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au http://rau.cujae.edu.cu ISSN 1815-5898 arquitectura y urbanismo 1/2013 Facultad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría

Revista Arquitectura y Urbanismo, 1/ 2013

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Revista de la Facultad de Arquitectura de La Habana, Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, Cujae, Ciudad de La Habana, Cuba.Vol. XXXIV, no. 1, enero-abril 2013CUJAE, La Habana, Cuba

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ISSN 1815-5898 arquitectura y urbanismo 1/2013

Facultad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría

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auARQUITECTURA Y URBANISMO, 1/2013REVISTA DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA DE LA HABANA, INSTITUTO SUPERIOR POLITÉCNICO JOSÉ ANTONIO ECHEVERRÍA, CUJAE, CIUDAD DE LA HABANA, CUBA. VOL. XXXIV, NO. 1, ENERO-ABRIL 2013, ISSN 1815-5898

ARQUITECTURA Y URBANISMO publica trabajos sobre temas de las diferentes escalas del diseño: territorial, urbano, arquitectónico, industrial y gráfico, así como sobre las relaciones entre el medio edificado y las artes visuales. Dedica especial atención a los resulta-dos de investigaciones relacionadas con los problemas del hábitat, la recuperación del patrimonio edificado y del ambiente construido en general en los países en vías de desarrollo.ARQUITECTURA Y URBANISMO. Publicación cuatrimestral de la Facultad de Arquitectura de La Habana, Instituto Superior Politéc-nico José Antonio Echeverría, Cujae. Fundada en 1980.Se incluye en el Catálogo de Revistas Iberoamericanas de Arquitec-tura y Urbanismo (Alcalá de Henares, 1993), en la base de datos del Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana (CE-DODAL), en la base de datos PERIÓDICA (Índice de Revistas Latino-americanas en Ciencias: http://www.dgbiblio.unam.mx), en la base de datos EBSCO Internacional y en LATINDEX (www.latindex.unam.mx). En los fondos de Harold B. Lee Library Serials Department de la Brigham Young University en Estados Unidos y en la base CUBA-CIENCIA del Instituto de Información Científico-Técnica de la Aca-demia de Ciencias de Cuba.Inscrita en la Dirección de Correos, Telégrafos y Prensa con el per-miso No. 81964/174.

DIRECTORA: Dra. Mabel Matamoros Tuma. Facultad de Arquitectura, Cujae. [email protected] , [email protected]

SECRETARIA: Lic. Florencia Peñate Díaz. Facultad de Arquitectura, Cujae. [email protected] , [email protected]

CONSEJO EDITORIAL ARQUITECTURA Y URBANISMODra. Arq. Dania González Couret. Dirección de Posgrado, Cujae. [email protected], Dra. Arq. Ada Portero Ricol. Direc-ción de Extensión Universitaria, Cujae. [email protected], Dra. Arq. María Victoria Zardoya Laureda. Facultad de Arqui-tectura, Cujae. [email protected], Dr. Arq. An-drés Olivera. Universidad Central de Las Villas. [email protected], Dra. Arq. Gloria Artze. Universidad Central de Las Villas. [email protected], Dra. Arq. Flora Morcate Labrada, Universidad de Ori-ente. [email protected], Dr. Arq. Joaquín Álvarez García, Universi-dad de Camagüey. [email protected]

COLABORADORESDra. Lic. María del Carmen Batista. [email protected]. Caridad Casañas. [email protected]

PRESIDENTE DEL CONSEJO EDITORIALDr. Ing. Orestes Llanes Santiago. [email protected]

EDITOR Y DIRECTOR TÉCNICODr. Ing. Gonzálo González Rey. [email protected]

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REDACCIÓN Y CORRECCIÓNSilvia Rejes González. [email protected] Charles Richard. [email protected] Guerra Turró. [email protected]

DISEÑO, EMPLANE Y REALIZACIÓN DE PORTADADI. Juan Pablo Gallardo Cordoví. [email protected]

CONSEJO DE ASESORES CIENTÍFICOSDr. Arq. Mario Coyula, UNEAC; Dr. Arq. Roberto Segre, Universi-dad Federal de Río de Janeiro; Dr. Arq. Alfonso Alfonso, Colegio de San Gerónimo de La Habana, UH; Dra. Arq. Alexis C. Méndez, co-laboradora de la Facultad de Arquitectura, Cujae; Dra. Arq. Gina Rey, Colegio de San Gerónimo de La Habana, UH; Dr. Joseph L. Scarpaci, West Liberty University; Dr. Ing. Emilio Escartín, Facultad Ing. Civil, Cujae; Dra. Arq. Madeline Menéndez, Oficina del Historiador de La Habana; Arq. Fausto Martínez, Instituto de Planificación Física; MSc. Ing. Jorge L. Rodríguez Viera, Grupo para el Desarrollo Integral de la Capital; Dra. Arq. Rita Ma. Argüelles, Universidad Central de Las Villas; Dr. Arq. Francisco Gómez, Universidad de Sevilla; Dra. Arq. Lourdes Rizo, Universidad de Oriente; Dra. Arq. Lourdes Gómez, Universidad de Camagüey; MSc. Arq. Nelson Melero, Colegio de San Gerónimo de La Habana; Dr. Arq. Obdulio Coca, Facultad de Arqui-tectura, Cujae; Dra. Arq. Gabriela Peterssen, Universidad Central de Chile; Dra. Zaida Muxi, Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona; Dr. Lic. Manuel de la Rúa, Centro de Referencia para la Educación Avanzada, Cujae; Dra. Arq. Olimpia Niglio, Universidad eCampus, Italia; Dr. Pedro Tejera, Facultad de Arquitectura, CujaeDr. Felipe Link, Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Pontifi-cia Universidad Católica de Chile21 enero 2013

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http://rau.cujae.edu.cu

ISSN 1815-5898 arquitectura y urbanismo 1/2013

Faculatad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría

Faculatad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría

DISEÑO DE PORTADADI. Juan Pablo Gallardo Cordoví. [email protected]: Mabel Matamoros Tuma

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SUMARIO / SUMMARY

CON CRITERIO / WITH CRITERIA

DEL REINO DE ESTE MUNDO / OF KINGDON OF THIS WORLD

ACADÉMICAS / ACADEMICS

02

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17

32

48

64

73

87

98

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04Créditos

Patrimonio cultural y representaciones territoriales. Estudio de los imaginarios sobre la ribera de Rosario, Argentina.

Progresividad y flexibilidad en la vivienda. Enfoques teóricos.

Familia y habitabilidad en la vivienda. Aproximacionesmetodológicas para su estudio desde una perspectivasociológica.

Evaluación Tecnológica de dispositivos integrados de naturación y captación pluvial en la vivienda de México.

La dimensión humana de la arquitectura. Aprendiendo del Team 10.

Una nueva expresividad de las bóvedas tabicadas. Las Escuelas Nacionales de Arte de La Habana

Caracterización de la humedad en las viviendas eclécticas del Centro Histórico de la Ciudad de Santiago de Cuba

El Parque Lenin: cuatro décadas después

Estrategias educativas innovadoras en Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Reseña de la Primera Conferencia ALFA ADU_2020

El diseño de interiores en la formación del arquitecto. Experiencias en el Plan de Estudios D

Representations and regional cultural heritage. Study of the imaginary on the bank of Rosario, Argentina

Progressive and flexible housing. Theoretical aproaches.

Family and the housing habitability: Methodological approaches for study from the sociological perspective.

Technological assessment of integrated devices of rainwater harvesting and green roofs for housing in Mexico.

The human dimension of architecture. Learning from Team 10.

A new expressiveness of Catalan vaults. National Schools of Art in Havana

Characterization of the humidity in eclectic residencial buildings of the Urban Historic Centre of Santiago de Cuba City.

Parque Lenin: Four decades later

Innovative Educational Strategies in Architecture, Design and Urbanism. An overview of the First Conference ALFA ADU_2020

Interior Design in Architectural’s Education. Experiences in the Study Plan D

Editorial

Cecilia Inés Galimberti

Dayra Gelabert Abreu y Dania González Couret

Patricia M. Gazmuri Núñez

Fernando Córdova Canela y Edna Cecilia López Elizalde .

José Fernández-Llebrez Muñoz.

María José Pizarro Juanas y Óscar Rueda Jiménez

Kyra Bueno Risco y Liana Querol Paultre

María Elena Martín Zerquera

Dania González Couret

Mabel Matamoros Tuma y René Gutiérrez Maidata

Credits

Editorial

Vol. XXXIV, no. 1, enero-abril 2013, ISSN 1815-5898

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Desde sus orígenes, nuestra revista ha intentado abarcar el amplio universo de problemas que conciernen a la arquitectura y el urbanismo, desde perspectivas históricas y teóricas, hasta otras de carácter más práctico relacionados con el diseño, la ejecución y la conservación de las obras, así como también con la formación de los profesionales. Esta multiplicidad de intereses y de saberes, que son a la vez la fortaleza y en cierto sentido, la debilidad de nuestra publicación, están presentes en el número que inicia el año 2013.

Un primer tema, el cual habitualmente ocupa un espacio importante dentro de nuestras páginas, en correspondencia con el marcado interés que el mismo tiene para los países de nuestra región, es el de la vivienda, con tres artículos que abordan aspectos diferentes pero complementarios en el camino hacia la satisfacción de las necesidades cambiantes de las familias por un lado y el uso racional de los recursos a lo largo del ciclo de vida de la vivienda por el otro.

Atendiendo a nuestros abarcadores intereses, en este número aparecen también dos trabajos que tratan sobre la dimensión social de la arquitectura. En uno se indaga acerca de las posturas teóricas asumidas décadas atrás por el Team 10, como invitación a una reflexión colectiva sobre el rumbo humano y social de la arquitectura y en el otro se estudian los imaginarios colectivos presentes en las transformaciones territoriales contemporáneas en el frente costero del río Paraná en la ciudad de Rosario, Argentina. Las ideas que se manejan en ambos trabajos, aunque muy diferentes en el tiempo y en el espacio físico donde tienen lugar, son un reflejo de la pluralidad de problemas y de intereses del mundo que habitamos y por tanto de nuestra profesión y adelantan posibles caminos de la arquitectura y el urbanismo en el futuro.

Para los lectores interesados en los temas de construcción y de conservación, este número presenta dos trabajos; uno se centra las particularidades de la ejecución de las bóvedas catalanas en las internacionalmente conocidas escuelas de arte de Cubanacán en La Habana y otro que expone los resultados de un estudio realizado en la ciudad de Santiago de Cuba sobre las afectaciones de la humedad en las viviendas eclécticas en su centro histórico.

Como complemento de la sección Con Criterio, otros temas profesionales y de formación aparecen publicados en el resto de las secciones, los cuales esperamos que sean bien recibidos por nuestros lectores, a quienes invitamos a que continúen en contacto con nosotros en el año que comienza.

editorial / editorial

Mabel Matamoros

Vol. XXXIV, no. 1, enero-abril 2013, ISSN 1815-5898

From its beginnings, the magazine has tried to cover the broad universe of problems concerning architecture and urbanism, since historical and theoretical perspectives, to other more practical related to the design, implementation and maintenance of the works, as well as the education in architecture. This multiplicity of interests and knowledge, which is both the strength and in a sense, the weakness of our publication, are present in the number that starts 2013.The first issue, which usually occupies an important space in our pages, in correspondence with the strong interest that it has for the countries of our region, is housing, with three articles dealing with different but complementary aspects on the way to satisfy the changing needs of families on the one hand, and the rational use of resources along the life cycle of the housing on the other.Encompassing response to our interests, in this issue are also two papers dealing with the social dimension of architecture. In one of them, the theoretical positions taken decades ago by Team 10 are analyzed, as an invitation to a collective reflection on the human and social direction of architecture. In the other article, the collective imaginary of the contemporary transformations in the Parana River coastal are studied. The ideas from both papers, beyond their differences in space and time, are the evidence of the plurality of the problems and the interests of the world we live in, and so, of our profession, and they can show in advance, the possible ways of the architecture and the urbanism of the future.For the lectors interested on the construction and conservation topics, this issue presents two papers; one of them is focused on the building process of the Catalan vaults at the School of Arts of Cubanacán, in Havana and the other exposes the results obtained after a characterization of the humidity in eclectic residencial buildings of the urban historic centre of Santiago de Cuba city.Complementarily to the With Criteria section, other professional and training issues were published in the rest of the sections, which we hope will be well received by our readers, whom we invite to continue to contact us in the coming year.

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CONCRITERIO

,,Vol. XXXIV, no. 1, enero-abril 2013, ISSN 1815-5898

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Patrimonio cultural y representaciones territoriales. Estudio de los imaginarios sobre la ribera de Rosario, Argentina.

Progresividad y flexibilidad en la vivienda. Enfoques teóricos.

Familia y habitabilidad en la vivienda. Aproximacionesmetodológicas para su estudio desde una perspectivasociológica.

Evaluación Tecnológica de dispositivos integrados de naturación y captación pluvial en la vivienda de México.

La dimensión humana de la arquitectura. Aprendiendo del Team 10.

Una nueva expresividad de las bóvedas tabicadas. Las Escuelas Nacionales de Arte de La Habana

Cecilia Inés Galimberti

Dayra Gelabert Abreu y Dania González Couret

Patricia M. Gazmuri Núñez

Fernando Córdova Canela y Edna Cecilia López Elizalde .

José Fernández-Llebrez Muñoz.

María José Pizarro Juanas y Óscar Rueda Jiménez

87 Caracterización de la humedad en las viviendas eclécticas del Centro Histórico de la Ciudad de Santiago de Cuba

Kyra Bueno Risco y Liana Querol Paultre

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Representations and regional cultural heritage. Study of the imaginary on the bank of Rosario, Argentina

Patrimonio cultural y representaciones territoriales. Estudio de los imaginarios sobre la ribera de Rosario, Argentina.

Cecilia Inés Galimberti

RESUMEN: Gran parte de las ciudades latinoamericanas se enfrentan, en las últimas décadas, con procesos de transformación territorial que, por un lado, conducen a fortalecer su pertenencia a la aldea global y, por el otro, aumentan los niveles de pobreza, segregaciones sociales y fragmentaciones en todos sus ámbitos. De manera que, en el presente trabajo, se plantea reflexionar sobre el rol central que poseen el patrimonio cultural y las representaciones colectivas en la planificación contemporánea, a fin de afianzar y restituir la identidad territorial local en un marco más democrático e inclusivo. Para lo cual, se analizan los diferentes imaginarios presentes en el frente costero del río Paraná en la ciudad de Rosario -Argentina-, como muestra representativa de una problemática común a otras ciudades latinoamericanas; a fin de aportar claves y perspectivas de investigación que permitan ser aplicadas a otros casos de estudio.

PALABRAS CLAVE: patrimonio cultural - representaciones territoriales - imaginarios colectivos - ciudades latinoamericanas.

ABSTRACT: Much of Latin American cities face, in recent decades, with processes of territorial transformation that, on the one hand, lead to strengthen its membership of the global village and, on the other hand, increasing levels of poverty, social segregations and fragmentations in all its fields. So, in this paper, we propose to reflect on the central role that possess cultural heritage and collective representations in contemporary planning, in order to strengthen and restore local territorial identity in a more democratic and inclusive framework. For this purpose, we analyze the different imaginaries in the waterfront of the Paraná River in the city of Rosario - Argentina-, as a representative sample of a problem common to other Latin American cities; in order to provide keys and research perspectives that can be applied to other cases of study.

KEY WORDS: cultural heritage - territorial representations - imaginary - Latin American cities.

Arquitectura y Urbanismo vol. XXXIV, no 1, 2013, ISSN 1815-5898Recibido: 29/08/2012 Aprobado: 07/12/2012

Con Criterio/ Estudios patrimoniales a escala del territorio

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Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXIV, no 1, enero-abril, 2013, p. 6-16, ISSN 1815-5898

IntroducciónEn las últimas décadas, el territorio se enfrenta a procesos de cambio que

responden a las lógicas del mercado y de la economía global, asumiendo así nuevas estructuras espaciales que tienden a alejarse de las necesidades y problemáticas locales. Paradójicamente el territorio se desterritorializa, es decir, se pierde el sentido de apropiación del lugar por parte de los habitantes, borrando así las identidades locales y generando cambios profundos en las relaciones socio-culturales. En gran parte de las ciudades latinoamericanas se evidencian procesos de exclusión social, desarraigo, contaminación y detrimento de la calidad de vida; frente al desarrollo simultáneo de nuevas tecnologías y modalidades de producción que responden a las tendencias globalizantes de la economía mundial. Frente a este status quo, resulta necesario revertir, desde la planificación, estas tendencias desterritorializantes hacia nuevos modos de pensar el territorio y sus relaciones sociales. Con lo cual, el presente trabajo tiene por objeto analizar la importancia del patrimonio cultural y las representaciones sociales como instrumentos para recuperar las identidad local y restituir el vínculo existente entre los diversos habitantes y su ámbito territorial.

En los últimos años, el patrimonio constituye un papel fundamental en las directrices de intervención y planeamiento urbano-territorial -estando presente en gran parte de los planes urbanos y normativas a nivel global-. Sin embargo, la mayor parte de éstos se enfocan a la salvaguarda del patrimonio material, quedando relegado tanto, el relevamiento y protección de los valores inmateriales presentes en las ciudades contemporáneas, como también, el abordaje del patrimonio territorial desde una mirada integrada. Entonces, esta investigación parte de interpretar el territorio no como un simple dato material, sino como un sistema multidimensional que se construye a través del tiempo y resulta generador de identificación social. La presencia en la planificación de la valoración de las componentes culturales parece ser un camino adecuado para el fortalecimiento de los vestigios y huellas históricas, siendo a su vez una manera de ingresar en la construcción tanto de la propia identidad como de la sostenibilidad social y política del propio territorio.

El análisis de las transformaciones de la costa de la ciudad de Rosario en Argentina* , resulta la dimensión espacio-temporal elegida para explicar la incidencia de la íntima relación entre los componentes materiales e inmateriales en el proceso de transformación urbanística del paisaje contemporáneo. Las diversas huellas patrimoniales a lo largo de la ribera del río Paraná resultan parte fundamental de la historia y la cultura de este territorio, estando hoy aún presentes no solo en los vestigios materiales sino también en su imaginario colectivo y en las representaciones sociales que sus habitantes realizan. El presente caso de estudio permite encontrar características comunes que tienen lugar en otras ciudades latinoamericanas; de modo tal que los resultados obtenidos a partir del mismo pueden tener aplicación en un amplio grupo de ciudades; a fin de aportar nuevos elementos en nuestro campo disciplinar, orientado a un modo de pensar complejo como metodología de acción cotidiana.

Materiales y métodos Los estudios realizados, en los últimos años -especialmente en países

latinoamericanos-, desde la perspectiva de los estudios culturales** , constituyen antecedentes fundamentales en las investigaciones urbanísticas contemporáneas donde las representaciones sociales y los imaginarios

*La ciudad de Rosario se encuentra en la provincia de Santa Fe a 300 Km de Buenos Aires, la capital de Argentina, con una superficie de 172 Km2 y con una población de aproximadamente 1.200.000 habitantes.

**Sobre el particular estudio enfocado al ámbito latinoamericano, puede consultarse FOLLARI, Roberto: “Los estudios culturales como teorías débiles”, 2003 y “Estudios culturales, transdisciplinariedad e interdisciplinariedad”, 2001.

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Con Criterio/ Patrimonio cultural y representaciones territoriales. Estudio de los imaginarios sobre la ribera de Rosario, Argentina.

colectivos son tomados como indicios que develan un universo significativo respecto de las intervenciones territoriales. Estas miradas nos permiten acceder a una pluralidad de lecturas sobre los diversos registros que componen la ciudad, pudiendo identificar los componentes que resultan sustanciales para la comprensión de la misma [1]. La realidad urbana no solo se compone de las construcciones materiales, sino también comprende aquellas imágenes construidas a partir de mitos, fantasías y relatos urbanos, encontrándose íntimamente relacionados entre sí. La ciudad física produce efectos en dichas representaciones simbólicas, como también éstas afectan y modifican la concepción del espacio físico, construyéndose mutuamente [2]. Es a través de aquellos itinerarios creados en las diversas representaciones que se plasman los múltiples imaginarios urbanos que se generan en el viaje físico y mental que cada uno de los ciudadanos se embarca diariamente por la ciudad, según explica García Canclini:

“Los imaginarios han nutrido toda la historia de lo urbano (…) Este patrimonio invisible o intangible (…) constituido con leyendas, historias, mitos, imágenes, pinturas, películas que hablan de la ciudad, ha formado un imaginario múltiple, que no todos compartimos del mismo modo, del que seleccionamos fragmentos de relatos, y los combinamos en nuestro grupo, en nuestra propia persona, para armar una visión que nos deje poco más tranquilos y ubicados en la ciudad. Para estabilizar nuestras experiencias urbanas en constante transición.” [3]

De manera que, estas representaciones que condensan los diversos imaginarios de los grupos sociales se manifiestan a través de diferentes géneros discursivos; en esta investigación resultan materiales principales de estudio: periódicos y revistas, obras literarias, canciones populares, fotografías, pinturas, dibujos, cartografías, entre otras. Para lo cual, la metodología utilizada para el análisis de las fuentes seleccionadas, radica en una primera instancia de relevamiento y análisis crítico-interpretativo de las mismas a fin de, en una segunda instancia, contrastarlas entre sí –en conjunto con las transformaciones físicas del territorio- a través de los estudios culturales, pues resultan funcionales para la manera en la cual los elementos del discurso están asociados unos con otros, permitiendo una imagen más cercana al mundo cultural [4].

Se plantea identificar los diversos imaginarios presentes en el territorio, los cuales muchas veces se contraponen entre sí. Las diversas representaciones que se construyen a través del tiempo, constituyen muchas veces una herramienta de poder, de legitimación de identidades y consolidación de determinadas relaciones hegemónicas. De aquí, se desprende que existen múltiples formas de mirar el paisaje -simultáneas, diferentes y/o contradictorias-. Es así que, estos imaginarios sociales se construyen a través de un juego complejo y dinámico de las relaciones de poder; de modo que interactúan múltiples representaciones diferentes que, a través del tiempo, se condensan en proyectos políticos y procesos sociales. Como sostiene Folch-Serra [5], estos enfoques, al ser fortalecidos a través de generaciones, se transforman en la herencia cultural y geográfica de la nación y, justamente, lo que determina su identidad a través de la política y la poética del paisaje, es la apreciación cultural. Sin embargo, ese espesor cultural al que hacíamos referencia, no necesariamente es compartido por la mayoría de la población:

“Ciertamente, en nuestra época vivimos un desfasaje entre imágenes que consideramos representativas de nuestros países y la complejidad de su realidad. Es necesaria, entonces, una puesta al día crítica de las

1. CICUTTI, Bibiana. Registros Urbanos de una modernidad periférica. Representaciones y transformaciones materiales en el frente costero de Rosario entre 1920 y 1940. Buenos Aires: Nobuko, 2007.

2. GALIMBERTI, Cecilia: “Reflexiones sobre la construcción cultural del paisaje contemporáneo de la ribera de Rosario”. En: CICUTTI, Bibiana. La cartografía como objeto de cultura. Materiales para su discusión. Buenos Aires: Nobuko, 2012. p. 105-130.

3. GARCÍA CANCLINI, Néstor. Imaginarios Urbanos, Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 1997. p. 89-93.

4. SAUTU, Ruth. Todo es teoría: Objetivos y métodos de investigación. Buenos Aires: Editorial Lumiére, 2003.

5. FOLCH-SERRA, Mireia: “El paisaje como metáfora visual: cultura e identidad en la nación posmoderna”. En: NOGUÉ, Joan. La construcción social del paisaje. Madrid: Biblioteca Nueva, 2007. p. 136-159. p. 156-157.

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imágenes emblemáticas de cada lugar. Hay que repensar y descubrir cuáles son los referentes colectivos contemporáneos, proponiendo nuevos paisajes con los que la sociedad se identifique.” [6]

De este modo, el patrimonio cultural traduce en signos visibles el tiempo y las culturas que se interrelacionan en el territorio, reflejando una imagen de continuidad. A través de las huellas, que conforman el soporte físico de la memoria colectiva, se proporciona, al mismo tiempo, referencias para la construcción del sentido de pertenecia del lugar. En las últimas décadas, existe una relectura en los estudios urbano-territoriales en la cual se pone nuevamente la mirada en los estudios del paisaje y la región, a fin de analizar el territorio como sistema cultural complejo [7]. En este sentido, la planificación no se circunscribe únicamente a las dimensiones físicas de la ciudad, sino es necesario el análisis a través de las múltiples escalas que componen el territorio. Es así que, en esta postura, se valoriza el valor semiótico del patrimonio cultural; es decir, analizar el territorio como sistema de signos portadores de valores, desafíos, interpretaciones y desarrollo. De este modo, el territorio posee valores relevantes desde los procesos históricos y sociales, resulta un recurso cultural en virtud de una valoración social como sentimiento de pertenencia de una comunidad a partir del cual se puede generar la posibilidad de un proceso de identificación cultural y, por ende, patrimonial. Por lo cual, este reconocimiento, se constituye como factor imprescindible para la transformación del mismo en patrimonio cultural, posibilitando a su vez, su valoración como recurso económico [8]. En esta compleja perspectiva hay determinados vestigios o huellas patrimoniales que requieren ser entendidos dentro de una mirada territorial.

Resultados Existen diversos imaginarios y representaciones territoriales que

responden a distintos grupos sociales, algunos similares, complementarios o incluso contradictorios. Hay historias parciales que a veces están ocultas u olvidadas, o simplemente dejadas de lado por no formar parte de la perspectiva de los grupos hegemónicos contemporáneos. Sin embargo, la identidad de un estado democrático debe reflejar la mirada de todos sus habitantes; debe resultar una construcción conjunta que integre a todos los actores sociales:

“(…) cada palimpsesto nacional es circunstancial, parcial e inacabado y por lo tanto no puede fijarse en un determinado momento histórico. Las grandes teorías tampoco explican la exclusividad del paisaje ni su condición de metáfora visual. Ni tan siquiera la virtualidad de la comunicación e información del siglo que empieza ha podido erradicar u homogeneizar la singularidad de las sociedades nacionales. Los múltiples significados, memorias, interpretaciones y aspectos inexplicables de la diversidad y diferencia de la nación, sólo son comprensibles desde las perspectivas parciales del conocimiento situado.” [5]

El hombre tiende a segmentar los continuos de la naturaleza. Los individuos son miembros de grupos y todos han aprendido, en menor o mayor medida, a diferenciarse entre unos y otros, “entre nosotros y ellos”, entre el territorio propio y el ajeno, de modo que el “nosotros” está en el centro [9]. Es así que, esta diversidad de miradas y representaciones sociales también se manifiestan en nuestras ciudades latinoamericanas. Por lo cual, a continuación, se propone abordar -al menos en parte- los distintos imaginarios presentes en el territorio ribereño de la ciudad de Rosario en

6. MONTANER, Josep María. “Reciclaje de paisajes: condición posmoderna y sistemas morfológicos”. En: NOGUÉ, Joan. El paisaje en la cultura contemporánea. Madrid: Biblioteca Nueva, 2008. p. 233.

7. CARTA, Maurizio. L’armatura culturale del territorio. Il patrimonio culturale come matrice di identitá e strumento di sviluppo. Milano: Franco Angeli S.R.L., 1999.

8. ORTEGA VALCÁRCEL, José: “El patrimonio territorial: El territorio como recurso cultural y económico”. Revista Ciudades. 1998, No. 4, p. 33-48.

9. TUAN, Yi-Fu. Topofilia. Madrid: Melusina, 2007.

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Con Criterio/ Patrimonio cultural y representaciones territoriales. Estudio de los imaginarios sobre la ribera de Rosario, Argentina.

Argentina; a fin de reflexionar sobre cómo los diversos grupos sociales generan vínculos con el patrimonio cultural con grados de apropiación heterogéneos, y por ende, desarrollan distintas representaciones frente al mismo territorio:

“Una ciudad de espaldas al río”.Esta frase ha dejado una impronta en la historia reciente de la ciudad

de Rosario. Una ciudad que, paradójicamente, ha crecido vertiginosamente desde mediado del siglo XIX a partir de sus actividades ferro-portuarias, pero que ha renegado de su condición “porteña” -al menos parte de la sociedad-. El puerto, que en 1902 con la colocación de su piedra fundamental resulta ejemplo clave de la imagen del progreso y modernidad de la ciudad; es el mismo que, desde la década de 1920 aproximadamente, comienza a producir un malestar para algunos grupos sociales. Comienza a tejerse en el imaginario colectivo de esos años esta condición rosarina de crecer a espaldas al río; ya que “esta querida vieja terca y avariciosa llamada Rosario, [esta] empecinada en dar la espalda al río que le moja los pies” [10]. Esto se debe fundamentalmente a que las imbricadas infraestructuras portuarias y ferroviarias han sido emplazadas sin ninguna planificación urbano-territorial, sino que su localización se limitaba a responder a los intereses de las empresas concesionarias. De este modo, la reestructuración ferro-portuaria y la liberación de estas actividades en la costa central de la ciudad resulta un tema recurrente en los sucesivos Planes Reguladores propuestos a través de los años. Sin embargo, los diversos condicionantes político-económicos y la falta de estabilidad de gobiernos constitucionales, entre otras causas, han ocasionado la imposibilidad de llevar adelante los lineamientos estructurales de estos planes; hasta que el retorno de la democracia en 1983 posibilita un nuevo camino en la planificación de la ciudad. Es a partir de este hito histórico que, desde la administración pública, se legitiman acciones y se entablan directrices generales de transformación urbana -ininterrumpidas hasta la fecha-. De manera que, en la década de 1980, se retoma desde la Secretaría de Planeamiento como una de las principales directrices de transformación urbana la recuperación del frente costero como espacio recreativo, comercial y turístico de la ciudad. Ese lema de “recuperar el río” presente en el imaginario colectivo, se plasma en las crónicas periodísticas y en las columnas de lectores de los diarios, a modo de un reclamo ciudadano colectivo:

“A despecho de su envidiable situación física, emplazada a orillas del gran río, Rosario ha vivido prácticamente de espaldas al Paraná. Y ello es así porque, a pesar de constituir el magnífico telón de fondo permanente, ese río y las islas han estado virtualmente vedados a los rosarinos. (…) Inclusive la honorable y clásica estampa del movimiento portuario (…) constituye un espectáculo inaccesible para morosos viandantes e inclusive visitantes que llegan a nuestra ciudad para contemplar el gran Paraná”. [11]

Por este motivo, la acciones desde la Municipalidad de recuperar estas tierras, hasta ese momento anegadas a la población, son recibidas con éxito para la mayoría de los ciudadanos desde el puntapié inicial de esta reconversión que constituye el encargo del Parque España. No obstante, desde los sectores sociales se continúa reclamando la continuidad de esas iniciativas, a fin de lograr una apertura de toda la costa de la ciudad:

“Es cierto que se encuentran en avanzado tramo las obras del futuro Parque de España, que brindarán una perspectiva nueva (…). Sin embargo,

10. Revista Risario, Centro de Estudios Históricos del Desarrollo Regional, 1986, Año 4, No. 32.

11. Diario La Capital. Rosario, 17 de mayo de 1985, p.4.

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y hasta que ello ocurra, sería beneficioso que se pudiera acceder a la costa en diversos tramos de esos varios kilómetros afectados hoy a puerto (…). Como se sabe, el acceso a los muelles no es irrestricto, ya que se encuentra limitado por infranqueables muros, cercos (…) Sería útil -y agradable- que se contemplara una mayor apertura para que la población, y los entusiastas visitantes pudieran acceder al incomparable espectáculo del Paraná y de la fecunda actividad portuaria. Todo lo cual permanece, hoy, inaccesible para ocasionales fervorosos del río”. [12]

“Afortunadamente, la ciudad, desde hace varios años, ha tomado conciencia del valor que tienen sus espacios libres, y en las actuales planificaciones, todos los predios aprovechables deben ser transformados en bienes de uso común, como son las plaza y los parques. (…) Abrir ese sector hacia el Paraná será un acto de justicia, porque a él tendrán acceso todos los habitantes de la ciudad y no unos pocos”. [13]

El convenio entre la Municipalidad y Ferrocarriles Argentinos, para duplicar la traza del recorrido ribereño central, posibilita el acceso de ese gran sector costero, incluido el ex túnel ferroviario -área fuera de explotación y en estado de abandono-. Si bien esta iniciativa afecta a galpones y a infraestructura ferroviaria se incorpora al proyecto la importancia patrimonial de este territorio, teniendo como objetivo la revalorización conjunta de edificaciones arquitectónicas de gran valor, principalmente el grupo de construcciones emplazadas en el sector de la ex estación Rosario Central del Ferrocarril Mitre (Figuras 1 y 2). De modo que, la re-funcionalización del patrimonio cultural urbano constituye un lineamiento fundamental en el proceso de liberación de tierras del Estado nacional, su desafectación al uso portuario ferroviario y su transferencia al dominio municipal, a fin de conformar un

Figuras 1 y 2: Frente ribereño del área central de Rosario, década 1980. Fuente: Archivo MR.

Viviendo el río.Actualmente, en relación al apartado anterior, es frecuente asociar la

frase de vivir el río con el ocio, las prácticas deportivas o náuticas, el disfrute del aire y el sol. Es decir, el frente costero rosarino como foco del turismo local. Sin embargo, si nos remontamos a la historia de la vida de río, veremos que esta frase adquiere una connotación diferente. Sin referirnos a las poblaciones originarias que vivían de la pesca, la caza y la recolección -como se exhiben en los diarios de los primeros viajeros-, vamos a detenernos aquí en la mirada de hombres y mujeres, habitantes de Rosario o de sus islas aledañas,

12. Diario La Capital. Rosario, 15 de marzo de 1988, p.6.

13. Diario La Capital. Rosario, 29 de septiembre de 1988, p.6.

*Paraná en Guaraní significa “Pariente del mar”.

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Con Criterio/ Patrimonio cultural y representaciones territoriales. Estudio de los imaginarios sobre la ribera de Rosario, Argentina.

continuo de espacios públicos ribereños. En definitiva, para comenzar a mirar de frente a ese pariente del mar, comúnmente llamado Paraná* .que no se sienten identificados con el lema de “vivir a espaldas del río”, sino todo lo contrario, su vida históricamente ha sido el rio y su más viejo oficio. Es así que, estos sectores sociales, minoritarios y vulnerables, muchas veces han vivido en el margen de las representaciones e imaginarios urbanos hegemónicos. Según las palabras de un pescador de la isla, en una entrevista publicada en la revista Vasto Mundo en 1995, se lamenta que “nadie se acuerda de nosotros”. Sin embargo, esa declaración nostálgica, no es del todo cierta; ya que la vivencia del río, ha estado presente en diversas representaciones, desde la plástica a la música, inclusive la mitología. Como explica Yi Fu Tuan [9], las comunidades pesqueras poseen la satisfacción que les brinda pertenecer a un estilo de vida ancestral y lleno de tradiciones. Los paisajes litorales, la isla y el río, han demostrado ser apropiados para “dar alas a la imaginación humana”. En las cosmogonías del origen del mundo, los relatos comienzan con el caos de las aguas. De la misma manera las aguas del Paraná se encuentran cargadas de relatos y mitos, algunos originarios de las comunidades aborígenes, otros desarrollados a través de los años. Por ejemplo, esta cultura de río ha quedado inmortalizada en toda la obra de Raúl Domínguez, en la cual resultan protagonistas el islero y los habitantes primitivos de la región (Figura 3). También la música ha sido abanderada de la identidad ribereña y de los pescadores del litoral. La figura de Chacho Muller, es representante indiscutido del folklore rosarino, que plasma es sus letras las historias de río:

“Pan que mi río nos ofrece mansamente. Plateado y vivo. Salta en las redes. Brilla en los ojos de quien lo sabe ganar. Gente de río, pescadores. De mi río Paraná” Canción Pescadores de mi río, Chacho Muller.

“Fue un bajo, después laguna, con el tiempo se hizo isla; el río le fue arrimando tierra y agua, sauces, vida. Don Pedro la vio creciendo mientras sus hijos crecían. (…) la isla que trajo el río, río que nos da y nos quita. Y el río pasa, lleva, algo nos deja y algo se va.” Canción La isla, Chacho Muller

A su vez, los acordes de la música se entrelazan con las pinceladas de colores que representan e interpretan el mismo río. El propio Chacho Muller (1995) describe los colores del Paraná -marrón, lila, cobre- y de la isla, la cual se torna en una larga pincelada de azul profundo y mágico; ya que surgen algunos de “los colores del Ñato Uriarte, que inventa inexistentes”* para representar el mismo paisaje que relatan sus canciones (Figuras 4, 5 y 6). De esta manera, estas miradas -diferentes a las descriptas anteriormente- se articulan y dialogan con las diversas representaciones, que se funden y se mezclan en las aguas del río y la vida de su gente.

El futuro es el río.El crecimiento vertiginoso de Rosario - a finales del siglo XIX- se encuentra

asociado a su posición geográfica estratégica, principalmente por encontrarse a orillas del caudaloso río Paraná. El mismo constituye un componente

Figura 3: Mural de Raúl Domínguez. Fuente: La Fluvial.

Figuras 4 y 5 : Carlos Uriarte: “Pareja de pescadores” - “Pescadores” - “Paisaje”. Fuente: Museo Castagnino.

*Según palabras de Chacho Muller.

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identitario base de los rosarinos. Es imposible disociar la historia de la ciudad de su presencia. Vinculado originalmente al despertar portuario, Rosario se transforma en un nexo que comunica la demanda exterior con la región pampeana, teniendo un rápido crecimiento de niveles de exportación. Sin embargo, posteriormente, el río también constituye un factor clave en el crecimiento y el desarrollo industrial del Área Metropolitana de Rosario, a través de todo el siglo XX. De este modo, el Paraná se ha encontrado presente históricamente en el imaginario colectivo del progreso y desarrollo de la región. El rol del río como eje de integración e intercambio entre los países limítrofes, en la Hidrovía Paraná-Paraguay -una de las vías navegables de mayor longitud del mundo-; posiciona a Rosario como ciudad de referencia en este corredor fundamental de comunicación internacional. Nuevamente el aprovechamiento de las condiciones naturales del sistema hídrico, constituyen un factor clave para el crecimiento económico de la región:

“Rosario (…) debe estar presente en el proyecto de hidrovía Paraguay- Paraná cuya firma está prevista para el próximo mes de diciembre (…), entendemos que es esta una forma concreta de integración de las ciudades a sus puertos y, mucho más que ello, es una manera precisa de participar en un esquema que debe traer desarrollo local y regional, para que en un futuro próximo no seamos sólo espectadores del tránsito fluvial o participantes menores de una idea importante.” [14]

De la misma manera, el hoy materializado puente Rosario-Victoria ha sido un sueño presente en la sociedad durante más de un siglo. Ya en 1847, Justo José de Urquiza encargó la construcción de un canal para abrir al puerto de Victoria, seguido en 1897 con la realización del canal que cavó el subprefecto Angel Piaggio y desde allí el anhelo de esa conexión ha estado presente hasta su inauguración en el año 2003 (Figuras 7, 8 y 9). El puente constituye un eje transversal que atraviesa el río, que forma parte del corredor bioceánico -entre el Atlántico y el Pacífico-, que resulta clave en el desarrollo del Mercosur.

Sin embargo, también existe otra perspectiva frente a este latente futuro; la cual radica en poner la mirada en las modificaciones que estos desarrollos presentan para el ambiente, la cultura y la vida cotidiana de la sociedad. Las actividades propuestas para el desarrollo de la hidrovía pueden producir serías alteraciones hidrológicas y un fuerte impacto ambiental. Por ejemplo, uno de los riesgos principales radica en la destrucción de un área importante del sistema acuífero, el cuál es unos de los ecosistemas de mayor diversidad en el mundo:

“El impacto potencial en los humedales puede ser muy grande (…), menor capacidad de almacenamiento de agua de creciente, menor capacidad de regulación del caudal de los ríos, menor caudal en las épocas de sequía y menor producción de vida.” [7]

Figura 6: Carlos Uriarte: “Pareja de pescadores” - “Pescadores” - “Paisaje”. Fuente: Museo Castagnino.

Figuras 7, 8 y 9: El puente Rosario-Victoria según la mirada de chicos de seis años. Fuente: Suplemento Especial La Capital del 22.05.03.

14. DÍAZ, Elías. Entrevista audiovisual en Paraná, biografía de un río. [video] Rosario: Canal Encuentro, 2011.

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Esto, indefectiblemente, nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de articular el desarrollo económico y sus posibilidades estratégicas de posicionamiento de la región en el mercado global; con la preservación del paisaje ribereño, teniendo en cuenta toda su riqueza multidimensional, natural y cultural (Figuras 10, 11 y 12). Este tema, justamente, desarrollaremos a continuación.

Ecotopo* ribereño.El frente costero rosarino resulta un paisaje dinámico que denota la

continua articulación entre naturaleza y sus habitantes a lo largo del tiempo. El proceso de transformación, producción y desarrollo -que describíamos anteriormente- ha ocasionado diversos problemas de desequilibrio ecológico, degradación y desigualdad -ambiental, social, entre otras-. Es así que, los imaginarios que hemos descripto se han mezclados con otras representaciones de otros grupos, que demarcan la existencia de espacios más sensibles o vulnerables por políticas urbanas no pensadas desde el hábitat o el patrimonio cultural. Si bien las huellas presentes en el territorio, constituyen el soporte físico de la memoria colectiva y proporcionan referencias para la construcción del sentido de pertenencia al lugar; hay algunas de ellas que indican un maltrato evidente hacia nuestro ambiente. Esto se evidencia, por ejemplo, en el volcado de desechos industriales sin tratamiento de parte de empresas ubicadas en el cordón industrial, en la falta de tratamiento de los sistemas cloacales acorde al crecimiento demográfico, volcado de residuos tóxicos de parte de los barcos, en el incremento de basurales a cielo abierto en el margen del río y los arroyos (Figuras 13 y 14):

“el Paraná es una fuente contaminante de la que es mejor alejarse (…). Es una empresa urgente y que requiere, fundamentalmente, imaginación, una amplia colaboración comunitaria -el aporte de industrias que arrojan desechos al Paraná deberá ser insoslayable-, y el compromiso firme de todos los sectores interesados de velar por la pureza de las aguas, en tanto que una corriente fluvial no es patrimonio de nadie en particular y sí, en cambio, nos ha sido dada para el disfrute y el beneficio de todos.” [15]

“Si pudiéramos medir la vida del río 40 años atrás veríamos que hay muchas especies que se han extinguido, en el Delta ya hay riachos que están perdidos. Si no solucionamos el problema de los desechos industriales, tendremos un río Paraná muerto”. [16]

Al hablar sobre el proceso de reconversión del frente costero de la ciudad de Rosario, de su revalorización patrimonial, debemos recordar que ese patrimonio no radica únicamente en sus componentes constructivas y marcas territoriales culturales; sino ese proceso se refiere a la revitalización del paisaje costero en toda su integridad. Es decir, tanto en sus componentes antrópicas como naturales, en su patrimonio geológico, geográfico y ambiental. Como sostiene Ian Mcharg [17] es importante conocer la cuenca

Figuras 10, 11 y 12: Cordón industrial ribera AMR. Fuente: Documental “Paraná, biografía de un río”

Figuras 13 y 14: Félix Eleazal Rodríguez: “Silos en el Paraná I”, “Silos en el Paraná II”, “Silos rojos”, “Galpón con Barco”. Fuente: www.felixrodriguez.com.ar

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15. Diario La Capital, Rosario, 14 de enero de 1986, p.5.

16. JOAQUÍN, Alberto: “Entrevista”. Diario La Capital, 23 de diciembre de 1987. p. 11.

17. Mc Harg, Ian. Proyectar con la naturaleza. Barcelona: Gustavo Gili, 2000.

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*Espacio vital delimitado en el que reinan unas condiciones ambientales uniformes (Diccionario ecológico. Academic, 2010)

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del río como un proceso interactivo, a fin de interpretarlo como un sistema de valores y así, poder sugerir acciones amenas a todas las capas que componen el territorio, como él propone: proyectar con la naturaleza. Desde la urbanística no se debe, ni se puede, sustituir a la ecología, pero sí se debe intentar asumir sus valores para complementarlos a los instrumentos propios de la disciplina; a fin de obtener un balance ambiental positivo en las grandes transformaciones urbanas [18].

Discusión de resultados.Los diversos imaginarios, descritos brevemente en el apartado anterior,

pueden resultar a primera vista propios y exclusivos de la ribera de la ciudad de Rosario en Argentina; sin embargo estas miradas y vivencias -con otros nombres, colores y voces- se encuentran presentes, en mayor o menor medida, en todas las ciudades latinoamericanas. Los mismos son representativos de la historia, crecimiento y desarrollo de estas ciudades, como también de las diversas relaciones socio-culturales existentes en las realidades territoriales contemporáneas. De manera que, podemos sintetizar estos imaginarios en cuatro apartados que sirvan de base para analizarlos en otros casos de estudio:

- El primer imaginario, hace referencia a la mirada histórica de la transformación productiva de nuestras ciudades, desde el crecimiento vertiginoso de las instalaciones industriales y/o ferro-portuarias -especialmente siglos XIX y XX- que constituyen símbolos de modernización y progreso. Pero, en las últimas décadas del siglo XX, el paso del período industrial al postindustrial ocasiona cambios en las lógicas de producción que se reflejan en el gran patrimonio territorial, y en las instalaciones y representaciones testigos de la historia local;

- El segundo imaginario, si bien se encuentra focalizado en los pescadores de río, representa también a todos los habitantes cuyo modo de vida se encuentra directamente vinculado al propio territorio, al “lugar” que habitan. No pudiendo separar el uno del otro;

- El tercer imaginario, responde a la mirada de desarrollo económico-productivo que afrontan las ciudades contemporáneas. El desafío del posicionamiento y competitividad global, de crecimiento e innovación productiva; pero sin dejar de lado el “costo” y las consecuencias que este desarrollo trae consigo, en referencia a las necesidades locales de cada comunidad. Es así que, se asocia con el último apartado:

- El cuarto imaginario, La mirada ambiental. Sin duda este enfoque se encuentra presente en todas las agendas de nuestros países. Afrontar la sostenibilidad del propio territorio –en sentido amplio e integral del término-, constituye un desafío conjunto de todos los actores intervinientes en nuestras ciudades, aquellos pertenecientes a grupos de poder, como también a aquellos que suelen ser silenciados.

Por lo cual, es necesario escuchar todas las voces existentes en el territorio. Leer su historia, analizar la memoria local, transitar el pasado y el presente del mismo nos permitirá elaborar acciones para la construcción de ciudades más equitativas, equilibradas y preservadas, en pos de las generaciones futuras.

ConclusionesLas ciudades latinoamericanas se afrontan a la dicotomía entre lo global

y lo local. Frente a la tendencia homogeneizadora de la globalización se produce un cambio en la identificación de los ciudadanos con su región. Es así que, ante las problemáticas que presentan nuestras ciudades, repensar las relaciones entre sociedad y territorio -y los vínculos entre ambos-, constituye un espacio de oportunidad para producir nuevos espacios territoriales inclusivos y sostenibles.

