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AMPARO EN REVISIÓN 324/2020 QUEJOSA Y RECURRENTE: GRUPO SECAFE, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE. RECURRENTES ADHESIVOS: PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y JEFA DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA.
PONENTE: MINISTRA YASMÍN ESQUIVEL MOSSA SECRETARIO: LUIS ENRIQUE GARCÍA DE LA MORA
Ciudad de México. Acuerdo de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al
día************* de dos mil veinte.
VISTOS; Y
RESULTANDO:
PRIMERO. Presentación y trámite del juicio de amparo
indirecto. Mediante escrito presentado el veintidós de mayo de
dos mil diecinueve, ante la Oficina de Correspondencia Común
de los Juzgados de Distrito en Materia Administrativa en la
Ciudad de México, Grupo Secafe, sociedad anónima de capital
variable, por conducto de su apoderado Armando Melgoza
Rivera, solicitó el amparo y protección de la justicia federal,
contra las autoridades y por los actos que a continuación se
precisan:
“AUTORIDAD RESPONSABLES (sic).
Ordenadora.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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1) El Congreso de la Unión, integrado por la Cámara de Diputados y por la Cámara de Senadores. 2) El Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. 3) El C. Secretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. 4) El Jefe del Servicio de Administración Tributaria. Ordenadora y ejecutora. 1) El C. Titular de la Administración de Auditoría de Comercio Exterior ‘1’ dependiente de la Administración Desconcentrada de Auditoría de Comercio Exterior del Centro con sede en la Ciudad de México. ACTOS RECLAMADOS DE LAS RESPONSABLES. 1) Del Congreso de la Unión, integrado por la Cámara de Diputados y por la Cámara de Senadores, se reclama la discusión, aprobación y expedición del Decreto mediante el cual se modifica la Ley Aduanera publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1998, impugnando en específico los artículos 101 y 183, fracción II, de la Ley Aduanera. 2) Del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos se reclama la promulgación y orden de expedición de todos los actos legislativos que han dado origen al texto de los artículos 101 y artículo 183, fracción II, de la Ley Aduanera. 3) Del C. Secretario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de los Estados Unidos Mexicanos, se reclama la promulgación y refrendo de expedición de todos los actos legislativos que han dado origen al texto de los artículos 101 y 183, fracción II, de la Ley Aduanera. 4) Del jefe del Servicio de Administración Tributaria, la publicación de la regla 2.5.2 de las Reglas Generales de Comercio Exterior para dos mil dieciocho.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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5) Del Titular de la Administración de Auditoría de Comercio Exterior '1' dependiente de la Administración Desconcentrada de Auditoría de Comercio Exterior del Centro con sede en la Ciudad de México, se reclama la emisión del oficio 110-12-01-02-01-2019-3921, de fecha 9 de mayo del 2019, por medio del cual se comunican las multas determinadas en materia de comercio exterior para efectos de la regularización de las mercancías".
Asimismo, la parte quejosa señaló como derechos
fundamentales violados, los contenidos en los artículos 16 y 31
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;
narró los antecedentes del caso y expresó los conceptos de
violación que estimó pertinentes.
Por razón de turno, correspondió conocer de la demanda
al Juzgado Sexto de Distrito en Materia Administrativa de la
Ciudad de México, el que por auto de veinticuatro de mayo de
dos mil diecinueve, ordenó su registró con el número 730/2019;
decretó su desechamiento parcial respecto del refrendo que se
le atribuyó al Secretario de Hacienda y Crédito Público y la
admitió a trámite por el resto de los actos y autoridades
responsables; solicitó el informe justificado a estas últimas y se
dio la intervención correspondiente al agente del Ministerio
Público de la Federación adscrito.
SEGUNDO. Sentencia de amparo indirecto. Seguidos
los trámites de ley, el cinco de agosto de dos mil diecinueve, se
celebró la audiencia constitucional que concluyó con la sentencia
firmada el cinco de noviembre siguiente en la que se resolvió:
“PRIMERO. Se sobresee en el juicio por lo que hace a los actos y autoridades mencionados en los considerandos tercero y cuarto, y en los términos establecidos en los considerandos tercero y quinto de esta sentencia.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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SEGUNDO. La Justicia de la Unión no ampara ni protege a Grupo SECAFE, Sociedad Anónima de Capital Variable, respecto de los actos y autoridades precisados en el considerando cuarto, y con base en los dos últimos considerandos de esta sentencia”.
TERCERO. Presentación y trámite del recurso de
revisión. Inconforme con esa determinación, la quejosa
interpuso recurso de revisión mediante escrito presentado el
veintisiete de noviembre de dos mil diecinueve, el cual el Juez
Sexto de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de
México lo tuvo por interpuesto, ordenando remitir los autos al
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito
en turno, para la sustanciación del medio de defensa.
Por razón de turno, correspondió conocer del recurso de
revisión al Decimoquinto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito.
Mediante acuerdo de seis de enero de dos mil veinte, el
Presidente de dicho tribunal colegiado lo admitió a trámite
ordenando formar tanto el expediente impreso como el
electrónico registrándolo con el número R.A. 13/2020, y en esa
misma fecha, tuvo por recibido el original del escrito con el que
se interpuso recurso de revisión, así como el juicio de amparo
indirecto 730/2019 del índice del Juzgado Sexto de Distrito en
Materia Administrativa del Primer Circuito; por lo que ordenó
hacer del conocimiento de las partes a efecto de que presentaran
alegatos o promovieran revisión adhesiva y correr traslado al
agente del Ministerio Público Federal adscrito, quien no formuló
pedimento.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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Con fecha quince de enero de dos mil veinte, el Magistrado
Presidente del Decimoquinto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito, tuvo por recibidas y admitidas
las revisiones adhesivas que interpusieron tanto la Jefa del
Servicio de Administración Tributaria como el Presidente de los
Estados Unidos Mexicanos.
Finalmente, el veintiséis de febrero de dos mil veinte, los
Magistrados integrantes del Tribunal Colegiado en cita dictaron
la resolución que concluyó con los siguientes puntos resolutivos:
“PRIMERO. En la materia del recurso, competencia de este tribunal, se CONFIRMA la sentencia recurrida. SEGUNDO. Con testimonio de esta resolución, remítanse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los autos del juicio de amparo 730/2019, del índice del Juzgado Sexto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México; así como los presentes autos para que determine lo que considere pertinente respecto de su competencia originaria.”
En relación con lo ordenado por dicho órgano, se procedió
el envío del asunto a esta Suprema Corte de Justicia de la
Nación, a fin de que resolviera lo que considere pertinente.
CUARTO. Trámite del recurso de revisión ante este Alto
Tribunal. Recibidos los autos en la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, su Presidente por acuerdo de catorce de agosto de
dos mil veinte, registró el expediente con el número 324/2020 y
determinó que este Alto Tribunal asumiera su competencia
originaria para conocer de los medios de impugnación de que se
trata; ordenando el turno del asunto a la Ministra Yasmín
Esquivel Mossa y, que se enviaran los autos a la Sala de su
adscripción.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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El Presidente de la Segunda Sala de este Alto Tribunal, por
acuerdo de **************** de dos mil veinte, se avocó a su
conocimiento y devolvió el asunto a la Ministra Ponente, para la
formulación del proyecto de resolución respectivo.
QUINTO. Publicación del proyecto. De conformidad con
lo dispuesto en los artículos 73 y 184 de la Ley de Amparo, el
proyecto de resolución se publicó en la misma fecha en que se
listó para discutirse en sesión; y,
CONSIDERANDO:
PRIMERO. Competencia. La Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación es legalmente
competente para conocer del recurso de revisión, en términos de
lo dispuesto en los artículos 107, fracción VIII, inciso a), de la
Constitución Federal; 81, fracción I, inciso e) y 83, de la Ley de
Amparo; 21, fracción II, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación, en relación con lo previsto en los
Puntos Segundo, fracción III y Tercero, del Acuerdo General
Plenario 5/2013, publicado el veintiuno de mayo de dos mil trece
en el Diario Oficial de la Federación, toda vez que se interpone
en contra de una sentencia dictada por un juez de distrito, cuya
materia corresponde a la especialidad de esta Segunda Sala, sin
que se considere necesaria la intervención del Tribunal Pleno.
