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Fiebre TifoideaJESÚS ROBERTO HERAS LORENZANA8CM22
La fiebre tifoidea es una enfermedad febril aguda de origen entérico producida por la Salmonella typhi. La fiebre tifoidea y otras infecciones entéricas se caracterizan por dolor abdominal y fiebre. La puerta de entrada de los agentes infecciosos causantes suele ser el tracto gastrointestinal.
EpidemiologíaIncidencia anual mundial de 21 millones de casos, con alrededor de 600,000 defunciones.
La incidencia en América Latina varía de acuerdo a algunas zonas, y van desde los 10 casos/ 100,000 habitantes en algunos países hasta los 100 o más casos por cada 100,000 habitantes.
En México, el promedio es de 13.6 casos por cada 100,000 habitantes, siendo en los estados de Chihuahua, Coahuila, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca los Estados donde el promedio asciende por encima de los 23 por cada 100,000.
En áreas endémicas ocurre una distribución específica de la incidencia según la edad, más baja incidencia en niños menores de tres años, un pico en la edad escolar (5-19) y una baja incidencia en adultos mayores de 35 años.
Etiología
El prototipo es la fiebre tifoidea causada por Salmonella enterica subespecie entérica serotipo Typhi. Sin embargo, los serotipos de Salmonella distintos de Typhi también pueden causar fiebre entérica. Salmonella serotipo Paratyphi A y B (schottmuelleri) parece estar cobrando una importancia creciente. En África Subsahariana los serotipos Typhimurium y Enteritidis de Salmonella son las causas principales.
Otros patógenos causantes de fiebre entérica pueden ser Yersinia enterocolitica, Yersinia pseudotuberculosis, Campylobacter fetus, Brucella spp. Y francisella tularensis.
Salmonella Typhi
Es un bacilo gramnegativo que pertenece a la familia Enterobacteriaceae, anaerobio facultativo, flagelado, no esporulado, cuenta con un antígeno O (somático), H (flagelar) y el serotipo Typhi cuenta con un antígeno Vi, el cual le da la capacidad para adherirse a las células intestinales del huésped y sobrevivir intracelularmente convirtiéndolo más virulento
Fisiopatología
Inóculo mayor al millón de bacterias
Acidez gástrica debe ser superada
Llegan al intestino delgado y se adhieren a
las microvellosidades
Penetran el epitelio intestinal, en las células
con micropliegues en Placas de Peyer
Se multiplican en las Placas de Peyer
Ingresan al torrente sanguíneo y linfático, donde se diseminan
(periodo de incubación)
Son llevados a órganos ricos en el SRE:
ganglios, Hígado, bazo, médula ósea y se
reproducen en éstas células.
Vuelven a intestino y a vesícula biliar
Las placas de Peyer se encuentran tumefactas, pudiéndose ulcerar la
mucosa intestinal
Se tiene un periodo de incubación de 7 a 14 días en promedio para fiebre tifoidea, y en la fiebre paratifoidea, de 1 a 10 días, aunque puede fluctuar de 3 a 60 días.
Se transmite por la ingesta de agua y alimentos contaminados con heces u orina de enfermos o portadores, aunque se encuentra documentada la transmisión de persona a persona.
Cerca de 10% de los pacientes con fiebre tifoidea no tratados excretarán bacilos durante tres meses después del inicio de los síntomas. Del 2 al 5% permanecerán como portadores asintomáticos, excretando la bacteria por periodos hasta de un año.
Diagnóstico
Clínico
El diagnóstico definitivo de fiebre entérica se lleva a cabo aislando S. serotipo Typhi u otro serotipo de Salmonella enterica en sangre, médula ósea, o cualquier otra localización normalmente estéril. (hemocultivo)
Coprocultivo y urocultivo apoyan el diagnóstico.
Prueba de Widal: se determina la presencia de anticuerpos contra el antígeno O y H de la Salmonella typhi para el serodiagnóstico de fiebre tifoidea, en términos generales, se acepta títulos anti-O y anti-H ≥1: 160-200 y ≥1: 50-100 en zonas endémicas y no endémicas, respectivamente
Las pruebas rápidas que detectan los anticuerpos de tipos inmunoglobulina G (IgG) o IgM frente a los antígenos de S. serotipo Typhi.
