4
EL GENOCIDIO CONTRA LOS ARMENIOS SÁBADO 18 de abril de 2015 / Año 3 / N° 106 resumendelsur.com.ar Los dos patriarcas, el de Roma y el de los armenios, dándose un abrazo caluroso, humano y solidario. En ese contexto, el Papa reconoce el genocidio armenio como el primero del siglo XX.

Especial Internacional 18-04-15

Embed Size (px)

DESCRIPTION

 

Citation preview

EL GENOCIDIO CONTRA LOS ARMENIOS

SÁBADO 18 de abril de 2015 / Año 3 / N° 106

resu

men

delsu

r.com

.ar

Los dos patriarcas, el de Roma y el de los armenios, dándose un abrazo caluroso,

humano y solidario. En ese contexto, el Papa reconoce el genocidio armenio

como el primero del siglo XX.

El genocidio contra los armeniosINTRODUCCIÓNEn Oriente Medio, es-pecialmente en la parte asiática del mismo, es un dicho repetido hace décadas, por lo que re-

fleja una pura y dura realidad, que hay tres pueblos que sobran en el mapa político, en el sentido de que no han formado su propio Estado, éstos son: armenios, kurdos y palestinos. En el caso del pueblo armenio, esta es una realidad parcial, en la medida en que en parte de su territorio ancestral se pudo formar un Estado. Mientras tan-to, territorio como población, arme-nios restantes, siguen enajenados de su propia identidad y realización.

Este hecho produjo a lo largo del si-glo XX una épica solidaridad entre es-tos tres pueblos. Y cuando se habla de solidaridad en este caso, no es sólo en referencia a los militantes en el seno de cada uno de estos pueblos —que la hubo y muy fuerte—, sino que se refie-re al conjunto de los miembros de estos tres pueblos. Solidaridad que abarca el campo de la militancia, de la conviven-cia (en el marco del exilio y de la aco-gida mutua y complementaria), de la producción artística y literaria.

En este marco de referencia, cabe destacar que el barrio más hermoso y acogedor del casco milenario de la ocupada Jerusalén es precisamente el barrio armenio con su pequeña cate-dral de San Jacobo (ver las imágenes adjuntas del exterior y del interior de la misma).

Los armenios de Jerusalén y de Pales-tina se consideran a sí mismos como ar-menios y como palestinos. Su participa-ción en la lucha de liberación nacional palestina es bien marcada. Allí tenemos el caso, entre otros, del armenio emba-jador de palestina en Londres, Manuel S. Hassassian.

El motivo de dedicar un número de nuestro Suplemento Internacional al genocidio turco contra los armenios es debido, entre varios factores, a la polé-mica suscitada por la actitud coherente

y solidaria del papa Francisco al resultar a este genocidio como el primero del si-glo XX, suscitando una polémica por la reacción prepotente y desmesurada del actual régimen de Turquía, caracteriza-do por su afiliación a la reaccionario y pro imperialistas Hermandad Musul-mana como por su ambición de volver a una Turquía Otomana que ostentó el Califato hasta su derrota en la Primera Guerra Mundial. En fin, es una proyec-ción compartida también con la Her-mandad Musulmana.

El caso es que este genocidio es pro-ducto de varios desarrollos. La de la evo-lución histórica de Armenia (el primer Estado de la historia humana que se hace un ‘Estado cristiano’ antes de que Roma lo fuera) como de la misma evo-lución del imperio otomano.

En este último caso, que no vamos a desarrollar, sino simplemente re-ferirnos a que el genocidio turco no sólo abarco a los armenios, sino a otros pueblos que habían sufrido su opresión durante siglos pero que a finales del siglo XIX y principios del XX, estos pueblos refuerzan sus lu-chas por liberarse del yugo otomano buscando su liberación nacional.

El proceso provocó dos reacciones de parte del poder otomano. En pri-mer lugar reforzar las estructuras teo-cráticas del imperio basado en el con-cepto de ‘Nación Islámica’ en la que se fundamentaba el mencionado Cali-fato. Esto provocó una represión a los pueblos europeos que estaban bajo su dominio, como el caso de los griegos y a los cristianos que estaban bajo este dominio en la parte árabe del imperio.

