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Relatos y Retratos Revista de Literatura No.14 Marzo 2013 1er.Lugar: Sara Abigaíl Valdez Mora, con el Cuento ” Ver con el Corazón” “Aprende a ver con el corazón, lo esencial es invisible ante los ojos” Antoine de Saint-Exupéry CuentaCuentos Lic. Jorge de la Peña Sentimiento Juarista 1er.Lugar: José Alfredo Aguayo Signos Pbro. Noé González Martínez. Ensayo “Con el Aroma a Carne Asada” María de los Ángeles Romero Chávez

Relatos y Retratos - anahuac.mx · cuentos: el cuento popular y el cuento literario. El cuento popular suele estar ... pero al tenerla en frente se paralizó y no logró pronunciar

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  • Relatos y Retratos

    Revista de Literatura No.14 Marzo 2013

    1er.Lugar: Sara Abigal Valdez Mora, con el Cuento

    Ver con el Corazn

    Aprende a ver con el corazn, lo esencial es

    invisible ante los ojos

    Antoine de Saint-Exupry

    CuentaCuentos

    Lic. Jorge de la Pea

    Sentimiento Juarista 1er.Lugar: Jos Alfredo Aguayo

    Signos Pbro. No Gonzlez

    Martnez.

    Ensayo Con el Aroma a

    Carne Asada Mara de los ngeles Romero Chvez

  • _____________ Vistanos en: _____________

    www.iest.edu.mx

    DIRECTORIO

    C.P. David Efran Gmez Fuentes, M.A. RECTOR

    Ing. Jorge Barrn de la Rosa, M.ED. VICERRECTOR ACADMICO

    Lic. Ernesto Ramos Cordero, M.ED. VICERRECTOR DE DESARROLLO Y EDUCACIN MEDIA SUPERIOR

    Lic. Alfredo Castillo Gonzlez, M.ED. COORDINADOR DE IDIOMAS

    Lic. Lorena A. Quezada Berrones, M.A. RESPONSABLE DE LA PUBLICACIN

    E D I T O R I A L

    La vida est llena de oportunidades que te dan esperanza para dejar

    una huella en esta tierra, y poder

    nutrir a los que siguen en el camino

    construyendo una historia nica.

    Hoy en este nmero tenemos la

    oportunidad de disfrutar la lectura

    de cuentos que nacieron bajo la

    inspiracin de varios jvenes

    viviendo en cierta situacin y

    plasmando con el lenguaje su

    creatividad y experiencia

    convertidas en piezas de Literatura.

    Hoy por hoy los humanos

    necesitamos leer, investigar, para

    poder gozar lo que la vida sin lugar

    a duda nos brida.

    ____________ Lic. Alfredo Castillo Gonzlez.

  • Cuentos 1er. Lugar Ver con el Corazn. Sara Abigal Valdez Mora.

    2do. Lugar Monlogo sobre una Tumba. Alan Fernando Molina Sobrevilla.

    3er. Lugar El Precio de la Guerra. Andrea Cabrera Cavazos.

    Eventos Literarios Cuentos.

    Sentimiento Juarista.

    Prximos Exmenes y Cursos Exmenes y Cursos de Idiomas.

    Cursos Intensivos de Ingls, Francs y Alemn.

    TOEFL ITP

    TOEFL IBT

    Narrativa Poemas Annimos

    Ensayo Con el Aroma a Carne Asada. Mara de los ngeles Romero Chvez.

    Signos Pbro. No Gonzlez Martnez.

    Mini-juegos - CruciGrama

    Frases Clebres

    CONTENIDO

  • La palabra cuento proviene del trmino latino comptus, que significa cuenta. El

    concepto hace referencia a una narracin

    breve de hechos imaginarios. Su especificidad

    no puede ser fijada con exactitud, por lo que

    la diferencia entre un cuento extenso y

    una novela corta es difcil de determinar. Un

    cuento presenta un grupo reducido de

    personajes y un argumento no demasiado

    complejo, ya que entre sus caractersticas

    aparece la economa de recursos narrativos.

    Es posible distinguir entre dos grandes tipos de

    cuentos: el cuento popular y el cuento

    literario. El cuento popular suele estar

    asociado a las narraciones tradicionales que

    se transmiten de generacin en generacin

    por la va oral. Pueden existir distintas versiones

    de un mismo relato, ya que hay cuentos que mantienen una estructura similar pero con

    diferentes detalles. El cuento literario, en

    cambio, es asociado con el cuento moderno.

    Se trata de relatos concebidos por la escritura

    y transmitidos de la misma forma.

    El pasado 6 de marzo, en punto de las

    8:30 de la maana, en el jardn interior

    de la Biblioteca, tuvo lugar la

    premiacin del concurso "Relatando",

    organizado por el rea de Espaol. Los

    ganadores fueron:

    Primer lugar: Sara Abigal Valdez Mora,

    con el cuento "Ver con el corazn".

    Segundo lugar: Alan Fernando Molina

    Sobrevilla, con el cuento "Monlogo

    sobre una tumba".

    Tercer lugar: Andrea Cabrera Cavazos,

    con el cuento "El precio de la guerra".

    Previo a la entrega de

    reconocimientos a los ganadores, se

    tuvo la presentacin del Lic. Jorge De

    la Pea, reconocido cuentacuentos

    de la zona, quien narr con gran

    histrionismo el cuento "El mantel

    mgico". Cabe mencionar que los

    cuentos ganadores se publicarn en la

    revistas "Relatos y Retratos". En el

    evento se tuvo la presencia del Mtro.

    Luis Alfonso Daz, Director de la

    Preparatoria de Altamira y del Mtro.

    Alfredo Castillo Gonzlez, Coordinador

    del rea de Idiomas; as como de

    maestros, padres de familia y alumnos.

    Pag. 1

  • VER CON EL CORAZN

    Cuando l, Max, la vio en la estacin, se vea muy bella. Tena

    un vestido verde claro que haca

    resaltar su tersa y blanca piel, y su

    pelo estaba amarrado en una

    coleta, aunque unos cuantos

    cabellos permanecan sueltos,

    bailando con el viento. Y sus ojos,

    sus brillantes ojos de esmeralda, se

    miraban perdidos en la

    inmensidad del ambiente. Se vio

    tentado a acercarse y saludarla,

    pero los nervios lo vencieron, era

    un extrao para ella y ella un

    extrao para l, adems, siempre

    haba sido tmido, no se atreva a

    acercarse y hablarle a una chica;

    Aun as lo pens, quera saber su

    nombre, su edad, de dnde

    vena Pero cuando se decidi a

    acercarse, ella ya no estaba.

    Los siguientes das, l estuvo

    puntual ah, con la esperanza de

    volverla a ver. 4:24pm, la misma

    hora que la haba visto por

    primera vez, pero la chica brillaba

    por su ausencia. Entonces

    comenz a llegar minutos antes y

    a quedarse minutos despus,

    cada vez ms tiempo, hasta el da

    en que lleg una hora antes y se

    qued una hora despus, sin

    embargo tampoco funcion. Y

    luego de tres semanas de

    buscarla, se dio por vencido

    Un da qued de verse en una

    cafetera con Gabriel, su mejor

    amigo de toda la vida, para

    actualizarse, pues por cuestiones

    de trabajo Gabriel se haba

    ausentado varias semanas y no

    haban podido verse

    Parece que en estas semanas han

    pasado muchas cosas dijo al fin

    Gabriel - Qu es eso que te tiene

    tan agobiado? Lo puedo ver en tu

    mirada y percibirlo en el tono de

    tu voz

    Me enamor dijo Max.

    Pero si el amor es muy bello!

    exclam Gabriel sonriendo El

    amor, te hace volar!

    Para despus dejarte caer

    El amor te hace suspirar!

    Por no tener entre tus brazos a

    quien amas

    El amor te hace sonrer!

    Y llorar

    Pero de alegra!

    No, no es as dijo Max moviendo

    su cabeza de un lado a otro.

    S lo es Max, cuando encuentras a

    la persona indicada.

    Yo s que ella es la indicada!

    Pero Max, de quin hablamos?

    Quin es ella? Max solt un

    suspiro y con un tono envuelto en

    melancola, dijo casi en un susurro:

    Eso mismo quisiera saber yo

    Y as, el tiempo pas, medio ao

    para ser exactos, y cada da que

    pasaba, cada noche, cada

    madrugada, l pensaba en ella,

    mientras se hunda cada vez ms

    en soledad. Pero un da,

    aparentemente como cualquier

    Pag. 2

  • otro, mientras caminaba rumbo a

    su casa tras un largo y cansado

    da en el trabajo, la vio S, la

    encontr! Estaba sentada en la

    banca de un parque, esta vez

    con un vestido rosa y el cabello

    sujeto slo por una diadema,

    prcticamente libre, mientras el

    viento se encargaba de jugar con

    sus dorados mechones. Esta vez

    Max no lo pens dos veces y

    comenz a caminar hacia ella,

    pero al tenerla en frente se

    paraliz y no logr pronunciar ni

    una sola palabra, y entonces se

    dio cuenta de que a pesar de

    estar en frente, ella no se

    percataba su presencia, su

    mirada estaba perdida, como

    ausente de este mundo.

