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LA PUGNA EN COLOMBIA SÁBADO 24 de mayo de 2014 / Año 2 / N° 66 AFP La fuerte dependencia de Álvaro Uribe con EEUU, especialmente con el presidente George W. Bush, se tradujo en que éste último le concediera la Medalla de la Libertad.

Especial internacional 24-05-14

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Page 1: Especial internacional 24-05-14

LA PUGNA EN COLOMBIA

SÁBADO 24 de mayo de 2014 / Año 2 / N° 66

AFP

La fuerte dependencia de Álvaro Uribe con EEUU, especialmente con el presidente George W. Bush, se tradujo en que éste último le concediera la Medalla de la Libertad.

Page 2: Especial internacional 24-05-14

La pugna en ColombiaIntroducciónEn los últimos días, los cables noticiosos pro-cedentes de Colombia hablaron más del es-

cándalo de espionaje que de las elec-ciones presidenciales del domingo 25 de este mayo. Se ha hablado de un hacker (Andrés Sepúlveda), de un co-laborador suyo (Rafael Revert), de na-cionalidad española, del candidato de la derecha, Oscar Iván Zuluaga, en re-presentación del Centro Democráti-co, partido de Álvaro Uribe.

Los nombres mencionados y otros implicados en realidad son peones (a excepción del ex presidente Uribe) dentro de un juego de poder que aflo-ró a la superficie desde hace tiempo, pero últimamente ha adquirido una intensidad mayor.

Aquí la pugna no implica al conjun-to de las fuerzas políticas de la socie-dad colombiana, pero sí atañe a todos. Este último caso de espionaje no se re-fiere sólo a la pugna electoral entre el Centro Democrático y Unidad Nacio-nal, del actual presidente Juan Manuel Santos, sino que implicó a las escuchas y captación de correos electrónicos de los participantes en el Diálogo por la Paz desplegado en La Habana desde hace un año y medio aproximadamen-te. De acuerdo con la prensa del país, el espionaje incluyó al propio Santos.

Redacción internacional

2 24 de mayode 2014 324 de mayo

de 2014

SIETE BASES MILITARES

RASGOS DEL PERSONAJE

PARAPOLÍTICA

En 2009, el gobierno de Uribe firmó con el gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, un controver-tido plan mediante el cual Estados Unidos instalaría cen-tros de operaciones militares en siete unidades castrenses dispersadas en todo el territorio colombiano. El presiden-te venezolano Hugo Chávez, desde el mismo anuncio del programa militar, presentó sus quejas acerca de ello, con-siderando que ésta no era nada más que una fachada para la legalización de la presencia norteamericana en Colom-bia y que ésta no era nada más que una intimidación con-tra su gobierno y el del presidente Correa en Ecuador.En un esfuerzo para lograr el diálogo y la solución de las diferencias entre Uribe y Chávez, la Unasur, entonces en-cabezada por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, convocó de conjunto con la mandataria de Argentina, Cristina Fernández, a una reunión de emergencia del or-ganismo regional que se celebró en la ciudad argentina de Bariloche, en agosto de 2009. Uribe, quien participó y fue seguido mediáticamente, defendió el acuerdo militar y negó la tesis de bases militares.En noviembre de 2011, el diario colombiano El Espec-tador divulgó posibles nexos entre Uribe y la oposición venezolana con vistas a afectar la reelección de Chávez en 2012.De acuerdo con el noticiero CM& de Colombia, el encuen-tro entre el expresidente Álvaro Uribe con la oposición venezolana tuvo lugar en Bogotá

Nació en la ciudad de Medellín, capital del de-partamento Antioquia, el 4 de julio de 1952, en el seno de una familia de clase acomodada ligada a la producción de café y con fuertes vínculos con el liberalismo colombiano.En las varias etapas de sus estudios fue un alum-no brillante, caracterizado por un intelecto destacado. Bajo la influencia de su profesor, el político Carlos Gaviria, realizó estudios sobre el marxismo, el maoísmo y las revoluciones china y cubana para terminar rechazando vehemente-mente estas corrientes e ir evolucionando poco a poco hacia posiciones cada vez más de derecha.En su carrera política se caracterizó por una nota-ble capacidad creativa de instituciones y empre-sas (mixtas de carácter público – privado), siem-pre manejándolas en provecho propio y la de su política y de sus adherentes.Pero Álvaro Uribe fue nombrado alcalde de Me-dellín entre 1982 y 1983, no terminó su manda-to debido a presuntos nexos con narcotrafican-tes durante el gobierno del presidente Belisario Betancur, aunque sólo ocupó el cargo a lo largo de cinco de los cuarenta y ocho meses que le correspondían.