18. CAMPOS VENUTI, Giuseppe: “Urbanismo, ecología y ciudad consolidada”. Revista Ciudades. 1998, No. 4, p. 105-113.

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Con Criterio/ Patrimonio cultural y representaciones territoriales. Estudio de los imaginarios sobre la ribera de Rosario, Argentina.

Las diversas miradas aquí expuestas sobre el caso de estudio abordado, son representativas a todos los imaginarios presentes en las urbanizaciones contemporáneas. Se considera que recorrer las diversas representaciones existentes en nuestras metrópolis nos permite conocer más sobre sus habitantes, sus historias, sus realidades y sus potencialidades. De manera que, el patrimonio cultural y los imaginarios colectivos constituyen herramientas claves en la planificación, a través de las cuales podremos recuperar las huellas identitarias locales y así, restaurar la relación entre los habitantes y su entorno territorial.

De este modo, para que las diversas acciones e intervenciones propuestas en las agendas gubernamentales puedan superar aquellos conflictos y contradicciones hoy presentes en nuestros territorios latinoamericanos, es necesario que el reconocimiento de la identidad local y del valor patrimonial territorial sea consensuado -y promovido- por todos los habitantes y que respondan así, a todas las representaciones e imaginarios de los ciudadanos -no sólo por aquellos grupos hegemónicos-. Es necesario lograr una participación equitativa y equilibrada de los diversos grupos sociales en los procesos de transformación urbana; solo así, estaremos construyendo un patrimonio territorial más democrático e inclusivo.

Arquitecta. Doctoranda de la Universidad Nacional de Rosario con beca PG TI de CONICET. Miembro del Centro Universitario Rosario de Investigaciones Urbanas y Regionales (CURDIUR). Profesora en el Área de Teoría y Técnica Urbanística en la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. [email protected]

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Con Criterio/ Vivienda y Diseño

Progressive and flexible housing.Theoretical aproaches.

Progresividad y flexibilidad en la vivienda. Enfoques teóricos.

Dayra Gelabert Abreu Dania González Couret

RESUMEN: Las políticas habitacionales actuales en Cuba no favorecen la transformación de la vivienda en el tiempo de acuerdo con la evolución natural de la familia, lo que hace imprescindible incorporar en el diseño los conceptos de progresividad y flexibilidad. El presente artículo expone la discusión terminológica y los enfoques asumidos sobre el tema y sus distintas expresiones, resultado de la discusión científica en el colectivo de investigación al que pertenecen las autoras, conformando así el modelo teórico de base para su aplicación práctica.

Se abordan las modalidades de progresividad y los tipos de flexibilidad existentes a partir del análisis de los criterios de diversos autores, estableciendo una clasificación propia que constituye un aporte teórico de la investigación y que relaciona ambos términos.

PALABRAS CLAVE: vivienda progresiva, flexibilidad

ABSTRACT: Current Housing Politics does not satisfy the necessities of the Cuban family and the house transformations through time according to its natural evolution. The objective of this investigation is to propose solutions of progressive and flexible housing that allow satisfying the future life quality of the family and the city.

This article summarizes the terminological discussion on the subject and the opinions assumed inside the theoretical pattern as the base for its practical application.

KEY WORDS: progressive housing, flexibility

Arquitectura y Urbanismo vol. XXXIV, no 1, 2013, ISSN 1815-5898Recibido: 15/09/2012 Aprobado: 03/01/2013

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Con Criterio/ Progresividad y flexibilidad en la vivienda. Enfoques teóricos.

“…tu casa se hará contigo y tú con tu casa” [1]

IntroducciónLa permanente evolución es inherente a la vivienda como respuesta a la

variabilidad dialéctica de la vida cotidiana de sus habitantes, para lograr satisfacer las necesidades iniciales y adaptarse al desarrollo progresivo posterior, durante su etapa de uso y explotación. De aquí que la vivienda puede ser considerada como un organismo vivo, cuyo crecimiento surge de “una necesidad económica y social y no de un enfoque formal” [2]

La vivienda debería favorecer la adaptabilidad de sus espacios y funciones en el tiempo en correspondencia con la evolución dinámica natural de la familia [3] por disímiles factores: variabilidad en el número de sus miembros, composición variable del núcleo familiar, desarrollo tecnológico en ascenso, posición económica y social de la familia, entre los más comunes. Esto permitiría evitar la obsolescencia de las soluciones, garantizando su validez en el tiempo y la calidad de vida de sus moradores.

La adaptación de la vivienda debe estar referida “no sólo a la transformación de las funciones, sino también, al cambio de valores de esas funciones en el tiempo” [2]. Por otro lado, es recomendable poner en práctica el concepto de “más con menos”, referido a la explotación de un espectro amplio de posibilidades de transformación, optimizando al máximo el consumo de recursos.

Sin embargo, una limitación en el enfoque de la vivienda social cubana actual es su rigidez e invariabilidad. Los planes habitacionales estatales están orientados hacia soluciones definitivas construidas con materiales duraderos, que no consideran en el diseño las posibilidades de adecuación que debe satisfacer la vivienda, como lugar fundamental del desarrollo de la dinámica cotidiana de la vida familiar, y como reflejo del desarrollo de la sociedad. Por otro lado, la vivienda progresiva queda sólo como opción para la familia que construye su vivienda por esfuerzo propio, generando urbanizaciones extensivas de baja densidad, y generalmente mala calidad de diseño.

Es por ello que las autoras del presente artículo han estado incursionando en el tema mediante el desarrollo de investigaciones en tesis de diploma, maestría y doctorado, con el objetivo de ofrecer alternativas para el desarrollo de viviendas progresivas que permitan combinar la acción del estado y la población en zonas urbanas de densidades medias, sin afectar la calidad de la imagen urbana.

La intención es poder desarrollar una vivienda progresiva capaz de ser insertada en zonas urbanas de densidad media e incluso, con valores patrimoniales, a partir de que empresas constructoras (públicas o privadas) ejecuten la estructura o la cáscara y las instalaciones, y posteriormente la población con su esfuerzo propio pueda completar, transformar y mejorar su propia vivienda a lo largo del tiempo.

En el presente trabajo se discuten términos, conceptos y enfoques asociados al tema, que sirven de base para su aplicación en la práctica social.

Metodos*El contenido que se presenta emplea los métodos de la investigación

teórica, a partir de la recopilación y procesamiento de información documental sobre la terminología, conceptos, definiciones y criterios de los principales autores que han trabajado en el tema de la vivienda progresiva y

1.RAMÍREZ PONCE, Alfredo. Las palabras arquitectura y diseño. [en línea]. Barcelona: Universitat Pompeu Fabra, 2007. [Consulta: enero 2010]. Disponible en: http://www.dtic.upf.edu/~rramirez/Arponce/LaPalabraArquitectura.pdf

2.VEJAR PÉREZ RUBIO, Carlos. Y el perro ladra y la luna enfría. La Habana: Ediciones Unión, 1994. p.125. p.164

3.MONTANER, Josep María. “Vivienda contemporánea. Cambios sociales y transformaciones tipológicas”. PROYECTIVA. 2008, No. 1, vol. 1, p.7-15. ISSN 2027-1999.

4.GELABERT ABREU, Dayra. “Vivienda progresiva en la ciudad de La Habana. Bases para su desarrollo”. Dra. Cs. Arq. Dania González Couret. Tesis de Maestría. ISPJAE. Facultad de Arquitectura. La Habana, 2010.

* El contenido de este artículo parte del marco teórico de la investigación desarrollada para la defensa de la tesis de maestría de Gelabert, D. [4]

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flexible, para construir el marco teórico sobre la base del análisis – síntesis, la discusión y la inducción - deducción.

Además de basarse en la información de fuentes documentales, las reflexiones son resultado de las discusiones analíticas sobre los enfoques tradicionales de estos conceptos y su evolución en el tiempo (método histórico – lógico), desarrolladas en el colectivo de investigación donde se insertan las autoras.

Un objetivo del presente artículo es discutir términos y enfoques para dejar planteados los conceptos básicos que conforman el modelo teórico de la investigación en proceso y permiten identificar las variables objeto de estudio.

El enfoque metodológico asumido en esta primera etapa ha sido aplicado posteriormente en las siguientes fases de la investigación, tanto en el diagnóstico como en la elaboración de propuestas y recomendaciones.

Resultados

Términos y definiciones

Existen algunos autores que establecen diferencias entre el concepto de vivienda progresiva y evolutiva. Sin embargo, para el presente trabajo esas diferencias no son significativas, entendiéndose ambos como sinónimos, según resultados de investigaciones precedentes desarrolladas en la Facultad de Arquitectura del ISPJAE. [5]

Atendiendo al control y manera de ejecución de las viviendas pueden identificarse dos tipos de progresividad [6]:

•“Progresividad Espontánea: las ampliaciones y las transformaciones se realizan por la familia sin colaboración profesional, practicando así una autoconstrucción espontánea”.

•“Progresividad Asistida: exige en todo el proceso de diseño y construcción la asistencia técnica de parte de profesionales calificados.”

Sin embargo, la posición asumida en este trabajo, considera que es imprescindible el control y la organización del proceso aunque la autoconstrucción sea espontánea, con el objetivo de garantizar los requisitos de mínimos de habitabilidad; y en ambos casos, debe involucrarse al usuario en un proceso de capacitación para asumir la construcción y gestión de la vivienda.

La progresividad también puede clasificarse en relación con la manera en que se produce la evolución. En este sentido Salas [7] plantea que existen dos alternativas para la vivienda progresiva:

•Progresividad hacia dentro o cuantitativa: la entrega inicial será una cáscara habitable completa que puede mejorarse y transformarse por la incorporación de sucesivos grados de terminaciones que no comprometan la seguridad y estabilidad de lo ya construido.

•Progresividad en extensión o cualitativa: el desarrollo posterior de la vivienda se logra por la incorporación de nuevos espacios. Incluye las ampliaciones desde las excavaciones hasta la cubierta.

La clasificación hecha por Salas pudiera resultar contradictoria al designar como cuantitativa la progresividad interior, cuando pudiera asociarse más con la cualitativa y la progresividad en extensión o hacia el exterior con la cuantitativa, por la sumatoria gradual de espacios que irán conformando el resultado final de la vivienda. En este trabajo la clasificación de los tipos o modalidades de progresividad se establece en relación con su forma de crecimiento, expansión o transformación exterior o interior de acuerdo con lo planteado por Salas al clasificar la progresividad de las soluciones de manera general en progresividad hacia dentro o en extensión.

5.COLECTIVO DE AUTORES. “Vivienda apropiada para ciudad de La Habana”. En: Informe de Resultado de Investigación. La Habana: ISPJAE. Facultad de Arquitectura, 2004. p.11

6.HERRERA, Juan Alejandro. “Conjunto habitacional Altos del Rahue. Vivienda social evolutiva y equipamiento comunitario”. [en línea]. Santiago de Chile: Universidad de Chile Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 2004. p.12. [Consulta :febrero 2010]. Disponible en: http://www.cybertesis.cl

7.SALAS, Julián. “Contra el Hambre de viviendas. Soluciones Tecnológicas Latinoamericanas”. Bogotá: Ed. Escala Cyted-D, 1992.

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Autores como Gutiérrez, T. [8] y González, D. [9], entre otros, coinciden en que la vivienda progresiva puede desarrollarse en cuatro modalidades principales: semilla, cáscara, soporte y mejorable. Según el resultado de investigación Vivienda apropiada para Ciudad de La Habana [5] estos términos se refieren a:

“Semilla: Vivienda crecedera que parte de un núcleo inicial básico. Ese núcleo, en el caso de Cuba, debe satisfacer los requerimientos que establece la regulación para otorgar el habitable*. (Figura 1)

Cáscara: Aquella vivienda donde en la primera etapa se ejecuta la envolvente exterior y luego se subdivide interiormente horizontal o verticalmente. (Figura 2)

Soporte: Inicialmente se construye la estructura portante (generalmente de alta tecnología con las instalaciones y circulaciones generales). Posteriormente se completa la subdivisión del espacio interior e incluso, los cierres exteriores. (Figura 3)

Mejorable: Las terminaciones iniciales son de baja calidad, con materiales

*Se refiere a la autorización para habitar una vivienda a partir del cumplimiento de los requisitos mínimos establecidos. [10]

8.GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ, Tania. Curso vivienda evolutiva [Documento digital inédito]. ISPJAE. La Habana: Facultad de Arquitectura, 2008.

9.GONZÁLEZ COURET, Dania. “La vivienda como tema de diseño”. La Habana: Editorial Félix Varela, 2008.

10.INSTITUTO NACIONAL DE LA VIVIENDA. RC – 1107 Viviendas por esfuerzos propios en núcleos urbanos. La Habana: Instituto Nacional De La Vivienda, 1986

Figura 1: Vivienda semilla. Evolución por etapas. Esquema de la autora

Figura 2: Vivienda cáscara. Esquema de la autora.

Figura 3: Vivienda soporte. Esquema de la autora.

Pueden existir combinaciones de las alternativas anteriores.”Gutiérrez [8] coincide con los conceptos de clasificación anteriores y

define las modalidades de progresividad de la siguiente manera: “La base puede ocupar un área mínima y se ubicará según convenga,

coincidiendo con la línea de fachada anterior o posterior establecida, condicionando su crecimiento hasta límites predefinidos. Es la vivienda tipo semilla.

Si por el contrario, se ocupa todo el lote correspondiente, definiendo la mayor cantidad de límites externos previstos en la construcción dentro del contexto, para ir adecuando sus interiores posteriormente, se trata de la vivienda tipo cáscara.

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más baratos, que pueden ser sustituidos posteriormente por soluciones definitivas de mayor calidad y costo.

La estructura soporte incluye los elementos estructurales, entrepisos y un espacio mínimo por vivienda, previéndose un número determinado de unidades habitacionales que adaptándose individualmente a las necesidades cambiantes y a los deseos de los usuarios en el transcurso del tiempo, evolucionarán en sentido horizontal y vertical hasta alcanzar la máxima expresión predeterminada en su contexto urbano.”

Se establece entonces una relación directa entre la clasificación de la vivienda progresiva en las cuatro modalidades anteriores y la definición planteada por Salas, coincidiendo la modalidad semilla con la segunda clasificación de progresividad en extensión y las modalidades de cáscara y soporte con la progresividad hacia dentro. En el caso de la modalidad mejorable, ésta puede pertenecer a ambas clasificaciones indistintamente al poder combinarse con el resto de las modalidades mencionadas.

Así, la clasificación definida en este trabajo para la vivienda progresiva según las modalidades que puede asumir es la siguiente: (Figura 4)

Modalidades y requerimientosEn correspondencia directa con la esencia de cada modalidad de

progresividad descrita anteriormente, se derivan requerimientos específicos de cada una, que tienen implicaciones directas en el diseño, ejecución y selección de la solución constructiva adecuada a emplear en cada caso, así como, en la solución espacial interior y la adecuación y diálogo con el emplazamiento específico de las viviendas, por sólo mencionar algunos. Por ello, es imprescindible comprender los requerimientos de cada modalidad partiendo del análisis de su esencia, con el objetivo de lograr su correcta inserción en los diferentes contextos urbanos existentes en la ciudad.

La vivienda progresiva mejorable no exige requerimientos específicos espaciales o constructivos propios que influyan en el diseño futuro de las viviendas. Comprende una diversidad de acciones de alcance variable, desde más puntuales a otras de escala más abarcadora, con el objetivo de mejorar la calidad, durabilidad, resistencia, habitabilidad, funcionamiento o decoración. Se encuentra combinada de manera constante con el resto de las modalidades, debido a que el concepto propio de progresividad incluye el mejoramiento y adecuación sistemática en el tiempo como parte indisoluble de la evolución.

Figura 4: Clasificación general de las modalidades de vivienda progresiva.

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A continuación se exponen, a partir de las particularidades de cada una, los requerimientos espaciales y constructivos que corresponden a las modalidades de semilla, soporte y cáscara, para su posible inserción, diseño y ejecución en zonas urbanas [4].

•Semilla: Su esencia radica en la sumatoria continua y lógica de unidades espaciales independientes, interconectadas o no, según las preferencias de la familia, hasta completar la conformación y diseño final de la vivienda, por lo que se puede obtener una cifra ilimitada de soluciones formales, espaciales y funcionales.

La secuencia de construcción, número, forma de asociación y características de estas unidades es diversa. Por tanto, para que sea posible el crecimiento aditivo de unidades espaciales, cada una debería tener una estructura independiente, que puede ser de luces pequeñas, de acuerdo con las dimensiones espaciales requeridas [11]. Tanto la estructura como la solución constructiva deberán permitir, además, el crecimiento horizontal y vertical, generalmente hasta 2 niveles, pudiendo alcanzar hasta 3 plantas en casos puntuales. (Figura 5)

Por las características específicas de su crecimiento y expansión, este tipo de vivienda progresiva, se identifica con la tipología de la vivienda unifamiliar aislada, debido a que no es muy probable que se puedan ejecutar edificios multifamiliares con esta modalidad, porque sería necesario completar un nivel para comenzar a ejecutar el superior y la etapa de ejecución puede extenderse por un período de tiempo considerable. Esta es la modalidad empleada en la construcción de viviendas por medios propios, que tradicionalmente realiza la población según los recursos que posee, en la cual resulta difícil controlar la calidad de la imagen de la vivienda en cada etapa y su relación con el contexto, ya que depende de la expresión de la individualidad de la familia, sus preferencias y los recursos financieros y materiales disponibles a su alcance.

Lo anterior hace recomendable limitar la ubicación de la vivienda progresiva del tipo “semilla” a las zonas urbanas de densidad baja, con predominio de la vivienda unifamiliar, donde además, la abundante vegetación minimice el impacto negativo de su imagen inacabada en el contexto urbano. Por otro lado, no resulta conveniente su ubicación en zonas urbanas de alto valor, precisamente por la afectación que las sucesivas transformaciones temporales pudieran ocasionar a la imagen urbana. No obstante, en estas zonas de valor sería posible combinar la modalidad “semilla” creciendo

11.INSTITUTO NACIONAL DE LA VIVIENDA Norma Cubana. NC 641/2008: Viviendas sociales urbanas. Requisitos mínimos de habitabilidad. La Habana: Instituto Nacional De La Vivienda, 2008.

Figura 5: Conformación de la vivienda por la sumatoria de unidades independientes de pequeñas luces. Proyecto Extendible Houses, Holanda, 1963 (Tomadas de www.afewthoughts.co.uk, enero 2010).

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hacia el interior del lote, con la “cáscara” hacia el frente para mantener desde el inicio la coherencia del lenguaje urbano.

El sistema constructivo y tecnologías empleadas deben ser apropiables y sus elementos componentes de fácil maniobrabilidad, para que la familia participe en la ejecución sin necesitar equipamiento pesado o mano de obra especializada. Pueden emplearse soluciones tradicionales (muros de albañilería y entrepisos de vigueta y bovedilla o estructuras de hormigón armado “in situ”), que son las más empleadas habitualmente por la población en la construcción por medios propios, o sistemas industrializados para construcciones de baja altura, que estén disponibles en el país, preferiblemente de rápida ejecución y montaje y de fácil maniobrabilidad, para garantizar la posibilidad de la participación de la familia en la ejecución. (Figura 6)

•Cáscara: Su esencia se basa en el concepto del ‘contenedor’, partiendo de una imagen inicial completamente terminada que permite dialogar armónicamente con el contexto en que se inserte el edificio y posibilita la conformación variable del espacio interior o el ‘contenido’. El número de pisos en este caso dependerá del diseño específico, de la solución constructiva empleada y de las regulaciones y condicionales del emplazamiento.

En esta modalidad, la concepción y diseño de la envolvente exterior queda definida y ejecutada desde la etapa inicial, lo cual constituye una premisa para garantizar la calidad de la imagen urbana. La envolvente exterior constituye una “cáscara”, como elemento permanente, a diferencia de la solución espacial interior que puede ser ejecutada y modificada durante el uso, por lo cual, los elementos divisorios del espacio interior podrían ser temporales y ligeros. (Figura 7)

Por las razones expuestas, su ejecución resulta conveniente en zonas centrales de alta densidad, con presencia de reconocidos valores arquitectónicos y urbanos a respetar. Como que el volumen inicial y su envolvente no varían, es posible garantizar mediante un diseño adecuado desde el inicio la solución de los requerimientos ambientales interiores y la calidad de vida en contextos medianeros, lo cual pudiera verse afectado en una etapa posterior, si se permite la progresividad de la solución a elección del usuario fuera de los límites definidos inicialmente.

La modalidad cáscara, con una envolvente exterior permanente y un espacio interior transformable debería contar con una estructura que permita la necesaria espacialidad y flexibilidad interior para asumir las transformaciones en etapas posteriores. En este caso conviene no tener el espacio interior comprometido con elementos portantes que lo subdividan de manera permanente. El espacio debe admitir su compartimentación

Figura 6: Uso de soluciones apropiables que permiten al usuario realizar la ejecución progresiva de la vivienda. (Proyecto Flexibo, Dinamarca, 1976, tomada de www.afewthoughts.co.uk, febrero 2010y Manual de vigueta y bovedilla, s/f)

Figura 7: Vivienda cáscara en Centro Habana (Trabajo de Diploma Enfoques y soluciones para nuevas viviendas en Centro Habana. Caso de estudio. Autores: Dayra Gelabert, Celia García y Handler Millán, Facultad de Arquitectura, La Habana, 2007)

Figura 8: Espacio interior transformable, Drawer House, Japón, 2003 (Tomada de www.blogivive.com, enero 2010)

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vertical y horizontal para aumentar la superficie habitable disponible. La modulación es un recurso válido a emplear para permitir la adaptación futura a diversas soluciones de diseño. (Figura 8)

En zonas de alta densidad y compacidad las soluciones constructivas elegidas para la ejecución deben prescindir, en la medida de lo posible, de equipamiento especializado y medios pesados de izaje, por lo difícil que resulta su emplazamiento en esos contextos.

•Soporte: Su esencia se basa en la clasificación de un soporte estructural que garantice una gran libertad de diseño en la conformación del espacio interior y en la imagen exterior, permitiendo al usuario expresar su individualidad a través del diseño de la vivienda. [12]

La estructura juega el rol fundamental en esta modalidad, ya que su diseño debe permitir la combinación y adaptabilidad de los espacios en etapas posteriores. El diseño interior debe posibilitar diversos esquemas de plantas, a partir de la flexibilidad como concepto fundamental. Las divisiones espaciales deben minimizarse al máximo, lo que permite un margen de libertad en cuanto a cambios de uso, jerarquía y disposición del equipamiento, conformando espacios abiertos, unitarios e integrados. (Figura 9)

La solución constructiva empleada debe permitir grandes luces y por razones de economía y optimización de recursos no debe ser de poca altura si estas necesitan de equipamiento y mano de obra especializada en su ejecución. Por lo quese recomienda su ubicación en zonas abiertas de la ciudad, con predominio de edificaciones de altura superior a los 5 niveles.

Flexibilidad, adaptabilidad, variabilidad, versatilidad y transformabilidad

El concepto de progresividad está estrechamente ligado a otros como flexibilidad, adaptabilidad, variabilidad, versatilidad y transformabilidad, que en ocasiones se usan indistintamente a pesar de que no son exactamente sinónimos. Estos términos, de similar acepción, se refieren a objetivos comunes relacionados con la optimización espacial y su adecuación a la familia y a las formas de vida contemporáneas, que condicionan el uso y diseño de los espacios de la vivienda [13]. También se vinculan en la búsqueda por atenuar la rígida normalización, estandarización e industrialización que ha caracterizado a la generalidad de las soluciones para el hábitat popular masivo.

11.INSTITUTO NACIONAL DE LA VIVIENDA Norma Cubana. NC 641/2008: Viviendas sociales urbanas. Requisitos mínimos de habitabilidad. La Habana: Instituto Nacional De La Vivienda, 2008.

12.HABRAKEN, John et al. El diseño de soportes. Barcelona: Ed. Gustavo Gili, 1979.

13.MONTANER, Josep María. “Tipologías de vivienda social para el siglo XXI”. TC cuadernos. 2003, No. 59.

Figura 9: Vivienda soporte. (Tomadas de El diseño de soportes, Habraken, 1979, p.58 y p.131).

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La definición, especificidad y relación de estos conceptos manejados en el lenguaje arquitectónico actual con las diferentes modalidades de progresividad identificadas en el trabajo ha servido de base para determinar y clasificar las experiencias precedentes, y evaluar su efectividad para su apropiada implementación en el contexto de la ciudad de La Habana.

En esta investigación se asume la flexibilidad como una potencialidad que permite desarrollar la evolución de la vivienda en el tiempo, al favorecer el cambio y la transformación durante su vida útil. Aunque toda vivienda progresiva no tiene que ser necesariamente flexible, incorporar la flexibilidad como concepto indisoluble a su diseño, ofrece una variedad de opciones espaciales en las diferentes etapas, a la vez que hace posible economizar esfuerzos y recursos al ejecutar las transformaciones previstas desde el inicio sin necesidad de destruir componentes constructivos.

No obstante, resulta muy difícil predecir desde el inicio todos los cambios posibles, pues según afirma Rem Koolhaas, la flexibilidad “no es la anticipación exhaustiva a todos los cambios posibles. Muchos cambios son impredecibles (…) La flexibilidad es la creación de una capacidad de amplio margen que permita diferentes e incluso opuestas interpretaciones y usos.” [14]

La clasificación de los tipos de flexibilidad es muy importante para establecer su correspondencia con las modalidades de progresividad expuestas anteriormente, así como, para valorar su posible implementación. En la literatura especializada, para calificar o referirse a la vivienda y el espacio habitable flexible es frecuente encontrar indistintamente, el empleo de otros términos como adaptable, versátil, variable y transformable.

Seguidamente se discuten estos términos a partir de su significado e implicaciones en la flexibilidad de la vivienda, con vistas a fundamentar la clasificación asumida en la presente investigación.

En primer lugar se entiende que el término variable no tiene necesariamente que estar referido a un proceso en el tiempo, sino a la posibilidad de ser una cosa u otra indistintamente. Tampoco significa que la variación deba ser adecuada, según las necesidades. Por otro lado, el concepto transformable, aunque en su definición tampoco incluya que la transformación deba ser apropiada, sí está obligatoriamente referido a un proceso en el tiempo, ya que significa “convertir una cosa en otra” [15].

La versatilidad, a su vez, se refiere a una cualidad inicial o a una frecuencia mayor de cambio, más que a un proceso en el tiempo. Mientras que la adaptabilidad, que implica igualmente un proceso de cambio en el tiempo, se asocia con la adaptación a situaciones cambiantes, por tanto, lo que varía no es el objeto, sino las circunstancias a las cuales éste se adecua.

Todos estos conceptos están contenidos en el término flexible, que se refiere a aquello que es “susceptible de cambios o variaciones según las circunstancias o necesidades” [15], de manera que cambia el objeto como respuesta a la variación de las condicionantes.

Se concluye entonces que el concepto de flexibilidad es el más general, ya que su esencia implica adaptación, cambio y transformación. A partir de la clasificación de la flexibilidad en “inicial” y “continua” asumida por Moya y Gómez en 2007 [16], es posible asociar la versatilidad a la flexibilidad inicial, y el resto de los términos (variable, adaptable y transformable) a la flexibilidad continua, que según la propia fuente, puede ser “cotidiana” o “en el tiempo”.

14.LARIO, F. “Vivienda flexible y diseño tecnológico. Experiencias didácticas” [en línea]. En: Simposio La vivienda en la sociedad de hoy. Mar del Plata: Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. Centro de Estudios de Diseño, 2004. [Consulta: diciembre 2009]. Disponible en: http://www.proyectoleonardo.net .

15.ENCARTA. Diccionario de la Real Academia de la lengua Española [CD-ROM] 2009.

16.MOYA, Alfredo y Jinnet GÓMEZ. “Flexibilidad en la vivienda contemporánea del Centro Histórico de La Habana. Caso de estudio Edificio Muralla 205”. Dr. Arq. Orestes del Castillo. Tesis de Diploma. ISPJAE. Facultad de Arquitectura. La Habana. 2007, p.10. p. 27-29. p. 21-25.

Figura 10: Flexibilidad. Categorías asociadas.

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De acuerdo con sus significados, la variabilidad puede expresarse de manera cotidiana o con una frecuencia mucho mayor que la adaptabilidad y la trasformabilidad, que implican acciones que transcurren en un proceso de tiempo. (Figura 10)

Es por ello que en la presente investigación, se considera el término flexible como el más integrador y apropiado para calificar el espacio habitable que debe definir a la vivienda progresiva. Esta condición permite adecuarse a situaciones diversas según necesidades y preferencias de la familia, como respuesta a las condicionales generales y específicas en cada caso, que igualmente cambian o evolucionan en el tiempo. El resto de los términos se incluyen como categorías dentro del concepto de flexibilidad. En resumen, para esta investigación la vivienda flexible se concibe como un objeto dinámico, que contiene y combina una pluralidad de usos, personas y actividades.

El interés por satisfacer la diversidad en ascenso de los requerimientos de la vivienda como espacio en que se desarrolla la vida familiar, permitiendo la transformación y adaptación en el tiempo sin comprometer el futuro, ha encontrado en la vivienda flexible y en sus múltiples interpretaciones, la solución lógica y generalizada para enfrentar el problema en los países del primer mundo* , donde la flexibilidad responde además a una demanda tecnológica [17]. Esto se refleja claramente en el siguiente planteamiento: “Dado que el factor económico obliga a una racionalización global en la vivienda de bajo presupuesto, comparable con un progresivo aumento en la complejidad de los servicios internos, la casa debe ser flexible, con una clara distinción de elementos servidores y áreas de estancia (…)” [18]

La incorporación de la flexibilidad al diseño de la vivienda social presenta según Digiacomo y Palermo Szücs [19], las siguientes limitantes:

-“Se desconoce al futuro usuario, por tanto no se puede adivinar sus necesidades.

-Se conoce al usuario, pero no se proyectan sus futuras necesidades. -La reducción de los costos de producción de la vivienda social exige

áreas reducidas y estandarización extrema. -Las transformaciones producidas por los usuarios generan interferencias

negativas en los procesos de producción del hábitat.”Esto es aplicable a la vivienda social cubana, terminada (llave en mano),

para una familia típica con características y necesidades estandarizadas, sin considerar su evolución en el tiempo. Por tanto, aun cuando la Norma Cubana vigente es relativamente generosa en áreas con respecto a otras en América Latina, las viviendas no responden a las necesidades de las familias que se ven precisadas a transformarlas, afectando en ocasiones incluso, la estructura de los edificios [20]. Las transformaciones operadas, en muchos casos ilegales, afectan también la imagen urbana [21].

Por ello, es apremiante el estudio de la posibilidad real de aplicación de estos conceptos a la vivienda social en Cuba, con el objetivo de proporcionar viviendas apropiadas en respuesta a la demanda cuantitativa y cualitativa que debe satisfacer el estado como encargado de facilitar una vivienda digna a cada familia.

La flexibilidad puede manifestarse de manera diversa, lo que incide en que su clasificación sea compleja debido a la diferencia de opiniones sobre el tema. Para esta investigación se tomó como referencia la clasificación propuesta por Moya y Gómez [16], en “inicial” y “continua” según el momento

17.MONTANER, J. M. y Zaida MUXÍ. Habitar el presente. Vivienda en España: sociedad, ciudad, tecnología y recursos. Madrid: Ed. Ministerio de Vivienda, 2006.

18.ARANGUREN, María José y José GONZÁLEZ GALLEGOS. “Habita la casa” [inédito], 1999.

19. DIGIACOMO M. C. y S. PALERMO SZÜCS. “Flexibilidad, requisito fundamental en el proyecto de habitación de interés social”. [en línea]. En: Simposio La vivienda en la sociedad de hoy. Mendoza: Universidad de Mendoza. Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, 2004, p.3-4. [Consulta: abril 2008]. Disponible en: http://www.novosite.es

20.FUKUHARA FUNDORA, Miguel T. “La vivienda progresiva: una alternativa para los conjuntos habitacionales de médicos internacionalistas en la provincia Matanzas”. Dra. Arq. Mabel Matamoros Tuma. Tesis de Maestría. ISPJAE. Facultad de Arquitectura. La Habana, 2011.

21.GUZMÁN SEIJAS, Nivaldo. “Intervenciones ilegales en áreas comunes de Edificios multifamiliares. Causas y propuestas de actuación”. Tesis de Maestría. Tutor: Dra. Arq. Tania Gutiérrez. ISPJAE. Facultad de Arquitectura. La Habana, 2008.

*El diseño de viviendas flexibles es una práctica común en el primer mundo, mientras que en los países en desarrollo predomina la vivienda crecedera autoconstruida.

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del ciclo de vida en que se produce, y que resume, a su vez, la opinión de diversos autores como Szücs, P. y Digiacomo M. C., 2004 [19]; Till, J. y Schneider, T., 2006 [22]; A. Zeeland, 2008 [23], entre otros. (Figura 11)

1. Flexibilidad inicial o inmediata: Se manifiesta en la etapa de diseño y concepción y está referida a la posibilidad de realizar variaciones al proyecto arquitectónico antes del momento de ocupación. Esto es posible por ejemplo, mediante la asociación variable de módulos o unidades habitacionales que permitan la combinación y desarrollo de diferentes esquemas, adaptándose a las posibles condicionantes específicas del emplazamiento.

También pueden obtenerse diferentes soluciones, no sólo mediante la combinación de módulos habitacionales completos, sino permitiendo la configuración del espacio interior y sus relaciones según la elección del futuro usuario, a partir de proporcionar espacios de dimensiones equivalentes que pueden asumir diferentes funciones, de acuerdo con las preferencias y formas de vida de la familia. (Figura 12)

A los efectos de la presente investigación se asume que la flexibilidad inicial no está referida a las posibilidades que da el diseño para la transformación de la vivienda en el tiempo, sino para adaptarse a diferentes composiciones familiares o a diversas soluciones espaciales en el momento de la ocupación de la vivienda.

Partiendo de ahí, la aplicación de la flexibilidad inicial en la vivienda social cubana sería posible si el diseño se estructura sobre la base de unidades espaciales neutras, que propicien la variabilidad del volumen arquitectónico y puedan asumir posteriormente diferentes funciones, para permitir la posible flexibilidad continua de la edificación. Sin embargo, en las condiciones actuales del país, se dificulta la participación del usuario en la etapa de diseño con vistas a escoger la configuración inicial preferida para su vivienda antes de la ocupación, ya que el diseño se elabora para un usuario aún desconocido en ese momento.

Figura 11: Clasificación de los tipos de Flexibilidad.

Figura 12:Flexibilidad inicial. Diferentes configuraciones interiores para viviendas de iguales dimensiones. Weissenhof, Mies van der Rohe, 1927 (www.afewthoughts.co.uk, febrero 2010)

22.TILL, Jeremy y Tatjana SCHNEIDER. “Flexible housing: The means to the end”. [en línea]. En: Conferencia internacional de viviendas en Europa Nuevos retos e innovaciones en la ciudad del mañana. Sheffield: University of Sheffield. School of Architecture, 2006. [Consulta: diciembre 2008]. Disponible en: http://www.borg.hi.is

23.ZEELAND, Ari van. “Producción digital y personalización. Precedents de una nueva concepción de arquitectura adaptable”. [en línea], Máster en Arquitectura. PUC, 2007. [Consulta: marzo 2009]. Disponible en: http://www.habitafutura.com

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Figura 13: Flexibilidad continua cotidiana. Uso de paneles deslizantes, Wulzendorfstrasse, Helmut Wimmer, Austria, 1996 (www.afewthoughts.co.uk, febrero 2010)

Figura 14: Flexibilidad continua. Mobiliario acoplable en las paredes, Viviendas en Carabanchel, Aranguren y Gallegos, España, 1994 (www.arangurengallegos.com, enero 2010)

Figura 15: Flexibilidad tecnológica racional. Instalaciones eléctricas expuestas, Monterau, Les Freres-Arsene-Henry, Francia, 1971 (www.afewthoughts.co.uk, febrero 2010) y Conductos registrables de instalaciones horizontales y verticales (www.afewthoughts.co.uk, febrero 2010).

Desarrollar soluciones que sólo consideren la flexibilidad inicial en el diseño y no prevean la flexibilidad continua, permitiendo la evolución de la vivienda en el uso, puede generar soluciones rígidas que impidan la adecuación futura a las familias para la satisfacción de sus necesidades.

2. Flexibilidad continua: Se produce durante el uso, explotación y transformación del inmueble, luego de la ocupación de la vivienda y puede clasificarse, a su vez, según la frecuencia con que ocurre la transformación en “cotidiana” y “en el tiempo”.

-Movilidad cotidiana: Permite la rápida y fácil transformación del espacio con acciones de simple ejecución que varían el uso y percepción del ambiente interior. Es frecuente encontrarla asociada al programa de la vivienda mínima [24] , con el uso de mobiliario multifuncional como protagonista del espacio.

Sin embargo, el mobiliario no es objeto de estudio de la presente investigación, de manera que el enfoque de la flexibilidad que se propone es independiente del tipo de mueble que posteriormente la familia pueda usar en su vivienda, ya que además, no existe una producción ni una oferta estable (Figura 13 y 14).

-Transformación en el tiempo: Permite responder a los futuros requerimientos de la familia mediante la adaptación del diseño de la vivienda a través de acciones desarrolladas a mayor plazo.

Además de la frecuencia de ocurrencia de las transformaciones, la flexibilidad continua puede también clasificarse según la forma en que éstas se logran, en “tecnológica” o “de uso o diseño”.

-Flexibilidad tecnológica: Se refiere al empleo de la tecnología en función de la flexibilidad, y partiendo de la investigación de Moya y Gómez [16] se ha clasificado en “electrónica” y “racional”. La primera se refiere a la arquitectura denominada inteligente, a partir de sistemas activos y automatizados, y la segunda al empleo de tecnologías más sencillas, que se adecuan mejor a las limitantes económicas de la vivienda social. (Figura 15). Aunque no es posible aplicar la flexibilidad tecnológica electrónica en el diseño de la vivienda social cubana actual, sí debe considerarse la flexibilidad tecnológica racional al permitir la asimilación de los cambios tecnológicos futuros asociados al avance y evolución natural de la sociedad, previendo áreas disponibles de fácil acceso y manipulación, para la localización de las instalaciones y redes.

-Flexibilidad de uso o de diseño): Se logra mediante la transformación de los espacios que componen la vivienda, ya sea de manera cotidiana o en

24.KLEIN, Alexander. Vivienda mínima. 1906–1957. Barcelona: Ed. Gustavo Gili, 1980.

25.VALENZUELA, Carolina. “Plantas transformables. La vivienda colectiva como objeto de intervención”. ARQ. 2004, No. 58, p.74-77.

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el tiempo. A partir del criterio de diversos autores como Valenzuela, 2004 [25]; Szücs, P. y Digiacomo M. C., 2004 [19], Moya y Gómez [16] clasifican la vivienda de espacios transformables en: vivienda ampliable, vivienda de espacio libre, vivienda de espacio móvil y vivienda de recintos neutros.

Sin embargo, en la clasificación propuesta, los diferentes conceptos se mezclan y se generan algunas confusiones, como es el caso del espacio móvil, en el que no queda claro si la movilidad se refiere al espacio propiamente o a los elementos que lo definen (cierres y mobiliario).Igualmente resulta confuso que se clasifique como vivienda de espacios ampliables a aquella que aumenta el número de espacios que la componen al incluir nuevas subdivisiones internas, ya que ésta no se amplía en superficie útil, y por el contrario, pudiera considerarse incluida en las alternativas de espacio libre o móvil.

Sobre la base de los conceptos y clasificaciones expuestas, en la presente investigación se ha propuesto clasificar la vivienda de espacios transformables que permite la flexibilidad de uso o de diseño, en vivienda de “espacio libre”, de “recintos neutros”, de “espacio variable” y “crecedera”:

-Vivienda de espacio libre: Es aquella que carece de partición espacial interior, conformada por un espacio integrado y único, exceptuando la posible ubicación fija de núcleos de servicios, por lo cual la selección de la solución estructural no debe impedir la unidad visual y perceptual del espacio. Está compuesta por un espacio que puede cambiar sus atributos de dimensiones y proporciones, y que es susceptible de ser abierto o cerrado, ampliado o reducido y subdividido, tanto horizontal como verticalmente, mediante el empleo de elementos temporales.

Estas acciones de transformación pueden efectuarse tanto de manera cotidiana como en el tiempo, con excepción de la subdivisión vertical (entrepiso) que tiene un grado de permanencia mucho mayor. Este tipo de flexibilidad está relacionada directamente con la vivienda progresiva de modalidad soporte y cáscara. (Figura 16)

-Vivienda de recintos neutros: Es aquella que se compone de espacios fijos y definidos, con atributos equivalentes entre sí, cuyas proporciones y dimensiones permitan el intercambio de funciones, permitiendo variar la relación espacial y funcional de la vivienda.

Figura 16:Vivienda de espacio libre. Proyecto 495 West Street, Estados Unidos, 2000 (www.afewthoughts.co.uk, febrero 2010)

Figura 17: Vivienda de recintos neutros. Apartment, Schneider, Elingius, Schramm, Alemania, 1928 (www.afewthoughts.co.uk, febrero 2010)

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Está directamente relacionada con la evolución en el tiempo y puede asociarse a cualquiera de las modalidades de vivienda progresiva, aunque en menor medida con la cáscara, que tiene una relación más directa con la vivienda de espacio libre o de espacio variable. (Figura 17)

-Vivienda de espacio variable: Es aquella que posee un mayor número de elementos componentes fijos que la vivienda de espacio libre, pero que permite la integración de varios de sus espacios, variando la percepción del ambiente interior. Se asocia con el empleo de elementos componentes móviles (divisiones interiores, mobiliario), que permiten la subdivisión variable del espacio.

Estas acciones de transformación pueden efectuarse tanto de manera cotidiana como en el tiempo, según su complejidad. El uso de elementos móviles, plegables, corredizos y multifuncionales, que pueden ser reajustados continuamente por el usuario, permiten variar la relación espacial y la privacidad interior; y el empleo de elementos desmontables favorece la evolución en el tiempo. Puede asociarse a cualquiera de las modalidades de vivienda progresiva. (Figura 18)

-Vivienda crecedera: Aquella que crece, horizontal o verticalmente, fuera de los límites iniciales. La ampliación, concebida desde la etapa inicial, puede ser en expansión según admita la ocupación normada y los límites del emplazamiento específico, o hacia áreas previstas para el crecimiento dentro de una estructura soporte, e incluso, por negociaciones convenidas entre apartamentos adyacentes donde se ceda la propiedad del espacio.

Su transformación es propia de la evolución en el tiempo y está relacionada directamente con la vivienda progresiva de modalidad semilla y soporte. (Figura 19 y 20)

Figura 18: Vivienda de espacio variable. Flex Housing, Nouvelle Development Corporation, Canada, 1996 (www.afewthoughts.co.uk, febrero 2010)

Figura 19: Vivienda crecedera dentro de una estructura soporte. Wohnanlage Genter Strasse, Otto Steidle, Alemania, 1972 (www.afewthoughts.co.uk, febrero 2010)

Figura 20: Vivienda crecedera hacia el exterior horizontal y verticalmente (www.socearq.org, enero 2010)

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ConclusionesPara la presente investigación, los términos vivienda progresiva y evolutiva

se asumen como sinónimos y atendiendo a la forma de ejecución ésta se clasifica en espontánea o asistida.

Otra forma de clasificar la vivienda progresiva aceptada en esta investigación atendiendo a la manera en que se produce la evolución es: hacia adentro o cualitativa,y hacia afuera o cuantitativa.

Las cuatro modalidades identificadas para el desarrollo de la vivienda progresiva son: semilla, cáscara, soporte y mejorable.

Aunque los conceptos asociados a los términos adaptabilidad, variabilidad, versatilidad y transformabilidad se usan indistintamente, no son sinónimos y todos forman parte del concepto de flexibilidad asumido en la investigación.

Según el momento del ciclo de vida de la vivienda en que se manifiesta, la flexibilidad, ésta puede clasificarse en inicial o continua, y esta última en cotidiana o en el tiempo, de acuerdo con la frecuencia de ocurrencia.

Atendiendo a la forma en que se produce, la flexibilidad, ya sea cotidiana o en el tiempo, ésta puede clasificarse en tecnológica (racional o electrónica) y de uso o diseño.

La flexibilidad de uso o diseño se manifiesta en la vivienda de espacios transformables, que puede a su vez clasificarse en vivienda de espacio libre, de recintos neutros, de espacio variable, o crecedera.

DAYRA GELABERT: Arquitecta, Máster en Vivienda Social, Instructora del Departamento de Diseño de la Facultad de Arquitectura del ISPJAE.Correo electrónico: [email protected]

DANIA GONZÁLEZ: Arquitecta, Doctora en Ciencias, Profesora Titular de la Facultad de Arquitectura del ISPJAE. Directora de Posgrado del ISPJAE.Correo electrónico: [email protected]

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Family and the housing habitability: Methodological approaches for study from the sociological perspective.

Familia y habitabilidad en la vivienda. Aproximaciones metodológicas para su estudio desde una perspectiva sociológica.

Patricia M. Gazmuri Núñez

RESUMEN: El artículo presenta los resultados de la primera etapa de una investigación, acerca de las preferencias y expectativas de la familia cubana contemporánea en relación con la vivienda, la cual tiene entre sus objetivos proponer un conjunto de recomendaciones que contribuyan a perfeccionar la norma de requisitos funcionales y de habitabilidad para la vivienda urbana. Mediante el análisis y la síntesis documental se exponen los fundamentos teórico-metodológicos que avalan la investigación, y el estudio de la familia como categoría sociológica. Se aportan criterios para el análisis de la habitabilidad en la vivienda desde una perspectiva social, centrada en la familia como unidad de análisis.

PALABRAS CLAVE. Sociología, familia, vivienda, habitabilidad

ABSTRACT: The article presents the results achieved at the first stage of a research about the preferences and expectations of the contemporary Cuban family on housing issues, in order to make some recommendations that contribute to the improvement of housing design, and the functional requirements and habitability normative of urban housing. By means of the analysis of documents, a theoretical and methodological bases was proposed in order to support the research and the study of family as a sociological category. The approaches help to analyze the conditions of habitability from a social perspective focused on family as a group of analysis.

KEY WORDS: Sociology, family, housing, habitability

Arquitectura y Urbanismo vol. XXXIV, no 1, 2013, ISSN 1815-5898Recibido: 20/08/2012 Aprobado: 22/12/2012

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IntroducciónLos estudios de familia han motivado el interés de diversas disciplinas

sociales en las últimas décadas. La proclamación, por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 47/237 del 20 de septiembre de 1993, de celebrar el Día Internacional de la Familia cada 15 de mayo ha contribuido a promover la toma de conciencia de los estados y gobiernos acerca de los temas relacionados con esa institución social, y favorecido la intervención mediante políticas públicas que pretenden modificar de alguna manera la realidad existente. Lo anterior supone, en primer lugar, formular los objetivos a alcanzar y después establecer las disposiciones concretas para lograr dichas metas. Ello demanda el reto de visualizar la familia como una unidad en oposición al despliegue de acciones fragmentadas que tributan a categorías tales como: mujer, infancia o tercera edad. Asumir la perspectiva familiar, la previsión de conjunto, favorecería la efectividad de ámbitos de intervención de políticas públicas en materia de vivienda, salud, educación, trabajo y otras esferas sociales.

