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MONOGRAFIA
“Banco de La Nación Argentina”
Profesora: Alicia Barba
Alumnos:
Homolicsan Eugenia
Morales Florencia
Curso: 5toB
Índice:
Introducción………………………………………………………….. página 3
Biografía Carlos Pellegrini………………………………………. página 5 Historia del Banco de La Nación Argentina…………… página 5
Crisis económica…………………………………………………….. página 6 Consecuencias de la crisis………………………………………. página 9
Historia del edificio del Banco de La Nación…………… Página 10 Moneda Argentina………………………………………….......... página 12
Cambios de la Moneda…………………………………………….. página 12 Imágenes…………………………………………………………………. Página 14
Conclusión……………………………………………………………….. página 17
Introducción.
A lo largo de esta monografía vamos a tratar el tema Banco de la
Nación Argentina, tanto desde los comienzos de su historia como del edificio y su arquitectura. También hablaremos sobre las distintas
monedas que tuvo nuestro país y su historia.
Banco de La Nación Argentina.
El Banco de la Nación Argentina fue fundado en 1891 por iniciativa
del presidente Carlos Pellegrini, como un medio para resolver los
embates de una devastadora crisis económica que afectaba, en especial, al sistema bancario existente en ese momento.
De capital enteramente estatal, en pocos años abarcó en su giro a toda la geografía nacional y se convirtió en el mayor banco
comercial argentino. Su objetivo principal es el de ejecutar la
función de agente financiero del Gobierno Federal y, como tal, recibe depósitos oficiales y realiza pagos por cuenta y orden de
la Nación.
Durante toda la centuria participó activamente en los
principales acontecimientos de la vida económica del país.
Tuvo una actitud descollante en la asistencia al sector rural, a tal punto que contribuyó decisivamente a que la República
Argentina se convirtiera en una potencia mundial en el segmento de los agronegocios.
Otra prioridad del Banco ha sido la atención de las pequeñas
y medianas empresas, como así también a las parcelas de la población menos favorecidas que cuentan con sus servicios,
inclusive en las localidades alejadas de los grandes centros y de escasa relevancia económica.
A la par de esos compromisos y a tono con las innovaciones
que se fueron produciendo en las últimas décadas en la operatoria bancaria, la entidad ha diversificado sus líneas de actuación para
ingresar en nuevos segmentos del mercado, especialmente en áreas no tradicionales, cambiando su manejo hacia prácticas más asociadas
con el mismo, en armonía con las tendencias globales.
Sensible a los cambios que se fueron produciendo en las relaciones económicas entre las naciones, el Banco proyectó su quehacer más
allá de las fronteras y luego de habilitar sucursales en los países hermanos de América Latina (Bolivia, Brasil, Chile, Panamá, Paraguay
y Uruguay) se hizo presente en los centros financieros de mayor nivel internacional (Estados Unidos de América, Reino Unido, Francia,
España y Japón).
La solidez y confiabilidad que alcanzó en la opinión pública, de la que
es testimonio la reciente elección por una importante encuestadora como la marca del siglo en el sector a nivel nacional, constituyen
valiosos atributos que le garantizan una participación destacada en la
actividad bancaria argentina.
Carlos Pellegrini.
Carlos Enrique José Pellegrini (Ciudad de Buenos Aires, 11 de
octubre de 1846 - 17 de julio de 1906) fue un abogado, periodista, traductor público y político argentino que desempeñó en varias
oportunidades la legislatura Nacional, el Ministerio de Guerra y Marina y fue electo Vicepresidente de Argentina en el año 1886. Fue
el décimo primer Presidente de la Nación Argentina por ser el vicepresidente en ejercicio en1890, hasta finalizarla en 1892, como
consecuencia de los sucesos conocidos como Revolución del Parque,
que llevaron a que el entonces Presidente de la Nación Argentina, Miguel Ángel Juárez Celman, renunciara a su cargo.
Durante su escasa gestión de veintiséis meses sacó al país de una grave crisis, fundamentalmente económica, al sanear las finanzas y
fundar el Banco de la Nación Argentina. Tales medidas dieron lugar a
una economía muy próspera en los años inmediatamente posteriores y por tal motivo fue conocido como "el piloto de tormentas".
