47
JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA I. ANTONIO MACHADO Y SU TIEMPO 1. VIDA Y TRAYECTORIA POÉTICA 1.1. INFANCIA Y JUVENTUD 1.2. SOLEDADES (1903) 1.3. SOLEDADES, GALERÍAS Y OTROS POEMAS (1907) 1.3.1. DESCRIPCIÓN DE LA OBRA 1.3.2. TEMAS Y SÍMBOLOS EN SOLEDADES... 1.3.2.1. El tiempo 1.3.2.2. El paisaje 1.3.2.3. El tema autobiográfico: la intimidad galerías y espejos del alma 1.4. CAMPOS DE CASTILLA (1912-1917) 1.4.1. EL TEMA DEL PAISAJE 1.4.1.1. Visión objetiva e identificación simbólica con el pasado histórico de Castilla [El tema de España I] 1.4.1.2. Identificación simbólica del alma con los elementos del paisaje 1.4.1.2.1. El paisaje castellano 1.4.1.2.2. El paisaje andaluz 1.4.2. EL TEMA DE LA MUERTE 1.4.3. EL TEMA DE ESPAÑA (II): EL PUEBLO Y LOS HOMBRES 1.4.3.1. El pueblo 1.4.3.2. El tema del cainismo 1.4.3.3. Dos retratos expresionistas 1.4.3.4. Los burgueses inútiles 1.4.3.5. El futuro de España: El mañana efímero 1.4.3.6. Elogios 1.4.4. HACIA UN NUEVO ROMANCERO: La tierra de Alvargonzález 1.4.5. Proverbios y cantares [CXXXVI] y Parábolas [CXXXVII] 1.5. NUEVAS CANCIONES (1917-1930). EL TEATRO. LA PROSA. 1.5.1. LA VIDA EN SEGOVIA 1.5.2. UN NUEVO AMOR: Guiomar 1.5.3. NUEVAS CANCIONES (1917-1930) 1.5.3.1. Presentación general de la obra 1.5.3.2. El tema autobiográfico 1.5.3.3. Los espejos del sueño 1.5.3.4. El paisaje andaluz 1.5.3.5. El paisaje castellano 1.5.3.6. Nuevos elogios 1.5.3.7. Nuevos Proverbios y cantares [CLXI] y otros poemas “menores” 1.5.3.8. Canciones a Guiomar [CLXXIII] y Otras Canciones a Guiomar [CLXXIV] 1.5.4. EL TEATRO DE LOS HERMANOS MACHADO 1.5.5. PROSA MACHADIANA DE ESTOS AÑOS: Los complementarios, De un cancionero apócrifo (Abel Martín) [CLXVII] y Cancionero Apócrifo (primer Juan de Mairena) [CLXVIII] 1.6. ÚLTIMOS AÑOS (1932-1939): UN NUEVO JUAN DE MAIRENA; POESÍAS DE GUERRA. LA MUERTE 1.6.1. TRASLADO A MADRID 1.6.2. UN NUEVO JUAN DE MAIRENA (1934-1936) y JUAN DE MAIRENA “PÓSTUMO” (1937-1939) 1.6.3. POESÍAS DE GUERRA (1936-1939) 1.6.4. LA MUERTE JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO 1

MACHADO ESTUDIO COMPLETO

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURAI. ANTONIO MACHADO Y SU TIEMPO1. VIDA Y TRAYECTORIA POÉTICA

1.1. INFANCIA Y JUVENTUD1.2. SOLEDADES (1903)1.3. SOLEDADES, GALERÍAS Y OTROS POEMAS (1907)

1.3.1. DESCRIPCIÓN DE LA OBRA 1.3.2. TEMAS Y SÍMBOLOS EN SOLEDADES...

1.3.2.1. El tiempo 1.3.2.2. El paisaje1.3.2.3. El tema autobiográfico: la intimidad galerías y espejos del alma

1.4. CAMPOS DE CASTILLA (1912-1917)1.4.1. EL TEMA DEL PAISAJE

1.4.1.1. Visión objetiva e identificación simbólica con el pasado históricode Castilla [El tema de España I]1.4.1.2. Identificación simbólica del alma con los elementos del paisaje

1.4.1.2.1. El paisaje castellano1.4.1.2.2. El paisaje andaluz

1.4.2. EL TEMA DE LA MUERTE1.4.3. EL TEMA DE ESPAÑA (II): EL PUEBLO Y LOS HOMBRES

1.4.3.1. El pueblo1.4.3.2. El tema del cainismo 1.4.3.3. Dos retratos expresionistas 1.4.3.4. Los burgueses inútiles1.4.3.5. El futuro de España: El mañana efímero 1.4.3.6. Elogios

1.4.4. HACIA UN NUEVO ROMANCERO: La tierra de Alvargonzález1.4.5. Proverbios y cantares [CXXXVI] y Parábolas [CXXXVII]

1.5. NUEVAS CANCIONES (1917-1930). EL TEATRO. LA PROSA. 1.5.1. LA VIDA EN SEGOVIA1.5.2. UN NUEVO AMOR: Guiomar1.5.3. NUEVAS CANCIONES (1917-1930)

1.5.3.1. Presentación general de la obra1.5.3.2. El tema autobiográfico1.5.3.3. Los espejos del sueño1.5.3.4. El paisaje andaluz1.5.3.5. El paisaje castellano1.5.3.6. Nuevos elogios1.5.3.7. Nuevos Proverbios y cantares [CLXI] y otros poemas “menores”1.5.3.8. Canciones a Guiomar [CLXXIII] y Otras Canciones a Guiomar [CLXXIV]

1.5.4. EL TEATRO DE LOS HERMANOS MACHADO1.5.5. PROSA MACHADIANA DE ESTOS AÑOS: Los complementarios, De un cancionero apócrifo (Abel Martín) [CLXVII] y Cancionero Apócrifo (primer Juan de Mairena) [CLXVIII]

1.6. ÚLTIMOS AÑOS (1932-1939): UN NUEVO JUAN DE MAIRENA; POESÍAS DE GUERRA. LA MUERTE

1.6.1. TRASLADO A MADRID1.6.2. UN NUEVO JUAN DE MAIRENA (1934-1936) y JUAN DE MAIRENA “PÓSTUMO” (1937-1939)1.6.3. POESÍAS DE GUERRA (1936-1939) 1.6.4. LA MUERTE

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

Page 2: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

II. ANTONIO MACHADO: TEMAS, LENGUAJE Y MÉTRICA. LA OBRA POÉTICA DE ANTONIO MACHADO

II. LOS TEMAS Y EL LENGUAJE POÉTICO. TEMAS Y SÍMBOLOS. EL LÉXICO Y EL ESTILO. MÉTRICA2. LOS TEMAS Y LOS SÍMBOLOS

2.1. EL TIEMPO2.1.1. EL POEMA: LA PALABRA ESENCIAL EN EL TIEMPO2.1.2. EL AGUA 2.1.3. LA TARDE 2.1.4. LOS CAMINOS2.1.5. LOS ELEMENTOS DEL PAISAJE Y EL TIEMPO VIVIDO2.1.6. EL RELOJ

2.2. LA MUERTE 2.3. DIOS

2.3.1. UN DIOS CREADO2.3.2. CRISTO2.3.3. LA RELIGIOSIDAD POPULAR

2.4. EL RECUERDO Y EL SUEÑO2.5. EL AMOR2.6. EL TEMA AUTOBIOGRÁFICO2.7. EL PAISAJE Y EL TEMA DE ESPAÑA

3. EL LÉXICO4. LA MÉTRICA

4.1. VERSOS 4.2. ESTROFAS

4.2.1. ESTROFAS EN VERSOS DE ARTE MENOR4.2.2. ESTROFAS EN ENDECASÍLABOS 4.2.3. LA SILVA4.2.4. ESTROFAS EN ALEJANDRINOS4.2.5. ESTROFAS EN OTROS VERSOS DE ARTE MAYOR4.2.6. VERSO LIBRE

notas Seguimos la numeración de Manuel Alvar en su edición de Poesías completas en ed. Espasa-Calpe, col.Austral, nº 33. abreviaturas

Sol: Soledades SGOP: Soledades, galerías y otros poemas.CC: Campos de Castilla.NC: Nuevas canciones.S: Poesías sueltas.DCA: De un cancionero apócrifo [Abel Martín].CA: Cancionero apócrifo [Juan de Mairena].JM: Juan de Mairena.LC: Los complementarios. PG: Poesías de guerra.

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO2

Page 3: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

I. ANTONIO MACHADO Y SU TIEMPO1. VIDA Y TRAYECTORIA POÉTICA1.1. INFANCIA Y JUVENTUD1.2. SOLEDADES (1903)1.3. SOLEDADES, GALERÍAS Y OTROS POEMAS (1907)

1.3.1. DESCRIPCIÓN DE LA OBRA 1.3.2. TEMAS Y SÍMBOLOS EN SOLEDADES...

1.3.2.1. El tiempo 1.3.2.2. El paisaje1.3.2.3. El tema autobiográfico: la intimidad galerías y espejos del alma

I. ANTONIO MACHADO Y SU TIEMPO

1. VIDA Y TRAYECTORIA POÉTICA

1.1. INFANCIA Y JUVENTUD

Es ya un tópico acudir a los versos de su poema Retrato [XCVII] para encabezar todabiografía machadiana, porque estos versos no son sólo un apunte biográfico, sino también unparadigma del que será el tema que vertebre toda su obra, y sobre el que volveremos másadelante: el tiempo; no como abstracción, sino como fluir interior, personal, vital, que seencarna en el hombre concreto ("de carne y hueso", que diría Miguel de Unamuno) y seconvierte en parte consustancial de él a través del recuerdo ("De toda la memoria sólo vale/eldon preclaro de evocar los sueños"). Así, en el momento de escribir aquellos versos, su historiano es algo objetivo, fuera del tiempo, sino su propio ser-en-el-tiempo, por emplear el conocidotérmino de Martin Heidegger, el Dasein, el ser-ahí.

El mismo patio y el mismo limonero que en otro poema re-cordaría (volvería a traer alcorazón), porque ya forma parte de él: [VII]. La melancolía y el dolor que le acompaña desdela infancia, “la vieja angustia que hace el corazón pesado” [XIII]: [LXVII]

Nació, pues, en Sevilla en 1875, dentro de una familia de intelectuales liberales yprogresistas por la rama paterna. Habitaban en la planta baja del célebre Palacio de las Dueñas,propiedad de la casa de Alba, que compartían con otros inquilinos. Su hermano Manuel habíanacido el año anterior.

Sus padres, sus abuelos, que influyeron tan profundamente en su sensibilidad, apenasson evocados en su obra: tan sólo algunas imágenes que recuerdan a la madre, Ana Ruiz yHernández; su tío-abuelo, Agustín Durán, miembro de la Real Academia Española y autor deuna gran compilación de romances; o su padre, don Antonio Machado Álvarez, “Demófilo”(1846-1893), considerado uno de los primeros folcloristas españoles, autor de una obraimportante y extensa que fue, ciertamente, uno de los primeros alimentos intelectuales delfuturo poeta y fuente de gran parte de su inspiración. Años más tarde lo evocaría en los unosversos: [CLXV-IV]

A los cinco años, Antonio entró, junto con Manuel, en el colegio de don AntonioSánchez, en Sevilla. La silueta del viejo maestro revive quizá en el célebre poema Recuerdoinfantil: [V]

En 1883, la familia se traslada a Madrid. Su abuelo, Antonio Machado y Núñez acaba deser nombrado profesor de la Universidad Central en esa ciudad. Su hermano José recordaría:“…tenía Antonio Machado ocho años. Pero, a pesar de sus pocos años, ya traía en su espíritu loesencial que constituiría, con el tiempo, su originalidad personal. Ya brillará inextinguida esa luzde su tierra […], así como todas aquellas primeras impresiones de la infancia, que toda unavida no logrará borrar en él” Es ahora cuando interviene la segunda gran influencia que iba a marcar, también demodo indeleble, la personalidad del poeta: la de la Institución Libre de Enseñanza, que habíafundado don Francisco Giner de los Ríos, desde tiempo atrás amigo personal de su padre. LaInstitución desempeñará un papel fundamental en la vida del poeta. Podemos decir que suformación ética y hasta ciertas modalidades de su inteligencia y sensibilidad son típicamenteinstitucionistas.

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO3

Page 4: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

Creada por Francisco Giner de los Ríos, la Institución Libre de Enseñanza se fundó en1876. La familia de Antonio Machado tenía amistad con algunas de las principales figuras de laInstitución: Francisco Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé Cossío y Joaquín Costa. El jefe deestudios y profesor de psicología y geografía era José de Caso, a quien Antonio Machadorecordará también con afecto.

Además de los rudimentos de cultura intelectual y del profundo amor a la Naturaleza queadquirió allí, la Institución inició a Antonio Machado en el aprendizaje de valores morales muycaracterísticos del espíritu institucionista: tolerancia, respeto al trabajo, gusto por ciertaausteridad en el modo de vida, ideal reformista y patriótico, rechazo de todo dogmatismo,sentido del diálogo y de la igualdad entre los hombres, amor a la verdad... valores que serántodos claves en la obra y en la vida del poeta.

En 1888 surge la afición al teatro en Antonio Machado. Desde ese año, los hermanosAntonio y Manuel acuden a las representaciones del Teatro Español, cuyo director y primeractor es Rafael Calvo, amigo del padre. Conocen allí a los hijos del actor, del mayor de loscuales, Ricardo, se hacen inseparables amigos. Al grupo se une Antonio Zayas. AntonioMachado llegará a intervenir, así como su hermano, en pequeños papeles. Frecuenta la vidabohemia, los salones, los museos, las tertulias, los cafés… Pronto comenzarían a escribir versos.Todos, excepto Antonio; o, al menos, no los mostraba. Solían reunirse en el Café Fornos ahablar de teatro, literatura, política, toros... Allí tenía su tertulia el poeta Enrique Paradas, editorde un semanario satírico, La Caricatura. En él, en 1893, publicará Antonio sus primeros escritos:artículos costumbristas, escritos en una prosa coloquial y ligera. Antonio firmaba con elseudónimo “Cabellera” y Manuel con “Polilla”; los escritos en colaboración los firmaban como“Tablante de Ricamonte”. También acuden a la tertulia, más “seria” , que don Eduardo Benot(lingüista, ministro de la Primera república, antiguo profesor de los hermanos en la Institución)tenía en su casa. En la Biblioteca Nacional, también con su hermano Manuel, realizainterminables sesiones de lectura. Los estudios... poco a poco.

Pero 1893 es también el año de la muerte del padre -muerte prematura, a los cuarentay seis años. Antonio Machado Álvarez había seguido publicando sus estudios de folclore yartículos para el periódico La Justicia, que salía bajo la inspiración de don Nicolás Salmerón.Pero, aunque esa actividad le otorgaba prestigio, no era suficiente para el sustento familiar.Buscando mejor fortuna, consigue el puesto de registrador de la propiedad, que ha de ejerceren Puerto Rico. Espera ganar el suficiente dinero como para poder regresar pronto a España.Sin embargo, al poco de llegar a la isla enferma gravemente de tuberculosis. Uno de suscuñados, marino, acude para traerlo con la familia; pero, al llegar a Sevilla, su estado seagrava. Su mujer, Ana Ruiz, acudirá a su lado, pero muere a los pocos días.

Dos años más tarde muere el abuelo, don Antonio Machado y Núñez. La abuela, doñaCipriana, y la madre,deciden trasladarse, del número 98 de la calle Fuencarral pasan al másmodesto del 148 de la misma calle. La situación económica de la familia se ha hecho muydelicada. En 1895, Antonio Machado tiene veinte años. Sus estudios sufren muchasinterrupciones: Antonio no terminará el Bachillerato hasta septiembre de 1900. Su hermanoManuel, sin embargo, viajará ese año de 1895 a Sevilla a estudiar la carrera de Filosofía yLetras, que culminará con brillantez. Allí se hace novio de su prima Eulalia Cáceres. Antoniotrabaja en tareas lexicográficas para don Eduardo Benot. Ayuda así a la maltrecha economíafamiliar.

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO4

La Institución Libre de Enseñanza La enseñanza impartida en esta célebre escuela, con un gran deseo de libertad y renovaciónpedagógica, insistía sobre los puntos siguientes: diálogo e intimidad familiar entreprofesores y alumnos; apertura a las culturas extranjeras, especialmente la francesa y lainglesa; práctica de la educación física y los deportes —entonces inexistente en los colegiosy escuelas españoles—; despertar al amor a la naturaleza (más tarde recordaría AntonioMachado que su amor al paisaje y a la naturaleza lo había aprendido en la Institución), confrecuentes excursiones a la sierra de Guadarrama, donde la Institución poseía un chalépara la práctica de los deportes de invierno; la enseñanza era, en fin, mixta, contra lacostumbre absolutamente general en esa época en España. Existía también la preocupaciónde conceder un lugar a las artes, especialmente a la música y al dibujo; a las visitas a losmuseos, fábricas y centros artesanales o científicos; Y, por último, pero lo más importante,una intención común animaba a todos los miembros de aquella corporación: convertir a laInstitución en un centro de cultura social y política, a fin de renovar las mentalidades parafomentar un nuevo porvenir en España. Se comprende así, que la Institución fueraconsiderada en su tiempo el mejor centro educativo de España, y, aún hoy, sigatransmitiendo su ejemplo.

Page 5: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

En 1897, Manuel Machado regresa a Madrid. Vuelve a unirse el grupo formado por losdos hermanos, Ricardo Calvo y Manuel Zayas. Se reanudan las tertulias, los paseos, las charlassobre teatro... Pero a la antigua bohemia sucede ahora una inquietud más seria por la literaturay la necesidad de trabajar para ayudar a la familia. Antonio empezó a preparar unasoposiciones a empleado del Banco de España, pero lo deja pronto: ni le gusta la contabilidad, nisu caligrafía era la apropiada para lo que se esperaba entonces de un empleado de banca.

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO5

La crisis del 98 «Son tiempos tormentosos, y los hermanos Machado lo saben; lo han oído en casa de Benot,de labios de éste o de Pí y Margall. Se lo han oído a don Francisco Giner o a don Rafael María de Labra. Hacetres años que dura ya la guerra en Cuba, esa guerra en que los gobernantes, ya conservadores o ya liberales,declaran estar dispuestos a gastar, según frase de Sagasta “hasta el último hombre y la última peseta “.

Arrastra esa guerra, sin que los métodos de terror de Weyler hayan servido para gran cosa, y lasimpresiones confidenciales de su sustituto en el mando, general Blanco, transmitidas a Sagasta a primeros deaño, son francamente pesimistas. Antonio y Manuel, que no son nada insensibles a los acontecimientos, hanseguido con inquietud la extraña explosión del Maine en el puerto de La Habana y la agravación de la tensiónentre España y Estados Unidos. Ahora, en plena Feria sevillana, estalla la noticia de que McKinley, en sumensaje al Congreso del 11 de abril, ha amenazado con la intervención inmediata en Cuba. El 21 de abril laguerra con los Estados Unidos era un hecho. Gran parte de la opinión, todavía adormecida, creía fácil gritar“iA Nueva York! “, cuando en verdad, esa guerra estaba perdida desde hacía tiempo. En mayo de 1897,cuando Sagasta era todavía jefe de la oposición y gobernaba Cánovas, aquél declaraba:“Después de haberenviado 200.000 hombres y de haberse derramado tanta sangre, no somos dueños en Cuba de más terrenoque el que pisan nuestros soldados.”

Antonio oye, primero en Sevilla, luego en Madrid, las charangas fáciles que entonan La marcha deCádiz, las declaraciones jactanciosas de quienes amenazan ya con sentar sus reales en Washington, pero sequedan en casa mientras en los pantanos de Cuba mueren o enferman los jóvenes que no tuvieron dinerosuficiente para redimirse del servicio militar.

El 11 de mayo de 1898, los buques de la Escuadra española en Filipinas se hacen acribillar y hundirpor los cañones norteamericanos con estoicismo en el que se mezclan las tradiciones del Cid y de Don Quijote.Dos meses después, el 3 de julio, los marinos españoles van del mismo modo a la muerte en Santiago deCuba.

Todo ha terminado. No hay barcos (¿los había, en realidad, después de Trafalgar?). No haycolonias. No hay Imperio. El sueño se acabará en París, el día 10 de diciembre, al firmar Montero Ríos, ennombre de España, la renuncia a Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Carolinas, Marianas y Palaos. A España entera lellegaba el cruel despertar de un obstinado sueño colonial.

A esto se ha llamado el noventa y ocho. Era el punto máximo de la crisis del Estado y de unamanera de concebir la vida. Los viejos valores se habían hundido, al hundirse la flota en aguas del Pacífico ydel Caribe. Hay, entonces, en España una auténtica situación de crisis. Sin colonias, sin dinero o casi,arrastrando el peso de viejas estructuras y de no menos viejos mitos, había que plantar cara al presente y alporvenir. Resultaba inevitable el acto de repensar España.

¿Qué crisis era aquella? En primer lugar, crisis del sistema, como totalidad; no había Imperio ni susrestos. En segundo lugar, crisis económica; no había esos mercados ni esas fuentes de fácil beneficio. Entercer lugar, crisis política; ambos partidos turnantes salían maltrechos por su pesada responsabilidad en eldesastre. Y en cuarto lugar, crisis social; la industrialización aumentaba el peso específico de la clase obrera, yla organización de ésta alcanzaba la toma de conciencia. Pero también los industriales catalanes, los jefes deempresa del norte tomaban su conciencia “en sí”.Alborea el último año del siglo a las pocas semanas de la derrota. Madrid parece, sin embargo, indiferente,cuando las gen- tes deambulan por la calle de Alcalá, van a la “tercera de Apolo “ o a los toros. Tres mesesdespués de firmarse el Tratado de París, Silvela forma nuevo Gobierno, con Fernández Villaverde en Hacienda.El Tesoro está al borde de la quiebra. Quiebra hay, sin duda, de la España tradicional de nobles y caciques, deelecciones fabricadas por el “encasillado “ de la Puerta del Sol, de los falsos valores expresados en latiguillosde pasadas grandezas.

Se imponía una revisión y un baño de verdad, de autenticidad. Del seno de aquella sociedadespañola, que aún soñaba en las glorias del imperio, surge ya un Unamuno que quiere bañar España en elpueblo y en Europa, defensor de los hombres sencillos que hacen todos los días, sin saberlo, la “intrahistoria”.Un Joaquín Costa proclama que hay que cerrar con tres llaves el sepulcro del Cid y atender a las necesidadesde la hora. y también se proyectan sobre el panorama español las corrientes renovadoras de los Pí, Salmerón,Giner, de los escritores como Galdós y Clarín, de un mundo intelectual en cuyo seno había crecido AntonioMachado.

En fin, por aquel entonces van a surgir unos muchachos que se llaman Pío Baroja, Valle-Inclán,Martínez Ruiz (todavía no es Azorín) , Antonio y Manuel Machado...

Sin embargo, en la existencia de Antonio tiene lugar, antes de su inserción verdadera en el mediointelectual de la época, lo que podría llamarse el intermedio de París. Cuando Martínez Ruiz escribe en El País,Baroja —de vuelta de la medicina— alterna el cuidado de la panadería de su tío con las críticas teatrales en ElGlobo, Valle-Inclán publica Epitalamio, y Ramiro de Maeztu empieza a colaborar en La Correspondencia deEspaña, los hermanos Machado emprenden su primer viaje a París con ánimo de abrirse un camino que, en elorden de las necesidades perentorias, se presentaba muy cerrado en España.» Manuel Tuñón de Lara: Antonio Machado, poeta del pueblo. Madrid, Taurus-Santillana, 1997

Page 6: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

En la primavera de 1898 los hermanos Antonio y Manuel Machado viajan a Sevilla. La vuelta alos escenarios de la niñez —la ciudad y su luz, el palacio de las Dueñas, con su “huerto dondemadura el limonero” y su “rumor de fuente”— inspirarán al poeta nuevos versos, como los quecomponen el poema VII, citado arriba, que no se publicaría hasta 1900.

