defensa de lacivilizacin toda del hombre23, nace el Congreso por la Libertad de la Cultura como unfrente de resistencia ante la ofensiva sovitica en el campo de la cultura. Sus integrantescrean que el socialismo democrtico era la solucin contra el totalitarismo (Schlesinger,1988: 148-149). La noticia de su constitucin tuvo una recepcin, aunque modesta, inmediataen Buenos Aires, gracias a la difusin en las revistas ndice, de Ramn Muiz, rgano de laComisin de Cultura del PS, y Liberalis, cuyos fundadores eran los hermanos Agustn yJoaqun lvarez.

    Segn los testimonios del socialista Horacio D. Rodrguez24 e Isay Klasse25, las

    novedades del encuentro de Berln llegaron con el periodista y militante trotskista ErnestoBonasso, muy relacionado con el Partido Socialista Francs e integrante del grupo desocialistas (extrotskistas) que lideraba el filsofo Hctor Raurich26. Inmediatamente laspublicaron en ndice, donde se podan leer, ms all de nombres reconocidos en la regincomo los de los del argentino Amrico Ghioldi y el dirigente socialista uruguayo EmilioFrugoni, a grandes personalidades internacionales como el intelectual socialista Sidney Hook;el editor de Partisan Review, Philip Rahv; el socialista francs Michel Collinet; el viejoexiliado anarcotrotskista Vctor Serge; el escritor George Orwell; el pedagogo liberal JohnDewey; el ex secretario del POUM, Joaqun Maurn, o el escritor Arthur Koestler, entre otros;todos participantes de la reunin inaugural de Berln. Profundamente antiestalinista, temascomo el totalitarismo (en el que cuadraba ya el sistema sovitico27), el Plan Marshall o losproblemas que planteaba la democracia eran frecuentes en sus pginas. La noticia de la

    constitucin del CLC sali en su nmero 8/9 (julio-agosto, 1950), junto con su liminarManifiesto de la Libertad.

    La aparicin del frente occidental no pas tampoco desapercibido para los comunistaslocales. Las tensiones de la Guerra Fra se hacan sentir. En noviembre de 1950, en la VIConferencia Nacional del PCA, el dirigente Rodolfo Ghioldi reclamaba que los crculosdirigentes de la intelectualidad, sobre todo entre los escritores, se han puesto al serviciodel imperialismo que los enrola con sus becas, sus estmulos, sus boletines culturales.

    22Las disidencias en el comunismo criollo, enNuevas Bases, 30 de noviembre de 1952.23 Don Salvador de Madariaga en La Habana, enBohemia, La Habana, ao 48, n 41 (7/10/1956), pp. 74-75 y81.24Luego PSD, continuador en los aos sesenta de la gestin de la sede argentina del CLC, llamada CentroArgentino por la Libertad Cultural bajo su cargo.25Militante juvenil del sector del PS, colaborador y difusor de la revista ndice.Ms tarde lanz la editorialMarymar, donde public autores de la intelectualidad liberal que orbitaron en torno al CLC. Mont tambin unadistribuidora de libros (Tres Amricas) encargada de difundir las publicaciones, entre otras, de Editorial Sur.26 Abogado, filsofo, crtico de arte, poeta militante e intelectual comunista de izquierda, luego trotskista,finalmente socialista [] Impulsa la edicin de la revista ndice reuniendo a un grupo de seguidores. (Tarcus,2007). En 1952 va a formar parte a la vez de la Asociacin Cultural Argentina para la Defensa y Superacin deMayo, ASCUA.27 Por rgimen totalitario, debemos entender, a pesar de las oposiciones formales en sus orgenes, el rgimenactual de Stalin y el difunto de Hitler [Collinet, Michel, La Federacin Democrtica Europea en ndice n 4,enero-febrero de 1950, pp. 77-82].

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    Para Ghioldi, la intelectualidad caduca tena un objetivo definido: integrar el frenteantisovitico del imperialismo28.

    La revista Liberalisdirigida por Agustn y Joaqun lvarez primero, y luego por elpoltico e intelectual paraguayo, Justo Prieto, en sus aos de exilio reuni por sobre todoaquella intelectualidad liberal argentina masnica y laicista, cuya tradicin sarmientinaremonta al siglo XIX. Una gran parte de sus colaboradores29 tambin escriba para Sur ypronto se reunira en la Asociacin Argentina por la Libertad de la Cultura, nombre quetomara la sede local del CLC. Su nmero 10 public las fuertes palabras de Arthur Koestler:Amigos: la libertad ha pasado a la ofensiva! Los intelectuales se han despedidodefinitivamente de la neutralidad30. Un par de aos despus, en el nmero de marzo/abril de1952, Roberto Giusti anunci la apertura de la sede Italiana e hizo una exhortacin a losintelectuales argentinos: Es de esperar queno se mantengan extraos a este movimiento yque sepan poner su pluma vigilante al servicio de los ideales de la libertad de la cultura, queson universales31.

    En enero de 1953, en medio de la polmica de la SADE referida en el apartado anterior,

    Liberalis reprodujo Un llamamiento del Congreso por la Libertad de la Cultura a lasNaciones Unidas ante los atropellos del llamado Proceso de Praga32 firmado entre otrospor Andr Breton, John Dos Passos, Sidney Hook, Julin Huxley, Salvador de Madariaga,Denis de Rougemont, Bertrand Russell, Ignazio Silone, Upton Sinclair y Stephen Spender33.Por ltimo, en el nmero de julio-septiembre del mismo ao se public El Congreso deHamburgo donde se comenta el alcance que tuvo la reunin Ciencia y Libertad celebradapor el CLC en 195334.

