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1. INTRODUCCIÓN. EPIDEMIOLOGÍA El objetivo del presente trabajo es facilitar los métodos de evaluación y las terapéuticas más efectivas para el control de un importante número de afectados por pie diabético y úlceras de miembros inferiores de naturaleza venosa o por presión (decúbito). Con mucha frecuencia acuden a los Servicios Sanitarios pacientes con patologías múltiples, avanzada edad y úlceras ó necrosis del pie y/o sitios anatómicos de apoyo. Generalmente, están acompañadas de una infección sobreañadida. La aparición de la úlcera no suele ser aguda y tampoco se realiza la consulta en los dispositivos sanitarios de forma precoz, debido a las peculiaridades de los pacientes que suelen ser ancianos, generalmente con poca movilidad y, además, nivel cultural bajo con comunicación verbal deficiente de su padecimiento. Todas estas situaciones hacen que los pacientes lleguen a la puerta de Urgencias con complicaciones establecidas que requieren con frecuencia intervenciones quirúrgicas y amputaciones. La escasa existencia de una adecuada prevención sanitaria retrasa la evaluación y tratamiento de este tipo de pacientes y favorece el desarrollo de complicaciones. Al mismo tiempo, es preciso unificar criterios de tratamiento para mejorar la asistencia, evitando la gran variabilidad de pautas de tratamiento que en ocasiones retrasan la curación o, simplemente empeoran las lesiones previas, por existir múltiples productos comerciales a disposición de los profesionales que son usados sin disponer de los criterios de la mejor evidencia científica.

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  • 1. INTRODUCCIN. EPIDEMIOLOGA

    El objetivo del presente trabajo es facilitar los mtodos de evaluacin y

    las teraputicas ms efectivas para el control de un importante nmero

    de afectados por pie diabtico y lceras de miembros inferiores de

    naturaleza venosa o por presin (decbito).

    Con mucha frecuencia acuden a los Servicios Sanitarios pacientes con

    patologas mltiples, avanzada edad y lceras necrosis del pie y/o

    sitios anatmicos de apoyo. Generalmente, estn acompaadas de una

    infeccin sobreaadida.

    La aparicin de la lcera no suele ser aguda y tampoco se realiza la

    consulta en los dispositivos sanitarios de forma precoz, debido a las

    peculiaridades de los pacientes que suelen ser ancianos, generalmente

    con poca movilidad y, adems, nivel cultural bajo con comunicacin

    verbal deficiente de su padecimiento. Todas estas situaciones hacen que

    los pacientes lleguen a la puerta de Urgencias con complicaciones

    establecidas que requieren con frecuencia intervenciones quirrgicas y

    amputaciones.

    La escasa existencia de una adecuada prevencin sanitaria retrasa la

    evaluacin y tratamiento de este tipo de pacientes y favorece el

    desarrollo de complicaciones.

    Al mismo tiempo, es preciso unificar criterios de tratamiento para

    mejorar la asistencia, evitando la gran variabilidad de pautas de

    tratamiento que en ocasiones retrasan la curacin o, simplemente

    empeoran las lesiones previas, por existir mltiples productos

    comerciales a disposicin de los profesionales que son usados sin

    disponer de los criterios de la mejor evidencia cientfica.

  • Finalmente, la ingente inflacin de los costes sanitarios con el

    incremento progresivo de los gastos hace recomendable realizar un uso

    adecuado y racional de los productos suministrando una protocolizacin

    de las pautas de tratamiento que sean homogneas y fcilmente

    aplicables en nuestra Area Sanitaria de Osuna.

    EPIDEMIOLOGA

    Es necesario realizar un primer enfoque epidemiolgico debido a las

    importantes implicaciones de los pacientes afectados con el uso de los

    recursos sanitarios, la frecuencia de reingresos hospitalarios. Estos

    aspectos afectan a la calidad ofertada de los Centros Sanitarios y su

    conocimiento mejora las perspectivas de solucin de los pacientes con

    lceras por diabetes, presin o venosas.

    Datos epidemiolgicos en diabetes

    La diabetes es una enfermedad frecuente en Occidente y ocupa un lugar

    muy importante en nuestro medio, tanto por sus potenciales

    complicaciones como por el consumo de recursos (econmicos y

    sanitarios) y la alta frecuentacin de los pacientes en los Servicios de

    urgencia de los Hospitales.

    Alrededor del 10% de los pacientes con diabetes evolucionar con una

    lcera en la pierna o en el pie durante el curso de su vida. Se ha

    establecido que el 3-4% de los pacientes con diabetes consumen el 12-

    15% de todos los recursos sanitarios disponibles.

    En diversos estudios de costes realizados en Europa (Reino Unido y

    Holanda), se muestra que los costes relacionados con la cicatrizacin

    de las lceras de miembros inferiores se situaba en 15.000

    Euros/paciente. Esta cifra se incrementa hasta los 45.000-63.000 Euros

    cuando se realiza una amputacin de dedos o supracondlea,

    respectivamente2.

  • En Europa, la prevalencia de la diabetes se sita en torno al 2-6% de la

    poblacin general y por cada diabtico conocido es probable que haya

    otro sin diagnosticar.

    Se pueden realizar clculos de extrapolacin de datos en poblaciones de

    nmero similar de habitantes a la nuestra (basados en el estudio

    realizado en Aragn por B. Tamayo3. As, sobre una poblacin de

    7.240.000 habitantes se estima que el nmero de diabticos alcanza la

    cifra de 440.000 pacientes en toda la Comunidad autnoma, afectando a

    la Provincia de Sevilla con 1.715.000 habitantes, un total de 104.000

    enfermos de diabetes (enfermos con enfermedad conocida +

    desconocida)4.

    La incidencia de la diabetes tipo 1 es de 10-12 casos nuevos por

    100.000 habitantes/ao. En el tipo 2, es de 60-150 casos nuevos por

    100.000 habitantes/ao.

    En el 85% de las amputaciones en diabticos se observa la existencia previa de una lcera en el pie, que condiciona la

    evolucin posterior a infeccin y necrosis, en el contexto de

    disminucin del flujo arterial, neuropata perifrica, deformidades

    y traumatismo menor previo en el pie.

    Se aaden otros factores que influyen en el desarrollo de lceras en el pie adems de las referidas, como son la existencia de

    callosidades, prominencias seas, calzado inapropiado, objetos

    dentro de los zapatos y la existencia de poca formacin cultural y

    bajo nivel socio-econmico 5,6.

    La mortalidad por diabetes es 2-3 veces superior a la media cuando es

    diagnosticada despus de los 40 aos.

    En Europa, la tasa de muerte oscila entre 8-32/100.000 habitantes.

  • En Espaa, la tasa es de 23.2/100.000 habitantes, siendo superior en la

    mujer respecto al hombre (29.3 frente a 16.1).

    Datos epidemiolgicos en lceras por presin

    Las lceras por presin (UPP) se definen como la prdida de tejido

    ocasionada por isquemia secundaria a la presin mantenida sobre una

    prominencia sea.

    Como consecuencia de ello, se produce una interrupcin de la

    circulacin tisular, desarrollando una isquemia localizada que

    condicionar la aparicin de una necrosis del tejido afecto.

    La O.M.S. utiliza la incidencia de las UPP como un indicador para

    determinar la calidad de una red hospitalaria determinada. En un

    estudio realizado en Catalua7 sobre 811 pacientes tratados en un

    Centro de larga estancia (565 mujeres y 246 hombres), se observ una

    prevalencia de 108 casos de UPP en pacientes dentro del Centro

    sanitario, lo que supone el 13,3%.

    Es ms frecuente en mujeres que en hombres en una proporcin

    superior a 2:1.

    La incidencia de la UPP es superior en un 50% en los meses de verano

    probablemente debido a la deshidratacin por calor y dficit nutricional

    por inapetencia.

    Datos epidemiolgicos en las lceras venosas

    En la poblacin adulta la enfermedad varicosa de miembros inferiores

    es una de las causas ms frecuentes de consulta mdica. Se calcula que

    el 15% padece de Insuficiencia venosa y el 0.5-1% llega a desarrollar

    una lcera en las piernas8.

  • En Espaa, en un estudio realizado9, se observ una prevalencia de

    varices en el 10% de la poblacin, existiendo una correlacin entre

    varices y la edad, sexo femenino, obesidad y embarazo. La prevalencia

    de lceras activas 0.1-0.2% y las lceras crnicas el 1%.

    Factores de riesgo:

    Edad: Se observa un incremento de varices a partir de la tercera dcada de la vida. Se producen cambios de prdida de elasticidad

    de los tejidos, favorecindose la presencia de dilataciones

    varicosas.

    Sexo: Predominio femenino de 5 a 1, debidos a mayor longevidad, gestaciones y factores hormonales.

    Obesidad.

    Movilidad: La actividad laboral en bipedestacin favorece el desarrollo de varices frente a las que se realizan sentadas

    (prevalencia de 66% frente a 33% en el porcentaje de enfermedad

    varicosa).

    Herencia: Aunque no se ha demostrado una relacin directa, se observa un incremento en el seno de familias afectadas por

    varices10.

    Bibliografa

    1. Connor H.; Prevention of diabetic foot problema: identification and the team apporoach. In: Boulton,AJM; Connor, H. and Cavangh,

    PR (eds), The foot in Diabetes, 2nd ed. Wiley, Chichester, 1994:57-

    67.

    2. Apelqvist, J.; Ragnarsson-Tennvall, G. et al. Diabeic foot ulcers in a multidisciplinary setting an economic analysis of primary healing and healing with amputacion. J. Int. Med. 1994; 235:463-

    471.

    3. Tamayo, B.; Faure, E. et al. Prevalence of Diabetes and Impaired Glucose Tolerance in Aragon, Spain. Diabetes Care 1997;4:534-ss.

  • 4. Fuente I.N.E. Padrn Municipal ao 1998. 5. Consenso Internacional sobre el pie diabtico (CISPD). 2001. Pag.

    20.

    6. Apelqvist, J.; Agardh, C-D. The association between clinical factors and outcomr of diabetic foot ulcers.Diabetes Rev Clin Pract

    1992;18:43-53.

    7. Cordom, A. Clinica del Carmen. Estudio sobre lceras por presin (UPP). Villafranca del Peneds, 1997. Espaa.

    8. Sidney, R. In: Varioose veins and telangectasias. St. Louis; 1993:12-47.

    9. Estevan Solano, J. Enfermedad venosa en Espaa. Cuantificacin epidemiolgica. Hospital Central de Asturias. (Flevolinfologa; n1,

    pagina 2).

