Charles Lucky Luciano

8/18/2019 Charles Lucky Luciano

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CHARLES LUCKY LUCIANO

(I): Érase una vez en Manhattan Publicado por E.J. Rodríguez

Viajemos a la época del blanco y negro, del cine mudo ydel Ford T. Retrocedamos a los principios del siglo XX yfjémonos al azar en un chaval de las calles de ueva

!or". # no tan al azar. $or%ue ese chaval se convertir& enuno de los principales l'deres criminales del siglo, elcreador de la (afa moderna, el hombre %ue reinvent)a%uella organizaci)n llamada *osa ostra y la convirti)

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en lo %ue tantas veces hemos visto en las novelas, series y pel'culas norteamericanas.

Un día cualquiera, en Manhattan

El Lower East Side ocupa el ap ndice sudeste deManhattan, a la !ista "co#o quien dice" del puente de$illia#sburg, ese tosco esqueleto de %erralla, & de las%or#as algo #'s elegantes, aunque a(n austeras, delpuente de Manhattan. El Lower East Side es un barrococonglo#erado de estrechos edi)cios de ladrillo, quebordean las calles con un horizonte inter#itente de tonosro*izos & ocres. Edi)cios de cuatro o cinco plantas deaparta#entos sencillos, con %recuencia superpoblados,presididos por una bre!e escalera que da acceso al portal& que esconde a los costados un par de puertas deentrada al entresuelo. +unque, toda!ía en el tie#po delque habla#os, pueden !erse construcciones con la%achada de planchas de #adera, co#o un !estigio cada!ez #'s inhabitual de una poca que &a entonces estabades!aneci ndose en la apre#iante con%usi n del ca#biode los tie#pos. Eran los albores del siglo -- pocas !ecesel #undo ha a!anzado tan deprisa, aunque sin saber #u&bien a d nde.

Los toldos se e/tienden casi de continuo a #odo de

%ald n de las largas hileras de edi)cios. En ciertas partesse le!antan las !i!iendas sobre tiendas de todo tipo a(ne/iste la costu#bre de sacar #ercadería a la entrada delos co#ercios & a#ontonarla allí, a la !ista de los!iandantes. +lgunas aceras est'n repletas deescaparates, aunque los puestos a#bulantes ta#bi n


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abundan. Los carro#atos toda!ía son una !isi n co#(n &no en todas las calles puede circular un auto# !il con%acilidad. Poco i#porta a(n poca gente dispone de uno.

El Lower East Side tiene un aspecto elegante una ciertadignidad arquitect nica llegada de allende el +tl'ntico.Pero es un barrio hu#ilde, de gente traba*adora, habitado#a&oritaria#ente por in#igrantes0 italianos, irlandeses,ale#anes, ucranianos, polacos1 sus calles hier!en deacti!idad, la #ultitud !a & !iene en sus quehaceresdiarios. La in#ensa #a&oría de aquella gente ha llegadodesde Europa con una #ano atr's & otra delante, & ahorasobre!i!e dese#pe2ando puestos poco cuali)cados.Antonio Lu ania , por e*e#plo, se ha traído a su #u*er,Rosa!ia , & a sus cinco hi*os desde la pobre Sicilia. 3an!enido en busca de una !ida #e*or, & sobre todo de una!ida ale*ada de la dictadura %eudal que la Ma)a e*ercesobre la poblaci n rural de la atrasada isla #editerr'nea.El cabeza de %a#ilia de los Lucania, un antiguo canteroque no habla una palabra de ingl s, se ha puesto atraba*ar co#o pe n de la construcci n co#o tantos otrositalianos. 4on%ía en que sus reto2os crezcanapro!echando las in#ensas posibilidades de aquel paísenor#e en eterna ebullici n, lla#ado Estados Unidos de+# rica. El sue2o a#ericano. 5 uno de sus hi*os, en el%uturo, cu#plir' con creces ese sue2o1 aunque a su#anera.Sa!vatore Lu ania se ha saltado las clases, co#o decostu#bre. El colegio no es para l. 6ea#bula ocioso porlas calles de su barrio adopti!o, al que lleg con diez a2os


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de la #ano de sus padres, directa#ente ba*ado del barcoque llegaba desde 7talia. +hora, unos pocos a2osdespu s, esas calles se han con!ertido en su hogar & en

ellas se siente co#o en su casa. 8o porque uno de*e%'cil#ente de sentirse un e/tran*ero en +# rica "por#'s que !i!a rodeado de paisanos" sino porque en elLower East Side nunca %alta algo que hacer o algo que!er. La #e#oria de Sicilia e#pezar' a di%u#inarser'pida#ente ha llegado con la edad *usta para ter#inarde crecer casi co#o un nortea#ericano #'s. Es unhíbrido, co#o su nue!a naci n es una naci n híbrida, un#estiza*e de donde surge toda su %uerza #otriz, para lobueno & para lo #alo.

Sal!atore, en su indisciplinada rutina, ha descubierto la#anera de conseguir las cosas que quiere, desde #u&te#prana edad. Se dedica a atracar a otros ni2os #'sd biles para robarles el al#uerzo o el poco dinero que

puedan lle!ar enci#a, destinado a gastos escolares. Esun chico !iolento, el #at n de la escuela "aunque rara!ez pone el pie en ella", todos los de#'s cha!ales losaben & ninguno quiere !erse #etido en proble#as con

l. Si tienen la #ala suerte de top'rselo en su tra&ecto#atinal, le entregan lo que lle!an enci#a sin rechistar. 5si alg(n ni2o no conoce toda!ía a Sal!atore & co#ete la

i#prudencia de negarse, el siciliano le pega unaconsiderable paliza hasta que el otro co#prende cu'l essu papel en la tragico#edia adolescente del Lower EastSide. 8adie quiere recibir una de aquellas palizas dos!eces.


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Luc9& Luciano co#enz su carrera delicti!a a una edadbastante te#prana, & se hizo notar en las calles por sudureza.

Un buen día Sal!atore se cruza con otro ni2o, al quetoda!ía no conoce. Una !ícti#a %'cil. 8acido en Rusia, enel seno de una %a#ilia *udía, & bendecido con el

i#pronunciable no#bre de Me"er Su ho#!$ans%" , elcha!al es, la !erdad sea dicha, de aspecto #'s bien pocoi#ponente. :a*ito, ;aco hasta casi lo raquítico, de caraalelada & ore*as de soplillo, a(n trata de adaptarse a esta%ren tica nue!a e/istencia0 con s lo nue!e a2os hubo dedecir adi s a su :ielorrusia natal & ahora ca#ina por unacalle neo&orquina, que es casi co#o haber aterrizado enotro planeta.


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cabello negro & piel con tendencia a tostarse, un cha!alde aspecto te#ible que le saca !arios a2os de edad &bastantes centí#etros de estatura, & cu&as intenciones

no parecen nada a#istosas. Me&er !iene de un país cu&atradici n no era nada a*ena a la !iolencia "su %a#ilia, dehecho, había su%rido los te#ibles pogroms contra los

*udíos en el pasado" pero, aun así, debía de !er a aquel#at n italiano co#o una especie de tosco b'rbaro,llegado de aquel #isterioso sur de Europa que se leanto*aría poblado por tribus de trogloditas cetrinos einci!ilizados, una bestia #editerr'nea #'s #o!ida por elinstinto que por la inteligencia. +#bos son e/tran*eros en+# rica, pero ta#bi n e/tran*eros entre sí. Por #'s quelos ni2os & adolescentes del Lower East Side co#partanbarrio & ha&an !enido casi todos ellos del =ie*o4ontinente, los grupos tnicos no se co#prenden#utua#ente ni parecen #ostrar de#asiados deseos dea!anzar en la con!i!encia1 algo que, a #enudo, seagudiza especial#ente en el aparente#ente in!isible "pero bullicioso" círculo social de los #'s * !enes.

Sal!atore Lucania, de hecho, #uestra #'s bien pocacuriosidad intercultural hacia el peque2o ruso. Lo agarrade las solapas & le hace "para%raseando al cl'sico" una>o%erta que no podr' rechazar?. El siciliano quiere el

al#uerzo de Me&er & el dinero que lle!e enci#a. Me&erse niega a entregarlo. Sal!atore, pre!isible#ente, le pegauna paliza hasta hacerlo sangrar0 es la lecci n que ning(nni2o ol!ida *a#'s despu s de intentar i#prudente#enteplantarle cara.


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lo que lle!a enci#a & lo de*a allí en la acera, dolorido,llorando por las heridas de %uera & #u& especial#entepor las de dentro. Para Sal!atore, esta escena es una

rutina. Pero para Me&er1 @una !ícti#a #'sA 8o tandeprisa.

Pasan algunos días. Sal!atore ca#ina por la acera & !eque, doblando la esquina, aparece %rente a l aquel#is#o ni2o ;acucho de las ore*as de soplillo. 6el quesupone, aplicando la l gica, que &a ha aprendido sulecci n. El siciliano se prepara para !erlo ca#biar de

acera en cualquier #o#ento, &a que los ni2os que secruzan con Sal!atore suelen reaccionar así, con)ando enque con #ucha %ortuna no les ha&a !isto & puedan darleesquinazo. Pero el al%e2ique ruso no ca#bia de acera. Es#'s, no hace el #'s #íni#o a#ago de intentarlo. 8isiquiera parece %uerer e!itar a Sal!atore. 4a#inadirecta#ente hacia el #at n. 8o se lo !e asustado, & si lo

est', lo disi#ula #u& bien, porque #ira directa#ente alos o*os de Sal!atore con e/presi n desa)ante. Pareceob!io que Me&er no se !a a enzarzar en una pelea %ísica"no tiene ninguna posibilidad" pero desde luegoaparece re!estido de una dignidad inquebrantable, deuna hebrea sole#nidad que al parecer le i#pideplantearse la huida. El encuentro tiene el #is#o

desarrollo de la otra !ez0 Sal!atore de#anda su botín.Me&er se niega. Sal!atore le pega una paliza & le roba.Me&er se queda allí sentado, sangrando por la nariz,#ientras algunas l'gri#as le corren por la #e*illa, unasl'gri#as que probable#ente se le han escapado a su


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pesar. Pero se ha resistido en la #edida de susposibilidades, eso es lo que cuenta para l. 5 no ser' la(lti#a !ez.

En los subsiguientes encuentros, & para el total aso#brodel italiano, Ma&er Suchowl*ans9& se entrega al #artiriocon id ntico pundonor, sin el #enor a#ago de quererescapar o esconderse cuando se cruza con su !erdugo.Sie#pre se dirige hacia una paliza garantizada con la#irada cla!ada en los o*os de quien !a a d'rsela. +quelni2o es real#ente raro, se dice Sal!atore, & lo cierto es

que no puede e!itar e#pezar a sentir cierta si#patía porl. Eso no le i#pide seguir golpe'ndole para obtener lo

su&o "la le& de la calle es la le& de la calle0 el rusosie#pre se niega a entregar su dinero & Sal!atore nopuede per#itirse desa%íos" pero, sin poderlo e!itar,e#pieza a ad#irar su !alentía.

