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Selección de Lírica Griega Profesor Camilo Rossel La presente selección incluye algunos de los fragmentos conservados de Arquíloco, Semónides, Safo y Anacreonte. El criterio de discriminación considera aquellos trozos, de entre los mejor conservados, que poseen ciertos elementos interesantes y novedosos para el desarrollo de la literatura griega así como ideas importantes para el objetivo de la clase. Aquíloco de Paros (siglo VII, 648 a.c. aprox.) [Traducción Héctor García Cataldo 1 ] 5 Con mi escudo, alguno de los tracios se vanagloria, el cual, junto a un matorral, arma intachable, abandoné no queriendo hacerlo, pero yo me salvé. ¿Qué me importa el escudo aquel? ¡Que se vaya al diablo! De nuevo me compraré otro no peor. ................................... 28 Corazón, corazón, por dolores inaguantables perturbado, ¡levántate! y de los mal intencionados protégete ofreciéndoles de frente el pecho, colocándote con firmeza cerca de las insidias de los enemigos: y aun venciendo no te exaltes exageradamente ni siendo vencido llores desplomándote en casa, sino que, con las cosas alegres, alégrate y con las cosas malas, entristécete no demasiado: date cuenta que el ritmo es dueño de los hombres ......................................... 196a [Traducción Emilio Suárez de la Torre 2 ] «... absteniéndote por completo; pero igual [atrevimiento...] Así que si estás apurado y te acucia tu pasión, hay en nuestra casa una que ahora siente gran deseo ... hermosa doncella tierna. Y creo yo que ella posee una belleza intachable. 1 García, Héctor, Poesía Lírica Griega Arcaica del Siglo VII a.c. Antología de Fragmentos de Arquíloco a Anacreonte, Centro de estudios Griegos, Bizantinos y Neohelénicos, Universidad de Chile, Santiago, Chile. 2 Varios Autores, Yambógrafos griegos. Traducción, introducción y notas de Emilio Suárez de la Torre. Madrid: Gredos. 2002.

Selección de Lírica Griega

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Selección realizada por Camilo Rossel

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  • Seleccin de Lrica Griega

    Profesor Camilo Rossel

    La presente seleccin incluye algunos de los fragmentos conservados de Arquloco,Semnides, Safo y Anacreonte. El criterio de discriminacin considera aquellos trozos, deentre los mejor conservados, que poseen ciertos elementos interesantes y novedosos para eldesarrollo de la literatura griega as como ideas importantes para el objetivo de la clase.

    Aquloco de Paros (siglo VII, 648 a.c. aprox.)[Traduccin Hctor Garca Cataldo1]

    5Con mi escudo, alguno de los tracios se vanagloria,el cual, junto a un matorral,arma intachable, abandon no queriendo hacerlo,pero yo me salv. Qu me importa el escudo aquel?Que se vaya al diablo! De nuevo me comprar otro no peor.

    ...................................

    28Corazn, corazn, por dolores inaguantables perturbado,levntate! y de los mal intencionados protgete ofrecindoles de frenteel pecho, colocndote con firmeza cerca de las insidiasde los enemigos: y aun venciendo no te exaltes exageradamenteni siendo vencido llores desplomndote en casa,sino que, con las cosas alegres, algrate y con las cosas malas, entristceteno demasiado: date cuenta que el ritmo es dueo de los hombres

    .........................................

    196a[Traduccin Emilio Surez de la Torre2]

    ... abstenindote por completo; pero igual [atrevimiento...]As que si ests apurado y te acucia tu pasin,hay en nuestra casa unaque ahora siente gran deseo ...hermosa doncella tierna. Y creo yo que ella poseeuna belleza intachable.

    1 Garca, Hctor, Poesa Lrica Griega Arcaica del Siglo VII a.c. Antologa de Fragmentos de Arquloco a Anacreonte, Centro de estudios Griegos, Bizantinos y Neohelnicos, Universidad de Chile, Santiago, Chile.2Varios Autores, Yambgrafos griegos. Traduccin, introduccin y notas de Emilio Surez de la Torre. Madrid: Gredos. 2002.

  • Haz que ella sea tu amiga...Tales fueron sus razones y as yo le replicaba m :Hija que eres de Anfmedo,la noble y [prudente] mujera quien ahora en su seno acoge la tierra lbrega!Delicias de la diosa hay muchaspara los hombres jvenes,aparte del divino asunto. Cualquiera de ellas bastar;pero eso con calma,cuando se tome negrot y yo con ayuda de un dios lo decidiremos.Obedecer segn me mandas.Mucho [ansio penetrar?]...al pie del cercado y bajo... de sus puertas.No tengas ningn reparo, amiga;me detendr al llegar a tu jardn,donde crece la hierba. Ahora date cuenta bien de esto: !A Neobulaque otro hombre la posea Ay, ay! pasada est, te dobla la edad,y su flor de juventud se ha echado a perdery el encanto que antes posea,pues hartazgo [nunca tiene.]Ya ha mostrado la medida de su [lozana] esa enloquecida mujer.Aprtamela a los cuervos! Que eso no que yo, con una mujer de esa calaa,no vaya a ser el hazmerrer de los vecinos;con mucho a ti te prefiero,pues t no eres infiel ni tienes doblez,mientras que ella es mucho ms tornadizay a muchos hace amigos suyos;tengo miedo de engendrar hijos ciegos y prematurospor su afn acuciado,tal como hacen las perras.Tales fueron mis razones; y tom a la joveny la hice echarse entre esplendorosas flores.La cubr con mi suave mantomientras rodeaba su cuello con mis brazos,agitada de temor cual cervatillo ,y puse mis manos con dulzura sobre sus pechos,[por donde] dej ver la frescura de su piel,hechizo de su juventud,y abrazando su hermoso cuerpo,expuls mi blanco vigor, al tiempo que rozaba su rubio [ca-[bello]