La familia es una forma de organización social mediante la cual se norma la interacción entre sus miembros. Como institución, en Cuba está regulada por la Constitución de la República* y el Código de Familia. Como grupo social, realiza un conjunto de funciones y constituye un sistema de relaciones de disímiles característica (afectivas, consanguíneas, cohabitacionales, etc.) que garantizan la reproducción social, la satisfacción de las necesidades de sus miembros y regulan espontáneamente su desarrollo. [1]

La visión institucional cubana reconoce a la familia como la célula fundamental de la sociedad, su importancia como lugar privilegiado para el desarrollo de las personas, y la necesidad de lograr que no haya familia que no tenga una vivienda confortable. Este último aspecto es ratificado por la Ley General de la Vivienda como uno de sus principios: “el Estado socialista trabaja por lograr que no haya familia sin una vivienda confortable” [2], pero, no ha sido instrumentado adecuadamente desde la política habitacional. Por lo general se utiliza el término de “vivienda adecuada”, cuya definición es variable atendiendo a la acción de intervención sobre el inmueble: nueva construcción, rehabilitación, tasación y otras; aunque también se emplea con fines estadísticos para estimar el monto de viviendas “útiles” o “adecuadas”. El denominador común en todos estos casos es que no se aprecia un enfoque sociológico para referirse espacio habitacional.

La vivienda es el espacio donde la familia convive para satisfacer sus necesidades básicas, uno de los aspectos que caracteriza las condiciones materiales de la vida familiar y un bien de primera necesidad, por cuanto el bienestar que ofrece sus condiciones de habitabilidad influye de manera fundamental en la realización de las funciones familiares, la estabilidad, el equilibrio emocional, el estado de salud y capacidad de trabajo de sus moradores. Desde esta perspectiva es algo más que un techo, es un espacio integrador de procesos sociales necesario para la consolidación de la familia y el desarrollo de sus miembros.

Un estudio realizado en la ciudad de La Habana acerca de la percepción que tiene la población sobre los problemas habitacionales señala que “el problema más acuciante es la existencia de un número de viviendas sin condiciones de habitabilidad, con los consecuentes problemas sociales que esto genera” [3]. A su vez, estudios relativos al tema de las desigualdades sociales en la capital revelan la reproducción de patrones de diferenciación clasista, y a las condiciones de la vivienda y de habitabilidad como la dimensión de desigualdad más evidente. [4-5]

1.DÍAZ, Mareelén et al. “Familia y cambios socioeconómicos a las puertas del Nuevo Milenio”. CIPS. 2001, p. 5.

2.INSTITUTO NACIONAL DE LA VIVIENDA Ley General de la Vivienda. La Habana: Instituto Nacional de la Vivienda, 1989. p.2.

3.ATIENZA, Aida “Principales desafíos de la vivienda en Cuba”. Investigaciones Económicas. 2005, No. 2.

4.ÍÑIGUEZ, Luisa y Omar EVERLENY “Territorio y espacio en las desigualdades sociales de la provincia Ciudad de La Habana”. En: COLECTIVO DE AUTORES. 15 Años del Centro de Estudio de la Economía Cubana. La Habana: Ed. Félix Varela, 2004.

5.ESPINA, Mayra et al. “Heterogenización y desigualdades en la ciudad. Diagnóstico y perspectivas”. [digital]. Boletín Electrónico del CIPS. 2005, Año 1, No.4.

*Véase Capítulo I Fundamentos Políticos, Sociales y Económicos del Estado, artículo 9 y Capítulo IV, artículo 35 de la Constitución de la República.

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6.GONZÁLEZ, Dania et al. “Vivienda apropiada para ciudad de La Habana”. Programa Ramal de la Construcción, 2004. Resultado de investigación.

7.ORTEGA, Liani, “Influencia de los estados técnicos constructivos en la habitabilidad de la vivienda tradicional de patio lateral de zonas compactas en la ciudad de la Habana. Caso de estudio: manzana piloto”. Tesis de Maestría. ISPJAE. Facultad de Arquitectura. La Habana, 2010.

8.GELABERT, Dayra, “Vivienda progresiva en la ciudad de La Habana. Bases para su diseño”. Tesis de Maestría. ISPJAE. Facultad de Arquitectura, 2010.

9.GDIC, “Propuesta de Política de Vivienda para Ciudad de La Habana para el período 2003 – 2015”, 2003.

10.MATAMOROS, Mabel “Calidad de los espacios interiores de la vivienda. Estudio ergonómico”. Arquitectura y Urbanismo. 1992, Vol. 21, No. 2.

11.PÉREZ Alex Leandro y Dania GONZÁLEZ “PREVI Lima y Elemental Chile. Lecciones aprendidas”. Arquitectura y Urbanismo. 2011, vol. 32, no. 3.

Otros autores [6-8] también han evidenciado la presencia de agudos e importantes problemas de habitabilidad como factores que obstaculizan la calidad de vida de numerosas familias capitalinas. Para ellos la habitabilidad no sólo está condicionada a los componentes físicos de la vivienda, sino además a aspectos psicosociales y culturales que delimitan el nivel de satisfacción de las necesidades habitacionales, y los requerimientos de las personas en un momento y contexto dado. Si bien satisfacer las condiciones mínimas de habitabilidad en la vivienda es uno de los objetivos de la política habitacional para la ciudad de La Habana [9], el limitado alcance de la dimensión familiar en las normas para el diseño de las viviendas sociales, entre otros aspectos, dificulta el alcance del mismo.

Matamoros y González [10] [6] demuestran que en el plano objetivo-subjetivo las familias no sólo tienen necesidades vinculadas al tamaño del hogar, según la cantidad de personas y las generaciones, sino que tienen sus preferencias sobre la distribución de dichos espacios, y que dichas necesidades son cambiantes en el tiempo y contexto. Autores como Ortega [7], Gelabert [8] y Pérez [11] se han orientado a la búsqueda de soluciones de diseño de viviendas acordes a las necesidades, preferencias y expectativas de las personas; pero no se centran en la familia como objeto social, solamente en la individualidad de sus integrantes.

De lo anterior se deriva la necesidad de articular las características psicosociales de las familias, expresadas a través de su composición, ciclo vital y condiciones materiales de vida, así como sus preferencias y expectativas en relación a la vivienda, por un lado; y, por otro, los requisitos funcionales y de habitabilidad establecidos en la norma de diseño vigente.

En el presente artículo se expone una parte de una investigación más amplia encaminada a caracterizar las preferencias y expectativas de la familia en relación con la vivienda, con vistas a proponer un conjunto de recomendaciones que contribuyan a considerar la perspectiva familiar en el diseño de las viviendas sociales en el país. El propósito de este texto consiste en exponer los fundamentos teórico-metodológicos que avalan la investigación.

Materiales y métodosLa lógica expositiva consiste en mostrar, en base al análisis bibliográfico,

una síntesis de las contribuciones teóricas de los máximos exponentes del estudio de la sociología de la familia en los siglos XIX y XX, que se consideran medulares desde las alternativas teóricas que ofrece la evolución de las investigaciones de corte sociológico; posteriormente, se declaran los aspectos teórico-metodológicos que constituyen presupuestos para el estudio de la familia en esta investigación, para luego exponer los vínculos existentes entre la familia y la habitabilidad en la vivienda, así como el tratamiento dado a esta temática desde las normativas vigentes en Cuba.

El método empleado es el análisis de documentos a partir de la revisión bibliográfica y análisis documental, el cual se corresponde con la metodología cuantitativa para la investigación social.

Se consideran bases metodológicas fundamentales las aproximaciones teóricas de la sociología para el estudio de la familia. La investigación se sustenta como teoría general en la visión dialéctica-materialista de la familia. Desde el marxismo, como perspectiva general de la sociedad, se aporta una teoría expresada en la tesis:

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“el factor decisivo en la historia es, a fin de cuentas, la producción y reproducción de la vida inmediata, es decir, por una parte la producción de los medios de existencia, de productos alimenticios, ropa, vivienda e instrumentos (…) el orden social en el que viven los hombres en una época histórica y en un país determinado, está condicionado por esas dos especies de producción: por el grado de desarrollo del trabajo, de una parte, y de la familia, de la otra [12]. El marxismo concibe la familia como una categoría histórica, célula básica

de la sociedad y su unidad económica; privilegia el enfoque institucional y la centralidad de la familia en la reproducción del sistema social.

Ubicar la familia como objeto de estudio implica examinar los cambios sociales y económicos que se generan en el contexto macrosocial en el que ésta se desarrolla, y tienen un impacto en la dinámica de diferentes instituciones y grupos de la sociedad. Cambios derivados de los procesos de globalización de los nexos económicos y socioculturales, la urbanización galopante que ha ocurrido en particular en los países en desarrollo, las transformaciones demográficas, las relaciones de género entre otros.

Estado del arte de las contribuciones teóricas en el estudio de la familia

Desde finales del siglo XIX la familia comenzó a ser objeto de estudio y centro de atención de diversas disciplinas. La antropología, la sociología, la demografía, la psicología, el derecho y otras ciencias han enriquecido el conocimiento científico en torno a este grupo social. Con el decursar del tiempo, los aportes desde las ciencias sociales han contribuido a intensificar las relaciones entre las disciplinas y, mediante el intercambio, se han establecido nexos que propician enfoques cada vez más integrales e interdisciplinarios sobre la realidad familiar.

Los límites de esas aproximaciones teóricas sugieren la necesidad de la integración de sus perspectivas e incorporar otras. Por ejemplo, la perspectiva económica posibilitaría avanzar en la medición del trabajo doméstico no remunerado y evaluar el aporte económico real de las mujeres, tanto al desarrollo, en términos de la contribución al PIB, como a la reducción de la pobreza. El enfoque de familia en la arquitectura contribuiría a una mejor correspondencia del espacio habitacional acorde a las funciones familiares y labores hogareñas en un tiempo y contexto determinado. La integración interdisciplinaria a la que se hace referencia posibilitaría un conocimiento más abarcador de la realidad familiar, y requiere el diseño de nuevos métodos, enfoques y categorías, no puede ser interpretada como una simple sumatoria de aportes desde ángulos o posiciones diferentes. Esta perspectiva de trabajo reclama de la reflexión teórica –metodológica, de un constante debate de los resultados de investigación, y del reconocimiento de diferentes “tipos de saberes” en el intento por reflejar la realidad actual de la vida familiar.

Los mayores aportes teóricos a los estudios de familia se han generado en el campo de la sociología y la psicología. Las aproximaciones teóricas en estas disciplinas han sido como institución social, en el caso de la primera; mientras que la psicología privilegia la concepción grupal y las relaciones interpersonales, íntimas y afectivas que se establecen entre los integrantes del grupo familiar. Por constituir la perspectiva sociológica el referente esencial de la investigación sobre la que se fundamenta este artículo, a continuación se exponen las principales aproximaciones teóricas en los estudios sociológicos sobre familia.

12.ENGELS, Federico. El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. La Habana: Ed. Ciencias Sociales, 1972, p.4.

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13.FLEITAS, Reina. Selección de Lecturas de Sociología y Política Social de la Familia. La Habana: Ed. Félix Varela, 2005, p.24 , p.28, p.33, p.36-38

14.Evolucionismo y organicismo sociológico: Herbert Spencer [en línea]. [Consulta: 28 de octubre del 2008]. Disponible en: http://www.sociologicus.com/clasicos/spencer.htm.

La familia como categoría sociológica No es por azar que nacemos en un sitio y no en otrosino para dar testimonio. Eliseo Diego

La familia comenzó a ser interés de la sociología desde finales del siglo XIX y principios del XX. Para esta disciplina la familia es una forma de organización de las relaciones sociales, la visualiza como una estructura social que forma parte de otro componente más amplio que es la sociedad. Esta perspectiva presupone analizar la familia como un subsistema en relación de interdependencia con la sociedad, y con otras instituciones sociales. (Figura 3)

Los paradigmas sobre familia en el siglo XIX se gestaron bajo el influjo de la sociedad en progreso, en la búsqueda de explicaciones acerca del origen de la familia en las diferentes etapas de su desarrollo en estrecha relación con las transformaciones sociales más generales. Entre los máximos representantes sobresalen por sus aportes Frederic Le Play* [13]; Spencer, con su teoría evolutiva de corte biologicista [14]; E. Durkheim quien fuera un exponente importante del modelo estructural-funcional [13]; y la teoría del progreso familiar, desarrollada por F. Engels, basada en la concepción materialista sobre familia desde una lógica dialéctica.

SOCIEDADFAMILIA

RELIGIÓNESTADO

COMUNIDADECONOMÍA

Figura 3: La familia en relación con otras dimensiones sociales de interés para la sociología.

Figura 2: Familia nuclear monoparental Foto tomada por la autora, enero del 2013

*Su teoría descasa en una visión organicista con un enfoque estructural e histórico. Recrea fundamentalmente el tipo de familia troncal, propia de la vida rural, y atribuye la disolución de la vida familiar a los procesos de urbanización e industrialización experimentados en su época. Su noción de progreso está asociada al desarrollo de la moral religiosa en la familia.

Figura 1: Matrimonio. Familia nuclear. Foto tomada por la autora , enero del 2013

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La sociología de la familia en el siglo XIX contribuyó a gestar una tradición teórica para la representación de la familia al tratar de comprender y explicar esta categoría como una estructura social (micro) inserta en una estructura más amplia (macro). La investigación, sobre la que se fundamenta este artículo, retoma la visión estructural recreada por los teóricos del siglo XIX y la concepción marxista, vigente en nuestros días, acerca de la centralidad de la familia como célula fundamental de la sociedad. Asumir esa concepción significa caracterizar la familia por su complejidad como organismo vivo en constante interacción con la sociedad.

En la primera mitad del siglo XX se produce una ruptura en el pensamiento científico sobre familia de la mano del alemán Ferdinand Tönnies* [15] el cual reduce la explicación de todas las relaciones humanas, conductas y tipos de sociedades a dos formas sociales dicotómicas: comunidad y sociedad. Esta nueva corriente se centra en la familia como entidad reproductiva y potenciadora de vínculos emocionales entre sus miembros, no así como responsable del desarrollo de procesos socioeconómicos a nivel macro. En esta etapa también se desarrollan las teorías interactivas cuyo máximo exponente es la Escuela de Chicago (EEUU).

En las teorías interactivas la familia se representa como un grupo de interacción cuya estructura se organiza en roles. Se centran en temas psicosociales, por ejemplo: roles, factores afectivos y otros que facilitan o dificultan la comunicación, sentimientos de pertenencia, etc., [13] y se le otorga a la familia un papel preponderante como agente socializador. Posteriormente, la corriente funcionalista sería responsable del rescate de la tradición institucional. Su máximo exponente es el sociólogo norteamericano Talcott Parson.

Parson explica la familia desde la relación estructura-función, pero con un enfoque cultural. Sostiene que la forma fundamental de la familia moderna es del tipo nuclear- conyugal; sin embargo, la universalización de la familia moderna le impide el reconocimiento de la pluralidad en los tipos de familia desde la diversidad de clases, culturas, razas, etc. [13]. La visión Parsoniana recrea la familia como una entidad con una estructura interna jerarquizada de roles y posiciones según edad, género y parentesco; arista que es retomada en esta investigación a los efectos de diferenciar las familias por su estructura interna y composición.

La sociología de la familia contemporánea retoma el legado marxista al desarrollar micro teorías de corte cultural, de intercambio y procesos en pequeños grupos. Pierre Bourdieu** es uno de sus principales artífices al elaborar propuestas que, sin desconocer la importancia del factor material en el desarrollo de la vida familiar, desplazan el análisis al ámbito de la cultura. Desarrolla el concepto de capital simbólico, y diferencia las clases no sólo por su relación con la producción y por la propiedad, sino también por el aspecto simbólico del consumo. Para Bourdieu el capital simbólico sólo existe en la medida que es percibido por los otros como un valor.

Otra vertiente contemporánea de la teoría marxista sobre familia hace su aparición en el feminismo. Su tesis valoriza la familia como sistema donde se reproduce la fuerza de trabajo; rescata el enfoque grupal e institucional; aporta el enfoque de género para explicar las relaciones familiares y de poder, como categoría para develar las desigualdades en el mundo público y privado, entre otros aportes.

La sociología de la familia contemporánea presta atención a las influencias del desarrollo, asociadas a los procesos de modernización y urbanización, y a las transformaciones sociales y demográficas que tienen su impacto en

15.FLEITAS, Reina. “El pensamiento sociológico sobre la familia, el parentesco y el matrimonio”. En: La Familia y las Ciencias Sociales. La Habana: Ed. Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Juan Marinello, 2003, p.136.

* Figura perteneciente a la escuela formalista – interpretativa y cuya contemporaneidad sólo ha sido reconocida por los estudiosos del urbanismo.

**Sociólogo francés (1930-2002), fue miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes

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16.ZABALA, María del Carmen. Familia y pobreza en Cuba. Estudio de casos. La Habana: Centro Felix Varela, 2010.

17.URQUIOLA, Danesa y Anelys LAY “Vivienda progresiva en centros de ciudad. Propuestas de diseño”. Tesis de grado. ISPJAE. Facultad de Arquitectura. La Habana, 2010.

18.CHÁVEZ, Ernesto. et al. “Las Familias cubanas en el parte aguas de dos siglos”. En: Informe de Investigación. La Habana: CIPS, 2008, p.12, p.12, p.17, p.54, p.18, p.19

la formación de las familias (Figura 4 a y b). A su vez, ha incorporado como objeto de estudio la dinámica intradoméstica, lo cual significa enfatizar en la familia como proceso y como sistema de recursos, y en el hogar como unidad de consumo. Desde esta perspectiva los aspectos económicos son determinantes en la organización de la familia [16]. Esta visión incorpora un eje de comprensión desde la perspectiva territorial, posición económica, política, cultura, estilos de vida y calidad de vida que permite avanzar en la noción sociológica de la familia como estructura social, y es asumido por la autora.

En general, la sociología de la familia ha gestado una tradición teórica para explicar la dinámica de los cambios que se producen en el interior de la familia en estrecha relación con la sociedad, ofrece un entramado epistemológico para el estudio de las características psicosociales del sujeto familia y sus necesidades en un momento y contexto determinado, aspectos que condicionan la habitabilidad en la vivienda y por consiguiente resultan ineludibles para determinar el alcance de esta dimensión, y los requerimientos para la evolución de la vivienda en función de la composición familiar [8] [17]. La familia, aunque es un concepto sociológicamente válido, dado el polimorfismo de sus manifestaciones no resulta fácil demostrarlo. Uno de los aspectos sobre el cual aun se debate son los aspectos conceptuales para la definición de familia.

Conceptualizaciones sobre familia La definición de familia (Figuras 5 a, b, c, d) no es sólo una cuestión

semántica o de clarificar conceptos, en tanto tiene repercusiones para la investigación y para las políticas sociales el incluir o excluir determinadas características de la misma. Su contenido y extensión han variado en el

Figura 4 a: Familia nuclear biparental en zona de recreación. Foto tomada por la autora, diciembre del 2012

Figura 4 b: Familia nuclear biparental en zona de servicios. Foto tomada por la autora, diciembre del 2012

Figura 5: a:Pareja joven con hija. Foto cortesía de Jorge L. Robaina , enero del 2009,b:Familia nuclear monoparental. Foto cortesía de Jorge L. Robaina, diciembre del 2011,c:Familia extendida. Tomada de internet,d:Familia nuclear monoparental. Foto tomada por la autora, junio del 2012

a b

a

b

c

d

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tiempo, por lo que debe ser vista como parte componente de la expresión cultural de una época en un contexto determinado.

La Sociología de la Familia ha debido operar con dos conceptos centrales: el de institución social y el de grupo; y orientarse en un enfoque macro y micro social para los estudios de la temática familiar.

Como institución, la familia es una forma particular de estructura que norma la interacción de los sujetos que la integran, y es parte del conjunto de instituciones de la sociedad. Sus relaciones con la sociedad se regulan por el derecho y la ética. Como grupo social, una de las definiciones más citada y compartida en las investigaciones en Cuba es la trabajada por la Dra. P. Arés. Al referirse a la familia plantea que “es una unidad social constituida por un grupo de personas unidas por vínculos consanguíneos afectivos y cohabitacionales ” [18]. Considera que la familia es una categoría psicológica que se define como un sistema de relaciones cualitativamente diferente a la simple suma de sus miembros; es un grupo de disímiles características delimitadas por variables estructurales (número de miembros; vínculos generacionales; número de hijos o tamaño de la prole; edad; sexo) y variables socio-psicológicas (normas, valores, ideología, hábitos de vida, comunicación, roles, límites, espacios, etc.). [18]

En sus concepciones teóricas, los reportes de investigación en Cuba reflejan el uso de tipologías que enfatizan las características estructurales y la extensión de las familias [18]. Según su extensión han sido considerados diferentes criterios para su conceptualización: consanguíneo, cohabitacional y afectivo. El más difundido es el consanguíneo. Otros criterios han sido el ser o no una unidad de producción y/o consumo, la historicidad (familia de origen o de formación), el ideal o aspiración de las personas, la propia percepción de los individuos sobre qué consideran como su familia (lo cual puede trascender los espacios físicos y el tiempo planteando retos mayores a la investigación), etc. [19].

La diversidad de criterios exige que el investigador, desde el inicio, seleccione el concepto a utilizar y lo defina operacionalmente. En este estudio se combinan los criterios: consanguíneos, cohabitacionales y económicos; y se define la familia como una unidad social integrada por un grupo de personas con vínculos de parentesco, residencia y presupuesto común.

(Figura 6) El concepto de hogar es introducido y ampliamente utilizado por la demografía en censos y encuestas para definir el lugar de residencia. Los hogares pueden agrupar a varias familias y a personas que no constituyen familia, de ahí la diferencia, por lo que su composición es muy diversa. En su acepción más general, según el Diccionario Demográfico Plurilingüe de la Naciones Unidas [20], se define como una unidad económica y social constituida por el conjunto de individuos que conviven bajo el mismo techo y ocupan la misma vivienda. En Cuba, a los efectos operativos censales, se han utilizado, en su momento, diferentes definiciones. La más reciente conceptualiza al hogar censal como “la persona o grupo de personas, con o sin vínculo de parentesco, que tienen un presupuesto común, cocinan para el conjunto y conviven de forma habitual, ocupando una vivienda o parte de ella”. [21]

ResultadosEl presente estudio se aproxima a la familia como institución y como grupo

social, mediante el análisis de indicadores que a nivel macro dan cuenta de las transformaciones acaecidas en el interior de la estructura familiar* [22] a su

19.DÍAZ, Mareelén “Estrategias familiares de enfrentamiento a la crisis y el reajuste”. Tesis de Maestría. CIPS. La Habana. 2002, p.18.

20.NACIONES UNIDAS. Dpto. Asuntos Económicos y Sociales “Diccionario Demográfico Plurilingüe”. Estudios sobre Población. 1959, No. 29

21.OFICINA NACIONAL DE ESTADÍSTICAS, Informe Nacional del Censo de Población y Viviendas Cuba 2002. La Habana: ONE, 2005.

22.GAZMURI, Patricia “La familia cubana y los cambios sociales contemporáneos”. En: Conferencia Iberoamericana sobre Familia, (4ta: México D. F. : 2007).

Figura 6: Hogar compuesto. Foto tomada por la autora, enero del 2013

* Las transformaciones operadas en el organismo social vinculadas a los procesos de globalización de los nexos económicos, culturales y tecnológicos - por citar algunos- , a la acumulación del capital, al intenso proceso de urbanización que ha tenido lugar en las últimas décadas en los países en desarrollo, en especial en la región de América Latina y el Caribe, donde aproximadamente las tres cuartas partes de la población reside en zonas urbanas, se asocian con transformaciones tales como: el incremento en la incorporación de la mujer al trabajo asalariado, y cambios en los niveles de aspiraciones y necesidades de los miembros del grupo familiar. Estos cambios no se producen como variación inmediata de las formas familiares, sino como discrepancias entre el comportamiento del entorno social y la familia.

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23.GRUPO DE INVESTIGACIÓN EN VIVIENDA “Habitabilidad en la vivienda. Marco teórico”. En: Informe de la primera etapa del resultado. La Habana: ISPJAE. Facultad de Arquitectura, 2011.

24.VILLAGRÁN García José. La Habitabilidad. [en línea]. Barcelona: Universitat Pompeu Fabra, 2010 [Consulta: 3 de junio del 2011]. Disponible en: http://www.dtic.upf.edu/~rramirez/Arponce/LaHabitabilidad.pdf.

Figura 7: Vivienda en construcción por esfuerzo propio en el barrio “El Platanito”, ciudad de La Habana. Foto tomada por la autora , octubre del 2009

vez, se asume la perspectiva grupal como unidad de análisis. Ello presupone indagar en las determinantes para el desarrollo familiar en un modelo donde familia-sociedad son dos categorías recíprocas. Para la conceptualización del término familia se combinan los criterios: consanguíneos, cohabitacionales y económicos.

Para el estudio de la habitabilidad en la vivienda es necesario asumir como conceptos analíticos y ordenadores las condiciones de vida (objetivas y subjetivas) heredadas y creadas para el despliegue de las funciones que realizan a diario los integrantes del grupo familiar, donde la vivienda se erige como uno de sus componentes esenciales. Estas condiciones entrelazan un pasado, presente y futuro en tanto costumbres y tradiciones se aúnan a las necesidades y expectativas cambiantes de la familia a lo largo de su ciclo de vida. Para A. Pérez

“integrar el pasado, presente y futuro para tomar decisiones de diseño -en el caso de la vivienda-, implica tener conciencia del usuario, las características de la acción que él realiza y de los efectos que trae consigo, donde intervienen, la posibilidad real, la intención por obtener algo que no posee, el entorno físico y social, la trascendencia y la autoafirmación”. [11]

Las condiciones de vida es una categoría muy amplia, y en esta ocasión se va a tratar de manera más restringida. Se define operativamente por el nivel de bienes y recursos del que dispone la familia para la realización de sus funciones [18], con énfasis en dos de sus componentes: las condiciones de la vivienda y los ingresos.

Por otra parte, resulta imprescindible, teniendo en cuenta la gran diversidad de grupos familiares que coexisten en la sociedad cubana, tener en cuenta algunos elementos que permitan constatar la diferenciación de los grupos familiares [23] en cuanto a:

•El nivel de desarrollo socioeconómico y grado de urbanización del territorio en el que se encuentra la familia.

•La inserción socio clasista de los miembros adultos y el sector de la economía al que se encuentran vinculados.

•La etapa del ciclo vital familiar por la que atraviesa la familia.•La composición y el funcionamiento familiar.En resumen, no existe un paradigma ideal de la familia contemporánea, de

ahí lo complejo de su conceptualización. La diversidad familiar, presente en la sociedad cubana, trae aparejado la variabilidad de intereses, costumbres y patrones de vida los cuales inciden en las necesidades y requerimientos habitacionales de la familia, y dimensionan la habitabilidad en la vivienda desde la subjetividad del grupo familiar y los miembros que lo integran. Lo anterior le imprime un carácter relativo a la habitabilidad, al estar los requerimientos familiares para la vivienda en estrecha relación con el estilo de vida familiar, o sea, la forma en que se despliegan las funciones familiares en el marco de las condiciones de vida (objetivas y subjetivas) concretas de la familia en una época determinada.

Acerca de la habitabilidad en la vivienda(Figura 7)

Una casa viene al mundo no cuando la acaban de edificar, sino cuando empiezan a habitarla. Cesar Vallejo [24]

Lo habitable es el concepto rector de todo el proceso de producción de las obras de arquitectura. Implica, insoslayablemente, la relación entre los espacios arquitectónicos y las personas que lo habitan. Las edificaciones, por consiguiente, son simples medios que no tienen su fin en ellos mismos, su finalidad está más allá y consiste en satisfacer las necesidades espaciales humanas.

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La habitabilidad, según Haramoto, se puede definir como:“el conjunto de propiedades y características de la edificación que le confieren aptitud para satisfacer tanto los requerimientos expresamente estipulados en reglamentos, planos y especificaciones técnicas, como también los requerimientos implícitos, propios de las reglas del arte y de la buena práctica profesional que aseguran, en definitiva, una adecuada respuesta a las necesidades habitacionales de los usuarios” [25].

La crítica al concepto radica en el énfasis en los aspectos objetivos de la vivienda en detrimento de la dimensión subjetiva.

Según Castro, la habitabilidad es un concepto que expresa la satisfacción que uno obtiene en un determinado escenario o grupo de escenarios, es el atributo de los espacios construidos de satisfacer las necesidades objetivas y subjetivas de los individuos y grupos que las ocupan [7]. El acercamiento al concepto pasa entonces no sólo por el análisis de los aspectos físicos, sino también de los socioculturales y psicológicos, lo cual sugiere el estudio de la forma o el modo en que los espacios son habitados; los modos de vida según tradiciones y costumbres, y las relaciones entre las personas y los espacios que habitan.

De acuerdo con Moreno, C. la habitabilidad, entendida como una meta de bienestar involucra, además de la vivienda, el ambiente sociocultural y el entorno [23]. Autores como Zulaica, L. y Celemín, J. P.; Ortega, L.; García, Y., citados por el Grupo de Investigación en Vivienda [23], también apuntan en esa dirección, y refuerzan los vínculos con el desarrollo sustentable y la calidad de vida. La habitabilidad, por ende, al trascender el espacio habitable exige indagar cómo viven los sujetos, sus condiciones de existencia y sus expectativas para transformar estas condiciones, evaluar el grado de satisfacción de sus necesidades, entre otros aspectos. Pudiera decirse que es una dimensión compleja y multifactorial sobre la que pueden desarrollarse algunas formas objetivas de medición, a través de una serie de indicadores, pero donde tienen una notable importancia las vivencias y las percepciones de las personas sobre el espacio habitacional.

La Norma Cubana 641-2008 de Edificaciones -Viviendas Sociales Urbanas-Requisitos funcionales y de habitabilidad define la habitabilidad como:

“la aptitud de una vivienda para ser habitada, garantizando la satisfacción de sus ocupantes. Para ello, la vivienda debe ofrecer protección contra el medio exterior; contribuir a preservar y mantener la salud de las personas, así como su higiene y la de la propia vivienda (abasto de agua, evacuación de residuales, terminaciones superficiales), y garantizar las condiciones espaciales y ambientales requeridas para el desarrollo de las actividades propias de la vida privada y familiar” [26]. En la definición se yuxtaponen elementos que responden a necesidades

de orden físico, tales como la protección contra el medio exterior, así como otros de índole social asociados a las necesidades de la cotidianidad familiar; sin embargo, los documentos normativos vigentes enfatizan en las dimensiones físico-espaciales y se denota una ausencia de la dimensión psicosocial en el manejo de la habitabilidad de la vivienda en Cuba.

Al ser la vivienda un bien imprescindible para el desarrollo de las funciones familiares y un espacio integrador de diversos procesos sociales, la presente investigación se adentra en la habitabilidad en la vivienda desde el enfoque de familia a partir de criterios diferenciadores que, a juicio de la autora, influyen en la habitabilidad de la vivienda. Ellos son:

•Estructura y composición interna de las familias.•Capital económico y social del que disponen las familias.

25.GARCÍA POLO, Yanei “Estrategia de intervención para mejorar las condiciones de habitabilidad del barrio Colón”. Tesis de Maestría. ISPJAE. Facultad de Arquitectura. La Habana, 2011, p.29-30.

26.OFICINA NACIONAL DE NORMALIZACIÓN. Norma Cubana 641 Edificaciones – Viviendas sociales urbanas – Requisitos funcionales y de habitabilidad. La Habana: Oficina Nacional de Normalización, 2008

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Con Criterio/ Familia y habitabilidad en la vivienda. Aproximaciones metodológicas para su estudio desde una perspectiva sociológica.

•Características de la zona de residencia•Inserción socioclasista de los miembros adultos, y sector de la economía

al que se vinculan.•Etapa del ciclo vital por el que transite la familia.A su vez, se asume la dimensión psicosocial expresada a través de las

necesidades, preferencias y expectativas que el grupo familiar desarrolla en el transcurso de su ciclo vital.

Las características psicosociales del sujeto familia y la de los miembros que conviven de forma habitual, puestas de manifiesto a través de los hábitos y conductas adquiridas en el transcurso del tiempo, determinan el nivel de habitabilidad en la vivienda. Para la autora se legitima mediante el juicio y valoraciones realizadas por los individuos a lo largo de la vida útil de la vivienda. De esta manera, la satisfacción con la vivienda está condicionada por las necesidades, preferencias y expectativas de la familia en un momento y contexto determinado, lo cual refuerza el carácter relativo de la habitabilidad* [7]; y los requerimientos habitacionales están en estrecha relación con el estilo de vida familiar.

En resumen, el acercamiento a la habitabilidad en la vivienda pasa por el indagar las características psicosociales del sujeto familia y sus miembros, en aras de obtener soluciones de diseño para la vivienda que posibiliten la transformación continua de los espacios habitacionales, y lograr la satisfacción de las necesidades y expectativas cambiantes del grupo familiar a lo largo de su ciclo vital. Desde esta perspectiva la habitabilidad en la vivienda pudiera ser entendida como la capacidad de los espacios habitacionales para satisfacer las necesidades objetivas y subjetivas de las familias, y los miembros que conviven de forma habitual en ellos, en un contexto y espacio temporal determinado.

Desde la visión familiar la noción de habitabilidad en la vivienda tiene por ende componentes objetivos y subjetivos, estos últimos desde la percepción de los sujetos de la satisfacción o no de sus necesidades habitacionales.

Acerca de los requisitos de habitabilidad en la viviendaLa habitabilidad en la vivienda posee un carácter complejo y multifactorial,

como se ha expresado anteriormente, que dificulta regular los requisitos mínimos que debe tener una vivienda. Sin embargo, tanto la práctica internacional como la nacional evidencian la necesidad de evaluar las edificaciones conforme a determinados requerimientos, previamente establecidos en normativas y documentos técnicos, en base a los requisitos esenciales que deben cumplir las viviendas en un período de vida determinado.

Los requisitos de habitabilidad están fundamentalmente asociados a aspectos que se vinculan con las dimensiones físicas y medio ambientales de la vivienda, y garantizan la seguridad, protección y el confort; y aunque algunas normativas contemplan requisitos relativos a las dimensiones espaciales y psicosociales, estas tienen un grado de incidencia medio y nulo respectivamente en la mayoría de estos documentos** .

Para el caso cubano, si bien por su contenido la norma de requisitos mínimos de habitabilidad que debe cumplir una vivienda contempla aspectos de índole social en la definición de habitabilidad, según la NC: 641-2008 [26] los parámetros establecidos para la valoración de estos requisitos enfatizan en los elementos de carácter físico, y hay una ausencia total de los factores psicosociales en los requerimientos esenciales establecidos como “lo mínimo”. A decir de Coplanar por lo mínimo se asume como el

**Ortega, L. (2010), en su tesis de maestría, elaboró una matriz de incidencia de los requisitos de habitabilidad, en base a 13 documentos legislativos referidos a normas nacionales e internacionales. De acuerdo con este resultado, los requisitos no directamente constructivos como los espaciales y psicosociales aparecen con un grado de incidencia medio y nulo respectivamente.

* Tafuri, M. (1972) también enfatiza el carácter relativo de la habitabilidad. Para este autor el espacio debe buscar constantemente los parámetros de habitabilidad adecuados a cada momento para ser útil, de acuerdo al modo de vida de las distintas sociedades humanas.

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límite inferior al que se pueden reducir las características de la vivienda sin sacrificar su eficiencia como satisfactor de las necesidades habitacionales de sus ocupantes. [27]

El concepto de habitabilidad mínima se asocia también al de habitabilidad básica. Para la vivienda debe incluir la infraestructura y los servicios primarios a nivel de comunidad o recinto vecinal: abastecimiento de agua potable, saneamiento, eliminación de desechos, transporte y comunicaciones, energía, servicios de salud, educación, espacios para el descanso y recreación entre otros aspectos. La habitabilidad mínima pasa por un garante de condiciones habitacionales que posibiliten la realización de las funciones familiares en una época y contexto determinado.

La contextualización en tiempo y espacio de la habitabilidad mínima lleva a considerar los requerimientos de la modernidad y las relaciones sociales de producción como condicionante, así como las expectativas de los sujetos de “lo mínimo” según patrones de vida, expectativas familiares, territorialidad y otros aspectos. Para el desarrollo de la presente investigación se indagará en aquellos requisitos, derivados de los factores psicosociales, que resultan condicionantes de la habitabilidad a escala familiar en un contexto determinado.

Variables y definiciones básicas La categoría que se tomó como objeto de estudio fue la familia, la cual, a

los efectos de esta investigación, está en dependencia de su composición, condiciones materiales de vida y el ciclo de vida familiar. A su vez, se indagó acerca de los requerimientos familiares en relación a la vivienda, expresados mediante las necesidades, preferencias y expectativas de la familia y sus miembros en relación a la vivienda acorde a sus hábitos y estilo de vida.

Las variables identificadas para el estudio de la habitabilidad en la vivienda se muestran en la gráfica siguiente: (Figura 8)

A continuación se muestran las definiciones de los conceptos fundamentales propuestos.

Familia: Es aquella unidad o grupo social integrado por un grupo de personas unidas por vínculos de parentesco, hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, que comparten una vivienda y tienen un presupuesto común. Es la célula económica fundamental de la sociedad. Garantiza el mantenimiento y la reproducción de sus miembros.

Composición familiar: Describe algunos elementos de la familia como el tamaño, la distribución de sus miembros según distintas características demográficas (sexo, edad, estado conyugal, ocupación, etc.), y las relaciones de parentesco de estos con el jefe del grupo familiar.

Ciclo de vida familiar: La noción de ciclo de vida ha sido tomada de la biología, y sintetiza la serie de cambios que los miembros de una especie experimentan desde el nacimiento hasta la muerte, o desde un determinado nivel de desarrollo hasta el inicio del mismo en la generación siguiente. Incorporada a la ciencia social y popularizada en los años sesenta, sobre todo en los Estados Unidos y Gran Bretaña, se utiliza ampliamente en sociología de la familia y en demografía* . El ciclo de vida, o “curso de vida” (life course), puede definirse como la secuencia de estaciones vitales culturalmente definidas por la que pasa la mayoría de los individuos en el transcurso de su vida. Tales estadios, de naturaleza y duración cambiantes, están determinados ante todo por la edad y los cambios biológicos, psicológicos, económicos y sociales que acompañan su progreso. [28]

27.GONZÁLEZ, Dania. La vivienda como tema de diseño. ISPJAE. Facultad de Arquitectura, 2007, p.18.

28.GINER, Salvador y Emilio LAMO DE ESPINOSA Diccionario de Sociología. Madrid: Alianza Editorial, 2001, p.52, p. 269, p. 304, p. 149, p. 179, p. 140

Figura 8: Variables condicionantes de la habitabilidad de la vivienda

VARIABLE FAMILIA

VARIABLE: REQUERIMIENTOS FAMILIARES EN

RELACIÓN CON LA VIVIENDA

COMPOSICIÓN FAMILIAR

NECESIDADPREFERENCIAS

EXPECTATIVAS

CICLO DE VIDA FAMILIARCONDICIONES MATERIALES DE VIDA

*En su momento fue una de las contribuciones más importantes de la demografía al estudio de la vida familiar (Naciones Unidas, 1978; citado por Chávez, E., et al., 2008:73).

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Con Criterio/ Familia y habitabilidad en la vivienda. Aproximaciones metodológicas para su estudio desde una perspectiva sociológica.

29.RECA, Inés et al., La familia en el ejercicio de sus funciones. La Habana: Ed. Pueblo y Educación, 1996, p.3.

Como etapas evolutivas se consideran: formación o constitución, expansión o de extensión, contracción y disolución [18]. Las etapas referidas en el ciclo consideran fundamentalmente a familias nucleares. La crítica al concepto radica en que:

“suscriben una concepción lineal del desarrollo, no aplicable a una parte importante de los grupos familiares. En este sentido, las etapas comprendidas en el ciclo vital de la familia no contempla explícitamente hechos tales como los matrimonios en segundas o terceras nupcias y las familias reensambladas*, cada vez más frecuentes en muchos países, incluyendo a Cuba. Igualmente, considera que a partir de una cierta edad todos los hijos abandonan el hogar paterno, lo que no siempre ocurre, especialmente en el caso cubano”. [18]

En el presente estudio las etapas del ciclo de vida familiar se definen básicamente a partir de las edades de los miembros adultos de la familia y los hijos convivientes.

•Etapa de inicio: familia que sólo tiene 1 o más hijos de 5 años o menos. •Etapa de expansión: hijos mayores tienen entre 6 y 12 años (independiente

de la edad del hijo menor). •Etapa de consolidación: hijos tienen entre 13 y 18 años de edad, o en los

que la diferencia de edad entre los mayores y menores es típicamente en torno a 12-15 años.

•Etapa de salida: hijos menores tienen 19 años o más.•Pareja mayor sin hijos donde la mujer tiene más de 40 añosFunciones familiares: El estudio de las funciones familiares permite

conocer los aportes que la familia hace a la reproducción social. Comprende un conjunto de actividades que de forma cotidiana realiza la familia, y las relaciones sociales que se establecen en la realización de esas actividades en el hogar [29]. Incluye el análisis de las siguientes funciones: biosocial, económica y cultural.

Función biosocial: Comprende la realización de la necesidad de procrear hijos y vivir con ellos en familia. Esta función contribuye a la satisfacción de las necesidades emocionales y sexuales, y a la ampliación de la familia; a nivel social contribuye a la reproducción de la población [29].

Función económica: Garantiza la existencia y el desarrollo de los miembros de la familia a través de la organización del presupuesto familiar, el consumo y el trabajo doméstico. Incluye las fuentes y cuantía de los ingresos; los gastos y su distribución; las labores domésticas; la ocupación de los miembros adultos de la familia dentro y fuera del hogar; el cuidado de niños, ancianos y/o impedidos físicos o mentales; y la actividad de estudio.

Función cultural: Reproducción de los valores espirituales en la familia. Incluye los hábitos y costumbres hogareñas en cuanto al uso del espacio, el empleo del tiempo libre y el consumo cultural en el hogar.

Condiciones materiales de vida de las familias: Son las premisas heredadas y creadas para el despliegue de las funciones familiares, la vivienda se erige entre sus componentes fundamentales.

Perspectiva familiar: Visión del grupo familiar acerca de los requerimientos de la familia y sus miembros en relación a la vivienda acorde a sus hábitos y estilo de vida en un espacio y tiempo determinado.

Requerimientos familiares en relación a la vivienda: Se refiere a las necesidades, preferencias y expectativas de la familia y sus miembros en relación a la vivienda acorde a sus hábitos y estilo de vida. Se erigen como condicionantes psicosociales para emitir los juicios y valoraciones acerca de la habitabilidad en la vivienda.

*Reconstituidas o reensambladas son las familias formadas por una pareja (hombre y mujer) después de haber disuelto uno o varios vínculos estables, o en convivencia o por situación de viudez, con hijo/os de matrimonios anteriores y/o comunes (Chávez, E., et al., 2008:17-18).

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Necesidades: Tienen un carácter social. Son previas al deseo y al objeto simbólico que lo origina, son sociales (…) surgen del proceso por el cual los seres humanos se reproducen como individuos sociales en un marco histórico concreto. [27]Este estudio las enmarca en las necesidades habitacionales acordes a la composición y funciones de la familia, sus hábitos y estilo de vida. Se erigen como carencias en tanto no pueden ser satisfechas con los recursos disponibles.

Preferencias: Proviene de la economía neoclásica como medio explicativo de la acción social (…) La subjetividad de las preferencias como motivos obliga, operativamente, a inferirlas (tautológicamente) de la conducta de los actores: son las preferencias reveladas [28]. Para esta investigación se asume como el elemento subjetivo que expresa la elección de los sujetos en cuanto al uso de los espacios en la vivienda para la realización de sus funciones.

Expectativas: Representaciones mentales de sucesos o estado de cosas deseados. Representan un elemento básico de la realidad social [28]. Para esta investigación se asume como la representación mental del espacio habitacional recreado en el mundo simbólico, imaginado por los sujetos como posibilidad futura.

Hábitos: Conjunto de conductas individuales o colectivas que los agentes sociales tienden a reproducir de forma automática y sistemática. Está construido social, cultural e históricamente [28]. Para este estudio se incluyen los patrones conductuales de los sujetos para realizar sus actividades cotidianas en la vivienda.

Estilo de vida: El concepto aparece en el primer tercio del siglo XX mediante el psicólogo A. Adela; con M. Weber en su explicación de los estilos sociales, y con T. Veblen al describir el consumo ostentoso. Cobra vigencia a partir de los años 60 en los Estados Unidos, y tras el análisis de la influencia de las ideas, los deseos y las imágenes -y no sólo de los factores socioeconómicos- sobre los comportamientos de la vida cotidiana. Se llega a definirlo operacionalmente como modelo específico de las actividades diarias que caracterizan a un individuo [28]. Esta investigación lo caracteriza a partir de la organización y distribución del consumo en el hogar, los patrones o estilos de vida que se establecen a partir del consumo familiar e individual.

Estrategias de familiares: El concepto se ha definido de modo diferente por distintos autores [19]* . El estudio citado explora los recursos de que disponen los miembros de la familia para implementar estrategias encaminadas a solucionar problemas de vivienda.

Norma para el diseño de viviendas sociales urbanas: Documento rector con carácter de ley, dirigido a regular los requerimientos fundamentales que deben satisfacer las viviendas gestionadas y financiadas por el estado cubano. [26]

Habitabilidad en la vivienda: Es la capacidad de los espacios habitacionales para satisfacer las necesidades objetivas y subjetivas de las familias, y los miembros que conviven de forma habitual en ellos, en un contexto y espacio temporal determinado. Se expresa mediante el juicio y las valoraciones realizadas por los individuos a lo largo de la vida útil de la vivienda.

Requisitos funcionales y de habitabilidad: Condiciones que deben cumplir las viviendas para ser habitadas y garantizar la satisfacción de sus ocupantes. Para ello deben ofrecer protección contra el medio exterior; contribuir a preservar y mantener la salud de las personas, así como su higiene y la de la propia vivienda (abasto de agua, evacuación de residuales, terminaciones superficiales), y garantizar las condiciones espaciales y ambientales requeridas para el desarrollo de las actividades propias de la vida privada y familiar. [26]

* En el caso cubano la obra citada menciona un estudio realizado sobre subjetividad cotidiana (Martín, C. y otros, 2000), donde a partir de una muestra representativa de la ciudad de La Habana se explora la subjetividad y se plantea que las estrategias de enfrentamiento a la crisis de los 90 se pueden presentar de forma aislada, parcial, combinada o simultánea, pero pueden clasificarse en:-Respuestas activas: análisis crítico de la situación y elaboración de estrategias creativas y constructivas (como el trabajo por cuenta propia).-Respuestas pasivas: parálisis, inmovilismo, resignación, conformismo, queja de los hipercríticos y los resignados que esperan que todo vuelva a ser como antes.-Respuestas evasivas: fuga, escapismo, adicciones (como el alcoholismo, drogadicción, irse del país por las presiones de lo cotidiano).-Respuestas antisociales: transgresión de normas sociales y legales (delincuencia, balseros, jineteras)

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Con Criterio/ Familia y habitabilidad en la vivienda. Aproximaciones metodológicas para su estudio desde una perspectiva sociológica.