En segundo lugar y al fracasar estos esfuerzos se inicia una etapa naciona-lista y fascista encarnada en el movi-miento de la ‘Joven Turquía’, que al final encarna Mustafá Kemal Atatürk, que rompe con el fundamento religio-so y busca la creación de un Estado lai-co y turco. El proceso abrió el camino a la represión de las nacionalidades den-tro este imperio, cometiendo varios ge-nocidios, incluido el armenio.

Redacción internacional

2 18 de abrilde 2015 318 de abril

de 2015

BREVE HISTORIA DE ARMENIA

En 1639, Armenia fue dividida: la parte oeste quedó anexada a Turquía y la región este se integró al Imperio Persa. Con la expansión rusa sobre el Cáucaso y los Balcanes, iniciada a fi-nes del siglo XVIII, el este de Armenia pasó a ser una provincia del imperio ruso. Los armenios, que habían quedado bajo do-minio turco, comenzaron a padecer una creciente persecución por parte de las autoridades turcas, y tras la Primera Guerra Mundial, las brutales masacres y deportaciones, que tienen su fecha clave en 1915, dejaron sin armenios a las tierras turcas de Anatolia. La Revolución rusa de 1917 trajo como conse-cuencia una independencia para Armenia (28 de mayo de 1918) que fue interrumpida por la invasión de las tropas tur-cas (septiembre 1920) y la posterior creación de la República Soviética de Armenia (diciembre de 1920).En 1922, el nuevo país se integró, junto a Georgia y Azerbaiyán, en la Federación de Repúblicas Socialistas Transcaucásicas. Des-pués de su incorporación a la Unión Soviética (1936), la historia

de Armenia no se diferenció de la del resto de las repúblicas soviéticas hasta que en 1988 la asamblea legislativa de Nagorno - Karabaj reclamó su reunificación con Armenia.A raíz de esta iniciativa, los azeríes protagonizaron numerosos motines que desembocaron en un conflicto armado. En no-viembre de 1989, tras los infructuosos procedimientos iniciados desde Moscú para conservar las fronteras originales de las dos repúblicas, los azeríes ocuparon la región disputada. Pero la cuestión de esta región arrastró otras reivindicaciones. El Comité de Karabaj, que fue creado por un grupo de 11 intelectuales de Ereván y que se convirtió rápidamente en el portavoz popular de los armenios en el conflicto fronterizo, derivó en el Movimiento Pannacional Armenio (MPA), legalizado en junio de 1989. Cuando se celebraron las primeras elecciones legislativas libres, durante el verano de 1990, el MPA, que presentó un programa de acceso a la independencia por la vía constitucional (en el que no se con-sideraba una ruptura radical con Moscú), obtuvo la mayoría.

Al año siguiente, Armenia rechazó participar en el referéndum para la creación de la nueva Unión, realizado el 17 de marzo, y a cambio prefirió celebrar un referéndum propio en el que se de-cidió su independencia (21 de septiembre de 1991). A esta con-quista de la soberanía siguió la elección de Levon Ter Petrosian como presidente de la República el 16 de octubre de 1991. En 1992, Armenia, en apoyo a Karabaj, declara guerra abierta contra Azerbaiyán, ésta recibe apoyo de Turquía. Un alto el fuego con mediación rusa fue puesto en práctica en 1994. Desde entonces, Armenia y su vecino han llevado a cabo las negociaciones de paz con mediación de la Organización para la Seguridad y la Coope-ración en Europa (OSCE).El estatus de Karabaj debe todavía ser determinado y las econo-mías de ambos países han estado lastimadas por la ausencia de una resolución completa. El 6 de julio de 1995, Armenia celebró las primeras elecciones parlamentarias postsoviéticas y un refe-réndum para aprobar una nueva Carta Magna.

El interior y la fachada de la pequeña catedral armenia de San Gabriel, en Jerusalén.

Una columna de armenios es llevada a un campo de prisioneros por soldados otomanos, abril de 1915.