    Hola logr pronunciar Max al fin,

    tmida y temblorosamente. Ella no

    volte hacia ningn lado, pero

    cambi de postura, como

    tratando de or mejor. Max trag

    saliva y continu: - Me llamo

    Maximiliano, pero me dicen Max

    Me hablas a m? pregunt ella.

    Entonces l comprendi todo, ella

    no poda verlo, era invidente.

    S, a ti Cmo te llamas?

    Me llamo La dijo tiernamente

    mientras extenda su mano hacia

    la nada, como buscndolo.

    Es un placer conocerte, La dijo

    Max estrechando su mano. A

    partir de ese entonces, Max volvi

    a ser el mismo chico alegre de

    antes, solo una cosa cambi en su

    vida, ahora, todas las tardes se

    iba a buscar a La al parque, pues

    a ella la llevaba su nana, La

    amaba estar al aire libre, y ahora

    con Max todo era ms divertido,

    ya no solo iba a estar sentada,

    sintiendo lo que haba a su

    alrededor, ahora iba tambin a

    platicar, comer chucheras, rer

    verla sonrer y escuchar su risa era

    el mayor placer que Max tena.

    Despus de un mes ya se haban

    tomado confianza y cario

    suficiente para hablar de temas

    ms profundos

    La - dijo Max en un tono casi

    inaudible.

    Qu pasa Max?

    Puedo hacerte una pregunta?

    La asinti.

    Algn da pudiste ver algo?

    pregunt al fin. La suspir y

    comenz a hablar.

    Sabes? Mi vida no ha sido fcil

    desde aquel trgico da de

    Octubre Yo tena cinco aos

    solamente, era feliz con mi padre,

    mi madre, y mi hermana Ivette, de

    tres aos. bamos de regreso a

    casa tras un largo da en la playa.

    Era algo tarde, habamos

    decidido quedarnos a mirar la

    puesta de sol y la salida de la luna

    llena, pues dicen que las lunas de

    Octubre son las ms hermosas. Y

    entonces ocurri. Todo fue muy

    rpido, cual un relmpago: un

    estruendo muy fuerte y de pronto

    yo gritaba de dolor, mis ojitos me

    ardan mucho y no los poda abrir.

    Clmate princesa, dijo mi pap.

    Despus de eso no escuch

    nada Tres das despus estaba

    en el funeral de mi madre al

    decir esto su voz se entrecort, sin

    embargo, sigui hablando: -

    Hablar de ese tema me pone algo

    mal. Sabes? En el accidente yo

    perd mi vista y peor an: a mi

    Pag. 3

  • madre. Desde ese da mi padre se

    volvi un obsesionado con el

    trabajo, de acuerdo a la

    psicloga, lo hace para mantener

    su mente ocupada y llenar el

    vaco que dej mi madre, es

    fecha que l no lo supera. Ivette

    se volvi muy callada, vive en su

    mundo de msica y escritos. No

    recuerdo haberla escuchado rer,

    dice mi ta Rosa, quien a veces

    nos visita, que es emo, pero no

    creo. Trato de platicar a diario

    con ella, aunque no siempre

    accede, y lo que sucede es que

    es muy seria. Adela, mi nana, dice

    que siempre viste de colores

    oscuros o combinada con negro,

    pero eso es todo, nada ms

    Qu bien que ella pueda vestir lo

    que quiera y no lo que le digan

    que se ponga

    Tan chiquita! exclam Max

    Debi haber sido muy difcil para

    ti

    Lo fue, lo ms difcil fue aprender

    los lugares de las cosas en la casa,

    pues procuro andar sola con mi

    bastn por todos lados, nunca me

    ha gustado depender de los

    dems. De pequea me

    desesperaba y haca berrinches,

    pero poco a poco fui

    aprendiendo Aprend a ver con

    mis dems sentidos, y lo ms

    importante de todo: aprend a ver

    con el corazn Y respondiendo

    a tu pregunta, s, alguna vez pude

    ver algo, pero ahora ya son solo

    recuerdos borrosos. Pero a veces,

    Adela me platica de lo que hay

    en el mundo, he odo de muchas

    cosas en la vida, mas no las

    puedo recordar. Me han hablado

    del mar, de las montaas, de lo

    maravilloso que puede ser mirar

    una puesta de sol o alzar la vista y

    contemplar las estrellas, tengo

    vagos recuerdos de esas cosas,

    pero como ya dije, son recuerdos

    borrosos en mi memoria. Cunto

    dara por mirar eso otra vez! dijo

    soltando un suspiro - Y la gente

    que puede, no lo hace, no lo

    valora, sin pensar que tal vez ese

    sea el ltimo da, la ltima cosa

    que vuelva a ver. Deberan de

    valorar cada sonrisa, cada mirada

    que reciben, y grabarlo bien en su

    memoria, por si las dudas - Los

    ojos de Max se haban llenado de

    lgrimas que exigan salir en ese

    mismo instante como torrentes de

    agua. A pesar de haber tenido

    una infancia difcil y afrontar

    tantas dificultades debido a su

    ceguera, La era feliz y disfrutaba

    la vida de una manera increble,

    estaba llena de positivismo, ms

    del que l podra acumular en

    aos tal vez

    La clave est en ver con el

    corazn musit ella rompiendo

    el silencio.

    Cmo es eso?

    Cuando no puedes ver con tus

    ojos, debes aprender a ver con los

    ojos de tu alma. Recuerda, lo

    esencial es invisible ante los ojos,

    solo se ve con el corazn. Max

    se qued pensndolo unos

    minutos, y La volvi a hablar.

    Cierra tus ojos dijo ella. l as lo

    hizo y permaneci unos minutos

    en silencio - Qu sientes?

    El viento en mi rostro

    Cmo lo sientes?

    Agradable

    Pag. 4

  • Qu te dice? Esta vez Max no

    contest. Vamos, qu te dice?

    No lo s dijo abriendo los ojos.

    Ella movi su cabeza de un lado a

    otro:

    No abras los ojos Max. Mejor,

    guame hasta algn rbol. Max

    as lo hizo y ella toc suavemente

    su corteza, y al hacerlo, sonri

    Vamos Max, hazlo. El cerr sus

    ojos, e imit los movimientos de

    La.

    Qu sientes? pregunt despus

    de unos momentos de silencio.

    Duele

    No Max, no sientas con tu piel, no

    quieras forzar a tus manos a sentir

    algo que solo puedes sentir con el

    corazn - Permanecieron unos

    minutos en silencio y Max al fin

    habl.

    Vida, energa positiva, eso siento.

    Aprendes rpido dijo La

    sonriendo. Se sentaron en el pasto

    y comenzaron a hablar de otras

    cosas, pero mientras hablaban,

    Max trataba de sentir el viento, el

    pasto fresco, y las flores que haba

    a su alrededor. Era increble, La

    transmita tranquilidad, paz

    Pareca un ser hecho de fantasa,

    construida de sueos, como si las

    hadas de la luna hubieran

    decidido plasmar sus mgicas

    cualidades en una persona.

    Estuvo un rato contemplndola,

    cmo ella disfrutaba tanto de

    estar viva, de vivir la vida.

    Tardes como esa, hubo muchas

    ms. Lleg el verano

    acompaado de lentes oscuros,

    sandalias y sombrillas. Max llev

    varias veces a La a la playa con

    permiso de su padre, y aunque

    ella no poda ver, l la tomaba de

    la mano y la llevaba hasta el

    agua. Ella amaba sentir la arena

    en sus pies y el agua fresca al

    tocar su piel, rea y a veces daba

    pequeos brinquitos, pues desde

    el accidente no haba vuelto a ir

    al mar. Adela los acompaaba

    siempre, por si a La se le ofreca

    algo, y de hecho, entre Adela y

    Max surgi un gran cario filial.

    El verano se fue y tras l lleg el

    otoo con sus alfombrados pastos

    y el viento juguetn. No ms idas

    a la playa, pero s a la cafetera y

    a un lago que haba cerca de ah.