+sí transcurren !arios episodios si#ilares, hasta que unbuen día se produce un suceso que har' que las cosasca#bien. Sal!atore ca#ina *unto a la boca de un calle* n& !e una escena %a#iliar0 unos cha!ales "una pandilla deirlandeses" le est'n dando una paliza a otro. Son !arioscontra uno, lo cual le parece a Sal!atore una actitudcobarde, pero no tiene por qu entro#eterse en asuntosque no le conciernen. La calle es así, & l es el pri#eroque recurre a la agresi n para alcanzar sus )nes. Sine#bargo, se !e %orzado a detenerse cuando reconoce a la!ícti#a0 es aquel ni2o *udío que se traga el #iedo & que,con toda seguridad, ha #ostrado la #is#a actitud dedignidad 9a#i9aze %rente a los irlandeses que lo est'n


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apaleando ahora. Se habr' resistido a ser atracado, &probable#ente por eso se est'n ensa2ando con l.Sal!atore Lucania se !e i#pelido a actuar0 saca su na!a*a

"en cu&o uso es bastante diestro" & hace unade#ostraci n de sus dotes ante los agresores,pro!ocando la huida de todos ellos. Seguida#ente sepreocupa por el estado del #altrecho Me&erSuchowl*ans9&. Le pro#ete que, de en ese #o#ento enadelante, no !ol!er' a atracarlo. Es #'s, lo proteger'. +partir de ese #o#ento se con!ertir'n en a#igos. 5 lasu&a ser' una a#istad que durar' toda la !ida. +#bos,#uchos a2os despu s, se trans%or#ar'n en los doscerebros que estu!ieron detr's de la creaci n del#oderno cri#en organizado, los dos ho#bres quecrearon la #a)a #oderna. 4uando "siguiendo unapr'ctica co#(n entre los in#igrantes" se ca#bien elno#bre, el #undo los conocer' co#o Char!ie Lu iano &Me"er Lans%" .

Un nuevo &un'o una nueva vi'a


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Me&er Lans9&, a#igo & colaborador de Luc9& Luciano a lolargo de toda su carrera cri#inal.

En las calles de Manhattan ha& delincuencia. Es ununi!erso en %or#aci n & la le& no llega por igual a todaspartes. +llí donde ha& una gran poblaci n de in#igrantesitalianos, est' por e*e#plo la >Mano 8egra?0 una di%usared de e/torsionadores que chanta*ean a susco#patriotas "principal#ente a los due2os de losnegocios" o%reci ndoles >protecci n? a ca#bio de unporcenta*e de sus bene)cios & de su #ercancía. Una

costu#bre, por cierto, que el Jo!en Sal!atore ha i#itado,!endiendo esa #is#a >protecci n? a cha!ales quepuedan pag'rsela con una cuota se#anal. Pero lo deSal!atore es casi un *uego, podría decirse, si se nosper#ite la e/presi n. Lo de la Mano 8egra, en ca#bio, esalgo #u& serio0 secuestros, a#enazas, chanta*es,lesiones, desapariciones e incluso asesinatos nada

in%recuentes, a !eces e*ecutados con escalo%riantecrueldad. 8o es una organizaci n centralizada, sino #'sbien un no#bre gen rico para bandas de #atones queact(an apoder'ndose de zonas concretas. En algunaszonas de 8ue!a 5or9, de hecho, la Mano 8egra haalcanzado un considerable poder desestructurado, peroreal. Por citar un sonoro e*e#plo, llegar'n incluso a

chanta*ear al #undial#ente %a#oso tenor Enri oCaruso , e/igi ndole #ediante carta an ni#a unasuculenta cantidad de dinero por actuar en un teatrosituado en >su territorio?. 4aruso, por cierto, cedi alchanta*e & pag . Mala idea0 poco despu s le lleg otra


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carta e/igiendo toda!ía #'s dinero. 4o#prendiendo queel chanta*e no iba a ter#inar, se neg a seguir pagando &a!is a la policía. El tenor hubo de pasar sus (lti#os a2os

aco#pa2ado de una escolta.La !iolencia a #enudo brutal de los dispersos grupos dela Mano 8egra & sus asociados "así co#o de losincipientes grupos #a)osos" era co#o un tel n de %ondopara la !ida de los italianos reci n llegados, & durantealg(n tie#po encontraron poca oposici n. Lasautoridades neo&orquinas rara !ez se in#iscuían #'s de

la cuenta en los a!atares de los barrios de in#igrantestransalpinos. 6e hecho, había relati!a#ente pocoso)ciales de origen italiano en el cuerpo de policía de laciudad & los agentes de la le& sentían que tenían pocoque ganar #eti ndose en aquellos ensanches donde unaparte apreciable de la poblaci n que ni siquiera sabíahablar ingl s. +unque, en honor a la !erdad, no es que

hubiesen %altado algunas ca#pa2as para intentarco#batir la delincuencia en esas zonas. Especial#entenotorios %ueron los es%uerzos del o)cial oe *etrosino ,un policía nacido en 4a#pania, que lleg a poner en

*aque a di!ersas bandas cri#inales al %rente de unescuadr n especial de agentes italoa#ericanos. Petrosino%ue un h roe peculiar0 des#antel !arios grupos de la

Mano 8egra & logr e/patriar incluso a !arios #a)osos1uno de los cuales lo #at a tiros co#o !enganza cuandoel o)cial co#eti la i#prudencia de !ia*ar a 7talia paraintentar coordinarse con la policía de aquel país.


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Pero, dentro del reinado del cri#en en los barriositalianos, había ciertas di%erencias entre bandas co#o laMano 8egra & las incipientes asociaciones de #a)osos

llegados desde Sicilia & algunas otras partes del sur de7talia. La !iolencia indiscri#inada de la Mano 8egra nopodía durar sie#pre, porque no respondía a un siste#al gico de !alores, sino a una brutalidad a #enudoarbitraria. Se trataba si#ple#ente de indi!iduos sal!a*esque se apoderaban de los barrios a base de i#poner elterror de %or#a sanguinaria, & que tan pronto asesinabande #anera horrible a %a#iliares inocentes de unco#erciante porque ste no había querido ceder a loschanta*es, co#o se #ezclaban en asuntos de prostituci nin%antil, raptando ni2os pobres & lle!'ndoselos a clientespudientes. 8o resulta e/tra2o que cuando e#pezaron allegar a estas barriadas #ie#bros de la Ma)a "%recuente#ente hu&endo de la *usticia italiana o devendettas de %acciones ri!ales", a organizarse a su#anera & a i#poner un nue!o reinado de terror, #uchosin#igrantes los considerasen pre%eribles e inclusollegasen a pro%erirles respeto. Los #a)osos, al #enos, se#o!ían seg(n algunos !alores reconocibles. Bue enocasiones eran !alores arcaicos & retorcidos, pero que al#enos resultaban relati!a#ente pre!isibles. 5 queade#'s per#itía a sus bandas alcanzar un grado deso)sticaci n & disciplina i#pensable en las *aurías de laMano 8egra. Poco a poco, la Ma)a se %ue i#poniendo enlas calles, cuando iban llegando #'s #ie#bros desdeEuropa. Las nue!as e/torsiones con las que tenían quecon!i!ir los italianos honrados de 8ue!a 5or9 se


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presentaban ba*o una %or#a tradicionalista & %eudal que,te gustase o no, al #enos resultaba>tranquilizadora#ente? %a#iliar. Los #a)osos

i#portantes solían repudiar ciertas pr'cticas,especial#ente las que i#plicaban !iolencia contra losni2os, & eso &a i#plicaba un ca#bio para #e*or. Los>ho#bres de respeto? lo eran en contraste con lasali#a2as que por lo general les habían precedido en eldo#inio de las calles.

En un a#biente se#e*ante no resulta sorprendente que

la delincuencia *u!enil tu!iese tendencia a dispararse, &no sie#pre por estricta necesidad. Sal!atore Lucaniaaprendi pronto que ro#per las reglas le per#itiría ganarc #oda#ente #'s dinero del que ganaba su padrede*'ndose el lo#o en la obra. 6urante su adolescencia%or# una pandilla propia, natural#ente liderada por l.Para el disgusto de +ntonio Lucania, su hi*o e#pez a

%abricarse un s lido historial policial #'s de una !ez tu!oque ir a sacarlo de entre re*as )anza #ediante, aunquesu reto2o &a ganaba bastante #'s dinero que l #is#o.+l )nal, cuando Sal!atore %ue detenido por tr')co dedrogas, +ntonio pronunci la c lebre %rase0 >no tengohi*o?. + !eces se decía que Sal!atore Lucania ca#bi suno#bre para no seguir a!ergonzando a su padre aunque

probable#ente lo hizo "co#o era costu#bre entre#uchos in#igrantes" para que a los nortea#ericanosanglosa*ones les resultase #'s %'cil de pronunciar.


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su cabeza co#o ar#a pese a con!ertirse en uni#portantísi#o #ie#bro de la Ma)a, no !ol!i a lle!aruna pistola enci#a *a#'s. +sí pues, Lucania & 4astiglia "

Luciano & 4ostello" co#partían una #is#a !isi n delnegocio. Dtros #ie#bros de la banda, co#o el!ehe#ente ,ito -enovese , no co#partían esa !isi n,pero se daban cuenta de que Luciano & 4ostello o%recíanbuenas soluciones a los proble#as gracias a susintelectos, por lo cual aceptaban de buen grado suliderazgo natural.

Lo #is#o sucedía con Me&er Lans9&, aquel ruso ;acuchoque era ínti#o a#igo & colaborador de Lucania, & quehabía acortado su i#posible apellido para hacerloasequible a los habitantes de su nue!a patria. Me&er sehabía con!ertido ta#bi n en líder de su propia banda dedelincuentes *udíos era una banda ínti#a#ente asociadaa la de Luciano, en la que #ilitaba por e*e#plo su a#igo

.en$a&in /.u0s"1 Sie0e! , el %uturo >in!entor? de Las=egas. Lans9& solía sentarse a plani)car tranquila#entesus acti!idades con Luciano & 4ostello, #ientras que los#ie#bros #enos so)sticados de sus respecti!as bandaseran usados co#o >#(sculo? para e*ecutar accionesagresi!as cuando la ocasi n lo requería. Siegel, pore*e#plo era e/tre#ada#ente !iolento & #u& irre;e/i!o0

si había un tiroteo, se lanzaba pistola en #ano hacia elene#igo, co#o si no le preocupase recibir un balazo. 8oparecía pensar en las consecuencias de sus acciones, asíque Luciano & Lans9& lo usaban co#o ar#a arro*adizacuando no les quedaba #'s re#edio que llegar al recurso


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de la !iolencia, & trataban de #antenerlo do#esticadocuando los negocios requerían tranquilidad.

4o#o decía#os, las dos bandas %uncionaban casi co#ouna sola, &a que Luciano & Lans9& se entendían bien & seco#ple#entaban a#bos descubrieron que el otro poseíauna inteligencia brillante, & que dos cabezas o tres, siconta#os a 4ostelloF piensan #e*or que una. Le& Seca?F & el lucrati!o negocio del tr')coilegal de alcohol e#pez a requerir una buena cantidadde sa!ia nue!a en las organizaciones #a)osas. Pri#ero,por #ediaci n de Me&er Lans9&, Luciano estu!o ba*o las

rdenes del c lebre gangster *udío Arno!' Rothstein .6espu s, su brillantez atra*o la atenci n de oe /2he.oss1 Masseria , que do#inaba los ba*os %ondos debuena parte de Manhattan. 6e hecho, Masseria era elcapo #a)oso #'s i#portante de la ciudad, co#o puedededucirse de su apodo. El >Je%e? ter#in to#ando aLuciano co#o uno de sus ho#bres de con)anza, lo que


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hizo que escalara r'pida#ente posiciones en la Ma)a de8ue!a 5or9. 6urante los a2os !einte, riadas de d laresiban a circular por la organizaci n & 4harlie Luciano iba a

ganar #'s dinero del que hubiese i#aginado cuandoatracaba a otros ni2os por las calles del Lower East Side.