Éste le creó una cierta reputación que en las pri-meras elecciones presidenciales, fue el primer co-lombiano que logra el triunfo en la primera vuelta. Igual suerte tuvo en su segunda elección. Es un fanático conservador partidario del neolibe-ralismo, del mercado libre y de las privatizaciones de las empresas públicas. Durante su período presidencial realizó enormes esfuerzos para concretar tratados de libre comer-cio tanto con Estados Unidos como con la Unión Europea y otros países.Sobresale en sus políticas exteriores su fuerte oposición a la Cuba revolucionaria, a la Venezue-la bolivariana, como a la política de Rafael Correa en Ecuador. En este contexto sobresale su fuerte alianza con EEUU (especialmente durante la presi-dencia de George W. Bush). También se caracteri-zó por su fuerte relación con Israel, que le ofreció apreciable colaboración en cuestiones de seguri-dad interna, tanto a nivel gubernamental como de parte de ex oficiales de los servicios secretos israe-líes. Esta ayuda incluyó la formación y el entrena-miento de los paramilitares tanto en territorio co-lombiano como en el propio Israel, como es el caso de uno de sus cabecillas, Salvatore Mancuso.

Durante 2005, se desató en Colombia una serie de inves-tigaciones que comprometían a varios aliados políticos y a algunos funcionarios del gobierno de Uribe con grupos paramilitares ilegales colombianos, en lo que se denomi-nó la “Parapolítica”.En 2006, se conocieron revelaciones adicionales. A este proceso se le conoce como el escándalo de la parapolí-tica. Según las investigaciones, varios dirigentes políti-cos se habrían beneficiado de estas alianzas por me-dio de la intimidación y la acción armada de los grupos paramilitares contra la población civil, algunos habrían presuntamente alcanzado cargos en alcaldías, concejos, asambleas municipales y gobernaciones, así como en el Congreso de la República y otros órganos estatales su-periores. A su vez, algunos de los políticos y funcionarios desde sus cargos habrían desviado dineros para la finan-ciación y conformación de grupos paramilitares y habrían filtrado información para facilitar y beneficiar las accio-nes de estos grupos dentro de las que se incluyen masa-cres, asesinatos selectivos, desplazamientos forzados y otras acciones criminales también graves y considerables que tenían por objetivo extender el poder parapolítico en el territorio nacional.

Unasur intervino para encontrar una salida a las

deterioradas relaciones Uribe-Chávez debido a la instalación de bases

militares de EEUU. La reunión se hizo en

Bariloche, Argentina. El caso es que Uribe defendió

la presencia militar estadounidense.

Aquí el repudio procede de EEUU.

El repudio a Uribe adquirió una dimensión internacional. Aquí vemos a españoles llamándole Führer (título de Hitler).

Ecured

Tarin

ga.net

Wikiped

iaWikiped

ia

DUDOSAS RELACIONES DE URIBE

PLAN COLOMBIA

Ha sido acusado por sectores opositores y disiden-tes de haber tenido relación con el Cártel de Mede-llín y el fomento del paramilitarismo en Colombia.Se presentaron varias controversias y críticas en torno al presidente Uribe, su entorno familiar y su desempeño en varias funciones públicas o políti-cas. Entre ellas se encuentran las acusaciones por parte de Piedad Córdoba, Gustavo Petro y Virgi-nia Vallejo sobre presuntos vínculos con el Cártel de Medellín y el paramilitarismo en Colombia, lo cual ha negado tajantemente. En 2002, la campa-ña presidencial de Uribe recibió 100 millones de

pesos de parte de la empresa Uniapuestas, en la cual la señora Enilse López (alias ‘La Gata’) era la accionista mayoritaria. Posteriormente, López fue capturada y sindicada de varios cargos crimina-les por lavado de activos y desviación de fondos, relacionados con otros procesos judiciales. En el pasado también se la había criticado y considera-do sospechosa de estar relacionada con el narco-tráfico, específicamente con Gonzalo Rodríguez Gacha, miembro del Cártel de Medellín, motivo por el que se empezó a sospechar de la honesti-dad con la que Uribe recibió el dinero.