Wik

iped

ia v

ersi

ón á

rabe

Wik

iped

ia

Wik

iped

ia v

ersi

ón á

rabe

EXTERMINIO

El genocidio armenio fue la de-portación forzosa y exterminio de un número indeterminado de civi-les armenios, calculado aproxima-damente entre un millón y medio y dos millones de personas, por el gobierno de los Jóvenes Turcos en el imperio otomano, desde 1915 hasta 1923.Se caracterizó por su brutalidad en las masacres y la utilización de marchas forzadas con las deportaciones en condiciones extremas que generalmente lle-vaba a la muerte a muchos de los deportados. Otros grupos étnicos también fueron masacrados por el Imperio otomano durante este período, entre ellos los asirios, los griegos y los serbios. Algunos autores consideran que estos ac-tos son parte de la una política de exterminio.La fecha del comienzo del geno-cidio se conmemora el 24 de abril de 1915, el día en que las autori-dades otomanas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul; en los días siguientes, la cifra de detenidos ascendió a 600. Posteriormente, una orden del Gobierno central estipuló la deportación de toda la población armenia sin posibili-dad de cargar los medios para la subsistencia y su marcha forzada por cientos de kilómetros, atrave-sando zonas desérticas, en las que la mayor parte de los deportados pereció víctima del hambre, la sed y las privaciones, a la vez que los sobrevivientes eran robados y violados por los gendarmes que debían protegerlos, a menudo en combinación con bandas de asesi-nos y bandoleros.Aunque la República de Turquía, sucesora del Imperio otomano, no niega que las masacres de civiles armenios ocurrieron, pero no admite que se trató de un geno-cidio, arguyendo que las muertes no fueron el resultado de un plan de exterminio masivo, sistemáti-co y premeditado dispuesto por el Estado otomano, sino que se debieron a las luchas interétnicas (curiosamente a los armenios no se les conoce enemigos étnico en la región donde habitaban), las enfermedades y el hambre durante el confuso período de la Primera Guerra Mundial. A pesar de esta tesis, casi todos los estu-diosos —incluso algunos turcos— opinan que los hechos encajan en la definición actual de genocidio. Se lo considera por lo general el primer genocidio moderno del siglo XX, tal como afirma el papa

Francisco. Como ya se adelantó, la reacción de las autoridades turcas frente a los intentos de liberación de parte de los pueblos oprimidos del imperio se basan en dos fundamentos: uno teocrá-tico de mantener el Imperio y el Califato y otro nacionalista turco, la represión de los armenios se realizó en dos etapas que reflejan estos fundamentos.La represión llamada Hamidista se refiero a la actitud de Abdul Ha-mid II llamado, por su brutalidad, el “Sultán Rojo”. En su represión a los armenios, el número de víctimas fue calculado por el etnógrafo William Ramsay en unas 200.000, aunque actual-mente muchos señalan como más acertada la cifra de 300.000. El sultán declaró su inquebrantable decisión de seguir una política de severidad y de terror contra los armenios hasta su aniquilamien-to. Ordenó evitar absolutamente toda negociación, con el fin de conducirlos a la sublevación, de modo de poder justificar sus me-didas extremas y finales.Ya con el régimen nacionalista de los “Jóvenes Turcos” el 24 de abril de 1915, el gobierno consideró que afrontaba una sublevación popular de corte nacionalista dentro de los límites de su impe-rio siguiendo el modelo represivo seguido en Grecia, Serbia y Bul-garia, optó por deportar a secto-res importantes de la población armenia hacia la suroriental Gran Siria. Ese mismo día se ordenó el arresto de 250 intelectuales armenios, que fueron deportados y en su mayoría asesinados en el camino. A esto siguieron poco después -a partir del 11 de junio de 1915- órdenes para la deporta-ción de cientos de miles - tal vez más de un millón - de armenios de todas las regiones de Anatolia a Mesopotamia y lo que actual-mente es Siria. El historiador inglés Arnold J. Toynbee y el jurista, político e historiador británico James Bryce publicaron una obra conocida como El Libro Azul. Este libro in-cluye relatos de testigos oculares estadounidenses -tanto diplomá-ticos como misioneros-, alemanes, italianos, daneses, suecos, norue-gos, griegos y armenios.El militar venezolano Rafael de Nogales Méndez, que fue oficial del ejército otomano durante la Primera Guerra Mundial, dejó también testimonio de las masa-cres en su obra “Cuatro años bajo la Media Luna”.

El genocidio contra los armeniosINTRODUCCIÓNEn Oriente Medio, es-pecialmente en la parte asiática del mismo, es un dicho repetido hace décadas, por lo que re-

fleja una pura y dura realidad, que hay tres pueblos que sobran en el mapa político, en el sentido de que no han formado su propio Estado, éstos son: armenios, kurdos y palestinos. En el caso del pueblo armenio, esta es una realidad parcial, en la medida en que en parte de su territorio ancestral se pudo formar un Estado. Mientras tan-to, territorio como población, arme-nios restantes, siguen enajenados de su propia identidad y realización.