Bases metodológicas para la investigaciónEl modelo teórico metodológico para la investigación en curso tiene como

bases los siguientes presupuestos:La relación dialéctica sociedad-grupo-individuo, la cual ubica a la familia

en un nivel intermedio que contempla dos subsistemas interrelacionados: a nivel macro las relaciones familia-sociedad y a nivel micro la relación familia-individuo.

La interrelación e interdependencia entre estos dos subsistemas- el macrosocial y el microsocial - se manifiesta en la cotidianeidad* [30] familiar en tanto es parte y expresión de la realidad social. Su análisis considera los hechos que dan cuenta de los cambios en la familia y su entorno inmediato, con especial énfasis en la vivienda; y la dimensión subjetiva como expresión de esa realidad mediante las preferencias, expectativas y necesidades habitacionales.

La familia, como espacio de vínculo e intermediación entre el individuo y el sistema social, es un grupo privilegiado para la acción de políticas sociales y económicas. Dos trozos de esa realidad social: familia y política habitacional – expresada a través de las normas de habitabilidad en la vivienda- se entrelazan para dar cuenta de las políticas sociales que tributan hacia el bienestar familiar.

La noción de habitabilidad en la vivienda tiene componentes objetivos y subjetivos, estos últimos desde la percepción de los sujetos de la representación de bienestar; y los requerimientos para la satisfacción de las necesidades habitacionales están en estrecha relación con el estilo de vida familiar en un momento y contexto determinado.

En base a estos presupuestos, el modelo teórico-metodológico considera en el nivel macro social los cambios socioeconómicos que han impactado a la institución familiar, con énfasis en la vivienda como problema histórico de gran significado para la familia y la sociedad cubana. El nivel micro social incorpora la dimensión subjetiva de la familia, para analizar la diversidad de significados posibles de integrar en el análisis de las necesidades, preferencias y expectativas familiares en relación a la vivienda. La representación lógica del modelo se muestra en el siguiente esquema: (Figura 9)

* La vida cotidiana se nos muestra como el conjunto de acciones prácticas individuales o colectivas; o sea, el quehacer diario, las rutinas habituales; contiene actividades recurrentes, repetitivas, donde los individuos actúan e interaccionan desde su posicionamiento, y donde se establecen relaciones en lo horizontal y lo vertical que diferencian, matizan y complejizan el comportamiento de las prácticas sociales. A decir de C. Martin la vida cotidiana “es la expresión inmediata en un tiempo, ritmo y espacio concretos, del conjunto de actividades y relaciones sociales que, mediadas por la subjetividad, regulan la vida de la persona, en una formación económico-social determinada, es decir, en un contexto histórico social concreto”.

PRÁCTICAS DE LA VIDA COTIDIANA

SOCIEDAD

FAMILIA

INDIVIDUO

POLÍTICAS SOCIALES

POLÍTICAS HABITACIONALES

REPRESENTACIÓN SUBJETIVA

(MICRO)

RELACIONES SOCIALES(MACRO)

Figura 9: Representación del modelo teórico-metodológicoen base a los presupuestos asumidos para la investigación

30.MARTIN, Consuelo. “Cuba: Vida Cotidiana, Familia y Emigración”. Tesis Doctorado. Universidad de La Habana. Facultad de Psicología, 2000, p.7.

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ConclusionesLa familia, por su contenido y extensión, debe ser vista como parte

componente de la expresión cultural de una época en un contexto determinado.

Al analizar la familia contemporánea debemos considerar que no existe un paradigma ideal o un paradigma ideologizado de la misma, se hace necesario considerarla en plural, dado el polimorfismo de sus manifestaciones.

La diversidad familiar trae aparejado la variabilidad de intereses, costumbres y patrones de vida los cuales inciden en las necesidades y requerimientos habitacionales, y dimensionan la habitabilidad en la vivienda desde la subjetividad del grupo familiar y los miembros que lo integran.

Adecuar la vivienda a las características de la familia en la sociedad cubana actual induce a la aproximación a la dimensión social, y no solo conceptualizar la vivienda como espacio físico para la convivencia familiar.

En la presente investigación se asume que la habitabilidad en la vivienda es la capacidad de los espacios habitacionales para satisfacer las necesidades objetivas y subjetivas de las familias, y los miembros que conviven de forma habitual en ellos, en un contexto y espacio temporal determinado.

Las características psicosociales del sujeto familia y la de los miembros que conviven de forma habitual, puestas de manifiesto a través de los hábitos y conductas adquiridas en el transcurso del tiempo, determinan el nivel de habitabilidad en la vivienda; éste se legitima mediante el juicio y valoraciones realizadas por los individuos a lo largo de la vida útil de la vivienda.

Como criterios diferenciadores para el estudio de la habitabilidad en la vivienda desde la perspectiva familiar se proponen los siguientes: La estructura familiar y su composición interna; el capital económico y social; el grado de desarrollo socioeconómico de la familia y de la zona de residencia; la inserción socio-clasista de los miembros adultos y el sector de la economía al que se vinculan, y la etapa del ciclo vital por el que transite la familia.

La vivienda, escenario para la realización de las funciones familiares, requiere de la introducción de cambios que propicien su adecuación a la realidad actual de las familias cubanas. Estos cambios aluden no solo a nuevas concepciones para el diseño, sino también para la producción de viviendas sociales como un proceso que integre las capacidades de la familia, y los medios para generar viviendas adecuadas acorde a las necesidades de sus moradores.

Patricia M. Gazmuri Núñez: Economista. Investigadora Auxiliar. Miembro del Grupo de Trabajo “Hábitat Popular e Inclusión Social” del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Profesora adjunta Facultad de Arquitectura, Instituto Superior Politécnico José A. Echeverría (ISPJAE). Email: [email protected]; [email protected]

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48Con Criterio/ Evaluación Tecnológica de dispositivos integrados de naturación y captación pluvial en la vivienda de México.

Technological assessment of integrated devices of rainwater harvesting and green roofs for housing in Mexico.

Evaluación Tecnológica de dispositivos integrados de naturación y captación pluvial en la vivienda de México

Fernando Córdova Canela Edna Cecilia López Elizalde .

RESUMEN: El presente trabajo es un resultado parcial del proyecto de investigación y colaboración entre Cuerpos Académicos “Red de Vivienda”, financiado por el Programa de Mejoramiento al Profesorado (PROMEP) de la Secretaría de Educación Pública de México, y describe la construcción de un instrumento metodológico de evaluación tecnológica, a través de la aplicación de modelo IDEF0, el cual se integra por matrices de ponderación y asociación de conceptos, pretendiendo interrelacionar los conceptos de viabilidad tecnológica, impacto ambiental de la tecnología y valoración de atributos, para con los resultados de su aplicación, facilitar el rediseño y generación de soluciones integradas de naturación entendida esta como la recuperación coherentemente de la flora y fauna autóctonas en el medio construido, y de captación de agua de lluvia, de manera novedosa y adecuada a las particularidades que plantea la gestión del agua y las áreas verdes en la vivienda mexicana.

PALABRAS CLAVE. Evaluación tecnológica, vivienda, naturación, captación pluvial.

ABSTRACT: This paper is a partial result of the collaboration between Mexican Research Groups working in the project “Housing Network” funded by the Ministry of Public Education of Mexico, the project describes the construction of a tool for technology assessment, through the IDEF0 model and describes the conceptual relationship among the concepts of technological feasibility, environmental impact assessment and technologic attributes, through assessment instruments whose purpose is to foster the redesign and integration of green roof and rainwater catchment technologies with the specific needs of the Mexican housing.

KEY WORDS: Technological assessment, housing, green roof, rainwater harvesting.

Arquitectura y Urbanismo vol. XXXIV, no 1, 2013, ISSN 1815-5898Recibido: 13/09/2012 Aprobado: 18/12/2012

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Fernando Córdova Canela y Edna Cecilia López Elizalde 49

Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXIV, no 1, enero-abril, 2013, p. 48-63, ISSN 1815-5898

IntroducciónEl presente trabajo es un resultado parcial del proyecto de investigación

y colaboración entre Cuerpos Académicos “Red de Vivienda”, financiado por el Programa de Mejoramiento al Profesorado (PROMEP) de la Secretaría de Educación Pública de México, y pretende proponer un instrumento metodológico de evaluación tecnológica, que facilite mediante los resultados de su aplicación, el rediseño y generación de soluciones integradas de naturación y captación de agua de lluvia, de manera novedosa y adecuada a las particularidades que plantea la gestión del agua y de las áreas verdes en la vivienda mexicana.

Para 2010 el 77% de la población nacional vive en localidades urbanas, porcentaje de población superior al 71% registrado en 1990 [1], y la tendencia general es que las ciudades se conviertan cada vez más en centro de atracción y crecimiento de la población. Existen dos componentes significativos que afectan la disponibilidad del agua en las ciudades: por un lado, que el abastecimiento del agua no es universal y aunque con grandes avances, subsisten problemas de calidad, y por otro, en los últimos años han aumentado los desastres naturales vinculados con las inundaciones y las sequías [1].

Si bien se reconocen problemas de disponibilidad y de afectación por desastres naturales hidrometeorológicos, no existe a nivel nacional una política robusta y extensa para aumentar la oferta hídrica a nivel local en la vivienda. Un esfuerzo en ese sentido, es el que desarrolla la Comisión Nacional de Fomento de la Vivienda, que incluye dentro de su guía de uso eficiente del agua en desarrollos habitacionales, a la captación pluvial como una alternativa válida de abastecimiento de agua en la vivienda. Un sistema de captación de agua de lluvia, incluye rasgos mínimos tales como los siguientes [2]:una superficie de captación, dispositivos de recolección y conducción del agua, un dispositivo interceptor de primeras aguas provenientes del lavado del techo durante el inicio del temporal de lluvias, que incluya un segundo filtro de sólidos suspendidos; un dispositivo de almacenamiento de agua de lluvia, que puede estar a la intemperie, tal como un tanque de ferrocemento o bien un tanque de almacenamiento subterráneo de polietileno de alta densidad, que sea impermeable y de superficie lisa en su interior, con una escotilla de entrada que facilite su limpieza y un sistema de bombeo y drenaje para su limpieza y mantenimiento; una estrategia de uso de agua, la cual definirá el sistema de aprovechamiento, ya sea dentro de la vivienda o en el paisaje, y en su caso, de purificación del agua recolectada para el consumo humano; todo esto apoyado por equipos de control de calidad del agua.

Por otra parte, si bien existen instrumentos para el diseño de áreas verdes aplicables a la viviendas, y estos contemplan una descripción de beneficios ambientales, regionalización y criterios de diseño paisajístico, no se incluye a los sistemas de naturación como alternativa de diseño de áreas verdes, y se limita a considerar que la vegetación en balcones y fachadas son difíciles de controlar [3] P.40, por lo que no tienen un uso extendido en la vivienda en México.

En contraposición a esta limitante conceptual, la naturación urbana es la acción de incorporar o fomentar la naturaleza en nuestro medio ambiente, mediante la recuperación de la flora y fauna autóctonas de una manera aceptable y coherente [4]. Implica la utilización de superficies construidas, ya sean fachadas, cercas, muros y/o techos, para la plantación de especies

1.COMISIÓN NACIONAL DEL AGUA. Situación del Subsector Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento [en línea]. México D. F: Comisión Nacional del Agua, 2011. [Consulta: 9 de febrero de 2012]. Disponible en: http://www.pigoo.gob.mx/images/info_externa/conagua/2011/Subsector2011pdf

2.COMISIÓN NACIONAL DE FOMENTO A LA VIVIENDA. Guía para el uso eficiente del agua en desarrollos habitacionales. [en línea]. México D. F: Comisión Nacional de Fomento a la Vivienda, 2005. [Consulta: 10 de febrero de 2012]. Disponible en: http://www.conavi.gob.mx/documentos/publicaciones/guia_agua_final.pdf

3.COMISIÓN NACIONAL DE FOMENTO A LA VIVIENDA. Guía para el diseño de áreas verdes en la vivienda. [en línea]. México D. F: Comisión Nacional de Fomento a la Vivienda, 2005. [Consulta: 10 de febrero de 2012]. Disponible en: http://www.conavi.gob.mx/consejo/trabajos_desarrollados/Guia_Diseno_de_areas_Verdes.pdf

4.DE FUENTE, B. Isabel. “La naturación urbana en el ámbito internacional”. En: BRIZ, Julian. Naturación urbana: Cubiertas ecológicas y mejora medioambiental. 2da ed. Madrid: Mundi-Prensa Libros, 2004. p.

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Con Criterio/ Evaluación Tecnológica de dispositivos integrados de naturación y captación pluvial en la vivienda de México.

vegetales locales, que estén adaptadas a las condiciones climáticas del entorno, además que tengan una buena retención de agua, capacidad de vivir en un sustrato mínimo, y que sean resistentes a las condiciones de contaminación del aire, agua y suelo, propias de la ciudad [5].

Existen diferentes niveles de naturación urbana [5], puede ser intensiva, que genera espacios con especies vegetales de gran tamaño, árboles enanos frondosos, especies florales, césped e incluso hortalizas; extensiva, constituida por especies resistentes al frío o calor extremo, de colores llamativos, en su mayoría carnosas, con un rango de altura de entre 25 centímetros hasta un metro de altura, no requieren de mantenimiento constante, ni grandes cantidades de agua para sobrevivir; indirecta a través de la implantación de macetas móviles, ya sea de barro o de plástico, que dan lugar a árboles enanos, arbustillos y otras especies que pueden componer, sin afectar o incidir directamente en la estructura de una edificación, interviniéndose por lo general, balcones, azoteas y muros. En este trabajo, el alcance del nivel de naturación urbana se centra en la naturación indirecta a través de cubiertas verdes.

No obstante las limitaciones conceptuales presentes en el caso mexicano, las tecnologías tanto de naturación como las de captación de agua en la vivienda son reconocidas internacionalmente como alternativas tanto para la ampliación y beneficios de las áreas verdes en superficies impermeabilizadas urbanas [6- 9], ya sea a nivel urbano y/o de edificación, además de ser una alternativa tecnológica para aumentar la oferta hídrica a nivel local respectivamente [10- 14].

Evaluación Tecnológica en un entorno ecológicamente racionalLas tecnologías ecológicamente racionales se conceptualizan como

sistemas tecnológicos que incluyen conocimientos técnicos, procedimientos, bienes y servicios y equipo, al igual que procedimientos de organización y gestión, estos últimos, en términos de fomento de sistemas de cooperación tecnológica, formación de recursos humanos, y de aumento de las capacidades económicas, tecnológicas y administrativas para la operación eficiente y el desarrollo eficaz de la tecnología [15]. Esencialmente son un macrosistema tecnológico [16] integrado por objetos, dispositivos y sistemas técnicos, que interactúan y conviven con sujetos cuyos fines pragmáticos tratan de integrar fines vitales relacionados con el concepto de sustentabilidad.

Centran su fin pragmático en dos esferas: la primera, en la protección ambiental mediante la minimización de emisiones contaminantes reciclando la mayor parte de sus desechos y productos; la segunda, promoviendo la utilización de los recursos de manera sostenible –en términos de la preservación y mejoramiento de la salud, minimización de la pobreza y de promoción de valores sociales y culturales-; de costos de operación y mantenimiento bajos, y de una productividad de largo plazo; y por último de protección de ecosistemas y recursos naturales [15]. Puede decirse que su ventaja competitiva puede identificarse en fines pragmáticos mejorados desde la perspectiva sustentable, que se expresa por medio del aumento, por un lado, de su eficacia ambiental, social y económica en el aprovechamiento de los recursos que transforma, a través de la promoción del sustento de la economía mundial, la protección del medio ambiente y la mitigación de la pobreza, teniendo como objetivo principal a los países en desarrollo [15]; y por otro, de la eficiencia ambiental de los medios

5.LOPEZ ELIZALDE, Edna Cecilia. “Gestión integrada del agua pluvial a través de la naturación en la vivienda: evaluación y rediseño de las aplicaciones tecnológicas”. Director: Fernando Córdova Canela. Maestría en Diseño y Desarrollo de Nuevos Productos. Universidad de Guadalajara, 2012.

6.DUNNETT, Nigel y Noel KINGSBUR. Planting Green Roofs and Living Walls. 2nd ed. Portland: Timber Press, 2005. p.250. ISBN 0-88192-640-X.

7.EARTH PLEDGE FOUNDATION. ”Green Roofs: Ecological Design and Construction”. Atglen (Pa.): Schiffer Publication, 2005. p. 254. ISBN 0764321897

8.MENTENS, Jeroen et al.” Green roofs as a tool for solving the rainwater runoff problem in the urbanized 21st century?”. Planning and Design Landscape and Urban Planning. 2006, Vol. 77, Issue 3, p. 217-226.

9.OBERNDORFER, Erica et al. “Green Roofs as Urban Ecosystems: Ecological Structures, Functions, and Services”. BioScience, Vol. 57, No. 10, 2007, p. 823-833

10.CÓRDOVA CANELA, Fernando. “Gestión tecnológica de recursos hídricos en áreas urbanas: tendencias actuales”. En DEL TORO GAYTAN, M. R.. Edificación Sustentable en Jalisco. Guadalajara: Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable, 2009. p. 208-221.

11.HAN, M. “Promotion of Rain Cities for Climate Change Adaptation”. En: Conferencia Magistral en Seminario Taller, Agua, Ciudad y Cambio Climático. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 2011.

12.ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD. Guía de diseño para captación del agua de lluvia. [en línea]. Lima: Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente, 2004. [Consulta: 30 de agosto de 2012]. p.15. Disponible en: http://www.bvsde.ops-oms.org/bvsacd/cd47/lluvia.pdf

13.UNITED NATIONS ENVIRONMENT PROGRAMME. “Every Drop Counts. Environmentally Sound Technologies for Urban and Domestic Water Use Efficiency”. Osaka: United Nations Environment Programme, 2008. p. 197. ISBN 978-92-807-2861-3.

14.UNITED NATIONS ENVIRONMENT PROGRAMME. “Rainwater harvesting: A lifeline for human well-being” Nairobi: United Nations Environment Programme, 2009. p. 69. ISBN 978 - 92 - 807 - 3019 – 7.

15.ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS, DIVISIÓN DE DESARROLLO SOSTENIBLE. Conferencia de Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo. [en línea]. Nueva York: Organización de las Naciones Unidas. División de Desarrollo Sostenible, 1992. [Consulta: 30 de julio de 2012]. “Programa 21”. Disponible en: http://www.un.org/

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utilizados durante el proceso, mediante la minimización de contaminantes emitidos en el ambiente, haciendo más “aceptables” los impactos globales en las esferas socioculturales, económicas y ambientales, respecto a los que tendrían las tecnologías convencionales.

Operativamente las tecnologías ecológicamente racionales manifiestan su eficiencia gracias a dos modalidades, ya sea como sistemas, dispositivos, procesos y/o productos con un nivel mejorado o neutro de generación de desechos y/o consumo de recursos, o bien como sistemas, dispositivos, procesos y/o productos que en términos del ciclo de vida de un producto tratan, recuperan y/o reciclan sus desechos generados por su proceso de transformación [15].

En estos casos, es crítica la correcta valoración de los criterios y factores que intervengan en la aplicación de una tecnología, así como la correcta estimación de los costos e impactos necesarios para materializa un enfoque de este tipo. En este análisis, se ve más allá de una evaluación o valoración de las implicaciones de un desarrollo tecnológico, más que sólo la mera determinación de la factibilidad técnica y la rentabilidad, de modo que se maximicen las oportunidades y se minimicen los riesgos; se enfoca también en la necesidad de desarrollar y acordar mecanismos de valoración que establezcan, la viabilidad tecnológica respecto a las necesidades del mercado y de los usuarios, los impactos ambientales social y económico congruente con un enfoque sustentable, además de la correcta selección de atributos de los artefactos, que permitan la minimización de los impactos indeseables. La valoración dependerá de varios factores, incluyendo al menos [17]:

•La naturaleza de la tecnología.•Su fase de desarrollo.•La fase de desarrollo de las tecnologías equivalentes.•Su alcance.•La fortaleza de la patente o know-how (cómo hacerlo).•El poder de negociación de las partes que intervengan en su aplicación,

entre otros factores.Hinojosa [18] refiere la idea de Porter respecto a que una evaluación

pertinente y bien aplicada es el principio de la innovación tecnológica, la cual no debe presentarse y aplicarse de manera azarosa o caprichosa ante dificultades o necesidades apremiantes del mercado o por una idea genial de alguien con la capacidad de tomar dicha decisión; en cambio, debe plantearse como parte de una estrategia y plasmarse en un plan que garantice coherencia y continuidad en dicha innovación. Del mismo modo, Hinojosa [18] indica que para Porter la innovación desde la perspectiva estratégica incluye nuevas tecnologías, así como nuevos métodos y formas de hacer las cosas, aún cuando pudieran parecer irrelevantes. El éxito de una estrategia tecnológica debe considerar para su formulación, los siguientes hechos [5]:

•Identificar las tecnologías que son empleadas en el contexto en el que se quiere plantear una estrategia de innovación.

•Identificar tecnologías potencialmente relevantes en otros sectores o entornos que puedan implicar una adopción y aplicación.

•Realizar un esfuerzo de determinación de rutas tecnológicas que nos permitan prever posibles reemplazos o modificaciones en las tecnologías clave.

•Considerar el impacto de los cambios tecnológicos en la ventaja competitiva del mercado.

spanish/esa/sustdev/agenda21/index.htm

16.LINARES, Jorge Enrique. Ética y mundo tecnológico. México D.F: Fondo de Cultura Económica, 2008. p. 517. ISBN978-968-168609-3

17.ENVIRONMENTAL PROTECTION AGENCY. Emerging Technologies for Wastewater Treatment and In-Plant Wet Weather Management [en línea]. Washington D.C. Office of Wastewater Management,. 2008. [Consulta: 10 de febrero de 2012] p. 190. Disponible en: http://water.epa.gov/scitech/wastetech/upload/2008_03_13_mtb_emerging_technologies.pdf

18.HINOJOSA MARTINEZ, A. Cuadernos de Innovación. Innovación de procesos. [en línea]. México, D. F: Premio Nacional de Tecnología, 2006. [Consulta: 15 de enero de 2012] p. 55. Disponible en: http://pnt.

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•Reconocer cuáles son las competencias tecnológicas propias y considerar las posibilidades de seguimiento del cambio tecnológico.

•Reforzar la estrategia tecnológica en todas las unidades funcionales del contexto planteado.

El proceso de innovación tecnológica confluye con la evaluación tecnológica de acuerdo a Hinojosa [18], en tanto se relacionen tres elementos entre sí: la detección de necesidades, el análisis de posibles oportunidades tecnológicas y la capacidad de satisfacer o de adaptarse a dichas necesidades. Uno de los potenciales beneficios de la evaluación tecnológica, es la comprensión de las limitantes técnicas de un artefacto, y con esto orientar el desarrollo de aplicaciones más adecuadas a la solución de los problemas tecnológicos propuestos por el mercado y el usuario objetivo [18].

Métodos e instrumentosLa estructura metodológica que se propone, parte de la consideración

de cuatro etapas de desarrollo de los sistemas tecnológicos concurrentes de agua de lluvia y naturación indirecta, en este caso se describen de la siguiente manera: análisis, donde se califica la viabilidad tecnológica y el impacto ambiental para seleccionar los sistemas tecnológicos más adecuados; síntesis, que incluye la identificación de atributos generales y de componentes de los sistemas tecnológicos seleccionados en la etapa de análisis; transformación, referido al rediseño y adaptación de los sistemas tecnológicos en un nuevo sistema tecnológico, cuyas mejoras técnicas exceden las mejoras técnicas propuestas por los sistemas tecnológicos

Sistemas tecnológicos

1...n

VT1

…VTn

Viabilidad Tecnológica

VT

Impacto Ambiental

IA

Atributos generales

Atributos compone

ntes

IA1

…IAn

Rediseño y Desarrollo Patente

Plan Negocios y Producción

Base conocimiento

si

no Alto

Bajo

No concurrente No concurrente

concurrente concurrente

Know how

Mínimo

SimbologíaEtapa de análisisEtapa de síntesisEtapa de transformaciónEtapa de transferencia

Figura 1. Diagrama metodológico general propuesto.

iniciales considerados por separado; transferencia, que incluye el registro de patente y su estrategia de uso, además del plan de negocios y el plan de producción, tal como se expone en la figura 1.

El alcance específico del proceso aquí desarrollado pretende relacionar los conceptos de viabilidad tecnológica, impacto ambiental de la tecnología y valoración de atributos, con el fin de evaluar tecnologías de captación

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pluvial y de cubiertas verdes, a fin de integrarlas en soluciones novedosas, a través del rediseño y/o adaptación de las mejoras técnicas previstas en los sistemas originales. Se propone la utilización de la metodología IDEF0, la cual es utilizada para producir una función modelo, mediante la representación estructurada de las funciones de un sistema, de la trayectoria del flujo de información, y de los objetos que se interrelacionan, con las funciones de dicho sistema. Las etapas generales que el actual trabajo abordará de manera extensa, son las siguientes:

1.Viabilidad tecnológica que integra instrumentos que permiten elegir la tecnología con mejor desempeño en términos de impacto y aplicabilidad.

2.Impacto ambiental de la tecnología, en términos de la identificación de los impactos ambientales en el ciclo de vida de la tecnología, y de la calificación de dichos impactos.

3.Valoración de atributos, que permite, por una parte, la correlación de atributos generales que le son comunes a los sistemas y/o tecnologías identificadas, y por otra, relacionar los atributos de los componentes de manera más específica, con el fin de rediseñar o adaptar un sistema nuevo.

De acuerdo a Wu [19], el enfoque de IDEF0 permite fragmentar nivel por nivel, definiendo los subsistemas dentro del sistema. El elemento básico de un modelo IDEF0 es la función bloque, estos bloques están conectados entre sí, a través de entradas, salidas, mecanismos y controles. La naturaleza de cada una de las conexiones puede ser especificada, cuando una entrada es utilizada para crear una salida, una función será puesta en acción, el desempeño de la función, es movido por un mecanismo bajo la guía de un control.

19.Bin Wu Manufacturing Systems Design and Analysis. Londres: Chapman & Hall, 1992, p. 421. ISBN 0-412-40840-6.

FUNCIÓN DE MANUFACTURA

CONTROLES

ENTRADAS SALIDAS

MECANISMOS

En este esquema (figura 2) se muestra la dinámica entre los factores que intervienen en el modelo, las entradas son consumidas para producir las salidas, por ejemplo la extracción de materia prima es el mecanismo, indica los recursos que se requieren para poner en acción el proceso de transformación, como herramientas, equipos y procesos. Todos los recursos son utilizados para lograr una función, y sólo llega a convertirse en salida, cuando han pasado por la función para apoyar otras funciones. Y finalmente los controles sólo intervienen en el proceso de transformación y no serán consumidos o procesados.

Algunos procesos se han establecido desde hace años, pero han evolucionado. En algunos casos, una tecnología establecida puede haber sido modificada o adaptada como resultado de alguna tecnología emergente, en cualquier caso, toda aplicación es desarrollada para alcanzar un

Figura 2. Bloque básico de construcción de un modelo IDEF0, adaptado de Wu [19, p.79].

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objetivo. Durante la operación de estas tecnologías en cualquier nivel de desarrollo, los ingenieros, diseñadores y profesionales interesados seguirán trabajando en alterar y mejorar su eficiencia y rendimiento. En esta parte de la evaluación se pueden incluir tecnologías establecidas que han sufrido modificaciones recientemente, que se utilizan en aplicaciones nuevas o que se percibe que pueden tener algún impacto en la implementación de sistemas de naturación y de captación de agua de lluvia en la vivienda.

Otro aspecto importante respecto a cualquier modelo IDEF0, es que es una representación estática de cualquier sistema, que indica sólo relaciones funcionales, y no necesariamente secuencias o fases que involucran tiempos. Cada etapa prevista por el diagrama IDEF0 con el fin para hacer operativo su análisis y arrojar los resultados deseados, se integrará por Matrices de Ponderación (MDP), basándose en calificar el nivel de eficiencia o eficacia de la aplicación, esto implica definir parámetros y criterios que tendrán un valor y un peso, para lo cual se permita establecer un rango de desempeño, para con eso jerarquizar las alternativas de acuerdo a las calificaciones resultantes. Lo usual es que en la MDP, en su forma general, la primera columna presente las alternativas a ser evaluadas y en las siguientes los factores que determinarán su valor, dejando la primera fila para identificar los criterios y su peso. Se estima que una alternativa cumplirá un resultado si alcanza cierto valor en cada criterio o bien se obtiene un SI en el resultado obligatorio, en caso contrario se anotara un NO y la alternativa será descartada, dependiendo de la exactitud de los factores. Al término de cada etapa se obtiene el conjunto de alternativas que se estima cumplirá con los criterios necesarios según los resultados deseables por cada etapa.

Así mismo se implantarán, en la etapa de valoración de atributos, matrices cualitativas que asocien a los atributos en función del conocimiento de las mejoras técnicas que presentan los sistemas por separado, de tal manera que los atributos de los dos sistemas tecnológicos configuren uno que proponga una mejora técnica que puede ser común a ambos.

Propuesta del Modelo de Evaluación de viabilidad Tecnológica, Ambiental y de desempeño deseado (VITAD)

Al resultado de esta metodología aplicada para el análisis y evaluación tecnológica se le llamó Modelo de Evaluación de Viabilidad Tecnológica, Ambiental y de Desempeño Deseado (VITAD), y para su desarrollo, se realizan una serie de etapas de construcción, a través del desarrollo de

Figura 3. Esquema de operación propuesto por el Modelo de Evaluación de Viabilidad Tecnológica, Ambiental y de Desempeño (VITAD) en IDEF0.

VIABILIDAD TECNOLÓGICA TECNOLÓGIAS

VIABLES

TECNOLÓGIAS DE MENOR IMPACTO

TECNOLÓGICAS

HOJA DE RESUMEN

ASPECTOS AMBIENTALES

ATRIBUTOS Y CRITERIOS DE DISEÑO

REDISEÑO DE PRODUCTOS DE NATURACIÓN PARA EL

MANEJO DEL AGUA DE LLUVIA EN LA VIVIENDA

APROXIMACIÓN DEL PLAN DE NEGOCIOS

PROBLEMÁTICAS

condiciones del entorno

listado de aplicaciones

(ficha de datos)

IMPACTO DE CICLO DE VIDA

VALORACIÓN DE ATRIBUTOS

MP-VA ACV MP-VT

BDBDBDBD

T2

T3

T1

BD

T1 VIABILIDAD TECNOLÓGICAT2 ANÁLISIS DEL IMPACTO DE CICLO DE VIDAT3 VALORACIÓN DE ATRIBUTOS

FOLUJO DEL MODELO (información funcional)

RETROALIMENTACIÓN

BASES DE DATOS: Patentes tecnológicas, Materiales, Eco-indicadores99, Procesos de producción y transformación de materiales

MECANISMO DE CONTROL DE LA FUNCIÓN: Matrices Viabilidad Tecnológica (MP-VT), Matriz Material-Energía-Tóxicos de Análisis de Ciclo de Vida (ACV), Matriz de Valoración de Atributos (MP-VA)

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unas hojas de resumen y llenado de algunas matrices de ponderación que componen el modelo (figura 3).

Cada etapa prevista en el VITAD, incluye una serie de instrumentos de análisis que permiten hacer operativa cada una de las etapas. En el caso de la viabilidad tecnológica, el instrumento previsto arroja resultados que permiten elegir la tecnología con mejor desempeño en términos de impacto y aplicabilidad. El impacto ambiental se analiza con dos instrumentos: el primero que permite la identificación de los impactos ambientales en el ciclo de vida de la tecnología, y el segundo que califica dichos impactos.

La etapa final de valoración de atributos inicia con una matriz de síntesis y correlación de atributos generales que le son comunes a los sistemas y/o tecnologías analizadas, para después calificar atributos de los componentes de manera más específica, con el fin de rediseñar o adaptar un sistema nuevo, el cual derivaría posteriormente en una primera aproximación a un plan de negocios. Estas dos últimas actividades no se contemplan en el presente trabajo, pero son parte de las actividades de investigación y desarrollo de aplicaciones y prototipos de naturación aplicados a la vivienda y que se vinculan con procesos de innovación.

En la etapa de viabilidad tecnológica, se busca seleccionar la aplicación (tecnología o material) con mayor impacto y con la mejor condición para hacer posible la implementación de sistemas de naturación o captación de agua pluvial en la vivienda, atendiendo a sus características y criterios involucrados. Esto a través de la construcción de una matriz de viabilidad tecnológica [20].

El instrumento permite que cada aplicación tecnológica se valore con respecto a dos criterios descriptivos y comparativos, midiendo el impacto y la aplicabilidad, cada uno de ellos se divide en factores, a los cuales les corresponde un peso cuantitativo y un nivel de desarrollo. Las variables que permiten la identificación de la viabilidad tecnológica son las siguientes:

1.Impacto. Describe si la tecnología requiere la participación de amplios cambios en el diseño, y el grado en que las instalaciones existentes se verán afectadas. Este criterio toma en cuenta tres factores, cada uno con su respectivo valor, incluye su estado de desarrollo en términos de si es embrionaria, aplicación piloto o madura; alcance, que valora la extensión territorial de sus efectos sociales y económicos, a nivel local, regional y nacional; y disponibilidad que valora el grado de protección industrial, en términos de si es restringido o libre su uso.

2.Aplicabilidad. Considera la instalación, puesta en marcha, y los métodos de cierre de la tecnología, tomando en cuenta, por un lado, su nivel de utilización que valora la extensión del uso y aplicación del producto respecto a las particularidades del mercado; y por otro, la confiabilidad, referida a la consistencia de los resultados de la tecnología en el mercado estudiado.

El indicador obtenido como resultado en la primera etapa, es el grado de viabilidad de la tecnología, el cual puede ser bajo, medio o alto, tal como se desglosa en la tabla1.

20.AVELLAR, M. Ana Paula. Manual de Políticas Públicas. [en línea]. Santiago de Chile: CEPAL, 2007. [Consulta: 10 de febrero de 2012]. “Metodologías de evaluación de políticas tecnológicas: reseña de prácticas internacionales”, p. 43. Disponible en: http://www.eclac.cl/iyd/noticias/paginas/0/31430/metdeevalua.pdf

Criterio de calificación.

Puntaje global tabla= 0.5 (Impacto)+ 0.5 (Aplicabilidad)

Puntaje tabla desglosado=

0.5 (0.5xEdo.Desarrollo+0.2xAlcance+0.3xDisponibilidad) + 0.5 (0.5xNivel de Utilizacion+0.5xConfiabilidad)

CRITERIO FACTOR

IMPACTO

APLICABILIDAD

ESTADO DE DESARROLLO

DISPONOBILIDAD

ALCANCE

NIVEL DE UTILIZACIÓN

CONFIABILIDAD

PROTOTIPO

PILOTO

LOCAL,REGIONAL,NACIONAL

RESTRINGIDO,NO RESTRINGIDO

BAJO,MEDIO ,ELEVADO

BAJA,MEDIA,ELEVADA

50

20

30

50

50

PESO PRESUPUESTO % NIVELES CLASIFICACIÓN

CO

NC

EPTO

MED

IO

Tabla1. Propuesta de Matriz de Viabilidad Tecnológica.

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21.IHOBE S.A. Manual Práctico de Ecodiseño. Operativa de Implantación en 7 pasos. [en línea]. Bilbao: IHOBE S.A, 2000. [Consulta: 10 de febrero de 2012]. Disponible en: http://www.ihobe.net/Publicaciones/Listado.aspx?IdMenu=750e07f4-11a4-40da-840c-0590b91bc032&DesdeFicha=2

La etapa de impacto ambiental adapta aspectos del Análisis de Ciclo de Vida, planteando un análisis de los aspectos ambientales que intervienen en el ciclo de vida de los productos o aplicaciones tecnológicas, que pueden intervenir en los sistemas de naturación y/o captación de agua de lluvia. Existen varios métodos para analizar su perfil y sus prioridades ambientales; todos estos se basan en el Análisis de Ciclo de Vida, lo que significa que analizan todas las fases del ciclo de vida de este producto o aplicación; la utilización de estos métodos tiene como objetivo obtener una perspectiva general de los aspectos ambientales de la aplicación e identificar las prioridades de cambio en su proceso de diseño y en su implementación; y aunque todos están dirigidos al cumplimiento de estos objetivos, varían en complejidad y en los criterios que abordan. En este caso, la herramienta de evaluación estará basada en los principios para la elaboración de una matriz de materiales, energía y emisiones tóxicas (MET) [21]. La matriz MET es un método semi-cualitativo que parte de la valoración de información cuantitativa confiable, originada por investigación propia o de bases de datos internacionales compatibles con la situación nacional de cada país, que ayuda a obtener una visión global de las entradas y salidas en cada etapa del ciclo de vida de un producto o aplicación tecnológica respecto a: la entrada de Materiales; la utilización de Energía; y por último a las emisiones Toxicas, que son producidas [21]. De cualquier manera, la matriz MET depende en gran medida de la calidad y cantidad de la información relacionada con el ciclo de vida de una tecnología, la cual en países como México está todavía en pleno desarrollo, por lo que la experiencia del equipo de diseño puede ser un elemento significativo que determine el valor de sus resultados, por lo que para el presente trabajo conociendo de las limitaciones para homologar la información y la falta de la misma en nuestro país, se optó por adaptar la matriz MET a un entorno más cercano a nuestras capacidades actuales de procesamiento, obtención y valoración de la información disponible, tal como se indica en la tabla 2.

Tabla 2. Adaptación de la matriz MET para la identificación del impacto ambiental de la tecnología

Uso de MATERIALES(Entradas)

Uso de ENERGIA(Entradas)

EMISIONES TÓXICAS(Salidas)

ASPE

CTOS

DE

MAT

ERIA

LES

Obtención de Materia Prima(MP)

Toda la materia prima, piezas y componentes necesarios.

Consumo de energía para la obtención en bruto de la MP.Energía para la transformación de la MP. (laminados, extruidos...)

Residuos tóxicos generados en la obtención y transformación de la MP.

Producción

Materiales auxiliares, para su fabricación.Sustancias usadas en el proceso de fabricación. (Soldadura, pintado...)

Consumo de energía en los procesos de fabricación.

Residuos tóxicos producidos en fábrica.Restos de materiales: recortes, desechos.

ASPE

CTOS

DE

USO Uso/

MantenimientoConsumibles.Piezas de repuesto.

Energía consumida a lo largo de su vida útil.

Residuos de consumibles.Residuos de piezas de repuesto.

Fin de vida

Consumo de materia prima y auxiliar para tratamiento de fin de vida.

Energía utilizada en el proceso de fin de vida. (ncineración, desmontaje, reciclado...)

Residuos tóxicos.Materiales de vertedero.Reciclaje de materiales.Residuos de combustión.

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Para comprender mejor cómo se analizará el impacto ambiental de una tecnología en su ciclo de vida y su relación con la matriz MET, el tipo de información que se considera en cada apartado se basa en el análisis de los Aspectos Ambientales del producto y un desglose detallado de ellos; para lo cual se retoma la norma UNE-EN ISO 14001:1996, en cuanto a su definición de aspecto ambiental, el cual se define como aquel elemento de las actividades, productos o servicios de una organización que puede interactuar con el medio ambiente, tomándose en cuenta en el presente trabajo sólo los aspectos ambientales de materiales y de uso [22].

La medición de estos aspectos ambientales se puede medir a través de Eco-indicadores, los cuales son una herramienta cuantitativa, esto es, un número que indica el impacto ambiental unitario de un material, desecho, medio de transporte o proceso; como base se utiliza el “punto Eco-indicador” (Pt), se emplea normalmente la unidad de milipuntos (mPt), es decir, 700 mPt=0.7 Pt, se miden en milipuntos/Kg para materiales; milipuntos/m para procesos; milipuntos/Km para transporte; milipuntos/ton para desecho (21). Los valores de estos Eco-indicadores son comparables entre sí, es decir, si el Eco-indicador del acero es 24 y el del PVC es 240, sabemos que es mayor el impacto medioambiental unitario asociado al segundo material que al primero [21].

Se utiliza la evaluación con Eco-indicadores cuando existen herramientas para los aspectos identificados del producto. Estos Eco-indicadores se pueden obtener a través de las bases de datos de herramientas software, tales como EcoscanLife, Idemat o Ecoit, entre otros, o bien, en consultas al servicio de atención de IHOBE-line [21].

El análisis de los aspectos ambientales de un producto y su impacto a través del ciclo de vida de una tecnología se establecerá a través de la construcción de una primera tabla de identificación de impactos ambientales, que evidencie cada aspecto en cada una de las etapas de vida de la misma. Esto implica los aspectos ambientales más impactantes de la aplicación tecnológica, haciendo referencia a sólo 4 de las 5 etapas del ciclo de vida de un producto o aplicación tecnológica, las cuales son: obtención de materiales, producción, uso/mantenimiento y fin de vida; cada una de ellas enfocada en dos aspectos, entradas: el uso de materiales y uso de energía; y salidas, la generación de emisiones tóxicas. Es muy importante conocer la mayor cantidad de datos técnicos, de producción y de uso sobre la aplicación o producto que se va a evaluar, como materiales, logística, procesos y su vida útil [22].

Una vez establecido el estudio de aspectos ambientales del producto o aplicación tecnológica a evaluar, el siguiente paso es identificar en base a estos datos, aquellas que cubran los requisitos de viabilidad de aplicación en base a sus materiales, gasto energético, uso y su emisión de desechos [21]. En este caso se propone la adaptación de la información MET disponible, a una matriz de calificación de Impacto en el Ciclo de Vida de la tecnología tal como se describe en la tabla 3.

Al momento de evaluar los aspectos ambientales, se deben establecer criterios para valorarlos, tal como se hace cuando se ha implantado un sistema de gestión ambiental. Se deben tener en cuenta los aspectos asociados, no solo el material como tal, sino su vida útil, los residuos generados por sus procesos, tanto en su producción como en su fin de vida. El segundo instrumento de la etapa de impacto ambiental considera el desarrollo de una matriz que valora aspectos ambientales del material y de uso en los siguientes términos [21]:

22.IHOBE S. A. Guía de evaluación de aspectos ambientales de producto. Desarrollo de la norma certificable de eco-diseño UNE150301. [en línea]. Bilbao: IHOBE S.A, 2004. [Consulta: 10 de febrero de 2012]. Disponible en: http://www.ihobe.net/Publicaciones/ficha.aspx?IdMenu=750e07f4-11a4-40da-840c-0590b91bc032&Cod=e602e9c0-7264-4301-8c18-6b872b21a2a2&Tipo=

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1.Aspectos Ambientales de Material. Los aspectos materiales recogen información sobre lo que implica la utilización de un determinado material, dependiendo de sus características (peso, toxicidad), de sus procesos que hay que utilizar para su transformación y efecto sobre el medio ambiente que puede tener su desecho en su fin de vida. En el caso de utilizar eco-indicadores para la identificación-evaluación de aspectos ambientales no se identificarán las características de los residuos generados por los procesos asociados a un material, dado que los eco-indicadores de procesos ya tienen en cuenta en su desarrollo, los residuos generados por dichos procesos. Las variables independientes se dividen en materia prima y vida útil, valorándose de mejor manera aquellas que tengan una vida útil larga; energía de obtención, se refiere a la cantidad de energía necesaria para su transformación en la primera parte del ciclo de vida; emisiones, las cuáles se refieren a los restos y residuos que pueda originar la extracción del material, que pueden afectar en este caso a nivel de ambiente, el aire o el agua. Adicionalmente se valoran los aspectos de producción que incluyen todos los procesos y transformaciones a los que es sometida la materia prima para convertirse en un producto o un segundo material, y está divido para fines de análisis en tres niveles, en este caso gasto de material, refiriéndose a la cantidad y la forma en la que se procesa la materia prima al ser transformada, se medirá según las unidades de material usadas para

Tabla 3. Matriz de calificación de Impacto en el Ciclo de Vida de tecnología a partir de información de la matriz MET

Variable Factor Niveles Calificación

ASPECTOS AMBIENTALES DEL MATERIAL

Materia prima 40

Material Vida útil

Energía de obtención

EmisionesAguaAire

Produccón 60

Gasto de materialEnergía de procesos

EmisionesAgua

Aire

ASPECTOS AMBIENTALES DE USO

Uso y mantenimiento 30

Consumibles

Energía consumida

Fin de vida 70

Emisiones/desechos

Sólidos Tóxicos

Reciclaje

Reutilizable

Desechable

Criterio de calificaciónPuntaje global= 0.5 (Aspectos ambientales de material)+ 0.5 (Aspectos ambientales de uso)Puntaje desagregado= 0.5 (0.4xMateria prima+0.6xProduccion)+) + 0.5 (0.3xUso y mantenimiento+0.7xFin de vida)

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un solo producto o pieza según el tipo de aplicación; energía de procesos, es decir, la cantidad de energía necesaria para su fabricación, durante la transformación de los materiales en el proceso de producción de la aplicación analizada. y por último emisiones, referida a los restos y residuos que pueda originar la extracción del material, que pueden afectar en este caso a nivel de ambiente, el aire o el agua [21].

2.Aspectos Ambientales de Uso. Los aspectos de uso son los generados por los consumibles o energía que la aplicación utiliza para su funcionamiento y en algunos casos mantenimiento a lo largo de su vida útil, sus cantidades, los procesos de obtención de los consumibles, los residuos que generan, el consumo de energía y el desecho final de dichos consumibles. Para identificar estas características de los aspectos de uso se identifica previamente la vida útil del producto y esta servirá como base de cálculo. Se analizan su uso y mantenimiento en términos de consumibles, energía consumida en cuanto a la cantidad de energía necesaria para su uso a partir de su implementación, y emisiones/desechos, referidos a los restos y residuos que pueda originar la aplicación durante su uso, que pueden afectar en este caso a nivel de ambiente el aire o el agua. Subsidiariamente, se analiza el fin de vida, que se interpreta como la circunstancia en que pierde su valor original y que determina el término de su ciclo de vida, en este punto se valora la forma en que éste es depositado en el medio natural, o bien si se recicla, además de que se toman en cuenta los beneficios ambientales esperados en función de la hipótesis de mejora de desempeño ambiental que representa la tecnología [21].

Como primer objetivo en la valoración de atributos, se debe establecer la compatibilidad de componentes en el sistema de cubierta verde y el de captación pluvial, la cual se establece mediante las matrices de asociación de atributos generales y de los componentes. El resultado esperado es el establecimiento de las relaciones entre atributos generales y de componentes entre dos tecnologías, en este caso se ejemplifica su uso en la convergencia de un sistema de captación pluvial y una cubierta verde. Este instrumento obtiene su información básica de la observación del comportamiento del mercado ante este tipo de aplicaciones y de la experiencia de los negocios actuales para implementar este tipo de sistemas, tanto de cubiertas verdes como de captación pluvial, y no propone valorar activos, sino asociar sus atributos como fortaleza para la complementación de estos sistemas, tal como se muestra en la tabla 4.