    Mientras los comunistas se organizan en la regin detrs de la figura de Pablo Neruda ysu Congreso Continental de la Cultura, en 1952 Julin Gorkin, exiliado espaol expoumista,naturalizado mexicano en los aos de la guerra35, encargado de la organizacin del Congresoen Amrica Latina, se encontraba relevando en una gira por la regin los pases donde sera

    posible asentar las sedes del CLC. Busca crear una red constituida por grupos de izquierdaantiestalinista que se sumaran a la sede neoyorquina del Congreso, nucleados por unaassociation pan-continentale. El proyecto es ambicioso y no llega a concretarse en la

    28Ghioldi, Rodolfo, Bajop el lema de la lucha por la paz y la independencia nacional, por la democracia y lalibertad intelectual, debemos agrupar a las fuerzas de la inteligencia enNueva Era ao III, n 1, marzo 1951,

    pp. 19-21.29Su comit de colaboradores estaba constituido por Francisco Ayala, Jos P. Barreiro, Carlos A. Erro, VicenteFatone, Roberto Giusti, Eduardo Holmberg, Jimnez de Aza, Abel Latendorf, Arturo Orgaz, J. RoviraArmengol, Francisco y Jos Luis Romero, Carlos Snchez Viamonte, Ernesto Sbato y Sebastin Soler.30El Congreso de la Libertad en Crnicas y comentarios deLiberalisn 10 (noviembre-diciembre) 1950, p.70.31Roberto F. Giusti, Por la Libertad de la Cultura enLiberalis, n 18 (marzo-abril) 1952, pp. 4-9.32En 1952, once dirigentes comunistas (entre ellos el Rodolf Slansky, Secretario General del Partido) fueronsentenciados a la horca bajo la acusacin de traidores por simpatizar con Tito de Yugoslavia [Purga en Pragaen seccin Crnica deLiberalis,n 23 (enero-febrero) 1953, pp. 45-50].33 Despus de las ejecuciones de Praga: Un llamamiento del Congreso por la Libertad de la Cultura a las

    Naciones Unidas. Pars: CLC, [1952].34Rougemont, Denis, El Congreso de Hamburgo enLiberalis, n 26 (julio-septiembre) 1953, pp. 4-7.35 Julin Gmez Garca (1901-1987), alias Julin Gorkin, escritor ex-comunista exiliado. Fue uno de losfundadores del BOC, luego el POUM y el Movimiento Socialista por los Estados Unidos de Europa. Tambinfue el colaborador ms cercano de Vctor Serge, con quien, en el marco del Centro Cultural bero-Americano,funda la revista Mundo, a la vez que edita las revistas Anlisis y POUM, la revista rgano del partido en elexilio. Para un perfil ms detallado de Gorkin, cfr. Ferri Ramrez, Marc (2001) Julin Gorkin, la vida de unluchador en Julin Gorkin, Contra el estalinismo, Laertes, Barcelona, 366.

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    totalidad; solo se desarrollan las sedes latinoamericanas, pero sin vnculos con la de losEstados Unidos (Loaiza Giraldo, 2003: 29). La decisin finalmente fue la de mantener el centrode organizacin en Pars. No queda claro si Gorkin visit Argentina en esa gira, aunque en unartculo publicado en 1953 con el relato de este viaje dir que ... Un simple paseo por lasprincipales artesanas de Buenos Aires, de Mxico o de Santiago resulta harto revelador...36.

    En 1953, al tiempo que se realiza el CCC en Santiago, Gorkin est fundando el Comitchileno por la Libertad de la Cultura reuniendo en le a socialistas, radicales y demcratascristianos que ser el primero de una extensa red (Jannello, 2012b). En este mismo viaje,unos meses ms tarde, en octubre, deja tambin establecida una sede rioplatense, asentada enMontevideo y dirigida por el socialista Emilio Frugoni, que rene socialistas y liberalesuruguayos y argentinos exiliados. Este comit se organiza sobre la base de la Junta de Defensade la Democracia (JAD), creada en 1948. La JAD condenaba todas las formas de explotacincapitalista y de infiltracin imperialista, con la misma energa que combatimos la prdicacomunista que quiere reducir al hombre a un mecanismo inerte de la monstruosa maquinariade un Estado sin conciencia moral37. Tambin dirigida por Frugoni, entre sus miembros seencuentran entre otros los argentinos Alfredo L. Palacios, Nicols Repetto, Santiago

    Nudelman y Amrico Ghioldi, que formarn parte en 1955 de la Asociacin Argentina por laLibertad de la Cultura.

    An cuando Gorkin haya estado en Buenos Aires, la situacin local no era muypropicia. Entre marzo y abril de 1953 se producen una serie de atentados y hechos violentosque terminan con el encarcelamiento de una amplia porcin del arco opositor, entre los que seencuentran Victoria Ocampo, Francisco Romero, Juan A. Solari y Alfredo Palacios. Elsecretario de redaccin de Sur, Jos Bianco, recurre a los amigos de Victoria, los msdestacados intelectuales, para que se movilicen por su liberacin y la de Francisco Romero.Octavio Paz, en carta a Alfonso Reyes le comenta:

    Hace unos das, por una carta de Bianco [] me enter de la situacin de Victoria Ocampo

    y de Francisco Romero. Caillois, desde Pars, me confirm la noticia. Desde luego todoslos amigos de Victoria nos hemos puesto a trabajar, de un modo un poco disperso, paralograr su libertad y la de Romero. El Congreso por la Libertad de la Cultura, que dirigeRougemont, y que agrupa a gente eminente, se ha dirigido al Gobierno de Mxico (y a losde Francia, Inglaterra y especialmente a Nehru) solicitando que intervengan ante elGobierno argentino y gestionen, oficiosamente, la liberacin de nuestros amigos. Lacampaa que se proyecta tendr dos etapas. Una de carcter oficioso (gestin ante losGobiernos amigos) y otra, que se iniciar si fracasa la primera, consistente en una accinpblica [] Ya le escribiremos sobre el particular, si desgraciadamente fuese necesarioacudir a una accin pblica y a la constitucin de una Comisin por la Libertad de VictoriaOcampo y Francisco Romero (Reyes/Paz, 1998: 201-203).

