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la casa de la alegría. Quienes es- tán tristes encuentran en ella… la verdadera alegría”. Esta alegría ene su razón de ser, nos dirá, “en el saberse acogidos y ama- dos por Dios… un Dios que nos quiere mucho, nos ama y por ello está con nosotros, viene para ayudarnos, para robustecernos y seguir adelante. Gracias a su ayu- da podemos siempre comenzar de nuevo”. 4. En el Año Jubilar Tere- siano que estamos celebrando bien podríamos tener presente también el espíritu de los Monas- terios de Carmelitas para la pre- paración de la próxima Navidad. Para ellos, las cuatro semanas del Adviento son espera de la “Pascua del Señor”, en expresión de Santa Teresa, espera del naci- miento de Jesús en solidaridad con la Virgen y san José. Este empo en los Carme- los reviste un carácter ascéco y penitencial, aunque menos que en Cuaresma. El Adviento conclu- ye, desde empos de la Santa, con una exaltación fesva y gozo- sa, en vísperas de la Navidad, dramazando la prácca de las “posadas”: La Virgen y San José, que llegan a Belén pidiendo asilo. Como leemos en las an7fo- nas de este empo litúrgico la Iglesia por el Espíritu Santo nos invita a salir, con corazón limpio a recibir “el Rey que viene, al Se- ñor que se acerca”. Con Santa María de la Esperanza le pedi- mos: “Ven Señor, no tardes”. Con mi saludo alegre en el Señor. + Ramón del Hoyo López + Ramón del Hoyo López + Ramón del Hoyo López + Ramón del Hoyo López Obispo de Jaén Obispo de Jaén Obispo de Jaén Obispo de Jaén Martes 2: Martes 2: Martes 2: Martes 2: No hay misa Miércoles 3 Miércoles 3 Miércoles 3 Miércoles 3: : : : 19h: Exposición del Santísimo 20h: Misa Jueves 4 Jueves 4 Jueves 4 Jueves 4: : : 18h: Estudio del Evangelio 20h: Misa 20:30h: Grupo de matrimonios Viernes 5: Viernes 5: Viernes 5: Viernes 5: 17h: Oración a la Inmaculada de todos los niños de catequesis 20h: Misa Sábado 6: Sábado 6: Sábado 6: Sábado 6: 20h: Misa Domingo 7: Domingo 7: Domingo 7: Domingo 7: Domingo II Adviento Domingo II Adviento Domingo II Adviento Domingo II Adviento 11’30h: Misa 17’30h: Comienzo de la Vigilia de la Inma- culada para adolescentes y jóvenes en Con- solación 21h: Misa final de la Vigilia en nuestra 21h: Misa final de la Vigilia en nuestra 21h: Misa final de la Vigilia en nuestra 21h: Misa final de la Vigilia en nuestra Parroquia Parroquia Parroquia Parroquia 2ª Lectura ǀ 1 Corintios (1, 3-9) Hermanos: La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi Acción de Gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cris- to Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado, el tesmonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la ma- nifestación de nuestro Señor Jesu- cristo. El os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de que acusaros en el tribunal de Jesucris- to, Señor Nuestro. Dios os llamó a parcipar en la vida de su Hijo, Je- sucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel! Evangelio ǀ Marcos (13, 33-37) En aquel empo, dijo Jesús a sus discípulos: Mirad, vigilad: pues no sabéis cuan- do es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejo su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperada- mente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad! 1ª Lectura ǀ Isaías (63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7) Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es "Nuestro redentor". Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélve- te, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, de- rriendo los montes con tu presencia! Bajaste, y los montes se derrieron con tu presencia. Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de , que hiciera tanto por el que espera en el. Sales al encuentro del que pracca la juscia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y no- sotros fracasamos: aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nues- tra juscia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invoca- ba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Se- ñor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero; somos todos obra de tu mano. (Salmo 79) R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve Rema mar adentro Rema mar adentro Rema mar adentro Rema mar adentro Hoja Parroquial Parroquia El Salvador (Alcalá la Real) parroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected] parroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected] parroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected] parroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected] Nº 100 30 noviembre 2014 DOMINGO I ADVIENTO (Ciclo B)

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la casa de la alegría. Quienes es-tán tristes encuentran en ella… la verdadera alegría”. Esta alegría �ene su razón de ser, nos dirá, “en el saberse acogidos y ama-dos por Dios… un Dios que nos quiere mucho, nos ama y por ello está con nosotros, viene para ayudarnos, para robustecernos y seguir adelante. Gracias a su ayu-da podemos siempre comenzar de nuevo”.