SEGUNDO. Oportunidad. Es innecesario analizarla en
virtud de que el tribunal colegiado del conocimiento ya se
pronunció al respecto declarándolo oportuno, de igual manera,
verificó el plazo de la presentación de las revisiones adhesivas.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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TERCERO. Legitimación. También es innecesario
pronunciarse sobre la legitimación del recurrente en lo principal
y de los recurrentes adherentes en virtud de que ya lo verificó el
tribunal colegiado del conocimiento.
CUARTO. Consideraciones de la sentencia recurrida.
Antes de precisar la litis a dilucidar, es de suma importancia
exponer brevemente los argumentos que sustentan el fallo
dictado por el juez de distrito.
En el considerando segundo, el juez fijó los actos
reclamados de la siguiente manera:
“(…) Expedición de la Ley Aduanera, concretamente los artículos 101 y 183, fracción II.
Expedición de la regla 2.5.2 de las Reglas
Generales de Comercio Exterior para dos mil dieciocho, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el diecisiete de diciembre de dos mil diecisiete.
Oficio 110-12-01-02-01-2019-3921, de nueve
de mayo de dos mil diecinueve. (…)”
En el considerando tercero, el juez señaló que era
inexistente el acto reclamado a la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público, consistente en la expedición del Decreto
mediante el cual se modifica la Ley Aduanera, publicado en el
Diario Oficial de la Federación el treinta y uno de diciembre de
mil novecientos noventa y ocho.
Por tanto, sobreseyó en el juicio por lo que hace a la
autoridad y el acto referido, con fundamento en el artículo 63,
fracción IV, de la Ley de Amparo.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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En el considerando cuarto, el juez tuvo como ciertos los
actos reclamados a la Cámara de Diputados, a la Cámara de
Senadores y al Presidente de la República, consistentes en la
expedición del Decreto mediante el cual se modifica la Ley
Aduanera, publicado en el Diario Oficial de la Federación el
treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, en
específico los artículos 101 y 183, fracción II, así como del Jefe
del Servicio de Administración Tributaria, consistente en la
emisión de la regla 2.5.2 de las Reglas Generales de Comercio
Exterior para dos mil dieciocho, publicadas en el Diario Oficial de
la Federación el diecisiete de diciembre de dos mil diecisiete.
En el mismo sentido, tuvo por cierto el acto reclamado al
Administrador de Auditoria de Comercio Exterior “1” de la
Administración Desconcentrada de Auditoría de Comercio
Exterior del Centro con Sede en la Ciudad de México, consistente
en la emisión del oficio 110-12-01-02-01-2019-3921 de nueve de
mayo de dos mil diecinueve, dentro del expediente
CGA7000437/17.
En el considerando quinto, el juez determinó la
actualización de la causa de improcedencia prevista en el artículo
61, fracción XXIII, en relación con el diverso 108, fracción VIII,
ambos de la Ley de Amparo, respecto del artículo 183, fracción
II, de la ley de Aduanera, en razón de que la quejosa no expresó
conceptos de violación tendientes a combatirlo.
Así, decretó el sobreseimiento respecto de dicho
precepto legal.
En el considerando sexto, el juzgador desestimó las causas
de improcedencia hechas valer por las autoridades
responsables.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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Posteriormente, en el considerando séptimo, el juez llevó a
cabo el análisis de los conceptos de violación expuestos por la
parte quejosa, los que calificó como infundados e inoperantes por
las siguientes consideraciones.
En esencia, el a quo argumentó que el artículo 101 de la
Ley Aduanera y la regla 2.5.2 de las Reglas Generales de
Comercio Exterior para dos mil dieciocho no conculcan los
principios de legalidad y seguridad jurídica reconocidos en los
artículos 14 y 16 Constitucionales.
Señaló que el gobernado es claramente sabedor del
procedimiento que debe realizar para regularizar la mercancía
que había importado temporalmente y que cometió la infracción
al excederse en su retorno, sin que resulte necesario que en los
preceptos reclamados se establezca la regularización para
exportarla, pues lo primero que se debe hacer es legalizar el
régimen por el que ingreso en un principio a nuestro país que es
el de importación temporal y, una vez hecho esto, o sea, una vez
regularizado el régimen al que se sometió en forma principal,
puede destinarse a otro régimen como es el de exportación, con
base en el procedimiento que la ley establezca para tal efecto.
El juez sostuvo que las normas combatidas no dejan en
estado de incertidumbre al gobernado por no incluir en el trámite
de regularización el procedimiento para exportarlas, pues, en
primer lugar se debe hacer la regularización respecto de su
importación, y, una vez que se haga, se puede destinar al
régimen aduanero que le favorezca siguiendo los lineamientos
que para ese efecto que están previstos en la Ley Aduanera.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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Luego, el juzgado determinó que son inoperantes los
planteamientos de la quejosa en los que afirmó que el artículo
101 de la Ley Aduanera y la regla 2.5.2 de las Reglas Generales
de Comercio Exterior para dos mil dieciocho, conculcan el
principio de proporcionalidad tributaria.
Expuso que las normas generales sujetas a examen no
prevén los elementos de la contribución, tales como sujeto,
objeto, base, tasa, cuota y época de pago; consecuentemente,
señaló que el precepto legal y la regla en cuestión no podían
analizarse a la luz de los principios de justicia tributaria.
Finalmente, en el considerando octavo, el juez de distrito
analizó los planteamientos de legalidad enderezados en contra
de la resolución dictada por la autoridad exactora que impuso
diversas multas a la quejosa; argumentos que calificó de
infundados.
Con motivo de lo anterior, el juzgador negó el amparo
solicitado.
QUINTO. Consideraciones de la resolución que
confirmó la sentencia recurrida. Mediante sesión de veintiséis
de febrero de dos mil veinte, el Decimoquinto Tribunal Colegiado
en Materia Administrativa del Primer Circuito emitió resolución en
la que, en esencia, determinó lo siguiente:
En el considerando sexto, señaló que no era materia del
recurso, la determinación contenida en el primer punto resolutivo,
en términos de los razonamientos expuestos en el considerando
tercero de la sentencia impugnada, con base en los que el juez
de distrito sobreseyó en el juicio, con fundamento en la fracción
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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IV del artículo 63 de la Ley de Amparo, por inexistencia del acto
que se le atribuyó al Secretario de Hacienda y Crédito Público.
Asimismo, señaló que no era materia del recurso el
sobreseimiento decretado en el considerando quinto de la
sentencia impugnada, con fundamento en el artículo 61, fracción
XXIII, en relación con el 108, fracción VIII, ambos, de la Ley de
Amparo, respecto al artículo 183, fracción II, de la Ley Aduanera,
por ausencia de conceptos de violación en su contra.
El órgano jurisdiccional precisó que lo anterior obedece a
que dichas determinaciones no fueron controvertidas por la
quejosa, que es la parte a la que perjudican.
En el considerando séptimo, el tribunal colegiado
argumentó que el juez de amparo omitió analizar una causa de
improcedencia propuesta por la Jefa del Servicio de
Administración Tributaria, en la que sostuvo que el juicio era
improcedente debido a que la promovente controvirtió una
omisión legislativa.
Al respecto, el tribunal indicó que la quejosa no pretendió
controvertir una omisión legislativa como acto destacado, más
bien, que su reclamo se dirigió en contra de dos preceptos de la
Ley Aduanera y una Regla General de Comercio Exterior, con
motivo de su primer acto de aplicación, al estimar que
contravienen los artículos 14 y 16 de la Constitución Federal,
porque no permiten regularizar la mercancía en el sentido de
exportarla en definitiva, sino solo importarla.
Así, los Magistrados de Circuito desestimaron la causa de
improcedencia hecha valer por la aludida autoridad responsable.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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Posteriormente, en el considerando octavo, el tribunal
colegiado determinó que se encontraba imposibilitado para
emprender el análisis de la constitucionalidad del artículo 101 de
la Ley Aduanera en relación con las Reglas Generales de
Comercio Exterior para dos mil dieciocho, en específico, la regla
2.5.2, toda vez de que su estudio le corresponde a esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación.