    Si bien consiguen la liberacin, despus de una carta personal al general Pern de la poeta

    Nobel, Gabriela Mistral; de parte del Congreso lo nico que consiguen es en Cuadernos, surgano en espaol, un pequeo editorial, Detencin de intelectuales en Argentina, con unpedido por su liberacin38. Sin embargo, esta intervencin sellar un vnculo entre Sur yvarios de los integrantes de su redaccin con el CLC que perdurar por muchos aos: En elnmero n 223 (julio-agosto de 1953) de la revista portea aparece un artculo de George

    36Gorkin, Julin. El Congreso por la Libertad de la Cultura en Iberoamrica en Cuadernos n 3 (septiembre-diciembre) 1953. Pp. 96-100.37 Junta Americana de Defensa de la Democracia enLiberalisn1 (mayo-junio) 1949, pp. 81-83.38Detencin de intelectuales en Argentina en seccin Vida del Congreso de Cuadernos, n 2 (julio-agosto)1953: 111.

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    Kennan, Los Estados Unidos y el futuro de Rusia, iniciativa que es aplaudida en una reseasobre Sur en el nmero 4 de Cuadernos. En ese mismo nmero tambin colabora por primeravez Francisco Romero. La lista de colaboraciones de los miembros de la revista portea enCuadernos es extensa y se puede comprobar recorriendo sus cien nmeros publicados entre1953 y 1965. Sobre todo sern los escritores de Sur los que enven colaboraciones aCuadernos. Habr tambin intercambio de avisos, reseas, publicaciones y hasta concursosliterarios compartidos39.

    La cultura en disputa

    La segunda mitad del ao 1955 encontr al gobierno argentino debilitado, con un climaenrarecido. Un bombardeo en la Plaza de Mayo en junio y un levantamiento en septiembreque se convierte en golpe de estado terminaron con el mandato del general Pern. El nuevogobierno de la Libertadora se inicia con una postura transigente, ni vencedores, ni vencidosdir el general Lonardi, de tendencia nacionalista-catlica. Sin embargo, antes de los dosmeses se dio lo que Carlos Altamirano llam el golpe de palacio que desplaz a losnacionalistas Altamirano, 2001: 55) y Lonardi fue reemplazado por el candidato del ala

    liberal, el general Pedro E. Aramburu, con el que se instaura un antiperonismo radicalizado yrevanchista (Spinelli, 2005: 55).

    Es en este contexto de exaltaciones diversas que se reactivan los enfrentamientos entrelos liberales y socialistas por un lado y sus antiguos aliados, los comunistas, por otro. Losprimeros fortalecieron vnculos con el Congreso por la Libertad de la Cultura. Los ltimos seconcentraron en dar vida al Congreso Argentino de la Cultura (CAC). Ambos sectores selanzaron enfrentados en un juego especular, a la lucha por la apropiacin de conceptos,verdaderas ideas-fuerza; fundamentalmente los de cultura y libertad.

    Los intelectuales argentinos que haban participado en el Congreso Continental de laCultura celebrado en Santiago de Chile a fines de abril de 195340, llamaron al regresar a

    organizar un comit con el fin de reunir una asamblea de delegados para mayo de 1954 enBuenos Aires. Este primer CAC se propona deliberar bajo las advocaciones de Ameghino yAlmafuerte, dos figuras del panten progresista liberal de la generacin del 80 41. Una de susmisiones sera una de las ms trascendentes [...] aprobar la Cartilla de derechos de laintelectualidad argentina42, para ser elevada al Congreso de la Nacin, a las legislaturasprovinciales y a todas las instituciones de cultura del pas... [y que] deber resumir todas las

    39He desarrollado ms este aspecto en La intelectualidad liberal bajo la Guerra Fra. La sede argentina delCongreso por la Libertad de la Cultura en Acta sociolgica n 65 (septiembre-diciembre 2104), UNAM, en

    publicacin.40Se contaron entre los ms reconocidos: Mara Rosa Oliver, Jorge Thenon, Hctor P. Agosti, Zulma Nez, V.Melgarejo Muoz, Joaqun Gmez Bas, Ral Gonzlez Tun, Lenidas Barletta y Ral Klappenbach[Personalidades de fama mundial asisten en Chile al Congreso Continental de la Cultura enNuestra Palabra,n 157, 5 de mayo de 1953, p. 2].41Figuras tributarias de Jos Ingenieros, Ameghino (1854-1911) haba sido un cientfico evolucionista,autodidacta; mientras que Almafuerte (1854-1917) un poeta y maestro; ambos masones, laicos y liberales. Parael tema de las tradiciones nacionales en el comunismo, cfr.: Cataruzza, Anbal, Visiones del pasado ytradiciones nacionales en el Partido Comunista Argentino (ca. 1925-1950) enA contracorriente. Una revista dehistoria social y literatura en Amrica Latina, vol. 5, n 2, winter 2008, 169-195; y Petra, Adriana, Losintelectuales comunistas y las tradiciones nacionales. Itinerarios y polmicas en Alejandra Mailhe (comp.)Pensar al otro / pensar la nacin. Buenos Aires, Ediciones al margen, 2010, pp. 301-339.42 En este sentido, los comunistas buscaban adelantarse a la AALC que ciertamente buscara replicar elManifiesto de los intelectuales y artistas aprobado por el CLC primero en Berln (1950) y despus en Chile(1954), y que recin va a presentarse en Buenos Aires en una reunin regional en 1957.

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    aspiraciones de mejoramiento a que son acreedores los trabajadores de la cultura43. En estesentido, los comunistas buscaban adelantarse a la AALC que ciertamente buscara replicar elManifiesto de los intelectuales y artistas aprobado primero en Berln (1950) y despus enChile (1954), y que recin va a presentarse en Buenos Aires en una reunin regional en 1957.

    El encuentro del CAC programado para el 14 de mayo de 1954, con un ncleoimportante y representativo de artistas, profesionales y hombres de ciencia44, fue prohibidopor razones de seguridad y orden pblico. De todos modos, aunque la reunin original en elTeatro Augusteo haba sido censurada, consiguieron reunirse un da despus (15 de mayo) enuna quinta cercana a Buenos Aires con la presencia de 75 delegados, la mayora delinterior aunque se encontraban disminuidos en nmero por el carcter clandestino delcongreso45.

