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Esta reseña sobre el General Charles Warren y su actuación en la época de Jack el Destripador queda autorizada por el autor expresamente para su reproducción en el artículo sobre Charles Warren de la Wikipedia en español.
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Sir CHARLES
WARREN
El General Charles Warren
y Jack el Destripador
El General CHARLES WARREN
y JACK EL DESTRIPADOR
El General Charles Warren ocupó el más alto cargo de
la Policía Metropolitana británica desde marzo de 1886.
Presentó su dimisión el 9 de noviembre de 1888 (que
por curiosa coincidencia fue el día del asesinato de Mary
Jane Kelly), y el Secretario del Interior, Sir Henry
Matthews, la aceptó.
Constituyó el supremo jerarca policial británico durante
el período de los homicidios clásicamente atribuidos a
Jack el Destripador.
Los comentaristas que abordan la fase en que Sir
Charles asumió tan prominente jefatura ponen énfasis, con
frecuencia, en su reputación de profesional disciplinado,
rígido, e incluso cruel.
El domingo 13 de noviembre de 1887, siendo Jefe de
Policía, dispuso una violenta represión contra una marcha
de trabajadores, sindicalistas e intelectuales que se había
nucleado en la Plaza Trafalgar. De resultas de dicho
incidente, murió un manifestante, decenas resultaron
heridos y se arrestó a cientos. La prensa catalogó al suceso
con el mote de “Domingo Sangriento”.
“Domingo sangriento” litografía.
De su actividad militar se le recuerda, entre otras
intervenciones, por su dura eficacia al comandar fuerzas
inglesas en la segunda guerra Anglo-Boer, 1899-1902 (1)
Paul Begg destaca, en otro orden, sus ríspidas
relaciones con su antecesor en el puesto de Jefe de la
Policía Metropolitana, Sir James Monro.
El General precipitó la dimisión de su colega, y luego
pasó a ocupar el cargo de aquél; pero al renunciar a su vez,
el 9 de noviembre de 1888, fue sustituido tiempo más
tarde por el antes defenestrado Monro. (2)
Los ripperólogos, Colin Wilson y Robin Odell,
también aluden a estas malas relaciones entre ambos
jerarcas, y las califican de “odio” recíproco.
Incluso mencionan una teoría (que descartan por
extravagante) planteada en una carta dirigida desde
Australia, donde se acusó a James Monro de ser el
Destripador, y de haber cometido los crímenes con el
propósito de desprestigiar la labor de su superior hasta
provocar su renuncia. (3)
Sir James Monro, rival de Charles Warren.
Sucedido y sucesor como Jefe de la Policía Metropolitana.
Los mismos expertos se muestran negativos acerca del
accionar de Sir Charles y apuntan que: “…la policía
metropolitana sufría cierto desorden y decepción bajo el
mando de Warren…”. (4)
Otros autores llegan aún más lejos en sus críticas
ácidas. Patricia Cornwell, tilda la negativa del militar a
que se tomasen fotografías al grafito de la calle Goulston
como: “otra decisión estúpida”. (5)
En obras de ficción igualmente se tiende a ridiculizarlo
por adoptar aquella medida. Robert Bloch, en “La noche
del Destripador”, recrea la resistencia del Comandante
Henry Smith y de otros agentes de la City de Londres ante
la decisión autoritaria de Warren al ordenar quitar la
consigna escrita en la pared (6)
Los periódicos no proclives al gobierno le fueron
adversos. The Star, en su edición del sábado 13 de octubre
de 1888, aunque “no culpa a Warren con tanta severidad
como otros” (pues la pintada no era tan importante),
subraya que Sir Charles incurrió en “un error con sus
prisas metepatas y su imprudencia militar”. (7)
Jerarcas policiales contemporáneos lo fustigaron
abiertamente. Sir Henry Smith, jefe máximo de la Policía
de la Ciudad de Londres, en sus memorias publicadas en
1910 (From Constable to Commisioner), lo acusó de
obstruir las investigaciones. (8)
Sir Henry Smith
Jefe de Policía de la City de Londres
Sin embargo, hay especialistas que son más
benévolos.
Stewart Evans y Keith Skinner adjudican a Warren
buena intención cuando mandó borrar la pintada.
Consideran que fue una medida lógica, dadas las
circunstancias, y que estuvo correctamente fundamentada
en “evitar sentimientos antisemitas”. (9)
Otra peculiaridad de Charles Warren consistió en su
adhesión a la logia masónica. Actualmente tal pertenencia
está fuera de discusión y se la contempla como positiva.
Tal el caso del historiador Jasper Ridley, quien alaba al
General resaltando que fue un insigne Francmasón. (10)
Empero, la condición de masón de este jerarca fue
utilizada por el escritor Stephen Knigth, en “Jack the
Ripper. The final solution” (11) de manera muy diferente.
Knigth describe a Sir Charles implicado en un sórdido
complot (en calidad de encubridor) para eliminar a las
víctimas de Jack Destripador, en el marco de una trama
destinada a proteger a la monarquía y a los masones frente
al peligro de un escandaloso chantaje.
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REFERENCIAS
(1) Begg, Paul, Jack the Ripper, The definitive history,
editorial Pearson Education Limited, Londres, Inglaterra,
2005, p.72 (2) Jack the Ripper, The definitive history, pp. 88 y 89.
(3) Wilson, Colin y Odell, Robin, Jack el Destripador.
Recapitulación y veredicto, traducción de Cristina Pagés, editorial Planeta S.A, Barcelona, España, 1989, pp. 227 a
229
(4) Jack el Destripador. Recapitulación y veredicto, p. 67. (5) Cornwell, Patricia, Retrato de un asesino. Jack el
Destripador. Caso Cerrado, traducción María Eugenia
Ciocchini, Ediciones B, grupo Z, Barcelona, España, 2003, p. 259.
(6) Bloch, Robert, La noche del Destripador, Plaza Janes
editores, traducción Monserrat Solanas, Barcelona, España, 1984, pp. 111 y 112.
(7) Evans, Stewart y Skinner, Keith, Jack el
Destripador. Cartas desde el infierno, traducción de María Teresa de Cuadra, ediciones Jaguar, Madrid, España, 2003,
pp. 52 y 53.
(8) Smith, Henry, From Constable to Commisioner, p. 161 (citado en Jack el Destripador. Cartas desde el
infierno, p. 52).
(9) Jack el Destripador. Cartas desde el infierno, p. 54. (10) Ridley, Jasper, Los masones. La sociedad secreta más
poderosa de la tierra, traducción de Eduardo Hojman,
ediciones B, Argentina, 2006, p. 392. (11) Knigth, Stephen, Jack the Ripper. The final solution,
editorial Harrap, Londres, Inglaterra, 1976.
Fotografía del autor