    Pocos meses despus el otoo se

    march llevndose con l las

    hojas de los rboles y lleg el

    invierno, trayendo consigo su gran

    manto blanco y helado. Adis

    idas al lago, hola casa de La!,

    con msica, risas, palomitas y

    chocolate caliente. Y luego

    nuevamente lleg la primavera,

    sustituyendo lo blanco del paisaje

    por mltiples colores. S, haba

    pasado ya un ao desde que la

    haba visto por primera vez en la

    estacin. Estaba convencido, ella

    era la mujer indicada: bella,

    tierna, bondadosa, radiante de

    felicidad y paz Pero a veces

    Max se entristeca, lo frustraba que

    ella no lo pudiera ver, que no

    pudiera ver la sonrisa en su rostro

    que ella causaba, que no pudiera

    ver el brillo en sus ojos al estar a su

    lado, aunque l saba que ella lo

    poda sentir. Un da se cans de

    todo eso, se cans de frustrarse de

    que ella no lo pudiera ver, se

    cans de orla murmurar con

    tanta melancola que algn da

    Pag. 5

  • haba disfrutado de ver el mar y

    las estrellas, en pocas palabras se

    cans de aquella ciega. Decidido

    hizo unas maletas y se dirigi al

    aeropuerto, s, se marchaba de

    ah. Pero no para huir de ella, sino

    para ayudarla, se fue a buscar a

    un doctor de quien se hablaban

    maravillas en Holanda y tras una

    pltica, se dedujo que ella s

    podra ver si se le haca un

    trasplante, ahora solo quedaba

    esperar por un donante

    Pero pas medio ao ms y no

    consegua ningn donante. As

    que despus de mucho pensarlo,

    decidi hacer un gran sacrificio.

    En su casa, at una venda a sus

    ojos y comenz a tratar de

    caminar, de sentir con sus dems

    sentidos, como La le haba estado

    enseando, pero esta vez quera

    aprender incluso a andar solo por

    su casa. Tras tropezones, uno que

    otro golpe, y varios meses

    comenz a lograrlo. Adems, ya

    no se desesperaba tanto como al

    principio, ya poda durar incluso

    horas con los ojos vendados. As,

    lleg el da del trasplante, La

    estaba nerviosa, pero a la vez

    emocionada porque volvera a

    ver, solo que Max no le haba

    querido decir que l era el

    donador.

    Adela, estoy nerviosa

    Lo s mi nia, yo tambin lo estoy,

    pero todo saldr bien Son

    maravillosos los sacrificios que uno

    hace por amor!

    Por qu dices eso?

    Porque para que Max haga esto

    por ti, es que te debe amar

    mucho

    Max? Es Max quien donar sus

    crneas?

    S mi chiquita, l me dijo que ya lo

    sabas le dijo Adela en un tono

    preocupante.

    No, no lo saba dijo La al

    ponerse de pie entonces no lo

    quiero.

    Pero mi nena

    No, no quiero el trasplante!

    exclam ella. En eso lleg Max

    Qu pasa La?

    No quiero el trasplante, no quiero

    que pierdas la vista para yo poder

    ver.

    Pero La yo quiero que puedas ver,

    que me puedas ver

    S Max, lo s, pero no, t no sabes

    lo que es ser invidente, lo terrible

    que es, lo desesperante

    Pero he aprendido a estar sin ver

    por horas

    Pero no por aos Max, no lo

    hagas por favor

    Es que La Yo te amo!

    exclam Max. Te amo, palabras

    que La no haba escuchado

    desde hace tiempo de parte de

    sus padres, mucho menos de su

    hermana, y jams, de un hombre.

    Pero ahora estaba Max ah,

    dicindole que la amaba se

    qued en shock unos segundos,

    Haba escuchado bien? Max

    continu hablando: - Eres la mujer

    ideal, ests llena de belleza tanto

    interior como exteriormente. Por ti

    siento lo que nunca haba sentido,

    contigo soy el hombre ms feliz

    del mundo, nadie me hace sentir

    tan especial como t, con nadie

    podr ser nunca tan feliz como lo

    soy cuando estoy a tu lado. Y

    quiero hacer esto por eso, porque

    Pag. 6

  • te amo y deseo ser feliz junto a ti

    toda mi vida, deseo casarme

    contigo, formar una familia - La

    estaba llorando pero de emocin,

    ella tambin lo amaba, desde el

    momento que haba escuchado

    su voz al decir ese tmido Hola lo

    haba amado, an lo amaba y

    saba que lo amara por el resto

    de su vida.

    Max respondi con lgrimas en los

    ojos yo tambin te amo, te amo

    como no te lo imaginas y tambin

    deseo que seamos felices juntos y

    que formemos una familia, pero

    quiero que ambos podamos ver a

    nuestros hijos crecer, que

    podamos ver el cielo estrellado

    juntos, que podamos ver el mar

    por favor, el trasplante no, ya

    vers que encontraremos un

    donante dijo ella llena de

    confianza. Y as fue, meses

    despus encontraron un donante.

    Hubo que esperar un poco para

    que La se acostumbrara

    nuevamente a ver la luz, los

    colores, pero al fin lo logr. Ahora

    ambos iban juntos a ver el mar, al

    lago a ver las estrellas, y a ver

    pelculas. Lo mejor, ahora La

    poda ver el rostro de Max, poda

    ver su sonrisa y ese brillo especial

    en sus ojos. Despus, uno de los

    das ms felices de su vida lleg, el

    da de su boda. Al tener a La

    enfrente, por la mente de Max

    pasaron todos aquellos momentos

    desde el momento que la vio en

    la estacin y se enamor de ella,

    haca ya ms de dos aos de eso

    y ahora les quedaban muchos

    ms para pasar juntos. Pasaron

    muchas primaveras coloridas,

    veranos divertidos, otoos

    alfombrados y blancos inviernos.

    Tuvieron sus hijos, los vieron dar sus

    primeros pasos, crecer, y formar

    tambin sus familias. Cumplieron

    fieles la promesa de amarse

    siempre, hasta que, tras ochenta

    hermosos aos de casados,

    siendo ochenta y tres de

    conocerse, y compartir juntos sus

    tristezas, alegras, decepciones y

    triunfos, Max dej este mundo.

    Meses despus La se fue tambin,

    para estar nuevamente junto a l.

    Se fueron juntos, pero se fueron

    dejando un legado de verdadero

    amor en su familia y la leccin de

    ver siempre con el corazn.

    Aprende a ver con el corazn, lo

    esencial es invisible ante los ojos. -

    Antoine de Saint-Exupry

    ngel Castillo y Juan Garca, Ganadores del Primer Lugar Los ganadores, acompaados de autoridades

    acadmicas

    Pag. 7

  • Monlogo sobre una

    tumba

    A veces creo que escucho tu voz atravesando la fra piedra,

    hermano, por eso me gusta

    acostarme aqu, me siento

    refugiada, a salvo, como aquellos

    veranos en los que despus de

    correr por todo el pasto verde,

    cansada, me sostenas entre tus

    brazos para llevarme a casa,

    escuchaba el latir de tu corazn,

    el respirar de tus pulmones, como

    un arrullo de tu cuerpo,

    hacindome caer en un profundo

    sueo.

    Y despertaba ya en mi cama, con

    un nuevo da esperndome.

    Ahora, slo escucho la lluvia, el

    silencio, un eco de la naturaleza

    que disfraza tu voz, apenas puedo

    percibirla, pero esta all, lo se,

    estoy segura de ello.

    Lamentablemente slo yo puedo

    escucharte, o eso quiero pensar,

    no he querido decirle a nadie, te

    convertiste en mi secreto, mi

    santuario. No te enojes conmigo,

    hermano, siempre me decas que

    era una celosa, y si, lo soy.

    No quiero compartirte al mundo,

    slo yo soy tu hermanita, slo a mi

    me tienes.

    Quisiera poder reunirme ya donde

    tu estas, all abajo, vi como te

    bajaban, encerrado en ese

    pequeo atad, con destino al

    cielo Por qu entonces dicen

    que Dios esta en el cielo? Si

    entierran a los muertos en la tierra.

    No, el cielo no puede estar en el

    cielo.

    El cielo esta en la tierra, bajo de

    mi, donde tu estas ya

    descansando.

    Acaso Dios no me quiere? No

    pens lo mucho que nos haras

    falta? Ya no puedo salir a jugar,

    no hay nadie ms que me cuide,

    tengo que mantenerme en casa,

    y, debo confesarte, que siempre

    veng aqu contigo sin permiso de

    mam.

    Pero nunca me encuentra, no se

    le ocurre buscarme aqu, quisiera

    pensar que eres tu quien de cierta

    forma la distrae, para que pueda

    seguir visitndote, y no te

    preocupes, seguir viniendo, no

    voy a dejarte nunca.