    A lo largo de ese mismo ao, el CAC se expandi con quince filiales y congregprestigiosos nombres internacionales vinculados al universo comunista que enviaron cartas deadhesin como el de Joliot Curie, Pablo Neruda, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, JuanMarinello, Nicols Guilln, Jorge Amado, Jorge Icaza, Jean Kanapa y Henri Lefevbre, entreotros. Para el PCA estaba claro que la lucha se daba en el campo de las ideas. En el Plenario

    realizado en la segunda mitad de 1954, se sostena un...inters especial en el frente cultural. Esto ltimo es as porque lo cultural no constituye una esferahermtica ni aislada [] La salvacin de la cultura es funcin directa de la liberacin antiimperialistay antioligrquica [...] La experiencia, cnica y criminal, de la poltica imperialista norteamericana, no

    puede dejar de abrir los ojos de numerosos profesionales, artistas y escritores que vean ingenuamente,en el rgimen actual de los Estados Unidos, un ejemplo de democracia, y en sus manifestacionesculturales un modelo digno de imitacin; Castillo Armas, Somoza, Franco y tantos otros revelan de quDemocracia se trata, y la ideologa cosmopolita e irracionalista que el Departamento de Estado tratade imponer en el mundo entero muestra el verdadero rostro de la incultura imperialista [...]46

    Para 1955, con el debilitamiento del gobierno peronista, el CAC consigui reunirsenuevamente en agosto y elabor el Proyecto de la 'Cartilla de Derechos de la IntelectualidadArgentina', que se aprobara en un nuevo encuentro en diciembre con Hctor Agosti comoSecretario General del encuentro47.

    Por su parte, los liberales y socialistas mantuvieron sus actividades en Montevideo.Amrico Ghioldi viaj a un encuentro internacional organizado por el CLC en Miln48, comorepresentante de la intelectualidad liberal y democrtica argentina. Luis Alberto Snchez,otro de los asistentes, recordara aos ms tarde que ramos doscientos delegados unidosen el afn de crear o rescatar a la cultura occidental, democrtica y a menudo liberal, de lasamenazas del stalinismo (Snchez, 1987: 227-228).

    Y si bien la AALC no haba sido todava fundada oficialmente, ya se estabaorganizando. Los jvenes reunidos en torno a la revistaImago Mundi, liderados por Jos Luis

    Romero, llevaron adelante un Comit Juvenil de actividades febriles. La revista reuniadems entre sus colaboradores un nmero importante de intelectuales que pronto se sumaran

    43Larra, Ral, El Congreso Argentino de la Cultura en Cuadernos de Culturan 17 (agosto) 1954, pp. 112-113.44Ibd..45Salceda, Juan Antonio, Una cultura democrtica y nacional en Propsitos n 101, 13 de octubre de 1955.46La importancia del Plenario del Comit Central para el frente cultural en Cuadernos de Culturan 18,octubre de 1954, pp. 1-4.47Congreso Argentino de la Cultura en Propsitos n 109, 8 de diciembre de 1955.48El Porvenir de la Libertad, realizada en Miln del 12 al 17 de septiembre.

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    a la constitucin de la flamante Asociacin49. El grupo inicial de jvenes tuvo oportunidad deviajar en octubre de 1955 a un encuentro de los comits juveniles del CLC en Santiago deChile50. Uno de los objetivos de la convocatoria era constituir un Comit Americano Juvenil,con un representante por cada uno de los pases participantes, aunque esta iniciativa, al igualque la del comit panamericano, nunca se concret.

    A partir de septiembre de 1955, en medio de ese clima de exaltacin de las libertades,comienza la confrontacin del CAC con la AALC, replicando las que se haban iniciado enChile haca dos aos. Al terminar su asamblea de diciembre, el CAC comunista aclara que ElCongreso Argentino de la Cultura presenta un programa que nadie ha objetado; sus enemigos,los hay, recurren al silencio o al engao, fabrican movimientos paralelospara desviar a losintelectuales del verdadero camino. Pero estas tentativas tendrn el mismo resultado que lasensayadas en ocasin del ya histrico congreso continental realizado en Chile en 195351[cursivas mas]. A pesar del impulso, esa fue su ltima reunin. La hegemona liberal seimpuso con la llegada de Aramburu a la presidencia que inici una poltica persecutoria contrael PC. Mientras tuvo alguna injerencia, el CAC tom como interlocutor al campo cultural ensu conjunto, surgiendo como la extensin argentina del congreso inaugurado en Chile e

    instalando en el contexto local las pugnas del campo cultural caractersticas de la Guerra Fra.Igualmente, la AALC tuvo que lidiar a su vez con otras organizaciones comunistas: elConsejo Argentino de la Paz, como extensin del Congreso Mundial por la Paz, adversariohistrico y originario del CLC, tambin haca sus reuniones y encuentros, generandotensin52.

    Ascenso y crisis de la hegemona liberal

    Finalmente, a iniciativa del socialista Juan A. Solari y del demcrata cristiano ManuelOrdez53, el 19 de diciembre de 1955 se crea la Asociacin Argentina por la Libertad de laCultura. Julin Gorkin viaja especialmente para su inauguracin como encargado delDepartamento Latinoamericano del CLC. En el discurso de apertura los fundadores se

    declaran fieles seguidores de Rivadavia, Echeverra, Alberdi y Sarmiento, que presidirnnuestra labor, acreditan nuestra filiacin histrica y comportan para nosotros, con el honor desentirnos sus herederos, el compromiso de un deber imperativo: bregar por la consecucin dela obra por ellos cumplida y profundizarla y extenderla, guiados siempre por lo que MarianoMoreno llam el genio invencible de la libertad (Romero, 1958: 55). Definitivamente losliberales y los socialistas lograron apropiarse el tpico de la generacin del 37. Por otra parte,no resulta difcil asociar este discurso con la lnea promulgada por ASCUA, institucin