Pero la con!i!encia entre Masseria & Luciano no iba aresultar %'cil. Luciano había llegado a EEUU con apenasdiez a2os & había e#pezado su carrera delicti!a en8ue!a 5or9, en un conte/to a#ericano, & con una#entalidad a#ericana. Masseria, en ca#bio, había huido

de Sicilia con diecisiete a2os, para e!itar unprocesa#iento por asesinato en la isla, & cuando lleg a+# rica estaba &a i#buido de la cultura de la !ie*a Ma)a.La !isi n tradicionalista de Masseria iba a chocar%rontal#ente con la apertura de #iras de Luciano, quieniba a tener que soportar di!ersas prohibiciones &li#itaciones i#puestas por su nue!o capo, li#itaciones

que l encontraría absurdas & que le iban a hacer sentir#u& inc #odo. Pero en el negocio del alcohol había#ucho dinero & Luciano estaba ahora en un lugarpri!ilegiado para obtener su parte del pastel, así que con%recuencia contu!o sus deseos de deshacerse deMasseria. En su posici n de *o!en lugarteniente no se!eía con su)ciente respaldo co#o para rebelarse contra

el te#ible >:oss?. Pero pronto serían otros los que serebelasen contra Masseria &, poniendo a Luciano contra laespada & la pared, ter#inasen oblig'ndole a to#ar esadecisi n0 en GHI , se desataría una guerra ci!il dentro dela Ma)a neo&orquina, a la que Luciano sobre!i!iría de


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#ilagro "gan'ndose el legendario sobreno#bre de>Luc9&?" & en la que tendría que to#ar parte paraintentar seguir !i!o. +quella guerra, *unto con su astucia,

ter#inaría con!irti ndolo en el cri#inal #'s poderoso de+# rica.

(II): La -uerra 'e !os Caste!!a&&arese

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GK de abril, GH G. El restaurante 8uo!a =illa


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!entanas del restaurante, de !ocaci n g tica co#o eledi)cio #is#o, son estrechas & esconden #'s de lo que#uestran ta#bi n est'n re#atadas por un arco & una

talla de adorno, en este caso un par de c'lices de piedra.La casa, decía#os, s lo tiene dos plantas0 el ba*o dondeest' el negocio & la planta pri#era donde -era'oS ar3ato , el due2o del restaurante, !i!e *unto a suesposa. Esta otra planta, la del do#icilio, es de !entanas#'s a#plias. Su %achada ca#bia, es de ladrillo !isto que&a no i#ita la piedra, aunque ta#bi n en ella pende unorna#ento tallado0 es el escudo de +ngri, el populosopueblo natal de la pro!incia de Salerno donde naciScarpato. El restaurante 8uo!a =illa


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en los #'rgenes de ese #onstruo #etropolitano lla#ado8ue!a 5or9. 5 en este restaurante se !a a producir algoque tendr' in;uencia sobre la !ida de #uchos

estaodunidenses. +quella noche, entre esas #is#asparedes, !a a ca#biar la historia de la Ma)a.

Ristorante 8uo!a =illa


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de cara regordeta & #'s bien poca planta. Si alguienco#etiera el error de *uzgarlo por su aspecto %ísico,podría pensar que se trata de un ino%ensi!o sastre

italiano, & si ese alguien %uese ade#'s lo bastanteincauto co#o para tratar de pasarse de listo con l,podría ter#inar en el %ondo del río 3udson #etido en unbarril, seg(n las pr'cticas >%unerarias? que los #a)osossicilianos aprendieron de las sanguinarias bandasirlandesas al dese#barcar en el estuario de 8ue!a 5or9.6urante los a2os !einte los negocios de Masseria han idoparticular#ente bien, co#o a cualquiera que se ha&adedicado a tra)car con alcohol. La bebida, al sertorpe#ente ilegalizada por un gobierno que acept elen!enenado conse*o de los puritanos, se ha con!ertido enel origen de #uchas grandes %ortunas0 la de +l 4apone, lade los #ie#bros de las >%a#ilias? #a)osas en 8ue!a 5or9& otras #uchas ciudades1 & ta#bi n de ose3hKenne'" , cu&a %a#ilia llegar' a gobernar el país graciasal dinero del contrabando. Para la Ma)a, el alcohol hasupuesto poder ganar #ucho #'s dinero que con todassus otras plazas %uertes *untas0 el *uego, las loteríasilegales & la prostituci n. La >Prohibici n? ha %ortalecido al>sindicato del cri#en? hasta ni!eles insospechados,aunque ta#bi n ha pro!ocado nu#erosos con;ictosinternos, tiroteos, atentados & ríos de sangre. La batallapor controlar los ríos de alcohol que producen dinero &#'s dinero han con!ertido los ba*os %ondos de di!ersasciudades en ca#pos de batalla. 8ue!a 5or9 no es unae/cepci n0 Masseria lle!a casi dos a2os en guerra conSa!vatore Maranzano , un siciliano que nada #'s ba*ar


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del trasatl'ntico se puso al %rente de un nutrido grupo de#a)osos neo&orquinos para plantarle cara, pro!ocandoun alu!i n de asesinatos en a#bos bandos. +lu!i n que

est' a punto de ter#inar. Lenta#ente, durante todosaquellos #eses de en%renta#iento, la guerra se ha idoescorando en contra de Joe Masseria. =a perdiendo. Perosigue siendo lo bastante %uerte co#o para que nadiepueda cantar !ictoria toda!ía. Masseria es terco, &toda!ía es poderoso. 8o !a a rendirse.


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penu#bra & &a s lo aco#pa2ados por los e#pleados &los guardaespaldas, Joe Masseria & 4harlie Lucianoquedan *ugando #ano a #ano. Parece el )nal de una de

tantas noches entre #a)osos, con cartas de por #edio.En un #o#ento dado, Luciano se e/cusa0 necesitale!antarse para ir al ser!icio. Masseria asiente & to#a unsorbo de su copa #ientras su lugarteniente se pone enpie & ca#ina hacia los la!abos.

El Je%e0 iusseppe >Joe? Masseria.

Luc9&? Luciano &a est' en el ser!icio, aparecen !ariosho#bres por la puerta del restaurante. La actitud de esosho#bres & sus zancadas "decididas & r'pidas" no de*an#ucho lugar a dudas. Joe Masseria es un #a)oso curtido,


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así que percibe de in#ediato cu'l es la naturaleza de lasituaci n. +quellos ho#bres han entrado para #atar aalguien. 3a de ser alguien i#portante, un ob*eti!o

real#ente di%ícil para que se #olesten en en!iar a cuatroindi!iduos de golpe. 5 Masseria sabe que en elrestaurante s lo ha& un ob*eti!o que #erezca tantodespliegue0 l. + su pensa#iento acude la guerra quelle!a librando contra Sal!atore Maranzano desde hacetanto tie#po. Masseria gira la cabeza hacia la #esa desus guardaespaldas, esperando !er c #o se ponen en piepara abortar el golpe. Pero, Qsorpresa 1susguardaespaldas &a no est'n allí. En unas d ci#as desegundo Joe Masseria lo co#prende todo0 !uel!e a #irara los asaltantes, & entonces !e que sus caras resultan%a#iliares. 8o son ho#bres de su ancestral ene#igoMaranzano. Son ho#bres del entorno de su propiaorganizaci n0 ,ito -enovese , oe A'onis & el#ercenario A!4ert Anastasia . Pero a(n ha& #'s. Lacara de Masseria #uestra sin duda un total aso#brocuando !e qui n co#anda el grupo de asaltantes. Setrata de .en$a&in Sie0e! "al que el #undo conocer'#'s tarde co#o /.u0s"1 " uno de aquellos gangsters

*udíos con los que 4harlie Luciano #antenía una estrechaa#istad desde sus a2os adolescentes en el Lower EastSide. +quellos #is#os *udíos, por cierto, de quienesMasseria había ordenado a Luciano ale*arse.


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cociendo a sus espaldas. 4harlie >Luc9&? Luciano no !a aregresar del la!abo. Es 4harlie Luciano quien se la ha

*ugado.

El >:oss? se da cuenta de que no saldr' con !ida de surestaurante %a!orito. >:ugs&? Siegel & sus aco#pa2antesalzan los brazos "portando cada uno de ellos un re! l!er" en direcci n a Joe Masseria. El ha#pa de 8ue!a 5or9!a a tener un nue!o *e%e.

Musta he *ete 5 2he Youn0 2ur%s

6esde que %or# su propia pandilla de delincuentes *u!eniles en la adolescencia, cuando a(n usaba suno#bre de naci#iento "Sal!atore Lucania", 4harlieLuciano había ido adentr'ndose en el #undillo del cri#enorganizado & ganando una creciente reputaci n. Pri#erotraba*ando para di!ersas bandas donde se codeaba conno#bres rele!antes de la Ma)a, presentes & %uturos, &

donde la agudeza de su #ente cri#inal lla#aba laatenci n.


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Sindicato del 4ri#en en una #edida nunca antes !ista.+quello le iba a per#itir enriquecerse r'pida#ente.

4harlie Luciano naci en Sicilia pero su !isi n de la Ma)aera la de un nortea#ericano.

Pero Luciano nunca se sinti co#pleta#ente c #odo ba*olas rdenes de su *e%e. Joe Masseria era un #a)oso a laantigua usanza, un >Mustache Pete?. Se usaba estesobreno#bre para aquellos #a)osos que habíane#pezado su carrera cri#inal en Sicilia & habían llegadoa EEUU &a adultos, por lo general hu&endo de procesos

*urídicos o >!endettas?. Estos indi!iduos tenían una !isi n#u& tradicionalista de la Ma)a, que a #enudo resultabadi%ícil de entender para sus subalternos #'s * !enes, los>5oung * !enes turcos?,Luciano había llegado a +# rica siendo s lo un ni2o &había co#enzado su acti!idad cri#inal no en aquella'rida isla de costu#bres casi #edie!ales, sino en lascoloristas & trepidantes calles de 8ue!a 5or9. Lucianoestaba pues acostu#brado a tratar con delincuentes detoda procedencia desde que era pr'ctica#ente un ni2o.Para l, lo i#portante no era la raza o nacionalidad de un


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c #plice, sino su !alía & su lealtad. 6e hecho, algunos desus #e*ores a#igos, a quienes los que considerabaade#'s sus #'s !aliosos colaboradores, no eran

sicilianos. Me"er Lans%" era un *udío de origen ruso &>:ugs&? Siegel era un *udío de origen ale#'n. 7ncluso suquerido colega +ran% Coste!!o era calabr s & nosiciliano. +de#'s, durante el ascenso cri#inal de Luciano,un i#portante gangster *udío " Arno!' Rothstein "había con)ado en Luciano & sus a#igos, & los habíaapadrinado durante una te#porada sin i#portar d ndehabían nacido o cu'l era el color de su piel, de su cabelloo cu'l era su religi n. Luciano acostu#brado a un#undillo del ha#pa #u& internacionalizado, así quecuando entr en la Ma)a de #ano de Masseria tu!o queadaptarse a un a#biente #ucho #'s restricti!o, dondes lo los italianos tenían cabida, & eso no le result %'cil.Entrar en la Ma)a era una oportunidad (nica, pero aca#bio se !io obligado a tragar unos cuantos sapos.8unca pudo entender que Masseria le obligase a ro#persu asociaci n con el astuto Lans9& s lo porque no eraitaliano. Lo #is#o con otros de sus a#igos &colaboradores. +unque en la pr'ctica Luciano no quisoro#per del todo esas a#istades & #antu!o el contactocon discreci n, no le resultaba con%ortable tener que)ngir que creía en una Ma)a a la siciliana. %a#ilia? #a)osa seburlasen de Cran9 4ostello a causa de su procedencia.4ostello era italiano & sí podía participar en los asuntosde la organizaci n, pero no era de Sicilia, sino de4alabria, & eras ob*eto de burlas & desprecios por su


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origen & ta#bi n por su actitud "#u& poco siciliana" deoponerse al abuso de las ar#as.