    10. Lozano, F.; Jimenez-Cosso, JA.;Ulloa, J.: La insuficiencia venosa crnica en Espaa. Estudio Epidemiolgico RELIEF. Angiologa

    2001;53 (1):5-16.

  • 2. PIE DIABTICO. FISIOPATOLOGA

    El pie diabtico se define como la alteracin de base neuroptica,

    inducida por la hiperglucemia, en la que con o sin coexistencia de

    isquemia, se produce la lesin y/o ulceracin del pie, previamente

    acontece un desencadenante traumtico sobre el mismo1.

    En el desarrollo del pie diabtico (PD) existen tres factores

    fundamentales: la neuropata, la isquemia y la infeccin. Sobre ellos

    acta la presencia de hiperglucemia mantenida (superior a 130 mgr)

    durante un perodo superior a los 10 aos como base fisiopatolgica que

    condiciona el desarrollo posterior del pie diabtico.

    Neuropata

    La neuropata es el conjunto de sntomas y/o signos de disfuncin

    nerviosa perifrica en los diabticos. Se presenta en el 50% de los

    pacientes con Diabetes mellitus tipo 2 (DM) y supone un riesgo

    importante para el desarrollo de lceras en el pie 2,3.

    Entre los signos de neuropata se encuentran menor sensacin de dolor,

    ausencia de sudoracin y atrofia muscular. El aumento del umbral del

    dolor y la prdida sensorial conlleva vulnerabilidad ante pequeos

    traumatismos continuados, formacin de callosidades y deformaciones

    seas por subluxacin plantar de las articulaciones metatarsofalngicas

    y dorsal de la interfalngica 4,5.

    Cuando se desarrolla una ulceracin tras presin mantenida o

    traumatismo local, sta se localiza preferentemente en la porcin de

  • apoyo de los metatarsianos primero y quinto, y a nivel del calcneo en

    su extremo posterior 6.

    La insensibilidad y deformacin del pie presentes en la neuropata

    provocan una marcha inestable. La presencia de microtraumas repetidos

    por calzado inadecuado, caminar descalzo o mal cuidado de las uas

    pueden ocasionar una lcera en el pie.

    La neuropata motora conlleva atrofia muscular y favorece la

    deformidad en flexin de los dedos de los pies, ello condiciona un

    aumento de la presin a la marcha bajo las cabezas de metatarsianos y

    en dedos del pie.

    La neuropata autonmica provoca anhidrosis, la piel se seca y aparecen

    grietas y fisuras. Al mismo tiempo, se desarrollan derivaciones

    arteriovenosas y el pie se presenta caliente, edematoso y con las venas

    dorsales distendidas 7.

    Diferencias entre lceras neuropticas e isqumicas lceras neuropticas lceras isqumicas

    Sobre cabezas de metatarsianos. Hiperqueratosis. Pie con temperatura normal. Pie indoloro. Pulsos palpables lcera de base roja y sangrante.

    Zonas de traumatismo de calzado.

    Porcin distal, lateral de dedos o metatarsianos. No hiperqueratosis.

    Pie fro con alteracin trfica. No se palpan pulsos. lcera con fondo fibroso y dolorosa.

    Adems de las lceras neuropticas y de las isqumicas puras, existen

    de forma frecuente un grupo mixto de lceras neuroisqumicas.

    Dado que se ha demostrado que la prdida sensorial es un importante

    factor predictivo de generacin de lceras en el pie, es esencial realizar,

    de forma peridica, una exploracin neurolgica a todos los pacientes

    diabticos.

  • Isquemia

    La isquemia de los miembros inferiores en la DM es de gran

    prevalencia afectando al 25% de todos los pacientes y es la causa ms

    frecuente de amputaciones de miembro inferior no traumtico.

    La enfermedad vascular perifrica (EVP) que ocasiona insuficiencia

    arterial es el factor de mayor importancia que se relaciona con la

    evolucin de una lcera de pie diabtico. Los factores que ms se

    asocian al desarrollo de arteriosclerosis son el consumo de tabaco, la

    hipertensin y la diabetes.

    La aterognesis produce acumulacin de lipoprotenas dentro de la

    pared de los vasos, a nivel del espacio subendotelial, que

    posteriormente sufre un proceso de oxidacin. Tras ello, los monocitos

    actan fagocitndolas produciendo proliferacin de clulas musculares

    lisas de la pared arterial.

    Durante este proceso se forman placas en la ntima, que pueden

    ulcerarse o fragmentarse desarrollndose un fenmeno de agregacin

    plaquetaria y trombosis 8.

    En los pacientes con DM se aceleran los cambios aterognicos que

    ocluyen arterias y desarrollan isquemia, existiendo ciertas

    caractersticas de la arteriosclerosis en la DM frente a los no diabticos.

  • Diferencias de la arteriopata en diabticos y arteriosclerosis sin

    diabetes Diabticos No diabticos

    Ms habitual.

    Aparicin precoz.

    No diferencia por sexos.

    Evolucin ms rpida.

    Multisegmentaria.

    Bilateralidad.

    Ms distal (Troncos tibio-peroneos).

    Espordica.

    Edad avanzada.

    Ms frecuente en el varn.

    Evolucin lenta.

    Afectacin frecuente ms proximal: sector aorto-iliaco y femoral.

    Unilateral con mayor frecuencia.

    La arteriopata en la DM muestra predileccin por las arterias

    infrageniculares de la pierna (troncos tibioperoneos) y tiende a ser

    bilateral y multisegmentaria. La prevalencia de la isquemia por

    macroangiopata es cuatro veces mayor en el hombre y ocho en la

    mujer diabticos respecto a la poblacin general 9.

    En la oclusin arterial crnica la existencia de vasos colaterales

    compensa la demanda de flujo arterial.

    Segn Fontaine, existen cuatro etapas en la enfermedad vascular

    perifrica:

    Etapa 1 Enfermedad arterial oclusiva sin sntomas clnicos

    Etapa 2 Claudicacin intermitente

    Etapa 3 Dolor isqumico en reposo

    Etapa 4 Ulceracin / gangrena

    La progresin de la enfermedad vascular se traduce en la aparicin de

    las etapas, sucesivamente. Sin embargo, existen pacientes que pueden

    tener una enfermedad oclusiva grave y no manifestar sntomas hasta las

    fases finales de la presentacin de gangrena, esto puede ser debido a la

    presencia de neuropata perifrica.

  • Cuando se establece una enfermedad vascular perifrica en la DM

    puede evolucionar a la aparicin de isquemia crtica crnica, ello indica

    la existencia de un riesgo importante de amputacin sino se realizan los

    medios adecuados de revascularizacin del miembro afecto.

    Los criterios que definen en la actualidad la presencia de isquemia

    crtica son uno de los siguientes 10.

    1. Dolor isqumico en reposo persistente, que requiere analgesia por un perodo superior a las dos semanas.

    2. Ulceracin o gangrena del pie o de los dedos, con presin sistlica del tobillo < 50 mmHg o < 30 mmHg en el dedo.

    Cuando no existe insuficiencia arterial crnica el cociente entre la

    presin arterial sistlica determinada en el tobillo respecto a la del

    brazo se establece en un rango de >0.9-

  • de fisuras en la epidermis y erosiones favorecen la infeccin por

    bacterias, cuya flora suele ser polimicrobiana y con mayor incidencia de

    bacilos tipo Staphylococus coagulasa negativo, cocos gram-positivos y

    tambin gram-negativos y anaerobios.

    Existe en el diabtico una disminucin de los mecanismos de defensa

    ante la infeccin inducida por la existencia de neuropata previa que

    provoca la aparicin de fisuras y lceras ante los repetidos

    microtraumas y presin sobre reas de apoyo y/o roce del pie.

    Existe adems, una alteracin de la respuesta inflamatoria habitual a la

    presencia de microorganismos que atraviesan la barrera cutnea, esto es

    debido a que los tejidos isqumicos y el incremento de la

    vasoconstriccin a nivel del pie impiden una respuesta normal de los

    polimorfonucleares que tienen afectada su capacidad de fagocitar

    bacterias. De igual forma, el dficit de insulina se asocia a un mayor

    grado de edema y disminucin de red capilar lo que favorece la

    disminucin de la tasa de granulocitos y su accin directa junto con los

    monocitos para fagocitar grmenes 11.

    Bibliografa:

    1. Hatary, Y.: Diabetic peripheral neuropathy. Ann Inter Med 1987;107:546-59.

    2. Boulton, A.J.M.; Gries, F.A.; Lervell, J.A. Guidelines for the diagnosis and outpatient management of diabetic peripheral

    neuropathy. Diabetic Med. 1998;15:508-514.

    3. Young, M.J; Breddy, J.L.; Veves, A.; Boulton, A.J.M. The prediction of neuropathic foot ulceration using vibration perception

    thresholds. Diabetes Care 1994; 17:557-561.

    4. Greene, D.A.; Lattimer, S.A.; Sima, A.A.F. Pathophysiology of diabetic neuropathy. In Ellember and Rifkins Diabetes

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    5. Boulton, A.J.M.: Peripheral neuropathy and diabetic foot. The foot 1992;2:67-72.

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    7. Laing, P. The development and complications of diabetic foot ulcers. Am J Surg 1998; 176 (suppl 2): 11-19.

    8. Jorneskog, G.; Brismar, K.; Fagrell, B: Prfonouncede skin capillary ischemia in the feet of diabetic patients with bad metabolic control.

    Diabetologia 1998;4:410-415.

    9. Armstrong, D.G., Lavery, L.A. : Diabetic foot ulcers: prevention, diagnosis and classification. Am Fam Phys 1998; March 15: 1325-

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    11. Blanes, J.I.; Lluch,.I.; Morillas, C. et al. En: Tratado de pie diabtico 2002; Cap II: pag 19-31.

  • PIE DIABTICO. DIAGNSTICO

    Anteriormente se ha descrito el pie diabtico como una entidad clnica

    en cuya instauracin y posterior evolucin interviene una fisiopatologa

    plurifactorial, bsicamente neuroptica, artroptica y vascular1.

    Vamos a exponer las bases de su diagnstico, fundamentalmente

    dirigido a establecer una profilaxis primaria efectiva.

    La exploracin deber realizarse ya en el pie de riesgo (Grado 0 de la

    clasificacin de Wagner- ANEXO 4) y en los posteriores controles de

    seguimiento2.

    Es de tal importancia el diagnstico precoz, que la inspeccin del pie

    debe hacerse en simultaneidad al diagnstico de DM1.