De igual manera, señaló que las revisiones adhesivas
interpuestas por las autoridades responsables tienden a
defender las consideraciones de la sentencia en pugna, de tal
suerte que también debían remitirse a este Alto Tribunal para su
resolución.
Con base en lo narrado, el Tribunal Colegiado de Circuito
emitió los siguientes puntos resolutivos:
“(…) PRIMERO. En la materia del recurso, competencia de este tribunal, se CONFIRMA la sentencia recurrida.
SEGUNDO. Con testimonio de esta resolución,
remítanse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los autos del juicio de amparo 730/2019, del índice del Juzgado Sexto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México; así como los presentes autos para que determine lo que considere pertinente respecto de su competencia originaria. (…)”
En acatamiento a la resolución en referencia, remitió los
autos a este Máximo Tribunal para dictar la sentencia
correspondiente.
SEXTO. Precisión de la litis. En virtud de que el tribunal
colegiado que previno en el conocimiento del asunto determinó
que subsistía una cuestión de constitucionalidad respecto del
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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artículo 101 de la Ley Aduanera y de la regla 2.5.2 de las
Reglas Generales de Comercio Exterior para dos mil
dieciocho, dichos temas constituyen la materia de la revisión.
Con la finalidad de emitir una ejecutoria clara, se cita el
artículo 101 de la Ley Aduanera:
“Artículo 101. Las personas que tengan en su poder por cualquier título, mercancías de procedencia extranjera, que se hubieran introducido al país sin haberse sometido a las formalidades del despacho que esta Ley determina para cualquiera de los regímenes aduaneros, o tratándose de aquellas mercancías que hubieran excedido del plazo de retorno en caso de importaciones temporales, podrán regularizarlas importándolas definitivamente previo pago de las contribuciones, cuotas compensatorias que correspondan y previo cumplimiento de las demás obligaciones en materia de regulaciones y restricciones no arancelarias, sin perjuicio de las infracciones y sanciones que procedan cuando las autoridades ya hayan iniciado el ejercicio de facultades de comprobación y sin que aplique la regularización cuando las mercancías hayan pasado a propiedad del Fisco Federal.
Las empresas a que se refiere el artículo 98 de esta
Ley, podrán regularizar sus mercancías de acuerdo con lo previsto en este artículo.”
Asimismo, se transcribe la fracción IV de la regla 2.5.2 de
las Reglas Generales de Comercio Exterior para dos mil
dieciocho, que es la porción efectivamente controvertida por la
empresa quejosa:
“Regularización de importaciones temporales vencidas y desperdicios.
2.5.2. Para los efectos del artículo 101 de la Ley,
tratándose de aquellas mercancías que hubieren excedido el plazo de retorno en caso de importaciones temporales, podrán regularizarse, siempre que se realice el siguiente procedimiento:
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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(…) IV. Al tramitar el pedimento de importación definitiva,
se deberá determinar y pagar el IGI, las cuotas compensatorias y demás contribuciones que correspondan, con las actualizaciones y recargos calculados, en los términos de los artículos 17-A y 21 del CFF, a partir del mes en que las mercancías se importaron temporalmente y hasta que se efectúe el pago, así como el pago del IVA que corresponda.
Para la determinación de las contribuciones y cuotas
compensatorias, se deberá utilizar el valor en aduana declarado en el pedimento de importación temporal.
Tratándose de desperdicios, se tomará en cuenta la
clasificación arancelaria que corresponda en el estado en que se encuentren al momento de efectuar la importación definitiva, utilizando como base para la determinación de las contribuciones y cuotas compensatorias, las cuotas, bases gravables y tipos de cambio que correspondan a la fecha de pago y el valor comercial de los desperdicios, en el estado en el que se encuentren.”
SÉPTIMO. Conceptos de violación. En el escrito inicial
de demanda, la quejosa controvirtió las normas generales de que
se trata, con siguientes argumentos:
En el primer concepto de violación, la quejosa expuso que
el acto reclamado consistente en la resolución contenida en el
oficio 110-12-01-02-01-2019-3921 de nueve de mayo de dos mil
diecinueve, dictada por el Administrador de Auditoría de
Comercio Exterior “1” de la Administración Desconcentrada de
Auditoría de Comercio Exterior del Centro con sede en la Ciudad
de México, conculca el artículo 23 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos.
Sostiene que el acto combatido es inconstitucional ya que
la autoridad exactora impone una misma sanción por una misma
conducta al mismo contribuyente sobre los mismos bienes en
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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reiteradas ocasiones, ya que por cada quince días que
transcurren sin que retornen los bienes, aplica nuevamente la
citada sanción.
Por ello, expone que la autoridad inadvierte que conforme
al artículo 75, fracción V del Código Fiscal de la Federación, al
imponer multas por la comisión de las infracciones señaladas en
las leyes de la materia, incluyendo las relacionadas con las
contribuciones al comercio exterior, las autoridades tributarias
deberán fundar y motivar su resolución y tener en cuenta que
cuando por un acto u omisión se infrinjan diversas disposiciones
de carácter formal a las que correspondan varias multas, sólo se
aplicará la que corresponda a la infracción cuyo monto sea
mayor, no obstante, se generó una multa por cada quince días n
que no retornaron las mercancías. En consecuencia, señala que
se viola el principio non bis in ídem.
En el segundo concepto de violación, la quejosa aduce que
el artículo 101 de la Ley Aduanera y la regla 2.5.2 de las Reglas
Generales de Comercio exterior para dos mil dieciocho,
conculcan los principios de legalidad y seguridad jurídica
reconocidos en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos.
Refiere que las normas generales contienen dos vicios de
inconstitucionalidad, siendo el primero el consistente en que ni el
artículo ni la regla permiten regularizar la mercancía en el sentido
de exportarla en definitiva, sino sólo importarla en definitiva,
limitando su derecho para decidir qué régimen aduanero tomar,
con independencia de las multas que se tengan que cubrir, por
lo que el limitar la posibilidad de exportar la mercancía o
retornarla por haber sido importada temporalmente, atenta
contra los derechos de los particulares.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
16
Luego, sostiene que el segundo vicio consiste en que se
pretende que la base gravable de la mercancía que debe de
regularizarse, sea el valor declarado en el momento de la
importación temporal, el cual no refleja la real capacidad
contributiva, toda vez que el valor de los bienes importados por
el transcurso del tiempo se ha menoscabado.
La quejosa aduce que aunado a lo anterior, los numerales
prevén que desde la fecha de la importación temporal se
actualicen y paguen recargos de las contribuciones generadas,
en el entendido de que en ese momento la mercancía contaba
con la exención en el pago de las contribuciones, de manera que,
a su juicio, el pago de actualizaciones y recargos debe de correr
a partir de que se venció el plazo del retorno y sobre el valor de
las mercancías disminuido a esa fecha, es decir, a la data del
plazo en que debió de retornarse la mercancía.
Agrega que existe un trato diferenciado al aplicar lo
dispuesto por la regla 2.5.2 de las Reglas Generales de
Comercio exterior para dos mil dieciocho, toda vez que en la
fracción III, de la regla 2.5.1, se establece que se tomará el valor
de la mercancías en términos del Título Tercero, Capitulo III,
Sección Primera de la Ley Aduanera, es decir, el valor vigente y
comercial de la mercancía en el momento de la elaboración y
presentación del pedimento.
Por otro lado, afirma que la regla controvertida transgrede
los principios de justicia tributaria contenido en el artículo 31,
fracción IV de la Constitución Federal, pues debería plasmar el
valor real de los bienes al momento de efectuar la regularización
ya que éste se deprecia, no así el valor declarado al momento de
la importación temporal.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
17
OCTAVO. Agravios de la revisión principal. En el primer
agravio, la quejosa manifiesta que la sentencia recurrida es
ilegal debido a que el juez de distrito no analizó de forma correcta
los conceptos de violación hechos valer.