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+unque, #'s que castillo, es un #odesto %uerte costero.Pero &a se sabe, en los pueblos, que tienen tendencia aengrandecer por el no#bre lo que es #odesto por sus

hechuras. 4on todo, la !erdad es que 4astella##are esun pueblo relati!a#ente grande para los est'ndaressicilianos. Sus pintorescas casas se escalonan a lo largode una zigzagueante red de calle*uelas sie#preascendentes, porque la poblaci n creci sobre los%aldones de la i#ponente #onta2a que preside el paisa*e,%aldones que llegan pr'ctica#ente hasta el #ar. 3o&, enpleno siglo --7, es un aso#brosa#ente bello resorte de!acaciones, un pintoresco pueblo en %or#a de #edia lunaque abraza un #ar sie#pre azul a la so#bra de una#onta2a sie#pre !erde. Es un pueblo de postal, ubicadoen una bahía en#adrada en un gol%o ;anqueado denu#erosas pla&as, calas & caletas que "co#o la #is#aciudad" son #aterial de pri#era clase para %otogra%ías eincluso lienzos. 4astella##are del ol%o, ahora, hastatiene un puerto deporti!o.


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+2os !einte0 4astella##are del ol%o en )estas.

Pero en los a2os !einte, siendo &a bella, 4astella##areera ta#bi n una ciudad torturada & proble#'tica. Unapoblaci n que, co#o casi todas en Sicilia, estabaconsu#ida por la pobreza & el oscurantis#o. Sus callesde piedra estaban te2idas por la sangre, habitadas porso#bras & %antas#as que guardaban secretosinno#brables. En los a2os !einte, #uchos de los !aronesde 4astella##are estaban, habían estado o estaríanalguna !ez en la c'rcel. Dtros tantos habían #uerto en

>!endettas? & tiroteos, producto de guerras #a)osasentre clanes ri!ales de la co#arca. Dtros #'s se habían#archado al e/tran*ero hu&endo de un incierto destinoque s lo conocía dos )nales0 la celda o la tu#ba. D sehabían #archado hu&endo sencilla#ente de la pobreza.En cuanto a las #u*eres, #uchas !estían &a de negrosiendo * !enes relegadas al papel de actrices

secundarias en las inter#inables guerras libradas por susho#bres, se re%ugiaban en un apego ancestral al honor &la dignidad. Por unos & por otras, reinaba el silencio en lascalle*uelas de 4astella##are. Se descon)aba de lasautoridades, que eran el principal ene#igo desdetie#pos in#e#oriales, desde antes incluso de lo que lapropia tradici n pudiera recordar. +lgo que no resultaba

e/tra2o en una isla continua#ente in!adida por unos &por otros, un >punching ball? del Mediterr'neo en el que,por lo general, s lo se habían enriquecido los e/tran*eros"'rabes, %ranceses, espa2oles, italianos1 porqueta#bi n los italianos habían sido e/tran*eros allí", que


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habían !enido a lle!arse el sudor & la sangre de los!arones, & la honra de las he#bras. 4o#o en otros#uchos lugares de la isla, la Ma)a era la instituci n #'s

e/tendida, #'s respetada & #e*or asi#ilada por loscastella##arese. Porque la Ma)a había sido el (nicoe* rcito propio que los sicilianos habían conocido a lolargo de los siglos, el (nico que había !elado por ellos &por nadie #'s. Pero ta#bi n se descon)aba de #uchaspoblaciones cercanas, que a #enudo se con!ertían enterritorio hostil cuando surgían proble#as entre clanes!ecinos, o cuando se disputaban los %a!ores de lapoderosa Paler#o, la capital, que estaba situada "con#edios de loco#oci n tradicionales" a unas horas deca#ino. La Ma)a local había alcanzado unasconsiderables cotas de poder en la regi n, hasta el puntode desarrollar un %uerte sentido de identidad, de serdi%erente. Los habitantes de 4astella##are del ol%ohabían culti!ado un %eroz localis#o que se lle!aríanconsigo cuando e#igraran a otros lugares.

8o resulta e/tra2o, pues, que en 8ue!a 5or9 hubiese unbuen n(#ero de #a)osos originarios de aquel lugar, que%or#aban uno de los grupos #'s cohesionados delha#pa. 4ada !ez que un castella##arese habíadese#barcado en +# rica ba*o la atenta #irada de la

Estatua de la Libertad, habían sido recibido, cobi*ado,a&udado & pro#ocionado por otros castella##arese que&a se habían establecido allí. 3abía un estrecho !ínculoentre ellos. Pronto constitu&eron un i#portante grupodistinti!o dentro de la Ma)a neo&orquina, que ter#inaría


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trans%or#'ndose en una aut ntica %acci n caona#biciones propias. Entre los castella##arese de 8ue!a

5or9 había no#bres que serían #u& i#portantes en el

%uturo de la 4osa 8ostra0 desde el elegante ose3h.onanno " >Joe :ananas?, que ter#inaríacon!irti ndose en uno de los #a)osos #'s adinerados desu tie#po" hasta el % rreo oe *ro6a i , pasando por ellonge!o Ste6ano Ma0a'ino o el h'bil oe Aie!!o . 6on =ito?F, el poderoso patriarca de laMa)a en 4astella##are del ol%o. Mu& interesado enalargar sus tent'culos hacia los pro!echosos negociosque estaban surgiendo al otro lado del +tl'ntico, 6on =itoen!i a un ho#bre de su con)anza para liderar a loscastella##arese de 8ue!a 5or9 & plantarle cara alpoderoso Masseria. Ese ho#bre era Sal!atore Maranzano,un robusto & elegante indi!iduo de treinta & nue!e a2os,que podría haber pasado por un honrado i#portador opor el honrado pero decidido due2o de una cadena derestaurantes. 6e hecho, Maranzano estaba bastante #'sculti!ado que el co#(n de los #a)osos. Era un indi!iduode letras, cosa que no resultaba habitual en una Siciliaplagada por el anal%abetis#o.


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Sal!atore Maranzano, líder de los castella##arese de8ue!a 5or9.

Unidos por aquellos % rreos lazos territoriales & #u& bienorganizados, los castella##arese se sentían lo bastante%uertes co#o para e#pezar a plantarle cara al hastaentonces indiscutido >*e%e? de Manhattan. 4on la llegada

de Maranzano a +# rica en GHIK se con!irtieron, de%acto, en una %acci n independiente #o!ida por nue!asa#biciones. 3acia GHI , los roces entre loscastella##arese & los ho#bres de Masseria co#enzabana resultar %recuentes. Los pri#eros e#pezaron a asaltarca#iones de licor propiedad de Masseria, & ste a su !ezordenaba asaltar ca#iones propiedad de Maranzano.6urante #eses se produ*o una >guerra %ría? en la quea#bos bandos se robaban alcohol #utua#ente &entorpecían los negocios de la otra parte co#obuena#ente podían. Los peque2os incidentes a ni!el decalle se sucedían una & otra !ez, de*ando cada !ez #'spatente que Maranzano había !enido para intentar


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hacerse con el cotarro & que los dos bandos estabandestinados al con;icto.

Masseria no %ue el (nico *e%e cri#inal que se sentíasoli!iantado por el atre!i#iento de los castella##arese.+l 4apone, el #'s insigne aliado de Joe Masseria en el#undo del ha#pa, se encontr con que Joe +ielloaterrizaba en 4hicago desde 8ue!a 5or9, dispuesto ahacerse con un trozo del pastel. +iello no era ri!al para late#ible organizaci n de 4apone, pero se las arregl paracrearle quebraderos de cabeza. Los su)cientes co#o para

estrechar la alianza entre 4apone & Masseria, a#bos conun ene#igo co#(n. +sí que entre Maranzano & Masseria"entre los castella##arese & el resto de la Ma)aneo&orquina" las cosas se estaban poniendo %eas. Sine#bargo, ninguno de los dos bandos parecía ansioso porco#enzar una guerra abierta, Sabían que liarse a tirosresultaría #u& costoso, en !idas & en dinero. Una guerra

sería per*udicial para los negocios, atra&endo la atenci nde la policía & de las autoridades. 5 ta#bi n despertandoel apetito de otras bandas cri#inales que podríansentirse tentadas de intentar apro!echar la situaci n paraganar territorios a costa de los co#batientes. Un *e%e#a)oso que sepa lo que le con!iene intenta e!itar unaguerra. Sin e#bargo, era cuesti n de tie#po que la

escalada de tensi n degenerase en !iolenciaincontrolada, porque había dos Ma)as pugnando porhacerse con el control de 8ue!a 5or9 & la con!i!encia alargo plazo era una utopía. 5 claro, cuando entrecri#inales se producían proble#as gra!es, ter#inaban


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recurriendo "lo quisieran o no" a la herra#ienta que#e*or conocían0 la !iolencia.

E! a6ortuna'o

4uando estaba ter#inando la d cada de los a2os I ,4harlie Luciano tenía #ucho en que pensar. La escaladab lica entre dos #a)osos de la !ie*a escuela, Masseria &Maranzano, a#enazaba con per*udicar negocio en un#o#ento cla!e, cuando las in#ensas ganancias delalcohol tenían que ser contabilizadas, blanqueadas &rein!ertidas en otros negocios con la #a&or discreci nposible. Masseria & Maranzano se habían %ogueado co#ocri#inales en la arcaica Sicilia & eran presos de antiguospre*uicios sobre el honor. 4ada !ez parecían estar #'sdispuestos a que sus bandas se co#portarsen en lascalles neo&orquinas co#o lo habían hecho en lascalle*uelas de Paler#o, de 4astella##are del ol%o, de4orleone o de Men). El en%renta#iento entre a#bas%acciones era &a patente & s lo se necesitaba que alg(n#a)oso cla!e %uese abatido a tiros para desatar la#asacre. 5 este pensa#iento, a Luciano, le resultabadescorazonador. 3abía !isto el e*e#plo de 4hicago0cuando 4apone no había conseguido e!itar que susri!ales lo arrastrasen a un interca#bio de tiroteos, esohabía atraído la atenci n de las autoridades, que podíantolerar los negocios de los cri#inales, pero no que laciudad se con!irtiese en el escenario de tiroteos al estilo>Car $est?. 4o#o consecuencia, el poderoso >Scar%ace?estaba su%riendo el acoso del C:7, que pre!ia#ente lohabía de*ado en paz, pero que ahora estaba e#pe2ado


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en #eter a 4apone en la c'rcel. 4harlie Luciano no queríaque sucediese lo #is#o en 8ue!a 5or9, pero tenía pocasherra#ientas para e!itarlo. Joe Masseria era su *e%e &

Luciano tenía que plegarse a sus deseos. 5 el ri!al,Sal!atore Maranzano, pese a ser un ho#bre culto einteligente, no de*aba de ser otro >Mustache Pete? criadocon el olor de la p l!ora, cu&a escuela de la !ida habíasido ta#bi n por la >lupara?, la típica escopeta sicilianade dos ca2ones.

>Luc9&? Luciano su%ri una brutal paliza que lo de*#alherido & que era #u& probable#ente una in!itaci n are;e/ionar.

Luciano sabía que la >Prohibici n? no sería eterna, & queuna de las #e*ores #aneras de asegurar el %uturo de la4osa 8ostra consistía en redistribuir & rein!ertir losbene)cios de sus negocios con tranquilidad, sin la#olesta !igilancia del C:7 ni de ning(n )scal deseoso de


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acabar con la 4osa 8ostra o sencilla#ente de acaparartitulares en los peri dicos. 8o era #o#ento para unaguerra. 5 no era el (nico #a)oso que sentía de ese #odo.

4asi todos los #a)osos de su generaci n, los que sehabían criado en EEUU, !eían el asunto de #anerasi#ilar. Muchos #a)osos se sentían inc #odos con lasituaci n, tanto en el bando de Masseria co#o en elbando de Maranzano. Pero todos ellos estabancondenados a so#eterse a los designios de susanticuados *e%es & a hacerse a la idea de que la guerraresultaba ine!itable. +sí que poco podían hacer e/ceptoesperar el curso de los aconteci#ientos. En esepar ntesis, 4harlie Luciano pasaría por una e/perienciaque, ade#'s de ganarle su legendario apodo ">Luc9&?,el a%ortunado" le haría entender que no podía seguiresperando eterna#ente.