Estamos en la época en que el Modernismo hace su deslumbrante aparición con Azul(1888) y Prosas profanas (1896), de Rubén Darío. Toda una estética nueva acaba de surgir.De 1895 es En torno al casticismo de Unamuno que, junto al Idearium español (1897) de ÁngelGanivet, inaugura una nueva manera de plantear el problema candente de España. Por aquellosaños conoció a escritores como Salvador Rueda, Valle-Inclán, Francisco Villaespesa...

Los primeros poemas de Antonio Machado son de 1898, año del “Desastre”. Así, estafecha es para él doblemente significativa: de una parte, señala su entrada en la poesía por lavía del simbolismo y del modernismo; de otra, y sin saberlo él, esta fecha de 1898 provocará laeclosión de nuevos valores morales y estéticos a los que más tarde Machado se adherirá demodo, aunque tardío, irresistible.

En 1899 y en 1902 se producen dos acontecimientos capitales en su vida: sus viajes aParís, donde ya se encontraba su hermano Manuel. Él mismo resume así su primera estancia enla capital francesa:

De Madrid a París a los veinticuatro años (1899). París era todavía la ciudad del ‘affaireDreyfus’ en política, del simbolismo en poesía, del impresionismo en pintura, del escepticismo en crítica.Conocí personalmente a Oscar Wilde y a Jean Moréas. La gran figura literaria, el gran consagrado eraAnatole France.

En este primer viaje a París los hermanos trabajan para la editorial Garnier comotraductores. Por aquella casa acuden escritores como Gómez Carrillo, Alejandro Sawa, AmadoNervo. Conocen a Pío Baroja. Fugazmente a Oscar Wilde. No llegan a tratar personalmente eneste primer viaje a París a Rubén Darío, pero el nicaragüense es ya el gran maestro.

Vuelve a Madrid al término del verano de 1899. De nuevo, los amigos Ricardo Calvo yAntonio de Zayas. También Valle-Inclán, Unamuno, Azorín, Benavente... El 30 de enero de 1901se estrena Electra, de Benito Pérez Galdós. El escándalo que el drama galdosiano provoca en laderecha “bienpensante” y la reacción de los jóvenes escritores da lugar a la aparición de larevista Electra, cuyo primer número sale a la calle el 16 de marzo, en la que todos colaboran.En 1902 Manuel y Antonio Machado vuelven a París. Es entonces cuando Antonio conocerá aRubén Darío. Antonio le muestra los poemas que escribía para su primer libro., quien los elogiacon su adjetivo favorito. ¡admirable! Desde entonces, les unirá una sincera amistad y mutuaadmiración.

A la vuelta de París, conoce personalmente a Juan Ramón Jiménez (el primer viaje aMadrid del poeta de Moguer había coincidido con el primer viaje de Machado a París), de quienha leído y admirado su primer libro, Ninfeas. La admiración en este caso era también recíprocay se consolidó (con algún altibajo no muy aclarado) en el tiempo.Estos contactos personales yla lectura de los simbolistas, junto con Rubén Darío y los románticos Gustavo Adolfo Bécquer yRosalía de Castro, son las principales influencias que se aprecian en los poemas que publicó endiversas revistas literarias durante estos años y que recopiló en su primer libro: Soledades(1903).

1.2. SOLEDADES (1903)A primeros de agosto de 1902, Antonio Machado regresa a Madrid; y, a finales de enero

de 1903, aparece la primera edición de Soledades. Se trata tan sólo de una breve recopilación,pero inaugura, sin saberlo su autor, una gran carrera literaria.

Colabora por entonces en la gran revista modernista “Helios”, dirigida por Juan RamónJiménez, así como en “Alma Española”, “La Revista Ibérica”, “El País” y “La República de lasLetras”.

Es en “La Revista Ibérica” donde publica sus Soledades. Busca Machado una poesíacentrada en el análisis del yo, no en su anécdota, sino en cuanto poseedor de sentimientos;porque creía, como los simbolistas, que el sentimiento es lo más personal y, al mismo tiempo,universal que el hombre posee, pues con él pueden comulgar otros hombres. La realidad sólointeresaba en cuanto podía producir esos sentimientos o, sobre todo, ofrecer material paraconstruir símbolos. Aurora de Albornoz ha explicado con precisión los rasgos más característicosde este libro, destacando el intimismo y negando al tiempo que Soledades pueda incluirse en latendencia evasiva del modernismo:

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO6

Page 7: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

A pesar de los lugares comunes producto de la influencia modernista, hay ya ciertas notas de“intimismo” que lo sitúan dentro de la realidad. De la realidad soñada, naturalmente. No se trata de unlibro que se cree un “mundo fantástico”, alejado del real intencionadamente, sino de un mundo íntimo,tan profundamente íntimo, tan profundamente temporal que alcanza por ello la universalidad y laeternidad.

Todo en Soledades es una búsqueda de sí mismo en el tiempo (recordamos: sutiempo), en el amor o en la muerte, en el sueño o en un Dios soñado “entre la niebla”. Se alejaasí Machado, insistimos, de la evasión de la realidad hacia mundos artificialmente embellecidosque había caracterizado a parte del modernismo. Es cierto que en algunos poemas seencuentran lugares comunes producto de la influencia modernista, pero predomina unintimismo que sitúan al poeta dentro de la realidad, de una realidad frecuentemente soñada oevocada, de marcado acento temporal. Es, sin embargo, éste un camino destinado en parte alfracaso: de ahí el dolor, la tristeza, la angustia o la resignada melancolía que impregnansentimentalmente la obra. Porque el poeta nunca llega a deslindar una nítida imagen de símismo; nunca encuentra su razón de ser, ni aun a través del diálogo consigo mismo (“Conversocon el hombre que siempre va conmigo” dirá en el conocido Retrato que encabeza Campos deCastilla, aunque escrito en la época de Soledades) o del diálogo —monólogo desdoblado, másbien— con elementos de la naturaleza: la noche o una mañana de primavera, con la fuente,con una tarde a veces clara, a veces melancólica, incluso “horrible”... Incluso, la preferencia deciertas imágenes modernistas y simbolistas (los jardines sombríos, el ocaso, el otoño...) no essino un camino hacia la fusión íntima con el paisaje, hacia la creación de un paisaje emocional.La personificación del paisaje es una constante de la poesía simbolista y lo será siempre enMachado.

La tantas veces subrayada temporalidad de la poesía machadiana explica la tempranaaparición de los símbolos preferidos del poeta en relación con el tiempo: el agua que corre, elcamino... los momentos del día o las estaciones del año... los espejos, criptas, galerías delsueño... Todos los elementos poéticos en analogía con el tema del tiempo y la consecuenteintrospección se unen difusamente en el espíritu del poeta como un acorde que definetemáticamente toda su obra. Acorde cuya nota más característica es la conciencia del tiempo e,inevitablemente, de la muerte. [XXII]

Todos estos temas los veremos desarrollados en el siguiente apartado, en el que ellibro, modificado su título, depurado de algunos poemas que el poeta consideraba imperfectos,adquiere una mejor coherencia.

1.3. SOLEDADES, GALERÍAS Y OTROS POEMAS. (1907)

1.3.1. DESCRIPCIÓN DE LA OBRATras el éxito de Soledades, Antonio Machado sigue publicando en las revistas de la

época artículos y nuevos poemas. Pero ni la buena acogida del libro ni las colaboraciones sonsuficientes para vivir de la literatura. La situación económica familiar no era, como sabemos,muy boyante. Es hora de buscar un medio de sustento. Los años de 1904 a 1906 son los delabandono paulatino de la vida bohemia, la reelaboración de Soledades, y la consolidación de suamistad con Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío y Valle-Inclán. También de estos años arrancasu amistad y relación epistolar con Unamuno, que se hará cada vez más intensa con el paso delos años. En 1905, se une al manifiesto en que los jóvenes escritores expresan su rechazo alPremio Nobel de Literatura concedido el año anterior a don José Echegaray: «Parte de la prensainicia la idea de un homenaje a don José Echegaray y abriga la representación de toda laintelectualidad española. Nosotros, con derecho a ser incluidos en ella —sin discutir ahora lapersonalidad literaria de don José Echegaray— hacemos constar que nuestros ideales artísticosson otros, y nuestras admiraciones muy distintas».

Aconsejado por su maestro Giner de los Ríos, Antonio Machado comienza en 1906 apreparar las oposiciones a cátedra de lengua Francesa de Institutos de Segunda Enseñanza.Comenzaron en ese año las oposiciones, pero el tribunal decide interrumpirlas con la llegada delverano y no se reanudarán hasta enero de 1907. Finalmente, el tribunal concede una de lasplazas a Antonio Machado, que elige Soria como destino.

En 1907 las novedades destacables de su biografía son la obtención por oposición de lacátedra de Lengua Francesa y su traslado a Soria, adonde llega a, ya bien avanzado el curso, el4 de mayo. Soria es una capital pequeña, de apenas siete mil habitantes. Se instaló en lapensión que don Isidro Martínez y doña Regina Cuevas tenían en la calle del Collado. Apenas

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO7

Page 8: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

permanece tres días, los necesarios para tomar posesión de la cátedra y para un primerconocimiento de la ciudad. Situada a más de dos mil metros de altitud, sobre dos colinas, a laorilla del Duero, rodeada de árboles —álamos, olmos…—, con sus casas de color rojizo, es unaciudad de aspecto austero y recogido. Una fortaleza en ruinas —hoy rehabilitada como ParadorNacional— sobre una de las colinas domina las pequeñas calles, bordeadas de casas de piedralabrada, muchas de ellas antiguas casas señoriales. Bellos monumentos dan a la ciudad granvalor artístico. Abajo, siguiendo la orilla del río, un camino umbroso va desde San Polo a laermita de San Saturio, patrono de la ciudad. En la misma orilla, una corona de cipreses rodea lavieja iglesia de los Templarios.

Esta primera visita motivará el primer poema de tema soriano, Orillas del Duero. Setrata, como veremos más adelante, de una descripción en la que no falta la emotividad ante lacontemplación del paisaje

Tras tomar posesión de la cátedra, vuelve a Madrid, donde, durante el verano, puederevisar de cerca la edición de sus Soledades, Galerías y Otros Poemas por la revista“Renacimiento”, que dirige el matrimonio Martínez Sierra.

Vuelve a Soria en octubre y se instala en la misma pensión. De las amistades hechas enaquellos años, cabe destacar la de José María Palacio, redactor del periódico local “TierraSoriana”, en cuyas páginas colaboró el poeta, tanto con artículos como con poemas. A Palaciodedicaría, años más tarde, desde Baeza, uno de sus más bellos poemas. En diciembre, losdueños de la pensión deciden cerrarla y el poeta se traslada a la que regentan don CeferinoIzquierdo y doña Isabel Cuevas, hermana de doña Regina. Con el matrimonio viven sus treshijos. La mayor, Leonor, apenas tiene por entonces trece años. Según algunos testimonios, notardó en enamorarse de ella, aunque no se decidió hasta que estuvo seguro o adivinó quepodía corresponderle. Después de muchas dudas y vacilaciones, comunicó a su madre, doñaAna, el amor que sentía por Leonor, y su deseo de casarse con ella. Con el visto bueno de lospadres comenzaría el noviazgo a fines de 1908 o comienzos de 1909. El 30 de julio de 1909 secelebró la boda en la iglesia de Nuestra Señora la mayor, de Soria. La ceremonia, con el paseohasta la iglesia, la curiosidad de los vecinos e, incluso, algún incidente (quizá una “típica”cencerrada), fueron un suplicio para el poeta, de natural poco amigo de exhibicionismos.

Los años que transcurrieron hasta la muerte de Leonor (el 1 de agosto de 1912) fueron,seguramente, los únicos verdaderamente dichosos en la vida del poeta. En una carta dirigidamuchos años después desde Segovia a don pedro Chico, que habitó en la misma casa soriana,escribe: «Si la felicidad es algo posible y real —lo que a veces pienso— yo la identificaría mentalmentecon los años de mi vida en Soria y con el amor de mi mujer, cuyo recuerdo constituye el fondo más sólidode mi espíritu».

De los cuarenta y dos poemas que componían Soledades, veintinueve (algunoscorregidos) pasan al nuevo libro, y se añaden sesenta y seis nuevos, hasta un total de noventay cinco, divididos en tres secciones: Soledades (subsecciones: ”Del camino”, ”Canciones” y“Humorismos, Fantasías, Apuntes”), Galerías y Varia.

El libro de 1907 representa el perfeccionamiento de la estética cuidadosamente forjadaen el de 1903. Esta plenitud se alcanza, especialmente, en la sección Galerías, mientras que en“Humorismos…” y Varia los poemas, de inferior calidad, van abriendo el camino del “realismo” u“objetivismo”, de mirada a lo exterior, que se desarrollaría tan magníficamente en librosposteriores.

Los nuevos poemas insisten en los temas anteriormente citados (dolor, angustia,soledad, recuerdo…). El poeta se interna por las galerías del alma en busca de su íntimarealidad, de la razón de su ser y de su angustia. Una “vieja angustia”, constante en toda suobra, que ya aparecía en los poemas de la anterior edición: [LXXVII].

Es llamativo, y muy significativo, que el poema que abre el libro centre su atención enel tiempo personal, interno, en la reflexión sobre el propio vivir, en contraposición al tiempomecánico —no humano— del tic-tac del reloj

Esta revisión del libro inicial permite considerarlo ya obra cerrada, pues lasmodificaciones que todavía haría en 1917 (fundamentalmente de puntuación, sustitución dealgunas palabras por otras y el rescate de un poema de la edición de 1903, que habíadesaparecido en 1907, hasta sumar un total de noventa y seis) no son sustanciales.

1.3.2. TEMAS Y SÍMBOLOS EN SOLEDADES… 1.3.2.1. El tiempo:

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO8

Page 9: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

Es el tema por excelencia, no sólo de este libro, sino de toda su obra, ya que todos losdemás están subordinados a él. Si todo conocimiento es inseguro, lo que sí sabe el hombre desí mismo es su existencia, su ser en el tiempo, entre los límites del nacer y el morir:

Pienso, como en los años de modernismo literario (los de mi juventud) que la poesía esla palabra esencial en el tiempo. La poesía moderna […] viene siendo hasta nuestros días lahistoria del gran problema que al poeta plantean estos dos imperativos, en cierto modocontradictorios: esencialidad y temporalidad.

El pensamiento lógico, que se adueña de las ideas y capta lo esencial, es una actividaddestemporalizadora. Pensar lógicamente es abolir el tiempo […] Pero al poeta no le es dadopensar fuera del tiempo, porque piensa su propia vida que no es, fuera del tiempo,absolutamente nada. Antonio Machado entiende el tiempo como algo vivo, personal; no comoconcepto o abstracción. Es la duración ilimitada, la historia individual de cada ser; que se hace,que pasa, pero que permanece en la memoria. Por eso, la esencia de las cosas, lo que las cosasson, no radica fuera del hombre que las contempla. El hombre recorre el camino de la vida y enél se encuentra con las cosas del mundo, con las que identifica sus sentimientos. Desde estemomento, las asume, las hace suyas, ya forman parte indisoluble de él.

De ahí, esa lucha, esa agonía resultante de la contradicción entre no poder ser sino enel tiempo y de ser devorado por éste. De ahí también, esa nostalgia al evocar el pasado. Y, porencima de todo esto, la esperanza de que el poeta pueda, con su intuición creadora,intemporalizar, eternizar en la memoria del poema, esos instantes fugaces de la propia historia. [VIII]

Ahora bien, ¿cómo es posible unir estos conceptos tradicionalmente incompatibles:esencialidad y temporalidad? Un primer paso en la respuesta lo puede ofrecer el poema VIII.En él se describe el canto de los niños alrededor de la fuente; el sonido del agua acompaña unavieja canción de la que el paso del tiempo ha ido borrando lo anecdótico de su argumento, loparticular, dejando lo común a toda historia: el sentimiento (en este caso, la pena), que puedeser compartido porque éste sí es universal:

Es precisamente el paso del tiempo, como decíamos, lo que ha ido borrando “lahistoria” (lo narrativo, lo particular humano), para dejar depurada “la pena” (lo lírico, louniversal).

Además de la fuente, otros elementos se convierten en símbolos del tiempo: el río o lanoria (el presente fugitivo en ambos casos) o el mar (la muerte). El hombre puede ser unasimple gota en el viento que, desde que nace, ya es muerte en potencia: “Y me detuve unmomento, / en la tarde a meditar… / ¿Qué es esta gota en el viento / que grita al mar: soy el mar?”:

[XIII]Un nuevo elemento, que simbólicamente adquiere un significado ajeno al habitual: la

tarde, el crepúsculo, el ocaso… Es la melancolía, la “vejez” espiritual, la tristeza, la soledad, losrecuerdos. Los adjetivos que acompañan a la tarde pueden ser objetivamente descriptivos(clara, somnolienta…), subjetivos (hermosa…) o claramente personificaciones que reflejan elestado de ánimo del poeta.

Aunque lo habitual en la tarde es ese tono melancólico y apesadumbrado, no faltaalguna “tarde alegre y clara”, como en el poema VII, que vimos con anterioridad al hablar desu infancia. El poema se escribió en marzo de 1898, con motivo del viaje a Andalucía —juntocon su hermano Manuel— en el que visitaría la casa en que transcurrió su niñez, el palacio delas Dueñas, en cuyo patio un limonero refleja su “pálida rama polvorienta / sobre el encanto dela fuente limpia”, mientras que en el fondo “sueñan/ los frutos de oro”.

Mencionábamos anteriormente la noria al citar los elementos que simbólicamentereflejan el paso del tiempo. El poema XLVI (titulado precisamente así: La noria) trata estetema con cierta ironía burlona. El comienzo es, en una lectura superficial, una descripciónrealista: LA NORIA [XLVI] ¿Descripción realista? La apariencia es engañosa: se trata de unadescripción profundamente impresionista. Un mismo ensueño parece envolver a la vez el agua,la mula y al poeta. Lo inanimado parece vivo y dotado de un ritmo propio: el día está triste, elagua canta, lo animal se personifica (la mula sueña)…

La segunda parte, más reflexiva, prolonga así, sin choque, la visión simbólica que habíasurgido “espontáneamente”:

La noria es símbolo del destino; símbolo del hombre en general, clavado a la rueda deleterno comienzo; símbolo del artista que arranca sin tregua, de las profundidades delinconsciente, el agua clara de sus intuiciones… esa noria intemporal puede significar esto y, sinduda, muchas cosas más.

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO9

Page 10: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

1.3.2.2. El paisajeOrillas del Duero [IX] lo escribió sin duda el poeta durante su primera estancia en

Soria, a principios de mayo de 1907. El comienzo de este poema representa la más objetivamodalidad del tratamiento del tema del paisaje, prefigurando claramente la evolución ulteriorque observaremos en Campos de Castilla. Así, se evoca un paisaje de primavera dibujado conalgunos trazos precisos: una torre, un caserón, la silueta de una cigüeña, el vuelo chillón de lasgolondrinas con fondo de montañas; junto al río, se desliza mansamente el agua; las manchasverdes y azules de los pinos se confunden con la línea de los álamos; alguna flor añadediscretamente una nota de color. Paisaje sobrio y delicado.

Sin embargo, la belleza del paisaje hace brotar un sentimiento de fervor que se adueñadel poeta, como un agradecimiento extasiado ante la belleza del mundo, que carga el poema deemotividad: [IX] [XXIV] [XLIV] [LXII] [LXXVI] [XCVI]

Junto al paisaje, los hombres suelen poner la nota amarga. En un romance en el queevoca al pueblo de España [II], las hipérboles de los cuatro primeros versos sugieren viajesque sólo fueron imaginarios. El resto del poema enfrenta, en una visión antitética, la malagente a las buenas gentes. En los primeros se reconocen a los burgueses pretenciosos ysatisfechos de sí mismos que desprecian al pueblo. A ellos opone las gentes del pueblo, alegresy modestas, trabajadoras y humildes, cuya existencia entera está impregnada de esa pacienciaque llamamos “conformidad”

1.3.2.3. El tema autobiográfico: la intimidad (galerías y espejos del alma)Soledades, galerías y otros poemas es, esencialmente, el libro de las emociones

íntimas, del dolor, de los recuerdos, de la melancolía y de la exploración de los caminosinteriores del alma.

En versos tantas veces repetidos, evoca su infancia, su juventud… Pero no sólo aparecesu biografía externa — es lo de menos— sino, sobre todo, la espiritual. En este sentido, supoesía es ante todo un diario de su propia alma, una vida hecha verso, que así, escrita, puedeeternizarse. De esto trata el primer poema de la serie Galerías:

El papel del poeta es, pues, descifrar el “misterio” que subyace en el fondo de su alma.En este sentido, Machado es un discípulo aventajado de Bécquer: “La poesía de Bécquer […],tan clara y transparente, donde todo parece escrito para ser entendido, tiene su encanto, sinembargo, al margen de la lógica. Es palabra en el tiempo, el tiempo psíquico irreversible, en elcual nada se infiere ni se deduce”, escribe en su Juan de Mairena (1934-1936).

Las galerías del alma son símbolos privilegiados de Machado para representar y hacerver esa parte de sí mismo en que, a sus propios ojos, se convierte en un extraño. El diálogoque entabla con la noche en el poema XXXVII (ya publicado en 1903) trata de descifrar otroaspecto del mismo “misterio”: el de su propia personalidad y, especialmente, el de su angustia.Es un debate que comienza con un tono apasionado y afectuoso, dando por supuesta una viejacomplicidad entre los interlocutores:

El poeta aparece aquí como en muchos otros poemas de este libro: solo, desolado,errante… Pero la pregunta que hace a la noche con tanta insistencia es equívoca, a la vezinquietud en cuanto a un posible desdoblamiento de la personalidad e inquietud en cuanto a laautenticidad y sinceridad de su inspiración.

La noche, en su respuesta, menciona ese posible desdoblamiento: el “tú” auténtico o elfalso histrión grotesco: XXXVII

Así, los dos interlocutores se escamotean mutuamente el conocimiento del secreto queel poeta quiere en vano descifrar y que sería la clave de su identidad. El fantasma de los sueñoso el bufón grotesco encarnan aspectos de la personalidad de Machado, del mismo modo que lanoche que habla es otro desdoblamiento de él. Aunque el secreto sigue sepultado en lastinieblas del inconsciente, el diálogo se reanuda:

La palabra cristal podría designar la misma obra poética o el sentimiento puro, quepretende ser inocente, sin disfraz, sin artificio: espejo sin azogue que no puede reflejar connitidez las imágenes del sentimiento; recuerdos que se han ido diluyendo en el fluir del tiempoy que no pueden ser reflejados por el espejo de la memoria.

Ese secreto es, por esencia, indefinible, pero está unido al dolor incesante (“mi dolorviejo”), a la sorda angustia cuya causa ignora el poeta. La introspección prosigue aún en unaespecie de ronda vana que gira continuamente en torno al secreto:

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

Page 11: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

Voz o eco: esa es la alternativa que en Machado resume una inquietud doble, inquietuden cuanto a la autenticidad de su lirismo y a su propia identidad. Entre esas voces y ecos, lanoche verá al alma del poeta vagar en un laberinto de espejos, donde se confunde lo auténticocon las apariencias: [XXXVII]

Estos dos motivos, sueños y espejos, como los anteriores relacionados con el tiempo,no desaparecerán jamás de la posterior poesía machadiana. Naturalmente, estasinterrogaciones abren paso a la gran interrogación final: la muerte: [LXXVIII]

Pregunta que queda sin respuesta y que, curiosamente, sólo parecerá tenerla másadelante, en la segunda edición de Campos de Castilla, tras la muerte de su esposa, Leonor.