Acuerdo bilateral constituido entre los Gobiernos de Colombia y Estados Uni-dos. Se concibió en 1999 durante las administraciones del presidente colom-biano Andrés Pastrana Arango y el esta-dounidense Bill Clinton, luego continua-do por Uribe y Bush.En general el plan predicó en Colombia el regreso a los métodos que aplicó Oli-ver North en Nicaragua, o sea el uso de paramilitares contra la guerrilla. El Plan Colombia es una estrategia político-mi-litar cuya lectura a primera vista sugiere la concertación de acciones concretas entre el Gobierno de Estados Unidos y de Colombia para erradicar el proble-ma de la droga y sus delitos conexos. Sin embargo, desde la aprobación de su versión definitiva en Washington salta a la vista el alto contenido geopolítico y geoeconómico de este plan.Por otra parte, la prioridad que siempre se le otorgó al rearme y modernización

del ejército colombiano (el más grande de nuestro continente, cuenta con casi medio millón de efectivos), con el pre-texto del combate a las drogas y sus de-litos conexos, es una demostración del carácter contrainsurgente de este plan. Esto está siendo corroborado en la prác-tica con el aumento de efectivos civiles y militares estadounidenses en territorio colombiano, quienes participan cada vez más directamente en el combate a la insurgencia.Aparte del combate a la guerrilla, el plan procura salvaguardar los pozos petrole-ro, los recursos naturales y aprovechar la biodiversidad del país.Uribe aplicó este plan bajo la denomina-ción de “Política de Seguridad Demo-crática”. Como parte esta política, sentó unas reglas sobre las condiciones que deben cumplir los grupos guerrilleros para negociar. Condiciones que han sido rechazadas por las FARC y el ELN, y acep-

tadas por las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), con lo que se abrió la puer-ta para el proceso de desmovilización de paramilitares en Colombia. El proceso resultante marcado por la impunidad en torno a materias como los crímenes de lesa humanidad o el narcotráfico, así como la reparación a las víctimas, que no ha sido eficiente, y algunas de las perso-nas que han reclamado reparación han sido perseguidas o asesinadas.En este contexto, alarmantes cifras muestran más de 3.500 víctimas de tales crímenes, catalogados como de lesa humanidad, incluso anteriores al gobierno de Uribe, y han encendido las alarmas en organismos internacionales y de derechos humanos. La Corte Penal Internacional ha manifestado, de mane-ra reciente, que hay suficiente base para afirmar que se trató de una política de Estado (terrorismo de Estado) del go-bierno de Álvaro Uribe.

La pugna entre Uribe y Santos no es una cuestión sencilla, sino bien compleja. Hay que recordad que San-tos perteneció a la misma corriente derechista de Uribe y fue su Minis-tro de Defensa. Durante este período ministerial, los falsos positivos aún se practicaban, igualmente las Fuer-zas Militares de Colombia acometie-ron la Operación Fénix en territorio ecuatoriano produciendo entre otras bajas la muerte del dirigente de las FARC-EP Raúl Reyes.

Dicho de otro modo, ambos han pertenecido a la misma derecha. La razón de la pugna es que esta dere-cha se ha hecho dos. Una es la tradi-cional y oligárquica que gobernó el país desde su formal independencia y que sometió a cualquier oposición a la fuerza bruta y la violencia. La otra es una derecha más moderna, más dialogante. Después de más de medio siglo de conflicto interno en el país cree que dialogando se puede lograr una salida, sin que esta dere-cha perdiera el poder, sea el político o el económico.

Este suplemento tratará de arro-jar luz sobre la figura de Uribe, como persona, como político, sus turbias relaciones y algo de su política regio-nal como internacional. La finalidad es clarificar la actual pugna y sus en-tretelones.

Mapa de las bases militares de EEUU en América Latina. Nótese que se incluye la base militar británica en las Malvinas y la base de EEUU en Manta, Ecuador, que ya fue desmantelada por Rafael Correa, y la del Chapare en Bolivia la desmanteló Evo Morales.