Además de su reconocida obra gubernamental, se lo recuerda por haber sido adverso a cualquier medio anticonstitucional, habiéndose
destacado por haber levantado la censura y el estado de sitio que
regía desde el gobierno de Juárez Celman. Tuvo una visión avanzada para del país, siendo el primer político con ideas industriales en la
Argentina, en la época en que el negocio del país era exclusivamente la exportación de materias primas y la importación de productos
manufacturados. Fue el hombre de mayor confianza que tenía Julio Argentino Roca, ambos políticos fueron los que trazaron el destino de
llamada generación del 80. Sin embargo esa fuerte unión se rompió cuando Carlos Pellegrini se alejó de Roca (pocos años antes de
morir), para reclamar una reforma electoral libre.
Historia del Banco de la Nación Argentina.
Finalizada la Revolución de 1890, entraron en quiebra numerosos
establecimientos de crédito, entre los cuales se contaban el Banco de la Provincia y el Banco Nacional. En este contexto surge la figura del
Presidente Carlos Pellegrini, quien en 1891 funda el Banco de la Nación Argentina. Esta decisión debió soportar las críticas más
agudas pero con el correr del tiempo se afianzó a su certeza. Su casa central está ubicada frente a la Plaza de Mayo en un majestuoso
edificio, obra del arquitecto Alejandro Bustillo, inaugurado el 21 de
julio de 1994. El Banco Nacional naufragó con la crisis en 1890 y el flamante banco de Pellegrini compró el viejo edificio “a tranquera
cerrada”, esto es, con todo su mobiliario, incluidos los empleados.
Crisis económica. El Modelo agroexportador (1880-1930)
Cuando sucedió está crisis Argentina se encontraba en el modelo de
desarrollo económico agroexportador (1880-1930). Este se basaba en los grandes recursos agrícolas que cuenta el país, capitales externos
y en la gran inmigración que tuvo lugar en dicha época. Aunque las tierras fuesen un bien abundante, estas estaban bajo la propiedad de
unos pocos, sobre todo las tierras explotables, como dato indicativo
el 5% de los propietarios controlaba el 55% de las explotaciones agropecuarias en 1914. El poder estaba en manos de una oligarquía
propietaria de la tierra, que era altamente corrupta y que fomentaba el fraude electoral.
También es una época donde el endeudamiento, muchas veces con fines especulativos, crece sin control, siendo una de sus principales
funciones la financiación del gasto de ciertos sectores privilegiados y la fuga de capitales. Por tanto, hay una gran dependencia del capital
externo, problema que seguirá latente durante mucho tiempo, y a su vez existe un fuerte desinterés nacional siendo los intereses de la
nación irrelevantes.
Argentina, será dependiente del exterior y estará al servicio de este durante la mayor parte de su historia. Este hecho puede ser ilustrado
tomando una de las declaraciones del presidente Julio Argentino Roca
(1880-86, 1898-1904) en la cual decía que la Argentina “desde un punto de vista económico debía considerarse una parte integrante del
imperio británico”. También las políticas económicas que siempre fueron llevadas a cabo en el país respaldan está afirmación.
La ideología liberal predominante en esta época no trajo políticas de carácter social ni una redistribución de la renta. Las mejoras
económicas de las clases más desfavorecidas fueron producto del crecimiento económico inestable de este periodo. Tampoco trajeron
consigo un crecimiento económico sostenido y sostenible, por ejemplo, en 1890 Argentina sufrirá su primer default gracias a la
crisis desatada producto de la especulación, corrupción, el fuerte endeudamiento con Inglaterra y la fuga de capitales.
La dinámica de la crisis de 1890 fue la siguiente: • Especulación bursátil
• Privatizaciones desenfrenadas con guarnición de corrupción • Inflación
• Devaluación
• Corridas bancarias • Fuga de capitales
• Gran Endeudamiento externo, del 80 al 90 la deuda externa crecería de 83,5 millones de pesos a 670 millones.
• Enriquecimiento de unos pocos a costa del empobrecimiento de la
mayoría
• Pérdida de credibilidad de la clase política
Como ejemplo de lo anti democrático que era la política entonces,
Miguel Juárez Celman, presidente que llega al poder en 1886 mediante el fraude electoral, declara:
“No creo en el sufragio universal. Consultar al pueblo siempre es errar pues éste únicamente tiene opiniones turbias.”