Sucedi en GHIH. 4harlie Luciano %ue sorprendido por tres

ho#bres en plena calle, quienes "a punta de pistola" loobligaron a subir a un auto# !il. Lo lle!aron a una pla&ade Staten 7sland. Pens que aquellos iban a ser sus(lti#os #inutos sobre la %az de la tierra. Los ho#brese#pezaron a golpearlo sin piedad. Le pegaron unaescalo%riante paliza e incluso llegaron a apu2alarlo.+unque, pese a lo que diría despu s la le&enda, no le

cortaron la garganta, ni le dispararon, ni le in;igieronheridas que pudiesen ser #ortales. +un así, la agresi n%ue !erdadera#ente brutal. 6espu s, abandonaron al#altrecho Luciano allí, en la #is#a pla&a, donde %ueencontrado #'s tarde, inconsciente.


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Luciano se recuper de sus heridas & )nal#ente no lequedaron secuelas de#asiado gra!es, e/cepto algunacicatriz & el característico p'rpado caído que pode#os

!er en algunas de sus %otogra%ías, & que es uno de losrasgos típicos de su )gura. Las habladurías pintaron elatentado co#o un intento de asesinato dado que habíalogrado sobre!i!ir, Luciano se qued para sie#pre con elapodo de >Luc9&?. Pero lo cierto es que el atentado era#'s una ad!ertencia. Si hubiesen querido acabarde)niti!a#ente con su !ida, lo hubiesen tenido %'cil0 untiro en la cabeza & >Luc9&? Luciano *a#'s hubiera salidocon !ida de aquella pla&a. La brutal paliza era #'s bienco#o un a!iso0 >eres un tipo !alioso, eres #'s razonableque Masseria1 & sería una pena que tu!i ra#os que#atarte?. Luciano entendi el #ensa*e, especial#entecuando a!erigu que la paliza había sido cortesía deSal!atore Maranzano. En !ez de recla#ar in#ediata!enganza & ponerse co#o loco a buscar a sus agresores"co#o era propio de la #entalidad siciliana", Lucianohizo lo que se le daba #e*or0 e#pez a pensar.

Resultaba ob!io que el periodo #'s sangriento de laguerra estaba a punto de desatarse. Luciano supo que siquería sobre!i!ir tendría que to#ar las decisionesadecuadas. Pero no resultaba nada %'cil. +quella guerra

era co#o una partida de a*edrez & necesitaba acertar nos lo al decidir qu pieza #o!er, sino ta#bi n con el#o#ento oportuno para #o!erla1 & con)ar ade#'s enque sus ri!ales no tu!iesen preparada una *ugada #e*or.Le habían dado un pri#er a!iso. 5 Luciano nunca %ue un


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ho#bre que desesti#ase los a!isos. Era un estratega. 5e#pez a redoblar sus precauciones.

Pero si *e%e se había cansado &a de precauciones. JoeMasseria había decidido &a ir de pleno a por el *aque#ate. Su siciliano sentido del honor & la !enganza iba aresultar de#asiado e/citable co#o para ser capaz dee!itar )nal#ente la guerra abierta. Masseria iba acon!ertir los ba*os %ondos de 8ue!a 5or9 en una nue!aSicilia. 4on lo cual, las cosas iban a ponerse a(n peor.

En e! a&or " en !a 0uerra

Joe +iello, presdiente de la Unione Siciliane para disgustode Joe Masseria1 & de +l 4apone.

Esta#os en una %ría noche de %ebrero de GH . Elgangster -aetano Reina sale del do#icilio de su a#ante& co#ienza a ca#inar por la calle. 8acido en el ho&celeb rri#o pueblo de 4orleone, el #is#o donde naci elprotagonista de +l $adrino , Reina es un tipo i#portanteen los ba*os %ondos. 6e hecho ha sido un aliado de Joe


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Masseria desde los !ie*os tie#pos, cuando le %ue deinesti#able a&uda para establecer su i#perio enManhattan. Pero los tie#pos & las lealtades ca#bian.

8ue!a 5or9 se est' !ol!iendo de#asiado grande oderna para la #entalidad anticuada de Masseria.aetano Reina, pues, ha desarrollado ciertas si#patías

hacia los castella##arese, que est'n de#ostrando serh'biles a la hora de ganarse nue!os a#igos porquepresentan una !isi n #'s pro#etedora de los negocios.Reina )nge seguir siendo el leal !ie*o a#igo de sie#pre,pero sus a#biciones est'n &a en otros lares. 5 alguien selo ha dicho a Joe Masseria. El >:oss?, ni que decir tiene,no se lo ha to#ado de#asiado bien. +quella %ría noche,#ientras aetano Reina se dispone a !ol!er a su casa,alguien se le acerca sigilosa#ente por detr's. Es unindi!iduo de aspecto patibulario, con una poderosa#andíbula & unos )eros o*os, cu&a #irada a !ecesbizquea pero que ni así resulta de resultar a#enazante.Ese indi!iduo es, de hecho, un rostro %a#iliar en nuestrahistoria. Se trata de =ito eno!ese. 5 trae #u& #alasnoticias. +lza una escopeta de doble ca2 n & apuntadirecta#ente a la cabeza del despre!enido aetanoReina. @Bu ocurre a continuaci nA Un esta#pido seco1& los sesos de Reina desparra#ados sobre la acera. + JoeMasseria no le gusta que lo traicionen.

Dtra cosa que ta#poco le gusta al >:oss? es que no se lebrinde apo&o en aquellos #o#entos en que lo necesitapara e/tender su in;uencia "o la de sus a#igos" al


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'#bito >político?. 5 un oriundo de 4astella##are !a apagar por ello.

Masseria había intentado a&udar a +l 4apone a hacersecon el control de la Unione Siciliane, la cual era "sobre elpapel" una asociaci n cí!ica que trataba de %o#entar lacolaboraci n entre los in#igrantes sicilianos repartidospor di!ersas ciudades de los Estados Unidos. Una especiede her#andad ci!il, lo que ho& lla#aría#os una entidadsin 'ni#o de lucro. En la pr'ctica, sin e#bargo, la UnioneSiciliane era un lobb& para in;uir en las tendencias

electorales de los italoa#ericanos, que estaba controladopor las #a)as del cintur n industrial del norte, 6etroit &,#u& especial#ente, 4hicago. El control de la Unionelle!aba tie#po siendo origen de disputas entrecri#inales0 el antiguo presidente -iuse33e -iunta habíasido asesinado por orden de +l 4apone. Scar%ace? pretendía e/tender su o#ní#odo

poder a la Unione. Pero 4apone era de origen napolitano& ade#'s no era un in#igrante, sino que había nacido enlos EEUU. +sí pues, sus incontables in;uencias nobastaron para poner la Unione Siciliane ba*o su poder. Cueuno de sus nue!os ene#igos, el castella##arese Joe+iello, quien ter#in con!irti ndose en el nue!opresidente de la Unione, para disgusto de 4apone & del

propio Joe Masseria.Masseria había intentado apo&ar a su aliado haciendoque un persona*e i#portante de la Unione, -as3arMi!azzo "líder local de la asociaci n en 6etroit"intercediera en %a!or de 4apone. Pero Milazzo, quien


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casual#ente era originario de 4astella##are del ol%o aligual que Joe +iello, no quiso prestar ese apo&o. 4uando+iello se hizo con el cargo, un en%urecido Masseria se

sinti p(blica#ente hu#illado & pens que lo habíande*ado en ridículo ante su poderoso a#igo 4apone. Suhonor siciliano había sido a%rentado & recla#aba!enganza. aspar Milazzo, al negarle su colaboraci n, lehabía escupido en la cara.


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a7ue a! /.oss1

iuseppe >La arra? Morello

-iusse33e More!!o era #'s conocido en los ba*os%ondos co#o >La arra?, a causa de que tenía un brazode%or#e de naci#iento, con la #ano en %or#a de pinza.

Era uno de los #'s antiguos & !aliosos colaboradores de Joe Masseria, a quien solía ser!ir de conse*ero & paraquien recaudaba %ondos en una o)cina de 3arle#, dondelos subalternos & tributarios de la Ma)a acudían ante su#esa para entregar peri dica#ente sobres repletos debilletes. Morello había nacido en 4orleone, co#o eldi%unto aetano Reina, pero al contrario que ste nohabía traicionado a Masseria & seguía traba*ando para su

*e%e con total lealtad. 5 allí estaba, en su o)cina, cuandose produ*o la !isita #enos deseable que uno podía recibiren los a2os treinta0 A!4ert Anastasia , un %uturo capo#a)oso que por entonces e*ercía co#o pistolero a sueldo& que era uno d elos indi!iduos #'s letales del #undo del


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ha#pa. + +nastasia se le conocía con el sobreno#bre de>Mad 3atter? >#a*ara?F aunque tie#po despu s laprensa ter#inaría otorg'ndole el sonoro sobreno#bre de

>Su E/celencia el E*ecutor de +sesinatos 7nc.? Por aquelentonces +nastasia a(n e*ercía co#o #ercenario hacía>traba*os? para quien #e*or le pagase. 5 loscastella##arese le habían pagado bien por deshacersede iusseppe Morello. +nastasia no %allaba nunca& esta!ez no iba a ser una e/cepci n0 Morrello %ue acribillado atiros en la #esa de su despacho. Si#ilar suerte su%ri#u& poco despu s otro de los ho#bres de con)anza deMasseria, /+at oe1 *inzo!o .


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hecho, >Scar%ace? &a tenía contra las cuerdas a Joe +iello.=arios de los a&udantes del presidente de la Unionehabían sido asesinados & +iello pasaba la #a&or parte del

tie#po re%ugiado en la sede de la asociaci n en 4hicago,te#iendo pisar la calle por si los ho#bres de 4apone sele echaban enci#a. Se !eía hasta tal punto #etido enproble#as que incluso planeaba su huida a M /ico. Pero4apone probable#ente se con%or#aría con de*ar que+iello se #archase por sus propios #edios, cosa queestaba a punto de suceder. +cosado por el C:7, lo (lti#oen lo que pensaba era en ordenar asesinatosinnecesarios. +iello &a estaba lo su)ciente#enteasustado co#o para #olestarse en asesinarlo con lapolicía #irando de reo*o. Sin e#bargo, su aliado JoeMasseria no pensaba igual. Buería >resarcir? su i#agenante 4apone por el asunto de aspar Milazzo, así queen!i desde 8ue!a 5or9 a uno de sus e*ecutores decon)anza, A! Mineo . @El encargoA Eli#inar a Joe +iello.

Mineo, ar#ado con una a#etralladora, se ubic en la!entana de una segunda planta %rente al edi)cio de laUnione. Esper paciente#ente a que +iello decidieraaso#ar la cabeza. 4uando )nal#ente !io al presidente dela Unione pisando la calle, dispar . La r'%aga de balasalcanz su ob*eti!o, pero no produ*o heridas #ortales &

Joe +iello consigui huir hacia un e/tre#o de la calle.Pero +l Mineo, astuta#ente, había apostado otro ho#breen otra !entana para cubrir esa posible huida. Una nue!ar'%aga de a#etralladora tu#b a +iello, quien &a no sele!ant . Los agresores hu&eron, & Joe +iello %ue lle!ado


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urgente#ente al hospital, pero no sobre!i!i . Los# dicos encontraron nada #enos que sesenta balas enel interior de su cuerpo. Dtro i#portante castella##arese

había #uerto a #anos de Masseria. Joe Masseria se sinti satis%echo0 había de#ostrado a +l4apone que era capaz de en#endar sus %allos & habíade*ado libre la presidencia de la Unione Siciliane. +unquecasi todo el #undo en los ba*os %ondos "& en la prensa"sospech equi!ocada#ente que el asesinato había sidoordenado por el propio 4apone. Sea co#o %uere, la guerra

continuaba.