    Definicin de pie de riesgo: alteracin de base neuroptica inducida por

    la hiperglicemia, en la que con o sin coexistencia de isquemia, se

    produce previo desencadenante traumtico la lesin y/o ulceracin a

    nivel del pie (nivel evidencia 1)2.

    PROCEDIMIENTOS DIAGNSTICOS EN EL PIE DIABTICO

    Una vez realizada la anamnesis que nos permite conocer los aspectos

    generales de la metabolopata, la fase diagnstica siguiente ser la

    inspeccin peridica.

    La ausencia de sntomas no significa que los pies estn sanos3.

  • El examen del pie diabtico debe incluir:

    Inspeccin peridica y examen del pie de riesgo.

    Exploracin en el pie diabtico complicado.

    INSPECCIN PERIDICA Y EXAMEN DEL PIE DE RIESGO

    Examen clnico3

    Debe examinarse a todos los pacientes diabticos al menos una vez al

    ao en cuanto a posibles problemas en el pie y a los pacientes con

    factores de riesgo demostrado con ms frecuencia (1-6 meses).

    Historial:

    lcera/amputaciones previas.

    Anterior educacin del pie

    Aislamiento social

    Mal acceso a atencin sanitaria.

    Andar descalzo.

    Neuropata:

    Cosquilleo o dolor.

    Prdida de percepcin. Estado vascular

    Desaparicin del vello del dorso.

    Engrosamiento y deformidad de las uas (onicogriposis).

    Atrofia de tejido celular subcutneo.

    Rubor del pie en declive.

    Examen clnico.

    Exploracin neurolgica

    Exploracin osteoarticular.

    Exploracin vascular.

  • Claudicacin intermitente o dolor en reposo que mejora con el declive.

    Pulsos pedios y tibial posterior.

    Asimetra de temperatura y coloracin.

    Piel

    Color, temperatura, edema.

    Patologa de las uas, uas mal cortadas

    Ulceras.

    Callosidad, sequedad, grietas, maceracin interdigital.

    Huesos/articulacin.

    Deformidades (dedo en garra, dedo en martillo).

    Prominencias seas.

    Prdida de movilidad.

    Pie de Charcot.

    Calzado/medias.

    Evaluacin del interior del calzado.

    Tacones.

    Compresin de las medias.

    Exploracin instrumental neurolgica

    La prdida sensorial debido a polineuropata diabtica puede evaluarse

    usando las tcnicas siguientes:

    Percepcin de la presin: Monofilamento de Semmens-Weinstein (10

    gramos)

    Lugares y forma de aplicacin en Anexo 23.

    Las zonas a explorar no estn totalmente consensuadas. No se aplicar

    en zonas con hiperqueratosis importantes o callosidades1.

    Su sensibilidad es del 95-100%.

  • Su especificidad del 80% en la deteccin de pacientes con neuropata

    sensitiva1.

    Percepcin de la vibracin: Diapasn de 128 Hz.

    Forma de realizacin del examen en Anexo 33.

    Es predictiva de riesgo de ulceracin con una sensibilidad del 80% y

    especificidad del 60%1.

    Discriminacin:

    Pinchando con un alfiler (dorso del pie, sin penetrar en la piel)3.

    Sensacin tctil:

    Algodn hidrfilo (dorso del pie).

    Reflejos:

    Reflejo del tendn de Aquiles.

    Su ausencia indica existencia de neuropata.

    Su presencia no la descarta.

    Exploracin osteoarticular complementaria1

    Adems de la inspeccin de la morfologa del pie, en ausencia de

    clnica, debe procederse a una exploracin complementaria basal,

    mediante radiografa simple en proyecciones anteroposterior y oblicua.

    Este estudio tiene una especificidad del 80% y sensibilidad del 63%,2 en

    cuanto a la identificacin de existencia de lesiones seas en los grados

    0-1 de la escala de Wagner (Anexo 4).

  • En fases clnicas ms avanzadas grado 2-5 si existe sospecha de ostetis

    u osteomielitis y la exploracin simple no es concluyente, debe

    realizarse estudio complementario mediante TAC, RNM, que tiene una

    especificidad del 93 % y sensibilidad del 88%2 (nivel evidencia 1).

    Exploracin vascular. Exploracin funcional hemodinmica (EFH)

    Aunque el componente vascular no es un factor determinante en la

    instauracin del pie diabtico, s lo es en la precipitacin de las lesiones

    hacia las fases de necrosis y/o gangrena1.

    An en ausencia de clnica y positividad de pulsos, el EFH es preceptivo

    desde el mismo momento de establecer el diagnstico de la diabetes

    mellitus.

    Exploraciones funcionales hemodinmicas de utilidad de aplicacin en el

    diagnstico de las isquemia crnica de extremidades

    Exploracin funcional hemodinmica

    Estudios a realizar

    Doppler Bi-direccional ndices tensionales.

    Curvas de velocimetra.

    Test de esfuerzo.

    Eco-Doppler Modo B Morfologa Vascular

    Pletismografa Curvas de volumen de pulso

    Test de bloqueo simptico

    Oximetra Tensin transcutnea O2, CO2

    Termometra Temperatura cutnea

    Test de bloqueo simptico.

    Lasser-Doppler Circulacin cutnea

    Capilaroscopia Morfologa y dinmica capilar.

  • Recomendaciones del consenso de la SEACV sobre PD.

    1. Debe realizarse una exploracin vascular de despistaje de arteriopata asociada a pie diabtico en la que debe valorarse la

    presencia o ausencia de pulsos a nivel tibial posterior, pedio, poplteo y

    femoral. (Recomendacin 5).

    2. Valoracin de la temperatura y color de la piel (nivel de evidencia 1)2 . (Recomendacin 5).

    3. Sobre las exploraciones funcionales hemodinmicas (ndice Doppler) los ndices tensionales medidos mediante tcnica Doppler

    constituye un estudio preceptivo a realizar tanto en la anamnesis inicial

    como ante la sospecha clnica de la progresin de la arteriopata (nivel

    de evidencia 1) (Anexo 3). (Recomendacin 6).

    4. Estos ndices tienen carcter de definicin de grado de isquemia y predictivo en cuanto a la viabilidad de la tcnica quirrgica de

    revascularizacin y eleccin del nivel de amputacin.

    Son definitorias de isquemia crtica:

    Presiones < de 50 mmHg a nivel maleolar

    Presiones < de 30 mmHg a nivel digial

    Indican pronstico incierto en cuanto a revascularizacin del sector

    Fmoro-Poplteo o nivel de amputacin distal:

    ndice M/B < 0.30

    (Nivel de evidencia 1)2. (Recomendacin 7)

  • 5. Lser-Doppler. Poca utilidad en la prctica clnica. (Recomendacin 9). (Nivel de evidencia 4).

    6. Capilaroscopia. Su complejidad exploratoria lo hace de difcil aplicabilidad clnica. (Recomendacin 10). (Nivel de evidencia 1).

    7. Termometra. Utilidad pronstica sobre la capacidad vasoactiva. (Recomendacin 11). (Nivel de evidencia 1).

    Valor predictivo en los test de bloqueo simptico cuando el aumento de

    temperatura en el dorso de la mano o el pie experimenta un diferencial

    de 3 o ms grados centgrados.

    Mayor fiabilidad que el test pletismogrfico de hiperemia reactiva.

    (Recomendacin 11). (Nivel de evidencia 1).

    8. Exploracin angiogrfica.

    Constituye la exploracin bsica e imprescindible sobre la que articular

    las tcnicas de revascularizacin. (Recomendacin 13). (Nivel de

    evidencia 1).

    EXPLORACIN EN EL PIE DIABTICO COMPLICADO

    Signos y sntomas que nos ayudan a valorar los signos de infeccin.

    - Generales: mal control metablico del paciente, fiebre, taquicardia,

    leucocitosis persistente, elevacin de la velocidad de sedimentacin

    globular.

    - Locales: herida que desprende mal olor, presencia de zonas cutneas

    con cambio de coloracin, eritema en el pie,.edema del pie, presencia de

    linfangitis, crepitacin en los tejidos adyacentes de la herida, supuracin

    evidente de los bordes de la herida a la presin.

  • En las fases de complicaciones clnicas estadios 2-5 de la escala de

    Wagner. (Anexo 4), la exploracin debe precisar: 1

    Estructuras afectadas.

    Profundidad de la infeccin.

    Flora microbiana.

    Si tras la desbridacin de la lesin ulcerosa esta contacta con zonas

    seas debe asumirse la presuncin de osteomielitis con un valor

    predictivo positivo del 89%.

    Si el hueso est totalmente exteriorizado, en contacto con el aire, la

    certeza diagnostica es del 100%.

    El cultivo de la lcera es preceptivo en todas las circunstancias y debe

    realizarse sistemticamente previo a la pauta antibitica..

    GRADIENTES O NDICES TENSIONALES

    La determinacin de la presin del tobillo es el mtodo ms utilizado

    para diagnosticar y cuantificar la enfermedad vascular perifrica.

    Sin embargo la presin del tobillo puede estar falsamente elevada

    debido a la calcificacin de las arterias 3.

    Realizados mediante doppler bidireccional (frecuencia de 7.5 mHz)

    interrelacionan la presin sistlica a nivel maleolar e infracondileo con

    la presin sistlica humeral1.

    Tensin sistlica en arteria tibial anterior y/o posterior

    IT =

    Tensin sistlica en arteria humeral.

    Se consideran como normales: valor > = 1.0-1.2

  • Son indicativos de alteracin hemodinmica: valor < 1

    RELACIN T/B ALTERACIN

    0.5 y 500 m en terreno llano)

    1.25-0.90

    IIa Claudicacin intermitente a distancia media

    ( 250-500m en terreno llano)

    0.90-0.60

    IIb Claudicacin intermitente a distancia media

    (< 250m en terreno llano

    0.60-0.40

    III Sintomatologa neurolgica en situacin de

    reposo ( disestesias, paresterias,

    hiperalgesia)

  • El transductor de doppler debe colocarse en ngulo de 60 con respecto a

    la arteria que va a ser testada, para obtener mejor la seal. El test puede

    realizarse sobre la arteria pedia dorsal o la tibial posterior.

    El manguito debe ser hinchado al menos 20 mmHg por encima de la

    PAS obtenida en el brazo, para asegurarse el completo colapso de las

    arterias pedias y tibial posterior. Se infla para obliterar el pulso tibial

    posterior y despus se deshincha suavemente.