    49Entre otros se encontraban Francisco Romero, Vicente Fatone, Roberto Giusti, Jos Babini, Alfredo Orgaz yRovira Armengol [Luna, Flix, Conversaciones con Jos Luis Romero. Sobre una Argentina con historia,poltica y democracia. Buenos Aires: Timerman, 1976].50Para esta ocasin, los delegados argentinos viajaron representando a su vez a otras instituciones. La comisinse constituy con figuras que esa coyuntura de la Guerra Fra uni, pero que poco despus, la misma Guerra Fraiba a empujar por caminos diversos e incluso opuestos: fueron sus miembros Ral Audenino, Abel AlexisLattendorf (Federacin Universitaria Argentina), Rubn Vela (SADE), Carlos Surez Ansorena y MarianoGrondona (Centro de Derecho de la Universidad de Buenos Aires), Bernardo Debenedetti y Juan Carlos Marn(del Centro de Estudiantes de Filosofa y Letras de la UBA). [Cultura y Libertad, n 5 (noviembre), Santiago deChile, 1955].51Congreso Argentino de la Cultura en Propsitos n 109, op. cit.52Me dedico en parte a esta confrontacin en mi Tesis, El Congreso por la Libertad de la Cultura(2012), op.cit. Por razones de espacio limitar la cuestin a la simple mencin de un conflicto ms profundo, en beneficiode trabajar ms plenamente la AALC. Por otra parte, para el Consejo Argentino por la Paz, ver Adriana PetraIntelectuales y poltica en el comunismo argentino: estructuras de participacin y ecos locales de la Guerra Fra(1945-1950).Anuario IEHS, n 27 (2012).53Entrevista de la autora a Horacio Daniel Rodrguez, Buenos Aires, septiembre 2010.

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    tambin de cuo liberal socialista creada en 1952 en el contexto del debate del revisionismohistrico; muchos de los sus integrantes estn entre los socios fundadores de la AALC54.

    Las expectativas sobre la nueva sede eran muchas: En Buenos Aires ha quedadoconstituida la Asociacin Argentina por la Libertad de la Cultura con las personalidades msimportantes del mundo intelectual. Creo que no tardar en ser la Argentina uno de nuestrosmejores y ms activos Comits Latinoamericanos, le escriba Gorkin al escritor espaolSalvador de Madariaga55. Y no estaba desacertado: los fundadores eran algo as como la flor ynatade la intelectualidad de esos aos, ante la cual los comits de los comunistas quedabaninvisibilizados. Estaban representadas todas las humanidades, artes y espectro polticoprogresista (socialismo, liberalismo, radicalismo, democracia progresista y democraciacristiana), as como las figuras ms reconocidas de la nueva Universidad.

    Con nimo muy optimista, la noticia aparece en Cuadernos56. Sus fundadores son: elcientfico y premio nobel Bernardo Houssay y el legislador Alfredo Palacios (presidentes dehonor); el crtico literario y poltico Roberto Giusti (presidente); la directora de la revista Sur,Victoria Ocampo, y el filsofo Francisco Romero (vicepresidentes); el dirigente socialista

    Juan A. Solari (secretario general); el crtico literario Guillermo de Torre (secretario derelaciones internacionales); el exiliado espaol, director del peridico Espaa Republicana,Carlos Carranza (delegado del comit internacional). Adems de vocales: el historiador,interventor y rector de la UBA, Jos L. Romero; el escritor y ahora flamante director de laBiblioteca Nacional, Jorge L. Borges; el abogado y diputado nacional por el PD, SantiagoNudelman; el fundador de ASCUA y director del Instituto de Estudios Americanos, CarlosAlberto Erro; el filsofo y escritor Vicente Fatone; el historiador y periodista socialista,director del diario El Mundo, Jos P. Barreiro; el reconocido dirigente del PS, AmricoGhioldi; el escritor Ernesto Sbato; el abogado y Procurador General de la Nacin, SebastinSoler; el historiador espaol exiliado Claudio Snchez Albornoz; el abogado y Subsecretariodel Interior Carlos P. Muiz; el periodista de La Prensa Jos S. Golln; el profesor ManuelOrdez; el abogado y poltico del Partido Demcrata Progresista, Horacio Thedy; el

    cientfico Alfredo Holberg; el msico y compositor Juan J. Castro y el socialista, jefe deredaccin deLa poca, Walter V. Constanza.

    A este grupo deben sumarse adems una extensa lista de fundadores: el escritor yperiodista, fundador deLiberalis, Agustn lvarez; el ing. Justiniano Allende Posse; el nuevointerventor de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, Jos Babini; el delegado delgobierno vasco en Argentina y director del peridico Euzcko Deya, Pedro de Basalda; elartista y profesor de arte Alfredo Bigatti; el secretario del Movimiento por los Estados Unidosde Europa y representante de los demcratas italianos en Argentina, Curio Chiaraviglio; elabogado y ahora miembro de la Junta Consultiva Nacional, Rodolfo Corominas Segura; elperiodista y secretario de redaccin deLa Nacin, Miguel A. Fulle; el liberal gaullista AlbertoGuerin; el mdico liberal Adolfo D. Holmberg; el escritor Eduardo Mallea; la dramaturga

    liberal Alcira Oliv; el representante demcrata de Junta Consultiva Nacional, Manuel V.Ordez; el dirigente socialista Nicols Repetto; el escritor exiliado y representante de las

    54Integran ASCUA: Carlos A. Erro como presidente; Vicente Fatone y Julio Aramburu como vicepresidentes;Daniel A. Seijas, Isaac Maguid y Jos Fornaroli como secretarios; Enrique Banchs, Jos P. Barreiro, BartolomU. Chiesino, Cupertino del Campo, Rodolfo Fitte, Jos Santos Golln, Vctor Massuh, Carlos M. Muiz, HctorOlivera Lavie, Jaime Perriaux, Hctor Raurich, Norberto Rodrguez Bustamante, Francisco Romero, ErnestoSbato y ngel M. Zuloaga, como vocales.55Carta de Julin Gorkin a Salvador de Madariaga, Pars, 11 de enero de 1956, op. cit.56 Constitucin de la Asociacin Argentina del Congreso por la Libertad de la Cultura, seccin Vida delCongreso en Cuadernos n 17 (marzo-abril) 1956, p. 126.