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La pugna en ColombiaIntroducciónEn los últimos días, los cables noticiosos pro-cedentes de Colombia hablaron más del es-

cándalo de espionaje que de las elec-ciones presidenciales del domingo 25 de este mayo. Se ha hablado de un hacker (Andrés Sepúlveda), de un co-laborador suyo (Rafael Revert), de na-cionalidad española, del candidato de la derecha, Oscar Iván Zuluaga, en re-presentación del Centro Democráti-co, partido de Álvaro Uribe.

Los nombres mencionados y otros implicados en realidad son peones (a excepción del ex presidente Uribe) dentro de un juego de poder que aflo-ró a la superficie desde hace tiempo, pero últimamente ha adquirido una intensidad mayor.

Aquí la pugna no implica al conjun-to de las fuerzas políticas de la socie-dad colombiana, pero sí atañe a todos. Este último caso de espionaje no se re-fiere sólo a la pugna electoral entre el Centro Democrático y Unidad Nacio-nal, del actual presidente Juan Manuel Santos, sino que implicó a las escuchas y captación de correos electrónicos de los participantes en el Diálogo por la Paz desplegado en La Habana desde hace un año y medio aproximadamen-te. De acuerdo con la prensa del país, el espionaje incluyó al propio Santos.

Redacción internacional

2 24 de mayode 2014 324 de mayo

de 2014

SIETE BASES MILITARES

RASGOS DEL PERSONAJE

PARAPOLÍTICA

En 2009, el gobierno de Uribe firmó con el gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, un controver-tido plan mediante el cual Estados Unidos instalaría cen-tros de operaciones militares en siete unidades castrenses dispersadas en todo el territorio colombiano. El presiden-te venezolano Hugo Chávez, desde el mismo anuncio del programa militar, presentó sus quejas acerca de ello, con-siderando que ésta no era nada más que una fachada para la legalización de la presencia norteamericana en Colom-bia y que ésta no era nada más que una intimidación con-tra su gobierno y el del presidente Correa en Ecuador.En un esfuerzo para lograr el diálogo y la solución de las diferencias entre Uribe y Chávez, la Unasur, entonces en-cabezada por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, convocó de conjunto con la mandataria de Argentina, Cristina Fernández, a una reunión de emergencia del or-ganismo regional que se celebró en la ciudad argentina de Bariloche, en agosto de 2009. Uribe, quien participó y fue seguido mediáticamente, defendió el acuerdo militar y negó la tesis de bases militares.En noviembre de 2011, el diario colombiano El Espec-tador divulgó posibles nexos entre Uribe y la oposición venezolana con vistas a afectar la reelección de Chávez en 2012.De acuerdo con el noticiero CM& de Colombia, el encuen-tro entre el expresidente Álvaro Uribe con la oposición venezolana tuvo lugar en Bogotá

Nació en la ciudad de Medellín, capital del de-partamento Antioquia, el 4 de julio de 1952, en el seno de una familia de clase acomodada ligada a la producción de café y con fuertes vínculos con el liberalismo colombiano.En las varias etapas de sus estudios fue un alum-no brillante, caracterizado por un intelecto destacado. Bajo la influencia de su profesor, el político Carlos Gaviria, realizó estudios sobre el marxismo, el maoísmo y las revoluciones china y cubana para terminar rechazando vehemente-mente estas corrientes e ir evolucionando poco a poco hacia posiciones cada vez más de derecha.En su carrera política se caracterizó por una nota-ble capacidad creativa de instituciones y empre-sas (mixtas de carácter público – privado), siem-pre manejándolas en provecho propio y la de su política y de sus adherentes.Pero Álvaro Uribe fue nombrado alcalde de Me-dellín entre 1982 y 1983, no terminó su manda-to debido a presuntos nexos con narcotrafican-tes durante el gobierno del presidente Belisario Betancur, aunque sólo ocupó el cargo a lo largo de cinco de los cuarenta y ocho meses que le correspondían.