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

Page 12: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

1.4. CAMPOS DE CASTILLA (1912-1917) 1.4.1. EL TEMA DEL PAISAJE1.4.1.1. Visión objetiva e identificación simbólica con el pasado histórico de Castilla[El tema de España I]1.4.1.2. Identificación simbólica del alma con los elementos del paisaje

1.4.1.2.1. El paisaje castellano1.4.1.2.2. El paisaje andaluz

1.4.2. EL TEMA DE LA MUERTE1.4.3. EL TEMA DE ESPAÑA (II): EL PUEBLO Y LOS HOMBRES

1.4.3.1. El pueblo1.4.3.2. El tema del cainismo 1.4.3.3. Dos retratos expresionistas 1.4.3.4. Los burgueses inútiles1.4.3.5. El futuro de España: El mañana efímero 1.4.3.6. Elogios

1.4.4. HACIA UN NUEVO ROMANCERO: La tierra de Alvargonzález1.4.5. Proverbios y cantares [CXXXVI] y Parábolas [CXXXVII]

1.4. CAMPOS DE CASTILLA (1912-1917)Al igual que había ocurrido con Soledades…, Antonio Machado publicará este nuevo

libro en dos etapas: la primera saldrá a la luz en 1912, poco antes de la muerte de su esposa,Leonor Izquierdo; la segunda aparecerá con la primera edición de sus Poesías Completas en1917. En esta última y definitiva versión no elimina (como hiciera con su primer libro) ningúnpoema, pero sí añade otros, algunos de ellos de bellísima factura. Así pues, debe tenerse encuanta que ambas ediciones tienen como claro hecho diferenciador la presencia o no de laenfermedad y la muerte de su esposa en ciertos poemas de la segunda edición.

En 1907, el poeta es nombrado profesor de francés del Instituto General y Técnico deSoria, tras haber ganado la plaza por oposición el año anterior. Soria contaba entonces conpoco más de siete mil habitantes. Situada a más de dos mil metros de altitud, sobre doscolinas, a la orilla del Duero, rodeada de árboles —álamos, olmos…—, con sus casas de colorrojizo, es una ciudad de aspecto austero y recogido. Una fortaleza en ruinas —hoy rehabilitadacomo Parador Nacional— sobre una de las colinas domina las pequeñas calles, bordeadas decasas de piedra labrada, muchas de ellas antiguas casas señoriales. Bellos monumentos dan ala ciudad gran valor artístico. Abajo, siguiendo la orilla del río, un camino umbroso va desde SanPolo a la ermita de San Saturio, patrono de la ciudad. En la misma orilla, una corona decipreses rodea la vieja iglesia de los Templarios, escenario de la leyenda de Bécquer titulada Elmonte de las ánimas. Machado la describe en este poema: Campos de Soria [CXIII-VI]

Pero no será la ciudad lo que llame principalmente la atención a Machado, sino elpaisaje de las tierras altas de Soria, cuya impresión quedó profundamente grabada parasiempre en su alma.

1.4.1. EL TEMA DEL PAISAJEAlgunas composiciones del nuevo libro responden “al simple amor a la Naturaleza, que

en mí supera infinitamente al del Arte” es lo que, a partir de ahora, consideraremos como“visión objetiva” del paisaje, dentro de la objetividad que pueda permitir la lírica.

En otras, el paisaje se convierte en símbolo del pasado histórico de Castilla. Por fin, enotros poemas, los elementos del paisaje castellano se convierten en símbolo de realidadesíntimas. Estos tres modos de enfocar el paisaje castellano tendrán su exacto equivalenterespecto al paisaje andaluz en los poemas escritos para la segunda edición, durante su estanciaen Baeza, ciudad a la que —como veremos— “huirá” tras la muerte de su esposa.

1.4.1.1. Visión objetiva e identificación simbólica de los elementos del paisaje con elpasado histórico de Castilla [El tema de España I]

En 1908, publica Antonio Machado un artículo en una publicación conjunta de la prensasoriana, del que entresacamos este fragmento:

Sabemos que no es patria el suelo que se pisa, sino el suelo que se labra: que no basta vivirsobre él, sino para él: que allí donde no existe huella del esfuerzo humano no hay patria, ni siquiera

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

Page 13: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

región, sino una tierra estéril, que tanto puede ser nuestra como de los buitres o de las águilas que sobreella se ciernen. ¿Llamaréis patria a los calcáreos montes, hoy desnudos y antaño cubiertos de espesosbosques, que rodean esta vieja y noble ciudad? Eso es un pedazo de planeta por donde los hombres hanpasado, no para hacer patria, sino para deshacerla. No sois patriotas pensando que algunos días sabréismorir para defender esos pelados cascotes; lo seréis acudiendo con el árbol o con la semilla, con la rejadel arado o con el pico del minero a esos parajes sombríos y desolados, donde la patria está por hacer.

Además de ideas o sentimientos, se esbozan aquí las imágenes mismas de algunospoemas de Campos de Castilla; y podemos también observar cuán profundamente penetrabaya en él el paisaje de Soria. En los poemas a que nos referimos en este apartado, predomina lamera descripción objetiva del paisaje. Así, la primera parte del titulado A orillas del Duero [XCVIII]el poeta ha seleccionado los elementos que dan al paisaje una configuración de dureza y aridez.Pero hay tres imágenes que llaman la atención: “una redonda loma cual recamado escudo”;“por donde tuerce el Duero / para formar la corva ballesta de un arquero” y “Soria es unabarbacana, / que tiene hacia Aragón la torre castellana”.

El pasado histórico de Castilla, especialmente aquellos rasgos que ofrecensignificaciones guerreras, se hace presente metafóricamente en los elementos del paisaje. Estaidentificación del paisaje castellano con su pasado histórico vuelve a reflejarse en otrascomposiciones, donde se insiste en las mismas imágenes hasta quedar éstas convertidas enelementos esenciales que identifican y definen el paisaje: [CXIII-VI] [CXIII-VII] . [CXIII-VIII] [CXXI] [CXXV] [XCVIII] La segunda parte de A orillas del Duero es una transición lógica hacia el tema de lahistoria de Castilla. Tras apuntar las connotaciones guerreras en los versos anteriores, el poetareflexiona sobre el contraste entre el ayer poderoso de Castilla y su mezquino presente:

Castilla miserable, ayer dominadora,envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.

Es el paso del tiempo (expresado mediante una sucesión de verbos de movimiento) elque ha producido el cambio. Pero el pasado se hace presente y pervive en el paisaje y susgentes. El cambio no ha afectado a lo esencial del paisaje: la presencia en él de su propiopasado, personificado en el fantasma errante. Pero la pobreza de la tierra castellana puede sertambién vista con ojos tiernos, destacando lo humilde: Orillas del Duero [CII] [CXXV][CXVIII] [CXLV]

1.4.1.2. Identificación simbólica del alma con los elementos del paisajeEn la primera edición del libro (1912), el paisaje descrito es el castellano,

concretamente los alrededores de Soria. En la segunda edición (1917) aparece de nuevo elpaisaje andaluz, generalmente en contraposición al recuerdo del anterior.

1.4.1.2.1. El paisaje castellanoSe trata de una de las notas más características del hacer poético de Antonio Machado.

No hablamos ya de la mera descripción del paisaje, ni de éste como reflejo de una historiapasada común. Nos referiremos ahora a los elementos que conforman el paisaje como reflejodel mundo interior del poeta. Esta nueva visión es consecuencia lógica e inmediata de suconcepto del tiempo como fluir interior.

En su paso por el tiempo, en su vida, el poeta se relaciona con lo exterior, en este casocon la Naturaleza, y proyecta en diversos elementos —ríos, árboles, atardeceres…— su propiarealidad íntima, de forma que dichos elementos se constituyen en reflejo del estado de su alma.Pero necesitamos seguir conociendo las circunstancias vitales del poeta que condicionan esarealidad íntima a la que aludíamosy su relación con los elementos de la Naturaleza, su diálogoconsigo mismo y con el mundo:

Habíamos dejado a Antonio Machado en Soria, tras tomar posesión de su cátedra defrancés. El 30 de julio de 1909 —dos años después de su llegada—, contrajo matrimonio conuna joven de apenas quince años: Leonor Izquierdo Cuevas, hija de los dueños de la pensiónen donde se hospedaba el escritor desde diciembre de 1907. El matrimonio, dada la diferenciade edad de los contrayentes, dio lugar a toda clase de estúpidos comentarios e, incluso, depesadas bromas el mismo día de la boda: “La ceremonia—escribiría años más tarde AntonioMachado a su segundo gran amor: Guiomar— fue entonces para mí un verdadero martirio”.

Ninguna confidencia de Machado nos dice lo que fue para él el descubrimiento delamor, a una edad ya algo tardía. Ni siquiera en sus versos hay referencia a ese descubrimiento.Sólo podemos imaginarlo por lo que manifiesta más tarde, tras la muerte de su esposa:

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

Page 14: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

aquellos pocos años con Leonor fueron, quizá, los únicos momentos de dicha y de paz interioren toda su existencia.

En enero de 1911, Antonio Machado, a quien la Junta para la Ampliación de Estudios haconcedido una beca, se dirige a París acompañado de su esposa. Antes de emprender esteviaje, escribe la serie Campos de Soria [CXIII], compuesta de nueve partes. En las cuatroprimeras, se describe la ciudad y el campo que la rodea, con el tono “objetivo” e historicistaque describíamos anteriormente. Sin embargo, las tres últimas partes están cargadas deintensidad emotiva: las tierras de Soria le han “llegado al alma” y, a partir de ese momento, leacompañarán siempre como parte esencial de su propia e íntima realidad personal: Campos deSoria [CXIII-VII-VIII-IX]

Dejando a un lado todo comentario sobre la visión del pasado histórico en el paisajecastellano, que es evidente en estos versos y que ya ha sido señalada con anterioridad, lo queahora llama nuestra atención es comprobar cómo, desde el primer momento, el poeta entra encomunión íntima con el paisaje que describe y canta. La emoción grave y conmovedora, lasencillez del lenguaje, el tono de fervor y de éxtasis panteísta, la variedad sabia y matizada delos ritmos métricos, estremecen la imaginación del lector. Tanto amor verdadero, tantadelicadeza, unida a tal capacidad de simpatía con el entorno descrito impregnan estos versos,que las cosas y el alma —como él mismo sugiere— están aquí fundidas.

En París, además de seguir los cursos de Henri Bergson y otros pensadores, AntonioMachado y su mujer frecuentaron a Rubén Darío. El joven matrimonio quería pasar el verano enBretaña, pero el 13 de julio de ese año de 1911, por la tarde, repentinamente, Leonor sufre unataque de hemoptisis. La enfermedad es grave, pero no encuentran médico y al día siguiente esFiesta Nacional en Francia. Por fin, es hospitalizada y se confirma su gravedad. En el mes deseptiembre, los médicos autorizan el regreso a Soria, donde el clima seco y frío de la altameseta le sentará mejor que el húmedo parisino. Pueden regresar gracias a un préstamo deRubén Darío, pues los fondos de la beca aún no habían sido librados.

En Soria, Machado prodiga sus cuidados a Leonor durante varios meses, con un desveloque los testigos recuerdan con emoción. El famoso poema A un olmo seco, fechado el 4 demayo de 1912, refleja con honda melancolía una esperanza “hacia la luz y hacia la vida”:

No le hace falta al poema, en principio, nuestro conocimiento previo de lascircunstancias personales del autor cuando lo escribió, para ser suficientemente valorado. Perono cabe duda de que ese conocimiento ayuda a la comprensión e incrementa su intensidademocional. Porque, de nuevo, el poeta nos ha ofrecido “el diálogo del hombre, de un hombrecon su tiempo”. Y, precisamente, es este mono-diálogo consigo mismo, esta expresiónexteriorizada de los más profundos sentimientos, de la intimidad de un hombre, lo que da al

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

Comentario:A UN OLMO SECO[CXV] Soria, 1912Este magnífico poema , escrito en una de las estrofas preferidas por el poeta, la silva consonante,selecciona un solo elemento: el olmo, contemplado en el presente. La descripción se inicia con el epítetoviejo, que califica al árbol y va preparando las connotaciones que permitirán más adelante identificarsimbólicamente a éste con el poeta. Tras el repentino rayo, los rasgos que acompañan al epíteto viejo(podrido, musgo amarillento, corteza blanquecina, tronco carcomido y polvoriento) se ven acompañadospor los que hacen referencia a la acción destructora de la enfermedad del árbol (Ejército de hormigas enhilera / va trepando por él, y en sus entrañas / urden sus telas grises las arañas). Estos elementos de ladescripción que anuncian la muerte entran en antítesis con otros que simbolizan la vida (los álamoscantores / que guardan el camino y la ribera y que están habitados de pardos ruiseñores). Esta oposiciónintensificada vida / muerte será la que centre el tema del poema.

Del presente descrito se pasa sin transición al futuro, con el uso del subjuntivo en verbos queexpresan una violenta destrucción: derribe, ardas, descuaje, tronche, empuje. Verbos cuyos sujetos sonarmas o elementos meteóricos: hacha, torbellino, soplo de las sierras blancas, río […]que lo empujaráhasta la mar por valles y barrancas.

De este futuro inmediato que se presiente, el poeta quiere alejarse con una perífrasis volitiva(quiero anotar), que pretende fijar en la memoria del poema (en mi cartera) el fugaz momento presenteque simboliza la esperanza de tu rama verdecida. El poema termina, como es habitual en tantos poemasde Machado, con la expresión del tema central del texto: el que parecía ser el “término real” (el olmo) esde hecho el “término imaginario”. El verdadero “término real” al que hace referencia el autor es el alma, elcorazón: Mi corazón espera / también, hacia la luz y hacia la vida, / otro milagro de la primavera.

Obsérvese también cómo, después de los primeros versos en que se describe el estado del olmo,los paralelismos sucesivos (antes que…) van incrementando la intensidad emotiva que anuncia laesperanza final.

Page 15: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

poema su carácter universal. Otra vez, como en el poema VIII de su primer libro, ha quedadoconfusa la historia y clara la pena.

El poeta ya ha determinado la “esencia” del olmo: ya forma parte de su propia biografíaíntima, ya es parte consustancial de él. Por eso, cuando vuelva a mencionarlo, tras la muerte desu esposa, será siempre su recuerdo, el recuerdo de una esperanza inútil:

[…] En la estepadel alto Duero, Primavera tarda,¡pero es tan bella y dulce cuando llega! ¿Tienen los viejos olmos algunas hojas nuevas? A José María Palacio [CXXVI]

Como hemos ido viendo, entre los elementos configuradores de los paisajes

machadianos, a los que el poeta da una especial significación simbólica referente a su alma,destacan, por su variedad e importancia, los distintos árboles. El poema CIII (Las encinas) —escrito ya en Baeza y publicado en “El Porvenir Castellano” en julio de 1914, “después de unaexcursión a El Pardo”, según reza la dedicatoria— nos explica claramente las correspondencias(recuérdese lo que este término representa en la poesía simbolista) entre cada árbol y susignificación: Las encinas [CIII]

El siguiente esquema podría servirnos para simplificar algunos de los rasgos queacompañan las significaciones de los distintos árboles en Campos de Castilla y, en general, entoda la obra poética de Machado:

ÁRBOL ADJETIVOS / /SUSTANTIVOSque lo acompañan CONNOTACIONES

OLMOviejo (en contraste con algunas hojas verdes)--polvoriento – bueno…

Identificación con el alma: árbolde los juegos en la infancia y de lameditación en la madurez.

ENCINA negra, polvorienta, humilde, vieja, raída… Pobreza,humildad,fortalezainterior, dignidad, el pueblo.

ROBLE robusto, guerrero, fuerte, coraje, altivez, valor… El pasado noble y guerrero de

ÁLAMO cantores, liras de la primavera, del amor… Juventud, amor… [“cerca del

HAYA leyenda, misterio… Misterio, lo sobrenatural, el

d

LIMONERO / dorado, de oro… (color pálido o brillante) Infancia, luminosidad, felicidad…

PALMERA lejanía, desierto, fuente… Infancia

PINO mar y cielo… La totalidad [“el planeta”]: pinaresal lado del mar en Santander y enla Baja Andalucía; pinares en lasaltas sierras castellanas.

OLIVO grises, plateados, floridos, polvorientos… El trabajo. Junto con los trigales yviñedos, la riqueza del campo andaluz.

Volviendo a su biografía, efectivamente, a pesar de los cuidados de su esposo, no seproduce “otro milagro de la primavera”: Leonor no mejora. Antonio Machado la saca a pasearfrecuentemente en una silla de ruedas hasta la placeta del Mirón, con la esperanza de que elaire libre y el sol le sienten bien. De mayo es el poema dedicado al olmo que acabamos decomentar. En junio, sale la primera edición de Campos de Castilla, y el poeta le dedica el primerejemplar; luego contaría que, sin esperanza ya en la curación de su esposa-niña, a la quehabían desahuciado todos los médicos, trataba de contagiarse para morir con ella.

El 1 de agosto muere Leonor, siendo sepultada en el cementerio soriano del Espino.Machado, huyendo de los recuerdos, pide el traslado (que se le concede a Baeza) y abandonaenseguida Soria. Al acusar recibo en verso al libro Castilla de Azorín, se retrata a sí mismoesperando en una venta la diligencia-correo en la que se marchará: Al maestro “Azorín” por sulibro Castilla: [CXVII]

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

Page 16: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

1.4.1.2.2. El paisaje andaluzEl paisaje de su Andalucía natal había estado presente en Soledades… como elemento

evocador de su infancia. Con él vuelve a encontrarse en Baeza, a donde es destinado en 1912.Por contraste con la aridez o la humildad del paisaje castellano, se destacan “en estos camposde la tierra mía” los tonos luminosos, verdes, fértiles. En el siguiente poema, fechado “en eltren, abril, 1913”, el poeta habla desde la lejanía a Soria, cuyo paisaje evocado contrasta con elandaluz que él está viendo: RECUERDOS En el tren, abril, 1913. [CXVI]

El contraste no afecta solamente a la visión subjetiva del paisaje. En un poema fechadoel 4 de abril de 1913, en Lora del Río, durante uno de sus múltiples viajes y excursiones, elpoeta se queja de que el paisaje de su tierra, el mismo paisaje de la infancia, no hayapenetrado todavía, a pesar de su belleza, hondamente en su alma, hasta hacerse parte de ella.Estos “campos de la tierra mía” son sólo “despojos del recuerdo”: o “falta el hilo que elrecuerdo anuda / al corazón” o “estas memorias no son alma”. Sin embargo, como tantas vecesal final del poema, surge la esperanza de que “un día tornarán […] a la orilla vieja” del alma,donde la barca del recuerdo podrá amarrar para quedarse: Lora del Río, 4 de abril de 1913.[CXXV] En octubre de 1912, Antonio Machado —que deseaba, como hemos visto, regresar aAndalucía para intentar olvidar, lejos de lugares que le traían tantos recuerdos— obtiene eltraslado que había pedido. Es nombrado profesor de Lengua Francesa en el Instituto General yTécnico de Baeza, donde toma posesión de su plaza el 1 de noviembre de ese año. Un mesdespués de su llegada, su madre se reúne con él.

A poco más de cuarenta kilómetros de Jaén, Baeza es un gran pueblo enmedio de olivares. La antigua Universidad, convertida en Instituto, donde daría sus clases, lacatedral, el palacio gótico isabelino de Jabalquinto, el Ayuntamiento plateresco… recuerdos delflorecimiento de esa antigua ciudad, apartada en aquellos años de casi toda actividadintelectual o artística, forman el agradable y bello marco de una vida provinciana, aplastantepor su monotonía y su tedio. En un célebre poema, nos ofrece un repaso por un día (una tarde,más bien) cualquiera de su acontecer cotidiano: POEMA DE UN DÍA. MEDITACIONES RURALESBaeza, 1913. [CXXVIII] Del mismo año que el poema anterior es esta descripción de Baeza en una cartadirigida a Unamuno, en la que también comenta su estado personal tras la muerte de suesposa: Esta Baeza, que llaman Salamanca andaluza, tiene un Instituto, un Seminario, una Escuela deArtes, varios colegios de segunda enseñanza, y apenas sabe leer un treinta por ciento de la población. Nohay más que una librería donde se venden tarjetas postales, devocionarios y periódicos clericales ypornográficos. Es la comarca más rica de Jaén y la ciudad está poblada de mendigos y de señoritosarruinados en la ruleta. La profesión de jugador de monte se considera muy honrosa. Es infinitamentemás levítica y no hay un átomo de religiosidad. Hasta los mendigos son hermanos de alguna cofradía. Sehabla de política —todo el mundo es conservador— y se discute con pasión cuando la Audiencia de Jaénviene a celebrar algún juicio por jurados. Una población rural, encanallada por la Iglesia y completamentehuera. Por lo demás, el hombre del campo trabaja y sufre resignado o emigra en condiciones tanlamentables que equivalen al suicidio.

A primera vista parece esta ciudad mucho más culta que Soria, porque la genteacomodada es infinitamente discreta, amante del orden, de la moralidad administrativa y nofaltan gentes leídas y coleccionistas de monedas antiguas. En el fondo no hay nada. Cuando sevive en estos páramos intelectuales, no se puede escribir nada suave, porque necesita uno laindignación para no helarse también. […]

Envío a V. lo que tengo publicado. Planeo varios poemitas y tengo muchas cosas empezadas.Nada definitivo. Mi obra esbozada en Campos de Castilla continuará si Dios quiere. La muerte de mi mujerdejó mi espíritu desgarrado. Mi mujer era una criatura angelical segada por la muerte cruelmente. Yotenía adoración por ella; pero sobre el amor está la piedad. Yo hubiera preferido mil veces morirme averla morir, hubiera dado mil vidas por la suya. No creo que haya nada extraordinario en este sentimientomío. Algo inmortal hay en nosotros que quisiera morir con lo que muere. Tal vez por eso viniera Dios almundo. Pensando en esto, me consuelo algo. Tengo a veces esperanza. Una fe negativa es tambiénabsurda. Sin embargo, el golpe fue terrible y no creo haberme repuesto. Mientras luché a su lado contralo irremediable me sostenía mi conciencia de sufrir mucho más que ella, pues ella, al fin, no pensó nuncaen morirse y su enfermedad no era dolorosa. En fin, hoy vive en mí más que nunca y algunas veces creoque la he de recobrar. Paciencia y humildad. En Baeza, Machado emprende estudios de filosofía. Cada verano irá a examinarse aMadrid, hasta licenciarse en Filosofía y Letras: “Mis estudios de filosofía en Madrid —escribiría añosmás tarde— han sido muy tardíos (1915-17). Cursé como alumno libre la sección de Filosofía, siendo yaprofesor, en la Universidad Central. La necesidad de un título académico fue, en verdad, el pretexto para

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

Page 17: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

consagrar unos cuantos años a una afición de toda mi vida”. El giro filosófico de su pensamiento seprofundiza sin duda a lo largo de estos años de soledad y duelo. Estudia también griego paraleer en el original a los autores antiguos. Pero ese retiro orienta su meditación en unatrayectoria decisiva. En Baeza, como hemos visto, tiene Machado ocasión de observar lamediocridad de la vida y de las preocupaciones de los que lo rodean. Sus lecturas filosóficas loempujan a interrogarse con más aspereza, a la luz de su propio destino, sobre las grandescuestiones que se le plantean al hombre: el sentido de la vida y de su propia existencia, lamuerte, el Dios deseado, pero en el que no se cree —como ocurría con el “maestroUnamuno”—. Un tono más grave marcará en adelante sus escritos. Es en esta época cuandoempieza a escribir sus reflexiones en el cuaderno Los complementarios, del que nosocuparemos al tratar de su prosa. Los recuerdos de un antiguo alumno de Machado en Baeza loevocan como una figura solitaria: […] avanzando como a pasos renqueantes, apoyado en fuertecayada rústica, grandes los zapatos, largo el abrigo con cuello de astracán, vestido de negro, camisablanca de cuello de pajarita y grueso nudo de corbata negra; negro el sombrero blando, mal colocado casisiempre; a veces llevaba destocada la noble cabeza de revuelta cabellera; iba rasurado con pulcritud, peroel traje manchado por las manchas de ceniza del inevitable cigarrillo.[17]

1.4.2. EL TEMA DE LA MUERTESi exceptuamos A un olmo seco, todos los poemas referidos a Leonor pertenecientes a

Campos de Castilla los escribió Machado durante su estancia en Baeza, donde el recuerdo de sumujer, según acabamos de ver en la carta a Unamuno y los testimonios de quienes lo trataronen aquellos años, fue constante y obsesivo. En muchos de estos poemas, al recuerdo de suesposa se une el recuerdo del paisaje soriano, por lo que es difícil a veces separar ambostemas.