    No como tu me has dejado a mi.

    Hoy no fui a la escuela, aunque

    mam cree que an sigo all, no

    te enojes, hermano, Slo quera

    verte! Acostarme aqu, en tu

    tumba, charlar contigo, porque

    no puedo evitar ponerme a llorar

    a medio camino a la escuela, me

    duele ver tantas veces ese

    sendero donde tu y yo

    andbamos, nunca me haba

    dado cuenta de lo grande y

    vaco que era hasta que te

    marchaste.

    Le tengo miedo al mundo, ya no

    estas para cuidarme Cmo

    lograr sobrevivir yo sola? Quin

    Pag. 8

  • alejara a los monstruos por la

    noche? Quin me cargara

    cuando este cansada?

    Por qu no pudiste irte sin

    arreglar todo esto?

    Mam ha cambiado, ya no sonre

    como antes, es como si al irte

    tambin parte de ella le hubieras

    arrancado Me abras quitado

    algo a mi tambin? Por qu no

    pudiste llevarnos a mam y a mi

    contigo? En lugar de dejarnos

    aqu solas, incompletas,

    extrandote.

    Tenemos una foto de ti en casa,

    en tu altar, un altar al que mam

    no deja de mirar todo el da, ya

    no canta, su comida no sabe

    igual, la casa esta sucia, la

    escucho llorar por las noches, la

    veo cada da ms plida, ms

    dbil, ms delgada.

    Y me da miedo mirarme al espejo,

    no quiero averiguar que todo eso

    a mi tambin me pasa.

    Nunca te cansabas de decirme

    que eras el hombre de la casa,

    que tu deber era cuidarnos a las

    dos Has visto como nos has

    dejado? Tu no eres as, hermano,

    tu siempre me hacas sonrer

    cuando estaba triste, siempre

    ayudabas a mam a cargar

    cosas pesadas, siempre eras tu

    quien rezaba antes de comer.

    Y ahora en la comida slo hay

    silencio.

    La puerta de tu cuarto esta

    cerrada, mam no me permite

    entrar all nunca, pero por las

    noches, me despierta su llanto, y

    es porque jurara que no esta en

    su cuarto, sino en el tuyo, al lado

    del mo, me da miedo, me tapo la

    cabeza con la almohada e

    intent dormir, porque dormida es

    ms fcil vivir, as no tengo que

    recordar lo que esta pasando.

    Recordar que le estoy hablando a

    una fra losa de piedra, en lugar

    de a mi hermano.

    Y ya no he soado, no desde que

    tu te fuiste Recuerdas aquel

    sueo que siempre tena? Dnde

    estaba en un barco, uno muy

    grande que navegaba por la

    playa de nuestro pueblo, todo el

    mundo estaba all, miraban

    asombrados nuestro barco, los

    peces saltaban de un lado a otro,

    la brisa haca mover mi largo

    cabello.

    Y tu estabas all...

    Sonriendo...

    Pero ya ni eso me queda,

    seguramente es tu culpa, debiste

    haberte llevado el barco al cielo,

    Es eso verdad? Recuerdo que

    alguna vez me dijiste que

    tendramos uno, tal y como te lo

    describ en mis sueos, no cre que

    tendra que esperar a llegar al

    cielo para poder verlo.

    Pero por favor, no lo uses antes de

    que yo llegue, me esperars

    Verdad?

    No se s exista alguna forma en la

    que yo pueda reunirme contigo,

    ya no me gusta estar aqu, a

    veces pienso que fue todo el

    mundo el que realmente se

    movi, y que tu te quedaste en el

    mismo lugar, porque ya todo es

    distinto, el suelo, el cielo, el

    camino, la casa, mis amigos,

    mam, mis muecas, mi cuarto, el

    espacio, el aire, la inmensidad, las

    estrellas, los olores, las

    Pag. 9

  • sensaciones, el agua, la comida,

    mis zapatos, los sonidos, el amor,

    mi cabello, la vida.

    Ya las flores que todos te haban

    trado estn marchitas, murieron,

    las quite de aqu, me da miedo

    pensar que lo mismo te esta

    pasando a ti, que dentro de esa

    oscuridad, en ese atad, como

    una flor sin luz ni agua poco a

    poco te marchitas, te pudres,

    Qu quedara de ti entonces?

    No necesitas nada? Tan slo

    tienes que pedrmelo, y yo te lo

    traer.

    Slo pdemelo, y yo me quedo

    contigo.

    No quiero que me veas llorar,

    perdname, slo soy una nia

    tonta Qu se supone que debo

    de hacer? No puedo cargar cosas

    pesadas, los monstruos me van a

    comer cuando me vean sola,

    tengo que ser ms fuerte, eso me

    han dicho, que mam y yo

    debemos estar unidas para poder

    superar tu prdida.

    Pero no estamos unidas.

    al contrario, tal parece que somos

    completas extraas, no me habla,

    a veces me percato de que me

    mira cuando yo no la veo, como si

    intentara decirme algo sin abrir la

    boca, a ella, que an sigue aqu

    conmigo, no puedo escucharla.

    Pero a ti te escucho, puedo or tu

    voz susurrarme palabras, Quin

    de ustedes dos estar ms lejos

    entonces?

    Me siento triste, vaca, enferma.

    Hermano, Qu debera hacer?

    Esta claro que no puedo

    acompaarte, puedo sentir tu

    desaprobacin, pero no quiero

    seguir aqu, en este mismo lugar

    donde todo es diferente.

    Por qu no hacer mi casa aqu?

    Contigo, en esta tumba, quisiera

    que fuera mi nuevo hogar, mi

    nuevo todo, he visto rboles que

    dan frut en este cementerio,

    puedo comer de aqu, baarme

    con esta lluvia con la que me

    hablas, no necesito ir a la escuela,

    no quiero aprender ya nada ms,

    slo quiero que pase el tiempo, mi

    vida, morirme aqu, encima de ti,

    as podras encontrarme y

    cuidarme en el cielo.

    Qu te parece?

    No enmudezcas, no dejes de

    hablarme, la lluvia se esta

    acabando, estoy empapada, tu

    tumba es fra, no quiero moverme,

    no tengo energas para

    levantarme, prefiero

    desvanecerme aqu, no me voy a

    ir, ya no puedes impedrmelo, no

    tienes ya ningn poder sobre mi,

    no puedes cargarme y llevarme a

    casa.

    As que no me voy, aqu me

    quedo, contigo, hermano.

    Dejare que se me vallan las

    energas, dormir aqu, tal vez te

    encuentre del otro lado, en mis

    sueos, poder navegar contigo en

    los mares del cielo, siempre juntos.

    Puedo sentirlo, la calidez del lugar

    donde debes estar, as me

    describen en la escuela el cielo,

    me alegra ver que es verdad, que

    pude hacer como tu debiste

    hacer, siento como mi alma se

    ensancha, no se arranca de mi

    cuerpo, sino que la calidad me

    abraza, me levanta...

    Pag. 10

  • Y el camino se torna inusual, pues

    no es extrao, pero si lejano, lo

    siento como un vivo recuerdo, un

    movimiento constantes que poco

    a poco me limpia, la calidez es

    total, un abrazo fuerte que me

    confiere de calma, no quiero abrir

    los ojos, temo que esto sea slo un

    sueo, temo despertar de pronto,

    volver a sentir la fra losa de piedra

    que ahora eres, la lluvia fra con la

    que me hablas, seguramente ya

    abra acabado, te abras callado.

    Dejndome otra vez sola.

    Efectivamente, por fin los ojos

    abro y estoy sola, se me escapan

    unas lgrimas, porque no

    consegu el cielo, y aqu, en mi

    cuarto, acostada en mi cama, te

    reprocho pues no me permites

    acompaarte, y de alguna

    manera has conseguido

    cargarme, Eras tu verdad? Por

    qu vienes slo para cargarme de

    vuelta a casa?

    ...como solas hacer...cuando

    estabas con nosotras...

    La lluvia golpea intensamente la

    ventana de mi cuarto, se trata de

    una tormenta, una muy grande, y

    tu, de donde sea que saliste, me

    trajiste de vuelta a casa, pude

    sentirte, y no abra los ojos porque

    a pesar de estar consciente

    estaba dormida.

    Porque donde estas te puedo

    encontrar en mis sueos, por eso

    pude sentirte dormida, mientras

    me traas a casa, hermano, como

    siempre hiciste mientras vivas.

    Y continuas haciendo despus de

    tu muerte, aunque ya no visible,

    en otra parte ms lejana donde

    no puedo mirarte, lo hiciste, a

    pesar de todo, de una manera

    ms total.