Éste le creó una cierta reputación que en las pri-meras elecciones presidenciales, fue el primer co-lombiano que logra el triunfo en la primera vuelta. Igual suerte tuvo en su segunda elección. Es un fanático conservador partidario del neolibe-ralismo, del mercado libre y de las privatizaciones de las empresas públicas. Durante su período presidencial realizó enormes esfuerzos para concretar tratados de libre comer-cio tanto con Estados Unidos como con la Unión Europea y otros países.Sobresale en sus políticas exteriores su fuerte oposición a la Cuba revolucionaria, a la Venezue-la bolivariana, como a la política de Rafael Correa en Ecuador. En este contexto sobresale su fuerte alianza con EEUU (especialmente durante la presi-dencia de George W. Bush). También se caracteri-zó por su fuerte relación con Israel, que le ofreció apreciable colaboración en cuestiones de seguri-dad interna, tanto a nivel gubernamental como de parte de ex oficiales de los servicios secretos israe-líes. Esta ayuda incluyó la formación y el entrena-miento de los paramilitares tanto en territorio co-lombiano como en el propio Israel, como es el caso de uno de sus cabecillas, Salvatore Mancuso.

Durante 2005, se desató en Colombia una serie de inves-tigaciones que comprometían a varios aliados políticos y a algunos funcionarios del gobierno de Uribe con grupos paramilitares ilegales colombianos, en lo que se denomi-nó la “Parapolítica”.En 2006, se conocieron revelaciones adicionales. A este proceso se le conoce como el escándalo de la parapolí-tica. Según las investigaciones, varios dirigentes políti-cos se habrían beneficiado de estas alianzas por me-dio de la intimidación y la acción armada de los grupos paramilitares contra la población civil, algunos habrían presuntamente alcanzado cargos en alcaldías, concejos, asambleas municipales y gobernaciones, así como en el Congreso de la República y otros órganos estatales su-periores. A su vez, algunos de los políticos y funcionarios desde sus cargos habrían desviado dineros para la finan-ciación y conformación de grupos paramilitares y habrían filtrado información para facilitar y beneficiar las accio-nes de estos grupos dentro de las que se incluyen masa-cres, asesinatos selectivos, desplazamientos forzados y otras acciones criminales también graves y considerables que tenían por objetivo extender el poder parapolítico en el territorio nacional.

Unasur intervino para encontrar una salida a las

deterioradas relaciones Uribe-Chávez debido a la instalación de bases

militares de EEUU. La reunión se hizo en

Bariloche, Argentina. El caso es que Uribe defendió

la presencia militar estadounidense.

Aquí el repudio procede de EEUU.

El repudio a Uribe adquirió una dimensión internacional. Aquí vemos a españoles llamándole Führer (título de Hitler).

Ecured

Tarin

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iaWikiped

ia

DUDOSAS RELACIONES DE URIBE

PLAN COLOMBIA

Ha sido acusado por sectores opositores y disiden-tes de haber tenido relación con el Cártel de Mede-llín y el fomento del paramilitarismo en Colombia.Se presentaron varias controversias y críticas en torno al presidente Uribe, su entorno familiar y su desempeño en varias funciones públicas o políti-cas. Entre ellas se encuentran las acusaciones por parte de Piedad Córdoba, Gustavo Petro y Virgi-nia Vallejo sobre presuntos vínculos con el Cártel de Medellín y el paramilitarismo en Colombia, lo cual ha negado tajantemente. En 2002, la campa-ña presidencial de Uribe recibió 100 millones de

pesos de parte de la empresa Uniapuestas, en la cual la señora Enilse López (alias ‘La Gata’) era la accionista mayoritaria. Posteriormente, López fue capturada y sindicada de varios cargos crimina-les por lavado de activos y desviación de fondos, relacionados con otros procesos judiciales. En el pasado también se la había criticado y considera-do sospechosa de estar relacionada con el narco-tráfico, específicamente con Gonzalo Rodríguez Gacha, miembro del Cártel de Medellín, motivo por el que se empezó a sospechar de la honesti-dad con la que Uribe recibió el dinero.

Acuerdo bilateral constituido entre los Gobiernos de Colombia y Estados Uni-dos. Se concibió en 1999 durante las administraciones del presidente colom-biano Andrés Pastrana Arango y el esta-dounidense Bill Clinton, luego continua-do por Uribe y Bush.En general el plan predicó en Colombia el regreso a los métodos que aplicó Oli-ver North en Nicaragua, o sea el uso de paramilitares contra la guerrilla. El Plan Colombia es una estrategia político-mi-litar cuya lectura a primera vista sugiere la concertación de acciones concretas entre el Gobierno de Estados Unidos y de Colombia para erradicar el proble-ma de la droga y sus delitos conexos. Sin embargo, desde la aprobación de su versión definitiva en Washington salta a la vista el alto contenido geopolítico y geoeconómico de este plan.Por otra parte, la prioridad que siempre se le otorgó al rearme y modernización