Este hecho produjo a lo largo del si-glo XX una épica solidaridad entre es-tos tres pueblos. Y cuando se habla de solidaridad en este caso, no es sólo en referencia a los militantes en el seno de cada uno de estos pueblos —que la hubo y muy fuerte—, sino que se refie-re al conjunto de los miembros de estos tres pueblos. Solidaridad que abarca el campo de la militancia, de la conviven-cia (en el marco del exilio y de la aco-gida mutua y complementaria), de la producción artística y literaria.

En este marco de referencia, cabe destacar que el barrio más hermoso y acogedor del casco milenario de la ocupada Jerusalén es precisamente el barrio armenio con su pequeña cate-dral de San Jacobo (ver las imágenes adjuntas del exterior y del interior de la misma).

Los armenios de Jerusalén y de Pales-tina se consideran a sí mismos como ar-menios y como palestinos. Su participa-ción en la lucha de liberación nacional palestina es bien marcada. Allí tenemos el caso, entre otros, del armenio emba-jador de palestina en Londres, Manuel S. Hassassian.

El motivo de dedicar un número de nuestro Suplemento Internacional al genocidio turco contra los armenios es debido, entre varios factores, a la polé-mica suscitada por la actitud coherente

y solidaria del papa Francisco al resultar a este genocidio como el primero del si-glo XX, suscitando una polémica por la reacción prepotente y desmesurada del actual régimen de Turquía, caracteriza-do por su afiliación a la reaccionario y pro imperialistas Hermandad Musul-mana como por su ambición de volver a una Turquía Otomana que ostentó el Califato hasta su derrota en la Primera Guerra Mundial. En fin, es una proyec-ción compartida también con la Her-mandad Musulmana.

El caso es que este genocidio es pro-ducto de varios desarrollos. La de la evo-lución histórica de Armenia (el primer Estado de la historia humana que se hace un ‘Estado cristiano’ antes de que Roma lo fuera) como de la misma evo-lución del imperio otomano.

En este último caso, que no vamos a desarrollar, sino simplemente re-ferirnos a que el genocidio turco no sólo abarco a los armenios, sino a otros pueblos que habían sufrido su opresión durante siglos pero que a finales del siglo XIX y principios del XX, estos pueblos refuerzan sus lu-chas por liberarse del yugo otomano buscando su liberación nacional.

El proceso provocó dos reacciones de parte del poder otomano. En pri-mer lugar reforzar las estructuras teo-cráticas del imperio basado en el con-cepto de ‘Nación Islámica’ en la que se fundamentaba el mencionado Cali-fato. Esto provocó una represión a los pueblos europeos que estaban bajo su dominio, como el caso de los griegos y a los cristianos que estaban bajo este dominio en la parte árabe del imperio.

En segundo lugar y al fracasar estos esfuerzos se inicia una etapa naciona-lista y fascista encarnada en el movi-miento de la ‘Joven Turquía’, que al final encarna Mustafá Kemal Atatürk, que rompe con el fundamento religio-so y busca la creación de un Estado lai-co y turco. El proceso abrió el camino a la represión de las nacionalidades den-tro este imperio, cometiendo varios ge-nocidios, incluido el armenio.

Redacción internacional

2 18 de abrilde 2015 318 de abril

de 2015

BREVE HISTORIA DE ARMENIA

En 1639, Armenia fue dividida: la parte oeste quedó anexada a Turquía y la región este se integró al Imperio Persa. Con la expansión rusa sobre el Cáucaso y los Balcanes, iniciada a fi-nes del siglo XVIII, el este de Armenia pasó a ser una provincia del imperio ruso. Los armenios, que habían quedado bajo do-minio turco, comenzaron a padecer una creciente persecución por parte de las autoridades turcas, y tras la Primera Guerra Mundial, las brutales masacres y deportaciones, que tienen su fecha clave en 1915, dejaron sin armenios a las tierras turcas de Anatolia. La Revolución rusa de 1917 trajo como conse-cuencia una independencia para Armenia (28 de mayo de 1918) que fue interrumpida por la invasión de las tropas tur-cas (septiembre 1920) y la posterior creación de la República Soviética de Armenia (diciembre de 1920).En 1922, el nuevo país se integró, junto a Georgia y Azerbaiyán, en la Federación de Repúblicas Socialistas Transcaucásicas. Des-pués de su incorporación a la Unión Soviética (1936), la historia