    Pag. 11

  • Pag. 12

  • EL PRECIO

    DE LA GUERRA

    Estoy sentada en una banca en la calle, frente a la crcel de la

    ciudad. El cielo est nublado,

    pero an as, se puede notar su

    color azul tan distintivo. Los rboles

    bailan al ritmo del suave y helado

    viento que habita en el ambiente.

    El aire est tan fro que hace que

    mis ojos se sequen y mis mejillas y

    nariz se pongan ms fras y rojas

    de lo normal. El suelo est lleno de

    polvo y nieve que cay por la

    noche y unas cuantas hojas secas

    de color caf, se esparcen como

    alfombra sobre todo el lugar.

    Llevo sentada aqu varios minutos,

    tal vez horas, perd la cuenta

    hace mucho. Me duele la espalda

    de estar tanto tiempo en la misma

    posicin; mi cuerpo se ha

    entumecido de tanto esperar a

    que el fro se vaya de mi cuerpo y

    as yo me pueda mover. Mis botas

    no sirven de mucho para cubrir

    mis pies, aunque tenga dos pares

    de calcetines puestos. En mis

    manos sostengo una taza de

    chocolate caliente que me

    prepar antes de salir de casa,

    hace ya cuatro horas. Ya est

    vaca y por lo tanto fra, as que no

    me sirve de mucho tenerla entre

    mis manos; sin embargo, mis

    manos se obligan a mantenerse

    alrededor de ella.

    Recuerdo que ste sola ser un

    lugar feliz, donde las familias

    podan disfrutar una soleada

    tarde de risas y diversin. Ahora es

    un lugar triste, gris y lleno de

    amargura y lo nico que queda

    de ese en otro tiempo clido

    lugar son los recuerdos, de las

    personas. Antes, la crcel sola

    ser el Edificio Principal de la

    ciudad; aqu se llevaban a cabo

    diversos eventos, que iban desde

    fiestas y carnavales hasta

    votaciones y juntas del Congreso.

    Todo el mundo vena aqu a

    conseguir empleo, o a publicar

    alguna queja o sugerencia, o

    para pasear con amigos.

    La banca en la que estoy sentada

    perteneca al Parque de los

    Topos. Se llamaba as porque

    antes todos los domingos los topos

    salan a buscar comida, que

    generalmente robaban a las

    familias que solan convivir ah.

    Todos ramos felices y

    convivamos sin ningn problema,

    hasta que la Gran Guerra lleg.

    Ocurri cuando yo tena al menos

    unos tres aos; pero an se

    pueden ver los estragos que

    caus. Segn la historia, sta

    guerra comenz cuando el rey de

    un antiguo pas al que las

    personas llamaban Suecia,

    atac al monarca de

    Liechtenstein sin ninguna razn.

    Al parecer esto fue lo que

    Pag. 13

  • ocasion una tercera Guerra

    Mundial. Rpidamente el mundo

    se vi dividido en dos grandes

    bandos: La Resistencia, formado

    por quienes apoyaban a

    Liechtenstein y La Fuerza, liderada

    por Suecia. La Resistencia trat de

    evitar la guerra a toda costa y

    arreglar todo de la manera ms

    pacficamente posible, pero La

    Fuerza, se negaba a escuchar o a

    hablar con alguien que no la

    apoyase. La Fuerza, quera guerra

    a toda costa. Nadie sabe por qu,

    ni para qu, simplemente decidi

    atacar a un pas dbil y

    aprovecharse de l. Y as fue

    como el mundo que conocemos

    cambi radicalmente: los pases

    dejaron de ser pases para

    transformarse en territorios de

    guerra; las familias se disolvieron y

    los amigos se dieron la espalda.

    Todo era un caos y donde quiera

    haba guerra, no haba ningn

    lugar al cual escapar o

    esconderse. Tenamos la opcin

    de pelear para defender a los

    inocentes, o morir siendo un mrtir.

    La guerra dur nueve aos, nueve

    aos en los que el mundo estaba

    peleado consigo mismo; nueve

    aos en los que no se vea la luz y

    la esperanza se perdi. Ahora,

    cuatro aos despus, todo el lo

    que se form est tratando de ser

    reparado. Las naciones que se

    conocan se han eliminado

    totalmente, ahora el mundo est

    dividido en tres secciones: La

    Comunista, La Monrquica y La

    Democrtica. Ninguna seccin

    tiene relacin con la otra y no

    est permitido que se hable mal

    de las dems secciones. No

    puede haber tratados entre las

    secciones, el nico acuerdo que

    hay es el Acuerdo de la Paz, el

    cual estipula:

    Ninguna seccin ser

    responsable de la infelicidad de la

    otra. Todos sern tratados con

    igual dignidad y respeto. La paz

    ser el objetivo primordial para la

    coexistencia entre las secciones. El

    egosmo y la avaricia son nulos en

    la convivencia de los hermanos.

    Ninguna otra guerra ser

    declarada y ninguna pelea

    quebrantar la tranquilidad de las

    secciones.

    Sin embargo, no creo que sirva de

    mucho. No siempre vamos a

    poder estar en paz, como

    tampoco se puede evitar

    relaciones con las otras secciones.

    No todo puede ser perfecto. Pero

    bueno, yo no soy quien para

    decidir cambiar o no, la forma en

    la que el Nuevo Mundo deba

    organizarse, es por eso que estoy

    aqu en la crcel, esperando para

    ver a mi padre.

    En la Seccin Monrquica, que es

    donde vivo, slo se puede visitar a

    los prisioneros los domingos de

    2:00 a 7:00 de la noche. Ya son las

    tres de la tarde y no he podido

    entrar por esperar a mi hermano.

    La razn por la que tengo que

    esperarlo, es porque desde que la

    guerra termin, vivimos en

    diferentes lugares. Sus ideas

    diferentes a las nuestras, lo

    llevaron a vivir a la parte rica de la

    seccin. Antes de todo el

    embrollo de la guerra, mi

    hermano era muy bueno

    Pag. 14

  • conmigo; me ayudaba cuando

    tena algn problema, jugbamos

    casi todo el tiempo y si yo haca

    algo malo o rompa alguna cosa,

    l se echaba la culpa para que

    yo pudiera salir libre de castigo.

    Ahora, slo nos vemos una vez a

    la semana y cuando hablamos

    terminamos peleando. Creo que

    l viene por obligacin, porque

    de algn modo se siente culpable

    de que mi padre est aqu; lo

    culparon de confabular contra La

    Resistencia, hacindose pasar por

    un doble espa que pasaba

    informacin sobre las estrategias

    de guerra. Claro que eso, no fue

    cierto, mi padre es un hombre

    honesto y derecho, que nunca

    traicionara a su gente ni a la

    causa por la que luchaban; pero

    si entre las pruebas est el

    testimonio de su propio hijo,

    donde indica que ltimamente

    haba estado observando una

    conducta notablemente

    sospechosa, en mi padre, es

    obvio que termine tras las rejas.

    Todo esto ha sido muy

    abrumador, ya no s si la lealtad

    de mi hermano est con su

    familia, o con la gente que cree

    en las mismas cosas que l.

    Por fin, despus de esperar por

    horas, veo como una silueta viene

    caminando desde el oeste en

    direccin a m. Se detiene a unos

    cuantos centmetros de m y

    despus de unos segundos, se

    sienta en la banca.

    -Hola.-me saluda sin mucho

    nimo.

    -Hola, Cmo has estado?-trato

    de saludar a mi hermano con un

    poco ms de entusiasmo, pero

    estoy segura que son de la

    misma manera que l.

    -Igual que siempre, y t?-me

    contesta fingiendo inters.

    -Bien, no mucho ha cambiado

    desde la semana pasada.-la

    tensin era obvia entre nosotros

    dos.

    -Que bueno, me alegro.-Sigue

    fingiendo.- Ests lista para entrar?

    -No-contesto con seca sinceridad-

    pero tengo que hacerlo.

    -De acuerdo, caminemos.

    Nos levantamos y cruzamos la

    calle para llegar a la crcel.

    Nunca me ha gustado venir a ste

    lugar, es demasiado triste y

    decrpito. Me da demasiada

    lstima ver a los prisioneros que ya

    son de la tercera edad: los tratan

    como si fueran unos perros

    callejeros, que lo nico que hacen

    es estorbar. De hecho, nadie es

    tratado con respeto, a todo el

    mundo se le grita, los patean, les

    pegan y a veces les escupen.

    Nadie tiene dignidad y nadie es

    tratado como un verdadero ser

    humano. En sta crcel, sus

    prisioneros son nada.

    Entramos por las grandes

    puertas metlicas y como siempre

    pasamos por el detector de

    metales y somos cateados por un

    polica que vigila la puerta.