+l Mineo & Ste!e Cerrigno, abatidos por loscastella##arese.

En 8ue!a 5or9, !arios ho#bres de Maranzano habían

alquilado un aparta#ento en un edi)cio donde se había!isto entrar & salir a Joe Masseria. El >:oss? era unob*eti!o di%ícil & aquella era una oportunidad (nica paraacabar con l. Sin e#bargo, lle!aban un tie#po en elaparta#ento & su presa no había !uelto a dar se2ales de


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!ida. Sin e#bargo, un día di!isaron a +l Mineo "quehabía asesinado a Joe +iello tan s lo dos se#anas antes"atra!esando el patio a*ardinado de la )nca, *unto a su

#ano derecha, Steve +erri0no . 6ecidieron que, enausencia de la presa #a&or, bueno era lo que tenían alalcance. 6esde la !entana del aparta#ento, loscastella##arese asesinaron a Mineo & Cerrigno. 6e este#odo, Joe Masseria perdía a otros dos i#portantesaliados de golpe. Sus ho#bres de peso estabane#pezando a caer co#o #oscas. +quello era #u&preocupante. 5 sobre todo era #u& preocupante, c #ono, para el principal escudero de Masseria0 4harlie>Luc9&? Luciano.

+l principio del con;icto, Luciano había per#anecido )el asu *e%e porque le había parecido la *ugada #'s natural &con!eniente. En el #o#ento de desastarse lashostilidades, Masseria tenía #'s ho#bres que Maranzano

en una proporci n de tres a uno o incluso de cuatro auno. :oss? noiba a poder darle la !uelta a la tortilla por !arias buenasrazones. Una, que los castella##arese eran un grupo#'s s lido & #e*or organizado0 el que la #a&or parte de


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ellos pro!iniesen del #is#o pueblo con%ería un gradoe/tra de cohesi n a su %acci n. 6os, que loscastella##arese eran h'biles golpeando a sus ene#igos

e iban directa#ente a por los ho#bres cla!e de Masseria,#ientras que Masseria seguía pensando en contentar a +l4apone & así dispersaba sus es%uerzos en per*uiciopropio. Scar%ace?. 4inco, que Sal!atore Maranzanohabía sido #'s h'bil recolectando nue!as alianzas entrelos líderes #a)osos del resto del país, & di!ersas %a#iliasle estaban po&ando &a con en!íos de dinero & ar#as,probable#ente a ca#bio de tratos !enta*osos con 8ue!a

5or9 si Maranzano conseguía ganar la guerra & hacersecon el control de la ciudad. Seis, que algunos ho#bres deMasseria, cansados de tanta guerra & hartos de *ugarse la!ida por un negocio que para col#o estaba e#pezando aresentirse por e%ecto del con;icto, estaban desertando eincluso uni ndose a los castella##arese. 5 siete, queSal!atore Maranzano estaba dispuesto a recibir con losbrazos abiertos a esos ho#bres de Masseria queabandonaban a su *e%e.


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Luciano no se lle!aba a enga2o ante todo esto. +unque laguerra a(n no estaba de)niti!a#ente perdida, lleg a laconclusi n de que su bando no podía !encer. En la

partida de a*edrez de la > uerra de los4astella##arese?, había llegado el #o#ento de que>Luc9&? Luciano hiciese su *ugada de)niti!a. 5 s lo habíauna *ugada que le con!enía hacer.

Sal!atore Maranzano, desde que orden que Lucianorecibiese una brutal paliza de ad!ertencia, habíaesperado paciente#ente a que el principal ho#bre de

con)anza de Joe Masseria llegara a la conclusi n de queno le con!enía seguir en aquella situaci n & decidiera darun paso en consecuencia. Luciano era el ho#bre quetenía la lla!e para acabar con Joe Masseria de %or#ar'pida & econ #ica. 5 Maranzano era el ho#bre quepodía garantizar un %uturo en la Ma)a para Luciano.

Era sola#ente cuesti n de tie#po que se pusieran deacuerdo.Una ena " una 3arti'a 'e artas

>Luc9&? Luciano decidi )nal#ente sentarse a hablar conel ene#igo a espaldas de su *e%e & contact con Sal!atoreMaranzano. Era una *ugada arriesgada "i#agine#os lareacci n de Masseria si descubría que Luciano estabaplaneando una traici n" pero Luciano !eía &a esta

*ugada co#o la (nica posible. +de#'s, desde hacía a2oshabía anhelado la posibilidad de deshacerse de Masseria& sus ideas arcaicas. +hora tenía su oportunidad1 &ta#poco le quedaba #'s re#edio.


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Un policía obser!a el cad'!er del hasta entonces *e%e dela Ma)a neo&orquina, Joe Masseria.

Pero Luciano era listo & no se resignaría a !ender aMasseria a ca#bio de nada, ni siquiera aunque en lapr'ctica su bando estu!iese &a siendo derrotado &necesitara sal!arse. Luciano sabía que ta#bi nMaranzano estaría ansioso por llegar a un acuerdo0prolongar la guerra signi)caba que todos seguiríanperdiendo #ucho dinero & recursos hu#anos, & que lapolicía, alertada por los crí#enes & tiroteos, estaría cada!ez #'s enci#a, entorpeciendo a(n #'s los negocios.4ualquier cosa que acortase el con;icto resultaríabene)cioso para todos. Esa era la carta que el astutoLuciano podía *ugar para negociar0 l era el ho#bre cla!eque podía ter#inar con la guerra. 5 *ug su carta. D%recia Maranzano la !ida de Masseria en bande*a, a ca#bio dedi!ersas condiciones0 una, que los ho#bres de laorganizaci n de Masseria %uesen a#nistiados &asi#ilados en una nue!a %a#ilia #a)osa que estaríaco#andada por el propio Luciano. 6os, que aquella nue!a%a#ilia de Luciano recibiría una parte del pastel,


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obteniendo el control sobre una zona de 8ue!a 5or9 "todo el $est Side de Manhattan" para hacertranquila#ente sus negocios allí. Luciano ta#bi n se

asegur de que Maranzano "quien, co#o Masseria, node*aba de un anticuado >Mustache Pete?" le per#itiera!ol!er a traba*ar codo a codo con sus !ie*os a#igos

*udíos, co#o Me&er Lans9& o >:ugs&? Siegel, pese a queaquello %uese en contra de la arcaica tradici n siciliana.

Sal!atore Maranzano acept las condiciones de Luciano,incluso la de su colaboraci n con ele#entos no italianos.

Podía ser un siciliano anticuado, pero era un indi!iduointeligente & había co#prendido que en +# rica lascosas %uncionaban de un #odo distinto a Sicilia. @BueLuciano quería e#plear a colaboradores >e/tran*eros? &hacerse a#igo de todos aquellos *udíosA 6e acuerdo.Maranzano había co#probado que en EEUU el #undo delcri#en era un >#elting pot?, un #estiza*e, un re;e*o de

aquel país hecho de in#igrantes.3ubo acuerdo. Las horas de de Joe Masseria, pues,estaban contadas.

5 es aquí cuando !ol!e#os a la adusta !illa de estilo#editerr'neo donde se ubicaba el restaurante 8uo!a=illa Luc9&? Luciano & !arios de sus ho#bres. 4uando!e#os c #o el resto de la clientela se !a #archando &c #o ta#bi n, uno tras otro, ta#bi n los #a)osos se !anretirando porque >es tarde?. 4uando !e#os a Lucianopedir per#iso para ir al ser!icio & es%u#arse por una


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puerta trasera. 4uando !e#os c #o los guardaespaldasde Joe Masseria ta#bi n desaparecen #isteriosa#entede su #esa. 5 cuando !e#os a un grupo de ho#bres que

atra!iesan decididos la entrada del restaurante, sacansus pistolas, apuntan a Joe Masseria & disparan.

Joe >spaghetti?, son tra#pososhasta cuando #ueren.

La > uerra de los 4astella##arese?, la guerra #'si#portante en la historia de la Ma)a, acaba de ter#inar.+hora 8ue!a 5or9 tiene un nue!o *e%e, Sal!atoreMaranzano, & la Ma)a #oderna est' a punto de nacer.

Pero no ser' un parto sin dolor. El )n de Masseria, pese alo que todos creen & desean, no signi)ca que ha&anter#inado los con;ictos. Maranzano sigue siendo unsiciliano que co#enz su carrera cri#inal en lascalle*uelas de 4astella##are del ol%o, en las rocosas &


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'ridas %aldas de los soleados #ontes de la isla, & siguepensando que todas las %a#ilias #a)osas de 8ue!a 5or9deben so#eterse a un (nico patriarca. Buiere con!ertir la

in#ensa ciudad nortea#ericana en su 4astella##are delol%o particular. 4harlie >Luc9&? Luciano, sin e#bargo,apenas tiene &a unos borrosos recuerdos in%antiles de laisla donde naci . Las calles de 8ue!a 5or9 han sido su!erdadera escuela. 8o entiende "o #e*or dicho, noquiere entender" de tab(es ancestrales, ni depatriarcados, ni de =írgenes, ni de santos, ni deinnecesarias >!endettas? por honor. Ol piensa (nica#enteen el dinero. Para l, la Ma)a no es un e* rcito deresistencia de los sicilianos opri#idos %rente al #undo, niuna secta secretista basada en teatrales cere#onias cu&oorigen se pierde en la penu#bra de los siglos. Para>Luc9&? Luciano, la Ma)a es un negocio & nada #'s queun negocio. +unque, tras la #uerte de Masseria,Maranzano & Luciano #antendr'n una bre!e alianza decon!eniencia, en el %ondo siguen perteneciendo a#undos #u& distintos. La descon)anza #utua !a a #inarr'pida#ente su relaci n. 6e la a#istad a la #'s%uribunda ene#istad ha& un solo paso "co#o del a#or alodio" & se es un paso que, una !ez dado, &a no tiene!uelta atr's.

racias al acuerdo entre Sal!atore Maranzano & 4harlieLuciano se acaban de poner los ci#ientos para una nue!aMa)a en la que, parad *ica#ente, no habr' sitio para losdos.

(III): A! C8sar !o 7ue es 'e! C8sar

http://www.jotdown.es/2012/06/lucky-luciano-iii-al-cesar-lo-que-es-del-cesar/http://www.jotdown.es/2012/06/lucky-luciano-iii-al-cesar-lo-que-es-del-cesar/


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En la noche del GK de abril de GH G, Sa!vatoreMaranzano tenía buenos #oti!os para sonreír. Esa#is#a #adrugada le lleg la gran noticia0 su principalene#igo, oe Masseria , acababa de ser abatido a tirosen su restaurante %a!orito de Long 7sland. El >:oss? de laMa)a neo&orquina %ue tiroteado por pistoleros a)nes a supropia organizaci n #ientras toda!ía estaba sentado a la#esa, *ugando tranquila#ente una partida de cartas. Elorganizador del asesinato había sido su #ano derecha &#'/i#o ho#bre de con)anza, Char!ie Lu iano . >Luc9&?Luciano había decidido traicionar a Masseria parasal!aguardar su propio %uturo0 #etido co#o estaba en#itad de una guerra que en el %ondo no iba con l, había

llegado a un acuerdo con el ene#igo. La #uerte de JoeMasseria ca#biaría la %az del cri#en organizado en+# rica. Por un lado ponía )n al con;icto interno #'sdecisi!o en la historia de la Ma)a, la >guerra de loscastella##arese?0 #eses & #eses de tiroteos &


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atentados en una pugna sin cuartel para hacerse con elcontrol de las calles. Por otro lado, Sal!atore Maranzanose con!ertía en el gran *e%e cri#inal de la #etr polis, lo

cual era la puerta para deter#inar el %uturo de la 4osa8ostra en todo el territorio de los Estados Unidos. En unapoca en que la Ma)a italoa#ericana &a había doblegado

a pr'ctica#ente todos los de#'s grupos delicti!os quepugnaban por do#inar las calles, Maranzano era el nue!o>re& de 8ue!a 5or9?.