    La PAS ser la obtenida en el punto donde el Doppler detecta el retorno

    de flujo. El deshinchado debe ser lento (2mmHg/seg) para asegurar el

    punto exacto.

    Dividir la presin sistlica obtenida en el tobillo por la ms alta de las

    dos PAS obtenidas en el brazo para obtener el ndice Tobillo /braquial.

    (ITB)

    OSCILOMETRA5

    Su finalidad es poner de manifiesto grficamente la amplitud de la

    pulsatilidad arterial, dndonos una informacin grosera del dficit circulatorio existente.

    No se puede hablar de valores oscilomtricos absolutos, normales o

    patolgicos, ya que existe una gran variabilidad entre las personas e

    incluso de unos aparatos a otros, por lo que las cifras obtenidas se

    comparan con la extremidad contralateral o con los segmentos sanos del

    sujeto explorado.

    Para una exploracin completa se aplicar el manguito en el tercio

    superior del muslo, tercio inferior del muslo, tercio superior de la pierna

    y tercio inferior de la pierna, en ambos miembros inferiores y tanto en

    reposo como tras dos minutos de ejercicio vigoroso con dichos

    miembros. Hay autores que consideran que la aplicacin del manguito

  • en el tercio superior de ambas piernas, en reposo y tras ejercicio, nos da

    suficiente informacin en la mayora de los casos y est sujeta a menos

    errores.

    Normalmente el ndice oscilomtrico debe ser idntico para ambas

    extremidades para un mismo nivel y grado de presin y ste ndice ser

    mayor cuando la presin del manguito es igual a la presin sistlica del

    paciente medida a nivel braquial, disminuyendo su valor cuando la

    presin del manguito se aleja tanto por arriba como por debajo de la

    presin sistlica ya referida. Ante arterias calcificadas (hecho

    relativamente frecuente en diabticos) o presencia de arritmias la

    interpretacin de las curvas oscilomtricas se complica enormemente.

    Anexo 4. Clasificacin de Wagner6.

    DIAGNSTICOS ENFERMEROS MS COMUNES EN

    PACIENTES CON PIE DIABTICO7

    Afrontamiento inefectivo.

    Aislamiento social.

    Desequilibrio nutricional por exceso.

    Deterioro de la adaptacin.

    Deterioro de la movilidad fsica.

    Disfuncin sexual.

    Incumplimiento del tratamiento: especificar.

    Manejo inefectivo del rgimen teraputico.

    Riesgo de lesin.

  • Temor.

    Bibliografa

    1. Marinel-lo, J.; Roma, L.; Carreo, P.et al:Tratado del pie diabtico, 2000; Cap VI Pag 113,137.

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    Diabtico. Angiologa 1.997.

    3. International Working Group on the diabetic foot. Consenso Internacional sobre el Pie Diabtico. 1.999.

    4. Hartmam, P. Las heridas y su Tratamiento. 1.999. 5. Daz Snchez, S.; Gordillo Lopez, F.J.; Gonzalez Gonzalez, A.I.;

    Puche Lpez, N.; Fernndez Vicente, T. Gua sobre patologa

    arterial y venosa. Formacin Mdica Continuada en Atencin

    Primaria. Protocolos 2001. Doyma.

    6. Wagner, F.w.: The dysvascular foot, a system for diagnostic and treatment. Foot Ankle 1981, 2: 64-122.

    7. NANDA

  • PIE DIABTICO. CLNICA

    DEFINICIN (ver fisiopatologa): nivel de evidencia 11.

    CLASIFICACIN (1,2). Escala de Wagner 3:

    Grado 0: sin lesin trfica. Se consideran hiperqueratosis o grietas,

    deformidades (hallux valgus, pie cavo), micosis (pie de atleta y onicomicosis), verruca pedis, ampollas, onicocriptosis (ua encarnada),

    onicogrifosis (engrosamiento ungueal), onicocanxis (deformidad).

    Grado 1: lcera superficial con posible celulitis superficial.

    Grado 2: lcera profunda, no complicada, que afecta a tendn, hueso o

    cpsula sin osteomielitis (hacer radiografa).

    Grado 3: lcera profunda, complicada con manifestaciones infecciosas

    como osteomielitis y abscesos. Ingreso urgente.

    Grado 4: gangrena necrotizante limitada. Hospitalizacin para estudio de

    circulacin perifrica y valoracin de tratamiento quirrgico.

    Grado 5. Gangrena extensa con afectacin general. Hospitalizacin

    urgente. (Nivel de evidencia 1)1.

    DIAGNSTICO 1,4,5

    Ha de ser exhaustivo en la identificacin y evaluacin del grado de

    participacin de todos los elementos fisiopatolgicos (neuroptico, seo,

    vascular y drmico).

  • Esta exploracin debe realizarse ya en el pie de riesgo (Grado 1 de

    Wagner) y en los posteriores controles de seguimiento.

    Inspeccin peridica. En posicin supino incluyendo zapatos y medias.

    Identificacin del paciente de alto riesgo. Factores que pueden

    detectarse a travs de la anamnesis y examen clnico:

    lcera previa Amputacin Falta de contacto social Falta de formacin Alteracin de la percepcin de proteccin Alteracin de la percepcin de vibracin Ausencia de reflejo aquleo Callosidades Deformidades del pie Ausencia de pulsos pedios Calzado inapropiado

    El diagnstico de las patologas no ulcerativas se realiza generalmente

    por inspeccin.

    En la onicomicosis es efectiva la Tcnica de Koh para visualizar hongos

    y micelas. Generalmente no responde a tratamiento tpico y precisa

    tratamiento sistmico.

    En la verruga pedis es necesario comprobar el estado vascular antes de

    aplicar crioterapia, quimioterapia o ciruga. Evitar custicos.

    En las ampollas es importante verificar la causa y corregir. Slo se

    drenan las grandes a tensin.

  • La onicocriptosis a veces precisa tratamiento quirrgico

    (matrictectoma total o parcial). Precisa una cuidadosa evaluacin

    vascular previa.

    NEUROPATA DIABTICA

    Puede originar lcera neuroptica. Se presentan en zonas de presin o

    deformidad del pie. Tiene tres localizaciones prevalentes: zonas acras de

    primer y quinto metatarsianos y zona posterior de calcneo. Suelen ser

    redondeadas, con callosidades periulcerativas e indoloras. Perfusin

    arterial correcta con pulsos pedios conservados.

    Definicin: presencia de sntomas o signos de disfuncin nerviosa

    perifrica en pacientes con diabetes mellitas, tras exclusin de otras

    causas.

    Diagnstico1,6,7: precisa un meticuloso examen neurolgico del pie.

    Algodn: valora la sensibilidad superficial.

    Reflejo aquleo: su ausencia indica neuropata pero su presencia no la descarta. Estas dos maniobras presentan un

    nivel de evidencia 11.

    Diapasn de 128 Hz: explora la sensibilidad vibratoria.

    Alfiler (si piel intacta): explora la discriminacin.

    Monofilamento de Semmes-Weinstein (10 gr).

    ARTROPATA NEUROPTICA

    Se manifiesta por fracturas espontneas asintomticas.

    Radiolgicamente se objetiva reaccin peristica y osteolisis.

    En su fase ms avanzada origina una artropata global (de Charcot) y

    tiene una alta prevalencia de lcera asociada.

  • La artropata de Charcot se caracteriza por subluxacin plantar del

    tarso, prdida de la concavidad medial del pie por desplazamiento de la

    articulacin calcneo-astragalina y luxacin tarsometatarsal que puede

    existir o no1.

    La radiografa simple del pie (oblicua y anteroposterior) tiene una

    especificidad del 80 % y una sensibilidad del 63 % en los grados 0 y 1

    de Wagner (nivel de evidencia 1).

    Si se sospecha osteomielitis habr que valorar TAC, RMN,

    gammagrafa asociada a pedigrafa dinmica.

    LCERA NEUROISQUMICA

    Necrosis generalmente seca en localizacin laterodigital que progresa

    rpidamente a hmeda y supurativa si existe infeccin sobreaadida.

    Los pulsos suelen estar abolidos y suele existir una neuropata previa.

    PIE DIABTICO INFECTADO

    Celulitis superficial que en el 95 % de los casos es causada por un nico

    germen patgeno (estafilococo aureus o estreptococo).

    Infeccin necrotizante que afecta a tejidos blandos y es polimicrobiana

    cuando se forman abscesos, el proceso se puede extender a los

    compartimentos plantares.

    Osteomielitis. Generalmente afecta a los dedos 1, 2 y 5. Cuando

    faltan inflamacin y dolor es difcil distinguirla de la artropata no

    sptica. La exteriorizacin sea en la base de una lcera tiene un valor

    predictivo del 100 %.

  • ENFERMEDAD VASCULAR1,4

    Diagnstico:

    Historia de claudicacin o dolor isqumico de reposo.

    Inspeccin: color y temperatura, variaciones posturales, ulceracin, necrosis cutnea o gangrena.

    Palpacin de pulsos pedios y tibiales posteriores. Si no hay pulsos a este nivel, palpar poplteos y femorales (nivel de

    evidencia 1).

    Tensin arterial diferencial brazo/tobillo mediante doppler, en posicin supina si no objetivamos pulsos. Si es menor de 0'9

    estamos ante una enfermedad arterial oclusiva.

    ISQUEMIA CRTICA CRNICA

    Definida por uno de los dos criterios siguientes:

    1. Dolor isqumico persistente en reposo que requiere analgesia peridica durante ms de dos semanas.

    2. Ulceracin o gangrena del pie o los dedos.

    Acompaado de presin sistlica en tobillo menor de 50 mmHg o en el

    dedo menor de 30 mmHg.

    ndice brazo/tobillo menor de 30 indica un pronstico incierto en

    cuanto a revascularizacin del sector fmoro-poplteo o nivel de

    amputacin distal (nivel de evidencia 1).

    La angiografa es una tcnica imprescindible si se van a realizar

    procedimientos de revascularizacin.

  • En diabticos es importante realizar seriaciones completas para obtener

    informacin inequvoca del estado de los troncos tibio-peroneos en su

    sector ms distal y arco plantar (nivel de evidencia 1).

    Bibliografa:

    1. Consenso de la SEACU sobre Pie Diabtico. Pag. 2. 2. Grupo Diabetes SAMFyC. Pie Diabtico. 3. Calhoun, J.M.; Cantrell, J.; Cobos, J. et al. Treatment on diabetic

    foot infections: Wagner clasification, therapy and outcome. Foot

    Ankle 1988; 9:101-108.