La especulación bursátil que prolifero en aquel entonces ofreciendo
una rentabilidad mucho mayor a la que representaba la inversión e incluso el trabajo en la economía real, la corrupción que acompañaba
las privatizaciones, las crecientes importaciones que superaban con creces a las exportaciones (3 a 1 como mínimo), y el endeudamiento
descontrolado con Inglaterra sea para financiar el déficit comercial o en forma de inversión para la implementación del Ferrocarril, son los
factores determinantes a tener en cuenta en cómo se llego a la crisis de 1890.
¿Cómo?
En 1887 Celman permitió que los bancos pudiesen emitir billete de
curso legal con el respaldo de las reservas de oro que tenía el Estado.
No olvidemos que para entonces el Oro era la referencia tanto en el mercado de divisas como en el mercado comercial internacional.
Además, permitió que cualquier persona con un capital mínimo de 25000 pesos moneda nacional pudiese fundar un banco. Dejar la
política monetaria, es decir, la impresión de dinero a su libre albedrío sin control alguno y en manos privadas es, como la práctica lo ha
demostrado, un desastre inflacionario.
Por un lado, el sistema funcionaba de la siguiente manera, el banco imprimía, y le compraba la deuda al Gobierno, a cambio el Gobierno
le pagaba con billetes que estaban bajo la denominación de cada banco y que estaban respaldados por un cambio en oro. Luego los
Bancos cambiaban estos billetes creados por el Gobierno por oro y lo sacaban del país. Al abrir camino a este negocio la creación de
bancos empezó a proliferar, y dos años después estos empezaron a
sacar sus capitales del país. Ante la fuga de capitales que amenazaba el respaldo de la moneda nacional con el oro el Gobierno, y una
posible quiebra del sistema financiera de aquel entonces, implemento el Corralito del siglo XIX, limito la retirada de los ahorros
depositados.
Naturalmente, está medida trajo una importante inflación y devaluación, lo cual favorecía no sólo a los banqueros y a la actividad
especulativa, sino que también a los terratenientes de entonces,
quienes exportaban y al hacerlo cobraban en oro y a su vez pagaban en la moneda nacional a los trabajadores y proveedores. El Financial
Times de Londres lo explicaba de la siguiente manera:
Otro modo de hacer negocio que se incentivo en aquella época fue el
relacionado con el desarrollo del Ferrocarril y la inversión directa extranjera, en especial de Gran Bretaña. Es decir, se concedía al
sector privado los derechos de explotación, teniendo antes que invertir naturalmente, de líneas de tren. Para incentivar la entrada de
capital extranjero, el Gobierno garantizo una rentabilidad del 7%, lo cual significaba, que en caso de tener pérdidas los inversores
tendrían unas ganancias del 7%. Así el gobierno destruye una de las supuestas ventajas de la privatización, el esfuerzo del empresario por
tener beneficios, crecer, mejorar su servicios, ser eficiente, etc. No obstante, los empresarios extranjeros si obtuvieron beneficios pero
declaraban pérdidas para recibir el 7% del Estado. Además de esta irregularidad, también falto coherencia en otros aspectos, como la
creación de dos líneas distintas que hicieran prácticamente el mismo
recorrido, lo cual lleva a la competencia entre ellas, financiando el gobierno la rentabilidad de ambas. Hay que resaltar que de estas
concesiones con rentabilidad asegurada quienes también se beneficiaban de una manera importante e incluso fueron quienes la
hicieron posible, fueron los intermediarios, eran ellos, gente influyente de la clase privilegiada, quienes exigían concesiones con
una rentabilidad asegurada y luego la vendía en el exterior.
Consecuencias de la Crisis.
Carta de Miguel Cañé a Roque Sáenz Peña, fechada en París el 21 de
octubre de 1891:
Historia del edificio del Banco Nación.