La serie de poemas dedicados a este tema es corta, pero intensísima. En el poemaCaminos,[CXXIII] el paisaje andaluz, normalmente alegre en otros poemas, se carga deconnotaciones de tristeza. También las personificaciones (“los montes duermen / envueltos enla niebla”, “tarde piadosa”, “La luna está subiendo / amoratada, jadeante y llena”…) indican elcansancio espiritual y la profunda melancolía del poeta:

Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería. Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.

Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía. Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar.

[CXIX]

El poeta dialoga con la muerte: Una noche de verano [CXX]

—estaba abierto el balcóny la puerta de mi casa—la muerte en mi casa entró. Se fue acercando a mi lecho —ni siquiera me miró—, con unos dedos muy finos, algo muy tenue rompió. Silenciosa y sin mirarme

la muerte otra vez pasó delante de mí. ¿Qué has hecho? La muerte no respondió. Mi niña quedó tranquila, dolido mi corazón. ¡Ay, lo que la muerte ha roto era un hilo entre los dos!

La muerte no responde. Dios tampoco. Y el poeta sólo puede clamar en el vacío susoledad con la muerte. Sin embargo, el recuerdo y el sueño hacen “re-vivir” lo que estabamuerto, y esta vida en el recuerdo abre el camino a la esperanza:

¡Eran tu voz y tu mano,en sueños, tan verdaderas!… Vive, esperanza, ¡quién sabe lo que se traga la tierra! [CXXII]

Pero el despertar del sueño es la vuelta a la soledad, la tristeza y esa tan suya vejezespiritual:

Por estos campos de la tierra mía, bordados de olivares polvorientos, voy caminando solo,

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

Page 18: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

triste, cansado, pensativo y viejo. [CXXI]El poema definitivo de esta serie es el que dirige, en forma epistolar, el 29 de abril de

1913 A José María Palacio, pariente de Leonor y gran amigo de Antonio Machado en los añossorianos:

1.4.3. EL TEMA DE ESPAÑA (II): EL PUEBLO Y LOS HOMBRES

1.4.3.1. El puebloLas tierras de Castilla descritas por Machado están frecuentemente pobladas de

presencias humanas. Desde sus primeros escritos, se ha mostrado atento a los seres humanos.Sabe verlos y observarlos. Hay en él, hacia su prójimo, una actitud vigilante. El poeta que cantósus soledades no es insolidario con la gente que le rodea. En su “mono-diálogo” ha aprendido“el secreto de la filantropía”

Esta expresión de la otredad del ser —en términos del propio Machado— revela unideal de humanismo laico, una inclinación de su alma: un amor fraternal a los seres humanos,aunque este amor no tenga que eludir una crítica profunda a los vicios, especialmente a lo quela generación del ’98 llamó el cainismo. Un ejemplo: Por tierras de España [XCIX]

A veces, el modelo se reduce a un detalle que refleja el espíritu del retratado. Así, estosdos ejemplos opuestos: El hospicio [C] En el tren [CX] Pero es a los ojos a los que presta especial atención: [Al maestro “Azorín” por su libro Castilla[CXVII]

También le gusta trazar con rasgo más acentuado lo que constituye una marcaindeleble (que unas veces representa la marca de Caín y otras, simplemente, la huella de laspreocupaciones), casi siempre descrita como un golpe de hacha en el entrecejo: Campos deSoria [CXIII-V]

Pero más que retratos aislados, Machado se eleva a una visión de conjunto. Tomaconciencia de una colectividad cuyos modos de vida trata de expresar: pueblo de ciudades o decampos, aldeanos, labradores, arrieros, buhoneros, pastores, cazadores, venteros, hidalgos,burgueses, beatas… E, incluso, más allá de la multitud de gente, se preocupa de descubrir elalma que se encarna en los habitantes de Castilla.Son, ante todo, los hombres del pueblo los que se complace en evocar. El poeta nos muestrasus retratos, sus comportamientos; pero las más de las veces no son más que una multitudanónima: Desde mi rincón [CXLIII]

O bien, perfilándose en el horizonte, vistas desde lo alto de una colina, formasimprecisas: A orillas del Duero [XCVIII] Campos de Soria [CXIII-III- IV]

Frente a los negros ejemplos del alma cainita que veremos más adelante, presentaMachado a los buenos campesinos, que son de la estirpe de Abel. Normalmente se limita a

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

COMENTARIO: A José María Palacio. A JOSÉ MARÍA PALACIO Baeza, 29 de abril de 1913 [CXXVI]A diferencia de otros poemas (véase lo dicho sobre Caminos en la pág. 30), en éste el paisaje soriano enel recuerdo se carga de connotaciones alegres. Todos los elementos de la lengua están utilizados en elpoema con la intención de cargar de emotiva añoranza el recuerdo del paisaje que tantas vecescontemplara solo, con los amigos en larguísimas excursiones, o con su mujer. En este sentido, debentenerse en cuenta:- Las interrogaciones, que intensifican el tono de nostalgia y añoranza.- Las exclamaciones, que enfatizan aún más la emoción evocativa.- El uso del futuro hipotético (con valor de presente y desiderativo):

“aún las acaciasestarán desnudas…”.

- La memoria de los viejos olmos y de sus hojas nuevas, que nos traen el recuerdo de aquellaesperanza en el poder vivificador de la primavera en el poema A un olmo seco.- La personificación de la primavera (“¿está la primavera / vistiendo ya las ramas de loschopos…”), que se acentúa al eliminar el artículo y utilizando la mayúscula del nombre propio:“…En la estepa / del alto Duero, Primavera tarda / ¡pero es tan bella y dulce cuando llega!…”.- La delicada alusión al lugar en donde está enterrada su mujer: el Espino es el monte sorianodonde se encuentra el cementerio de la ciudad. Alusión que sitúa el tema principal del texto (el recuerdode la amada muerta) al final del poema, con unos puntos suspensivos que parecen indicar que la voz delhombre queda cortada porque la emoción le impide seguir.- En fin, el ritmo mismo del poema, que viene generado no sólo por el metro, la rima y ladisposición acentual de la estrofa (una silva arromanzada), sino que está reforzado por la construcciónbimembre de los adjetivos (“bella y dulce”…) y de algunas frases (“Aún las acacias estarán desnudas / ynevados los montes de las sierras”].

Page 19: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

sugerir algunas siluetas, sin entregarse a profundas reflexiones, a describir algunas ocupacionesagrícolas y pecuarias, y a destacar el espíritu silencioso, trabajador y paciente de estas gentes:Las encinas [CIII]

El poeta ama a esta multitud en que se encarnan las grandes virtudes de la raza. Suternura hacia estos hombres se expresa en la bendición final de la serie Campos de Soria:[CXIII-IX]

La actitud que Machado adopta ante los habitantes de Castilla corresponde a una formade entenderlos característica de los intelectuales del ’98. Son los hombres y mujeres queconstituyen la verdadera historia nacional, la intrahistoria, según la expresión, tantas vecesrepetida de Unamuno.

1.4.3.2. El tema del cainismoSe trata de uno de los tópicos de la llamada generación del ’98: la maldad intrínseca del

hombre, la codicia como origen de todos los males... la presencia, en definitiva, del alma deCaín en nuestros prójimos. Por tierras de España [XCIX]

Dos poemas, fundamentalmente, se centran en el tema del cainismo: Por tierras deEspaña y El Dios ibero.

Por tierras de España [XCIX] es de ritmo grave, lento. La composición es, a la vez,sencilla y bien estructurada. Los dos primeros serventesios presentan, en singular colectivo, alhombre castellano.

Miseria y desolación son los resultados. La palabra “lares” quiere expresar laorganización patriarcal de la familia, la casa a que está ligado el futuro de los hijos, por lo queforma una antítesis violenta con “huyendo”. La desolación causada por los hombres se abatesobre la tierra misma;la tempestad arrastra los limos de los campos y los hace áridos yestériles. Los ríos son sagrados pues, según el poeta, el agua es bendita, lleva la vida. Lamaldición del último verso viene después de palabras que evocan lo sagrado (lares, sagradosríos). Todo es como si se hubiese cometido un pecado irreparable. Y así, se insinúa la maldiciónde Caín. Los cuatro serventesios siguientes trazan un retrato físico y moral. Después de evocarsu origen (“Es hijo de una estirpe de rudos caminantes”), hace un retrato admirable del“hombre malo del campo y de la aldea”, como lo definirá una estrofa más adelante. El almaguerrera de Castilla, que habíamos visto reflejarse en el paisaje, asoma, con la misma imagen,en el semblante del hombre: “cual arco de ballesta, […] las cejas muy pobladas”.

La imagen del “centauro flechador” del poema machadiano nos recuerda la figura de Elcoloso de GOYA, que representa la de un gigante alzándose con furia contenida sobre el oscurohorizonte, mientras abajo un pueblo aterrorizado emprende rápida huida. La siguiente estrofageneraliza este retrato a toda una colectividad. Este retrato, que puede resultar impersonal, secomplementa con la mención de sus vicios morales.

La última estrofa se inicia con un paralelismo con la primera y desarrolla una imagencuriosa y, a la vez, inquietante; una especie de visión mitológica (“centauro flechador”), queparece representar la guerra. Un panorama grandioso cierra el poema.

El Dios ibero [CI], segundo poema al que hacemos referencia, presenta al hombreibérico en sus relaciones con Dios; relaciones interesadas según que el fruto de su trabajo seaasolado por la tempestad o, al contrario, llegue a madurar.La primera estrofa es la presentación del personaje:

Se muestra un concepto primitivo de Dios, tan pronto malo como lleno de bondad. Elpoeta, para introducir el tema y enmarcarlo en lo anónimo popular, se refiere a una viejacantiga en la que un tahúr, a pesar de sus trampas, pierde su dinero en la partida y, culpandoal cielo, dirige hacia él sus flechas. De la misma forma, nuestro campesino lanzará susblasfemias o sus agradecidas bendiciones a un Dios caprichoso.Las siete estrofas siguientes forman la peculiar oración imprecante que el hombre ibero dirige asu Dios. Es la blasfemia de un hombre que se siente esclavo (obsérvese cómo acentúa estesentido la rima con pena / cadena) de la providencia. Un hombre que ha hablado del panbendito de su trabajo, pero que ahora lo ve como una maldición bíblica: “Señor, por quienarranco el pan con pena”. A continuación, se dirige a un Dios providencial y bienhechor (“Señordel iris”, “Señor del fruto”) con sentimiento de profunda gratitud. En este tono de dicha, sealuden algunos aspectos de la vida campesina de un modo cándido e ingenuo: “tu soplo” es elviento; “tu lumbre”, el sol; “tu santa mano”, la intervención de una divinidad propicia.Inmediatamente una interpretación maniquea: por un lado, el Dios de la fortuna, de los ricos;

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO1

Page 20: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

de otro, el Dios de la desgracia, el de los pobres. Este sentimiento deja al hombre impotenteante los caprichos de la divinidad.

La doble intención (blasfemia y alabanza) se manifiesta en una esperanza que no esuna esperanza cristiana, sino la pagana rueda de la fortuna que se equipara a la moneda o aldado en el juego. Ha terminado la oración y el poeta vuelve a tomar la palabra, preguntándosepor qué el mismo hombre que ayer […] puso a Dios sobre la guerra más allá de la suerte, másallá de la tierra más allá del mar y de la muerte […] hoy lo insulta. El presente apenas esnombrado y se elude a favor del porvenir.

Se trata, en fin, de convencer al hombre ibero para que forje su destino, y espera queaquel Dios austero vuelva para sustituir el concepto de divinidad caprichosa al que el españoldirigía antes su plegaria:

¿Quién ha visto la faz al Dios hispano? Mi corazón aguardaal hombre ibero de la recia mano, que tallará en el roble castellano el Dios adusto de la tierra parda.

1.4.3.3. Dos retratos expresionistasEn los dos poemas anteriores, Antonio Machado nos hablaba del “pueblo” (el

protagonista de El hombre ibero —el título así lo indica— no es un hombre concreto, sino unaabstracción, una generalización). Se trata ahora de dos retratos individualizados: un loco y uncriminal.

Un loco [CVI] pone en escena, en medio de un paisaje áspero y desabrido, a undemente que gesticula y vocifera a solas con su sombra y su locura. Todo, paisaje y personaje,está descrito con rasgos expresionistas. La evocación a lo lejos de la ciudad de donde se apartael loco permite al poeta denunciar la mediocridad y la bajeza de la sociedad española, queintenta mostrar a sus lectores. Las imágenes del demente solitario y del siniestro paisaje sesuperponen. De la mente extraviada del loco parece desprenderse un sueño de inocencia. Losúltimos versos expresan el simbolismo del loco errante: es la personificación del tedio sórdido,de la atmósfera sofocante de la ciudad de la que huye.

Un criminal [CVIII] muestra otra imagen degenerada en esta galería de tiposhumanos. El poema describe la celebración de un juicio, el de un antiguo seminarista, asesinode sus propios padres, cuyo retrato impresiona por el contraste entre su figura infantil, sumisay humilde, y la violencia de su mirada. Sofocado por un modo de vida opresor, el instinto brutaldespierta y se apodera del personaje. Comete el mismo crimen que Juan y Martín, los hijosmayores de Alvargonzález, y al igual que ellos emplea un hacha. La escena de la Audienciapermite a Machado componer un estudio costumbrista. La perspectiva se ha desplazado delcriminal a los personajes que lo rodean: jueces, jurado, abogado, fiscal, escribano, ujier ypúblico. Todo el aparato de la justicia, tratado con tono satírico e irónico, produce un contrasteirrisorio con la primera parte. Se describe una justicia vengadora, la que espera el pueblo: la leydel talión, que es una nueva ilustración del cainismo, del mal que habita en el corazón delhombre y escandaliza al poeta. 1.4.3.4. Los burgueses inútiles

De entre ellos, destaca un tipo en el que la crítica machadiana es especialmente agria:el burgués, del que se destaca ante todo su hipocresía: Desde mi rincón – Elogios [CXLIII]Proverbios y cantares [CXXXVI-VII]

En Poema de un día – Meditaciones rurales, escrito, como dijimos, en Baeza, describetoda una mentalidad de pequeños burgueses conformistas, personas “de orden”, bieninstaladas en su mediocridad, en contraste con sus propias meditaciones de filósofo.

Es también un andaluz, don Guido, quien simboliza el tipo de señorito inútil que tanto ledesagradaba. El célebre poema Llanto de las virtudes y coplas por la muerte de don Guido esuna elegía burlesca que armoniza con la frivolidad del personaje. ¿Cuál es el sentido de estavida “llena” de un vacío infinito? El poeta se lo pregunta al caballero y se responde a sí mismo:cero, cero. LLANTO DE LAS VIRTUDES Y COPLAS POR LA MUERTE DE DON GUIDO[CXXXIII]

Otro personaje andaluz, el hombre del casino provinciano del poema titulado Delpasado efímero [CXXXI], es el que mejor representa su visión negativa del burgués español.Tras un breve retrato y una rápida crónica de su vida, se nos cuentan sus banales

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO2

Page 21: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

pensamientos, sus irrisorias preocupaciones. El tono caricaturesco es acusador. El retrato deeste hombre, cuyo cerebro parece habitado sólo por el recuerdo de la estocada de un célebretorero, la vacuidad total de su personalidad y de sus ideas, ofrecen una decrépita melancolía:

Una vestimenta ridícula y pasada de moda, una historia vulgar de viudedades yherencias, y la afición por los juegos de azar y los toros completan el retrato de un hombre quees algo, pero que no es nada. Los últimos versos expresan la “moraleja”: este hombre demente y alma vacías es una fruta vana de un país muerto:

1.4.3.5. El futuro de España: El mañana efímero [CXXXV]En título paralelo y antitético al anterior, es el poema donde Antonio Machado mejor

expresa su esperanza ante el futuro. La España pasada y presente es vacía e inútil, aunquetendrá quien la cante:

Esta España falsamente pintoresca, confinada en devociones hipócritas, privada deespíritu, es descrita con abundantes imágenes, paródicamente burlescas, que introducen deforma progresiva la denuncia terriblemente violenta del presente y el presagio de un futurovacío y ¡por ventura1 pasajero. Este fatal porvenir, indicado por la metáfora “engendrará”, sepersonifica en la figura de un señorito indolente, sin ningún rasgo de personalidad destacado:

Pero más allá de este retrato expresionista, que podríamos calificar de esperpéntico silo hubiera firmado Valle-Inclán, lo que domina en el poema es el tono de violentísima críticahacia “esa España inferior que ora y bosteza, vieja y tahúr, zaragatera y triste;La reiteración de las frases “El vano ayer…” y “Esa España inferior…” martillean la concienciadel lector. El furor del poeta se manifiesta ahora en una serie de imágenes que sugieren elasco, la náusea, ante el presente y el mañana estomagante que se avecina.

Pero a ese destino inexorable del futuro inmediato se opone una nueva encarnación deEspaña, una España redentora basada en el trabajo y la inteligencia.

1.4.3.6. ElogiosSe trata de un grupo de poemas que da colofón al libro y en el que Machado alaba la

figura de algunos de los españoles más significativos de su tiempo, además de otro dedicado aGonzalo de Berceo y dos más al tema de España, es decir, en elogio de una nueva España. Setrata de textos de muy distinta fecha de composición y, en general, no alcanzan la altura delresto del libro; pero no dejan de ser significativos para conocer algunos de los aspectos delpensamiento machadiano.

En el poema dedicado a su maestro Francisco Giner de los Ríos[Baeza, 21 defebrero de 1915. [CXXXIX] —en cuya Institución Libre de Enseñanza estudió el poeta en suinfancia, desde los seis a los catorce años, y que tan profundamente lo marcara—, recuerda almaestro recién fallecido como encarnación del optimismo utópico, del amor profundo, lúcido yapasionado a la patria. El poema bien vale como una declaración de principios éticos y estéticosdel propio Antonio Machado. El poema destinado a don Miguel de Unamuno, nos presenta al escritor vasco bajolos rasgos de un nuevo Quijote. Unamuno fue para Machado el modelo de un ideal intelectual aseguir. Esta admiración, que fue mutua, se acrecentó con el tiempo, pero venía desde muyatrás. De hecho, este poema, aunque insertado en Campos de Castilla, data de la época en queMachado está escribiendo sus Soledades...; concretamente, está fechado en 1905. El poemalleva como epígrafe “Por su libro Vida de Don Quijote y Sancho”, obra publicada en aquel año.Político sin máscara, ni jefe de partido ni jefe de bando, sino hombre orgulloso de serlo, quehabla a los otros hombres en un lenguaje esencialmente humano. De Unamuno escribió Antonio Machado en 1930: “Es don Miguel de Unamuno la figura más alta de la actual política española. Él ha iniciado la fecundaguerra civil de los espíritus, de la cual ha de surgir — acaso surja— una España nueva. Yo le llamaría elvitalizador, mejor diré, el humanizador de nuestra vida política. […] ¿puede haber política fecunda sinamor al pueblo? ¿y amor al pueblo sin amor al hombre, y, por ende, respeto a los valores del espíritu queson sus únicos privilegiados? […] Pero Unamuno piensa que mal puede el hombre invocar sus derechossin una previa conciencia de su hombría. La ingente labor política de Unamuno consiste en alumbrar estaconciencia con su palabra y con su ejemplo, en las entrañas del pueblo.”

En el poema, como decíamos, Unamuno aparece como nuevo Quijote. La comparaciónrecalca, ante todo, el contraste entre el grotesco arnés, al que ridiculizan las malas lenguas, y la“locura” del entusiasmo que habita en su espíritu. Fuerza, valor… pero también soledad ante ladistancia que le separa del pueblo adormecido: a las “lecciones de caballería” del vasco seoponen la mediocridad y la codicia que reinan en el entorno social español. Por último, en

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO2

Page 22: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

Unamuno funde Antonio Machado la figura del Quijote (el “loco” idealismo) con la del Hamletshakespeariano (la duda del ser o no ser, del existir frente a la conciencia de la muerte). Y otracuriosa amalgama: la figura de Don Quijote se funde con la de otro luchador: Ignacio deLoyola, al que mejora porque aquél “escupe al fariseo”.

Machado había saludado con admiración la aparición de Castilla, de Azorín. La glosaque hace del libro en el poema titulado Desde mi rincón, fechado en 1913, muestra hasta quépunto ha vibrado con su lectura. Largos pasajes de este poema son puras exclamaciones pordonde desfilan, como en una letanía, imágenes de los hombres y elementos del paisajecastellano. Este amor por las mismas tierras y hombres a los que él mismo ha cantado, salva aAzorín de su vena reaccionaria. Elogios [CXLIII]

Dos son los poemas de esta sección dedicados a Juan Ramón Jiménez: A Juan RamónJiménez [CLII], de 1903, con motivo de la aparición del libro Arias tristes del poeta de Moguer; yMariposa de la sierra [CXLII], de 1915, por la publicación de Platero y yo . El primero, de facturasimbolista, describe un jardín en el que el motivo central del murmullo del agua se mezcla connotas modernistas: el canto de un ruiseñor, una ráfaga de viento, las notas de un violín, laluna… El segundo, lejos del jardín doliente y suave del anterior, presenta un paisaje abrupto ytonificante en torno a las fuentes del Guadalquivir en el que resalta la figura de una mariposa.El ritmo es alegre y la imaginación juega con el contraste entre la ligereza de la mariposa y elmarco solitario y salvaje. Los dos últimos versos, en el saludo que dirigen a Juan RamónJiménez, subrayan una actitud común de los dos poetas: el amor hacia los seres de lanaturaleza. Conocida es la admiración que Machado sentía ante la figura y la obra de RubénDarío. Ya hemos mencionado también que les unió cierta amistad, y que fue el poetanicaragüense quien le ayudó económicamente cuando hubo de regresar junto a su esposa aEspaña por la repentina enfermedad de ésta. Dos son también los poemas dedicados a él. Elprimero, Al maestro Rubén Darío [CXLII], data de 1904 y supone el saludo y bienvenida deMachado al nuevo estilo que representa Rubén Darío.

El segundo, A la muerte de Rubén Darío [CXLIX], fechado en 1916, es un romanceheroico en alejandrinos (estrofa muy del gusto modernista y del propio Rubén Darío). En él,Machado vuelve al mejor estilo modernista de raigambre parnasiana, que el propio Machadohabía ido abandonando progresivamente: 1.4.4. HACIA UN NUEVO ROMANCERO: La tierra de Alvargonzález

En septiembre de 1910, Antonio Machado, junto con unos amigos, realiza una excursióna las fuentes del Duero. Llegaron a la cima del Urbión, de donde descendieron hasta la LagunaNegra y, por el valle del Revinuesa, hasta Vinuesa. Según el relato del poeta, las tierras malditas de Alvargonzález le son presentadas porun campesino, con estas palabras: “Por aquel sendero —me dijo el campesino, señalando a ladiestra—, se va a las tierras de Alvargonzález; campos malditos hoy; los mejores, antaño, deesta comarca”.