    4. Consenso Internacional sobre el Pie Diabtico por el subgrupo de trabajo internacional sobre el Pie Diabtico.

    5. Complicaciones vasculares de la Diabetes. Advanced Wound Care. 6. Brodsky, J.W. The diabetic and insensitive foot. J Orthop Surg

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    7. Veves, A.; Sarnow, M.R. Diagnosis, classification and treatment of diabetic peripheral neuropathy. Clin Pediat Surg 1995;12:19-30.

  • PIE DIABTICO. PREVENCIN

    INTRODUCCIN

    Si definimos prevencin como cualquier medida que permita reducir la

    posibilidad de aparicin de una afeccin o enfermedad o bien

    interrumpir o aminorar su progresin1,2, pueden clasificarse las

    actividades preventivas en 3 niveles: Prevencin primaria, secundaria y

    terciaria3,4.

    PREVENCIN PRIMARIA

    Conjunto de medidas sanitarias destinadas a disminuir la incidencia de

    alteraciones en el pie del paciente diabtico.

    1. Control de complicaciones de la diabetes:

    El riesgo de lceras o amputaciones es mayor en las personas con

    diabetes que padecen complicaciones cardiovasculares, renales u

    oculares1, por lo que ser muy importante su deteccin y tratamiento

    precoz.

    2. Control factores riesgos de vasculopata perifrica:

    Hiperglucemia, Tabaquismo, Hipertensin Arterial y Dislipemia.

  • 3. Valoracin pie diabtico:

    La inspeccin frecuente y el examen del pie van a ser fundamentales

    para identificar el riesgo de ulceracin o amputacin. Las principales

    guas clnicas para la diabetes mellitus1,8,10,11,12 coinciden en que esta sea

    al menos anual y en la que se valore: Neuropata, pulsos, piel,

    deformidades y calzado.

    En nuestra Comunidad Autnoma, la Consejera de Salud de la Junta de

    Andaluca, en el Proceso Asistencial Integrado de la Diabetes

    Mellitus5,6, recomienda que se realice desde el momento del diagnstico

    de la DM2 y a partir de los 5 aos del diagnstico de la DM1, una

    exploracin anual completa del pie para la deteccin de pie de riesgo.

    La Neuropata perifrica con prdida de sensibilidad es uno de los

    principales predictores de lceras y amputaciones. Las herramientas que

    tenemos a nuestra disposicin para detectar la neuropata de una forma

    fcil, rpida y con evidencia cientfica contrastada son el monofilamento

    de 10 gr (5,07 Semmens-Weinstein) (Anexo 2) y el diapasn (128Hz)

    (Anexo 3)1,5-8,10-13, debiendo ser su uso habitual en cualquier nivel de

    atencin a personas con Diabetes, pues una deteccin precoz de esta

    afectacin va a permitir una actuacin teraputica en los estados ms

    iniciales, evitando as un importante porcentaje de lesiones y

    amputaciones.

    Segn el Consenso Internacional sobre el Pie Diabtico13 existen una

    serie de factores relacionados con la aparicin de la lcera del pie y

    sobre la que tendramos que dirigir nuestra anamnesis y exploracin.

  • Factores relacionados con la lcera de pie

    lcera/Amputacin previa

    Neuropata: Sensorial motora

    Traumatismo: Calzado inapropiado, andar descalzo, cadas/accidentes, objetos dentro de los zapatos.

    Biomecnica: Movilidad articular limitada, prominencias seas, deformidad / osteoartropata en el pie, callosidades.

    Enfermedad vascular perifrica.

    Situacin socio econmica: Clase social baja, mal acceso a atencin sanitaria, incumplimiento / desidia, poca formacin.

    Hoja de evaluacin del examen del pie: el pie presenta riesgo si se

    dan cualquiera de los siguientes Deformidad o prominencia sea SI/NO

    Piel no intacta SI/NO

    Neuropata

    -Monofilamento indetectable SI/NO

    - Diapasn indetectable SI/NO

    Prdida anmala, callosidad SI/NO

    Prdida de movilidad articular SI/NO

    Pulsos en el pie

    - Arteria posterior tibial ausente SI/NO

    - Arteria dorsal del pie ausente SI/NO

    Decoloracin postural SI/NO

    Otros

    - lcera previa SI/NO

    -Amputacin SI/NO

    Calzado inadecuado SI/NO

    Acciones a realizar

    Medidas recomendadas SI/NO

    Derivacin SI/NO Directrices prcticas basadas en el Consenso Internacional del Pie Diabtico

    3. Categorizacin del riesgo:

  • Sistema de clasificacin de riesgos

    5. Educacin teraputica:

    Una parte fundamental del tratamiento integral de la diabetes es la

    educacin diabetolgica y sta debe garantizar que el paciente adquiera

    los conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para su

    autocuidado, dirigindola a motivar y capacitar al paciente para que se

    responsabilice del control de su enfermedad.

    Dentro de un programa educativo general, planificado y estructurado

    que debe recibir toda persona con Diabetes como parte de la prevencin

    primaria, debera incluirse la educacin teraputica sobre la higiene y los

    auto-cuidados del pie.

    As lo entiende tambin la Sociedad Espaola de Angiologa y Ciruga

    Vascular (SEACV)7, que recomienda, basndose en nivel de evidencia

    1, instruir al paciente con normas completas, sencillas e inteligibles de

    profilaxis, y para tal efecto realiza una serie de recomendaciones para el

    autocuidado en el pie diabtico:

    Categora Perfil de riesgo Frecuencia de reconocimiento

    0 Sin neuropata sensorial Una vez al ao

    1 Neuropata sensorial Una vez cada 6 m

    2 Neuropata sensorial y signos de

    enfermedad vascular perifrica,

    deformidades en el pie, o ambos

    Una vez cada 3 m

    3 lcera previa Una vez cada 1-3 m

  • Recomendaciones para la prevencin de lesiones en el pie diabtico:

    1. Inspeccin diaria de los pies para detectar lesiones ampollosas, hemorragias, maceraciones o escoriaciones interdigitales. Se utilizar un

    espejo para la inspeccin de la planta y taln.

    2. Antes de proceder a calzar el zapato, inspeccionar con la mano su interior para detectar resaltes, costuras con rebordes o cuerpos extraos,

    que deberan ser eliminados.

    3. El calzado idneo es aquel que cumple cuatro principios bsicos:

    Absorcin de la carga mediante plantillas elsticas.

    Ampliacin de la carga por distribucin de la presin en mayor rea

    Modificacin de zonas de apoyo conflictivas

    Aportacin de amplia superficie

    Por tanto el tipo de zapato debe ser extraprofundo y ancho; cuando no

    exista deformidad se asociar a plantillas blandas para distribuir la

    presin y, si existe deformidad, a ortesis rgidas para disminuir y

    distribuir las presiones anormales.

    4. Las zapatillas de deporte que tengan estas caractersticas son las ms adecuadas para los paseos.

    5. Cambiar los calcetines y los zapatos dos veces al da.

    6. No caminar nunca sin calzado. Utilizar zapatillas amplias en lugares como la playa o piscina.

    7. No utilizar nunca bolsas de agua caliente o almohadillas elctricas para calentarlos.

  • 8. No utilizar nunca la reseccin de uas encarnadas o callosidades. Acudir al podlogo.

    9. No apurar el corte de las uas, sino hacerlo de forma recta y limarlas suavemente.

    10. Lavar los pies con agua y jabn durante cinco minutos. Proceder a un buen aclarado y un exhaustivo secado, sobre todo entre los dedos.

    11. Antes de utilizar agua caliente en la higiene de los pies, medir la temperatura con el codo.

    12. Aplicar crema hidratante despus del bao.

    13. Notificar a su enfermera o mdico de familia la aparicin de hinchazn, enrojecimiento o maceracin aunque sea indolora.

    PREVENCIN SECUNDARIA

    Cuando ya existe un pie de riesgo, la nica posibilidad preventiva es la

    interrupcin de la afeccin mediante el tratamiento precoz con el objeto

    de disminuir la categora de riesgo o evitar la aparicin de secuelas.

    Una vez realizada la valoracin y asignada una categora de riesgo,

    hablaramos de pie de bajo riesgo (categora 0), pie de riesgo (categora

    1) y pie de alto riesgo (categora 2 y 3).

    Pie de riesgo

    La existencia de neuropata nos hace incluirlo como Pie de Riesgo,

    recomendndose control y exploracin cada 6 meses. El objetivo va

    dirigido a la autoinspeccin y el autocuidado, por lo que la educacin

    teraputica juega un papel fundamental en esta categora.

  • Control y exploracin

    Se realizar anamnesis, examen del pie y calzado, y control de factores

    de riesgo de vasculopata perifrica. Ser importante el mensaje de

    deshabituacin tabquica en fumadores.

    Educacin teraputica

    sta debe ser planificada y estructurada, estableciendo objetivos y

    criterios de resultados especficos para cada paciente. (Anexo 6).

    Pie de alto riesgo

    Cuando la neuropata la asociamos a deformidad en el pie y/o

    vasculopata perifrica o han existido lesiones previas. El objetivo va

    dirigido a la utilizacin de calzado adecuado y evitar la aparicin de

    nuevas lceras si han existido previas.

    Control y exploracin

    Se recomienda el seguimiento cada 1-3 meses13. En funcin de los

    hallazgos, se establecern interconsultas con los especialistas

    correspondientes5,6:

    Podlogo: Durezas, callosidades, uas incrustadas.

    Traumatlogo: Malformacin estructural.

    Cirujano vascular: Afectacin vascular perifrica.

    Educacin Teraputica

    Se intensificar la educacin del cuidado del pie. Programas de

    educacin bien organizados y de una forma continuada han demostrado

    una disminucin en la lcera del pie. Es importante que esta educacin

  • sea continua hasta que se alcancen los cambios en el comportamiento

    del paciente14.

    Los pacientes con pie de alto riesgo deben ser informados del peligro

    que corren y qu precauciones deben tomar. En primer lugar habra que

    valorar los conocimientos del paciente sobre este tema y sobre su

    capacidad para cuidarse por s mismo. El paciente debe comprender las

    implicaciones que entraa la prdida de la sensibilidad protectora y la

    importancia de revisarse diariamente los pies, cuidando la piel y las

    uas y seleccionando un calzado adecuado1.

    Formacin de profesionales de la salud

    Los profesionales de la salud deben recibir peridicamente formacin

    para mejorar los cuidados ofrecidos a los pacientes de alto riesgo13.