Los atributos generales expuestos en la matriz de asociación de atributos generales, se refieren al objetivo y función de la tecnología, en términos del problema técnico que buscan resolver; los factores físico-geométricos críticos que deberían considerarse en su implantación; los requerimientos de mantenimiento que proponen; y los beneficios en términos de las mejoras técnicas que plantean. Los atributos de los componentes identifican las propiedades de soporte, protección y geometría más significativas en las tecnologías analizadas; los materiales típicos que las componen; los dispositivos de recolección y conducción de agua que incluyen; los dispositivos de filtración y vegetación en términos de las mejoras técnicas que introducen; y las soluciones vinculadas con el almacenamiento de agua. Un ejemplo de la aplicación de la matriz de asociación de atributos puede observarse en la tabla 5, la cual asocia los atributos típicos tanto de un sistema de captación pluvial, como de una cubierta verde.

El último instrumento de calificación en la etapa de valoración de atributos se propone a partir de la construcción de la matriz de valoración de atributos

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Con Criterio/ Evaluación Tecnológica de dispositivos integrados de naturación y captación pluvial en la vivienda de México.

Tabla 4. Matriz de asociación de atributos generales, ejemplificada con sistemas típicos de cubierta verde y de captación de agua de lluvia.

CUBIERTAS VERDES ATRIBUTOS CONCURRENTES SISTEMAS DE CAPTACION

DE AGUA DE LLUVIA Sistema de techo/muro multicapa que permite la propagación de vegetación en una superficie expuesta. Debe garantizar la integridad de las capas inferiores y la estructura del edificio.

Sistema para la captación, almacenamiento y utilización del agua de lluvia para fines de consumo humano, uso doméstico y producción agrícola.

OBJETIVO Y FUNCIÓN

Genera espacios vegetados en áreas impermeabilizadas.

Utilizar el agua de lluvia para mejorar la calidad ambiental del edificio, incrementando los recursos naturales del territorio (agua y vegetación)

Cosechar el agua de lluvia para consumo humano. Uso como huerto urbano

o jardín. Propicia aislamiento térmico.

FACTORES FISICO GEOMÉTRICOS CRÍTICOS

Sensible a la pendiente, material y geometría de la superficie de la cubierta, para su instalación y fijación.

Dependencia directa del patrón de precipitación, y de temperaturas y asoleamiento para definición de componentes y materiales.

Sensible al material y área de la cubierta, para su configuración y determinación de potencial de captación.

Incide en la sobrecarga de la estructura del edificio, como carga muerta.

Definición de geometría de superficie y pendiente para fijación de componentes. Necesidad de un sistema de drenaje de agua que se conecte con dispositivos de almacenamiento.

MANTENIMIENTO

Chequeos periódicos de impermeabilización

Mantenimiento del sistema de irrigación y de conducción para drenaje.

Chequeos periódicos y limpieza de desagües, conexiones de tubería, filtros y tanques de almacenamiento

Poda de la vegetación y riego. Chequeo de plagas o falta de nutrientes de la planta

BENEFICIOS

Aumento de áreas verdes en la vivienda. Utilización de áreas impermeabilizadas y/o

residuales para aumento de oferta hídrica y áreas verdes.

Propicia la gestión local del agua tanto a nivel de vivienda como comunitario.

Filtrado del agua de lluvia por estructuras de naturación.

Tratamiento primario del agua de lluvia, así como captación y conducción hacia dispositivos de almacenamiento.

Disponibilidad de agua de lluvia con calidades de agua suficientes para uso humano, ya sea sanitario, para riego o lavado.

Incidencia del ciclo hidrológico en las etapas de evapotranspiración y filtración

Reducción de la velocidad del caudal para ser almacenado, por efecto de infiltración y evapotranspiración.

Auxiliar en una estrategia de reducción de escorrentía de agua de lluvia a nivel urbano.

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Tabla 5. Matriz de asociación de atributos de los componentes, ejemplificada con sistemas típicos de cubierta verde y de captación de agua de lluvia

CUBIERTAS VERDESATRIBUTOS CONCURRENTES

SOPORTE, PROTECCIÓN Y GEOMETRIASISTEMAS DE CAPTACION

DE AGUA DE LLUVIAEspecificar material y superficie de naturación.

El material determina si es un sistema por estanqueidad o modular, y la consistencia del suelo al Coeficiente de escorrentía.

Determinación de superficie y potencial de captación.

Pendiente 5%, no requiere capa especial de drenaje.

Identificación de inclinación de pendiente operativa.

Determinación de pendientes en cubierta para minimizar longitud de tubería del sistema de captación y conducción de agua.

Pendiente de 20-30% se requieren barreras especiales para evitar que el sustrato se deslice.Sensibilidad de las especies vegetales a la velocidad de viento conforme aumenta la altura o exposición a vientos dominantes del edificio.

Medidas de protección respecto a la velocidad del viento (zona).

Fijación y protección de dispositivos de captación y conducción a la cubierta y muros.

MATERIALES TÍPICOS Poliéster cubierto de PVC : Uniones termosoldadas y resistencia mecánica y química a las raíces y los rayos UV.

Ni los materiales, ni su habilitación mediante un sistema constructivo, deben desprender olores, colores y sustancias que puedan contaminar el

agua, ni afectar las especies vegetales.

Tubería, canaletas y tanques de PVC.

Fibra de vidrio cubierta polyolefin: juntas soldadas con aire caliente y sellado con plástico líquido, pero puede afectar crecimiento de raíz.

Tuberías y canaletas de PVC y tanques de almacenamiento de ferrocemento y/o metal.

PVC (0.8mm-1.00mm) Evita filtraciones, pero tiene alto impacto ambiental en su proceso de producción.

Tuberías y canaletas de bambú y tanques de almacenamiento de barro cocido.

Lana mineral micro perforada con fibras de polietileno.

RECOLECCIÓN Y CONDUCCIÓN DE AGUA

Fijación del sustrato para evitar taponeamientos en la capa de drenaje.

Interconexión que asocie la cubierta verde con el sistema de captación pluvial.

Guiar el agua recolectada hacia el tanque de almacenamiento o al área de tratamiento.

Diseño de estructuras de drenaje y aireación interconectables.

Canaletas adosadas a los bordes más bajos del techo.

Impermeable para evitar la pérdida de agua por goteo o transpiración.

FILTRACIÓN Y VEGETACIÓN Implantación de sustrato necesario para crecimiento de planta.

Tratamiento primario del agua por decantación de sólidos suspendidos aprovechando capa de vegetación.

Implantación de filtros de sólidos suspendidos y de interceptor de primeras aguas.

ALMACENAMIENTO

Determinación de superficie de naturación respecto al área disponible de cubierta, y captación de agua en la vegetación.

Determinación de volumen de captación de agua de lluvia en función del área naturada en la cubierta

Determinación del volumen de agua necesaria para el consumo en un periodo específico, para diseño de tanque.

que se expone en la tabla 6. Su objetivo es calificar diferentes escenarios de mejoras técnicas, a partir de la selección de variables relacionadas con las matrices de atributos.

Tabla 6. Matriz de Valoración de Atributos.Las variables que se califican son soporte y estructura en términos

de la manera en que se sujeta a la estructura, al peso muerto con que contribuye, nivel de impermeabilidad evitando terminados puntiagudos y materiales que se adhieren, materiales libres de químicos que contaminen el agua y ataquen a la vegetación, nivel de mantenimiento a lo largo de su vida; captación de agua; filtrado, referido a la capacidad para captar agua pluvial, y que se expresa mediante el área de cubierta sujeta a naturación y que adicionalmente capta agua; materiales, que indica su ligereza,

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Tabla 6. Matriz de Valoración de Atributos

CRITERIO FACTOR VALOR NIVEL

SOPORTE Y ESTRUCTURA

ESTRUCTURA 10Colocación

Carga

20

Impermeabilidad

Incoloro/Inodoro

Mantenimiento

CAPTACIÓN DE AGUA

ÁREA DE NATURACION/CAPTACIÓN 20

Área cubierta

MATERIALLiviano

Poroso

FILTRO MATERIAL 20

Permeable

Liviano

EstructuradoRETENCION DE HUMEDAD PESO 10 Carga agregada

USO DEL AGUA USOS DOMÉSTICOS 20

Riego

Sanitario

LavadoConsumo humano

impermeabilidad y manejabilidad; retención de humedad en términos del peso agregado por el agua retenida por la saturación de la estructura de naturación y por la vegetación; uso del agua expresado por el uso final del agua captada, ya sea para lavado, riego, uso sanitario o consumo humano.

Conclusiones.El modelo planteado en IDEF0, vincula efectivamente los tres conceptos

previstos inicialmente de viabilidad tecnológica, impacto ambiental y valoración de atributos, desde la perspectiva teórica pretende situarse dentro de lo previsto por las tecnologías ecológicamente racionales, reconociéndose a sí mismo como un componente de un proceso de desarrollo e innovación, sin embargo su utilización como herramienta que promueva el rediseño puede ser limitado si se conjuga la inexperiencia del equipo de diseño y la falta de información confiable en cuanto a tecnologías disponibles y sus impactos ambientales de su ciclo de vida.

La integración entre las tecnologías de captación de agua de lluvia y de naturación indirecta, a través de cubiertas verdes, se visualiza como posible mediante la lógica de calificación de las variables y asociación de atributos propuesta por los instrumentos de calificación y el proceso en sí mismo, posibilitando la interacción efectiva del nivel de viabilidad tecnológica y

Criterio de calificación.Puntaje global= 0.2 (Soporte Estructural)+ 0.2 (Percepción de Agua)+ 0.2 (Filtro)+ 0.2 (Retención de Humedad)+ 0.2 (Tratamiento)Puntaje desagregado=0.2 (0.2xColocacion/Carga/Impermeabilidad) + (Material/Mantenimiento) + 0.2(0.2xArea de Naturación /Material) + 0.2(0.2xMaterial/Nivel de PH) +0.2(Peso) +0.2 (0.2x Purificación de Agua)

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sus probables impactos ambientales, con el fin de depurar y adaptar los atributos y la ruta de desarrollo de las tecnologías, cuestión que en nuestro país está en una fase de desarrollo inicial.

Si bien la discusión y resultados dan cuenta de la mecánica general de operación de los conceptos relacionados, la selección de variables y resultados que arroja cada matriz, lo hace desde la especificidad de la relación entre dos tecnologías y de sus dispositivos y objetos que las integran, en este caso la de cubiertas verdes y de captación pluvial en la vivienda. Un aspecto que debe ampliarse son los valores de los factores de calificación, que por la extensión del presente trabajo fueron omitidos, sin embargo, los valores deberían ser actualizados y contextualizados respecto al conocimiento disponible de las tecnologías., el cual aun es germinal en nuestro país.

Otro aspecto significativo del presente trabajo, es que los instrumentos de calificación y de asociación de conceptos son sensibles al conocimiento previo y disponible, tanto de los contextos de aplicación de las tecnologías, como de aquellos relacionados con el desarrollo mismo de las tecnologías, además sus resultados dependen de la experiencia del grupo o individuo con actividad inventiva, debido a que muchas de las ponderaciones se basan en la subjetividad de la interpretación del conocimiento previo y disponible, con el fin de prospectar escenarios deseables de desarrollo tecnológico.

De acuerdo con la reflexión anterior, es probable que la efectividad máxima del proceso propuesto, que se encuentra en una fase inicial de desarrollo en México, esté en función de su habilitación en un entorno social abierto de intercambio de conocimiento, en forma de red, que tenga disponible acceso amplio a información de rutas tecnológicas y bases de datos confiables, así como a mecanismos de intercambio de información y de interacción entre los participantes, tales como wikis, blogs o talleres, con el fin de complementar y subsanar las desviaciones posibles de la subjetividad de las interpretaciones que exige el proceso a lo largo de su construcción.

Fernando Córdova CanelaArquitecto y Doctor en Arquitectura, Profesor Investigador Titular del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, del Cuerpo Académico de Gestión y Tecnología para la Arquitectura y Urbanismo Sustentable, y de las Redes de Agua CONACYT y de Vivienda del Consorcio de Universidades Mexicanas, correo electrónico: [email protected]

Edna Cecilia López Elizalde Diseñadora Industrial y Maestra en Diseño y Desarrollo de Nuevos Productos, Profesora Docente de Asignatura del Centro Universitario de Tonalá de la Universidad de Guadalajara, colaboradora del Cuerpo Académico de Gestión y Tecnología para la Arquitectura y Urbanismo Sustentable, correo electrónico: [email protected]

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La dimensión humana de la arquitectura. Aprendiendo del Team 10.The human dimension of architecture. Learning from Team10.

José Fernández-Llebrez Muñoz

RESUMEN: Con la excusa del quincuagésimo aniversario del libro de Alison Smithson Team 10 Primer, el presente artículo aborda la caracterización del concepto ‘dimensión humana de la arquitectura’. Se define la dimensión humana de la arquitectura como el modo consciente en que ésta considera la interacción con sus futuros usuarios, con el claro objetivo de elaborar propuestas encaminadas a introducir mejoras en sus vidas. La discusión del asunto se acota fundamentalmente en el periodo de la arquitectura moderna, y en particular en el contexto de aquellos jóvenes revolucionarios de la tercera generación del Movimiento Moderno (Team 10) que certificaron el final de los todopoderosos CIAM, siendo el discurso teórico del grupo el principal objeto de estudio. Para argumentar esta cuestión se incorpora al artículo material original de Aldo van Eyck y de la propia Alison Smithson. Como colofón, el testimonio del arquitecto Juhani Pallasmaa es aprovechado para realizar un planteamiento reflexivo acerca del panorama arquitectónico contemporáneo.

PALABRAS CLAVE. Team 10, arquitectura, sociedad, dimensión humana de la arquitectura, crítica de arquitectura, Aldo van Eyck, Alison Smithson, Juhani Pallasmaa.

ABSTRACT: Taking advantage of the fiftieth anniversary of Alison Smithson’s book Team 10 Primer, this paper discusses the characterization of the concept ‘human dimension of architecture’. In essence, the human dimension means the way in which architecture consciously takes into account future interaction with its users, with the clear goal of developing designs aimed at improving their lives. The discussion of the matter is mainly delimited in the period of modern architecture, and more specifically concerns the context of those revolutionary young architects of the third generation of the Modern Movement (Team 10) who certified the death of the all-powerful CIAM, being the theoretical discourse of the group the main topic of study. To argue this issue the paper includes original material from Aldo van Eyck and Alison Smithson. Finally, the discourse of the Finish architect Juhani Pallasmaa is taken into account to reflect on contemporary architectural scene.

KEY WORDS: Team 10, architecture, society, human dimension of architecture, architectural review, Aldo van Eyck, Alison Smithson, Juhani Pallasmaa.

Arquitectura y Urbanismo vol. XXXIV, no 1, 2013, ISSN 1815-5898Recibido: 01/10/2012 Aprobado: 03/01/2013

Team 10 Primer. (Portada de la edición de 1974). Procedencia: Portada del libro escaneada por el autor del artículo.

Con Criterio/ Crítica de arquitectura.

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Introducción:En 2012 se ha cumplido el cincuenta aniversario de la aparición del Team

10 Primer*, la publicación de Alison Smithson [1] que recogía la esencia y los logros de aquel fascinante grupo de arquitectos revolucionarios del panorama arquitectónico internacional de la segunda mitad del siglo XX. Tanto en papel como en ladrillo, muchas y significativas fueron sus aportaciones a la historia de la arquitectura reciente. No obstante, más allá de las destacadas individualidades que convivieron en su seno, el principal legado del Team 10 reside en la ‘dimensión humana’ de su arquitectura; es decir, en la manera como entendían que ésta (la arquitectura) debía inspirarse e influir positivamente en los modos de vida de las personas. En particular, la presente investigación se centra en la parte más propositiva de la herencia arquitectónica del grupo; esto es, en su discurso teórico. Si por un lado durante décadas la obra construida de los miembros del Team 10 —en comparación con la escrita— ha experimentado una difusión mucho mayor entre los medios y publicaciones especializadas, también parece evidente que, si bien en muchos casos es posible apreciar cómo unas mismas premisas teóricas terminan por condicionar una sucesión o conjunto de proyectos, es en los textos escritos donde con mayor claridad se pueden plasmar —y por tanto estudiar— las motivaciones (humanas en este caso) latentes en un determinado planteamiento arquitectónico.

En el manifiesto de Doorn, elaborado en 1954 durante la primera reunión ‘familiar’ del Team 10, quedaba patente la convergencia del grupo respecto a la consideración del factor humano como piedra angular de sus propuestas arquitectónicas. Si en el punto 3 se decía que “el ‘hábitat’ se ocupa de la casa particular en un tipo de comunidad particular”, y en el punto 4 se introducían los distintos tipos de comunidades consideradas (casa agrícola aislada, pueblo, ciudades pequeñas, grandes ciudades), en el séptimo y penúltimo punto se concluía diciendo que debían “[…] estudiar por tanto qué viviendas y agrupaciones son necesarias para generar comunidades adaptadas […]”. Sin embargo, a pesar de la solida postura externa que caracterizó al grupo durante su recorrido, es igualmente cierto que se produjeron importantes fricciones en su seno, destacando en este sentido la ‘rivalidad’ existente entre los miembros británicos y neerlandeses. Si bien la consulta —por ejemplo— de la documentación original relativa a los CIAM custodiada en el Netherlands Architecture Institute (NAi) de Róterdam permite apreciar tal hecho, varios autores se han interesado en recoger y desarrollar tal información, como sucede con el crítico belga Francis Strauven quien, en su libro “Aldo van Eyck: The Shape of Relativity” [2], se hace eco de las diferentes discusiones (muchas veces a través de correspondencia escrita) protagonizadas por Alison y Peter Smithson, y Aldo van Eyck y Bakema. En cualquier caso, en general las divergencias surgidas estaban más relacionadas con el modo de ‘formalizar’ el discurso teórico del grupo que con el trasfondo (humano) generador del mismo. En este sentido, podría considerarse que estas ‘formalizaciones’ incluyen tanto la manera de dirigir y coordinar la celebración de los congresos por parte del Team 10 (Dubrovnik-Otterlo) en cuanto a la forma y las temáticas bajo las que celebrar las diferentes sesiones críticas, como el modo de entender y afrontar las respectivas realizaciones arquitectónicas. A este respecto, hay que pensar que, más allá de la compartida sensibilidad del grupo por los aspectos sociales (humanos) de la arquitectura, los integrantes del Team 10 nunca proyectaron en equipo, con la excepción de diversas colaboraciones personales o específicas. No es de extrañar por tanto que, del mismo modo

* Aunque tres años antes (1959) Aldo van Eyck ya había publicado en la revista Forum un texto homónimo —más completo y certero según justifica el crítico Francis Strauven en su libro The Shape of Relativity— sintomáticamente titulado The story of another idea (La historia de otra idea), lo cierto es que el relato de la británica ha venido gozando, desde entonces, de una mayor difusión y conocimiento general.

1.SMITHSON, Alison. Team 10. Team 10 Primer. Londres: Ed. Studio Vista, 1968.

2.STRAUVEN, Francis. Aldo van Eyck: The shape of relativity. Amsterdam: Ed. Architectura & Natura, 1998.

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que en ocasiones discreparon en cuanto a los contenidos a tratar en los congresos de arquitectura moderna, también muchas veces fueron críticos a la hora de valorar los proyectos de unos y otros.

De acuerdo con la procedencia eminentemente europea de los miembros del Team 10, el grueso de sus diseños se desarrolló dentro del viejo continente, logrando en muchos casos acometer intervenciones paradigmáticas. Así, en las propuestas para el nuevo distrito de Rotterdam de Pendrecht / Alexanderpolder (1953 ó 1956), Bakema y los demás arquitectos de Opbouw partieron de la idea del barrio o vecindario como unidad básica para investigar sobre nuevas alternativas en el diseño urbano de áreas residenciales; algo similar sucedió en el proyecto de nueva planta de la población neerlandesa de Nagele (1948-54), esta vez con Aldo van Eyck y el grupo “de 8” a la cabeza; con la urbanización Robin Hood Gardens (1969-72) o con el proyecto del Golden Lane Housing (1952) el matrimonio Smithson ensayaba alternativas al urbanismo racionalista del Movimiento Moderno (basado en la zonificación) con la intención de generar un hábitat urbano coherente con los modos de vida —y de ‘asociación’— de sus futuros ususarios; en la extensión urbana de Bagnols-sur-Cèze (1956-61), Candilis, Josic y Woods se preocuparon por generar una zona residencial capaz de acoger óptimamente a las familias de los trabajadores de la próxima central nuclear, a la vez que tenía en consideración el origen y configuración romano de la pequeña población francesa; con el ‘Master plan’ de Urbino, Giancarlo De Carlo buscó “proporcionar a la ciudad una estructura física que le permitiera a la zona funcionar en un contexto moderno”; y así con otros tantos proyectos, en ocasiones ajenos al preponderante ámbito de la vivienda colectiva, que casi parecían querer generar un hábitat propio y reflexivo, adaptado a los futuros usuarios, como el Orfanato de Ámsterdam (1955-60) o la Universidad Libre en Berlín (1963-1973). Sin embargo —y curiosamente fuera de este ámbito europeo—, pocas realizaciones arquitectónicas despertaron tanto interés y elogios unánimes en el grupo como lo que se denominó el “hábitat para el gran número” (habitat du plus grand nombre). Presentadas en el IX CIAM de Aix-en-Provence (1953), se trataba de intervenciones de vivienda colectiva desarrolladas principalmente en el norte de África, llevadas a cabo por GAMMA (Groupe d’architectes modernes Marocains), entre los cuales destacaba la presencia de George Candilis, Shadrach Woods, Victor Bodiansky, o Michel Ecochard. La gran aportación de estas experiencias aportadas radicaba en la combinación de un lenguaje arquitectónico todavía vinculado a la arquitectura moderna, con una consideración por aquellos elementos distintivos de la cultura vernácula del lugar, incluyendo un ‘aprendizaje’ por las formas, materiales y procesos constructivos tradicionales (Figura 1).

Con todo, el origen de la diversidad de iniciativas arquitectónicas acometidas por el Team 10 reside en el talante común compartido por todos sus miembros, expresado sin fisuras a partir fundamentalmente del discurso teórico esencial. En la medida que son los textos más propositivos los que en cierto modo condensan tal actitud, es también ahí donde se concentran los verdaderos rasgos distintivos del grupo, siendo el participado concepto de dimensión humana de la arquitectura el componente esencial del pensamiento latente. Teniendo en cuenta que la mayoría de publicaciones se ocupan de profundizar sobre las diferentes individualidades que integraban este heterogéneo colectivo (con notables excepciones como el libro de Max Risselada y Dirk van den Heuvel “Team 10: 1953-1981. In search of a Utopia of the Present” [3]), y con mayor profusión sobre la obra construida,

3.RISSELADA, Max y Dirk VAN DEN HEUVEL. Team 10: 1953-81. in Search of a Utopia of the Present. Rotterdam: Ed. NAi, 2005.

Figura 1: “Habitat du plus gran nombre Grid”. Imagen parcial de la información gráfica presentada en el IX CIAM de Aix-en-Provence (1953).Procedencia: Imagen escaneada del libro Team 10: 1953-81. In search of a Utopia of the present. (pág. 26).

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es un objetivo del artículo centrarse en esta parte del discurso teórico del grupo, a partir también de una definición explícita y personal del concepto de ‘dimensión humana de la arquitectura’.

Concepto de dimensión humana de la arquitecturaEn general, resulta evidente que en el mundo civilizado ‘arquitectura’

y ‘sociedad’ se relacionan de tal modo que casi podrían describirse como interdependientes. Aunque es cierto que las personas necesitan de un marco arquitectónico donde desarrollar la mayoría de las actividades que componen su vida diaria, no lo es menos que la arquitectura sin usuarios no tiene razón de ser. Sin embargo, el concepto que aquí se aborda va más allá de esta obligada relación, recurriendo ante todo a aspectos cualitativos. En esencia, se entiende la dimensión humana de la arquitectura como el modo consciente en que ésta considera la interacción con sus futuros usuarios, con el claro objetivo de elaborar propuestas encaminadas a introducir mejoras en sus vidas. Varios son los términos clave que caracterizan la definición. Las palabras “consciente” y “considera” explicitan que existe una reflexión intencionada y voluntaria sobre el papel desempeñado por el usuario en arquitectura, consecuencia por tanto de una preocupación o interés previo por el tema; en este sentido, puede entenderse que, si no se da esta circunstancia (la consideración consciente), con dificultad podrá hablarse de la dimensión humana de la arquitectura. Y por otro lado, la palabra “interacción” evidencia que existe un intercambio, un recorrido de ida y vuelta entre la arquitectura y sus usuarios, de manera que el arquitecto percibe y reflexiona primero sobre los condicionantes concretos de éstos para, posteriormente, tratar de elaborar propuestas capaces de mejorarlos.

En el caso de los van Eyck, Bakema, Smithsons, Candilis o Woods, la singularidad de este concepto reside en entender que cada individuo (y por extensión cada comunidad de individuos) presenta una serie de rasgos característicos que harán necesario proyectar de un modo específico. En un período en que los postulados de racionalidad, funcionalismo y estandarización promovidos por los CIAM dominaban el panorama arquitectónico internacional, fueron ellos los primeros en alzar la voz con contundencia reclamando un cambio de actitud: si la obra arquitectónica pretende responder adecuadamente a las necesidades y aspiraciones de sus usuarios, parece lógico que, en primer lugar, se atienda a los rasgos distintivos de éstos, diferentes —y además cambiantes— en espacio y tiempo. En un contexto socioeconómico como el actual, tras el que subyace una profunda crisis de valores extensible a todos los ámbitos —incluido el arquitectónico—, el caso del Team 10 se presenta como más sugerente e instructivo que nunca.

Materiales y métodoEl material bibliográfico del que parte la elaboración del presente artículo

lo constituyen ante todo los textos originales de los autores tratados. Es decir, mención aparte de la no existencia de una edición española para muchas de las publicaciones estudiadas, haber recurrido a las obras primitivas (en su mayor parte en lengua inglesa) ha permitido un acceso más directo a los respectivos discursos teóricos expresados. Así, el método de investigación desarrollado se basa en la elaboración de un discurso propio y específico estructurado a partir de dos premisas básicas: la lectura reflexiva de los textos considerados (de los que se extraen y traducen algunas citas relevantes), y la convicción de que es posible caracterizar el

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concepto de dimensión humana de la arquitectura (o también dimensión social de la arquitectura). Complementariamente, se incorpora al artículo material gráfico original de Aldo van Eyck, cedido por su hija, Tess van Eyck Wickham, actual responsable del archivo privado de su padre en Loenen aan de Vecht (Países Bajos).

ResultadosTeam 10. El individuo como realidad cambiante en la arquitectura del

Movimiento Moderno.Los acontecimientos sociales, políticos y económicos de mediados

del siglo pasado [4] suponen un factor clave para acotar y entender adecuadamente el contexto en el que surgen las voces críticas del grupo. Tras el cataclismo internacional que había supuesto la segunda guerra mundial, las democracias occidentales inician un proceso de reconstrucción y crecimiento interior que las lleva a disfrutar de una prolongada estabilidad (política, económica y social). La apuesta por un decidido intervencionismo del Estado constituye una de las piedras angulares del prolífico modelo económico capitalista de posguerra. Así, la estabilidad lograda en el ámbito de la economía termina por contagiar el escenario político interno de estas democracias, mientras que, a escala internacional, la tensión —a veces insostenible— entre los dos grandes ‘bloques’ (el capitalista y el comunista) marcará el devenir de los sucesivos años. Durante la década de los 50, este impresionante desarrollismo empieza a transformar la sociedad del ‘occidente capitalista’, provocando la desestructuración de los modos de vida tradicionales y una reacción en contra de los principios ideológicos característicos de la primera mitad del siglo —causantes para muchos de los grandes desastres acaecidos—. Ahora, el nuevo modelo social estará caracterizado por un pragmatismo* preocupado en especial por la salvaguarda de las libertades individuales. De esta manera, a la vez que continúan produciéndose manifestaciones de un Movimiento Moderno ortodoxo, empieza a surgir una serie de testimonios que, en cierto modo vinculados al pensamiento existencialista, expresan su interés por las necesidades propias del individuo.

Si bien constituye un hecho un tanto controvertido, existe bibliografía específica que relaciona la arquitectura del Team 10 (en concreto la de algunos destacados miembros) con la filosofía existencialista. A modo de ejemplo, en su libro “Después del movimiento moderno: arquitectura de la segunda mitad del siglo XX” [5], Josep Maria Montaner se refiere a los Smithson o a José Antonio Coderch (y también por ejemplo a Ernesto Nathan Rogers) como arquitectos que “ya no proyectan para un hombre genérico e ideal sino para un hombre concreto, individual, con todas sus carencias; es decir, en cierta manera, el sujeto del materialismo realista que, a partir de 1949, propone Jean-Paul Sartre en sus escritos”; afirmando poco después que “De la misma manera que podemos encontrar relaciones entre los diversos existencialismos y los planteamientos de los arquitectos de la posguerra, cambios similares se explicitan en las propuestas de los artistas plásticos de aquellos años (Dubuffet, Paolozzi, Alberto Burri, Tàpies)”. En este sentido también, el propio Kenneth Frampton (entre otros) describe cómo el matrimonio Smithson mantuvo una interesante relación con artistas de la órbita existencialista como el artista y escultor Eduardo Paolozzi, o el fotógrafo Nigel Henderson, llegando a formar parte del Independent Group.**

4.PAREDES, Javier. Historia universal contemporánea II. De la primera guerra mundial a nuestros días. Barcelona: Ed. Arial, 2004.

5.MONTANER, Josep Maria. Después del movimiento moderno: arquitectura de la segunda mitad del siglo XX. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1993.

* Resulta muy representativa de esa prioridad del bienestar material por encima de diferentes valores humanos, la célebre frase del primer ministro británico Winston Churchill: “la democracia es el menos malo de los regímenes políticos concebibles”.

** El Independent Group (IG) consistió en un grupo de pintores, escultores, arquitectos, críticos y escritores unidos por el propósito de desafiar el predominante modo como la modernidad había enfocado la cultura. Existe una vinculación del colectivo con el Institute of Contemporary Arts de Londres, y con la cronología comprendida entre 1952 y 1955.

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Varias claves explican los cambios y aportaciones que introduce la génesis del pensamiento postmoderno en el ámbito cultural de la época. Para el caso que ahora se estudia, es fundamental atender a dos cuestiones: por un lado, la sociedad pasa a considerarse como una combinación creciente de complejidades (frente a la excesiva simplificación que de ella había hecho el Movimiento Moderno); y por otro lado —como ya se ha avanzado—, se experimenta un predominio de la filosofía existencialista entre la intelectualidad del momento. El rasgo fundamental de esta línea de pensamiento se basa no sólo en la mayor importancia que se le otorga a las necesidades individuales sobre las colectivas, sino a la consideración del usuario tipo como un hombre real, alejado del modelo moderno idealizado y ‘tipificado’. En arquitectura, esto se traducirá en un especial interés por la componente estructural y constructiva del proyecto, por las circulaciones, y por los espacios públicos como ámbitos de relación y socialización.

Con motivo del CIAM de 1953 en Aix-en-Provence surge el Team 10* y con ello un importante motor que avivará el contexto cultural y arquitectónico del momento. Max Risselada, Dirk van den Heuvel y el resto de investigadores de la Escuela de Arquitectura de Delft vinculados al Team 10 research project,** consideran que, más allá del resto de importantes nombres propios vinculados al mismo, el núcleo (“inner circle”) de estas ‘reuniones’ de arquitectos lo integraban: Aldo Van Eyck, Jacob B. Bakema, George Candilis, Giancarlo de Carlo, Alison y Peter Smithson, y Shadrach Woods. Si bien inequívocamente heterogéneo, el espíritu colectivo del grupo inaugura en cierta forma una temática que será una constante en la teoría y la práctica arquitectónicas desde ese momento: la dicotomía entre continuidad y revisión del Movimiento Moderno.

Como señala el crítico y teórico británico Reyner Banham*** [6], este período de los años 50-60 representa más un intento de ‘salvar’ la Modernidad que de romper con ella, algo que sí sucederá en los años 70. De hecho, como sostiene una parte importante de la crítica, puede entenderse tanto que la ruptura del Team 10 respecto al Movimiento Moderno (o más ajustadamente ‘Arquitectura de la Modernidad’ según el profesor Juan Calduch [7] resulta parcial, como que es preceptivo hablar de continuidad entre segundo y el primero. Por ejemplo, en su célebre libro “La arquitectura moderna desde 1900” [8], William Curtis engloba la arquitectura de los diferentes miembros del Team 10 (distribuida por otro lado en diversos capítulos) en la “Parte 3” de la publicación, referida a la ‘transformación y difusión de la arquitectura moderna después de 1940’. De modo equivalente, en su libro de referencia “Historia crítica de la arquitectura moderna” [9], Kenneth Frampton tampoco habla de ruptura, sino de “crítica y contracrítica” entre los CIAM y el Team 10 (tercer apartado de la Parte 3). Y de forma más explícita, Pere Hereu, Josep Maria Montaner y Jordi Oliveras, en su libro “Textos de arquitectura de la modernidad” [10], directamente clasifican el discurso arquitectónico del Team 10 bajo el título “Continuidad y revisión del Movimiento Moderno”.

Como ya se introducía al principio, en 1954 el Team 10 firma el Manifiesto de Doorn [11] a modo de documento fundacional. Entendido —sintomáticamente— más como una recopilación o sucesión de ideas compartidas que como una declaración formal al uso, dedican una especial atención a las circulaciones y declaran considerar la casa como elemento constitutivo de un sistema o ‘estructura’ mayor (barrio, pueblo, ciudad, etc.): “sólo tiene sentido considerar la casa como parte de una comunidad, resultado de la interacción entre unos y otros”. En paralelo, el texto destila una preocupación clara por todo aquello que afecta directa o indirectamente a las aspiraciones y las motivaciones del ser humano.

Para entender las pautas de las asociaciones humanas debemos considerar a cada comunidad en su entorno particular.

* La formación oficial del Team 10 se produce realmente el 30 de junio de 1954 en las oficinas centrales de la UNESCO en París, posterior por tanto al congreso de Aix (1953) y cinco meses después de la reunión del grupo en el “Encuentro de Doorn” (29-31 enero de 1954).

*** Reyner Banham publica en The Architectural Review de diciembre de 1955 The New Brutalism, definiendo así los principales rasgos que definen esta ‘nueva manera’ de hacer arquitectura. El Brutalismo tendrá una estrecha relación con algunos miembros del Team 10, especialmente con el matrimonio Smithson.

** El Team 10 research project, surge como una iniciativa de Max Risselada (TU Delft), Jos Bosman (TU Eindhoven), Kirstin Feireiss (directora de NAi entonces), y Bernard Colenbrander (conservador de NAi entonces), con la idea de estudiar y revalorizar la tradición de la Arquitectura Moderna. Vinculada históricamente con el Team 10 (por ejemplo Van Eyck y Bakema fueron ilustres profesores durante años), la Escuela de Arquitectura de Delft ha venido desarrollando durante los últimos años una investigación de especial interés sobre el grupo, sobre todo por parte de un equipo de investigadores de la Chair of Architecture and Housing, con los profesores Max Risselada y Dirk van den Heuvel a la cabeza. A modo de ejemplo de las numerosas e interesantes actividades que han llevado a cabo podrían citarse exposiciones como Team 10 A Utopia of the Present (2005), libros como In Search of a Utopia of the Present (2005), o tesis doctorales como la desarrollada por el propio Dirk van den Heuvel dedicada al matrimonio Smithson.

6.BANHAM, Reyner. “The New Brutalism”. Architectural Review. 1955, No. 12.

7.CALDUCH CERVERA, Juan. Modernidad y Arquitectura Moderna. Alicante: Ed. Club Universitario, 2001.

8.CURTIS, Williams J. R. La arquitectura Moderna desde 1900. 3ª ed. Londres: Ed. Phaidon, 2006.

9.FRAMPTON, Kenneth. Historia crítica de la arquitectura moderna. Barcelona: Ed. Gustavo Gili, 2002.

10.HEREU, Pere y Josep Maria MONTANER, OLIVERAS, Jordi. Textos de arquitectura de la Modernidad. Madrid: Ed. Nerea, 1994.

11.SMITHSON, Alison. “TEAM 10. El Manifiesto de Doorn”. En: SMITHSON, Alison. Team 10. Team 10 Primer. Londres: Ed. Studio Vista, 1968.

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12.SMITHSON, Alison. “Alternatives to the Garden City Idea”. En: SMITHSON, Alison. Team 10. Team 10 Primer. Londres: Ed. Studio Vista, 1968.

[…] Si la validez de la forma de una comunidad se basa en las pautas de vida, el primer principio deberá ser consecuentemente un análisis objetivo y permanente de la estructura humana y de sus cambios.

Tal análisis no habría de incluir sólo “lo que acontece”, “los hábitos del organismo, modos de vida y relaciones con lo que le rodea como, por ejemplo, vivir en ciertos lugares, ir a la escuela, acudir en medios de locomoción al puesto de trabajo e ir de tiendas, sino también ‘lo que motiva’, las razones para ir a determinadas escuelas, elegir tal tipo de trabajo y acudir a unas tiendas concretas”. En otras palabras, intenta descubrir unas pautas de realidad que incluyen aspiraciones humanas [12].

De esta manera y a modo de inmejorable muestra, en este extracto del artículo que Alison Smithson publicó en el número de julio de 1956 de la revista Architectural Design, se puede constatar el concepto de dimensión humana que manejaban dentro del grupo. Al identificar ‘lo que acontece’ con la mayoría de los factores o elementos perceptibles que condicionan la arquitectura, y diferenciarlo de ‘lo que motiva’, la arquitecta británica está manifestando su apuesta por aquellas cuestiones inherentes al género humano que van más allá de lo puramente tangible. En definitiva, Alison Smithson está expresando la importancia de que los arquitectos tengan como cometido fundamental satisfacer tanto las necesidades físicas como las espirituales de las personas (“aspiraciones humanas”), de manera que cada propuesta arquitectónica pueda estimular su crecimiento en cuerpo y en mente.

Sin embargo, a buen seguro nadie como el holandés Aldo van Eyck para ejemplarizar esa figura del arquitecto que, partiendo de la órbita CIAM, es capaz de detectar las grandes carencias y olvidos de la arquitectura de la Modernidad de su tiempo, caracterizada por la frialdad en la relación con sus futuros y diferenciados usuarios (o lo que es lo mismo con la sociedad en general). Aunque dentro del Team 10 se pueden encontrar figuras políticamente más comprometidas —como por ejemplo su coetáneo y compatriota Jaap Bakema—, para el interés del estudio propuesto pocas voces condensan una actitud y compromiso con las personas tan sensible como el caso de Aldo van Eyck. Más allá de cualquier mero activismo político, su caso es paradigma de arquitecto que, a lo largo de la vida, hace suya la reivindicación de proyectar y construir a la medida de sus usuarios reales (Figuras 2, 3, 4, 5).

Así, como buen ejemplo de este talante desafectado y sensible, se recuperan ahora unas palabras de Aldo van Eyck extraídas de su declaración* titulada “Wheels or no wheels, man is essentially a pedestrian” [13] (con ruedas o sin ruedas, el hombre es esencialmente un peatón), donde se trata de la relación entre la arquitectura (en concreto el planeamiento urbano) y un usuario muy concreto: el niño.

Una ciudad, si es en efecto una ciudad, tiene un ritmo muy complejo, basado en muchos tipos de movimiento, humano, mecánico y natural. El primero está paradójicamente suprimido, el segundo tiránicamente enfatizado, el tercero inadecuadamente expresado.

Con ruedas o sin ruedas, el hombre es en esencia un peatón. Si en verdad quiere serlo, si llegará a serlo de nuevo, o si ya no lo quiere ser más es bastante arbitrario. ¡Lo es! ¡Acera significa de hecho lo que es!** Satisfacer las necesidades del peatón significa satisfacer las necesidades del niño. Una ciudad que pasa por alto la presencia del niño es un lugar pobre. Sus movimientos serán incompletos y opresivos. El niño no puede redescubrir la ciudad a menos que la ciudad redescubra al niño.

Discusión de los resultadosSin lugar a dudas, la frase final de esta cita de Aldo van Eyck condensa el

espíritu del título del presente artículo mucho mejor que cualquiera de las elaboradas definiciones que pudieran llegar a componerse. En definitiva, el concepto ‘dimensión humana de la arquitectura’ hace alusión a una convicción, a una actitud; a la concepción del arquitecto como agente social capaz

* Declaración publicada en 1962 en Team 10 Primer, también en el mismo año en la revista Architectural Design nº12, en 1965 en edición paperback, y en 1968 en edición tapa dura.

** La traducción al español hace perderse el juego de palabras de la versión inglesa de la que proviene. En inglés acera es “sidewalk”, palabra que se compone a partir de: side = lado, orilla; walk = caminar. Por tanto, una traducción literal sería “caminar por los lados”, o simplemente “caminar al lado”.

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Figuras 2, 3, 4 y 5: Rejilla o paneles (grid) de Aldo van Eyck para el X CIAM de Dubrovnik (1956). Un buen ejemplo de la importancia dada al usuario (un usuario especial en este caso: el niño) en la arquitectura del Team 10. Procedencia: Archivo privado de Aldo van Eyck. Imágenes cedidas por Tess van Eyck Wickham. © Aldo van Eyck Archive

de mejorar los modos de vida de las personas a través de un trabajo comprometido con las necesidades (físicas y espirituales) de los futuros usuarios. En este sentido, si algo caracteriza —e ilustra— el discurso común del Team 10, es que sea cual sea la intervención arquitectónica propuesta, debe estar inspirada en las características concretas de esos usuarios, alentándoles así a que satisfagan sus propias aspiraciones personales (y no sólo las del arquitecto).

Ya hace seis años (el 12 de agosto de 2006) el arquitecto finés Juhani Pallasmaa* [14] declaraba en el suplemento de Babelia del diario El País [15] que “la arquitectura de hoy no es para la gente”. En una magnífica entrevista, Anatxu Zabalbeascoa obtenía jugosas y comprometidas afirmaciones de su ilustre invitado sobre la arquitectura de nuestros tiempos:

Existe una idea muy vaga sobre la finalidad de la arquitectura. Hoy se emplean los edificios como imágenes que reflejan el egocentrismo de un cliente y de un arquitecto artista. Y ése no es el fin de la arquitectura […] La arquitectura debería estar social y culturalmente orientada. Eso se ha perdido.

Pero además, Pallasmaa abordaba un aspecto que aún enlaza en mayor grado su entrevista con el contexto (arquitectónico y general) de la segunda mitad del siglo XX descrito con anterioridad. Así, tras afirmar que la arquitectura actual es “narcisista porque enfatiza al arquitecto, y nihilista porque aniquila las estructuras culturales”, declara que:

13.EYCK, Aldo van. “Wheels or no wheels, man is essentially a pedestrian”. En: SMITHSON, Alison. Team 10. Team 10 Primer. Londres: Ed. Studio Vista, 1968.

* La entrevista de Juhani Pallasmaa se debe a una visita a España del arquiecto finés (verano de 2006) con motivo de su participación como jurado de los premios FAD. Además, ese mismo año la editorial Gustavo Gili estaba a punto de publicar su libro Los ojos de la piel (octubre de 2006).

14.PALLASMAA, Juhani. “Los ojos de la piel”. Barcelona: Ed. Gustavo Gili, 2006.

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Hoy, los mismos arquitectos construyen por todo el mundo y los mismos edificios

están en todas partes. Así es difícil que la arquitectura pueda reforzar ninguna cultura […] Critico la aplicación internacional de ciertos principios comerciales (Figura 6).

ConclusionesEn realidad, de un modo análogo al descrito para la maquinaria CIAM de

mediados del siglo pasado, en efecto parece como si poderosos sectores de la arquitectura reciente carecieran de esa preocupación sensible por las aspiraciones (y las singularidades) de los usuarios reales, o ‘dimensión humana’. En efecto, muchos matices caracterizan y distinguen estos dos casos, en especial los relacionados con la cohesión (o no) del colectivo de arquitectos, y la búsqueda de una serie de planteamientos u objetivos previamente definidos. Sin embargo, la existencia de un rasgo diferencial complementario invita a la autocrítica: la propuesta de cambio abanderada por el Team 10 no contó entre sus motivaciones con ningún tipo de crisis económica generalizada. En este sentido, y mención aparte de la preocupación suscitada por el convulso panorama actual, esperemos que los difíciles tiempos que vivimos sirvan al menos para acelerar una más que necesaria reflexión colectiva sobre el rumbo humano y social de la arquitectura.

José Fernández-Llebrez Muñoz: Arquitecto. Investigador del Grupo de Recuperación del Patrimonio Cultural y profesor en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia (España). Profesor visitante en la Hogeschool van Amsterdam, en la Delft University of Technology (TU Delft). [email protected]

Figura 6: Portada de la versión inglesa del libro de Juhani Pallasmaa “The Eyes of the Skin. Architecture and the Senses”.Procedencia: Portada del libro escaneada por el autor del artículo.

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Con Criterio/ Una nueva expresividad de las bóvedas tabicadas

A new expressiviness of Catalanvaults. National Schools of Art in Habana.

Una nueva expresividad de lasbóvedas tabicadas. Las EscuelasNacionales de Arte de La Habana.

María José Pizarro JuanasÓscar Rueda Jiménez

RESUMEN: Las Escuelas Nacionales de Arte de La Habana constituyen la obra más representativa de la arquitectura cubana de los inicios de la Revolución.

La técnica constructiva elegida, así como el material, fueron dos de los principios integradores que los arquitectos utilizaron para lograr la unidad entre las distintas escuelas. Este artículo pretende analizar el papel desarrollado por la bóveda tabicada en la concepción arquitectónica de las escuelas, porqué se eligió este sistema y cuáles fueron sus consecuencias. Para ello, se estudian las figuras de Gaudí, Le Corbusier, Bonet y Dieste como posibles nexos de unión en el renacer de la técnica de la bóveda tabicada en La Habana de los años 60. Los métodos empleados fueron el análisis y la síntesis, el histórico–lógico y la observación.

PALABRAS CLAVE: bóvedas tabicadas- Escuelas Nacionales de Arte-arquitectura cubana contemporánea.

ABSTRACT: The National Schools of Art in Havana constitute the most representative building of Cuban architecture of the beginning of the Revolution. The construction technique and material chosen, were two of the inclusive principles that architects used to achieve unity among the different schools. The article analyzes the role of Catalan vaults in the architectural design of schools, why this system was chosen and which were the consequences. Thereby, we study the figures of Gaudí, Le Corbusier, Bonet and Dieste as possible connecting links in the revival of the art of Catalan vault in Havana of the ‘60s. The methods used were the analysis and synthesis, the historic logician and the observation.

KEY WORDS: Catalan vaults - Nationals Schools of art - Contemporary Cuban architecture .

Arquitectura y Urbanismo vol. XXXIV, no 1, 2013, ISSN 1815-5898Recibido: 01/10/2012 Aprobado: 12/12/2012

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Con Criterio/ Una nueva expresividad de las bóvedas tabicadas. Las Escuelas Nacionales de Arte de La Habana.

Introducción“Nos reunimos y discutimos la forma de construcción que utilizaríamos. Se

nos pidió que no usáramos ni acero ni hormigón, sino materiales y mano de obra artesanales. Yo quería que hubiera ciertas normas comunes a todas la escuelas: el sistema constructivo, la libertad formal y el empleo de los mismos materiales, y después, cada cual haría lo que creyera conveniente” [1].