    Nos guan por una puerta de

    caoba que nos lleva a un

    pequeo cuarto gris. Nos hacen

    despojarnos de nuestras

    pertenencias, que no son muchas:

    mi hermano trae consigo una

    libreta y una pluma y yo solo

    traigo la taza de chocolate vaca.

    Pag. 15

  • Despus salimos del cuarto y

    pasamos por un gran arco de

    metal con un letrero que dice:

    Prisioneros an por juzgar. Era

    muy doloroso entrar a esa sala y

    ver que tu padre est sentado en

    la misma silla de siempre, slo que

    con un nuevo moretn en una

    nueva parte del cuerpo. Mi padre

    trata de disimularlo, pero es obvio,

    que cada vez que se mueve

    esconde una mueca de dolor.

    -Mis nios-dice mi padre en

    modo de saludo.

    -Pap-digo y voy corriendo

    hacia sus brazos, tratando de ser

    lo ms delicada posible para no

    lastimarlo ms.

    -Padre.-dice mi hermano, de una

    manera tan seria, que me

    provoca verlo con cara de odio.

    -Cmo est tu madre?-me

    pregunta y a m se me encoje el

    corazn al contestarle:

    -Muy bien. Mucho mejor que

    antes.

    No me gusta mentirle a mi pap;

    pero es la nica manera de

    tenerlo un poco ms tranquilo en

    este lugar tan abrumador. Desde

    que mi padre fue condenado mi

    madre se sumi a una depresin

    enorme. No coma nada de lo

    que cocinbamos; nos sala a

    ningn lugar y no hablaba con

    nadie acerca de nada. Para ese

    tiempo, mi hermano ya se haba

    ido de la casa, as que me toc a

    m hacer de todo: cuidar a mi

    mam; cuidarme a m misma;

    conseguir comida; conseguir un

    trabajo para mantener a la familia

    y venir a visitar a mi pap para

    que se sintiera apoyado. Con el

    tiempo, mi mam se fue

    mejorando, pero nunca volvi a

    ser la misma. Y por esa razn mi

    mam no viene a la crcel

    conmigo, dice que es demasiado

    para ella ver a sus esposo de esta

    manera. Concuerdo con ella en

    eso, es demasiado difcil ver a un

    ser querido en un lugar como este;

    sin embargo, mi vieja mam

    hubiera hecho el intento por venir

    todos das a todas horas sin

    importar lo difcil que fuera.

    -Tengo noticias-la voz de mi padre

    interrumpe mis pensamientos y me

    traen de vuelta a la realidad.

    -Noticias buenas?-pregunto con

    una ligera luz de esperanza en mis

    ojos.

    -Buenas? Excelentes!-mi padre

    est entusiasmado.

    Una sonrisa se acomoda

    instantneamente en mi boca y

    mi hermano parece que sonre

    tambin.

    -Cul es?-pregunta mi hermano

    quitndome las palabras de la

    boca.

    -La semana siguiente ser mi

    juicio.

    Mi hermano y yo intercambiamos

    miradas.

    -Y la parte buena es.-dije sin

    entender muy bien lo que

    pasaba.

    -La noticia buena es que, habl

    con mi abogado y me dijo que no

    tienen las pruebas suficientes para

    mandarme preso. Por fin podr

    salir de aqu y ser libre! Siento

    como mi cara se moja al

    momento que una lgrima cae

    por ella.

    Pag. 16

  • -Eso esasombroso.-no tengo ms

    palabras para expresar lo

    magnfico que esto se siente. El

    saber que por fin estar otra vez

    en la casa conmigo, con mi

    mam y que algo por lo menos

    regresara a la normalidad me

    haca tan feliz que tengo ganas

    de hincarme y darle gracias a

    Dios.

    Justo en ese momento, un hombre

    uniformado abre la puerta y dice

    con una voz ronca:

    -El seor necesita arreglar unos

    asuntos acerca del juicio. El

    tiempo por hoy se ha acabado.

    Mi hermano y yo asentimos y nos

    despedimos de mi padre con un

    abrazo y un beso en la mejilla.

    Antes de salir pasamos por el

    cuarto gris para recoger nuestras

    cosas y despus salimos de la

    crcel para toparnos con el

    radiante sol de la tarde.

    -Bien-comienzo a hablar y noto

    como mi hermano tambin va a

    decir algo; sin embargo, se calla

    para dejarme hablar.-Supongo

    que nos veremos la semana

    siguiente.-me dispongo a irme,

    pero mi hermano me toma por el

    brazo para detenerme.

    -No, espera-sopesa un momento si

    continuar o no, al final lo hace:-Ir

    contigo.

    -A dnde?-pregunto extraada.

    -A casa-me lo dice tan seguro que

    no me atrevo a decirle otra cosa,

    as que empezamos a caminar

    por la Avenida Principal.

    Al parecer, los tiempos s mejoran.

    Mi padre saldr de la crcel, mi

    mam volver a ser la que era

    antes y mi hermano regresar a la

    casa. Pens que despus de todo

    el suplicio y destruccin que haba

    provocado la Gran Guerra, nada

    volvera a ser igual y estaramos en

    un abismo de eterna oscuridad sin

    saberlo en realidad. Tal vez no

    pueda cambiar la forma en la

    que el mundo se rige, o la forma

    en la que vivimos, pero de lo que

    s estoy segura es de que al final,

    todo se resuelve; nada termina

    mal, no todo puede seguir de la

    misma manera por mucho

    tiempo. Hay que aprender a tener

    esperanza en los momentos

    difciles.

    FIN.

    Pag. 17

  • Oratoria es una palabra que proviene del vocablo latino oratora y que est vinculada al arte de hablar

    con elocuencia. El objetivo de la oratoria suele

    ser persuadir; por eso, se diferencia de

    la didctica (que busca ensear y transmitir

    conocimientos) y de la potica (intenta deleitar a

    travs de la esttica).

    La oratoria, por lo tanto, pretende convencer a

    las personas para que acten de una cierta manera

    o tomen una decisin. Por ejemplo: La oratoria del

    vendedor me convenci y termin llevndome tres

    pares de zapatos, Mi to tiene una gran oratoria, por

    eso trabaja en el rea de las relaciones pblicas.

    El surgimiento de la oratoria como arte de hablar en

    pblico no puede precisarse en una fecha exacta.

    Los historiadores creen, de todas maneras, que sus

    orgenes como especializacin del discurso estn

    en Sicilia, aunque los griegos fueron quienes la

    elevaron como instrumento de prestigio y poder

    poltico.

    Scrates, por ejemplo, fue el fundador de una

    escuela de oratoria en Atenas que intentaba formar

    hombres instruidos y guiados por ideales ticos para

    asegurar el progreso del Estado. Haba funcionarios,

    sin embargo, que recurriran a los servicios de

    lolgrafos (quienes redactaban los discursos).

    Pag. 17

    El pasado 28 de febrero nuestra

    institucin fue magistralmente

    representada por el joven Jos

    Alfredo de Jess Aguayo Guerrero,

    quien obtuvo el primer lugar en la

    primera etapa del reconocido

    concurso Sentimiento Juarista.

    En este certamen, que busca

    difundir el ideario y la obra poltica

    del Benemrito de las Amricas,

    participaron la Universidad Politcnica de Altamira (sede del

    evento), la Universidad Tecnolgica

    de Altamira y el Instituto de Estudios

    Superiores de Tamaulipas, que

    result ganador con el tema

    "Prctica de valores, fundamento

    de una sociedad progresista".

    Acompaaron a Jos Alfredo,

    nuestro campen en este evento,

    el Lic. Alfredo Castillo Gonzlez, la

    Lic. Victoria Guadalupe Del ngel

    Cisneros y la Lic. Celia Estrella

    Chvez. Felicidades a nuestro

    ganador, por su excelente

    desempeo y le deseamos el xito en las siguientes etapas.

    Pag. 18

    http://definicion.de/artehttp://definicion.de/didactica/http://definicion.de/personahttp://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%B3crateshttp://definicion.de/estado/

  • Haba una vez un velero que tena un mstil roto, navegando por el mar perdido

    pero siempre destacando de otros.

    Era un velero blanco asustado, su corazn

    expuesto al mar en su interior un deseo de

    una nueva historia, cario y pasin.

    Aun recuerdo aquel da, cuando ese

    velero encontr y humildemente le dije, yo

    tu mstil curare. Naveguemos juntos le dije

    y busquemos un nuevo amanecer yo

    prometo no fallarte, slo amarte hasta el

    anochecer.

    (Annimo)

    El da que conoc a un ngel de l me enamore, por su ternura y presencia de rodillas

    lo observe.