Aduce que el juez soslayó que el motivo real de agravio
consistió en que del artículo 101 de la Ley Aduanera y la regla
2.5.2 de las Reglas Generales de Comercio exterior para dos mil
dieciocho no permiten regularizar la mercancía con la finalidad
de exportarla, sino sólo importarla en definitiva.
Expone que es inconstitucional el texto de las normas
generales, ya que éstas impiden a los particulares a decidir qué
régimen aduanero tomar, ya sea exportar la mercancía o
retornarla por haber sido originalmente importada
temporalmente; ello con independencia de las multas que se
tengan que cubrir.
Refiere que el argumento del juez es incorrecto, pues el
régimen al que se sometió la mercancía obliga a la recurrente a
su retorno al extranjero, por lo que si las normas en examen no
permiten este hecho, son contrarias al texto Constitucional.
Alega que contrariamente a lo que expuso el juez de
Distrito, el hecho de que se excedió el plazo de retorno de las
mercancías no se traduce en que haya concluido el régimen de
importación temporal, toda vez que tal situación no se encuentra
contemplada en las disposiciones legales; además, a juicio del
recurrente, el haber excedido el plazo no genera la conclusión
del régimen temporal sino sólo el exceso del citado periodo de
tiempo en el cual debió de retornar.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
18
Manifiesta que no es jurídicamente viable concluir que la
base gravable de la mercancía se debe de regularizar tomando
en cuenta el valor declarado en el momento de la importación
temporal, toda vez que el valor de los bienes importados por el
transcurso del tiempo ha disminuido.
De igual manera, refiere que no puede usarse el valor
establecido en el artículo 64 de la Ley Aduanera, ya que no ha
pagado el valor manifestado en los pedimentos de importación
temporal a algún beneficiario, por lo que realmente aplica lo
dispuesto en los numerales 71 y 76 de ese cuerpo normativo.
En otro orden de ideas, expone que es ilegal el argumento
del juez consistente en que no se está en presencia de un
ordenamiento que se relacione con la base de un tributo, pues
en opinión del inconforme, precisamente esa cuestión la materia
de la controversia.
Afirma lo anterior en virtud de que el acto de aplicación de
las normas es un procedimiento que no versa sobre condonación
de deudas tributarias, puesto que precisamente, se prevé la
forma de cuantificar la base sobre la cual calcular el tributo y sus
accesorios, los cuales deben de permitir reflejar la real capacidad
contributiva del gobernado.
Es por ello que en opinión de la quejosa, el juez de amparo
debió analizar la constitucionalidad de la regla controvertida a la
luz del principio de proporcionalidad tributaria.
Por su parte, alega que el juez de distrito soslayó que en la
demanda de amparo se planteó que existía un trato inequitativo
entre la reglas 2.5.2 y 2.5.1, ambas de las Reglas Generales de
Comercio Exterior para dos mil dieciocho, toda vez de que la
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
19
última de las mencionadas señala que en caso de regularización,
se tomará el valor de la mercancías en términos del título tercero,
capitulo III, sección primera de la Ley Aduanera, es decir,
conforme al valor vigente y comercial de la mercancía en el
momento de la elaboración y presentación del pedimento, sin
que esto suceda en el caso de la regla 2.5.2.
NOVENO. Estudio de fondo. Los agravios son infundados
e inoperantes por las siguientes consideraciones:
En principio, es de suma importancia destacar que los
planteamientos que controvierten la sentencia recurrida se
sustentan en las siguientes premisas:
Que el artículo 101 de la Ley Aduanera y la regla 2.5.2 de
las Reglas Generales de Comercio exterior para dos mil
dieciocho, no permiten regularizar la mercancía con la
finalidad de exportarla, sino sólo para convertirla en
importación definitiva.
Que el hecho de haber excedido el plazo no genera la
conclusión del régimen de importación temporal, sino sólo el
exceso del citado periodo de tiempo en el cual debió de
retornar la mercancía.
Que la mercancía se debe de regularizar tomando en cuenta
el valor declarado en el momento de la importación
temporal, toda vez que el valor de los bienes importados por
el transcurso del tiempo ha disminuido.
Que el juez de amparo debió analizar la constitucionalidad
de la regla controvertida a la luz del principio de
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
20
proporcionalidad tributaria, pues aquélla sí versa sobre la
base de un tributo.
Que el juez de distrito fue omiso en analizar que en la
demanda de amparo se planteó la existencia de una
violación al principio de igualdad, entre la reglas 2.5.2 y
2.5.1, ambas de las Reglas Generales de Comercio Exterior
para dos mil dieciocho, ya que en ésta última se permite fijar
la base gravable en el valor actual de las mercancías y en la
controvertida en el juicio, el declarado en el momento de la
importación temporal.
En primer orden, se analizará el agravio en el que señala
que el juez de distrito fue omiso en analizar el concepto de
violación consistente en la existencia de un trato desigual entre
las reglas 2.5.2 y 2.5.1, ambas de las Reglas Generales de
Comercio Exterior para dos mil dieciocho.
Le asiste razón al quejoso al exponer que el juez de distrito
omitió analizar el planteamiento, empero, a la postre, el concepto
de violación es inoperante por las siguientes consideraciones:
La regla 2.5.11 establece el procedimiento para la
regularización de mercancía de procedencia extranjera que no
cuente con la documentación necesaria para acreditar su legal
importación, estancia o tenencia, mientras que la diversa 2.5.22
1 Regularización de mercancía. 2.5.1. Para los efectos del artículo 101 de la Ley, quienes tengan en su poder mercancías de procedencia extranjera y no cuenten con la documentación necesaria para acreditar su legal importación, estancia o tenencia, distintas de las referidas en la regla 2.5.2., podrán regularizarlas importándolas de manera definitiva, para lo cual deberán cumplir con lo siguiente: (…)
2 Regularización de importaciones temporales vencidas y desperdicios.
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se encuentra dirigida a la regularización de importaciones
temporales vencidas y desperdicios.
Como se observa, las reglas en cuestión regulan supuestos
diferentes; por ende, no se puede analizar si entre una y otra se
da un trato diferenciado a los particulares sujetos al texto de las
normas generales, ya que no existe un parámetro objetivo que
actualice un trato diferenciado3.
Se procede a analizar los restantes motivos de disenso.
Como punto de partida, conviene recordar que el juez de
amparo determinó que el artículo 101 de la Ley Aduanera
establece un beneficio para el importador que tiene en su poder
mercancías de procedencia extranjera, que las haya introducido
al país sin haberse sometido a las formalidades del despacho
que esa ley determina para cualquiera de los regímenes
aduaneros, o bien, tratándose de aquellas mercancías que
hubieran excedido del plazo de retorno en caso de
importaciones temporales, pues permite que se regularice su
situación importándolas definitivamente.
2.5.2. Para los efectos del artículo 101 de la Ley, tratándose de aquellas mercancías que hubieren excedido el plazo de retorno en caso de importaciones temporales, podrán regularizarse, siempre que se realice el siguiente procedimiento: (…) 3 Ver jurisprudencia 1a./J. 47/2016 (10a.), del rubro “IGUALDAD. SON INOPERANTES LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN EN LOS QUE SE ALEGUE VIOLACIÓN A DICHO PRINCIPIO, SI LA QUEJOSA NO PROPORCIONA EL PARÁMETRO O TÉRMINO DE COMPARACIÓN PARA DEMOSTRAR QUE LA NORMA IMPUGNADA OTORGA UN TRATO DIFERENCIADO.” Publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 34, Septiembre de 2016, Tomo I, Materia(s): Constitucional, Común, página 439. Registro: 2012603.
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Asimismo, que condiciona a ese beneficio a que en forma
previa se paguen las contribuciones, cuotas compensatorias que
correspondan y previo cumplimiento de las demás obligaciones
en materia de regulaciones y restricciones no arancelarias, sin
perjuicio de las infracciones y sanciones que procedan cuando
las autoridades ya hayan iniciado el ejercicio de facultades de
comprobación y sin que aplique la regularización cuando las
mercancías hayan pasado a propiedad del Fisco Federal.