  • Semnides de Amorgo (siglo VII, 630 a.c. aprox.)[Traduccin Hctor Garca Cataldo]

    Una cosa, la ms hermosa, dijo el hombre de Quos3cual es la naturaleza de las hojas, tal es tambin la de los hombres.Pocos de los mortales en sus odos, recibindola,la guardaron dentro de sus pechos: pues, la esperanza que nace en el corazn de los muchachos est presente en cada uno de los hombres.Durante el tiempo que un mortal tenga la flor tan amada de la juventud,y teniendo el espritu libre de cuidados, piensa muchas cosas irrealizables,en efecto, no tiene la esperanza que va a envejecer ni que va a moriry mientras est bien de salud, no tiene preocupacin, no sabenque el tiempo de la juventud y de la vida es brevepara los mortales. Pero t, conociendo estas cosas respecto al trmino de la vida,s audaz, complaciendo a tu alma de cosas buenas.

    Safo de Mitilene (siglo VI, 590 a.c. aprox.)[Traduccin Camilo Rossel]

    1

    Inmortal Afrodita, de trono multicolor,

    Hija de Zeus, urdidora de engaos, te suplico

    Ni a tormentos ni a angustias me sometas,

    4 Seora, el corazn.

    Sino ven aqu, si alguna vez en otro tiempo,

    Percibiendo mi voz a la distancia

    Oas y abandonando la paternal residencia

    8 Dorada, viniste

    Apenas uncido el carro: hermosos, te llevaban

    Veloces gorriones en torno de la tierra negra

    Haciendo girar sus tupidas alas, por el medio

    3 Con esta expresin se refiere a Homero, atribuyndole como patria Quos. El verso al que hace alusin es Iliada VI, 146.

  • 12 Del cielo estival

    Inmediatamente llegaron y t, oh bienaventurada,

    Sonriente, con inmortal rostro

    Preguntabas por qu de nuevo estaba sufriendo,

    16 Por qu otra vez te llamo,

    Y qu, principalmente, quiero que se realice,

    Alocado corazn: A quin debo, nuevamente, persuadir

    Y conducir hacia tu amor? Quin, oh Safo,

    20 Te hace dao?

    Y, pues, si hoy huye, pronto perseguir,

    Si no acepta regalos, en cambio los dar,

    Si no ama, pronto amar,

    24 Aunque ella no quiera.

    Ven a m tambin ahora, librame

    De violentas angustias, y cuantas cosas, realizrmelas,

    Mi corazn desea, realzalas, y t misma

    28 S mi aliada.

    16

    Unos, un ejrcito de jinetes; otros, de infantes

    Y otros, de naves, dicen que, sobre la negra tierra,

    Es lo ms bello; yo, por otra parte, [digo que es]

    4 Aquello que se ama

    Absolutamente fcil es hacerles comprensible

    A todos esto, pues a quien mucho le importaba

    La belleza de los hombres, Helena, al varn,

    8 Al mejor entre todos

  • Dej tras s marchndose a Troya navegando

    Y ni de su hija ni de sus queridos padres

    De ninguna manera se acord, si no que la sedujo

    12 [ ]

    [ ] flexible pues[ ]

    [ ] leve [ ]

    Y ahora de Anaktoria me hizo acordar

    16 Sin estar ella presente

    Deseara ver su sensual paso

    Y el resplandor luminoso de su rostro

    Ms que los carros lidios y armados

    20 Los infantes

    31

    Me parece aquel igual a un dios

    El hombre que frente a ti

    Est sentado y cerca, mientras hablas dulcemente,

    4 Escucha

    Y res de modo deseable, lo cual, ciertamente,

    A mi corazn dentro de mi pecho, apasion

    Pues apenas te veo, hablar

    8 No me es posible

    Ya que mi lengua se hace trizas y un sutil

    Fuego, en seguida, corre bajo mi piel

    Con los ojos nada veo

    12 Me zumban los odos

  • Un sudor fro se derrama en m, un temblor

    Me coge toda, ms verde que la hierba

    Estoy, poco para estar muerta me falta

    16 Me parece

    55

    Una vez que hayas muerto [abandonada] yacers, ni jams recuerdo tuyo

    Habr en lo sucesivo pues no participas de las rosas

    De Pieria, sino que invisible hasta en el Hades

    4 Vagars entre sombros muertos revoloteando

    52 Bergk

    Se han ocultado la luna

    Y las Plyades, es mitad

    De la noche, la hora pasa junto a m y se marcha

    4 Y yo duermo sola

    Anacreonte de Teos (siglo VI, 563-478 a.c.)[Traduccin Camilo Rossel]

    Dichosa te llamamos, oh cigarra, porque sobre la copa de los rbolesy habiendo bebido un poco de roco,cantas como un rey.Pues, tuyas son todas las cosas nuevascuantas ves en los camposy cuantas los bosques producen.Eres t el amor de los campesinospues, de entre algo, nada daas.Eres honrada por los mortales,dulce profeta del verano.Te aman a ti las Musas,te ama el mismo Febo,pues te adorn con un melodioso cantar.La vejez bien te conserva.Sabia, hija de la tierra, amante del canto.

  • Impasible, cuerpo libre de sangre4,Casi eres, a los dioses, semejante.

    4 Para la medicina griega la mortalidad era a raz de que la sangre se escapaba del cuerpo, por consiguiente, uncuerpo libre de sangre es un cuerpo inmortal