4. En el Año Jubilar Tere-siano que estamos celebrando bien podríamos tener presente también el espíritu de los Monas-terios de Carmelitas para la pre-paración de la próxima Navidad. Para ellos, las cuatro semanas del Adviento son espera de la “Pascua del Señor”, en expresión de Santa Teresa, espera del naci-miento de Jesús en solidaridad con la Virgen y san José.

Este �empo en los Carme-los reviste un carácter ascé�co y penitencial, aunque menos que en Cuaresma. El Adviento conclu-ye, desde �empos de la Santa, con una exaltación fes�va y gozo-sa, en vísperas de la Navidad, drama�zando la prác�ca de las “posadas”: La Virgen y San José, que llegan a Belén pidiendo asilo.

Como leemos en las an7fo-nas de este �empo litúrgico la Iglesia por el Espíritu Santo nos invita a salir, con corazón limpio a recibir “el Rey que viene, al Se-ñor que se acerca”. Con Santa María de la Esperanza le pedi-mos: “Ven Señor, no tardes”.

Con mi saludo alegre en el Señor.

+ Ramón del Hoyo López+ Ramón del Hoyo López+ Ramón del Hoyo López+ Ramón del Hoyo López Obispo de JaénObispo de JaénObispo de JaénObispo de Jaén

◘Martes 2:Martes 2:Martes 2:Martes 2: • No hay misa

◘Miércoles 3Miércoles 3Miércoles 3Miércoles 3: : : : • 19h: Exposición del Santísimo • 20h: Misa

◘Jueves 4Jueves 4Jueves 4Jueves 4:::: • 18h: Estudio del Evangelio • 20h: Misa • 20:30h: Grupo de matrimonios

◘Viernes 5:Viernes 5:Viernes 5:Viernes 5: • 17h: Oración a la Inmaculada de todos los niños de catequesis

• 20h: Misa ◘Sábado 6: Sábado 6: Sábado 6: Sábado 6: • 20h: Misa

◘Domingo 7:Domingo 7:Domingo 7:Domingo 7: Domingo II AdvientoDomingo II AdvientoDomingo II AdvientoDomingo II Adviento • 11’30h: Misa • 17’30h: Comienzo de la Vigilia de la Inma-culada para adolescentes y jóvenes en Con-solación

• 21h: Misa final de la Vigilia en nuestra 21h: Misa final de la Vigilia en nuestra 21h: Misa final de la Vigilia en nuestra 21h: Misa final de la Vigilia en nuestra ParroquiaParroquiaParroquiaParroquia

2ª Lectura ǀ 1 Corintios (1, 3-9) Hermanos: La gracia y la paz de

parte de Dios, nuestro Padre, y del

Señor Jesucristo sean con vosotros.

En mi Acción de Gracias a Dios os

tengo siempre presentes, por la

gracia que Dios os ha dado en Cris-

to Jesús. Pues por él habéis sido

enriquecidos en todo: en el hablar y

en el saber; porque en vosotros se

ha probado, el tes�monio de Cristo.

De hecho, no carecéis de ningún

don, vosotros que aguardáis la ma-

nifestación de nuestro Señor Jesu-

cristo. El os mantendrá firmes hasta

el final, para que no tengan de que

acusaros en el tribunal de Jesucris-

to, Señor Nuestro. Dios os llamó a

par�cipar en la vida de su Hijo, Je-

sucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!

Evangelio ǀ Marcos (13, 33-37) En aquel �empo, dijo Jesús a sus discípulos: Mirad, vigilad: pues no sabéis cuan-

do es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejo su casa, y

dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad

entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a

medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperada-

mente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos:

¡Velad!

1ª Lectura ǀ Isaías (63, 16b-17. 19b; 64,

2b-7) Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de

siempre es "Nuestro redentor". Señor, ¿por

qué nos extravías de tus caminos y endureces

nuestro corazón para que no te tema? Vuélve-

te, por amor a tus siervos y a las tribus de tu

heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, de-

rri�endo los montes con tu presencia! Bajaste,

y los montes se derri�eron con tu presencia.

Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de �,

que hiciera tanto por el que espera en el. Sales

al encuentro del que prac�ca la jus�cia y se

acuerda de tus caminos. Estabas airado, y no-

sotros fracasamos: aparta nuestras culpas, y

seremos salvos. Todos éramos impuros, nues-

tra jus�cia era un paño manchado; todos nos

marchitábamos como follaje, nuestras culpas

nos arrebataban como el viento. Nadie invoca-

ba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a �;

pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas

en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Se-

ñor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y

tú el alfarero; somos todos obra de tu mano. (Salmo 79)

R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu

rostro y nos salve

Rema mar adentroRema mar adentroRema mar adentroRema mar adentro Hoja Parroquial

Parroquia El Salvador (Alcalá la Real) parroquiaelsalvador.alcalalareal parroquiasalvadoralcala@gmail.comparroquiaelsalvador.alcalalareal parroquiasalvadoralcala@gmail.comparroquiaelsalvador.alcalalareal parroquiasalvadoralcala@gmail.comparroquiaelsalvador.alcalalareal [email protected]

Nº 100 30 noviembre 2014 DOMINGO I ADVIENTO (Ciclo B)

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UNA IGLESIA DESPIERTAUNA IGLESIA DESPIERTAUNA IGLESIA DESPIERTAUNA IGLESIA DESPIERTA

Las primeras generaciones cristianas vivieron obsesiona-das por la pronta venida de Jesús. El resucitado no podía tar-dar. Vivían tan atraídos por él que querían encontrarse de nuevo cuanto antes. Los problemas empezaron cuando vie-ron que el tiempo pasaba y la venida del Señor se demoraba.

Pronto se dieron cuenta de que esta tardanza encerraba un peligro mortal. Se podía apagar el primer ardor. Con el tiempo, aquellas pequeñas comunidades podían caer poco a poco en la indiferencia y el olvido. Les preocupaba una cosa: «'e, al llegar, Cristo no nos encuentre dormidos».

La vigilancia se convirtió en la palabra clave. Los evange-lios la repiten constantemente: «vigilad», «estad alerta», «vivid despiertos». Según Marcos, la orden de Jesús no es sólo para los discípulos que le están escuchando. «Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: Velad». No es una llamada más. La orden es para todos sus seguidores de todos los tiempos.

Han pasado veinte siglos de cristianismo. ¿'é ha sido de esta orden de Jesús? ¿Cómo vivimos los cristianos de hoy? ¿Seguimos despiertos? ¿Se mantiene viva nuestra fe o se ha ido apagando en la indiferencia y la mediocridad?

¿No vemos que la Iglesia necesita un corazón nuevo? ¿No sentimos la necesidad de sacudirnos la apatía y el autoenga-ño? ¿No vamos a despertar lo mejor que hay en la Iglesia? ¿No vamos a reavivar esa fe humilde y limpia de tantos cre-yentes sencillos?

¿No hemos de recuperar el rostro vivo de Jesús, que atrae, llama, interpela y despierta? ¿Cómo podemos seguir hablando, escribiendo y discutiendo tanto de Cristo, sin que su persona nos enamore y trasforme un poco más? ¿No nos damos cuenta de que una Iglesia «dormida» a la que Jesu-cristo no seduce ni toca el corazón, es una Iglesia sin futuro, que se irá apagando y envejeciendo por falta de vida?

¿No sentimos la necesidad de despertar e intensificar nuestra relación con él? ¿'ién como él puede despertar nuestro cristianismo de la inmovilidad, de la inercia, del peso del pasado, de la falta de creatividad? ¿'ién podrá conta-giarnos su alegría? ¿'ién nos dará su fuerza creadora y su vitalidad?