El juzgador sostuvo que para atender al contenido del
artículo 101 de la Ley Aduanera, la regla 2.5.2 de las Reglas
Generales de Comercio Exterior para dos mil dieciocho,
establece el procedimiento que debe seguirse para regularizar la
mercancía.
Concluyó que las normas generales no dejan en estado de
incertidumbre al gobernado por no incluir en el trámite de
regularización el procedimiento para exportarlas, pues, en primer
lugar, se debe hacer la regularización respecto de su importación
y, una vez que se haga, se puede destinar al régimen aduanero
que le favorezca siguiendo los lineamientos que para ese efecto
que están previstos en la Ley Aduanera.
Esta Segunda Sala estima que es jurídicamente correcta la
decisión contenida en la sentencia en pugna por lo siguiente:
El artículo 101 de la Ley Aduanera4 establece que las
personas que tengan en su poder por cualquier título,
4 Artículo 101. Las personas que tengan en su poder por cualquier título, mercancías de procedencia extranjera, que se hubieran introducido al país sin haberse sometido a las formalidades del despacho que esta Ley determina para cualquiera de los regímenes aduaneros, o tratándose de aquellas mercancías que hubieran excedido del plazo de retorno en caso de importaciones temporales, podrán regularizarlas importándolas definitivamente previo pago de las contribuciones, cuotas compensatorias que correspondan y previo cumplimiento de las demás obligaciones en
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mercancías de procedencia extranjera, que se hubieran
introducido al país sin haberse sometido a las formalidades del
despacho que esa ley determina para cualquiera de los
regímenes aduaneros, o tratándose de aquellas mercancías que
hubieran excedido del plazo de retorno en caso de importaciones
temporales, podrán regularizarlas importándolas definitivamente
previo pago de las contribuciones, cuotas compensatorias que
correspondan y previo cumplimiento de las demás obligaciones
en materia de regulaciones y restricciones no arancelarias, sin
perjuicio de las infracciones y sanciones que procedan cuando
las autoridades ya hayan iniciado el ejercicio de facultades de
comprobación y sin que aplique la regularización cuando las
mercancías hayan pasado a propiedad del Fisco Federal.
Por su parte, la fracción IV, de la regla 2.5.2 de las Reglas
Generales de Comercio Exterior para dos mil dieciocho5
materia de regulaciones y restricciones no arancelarias, sin perjuicio de las infracciones y sanciones que procedan cuando las autoridades ya hayan iniciado el ejercicio de facultades de comprobación y sin que aplique la regularización cuando las mercancías hayan pasado a propiedad del Fisco Federal. Las empresas a que se refiere el artículo 98 de esta Ley, podrán regularizar sus mercancías de acuerdo con lo previsto en este artículo. 5 Regularización de importaciones temporales vencidas y desperdicios. 2.5.2. Para los efectos del artículo 101 de la Ley, tratándose de aquellas mercancías que hubieren excedido el plazo de retorno en caso de importaciones temporales, podrán regularizarse, siempre que se realice el siguiente procedimiento: (…) IV. Al tramitar el pedimento de importación definitiva, se deberá determinar y pagar el IGI, las cuotas compensatorias y demás contribuciones que correspondan, con las actualizaciones y recargos calculados, en los términos de los artículos 17-A y 21 del CFF, a partir del mes en que las mercancías se importaron temporalmente y hasta que se efectúe el pago, así como el pago del IVA que corresponda. Para la determinación de las contribuciones y cuotas compensatorias, se deberá utilizar el valor en aduana declarado en el pedimento de importación temporal.
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establece que para efectos del artículo 101 de la Ley Aduanera,
tratándose de aquellas mercancías que hubieren excedido el
plazo de retorno en caso de importaciones temporales, podrán
regularizarse, siempre que al tramitar el pedimento de
importación definitiva, se determine y pague el Impuesto General
de Importación, las cuotas compensatorias y demás
contribuciones que correspondan, con las actualizaciones y
recargos calculados en los términos de los artículos 17-A y 21
del Código Fiscal de la Federación, a partir del mes en que las
mercancías se importaron temporalmente y hasta que se efectúe
el pago, así como el pago del Impuesto al Valor Agregado que
corresponda.
Prevé que para la determinación de las contribuciones
y cuotas compensatorias, se deberá utilizar el valor en
aduana declarado en el pedimento de importación temporal.
Que tratándose de desperdicios, se tomará en cuenta la
clasificación arancelaria que corresponda en el estado en que se
encuentren al momento de efectuar la importación definitiva,
utilizando como base para la determinación de las contribuciones
y cuotas compensatorias, las cuotas, bases gravables y tipos de
cambio que correspondan a la fecha de pago y el valor comercial
de los desperdicios, en el estado en el que se encuentren.
De lo anterior se desprende en lo que aquí interesa, que
las personas que tengan en su poder por cualquier título,
mercancías que hubieran excedido del plazo de retorno en caso
Tratándose de desperdicios, se tomará en cuenta la clasificación arancelaria que corresponda en el estado en que se encuentren al momento de efectuar la importación definitiva, utilizando como base para la determinación de las contribuciones y cuotas compensatorias, las cuotas, bases gravables y tipos de cambio que correspondan a la fecha de pago y el valor comercial de los desperdicios, en el estado en el que se encuentren.
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de importaciones temporales, podrán regularizarlas
importándolas definitivamente.
Al efecto, para la determinación de las contribuciones y
cuotas compensatorias, se deberá utilizar el valor en aduana
declarado en el pedimento de importación temporal.
Ahora bien, el artículo 95 de la Ley Aduanera6 establece
que los regímenes definitivos se sujetarán al pago de los
impuestos al comercio exterior y, en su caso, cuotas
compensatorias, así como al cumplimiento de las demás
obligaciones en materia de regulaciones y restricciones no
arancelarias.
El diverso 967 de ese cuerpo normativo regula que se
entiende por régimen de importación definitiva, la entrada de
mercancías de procedencia extranjera para permanecer en el
territorio nacional por tiempo ilimitado.
De lo transcrito cobra relevancia el hecho de que la
importación definitiva consiste en la entrada de mercancías de
procedencia extranjera para permanecer en el territorio nacional
por tiempo ilimitado; así, al pertenecer al régimen definitivo se
sujetará al pago de los impuestos al comercio exterior y, en
su caso, cuotas compensatorias, así como al cumplimiento de
las demás obligaciones en materia de regulaciones y
restricciones no arancelarias.
6 Artículo 95. Los regímenes definitivos se sujetarán al pago de los impuestos al comercio exterior y, en su caso, cuotas compensatorias, así como al cumplimiento de las demás obligaciones en materia de regulaciones y restricciones no arancelarias. 7 Artículo 96. Se entiende por régimen de importación definitiva la entrada de mercancías de procedencia extranjera para permanecer en el territorio nacional por tiempo ilimitado.
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Por su parte, el artículo 104 de la Ley Aduanera8 regula que
las importaciones temporales de mercancías de procedencia
extranjera no pagarán los impuestos al comercio exterior, sin
que ello aplique a los casos previstos en los artículos 63-A, 105,
108, fracción III, 110 y 112 de esa ley, lo que en el caso concreto
no ocurre.
Asimismo, prevé que deben cumplirse las obligaciones en
materia de regulaciones y restricciones no arancelarias y, en su
caso, de las cuotas compensatorias.
Se hace hincapié en que las importaciones temporales
de mercancías de procedencia extranjera no pagarán los
impuestos al comercio exterior.
Es evidente que el régimen definitivo se sujetará al pago
de los impuestos al comercio exterior y, en su caso, cuotas
compensatorias, así como al cumplimiento de las demás
obligaciones en materia de regulaciones y restricciones no
arancelarias, mientras que las importaciones temporales de
mercancías de procedencia extranjera no pagarán los
impuestos al comercio exterior.