de Armenia no se diferenció de la del resto de las repúblicas soviéticas hasta que en 1988 la asamblea legislativa de Nagorno - Karabaj reclamó su reunificación con Armenia.A raíz de esta iniciativa, los azeríes protagonizaron numerosos motines que desembocaron en un conflicto armado. En no-viembre de 1989, tras los infructuosos procedimientos iniciados desde Moscú para conservar las fronteras originales de las dos repúblicas, los azeríes ocuparon la región disputada. Pero la cuestión de esta región arrastró otras reivindicaciones. El Comité de Karabaj, que fue creado por un grupo de 11 intelectuales de Ereván y que se convirtió rápidamente en el portavoz popular de los armenios en el conflicto fronterizo, derivó en el Movimiento Pannacional Armenio (MPA), legalizado en junio de 1989. Cuando se celebraron las primeras elecciones legislativas libres, durante el verano de 1990, el MPA, que presentó un programa de acceso a la independencia por la vía constitucional (en el que no se con-sideraba una ruptura radical con Moscú), obtuvo la mayoría.

Al año siguiente, Armenia rechazó participar en el referéndum para la creación de la nueva Unión, realizado el 17 de marzo, y a cambio prefirió celebrar un referéndum propio en el que se de-cidió su independencia (21 de septiembre de 1991). A esta con-quista de la soberanía siguió la elección de Levon Ter Petrosian como presidente de la República el 16 de octubre de 1991. En 1992, Armenia, en apoyo a Karabaj, declara guerra abierta contra Azerbaiyán, ésta recibe apoyo de Turquía. Un alto el fuego con mediación rusa fue puesto en práctica en 1994. Desde entonces, Armenia y su vecino han llevado a cabo las negociaciones de paz con mediación de la Organización para la Seguridad y la Coope-ración en Europa (OSCE).El estatus de Karabaj debe todavía ser determinado y las econo-mías de ambos países han estado lastimadas por la ausencia de una resolución completa. El 6 de julio de 1995, Armenia celebró las primeras elecciones parlamentarias postsoviéticas y un refe-réndum para aprobar una nueva Carta Magna.

El interior y la fachada de la pequeña catedral armenia de San Gabriel, en Jerusalén.

Una columna de armenios es llevada a un campo de prisioneros por soldados otomanos, abril de 1915.

Wik

iped

ia v

ersi

ón á

rabe

Wik

iped

ia

Wik

iped

ia v

ersi

ón á

rabe

EXTERMINIO

El genocidio armenio fue la de-portación forzosa y exterminio de un número indeterminado de civi-les armenios, calculado aproxima-damente entre un millón y medio y dos millones de personas, por el gobierno de los Jóvenes Turcos en el imperio otomano, desde 1915 hasta 1923.Se caracterizó por su brutalidad en las masacres y la utilización de marchas forzadas con las deportaciones en condiciones extremas que generalmente lle-vaba a la muerte a muchos de los deportados. Otros grupos étnicos también fueron masacrados por el Imperio otomano durante este período, entre ellos los asirios, los griegos y los serbios. Algunos autores consideran que estos ac-tos son parte de la una política de exterminio.La fecha del comienzo del geno-cidio se conmemora el 24 de abril de 1915, el día en que las autori-dades otomanas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul; en los días siguientes, la cifra de detenidos ascendió a 600. Posteriormente, una orden del Gobierno central estipuló la deportación de toda la población armenia sin posibili-dad de cargar los medios para la subsistencia y su marcha forzada por cientos de kilómetros, atrave-sando zonas desérticas, en las que la mayor parte de los deportados pereció víctima del hambre, la sed y las privaciones, a la vez que los sobrevivientes eran robados y violados por los gendarmes que debían protegerlos, a menudo en combinación con bandas de asesi-nos y bandoleros.Aunque la República de Turquía, sucesora del Imperio otomano, no niega que las masacres de civiles armenios ocurrieron, pero no admite que se trató de un geno-cidio, arguyendo que las muertes no fueron el resultado de un plan de exterminio masivo, sistemáti-co y premeditado dispuesto por el Estado otomano, sino que se debieron a las luchas interétnicas (curiosamente a los armenios no se les conoce enemigos étnico en la región donde habitaban), las enfermedades y el hambre durante el confuso período de la Primera Guerra Mundial. A pesar de esta tesis, casi todos los estu-diosos —incluso algunos turcos— opinan que los hechos encajan en la definición actual de genocidio. Se lo considera por lo general el primer genocidio moderno del siglo XX, tal como afirma el papa