    PREVENCIN TERCIARIA

    Engloba todas aquellas actuaciones dirigidas al tratamiento de la lesin,

    lcera o gangrena, que suponen un riesgo de amputacin elevado, y

    tambin aquellas que fundamentalmente en forma de rehabilitacin,

    deben realizarse despus de la misma9.

    Bibliografa:

    1. American Diabetes Association. Clinical Practice Recommendations 2003. Diabetes Care 2003, 26, pg 78-79.

    2. Cuenca, E. Curso de Educacin Teraputica en Diabetes 2003. Federacin Espaola de Asociaciones de Educadores en Diabetes.

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    5. Consejera de Salud. Junta de Andaluca. Proceso Asistencial Integrado DM1. 2002

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    7. Marinel-lo, J.; Blanes, J.I.; Escudero, J.R.; Ibez, V.; Rodrguez, J. Consenso de la Sociedad Espaola de Angiologa y Ciruga

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  • PIE DIABTICO. TRATAMIENTO

    TRATAMIENTO DEL PIE DIABETICO

    Las lceras en el diabtico pueden ser isqumicas, neuropticas y mixtas

    y siguen un modelo de comportamiento similar a las de lceras por

    presin, ya que, en el caso frecuente de las lceras neuroisqumicas la

    disminucin de la sensibilidad en el pie y la hipoestesia facilitan lesiones

    por presin mantenida, en ausencia de defensa postural, y desarrollo

    posterior de isquemia que conduce finalmente a la necrosis1,2.

    Para realizar una correcta gradacin de las heridas y/o lceras a nivel del

    pie en el diabtico se debe recurrir a la escala de Wagner3(Anexo 4).

    Esta escala es muy til para la valoracin de las lesiones y establecer un

    pronstico en funcin del grado de afectacin.

    Principios generales

    PATOLOGIA NO ULCERATIVA: adems de la educacin del paciente

    y su entorno, es fundamental el uso de calzado adecuado, ya que el

    calzado inapropiado es la causa ms frecuente de desarrollo posterior de

    lceras. El calzado ha de ser adaptado a las deformidades previas y a la

    biomecnica del pie afecto. La anchura interna del zapato debe ser igual

    al ancho del pie y debe ser medido a ltima hora del da, por el posible

    edema asociado. En caso de sospecha de carga anmala, ha de ser

    corregido mediante plantillas de descarga y ortesis, como puede ser el

    uso de zapato con suela de balancn o la barra metatarsiana

    (retrocapital), que consigue descargar la presin sobre las cabezas de los

    metatarsianos.

  • LCERA EN EL PIE: cuando la lcera se hace presente se debe

    establecer una serie de medidas que, conjuntamente, favorezcan la

    adecuada cicatrizacin de la misma. Entre las medidas que deben

    ponerse en marcha, destacan:

    Alivio de la presin: El principio de descarga es fundamental para la

    evolucin favorable de las lceras.

    Para conseguir la descarga del pie con lcera se puede recurrir a:

    Reposo en cama (inconveniente que requiere varios meses para la curacin con los problemas subsiguientes al encamamiento).

    Muletas (problemas de sobrecarga del pie no afecto).

    Aparato de descarga total (ortesis): se compone de dos guas de aluminio en la pierna y estribo de apoyo del pie con descarga sobre

    la lcera (muy til, pero caro).

    Yesos de contacto total aplicados con almohadillado y confeccionando un balancn en la planta del pie desde el taln hasta

    la zona proximal de las cabezas de los metartasianos para evitar el

    apoyo de stas durante la marcha: Se ha demostrado que la

    limitacin de la movilidad de las articulaciones del tobillo y pie,

    provocan cambios en los parmetros de la marcha, aumentando la

    cadencia y disminuyendo la longitud del paso. Todo ello contribuye

    de manera efectiva a disminuir la fuerza vertical en la planta del

    pie4,5. Slo est indicado en los grados 1 y 2 de la escala de Wagner,

    ya que su uso no est recomendado en presencia de infeccin y/o

    necrosis tisular.

  • Calzado ortopdico en talo, muy recomendable por tener el mismo principio que la barra retrocapital pero en forma de sandalia,

    cmodo para el paciente y disponible en cualquier ortopedia.

    Evaluacin del rbol vascular: el conocimiento del estado vascular es

    fundamental para la respuesta al tratamiento en la lcera del pie (Ver

    Anexo 1).

    La exploracin vascular puede detectar la ausencia de pulsos pedios,

    tibial posterior o ambos. Si se evidencia un ndice tobillo/brazo de 0.9-

  • TRATAMIENTO FARMACOLGICO

    La administracin de antiagregantes plaquetarios es el ms utilizado. El

    Triflusal (Disgren) a dosis de 300 mgr/12 horas va oral, mejora el

    permetro de la marcha en los pacientes con diabetes y enfermedad

    vascular perifrica (EAP) y claudicacin intermitente (CI), as como el

    uso de Ticlopidina (Tiklid) que aumenta la marcha en un 10%, a dosis

    de 250 mg./12 horas. Se basan en estudios de recomendacin de

    expertos (nivel de evidencia II. Grado de recomendacin B)7.

    El Clopidogrel (Iscover) (75 mgr/da) es un nuevo antiagregante que

    muestra una mayor efectividad segn estudios basados en niveles de

    evidencia, con respecto a otras drogas incluida la aspirina (AAS)8. La

    aspirina, no obstante, no ha perdido vigencia y es recomendada a bajas

    dosis como antiagregante acreditado en pacientes con enfermedad

    arterial perifrica (75-350 mgr/da)9.

    En casos de claudicacin intermitente se recomienda asociacin con la

    Pentoxifilina (Elorgan, Hemovas) que ha demostrado un aumento

    significativo en la distancia de la marcha de 50 a 300 metros en

    pacientes con ndice tobillo/brazo

  • INDICACION DEL USO DE PROSTAGLANDINAS

    Pacientes con isquemia crtica crnica, Grado III (dolor en reposo) y Grado IV (Lesiones trficas establecidas) evaluada como no revascularizable (edad,

    comorbilidades, ciruga previa).

    Tromboangetis obliterante (Enf. de Buerger).

    Pie diabtico, con lceras y amputaciones menores en isquemias lmites con mltiples lesiones arteriales en troncos distales.

    Post-ciruga arterial en pacientes con lesiones trficas extensas del pie y anastomosis del bypass en una arteria distal que no irriga directamente el pie (arteria

    peronea).

    Las prostaglandinas son un potente vasodilatador, produce una

    inhibicin de la agregacin plaquetaria, adems actan sobre la

    activacin de los leucocitos y el dao del endotelio vascular. Las

    prostaglandinas que presentan este efecto corresponden al grupo de la

    PG tipo E-1.

    Diversos estudios han sido publicados sobre el uso de prostaglandinas

    en la isquemia crnica. En el ao 2000, el TASC, grupo de consenso

    internacional recomend que los pacientes con una extremidad viable

    en los que no sean posibles procedimientos de revascularizacin, tengan

    pocas posibilidades de xito o hayan fracasado previamente, y sobre

    todo cuando la alternativa sea la amputacin, pueden ser tratados con

    prostaglandinas10.

    La pauta de dosificacin con Alprostadil-alfadex (Sugiran) es: 60

    microgramos ( 3 ampollas) en 250 ml de suero fisiolgico con infusin

    endovenosa durante 2-3 horas, con bomba de perfusin, cada 24 horas,

    durante 3 semanas (Lunes a Sbado).

    Los resultados publicados en estudios multicntricos informan que el

    beneficio obtenido en la mejora de la isquemia crtica (con disminucin

    del tamao de la lcera o mejora evidente del dolor de reposo)

    desaparece a los seis meses de la pauta teraputica y el alta hospitalaria 11. Por ello, la durabilidad moderada de su efecto y beneficio es un punto

    polmico de su uso.

  • El tratamiento con prostaglandinas es efectivo en el perodo

    preoperatorio de la ciruga arterial, ya que disminuye el dolor de reposo

    y el consumo de analgsicos y en las arteritis, como adyuvante a la

    ciruga.

    TRATAMIENTO LOCAL DE LA LCERA

    En el tratamiento de la lcera se han considerado aquellas afirmaciones

    en funcin del grado de evidencia cientfica12,13, segn las pruebas que

    las apoyan:

    Grado A: resultados de dos o ms ensayos clnicos controlados y

    randomizados, metaanlisis, con asignacin aleatoria.

    Grado B: resultados basados en ensayos clnicos sin asignacin aleatoria

    (no randomizados), estudios observacionales y series de casos.

    Grado C: basada en opinin de expertos.

    Cuidado de la herida

    Reducir el riesgo de infeccin con el lavado previo de manos (A).

    Desbridamiento frecuente de la herida y limpieza de la misma (A).

    Inspeccin cuidadosa de la herida (A).

    Colocacin de vendajes absorbentes, no adhesivos y sin presin, usando una preparacin que mantenga un ambiente hmedo en la

    herida (A).

    En caso de infeccin, debe ser instaurada una terapia sistmica de antibiticos, en pacientes con sepsis, celulitis u osteomielitis (A).

    Evitar la maceracin de los tejidos con baos prolongados (C).

    No realizar cultivos de la herida de forma rutinaria (las heridas suelen estar contaminadas). Se deben realizar cultivos si existen

    signos de infeccin (B).

  • El rea superficial de la lcera debe medirse peridicamente (B).

    Limpiar la herida con cada cambio de apsito (A).

    Utilizar la mnima fuerza mecnica al limpiar las heridas con gasa y esponjas. Evitar daar el lecho de la lcera usando una presin

    no excesiva para el arrastre mecnico de los restos necrticos (C).

    No limpiar la herida con productos antispticos (povidona yodada, Perxido de hidrgeno, hipoclorito sdico, cido actico), ya que

    producen toxicidad y alteraciones sobre los leucocitos,

    fibroblastos y tejido de granulacin. En caso de herida infectada

    se puede usar la povidona diluida al 10% y por un perodo

    limitado de das hasta el control de la infeccin (C).

    Utilizar solucin salina isotnica para la limpieza (C).

    Desbridamiento

    La presencia de tejido necrtico, esfacelos o detritus son un medio

    propicio para el desarrollo de infecciones, por lo que ser preciso

    retirarlo de la herida, favoreciendo el crecimiento posterior del tejido de

    granulacin, ya que los esfacelos inician una respuesta inflamatoria y

    retrasa la curacin al presentar una barrera mecnica para la granulacin

    tisular.