Jose A. Pagola

Para la revisión de vidaPara la revisión de vidaPara la revisión de vidaPara la revisión de vida Invitados por la Palabra a

reflexionar sobre la espera ade-cuada de un Cristo al que no te-nemos todavía plenamente, en este Adviento podemos pregun-tarnos:

a) ¿Qué significa en el fondo decir que Cristo volverá algún día? ¿Qué escuchamos a nuestro alrededor; temores, supersticio-nes, o deseo de trabajar profun-damente por su retorno final?

b) ¿En qué nos hemos adorme-cido en nuestras responsabilida-des familiares, comunitarias, so-ciales? ¿Hay algo que nos distrae de la tensión con que hemos de ser responsables cada día?

c) El Adviento ¿Nos hace cons-cientes de que aún no poseemos a Dios?, ¿o estamos llenos de satisfacciones por lo buen cris-tiano que somos, de modo que ya no esperamos crecer como hijos de Dios?

CARTA PASTORAL: ADVIENTO 2014

Queridos fieles diocesanos: 1. En la celebración vesper�na del próximo día

29, sábado, comenzamos un nuevo Año Litúrgico con el �empo del Adviento. Se inicia también, en la misma fecha, el Año de la Vida Consagrada.

Centrándose en lo primero, la liturgia del Adviento nos invi-tará, durante las primeras semanas camino de la Navidad, a des-pertar del sueño de la ru�na y mediocridad, a abandonar la tris-teza y el desaliento y alegrar nuestro corazón porque “el Señor está cerca”.

Es �empo favorable para redescubrir una esperanza no ilu-soria sino cierta y siempre nueva por estar fundada en Jesucristo, Dios hecho hombre, roca de nuestra salvación.

Bien podemos hacer nuestra, durante este �empo, la invi-tación del Apóstol san Pablo en su carta a los Tesalonicenses (1Ts 5, 23): preparar la venida de Nuestro Señor Jesucristo, conser-vándonos sin mancha, con la gracia de Dios.

2. El Papa Benedicto XVI, en una homilía de las Vísperas de Adviento, explicó el significado de este término, con el siguiente alcance: “Con la palabra Adventus se quiere decir substancial-mente que Dios está aquí. No se ha re�rado del mundo, no nos ha dejado solos. Aunque no podamos verlo, tocarlo, como suce-de con las realidades sensibles, él está aquí y viene a visitarnos de múl�ples maneras. Por tanto, el significado de la expresión… comprende también el de “visita�o”, en este caso visita de Dios: él entra en nuestra vida y quiere dirigirse a mí”.

Esta visita de Dios, comentó seguidamente, nos obliga a dedicarle �empo, también a nosotros mismos, porque nos deja-mos absorber por el “hacer”, si no nos centramos. Ello exigirá en nosotros silencio, para captar su presencia; para contemplar los acontecimientos de cada día como gestos que Dios nos dirige, y como significados de su atención por nosotros; para vivir con esperanza; para contemplar la historia de nuestra vida como “Kairós”, esto es, como ocasión propicia y nueva para nuestra salvación.

3. El Papa Francisco, al hablarnos del Adviento, insiste asi-mismo en hacer este camino del Pueblo de Dios con Jesucristo. “Este camino, nos dirá, no acaba nunca… es necesario renovar siempre el horizonte común hacia el cual estamos encaminados: el horizonte de la esperanza”. Nos pone como modelo en este camino a la Virgen María, porque “en su seno, la esperanza de Dios se hizo carne, se hizo hombre, se hizo historia: Jesucristo”.

El Santo Padre insiste finalmente, de forma especial, en la alegría del Adviento “porque el Señor está cerca. La Navidad está cercana… y la Iglesia no es un refugio de gente triste, la Iglesia es

Para la revisión de vidaPara la revisión de vidaPara la revisión de vidaPara la revisión de vida Invitados por la Palabra a

reflexionar sobre la espera ade-cuada de un Cristo al que no te-nemos todavía plenamente, en este Adviento podemos pregun-

a) ¿Qué significa en el fondo decir que Cristo volverá algún día? ¿Qué escuchamos a nuestro alrededor; temores, supersticio-nes, o deseo de trabajar profun-damente por su retorno final?

b) ¿En qué nos hemos adorme-cido en nuestras responsabilida-des familiares, comunitarias, so-ciales? ¿Hay algo que nos distrae de la tensión con que hemos de ser responsables cada día?

c) El Adviento ¿Nos hace cons-cientes de que aún no poseemos a Dios?, ¿o estamos llenos de satisfacciones por lo buen cris-tiano que somos, de modo que ya no esperamos crecer como