Tales circunstancias evidencian que los requisitos entre
uno y otro régimen (definitivo y temporal) varían, pues el régimen
temporal otorga mayores beneficios debido a que no se sujeta
8 Artículo 104. Las importaciones temporales de mercancías de procedencia extranjera se sujetarán a lo siguiente: I. No se pagarán los impuestos al comercio exterior. Lo dispuesto en esta fracción no será aplicable en los casos previstos en los artículos 63-A, 105, 108, fracción III, 110 y 112 de esta Ley. II. Se cumplirán las obligaciones en materia de regulaciones y restricciones no arancelarias y, en su caso, de las cuotas compensatorias.
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al pago de los impuestos al comercio exterior, empero, al
cumplir el periodo que marca la legislación, la mercancía debe
retornar al extranjero.
Ahora bien, los párrafos primero y último del artículo 106
de la Ley Aduanera9 prevén que se entiende por régimen de
importación temporal, la entrada al país de mercancías para
permanecer en él por tiempo limitado y con una finalidad
específica, siempre que retornen al extranjero en el mismo
estado y, que las mercancías que hubieran sido importadas
temporalmente, deberán retornar al extranjero en los plazos
previstos, en caso contrario, se entenderá que las mismas se
encuentran ilegalmente en el país, por haber concluido el
régimen de importación temporal al que fueron destinadas.
En ese sentido, la norma general es categórica en precisar
que en caso de no haber retornado las mercancías al extranjero,
dará lugar a que se encuentren ilegalmente en el país, por
haber concluido el régimen de importación temporal al que
fueron destinadas.
Relatado lo anterior se pone de manifiesto que los
regímenes temporal y definitivo son diferentes, establecen
diversos requisitos y están regulados conforme a características
distintas.
9 Artículo 106. Se entiende por régimen de importación temporal, la entrada al país de mercancías para permanecer en él por tiempo limitado y con una finalidad específica, siempre que retornen al extranjero en el mismo estado, por los siguientes plazos: (…) Las mercancías que hubieran sido importadas temporalmente de conformidad con este artículo, deberán retornar al extranjero en los plazos previstos, en caso contrario, se entenderá que las mismas se encuentran ilegalmente en el país, por haber concluido el régimen de importación temporal al que fueron destinadas.
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La legislación es clara en señalar que las mercancías que
hubieran sido importadas temporalmente, deberán retornar al
extranjero en los plazos previstos, en caso contrario, se
entenderá que las mismas se encuentran ilegalmente en el país,
por haber concluido el régimen de importación temporal al que
fueron destinadas (numeral que no fue controvertido por la parte
quejosa).
Luego, el artículo 101 de la Ley Aduanera establece el
beneficio en caso de que tratándose de aquellas mercancías que
hubieran excedido del plazo de retorno en caso de importaciones
temporales, podrán regularizarlas importándolas
definitivamente previo pago de las contribuciones, cuotas
compensatorias que correspondan y previo cumplimiento de las
demás obligaciones en materia de regulaciones y restricciones
no arancelarias, sin perjuicio de las infracciones y sanciones que
procedan.
La regularización en comento remite a la precitada Regla
2.5.2, que señala que para los efectos del artículo 101 de la Ley
Aduanera, tratándose de aquellas mercancías que hubieren
excedido el plazo de retorno en caso de importaciones
temporales, podrán regularizarse, siempre que se realice el
procedimiento respectivo, el cual contempla que para la
determinación de las contribuciones y cuotas
compensatorias, se deberá utilizar el valor en aduana
declarado en el pedimento de importación temporal.
Consecuentemente, como lo sostuvo el juez de distrito, se
concluye que las normas generales sujetas a examen no violan
los principios de legalidad y seguridad jurídica.
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29
En efecto, pues las normas generales permiten regularizar
la mercancía que, ante la infracción del particular (no
retornarla al extranjero), torna ilegal su estancia en territorio
nacional.
Entre sus requisitos se encuentra que para determinar las
contribuciones y cuotas compensatorias, se deberá utilizar
el valor en aduana declarado en el pedimento de importación
temporal, lo que en opinión de este Alto Tribunal es
jurídicamente viable, en la inteligencia de que en su carácter
primigenio (temporal) no fue sujeto del pago de los impuestos
al comercio exterior y, en su caso, de las cuotas
compensatorias, de tal suerte que al momento de regularizarla,
esto es, cambiarla al régimen definitivo, se imponen los
requisitos que esa calidad conlleva, sin perjuicio de las
infracciones y sanciones que procedan cuando las autoridades
ya hayan iniciado el ejercicio de facultades de comprobación.
En esa línea argumentativa, el requerir que para la
determinación de las contribuciones y cuotas compensatorias, el
valor en aduana declarado en el pedimento de importación
temporal no viola la esfera de derechos de la empresa quejosa,
pues al otorgarle la calidad de importación temporal, la
mercancía estuvo exenta de pagar los impuestos al comercio
exterior durante el periodo de estancia en territorio nacional,
carácter que se pierde con motivo del incumplimiento del
contribuyente y sólo puede regularizarse convirtiéndola en
importación definitiva, lo que de facto ocurre, y a su vez, es
necesario pagar el valor aduana declarado en el pedimento de
importación, así como las cuotas para ello exigidas y recargos
inherentes a la infracción.
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Así, el artículo 101 de la Ley Aduanera de manera alguna
restringe la decisión del particular respecto del destino final de la
mercancía, pues es evidente que el único objeto de la norma
general es regularizar su estancia, al importarla
definitivamente y, hecho lo anterior, el derecho de los
contribuyentes se encuentra expedito para llevar el trámite que a
su interés convenga.
La importación definitiva torna legal la estancia de la
mercancía en territorio mexicano, para que una vez regularizada,
el contribuyente, si así lo desea, se encuentre en aptitud de
destinarla a la exportación siguiendo los requisitos que en la Ley
Aduanera se establezcan para tal efecto.
En mérito de lo expuesto, es infundado el argumento
consistente en que el artículo 101 de la Ley Aduanera y la regla
2.5.2 de las Reglas Generales de Comercio exterior para dos mil
dieciocho no permiten regularizar la mercancía con la finalidad
de exportarla, sino sólo para convertirla en importación definitiva.
También es infundado el planteamiento consistente en
que el hecho de haber excedido el plazo no genera la conclusión
del régimen de importación temporal, sino sólo el exceso del
citado periodo de tiempo en el cual debió de retornar la
mercancía.
En efecto, pues conforme al texto del artículo 106 de la Ley
Aduanera, las mercancías que hubieran sido importadas
temporalmente deberán retornar al extranjero en los plazos
previstos, en caso contrario, se entenderá que las mismas se
encuentran ilegalmente en el país, por haber concluido el
régimen de importación temporal al que fueron destinadas.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
31
Ahora bien, es inoperante el agravio consistente en que
contrariamente a lo efectuado por el juez, se debió analizar la
constitucionalidad de la regla controvertida a la luz del principio
de proporcionalidad tributaria, pues en aquélla se prevé la base
de un tributo.
La quejosa endereza sus argumentos a partir de que el juez
de distrito desestimó el concepto de violación de que se trata,
con el contenido de una jurisprudencia10 que versa sobre la
inaplicación de los principios de justicia tributaria, tratándose de
asuntos relacionados con la condonación de deudas.
De la lectura del fallo en pugna se desprende que el
juzgador declaró la inoperancia del argumento, porque los
beneficios otorgados por razones no estructurales de la
contribución, esto es, respecto de ordenamientos que no están
encaminados a establecer sus elementos, como son sujeto,
objeto, base, tasa, cuota y época de pago, sino que, en todo
caso, están vinculados con su cobro, son producto de una
sanción positiva prevista por una norma típicamente
promocional, y pueden suscribirse entre los que se han
denominado "gastos fiscales", es decir, los originados por la
extinción o disminución de tributos, traducidos en la no obtención
de un ingreso público como consecuencia de la concesión de
beneficios fiscales orientados al logro de la política económica o
social adoptado en una época determinada, por ejemplo, como
sería una condonación de impuesto, o bien, como en el caso, en
10 Jurisprudencia P./J. 3/2016 (10a.), del rubro “CONDONACIÓN DE DEUDAS TRIBUTARIAS. LAS NORMAS QUE LA PREVÉN NO SE RIGEN POR LOS PRINCIPIOS DE JUSTICIA TRIBUTARIA ESTABLECIDOS EN EL ARTÍCULO 31, FRACCIÓN IV, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.” Publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 33, Agosto de 2016, Tomo I, Materia(s): Constitucional, página 9. Registro: 2012227.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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el que las normas combatidas prevén un beneficio para el
gobernado al permitir regularizar el procedimiento
relacionado con la importación temporal de las mercancías,
en el que no se está diseñando o estableciendo el monto de
un impuesto, sino que se trata de un procedimiento
excepcional para regularizar la mercancía que se importada
en ese sentido, pero que se encuentra de manera ilegal en el
país.