    Desbridamiento cortante: se utilizar material estril, con guantes y

    tijeras o bistur. Se realizar una diseccin cortante de los tejidos

    desvitalizados retirando de la herida todo el tejido esfacelado. Tras su

    reseccin, el fondo de la herida y los bordes deben sangrar, lo que indica

    que el tejido resultante tiene viabilidad y perfusin. En caso de

    hemorragia, suele bastar realizar una compresin manual durante cinco

    minutos o, en caso de resangrar, realizar una sutura del vaso sangrante.

    Puede ser necesario realizar el desbridamiento espaciado en varias

    sesiones para lograr una limpieza completa de los esfacelos.

    A veces, es necesario recurrir a la administracin de analgsicos y,

    ocasionalmente al uso de anestsicos locales, que pueden ser aplicados

    en la herida en forma de gel de lidocana14, o bien mediante inyeccin en

  • sus bordes. Esta circunstancia no es muy habitual, ya que existe

    generalmente coexisten diferentes grados de neuropata que

    insensibilizan las zonas afectadas.

    Desbridamiento mecnico: en los casos de lceras profundas y

    extensas se puede usar ste mtodo que consiste en la colocacin de una

    gasa que acta como material desbridante primario. La gasa puede

    colocarse seca, absorbiendo el exudado de la lcera, o bien, hmeda en

    suero salino que se cambia cada 8-12 h segn la cantidad de flujo. En

    cualquier caso, al ser retirada elimina el tejido necrtico superficial. Sin

    embargo, este mtodo presenta el problema de que al retirarla, es

    dolorosa, daa el tejido sano y dificulta la epitelizacin, por tanto hoy

    da tiene una limitacin en su uso. Se pueden aadir productos que

    aceleren este tipo de desbridamiento, tales como la sacarosa (azcar

    comn) en grnulos o pasta, que actan por smosis y accin mecnica

    de limpieza.

    Tambin se pueden usar los dextranmeros (Debrisan) que son

    polmeros de dextrano hidroflico que forman una red tridimensional y

    absorben restos celulares y bacterias. El polvo de colgeno (Catrix),

    tambin forma una red que favorece la absorcin de exudado con

    detritus.

    El cadexmero yodado en forma de hidrogel con yodo al 9% es un buen

    antisptico y desbridante, se puede usar en forma de polvo o pomada,

    con cambios de apsito cada da o tres das, respectivamente. La catalasa

    (Biocatalase), se ha empleado como adyuvante a la limpieza del

    desbridamiento mecnico. As, la catalasa acta descomponiendo el

    perxido de hidrgeno en Agua y oxgeno realizando un efecto de

    limpieza en las lceras. No se debe mezclar con pomadas enzimticas15.

    Desbridamiento qumico: se puede utilizar en caso de ausencia de

    infeccin en la herida. Los productos proteolticos y fibrinolticos actan

    como agentes de destruccin de los tejidos desvitalizados. Son de fcil

    aplicacin, debiendo rellenarse las cavidades y tunelizaciones que

  • existan, requieren cambios frecuentes, varias veces al da.

    Posteriormente, se cubre con un apsito.

    Estos productos inducen la hidrlisis del tejido necrtico superficial y

    ablandan la escara aunque pierden su efectividad si existe gran

    induracin de la escara o en cavidades profundas, por ello, se indica en

    las lceras de tipo superficial.

    Los productos mas usuales son la colagenasa (Iruxol mono) que

    promueve y protege la formacin de colgeno nuevo, la quimotripsina

    (Dertrase) y la estreptoquinasa y estreptodornasa (Varidasa) que

    licuan las nucleoprotenas de las clulas muertas favoreciendo el arrastre

    de los detritus. Deben aplicarse cada 24 horas y cambiar el apsito

    siguiendo las normas descritas en el cuidado de la herida.

    La colagenasa permite la digestin de los componentes necrticos

    intensificando el efecto limpiador sobre la lcera.

    Una vez desaparecidos los tejidos esfacelados o necrticos, deben

    retirarse las pomadas y cambiar a otros productos cicatrizantes, ya que

    no deben emplearse durante la fase de granulacin de la herida16.

    Desbridamiento autoltico: se aplican apsitos no oclusivos que

    favorecen la accin de los enzimas y macrfagos presentes en la herida.

    Se usa con productos tipo Alginato clcico (Comfeel Seasorb) cuando

    existe gran cantidad de exudacin (absorben 15-20 veces su peso)

    tambin el hidrogel (Nugel, Comfeel purilon gel), cuando persiste el

    exudado pero est en fase de remisin, ambos tienen la caracterstica de

    crear un ambiente hmedo y ello favorece la eliminacin de los tejidos

    a desbridar. Necesita el hidrogel ser cubierto con otro apsito y debe

    cambiarse con frecuencia (desde 12 horas a tres das).

  • Diferencias entre los tipos de curas CURA SECA

    Ventajas

    Fcil aplicacin y bajo coste.

    Mantiene la herida limpia y seca.

    Se puede realizar en cualquier estadio de la lesin.

    Admite aadir otros productos.

    Inconvenientes

    Adherencia de gasas con dao de tejidos en formacin.

    Retraso de cicatrizacin por la ausencia de humedad.

    Precisa cambios frecuentes al no ser impermeable a los fluidos.

    CURA HUMEDA

    Ventajas

    Mayor absorcin de exudado y ambiente hmedo que favorece

    la rpida cicatrizacin tisular.

    No daa clulas nuevas al retirar apsito.

    Fcil aplicacin y retirada.

    Permiten espaciar las curas.

    Son ms impermeables.

    Favorecen el desbridamiento, granulacin y epitelizacin.

    Inconvenientes

    Son ms caros.

    No deben emplearse en lesiones infectadas.

    No suelen ser combinables con otros productos.

    Provocan recelo entre profesionales por aparente aumento del tamao de la

    lcera y el olor al retirarlos.

    La gran diversidad de marcas y tipos diferentes de productos contribuyen a la

    confusin en su uso.

  • Tratamiento tpico con cura hmeda

    Ulcera muy

    exudativa

    Ulcera exudacin media Ulcera poco exudativas

    En fase de

    desbridamiento:

    En fase de granulacin y

    epitelizacin: En fase de necrosis y lceras

    secas y/o profundas:

    ALGINATOS

    (NO

    OCLUSIVOS)

    Necesita apsito

    secundario.

    HIDROCOLOIDES

    (OCLUSIVOS)

    Slo se usa en heridas

    superficiales, planas y en

    fase de curacin.

    HIDROGELES

    (NO OCLUSIVO)

    Por lo que precisa apsito

    secundario de fijacin.

    Comfeel

    seasorb,

    Askina-sorbsan,

    Cutinova

    alginate)

    Comfeel plus,

    Algoplaque film,

    Aquacel, Varihesive

    Cutinova plus, Geliperm

    hmedo,

    Pueden usarse en

    heridas con

    infeccin.

    Se cambia cura

    cuando el apsito

    est impregnado.

    No mantener ms

    de 7 das, de forma

    habitual se cambia

    cada 48 horas.

    Retirar apsito con

    solucin salina.

    No tiene efecto

    analgsico.

    No se usan en heridas

    infectadas.

    No en necrosis seca.

    Cambiar cuando haya fugas

    y no antes de 48 horas.

    Retirarlo antes de los 7

    das. Usualmente 1 a 3

    veces por semana.

    Se usan en heridas

    dolorosas.

    HIDRO-POLIMERICOS

    Son los ms usados en

    heridas exudativas y en

    fase de granulacin (Tielle,

    Askina,Allevyn)

    HIDROFIBRA DE

    HIDROCOLOIDE

    En lesion periulceral y

    exudacin (Aquacel).

    Slo se usan en heridas con

    infeccin si se aade terapia

    general con antibiticos.

    Hidrata el tejido por su alto

    contenido en agua.

    Propiedades analgsicas.

    Deben retirarse entre las 8-48 horas

    en presencia de infeccin y de 2

    veces por semana si est limpia.

    Alivian el dolor.

  • Los alginatos, son sales que se extraen de ciertas algas y forma un

    polmero que tiene una gran capacidad de absorcin por lo que su uso

    est indicado en lceras muy exudativas. No tiene poder antiinfeccioso

    ni analgsico.

    Se debe recortar a la medida de la lesin a tratar para evitar la

    maceracin del tejido sano circundante. Se cambia el apsito cuando el

    exudado impregna completamente el mismo, habitualmente se realiza 3

    veces por semana.

    Los hidrocoloides se basan en el uso de la carboximetilcelulosa que

    interacciona con los fluidos de la herida formando un gel que ayuda en

    el desbridamiento de la herida. Suelen ser impermeables a los lquidos y

    deben ser colocados cubriendo 2 cm de piel sana para evitar el

    despegamiento y la filtracin del exudado.

    Favorece la granulacin al estimular la creacin de neovasos en el lecho

    de la herida. Tiene el inconveniente de generar mal olor lo que, a veces

    provoca desconfianza en su uso.

    Tiene propiedades analgsicas y suelen cambiarse de 1-3 veces por

    semana, mximo 7 das.

    Lo ms novedoso en derivados de hidrocoloides es la comercializacin

    de los llamados apsitos hidrocapilares, que contienen una mezcla de

    hidrocoloide, hidropolimrico e hidrofibra (Versiva-Convatec), son

    muy verstiles en su uso y su aplicacin es de tipo oclusivo, con las

    caractersticas antes expuestas de los hidrocoloides.

    Existen tambin los apsitos de silicona, que se diferencian de los

    hidropolimricos en que stos no tienen un borde adhesivo como

    aquellos y ello favorece que se lesione menos la piel periulceral.

  • Los hidrogeles se componen de diferentes sustancias (polmeros de

    almidn, pectinas, propilenglicol y alginatos) son productos que alivian

    el dolor e hidratan, as como buenos desbridantes autolticos.

    Los poliuretanos, en forma de espumas o gel, son semipermeables y

    permiten el paso de gases y vapor de agua, previniendo la penetracin de

    humedad y la infeccin por grmenes. Se usan ante heridas con mnimo

    exudado, pero no secas.

    No se usan en caso de infeccin de la herida.

    Se procede a su cambio 2-3 veces por semana, mximo cada 7 das.

    Al igual que los hidrocoloides no necesitan apsito secundario y en su

    retirada desprende mal olor, lo que puede inducir a error sobre la

    evolucin de la herida.