La manzana ocupada por el edificio central del Banco Nación es una
de las más antiguas de Buenos Aires, ya que en la fundación de la ciudad en 1580, Juan de Garay reservó la mitad para sí mismo y la
otra para su hijo homónimo. En 1585 se construyó la primera capilla que tuvo Buenos Aires, antes de que en 1593 se asignara para
la Catedral su esquina actual en San Martín y Rivadavia. Luego de esto, y quizás como consecuencia del camposanto que tuvo esta
primera capilla, la manzana del actual Banco Nación fue conocida
durante siglos como el Hueco de las Ánimas, ya que era un gran terreno sin construir, aunque la Aduana funcionó allí fugazmente en
1603, y más tarde fue Seminario y luego Consulado.
Mientras la esquina de Rivadavia y 25 de Mayo continuaba siendo el
Hueco de las Ánimas, sobre la esquina de Reconquista
el Cabildo comenzó a construir en 1804 el Coliseo Estable de Comedias, cuya obra fue suspendida por las Invasiones Inglesas de
1806 y 1807, y luego de la muerte de su constructor Tomás Toribio quedó abandonada desde 1810 hasta 1832, cuando un incendio
destruyó el edificio inconcluso. Recién en 1855, comenzó en la esquina de Reconquista y Rivadavia la construcción del primer Teatro
Colón, uno de los primeros edificios monumentales en Buenos Aires, diseñado por el ingeniero Charles Pellegrini e inaugurado en 1857.
Esta sala de espectáculos donde se interpretaba ópera subsistió hasta el año 1888, en que el Estado Nacional impulsó una ley para construir
un nuevo Teatro Colón, y adquirió el viejo edificio de Plaza de Mayo para destinarlo al recién fundado Banco Nacional. Instalado en lo que
era la sala del ex-teatro, el banco operó en una época de euforia en la especulación financiera, que condujo inevitablemente a una
profunda crisis conocida como el Pánico de 1890, luego de la cual
entró en quiebra y debió ser refundado en 1891, con el nombre de Banco de la Nación Argentina.
Mientras, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires había construido su nueva sede sobre la ochava de 25 de Mayo y Rivadavia, y en el resto
de la manzana existían una serie de edificios en donde hasta
principios del siglo XX abundaban los prostíbulos que atendían tanto a los marineros que venían del puerto como a los empleados bancarios
de la City financiera. Completando la manzana hoy ocupada totalmente por el Banco Nación, sobre la esquina de Bartolomé Mitre
y Reconquista existía la casa matriz del Banco Británico de América del Sud, construida en el terreno donde en tiempos coloniales estaba
la casa de Juan Martín de Pueyrredón.
Una vez adquirido para el Banco Nacional, el viejo Teatro Colón fue
mínimamente reformado para sus nuevas funciones, pero se
colocaron conjuntos escultóricos sobre la cornisa de la fachada para
brindar una nueva imagen al edificio. Pero esta primera sede resultó insuficiente a medida que la institución crecía y se fortalecía luego de
la crisis, y progresivamente el Banco fue comprando los demás
edificios de la manzana y anexándolos al antiguo teatro, de tal forma que en 1910 tuvo la posibilidad de encargar al arquitecto Adolf
Büttner una remodelación total de las fachadas, que mediante una mansarda agregada buscó unificar las fachadas heterogéneas
bajo una imagen común. En 1916 la Bolsa de Comercio inauguraba su nueva sede en la Avenida Alem, y así la manzana completa iba
pasando al poder del Banco Nación, proceso que se concretó en 1925.
Así, en 1926 la institución tuvo una primera propuesta para la construcción de su definitiva casa central, un proyecto y concurso
trunco que avanzó lentamente y quedó en la nada. Recién diez años después la idea volvió a cobrar fuerza, en el período de fuerte
intervencionismo estatal de la presidencia de Agustín P. Justo, ya que el prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo comenzó a bosquejar
propuestas para el edificio hacia 1936.
Dos años más tarde, el Banco Nación formaba una Comisión Asesora Técnica presidida por Bustillo que revisó los planos ejecutados por la
Oficina de Arquitectura de la institución. Bustillo no tuvo un mero rol de consulta, si no que trabajó intensamente en el proyecto, que
denota su muy personal estilo, e incluso encargó la construcción de una maqueta en yeso para analizar las proporciones del proyecto y su
pretenciosa estructura.