Machado hizo una primera versión en prosa del relato, que se publicó en enero de1912. El romance vería la luz tres meses más tarde en la revista “La Lectura”. El poema cuentauna historia elemental y brutal de un crimen por herencia. Los hijos mayores de Alvargonzález—“dueño de mediana hacienda, / que en otras partes se dice /bienestar y aquí opulencia”—deciden matar al padre para heredar. Pero las tierras, malditas, no dan los frutos esperados. Elhijo menor, que había colgado la sotana y marchado a América, vuelve como “indianoopulento”. Comprará los campos malditos, que en sus manos volverán a ser fértiles. La figurafantasmal del padre asesinado aparece por las noches para cuidar las tierras. Por último, losdos asesinos, perseguidos por su destino y por su conciencia de culpabilidad (simbolizada porlos lobos, que parecen acosarlos durante una noche terrible), van a caer y morir en la LagunaNegra, adonde habían arrojado el cuerpo del padre.En 1917, declaraba Antonio Machado:

Y pensé que la misión de los poetas era inventar nuevas historias de lo eterno humano, historiasanimadas que, siendo suyas, viviesen no obstante por sí mismas. Me pareció el romance la supremaexpresión de la poesía y quise escribir un nuevo Romancero. A este propósito responde La tierra deAlvargonzález. Muy lejos estaba yo de pretender resucitar el género en su sentido tradicional. Laconfección de nuevos romances viejos —caballerescos o moriscos— no fue nunca de mi agrado, y todasimulación de arcaísmo me parece ridícula. Cierto que yo aprendí a leer en el Romancero general quecompiló mi buen tío don Agustín Durán; pero mis romances no emanan de las heroicas gestas, sino del

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO2

Page 23: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

pueblo que las compuso y de la tierra donde se cantaron; mis romances miran a lo elemental humano, alcampo de Castilla y al libro primero de Moisés, llamado Génesis.[26]

La referencia al Génesis se debe, sin duda, al asesinato de Abel por parte de suhermano Caín y la consiguiente maldición que recae sobre éste. El tema del cainismo, comohemos visto, lo trata repetidamente Antonio Machado. En la primera parte del romance leemosya: Mucha sangre de Caín

tiene la gente labriega,y en el hogar campesinoarmó la envidia pelea. La tierra de Alvargonzález [CXIV, vv. 25-28]

El tema se desarrolla en un largo romance de 712 versos, dividido en 51 romancescortos que se estructuran en diez partes. A su vez, podríamos distribuir estas diez partes encuatro momentos narrativos, de forma que la estructura del poema quedaría representada de lasiguiente forma:

I [vv. 1-164] Sin título [vv. 1-60]“El sueño” [vv. 60-104]“Aquella tarde” [vv. 105-164]

EL CRIMEN

II [vv. 165-330]“Otros días” [vv. 165-280] “Castigo” [vv. 281-330]

EL CASTIGO

III [vv. 331-448] “El viajero [vv. 331-406]“El indiano” [vv. 407-448]

REGRESO YPROSPERIDADDE MIGUEL

IV [vv. 449-712]“La casa”[vv. 449-576]“La tierra”[vv. 577-622]“Los asesinos”[vv. 623-712]

CASTIGO DE LOSASESINOS

El romance es esencialmente narrativo, pero contiene también descripciones en las quepredomina claramente el lirismo. El narrador no participa en lo relatado; pero está siemprepresente, incluso interrumpiendo lo narrado para expresar su emoción:

¡Oh tierras de Alvargonzález,en el corazón de España,tierras pobres, tierras tristes,tan tristes que tienen alma! La tierra… [CXIV, vv. 563-566]

Pero, sobre todo, el lirismo está presente en la tonalidad de todo el poema,especialmente a través de la reiterada intervención de la copla que anónimamente canta elpueblo: de nuevo, el pueblo condensa la historia, borrando de la copla lo anecdótico,para expresar el sentimiento esencial y universal que subyace en los hechos narrados:Por lo demás, también los elementos del relato son líricos en sí mismos: la Naturaleza, lamuerte, el destino, lo sobrenatural, el misterio…

La sugestión del tiempo que fluye indefinidamente se manifiesta mediante el uso delpresente habitual en alternancia con los pretéritos, propios de la narración: todo esto da a lahistoria un aspecto de realidad viva que se adueña de la imaginación del lector. Así, a través dela expresión del devenir temporal, el poeta ha querido expresar también lo intemporal, loeterno, lo “elemental humano”. De esta forma, el poema expresa, más que lo “anecdótico” dela historia de un crimen familiar, el alma de las tierras y de los hombres castellanos, cuyosvalores —vicios y virtudes— escapan al tiempo y al espacio concretos.

Los temas son también universales: la envidia, la codicia. la maldición divina, lo mágicoy lo maravilloso (los sueños premonitorios de Alvargonzález, la aparición de su fantasmadejando la huerta “como un milagro” para el hijo bueno, el canto del agua, la presencia de loslobos, el fuego como bien sagrado representativo de los valores del hogar…).

1.4.5. Proverbios y cantares [CXXXVI] y Parábolas [CXXXVII]

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO2

Page 24: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

Campos de Castilla es, entre otras muchas cosas, el diario de una vida. Es también,en otro sentido, el diario de unas reflexiones.

La sección titulada Proverbios y cantares[CXXXVI] expone, como anotadas día a día, demanera deslavazada, a merced de la inspiración o del humor del momento, una idea, unaobservación, alguna reflexión que adopta espontáneamente la forma de un aforismo en verso.Estos breves poemas son preciosos para penetrar en la personalidad de Antonio Machado.Algunos se refieren al arte poética; otros expresan una especie de sabiduría, de pensamientognómico, de fábula alegórica, que debe ser interpretada; otros, una reflexión metafísica; otros,en fin, parecen el eco de algún diálogo íntimo —unas veces ligero; otras, grave— reanudado einterrumpido sin cesar en la abrumadora soledad de su vida:

No extrañéis, dulces amigos, que esté mi frente arrugada: yo vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas. [CXXXVI-XXIII]

Son, en total, cincuenta y tres composiciones, de las cuales ya se habían publicado enla primera edición del libro (1912) los poemas I-XXVI, LI y LII.

Desde la primera estrofa, el lector halla de nuevo la imagen familiar del poeta soñadorque predominaba en Soledades...:

Nunca perseguí la gloriani dejar en la memoriade los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles

como pompas de jabón.Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volarhacia el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse. [CXXXVI-I]

Otra vez, la humildad y la bonhomía como declaración de principios, comoobservábamos, por ejemplo, en el primer poema del libro (Retrato [XCVII]). Hallamos tambiénun rasgo característico de la personalidad poética de Antonio Machado: el sentido y el gusto porla sentencia, la frase lacónica, pero cargada de experiencia, que recuerda la lírica popularandaluza:

Es el mejor de los buenos quien sabe que en esta vida todo es cuestión de medida: un poco más, algo menos [CXXXVI-XIII]

¿Dices que nada se crea? Alfarero a tus cacharros. Haz tu copa y no te importe si no puedes hacer barro. [CXXXVI-XXXVIII]

Uno de los temas en que insiste Machado en estos breves poemas es el de Dios, nocomo realidad afirmada, sino como necesidad de la imaginación del hombre, del deseo de quelo imaginado sea realidad: [CXXXVI-XXI] [CXXXVI-XXVIII]

La conciencia que está despierta a la razón es la certeza de la muerte, del mar. Laconciencia, no dormida, sino soñadora desea a Dios, la eternidad. Es por esto que la vida, vistacomo un camino que se recorre, es representada por el caminar sobre el mar: el vivir porencima de, más allá de la muerte: “Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar.”[CXXXVI-XXIX]” Estelas que, como los momentos de la existencia, se borran, se pierden en lanada del pasado, de lo muerto, del mar. Este “cantar” parece poetizar unas palabras del filósofofrancés Henri Bergson, al que en principio siguió Antonio Machado, y uno de cuyos cursossiguió en París durante su estancia en la capital francesa junto con su mujer en 1911. la vidacomo camino estaba ya en la tradición literaria europea y española. La idea de Bergson queparece tomar Antonio Machado es la que hemos señalado arriba en negrita, equivalente al “sehace camino al andar” del poeta. La metáfora genuinamente machadiana y más definidora desu concepto del tiempo está en los dos últimos versos (“…no hay camino, / sino estelas en lamar.”): el fluir vital es la estela del barco, que no está hecha, sino que se forma en el mismoinstante de su paso y que se borra, desaparece, también en ese mismo instante: la vida se vacreando sobre el inmenso mar de la muerte y muere continuamente en ella misma.

Estas preocupaciones vitales hallan también su expresión filosófica en otrascomposiciones; [CXXXVI-XXXIX]

La filosofía, pues, “desplumada” por Kant con su sistematismo, habría caído a finalesdel siglo XIX en el positivismo, o aún en pragmatismo (lo que Machado llamaríadespectivamente “filosofía de mercaderes”). Pero ahora —cree Machado— va a remontar elvuelo para volver a pensar en lo esencial.

Para “conocer”, el hombre ha de luchar con “dos modos de conciencia”: el pensamientológico y el pensamiento intuitivo: [CXXXVI-XXXV]

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO2

Page 25: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

En este poema, el pensar lógico destruye a los seres vivientes al sacarlos del fluir vital.El entendimiento produce conceptos que el hombre puede razonar. Pero esos conceptos notienen vida. El pensamiento poético no aporta ningún concepto para el análisis, pero es el únicomodo de pensar que puede sentir las cosas en su vitalidad existencial.

Ahora bien, la inteligencia, aunque no sirve para captar la vida y la realidad en sutotalidad, sí sirve para “colocarnos fuera de lo real, para crearnos un mundo aparencial, ficticio,y en el cual no sabemos cómo podríamos vivir”. La inteligencia, además, no puede sersustituida por ningún otro instrumento. Y su escepticismo, cada vez más hondo, es lo que lepermite justamente preparar las condiciones previas a una auténtica creencia, no basada enideas, sino en el simple reconocimiento de que existe el prójimo (lo que él llamó “la otredad delser”) y que hay que amarle, no como imagen y reflejo de mi “yo”, sino en su propia otredad.[CXXXVI-XXXVII]

En su siguiente libro de poemas (Nuevas canciones; primera edición, 1924) incluye otralarga serie de Proverbios y cantares en los que el tema de la otredad se encuentra másdesarrollado.[37]También hay en esta serie lugar para la crítica concreta de actitudes humanas:• la ignorancia: [CXXXVI-V]• la hipocresía: [CXXXVI-L]• la envidia: [CXXXVI-VI]• la vanidad: [CXXXVI-X]• el tema de España: [CXXXVI-XIX] [CXXXVI-VIII]

Aparte ya de la serie Proverbios y cantares, aunque muy relacionados con algunos delos poemas de ésta, los poemas agrupados bajo el título Parábolas [CXXXVII] adquieren un tonometafísico. Ante todo, la lucha, de nuevo, entre la razón y el corazón, en busca de la verdad[CXXXVII-I] y la búsqueda de Dios: [CXXXVII-VI]:

El Dios que todos llevamos,el Dios que todos hacemos,el Dios que todos buscamosy que nunca encontraremos.Tres dioses o tres personas

del solo Dios verdadero.

Un sentimiento de desamparo se mezcla con esta aspiración del alma a Dios, que si noexiste, sí puede ser “creado” por el hombre: PROFESIÓN DE FE[CXXXVII-V]

JOSÉ ANTONIO SERRANO SEGURA ANTONIO MACHADO2

Page 26: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

1.5. NUEVAS CANCIONES (1917-1930). EL TEATRO. LA PROSA.

1.5.1. LA VIDA EN SEGOVIA1.5.2. UN NUEVO AMOR: Guiomar1.5.3. NUEVAS CANCIONES (1917-1930)

1.5.3.1. Presentación general de la obra1.5.3.2. El tema autobiográfico1.5.3.3. Los espejos del sueño1.5.3.4. El paisaje andaluz1.5.3.5. El paisaje castellano1.5.3.6. Nuevos elogios1.5.3.7. Nuevos Proverbios y cantares [CLXI] y otros poemas “menores”1.5.3.8. Canciones a Guiomar [CLXXIII] y Otras Canciones a Guiomar [CLXXIV]

1.5.4. EL TEATRO DE LOS HERMANOS MACHADO1.5.5. PROSA MACHADIANA DE ESTOS AÑOS:

Los complementarios, De un cancionero apócrifo (Abel Martín)[CLXVII] y Cancionero Apócrifo (primer Juan de Mairena) [CLXVIII]

1.5. NUEVAS CANCIONES (1917-1930). EL TEATRO. LA PROSA.

1.5.1. LA VIDA EN SEGOVIA

En el otoño de 1919, Antonio Machado se traslada a Segovia, a donde ha sidodestinado como catedrático (había obtenido la licenciatura en Filosofía y Letras por laUniversidad Central en 1918). A los pocos días de su llegada, ya aparece en un periódico local,“El Adelantado”, un poema suyo, iniciando así una fructífera colaboración con la prensasegoviana y madrileña. Su fama como poeta era ya grande y fue muy bien acogido en laciudad, desde donde, por otra parte, podía trasladarse frecuentemente a Madrid.Efectivamente, en la capital de España pasa todos los fines de semana y los periodos devacación; en el domicilio de su hermano José, con la familia de éste y su madre (que, hemosdicho, había vivido con Antonio durante su estancia en Baeza) tendrá el hogar familiar que lefalta en Segovia.

La ciudad monumental es para él encantadora y, sin embargo, de ella no nos dice casinada en sus escritos: alguna huella imprecisa en algún verso, breves evocaciones… Vive en unahabitación de una modesta pensión en la calle de los Desamparados (tan modesta que así sellamaban también a sí mismos los que vivían en ella

Don Antonio se sintió inmediatamente atraído por el florecimiento cultural de aquellaciudad; ambiente intelectual tan distinto al que había tenido en sus años en Baeza. Asiste atertulias de jóvenes intelectuales de izquierda (“zurdos” en la terminología de la época); a laUniversidad Popular Segoviana, que acababa de instituirse; a exposiciones y congresos.

Aparte de esto, su vida (como suele ser la de los ricos en mundo interior) era, sinembargo, monótona: clases, tertulias, lecturas y trabajo en verso o en prosa, antes y despuésde cenar. Como dijimos, durante estos años colabora en la prensa segoviana y madrileña, connumerosos artículos de tema literario, pero también social y político. Recordemos que estamosen los años inmediatamente posteriores al final de la Primera Guerra Mundial y de la RevoluciónRusa. En España, bajo los gobiernos de Maura, de García Prieto y de Romanones, estallandisturbios en Andalucía y en Barcelona. En 1920 se funda el Partido Comunista. La violenciasocial aumenta considerablemente durante el gobierno de Eduardo Dato, que es asesinado en1921, año del desastre de Annual, que sacude profundamente a la opinión pública.

El golpe de estado del general Primo de Rivera en 1923 instaura un régimen dictatorial,que durará hasta 1930. Unamuno es desterrado a Fuerteventura en 1924. Las huelgas deAsturias, la agitación universitaria, los intentos de rebelión contra el régimen militar ymonárquico y las continuas crisis financieras marcan esta época de conflictos entre lospartidarios del “Orden” y la “Tradición y los partidarios del progreso, la república y los valoresdemocráticos, a los que Antonio Machado se adhirió siempre.

Page 27: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

En 1927, es elegido miembro de la Real Academia Española. La reacción del poeta anteesta distinción es muy significativa de su proverbial falta de vanidad. En respuesta a una cartade Unamuno en que éste le felicitaba por elección escribe Machado: Le agradezco su felicitaciónpor mi nombramiento de académico. Es un honor al cual no aspiré nunca; casi me atreveré a decir queaspiré a no tenerlo nunca. Pero Dios da pañuelo al que no tiene narices.

En efecto, aunque llegó a redactar un extenso borrador de su discurso de ingreso en1931, nunca llegó a ocupar el sillón.

En febrero de 1931, se adhirió a la Agrupación al Servicio de la República, dirigida porJosé Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala. Al producirse la crisis delgobierno Berenguer, el día 14 febrero de ese año, Machado preside en el Teatro Juan Bravo deSegovia un mitin político en el que intervinieron los tres citados.Machado participó también (y con los ojos húmedos, según testigos) en las ceremonias de laproclamación de la segunda República Española, el 14 de abril de 1931, en Segovia. Así lorecordaba él mismo en la revista “Hora de España” en 1937:¡Aquellas horas, Dios mío, tejidas todasellas con el más puro lino de la esperanza, cuando unos pocos viejos republicanos izamos la banderatricolor en el Ayuntamiento de Segovia!…Recordemos, acerquemos otra vez aquellas horas a nuestrocorazón. Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros, la primavera traía anuestra República de la mano!

1.5.2. UN NUEVO AMOR: Guiomar

Fue en 1928, probablemente —la fecha es aproximada, dada la suma discreción que losprotagonistas mantuvieron durante sus relaciones—, cuando Antonio Machado conoció enSegovia a quien en sus poemas llamaría Guiomar, nombre de hondas resonancias en nuestralírica y romancero medievales, nombre también de la esposa de Jorge Manrique, poetapreferido de Machado.

Los poemas a Guiomar, publicados en 1929 y 1936, con la definitiva separación forzadapor la guerra, bastan para darse cuenta de la intensidad de la pasión que entonces sintió elpoeta y de cuán profunda fue la renovación de personalidad.Guiomar era Pilar Valderrama, poeta que había publicado dos libros cuando la conoció AntonioMachado en Segovia, donde ella, que tenía su residencia en Madrid, pasaba largas temporadaspor consejo médico —y no sabemos si por discrepancias familiares, como algunos han sugerido—. Era mujer casada y madre de tres hijos, además de pertenecer a una familia de hondasconvicciones tradicionales, que ella compartía. Todo esto explica la extrema reserva del poeta.Los encuentros entre ambos se hacían secretamente. La mayor parte de las veces en Madrid,en un café al que él llama “nuestro rincón”. Otras, cuando ella pasaba alguna temporada enSegovia, también en secreto. Todo esto explica, no sólo la discreción, sino también la intensaidealización con que Machado alude a ella, a la que llamó siempre su “diosa”.

De hecho la identificación de Guiomar con Pilar Valderrama no llegó a establecersehasta 1950, con la publicación por Concha Espina de algunas de las cartas de amor de AntonioMachado a Pilar Valderrama, en las que la nombra con su apelativo poético. El tono de lascartas, publicadas fragmentariamente, es intenso, llegando, aunque en pocas ocasiones, a unaexaltación sentimental inhabitual en Machado.

Sea como fuere, el amor había llegado de nuevo al poeta… pero para dejarlo otra vezsolo. Esta vez es la guerra: Guiomar partirá con su familia a Estoril en 1935 y el estallido de laguerra en julio de 1936 le impedirá volver a Madrid. Antonio Machado le escribirá poemasdesde la capital de España y, más tarde, al ser evacuado, desde Valencia. Desde allí, desde laorilla del Mediterráneo, le escribe este soneto a la amada, que se encuentra a orillas delAtlántico, en Lisboa: De mar a mar entre los dos la guerra

El recuerdo de Guiomar lo acompañó hasta su muerte. Cuando la conoció, el recuerdode Leonor, amada también con gran pasión, no fue, sin embargo, traicionado: “A ti y nadie másque a ti, en todos los sentidos —¡todos!– del amor, puedo yo querer. El secreto es sencillamente que yono he tenido más amor que éste. Ya hace tiempo que lo he visto claro. Mis otros amores sólo han sidosueños, a través de los cuales vislumbraba yo la mujer real, la diosa. Cuando ésta llegó, todo lo demás seha borrado. Solamente el recuerdo de mi mujer queda en mí, porque la muerte y la piedad lo hanconsagrado...”1.5.3. NUEVAS CANCIONES (1917-1930)

1.5.3.1. Presentación general de la obra

Nuevas canciones, en su primera edición, se publicó en Madrid en 1924. Dos fechasseguían al título:1917-1920; fechas que en sucesivas ediciones fueron distanciándose hasta

Page 28: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

llegar a 1917-1930. El libro recoge, en efecto, composiciones escritas en fechas muy diversas;incluso, algún poema de la sección De mi cartera data de 1902, y otros pocos habían aparecidoen la revista “La Lectura” de Madrid en 1903. La segunda edición (1928) suprime cuatro de losProverbios y cantares aparecidos en la primera y añade cinco Sonetos, además de cuatropoemas que componen la pequeña serie Viejas canciones. La edición de 1933 no varía respectoa la anterior. Por fin, en la de 1936 sólo añade un poema (la dedicada A Julio Castro). Otrospoemas, no incluidos en estas ediciones, aparecieron en periódicos y revistas, o fueron escritosen sus obras en prosa —publicadas o no en vida de su autor—.

Las continuas intermitencias en el proceso creador son una constante en toda la obrade Antonio Machado, pero en este libro se acentúan aún más. El aspecto heterogéneo de lacomposición del libro refleja también la falta de unidad en la inspiración y la desigual calidad delos poemas. La brevedad misma de muchos de ellos revela esa dificultad de la capacidadcreadora. Sin embargo, otros muchos alcanzan una calidad poética difícil de superar.

Este libro, en su primera edición (1924), desconcertó a los lectores de AntonioMachado. La crítica reaccionó de manera diversa, a diferencia del aplauso general de sus obrasanteriores. Unos subrayaron la novedad del tono conciso y sentencioso; otros, criticaron la faltade musicalidad de algunos versos; otros, apreciaron el lirismo puro y la lógica que domina estos“versos brillantes y difíciles”. El crítico Enrique Díez-Canedo, tras reconocer la decepción deciertos lectores, se esfuerza por recalcar una nueva característica machadiana: “la faceta oriental,simplificándose, vuelta más tenue, más descargada de materia” Es verdad que algunos de estos poemasrecuerdan el haiku japonés[, pero esta interpretación no puede aplicarse sino a pocos poemas dellibro. Por otra parte, la Sociedad Internacional de Intelectuales concedió en París un premio aMachado por su nuevo libro.

1.5.3.2. El tema autobiográfico

El libro contiene, por supuesto, la continuación del “diario íntimo” cuyas primeraspáginas llevaban el título Soledades y que Machado no cesó de escribir hasta el fin de su vida.Recuerdos obsesivos de un pasado reciente y doloroso vuelven y se purifican en estrofaslacónicas, cargadas de pasión (Canciones de Tierras Altas). Anotaciones, casi siempre rápidas,otras veces detalladas, del escenario de la vida cotidiana (Viejas canciones).

La figura del poeta, sombra solitaria entre las paredes de la habitación(La luna, lasombra y el bufón). La desesperanza es la que da el tono dominante en las amargas páginas deeste diario íntimo (Apuntes)

Contra la desesperanza, el regreso a la niñez. Un hermoso soneto [CLXV] evoca alpadre en el marco habitual d su despacho en la casa familiar de Sevilla. Cuando la vida y lamuerte han pasado, las miradas del niño y del padre se unen, fuera del tiempo.

Estas confesiones íntimas toman, en el siguiente soneto, [CLXV-I]forma de meditación,de serena amargura. Imágenes del viaje interior al que parece condenado (“encrucijada”,“caminos”, “andén ruidoso de viajeros”, “jornada”, “senderos”, “el mar”, “cien veleros”); eimágenes que simbolizan en Machado el acto creador (“enjambre”, “colmena”, “faena”,“néctares del campo”). Así, una doble tonalidad de búsqueda delirante y de paz recobradacaracteriza a esta composición.