del ejército colombiano (el más grande de nuestro continente, cuenta con casi medio millón de efectivos), con el pre-texto del combate a las drogas y sus de-litos conexos, es una demostración del carácter contrainsurgente de este plan. Esto está siendo corroborado en la prác-tica con el aumento de efectivos civiles y militares estadounidenses en territorio colombiano, quienes participan cada vez más directamente en el combate a la insurgencia.Aparte del combate a la guerrilla, el plan procura salvaguardar los pozos petrole-ro, los recursos naturales y aprovechar la biodiversidad del país.Uribe aplicó este plan bajo la denomina-ción de “Política de Seguridad Demo-crática”. Como parte esta política, sentó unas reglas sobre las condiciones que deben cumplir los grupos guerrilleros para negociar. Condiciones que han sido rechazadas por las FARC y el ELN, y acep-

tadas por las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), con lo que se abrió la puer-ta para el proceso de desmovilización de paramilitares en Colombia. El proceso resultante marcado por la impunidad en torno a materias como los crímenes de lesa humanidad o el narcotráfico, así como la reparación a las víctimas, que no ha sido eficiente, y algunas de las perso-nas que han reclamado reparación han sido perseguidas o asesinadas.En este contexto, alarmantes cifras muestran más de 3.500 víctimas de tales crímenes, catalogados como de lesa humanidad, incluso anteriores al gobierno de Uribe, y han encendido las alarmas en organismos internacionales y de derechos humanos. La Corte Penal Internacional ha manifestado, de mane-ra reciente, que hay suficiente base para afirmar que se trató de una política de Estado (terrorismo de Estado) del go-bierno de Álvaro Uribe.

La pugna entre Uribe y Santos no es una cuestión sencilla, sino bien compleja. Hay que recordad que San-tos perteneció a la misma corriente derechista de Uribe y fue su Minis-tro de Defensa. Durante este período ministerial, los falsos positivos aún se practicaban, igualmente las Fuer-zas Militares de Colombia acometie-ron la Operación Fénix en territorio ecuatoriano produciendo entre otras bajas la muerte del dirigente de las FARC-EP Raúl Reyes.

Dicho de otro modo, ambos han pertenecido a la misma derecha. La razón de la pugna es que esta dere-cha se ha hecho dos. Una es la tradi-cional y oligárquica que gobernó el país desde su formal independencia y que sometió a cualquier oposición a la fuerza bruta y la violencia. La otra es una derecha más moderna, más dialogante. Después de más de medio siglo de conflicto interno en el país cree que dialogando se puede lograr una salida, sin que esta dere-cha perdiera el poder, sea el político o el económico.

Este suplemento tratará de arro-jar luz sobre la figura de Uribe, como persona, como político, sus turbias relaciones y algo de su política regio-nal como internacional. La finalidad es clarificar la actual pugna y sus en-tretelones.

Mapa de las bases militares de EEUU en América Latina. Nótese que se incluye la base militar británica en las Malvinas y la base de EEUU en Manta, Ecuador, que ya fue desmantelada por Rafael Correa, y la del Chapare en Bolivia la desmanteló Evo Morales.

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4 24 de mayode 2014

La dependencia de Uribe con EEUU continuó durante la presidencia de Barack Obama. Aquí lo vemos recibiendo a Uribe en la Casa Blanca.

La foto refleja el tipo de relaciones de Uribe con el comandante Hugo Chávez.Los matrimonios Uribe y Bush durante la visita de este último a Colombia.

Wikiped

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AFP

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REELECCIÓN Y ESCÁNDALO

POLÍTICA EXTERIOR

JUAN MANUEL SANTOS EN LA PRESIDENCIA O EL INICIO DE LA DIVERGENCIA

CONCLUSIÓN

Durante la primera presidencia de Uribe, la Constitución colombiana no permitía la reelec-ción, pero Uribe realizó enormes esfuerzos para modificarla y lograr presentarse por se-gundo vez a las elecciones presidenciales.La aprobación de la reforma en el Congreso fue un hecho controvertido, puesto que los re-presentantes Yidis Medina y Teodolindo Aven-daño cambiaron su decisión a última hora; Medina votó favorablemente por la reelección

después de que había manifestado que votaría en contra, mientras que Avendaño se ausentó de la votación. En abril de 2008, el periodista Daniel Coronell reveló un video en el que Yidis Medina dice haber aceptado prebendas de parte del propio presidente Uribe y de algunos de sus cercanos colaboradores para cambiar su voto; sin embargo, según Medina, a pesar del compromiso hecho con el Presidente no recibió lo prometido.