Poco podía haberlo i#aginado durante su in%ancia, all' en

la le*ana Sicilia. +l co#enzar el siglo --, el *o!enSal!atore Maranzano no era #'s que un ni2o que crecíaba*o el in;u*o del c'lido sol & la brisa #arina de larecoleta localidad costera de 4astella##are del ol%o. 5ta#bi n creci ba*o el in;u*o de las dos principales%uerzas !i!as de la peque2a ciudad0 la 7glesia cat lica & laMa)a. En un principio, Sal!atore se había decantado por

la pri#era. Siguiendo una te#prana !ocaci n por elsacerdocio, el peque2o Maranzano e#pez a estudiarpara preparar su ingreso en un se#inario, decidido acon!ertirse en un ho#bre de 6ios. Pero !i!iendo en unade las localidades con #'s acti!idad #a)osa de la isla &desarrollando un % rreo car'cter #'s propio de un líderque de un p'rroco, a Maranzano )nal#ente le pudo #'s

la tentaci n de la delincuencia, o#nipresente en su4astella##are natal. +bandonando sus planesse#inaristas "aunque nunca de* de ser un de!otocat lico" Sal!atore Maranzano ingres en la Ma)a. 5 notard en hacerse notar. Porque era distinto al prototipo


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habitual de #a)oso siciliano, quienes en su #a&or parteeran indi!iduos #o!idos por una arcaica #entalidad rural& con #u& poca cultura, a #enudo sencilla#ente

anal%abetos. Mu& al contrario, cuando Maranzano secon!irti en >uno de los nuestros? &a había estudiado &era un !oraz lector, especial#ente de libros de 3istoria.Estaba particular#ente obsesionado con el periodo del7#perio Ro#ano & el ascenso al poder de u!io C8sar dehecho ter#in acu#ulando una apreciable colecci n delibros sobre el te#a. 4on su inteligencia, su %or#aci n &una presencia que i#ponía respeto gracias a susnaturales dotes de #ando, el Sal!atore Maranzano quehabía so2ado con ordenarse sacerdote ter#intrans%or#ado en uno de los #ie#bros cla!es de la Ma)ade 4astella##are.


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Una postal encantadora0 6on =ito 4ascio Cerro, %act tu##a)oso de 4astella##are del ol%o, con su perrito & unnieto que sostiene orgullosa#ente una escopeta.

Entretanto, en el le*ano bullicio de los Estados Unidos "que !istos desde Sicilia eran co#o otro planeta al quehabían e#igrado #uchos de los su&os, general#entepara no !ol!er" se decret la >Le& Seca? & las bandasitaloa#ericanas e#pezaron a ganar dinero a espuertas,hasta el punto de trans%or#arse en poderosasorganizaciones que a#enazaban con e/tender sus

tent'culos a di!ersos '#bitos de la !ida ci!il. racias altr')co de alcohol, A! Ca3one se con!irti en unpotentado de %a#a internacional & en el #e*or e*e#plodel enor#e %a!or que la prohibici n del alcohol les hizo alos grupos cri#inales. >Scar%ace? %ue el e*e#plo #'ssobresaliente de este %en #eno durante los a2os !einte,pero a su so#bra ta#bi n había crecido el poder & la

in;uencia de sus a#igos de la Ma)a, organizaci n a laque 4apone no pertenecía pero con la que traba*aba codoa codo. 5 si 4apone había conseguido do#inar las callesde 4hicago, el siciliano Joe Masseria había hecho lo propioen 8ue!a 5or9 así co#o otros paisanos su&os lo habíanconseguido en di!ersas ciudades nortea#ericanasF. +quelenriqueci#iento de los #a)osos sicilianos e#igrados a

+# rica no de* de tener resonancia en su isla natal. Losnue!os capos de EEUU por lo general seguían en estrechocontacto con aquellas bandas #a)osas de Sicilia en lasque se habían %ogueado. Se llegaba a todo tipo deacuerdos entre los #a)osos de +# rica & Sicilia los


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negocios trasatl'nticos bene)ciaban a a#bas partes.Muchos recordar'n la película +l padrino , en la que =ito4orleone #onta una e#presa de i#portaci n de aceite

de oli!a siciliano0 una #anera co#o cualquier otra deblanquear dinero, que ade#'s %a!orece a sus contactosen su pueblo de origen. En la realidad sucedía algobastante parecido0 para los *e%es de la 4osa 8ostranortea#ericana, el estrecho !ínculo con su isla natalresultaba #u& (til. Para los #a)osos que habíanper#anecido en Sicilia, tener contactos poderosos en+# rica era ta#bi n un chollo.

Pero uno de aquellos #a)osos, ,ito Cas io +erro >6on=ito?F no estaba satis%echo. Era el respetado "o te#ido,co#o pre)ra#os" patriarca de la Ma)a local de4astella##are del ol%o, ba*o cu&o #ando habíaascendido Sal!atore Maranzano, que a #ediados de losa2os !einte a(n !i!ía en Sicilia. 6on =ito pensaba que la

Ma)a de 4astella##are no estaba obteniendo su partecorrespondiente del pastel a#ericano. Muchos paisanosdel pueblo habían e#igrado & estaban prosperando en8ue!a 5or9, hasta el punto de haber constituido uno delos subgrupos #a)osos #'s nu#erosos en la granciudad. Pero estaban desperdigados, sin un líder claro niuna organizaci n propia, traba*ando por lo general para

Joe Masseria, que no era de 4astella##are sino deMarsala. Para Masseria, los castella##arese no eran #'sque un grupo de sicilianos de >otro? pueblo & no lesguardaba una consideraci n especial, pese a que "sihubiese sido #'s perspicaz" tendría que haberse


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percatado de que constituían un grupo nu#eroso al quecon!enía #antener contento, porque en el #o#ento enque decidiesen organizarse podrían suponer un proble#a.

5 era cuesti n de tie#po que se organizaran, habiendotanto dinero en *uego & teniendo #'s que su)cientes#ie#bros co#o para %or#ar una %acci n propia. +sí que,pese al gran n(#ero de castella##arese que había en laMa)a de 8ue!a 5or9, no tenían la in;uencia que creían#erecer.

6on =ito, desde Sicilia, quería poner )n al #onopolio de

Masseria & a&udar a que los castella##are de 8ue!a 5or9obtu!iesen su parcela de poder, algo que, aun estando alotro lado del +tl'ntico, no podría #'s que reportarlebene)cios. + #ediados de los a2os !einte, 4ascio%errodecidi en!iar a un ho#bre de su con)anza a EEUU paraintentar hacerse con las riendas & uni)car a todos loscastella##are que pululaban en el #undillo cri#inal

neo&orquino. Ese ho#bre de con)anza result serSal!atore Maranzano0 inteligente, %or#ado, concapacidad de #ando & a#bici n. 5 Maranzano cu#pli .Se e#barc hacia +# rica & en s lo unos pocos a2oslogr uni)car a los castella##arese, declar la guerra a

Joe Masseria, & aun estando en %ranca in%erioridad,consigui dar un giro de ciento ochenta grados al

con;icto. Cinal#ente, puso punto & )nal cuandocon!enci al lugarteniente de Masseria, >Luc9&? Luciano,de que su *e%e no podría !encer. Luciano lleg a unacuerdo secreto con Maranzano & desde ese #o#ento eldestino de Masseria estu!o sellado.


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En la pri#a!era de GH G iuseppe Masseria estaba#uerto. 5 ahora era Sal!atore Maranzano quien ocupabael trono de la Ma)a neo&orquina.

1no sería por #ucho tie#po./La Cosa Nostra es o&o e! I&3erio Ro&ano " "oser8 e! e&3era'or1

Sal!atore Maranzano #odel la Ma)a inspir'ndose en el7#perio Ro#ano.


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tenía que certi)car el triun%o total de Maranzano en laguerra por el control de la ciudad. Maranzano era elnue!o *e%e & todos los asistentes eran conscientes de ello.

+un así, sentían una enor#e curiosidad por las #edidasque aquel indi!iduo tan sui generis pudiera to#ar o porlas decisiones que anunciase allí. 5 lo de >sui generis? nolo deci#os en !ano0 cuando los in!itados llegaban allugar de la cena, en la entrada del sal n de banquetespodían co#probar que Maranzano había situado !ariosiconos de santos & !írgenes a #odo de adorno, co#osuntuosa pro%esi n del arraigado catolicis#o de aquelsiciliano que un le*ano día quiso hacerse sacerdote. Losin!itados se sentaron a lo largo de una enor#e #esa &, atono con la po#posidad de la ocasi n, Maranzanopronunci un sole#ne discurso anunciando cu'l sería el%uturo in#ediato de la 4osa 8ostra. Un discurso en elque, c #o no, hizo re%erencias !arias a la poca de laantigua Ro#a.

3abl ante un auditorio %or#ado por ho#bres que, en suin#ensa #a&oría, no habían abierto un libro de 3istoriaen sus !idas "si es que algunos de ellos habían leído unlibro sobre cualquier cosa alguna !ez" pero que ahoraescuchaban at nitos una perorata salpicada dere%erencias al pasado i#perial italiano & citas de Julio

4 sar. Lo que real#ente les interesaba, co#o pareceob!io, era el tras%ondo del asunto. 5 el tras%ondo les tra*oalguna sorpresa. +nte el aso#bro o incluso lainco#prensi n de #uchos de ellos, Maranzano di*o que laMa)a de 8ue!a 5or9 era co#o el 7#perio Ro#ano, una


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organizaci n cu&o poder debía e!itar la dispersi n parater#inar con el constante con;icto entre bandas & elestado de per#anente con%usi n de lealtades en que

!i!ían su#idas las calles. +un %ue #'s le*os0 lleg aa)r#ar que l #is#o se consideraba el e#perador, el4 sar de la nue!a Ma)a. Una atre!ida %or#a de rea)r#arsu autoridad sobre aquellos #is#os #a)osos que habíanestado #u& %elices al deshacerse del autoritario JoeMasseria. Entre ellos, especial#ente los #'s * !enes, loshabía que no querían seguir aguantando la constantein*erencia en sus negocios de un *e%e con!encido de que8ue!a 5or9 podía ser so#etida ba*o los designios de unsolo ho#bre, co#o si :ue!a 5or9 %uera Paler#o. 3uboentre los presentes algunas disi#uladas #iradas dedesconcierto & ta#bi n bastantes caras de p 9er.@Maranzano se las daba ahora de #onarca ro#anoA legiones?,cada una de las cuales podría to#ar sus propiasdecisiones & hacer sus propios negocios, aunque en(lti#a instancia deberían rendirle cuentas al E#perador.


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D sea, a l. +quellas legiones serían conocidas #'sadelante co#o las cinco grandes Ca#ilias de 8ue!a 5or9,las cinco organizaciones #a)osas #'s legendarias, esas

de las que tantas !eces he#os oído hablar en peri dicos,libros & películas, tanto en la realidad co#o en la )cci n. legiones?. 4adanue!a %a#ilia tendría una c(pula de poder distribuida encargos )*os. Un 4apo *e%e, >:oss?F, un Sottocapo sub*e%eo >underboss?F, un 4onsigliere conse*eroF, & !arios4aporegi#i capitanes o centurionesF que tendrían a sucargo un cierto n(#ero de >soldados? #ie#bros de laMa)a de rango in%erior que hacían el traba*o sucioF o de>asociados? gente que traba*aba para la Ma)a pero queno eran #ie#bros de pleno derechoF. Estos cargosestaban bastante bien de)nidos, aunque lasdeno#inaciones !ariaban0 por e*e#plo, al *e%e o 4apo dela %a#ilia no se le solía lla#ar >4apo?, sino >:oss? o>6on?, #ientras que la e/presi n >capo? se utilizaba con%recuencia para los 4aporegi#i.