Pero la soledad es un tormento. Quien no conoce sus “ojos de diamante”, no puedesaber qué agudo dolor produce su compañía: (CLXV-LOS SUEÑOS DIALOGADOS–IV]. El sonetoes bellísimo. La intuición de que la soledad, fiel compañera, es fuente de inspiración, decreación poética, podría extrapolarse a toda la lírica de Machado. Se repite la misma preguntaque en sus poemas de juventud: ¿con quién hablo? Esta interrogación no es meramenteretórica. Es la pregunta esencialmente vital (de nuevo los dos términos “contradictorios”).Otra de las obsesiones machadianas se manifiesta en el siguiente soneto: la turbiedad eimpureza de la vida, expresadas con imágenes simbólicas de un paisaje en el que no puedenfaltar los símbolos referentes al paso del tiempo (“ancho río”, “agua de fuente”, “penacho detorrente”) y de la muerte (“la mar ignota”). El tono del poema es de confesión por haberempañado la memoria de Leonor —no se explicita en qué haya consistido esa “traición”—. Perola experiencia ha demostrado que, si bien la vida contiene aguas turbias, también es agua clarade fuente, y la memoria,recuerdo de Leonor, es esa misma agua transparente que suena en elcorazón de su amante (Sonetos [CLXV-III])

1.5.3.3. Los espejos del sueño

Page 29: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

El símbolo de los espejos del sueño, que había surgido en Soledades. vuelve a apareceren algunas composiciones de este libro, unido —naturalmente— a los temas del tiempo y delrecuerdo: [CLXIV-ESTO SOÑÉ]

El soneto es más interesante por las intuiciones que contiene sobre la personalidad desu autor que por sus cualidades poéticas: el hombre es fruto de la experiencia, del tiempo —la“suma del camino”—, como también lo es el poema. Pero la angustia del tiempo, exacerbadapor el presentimiento de la muerte, es la que inspira las imágenes de los tercetos, que intentan,en vano, dilucidar la eterna cuestión: ¿sueño o realidad? ¿tiempo o eternidad?.

El lirismo íntimo de Antonio Machado reaparece en los cuatro sonetos agrupados bajoel título “Los sueños dialogados” El primero de los sonetos es un diálogo soñado entre él yLeonor, en el que se esboza de nuevo el paisaje soriano. La intensidad lírica del soneto haceolvidar que este poema sobre la presencia y la ausencia es también un poema de soledad;soledad que la ilusión del arte y la memoria ha podido hacer olvidar.

El recuerdo vivido por el poeta trae al nuestro otros poemas anteriores en los que elpaisaje soriano se cargaba de las mismas connotaciones y adjetivos.

1.5.3.4. El paisaje andaluz

El libro se inicia con un largo poema titulado “Olivo del camino”, una descripción delpaisaje andaluz que se puebla de visiones mitológicas. Tras esta apertura, menos lograda queotras composiciones, hallamos en la primera edición del libro (1924) dos grupos decomposiciones breves: Apuntes [CLIV] y Hacia tierra baja [CLV].

El primer grupo nos ofrece una visión rápida y estilizada del campo que rodea a Baeza—montes de Cazorla y Sierra Morena, la carretera hacia Úbeda—, de Córdoba y delGuadalquivir; todo contenido en breves versos elípticos y elegantes, descritos con delicadeza enritmo de coplas, de soleares y de romancillo. Predomina el tono tierno y casi humorístico, peroal final está presente de nuevo la figura de Leonor, que todavía le atormenta.

Las composiciones agrupadas bajo el título Hacia tierra baja [CLV] tienen su inspiraciónen una Andalucía más convencional, pero renovada por el humor: la Andalucía del tópicoromántico a lo Mérimée tan pronto es negada com cantada irónicamente. La serie Viejascanciones [CLXVI], que cierra el libro, se publicó en la revista “Alfar” entre 1925 1926, y no seincorporó, por tanto, al libro hasta la edición de 1928. Tiene forma de canción —dos coplas ydos soleare— y, con tono ligero pero no exento de emoción, describe la belleza de un paisajesencillo, en el que los tipos folklóricos tienen también cabida.

En los breves poemas de estas series, la visión de Andalucía queda resumida enalgunos detalles: la luna, una pared blanca, olivos, cortijos y caseríos dispersos por las sierras,un pico nevado, el sol, una reja, la figura de un hombre a caballo, de unos bandoleros… Setrata de captar algo así como la “quintaesencia” —por no emplear la palabra “tópico”— de unaregión, más que su alma.

1.5.3.5. El paisaje castellano

Bajo el título Canciones de las tierras altas [CLVIII], se agrupan diez pequeñospoemas que son imágenes en el recuerdo de Soria desde su “exilio” en Baeza; en las estrofas Vy VI los paisajes castellano —en el recuerdo— y andaluz —en el presente— se han fundido enun solo momento psicológico, siendo el primero el que se superpone y borra al segundo. Esdecir, el recuerdo es más real que el presente vivido. En las estrofas VII y VIII, el recuerdo secentra en Leonor, como otras tantas veces, en el último verso (“su tierra” y “el alto Espino”,respectivamente).

El siguiente soneto está inspirado por esa querencia dolorosa hacia Soria. El poemaestá escrito en Sevilla y desde Sevilla. El terceto final es bien conocido: su corazón está dondeha nacido al amor, no donde ha nacido a la vida: (¿Por qué, decidme, hacia los altos llanos..)[CLXIV-LOS SUEÑOS DIALOGADOS-II-]

1.5.3.6. Nuevos elogios

Al igual que en Campos de Castilla, encontramos una serie de composiciones en elogiode algunos de sus contemporáneos: los escritores Pío Baroja, Azorín, Ramón Pérez de Ayala,Francisco de Grandmontagne, Ramón del Valle-Inclán, Eugenio D’Ors, “A los jóvenes poetasque me honraron con su visita en Segovia”, al escultor Emiliano Barral,las Bodas de FranciscoRomero y a Francisco de Icaza.

Page 30: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

El poema dedicado a este último nos parece el más interesante, por la esencialidadconseguida en brevísimos versos y porque parecen una declaración de principios literarios yhumanos que podrían aplicarse a su autor.

1.5.3.7. Nuevos Proverbios y cantares [CLXI] y otros poemas “menores”

Continúa la serie Proverbios y cantares iniciada en Campos de Castilla [CXXXVI]. Siguesiendo válido lo que decíamos entonces: se trata de anotaciones breves en verso en que elpoeta ha ido expresando ideas, reflexiones… de forma escueta y sentenciosa. Algunos serefieren al arte poética, otros expresan un aforismo, de pensamiento gnómico… Observemosque en esta nueva serie se ha producido también una mayor reducción lingüística: los textosson aún más breves, pero no han perdido su hondura conceptual.

El tiempo es de nuevo uno de los temas presentes. Naturalmente, el tiempo vivido,personal que, como en esta composición puede apoyarse en un símbolo como el agua(Proverbios y cantares [CLXI-XI] ). La más breve de estas composiciones es quizá la máscélebre: Hoy es siempre todavía. [Proverbios y cantares [CLXI-VIII]

Al comentar la serie correspondiente a Campos de Castilla, nos referíamos al conceptodel la otredad del ser, es decir, al reconocimiento del prójimo como alguien con su propiaesencia, al que hay que reconocer en sí mismo y no como reflejo del yo [Proverbios ycantares, CXLI-I, CXLI-XV , CXLI-XXXVI, CXLI-XLI, CLXI-XLIII, CXLI-LXVI]

¿Tu verdad? No, la Verdad,y ven conmigo a buscarla.La tuya, guárdatela. [Proverbios y cantares, CXLI-LXXXV]

El problema del conocimiento también aparece esbozado en este grupo de poemas.Ante todo, como en el poema anterior, que enlaza con este tema, expresa su propioescepticismo[CXLI-XVII]. Y con ironía( Los complementarios [XXXIV]Por esto, la voz del poeta ha de ser la propia autenticidad, sin artificios ni “adornos”, e ir a loesencial: [CLXI-XXVIII] [CLXI-XXIX] [CLXI-LXVII]

En la serie De mi cartera (1924) encontramos estas composiciones en las que mejor seexpresa su concepción del tiempo en relación con la poesía: (I - VII [CLXIV-DE MI CARTERA].Antonio Machado ha expresado aquí toda una gramática textual. La expresión del tiempo —elverbo— es la categoría fundamental; lo que está fuera del tiempo —el nombre— es accidentede aquél que requiere de su presencia para que pueda ser sentido “vivo”.

En Los complementarios intuye cómo en la lírica del romance, el uso del pretéritoimperfecto en lugar del indefinido hace lector transportarse a lo relatado y “vivirlo”

1.5.3.8. Canciones a Guiomar [CLXXIII] y Otras canciones a Guiomar [CLXXIV]

Bajo el título Canciones a Guiomar se recogen tres poemas que, aunque figuran fueradel libro que estamos comentando no cabe duda de que pertenecen al mismo ciclo poético delautor. Se publicaron por primera vez, aunque parcialmente —canciones II y III— en 1929 en“Revista de Occidente”, y se incorporaron íntegras a la edición de Poesías completas d 1933. Yaantes había publicado algunos sonetos, atribuyéndolos a su apócrifo Abel Martín, en De uncancionero apócrifo [CLXVII], editado en 1926. Los versos están inspirados sin duda algunapor Guiomar, pero la manifestación del amor está muy velada: la mujer amada aparece deforma fugaz, sus rasgos físicos apenas si se esbozan.

Las Canciones a Guiomar ocupan un lugar aparte por la emoción de alegría plena einquietante, por la novedad de sus imágenes, por el insólito brillo de un poeta normalmentemás contenido ante las efusiones del sentimiento.

La canción I evoca un aire de ensoñación, un sentimiento difuso de irrealidad e ilusiónque se expresa mediante alguna de las imágenes preferidas de Machado: el limón —que traerecuerdos de infancia a la vez que es visto como el resultado (fruto) de un proceso temporal—,la tarde, el agua, los espejos… todo se funde en una imagen impresionista que gira alrededordel tiempo (Canciones a Guiomar [CLXXIII-I])

La canción II, tras una descripción del jardín soñado, presenta al amor como fuerzaque personifica y da sentido a la Naturaleza, a la manera neoplatónica. El conocimiento es elfruto del amor: los ojos del ave de Minerva, diosa de la Inteligencia, se agrandan también paramás luz, como el espíritu del poeta (Canciones a Guiomar [CLXXIII-II]. El poema, en suconjunto, mezcla los tonos evocadores y nostálgicos con los sentimientos de exaltaciónamorosa. Esto versos suponen, además, un “rejuvenecimiento”: imágenes nuevas, colores másclaros, un tono de ardiente alegría, de descubrimiento casi adolescente del amor. Pero es el

Page 31: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

poema de un hombre en el declinar de su vida, que se muestra también grave y melancólico.Exaltación y gravedad, alegría y melancolía se mezclan en estos poemas sorprendentes en sutrayectoria.

Otro grupo de poemas, publicados por vez primera en la edición de Poesías completasde 1936, Otras canciones a Guiomar llevan el subtítulo “A la manera de Abel Martín y Juan deMairena”. El tono es mucho más angustiado y sombrío. Cantan la ausencia de la amada: estánescritos después de la partida de Guiomar con su familia hacia Estoril, a finales de 1935, yantes del alejamiento causado por el inicio de la guerra civil. Ya vimos que el poeta presentíaesta separación como definitiva. Se trata, en conjunto, de variaciones sobre el tema del olvido.Toda la teoría machadiana del olvido, tan profunda desde un punto de vista psicológico, parecealzarse aquí desde la angustia de lo efímero, de lo transitorio y perecedero en la experienciaamorosa.

La ironía amarga del siguiente fragmento se explica mejor si sentimos hasta qué puntotambién se intenta disipar la angustia dolorosa mediante el humor absurdo:

Y te enviaré mi canción:“Se canta lo que se pierde”,con un papagayo verdeque la diga en tu balcón. Otras canciones a Guiomar [CLXXIV-VI]

Esta estrofa, con una ligerísima variante, serán las últimas palabras que AntonioMachado trasladó a un papel antes de su muerte.

1.5.4. EL TEATRO DE LOS HERMANOS MACHADODurante los años de Segovia y más tarde, tras su traslado a Madrid en 1931, escribe en

colaboración con su hermano Manuel varias obras dramáticas. Manuel, primer firmante enlibros y carteles, debía de ser el principal responsable d la “carpintería” y la estructuradramática; pero en cuanto a los núcleos argumentales y al tono expresivo, es difícil diferenciarel trabajo de ambos hermanos, tan afines en sentir y estilo, y tan entrañablemente unidoshasta que la guerra civil los separó definitivamente. Si cabe adscribir a Antonio algunos pasajeso ideas es, simplemente, porque tienen versión paralela (a veces, idéntica) en sus poesías o enlas prosas de Juan de Mairena.

No vamos a detenernos en el análisis de esta producción teatral, que aporta poco o casinada al conocimiento de la ob poética del escritor. Mencionaremos solamente sus títulos y añode aparición: Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel (1926), Juan de Mañara (1927),Las adelfas (1928), La Lola se va a los puertos (1929), La prima Fernanda (1931) y Laduquesa de Benamejí (1932); todas ellas estrenadas en el mismo año de su datación, enteatros de Madrid y por compañías de prestigio. Otra obra, El hombre que murió en la guerra,parte de una idea argumental de Antonio Machado y en ella se reflejan numerosos textos de supersonaje apócrifo Juan de Mairena; sin embargo, no fue concluida hasta 1935 y su estreno,muerto ya Antonio, corrió a cargo de Manuel en 1941.

La producción dramática de los hermanos Machado ha quedado bastante olvidada,quizá por el primer plano que la obra poética ha ocupado en ambos. Sin embargo, deberíaocupar, según la crítica, un legítimo puesto de honor, a caballo entre el teatro realista deJacinto Benavente y el teatro poético de Federico García Lorca.

1.5.5. PROSA MACHADIANA DE ESTOS AÑOS: Los complementarios, De uncancionero apócrifo (Abel Martín) [CLXVII] y Cancionero Apócrifo (primer Juan deMairena) [CLXVIII]

Durante los años de vida en Segovia, sigue escribiendo sus reflexiones literarias yfilosóficas en el cuaderno Los complementarios, que había iniciado en Baeza. De esta obra, queno se vería publicada hasta 1957, son las siguiente reflexiones sobre la poesía:

No decimos gran cosa, ni decimos siquiera suficiente, cuando afirmamos que al poeta le bastacon sentir honda y fuertemente, y con expresar claramente su sentimiento.Al hacer esta afirmación,damos por resueltos, sin siquiera enunciarlos, muchos problemas.

El sentimiento no es una creación del sujeto individual, una elaboración cordial del yo conmateriales del mundo externo. Hay siempre en él una colaboración del tú, es decir, de otros sujetos. Nose puede llegar a esta simple fórmula: mi corazón enfrente del paisaje produce el sentimiento. Una vezproducido, por medio del lenguaje, lo comunico a mi prójimo. Mi corazón enfrente del paisaje apenassería capaz de sentir el terror cósmico, porque, aun ese sentimiento elemental necesita para producirse lacongoja de otros corazones enteleridos en medio de la naturaleza no comprendida. Mi sentimiento ante elmundo exterior, que aquí llamo paisaje, no surge sin una atmósfera cordial. Mi sentimiento no es, ensuma, exclusivamente mío, sino más bien, nuestro. Sin salir de mí mismo noto que en mi sentir vibranotros sentires, y que mi corazón canta siempre en coro, aunque su voz sea para mí la voz mejor timbrada.

Page 32: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

Que lo sea también para los demás, éste es el problema de la expresión lírica. Un segundo problema. Paraexpresar mi sentir tengo el lenguaje. Pero el lenguaje es ya mucho menos mío que mi sentimiento. Por depronto he tenido que adquirirlo, aprenderlo de los demás. Antes de ser nuestro, porque míoexclusivamente no lo será nunca, era de ellos, de ese mundo que no es objetivo ni subjetivo, de esetercer mundo en que todavía no ha reparado suficientemente la psicología, del mundo de los otros yo.

El concepto de la otredad del ser, acuñado por Machado en estos cuadernos halla enestas palabras su más fiel aplicación a lo que será ya su concepto de la poesía como expresiónde un alma que encuentra su razón de ser en la identificación de su yo más profundo con elotro.

Pero ahora surge un “momento” decisivo en su pensamiento: en su lucha con lametafísica, se libera de ella, para tomarla en lo sucesivo con irónica independencia, que halla suforma literaria en la creación de un filósofo apócrifo, Abel Martín, complementado con unpeculiar discípulo de éste, Juan de Mairena, y con otros poetas —estos ya circunstanciales—también apócrifos.

Para Abel Martín —De un cancionero apócrifo (1926)— la formulación poética es unaauténtica forma de pensamiento, no inferior al pensamiento filosófico, pero heterogéneo encuanto a lo cambiante, lo fugaz de la realidad que es su materia. Este pensar poético sería másadecuado a lo real, a lo vivo, pero necesita del otro pensar filosófico, puramente abstracto, esdecir, desrealizador, para poder expresar no sólo lo íntimo y particular del poeta, sino tambiénlos grandes universales del sentimiento, que están fuera del tiempo interior de éste. ”Juan deMairena, poeta, filósofo, retórico e inventor de una Máquina de Cantar. Nació en Sevilla (1865). Murió enCasariego de Tapia. (1909). Es autor de una “Vida de Abel Martín”, de un “Arte poética”, de una colecciónde poesías:”Coplas mecánicas”, y de un tratado de metafísica: “Los siete reversos.” Así presentaAntonio Machado a su otro gran apócrifo. Este personaje es objeto de una sección en lasPoesías Completas (1928) de Antonio Machado, titulada Cancionero apócrifo —además de tresseries de publicaciones en la prensa entre 1934 y 1938, de las que nos ocuparemos másadelante—. Aparentemente menos profundo que su maestro Abel Martín, por su lenguaje másclaro y apacible, gana a éste en lo poético e irónico —a veces sarcástico— de sus expresiones.En su boca, pone Antonio Machado sus últimos y definitivos conceptos sobre la poesía,especialmente en relación con el tema del tiempo. De «El “Arte Poética” de Juan de Mairena»,incluido en el Cancionero apócrifo son estas palabras:

Juan de Mairena se llama a sí mismo el poeta del tiempo. Sostenía Mairena que la poesía era unarte temporal —lo que ya habían dicho muchos antes que él— […] “Todas las artes —dice Juan deMairena en la primera lección de su Arte poética— aspiran a productos permanentes, en realidad, a frutosintemporales. Las llamadas artes del tiempo, como la música y la poesía, no son excepción. El poetapretende, en efecto, que su obra trascienda de los momentos psíquicos en que es producida. Pero noolvidemos que, precisamente, es el tiempo (el tiempo vital del poeta con su propia vibración) lo que elpoeta pretende intemporalizar, digámoslo con pompa: eternizar. El poema que no tenga muy marcado elacento temporal está más cerca de la lógica que de la lírica.” “Todos los medios de que se vale el poeta:cantidad, medida, acentuación, pausas, rima, las imágenes mismas, por su enunciación en serie, sonelementos temporales. La temporalidad necesaria para que una estrofa tenga acusada la intención poéticaestá al alcance de todo el mundo; se aprende en las más elementales Preceptivas. Pero una intensa yprofunda impresión del tiempo sólo nos la dan muy contados poetas. En España, por ejemplo, laencontramos en don Jorge Manrique, en el Romancero, en Bécquer, rara vez en nuestros poetas del siglode oro.” (1928).

Page 33: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

1.6. ÚLTIMOS AÑOS (1932-1939): UN NUEVO JUAN DE MAIRENA; POESÍAS DE GUERRA.LA MUERTE1.6.1. TRASLADO A MADRID1.6.2. UN NUEVO JUAN DE MAIRENA (1934-1936) y JUAN DEMAIRENA “PÓSTUMO” (1937-1939)1.6.3. POESÍAS DE GUERRA (1936-1939) 1.6.4. LA MUERTE 1.6. ÚLTIMOS AÑOS (1932-1939): UN NUEVO JUAN DE MAIRENA;POESÍAS DE GUERRA. LA MUERTE.

1.6.1. TRASLADO A MADRID

El poeta consigue el traslado a la capital de España, donde residirá con su madre, suhermano José y la familia de éste, a mediados del curso 1931-32. Aun así sigue pagando sualojamiento en la pensión de Segovia, a la que vuelve con relativa frecuencia, hasta que enjunio de 1936 recoge algunos de sus libros y regala el resto a la Universidad Popular Segoviana.

Su vida en Madrid —en el piso que habitaban su madre, su hermano José y la familiade éste— es, al principio,sosegada. Aparte de sus clases en el Instituto Calderón de la Barca,pasaba gran parte del tiempo con sus hermanos, Manuel y José, y unos pocos amigos: RicardoBaroja, Manuel Calvo… a los que se sumaban en ocasiones personalidades como Miguel deUnamuno y José María de Cossío.

Pero la atención general parece ahora dirigirse hacia él. Los poetas de la que sellamaría Generación del ’27 lo consideran un maestro indiscutible. Ya han pasado para ellos losaños iniciales de las vanguardias y de lo que Ortega y Gasset llamó la deshumanización delarte, actitud artística a la que Antonio Machado había atacado con dureza: “Me siento, pues,algo en desacuerdo con los poetas del día. Ellos propenden a una destemporalización de lalírica, no sólo por el desuso de los artificios del ritmo, sino, sobre todo, por el empleo de lasimágenes en función más conceptual que emotiva”. Pedro Salinas y Jorge Guillén lo visitan confrecuencia. Más ocasionalmente, Rafael Alberti, al que, gracias al voto decisivo de AntonioMachado—que formaba parte del jurado— le fue concedido el Premio Nacional de Literatura…Por fin, hay un numeroso público anónimo, lo que hace que se publique una nueva edición desus Poesías completas en 1933 y otra más, ampliada nuevamente, en 1936.

En la prensa aparecen varias entrevistas con el poeta, además de numerosas reseñas yartículos sobre los estrenos de las obras dramáticas de los hermanos Machado. En estasentrevistas, Machado saluda la nueva actitud de los jóvenes poetas que vuelven de nuevo sumirada hacia sus prójimos.

En 1932, la ciudad de Soria le otorga el título de hijo adoptivo. El poeta expresa así suagradecimiento:

“Queridos amigos: Con toda el alma agradezco a ustedes la iniciativa y el altísimo honor querecibo de esa querida ciudad. Nada me debe Soria, creo yo, y si algo me debiera, sería muy poco enproporción a lo que yo le debo: el haber aprendido en ella a sentir a Castilla, que es la manera másdirecta y mejor de conocer a España. Para aceptar tan desmedido homenaje sólo me anima estaconsideración: el hijo adoptivo de vuestra ciudad ya hace años que ha adoptado a Soria como patria ideal[…]”

1.6.2. UN NUEVO JUAN DE MAIRENA (1934-1936) y JUAN DE MAIRENA “PÓSTUMO” (1937-1939)

A fines de 1934, Antonio Machado adopta la prensa como vehículo de su creación. Al

fundarse el “Diario de Madrid”, inspirado por Ortega y Gasset, el poeta emprende, a cargo desu Juan de Mairena, una colaboración semanal. Un año después, pasa al diario “El Sol”. Estostextos aparecerán reunidos en forma de libro en 1936: Juan de Mairena. Sentencias, donaires,apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo. Durante 1937 y 1938, ya durante la guerra,seguirá publicando nuevos artículos de su apócrifo (conocidos como Juan de Mairena póstumo)en la revista “Hora de España”. Además, dejó un cuaderno manuscrito titulado Apuntes

Page 34: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

inéditos, que no llegó a editarse en vida del poeta. En Juan de Mairena hallamos algunos de losconceptos más popularizados de la poética machadiana:

(Mairena, en su clase de Retórica y Poética.) —Señor Pérez, salga usted a la pizarra y escriba: “Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa”. El alumno escribe lo que se le dicta. —Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético.El alumno, después de meditar, escribe: “Lo que pasa en la calle”.Mairena.— No está mal. Juan de Mairena [I]

Algunos relatos son meras anécdotas o juegos de palabras sobre, por ejemplo, elcuidado que hay que tener con el recto sentido de las palabras.