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    Asociaciones Catalanas en Argentina, Jos Rovira Armengol; el liberal gaullista RenSiderski; el artista plstico Ral Soldi; el periodista Juan S. Valmaggia y el fundador deeditorial Claridad y ahora interventor del diario El Da de La Plata, Antonio Zamora (Romero,1958).

    Como era de esperarse, las noticias se difundieron rpidamente: el diario El Mundoanuncia que se constituy la Junta del CLC [sic] junto con un comit juvenil a cargo de losestudiantes socialistas Rubn Vela y Alexis Laterdorff57, que propone la planificacin de unaserie de conferencias y cursos a cargo de prestigiosos profesores de la UBA58. Al respecto,Vela recuerda que era un programa muy ambicioso, demasiado para usar sus propiaspalabras, que contemplaba la formacin de sectores de la juventud universitaria convocadapersonalmente por delegados encargados de hallar en los medios acadmicos a jvenesbrillantes con tendencias democrticas interesados en participar en este proyecto59.

    En lnea ya con la AALC, el 6 de diciembre se lanz un ciclo de conferencias, Culturay Libertad, dictadas en la FFyL de la UBA, inaugurado por el Dr. Houssay, emitidas a su vezen radio El Mundo y el Crculo de la Prensa. La mayor parte de estos encuentros, realizados

    en espacios caros a la intelectualidad liberal de esos aos como ASCUA, el CLES, la SADE oel Centro Republicano Espaol (CRE), coincidieron con la visita de Gorkin y se extendieronhasta el 23 de diciembre, momento en que este regresa a Pars.

    A pesar de que El Mundodeclara que la Asociacin tiene como fin defender la libertaddel espritu creador y crtico y que se trata de una Institucin de carcter internacionalformada por escritores, profesores, hombres de ciencia y artistas libres que no depende deningn gobierno o pas, ni es expresin de ningn grupo poltico60, lo cierto es que desdeCuadernos se la delimita significativamente: ...reclamados por la intelectualidad liberal,democrtica y socialistade la Repblica Argentina, dispnense a visitar este pas el profesor ehistoriador Luis Alberto Snchez y el escritor Julin Gorkin [cursiva ma]61. En efecto, elabanico de intelectuales y polticos locales que interpel el Congreso remite al mismo haz que

    anim el movimiento antifascista en la dcada de 1930 e inicios de la siguiente, que en 1945-46 integr la Unin Democrtica y en 1955 form parte del frente cvico-militar que impulsy apoy el golpe militar contra el gobierno de Juan D. Pern (Nllim, 2014). Pero con unavariante significativa: ahora quedar excluido, por obvias razones, el comunismo local.

    La AALC se instal de forma provisional en abril de 1956 en el barrio de San Nicols,donde hasta entonces funcionaba el Ateneo Pi y Margall del CRE y se publicaba Espaa

    Republicana, dirigida a los exiliados espaoles. Por ltimo, en octubre del mismo ao setraslada a un local propio en la calle Libertad 1258, donde se radic tambin la centraldistribuidora de Cuadernosy donde ms adelante se pondr en marcha un proyecto editorialpropio dirigido por Juan A. Solari62.

    57 Constituyen en nuestro pas la Junta del Congreso por la Libertad de la Cultura en El Mundo(29/11/1955).58[Documento de constitucin del Comit Juvenil de la AALC]. Fondo Rubn Vela, CeDInCI.59Entrevista a Rubn Vela, Buenos Aires, mayo de 2011.60Constituyen en nuestro pas la Junta, op. cit.61 Luis Alberto Snchez y Julin Gorkin a la Argentina en Cuadernos n 16 (enero-febrero) 1956, p.127.62Sobre los proyectos editoriales de la AALC y los vnculos de la AALC con el Partido Socialista Cfr.: ElCongreso por la Libertad de la Cultura en la Argentina: entre el Grupo Sur y el Partido Socialista en VIJornadas de Sociologa de la UNLP, Debates y perspectivas sobre Argentina y Amrica Latina en el marco delBicentenario. Reflexiones desde las Ciencias Sociales, La Plata, 9 y 10 de diciembre de 2010; y Polticasculturales del socialismo argentino bajo la Guerra fra: Las redes editoriales socialistas y el Congreso por laLibertad de la Cultura, Papeles de Trabajo, Buenos Aires, IDAES/UNSAM,n12 (2 semestre 2013), pp. 212-247.

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    Aun con la pluralidad de nombres al interior de la asociacin, se pueden reconocer unnmero significativo de afiliados del PS: J.A. Solari (presidente luego de la renuncia deRoberto Giusti, tambin proveniente del socialismo), A. Palacios, A. Ghioldi, J. L. Romero,C. Snchez Viamonte, R. Vela, A. A. Latterdorf, J. P. Barreiro, W. Constanza y A. Zamora. Sibien es cierto que convoc numerosos acadmicos e intelectuales independientes, as comofiguras de otras orientaciones, desde el punto de vista de las corrientes polticas, el peso de lossocialistas es evidente: ninguna institucin partidaria se involucr explcitamente con laAsociacin, a excepcin de la Comisin de Cultura del PS, que asumi pblicamente larecepcin de personalidades y conferencistas que llegaban al pas y auspici algunos de loseventos63.

    Por otro lado, al observar al interior de los consejos de redaccin de las publicacionesms notorias de esos aos se puede visualizar con claridad la red intelectual que las sostena yque ahora se senta convocada en este nuevo espacio. Cerca de una decena de los integrantesde la AALC formaban parte de la redaccin o colaboraban regularmente con Sur: V. Ocampo,G. de Torre, F. Romero, J. L. Borges, V. Fatone, E. Sbato, C. Snchez Albornoz, C. A. Erro,

    A. Holberg y J. J. Castro. La totalidad del consejo de redaccin de Liberalis est entre lossocios fundadores de la AALC. Imago Mundi, de Jos L. Romero, como ya se mencion,proporcion un porcentaje importante del grupo de jvenes del CJ, aunque tambin parte desus colaboradores acompaaron el proyecto de la Asociacin: J. Babini, R. Giusti, C. SnchezAlbornoz, F. Romero, Len Dujovne, A. Orgaz, N. Rodrguez Bustamante, G. de torre, F.Ayala, Sebastin soler. Por ltimo, aun cuando el mayor peso recae sobre estas publicaciones,una treintena de estos intelectuales estn vinculados estrechamente al mapa de laspublicaciones liberales de la poca: Giusti, director de la revista Nosotrosy colaborador enLiberalis; Fatone, vinculado a la primera poca de la revista Qu;Barreiro, director de ElMundo;Sbato, director deMundo Argentino; Muiz y Santos Golln del diario La Prensa;Constanza en La poca; Solari, colaborador de El Mundo; F. Romero, colaborador de

    Nosotros yLa Nacin;J. L. Romero, director deImago Mundi; y G. de Torre, colaborador en

    varias revistas y cofundador, consejero y director de colecciones en Losada.