    Ese ngel era puro y con alitas de miel, y

    aunque se esfum lo juro con su imagen vivir.

    ngel de mi corazn ahora eres mi razn por la

    cual hago todo con tanto amor.

    Si yo tuviera tus alas siempre feliz estuviera, de

    ver que a m alrededor la dulzura corriera.

    ngel de mi corazn vuelve a m y dame una

    nueva ilusin.

    (Annimo)

    Pag. 19

  • CON EL AROMA A CARNE

    ASADA

    Me ofend aquella vez que

    escuche al filsofo de Mxico,

    Jos Vasconcelos decir: Con el

    olor a carne asada comienza la

    barbarie

    Hoy debo inclinar la cabeza ante

    el maestro y reconocer que mi

    pueblo, La Tamaholipa ese

    ltimo reducto de la conquista,

    sigue teniendo los vestigios de la

    barbarie, tierra de Chichimecas,

    tierra de Zetas y Lugartenientes,

    me confundo entre Come

    Crudos Lipanes, Pames, Zetas y

    Golfos, Cul es la diferencia?

    Es Aridoamrica, tierra de nadie,

    donde los Dioses no alcanzaron la

    conciencia de los hombres,

    donde la Cruz de Jess se cambia

    por la Santa Muerte y el Campo

    Santo, por fosas clandestinas.

    Ante ellos, los Huastecos se

    replegaron y hoy en da la gente

    con recursos y ya cansada del

    abuso abandona mi tierra. Los

    dems, guardamos silencio ante

    nuestros muertos.

    Perome pregunto es mi pueblo

    el responsable? Ese pueblo

    producto del nativo spero y

    rudo, que lucho en la sierra por su

    supervivencia, que cazaba

    venados para comer, que se

    fundi en las misiones con los

    colonos que Escandn convenci

    de expandir el reino de Dios.

    Es el hijo del cuerudo, de los olives,

    nieto de Escandn, de Pedro Jos

    Mndez, de Carrera Torres o son

    los arribistas que no les cost sudar

    su tierra, con el acento mocho del

    sur, que despoj al hombre de su

    cosecha.

    Pueblo mgico, frontera chica, la

    faja de oro, el corral de la patria.

    Comercio, petrleo, ganadera y

    pesca, hoy agonizan, entre lucha

    de mafiosos sin arraigo, ni

    identidad

    Demostremos al maestro

    Vasconcelos, que hoy el pas

    entero come carne asada; pero

    que ste nuevo fenmeno no

    tiene arraigo en nuestra patria,

    son hurfanos extranjeros, que no

    tienen familia o al menos no la

    aman, que no aman la tierra,

    porque ninguna madre ensea a

    sus hijos a tirar balas ni a cortar

    cabezas, a tablear a su hermano

    o cortarlo en mil pedazos. Un

    buen hombre ensea a sus hijos a

    trabajar no a robar a su hermano.

    S, el olor a carne asada surgi en

    el norte de Mxico, pero este otro

    siniestro problema no es nuestro.

    Es verdad que encontr tierra frtil

    en ella y en el hermano migrante

    y en ms de un ambicioso

    compatriota sin escrpulos.

    Hoy, al tamaulipeco de origen, el

    que se gan el gentilicio con el

    tiempo y su oficio, o porque sus

    hijos nacieron en este rincn de

    Mxico. Ese tamaulipeco que

    duerme arrullado por las balas y

    granadas, que ha cambiado sus

    horarios de vida y no por ahorrar

    Pag. 20

  • energa, sino para esquivar los

    enfrentamientos entre los

    discpulos de salvatrucha y de la

    mafia Rusa. Ese tamaulipeco, que

    ya no puede dormitar a la

    margen del ro, ese tamaulipeco

    que ya no saca sus sillas a la

    banqueta para jugar lotera, que

    ya no camina en la playa bajo la

    luna y ya no va de compras a la

    frontera.

    A ese Tamaulipeco, con orgullo y

    la frente en alto, hoy les digo:

    VIVA TAMAULIPAS, ALTIVA Y

    HEROICA!

    Mara de los ngeles Romero

    Chvez

    Pag. 21

  • El SIGNO COMO

    CAPACIDAD DE UNA

    VERDADERA

    COMUNICACIN Y

    CONVIVENCIA SANA Y

    ARMNICA

    Cuando tenemos sed, vamos al

    refrigerador en busca de alguna

    bebida, al ver un envase

    podemos decir que es signo

    inmediato de que nuestra sed

    ser saciada, pero si el envase

    est vaco nos llevamos una

    decepcin y nos quedamos con

    sed, el envase y el lquido que

    contiene son indispensables para

    calmar nuestra sed, no pueden

    estar uno sin el otro en nuestro

    refrigerador, as es el signo y

    significado, no pueden estar

    separados, un signo vaco no nos

    sirve ni nos satisface de ninguna

    manera, pueden existir signos

    vacos sea porque no tienen un

    significado y/o valor, o tal vez

    simplemente porque lo ignoremos.

    El signo ha sido desde el inicio de

    la existencia humana un elemento

    esencial para comunicarnos, todo

    es signo, igualmente todo tiene

    una referencia significativa de

    acuerdo tanto a la historia como

    a la cultura, al ambiente del

    hombre, as como de su poca.

    Pero entremos en lo que pudiera

    abrirnos un poco ms nuestra

    visin del signo y distinguirlo del

    smbolo, esto ya que como somos

    hombres y mujeres de signos o

    smbolos, buscamos siempre signos

    que nos identifiquen, que nos

    ayuden a entender, nos den un

    mensaje, nos orienten, y a veces

    signos que le den sentido a

    nuestro ser, a nuestra existencia.

    Signo, segn el Diccionario de la

    Real Academia, viene del lat.

    signum. Objeto, fenmeno o

    accin material que, por

    naturaleza o convencin,

    representa o sustituye a otro. El

    que nos hace venir en

    conocimiento de algo por la

    analoga o dependencia natural

    que tiene con ello.

    Smbolo.

    (Del lat. simblum, y este del gr.

    ).

    1. m. Representacin

    sensorialmente

    perceptible de una

    realidad, en virtud de

    rasgos que se asocian

    con sta por, una

    convencin

    socialmente

    aceptada.

    2.

    Como deca, a los signos

    podemos darles, de acuerdo a

    nuestra cultura, poca e incluso

    estado de nimo, un valor, ya sea

    real, convencional o sentimental.

    Veamos que el signo, como dice

    la definicin, es un objeto material

    o no, que nos remite a otra

    Pag. 22

  • realidad o nos da a conocer por

    analoga diferente entorno, es

    decir, que nos remite a un

    significado con el cual entramos

    en otra palabra necesariamente

    definible.

    Significado, da.

    (Del part. de significar).

    Contenido semntico de

    cualquier tipo de signo,

    condicionado por el sistema y por

    el contexto.

    El valor real del signo est en lo

    significado, no en el signo u

    objeto, sea este material o

    imaginario.

    As podemos identificarnos con un

    signo que elijamos por sus

    caractersticas, como lo es un

    objeto determinado o un animal

    porque nos identificamos con sus

    caractersticas, es ah donde

    recae su verdadera importancia y

    valor.

    Cuando el signo se centra en el

    objeto llegamos a tener lo que

    llamamos un amuleto, talismn,

    fetiche, esto nos llevar a perder

    el significado y por lo tanto a

    perder identidad.

    Podemos tener signos que son

    objetos materiales, por ejemplo,

    un cantante puede ser signo de

    buena msica, pero si nos

    quedamos solo con la persona, ya

    perdi su significado.

    Hoy en da se nos presentan los

    signos que son ms que el

    significado, es decir que aunque

    sea contradictorio y hasta

    absurdo, tenemos signos vacos sin

    significado, de ah que el signo no

    nos ensee ni traslade a otra

    realidad, ni nos genere

    conocimiento, y a menudo los

    aceptamos sin hacer un

    cuestionamiento. Tenemos varios

    tipos de signos que van desde los

    ms convencionales hasta los que

    nos relacionan con la

    trascendencia y divinidad.

    A lo largo de la historia se han

    usado diferentes objetos para

    identificarse, as a un rey se le

    identifica con un len, alguien

    fuerte se identifica con un rbol

    de madera dura y resistente.

    Aun hoy en da los signos son

    referencia hacia algo por lo que

    debemos buscar el significado. Y

    as poder entrar en contacto con

    el conocimiento, si no

    identificamos los signos o solo lo

    dejamos en el exterior, es decir en

    el objeto material, habremos

    perdido la capacidad de

    comunicarnos y conocer.