Con base en lo anterior determinó que la regularización de
mercancías no puede juzgarse a la luz del artículo 31, fracción
IV de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
pues su otorgamiento no obedece a razones de justicia tributaria,
ni al ajuste que corresponde para que el gravamen se determine
conforme a la capacidad contributiva que dio lugar al
establecimiento del tributo.
Posteriormente, a mayor abundamiento, el juez de distrito
argumentó lo siguiente:
“(…) Aún más, en oportuno destacar que la Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el amparo en revisión 1686/2006, en sesión de dieciocho de abril de dos mil siete, estableció, en síntesis, lo siguiente:
-Que cuando el Estado grava los ingresos, el capital
o patrimonio o la capacidad contributiva del sujeto pasivo de la relación tributaria se determina con base en la variación positiva o aumento de su patrimonio; en tanto que, en los impuestos sobre erogaciones o gastos, dicha capacidad se fija tomando en cuenta que al efectuar esos actos de persona física o moral demuestra que tiene la capacidad de adquirir los bienes y servicios que requiera, ya que el fundamento en esta clase de tributos, es el hecho de que existe una correspondencia entre los gastos de los causantes y su capacidad económica, ya que sólo quien obtuvo los ingresos suficientes, puede efectuar esas erogaciones, de tal suerte que lo individuos que mayores
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gastos realicen, tendrán, en ese aspecto mayor capacidad contributiva para efectos de esta clase de tributos.
-Que el artículo 31, fracción IV de la Constitución
Federal, no precisa como requisito que los gravámenes se impongan sobre los ingresos y la propiedad de un patrimonio o capital, sino respecto a cualquier aspecto que sea indicativo de la capacidad contributiva, como acontece con las erogaciones en dinero por concepto de la internación en el país de mercancías de procedencia extranjera, las cuales indudablemente constituyen manifestaciones de la riqueza de los sujetos que realizan los pagos relativos y, por ende, susceptibles de ser objeto de imposición de algún gravamen por parte del Estado; consecuentemente, los gastos que se realizan por ese concepto son gravados mediante impuestos en los que se demuestra la exigencia de la capacidad contributiva a través de las erogaciones.
-Que el hecho generador del impuesto general de
importación lo constituye la introducción de productos al territorio nacional, así como su circulación en el territorio nacional de mercancías extranjeras, con las modalidades relativas a las importaciones temporales y/o definitivas de bienes que se manejen o bien, la introducción de productos a las zonas y/o regiones fronterizas que disfruten beneficios arancelarios y en estos casos, siendo diferente el objeto de cada una de estas actividades, deben ser diferentes también los diversos impuestos, que para cada uno de esos hechos se establezcan, simple y sencillamente porque siendo diferentes los actos que les dan origen, se presenta la necesidad de gravar de manera independiente y concreta todas y cada una de esas diferentes actividades.
-Que en términos de lo establecido por la Sección
Primera, del Capítulo III, del Título Tercero, de la Ley Aduanera, la base gravable del impuesto general de importación es el valor en aduana de las mercancías, salvo los casos en que la ley de la materia establezca otra base gravable. El valor en aduanas de las mercancías es el valor de transacción el cual, a su vez, es el precio pagado por las mismas, entendiéndose por este mismo concepto, el pago total que por las mercancías importadas haya efectuado o vaya a efectuar el importador de manera directa o indirectamente al vendedor o en beneficio de éste.
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-Que el ad valorem, es el arancel expresado en términos porcentuales que se aplica sobre la base gravable, es decir, sobre el valor en aduana de la mercancía, lo que significa que el legislador, al fijar dicho gravamen no tuvo en consideración los ingresos o la propiedad del patrimonio o capital del sujeto pasivo del tributo, sino una cuestión diversa, a saber: la imposición sobre el gasto, esto es, el monto del precio pagado por las mercancías de que se trate, las cuales reflejan, en forma mediata, la capacidad contributiva de los sujetos pasivos de la relación tributaria que llevan a cabo esta clase de actos.
-Que el impuesto general de importación cumple con
el requisito de proporcionalidad tributaria, ya que no grava el ingreso, el capital o el patrimonio de las personas (que son los casos en que la capacidad contributiva puede atenderse tomando en cuenta directamente la riqueza de los contribuyentes), sino que recae sobre el gasto o el egreso, objeto gravable que atiende, como se mencionó con anterioridad, en forma mediata a la riqueza del contribuyente, pues se fija tomando en consideración la capacidad que tiene el sujeto del gravamen para realizar esos actos de importación de mercancías, porque conforme a la técnica fiscal que rige a este tipo de tributo, debe suponerse la riqueza de las personas, mayor, igual o menor, según efectúen, más iguales o menores gastos por concepto de la introducción de bienes o servicios de procedencia extranjera a territorio nacional.
-Que la capacidad contributiva deberá medirse en relación con el total de los gastos o erogaciones (valor de la mercancía en aduana el cual a su vez es el precio pagado por las mismas), que realice el contribuyente, aplicando el porcentaje ad valorem de la clasificación arancelaria que corresponda para la determinación del monto del tributo, es dable concluir que el impuesto en cuestión es proporcional.
-Que el objeto o hecho generador el impuesto general
de importación lo constituye la introducción en el territorio nacional de mercancías extranjeras cuyo valor en aduana es la base del impuesto, entonces el contribuyente que realice más erogaciones por ese concepto, tendrá que pagar más, en relación con otro causante que efectúe menos erogaciones y, asimismo, pagarán igual cantidad quienes realicen similares gastos.
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-Que el impuesto general de importación no se determina en función de la cantidad del producto que se pretenda importar, sino el valor de factura de la mercancía, ya que es éste el que sirve para determinar la base del tributo y, en virtud de ella, la capacidad contributivas del sujeto pasivo.
De la anterior sentencia derivó la tesis que expresa: “IMPUESTOS GENERALES DE IMPORTACIÓN Y EXPORTACIÓN. LAS FRACCIONES ARANCELARIAS PREVISTAS EN LA LEY RELATIVA, RELACIONADAS CON EL PESCADO CONGELADO, NO VIOLAN EL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA. Si se toma en cuenta, por un lado, que el artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no establece como requisito que los gravámenes se impongan sólo sobre los ingresos, los bienes o el capital, sino respecto de cualquier aspecto que sea indicativo de capacidad contributiva y, por el otro, que las erogaciones por concepto de internación en el país de mercancías de procedencia extranjera constituyen manifestaciones de la riqueza de quienes realizan esa actividad, resulta inconcuso que las tasas del impuesto ad valorem establecidas en diversas fracciones arancelarias, relacionadas con el pescado congelado, previstas en la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación, no violan el principio de proporcionalidad tributaria contenido en la fracción IV del citado precepto constitucional, en tanto que se trata de un impuesto al gasto que grava el empleo de la riqueza, en la medida en que su utilización, a través de la erogación, refleja la capacidad contributiva del causante. Ello es así, porque conforme a la Ley Aduanera, la base gravable del impuesto general de importación es el valor en aduana de las mercancías, salvo los casos en que la propia ley establezca una distinta, y dicho valor es el de transacción, que es el precio pagado por esas mercancías, entendiéndose por este concepto el pago total que por ellas haya efectuado o vaya a efectuar el importador directa o indirectamente al vendedor o en beneficio de éste. De manera que si el ad valorem es el arancel expresado en términos porcentuales que se aplica sobre la base gravable, es decir, sobre el valor en aduana de las mercancías, es evidente que al fijar el indicado gravamen el legislador atendió al gasto, esto es, al monto del precio pagado por aquéllas, lo cual refleja en forma mediata la capacidad contributiva de los gobernados, pues quienes realicen
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más erogaciones por ese concepto pagarán más que quienes lo hagan en menor medida.” Lo anterior permite establecer que el hecho de que
en la regla reclamada se establezca como parámetro para determinar las cuotas compensatorias respecto de las contribuciones que deben pagarse el valor de la aduana, respeta el principio de proporcionalidad, aun cuando con el tiempo haya disminuido su valor, ya que es el parámetro fijado en la ley (que no se reclamó); además, porque fue precio que se pagó cuando se importó. (…)”
De la transcripción se desprende que el juez llevó a cabo
una serie de razonamientos para concluir que la regla como
parámetro para determinar las cuotas compensatorias respecto
de las contribuciones que deben pagarse el valor de la aduana,
respeta el principio de proporcionalidad, aun cuando con el
tiempo haya disminuido su valor, ya que es el parámetro fijado
en la ley.