Las Escuelas Nacionales de Arte de la Habana constituyen una de las obras más polémicas y difundidas de la arquitectura cubana. Su ubicación en el antiguo campo de golf del Havana Country Club, dedicado anteriormente a la burguesía más selecta, así como el innovador programa docente propuesto para impulsar la cultura como uno de los modos de renovación del nuevo hombre tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959, hizo que este conjunto desde sus inicios destacase como una obra emblemática y representativa del momento que se estaba viviendo. El arquitecto encargado de todo el conjunto fue el cubano Ricardo Porro, quien acudió a sus compañeros italianos Vittorio Garatti y Roberto Gottardi para que se embarcaran con él en esta tarea. Los arquitectos manejaron principios comunes para lograr la unidad entre las distintas escuelas*.

La integración con el paisaje fue el primer principio común que establecieron los tres arquitectos a la hora de abordar el proyecto. El material y la técnica constructiva elegida, fueron los otros dos principios determinantes en el resultado final.

El material elegido fue el ladrillo, vinculado a la tierra, al paisaje y a la cultura cubana. La aplicación de un sistema constructivo asociado a ese material, la bóveda tabicada, generó una libertad formal consecuente con los primeros momentos de la Revolución.

Con estos tres principios, los arquitectos lograron crear una arquitectura rica y llena de matices. Este trabajo pretende esclarecer el papel desempeñado por la técnica de la bóveda tabicada en la concepción arquitectónica de las Escuelas Nacionales de Arte.

Materiales y métodos El método teórico empleado en esta investigación ha sido el análisis

y la síntesis. A partir de una investigación bibliográfica y filmográfica exhaustiva se definieron los objetivos y estructura del trabajo. El método histórico lógico, ha permitido relacionar y establecer el contexto en el que se produjo el encargo, así como analizar las circunstancias que se dieron para la recuperación de la técnica de la bóveda tabicada por parte de los proyectistas. El método empírico, basado en la visita, observación y toma de datos de las obras analizadas desde el punto de vista proyectual, así como las entrevistas realizadas a los tres arquitectos autores de las Escuelas Nacionales de Arte que tuvieron lugar a lo largo de 2012 en Milán, París y La Habana, ha permitido complementar otros aspectos de esta investigación.

1. PORRO, Ricardo.. “Arquitectura: hallar el marco poético: Entrevista con María Elena Martín Zequeira”. Revolución y cultura. 1996, nº 5, p. 50, p. 46

*Inicialmente se propuso crear un único edificio que albergase las distintas disciplinas pero, posteriormente por temas de funcionamiento, se decidió separar el conjunto en cinco escuelas: Artes Plásticas (Arq. Ricardo Porro), Danza Moderna (Arq. Ricardo Porro), Ballet (Arq. Vittorio Garatti), Música (Arq. Vittorio Garatti) y Artes Dramáticas (Arq. Roberto Gottardi).

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Resultados

Antecedentes:Gumersindo, maestro albañil catalán, había llegado a Cuba, procedente

de Barcelona, para supervisar las obras de restauración de un convento de La Habana. Sin embargo, con la Revolución, las monjas abandonaron las instalaciones y el proyecto no se realizó. Casualmente, Ricardo Porro se enteró de su situación y le reclutó inmediatamente para la obra de las escuelas.

Gumersindo se había formado con su padre, siguiendo lo que marcaba la tradición en su oficio: la transmisión de los conocimientos de generación en generación. Y el padre de Gumersindo había trabajado con Gaudí, que llevó el sistema de las bóvedas tabicadas a los límites de su expresividad formal. El maestro albañil de las Escuelas Nacionales era callado y muy trabajador. La primera labor que realizó fue la de formar albañiles para que se familiarizaran con las bóvedas tabicadas (fig.1), también conocidas como bóvedas “catalanas”* .

“Entiendo por bóveda catalana la tabicada, esto es, formada por ladrillos puestos de tabla, unos a continuación de otros en toda su vuelta, cintra o curvatura, de modo que viene a ser toda ella como un tabique” [2].

Su nombre, por lo tanto, deriva del tabique como elemento constructivo, aunque desde el punto de vista de la ejecución difiere de éste. La bóveda tabicada está formada por varias capas superpuestas de ladrillos puestos de plano, siguiendo una curvatura fijada (fig.2a). La ligereza y el escaso espesor dependen del material y el aparejo constructivo. La pieza básica, la rasilla, es una variante del ladrillo con unas dimensiones aproximadas de 30 cm x 15 cm y 1.5 cm de espesor, lo que la hace extremadamente delgada y ligera. Cada pieza suele pesar menos de un kilo y cuarto, lo que facilita el manejo y el volteo por parte del operario.

Es muy importante la consistencia de la tierra de arcilla empleada en la resistencia del ladrillo obtenido. En Cataluña, en tiempos de Gaudí, se recalcaba el valor de trabajar con un buen ladrillo, tener una buena arcilla y una cocción adecuada. En Cuba, se sabe de la buena calidad de los terrenos arcillosos, aunque se tienen noticias de la calidad deficiente de las losas de barro empleadas en la cubierta de los edificios, de elevada porosidad, lo que ha causado algunas alteraciones en las Escuelas Nacionales [3].

En la construcción tabicada, las rasillas se disponen en varias capas superpuestas. La primera hoja, denominada sencillo, se forma con rasillas moderadamente humedecidas recibidas con pasta de yeso, o con cemento rápido a partir de principios del siglo XX, recién amasado. Un peón reparte la pasta por dos cantos contiguos de cada rasilla y se la entrega al albañil que con su maestría la coloca en la obra y con un golpe de paleta en la dirección correcta, la coloca tangente a la curva del intradós. Esta primera hoja se aguanta en vilo, por lo que se construye sin necesidad de encofrado, e incluso sin cimbra, lo cual abarata el sistema. A veces se emplea una cimbra deslizante si los operarios no son habilidosos y si lo que se quiere cubrir son superficies longitudinales y paralelas, permitiendo una mayor rapidez en la ejecución. La ligereza del ladrillo y la velocidad de fraguado del mortero, permite que la rasilla se sostenga pasados unos segundos,

*En Cataluña son tradicionalmente conocidas como “voltes de mao de pla” (bóvedas de ladrillo plano).

2. BASSEGODA MUSTÉ, Buenaventura. “La bóveda catalana: Discurso leído el 26 de noviembre de 1946”. En: La bóveda catalana. Zaragoza: C.S.I.C. Institución Fernando el Católico, 1997. Pág. 2

Figura 1: Escuela de bóvedas tabicadas creada en los terrenos del campo de golf. Fotografía archivo de la Oficina del Historiador de la Ciudad.1961

Figura 2a: Aparejo para bóvedas de rasilla.

3. GARCÍA, Universo.. “Presente y futuro de las Escuelas Nacionales de Arte: Entrevista con Eduardo Luis Rodríguez”. Arquitectura Cuba. 1998, nº 380, p. 64

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lo que influye en el rendimiento del trabajo. A la vez se construye la segunda capa, el doblado, que se recibe con mortero de cemento o cal. Previamente se ha mojado el trasdós del sencillo y se han eliminado los excesos de mortero de las juntas. Aunque parece sencillo, hay unas normas básicas que se deben cumplir para que el sistema funcione:

• Las juntas del aparejo de ladrillo deben contrapearse o cubrirse. Se tiene que establecer una completa discontinuidad de juntas entre todas las hojas que constituyen la bóveda.

• La cantidad de mortero entre capas debe determinarse en función del grosor del ladrillo, estando comprendida entre 0.5 y 1 e (siendo e: espesor del ladrillo). Con esto se consigue optimizar la estructura y lograr una mayor ligereza y disminución de grosor* .

• Se deben construir simultáneamente el sencillo y el doblado, manteniendo una distancia máxima de 60 cm, que viene determinada por la longitud del brazo de un operario, empleando el mismo andamio para los 2 ó 3 trabajadores que están ejecutando las dos capas e impidiendo que ningún operario trabaje encima de la bóveda ya que el sencillo todavía no tiene la capacidad portante para soportar ningún peso (fig. 2b).

Una vez realizada la segunda capa con mortero de cemento, el resto de los doblados se pueden ejecutar trabajando el operario encima de la bóveda, ya que la bóveda una vez fraguado el primer doblado, tiene gran capacidad portante.

Los elementos de estas bóvedas no se mantienen unidos por la presión de unas piezas sobre otras debido a su propio peso, sino que las rasillas están pegadas con un mortero tan resistente que seguramente se romperían las piezas antes de separarse del mortero. En este sentido, George R. Collins afirma: “La acción que tiene lugar en la bóveda se aproxima a la de una lámina de contrachapado, cuyas capas de madera se rajarían antes de que el adhesivo cediera; por eso es lógico que en castellano se denominen bóvedas tabicadas, una expresión que describe acertadamente tanto su constitución como su funcionamiento. El mortero no es simplemente una base para las juntas de grandes dovelas de piedra; es una espesa capa situada entre las rasillas y a su alrededor, que constituye aproximadamente el 50 % de su fábrica, de modo que el conjunto se convierte, por decirlo así, en una especie de hormigón hecho con un conglomerado de piezas sumamente regulares: las rasillas” [4].

En cuanto a su cálculo, en la época en la que se construyeron las Escuelas Nacionales, todavía no se habían desarrollado los modelos informáticos que facilitan el estudio de este tipo de estructuras. Se puede asegurar que a principios del siglo XX, los métodos se basaban fundamentalmente en la experiencia e intuición, ya que es un elemento que está formado por materiales heterogéneos (cerámica, yeso y cemento) y en varias capas. Uno de los métodos habituales para comprobar la resistencia de la estructura son las pruebas de carga, que se realizaban una vez concluida la estructura o a través de modelos. Este método se empleó en las escuelas de La Habana,

4. COLLINS, Georges R. “El paso de las cáscaras delgadas de fábrica desde España a América”. En: Las bóvedas de Guastavino en América. Madrid: Instituto Juan de Herrera, 1999. p. 20

*Por ejemplo para una bóveda de tres capas de espesor, su grosor puede ser de aproximadamente 7 cm., mientras que para bóvedas de cuatro hojas su máximo espesor es de 10-11 cm.

Figura 2b:Construcción de una bóveda de rasilla

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donde Gumersindo y el resto de los trabajadores construían modelos (Figura 3) y los sometían a las cargas pertinentes debido a la desconfianza del sistema por parte de los funcionarios del Ministerio.

La técnica, aunque posee muchas ventajas, está condicionada a la pericia del maestro albañil. Las formas geométricas que puede generar el sistema son ilimitadas, dependen del ingenio y la maestría del arquitecto y el maestro albañil.

Se puede asegurar que la razón de su existencia histórica se basa en las ventajas frente a otros sistemas, como las bóvedas pétreas, que se resuelven con dovelas o roscas de ladrillo. Estas virtudes se pueden resumir en:

•La gran economía de su puesta en obra, ya que si el maestro es experto ni siquiera requiere cimbra. Si la geometría es compleja, se puede utilizar un elemento deslizante que reproduzca la forma y le sirva de guía.

•La gran ligereza en relación a su capacidad portante, frente a otros sistemas abovedados pétreos o de hormigón.

•Debido a su menor peso, los empujes laterales se reducen frente a otro tipo de sistema como las roscas de ladrillo. Esto permite una disminución de los estribos.

•La variedad formal se convierte en una característica muy importante para los arquitectos. Permite adoptar cualquier forma imaginable generada a partir de rectas. Esta propiedad estuvo presente en la elección del sistema por parte de los arquitectos de las Escuelas Nacionales.

Cataluña ha sido la región donde se ha desarrollado con mayor creatividad y exclusividad esta técnica*. En esta región, a parte de un sistema constructivo, constituye un elemento identificativo del lugar, una manera de mantener la tradición que se va transmitiendo de generación en generación y que forma parte de la identidad local.

En Cataluña se siguió utilizando la técnica sin interrupción a lo largo del siglo XVIII y XIX, aplicándose no sólo a edificios religiosos sino en viviendas privadas.

Pero fue con la llegada de la industria textil y los requerimientos de espacios diáfanos y flexibles, cuando el sistema tabicado se empieza a utilizar en forma de bóvedas rebajadas apoyadas en jácenas de madera o metálicas sobre pilares de ladrillo o fundición. En esta época se produce una revitalización de la técnica, empleándose en obras de diversos tipos.

A partir de 1860 entrará en juego el personaje de Rafael Guastavino Moreno**, que marcará una nueva etapa en la evolución del sistema, no sólo por su difusión al continente americano, sino fundamentalmente por sus aportaciones tanto teóricas como prácticas.

Su obra coincidirá en el tiempo con el triunfo de Modernismo (variante catalana del Art Noveau), que llevará el sistema a unos límites plásticos y expresivos sorprendentes.

Guastavino dio un impulso técnico al método de la construcción de bóvedas tabicadas, innovando desde el punto de vista teórico y también práctico al cubrir grandes luces con el sistema. Pero formalmente sus estructuras estaban basadas en geometrías convencionales (esferas, conos, cilindros…). Será Antonio Gaudí (1852-1926) quien con su observación de la naturaleza y su aplicación estructural llevará desde el punto de vista formal el sistema a límites excepcionales.

*Esta técnica también es conocida en algunas otras regiones de España, fundamentalmente en Valencia, Extremadura y Madrid. También se aplica en otras partes del mundo como India, sur de Francia y el continente americano.

Figura 3: Escuela con bóvedas tabicadas creada en el Country Club en 1961.

**Rafael Guastavino Moreno (1842-1908) oriundo de Valencia y formado en Barcelona, comenzó sus estudios de Maestro de Obras en esta ciudad y allí tuvo como profesor a Juan Torras y Elías Rogent que le introdujeron en el sistema de las bóvedas tabicadas. Guastavino se trasladó a New York en 1881, dejando su prestigiosa situación profesional alcanzada en Cataluña y pronto desarrolló una línea de patentes de procedimientos constructivos resistentes al fuego, basada en ladrillos y bóvedas tabicadas que le proporcionaron gran prestigio internacional. sta técnica también es conocida en algunas otras regiones de España, fundamentalmente en Valencia, Extremadura y Madrid.

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Con Criterio/ Una nueva expresividad de las bóvedas tabicadas. Las Escuelas Nacionales de Arte de La Habana.

El renacimiento de la bóveda tabicada. La expresividad de un sistema.

Gaudí percibió que la forma de las estructuras naturales es asimilable a la de la geometría reglada alabeada. Para trasladarlo a los sistemas de construcción no se sirvió de los nuevos materiales descubiertos en el siglo XIX, sino que empleó la construcción tradicional catalana, especialmente la construcción tabicada, tanto para muros como para cubiertas.

La libertad formal que proporciona el sistema, la resistencia y la habilidad de los maestros albañiles, permitieron crear una plástica nueva donde la inagotable creatividad de Gaudí se unió al empleo de la geometría reglada como base de las formas estructurales y el sistema tabicado como base de la construcción. Otra de las grandes contribuciones de Gaudí fue la de aportar un nuevo método de cálculo, basado en la lógica.

Gaudí inventó un método muy sencillo para calcular las líneas de presiones y las direcciones de los empujes de los arcos en el espacio. Este sistema permitía conociendo las cargas que existen sobre los arcos o las bóvedas, determinar la forma óptima del mismo.

No se debe olvidar que Gaudí partió de un sistema constructivo vernáculo, ligado a la zona mediterránea y lo desarrolló en multitud de edificios. Por eso no es de extrañar que impresionara profundamente a Le Corbusier en la visita que realizó invitado por José L. Sert en Mayo de 1928 a Barcelona, donde pudo apreciar las escuelas de la Sagrada Familia (fig. 4). Con este elemento tradicional, las bóvedas catalanas, se produce una nueva plástica que Le Corbusier apunta en su cuaderno de viaje y lo renombra varias veces a lo largo de los años cuando trabaja en arquitecturas cuya cubierta es abovedada.

Si bien en los primeros proyectos* que Le Corbusier realiza emplea la cubierta abovedada en hormigón armado, será a partir de los años 50 cuando el interés de Le Corbusier se oriente hacia las técnicas tradicionales, como el sistema tabicado que aprendió de Gaudí y que exalta la construcción mediterránea.

Aquí se inicia la historia de tres proyectos con un procedimiento constructivo común: casas Jaoul, el poblado del Gobernador en Chandigarh y la Casa Sarabhai, los tres en la India. Estos proyectos se elaboran entre principios de 1952 y finales del 53, época en la que Ricardo Porro entra en contacto con Le Corbusier, le visita y conoce su obra de primera mano.

Aunque Le Corbusier, finalmente, cuando construye las casas Jaoul y Sarabhai no emplea bóvedas catalanas. En las casas Jaoul y Sarabhai la solución final de las bóvedas está formada por dos capas, la primera realizada con piezas cerámicas cuadradas de 2 cm de espesor y la segunda con bloques perforados de hormigón aligerado de 5 cm. En el lateral, se encuentran con una viga de hormigón armado que se refuerza en su perímetro con hormigón poroso y se recubre con un manto de tierra vegetal (fig. 5).

En realidad, lo que a Le Corbusier le interesaban son las posibilidades estructurales que ofrece el hormigón armado con la cualidad expresiva que se obtiene empleando un elemento constructivo, el ladrillo, realizado según un procedimiento artesanal. Se puede decir que utiliza la bóveda como los romanos, como encofrado perdido pero de un sistema más evolucionado, como es el hormigón armado.

*Casa Monol (1919), Casa Henfel (1935), Cherchell (África 1942).

Figura 4: Escuelas Sagrada Familia. Arq. Antoni Gaudí.

Figura 5: Planos de ejecución de las bóvedas en la casa Jaoul. Le Corbusier (FLC 9930).

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Le Corbusier también estará presente de manera indirecta en otro paso más de la evolución de las bóvedas tabicadas, la llamada “cerámica armada” de Eladio Dieste, que supuso un resurgir moderno del sistema en Latinoamérica, aunque de la mano de Dieste discurrió por otros derroteros.

En 1937 llega al estudio de Le Corbusier un joven arquitecto catalán, Antonio Bonet Castellana (1913-1989), que acababa de egresarse. En 1939 Bonet deja el estudio y se traslada a Argentina.

En su proyecto de 1941 para la casa Martínez en Buenos Aires se pude apreciar cierta analogía con la propuesta para la casa Jaoul, aunque fue construida con bóveda de hormigón armado.

Después de construir la casa Martínez, hacia 1945 le encargan un centro turístico en Punta Ballena, Uruguay, donde se situará la Casa Berlingieri. Buscó un colaborador local para hacer la estructura y encontró en Eladio Dieste una persona afín.

Dieste (1917-2000), ingeniero uruguayo, se dedicó desde principio de los años 40 a las estructuras convencionales de hormigón armado, incluidas las cáscaras delgadas, que eran capaces de absorber luces de hasta 30 metros con espesores máximos de 10 cm.

El proyecto final (fig.6) estaba formado por una única hoja de ladrillos de 5 cm de espesor y un armado de dos redondos de acero de 4mm de diámetro y separados 3 cm entre sí (capaz de absorber el momento flector), situados en las juntas transversales de 2cms de grosor entre ladrillo y ladrillo. Se consiguió salvar una luz aproximada de 6 metros con un espesor aproximado de 6 cms, y se pusieron tirantes metálicos horizontales cada 3 metros para reducir el empuje sobre los muros.

Mientras que Bonet describía el sistema como un renacimiento de la bóveda tabicada, Dieste argumentaba que la bóveda sólo resiste esfuerzos de compresión y la estructura de la casa Berlingieri también es capaz de resistir la flexión gracias a su armado. Por eso Dieste hablaba de “cerámica armada”.

Las ventajas son las mismas que las bóvedas tabicadas (economía, rapidez de ejecución, ligereza, facilidad de montaje…) aunque las estructuras de cerámica armada suponen una extrema delgadez para grandes luces (hasta 50 m en 13 cm), una mano de obra menos cualificada, y se requiere una cimbra para su montaje y puesta en obra.

Dieste, al igual que Gaudí, fue capaz de inventar formas estructurales, de dar un paso más en la expresividad arquitectónica. La cubierta se convierte en estructura, arquitectura y expresión espacial. El ladrillo junto con el hormigón armado, en el caso de Dieste, retoma la memoria cultural y ofrece al material la capacidad de adquirir su propia expresión.

El principio estructural da la forma al edificio. Este valor, junto con la expresividad del material cerámico, vinculado al lugar, que forma parte de la identidad local, conectado directamente con las tradiciones regionales, integrándose con el paisaje, constituye un sistema adecuado cuando escasea el acero. Todas estas ventajas constituyen una serie de valores que los arquitectos de las Escuelas Nacionales de Arte supieron vislumbrar cuando apostaron por el sistema tradicional de bóvedas tabicadas y la cerámica como material único de proyecto.

Figura 6: Detalles de la cerámica armada en la casa Berlingieri. Arq. Antonio Bonet. Ingeniero Eladio Dieste. 1947.

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De los personajes analizados, será la figura de Gaudí el referente para los tres arquitectos de las Escuelas. Intentarán aplicar el sistema con la libertad formal planteada por el maestro. Sin embargo encontrarán problemas técnicos. No controlarán directamente la técnica, y finalmente como ocurrió con Le Corbusier, Bonet o Dieste, emplearán una técnica mixta.

Estructuras revolucionarias. Las bóvedas de las Escuelas Nacionales de Arte

“(…) El único material que se encontraba en el país era el barro, con eso hicimos piso, paredes y techos, rescatando la técnica de la bóveda catalana. Eso fue posible gracias a un catalán, Gumersindo, que enseñó a los obreros cómo hacerla, mientras nosotros levantábamos muros y hacíamos los cimientos. Así, al llegar al techo pudimos contar con una mano de obra ya adiestrada en esta técnica, lo que nos permitió crear formas y espacios muy ricos” [5].

La elección del material fue un factor decisivo en la concepción de las Escuelas Nacionales. Una vez descartado el acero y el hormigón, debido al bloqueo de Cuba por parte de los Estados Unidos, se propuso la cerámica como material unificador de todas escuelas. El sistema constructivo, la bóveda tabicada, permitía a los arquitectos una completa libertad formal que utilizaron para exaltar el momento político en el que se encontraban. Debido a la complejidad de la técnica, la aparición del maestro albañil, Gumersindo, fue decisiva, ya que además de conocer directamente la técnica heredada de su padre, que había trabajado para Gaudí, pudo resolver a través del sistema la complejidad formal que los arquitectos proponían.

Pero el conocimiento de la técnica no fue algo que introdujo Gumersindo. Sabemos que en Cuba, y más concretamente en La Habana, se había empleado con anterioridad este método. Joaquín Weiss comenta sobre la cubrición que se realiza en las construcciones emblemáticas durante el s. XVIII: “Las formas constructivas que constituyen el máximo avance en esta época son las bóvedas de cañón y de arista, así como las cúpulas de albañilería, con que se cubren las naves de algunas iglesias, tanto en la capital como en el interior del país” [6].

La arquitectura construida en esta época corresponde al periodo del barroco cubano, tan admirado por Ricardo Porro. El barroco que se desarrolla en Cuba es heredado del barroco español, con mayor influencia del desarrollado en el sur de la península. Cuando traspasa el continente, el estilo se dulcifica: “Nuestro barroco toma la continuidad espacial; en cambio el factor psicológico que se usaba para transmitir un contenido religioso, se hace laico y se usa en Cuba para que el espacio resulte más vivible, que sus ambientes sean agradables. La sensualidad en Cuba la plasma nuestro barroco, y es ese barroquismo sensual lo más característico de nuestra Arquitectura (…) Las curvas en nuestro barroco, cuando existen, son muy poco pronunciadas, o lo que es más corriente, son curvas sugeridas por efecto óptico” [7].

La continuidad espacial, la suavidad de las curvas, la sensualidad que transmite la arquitectura barroca, son aspectos que Ricardo Porro tiene presentes desde niño, con los que crece y juegan un papel importante en la concepción de las escuelas:

7. PORRO, Ricardo. “El Espacio en la Arquitectura Tradicional Cubana,” Arquitectura Cuba. 1965, Nº 332. p. 29-31. p.32

6. WEISS, Joaquín E. La arquitectura colonial cubana: siglos XVI al XIX. La Habana: Instituto Cubano del Libro, 1996. p. 203

5. GARBEY, Marilyn.”Entrevista al arquitecto Roberto Gottardi”. La Gaceta de Cuba. 2007, No. 6

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“La sucesión de curvas, las formas sensuales, los materiales de la tierra, evocan la presencia humana y femenina: la entrada como embudo, la calle estrecha, la gran plaza con portales en torno a la cual se articulan los talleres construidos como teatros-arena, con el objeto de estudio iluminados por la luz cenital de la bóveda tratada como un seno femenino.” [8]

En el siglo XVIII, en La Habana, coincidiendo con el barroco, se amplía la iglesia del Convento de San Francisco*, cuya cubierta (fig. 7) llama poderosamente la atención a Porro: “En el convento de San Francisco, los techos sobre la iglesia tienen una curva sinuosa que parece moldeada por la mano” [7].

El paralelismo con las escuelas de La Sagrada Familia de Gaudí es obvio, aunque la geometría sea diferente, no son conoides sino bóvedas de 1/2 cañón, y la solución constructiva no esté realizada con el sistema tabicado. Tanto en la escuela como en la iglesia se utiliza el mismo concepto: la solución constructiva expresa su volumetría al exterior. El trasdós de las bóvedas de 1/2 cañón constituye la verdadera cubierta, no quedando ocultas por una estructura inclinada que las protege de las inclemencias meteorológicas, como ocurría en otras construcciones religiosas, sino que manifiesta su forma al exterior, como si fuese una piel fina que deja entrever el espacio interior. La expresividad del trasdosado de las bóvedas y las cúpulas será una cualidad que emplearán los arquitectos de las Escuelas Nacionales de Arte.

Esta provocación arquitectónica, el manifestar la técnica constructiva de un sistema tradicional y no ocultarla bajo otras estructuras, ya fue detectada por Porro en la arquitectura barroca cubana y se puede encontrar en otros edificios de este período**.

La cubierta se convierte en el elemento protagonista en las Escuelas Nacionales de Arte. Es la piel la que manifiesta la espacialidad gracias a la continuidad y ondulaciones del empleo de las bóvedas y cúpulas. Tiene su importancia desde el punto de vista paisajístico, pero también desde el punto de vista espacial, constructivo y estructural.

Se puede asegurar que los arquitectos optaron por un sistema que con las limitaciones materiales impuestas, les proporcionaba la libertad formal necesaria para manifestar su arquitectura. El crítico cubano Eduardo Luis Rodríguez, comenta: “La selección de los materiales cerámicos- losas y ladrillos- y del sistema constructivo de la bóveda catalana para las Escuelas fue una consecuencia lógica del momento y no un capricho decidido a la ligera, como a veces se ha manifestado (…) Estos materiales ya habían sido utilizados en la construcción de casas, edificios de apartamentos, escuelas y centros turísticos. Por otra parte, el ahorro de hormigón y acero en las Escuelas fue relativo pues las bóvedas y las cúpulas mayores de Artes Plásticas, Danza Moderna y Ballet, poseen un sistema de nervios y anillos de hormigón armado entre los que se tienden las bóvedas catalanas (fig. 8), y muchas columnas son en realidad de ese mismo material, recubierto posteriormente con ladrillo” [9].

Como comenta Eduardo Luis Rodríguez y los propios arquitectos, la elección de la técnica fue inicialmente por motivos de suministro. Durante el desarrollo de la obra, descubrieron las cualidades espaciales que el sistema

*Su construcción comenzó en el año 1548 hasta 1591, aunque se inauguró en 1575, se terminó completamente casi 200 años después, con una serie de reformas estructurales ocurridas desde 1731 hasta 1738. En la época barroca se llevaron a cabo la reconstrucción y ampliación del convento.

**Iglesia de San Francisco de Asís (La Habana), Iglesia de San Francisco de Paula (La Habana), Iglesia del convento de la Merced (Camagüey, ciudad natal de Ricardo Porro), …su construcción comenzó en el año 1548 hasta 1591.

8. RIPOSATI, Massimo(Editeur):Ricardo Porro. Obras 1950-1993. París 1993, p. 24

9. RODRÍGUEZ, Eduardo Luis: “Retorno a la utopía. Escuelas Nacionales de Arte: el renacer de una arquitectura heroica”. Medio Ambiente y Urbanización. 2000, nº 55, p. 49

Figura 7: Convento de San Francisco. La Habana. S. XVIII.

Figura 8: Escuela de Ballet en construcción. Se aprecian los encofrados para el hormigonado de nervios y anillos sobre los que se tenderán las bóvedas tabicadas. Fotografía archivo Vittorio Garatti.

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era capaz de proporcionar. Pero debido a la desconfianza en el método o a la inexperiencia de los calculistas, no supieron explotar todas las ventajas que el sistema era capaz de ofrecer. El propio Vittorio Garatti comentaba cómo las bóvedas en los corredores de la Escuela de Ballet y en las aulas de la Escuela de Música se reforzaron con unos tirantes para absorber los empujes de tracción durante la construcción, pero luego se dejaron por la inseguridad que los ingenieros vieron en el sistema. El arquitecto insiste en que no hubiesen sido necesarios y en que no se trabajó con el sistema de manera eficaz [1].

Tenían como referente a Antonio Gaudí y su manera de trabajar con las bóvedas como una técnica completa, que es capaz de resolver estructura y espacio. Sin embargo, el desconocimiento estructural o la rapidez en el desarrollo del proyecto les hizo delegar el cálculo estructural en los ingenieros que no entendieron la potencialidad del sistema. Los arquitectos primaron la espacialidad en vez de llevar el sistema hasta las últimas consecuencias. Sacrificaron parte de las ventajas estructurales en favor de la expresividad formal.

Ricardo Porro miró a Gaudí con una lectura plástica y simbólica: “De Gaudí tuve el sentido de que la creación arquitectónica es carne, y la noción de carne para mí fue importante sobre todo en la escuela de Artes Plásticas” [10].

El simbolismo de la arquitectura como carne, como piel, como materia natural, tiene mucho eco en la arquitectura de Gaudí, en su relación con la naturaleza, el estudio de las estructuras óseas y tejidos musculosos como parte estructural de los edificios, que encontró en el sistema de la bóveda tabicada el mejor instrumento para expresar el simbolismo de su arquitectura. Este mismo ejercicio lo repite Porro en sus escuelas. Se vale de una técnica que es capaz de proporcionarle el simbolismo y la expresividad arquitectónica que quiere transmitir. Por eso, se puede asegurar de nuevo que Porro conocía el sistema fundamentalmente por Gaudí y a través de las pocas obras modernistas que se habían realizado en La Habana. Sin embargo, la aparición de Gumersindo, debió de ser el factor decisivo para apostar por el sistema, ya que aunque Porro tuviese conocimiento del mismo, no era un experto, necesitaba de la pericia de un buen maestro albañil.

A principios de los años 60, se puede indicar que los tres arquitectos conocen someramente el sistema y ven en él el elemento idóneo para lograr sus objetivos. En esta época, en Europa se empieza a hablar del brutalismo para denominar aquellas obras basadas en una radical sinceridad de estructuras y materiales. Estos expresan sus cualidades sin necesidad de revestimientos ni interiores ni exteriores. Material y estructura se funden.

El sistema constructivo elegido va relacionado con la plasticidad de la obra. Resuelve al mismo tiempo estructura y cerramiento. Las bóvedas catalanas permiten una gran riqueza espacial. El sistema funciona muy bien para edificaciones de una sola planta y representativas, lo que estaban desarrollando los arquitectos. No obstante, los tiempos eran ajustados y debían tener un conocimiento preciso del sistema para optimizarlo y llegar a tiempo al desarrollo del proyecto: “Traté de que cada uno actuara con rapidez para que se pudiera construir en un corto periodo de tiempo. Yo elaboré secciones que eran fáciles de repetir (fig. 9), sin embargo, los otros proyectistas se perdieron en muchos detalles y por eso no se terminaron de construir sus escuelas” [1].

10. PORRO, Ricardo.. “Una arquitectura a la imagen del hombre“. Entrevista a Ricardo Porro: Revolución y cultura. 2005, nº 4, p. 10

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Cada arquitecto se enfrentó con unos planteamientos diferentes al sistema constructivo. Ricardo Porro era consciente de las reglas del juego y planteó una arquitectura basada en el pabellón y corredor como elementos básicos que se repiten y conforman la arquitectura.

Estos elementos no necesitaban adaptarse a una topografía compleja, ya que las ubicaciones seleccionadas por Ricardo eran totalmente llanas. Esta visión, y la optimización del sistema constructivo, se tradujeron en rapidez de ejecución siendo el único que concluyó las escuelas en el tiempo esperado. Vittorio Garatti, también recurrió en Ballet a la repetición de un elemento, el pabellón, pero la complejidad topográfica y la dificultad de los espacios de circulación con geometrías y encuentros conflictivos, provocó un retraso en la obra y, aunque llegó a terminarse, nunca se utilizó. La Escuela de Música se generaba a partir de una sección repetida que se adaptaba a la topografía. Pero de nuevo la articulación de la construcción con la topografía produjo un retraso que aumentó el ya aportado por la adjudicación tardía del proyecto a Garatti tras el abandono por enfermedad de Iván Espín, quedando inconclusa la Escuela de Música.

Roberto Gottardi vivirá unas circunstancias parecidas. Las necesidades programáticas de la Escuela de Artes Dramáticas fueron cambiando constantemente en los inicios del proyecto, que se manifestó en un retraso en la elaboración de los planos. Las geometrías utilizadas no se basaban

Figura 9: Escuela de Danza Moderna en construcción, donde se observa la repetición de elementos como base de la composición arquitectónica.

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en la repetición (fig. 10), sino al contrario, eran particulares, únicas. Esto implicaba un estudio individual y pormenorizado de cada cubierta, aunque globalmente el sistema tabicado se utilizó con el mismo espíritu. La topografía no era compleja, pero tampoco era un plano horizontal. Aunque se intentaron tipificar los detalles, la cantidad de encuentros motivados por la complicada geometría, llevó a un retraso en la ejecución de la obra.

De los tres arquitectos Gottardi fue el único que empleó el sistema a la manera tradicional, optimizándolo. Esto fue posible debido a que las luces que debía salvar para cubrir sus espacios eran pequeñas (no mayores de 6 metros). A esto se unió su forma de concebir la escuela como una suma de piezas, donde el muro tiene una gran presencia y es compartido por diferentes espacios, lo que permite que los empujes laterales se puedan contrarrestar unos con otros.

Porro y Garatti tenían que cubrir luces mayores y por eso tuvieron que emplear otros métodos que reforzaban la aparente fragilidad del sistema.

Se puede asegurar que aunque los arquitectos conocían los métodos de trabajo y los cálculos utilizados tanto por Antonio Gaudí como por Rafael Guastavino, no llegaron a ser tan arriesgados como los maestros en la construcción de las bóvedas. Sabemos que Gaudí utilizaba maquetas para ver el comportamiento mecánico de la estructura y optimizarla al máximo. Rafael Guastavino era famoso por los alardes estructurales y las luces que salvaba en sus cubriciones con un mínimo espesor. En las Escuelas Nacionales de Arte no se aplicaron ninguno de los métodos seguidos por Gaudí o Guastavino. El equipo de ingenieros, perteneciente al Ministerio de la Construcción, no confiaba plenamente en el sistema y eso se manifiesta en el número de capas empleadas para salvar luces relativamente pequeñas*, el exceso de elementos atirantados en el interior de las bóvedas y el empleo de elementos estructurales de hormigón armado en las cúpulas de mayor tamaño. Si se hubiese construido como lo hacían los maestros catalanes, los espesores hubiesen sido menores y el empleo del hormigón armado también. En este sentido no se explotaron todas las cualidades que el sistema era capaz de ofrecer.

Figura 10: Escuela de Artes Dramáticas en construcción. Fotografía archivo de la Oficina del Historiador de la Ciudad.

*En la Escuela de Música se han llegado a utilizar siete capas de rasilla para salvar una luz menor de 7 metros.

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Las iniciales ventajas del sistema como la rapidez de ejecución, la economía de los medios auxiliares (sobre todo el ahorro en madera por la utilización de cimbras deslizantes) y la optimización del material debido a la extremada delgadez alcanzada por la propia estructura, no se emplearon de una manera operativa y finalmente se tuvo que recurrir a refuerzos estructurales de hormigón armado, un número excesivo de capas de rasilla y una gran cantidad de madera en cimbras debido a la complejidad geométrica de las cubiertas.

Pero estos inconvenientes no lograron enturbiar la riqueza plástica alcanzada por los arquitectos en cada una de las escuelas. El sistema constructivo (fig. 11) se unió al espíritu singular que se estaba viviendo y contribuyó con sus formas al momento romántico de la Revolución.

Conclusiones

Se puede concluir que ninguno de los tres arquitectos supo aprovechar todas las ventajas ofrecidas por el sistema. Tanto Ricardo Porro como Vittorio Garatti tienen que utilizar técnicas mixtas para alcanzar sus objetivos. Sólo Roberto Gottardi emplea el sistema a la manera tradicional. Pero el interés radica en que los tres arquitectos recuperan un sistema tradicional desde un punto de vista cultural. La bóveda catalana crea un nuevo lenguaje que les permite alcanzar la expresión arquitectónica deseada. Sin embargo, se pueden establecer una serie de matices en el empleo del material y el sistema constructivo por parte de los tres arquitectos:

Ricardo Porro nos remite a su mundo simbólico. El material es utilizado en Artes Plásticas por su analogía con la piel humana. En Danza Moderna se oculta con un revoco blanco y sólo se deja visto el material en los pavimentos y las bóvedas.

El sistema constructivo es utilizado para expresar simbólicamente su mundo interior. Cumple su función estructural, pero Porro siempre lo describe en relación con la imagen que le superpone a cada uno de los

Figura 11: Escuela de Ballet en construcción. Fotografía archivo de la Oficina del Historiador de la Ciudad.

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Con Criterio/ Una nueva expresividad de las bóvedas tabicadas. Las Escuelas Nacionales de Arte de La Habana.

proyectos: la mujer en Artes Plásticas y el vidrio roto en Danza Moderna. Con independencia del simbolismo manejado por Porro para la creación de sus escuelas, las bóvedas y cúpulas en su arquitectura tienen una gran plasticidad y se deben leer desde el doble enfoque estético y técnico. Conectan de manera directa con la tradición, recuperándose un sistema empleado en Cuba durante varios siglos y asociado al barroco cubano.

El éxito fundamental del empleo del sistema tabicado en las escuelas, aparte de que su elección fuera motivada por la escasez de hormigón y acero, fue el hecho de la utilización de esta técnica como si de una fina piel se tratase, reproduciendo exteriormente la volumetría interior concebida por el arquitecto, sin ocultación alguna, creando un mundo formal de gran expresividad. De la misma manera será empleada por Garatti y Gottardi, aunque con matices.

Garatti identifica formalmente las bóvedas tabicadas con las copas de los árboles en una analogía con el paisaje. El sistema es empleado en base a la integración con el entorno. Las bóvedas crean una nueva topografía, una cubierta practicable. Ésta es la novedad, porque hasta entonces, las cubiertas abovedadas apenas se practicaban, pues su geometría dificultaba el acceso al no ser un aspecto importante en el proyecto. Las cubiertas de Garatti son lugares de encuentro y reunión. Este concepto se adelanta en el tiempo a propuestas de los años 90 que trabajan con la activación de la cubierta y el plano del suelo asociado a nuevos usos.

Pero Garatti no plantea un plano continuo, ya que la base de su composición es el pabellón, y éste se tiene que adaptar a la topografía compleja. Crea una continuidad visual a pesar de que la cubierta está formada por fragmentos de bóvedas que se van escalonando para adaptarse a los desniveles y permitir la entrada de luz a los interiores. Esta cubierta es el nuevo lugar de reunión, son las nuevas colinas, vaguadas o lomas donde los estudiantes se sientan a leer, practicar o contemplar el paisaje. El material es entendido como parte de la tierra, del terreno. Incluso comenta lo acertado de la elección de este material porque en la arquitectura de jardín se trabaja con el ladrillo como material indisoluble con el terreno.

Gottardi nos habla del ladrillo como sistema, como elemento que tiene unas leyes de trabajo y que forma parte del conjunto de reglas que él supo entender acertadamente. Por ello, plantea que en su escuela, el material debe envolver al espectador, provocar un mayor aislamiento y ayudar a percibir de otra manera los espacios.

En el exterior, las bóvedas reproducen fielmente los espacios que cubren, se vinculan al programa creando una sucesión de cubiertas que recuerda de nuevo un paisaje de dunas que contrasta con el fondo verde del campo de golf. Gottardi no trabaja con la bóveda desde un punto de vista plástico, sin embargo la percepción aérea de éstas es de gran belleza.

Por tanto, los tres arquitectos a través del uso del ladrillo y la bóveda tabicada, fueron capaces de crear espacios y formas inéditas representativas de los nuevos valores sociales y culturales de la Revolución.

María José Pizarro Juanas y Óscar Rueda Jiménez son arquitectos por la E.T.S. Arquitectura de Madrid. Profesores Asociados de Proyectos Arquitectónicos de la E.T.S.A.M y de la UEM respectivamente desde el año 2001. María José Pizarro ha realizado su tesis doctoral sobre las Escuelas Nacionales de Arte de La Habana. [email protected]

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Con Criterio/ Conservación del patrimonio edificado.

Characterization of the humidity in eclectic residencial buildings of the Urban Historic Centre of Santiago de Cuba City.

Caracterización de la humedad en las viviendas eclécticas del Centro Histórico de la Ciudad de Santiago de Cuba

Kyra Bueno Risco Liana Querol Paultre

RESUMEN: La caracterización de la humedad en las viviendas eclécticas del centro histórico de la ciudad de Santiago de Cuba permitió valorar el comportamiento de este fenómeno a partir de los elementos de cubierta y de fachada; las técnicas constructivas asociadas al estilo y los factores medioambientales de la zona. En el estudio se establecieron como variables: tipo de fachada, orientación, tipo de cubierta, superficie afectada y tipo de humedad, que fueron integradas a partir de una base de datos resultado de un levantamiento. Se demuestra que el tipo de humedad predominante en las viviendas eclécticas de la zona de estudio es el de infiltración; que los tipos de fachadas más afectadas en cuanto a orientación e integración con la cubierta son la simple y la de balconaje, con la cubierta de armadura, y que las condicionales ambientales no ayudan a minimizar los efectos de la humedad. El estudio sirve como punto de partida para investigaciones futuras en el tema.

PALABRAS CLAVE: Humedad, vivienda ecléctica, centro histórico, Santiago de Cuba

ABSTRACT: The characterization of the humidity in the eclectic residential buildings of the historic centre of Santiago de Cuba City allowed the evaluation of the behaviour of this phenomenon including the elements of covering and facade; the constructive techniques associated to the architectural style; and environment factors of the zone. The variables studied: type of facade, orientation, type of covering, affected surface and type of humidity were obtained from a database of a survey result. The predominant type of moisture in the eclectic residential buildings of the zone of study is the infiltration. Facades types most affected in terms of orientation and integration with the cover are: the simple and the balcony, with the reinforcing cover; and the environmental conditions do not help to minimize the effects of moisture. The study serves as a starting point for future research on the topic.

KEY WORDS: Humidity, eclectic residential buildings, historic centre, Santiago de Cuba.

Arquitectura y Urbanismo vol. XXXIV, no 1, 2013, ISSN 1815-5898Recibido: 10/09/2012 Aprobado: 10/01/2013

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Con Criterio/ Caracterización de la humedad en las viviendas eclécticas del Centro Histórico de la Ciudad de Santiago de Cuba

IntroducciónLa humedad es un fenómeno natural que trae aparejado la presencia de

agua en las edificaciones, lo que afecta la integridad de los componentes del inmueble; según la manera en que se presente define sus tipos. [1] Esto genera lesiones que sin una correcta acción de intervención conllevan a la degradación de la construcción. Las causas fundamentales de su aparición son: el manto freático a poca profundidad, acción del medio ambiente, defectos de la ejecución, higroscopia de los materiales, rotura de instalaciones y falta de mantenimiento [2],[3],[4]

En el caso de los estudios patológicos relacionados con la humedad, los técnicos y especialistas deben detenerse para definir correctamente el estado de la edificación en su conjunto y en sus partes.

Como los materiales tienden a establecer de forma natural un equilibrio hídrico con el medio que los rodea, proceso en el cual los mecanismos de captación y de cesión de agua son diversos [5], se deben detectar las causas reales que provocan las lesiones, tener un dominio de los equipos, herramientas, ensayos disponibles, y sobre todo, del cómo y cuándo deben ser aplicados, sin ignorar el entorno en donde está ubicado el inmueble.

En las edificaciones domésticas, además de la necesidad del control de la humedad para la garantía de un buen estado técnico también debe considerarse su funcionalidad, por la incidencia sobre el confort y la salud de los moradores. Entre los autores nacionales e internacionales que han tratado el tema, existe un criterio unificado acerca de los tipos de humedades que pueden incidir en la edificación. Estos tipos de humedades son las siguientes:

Humedades de obra y de los materiales.Humedades por condensación.Humedades por infiltración.Humedades por absorción o capilar.Humedad accidental. Investigaciones realizadas demuestran que las intervenciones que se

generan por estudios patológicos y lesiones generadas por la humedad se complejizan por la influencia de los múltiples factores que generan su aparición tanto de índole natural como antropogénico, [2],[6] los que actúan como mecanismos de alteración relacionados con la región que se analice.

Una intervención mal concebida debido a incertidumbres en los estudios de las lesiones que se generan por las humedades provoca estados de deterioro serios, situación actual que presentan las urbanizaciones y en especial sus centros históricos, siendo elevadas las cifras de las edificaciones en mal y regular estado con respecto a las conservadas.[7],[8],[9] (Figura 1).

La presencia de agua en las edificaciones puede tener su origen en factores climáticos producto del régimen de precipitaciones, la presencia de agua subterránea, el tipo y la forma del terreno siendo esto último lo más representativo en el caso de la ciudad de Santiago de Cuba.

El Centro Histórico Urbano (CHU) de Santiago de Cuba presenta un relieve ondulado, de manera que las construcciones están adaptadas a este

1.PÉREZ ECHAZABAL, Lucrecia. Humedades en las Construcciones. La Habana: ISPJAE,1995, pág. 4

2.QUEROL PAULTRE, Liana. “Caracterización de las humedades en las viviendas eclécticas del CHU de la ciudad de Santiago de Cuba¨. Trabajo de Diploma. Tutor: Ing. Kyra Bueno Risco. Universidad de Oriente. Facultad de Construcciones, Santiago de Cuba, 2011, Cap. 1, p. 12, p.18, p. 21.

3.UNIVERSIDAD DE VALLADOLID. Patologías de Fachadas Urbanas. Valladolid: Universidad De Valladolid, 1990.p 8

4.LÓPEZ ARIAS, Elsi María. “Comportamiento de las lesiones y estado actual de las viviendas coloniales en el centro histórico de Santiago de Cuba”. Tesis Doctorado. Tutor: Dr. Arq. Pedro Tejera. Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, 2004. Cap. II, p.35

5.MUÑOZ HIDALGO, Manuel. Diagnosis y causas en patología de la edificación. Sevilla: COAM, 2007, p.10

6.LAFFITA MARTÍN Ailié. “Evaluación del estado técnico constructivo y de vulnerabilidad sísmica de las ciudadelas del Centro Histórico Urbano”. Trabajo de Diploma. Tutor: Ing. Kyra Bueno Risco. Universidad de Oriente. Facultad de Construcciones, Santiago de Cuba, 2011, Capitulo 2, p. 37

7.WINTER Osmary. “Caracterización de las lesiones mas comunes en viviendas de hormigón armado construidas por esfuerzo propio”. Trabajo de Diploma. Tutora: MsC Ing Mayra M. González Fernández. Universidad de Oriente. Facultad de Construcciones, Santiago de Cuba, 2009, Cap. I, p. 18

8.VAS SUÁREZ, Coralina. “La vivienda ecléctica en el centro histórico de Santiago de Cuba .Tipologías constructivas y lesiones asociadas”. Tesis de Doctorado. Universidad de Oriente. Facultad de Construcciones, Santiago de Cuba, 2008, p. 22, p. 37, p. 42, p. 55, p. 62,p. 93.