    Los signos en la antigedad tenan

    gran valor y eran considerados

    importantes para representar a las

    familias o a las ciudades, y es que

    los identificaba esto debido a que

    a nivel individual eran

    considerados sagrados, es decir

    que eran respetados hasta dar la

    propia vida, as tenemos la

    palabra de honor que se

    respetaba siempre, por lo que

    ahora debemos reconocer los

    signos que nos puedan orientar y

    transporten a una realidad.

    Pongamos algunos ejemplos de

    cmo si no entendemos esto del

    signo, podemos perder valores

    que deben ser perennes y

    conservados para nuestra propia

    realizacin, cuando vemos en la

    carretera o algn sitio una imagen

    de un auricular o telfono,

    Pag. 23

  • entendemos comunicacin, pero

    ahora un telfono mvil o celular

    como le conocemos, ya no nos

    remonta a la comunicacin, ni se

    nos presenta as o ms bien no lo

    vemos as, lo vemos como signo

    de avance tecnolgico, como

    vanguardia o estar a la moda, ser

    originales y nicos pero no en la

    capacidad de comunicarnos,

    aunque an sirven para

    comunicarnos, hace algn tiempo

    deca a este respecto que nos

    hemos vuelto idlatras de un

    aparato que llamamos celular, sin

    importarnos lo que significa, si solo

    quisiramos un celular para

    comunicarnos sera cualquier

    aparato el que nos servira, tal vez

    el ejemplo es muy trivial y hasta

    largo, pero nos puede pasar con

    otros signos, as una imagen que

    tiene un valor sagrado puede ser

    fetiche si nos centramos en el

    objeto, un personaje de los que

    llamamos artistas, cantantes,

    actores, etc., puede ser un dolo

    pero no un smbolo, dolo en que

    importa la persona y no lo que

    hace o si lo hace bien, (incluso sin

    importar su comportamiento

    moral), tal vez por eso pasan de

    moda muy rpidamente.

    Esto ha hecho posible que todo

    sea desechable, aun las cosas

    trascendentales de nuestra

    existencia humana, ya que si

    vaciamos los signos de su

    significado o smbolo, mostramos

    nuestro conocimiento y con esto

    damos nuestra existencia.

    Por eso debemos ver

    detenidamente cules signos se

    nos presentan ahora, cules

    aceptamos pensando que tienen

    un gran valor y cules estn

    vacos, sin significado. No se trata

    de sugerir cules signos se deban

    aceptar y mucho menos prohibir o

    imponer algn signo determinado,

    sino de invitar a un anlisis sobre

    los signos que nos aparecen,

    antiguos y nuevos; como sabemos

    no todo lo pasado es bueno ni

    malo, ni todo lo nuevo es bueno o

    malo; es lo que nos toca distinguir,

    y es aqu donde adquiere su

    importancia el signo puesto que a

    travs de ellos se nos presentan.

    Tenemos signos religiosos,

    llamados sagrados; signos sociales

    o convencionales; signos triviales u

    ordinarios; todos nos sirven para

    comunicarnos bien, debemos

    saber su significado para hacerlo

    en plenitud y adecuadamente.

    As, un signo religioso si no se

    vuelve fetiche, dolo o amuleto;

    nos comunicar adecuada y

    plenamente con el ser

    trascendente, divinidad o como le

    conocemos: Dios.

    Un signo social y convencional nos

    ayudar si conocemos su

    significado y no ha perdido su

    valor para nosotros, a una sana y

    buena convivencia, as como a

    una vida armnica en sociedad;

    ejemplos sencillos seran el saludo,

    alto, siga, ceda el paso, lugar

    reservado para estacionar autos

    de discapacitados, etc.

    Mtro. No Gonzlez Martnez,

    Pbro.

    Pag. 24

  • CruciGrama

    1

    2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13

    14

    15 16 17

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    29 30 31 32 33 34 35

    36

    37 38

    39 40

    42 43 44

    45

    46 47 48 49 50 51 52

    53

    54 55

    56

    57 58 59 60

    61

    62 63 64 65 66 67 68 69

    70

    71

    72 73

    74

    HORIZONTALES VERTICALES 1.- Edad, poca. 4.- Parte de la gramtica que estudia el origen de las palabras, la razn de su existencia, significacin y forma. 14. Letras de ajo en desorden. 16. Rama de la fonologa que estudia el fenmeno lingstico desde el punto de vista del receptor. 17. nico. 18. 200 en caracteres romanos. 19. Relacin escrita de lo sucedido en una junta (inv.). 21. Sonido articulado, susceptible de Integrarse en slabas y palabras (inv.). 24. Vocales de morir. 25. Transcripcin fonolgica de ca. 26. Smbolo de la plata. 28. Nacional Financiera (siglas). 29. Alfabeto no fontico de uso comn para escribir. 35. Voz. Sonido que se produce

    2.- Ser una palabra o frase representacin de una idea, o pensamiento o cosa material (inv.) 3.- Vocales de calor. 4.- Letras intermedias de seda. 5.- Pronombre personal de la segunda Persona del singular. 6.- Gramema de diminutivo. 7.- Lexema de mimar. 8.- Letras de veo en desorden. 9.- Lexema de lana. 10. Lente. 11. Afirmacin (inv.). 12. Especie de chasquidos que, en combinacin con otros sonidos del habla se usa en ciertas lenguas africanas. 13. Ciencia que estudia el funcionamiento de los rganos (inv.) 15. Lingsta que form parte de la

    Pag. 25

  • Mediante los rganos de fonacin. 36. Modo propio y caracterstico de sonar de la voz humana. 37. Dcese del estudio de una lengua en mento determinado, sin considerar evolucin a travs del tiempo (inv.). 38. Slaba de modificador. 39. Consonantes de arena. 40. Tercera persona del plural del presente del verbo ser. 41. Slabas de admitido. 42. Vocales de feliz. 43. Slaba de bonito. 44. Vocales de maz. 45. Lexema de origen griego que Significa tierra. 47. Nombre de nota musical (inv.). 49. vocales de lujo. 50. Alcohol de caa. 51. Consonantes de arado. 52. Consonantes de tose. 53. Elemento que, integrado al significado constituye el signo lingstico, segn Saussure. 54. Vocales de Asis. 55. Vocal repetida. 56. Consonantes de tos. 57. Pronombre sustituto de O. D. 58. Pronombre posesivo de primera Persona, masculino (inv.) 59. Consonantes de coco. 60. Siglas de ferrocarril (inv.). 61. Onda sonora inarticulada, es desorganizada y ms o menos fuerte y desagradable (inv.) 65. Sonidos reflejados. 67. Desocupada. 70. Sonido producido por repercusin de otro (inv.). 71. Nombre de nmero. 72. Mnima unidad lingstica con significado, con la cual se integran las palabras. 73. Canto potico. 74. Elemento lingstico integrado por Significado y significante (inv.).

    Escuela Fonolgica de Praga y estudi el Lingstico a partir de las afasias. 16. Rama de la fsica que estudia las caractersticas de los sonidos en general (inv.) 18. Manera como la fonologa opone dos elementos para advertir sus semejanzas y diferencias. 20. Vaso para beber cerveza. 22. Denominacin que da Trubetskoy a los rasgos que caracterizan no a un fonema, sino a una secuencia de estos. 23. Una de las ramas de la lingstica. 26. Slaba de gatito (inv.). 27. Segn Trubetskoy, diferencias que consisten en el mayor o menor grado de una cantidad observada en una serie de fonemas. 30. Principio lingstico establecido por Marinet que consiste en obtener el mximo efecto con el mnimo mnimo esfuerzo (inv.) 31. Letras de fin en desorden. 32. Vocales de digo. 33. Primera persona del singular, del presente del verbo creer. 34. Expreso un mensaje (inv.). 35. Caractersticas del sonido que Consiste en la variacin de la onda Sonora, producida por el Movimiento elstico de las voca- les. 46. Consonantes de ruega. 48. De da. 50. Prisioneros. 61. Percibir un sonido o ruido. 62. Consonantes de Cadafi en desorden. 63. Slabas de ineludible. 64. Siglas de Universidad Autnoma Metropoitana. 66. Metal precioso. 68. Slaba de dichoso. 69. Slaba de instalacin (inv.). 70. Vocales de casos2. 71. Vocales de rojas.

    Pag. 26

  • SOLUCIN:

    Personajes ms Famosos de la Literatura

    Universal

    Pag. 27

    INSTRUCCIONES:

    Une cada Personaje

    Literario con su Obra

    Correspondiente.

    A Jugar!

  • Pag. 25

    La Docencia es

    la nica

    profesin que

    crea a todas las

    otras

    profesiones.

    Pag. 28

  • Coordinacin de Idiomas

    rea de Espaol

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