A medida que la figura de Bustillo iba ganando peso en las decisiones proyectuales, el diseño del futuro edificio fue volviéndose una
cuestión personal, de tal forma que logró imponer sus puntos de vista e ideas al Directorio del Banco Nación. Dentro de ellas estuvo la
realización de la construcción por etapas. Luego de sorteadas las licitaciones y demoras burocráticas, el 17 de septiembre de 1940, una
vez demolida la antigua Bolsa de Comercio y demás edificios, el presidente del banco Jorge Santamaría colocó la piedra fundamental
de la nueva casa central, con una pala realizada enplata por la Casa Mappin & Webb.
La construcción fue de una escala inédita para la ciudad, tratándose
solo de la primera etapa de la obra, que englobaba el 60% del edificio, exceptuando el sector que daría a la calle Reconquista. Para
cerca de 100.000 m2 se dibujaron 1.500 planos y en la obra se utilizaron 480.000 kg. de hierro y bronce y se invirtieron m$n
2.500.000 en mármoles, granito y piedras traídas de Córdoba y San Luis, actuando un total de 128 empresas subcontratistas.
El 21 de julio de 1944 era inaugurada, durante la dictadura de
la Revolución del 43, la primera etapa del nuevo Banco de la Nación. El edificio ya ostentaba su imponente pórtico sobre la ochava de
Rivadavia y 25 de Mayo, y sus fachadas revestidas en piedra traída
de Balcarce, junto con su mansarda de bronce. Una vez terminado este sector solo faltaba el cuarto de manzana correspondiente a la
esquina de Rivadavia y Reconquista, donde antes había estado el primer Teatro Colón.
La segunda y última etapa de la obra fue paralizada durante los
siguientes años, hasta que fue encarada en 1950 durante la presidencia de Juan Domingo Perón, y aunque representaba el 40%
del edificio, demoró los siguientes cinco años, de tal forma que la casa central del Banco de la Nación estuvo terminada para 1955.
En 1966 quedó inaugurado en el primer piso el Museo Histórico y
Numismático, y en 1971 comenzó a funcionar en la planta baja la Galería de Arte “Alejandro Bustillo”. Por otra parte el Banco Nación
vivió su pionero proceso de instalación de computadoras entre 1964 y 1977, cuando comenzaron a operar, instaladas en el último piso.
Moneda Argentina.
El diputado Agrelo propuso el acuñamiento de la nueva moneda en el
Potosí, en oro y plata, con iguales valores que las circulantes, pero de diferentes diseños: eliminada la figura del rey, un lado tendría el sello
de la Asamblea con la inscripción “Provincias Unidas del Rio de la Plata” y el otro un sol con las palabras “En unión y libertad”. La
asamblea aprobó la iniciativa y la acuñación comenzó en momentos de triunfos de Belgrano en Salta, suspendiéndose poco después,
cuando nuevamente el Potosi estaba bajo dominio realista. Para sanear las deficitarias finanzas, se suscribió un empréstito de
quinientos mil pesos, que permitió proseguir con el equipamiento militar y naval. Se aprobaron otras iniciativas tendientes al fomento
de la agricultura, los saladeros, la minería y el comercio en general.
Cambios de la moneda.
El país tuvo cinco monedas, en una historia de cambios y quita de ceros. Recién en 1881 hubo una moneda nacional. Los billetes se
hicieron en el país a partir de 1951.En 200 años de historia, la Argentina tuvo muchos cambios económicos y varias devaluaciones.
Pero, curiosamente, solo cambio 5 veces de moneda de curso legal.
El primer signo monetario fue el Peso Moneda Nacional (m$n), creado
en 1881, durante la presidencia de Julio Argentino Roca, por la ley.