Asimismo, como se expuso en párrafos precedentes, vertió
diversos argumentos por los que determinó que el planteamiento,
al versar sobre el beneficio consistente en la regularización de
mercancías de importación, no puede analizarse a la luz de los
principios de justicia tributaria.
Por ello que el agravio es inoperante, puesto que el
recurrente no controvirtió todas las razones por las que el juez de
distrito desestimó sus planteamientos.
Es ilustrativa la jurisprudencia 1a./J. 19/2012 (9a.)11, del
rubro y texto siguientes:
“AGRAVIOS INOPERANTES. SON AQUELLOS QUE NO COMBATEN TODAS LAS CONSIDERACIONES CONTENIDAS EN LA
11 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XIII, Octubre de 2012, Tomo 2, Materia(s): Común, página 731 Registro: 159947.
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SENTENCIA RECURRIDA. Ha sido criterio reiterado de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, que los agravios son inoperantes cuando no se combaten todas y cada una de las consideraciones contenidas en la sentencia recurrida. Ahora bien, desde la anterior Tercera Sala, en su tesis jurisprudencial número 13/90, se sustentó el criterio de que cuando el tribunal de amparo no ciñe su estudio a los conceptos de violación esgrimidos en la demanda, sino que lo amplía en relación a los problemas debatidos, tal actuación no causa ningún agravio al quejoso, ni el juzgador de amparo incurre en irregularidad alguna, sino por el contrario, actúa debidamente al buscar una mejor y más profunda comprensión del problema a dilucidar y la solución más fundada y acertada a las pretensiones aducidas. Por tanto, resulta claro que el recurrente está obligado a impugnar todas y cada una de las consideraciones sustentadas por el tribunal de amparo aun cuando éstas no se ajusten estrictamente a los argumentos esgrimidos como conceptos de violación en el escrito de demanda de amparo.”
Ante lo infundado e inoperante de los agravios en estudio,
lo procedente es confirmar la sentencia que negó el amparo
solicitado en contra del artículo 101 de la Ley Aduanera y de la
regla 2.5.2 de las Reglas Generales de Comercio exterior para
dos mil dieciocho.
DÉCIMO. Recursos de revisión adhesivos. Las
autoridades responsables, Presidente de la República y la Jefa
del Servicio de Administración Tributaria interpusieron revisión
adhesiva.
Toda vez de que los argumentos vertidos en los medios de
defensa se relacionan con cuestiones de constitucionalidad de
las normas generales señaladas como actos reclamados
destacados, aquéllas deben declararse sin materia.
AMPARO EN REVISIÓN 324/2020.
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En efecto, si el interés de la parte adherente está sujeto a la
suerte del recurso principal, es evidente que cuando el sentido
de la resolución dictada en éste es favorable a sus intereses,
desaparece la condición a la que estaba sujeto el interés de
aquélla para interponer la adhesión, esto es, la de reforzar el fallo
recurrido y, por ende, debe declararse sin materia el recurso de
revisión adhesiva.
Situación que en el caso acontece, puesto que se determinó
negar el amparo solicitado, motivo por el cual el sentido
decretado es favorable a los intereses de los recurrentes
adherentes. Máxime que los argumentos contenidos en las
revisiones adhesivas se encaminan a robustecer las razones
por las que el juez de distrito desestimó los conceptos de
violación que plantean la inconstitucionalidad de las normas
generales.
Cobra aplicación la jurisprudencia 1a./J. 71/200612, de la
Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación,
del rubro y texto siguientes:
“REVISIÓN ADHESIVA. DEBE DECLARARSE SIN MATERIA AL DESAPARECER LA CONDICIÓN A LA QUE SE SUJETA EL INTERÉS DEL ADHERENTE. De conformidad con el último párrafo del artículo 83 de la Ley de Amparo, quien obtenga resolución favorable a sus intereses puede adherirse a la revisión interpuesta por el recurrente, expresando los agravios respectivos dentro del término de cinco días, computado a partir de la fecha en que se le notifique la admisión del recurso. Ahora bien, si se toma en cuenta que la adhesión al recurso carece de autonomía en cuanto a su trámite y procedencia, pues sigue la suerte procesal de éste y, por tanto, el interés de la parte adherente está sujeto a la suerte del recurso
12 Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIV, Octubre de 2006, Materia(s): Común, página 266.
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principal, es evidente que cuando el sentido de la resolución dictada en éste es favorable a sus intereses, desaparece la condición a la que estaba sujeto el interés jurídico de aquélla para interponer la adhesión, esto es, la de reforzar el fallo recurrido y, por ende, debe declararse sin materia el recurso de revisión adhesiva.”
DÉCIMO PRIMERO. Reserva de jurisdicción. Como se
precisó, la peticionaria de amparo planteó la inconstitucionalidad
del artículo 101 de la Ley Aduanera y de la regla 2.5.2 de las
Reglas Generales de Comercio exterior para dos mil dieciocho,
con motivo de su primer acto de aplicación consistente en la
resolución contenida en el oficio 110-12-01-02-01-2019-3921 de
nueve de mayo de dos mil diecinueve, dictada por el
Administrador de Auditoría de Comercio Exterior “1” de la
Administración Desconcentrada de Auditoría de Comercio
Exterior del Centro con sede en la Ciudad de México.
Al respecto, en el segundo agravio, la quejosa
controvierte la decisión del juzgado consistente en que la
resolución dictada por la autoridad exactora no conculca el
principio non bis in ídem.
Argumenta que en términos de los artículos 182 y 183 de
la Ley Aduanera, la autoridad no debió imponerle una multa por
cada periodo de quince días que excedió el retorno de la
mercancía, ya que, en realidad, opina que se trata de una sola
conducta continuada, en la que si bien hubo pluralidad de
acciones, éstas sólo integraron una única infracción.
Toda vez de que el argumento de que se trata versa sobre
una cuestión de mera legalidad, esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación reserva jurisdicción al tribunal colegiado del
conocimiento para que lleve a cabo su análisis.
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Por lo expuesto y fundado, se
RESUELVE:
PRIMERO. En la materia de la revisión competencia de
esta Segunda Sala, se CONFIRMA la sentencia recurrida.
SEGUNDO. La justicia de la unión NO AMPARA NI
PROTEGE a la quejosa, Grupo Secafe, sociedad anónima de
capital variable, en contra del artículo 101 de la Ley Aduanera y
de la regla 2.5.2 de las Reglas Generales de Comercio exterior
para dos mil dieciocho.
TERCERO. Se declaran SIN MATERIA los recursos de
revisión adhesiva interpuestos por las autoridades responsables,
Presidente de la República y Jefa del Servicio de Administración
Tributaria.
CUARTO. Se RESERVA JURISDICCIÓN al
Decimoquinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito, para que analice los planteamientos de legalidad
vertidos por la parte quejosa.
NOTIFÍQUESE; con testimonio de la presente resolución,
devuélvanse los autos al Tribunal Colegiado de su origen y, en
su oportunidad, archívese el expediente como asunto concluido.