9.OFICINA DEL CONSERVADOR DE LA CIUDAD. Datos aportados por el Departamento del Plan Maestro de la Oficina del Conservador de la Ciudad. Santiago de Cuba: OCC, 2011.

Figura 1: Inventario de las viviendas eclécticas en el Centro Histórico Urbano y su estado de conservación.

TotalBuen estadoRegularMal estado

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condicionamiento respecto a la calle. Otro factor significativo es la tipología urbanística, con edificaciones continuas en régimen de medianería, con calles estrechas y puntales elevados en relación con el ancho de las vías, lo que aporta elementos que implican mayor intercambio con el exterior relacionado con la forma del edificio.

El CHU de Santiago de Cuba es un sitio con valores históricos y arquitectónicos. De los 9.744 edificios ubicados en la zona, 5.408 (55,5%) pertenecen a las primeras décadas del Siglo XX [8]. Las construcciones domésticas de este sitio correspondientes al período de la república, representan un 55,2% del área (2759 inmuebles) de los cuales 1765 pertenecen al estilo ecléctico, representando el 64 % del subsistema habitacional.

De estas edificaciones 106 están en buen estado técnico, 1378 en regular estado y 281 en mal estado. Estudios precedentes demuestran que es la humedad una de las causas que han provocado estos deterioros. [4], [7], [8], [10] (Figuras 2, 3 y 4)

La vivienda en el Centro Histórico de Santiago de Cuba se caracteriza por tener tres tipos de fachada: simple, de corredor y de balconaje y en el estilo ecléctico existe un comportamiento de fachadas relacionado con las etapas evolutivas del eclecticismo en la ciudad, que se resumen de la siguiente forma: Etapa I Romántico, Etapa II Académico y Etapa III Evolucionado. [8]

Figuras 2, 3 y 4: Viviendas eclécticas con lesiones por humedad. Fuente: Autores

La investigación se enmarca en el análisis de las viviendas eclécticas del ámbito centro del Centro Histórico Urbano de Santiago de Cuba, siendo éste escogido entre las 5 zonas en que se divide el CHU por la representatividad de los factores a analizar en los inmuebles ubicados en la zona. (Figura 5)

Los estudios realizados sobre el estilo ecléctico, en los cuales se definen los tipos constructivos [11] permitieron determinar los aspectos a considerar en el análisis y los subsistemas significativos para esta investigación, que fueron la cubierta y fachada, como parte de la envolvente del edificio.

Por cuanto la investigación se encamina a caracterizar con un nuevo enfoque la humedad como fenómeno que agudiza el deterioro de los inmuebles, dicha perspectiva asume determinar las lesiones generadas y aportar elementos para valorar su comportamiento partiendo de variables propias de los inmuebles y elementos relacionados con el entorno, lo que podría aportar mejores resultados en el proceso de elaboración de las recomendaciones o soluciones en las acciones de intervención a estas edificaciones.

10.DE LA CRUZ BLANCO. Ilsa. “La humedad capilar en las edificaciones de la zona baja del Centro Histórico Santiaguero”. Trabajo de diploma. Tutores: Dr. Arq. Elsi M. López Arias, MSc. Ing. Mayelin González Trujillo. Universidad de Oriente. Facultad de Construcciones, Santiago de Cuba, 2008. Cap.I, p. 14

11.CÁRDENAS, Eliana: “Conceptos de tipo y de tipología”, Arquitectura y Urbanismo. La Habana,1989, Vol. 10, No. 2, pp. 58-65.

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Figura 6: Zona Ámbito Centro. CHU Santiago de Cuba. Fuente: Plan Maestro OCC.

Figura 5: Centro Histórico Urbano. Vivienda Eclécticas por Etapas evolutivas. Fuente: Coralina Vas Suárez

Materiales y MétodosEl análisis se inició a partir del inventario físico de viviendas eclécticas

existentes en el ámbito centro. (Figura 6)En la zona de estudio existen 1765 edificaciones correspondientes a

viviendas del estilo ecléctico [9] cantidad que quedó limitada por existir 835 viviendas que al presentar transformaciones considerables no aportaban elementos de análisis para la investigación, quedando 930 viviendas, para un total de 122 viviendas que permiten incluirse en el análisis dada su integridad constructiva y ubicación en el ámbito centro, constituyendo este número el universo de estudio o población. La selección de la muestra se basó en las siguientes consideraciones:

•Edificaciones que mantengan el uso como vivienda unifamiliar. •Edificaciones con características formales y técnico-constructivas

correspondientes al estilo ecléctico. •Presencia de lesiones de humedad en los inmuebles•Edificaciones clasificadas con su correspondiente grado de protección. •El nivel de exposición: protegida, semiprotegida y desprotegida. La definición de la muestra se realizó en base a los criterios de Muestreo

Aleatorio Estratificado (MAE). La población se dividió en estratos (Etapa Evolutiva) con el fin de aportar representatividad respecto a los distintos factores que integran el universo de estudio. La muestra en cada estrato se escogió aleatoriamente, en relación proporcional del total de los elementos de ese estrato respecto al total de la población.

A continuación se expone a través de tablas, la distribución de la población y la muestra según tipo de fachada y etapa evolutiva (Figura 7)

Para asignar la cantidad de edificaciones a cada estrato se dividió la muestra entre la población (32/122) y ese coeficiente por la población de cada estrato. (Figura 8)

La muestra quedó definida por 32 viviendas (representando el 27 % respecto a la población).

Al realizar el análisis considerando las etapas evolutivas (Figura 9), se puede deducir que el porcentaje predominante en la zona de estudio es la

Primera etapaSegunda etapaTercera etapa

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etapa II, representando un 59.4% (19 viviendas), seguida por la etapa I con un 25%(8 viviendas) y por último la etapa III con un 15, 6 % (5 viviendas), lo cual concuerda con los estudios realizados en la ciudad y estilo arquitectónico escogido. (Figura 10)

Estratos

Etapa I

Etapa II

Etapa III

TOTAL

Total

30

72

20

122

Simple

27

34

13

74

Corredor

-

18

-

18

Balconaje

3

20

7

30

Simple

7

8

3

18

Corredor

-

3

-

3

Balconaje

1

8

2

11

Tipo de Fachada Tipo de FachadaDistribución de la Población Distribución de la Muestra

Estratos

Etapa I

Etapa II

Etapa III

TOTAL

Total

30

72

20

122

Coeficiente. n/N

0.262

0.262

0.262

0.262

Resultados

7.86

18.9

5.22

Cantidad de Viviendas

8

19

5

32

Etapas evolutivas Viviendas No. %

Etapa I – 1907 Romántico (1918-1920) 8 25.0

Etapa II – 1917 Académico (1933-1936) 19 59.4

Etapa III – 1923 Evolucionado (1929-1935) 5 15.6

Total 32 100.0

Figura 7

Figura 8

Figura 9

Figura 10: Comportamiento de la muestra por etapa evolutiva con respecto a la poblacion.

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Con Criterio/ Caracterización de la humedad en las viviendas eclécticas del Centro Histórico de la Ciudad de Santiago de Cuba

A partir de la selección de la muestra se realizó el levantamiento con la ayuda de una planilla que relaciona datos que consideran los aspectos teóricos básicos y los relativos directamente a la humedad en el estilo arquitectónico seleccionado. La estrategia asumió algunas consideraciones obtenidas a partir de revisiones de experiencias internacionales de intervención a inmuebles patrimoniales [12], [13].

Se creó una base de datos con parámetros tales como: ubicación del inmueble, fecha de levantamiento y construcción, tipo de fachada, tipo de cubierta, número de pisos, orientación, tipología constructiva, etapa evolutiva, grado de protección, tipo de humedad detectado, tipo de lesión – causas – lugar o elemento afectado – área o extensión, materiales en muros y cubiertas, altura y ancho de muros, tipo de revestimiento, estado técnico de la edificación y acciones constructivas anteriores.

Investigaciones anteriores realizadas al estilo ecléctico [8] permiten realizar valoraciones acerca de la relación entre fachada y cubierta; las técnicas constructivas empleadas; los materiales más usados; los espesores de muros; la presencia del pretil como parte del remate de la fachada (Figura 11); la solución del sistema de evacuación de las aguas pluviales utilizando canales y bajantes colocados en el muro, entre los aspectos más importantes, lo cual reconoce entonces la necesidad de definir variables que interrelacionadas garanticen un análisis sistémico del problema.

Las variables del análisis serían:1.Tipo de fachada: de acuerdo al tipo de fachada y su relación con los

tipos constructivos[8] se distinguen características comunes o diferencias con respecto al material, no obstante para la caracterización se analiza la fachada por etapa evolutiva por el comportamiento fachadístico dentro del estilo ecléctico.

2.Orientación de fachada: es una variable importante para realizar el diagnóstico de las lesiones, por la incidencia del sol, la lluvia y vientos, asociada a la localización y ubicación de la vivienda.

3.Tipos de humedad detectada: se obtiene una correcta clasificación del tipo de humedad teniendo en cuenta las lesiones y las características técnico-constructivas del estilo de estas viviendas, se determina la causa real en el elemento afectado.

4.Porcentaje de área afectada: esta variable se integrará al resto de las variables que son propias del inmueble. Su valor se obtiene del levantamiento a los inmuebles de la muestra. La medición se realiza al área de la lesión y el valor se determina por la relación entre área total y área afectada del elemento que se analiza.

5.Tipo de cubierta: se toma como variable por tener este estilo diferentes tipos de cubiertas: colgadizo, armadura, planas de hormigón, y ser parte de la envolvente del edificio junto con la fachada.

Con la ayuda de un software estadístico se integran las diferentes variables y esta correlación permite valorar un comportamiento de la humedad en los inmuebles de la muestra. Los resultados se expresan a través de tablas y gráficos.

Resultados del análisis de las humedades en las viviendas eclécticas en la zona de estudio

Atendiendo a la etapa evolutiva se analizaron 8 viviendas de la Etapa I ,19 de la Etapa II y 5 de la Etapa III. Por tipo de fachada la muestra se dividió en 18 simples, 3 de corredor y 11 de balconaje, ambos parámetros demuestran la validez en la selección de los estratos por etapas, la representatividad de los tres tipos de fachada en la etapa II y el protagonismo de la fachada simple en los tres períodos evolutivos declarados en anteriores investigaciones [8].

12.CALAMA, José María, CANIVELL, Jacinto. Análisis patológico de los paramentos de la muralla almohade de Sevilla. Sevilla: Universidad de Sevilla, 2011

13. FAJRE, Nora, DOZ COSTA, Marcela, HOLGADO, Pablo. Análisis patológico de un edificio de valor patrimonial. Tucumán: Universidad Nacional de Tucumán. Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 2011.

Figura 11: Soluciones constructivas con la presencia del pretil Género lesiones que afectan a los elementos de la cubierta y de la fachada. Fuente: Coralina Vas Suárez.

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En relación al tipo de fachada con la etapa evolutiva, se evidencia que las fachadas simples y de balconaje son las que poseen mayor porcentaje en cuanto a su representatividad en las tres etapas evolutivas del eclecticismo.

Con respecto al total de la muestra (32 viviendas)La fachada simple representa un 56,3% en la Etapa ILa fachada de balconaje representa un 34,3% en la Etapa II y la fachada

de corredor un 9.4% también en la Etapa IIEn relación al total de viviendas por etapa, el resultado es similar,

destacándose las fachadas simple y de balconaje, la primera con 87,5 % Etapa I y la segunda con 42,1% Etapa II.

Esto se corresponde con resultados de los tipos constructivos y tipología arquitectónica del estilo ecléctico en el análisis teórico. [8] (Figura 12)

Figura 12: Viviendas eclécticas de muestras según su tipo de fachadas y estados evolutivos.

Considerando la orientación de la fachada (Figura 13), se pudo constatar que de las 32 viviendas que forman la muestra el resultado fue:

La fachada simple posee la mayor cantidad de ejemplares hacia las orientaciones norte (71,4 %) y oeste (60 %) y a esta última, le corresponde la aparición de lesiones y mayores porcentajes de afectación debida a la humedad por absorción, con un 66,7 %, relacionado con la cubierta de armadura con 57,1 % de representatividad en la muestra. (Figura 14, 15 y 16). Este resultado se debe a la integración de la cubierta con la fachada, provocado por el hecho de que al drenar el agua de lluvia con el auxilio de las pendientes de los techos a dos aguas, los sistemas de canales no son eficientes, de modo que la cortina de agua impacta contra el suelo y salpica el muro, a esto se le añade la presencia del manto freático a menos de 1.50 metros de altura y aunque existen áreas soleadas, estas son poco ventiladas y los vientos locales son modificados por las formas del relieve.

La fachada de balconaje posee la mayor cantidad de ejemplares hacia las orientaciones sur (33,3%) y este (60%) el tipo de humedad predominante es la de Infiltración con un 59,6 % de afectación, lo cual es un valor importante a tener en cuenta. Predomina la cubierta plana con 44,4 % en la muestra. Estos inmuebles estaban ubicados en zonas de relieve irregular donde la incidencia de los rayos solares o las brisas no logran minimizar la retención de humedad en las fachadas y cubiertas, además la tipología de fachada

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Figura 13: Comportamiento de la muestra según tipo de fachada, orientación y etapa evolutiva

Figura 14: Comportamiento de la muestra según etapa evolutiva, tipo de cubierta y tipo de humedad.

Figura 15: Comportamiento de la muestra según etapa evolutiva, tipo de cubierta y tipo de humedad.

Figura 16: Comportamiento de la muestra según etapa evolutiva, tipo de humedad.

Cubierta inclinada

Cubierta inclinada

Cubierta dos aguas

Cubierta dos aguas

Cubierta dos aguas Cubierta plana

Cubierta plana

Cubierta plana

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no aporta beneficio en este sentido considerando características formales, materiales y técnicas constructivas.

En la fachada de corredor, la orientación predominante fue la norte (14,3%), la humedad detectada fue la de absorción con 12,5 % de afectación, lo cual no es un valor a considerar y predominó también en la muestra la cubierta de armadura. Por otra parte, se detectó humedad por infiltración con un 21% de afectación, lo cual se relaciona con la zona crítica generada por el pretil, y la combinación del techo de armadura y el colgadizo en la zona del corredor. (Figura 17, 18 y 19)

De manera general en el comportamiento de las viviendas eclécticas según tipo de fachada, tipo de humedad, área afectada y tipo de cubierta, el análisis declara que el tipo de humedad con más relevancia es la de infiltración con un 84,4% del total de la muestra y la humedad por absorción, con un 75%, debe resaltarse por la incidencia de los factores ambientales de la zona y la humedad accidental aparece en las fachadas de balconaje y simple con afectaciones menores al 50 % por acciones inadecuadas de los moradores o una ausencia total de mantenimiento a las instalaciones.

En esta investigación se aprecia que una de las principales causas de la presencia de humedades es la acción de los factores medioambientales conjuntamente con la falta de mantenimiento de los sistemas de drenajes de aguas pluviales y de los bajantes, consideraciones que resultaron del levantamiento y la confección de las planillas a los inmuebles.

El tipo de fachada con mayor porcentaje de área afectada por las humedades detectadas fue la simple, seguida de la de balconaje y luego la de corredor aunque en el caso de la humedad por infiltración, el mayor porcentaje de afectación fue la de balconaje.

Las orientaciones que tuvieron más incidencia en cuento a las lesiones en las viviendas son: Norte y Oeste.

Los tipos de cubierta que más incidieron en la aparición de lesiones generadas por la humedad son las de armadura y luego la losa plana de hormigón, lo cual está en correspondencia con la presencia del pretil como elemento muy propio del estilo como parte del remate de la fachada, el cual introduce la solución del sistema de evacuación de las aguas pluviales a partir de canales y bajantes colocados en el muro, lo que constituye una zona crítica que provoca con el paso del tiempo el deterioro de la estructura de la cubierta y de los elementos que conforman la fachada. En la losa de hormigón los resultados se deben al deterioro que poseen las impermeabilizaciones y a un asoleamiento insuficiente.

ConclusionesEn el análisis se demuestra que las fachadas simples y de balconaje, que

son las más representativas en el estilo ecléctico con un 87.5 % y 42.1% respectivamente en la muestra seleccionada, son las que menor protección poseen ante los factores que generan la entrada de agua a los inmuebles

Las fachadas más afectadas son las orientadas hacia el Oeste y Norte. En la ciudad de Santiago de Cuba la orientación sur es la que mayor asoleamiento garantiza por lo que, tanto el relieve irregular, la tipología urbanística y las características del estilo relacionadas con la incidencia del sol, vientos y lluvias favorecen que se mantengan las patologías y lesiones por humedad.

Figura 17: Comportamiento de la muestra según etapa, tipo de fachada y tipo de humedad.

Figura 18: Comportamiento de la muestra según etapa, tipo de fachada y tipo de humedad.

Figura 19: Comportamiento de la muestra según etapa, tipo de fachada y tipo de humedad.

Simple

Simple

Simple

Corredor

Corredor

Corredor

Balconaje

Balconaje

Balconaje

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El tipo de fachada que mayor porcentaje de área afectada posee es la de balconaje (71%) y luego la simple (67 %) lo que se relaciona con los niveles de exposición.

El tipo de humedad que más se presenta en la muestra es la de infiltración (84.4%) lo cual es debido al régimen de precipitaciones en el territorio, incidencia de factores antropogénicos como la acción del hombre que vinculados a los aspectos formales del eclecticismo no ayudan a minimizar sus efectos y aceleran el deterioro del inmueble

La humedad por absorción con un 75 % está presente debido a la presencia del manto freático a una altura menor de un metro de profundidad, sin que se evidencien soluciones técnico constructivas que impidan la capilaridad en los muros, unido a la antigüedad de los inmuebles y la higroscopía de los materiales.

Los resultados obtenidos con la integración de las variables previamente seleccionadas demuestran la necesidad de cambiar los estilos tradicionales en las intervenciones al patrimonio construido, y sustentan la validez del análisis sistémico para llegar a las soluciones que realmente eliminen o minimicen las lesiones que aceleran los estados de deterioro en los inmuebles.

Aunque se logra definir que las humedades predominantes en las viviendas eclécticas son la de infiltración y las de absorción por los factores que caracterizan el CHU así como los elementos formales y técnico- constructivos que definen el estilo arquitectónico, se imponen mediciones de los grados de humedad que enriquecerían los resultados y con ello, las propuestas de soluciones en las nuevas intervenciones.

Kyra Bueno Risco Ingeniera Civil. Profesora Asistente del Departamento de Ingeniería Civil, Facultad de Construcciones. Universidad de Oriente. Lleva varios años trabajando en el campo de la conservación y rehabilitación de edificaciones. E-mail: [email protected]

Liana Querol Paultre Ingeniera Civil. Especialista de la Unidad Provincial Inversionista de la Vivienda en Santiago de Cuba.

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DEL REINO DE ESTE MUNDO

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Vol. XXXIV, no. 1, enero-abril 2013, ISSN 1815-5898

98 El Parque Lenin: cuatro décadas despuésMaría Elena Martín Zerquera

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Con Criterio/ Paisajismo

Parque Lenin: Four decades later

El Parque Lenin: cuatro décadas después

María Elena Martín Zequeira

RESUMEN: El trabajo aborda la situación que presenta el Parque Lenin en la actualidad, próximo a cumplir los cuarenta años de haber sido construido. Se parte de sus orígenes y se transita a lo largo del tiempo por los diferentes edificios y paisajes que conformaron la obra en sus inicios, los que en el momento de escribir estas líneas ofrecían una situación técnico constructiva que diverge de su concepción original. Asimismo se hace un llamado a la recuperación de los valores culturales de esta obra, que constituyó una propuesta novedosa de recreación educativa para los habitantes de la ciudad de La Habana a inicios de la década de 1970.

PALABRAS CLAVE: parques, paisajismo, recreación cultural, conservación del patrimonio.

ABSTRACT: This work is about the Parque Lenin current situation after four decades of its construction. It starts with the origin of the park and goes along the time through the primitive buildings and landscapes which have been built in the place years ago and were very different of its original conception when these lines were written. Also this work makes a call for the rescue of the original cultural values of this park which used to be an innovative proposal for the cultural entertainment of the inhabitants of the city of Havana at the beginning of the 1970s.

KEY WORDS: parks, landscaping, cultural recreation, heritage conservation.

Arquitectura y Urbanismo vol. XXXIV, no 1, 2013, ISSN 1815-5898Recibido: 01/10/2012 Aprobado: 12/12/2012

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Introducción Durante mis estudios de arquitectura, en la década

de 1970, fui ubicada en el Parque Lenin para realizar una práctica profesional. Aunque ya las obras fundamentales habían terminado, y el parque estaba en explotación, todavía quedaban en el sitio dos oficinas encaminadas a la ejecución de nuevos proyectos recreativos y educativos para la capital. Las oficinas, dirigidas por Antonio Quintana y por Mario Girona respectivamente, estaban instaladas en naves provisionales bajo los árboles, pero contaban con los materiales y el equipamiento necesarios para moldear en el papel las ideas de los diseñadores de diversas disciplinas. Con el propósito de colaborar con estos trabajos varios estudiantes fuimos enviados a esos colectivos proyectuales. Recuerdo con nostalgia la belleza de los paisajes creados en la zona, la perfección constructiva de las instalaciones ya concluidas y las variadas ofertas culturales, recreativas y gastronómicas que en el parque se podían disfrutar.

A varias décadas de aquella experiencia inolvidable, he regresado al Parque Lenin, pero en esta ocasión para reflexionar acerca del paso del tiempo por este coloso recreativo cultural, nacido en los primeros años de la Revolución.

Los orígenesEl Parque Lenin fue concebido en 1969, durante una

visita que hiciera el presidente Fidel Castro a la vecina presa Ejército Rebelde, en aquel entonces en fase de terminación [1]. Aunque las primeras obras comenzaron a funcionar desde 1971, no fue hasta el siguiente año que quedó fijada su inauguración.

El Parque forma parte de un complejo paisajístico propuesto para el sur de la ciudad de La Habana, con el objetivo de fomentar la recreación sana de la población y aumentar el escaso índice de áreas verdes per cápita heredado de épocas anteriores.

La zona seleccionada, comprendida entre la calle 100, la Calzada de Bejucal, la carretera de El Globo y la hoy carretera a Expocuba, en el municipio Arroyo Naranjo, abarcaba unas 670 hectáreas, y estaba integrada en su mayoría -con excepción de dos grandes fincas: Paso Seco y Cacahual-, por pequeñas parcelas dedicadas al autoconsumo de los campesinos de la zona, por algunas vaquerías y por tierras improductivas [2].

El equipo designado para realizar el proyecto estuvo dirigido por el arquitecto Antonio Quintana e integrado por los también arquitectos Mario Girona, Juan Tosca, Joaquín Galván, Selma Soto, Hugo D’Acosta, Mercedes Álvarez, Thelma Ascanio, Sara Blumenkranz y Rita María Grau, entre otros. A partir de los estudios preliminares del terreno, se concibió el parque con un carácter definido de bosque, sin aceras, ni construcciones

urbanas y con la preeminencia del ambiente natural por encima de todo [3]. Se creó, especialmente para este fin, un sistema constructivo prefabricado de hormigón armado sobre la base de una sola pieza que serviría tanto para columnas como para paredes y cubiertas, que podría ser utilizado en todo tipo de construcción. Otras premisas del proyecto fueron emplear el color blanco para todas las edificaciones y aprovechar en los diseños la plasticidad que brindaban las piedras que habían constituido los límites entre las fincas originales que integraban el territorio. También se planteó desde un inicio incorporar algunas de las construcciones aisladas que allí existían al complejo pues tenían posibilidades de ser adaptadas para las diferentes instalaciones del futuro parque. El sistema vial previsto para brindar acceso directo a las edificaciones y a sus áreas de parqueo se localizó casi siempre en el perímetro de la obra, de manera que atravesara solo en contadas ocasiones el paisaje a crear (Figura 1).

El parque fue levantado en una zona agreste, sin una flora propia en la que predominaba el marabú. Por tanto, toda la vegetación que hoy integra los bosques, así como la que complementa los espacios exteriores de las instalaciones, tuvo que ser transportada desde diversos lugares del país, a veces no muy cercanos. Otro de los esfuerzos más significativos en la creación de este parque fue que, debido a la mala calidad del suelo de la zona, hubo que excavar alrededor de cuatro millones de metros cúbicos de tierra vegetal para crear un nuevo suelo que permitiera la siembra de los árboles, las arbustivas y el césped [3]. Además, el proyecto paisajístico circundaba un pequeño embalse de agua que sería utilizado con fines recreativos, y que también fue creado artificialmente con este propósito. Alrededor de 80 000 árboles se trasplantaron en estado adulto, y entre las especies más abundantes se encontraban la caña brava, la yagruma, el ficus, el pino y la araucaria, el cedro, el almácigo, la carolina, el triplaris, la cyca y diversas palmáceas. [4]

1.“Entrevista a Efrén Díaz, responsable General de Obras del Parque Lenin”. En: MARTINEZ, MAYRA A. El parque Lenin: una hermosa realidad. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1987. p 11.

2.MARTINEZ, MAYRA A. El parque Lenin: una hermosa realidad. La Habana: Editorial Científico-Técnica, , 1987. p 23

3.“Entrevista al arquitecto Antonio Quintana, proyectista General del Parque Lenin”. En: MARTINEZ, MAYRA A. El parque Lenin: una hermosa realidad. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1987. p. 16, p 17

4.MARTÍN ZEQUEIRA, María Elena y E. L. RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ: La Habana, Guía de Arquitectura. Sevilla: Junta de Andalucía, 1998. p. 282.

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5.TOSCA, Juan. Entrevista personal de la autora de este artículo. La Habana, 19 de Marzo de 2011.

Además del diseño naturalista que protagonizaba el concepto del parque, fue creado un conjunto de instalaciones gastronómicas, recreativas y culturales para complementar el complejo. Entre las gastronómicas se destacan los restaurantes Las Ruinas, La Faralla y Los Jagüeyes; las cafeterías Infusiones 1740 y El Galápago de Oro; así como un total de trece quioscos diseminados por el parque. Entre las recreativas y culturales son significativos el acuario en forma de espiral y el anfiteatro al aire libre con pista flotante sobre el embalse de agua.

El sistema constructivo El sistema constructivo fue diseñado por el

arquitecto Juan Tosca con la participación del ingeniero Pimpo Hernández en la comprobación de los análisis estructurales. Contaba de una sola pieza prefabricada de gran flexibilidad de uso, que podía ser utilizada como cubierta, columna, pared o incluso como baranda. La pieza, en forma de canal, medía 1,50 metros de ancho por 0,50 metro de alto; el largo se determinaba en correspondencia con su uso proyectual y podía alcanzar

Figura 1. Planta del parque, nótese el sistema vial. Foto tomada del libro El parque Lenin una hermosa realidad.

hasta 10,50 metros. A su vez, podía ser calada para usos diferentes (Figura 2). Todos los elementos fueron fabricados en una planta externa y posteriormente trasladados a su lugar definitivo. [5]

Restaurante Las RuinasConcebido como una instalación de lujo, este

restaurante se levantó sobre los restos de una edificación que existía en el área seleccionada. En su arquitectura se destacan los elementos prefabricados de ortogonal geometría que se superponen unos a otros formando diversas tramas espaciales, que llega en algunos momentos a ser más aparatosa que escenográfica (Figura 3). La estructura partió del sistema ideado para el parque, pero con la adición de una amplia gama de elementos atípicos que permitió la grandeza arquitectónica que se pretendía para esta obra.

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Al igual que en sus instalaciones gastronómicas vecinas, en este restaurante se insistió en proporcionar al visitante el contacto directo con la naturaleza a la par que se disfrutaba de los servicios del lugar. El edificio se abre a su entorno a través de unos amplios ventanales de madera que cubren toda su altura. Un sistema de terrazas y balcones también facilita a los usuarios el disfrute visual del medio natural (Figura 4).

El restaurante se desarrolla en dos niveles. Se le puede acceder directamente desde las áreas de parqueo que le tributan o a través de un largo camino que conduce al acceso principal (Figura 5) En el piso bajo se ubicó un monumental vestíbulo que envuelve las ruinas de la vetusta construcción, resuelto en varios niveles y con espacios compartimentados en diversas funciones como las de esperar, conversar, escuchar música, entre otras (Figura 6). También en este nivel se ubicaron un piano bar de generosas dimensiones, los servicios sanitarios de todo el edificio y las correspondientes áreas de apoyo a la actividad. En el piso alto se localizó el salón principal para numerosos comensales, un salón de protocolo y las áreas de servicio.

De amplia superficie, el proyecto redactado por Joaquín Galván, propone la interacción de líneas modernas con elementos inspirados en la arquitectura colonial cubana.

Figura 3. En la arquitectura del restaurante Las Ruinas se destaca la estructura de elementos prefabricados de ortogonal geometría.

Figura 4. Un sistema de terrazas y balcones facilita a los usuarios el disfrute visual del medio natural.

Figura 2. El sistema constructivo consta de una sola pieza prefabricada de gran flexibilidad de uso.

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Figura 5. En la arquitectura del restaurante Las Ruinas se destaca la estructura de elementos prefabricados de ortogonal geometría.

Figura 6. En el piso bajo los espacios se compartimentan en diversas funciones como las de esperar, conversar, escuchar música, entre otras.

* En la actualidad, la mayoría del mobiliario original no se encuentra en el lugar

Así se mezclan la compleja estructura prefabricada de hormigón armado, con vitrales y rejas de ascendencia tradicional. Posee pisos de mármoles, carpintería de maderas preciosas y un mobiliario de estilo que incluyó varias piezas extraídas directamente de casas abandonadas por sus propietarios* , así como la reproducción de otras tantas que seguían modelos de probada frescura y fortaleza. Las barandas del piso alto, las de la escalera y las de los balcones, fueron trabajadas con herrería forjada que, de igual manera, reproducen modelos de la arquitectura colonial (Figura 7).

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Los restos de la edificación existente en el sitio fueron consolidados y tratados con la siembra de musgo y plantas ornamentales, y sirvieron de elemento inspirador alrededor del cual se creó el ambiente del restaurante. Complementa la obra un gigantesco vitral emplomado multicolor diseñado por el pintor cubano René Portocarrero, que actúa como elemento de bienvenida a la vez que limita el gran salón comedor (Figura 8).

En la actualidad, el restaurante funciona solamente en su planta baja; el nivel superior está desmantelado y cerrado al público, en espera de una próxima restauración. La exquisita carpintería del edificio, concebida de piso a techo con tablillas francesas, está en mal estado y para su cierre se emplean objetos ajenos al diseño original, lo que ofrece una imagen inapropiada, de abandono y falta de sensibilidad. El mobiliario del bar, que en sus inicios estaba integrado por mesas con tapas de mármol y reproducciones de sillas Thonet, ha sido sustituido por ejemplares plásticos, cubiertos con manteles baratos que desentonan con el lujo que aun se manifiesta en la instalación. Las lámparas de vidrio emplomado que complementaban el área todavía existen, pero indudablemente no forman parte del actual diseño del espacio interior. Las terrazas, donde otrora se exhibían juegos de muebles coloniales de hierro fundido, hoy están desamobladas o poseen mobiliario plástico.

Otro elemento muy importante que completaba el diseño de esta obra, era el estudio paisajístico de sus alrededores. Hoy día, aunque se mantienen los árboles, ya adultos y asentados en el sitio, cada visual hacia ese paisaje está contaminada por el resto de una pira con cenizas, producto de la quema de hojas y otros desperdicios (Figura 9). Hasta ese elemental detalle en el manejo de la instalación, que no requiere de grandes recursos económicos para ser resuelto, ha sido descuidado en el que fuera el restaurante más lujoso de La Habana.

Figura 7. Las barandas del piso alto, así como las de la escalera y los balcones, fueron trabajadas con herrería forjada.

Figura 8. Vitral emplomado diseñado por el pintor cubano René Portocarrero, que actúa como elemento de bienvenida a la vez que limita el gran salón comedor.

Figura 9. Restos de una pira con cenizas, producto de la quema de hojas y otros desperdicios, que contaminan el paisaje circundante.

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Restaurante La FarallaEsta sugestiva instalación fue diseñada por los

arquitectos Juan Tosca y Selma Soto con el empleo del sistema constructivo ya mencionado. Fue concebida como un restaurante de autoservicio al cual se accede por una amplia escalinata de losas prefabricadas. Para salvar el desnivel del terreno donde se ubicó la obra, y que inspiró el nombre del restaurante, se construyó un puente que conectaba la escalinata de acceso con el edificio. El frente de la instalación quedó protegido por un amplio portal de cinco metros de ancho que termina en unas piezas puntiagudas con función de gárgolas (Figura 10). El acceso quedó enfatizado por un elemento metálico en forma de bigote que a su vez desvía las aguas pluviales hacia sendos canteros laterales. (Figura 11).

El salón rectangular, concebido como un gran comedor, posee una escala generosa; además es amplio,

Figura 11. El acceso se enfatiza con un elemento metálico que desvía las aguas pluviales hacia canteros laterales.

Figura 10. El frente de la instalación está protegido por un amplio portal que termina en gárgolas.

fresco y sin paredes divisorias. Los dos lados mayores se abren hacia el exterior a través de ventanales de piso a techo que permiten una buena comunicación visual con la naturaleza circundante: al frente un bosque de almácigos, al fondo uno de yagrumas. El cierre del local se resolvió con el mismo elemento prefabricado diseñado para el parque, que en esta ocasión sirve de marco para la carpintería de madera y vidrio, con lucetas de colores (Figura 12).

Las geométricas luminarias en forma de cajón diseñadas para el sitio, servían a la vez como lucernarios y como salidas de audio. Para darle una terminación más apropiada al techo del salón, las uniones entre las losas de cubierta se cubrieron con listones de madera (Figura 13).

En el portal, la presencia de varios juegos de mobiliario confeccionados íntegramente con la palma

real como materia prima, le otorgaba al sitio un ambiente bucólico y familiar. Los servicios sanitarios fueron ubicados al exterior en cabina independiente, con el objetivo de que pudieran ser usados por otros visitantes del parque (Figura 14). Todo el basamento del restaurante fue recubierto con la piedra local y estaba rodeado de áreas verdes, caminos de cemento y muros pétreos que alternaban con elementos del mobiliario urbano.

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La Faralla fue un sitio de habitual selección para aquellos que llegaban al parque. Su peculiar fachada, el contacto con la naturaleza y la excelente oferta gastronómica, hacían del mismo una opción con garantía. En la actualidad, el restaurante y los servicios sanitarios están cerrados y con muestras evidentes de deterioro; no posee mobiliario y sus áreas exteriores presentan un notable abandono.

Restaurante Los Jagüeyes Este restaurante, también de autoservicio, era

otro de los más frecuentados por las familias que en épocas pasadas acudían al Parque Lenin en busca de un almuerzo dominical. Fue proyectado por Andrés Garrudo y Thelma Ascanio, quienes utilizaron la losa típica del parque tanto para cubiertas como para la estructura y los cierres verticales. Rodeado de un agradable bosque, levanta su imagen nívea y bien proporcionada sobre un basamento de la ya mencionada piedra local (Figura 15). La instalación es abierta, sin paredes macizas y

Figura 12. El cierre se resolvió con el elemento prefabricado diseñado para el parque, que sirve de marco para la carpintería.

Figura 13. Las luminarias en forma de cajón eran también lucernarios y salidas de audio

Figura 14. Los servicios sanitarios fueron ubicados al exterior para que pudieran ser usados por otros visitantes del parque.

Figura 15. El restaurante La Faralla se levanta sobre un basamento de piedra local.

permeable a los alrededores, y su vocación de comida italiana satisfacía el gusto de mayores y pequeños, a través de un servicio rápido, eficiente y con calidad, siempre en contacto directo con el espacio exterior (Figura 16).

Hoy en día la imagen del restaurante ha cambiado bastante: la estructura del inmueble no ha recibido atención en muchos años, por lo que presenta manchas de humedad y suciedad; en las luminarias del techo, todavía con su diseño original, no hay ni un solo bombillo; los muebles están despintados y adolecen de la falta del mantenimiento general tan necesario en una instalación gastronómica (Figura 17). Los exteriores también están abandonados, y para proteger el edificio contra el vandalismo se han colocado rejas a ventanas y puertas con un diseño discordante.

La dudosa higiene, la desidia y el descuidado aspecto de los empleados, producen un efecto negativo en los pocos usuarios que se arriesgan hoy en día a llegar hasta ese intrincado lugar en busca de una comida rápida y económica.

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Figura 16. La instalación es abierta, sin paredes macizas y permeable a los alrededores.

Figura 17. Los muebles están despintados y faltos de mantenimiento.

Cafetería El Galápago de OroEl arquitecto Mario Girona resolvió el gran techo

para esta cafetería de autoservicio con el empleo de la estructura de una antigua vaquería existente en el lugar. Las columnas originales fueron embebidas en pesados pilarotes enchapados en la piedra local y la cubierta fue rodeada de un ancho pretil con gárgolas que jalonan el perímetro de la instalación (Figura 18). La decoración interior, en un lenguaje rústico y sencillo, fue resuelta con redes de soga y otros materiales naturales que complementaban armónicamente la arquitectura de la instalación, sin llegar a sobrecargarla.

Hoy, el gusto kitsch invade el establecimiento: las sogas, redes y otros materiales rústicos han sido sustituidos por cercas de alambrón y planchuelas ornamentales pintadas en vivos colores, y la gráfica y otros elementos decorativos discrepan con el discurso original (Figura 19). Afortunadamente, el simpático mural exterior que enmascaraba el acceso a las áreas de servicio, obra del artista Reinaldo López Hernández, se mantiene en buen estado, así como la jardinería y los caminos exteriores (Figura 20).

Quioscos Los quioscos también fueron diseñados con el empleo

del elemento prefabricado que caracteriza el parque, y su concepción como un objeto abierto, espacioso y de justa proporción, se integraba con acierto al paisaje creado en la zona. Fueron distribuidos equitativamente en las áreas del parque, entre bosques, cercanos a las vías y a orillas de senderos, de manera que la oferta gastronómica llegara a los más distantes lugares de la instalación. En las primeras décadas de vida del Parque Lenin, estos quioscos eran los únicos en toda la ciudad que ofrecían una variada gama de confituras, refrescos, y otras golosinas, los cuales se podían alcanzar después de una larga y no siempre bien organizada cola. También los quioscos fueron pintados en color blanco para dialogar con el resto de las construcciones y representaban en medio del paisaje verde un puesto para el descanso y el diálogo más cercano. En la actualidad, los quioscos se encuentran prácticamente desiertos. Su imagen original ha cambiado, con un color y una gráfica inadecuados (Figura 21). La oferta gastronómica que brindan no es

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Figura 18. El gran techo de la cafetería El Galápago de Oro empleó la estructura de una antigua vaquería existente en el lugar.

Figura 19. Hoy el gusto kitsch invade el establecimiento.

Figura 21. Imagen actual de los quioscos. Figura 20. Mural exterior del artista Reinaldo López Hernández.

atractiva y debido a su ubicación en lugares distantes no resultan ya puntos de interés.

En el presente existen numerosas estructuras desmontables de lona o vinil, con equipos de audio potentes, parrilladas, bares, etc., que aunque contaminan las áreas exteriores del parque, son las instalaciones ligeras más demandadas por los visitantes. Cabe preguntar ¿por qué no se usan las instalaciones originales del parque para estos fines?, ¿por qué se ha creado una estructura superpuesta de quioscos de diseño dudoso y ubicados en zonas que no fueron

destinadas a esos fines? Quizás las respuestas a estas preguntas sean semejantes a las que se obtendrían si se indagara sobre el mal estado y el abandono en que se encuentran sumidas varias de las edificaciones que integran este complejo. Probablemente las palabras claves en estas respuestas serían escasez de recursos económicos y humanos, prioridades para invertir, ofertas en moneda convertible y, sobre todo, la evidencia del desconocimiento del carácter original del parque.

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Figura 22. En el proyecto del Acuario no se empleó el sistema constructivo diseñado para el parque.

Figura 23. Las peceras ocupan una pared y la otra queda matizada por luminosos vitrales.

Figura 24. Al teatro se accede desde el interior de la instalación.

El Acuario Esta instalación fue concebida para peces de agua

dulce, y su diseño original en forma de espiral permitió su localización en un terreno relativamente pequeño. En este sugerente proyecto la arquitecta Thelma Ascanio no empleó el sistema constructivo utilizado en el resto de las edificaciones del parque, y en su defecto creó otra gama de componentes prefabricados para darle forma al supuesto caracol (Figura 22).

El acuario brinda al espectador la posibilidad de un recorrido largo, pero agradable: las peceras ocupan una pared de la senda mientras que la otra queda matizada por los colores de luminosos vitrales (Figura 23). Como complemento de la exhibición de peces bajo techo fueron colocados algunos estanques al exterior; y se construyó un teatro, al cual se accedía desde el interior. (Figura 24)

El acuario hoy en día mantiene su uso, pero las peceras están opacadas por la falta de limpieza sistemática; la identificación de los peces resulta de mal gusto y carece de la información necesaria (Figura 25). Los estanques del exterior están vacíos y en las áreas de patios se superponen elementos kitsch, tales como quioscos, mobiliario y letreros, ajenos al concepto inicial de la obra. La paleta de colores de la instalación en gris y azul, desintegra la continuidad del diseño arquitectónico original.

El Anfiteatro Quizás una de las edificaciones más atractivas del

Parque Lenin lo fuera el anfiteatro con un escenario flotando sobre el embalse de agua que centra el complejo. Proyectado por Hugo D´Acosta y Mercedes Álvarez, esta obra constituyó un tributo tropical a los anfiteatros griegos y romanos. Los asientos para el auditorio fueron construidos con bloques de piedra caliza tallada en forma de sillas y butacas, y entre ellos crecía la hierba en forma controlada a modo de

ambientación natural (Figura 26). Se dice que las piedras utilizadas para esta construcción fueron sobrantes de la construcción del Capitolio Nacional [6], pero es poco probable que sea cierto, ya que el Capitolio fue construido con piedra de Capellanía y las que integran el anfiteatro no lo son.

El escenario flotante de esta instalación constituyó en su momento una novedad, ya que era una balsa metálica, con tecnología teatral, construida por primera vez en el país. Las funciones nocturnas en este enclave fueron muy acogedoras, descontando el agobio que producían los siempre impertinentes mosquitos.

6.“Entrevista a Efrén Díaz, responsable General de Obras del Parque Lenin”. En: MARTINEZ, MAYRA A. El parque Lenin: una hermosa realidad. La Habana: Editorial Científico-Técnica, 1987, p 14.

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Figura 25. La identificación de los peces resulta de mal gusto y carece de la información necesaria.

Figura 26. Los asientos del anfiteataro fueron construidos con bloques de piedra caliza tallada.

Figura 27. Las cabinas tecnológicas han sido saqueadas y están llenas de desperdicios.

Figura 28. Las cabinas tecnológicas han sido saqueadas y están llenas de desperdicios.

En la actualidad, el anfiteatro también ha sido víctima de la desidia. Sus cabinas tecnológicas, servicios sanitarios y otras instalaciones complementarias, todas terminadas en piedra, se encuentran abandonadas, han sido saqueadas y están llenas de desperdicios (Figura 27). La balsa permanece herrumbrosa en su sitio original, en el cual el protagonismo de las plantas acuáticas y los desperdicios empaña la transparencia de las aguas (Figura 28).

Valga la aclaración de que a pesar de los embates del tiempo, el abandono y la acción depredadora de ciudadanos inconscientes, esta original obra es fácilmente rescatable dada la fortaleza y buena ejecución de sus componentes.

Otras instalaciones El Rodeo, con proyecto de la arquitecta Rita María

Grau; la remodelación de una vivienda para Casa de Infusiones concebida por Mario Girona; y la remodelación para diversos usos de otras casas existentes en la zona, por parte de la arquitecta Sara Blumenkranz.

Años más tarde, el complejo recibió otras edificaciones de interés entre las que se destacan el Palacio Central de Pioneros Ernesto Guevara, diseñado por Néstor Garmendía, con la colaboración del ingeniero Mario Durán en el proyecto de la estereocelosía de entrada; y el monumento a Lenin (1984), del escultor soviético Lew Kerbel con la participación del arquitecto Antonio Quintana, entre otras.

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Del Reino de este Mundo/ El Parque Lenin: cuatro décadas después

ConclusionesEl complejo recreativo cultural Parque Lenin fue

un ejemplo notable de arquitectura ligada al paisaje, fiel representante de las aspiraciones de la sociedad cubana a principios de la década de 1970. En su creación participaron los más destacados profesionales cubanos de la época bajo la orientación precisa de Celia Sánchez Manduley. Aunque puede ser criticable su concepto proyectual, en función del automóvil, sin caminos o aceras para la circulación de peatones; y su ubicación en las afueras de la ciudad, en una zona de difícil acceso para la mayoría de la población, en su diseño aunó piezas arquitectónicas de gran valor, que aun hoy día constituyen un locuaz testimonio de los tiempos en que fue creado.

También es digna de destacar la calidad constructiva con que contaron los edificios y el paisaje artificial, y la elegancia y mesura en la decoración de los interiores, en los cuales se supo caracterizar cada una de las instalaciones con un mobiliario adecuado a la función que desempeñaban, que incluyó hasta el vestuario de los empleados.

Hoy en día el carácter primitivo del parque se ha perdido casi en su totalidad. Varias de las instalaciones más demandadas están cerradas, abandonadas o carecen de mantenimiento. Las que aun funcionan incorporan un cuestionable lenguaje kitsch en la gráfica y en la ambientación general de sus espacios, que desentonan con el lugar y des caracterizan la arquitectura. Por otro lado, el paisaje prístino está contaminado con kioscos, parrilladas y otros servicios de carácter provisional, que sumados a la música que se amplifica y a la venta de cervezas y bebidas similares vulgarizan el entorno recreativo y atentan contra la concepción de uso familiar que tuvo en sus orígenes.

Próximo a cumplir los cuarenta años de haber sido creado, el Parque Lenin merece una mirada más atenta por parte de los que intervenimos de una manera u otra en el diseño del ambiente físico habanero. También merece el pronto rescate de los valores que en él fueron creados los que, por fortuna, pueden ser recuperados sin la necesidad de grandes inversiones, pero sí con mucho amor.