El fin fue crear una moneda común para todo el territorio y unificar el sistema monetario, hasta ese momento bastante caótico: circulaban
pesos fuertes, pesos corrientes, reales y hasta pesos bolivianos. Para poder emitir el primer signo monetario común a todo el país, se creó
en 1880 la Casa de la Moneda de la Nación, que fue la encargada de importar una tecnología moderna de origen francés que permitió
emitir en 1881 los primeros billetes impresos en el país. Desde
entonces, todas las emisiones monetarias se hacen a través de la Casa de la Moneda. Desde 1810 y hasta que se creó la Casa de la
Moneda, existían tres casas de moneda con un protagonismo regional destacado: en el noroeste del país, la provincia de La Rioja fue la
única que acuñó moneda de oro y de plata; en el centro, la provincia de Córdoba labró monedas de plata, y en el litoral ribereño, la
provincia de Buenos Aires innová la circulación de monedas de cobre. Los Pesos M/N tuvieron larga vida, ya que perduraron hasta 1969.
En 1881 el peso quedó establecido como la unidad monetaria de la
República Argentina (que circuló hasta el año 1970) y se creó la Casa de la Moneda de la Nación, lugar en donde se acuñaron los argentinos
de oro y los patacones de plata, en ambos casos con el escudo argentino en el adverso y la efigie de la libertad en el reverso. La
efigie fue diseñada por el artista francés Eugene Oudiné y se convirtió en un tema clásico en las monedas y forma parte, además, del
logotipo del Banco Central de este país.
Mediante la impresión de billetes con la alegoría del progreso quedó
sentada a unificación de la emisión monetaria. Las placas con las que
se realizaban estos billetes fueron traídos de Europa. Recién en el año 1951 se realizaron billetes de producción netamente nacional (el
billete con la alegoría de la Justicia Social). 1970 En este año queda establecida la unidad monetaria Peso Ley 18188 que equivalía a 100
pesos moneda nacional. En esta línea monetaria se emitió el billete de 1.000.000 pesos ley que es el billete de mayor valor nominal de la
historia de Argentina. 1985 Empezó a circular el Austral, que equivalía a 1.000 pesos argentinos. En este caso se diseñaron los
billetes con retratos de residentes argentinos en los anversos y la alegoría del progreso en los reversos.
En 1992 El Decreto Presidencial 2128 cambio nuevamente la
denominación del sistema monetario de este país, pasando a llamarse nuevamente Peso. El sistema rige hasta la actualidad.
Imágenes.
Billete de 2 pesos: Bartolomé Mitre. Reverso: Museo Mitre.
Billete de 5 pesos: José de San Martín. Reverso: Cerro de La Gloria.
Billete de 10 pesos: Manuel Belgrano. Reverso: Monumento a la
Bandera.
Billete de 20 pesos: Domingo Faustino Sarmiento. Reverso:
Plaza de Mayo. Billete de 100 pesos: Julio Argentino Roca. Reverso: Campaña
del Desierto.
Billete de 100 pesos nuevo: Eva Perón.
Carlos Pellegrini. Fundador del Banco de La Nación Argentina.
Banco de La Nación Argentina en sus orígenes.
Banco de La Nación Argentina en la actualidad.
Conclusión.
Nuestra conclusión personal luego de haber realizado esta monografía
sobre el Banco Nación, es la siguiente:
Creemos que nos sirvió mucho la visita guiada que realizamos con la escuela, ya que a la hora de realizar esta monografía teníamos casi
todos los conocimientos ya asentados. Nos explicaron a la perfección la crisis económica que sufrió nuestro país, la historia de la Moneda
Argentina y la edificación del Banco de La Nación año tras año.
Además luego de investigar para el armado de la monografía ambas coincidimos en que el Banco Nación es una de las entidades más
fuertes de toda La Argentina.
A lo largo de la historia, la economía en nuestro país varió muchísimo no solo con respecto a la moneda, sino también el sistema financiero
en general. El país pudo sobrepasar esta crisis que afectó principalmente al sistema bancario de la mano del presidente Carlos
Pellegrini. Otro problema que afectó muchísimo la economía de nuestro país fue la inflación y la devaluación del Peso, frente al Dólar.
Junto con la desnacionalización muchas de las empresas Argentinas y la Deuda Externa con Estados Unidos y Gran Bretaña, dos de las
potencias más grandes del mundo.
Además esta entidad bancaria, que es el Banco de La Nación supo adaptarse al sistema agroexportador de nuestro país y realizo todo
tipo de medidas que beneficiaron a nuestro país, un claro ejemplo, la creación del Banco, la cual ayudo económicamente a muchos sectores
del país alejados de la provincia.