    El CLC busc reproducir en el rea rioplatense (y encontraron eco) un sistemasemejante al europeo, haciendo de nexo entre figuras intelectuales y polticas de diferentesespacios que compartan una ideologa comn definida por una clara oposicin a lo quedenominaban totalitarismos de izquierda o derecha sea el comunismo sovitico, elfranquismo espaol o los nacionalismos latinoamericanos, la democracia liberal comosistema ideal de gobierno y una simpata (inicialmente no reconocida, pero afirmada con losaos) hacia la poltica hegemnica de EEUU.

    Entre la reforma universitaria y las federaciones estudiantiles

    La AALC cont a su vez con dos comits internos, uno juvenil (porteo) y otro en laprovincia de Crdoba64. Aunque se anunci en 1955 el CJ se constituy oficialmente en 1956.Su estructura, idntica a la de la AALC, guardaba independencia con estatuto propio bajo ladireccin de las Juventudes Socialistas. En la direccin estaban Abel Alexis Latterndorf, de laFUBA, Rubn Vela65 y el entonces estudiante de sociologa Lito Marn, de la FUA. Los

    63La afirmacin se desprende de los eventos anunciados en la prensa local. Demandara una extensin mayorcitar cada uno de ellos, detalle que realizo en mi Tesis El Congreso por la LibertadOp. cit.64El proyecto inicial contemplaba una sede ms en la ciudad de Mar del Plata que no lleg a consolidarse.65De familia PC santafecina, Rubn Vela se haba inclinado hacia el socialismo, aunque nunca estuvo afiliado.Poeta asociado a la SADE, en 1956 iniciara su carrera diplomtica acompaando a Alfredo Palacios a la

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    miembros del CE de la AALC muchas veces participaban en las actividades que organizaba elCJ, especialmente el historiador Jos L. Romero, que era referente desde las reuniones en

    Imago Mundi, convocado frecuentemente para dictar conferencias. Entre las actividades quedesarrollaban haba seminarios que estaban pensados para dar una formacin intensiva a losadherentes en un perodo de seis meses. Estos espacios de formacin no eran abiertos y solose poda acceder a ellos por medio de una invitacin personal 66. Por otro lado, tambin seocuparon de hacer encuentros de jvenes latinoamericanos, como el de febrero de 1957 en ellocal de la AALC para conmemorar a los ciudadanos colombianos y estudiantes venezolanoscados hace un ao defendiendo la libertad de sus pueblos67, donde participaron entre otrosArno Pfaffe, Marcelo Osta Trigo, Argens Salcedo y Alfonso Becerra. El reclutamiento deestos jvenes, segn testimonia Rubn Vela, se llev a cabo convocando grupos de entre cincoy diez jvenes por cada facultad que tenan como misin identificar a aquellos estudiantes queresultaran coincidentes con los objetivos de la AALC68.

    La presencia de activistas de la FUBA y la FUA, as como la del rector interventor de laUBA es un signo de la repercusin que alcanz la AALC en los medios universitarios. No esde extraar si se tiene en cuenta que, como seal Jos L. Romero, las reuniones de Imago

    Mundi se constituyeron en una Universidad preparada, una Shadow University queconstituy el equipo de relevo de la nueva universidad; de hecho, la FederacinUniversitaria de Buenos Aires me propuso como candidato [a rector] fundamentalmente poresa experiencia [en la revista] (Romero en Luna, 2010: 138-142). Juan Carlos Marn tambintuvo un recuerdo coincidente; por esos aos ocurra la entrada en la UBA de gruposprogresistas del campo intelectual argentino, sobre todo el grupo liderado por el historiadorJos Luis Romero[que] intentan construir un nuevo espacio acadmico social (en el campointelectual) (Marn en No, [s/f]).

    Un ao ms tarde, con ocasin de una visita de Germn Arciniegas auspiciada por elCongreso en 1957, se cre el Comit cordobs. El escritor colombiano fue acompaado a laciudad de Crdoba por Solari y Carranza. Este nuevo comit estuvo integrado con

    personalidades de la UNC, el Colegio Nacional Montserrat y colaboradores del diarioLa Vozdel Interior. La presidencia fue ocupada por el mdico reformista Enrique Barros69. Y elmdico socialista reformista Gumersindo Sayago, junto a Santiago Montserrat presidente delcomit de ASCUA de esa provincia e interventor de la UNC sus vicepresidentes; IsabelCabezas y el periodista Norberto Ciaravino (muy amigo de Juan A. Solari) eran secretarios.Como vocales estaban el mdico Santiago Beltrn Gavier; el crtico y traductor Alfredo Cahn;la ensayista y poeta Mara Luisa Cresta de Leguizamn; el rector del Colegio NacionalMontserrat, Rafael Escuti; el abogado socialista Ceferino Garzn Maceda; el abogado radicalReginaldo Manubens Calvet; el socialista de primera hora (que al ao siguiente seranombrado rector de la UNC), Jorge Orgaz; Mario Piantoni; el periodista e hijo del director de