Una !ez establecida esta nue!a estructura de cinco%a#ilias & los cargos correspondientes, Maranzanoanunci qui nes serían los *e%es de aquellas cinco

legiones. Una de ellas estaría dirigida, natural#ente, porel propio Maranzano. Dtra por 4harlie >Luc9&? Luciano, elantiguo lugarteniente de Masseria que, ade#'s de haber%acilitado el )nal de la guerra traicionando a su antiguo

*e%e, contaba con la lealtad de un destacado grupo de


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#a)osos de la nue!a generaci n +ran% Coste!!o , ,ito-enovese , etc.F & de #uchos otros antiguos #ie#brosde la organizaci n Masseria. 6'ndole una %a#ilia propia a

Luciano, Maranzano no s lo cu#plía el pacto pre!io entrea#bos sino que reconocía la i#portancia & reputaci nque Luciano había adquirido en el #undillo cri#inal.Entendía per%ecta#ente que >Luc9&? Luciano no s lohabía sido (til co#o )nalizador de un con;icto & que porello #erecía un pre#io, sino que resultaba ine!itabletenerlo en cuenta co#o un i#portante aliado a quienhabía que #antener satis%echo.

>Luc9&? Luciano e#ergi co#o una nue!a %uerza a teneren cuenta tras ordenar el asesinato de Joe Masseria.

Las tres %a#ilias restantes que se establecieron aquellanoche serían dirigidas por otros g'ngsters pro#inentesob!ia#ente, el reparto tendría #ucho que !er con losser!icios i#portantes que hubiesen prestado aMaranzano durante la larga uerra de los4astella##arese, o con la in;uencia que tu!iesen sobresubgrupos #a)osos del n(cleo neo&orquino. Por e*e#plo,


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otro de los nue!os *e%es sería el escurridizo -aetano/2o&&"1 -a0!iano , un siciliano de aspecto #'s bieninsigni)cante, nacido nada #enos que en el legendario

pueblo de 4orleone. agliano había llegado a +# ricacon la reco#endaci n de algunos %a#iliares de la isla &una !ez asentado en suelo estadounidense había trepadoh'bil#ente en la Ma)a de Manhattan. Maranzano teníaalg(n que otro %a!or que agradecerle a


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resultaban #ucho #'s lucrati!as. Pro%aci e#pez aenriquecerse & pronto el dinero lo trans%or# en unindi!iduo #algastador & presuntuoso, que gustaba del

oropel & cu&as #uestras de ostentaci n ra&aban a !ecesen lo ridículo. Pero Pro%aci sabía per%ecta#ente c #oculti!ar sus contactos & su ascenso %ue %ulgurante hastael punto de que ter#in con!ertido en *e%e de su propiaorganizaci n sin poseer ni de le*os la #is#a e/perienciaque #uchos de los otros posibles candidatos. El quinto &(lti#o *e%e #a)oso no#brado aquella noche %ue un capode la !ie*a escuela, alguien que sobre el papel parecía no#u& distinto a Masseria. Se trataba de ,in entMan0ano , un nati!o de Paler#o a quien apodaban el>E*ecutor? & no por sus cualidades para tocar el !iolínprecisa#ente. Sin e#bargo, Mangano era bastante #'sque un si#ple #at n & de hecho tenía una #entebastante #'s prag#'tica & analítica que la de Masseria.Pese a que era un >Mustache Pete? "un #a)oso de la!ie*a escuela" & pese a que pro!enía de una concepci ntradicionalista de la Ma)a, =incent Mangano habíallegado a entender que los #ie#bros de las nue!asgeneraciones &a habían crecido en +# rica, que habíanadoptado las costu#bres de un #undo #u& distinto a la#edie!al Sicilia de )nales del -7- donde habían crecidolos #'s !eteranos, co#o l. Entendía que la 4osa 8ostradel %uturo iba a requerir algo #'s que los rancios !alores#onta2eses que los #'s !ie*os se habían traído desde elMediterr'neo. +quella perspicacia le resultaría #u& (tilpara sobre!i!ir, en el %uturo, al ascenso de los capos #'s

* !enes co#o Luciano.


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>Luc9&? Luciano, agliano, Pro%aci & Mangano salieron deaquella cena con!ertidos en grandes *e%es #a)osos.

+unque por enci#a de esos *e%es, co#o decía#os,Sal!atore Maranzano se autodeno#in >4apo di tutticapi? >*e%e de todos los *e%es?F, algo que en principio nosent nada bien a los co#ensales. +quelautono#bra#iento suponía ro#per con las e/pectati!asque #uchos habían tenido sobre l. Los nue!os *e%es "entre ellos un >Luc9&? Luciano probable#entepreocupado ante el despliegue i#perialista del !encedor

" alzaron las ce*as sorprendidos & ligera#enteinc #odos cuando Maranzano se procla#aba 4 sar de laMa)a en sus propias narices. Pero, dado que el nue!o *e%ehabía sabido repartir el pastel entre los aspirantes #'sindicados, todo el #undo decidi darse te#poral#entepor satis%echo. 8adie tenía ganas de e#pezar una nue!aguerra, algo que di)cultaría poder ganar toda!ía #'s

dinero del que &a ganaban, & que seguiría atra&endo a lasautoridades. @Bue Maranzano era #'s %elizconsider'ndose >4apo di tutti capi?A 6e acuerdo, todo iríabien #ientras se li#itase a con%or#arse con un tributorazonable "al 4 sar lo que es del 4 sar" & de*ar a lasde#'s %a#ilias que %uncionasen sin inter%erencias. UnaMa)a neo&orquina di!idida en cinco partes a&udaría a

#e*orar los negocios0 eran %acciones lo bastante %uertesco#o para prosperar por sí #is#as, pero no tannu#erosas co#o para que los ine!itables rocesresultasen ingobernables o di%íciles de resol!er por#edios pre%erible#ente diplo#'ticos. 4on aquella


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di!isi n se e!itaba el caos que solía estallar entre bandasri!ales cuando había de#asiadas %acciones separadaspugnando por los #is#os territorios. +de#'s, Maranzano

propuso la creaci n de una especie de >%ondo co#(n?destinado a resol!er los proble#as puntuales quepudieran surgir & que a%ectasen a todas las >%a#ilias?, o agenerar in!ersiones co#partidas. El nue!o >*e%e de todoslos *e%es? parecía dispuesto a re%orzar un concepto #'ssolidario de la 4osa 8ostra, en el que todos ganasendinero & donde no perdiesen de#asiado el tie#popeg'ndose tiros #utua#ente.

+sí pues, pese a la aprensi n que había generado elegocentris#o i#perialista de Maranzano, tras aquellacena todos parecían tener #oti!os para estar satis%echos& proseguir sus lucrati!as carreras cri#inales. Peroquedaban cosas sin resol!er. 5 antes de que ter#inaseese #is#o a2o GH G, Maranzano & >Luc9&? Luciano

estaban pensando &a en c #o eli#inarse #utua#ente.2u 7uo7ue 9!i &i

La uerra de los 4astella##arese había resuelto ladisputa por el control del cri#en organizado en 8ue!a

5or9 entre dos #a)osos de la !ie*a escuela, Joe Masseria& Sal!atore Maranzano. Pero en ca#bio no había resuelto

otro %oco de tensiones0 la di%erencia de #entalidad entrequienes se habían iniciado en cri#en en Sicilia & quieneshabían crecido en las calles neo&orquinas & se sentían#'s nortea#ericanos que italianos, co#o era el caso de4harlie Luciano.


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+ Luciano no le gustaba de#asiado que Sal Maranzanopretendiera darle indicaciones.

Pese al pro#etedor inicio del >reinado? de Maranzano,pronto se puso de #ani)esto que aquellas dosgeneraciones de #a)osos no estaban destinadas acon!i!ir pací)ca#ente. El >peque2o 4 sar? o >el Papa?,co#o ta#bi n se lo apodaba en ocasionesF ter#insucu#biendo a la tentaci n del !ie*o paternalis#osiciliano & co#enz a creerse #'s de la cuenta aquelpapel de e#perador que l #is#o se había otorgado.E#pez a tratar con %rialdad a los *e%es de las restantes%a#ilias, de#ostrando que su estatus de >capo di tutti

capi? no era tan honorí)co co#o los de#'s habíanpensado. +de#'s, Me"er Lans%" & el resto de gangsters

*udíos habían !uelto a traba*ar abierta#ente con Lucianogracias a la concesi n de Maranzano, pero ahora, derepente, el nue!o líder no !eía de buen grado esta


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colaboraci n. 8o podía e!itar sentir el #is#o pre*uicioregionalista de Masseria & este tradicionalis#oe/clu&ente era algo que a >Luc9&? Luciano no le hacía

ninguna gracia. El descontento e#pez a hacer #ellaentre Luciano & sus subordinados, así co#o entre otros *e%es de %a#ilia co#o Joe Pro%aci. 7ncluso el !eterano=incent Mangano e#pez a sacudir la cabeza ante laactitud prepotente de Maranzano. 5 en la Ma)a, eldescontento con un *e%e conduce %recuente#ente alin#ediato a)lar de los cuchillos.

Maranzano debi de percibir ese descontento o quiz' esque se identi)c #'s de la cuenta con la historia de los4 sares, pero no tard en e#pezar a descon)ar de todoel #undo, lo cual acent(o la actitud distante que teníahacia los de#'s capos. Estaba con!encido de queconspiraban contra l & de que el cargo de >capo di tutticapi? era un *ugoso cara#elo del que todos pretendían

apoderarse. Sospechaba #u& particular#ente de >Luc9&?Luciano, cu&a inteligencia & astucia nunca le habíanpasado desapercibidas. Luciano era el #'s brillante deentre la nue!a generaci n de #a)osos & ta#bi n el #'s)r#e candidato a intentar arrebatarle el trono. Sussospechas no eran del todo in*usti)cadas0 Luciano,e%ecti!a#ente, estaba descontento & decepcionado por el

co#porta#iento del nue!o >4 sar?. 8o se le escapabaque sus %or#as de entender el negocio chocaban%rontal#ente0 para Luciano, lo i#portante era ganardinero. Pero a Maranzano a(n le pesaban las !ie*astradiciones & al )nal de#ostr no ser de#asiado distinto


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de Masseria aunque, eso sí, era #'s so)sticado en las%or#as e incluso pretendía hacerse pasar por un i#polutoho#bre de negocios. Pero en el %ondo co#partía un

#is#o concepto #onolítico de la Ma)a & eso era algo que%orzosa#ente tenía que chocar con quienes sentían queen suelo nortea#ericano &a no había lugar para el%eudalis#o dentro de la organizaci n.

/E! ontrato ha si'o an e!a'o1

8o habían pasado ocho #eses desde su ascenso a lo #'salto cuando Sal!atore Maranzano, consu#ido por laparanoia, ca& en la cuenta de que >Luc9&? Luciano erade#asiado peligroso, que no podía seguir tolerando sue/istencia. 6ecidi tenderle una tra#pa. 4it a Luciano &a su segundo en la %a#ilia, =ito eno!eseF a una reuni nen su propio despacho, situado en un c ntrico edi)cio deo)cinas de la zona )nanciera de la ciudad. +unque otros

*e%es #a)osos solían situar su cuartel general en undo#icilio particular, o en la trastienda de un co#ercio,Maranzano quería adquirir la respetabilidad de un!erdadero e#presario & solía lle!ar parte de sus asuntosen aquel despacho de aspecto per%ecta#ente nor#al, eldespacho que cualquiera esperaría !er ocupar a unpro%esional adinerado & e/itoso. + priori,

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Charles Lucky Luciano