María Elena Martín Zerquera: Arquitecta, Doctora en Ciencias Técnicas, Profesora Titular de la Disciplina Teoría, Crítica e Historia de la Arquitectura y el Urbanismo. Facultad de Arquitectura del Instituto Superior Politénico Jose Antonio Echeverrí[email protected]

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,,ACADÉ-MICAS Vol. XXXIV,

no. 1, enero-abril 2013, ISSN 1815-5898

112 Estrategias educativas innovadoras en Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Reseña de la Primera Conferencia ALFA ADU_2020

Dania González Couret

117 El diseño de interiores en la formación del arquitecto. Experiencias en el Plan de Estudios D

Mabel Matamoros Tuma y René Gutiérrez Maidata

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Académicas/ Primera Conferencia ALFA ADU_2020

Innovative Educational Strategies in Architecture, Design and Urbanism. An overview of the First Conference ALFA ADU_2020

Estrategias educativas innovadoras en Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Reseña de la Primera Conferencia ALFA ADU_2020

Dania González Couret

RESUMEN: En el presente trabajo se resume lo acontecido en la Primera Conferencia de la Red ALFA ADU_2020, celebrada del 10 al 13 de diciembre de 2012 en la Pontificia Universidad Católica de Perú. El consorcio, integrado por universidades de 18 países, 13 de ellos latinoamericanos (incluido Cuba), pretende contribuir a la reestructuración de la educación superior en los campos extendidos de la Arquitectura, el Diseño y el Urbanismo, como respuesta a las demandas de un mundo cambiante, para mejorar la futura empleabilidad y calidad de vida de los graduados. La conferencia se inició con una reunión de coordinadores donde se expusieron los resultados del trabajo realizado durante el año 2012 en relación con los talleres internacionales realizados en Caracas, Guatemala y Glasgow, y los grupos de trabajo en las cuatro temáticas identificadas: nuevos campos profesionales; diseño y pensamiento transdisciplinar; competencias regionales y locales, y estrategias educativas innovadoras. También se presentaron los temas para los talleres internacionales a realizar durante el año 2013 en Tesalónica, Bogotá y Santa Cruz de la Sierra. Sobre los cuatro temas identificados versaron las conferencias magistrales y mesas redondas cuyos debates de resumen en el presente artículo. Muchas tareas y algunas interrogantes quedaron abiertas para este año 2013 que comienza. La próxima reunión de la Red será en marzo de 2013 en Buenos Aires.

PALABRAS CLAVE: educación superior, enseñanza de la arquitectura, colaboración internacional.

ABSTRACT: The present paper summarizes the First International Conference of the Network ALFA ADU_2020, held in the Pontificia Universidad Católica de Perú from December 10th to 13th, 2012. The association, integrated by 18 countries, 13 of them from Latin America (including Cuba), intends to contribute to restructuring the higher education in the extended fields of Architecture, Design and Urbanism, as an answer to the demands in a changing world, to improve the future employability and quality of life of graduates. The Conference started with a meeting of coordinators, in which the results of the work carried out during 2012 were presented, related to the international workshops held in Caracas, Guatemala and Glasgow, and the groups working on the four identified issues: new professional fields; design and trans disciplinary thinking; regional and local competences, and innovative teaching strategies. The projects to be developed in the international workshops during 2013 (Thessalonica, Bogotá and Santa Cruz de la Sierra) were also presented. Lectures, round tables and debates related to the four identifies issues are summarized in the present paper. Many tasks and some questions are opened for this year. The next network meeting will be held in Buenos Aires on March 2013.

KEY WORDS: Higher Education, Teaching in Architecture, International Collaboration

Arquitectura y Urbanismo vol. XXXIV, no 1, 2013, ISSN 1815-5898Recibido: 10/12/2012 Aprobado: 30/12/2012

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Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXIV, no 1, enero-abril, 2013, p. 112-116, ISSN 1815-5898

Del 10 al 13 de diciembre de 2012 se celebró en la Pontificia Universidad Católica de Perú, en Lima, la Primera Conferencia de la Red ALFA ADU_2020, financiada por la Comisión Europea. El consorcio, integrado por universidades de 18 países, 13 de ellos latinoamericanos (incluido Cuba), pretende contribuir a la reestructuración de la educación superior en los campos extendidos de la Arquitectura, el Diseño y el Urbanismo, como respuesta a las demandas de un mundo cambiante, para mejorar la futura empleabilidad y calidad de vida de los graduados.

El proyecto ha identificado cuatro temas (interrelacionados) desde los cuales aproximarse a este complejo objeto de estudio:

-Nuevos campos profesionales.-Diseño y pensamiento transdisciplinar.-Competencias regionales y locales-Estrategias educativas innovadoras.El primer día fue dedicado a una reunión de los

miembros de la Red donde se examinaron los resultados del trabajo en cuanto a los talleres internacionales, los proyectos piloto paralelos y los grupos temáticos.

Talleres internacionalesEntre los meses de junio y octubre se desarrollaron

tres talleres internacionales en Guatemala, Caracas y Glasgow respectivamente, de 10 días de duración, con la participación de profesores de seis universidades en cada caso. El taller de Guatemala contó con la participación de estudiantes de mitad de carrera que trabajaron en la segunda etapa de un proyecto, mientras que en

Caracas se realizaron talleres verticales para elaborar propuestas de espacios públicos en 12 municipalidades, y en Glasgow se desarrolló una experiencia diferente y variada, por lo difícil que resultaba interrumpir por 10 días el proceso de formación planificado.

De estas experiencias se han derivado recomendaciones que serán tenidas en cuenta en los próximos talleres internacionales a desarrollar durante el año 2013. Para evitar tensiones entre los profesores visitantes y los organizadores, será necesario disponer de la información sobre el tema y el programa del taller con tiempo suficiente, y los profesores que participen deberán conocer previamente los objetivos y temas de estudio de la Red para aplicarlos y evaluarlos en los talleres, interactuando con los grupos de trabajo que los desarrollan. Por otra parte, se hace conveniente intensificar la comunicación externa y la interacción con la comunidad e instituciones asociadas.

Los próximos talleres tendrán lugar en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, del 15 al 23 de abril; en la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, del 21 al 28 de abril, y en la Universidad Aristotle de Thessaloniki, en Grecia, del 18 al 26 de mayo. El taller en Santa Cruz, correspondiente a la segunda etapa del proyecto, abordará la propuesta de urbanización de una zona de cultivos que hoy divide la ciudad. En Bogotá se desarrollará una propuesta de arquitectura urbana en un contexto de cambio que exige un urbanismo vertical y edificios híbridos, mientras que en Thessaloniki se trabajará la escala arquitectónica en un edificio público específico situado en el antiguo puerto, cuyos espacios se transforman para acoger culturas que viajan. A diferencia de los anteriores, éste no será parte de un proyecto de mayor duración, sino un ejercicio corto a realizar durante 10 días por un pequeño grupo de estudiantes.

Proyectos piloto paralelosOtra de las actividades que incluye la Red es el

desarrollo paralelo de proyectos con estudiantes de 4to año de cada una se las universidades, agrupados en tres grupos de seis países que abordan los mismos temas. No todos los proyectos que se han desarrollado a partir de septiembre, han terminado aún, por lo cual la conclusión de esta actividad queda pendiente para la reunión de marzo de 2013 en Buenos Aires. No obstante, se comentó la experiencia de la Universidad de Lovaina en Bruselas, con el tema “Espacios de exclusión”, que organizó una sesión de Skype con la Universidad Nacional de Asunción en Paraguay, a pesar de que no fue posible realizar los comentarios sistemáticos ni la evaluación mutua de los trabajos de las universidades involucradas, como había sido previsto.

Figura 1. Convento de San Francisco, Lima, Perú.

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Académicas/ Estrategias educativas innovadoras en Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Reseña de la Primera Conferencia ALFA ADU_2020

Grupos de trabajoSe presentaron los resultados de los grupos de

trabajo correspondientes a cada uno de los temas identificados como objeto de estudio, en relación con los cuales se organizó el programa de la conferencia: Diseño y pensamiento transdisciplinar; Nuevas áreas profesionales; Estrategias educativas innovadoras, y Competencias regionales y locales.

Con respecto a los nuevos campos profesionales, se cuestionó si se trata de identificarlos o de adaptarse a ellos y se convocó a buscar información al respecto entre profesionales y jóvenes de los países involucrados. En cuanto a las estrategias educativas innovadoras, se reconoció que en el taller tradicional la crítica es individual, el rol de los estudiantes es pasivo y el dibujo no representa las etapas metodológicas, mientras que las prácticas innovadoras deben poner en crisis el paradigma dominante mediante una integración sistémica del currículum que tome el ejercicio como instrumento de enseñanza, subdividiendo el proceso en pequeñas partes de menor extensión para obtener mayor precisión en las habilidades.

Por su parte, las conferencias deben ser cortas, conceptuales y metodológicas, preferiblemente con profesores invitados. Resulta conveniente la integración de los profesores con otros especialistas, desde el inicio, para que puedan influir en la formulación del ejercicio y los métodos de enseñanza a emplear. Incluso, se reconoce la conveniencia de involucrar a la propia población. También se plantea que la transformación en los dibujos no ha sido suficientemente explorada y que las representaciones muy icónicas no son tan analíticas. En resumen, no se trata de nuevos métodos de diseño, sino de su enseñanza. Se hace énfasis en la necesidad de transmitir habilidades en proyecto, porque la teoría se puede adquirir en otro lugar.

A partir de lo expuesto se ha sugerido elaborar una matriz con un cuestionario que permita recopilar información que sirva de guía para planear métodos más innovativos.

Conferencias magistralesCada uno de los tres días siguientes de sesiones se inició

con una conferencia magistral. El martes correspondió el turno a Victor Pimstein, quien es de origen Chileno, creció en México, estudió en Estados Unidos y ejerce en Barcelona. Bajo el título “Dos escenarios posibles ante la educación en arquitectura en los últimos años” abordó desde su punto de vista la situación actual en el campo de la arquitectura y formuló dos hipótesis de futuro.

Parte de la Revolución post-industrial que va más allá de las tecnologías y que ha cambiado el trabajo, la sociedad, el tiempo y la creación, lo cual se manifiesta en la continuidad entre concepción y producción, la transformación formal de la geometría de los edificios y el tiempo de difusión instantáneo. Se refiere a la Internacionalización de la arquitectura alejada del lugar

por un lado, y a las democracias participativas, la ecología e impacto ambiental como forma de contextualismo mesurable por otros. Advierte que se sustituye el contexto al hablar del paisaje (indefinido y genérico) como particularidad de un territorio (ecológico, social), de manera que lo paisajístico vago sustituye a la naturaleza del lugar.

Este conferencista considera que la formación del arquitecto es cada vez más ambiciosa, pero que en estos momentos en que se iguala el acceso a la técnica y a la información, lo más importante a futuro es la idea. Sin embargo, se produce una retrogresión de la formación en cuanto a contenidos humanos, artísticos, filosofía, historia, aspectos subjetivos. A partir de aquí, afirma que el Arquitecto no es un técnico, sino un imaginador, pensador y artista, marca la diferencia entre arquitectura y construcción, y plantea la necesidad de educar en estos temas desde la secundaria, lo cual depende de la política educativa de cada país y reconoce que se producen muy pocos libros dedicados a estos fines. Pimstein afirma que los “render” hiperrealistas afectan la capacidad de imaginar.

En el segundo escenario que identifica como menos optimista y más realista desaparece el valor agregado de la arquitectura y sólo queda la eficiencia funcional y económica. En este sentido describe los cambios ocurridos en los últimos 25 años en que el arquitecto cada vez más discreto, como una voz social más, ha renunciado a la privacidad por la creación más colectivizada en sociedades de ”ovejas” y “hormigas” que llegan a conformar un único y complejo individuo. Por tanto, considera que la evolución biológica de la especie (tanto en el capitalismo como en el socialismo) por la

Figura 2. Intervención del Doctor Luis Alberto Rueda, Decano de la Facultad de Arquitectura del ISPJAE, en la Primera Conferencia ALFA-ADU- 2020

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socialización del bien común, conduce a un nuevo animal social que abarca el planeta y sus satélites, de lo cual la Web es un producto.

Por último, concluye que la idea más amplia de la formación del arquitecto que la de resolver problemas, por lo que se desaprovecha tiempo aprendiendo cosas que se aprenden en la profesión, que hay que diferenciar las Escuelas de Arquitectura de las Escuelas de Construcción, ya que el arquitecto necesita más retórica, y la técnica es la herramienta, pero no el fin.

Asher Arnon, Diseñador israelí, fue el conferencista magistral del segundo día con el tema “Mundos paralelos y doble agentes”. Expuso proyectos de estudiantes de “Comunicación visual”, que pretenden “cruzar los bordes” y mostró lo que se puede hacer con el diseño digital para cambiar la realidad. Los estudiantes de Diseño y Música trabajan juntos cada miércoles y ofrecen interpretaciones artísticas de la ciudad.

El último conferencista magistral fue Julio Bermúdez, Arquitecto argentino que cursó un Master en Minnesota y actualmente es Profesor en Washington, con el tema “Simplicidad, Ciencia, Espiritualidad, Situación. Cuatro formas de dirigir la arquitectura al futuro”, que asumió desde una posición filosófica y teórica.

Mesas redondasSe desarrollaron varias mesas redondas que recogían

ponencias presentadas por profesores invitados en torno a los temas de estudio de la Red, que eran comentadas como base para el debate.

“Nuevas estrategias educativas”.En esta mesa redonda se presentaron cinco

ponencias de España, Reino Unido, Chile, Bolivia y Ecuador, comentadas por Fredy Cooper (Perú). La mayoría referían experiencias en las que los alumnos ejecutaban sus diseños, por lo que el debate se centró en la posibilidad de producir un objeto en tamaño real, interpretando las técnicas constructivas.

Iván Cartes, presidente de la UDEFAL aseguró que para la acreditación de universidades en Chile se tienen en cuenta la relación con el medio, la innovación y la contextualización, como en el caso de la Universidad de Talca, que trabaja con las preexistencias y con los dispositivos tecnológicos, cuya experiencia fue presentada y ha sido ampliamente documentada a nivel internacional.

Estas prácticas resultan de interés en Venezuela, donde es necesario involucrar a las empresas. Algunos cuestionaron las posibilidades reales en el 3er mundo, a lo cual se respondió que no es necesario construir un objeto a escala natural, sino que se trata de crear estrategias sociales, saber solucionar los problemas y desarrollar la capacidad reflexiva. En resumen, sacar a los estudiantes del paradigma de lo que “no se puede hacer”.

“Competencias globales y locales”.

Las ponencias presentadas de Guatemala, Costa Rica, Paraguay, fueron comentadas por Constantin Spiridonidis (Grecia), quien hizo notar la contradicción de que todos partían de lo local para generalizarlo. Se cuestiona por qué se habla del tema, cuando en los 60’s no se hablaba de lo local, sino del pensamiento racional, y en los 70’s y los 80’s se hacía énfasis en las diferencias y particularidades, por tanto, lo local era dominante, y había un pensamiento crítico para dejar de ser racionales.

Comenta que hoy lo global y lo local están juntos, y que el pensamiento creativo tiene que reemplazar al crítico o racional y se pregunta si es posible separar las competencias en locales y globales. Para él las competencias coinciden en cualquier parte y el perfil profesional depende de las competencias que se prioricen a nivel local. Por otro lado, menciona una investigación de 1996 que demuestra que lo que quieren los profesores no es lo mismo que quieren los profesionales.

Se aclara que actualmente existe una propaganda contra los acuerdos de Bologna, ya que se considera que tres años no son suficientes para la formación. Por razones políticas se plantean una duración de cuatro años, pero se prevé extenderla a cinco. Sporodonidis afirma que Europa no tiene una lista de competencias, porque se orienta a la enseñanza, no al aprendizaje.

“Campos extendidos”.Margarita Greene (Chile) comentó las ponencias de

Panamá, Colombia, Bélgica, Argentina y Perú, relativas a esta temática. Se cuestiona si la necesidad de extender los campos es una estrategia de supervivencia, un síntoma de debilidad en la disciplina o una nueva etapa del desarrollo, y reconoce que el proyecto en sí une a varias disciplinas, por lo que es muy importante la comunicación entre profesores, así como la habilidad para reconocer competencias en otras disciplinas.

“Pensamiento de diseño”.Esta mesa contó con ponencias de Suecia, Grecia,

Venezuela y Cuba, representada por Luis Alberto Rueda, Decano de la Facultad de Arquitectura del ISPJAE, y los comentarios estuvieron a cargo de Yves Schoonjans y Kris Scherelink (KU Lovaina, Bélgica). Como resultado quedó claro que no es posible simplificar el carácter complejo del pensamiento de diseño.

“Mesa redonda con instituciones profesionales asociadas e invitadas”

En esta mesa redonda participaron representantes de Ecuador, Guatemala y Chile. Luis Bresciani (Presidente del Colegio de Arquitectos de Chile) se refirió al paradigma del “arquitecto diseñador”, de manera que otros campos

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se ven como subproducto de la frustración, excepto la academia. Sin embargo, mencionó otros campos que han aparecido como la planificación desde una ciudadanía empoderada, el arquitecto productor con la industria, la gestión de proyectos (consultorías) para coordinar el trabajo multidisciplinar, y el medioambiente.

Por otra parte, se cuestionó si es posible “enseñar arquitectura” o más bien “acompañar procesos” o “cuidar caminos”. En su opinión, la arquitectura la aprende cada cual, y enseñar es construir discursos lógicos para que cada cual pueda formular la pregunta adecuada. Por tanto, no debe emplearse tiempo de la universidad en cosas que se pueden aprender en otros lados, y es imposible continuar sin interdisciplina.

Stefano Musso (Asociación Europea para la Educación en Arquitectura) estableció la diferencia entre una escuela de arquitectura y una de artesanía a partir de que los graduados de la primera requieren un tiempo para poder ejercer. Los arquitectos deben volver a la universidad durante su vida y la universidad debe abrirse a la sociedad. Por tanto, no debe separarse la teoría de la práctica y es necesaria la experiencia profesional del profesor como practicante.

“Mesa redonda con asociaciones educacionales e instituciones invitadas”. Técnicas innovativas de enseñanza.

En esta mesa redonda participaron ponentes de Alemania, Colombia y Chile. Alexander Niño (Asociación Colombiana de Facultades de Arquitectura) se refirió a las pruebas que han elaborado para medir las competencias a partir de un modelo basado en evidencias que reconoce como competencia básica general: “Saber hacer en

el contexto”. Inicialmente se habían reconocido siete competencias básicas genéricas transversales más sus dominios, pero se redujo a una para ser evaluada en un examen de conocimientos y uno de selección múltiple.

Iván Cartes (Presidente de la Unión de Escuelas y Facultades de Arquitectura de América Latina, UDEFAL) presentó los resultados de procesos de acreditación internacional de tres facultades en América Latina, para demostrar que a pesar de las diferencias, predominan en los currículos los temas de diseño en primer lugar, de tecnología en segundo y los de urbanismo en minoría.

En el debate se establecieron diferencias entre los arquitectos que trabajan más sus soluciones en imágenes y los urbanistas que investigan más, por lo cual resulta difícil entender por qué ambos campos temáticos coexisten en el mismo currículo en América Latina, mientras que en Europa generalmente se encuentran separados.

Se advirtió la tendencia en los Estados Unidos de América a mover la educación a Internet, con posibles interacciones por Skype. Incluso, universidades que no creen en este modelo están teniendo que hacerlo, y también Europa con el proyecto Erasmus. Se espera que esto alcance su máxima extensión en el 2020 y hay que prepararse para ello.

Sesión final:Muchas tareas y algunas interrogantes quedaron

abiertas para este año 2013 que comienza. Es necesario incrementar la visibilidad del trabajo que desarrolla la Red mediante una mayor interacción con el sitio web, pero también de forma directa en las universidades y con las comunidades. Hay que pensar en la sostenibilidad del trabajo de la Red una vez que el plazo del proyecto ADU_2020 concluya.

Los grupos establecidos continuarán trabajando en los cuatro temas identificados, para lo cual se elaborarán cuestionarios y agendas que deberán ser respondidas por todos los participantes en cada una de las actividades programadas.

La próxima reunión de la Red será en marzo de 2013 en Buenos Aires.

DANIA GONZÁLEZ: Arquitecta, Doctora en Ciencias, Profesora Titular de la Facultad de Arquitectura del ISPJAE. Directora de Posgrado del ISPJAE.Correo electrónico: [email protected]

Figura 3.Sesión de trabajo en la Primera Conferencia ALFA-ADU- 2020

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Interior Design in Architectural’s Education. Experiences in the Study Plan D

El diseño de interiores en la formación del arquitecto. Experiencias en el Plan de Estudios D

Mabel Matamoros Tuma René Gutiérrez Maidata

RESUMEN: Se exponen los resultados de una investigación aplicada que se propuso el perfeccionamiento de los procedimientos y métodos para la enseñanza del diseño de interiores en la formación del arquitecto a partir de resultados de una investigación precedente que definía niveles de integración con el diseño arquitectónico. Se presentan particularidades de dos asignaturas que se apoyan en tales principios y se analizan los resultados obtenidos en los cursos 2010 y 2011 en la Facultad de Arquitectura de La Habana, concluyéndose que éstos no solo aventajan los obtenidos anteriormente, sino que también superan las expectativas que se tenían inicialmente, evidenciando la efectividad de los procedimientos aplicados y consecuentemente, de las bases teóricas que los sustentan.

PALABRAS CLAVE: diseño de interiores - enseñanza del diseño - teoría del diseño.

ABSTRACT: This paper exposes the results of an applied research with the aim of improving the processes and methods of the interior design teaching in the education of architects, based on previous research results which defined levels of integration with architectural design. In this paper some special features of two matters designed under such principles are shown and the results obtained in the years 2010 and 2011 at the School of Architecture of Havana are analyzed. It is concluded that the results do not only surpassed the previous ones, but also exceeded the preliminary expectative, which reveal the effectiveness of the methods applied as well as the theoretical basis that support them.

KEY WORDS: Interior Design - design teaching - design theory.

Arquitectura y Urbanismo vol. XXXIV, no 1, 2013, ISSN 1815-5898Recibido: 29/08/2012 Aprobado: 07/12/2012

Académicas/ Estudios patrimoniales a escala del territorio

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Académicas/ El diseño de interiores en la formación del arquitecto. Experiencias en el Plan de Estudios D

INTRODUCCIÓNLos estudios de Arquitectura se iniciaron en Cuba en 1901 y aunque no se

disponga de información que permita conocer el desarrollo de la enseñanza del diseño de interiores de la forma en que se enfoca hoy, se sabe que ya desde las primeras décadas del siglo XX existía la preocupación por considerar la “decoración” como parte del diseño de los edificios [1]. Más tarde en el Plan de Estudios B, a inicios de la década de los años ochenta, se impartía una asignatura denominada Arquitectura de Interiores en el cuarto año de la carrera, con un claustro de profesores procedentes fundamentalmente de las cátedras de Diseño Básico y de Física Ambiental, entre los que se encontraban los arquitectos Elmer López, Jesús Sánchez, José Cuendias, y Alfonso Alfonso, entre otros, lo que influyó sobre la orientación de la misma y particularmente, sobre el curso posterior de estos estudios en la carrera.

En dicha asignatura se impartían tres temas fundamentales; uno introductorio sobre las generalidades la arquitectura interior, otro sobre los elementos y componentes de esta escala del diseño y un tercero de aplicación en que se desarrollaba un proyecto cuyo tema variaba cada año, como por ejemplo vivienda, oficinas, biblioteca entre otros. Es de destacar que esa asignatura, que hacía énfasis en la integralidad del diseño del espacio generado en la arquitectura, se empleaba el término “arquitectura de interiores” y no el de “diseño de interiores”, lo cual se corresponde con la definición conceptual dada en la región centroeuropea [2], donde se formó parte del colectivo docente antes mencionado.

En la medida en que se desarrollaba ese programa, se vio la necesidad de integrar la asignatura Arquitectura de Interiores a la asignatura de diseño del propio semestre, para lograr un mejor aprovechamiento del tiempo de los estudiantes, lo que llevó a que en ocasiones se incluyera como un tema dentro de la segunda, en busca de mejores resultados. Esto coincidió en el tiempo con el proceso de formación del nuevo plan que entró en vigor a principios de los ’90 cuya plataforma ideológica propugnaba la integración interdisciplinaria.

En ese Plan de Estudios C, como se le denominó, se partió del principio de que el diseño de interiores era un componente esencial del diseño del espacio arquitectónico, de manera que en todas las asignaturas de diseño se reservaba un tema para resolver en detalle los problemas propios de los interiores (figura 1).

Sin embargo, el éxito de cualquier plan de estudios depende en primer lugar, de las personas que lo llevan adelante, de manera que a pesar de lo programado, el diseño detallado de los espacios interiores se disolvió dentro del diseño de la arquitectura, con lo cual la enseñanza de este campo especializado perdió personalidad propia, precisamente en el momento en que en la práctica profesional se estaban produciendo cambios muy significativos en favor de la segregación del diseño de interiores como rama especializada independiente de la arquitectura, como resultado de la apertura de la economía cubana al turismo internacional, lo que demandó la construcción de numerosos hoteles en todo el país luego de la crisis del modelo socialista en los países de Europa oriental.

No obstante, durante ese plan, se mantuvo vivo el tema del interiorismo a través de una asignatura optativa de 48 horas impartida por diferentes profesores, con programas siempre en transformación y experimentación.

Paralelamente, ese Plan C y su continuador, el C’, que abarcaron diecisiete años de formación, contaban con dos asignaturas destinadas especialmente al diseño técnico, las cuales se desarrollaban de forma paralela a los Talleres de diseño, lo cual no hizo más que desmembrar el diseño en partes

Figura 1. Asignatura Proyecto I. Ejercicio de diseño de 1er año, curso 1998. Plan de Estudios C’. Prof. Mabel Matamoros

1. CAMACHO, Alberto. “El Interior”. Colegio de Arquitectos. 1929, Vol. 13, No. 3, p.21-22.

2. MERCADO, José Luis. Teoría general del diseño de interiores. Madrid: Escuela Superior de Artes Decorativas de Madrid, 1991. p 32.

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difícilmente separables, y por tanto, negar la integración interdisciplinar que el propio plan declaraba como su fundamento esencial.

En la medida en que esto sucedía y como parte del proceso de perfeccionamiento continuo del plan de estudios, se llevaron a cabo una serie de investigaciones [3] y otros trabajos de tipo metodológico que partieron de identificar esos problemas asociados a la enseñanza del diseño en asignaturas independientes, y medir sus consecuencias sobre el proceso de formación. Los resultados de dichos estudios permitieron elaborar las bases teóricas y prácticas para el perfeccionamiento del diseño de interiores dentro del Plan de Estudios D que se estaba gestando, partiendo de tomar lo más valioso de las experiencias precedentes, así como de las nuevas formas y métodos de trabajo que estaban teniendo lugar en ese momento en el panorama nacional dentro del ejercicio de la profesión.

La relación del diseño de interiores y el diseño arquitectónicoTeniendo en cuenta que la producción material y su relación con la sociedad

son bases para el conocimiento en el campo del diseño [4], el estudio del escenario profesional en que se desenvolvía la arquitectura cubana fue objeto particular de estudio dentro de las investigaciones mencionadas. Estas acciones permitieron comprender el sustrato social que condicionó el paso de una arquitectura planteada en términos de integración disciplinaria, acorde al nivel y a la orientación de la producción arquitectónica e industrial que prevaleció hasta finales de los años 80, a una arquitectura concebida de manera fraccionada, fenómeno asociado a las exigencias cualitativamente diferentes del mercado turístico registrado en la década del 90, que se acompañó por la segregación del diseño de interiores como especialidad independiente, lo cual influyó decisivamente sobre orientación del proceso productivo y sobre la los propios resultados.

Sin embargo, esta evolución, que ciertamente tuvo efectos positivos sobre la revitalización de la arquitectura cubana más reciente, aun hoy se presenta como un proceso tentativo, por las diferencias notables que se observan entre la arquitectura para el turismo en relación con el resto de las obras sociales, incluida la vivienda, para los cuales se aplican modelos económicos diferenciados. Tales diferencias revelan problemas no resueltos dentro de la práctica profesional, los cuales influyen entre otras cosas, sobre la formación del arquitecto y del diseñador teniendo en cuenta que el diseño de interiores se desenvuelve en un espacio común entre ambas profesiones. Este asunto no se había manifestado en Cuba antes de la década de los años noventa en que comienza a evidenciarse la segregación del diseño de interiores respecto de la arquitectura, tal como había ocurrido casi tres décadas antes en el mundo industrializado. La polémica que este fenómeno despertó en el terreno profesional entre arquitectos, diseñadores y artistas se transfirió al ámbito de la formación, donde surgía la pregunta de qué parte del diseño de los espacios interiores le correspondía a cada cual.

Una respuesta a tal interrogante partió de suponer que:“… el diseño de interiores constituye un componente del diseño

arquitectónico independientemente de la tendencia hacia la especialización de los trabajos profesionales que se verifican bajo las actuales condiciones de producción. Esto significa que la Arquitectura debe conciliar convenientemente las dinámicas diferenciadas que existen entre su estructura física y el universo de objetos de la producción industrial lo que exige hoy en día, una arquitectura más flexible y una mayor cohesión en el pensamiento del espacio fragmentado por las condiciones de la producción industrial”. [3]

3. MATAMOROS TUMA, Mabel. “El Diseño de Interiores como componente del Diseño Arquitectónico. Un enfoque en el ámbito nacional”. [CD-ROM]. Tesis de Doctorado. Instituto Superior Politécnico José A. Echeverría, Facultad de Arquitectura, La Habana, 2003. ISBN: 959-261-230-7

4. JIMÉNEZ NARVÁEZ, LUZ MARÍA. “Design’s Own Knowledge”. Design Issues. Massachusetts Institute of Technology. 2000, Vol. 16, No. 1 Spring, p. 45.

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Como se comprenderá, esta respuesta al problema, tomada como base para la preparación de las asignaturas en el Plan D, refuerza el enfoque adoptado años atrás por los iniciadores de aquella asignatura denominada Arquitectura de Interiores, enriquecida ahora a partir de los nuevos hechos registrados en la práctica profesional. De esta forma, las complejas relaciones de unidad y de diferencias entre el diseño arquitectónico y el diseño de interiores, asunto medular cuyo esclarecimiento permite comprender qué parte del problema tiene solución dentro del campo de la arquitectura y qué parte dentro de las otras ramas especializadas del diseño, se reflejaron en un modelo teórico [3] (figura 2) el cual permite no solo comprender la realidad sino también actuar sobre ella, y en particular, en el terreno de la educación del arquitecto.

Figura 2. Modelo teórico.

La enseñanza del diseño de interiores en el plan de estudios D. Resultados de los dos primeros años de aplicación

El Plan de Estudios D [5] el cual entró en vigor en septiembre de 2007, propuso cambios significativos en la enseñanza de la disciplina de diseño, considerado el eje central de la formación del arquitecto. Entre esos cambios pueden mencionarse el de la clara definición de dos ciclos: el básico y el pre-profesional; la formación de lo general a lo particular, es decir, del urbanismo a la arquitectura y la integralidad del diseño, tanto en los aspectos formales y expresivos como en los técnicos y constructivos en toda su complejidad, mediante el perfeccionamiento de las vías que hicieran posible la integración entre las asignaturas de diferentes disciplinas, asunto que fuera promovido por el plan anterior pero que no tuviera el éxito esperado.

5. COMISIÓN NACIONAL DE CARRERA. Plan de Estudios D. [CD-ROM] La Habana : s.n., 2007

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Dentro de ese nuevo plan, por regla general, cada año constituye una unidad, en el que se desarrollan tres proyectos relacionados entre sí, partiendo de la solución de un problema urbano del cual se derivan otros dos problemas de escala arquitectónica.

La enseñanza del diseño de interiores se ubica en el segundo ciclo o ciclo pre-profesional, el cual comienza en el 4to año de la carrera y se desarrolla con énfasis en dos asignaturas de ese año . La primera está dirigida al diseño de una obra nueva y la segunda a la rehabilitación de un edificio con determinados valores espaciales, funcionales, históricos, culturales u otros, tema de gran importancia en Cuba y en particular en La Habana, cuya conservación está en el centro de la atención profesional. Con esto, se persigue el objetivo de que los estudiantes solucionen los problemas particulares del diseño del espacio interior de dos formas contrapuestas; como parte de la modelación de un nuevo edificio y como parte de la transformación de edificios existentes. Las bases sobre las cuales se diseñaron ambas, provienen del modelo teórico propuesto en la investigación citada.

En ambos casos, los estudiantes deben resolver problemas conceptuales y prácticos que incluyen los funcionales, formales, compositivos, así como también los técnicos constructivos, ambientales, estructurales y económicos, con el apoyo de las asignaturas especializadas que reciben en paralelo.

Ambas asignaturas se organizan en tres etapas, de forma similar a como se produce el proceso de diseño, desde las ideas conceptuales hasta el diseño de los detalles, es decir, de lo abstracto a lo concreto [6]. Una característica importante en los dos casos es que se exige a los estudiantes la comunicación de las soluciones de diseño con un alto nivel profesional, abarcando detalles bastante acabados tanto de los aspectos constructivos del edificio, entre ellos, albañilería, carpintería, terminaciones, falsos techos, muebles de obra, entre otros muchos, como de sus componentes tecnológicos, tales como las redes hidrosanitarias, eléctricas, de iluminación, de acondicionamiento ambiental y acústico, entre otros. Con esto se intenta resolver problemas detectados en los planes precedentes en relación con la fragmentación del proceso de diseño como resultado de separar el diseño de la arquitectura del diseño de las soluciones técnicas en asignaturas independientes.

En el primer año de aplicación de este plan , la primera asignatura mencionada; Diseño Arquitectónico y Urbano VII (DAU VII) se concentró en el diseño de un mercado de productos agro industriales, el cual fue concebido de manera muy general en la asignatura precedente de urbanismo en cuanto a ubicación, relación con el contexto, volumetría, zonificación, etc. Para apoyar el trabajo docente, se preparó un libro de texto en el que participó un colectivo de autores de amplia experiencia profesional y se impartió un ciclo de conferencias que abarcaban temáticas muy variadas tales como teoría y metodología del diseño, materiales y terminaciones de interiores, diseño de detalles, iluminación y color, gráfica, diseño de mobiliario, presentación de la documentación técnica de proyecto, instalaciones en edificios, entre otras. Una restricción de partida que se exigió fue la de utilizar técnicas bioclimáticas para solucionar los problemas ambientales del edificio, en particular la iluminación y la ventilación por medios naturales y el control solar, los cuales les imprimieron a las soluciones una calidad especial desde el punto de vista expresivo . (Figuras 3a, 3b y 3c).

6. ROWE, Peter. Design Thinking. Cambridge, MA: The MIT Press, 1998. p.47, 111. ISBN 0-262-68067-X

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Académicas/ El diseño de interiores en la formación del arquitecto. Experiencias en el Plan de Estudios D

Figura 3b. Proyecto de Mercado agroindustrial. Prof. Gabriela Peterssen. Estudiantes: Janaisys Martínez e Iracel Ulacia. Asignatura DAU VII.Curso 2010-2011.

Figura 3a. Proyecto de Mercado agroindustrial. Prof. Nury Bacallao. Estudiantes: Alfredo Calderón y Adrián Salazar. Asignatura DAU VII.Curso 2010-2011.

Figura 3c. Proyecto de Mercado agroindustrial. Mabel Matamoros. Estudiantes: Lesly Guzmán y Ana L. Ibarra. Asignatura DAU VII.Curso 2010-2011.

En cambio, en la asignatura de rehabilitación de edificios, Diseño Arquitectónico y Urbano VIII (DAU VIII), también de cuarto año de la carrera, los estudiantes trabajaron en temas muy diversos, dando continuidad a los resultados del planeamiento que habían desarrollado en sus proyectos de rehabilitación urbana, entre ellos: restaurantes, hoteles, edificios comerciales, educativos, recreativos, administrativos, deportivos, de salud y otros (figuras 4a y 4b). En este caso, los estudiantes aplicaron técnicas particulares para el diagnóstico y el mantenimiento de los edificios, con el apoyo de las asignaturas de la Disciplina de Tecnología. A diferencia del proyecto anterior, en éste los estudiantes no solo debían trabajar con técnicas bioclimáticas sino que también debían resolver el acondicionamiento físico ambiental por medios artificiales según las exigencias particulares de sus propios proyectos.

Dando continuidad a las ideas que han caracterizado más de un siglo de formación en la enseñanza de la Arquitectura, especial atención se le otorgó al diseño de los espacios interiores desde las etapas iniciales del proceso de diseño de los edificios, tanto en las obras nuevas como en la conservación de edificios existentes, con resultados muy favorables en las dos asignaturas

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de cuarto año antes referidas. Esto fue posible en gran medida, gracias a la continuidad entre las diferentes escalas del diseño, como resultado de programar un mismo proyecto a lo largo de todo un año, solo que en tres etapas claramente definidas desde el inicio de curso, comenzando por el ejercicio introductorio y más abarcador de urbanismo del cual se derivan otros problemas de tipo arquitectónico y de interiores en la medida en que avanzan cada una de las asignaturas de diseño del curso.

En algunos talleres se llevaron a cabo experiencias novedosas, en los que se enfocó el trabajo de forma colectiva, para transformar no solo los edificios de forma individual sino también las zonas urbanas que éstos conformaban. Un ejemplo de esta experiencia se desarrolló en el cruce de las calles María Auxiliadora y 10 de Octubre, en La Palma, zona muy degradada de la ciudad, pero de gran interés desde el punto de vista urbanístico, con lo cual se estimulaba a los estudiantes a lograr metas más abarcadoras que demandaban la concatenación de decisiones de diseño a distintas escalas, lo que a su vez fortalecía la continuidad de contenidos entre las diferentes asignaturas de diseño del mismo año. (figura 5).

Figura 4a. Proyecto de rehabilitación arquitectónica en La Palma. Prof. René Gutiérrez. Estudiantes: Lisandra Rodríguez, Yosiel Ledesma y Mario Carbajo. DAU VIII. Curso 2010-2011.

Figura 4b. Proyecto de rehabilitación arquitectónica en La Palma. Prof. Nury Bacallao. Estudiantes: Natalí Collado, Lesly Guzmán y Ana L. Ibarra. Asignatura DAU VIII. Curso 2010-2011.

Figua 5. Proyecto de rehabilitación arquitectónica en La Palma. Prof: Ma. Eugenia Fornés. Asignatura DAU VIII. Curso 2010-2011.

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En el segundo curso de implementación (2011-2012) se aplicaron similares métodos, aunque se trató de dar solución a algunas deficiencias observadas en el precedente. Uno de los cambios fue el de seleccionar una zona de la ciudad que brindara mejores opciones para el trabajo de los proyectos de arquitectura. Otros estuvieron vinculados a ajustes a nivel de la carrera en cuanto a la duración de los periodos lectivos y a la implementación del proyecto de curso, que constituye la evaluación final del año.

Bajo estas nuevas condiciones, la segunda edición del plan para cuarto año tomó como sitio de estudio la pequeña ciudad de Regla (figura 6), ubicada en un borde de la bahía de La Habana, con características muy favorables para el desarrollo de los temas de rehabilitación urbana y arquitectónica así como para el diseño de nuevos edificios por su historia, sus cualidades paisajísticas, sus valores culturales y su marcada identidad, entre otros elementos significativos.

En la asignatura DAU VII (obra nueva), se trabajó el tema de restaurantes, cafeterías y bares, atendiendo al interés que éste tiene en el panorama nacional actual, así como a las necesidades particulares detectadas en el sitio, comprobado a través de los estudios realizados por los propios estudiantes en la asignatura precedente de rehabilitación urbana.

Al igual que en el anterior curso, la asignatura se enfocó hacia el logro de niveles de calidad superiores en el diseño del espacio interior desde el momento en que se diseñaba el edificio, así como en aplicar herramientas para lograr éxito en la expresión de las soluciones, como una concatenación de las distintas escalas del diseño del edificio. Asimismo, se hizo énfasis en que las soluciones de diseño tuvieran una buena fundamentación técnico constructiva, y en que las mismas estuvieran convenientemente expresadas en la documentación de proyecto. (figuras 7a y 7b)

Figura 6. Vista general de Regla desde la bahía de La Habana.

Figura 7a. Proyecto de restaurante en Regla. Prof: Ma. Eugenia Fornés. Estudiantes: Nataly González, Mónica Llovet y Elizabeth Rodríguez. Asignatura DAU VII. Curso 2011-2012.

Figura 7b. Proyecto de restaurante en Regla. Prof: Nury Bacallao. Estudiantes: Ernesto Alfonso y Adrián Labaut. Asignatura DAU VII. Curso 2011-2012.

7a 7b

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En el caso de la asignatura DAU VIII de rehabilitación arquitectónica, el cambio más significativo respecto al curso anterior estuvo relacionado con el fortalecimiento de los vínculos con la asignatura de Tecnología que en ese curso se desarrolló con antelación al proyecto de arquitectura como resultado de los cambios en la programación antes referidos. La selección de los edificios a rehabilitar se realizó mediante un recorrido a lo largo de las vías de mayor interés de la ciudad de Regla, con la participación de estudiantes y profesores de ambas disciplinas. Al iniciarse el proyecto, los estudiantes ya debían tener terminados el levantamiento del edificio a rehabilitar, el diagnóstico técnico constructivo y haber determinado las acciones constructivas para la recuperación de los inmuebles. Esta forma de actuar resultó particularmente efectiva.

Los temas de proyecto abordados, al igual que en el curso anterior, fueron variados, puesto que dependían de las necesidades detectadas como parte de los trabajos de planeamiento realizados antes en la asignatura de rehabilitación urbana. (figuras 8a y 8b)

Figura 8a. Proyecto de rehabilitación de mercado en Regla. Prof: Nury Bacallao. Estudiantes: Ernesto Alfonso y Adrián Labaut. Asignatura DAU VIII. Curso 2011-2012.

Figura 8b. Proyecto de rehabilitación de centro de salud en Regla. Prof: Mabel Matamoros. Estudiantes: Daniel Valdés y Eddy Delgado. Asignatura DAU VIII. Curso 2011-2012.

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Académicas/ El diseño de interiores en la formación del arquitecto. Experiencias en el Plan de Estudios D

DiscusiónLos resultados obtenidos en los dos cursos analizados pueden calificarse

de satisfactorios. Una base importante proviene del enfoque en sistema con que fue concebido el plan de estudios, el cual favorece que los estudiantes puedan aplicar los conocimientos y habilidades adquiridas paralelamente en las diferentes asignaturas del año. No obstante, aún no se ha logrado el nivel de integración esperado, a pesar de que el Plan D identifica diferentes niveles para la integración, además de que viabiliza las formas de lograrla a partir de la realización de ejercicios integradores que adoptan la forma de proyecto de curso desarrollado al final de cada año.

Resultados notables se lograron entre las tres asignaturas de la disciplina de Diseño, así como entre estas y la disciplina de Tecnología, lo que reafirma la conveniencia de reforzar la estructura metodológica horizontal del proceso de enseñanza, es decir, el consejo de año, elemento éste que en opinión de los autores, no tuvo la atención requerida dentro de los documentos del plan de estudios.

Un aspecto de mucho interés se refiere a la mejoría notable en la presentación de los proyectos en relación con los planes precedentes, a partir de la incorporación de las técnicas automatizadas para el dibujo de los planos y sobre todo, para la modelación tridimensional de los edificios. Particular atención merece la posibilidad de experimentación en el espacio con materiales, colores, terminaciones y condiciones de iluminación tanto natural como artificial con un nivel de iconicidad muy alto. Esto, sin embargo, requerirá de ciertas discusiones posteriores, puesto que las fuertes restricciones materiales (carencia de ordenadores e imposibilidad de reproducir planos e imágenes) dificultan el trabajo en taller así como la revisión y discusión de las soluciones a lo largo del proceso de diseño. En tales condiciones, una de las grandes ventajas se convierte también en uno de los grandes obstáculos para el logro de resultados superiores, asunto que debe ser atendido sin falta en las próximas etapas.

Más allá del diseño del plan de estudios, hay otros aspectos que merecen destacarse en relación con su aplicación en las dos asignaturas analizadas; por una parte, la conformación del claustro, que cuenta con profesores de reconocida experiencia profesional en esta escala del diseño y por otra, la selección de problemas de diseño vinculados fuertemente a las necesidades, problemas y aspiraciones de la sociedad cubana actual, lo que al parecer, constituye un fuerte incentivo para la creación.

Al parecer, el modelo teórico asumido dentro de las asignaturas ha tenido efectos positivos sobre los resultados. La identificación de los problemas que deben resolverse en cada etapa, ordenados en niveles en que se presentan durante el proceso de diseño no puede por sí solo garantizar la calidad de los resultados, ya que dicho proceso no es lineal ni es susceptible de ser explicado totalmente [6], pero al menos ahora se dispone de una base metodológica que permite una mayor efectividad en la enseñanza y consecuentemente, mejores respuestas de los estudiantes.

El otro pilar sobre el cual descansa la nueva propuesta, que es el de concebir el diseño de interiores desde la arquitectura, con énfasis en los aspectos expresivos pero con una sólida base técnica y constructiva, tanto como sea posible dentro del marco académico, al parecer ha sido exitosa, a pesar de que los periodos lectivos son cortos, de catorce y siete semanas respectivamente.

Sin embargo, algunas cuestiones de naturaleza más compleja aun quedan pendientes por resolver, entre ellas, la exploración de un lenguaje más

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apegado a la identidad nacional, aprovechando que esa identidad está aún por actualizarse en el panorama actual, lo cual parece coherente y posible si se tiene en cuenta que los proyectos parten de un estudio de escala urbana en el cual realizan un diagnóstico bastante detallado y abarcador de la realidad para las zonas de la ciudad donde se insertan.

Para el curso que comienza se están realizando ciertos ajustes en cuanto a las relaciones entre las tres asignaturas de diseño y de éstas con las restantes, para que funcionen como un sistema bien equilibrado, algo que aun hoy, a veinte años de iniciado el precursor de esta generación de planes de estudios, ha sido una meta particularmente difícil de lograr.

ConclusionesA manera de conclusión, puede decirse que más allá de las deficiencias

que pudieran existir, esta aproximación al diseño del espacio interior desde la propia arquitectura (o arquitectura de interiores) en las dos variantes; en la modelación de un nuevo espacio y en la transformación de uno existente, a partir del enfoque metodológico expresado en el modelo teórico, ha arrojado resultados satisfactorios y es de esperar que los egresados de este nuevo plan estén mejor preparados para asumir las tareas del ejercicio profesional de la arquitectura y más aptos para establecer el fructífero intercambio con el resto de los profesionales que intervienen en ese complejo, efímero y altamente especializado mundo de los interiores.

ReconocimientosLos autores desean reconocer al resto del colectivo de profesores que

han impartido las asignaturas DAU VII y DAU VIII, los arquitectos Gabriela Peterssen Soffia, María Eugenia Fornés Varona, Universo García Lorenzo, Nury Bacallao Azcue, Carmen Pons y Reynaldo Garmendía Presmanes.

También agradecemos a nuestros estudiantes de los cursos 2010-2011 y 2011-2012, por su dedicación y creatividad.

Mabel Matamoros Tuma. Profesora Titular, Doctora en Ciencias Técnicas, Arquitecta. Departamento de Diseño. Directora de la revista Arquitectura y Urbanismo.

René Gutierrez Maidata. Profesor Auxiliar, Arquitecto. Grupo de Atención y Cooperación a Universidades, Dirección General de Proyectos de Arquitectura y Urbanismo. Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.