Francisco. Como ya se adelantó, la reacción de las autoridades turcas frente a los intentos de liberación de parte de los pueblos oprimidos del imperio se basan en dos fundamentos: uno teocrá-tico de mantener el Imperio y el Califato y otro nacionalista turco, la represión de los armenios se realizó en dos etapas que reflejan estos fundamentos.La represión llamada Hamidista se refiero a la actitud de Abdul Ha-mid II llamado, por su brutalidad, el “Sultán Rojo”. En su represión a los armenios, el número de víctimas fue calculado por el etnógrafo William Ramsay en unas 200.000, aunque actual-mente muchos señalan como más acertada la cifra de 300.000. El sultán declaró su inquebrantable decisión de seguir una política de severidad y de terror contra los armenios hasta su aniquilamien-to. Ordenó evitar absolutamente toda negociación, con el fin de conducirlos a la sublevación, de modo de poder justificar sus me-didas extremas y finales.Ya con el régimen nacionalista de los “Jóvenes Turcos” el 24 de abril de 1915, el gobierno consideró que afrontaba una sublevación popular de corte nacionalista dentro de los límites de su impe-rio siguiendo el modelo represivo seguido en Grecia, Serbia y Bul-garia, optó por deportar a secto-res importantes de la población armenia hacia la suroriental Gran Siria. Ese mismo día se ordenó el arresto de 250 intelectuales armenios, que fueron deportados y en su mayoría asesinados en el camino. A esto siguieron poco después -a partir del 11 de junio de 1915- órdenes para la deporta-ción de cientos de miles - tal vez más de un millón - de armenios de todas las regiones de Anatolia a Mesopotamia y lo que actual-mente es Siria. El historiador inglés Arnold J. Toynbee y el jurista, político e historiador británico James Bryce publicaron una obra conocida como El Libro Azul. Este libro in-cluye relatos de testigos oculares estadounidenses -tanto diplomá-ticos como misioneros-, alemanes, italianos, daneses, suecos, norue-gos, griegos y armenios.El militar venezolano Rafael de Nogales Méndez, que fue oficial del ejército otomano durante la Primera Guerra Mundial, dejó también testimonio de las masa-cres en su obra “Cuatro años bajo la Media Luna”.

4 18 de abrilde 2015

TURQUÍA Y ARMENIA EN LA ACTUALIDADLas relaciones entre Turquía y Armenia siguen estancadas. Tur-quía ha cerrado sus fronteras terrestres con Armenia desde 1994 debido a la ocupación armenia de Nagorno-Karabaj.Armenia ha declarado en varias ocasiones que está preparada para establecer las relaciones diplomáticas y abrir la frontera sin condiciones previas, aunque Turquía demanda que abrir sus fronteras demostraría un respaldo a la ocupación armenia de Nagorno-Karabaj e ignorar su conflicto con Azerbaiyán.El acuerdo firmado el 10 de octubre de 2009 por representantes de los Gobiernos turco y armenio en Zúrich (Suiza), en el que se preveía la creación de una comisión mixta de historiadores para realizar “un examen científico imparcial de los archivos y documentación” sobre aquel genocidio, el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos Estados y la apertura de su frontera común, ha sido congelado por el Gobierno turco con el pretexto de la cuestión de Nagorno-Karabaj.

Una iglesia armenia y en el fondo el Monte Ararat.

Una de las tantas masacres que sufrieron los armenios por parte del poder turco.

Wik

iped

ia

Mor

gent

hau3

36

BIBLIOGRAFÍAEn este Suplemento se han consultado1- La versión árabe de Wikipedia: https://ar.wikipedia.org/wiki/%D9%85%D8%B0%D8%A7%D8%A8%D8%AD_%D8%A7%D9%84%D8%A3%D8%B1%D9%85%D9%862- La enciclopedia cubana: http://www.ecured.cu/index.php/Armenia3- La versión castellana de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Genocidio_armenio