El lenguaje poético ha de depurarse del lenguaje meramente retórico y muerto paraacercarse al vivo y natural. También aparecen reflexiones morales aplicadas a la política:—En una república cristiana —habla Rodríguez en ejercicio de oratoria— democrática y liberal convieneotorgar al Demonio carta de naturaleza y de ciudadanía, prescribirle deberes a cambio de concederle susderechos, sobre todo el específicamente demoníaco: el derecho a la emisión del pensamiento. Que comotal Demonio nos hable, que ponga cátedra, señores. No os asustéis. El Demonio, a última hora, no tienerazón; pero tiene razones. Hay que escucharlas todas.

Pero otras expresan lo más esencial y profundo del pensamiento machadiano, comoésta en que Mairena habla de la otredad del ser partiendo de la metafísica:

De lo uno a lo otro es el gran tema de la metafísica. Todo el trabajo de la razón humana tiende ala eliminación del segundo término. Lo otro no existe: tal es la fe racional, la incurable creencia de larazón humana. Identidad = realidad, como si, a fin de cuentas, todo hubiera de ser, absoluta ynecesariamente, uno y lo mismo. Pero lo otro no se deja eliminar: subsiste, persiste; es el hueso duro deroer en que la razón se deja los dientes. Abel Martín, con fe profética, no menos humana que la feracional, creía en lo otro, en “La esencial Heterogeneidad del ser”, como si dijéramos en la incurableotredad que padece lo uno. Juan de Mairena [II]

1.6.3. POESÍAS DE GUERRA (1936-1939)José Machado, en su libro de memorias, narra el último encuentro entre los tres

hermanos:A esta habitación venía nuestro hermano Manuel todos los domingos todos los domingos —el

resto de la semana nos veíamos diariamente — a reunirse con Antonio y cambiar impresiones sobre sustrabajos. Y allí, apiñados alrededor de aquella mesa camilla, nos sentábamos los tres hermanos […]. Yentre el humo de los cigarrillos y las inevitables tazas de café, tramaban los dos poetas los argumentos desus comedias y yo les leía la copia de los actos ya hechos.Así ocurrió hasta aquel domingo en que se dijeron adiós, sin sospechar siquiera que sería ya la última vezque se verían en la vida Manuel y Antonio.

En efecto, a mediados de julio de 1936, Manuel Machado viajó a Burgos con su mujerpara visitar a una tía de ésta. Allí les sorprendió la guerra, en la llamada zona nacional, y allípermanecieron hasta el fin de la misma.

En la mañana del 18 de julio de 1936 suenan los primeros cañonazos en el Cuartel de laMontaña de Madrid. El poeta, separado de su hermano Manuel y de Guiomar que, como dijimoshabía marchado a Portugal, sigue en Madrid con sus hermanos Francisco y José. Miguel PérezFerrero relata así os primeros momentos de la guerra en la casa de los Machado:Antonio Machado, con toda la familia~ que con él habita, permanece en Madrid los primerostiempos. Apenas si sale de casa. Puede decirse que no sale. Su pensamiento está, de seguro,con el hermano ausente, del que nada sabe, y en la incógnita que reservará cada minuto atranscurrir. A su domicilio le llevan papeles en blanco para llenarse con listas de firmas, alobjeto de que él estampe, en cabeza, la suya valiosa. Son adhesiones al gobierno, a lospartidos, a los grupos… El poeta se siente cada vez más agobiado de mortal cansancio. Estáenfermo.

La situación de la capital se agrava para quienes se proponen resistir al ejército que lasitia y, más que una ciudad sitiada, después de experimentar y aun seguir experimentando lassacudidas de la revolución, es puro frente de batalla. Del 7 de noviembre de 1936 es elconocido serventesio:

¡Madrid, Madrid!, ¡qué bien tu nombre suena, rompeolas de todas las Españas! La tierra se desgarra, el cielo truena,tú sonríes con plomo en las entrañas. [LXXXIX S]

O el artículo de Antonio Machado en “Hora de España” (7-11¬1937) en el que serecuerda el poema escrito justo un año antes [LXXXIX S]. En él se puede leer:

“Madrid, el frívolo Madrid nos reservaba la sorpresa de revelarnos, a tono con las circunstanciasmás trágicas de la vida española, toda la castiza grandeza de su pueblo. En los rostros madrileños,durante unos días de seriedad, vimos a España entera en su mejor retrato.

Page 35: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

Madrid, frunciendo el ceño oportunamente, había eliminado al señorito y ya podía sonreír otra vez. ElEnemigo —los traidores de dentro y los invasores de fuera— se iba poco a poco aproximando a Madrid. Laaviación enemiga multiplicaba sus asesinatos monstruosos [...] No entraron. No podían entrar.”

A pesar de sus reticencias, el poeta se ve obligado a dejar Madrid en noviembre de1936. Su hermano José lo cuenta así:

“En noviembre, el peligro inminente que se cierne sobre la invicta capital alcanza las másterribles proporciones. Entonces, amigos muy queridos y admirados por él —los dos poetas, León Felipe yRafael Alberti— llaman a su puerta para tratar de convencerle cariñosamente de que debe alejarse deMadrid. En un principio se niega terminantemente a dejar a [sic] su querida ciudad; pero lo que le decidea partir es el imperativo moral —ya sabéis que su bondad era tan grande como su inteligencia— de ponera salvo a su anciana madre, a sus hermanos y a las niñas que hay en la casa, sus sobrinas, a las quequiere como un padre.”

Rafael Alberti evocaba en 1945 con estas palabras la salida de Antonio Machado deMadrid:

A la Alianza de Intelectuales se le encomendó, entre otras, la visita a Antonio Machado paracomunicarle la invitación[11]. Y una mañana bombardeada de otoño, el poeta León Felipe y yo nospresentamos en su casa. Salió Antonio Machado, grande y lento, y tras él, como la sombra fina de unarama, salió su madre […] Machado nos escuchó, concentrado y triste […] Se resistía a marchar. Hubo quehacerle una segunda visita. Y ésta con apremio. Se luchaba ya en las calles de Madrid y no queríamos —pues todo podía esperarse de ellos— exponerlo a la misma suerte de Federico [García Lorca]. Después deinsistirle, aceptó […]

Y llegó la noche del adiós, la última noche de Machado en Madrid. ¡Noche inolvidableen aquella casa de soldados! Se encontraba allí lo más alto de las ciencias, las letras y las artesespañolas […]. Afuera, el corazón de España latía a oscuras, con su alto cielo de otoñointerrumpido ya de resplandores de los primeros cañonazos.[…] Y mientras, en aquel saloncillodel 5º Regimiento, en medio del silencio que dejaba de vez en cuando el feroz duelo deartillería, un hombre extraordinario, aún más viejo de lo que era y erguido hasta donde suvencimiento físico se lo permitía, con sencillas palabras de temblor, agradecía, en nombre detodos, a aquellos nobles soldados, que así preciaban la vida de sus intelectuales, repitiendorazones de fe, de confianza en el pueblo de España […] Poco más tarde, desde su huertecillode Valencia, escribía el poeta, insistiendo una vez más en su creencia ciega en el pueblo deEspaña:

“En España lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que haasombrado al mundo, a mí me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En lostrances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra La revista “Hora de España”, editada en Madrid desde enero de 1937 y que llegó a serla más importante publicación literaria periódica de aquellos años, adoptó desde su primernúmero [derecha] la costumbre de ceder el primer lugar en cada uno de ellos a AntonioMachado. Fue allí donde se recogieron las últimas reflexiones de Juan de Mairena bajo la forma“Lo que hubiera dicho Juan de Mairena…”, ya que desde su primera aparición constaba en su“biografía” que había muerto en 1909.

En la capital valenciana sólo permanecieron unos días. El estado de salud de AntonioMachado era preocupante. Gracias a unos amigos, pudieron instalarse en Rocafort, cerca deValencia, en una casa con jardín.Unos meses después de la muerte de Federico García Lorca, que inspira el poema El crimen fueen Granada [LXXXIV S], otra muerte, la de su “queridísimo maestro” don Miguel de Unamuno,el 31 de diciembre de 1936, le hace escribir:

Señalemos hoy que Unamuno ha muerto repentinamente, como el que muere en guerra. ¿Contraquién? Quizá contra sí mismo; acaso también, aunque muchos no lo crean, contra los hombres que hanvendido a España y traicionado a su pueblo. ¿Contra el pueblo mismo? No lo he creído nunca ni lo creeréjamás.[13] Su estado físico se va desmoronando. En este tiempo, la obra poética de AntonioMachado alcanza sólo la escasa cantidad de veinte poemas. Sin embargo, son suficientes paracomprobar en la mayoría de ellos un resurgimiento de la inspiración. El poema escrito con motivo del asesinato de García Lorca ocupa un lugar destacado.Está dividido en tres partes. La primera es la narración del crimen, con ritmo y tonalidades deromance popular. La escena está descrita de un modo épico, subrayado por el apóstrofe final:

En la segunda parte, el poeta establece un diálogo con la muerte, mientras suenaninsistentemente los yunques de las fraguas. Este diálogo no es sino la reanudación del que estápresente a lo largo de toda la obra del poeta granadino. La tercera y última parte es un piadosoruego a los lectores: El crimen fue en Granada [LXXXIV S]

Algunos poemas vuelven al tema del recuerdo: de Soria [LXXIV S], de la Sevilla de lainfancia [LXXVIII S]. Otros se refieren directamente a la guerra como el dedicado A Líster, jefe

Page 36: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

de los ejércitos del Ebro [LXXXI S], o el que pide el mayor castigo para Franco: Al otro condedon Julián [LXXX S].

Pero, sin duda, el más impresionante y de mayor calidad poética es el titulado Lamuerte del niño herido [LXXVI S], publicado en 1938, en el que las imágenes alucinadas quegrita el niño en su delirio febril, las interrogaciones intensamente doloridas de la madre, el“moscardón” de un invisible avión entre la luz blanca de la luna y la oscuridad de la ciudadapagada en la noche… se funden en un cuadro trágico que termina en la reiteración de lafrialdad de la mano del hijo muerto

Y, por supuesto, no podía faltar el recuerdo a Guiomar

1.6.4. LA MUERTE En abril de 1938 lo trasladan, junto a su madre, su hermano José y la familia de éste, aBarcelona. Allí, en la “Torre Castañar”, muy enfermo ya, pero rodeado de la cariñosa atenciónde amigos como Tomás Navarro Tomás, siguió trabajando para “Hora de España” y “LaVanguardia”. El invierno es especialmente crudo; apenas hay alimentos. Barcelona está a puntode caer, y el 22 de enero de 1939 son evacuados de la ciudad. Viajan hacia Gerona en uncoche que ha puesto a su disposición el doctor Puche, amigo y médico que ha estado tratandoal poeta. El 26 de enero cae Barcelona; el 27, llegan a una casa cerca de Figueras, donde se lesune un grupo en el que figuran diversas personalidades del mundo universitario y escritorescomo Corpus Barga. Al día siguiente, son trasladados hacia Francia en unas ambulancias, perolos chóferes deben dejarlos a mitad del camino. El tramo final hacia la frontera hubieron dehacerlo a pie ese mismo día, bajo la lluvia. Antonio Machado perdió la maleta en la que iban susúnicas pertenencias y, sin duda ninguna, sus últimos escritos — había trabajado mucho en losúltimos tiempos, a pesar de la enfermedad, para atender las numerosas solicitudes decolaboración que se le hacían—. Corpus Barga hubo de llevar en sus brazos a la madre deMachado durante gran parte del trayecto. Tras pasar la frontera el 28 de enero, pasaron laprimera noche en un vagón vacío de ferrocarril. El día 29, el “Comité d’accueil aux intellectuelsespagnols”, algunas autoridades francesas y miembros del gobierno republicano que sehallaban en Perpiñán se ocuparon de ellos. Les ofrecieron ir a París, pero Antonio Machadodeclinó ante el penoso estado en que se encontraban tanto él como su madre. Por fin, se lespudo alojar en un pequeño hotel del pueblecito pesquero de Collioure.

El 9 de febrero escribe su última carta, al poeta José Bergamín, en la que agradece laayuda que le brinda: “bien para continuar aquí en las condiciones actuales, bien paratrasladarme a alguna localidad no lejana donde poder vivir en un pisito amueblado en lascondiciones más modestas”, y expresa su deseo de “resistir en Francia hasta encontrar recursospara vivir en ella de mi trabajo o trasladarme a la U.R.S.S.” Aquellos fueron sus últimos días:

Realmente —cuenta su hermano José[18]— venía herido de muerte del fatal éxodo, que losdemás logramos sobrellevar a duras penas […]. En sus últimos días dos veces salió a ver conmigo el marque tanto anhelaba. La última, sentados en una barca de la playa, me dijo: ¡Quién pudiera quedarse aquí,en la casita de algún pescador, y ver desde una ventana el mar, ya sin más preocupaciones que trabajaren el arte! Al día siguiente, sábado, empezó a sentir una gran angustia del corazón. Al llegar el miércolesde ceniza, cinco días después, amaneció mortal. A las cuatro de la tarde de este día murió.Su cabeza se mantuvo firme hasta pocas horas antes de su fin, que perdido ya el conocimiento se nos fuepara siempre.

Al día siguiente fue enterrado en el cementerio de Collioure. Su féretro, cubierto con labandera republicana, fue llevado a hombros por seis soldados de la República. Su madre, AnaRuiz, murió el día 24, tras enterarse de la muerte de su hijo, en uno de esos extrañosmomentos de lucidez que a veces preceden a la agonía.

Algunos días después, José Machado encontró en un bolsillo del gabán de su hermanoun arrugado trozo de papel. En él había escrito el poeta tres anotaciones con un lápiz que lehabía pedido días antes. La primera, del monólogo de Hamlet: “Ser o no ser”, es decir, lasangustias del tiempo y la muerte. La segunda, un solo verso con el tema del recuerdo de lainfancia Estos días azules y este sol de la infancia. [XCII S].La tercera, que trata del amor quese vive y se pierde, la canción del poeta…es una de las Otras canciones a Guiomar, con unaligera variante: Y te daré mi canción:/“Se canta lo que se pierde”,/ con un papagayo verde/ que la digaen tu balcón.

Page 37: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

II Antonio Machado: Temas, Lenguaje yMétrica. La Obra Poética de Antonio MachadoII. LOS TEMAS Y EL LENGUAJE POÉTICO. TEMAS Y SÍMBOLOS. EL LÉXICO Y EL ESTILO. MÉTRICA

2. LOS TEMAS Y LOS SÍMBOLOS2.1. EL TIEMPO

2.1.1. EL POEMA: LA PALABRA ESENCIAL EN EL TIEMPO2.1.2. EL AGUA 2.1.3. LA TARDE 2.1.4. LOS CAMINOS2.1.5. LOS ELEMENTOS DEL PAISAJE Y EL TIEMPO VIVIDO2.1.6. EL RELOJ

2.2. LA MUERTE 2.3. DIOS

2.3.1. UN DIOS CREADO2.3.2. CRISTO2.3.3. LA RELIGIOSIDAD POPULAR

2.4. EL RECUERDO Y EL SUEÑO2.5. EL AMOR2.6. EL TEMA AUTOBIOGRÁFICO2.7. EL PAISAJE Y EL TEMA DE ESPAÑA3. EL LÉXICO4. LA MÉTRICA4.1. VERSOS 4.2. ESTROFAS

4.2.1. ESTROFAS EN VERSOS DE ARTE MENOR4.2.2. ESTROFAS EN ENDECASÍLABOS 4.2.3. LA SILVA4.2.4. ESTROFAS EN ALEJANDRINOS4.2.5. ESTROFAS EN OTROS VERSOS DE ARTE MAYOR4.2.6. VERSO LIBRE

Antonio Machado: Temas, Lenguaje y Métrica. La Obra Poética de Antonio Machado

II. LOS TEMAS Y EL LENGUAJE POÉTICO. EMAS Y SÍMBOLOS. ELLÉXICO Y EL ESTILO. MÉTRICA

2. LOS TEMAS Y LOS SÍMBOLOS

Aunque Machado no era partidario de “eludir el nombre de las cosas”, ni del “inútiljuego de las metáforas” por sí mismas, sin más afán que el ingenio, él mismo afirma queexisten hondas palpitaciones del espíritu que no pueden expresarse con el lenguaje corriente. Elpoeta, como el místico, para comunicar su experiencia, a veces inefable, debe recurrir allenguaje figurado (símbolos, imágenes, metáforas…) que nos permitan entrever su mundo.

Recordemos aquí, de nuevo, lo que escribe en 1917: Pensaba yo que el elemento poéticono era la palabra por su valor fónico, ni el color, ni la línea, ni un complejo de sensaciones, sino unahonda palpitación del espíritu; lo que pone el alma, si es que algo pone, o lo que dice, si es que algo dice,en respuesta al contacto con el mundo. Y aun pensaba que el hombre puede sorprender algunas palabrasde un íntimo diálogo, distinguiendo la voz viva de los ecos inertes; que puede también, mirando haciadentro, vislumbrar las ideas cordiales, los universales del sentimiento.

No debe olvidarse que el análisis de cada poema debe ajustarse, en principio, a loexpresado en el texto; es decir, debe describir cómo alguno o algunos de esos temas alcanzanen ese poema una configuración expresiva concreta. Esto no obsta, sino todo lo contrario, paraque podamos poner en relación lo expresado en el texto con otros momentos de la producción

Page 38: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

poética —e, incluso, prosística— del escritor, así como con otras actitudes, ideas o temasgeneracionales. Lo que a continuación sigue no es más que una síntesis de dichos temas y delos recursos expresivos —especialmente los símbolos— de que se vale el poeta paracomunicarlos.

2.1. EL TIEMPOAntonio Machado se llamaría a sí mismo, por boca de Juan de Mairena, “poeta del

tiempo”. Es significativo que este tema aparezca ya en el primer poema de su primer libro: (Elviajero [SGOP - - I])

Machado entiende el tiempo como algo vivo, personal, no como concepto o abstracción.Es la duración ilimitada, la historia individual de cada ser —de su propio ser—, que se hace, quepasa, pero que permanece en el recuerdo, donde se borran los límites personales. Estasensibilidad exacerbada para el devenir de las cosas, esta ansiedad perpetua ante el curso fatalde las horas y los días, la conciencia de ser-en-el-tiempo, que diría Heidegger… tienen en lalírica machadiana un puesto predominante.

De ahí, según Ricardo Gullón, “esa lucha, esa agonía resultante de la contradicciónentre no poder ser sino en el tiempo y de ser devorado por éste según uno va insertándose enél”. Pero también la esperanza de que el poema pueda, mediante intuiciones creadoras,intemporalizar, eternizar en la memoria del poema esos instantes fugaces de su propia historia.

2.1.1. EL POEMA: LA PALABRA ESENCIAL EN EL TIEMPOPara él, la poesía es un arte eminentemente temporal. Recordemos de nuevo estas dos

frases, que sintetizan todo su pensamiento poético:La poesía es la palabra esencial en el tiempo.La poesía es […] el diálogo del hombre, de un hombre con su tiempo.

Antonio Machado une así los dos elementos contradictorios: lo esencial y lo temporal.Lo que las cosas son, no radica fuera de mí; o, por lo menos, eso es algo que no puedoconocer, si no es a través de mi personal, mi particular modo de verlas, de hacerlas mías. Lapoesía es la palabra que expresa lo que las cosas son (su esencia), pero a través de micontacto con ellas, con mi experiencia, con mi tiempo vivido.

Además, desde un criterio puramente formal, todos los elementos del verso seconjugan para expresar dicha temporalidad. Recordemos, por su interés, cómo lo expresa através de su apócrifo Juan de Mairena: Juan de Mairena se llama a sí mismo el poeta del tiempo. [...]Todos los medios de que se vale el poeta: cantidad, medida, acentuación, pausas, rima, las imágenesmismas, por su enunciación en serie, son elementos temporales. La temporalidad necesaria para que unaestrofa tenga acusada la intención poética está al alcance de todo el mundo; se aprende en las máselementales Preceptivas. Pero una intensa y profunda impresión del tiempo sólo nos la dan muy contadospoetas. En España, por ejemplo, la encontramos en don Jorge Manrique, en el Romancero, en Bécquer,rara vez en nuestros poetas del siglo de oro.” (Los complementarios)

2.1.2. EL AGUAEl agua del río, de la fuente, de la lluvia… su fluir —que a veces se hace cantar— casi

imperceptible, constante, se hace símbolo del fluir temporal y, por ello, de la vida interior:Proverbios y cantares [Nuevas Canciones – - CLXI-XI]

Sin embargo, el agua puede representar la muerte, quieta en la taza de la fuente o,manriqueñamente, en la inmensidad del mar al que confluyen todas las aguas [Soledades,Galerías... – XIII]

Este símbolo, que está ya plenamente desarrollado desde el principio de su obra, esquizá el que con mayor insistencia y también con mayor hondura vivencial re reitera a lo largode su obra. Un ejemplo suficientemente significativo, unos versos en los que el agua une vida ymuerte en la angustia de la existencia: Poema de un día – Meditaciones rurales [Campos deCastilla – CXXVIII]

2.1.3. LA TARDESuele expresar el sentimiento melancólico de la vejez espiritual. Por esto, la hora

vespertina se acompaña frecuentemente de adjetivos que connotan un estado de ánimo dedepresión espiritual (cenicienta, mustia, destartalada, triste… otras veces clara) y quecontribuyen a personificarla, identificándola con su estado de ánimo: [Soledades, Galerías...– V–XLIX - LXXVII]

A su vez, los adjetivos referidos a colores que acompañan a la tarde y a los elementosdel paisaje en esa hora (rojos, cárdenos, rosados, violetas…) se cargan por contagio semánticode estas connotaciones de melancolía y tristeza, llegando a constituirse el conjunto en una clara

Page 39: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

personificación. Véase, por ejemplo, el poema Caminos. En él, la melancolía interior, incluso laangustia, parecen apoderarse también de toda la Naturaleza: Caminos [Campos de Castilla –CXVIII]

2.1.4. LOS CAMINOS

Los caminos están presentes en la poesía de Antonio Machado desde sus primerascomposiciones. El caminar errante, sin meta prefijada, es ante todo un sentimiento de pesar sinconsuelo, una nostalgia de la vida que se va dejando y que también anticipa el horror de llegar:

¡Ay del pobre peregrinoque se para a meditar,

después de largo camino, en el horror de llegar! […]

La sed del caminante, que no puede calmar agua ninguna, es su ansia siempreinsatisfecha de conocer su propio destino:

¡Ay del que llega sedientoa ver el agua correr,

y dice: la sed que sientono me la calma el beber!

Coplas elegíacas [Soledades, Galerías... – XXXIX]Por tanto, los caminos son frecuentemente símbolos de la vida o bien aparecen

asociados con ésta. Cuando esto ocurre en el poema, el camino real se difumina, se borra haciala lejanía, hacia el futuro, del que nada podemos decir; y, al mismo tiempo, se convierte enmotivo de melancolía, de ensueño que trae recuerdos del pasado: [Soledades, Galerías...- XI]El poema Caminos, que acabamos de citar en el apartado anterior, nos ofrece otro claroejemplo. Tras la descripción del paisaje, cargada de connotaciones melancólicas, los últimoselementos en aparecer son los caminos, que pasan de ser caminos reales de los campos acaminos simbólicos de la vida: Caminos [Campos de Castilla – - CXVIII]

La idea de que el camino no está hecho, sino que se hace a la vez que el acto que lorealiza (“se hace camino al andar”) se ve reforzada por otras imágenes, como la estela fugazque se deja sobre el mar y que, al tiempo que se hace, se borra de manera inaprensible, comoel devenir temporal del hombre:

Caminante, son tus huellas el camino, y nada más Proverbios y cantares [Campos de Castilla - CXXXVI-XXIX]

A la manera existencial, el camino ha dejado de serlo, porque el hombre no es dueñode su propio destino, de su historia personal. Así, la vida se presenta como una corriente ciega,cercana a la voluntad de Schopenhauer:

¿Para qué llamar caminosa los surcos del azar?… Proverbios y cantares [Campos de Castilla - CXXXVI-II]

2.1.5. LOS ELEMENTOS DEL PAISAJE Y EL TIEMPO VIVIDO

En ese proceso de identificación del alma con las cosas del mundo, adquieren especialrelevancia en la poesía de Antonio Machado los elementos que conforman el paisaje. En supaso por el tiempo —decíamos — el poeta (el hombre) se relaciona con las cosas, y éstas —elrío, los árboles, el atardecer…— adquieren un sentido nuevo, personal, en relación con laexperiencia vivida en torno a ellas. Se transfiguran en espejo que refleja los estados del alma.Recuérdese, por ejemplo, las distintas significaciones que pueden sugerir los árboles.