    La voz del Interior, Silvestre Ral Remonda; y el diputado nacional radical MauricioYadarola. La mayora de ellos, socialistas, haban participado en la Reforma Universitaria de

    embajada uruguaya y ms adelante su carrera lo llevara a la embajada boliviana en La Paz.66 Entre los que destacaban cursos de Economa poltica e Historia econmica, Metodologa general de laciencia, Filosofa, Teora general del arte o Historia del arte y Teora de la historia. Variaban en su duracin,aunque ninguno era muy extenso. [Documentos del Comit Juvenil de la AALC].67Se refieren a las represiones de febrero de 1956 en Colombia (bajo la dictadura de Rojas Pinilla) y Venezuela(dictadura de Prez Jimnez).68Entrevistas con Rubn Vela, op. cit.69Enrique Barros en sus aos de militancia estudiantil tuvo un rol clave en la fundacin del comit pro-reformauniversitaria y luego en la Federacin Universitaria de Crdoba en 1918. Cfr. Natalia Bustelo (2013) Frentesfilosficos y frentes polticos en los inicios de la Reforma Universitaria. La correspondencia entre JosIngenieros y Eugenio DOrs en VII Jornadas de Historia de las Izquierdas, CeDInCI/UNSAM.

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    1918 y formaban parte (o haban estado) de una manera u otra de la Federacin Universitariade Crdoba y en la UNC70.

    Si el Comit de Buenos Aires estuvo hegemonizado fuertemente por un socialismoliberal, antiperonista y anticomunista a ultranza, quizs no est dems sealar que, al igualque el Comit Juvenil, el de Crdoba, aun cuando era liberal, tena ciertos grises quepermitan por ejemplo que Santiago Monserrat colaborara en el mismo ao en que seconstituye el comit de la AALC en una revista como la filocomunistaMediterrnea.

    Respecto a las universidades, en particular establecieron redes entre la UBA, UNLP,UNL, UNS y UNC71a nivel nacional, aunque se promovieron las relaciones con las casas deestudio latinoamericanas como la Universidad de Santiago, cuyo rector era para el momentoJuan Gmez Millas; la Universidad de San Marcos de Lima en Per, en donde mantena susctedras Luis A. Snchez; la Universidad de Puerto Rico y la extensa red de relacionesinteruniversitarias que proporcionaban algunos intelectuales como Germn Arciniegas y LuisA. Snchez.

    Disenso y ruptura

    El perfil que acompa a las sedes del CLC en Argentina fue mayormente liberalprogresista, con un compromiso liberal-democrtico, un perfil marcadamente anticomunista,antinacionalista y antiperonista. Pero el nico partido poltico que se comprometi enconcreto fue el socialista, que se involucr fuertemente con las actividades, y los puestosdirectivos de la AALC, ocupados casi en su totalidad por dirigentes de esta corriente.

    Durante los dos primeros aos, hasta la llegada de Frondizi al gobierno, las actividadesde la AALC fueron muy intensas e incluyeron un proyecto de publicacin propio asociado alas editoriales socialistas72. Sus espacios de reunin fueron alternando entre la mutualsocialista de los inmigrantes italianos Unione e Benevolenza, el Instituto Popular deConferencias deLa Prensa, el CRE, la Sociedad Cientfica Argentina, la Academia Argentina

    de Historia, la FFyL de la UBA y de la UNR, el Club Universitario de Buenos Aires, la UNLP,el Ateneo Luis Bello de Rosario, la Sociedad Hebraica Argentina y la revista Sur.

    A partir de 1959 comenzar un declive que recin se va a salvar en la dcada siguientecon un plan de aggiornamiento que va a significar el cierre de la AALC y la apertura delCentro Argentino de la Cultura (CALC) en 1964, de la mano del Instituto Latinoamericano deRelaciones Internacionales (ILARI). En el reflujo de sus actividades jugaron sobre todo dosfactores: por un lado, la disgregacin del frente antiperonista; por otro, las expectativasgeneradas por la UCRI de Arturo Frondizi. No es casual que una de las primeras figuras enapartarse de la AALC fuera Ernesto Sbato, que acompaar por algn tiempo la experienciafrondizista que dividi los pareceres sobre cmo pararse frente al fenmeno peronista.

    La convocatoria para constituir la AALC fue exitosa en un comienzo porque se vieroninvolucradas personalidades representantivas de la alta cultura argentina que coincidieronen los aos ms duros del peronismo en un frente comn aliado en su contra. En estecontexto, la coexistencia de diferentes lneas partidarias es el correlato de las convergencias

    70Agradezco especialmente al equipo de Culturas interiores, UNC, dirigido por Ana Clarisa Agero, que mebrind datos biogrficos sobre varios integrantes del Comit cordobs.71Universidades Nacionales de: Buenos Aires, La Plata, el Litoral, del Sur y de Crdoba respectivamente.72El proyecto consista en publicar cuatro volmenes por ao que podan solicitarse a la central distribuidora deCuadernos. Finalmente publicaron 16 volmenes reunidos en la Biblioteca de la Libertad. Cfr. Jannello, K.Polticas culturales del socialismo argentino, op. cit.

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    forzadas a las que llev esta coyuntura particular. Pasados los primeros reacomodamientos alos que oblig la Revolucin Libertadora, estas coincidencias comenzaron a perderse en unalucha interna por apropiar lugares y/o recuperar espacios perdidos. La AALC en este sentidoes un ejemplo claro de disputas de hegemona que se libraban en otros contextos como el delos partidos polticos.

    El PS, por caso, se debata en una dura lucha interna que lleg a la escisin a mediadosde 1958 entre un ala derecha y una izquierda, cuando finalmente la brecha se hizoinsostenible y la ruptura inexorable. El partido se fractur entre el PSD, radicalmenteantiperonista, con N. Repetto, J. A. Solari y A. Ghioldi; y el PSA, de tendencia izquierdista ydemocrtica, acento anti-imperialista y un antiperonismo menos desaforado, en el que,guiados por A. Palacios y A. Moreau de Justo73, quedaron J. L. Romero (que haba ganado lapresidencia del 41 Congreso del PS en 1957), Snchez Viamonte y Lattendorf entre otros(Tortti, 2009: 228).

    Las distancias entre la lnea democrtica y fuertemente antiperonista en definitivaidentificada con un programa ideolgico liberal anticomunista y la lnea renovadora mucho

    ms izqui