BH
Pruebas de función hepática
EGO
Tele de tórax
Diagnóstico diferencial
Paludismo
Dengue
Amebiasis intestinal y extraintestinal
Peste
Carbunco intestinal
Mieloidosis séptica
Tratamiento
Para niños
Amoxicilina: 100 mg/kg/d dividido en 4 dosis; límite máximo en adolescentes 1 g cada 6 horas por 14 días.
Trimetoprima-sulfametoxazol: 8 mg/kg de trimetoprima y 40 mg/kg de sulfametoxazol en 2 dosis cada 12 horas.
Cloranfenicol: 50 mg/kg/d dividido en 3 a 4 dosis; dosis máxima 750 mg cada 6 horas.
Ciprofloxacina oral: 20-30 mg/kg/d dividido en 2 dosis cada 12 horas
Cefixima: 20 mg/kg/d dividido en 2 dosis por 14 días.
Ceftriaxona parenteral: 80 mg/kg/d dosis única diaria, por 14 días.
Complicaciones
Son muy raras de ver en el momento actual.
Las más graves y frecuentes y por tanto las que más tenemos que vigilar suelen aparecer a partir de los 10 días de evolución y son la hemorragia y la perforación intestinal.
Es excepcional la presentación en forma de neumonía, meningitis, espondilitis, endocarditis, abscesos u otras localizaciones8 , así como la presentación de shock endotoxínico tras la instauración de antibioterapia.
Como complicación también se puede considerar el estado de portador crónico, definido como la presencia de Salmonella typhi en las heces o en la orina durante más de un año.
Medidas de prevención
Vacunación: Vacuna vía oral: Contiene Gérmenes vivos de la cepa atenuada
Salmonella typhi Ty21a no menos de 2 x 109 Gérmenes inactivados de la cepa atenuada Salmonella Typhi Ty21a 5 - 50 x 109. Contiene tres cápsulas que se toman cada dos días, 1 o 2 horas después de la ingesta de alimentos, en niños mayores de 3 años*.
Vacuna vía parenteral: Contiene polisacárido capsular Vi purificado de Salmonella Thypi. Se administra a niños mayores de 2 años.
No se encuentran en el esquema de vacunación, pero se recomienda su aplicación a personas que viajan a zonas endémicas, emigrantes, personal de sanidad y de la industria alimentaria, médicos y militares. Su inmunidad es por un periodo de 2 años*.
Están basadas en medidas sociosanitarias, con buen control de las aguas residuales, sistemas de abastecimiento de aguas y manipulación de alimentos.
Extremar la higiene personal teniendo especial cuidado con el lavado de manos.
Bibliografía Thielman, N., Crump, J., Guerrant, R. Fiebre entérica y otras causas
de síntomas abdominales asociados a fiebre. En: Mandell G, Bennet J, Dolin R, editores. Enfermedades infecciosas. Principios y práctica. 7° Edición, Madrid. Editorial Elsevier. Pp. 1405-1418.
Jurado Jiménez R., Arenas Muñoz C. Fiebre Tifoidea y otras infecciones por Salmonelas. Medicine. 2010;10(52):3497-501.
Stephens I, Levine MM. Tratamiento de la fiebre tifoidea en niños. Pediatr Infect Dis J 2002;21:157—9. Disponible en: http://www.scielo.org.bo/scielo.php?pid=S1024-06752002000200008&script=sci_arttext
http://www.med.ufro.cl/clases_apuntes/medicina-interna/infectologia/docs/fiebre-tifoidea.pdf
Fiebre tifoidea y paratifoidea. PRO-R02.048. Junio, 2011. Páginas 1-35.
Hernández-Cabrera M., Pérez J. Fiebre Tifoidea. Pp. 425-438. Disponible en: http://vacunasaep.org/manual/Cap8_10_Fiebre_tifoidea.pdf