Fue una política totalmente favorable a los intereses de EEUU, como a los de las transnacionales. De este modo fue hostil con la Cuba revolucionaria, con Venezuela y Ecuador, como ya se adelantó. A pesar de la oposición interna, su gobierno apoyó la Invasión de Iraq en 2003.Dentro de este contexto, su íntima relación con Israel se tradujo en que el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, anunció el 2 de agosto de 2010, después de dos meses de intensas consultas con los Gobiernos de Israel y Turquía, el establecimiento de un panel investigador sobre el incidente de la flo-tilla en Gaza. La ONU escogió al saliente mandatario para integrar una comisión que investigará el ataque israelí a la flotilla humanitaria en mayo, incidente que dejó nueve civiles turcos muertos. Uribe fue designa-do subdirector del grupo, que estará encabezado por el exprimer ministro de Nueva Zelandia, Geoffrey Pal-mer. Además, estará integrado por dos representantes de Turquía e Israel.

Durante el primer año de gobierno del sucesor de Uribe, Juan Manuel Santos Calderón, se detectaron varios casos de presunta corrupción que implicaron a cercanos colaboradores, hombres de confianza y/o funcionarios de la administración Uribe. Uno de los casos más sonados es el de AIS (Agro Ingreso Segu-ro), programa creado para subsidiar a campesinos de bajos recursos, de cuyos fondos, alrededor del 5% del total terminó en manos de empresarios que habían aportado a la campaña de reelección de Uribe y cuyo principal responsable, el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias (acérrimo defensor de Uribe), fue detenido en un penal militar sin que hasta la fecha haya sido llamado a juicio. Otro caso de sospecha de corrupción dado durante la administración Uribe fue el desvío de cientos de millones de pesos de los con-tribuyentes a cuentas de funcionarios de la oficina de administración de impuestos conocida como DIAN. También otro de sus ministros de Agricultura estuvo envuelto en el “despojo” de cientos de hectáreas de tierra a campesinos del noroccidente del país que ter-minaron en poder de grandes empresas.Pero estas deferencias se fueron ahondando. Quizás una de las acciones de Santos más criticadas por Uribe fue el reestablecimiento de las relaciones di-plomáticas con el gobierno de Hugo Chávez —a quien Uribe tilda de dictador— rotas tras el bombardeo de las Fuerzas Militares de Colombia que terminó con el asesinato del líder guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Raúl Reyes (en 2008).

Algunos biógrafos de Uribe interpretan sus últimas ac-titudes como expresión de su deseo de regresar a la po-lítica. Es muy probable que ello sea verdad, pero verdad a medias. Falta la otra parte, la de su proyecto político aún no completado. Además de su política regional contraria a los gobier-nos progresistas en la región está la cuestión de los Diá-logos por la Paz que se desarrollan en La Habana con las FARC. Esta es cuestión vital para Uribe y EEUU, por la cual gira en gran parte la pugna entre el expresidente Uribe y su sucesor Santos.Las elecciones presidenciales de mañana serán decisi-vas para el futuro de Colombia. Las encuestas no dan

posibilidad de triunfo más que para Oscar Iván Zuluaga, apadrinado por Uribe y el propio Santos. Por el momen-to, a salvo de sorpresas, las alternativas están entre una derecha recalcitrante y una derecha que se le puede llamar civilizada y dialogante. Otro futuro alternativo tiene que esperar.Quizás la conclusión del proceso de paz pueda coadyu-var al logro de este futuro. La entrada de las FARC en la escena política de la legalidad sería positiva en este sentido. Hay que recordar que a raíz de los acuerdos de paz para El Salvador, los siguientes gobiernos fueron de la derechista Arena, pero el FMLN acaba de ganar por segunda vez las elecciones presidenciales y legislativas.