    Los apsitos de carbn activado se usan en heridas infectadas y tienen

    la caracterstica de absorber el material contaminado inmovilizando las

    bacterias en el apsito debido a la accin sinrgica de su contenido en

    plata y, adems eliminan el olor. Son fciles de aplicar, se colocan

    directamente sobre la lcera y precisan de un apsito secundario de

    retencin. Debido a su baja adherencia a la herida los cambios suelen ser

    cmodos para el paciente (Actisorb plus)19 , unas tres veces por

    semana.

    TERAPIA ANTIBITICA

    Las lceras en el pie diabtico suelen estar colonizadas o contaminadas,

    sta situacin no requiere tratamiento antibitico de entrada sino un

    seguimiento estrecho de la evolucin de la herida. Ante el cambio de la

    misma, con aparicin de signos inflamatorios y celulitis, se deber tomar

    muestra de cultivo de la lcera y establecer un adecuado tratamiento

    antibitico.

  • POMADAS ANTIBIOTICAS: En casos de infeccin se pueden usar

    pomadas antibiticas que se aplicarn despus de limpiar la lcera con

    suero salino.

    Sulfadiazina argntica (Flammazine, Silvederma): Es bactericida

    frente a bacterias Gram positivas y negativas y particularmente frente a

    Pseudomona aeruginosa, E. Coli, Estafilococo aureus y Clostridium

    perfringens.

    El contenido en plata puede inactivar las pomadas proteolticas si se

    usan de forma conjunta.

    Nitrofurazona (Furacn): Se compone de nitrofurazona y una mezcla

    de polietilenglicoles.

    Neomicina y Bacitricina (Neo-Bacitrin): Tiene intenso poder

    bactericida frente a Gram positivos y negativos. Si bien el uso de estas

    pomadas est muy difundido, no tienen el grado de efectividad que

    posee la sulfadiacina argntica.

    ANTIBIOTICOS VIA GENERAL (oral o parenteral): si se dispone de

    cultivo y antibiograma se realizar el tratamiento en funcin de la

    sensibilidad de los grmenes al frmaco testado, teniendo en cuenta que

    en las infecciones agudas la flora presente suele ser de estafilococo

    aureus y estreptococo pyogenes.

    En los casos de infecciones cronificadas la flora suele ser

    polimicrobiana: aerobios Gram positivos (Estafilococo, Estreptococo) y

    negativos (Proteus, E. Coli y Pseudomona), tambin anaerobios Gram

    positivos y negativos.

    En caso de no disponer de antibiograma se debe realizar tratamiento

    emprico hasta disponer de pruebas de cultivo. La duracin del

    tratamiento se prolonga habitualmente de tres semanas a tres meses en

    funcin de la respuesta clnica y del grado lesional17,18.

  • Protocolo de tratamiento emprico antimicrobiano

    Infecciones de gravedad leve o leve-moderada

    (Escala de Wagner: grados 1 y 2)

    Rgimen ambulatorio.

    No antecedentes de infecciones ni ciruga previa.

    No antibiticos previos en las seis semanas anteriores.

    CIPROFLOXACINO 750 mg/12horas va oral + CLINDAMICINA 300 mg. oral/8 horas.

    (se puede cambiar ciprofloxacino por ofloxacino 400 mg. oral/ 12 horas).

    Tambin se puede usar AMOXICILINACLAVULANICO 875/125 mgrs /12 horas.

    Infecciones de gravedad moderada

    (Escala de Wagner: Grado 3)

    Situacin clnica deteriorada.

    Rgimen de ingreso hospitalario.

    No ciruga previa ni tratamiento antibitico en las seis semanas

    precedentes.

    CLINDAMICINA 600 mg/ 6 horas iv + CEFOTAXIMA 1 gr/ 6 h. iv CEFTAZIDIMA

    1gr/ 8 h. iv

    Infecciones graves en paciente con mala situacin clnica y

    enfermedad recurrente

    (Escala de Wagner: grados 3,4 y 5)

    Rgimen de ingreso hospitalario.

    IMIPENEM 500 mg/ 6 h. iv PIPERACILINA+TAZOBACTAM 4 5 gramos / 6 h. iv

    (monoterapia).

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    11. The ICAI Study Group. Prostanoids for Chronic Critical leg Ischaemia. Ann Intern Med 1999; 130: 412-421.

    12. ETRS and The Wound Healing Society; 1999 (Burdeos) Francia. 13. Congreso Europeo de Gerontologa. Ponencia del 4 congreso. 1999

    (Berlin) Alemania.

    14. Soldevilla Agreda, J.J. Tratamiento tpico de las lceras por presin. Bol Inf Farmacoter; Navarra 1999; 7 (2): 9-13.

  • 15. Carrascal Gutirrez, M.I. et al; Prevencin y tratamiento de las lceras por presin. Bol Farmacoter A.P. Zamora 1997:II (6):1-4.

    16. Tratamiento local de las lceras por presin; Bol Ter Andal 2000:16 (5):18-19.

    17. Escudero Rodrguez, J.R. et al: Tratado de pie Diabtico, 2000; Cap VII; pag. 94-98.

    18. Gilbert, D.; Moellering, R. et al: The Sanford: Guide to antimicrobial therapy 2002, pag. 10.

    19. Alonso Gmez, A. et Al (Grupo de trabajo de lceras de Valladolid) En: Gua de tratamientos para la curacin de lceras de piel, pag

    111;2000.

  • 3. LCERAS POR PRESIN. ETIOPATOGENIA

    La lcera por presin (upp) es una lesin de la piel que se produce como

    consecuencia de una presin ejercida sobre un plano o prominencia

    sea, provocando un bloqueo sanguneo (isquemia) a ese nivel. Como

    consecuencia se produce una degeneracin rpida de los tejidos,

    afectando a dermis, epidermis y tejido celular subcutneo, pudiendo

    llegar a destruir el msculo y alcanzar el hueso.

    La principal causa de su formacin es la presin mantenida entre dos

    planos duros: uno del paciente (prominencia sea) y otro externo (cama,

    silla, objetos)1,3,4. Kosiak demostr que una pequea presin de 70

    mmHg mantenida durante dos horas puede originar lesiones isqumicas 2,3. En pacientes con gran afectacin del estado general, sta puede

    ocurrir en un tiempo inferior a dos horas1.

    La isquemia local aumenta la permeabilidad capilar con la consiguiente

    vasodilatacin, extravasacin de lquidos e infiltracin celular,

    inicindose el proceso de la inflamacin manifestada por hiperemia y

    eritema cutneo.

    Este proceso es reversible si se retira la presin en 30 minutos. Si no

    desaparece la presin, se produce isquemia local, trombosis venosa y

    alteraciones degenerativas que finalizacin con la necrosis y ulceracin3.

    Adems de estas fuerzas de presin directas, hay otras tangenciales o

    fuerzas de cizallamiento que se producen cuando el enfermo resbala,

    quedando la piel adherida al silln, o al desplazar ("subir") al paciente

    hacia la cabecera de la cama sin separar el cuerpo del colchn. Este

    deslizamiento hace que los tejidos externos se mantengan pegados a la

  • sbana, mientras que los profundos se deslizan hacia abajo. Este

    mecanismo de movimiento en direcciones opuestas produce

    estiramiento, obstruccin o desgarro del tejido2,3.

    Por ltimo existe la fuerza de friccin, producida por roce o arrastre, al

    tirar de las sbanas en los cambios de postura. Esta friccin puede

    erosionar la piel, perdiendo su funcin de barrera.

    Adems de la presin, la friccin y el cizallamiento (factor extrnseco)

    necesarias existen otros factores locales y generales (factor extrnseco)

    que ayudan al desarrollo de la lesin modificando la resistencia tisular y

    que son los factores de riesgo5.

    FACTORES DE RIESGO

    Factores no modificables:

    Edad.

    Capacidad fsica mermada (inmovilidad, parlisis, coma,)

    Factores variables:

    Factores fisiopatolgicos: presin prolongada, fiebre, irritacin qumica, friccin o deficiencia de oxigenacin tisular.

    Estado del paciente: disminucin del nivel de conciencia, parlisis, incontinencia, alteraciones de la nutricin y estados deficitarios que

    retrasan la epitelizacin, obesidad, caquexia o deshidratacin.

    Enfermedades: ACVA y otras enfermedades neurolgicas, diabetes mellitus, insuficiencia cardiaca, isquemia perifrica o hipotensin

    arterial, TVP, EPOC, anemia, insuficiencia renal.

    Fracturas seas y lesiones de la mdula espinal.

    Factores derivados de los tratamientos mdicos (sedantes, corticoides, citostticos), ciruga prolongada, sondajes, sueroterapia,

    frulas, fijaciones, reposo prolongado sin cambios posturales,

  • exceso o defecto de higiene o uso de jabones o antispticos

    inadecuados1-4.

    Factores situacionales: arrugas en la ropa de cama, pijama, roce con objetos o superficies.

    Falta de educacin sanitaria en familiares, pacientes y cuidadores y falta de criterios unificados en la planificacin de curas.

    Podemos establecer en relacin con los anteriormente expuestos varios

    grupos de riesgo:

    1. Enfermos geritricos con grave deterioro general y escasa movilidad.

    2. Pacientes con trastorno de aparato locomotor (enfermedades invalidantes o uso de frulas extensas o tracciones)

    3. Pacientes comatosos ingresados en unidades de cuidados intensivos. 4. Pacientes neurolgicos con afectacin motora, sensitiva o psquica. 5. Lesionados medulares5.

    Es importante sealar que el tejido muscular es ms sensible a la

    isquemia que la piel, por lo que puede existir necrosis en tejidos

    profundos antes que en la piel.

  • LCERAS POR PRESIN. DIAGNSTICO

    Los dos pilares del diagnstico de la upp son la identificacin de la

    lesin y la valoracin del estado del paciente.

    El diagnstico de upp es fundamentalmente clnico y resulta

    fundamental para planificar el tratamiento encaminado a la correccin

    de factores de riesgo y tambin el tratamiento tpico6.

    Una vez identificada y clasificada segn el estado es necesario tener en

    cuenta que en un mismo estado la lesin puede presentarse en una o

    varias fases a la vez, tales como: fase inflamatoria, de destruccin, de

    reconstruccin y/o remodelacin o epitelizacin.

    Conviene identificar la presencia de tejido necrtico, esfacelar, de

    granulacin y/o de epitelizacin.

    El grado de exudacin servir para indicar el nmero de curas necesarias

    y la periodicidad de recambio del apsito3.

    Los objetivos ante el paciente que presenta upp son:

    1. Identificar los pacientes de alto riesgo. 2. Valoracin del estado general. 3. Tratamiento de los factores causales. 4. Tratamiento de la enfer