En este sentido, puede ser particularmente significativo el proceso que “sufre” uno deestos elementos en su trayectoria poética. Nos referimos al olmo. Las primeras referencias quehace a este árbol son meramente denotativas de su presencia en los parques. En el poema A unolmo seco [CXV] se inicia el proceso de identificación de su alma con dicho árbol, que continuaráde forma más o menos implícita en otros poemas: Recuerdos [Campos de Castilla – CXVI] AJosé María Palacio – CXXVI]

2.1.6. EL RELOJNo se trata en este caso de un símbolo. Machado se refiere siempre al reloj real, que

mide mecánicamente el tiempo cronológico, por oposición al tiempo psíquico del hombre, delpoeta, que se había expresado con los símbolos anteriores. (Poema de un día – Meditacionesrurales[CC – CXXVIII]

Su apócrifo Juan de Mairena también parece preocupado por este artilugio: “De todas lasmáquinas que ha construido el hombre, la más interesante es, a mi juicio, el reloj, artefacto

Page 40: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

específicamente humano, que la mera animalidad no hubiera inventado nunca. […]Porque el hombre es elanimal que mide su tiempo. […] El llamado homo faber no sería realmente homo, si no hubiera fabricadorelojes. Y en verdad, tampoco importa mucho que los fabrique; basta con que los use; menos todavía:basta con que los necesite. El reloj es, en efecto, una prueba indirecta de la creencia del hombreen su mortalidad.”

Esto parece evidente. Nosotros, sin embargo, hemos de preguntarnos todavía para quémide el hombre el breve tiempo de que dispone. Porque sabemos que lo puede medir; pero¿para qué lo mide? No digamos que lo mide para aprovecharlo, disponiendo en orden laactividad que lo llena. Porque esto sería una explicación utilitarista que a nosotros, filósofos,nada nos explica. Si lo mide, en efecto, para aprovecharlo, ¿para qué lo aprovecha? Preguntaque lleva implícito el “¿Para qué lo mide?” incontestado. […]

Ya que la respuesta utilitarista no le convence, porque no ofrece una última razón,acudirá al sofisma de Zenón de Elea sobre Aquiles y la tortuga:”A mi juicio, le guía una ilusión viejacomo el mundo: la creencia de Zenón de Elea en la infinitud de lo finito por su infinita divisibilidad: NiAquiles, el de los pies ligeros, alcanzará nunca a la tortuga, ni una hora bien contada se acabaría nuncade contar. Desde nuestro punto de vista, siempre metafísico, el reloj es un instrumento de sofística comootro cualquiera.” [Juan de Mairena - XL– XLII]

La respuesta era, por tanto, existencial: de nuevo, el ansia de eternidad y muestra elconcepto de tiempo psíquico por oposición al de tiempo mecánico.

2.2. LA MUERTESus reflexiones sobre la muerte son la derivación lógica de sus inquietudes sobre el

tiempo, considerado éste como el gran exterminador, el gran homicida. La muerte se manifiestade continuo: la brevedad e inconsistencia de la vida, la decadencia de los hombres y de lascosas, de los elementos de la naturaleza, los signos múltiples de la destrucción, de laenfermedad, de la guerra, del crimen…

Su actitud vital ante ella es también diversa: desde la angustia personal expresada entantos poemas de Soledades…, hasta la melancolía e incluso la rebeldía por la muerte de suesposa, pasando incluso por la identificación espiritual con el moribundo que manifiesta en laMuerte de Abel Martín: [CA -–CLXXV-IV]

Los símbolos relacionados con la muerte son numerosos: el mar, el ocaso, el otoño, lasombra, la luna… El mar simboliza con frecuencia la ciega inmensidad de la muerte, lugar alque confluyen todos los ríos de la vida, siguiendo la alegoría de Jorge Manrique. Cada ser,como una ínfima gota de agua, se pierde y desaparece en la inmensidad del mar-muerte:Proverbios y cantares [Campos de Castilla – - CXXXVI-XLV]

Pero la pregunta sobre la trascendencia del hombre queda sin respuesta. En una cartadirigida a Miguel de Unamuno, fechada en Baeza el 21 de marzo de 1915, muestra hasta quépunto le inquieta el misterio de la muerte: ¿Qué es lo terrible de la muerte? ¿Morir o seguir viviendocomo hasta aquí, sin ver? Si no nos nacen otros ojos cuando éstos se nos cierren, que éstos se los lleve eldiablo, poco importa. Tal vez no sea esto lo humano. […] Cabe otra esperanza, que no es la de conservarnuestra personalidad, sino la de ganarla. Que se nos quite la careta, que sepamos a qué vino estacarnavalada que juega el universo en nosotros o nosotros en él, y esta inquietud del corazón para qué ypor qué y qué es. […] ¿Qué dormimos? Muy bien. ¿Qué soñamos? Conforme. Pero cabe despertar. Cabeesperanza, dudar en fe.

Estas palabras podría haberlas firmado el propio Unamuno. Se diría, incluso, queparecen haber sido escritas más para halagar el corazón del pensador vasco que paramanifestar un profundo convencimiento personal. Pero no hay duda de que la angustia de lamuerte en Machado se acentuó con la lectura de las obras de Unamuno.

Sin embargo, es precisamente en estos años que siguieron a la muerte de su esposacuando parece manifestar fugazmente una cierta esperanza:

¡Eran tu voz y tu manoen sueños tan verdaderas! Vive, esperanza, ¡quién sabelo que se traga la tierra! [Campos de Castilla – - CXXII]

Sin embargo, este tímido anhelo encubre una hondísima turbación del espíritu: laangustia existencial ante la nada, ante el no ser, que está desde el principio en su obra y se vaacentuando con el paso de los años. En este sentido, se acerca más a Martin Heidegger que alpropio Unamuno. Él mismo lo explica:

Estos versos, escritos hace muchos años y recogidos en tomo hacia 1907, pueden teneruna inequívoca interpretación heideggeriana: Es una tarde cenicienta y mustia/ destartalada como elalma mía,...La angustia, a la que tanto ha aludido nuestro Unamuno y, antes, Kierkegaard,aparece en estos versos —y acaso en otros muchos— como un hecho psíquico de raíz, que no

Page 41: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

se quiere, ni se puede, definir, mas sí afirmar como una nota humana persistente, comoinquietud existencial (Sorge), antes que verdadera angustia heideggeriana, pero que va atransformarse en ella.

2.3. DIOSLa presencia de Dios en la obra de Antonio Machado es imprecisa y variable en el

tiempo y, sin embargo, ocupa en su pensamiento un lugar significativo.

2.3.1. UN DIOS CREADODios no es, como en Unamuno, objeto de una búsqueda constante y dolorosa; ni objeto

de indiferencia, como en Azorín; ni tampoco de hostilidad, como en Baroja. Se trata, casisiempre, de un Dios en el que no se puede creer, aunque se desee:

[…] razón y locura y amargurade querer y no poder creer, creer y creer! Poema de un día – meditaciones rurales [Campos de Castilla – CXXVIII]

A veces, es evocado con nostalgia de fe perdida; soñado (deseado) más que afirmado: [SGOPLIX]

Obsérvese que en este poema aparecen ya muchas de las imágenes características deMachado: la fuente y el agua, relacionadas con la vida; las doradas abejas y las colmenasinteriores en que se elabora la miel y la cera de los sentimientos, los deseos y los sueños; el solque alumbra y hace llorar, porque el conocimiento es dolor…

Otras veces no es el soñar, sino la búsqueda reflexiva de Dios entre la duda:siempre buscando a Dios entre la niebla. [Soledades, Galerías... – - LXXVII]

Pero esta introspección es vana:El Dios que todos llevamos,el Dios que todos hacemos,el Dios que todos buscamosy que nunca encontraremos.Tres dioses o tres personasdel solo Dios verdadero. Parábolas [Campos de Castilla – - CXXXVII-

VI]Este examen interior no se produce al modo de Blas Pascal, como en Unamuno, según

el modelo de la fe cristiana. El Dios de Machado es un Dios filosófico cuya noción se depura conel tiempo y la reflexión. Es un Dios de silencio y de ausencia; y más que un Dios creador es unDios creado por la necesidad de la imaginación del hombre: Parábolas – Profesión de fe[Campos de Castilla – CXXXVII-V]

2.3.2. CRISTOLa figura de Cristo es mucho más cercana a Machado que ese “Dios entre la niebla” que

busca sin alcanzar. Jesucristo es en él el paradigma del hombre, lo que éste tiene de humano ydivino, de carne mortal que sueña la inmortalidad, el triunfo sobre la muerte: “el que anduvo enla mar”: Proverbios y cantares [Campos de Castilla – CXXXVI-II]

Por esto, rechaza la figura mortal del Cristo crucificado de la devoción popular, paracantar al que vence a la muerte, representación de nuestra ansia de eternidad: La saeta[Campos de Castilla – - CXXX]

Además, la imagen muchas veces escogida por Machado es la de Cristo como maestrodel amor y del diálogo, del hombre que predica ante todo la dignidad humana.

2.3.3. LA RELIGIOSIDAD POPULAREsta búsqueda de Dios no se realiza al modo de la fe popular, donde la devoción se

mezcla con la superstición: [Campos de Castilla – CXXXIV - CXXXIII]Esta religiosidad popular la ve sostenida por una Iglesia a la que ataca con dureza,

porque en ella predomina la organización terrenal que le da poder sobre la fe sincera y, segúnél, verdaderamente cristiana: Los olivos [Campos de Castilla – CXXXII]En contraste con esa religiosidad ignorante y supersticiosa, se alza la llama del amor místico:Proverbios y cantares [Campos de Castilla – - CXXXVI-XX]

2.4. EL RECUERDO Y EL SUEÑOEn Machado son muchas veces términos equivalentes, ya que —salvo algunos poemas

en que se relata un sueño tenido o inventado— normalmente se refiere al soñar despierto conla propia vida. En Soledades... los caminos del sueño son galerías de espejos donde se refleja lapropia vida, donde el hombre que sueña intenta revelar el secreto de su yo más íntimo. Las

Page 42: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

galerías del alma son símbolos predilectos de Machado para representar esa parte de sí mismoque ignora. Mediante el diálogo que mantiene con la noche en el poema XXXVII, trata depenetrar en el secreto de su propia personalidad y, especialmente, el de su vieja angustia. Elpoeta se presenta en análoga circunstancia a la de otros poemas de este libro: solo, desolado,errante… e interroga a la noche sobre el origen de su secreto. Un secreto impreciso, pero queestá unido al dolor incesante (“mi dolor viejo”), a la sorda angustia cuya causa ignora el poeta.Entre esas voces y ecos, la noche verá al alma del poeta vagar en un laberinto de espejos,donde se confunde lo real con la apariencia:

Para escuchar tu queja de tus labios yo te busqué en tu sueño,y allí te vi vagando en un borrosolaberinto de espejos. [Soledades, Galerías... - XXXVII]

Como decíamos, sueño y recuerdo son, en Machado, términos con frecuenciaequivalentes, ya que se refiere al “soñar” con la propia vida: puede así evocar los momentos desu pasado que hacen vibrar su sentimiento, que aún se mantienen vivos en la conciencia, y quepuede recrear en el poema. Pero en su poesía, especialmente a partir de Campos de Castilla, elsueño no sólo emana del hombre, sino de las cosas: sueña la naturaleza; y los elementos quela conforman, convertidos en personificaciones, en proyecciones de su yo, también sueñan.Sueñan la tarde, el campo, el agua de un río, de una fuente o de una noria, los frutos, lasestatuas, las rocas… De esta cuestión nos ocuparemos al tratar el tema del paisaje.

2.5. EL AMORA lo largo de la obra de Antonio Machado se advierte o se intuye el deseo de amar, la

necesidad del amor. Es una presencia constante y, sin embargo, difícil de precisar en muchosde sus poemas. Esta afirmación es especialmente válida para su primer libro, en el que,además, no es posible individualizar este amor en una mujer concreta. Indudablemente es unsentimiento expreso en muchos poemas de Soledades..., pero la nota predominante en ellos esla del desengaño o el olvido. Algo parece siempre alejar, en la imaginación del poeta, el objetode su amor: Elegía de un madrigal [SGOP –XLIX]

No obstante, esas alusiones a amores juveniles ya pasados no parecen haber dejado enél una huella profunda. Los poemas referidos a las dos pasiones de su vida ocupan un lugarmás importante en su producción: el de su esposa Leonor, cuya muerte provocaría los másdoloridos acentos del poeta, y el amor otoñal, pero apasionado, a Guiomar.

En cualquier caso, el amor es para Machado un sentimiento ennoblecedor que dignificaal amante, quien poseído de esa exaltación espiritual comprende mejor la belleza del mundo yrescata las cosas del olvido, del tiempo y de la muerte.

El tema amoroso referido a Leonor en Campos de Castilla se concreta en una serierelativamente breve de poemas en los que el tema del amor se halla indisolublemente unido alde la muerte, el recuerdo y el sueño además del que es su inmediato precedente: A un olmoseco [Campos de Castilla – CXV]. En estos poemas, el recuerdo de su mujer se asocia alpaisaje de Soria, evocado desde una lejanía espacial y temporal que contribuye a vivificarlo.Esta espiritualización del paisaje implica a su vez la revivificación de Leonor, “en sueños tanverdadera”. En esta serie, es frecuente que Antonio Machado dedique un poema entero a loque, en apariencia, es sólo una evocación del paisaje, para introducir al final una referenciaamorosa de ausencia, recuerdo, soledad… incluso, esperanza. Sin embargo, este finalencuentra su atmósfera poética en los versos precedentes, a través de una carga deconnotaciones que lo preparan y hasta lo exigen.

El tema del amor en Campos de Castilla, referido a su esposa, ofrece modulacionesdiversas que van desde la expresión desesperada del dolor hasta la esperanza de una posiblesalvación trascendente a través del amor. Cuando vuelve a aparecer en Nuevas canciones, esde nuevo la incurable melancolía incurable del recuerdo:

Mi corazón está donde ha nacido,no a la vida, al amor, cerca del Duero…¡El muro blanco y el ciprés erguido!

Glosando a Ronsard y otras rimas [Nuevas canciones CLXIV-LOS SUEÑOS DIALOGADOS-I-]

En Nuevas canciones, algunos de los poemas concernientes a este tema tienen uncierto aire de misterio, de invención, incluso de artificio (citas cultas, referencias literarias omitológicas…). Sin embargo, otros están cargados de sensualidad. Algunos, son simples letrillasgalantes entre ingenuas y placenteras, o coplas inspiradas en el folklore andaluz. Pero tambiénencontramos un grupo de composiciones especialmente sugestivo. En ellas no observamos

Page 43: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

alusión alguna a una mujer real. La expresión del amor se limita a inventar juegos líricos,estrofas lacónicas que sugieren más que expresan, en las que más que la mujer real es unaidea, una imagen lo que expresa:

Creí mi hogar apagado, y revolví la ceniza…me quemé la mano. Proverbios y cantares Nuevas canciones – CLXI-LVIII]

Es en el Cancionero apócrifo, concretamente en las Canciones a Guiomar y Nuevascanciones a Guiomar, donde se contiene en mayor pureza el concepto de amor según la propiaexperiencia de Antonio Machado: el amor es hijo del sueño o de la imaginación; el objeto delamor, la mujer, es creado por la subjetividad del amante: Otras canciones a Guiomar [CA -CLXXIV-II]. O es ella, a la manera neoplatónica, el origen de toda belleza del mundo:Canciones a Guiomar [CA -CLXXIII-II]

2.6. EL TEMA AUTOBIOGRÁFICO

En numerosos poemas evoca su infancia, su juventud, sus amores, incluso susexperiencias de la vida cotidiana. Pero no sólo aparece la biografía externa, sino,especialmente, la espiritual. En este sentido, su poesía puede considerarse un diario de supropia alma, una vida hecha verso, que así escrita puede eternizarse: la palabra esencial en eltiempo; el diálogo del hombre, de un hombre con su tiempo.

En este apartado, podemos agrupar las composiciones de Soledades... en las que evocala infancia y el ambiente familiar —el jardín de la casa familiar [SGOP - VII], la escuela [SGOP -Recuerdo infantil - V], las calles de Sevilla al salir del colegio [SGOP - III], el ambiente de lafiesta [SGOP – Sueño infantil – LXV; SGOP - XCII]…— con un tono de nostalgia y ternura. Perotambién con angustia:. [SGOP – LXXVII] Curiosamente, el recuerdo de la infancia desapareceprácticamente en Campos de Castilla para reaparecer con intensidad en Nuevas canciones y enotros poemas de su última etapa. Así, en el soneto en el que recuerda al padre en unasensación de tiempo vivido que fluye aún en el espíritu: [Nuevas canciones – CLXV-IV]

Esta referencia a lo autobiográfico se expresa muchas veces a través de formas dediálogo aparente (con la tarde, con la noche, con un alba de primavera… ), cuando en realidadel poeta está hablando consigo mismo Retrato [Campos de Castilla – XCVII]

Este poema, tantas y tan oportunamente citado para exponer su biografía, que abreCampos de Castilla, concuerda con un uso de aquella época, que consistía en insertar elsemblante del autor como introducción a la obra. Escrito en serventesios alejandrinos —una delas estrofas preferidas del Modernismo—, el Retrato muestra una reflexión lúcida y sincera: lade un hombre bueno —“en el buen sentido de la palabra”—, solitario, con tendencia almonólogo interior y al que mueven la sinceridad y los ideales justos.

Desde el punto de vista estético, el poema da muestras de ambigüedad y de ironía,acentos que se irían acrecentando en su obra. Por una parte expresa el deseo de librarse de lasinfluencias formales del Modernismo; por otra, usa de esas formas para expresarlo: [Retrato[Campos de Castilla – XCVII]

En esto radica uno de los aspectos de la singularidad de Machado: alcanzó a llevar lasensibilidad del Modernismo hasta la expresión más sobria —lo que es una aparentecontradicción—, sin que dejase de oírse nunca la voz verdadera que siempre buscó: más que auna definición, a una “etiqueta”, aspira a la sinceridad y la bondad. La declaración de principiosse extiende hacia el futuro, haciéndose casi profética: [Retrato [Campos de Castilla – XCVII]

2.7. EL PAISAJE Y EL TEMA DE ESPAÑADecía Machado: “Algunas composiciones […] responden ‘al simple amor a la Naturaleza,

que en mí supera infinitamente al del Arte’ —es lo que, a partir de ahora, consideraremos como“visión objetiva” del paisaje, dentro de la objetividad que pueda permitir la lírica—. En otras, elpaisaje se convierte en símbolo del pasado histórico de Castilla. Por fin, en otros poemas, loselementos del paisaje castellano se convierten en símbolo de realidades íntimas. Estos tresmodos de enfocar el paisaje castellano tendrán su exacto equivalente respecto al paisajeandaluz en los poemas escritos para la segunda edición, durante su estancia en Baeza, ciudad ala que […] ‘huirá’ tras la muerte de su esposa”. Esta afirmación, que hacíamos con respecto asu segundo libro, es válida para toda su obra.

En Soledades, Galerías.... predominan los paisajes interiores del alma, aunque no faltaalguno en el que el paisaje es marco para la expresión de sentimientos (como SGOP XIII),

Page 44: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

generalmente relacionados con los estados de melancolía. Sin embargo, no falta alguno en elque predomina la visión objetiva del paisaje, que luego tendrá mayor desarrollo en Campos deCastilla. Es el caso del titulado Orillas del Duero, en el que la subjetividad sólo está presente enlas exclamaciones finales:[Soledades, Galerías.... – IX]

Otra forma de ver el paisaje —castellano o andaluz— es como imagen del pasadohistórico que se hace presente a través del lenguaje figurado —símbolos, símiles, metáforas.Este recurso es manifiesto en muchos de los poemas de Campos de Castilla: [XCVIII], CXIII-VII, CM-VII, CXIII-VIII, CXXI, CXXV -CXVIII - CXLV]

Sobre la tercera forma de ver el paisaje —la identificación de los elementos del paisajecon el alma— nos remitimos, por su importancia y extensión, a lo dicho en:

§ 1.4.1.2.1.El paisaje castellano§ 1.5.3.5.El paisaje castellano y§ 2.1.5. LOS ELEMENTOS DEL PAISAJE Y EL TIEMPO VIVIDO.

En cuanto al tema de España tratado directamente (es decir, sin relación directa con elpaisaje), debemos remitirnos, por las mismas razones, a lo comentado al respecto en:

§ 1.4.3. EL TEMA DE ESPAÑA [II]: EL PUEBLO Y LOS HOMBRES y en § 1.6.3. Poesías de guerra [1936-1939].

3. EL LÉXICOAdemás de los símbolos examinados en el apartado anterior (el agua, el mar, el

camino, los árboles…), hay en Machado, como en todo escritor, un lenguaje predilecto.

En el periodo de [Soledades, Galerías.... estas palabras-clave están referidas, por unaparte, al campo semántico de la vejez y de la muerte, de la angustia y de la soledad; y, porotra, con el del mundo brillante y vivo de los valores sensoriales (visuales, auditivos y olfativos).A veces, estos dos registros se entremezclan como en los dos versos siguientes:

Ese aroma que evoca los fantasmasde las fragancias vírgenes y muertas. [SGOP- VII]

Toda la obra poética de Machado está marcada también por el empleo de unvocabulario que evoca el tiempo que pasa, el ritmo de los meses y de las estaciones, lacaducidad de las cosas. En este sentido, hay que señalar un vocabulario referido a lo que élmismo llamaba “signos del tiempo”. Siendo el tiempo el tema vertebrador de su obra, laspalabras que pueden funcionar como deícticos temporales (adverbios —hoy, mañana, ayer,todavía, nunca, ya, aún…—, demostrativos —estos, aquellos…—) aparecen de continuo en suspoemas. Estos deícticos no suelen aparecer solos, sino que se combinan en antítesis temporalespara expresar vivencialmente la relación pasado-presente-futuro: El dios ibero [Campos deCastilla – CI], Sonetos [Nuevas canciones – - CLXV-IV]

Los adverbios de lugar (aquí, allá…) y los demostrativos (estos, aquellos…) tienentambién este valor deíctico; y sus antítesis espacio-temporales señalan también antítesiscorrespondientes a estados de ánimo: [Campos de Castilla – CXXI]

En oposición a estos signos del tiempo, el poeta utiliza un vocabulario abstracto parareferirse a lo que define como “revelaciones del ser en la conciencia humana” relacionados conlos universales del sentimiento: sueño, mágico, alma, ilusión, encanto, armonía…Una de las características más señaladas entre los escritores de la llamada generación del ’98es el uso — incluso la recuperación— del léxico arcaico y/o rural: tahúr, albur, sayal, juglar…arcadores, perailes, chicarreros…

En Campos de Castilla es frecuente el uso de sustantivos y adjetivos que evocan larudeza o la pobreza de esas tierras, junto con nombres seguidos de complementos nominalesformados con la preposición sin, indicando dicha pobreza. Recordemos algunos ejemplos en unsolo poema: A orillas del Duero [Campos de Castilla - - XCVIII]

Otros rasgos estilísticos pueden encontrarse en el apartado anterior [2. LOS TEMAS YLOS SÍMBOLOS], ya que el lenguaje figurado se encuentra plenamente integrado en elmundo conceptual de sus símbolos personales.

4. LA MÉTRICA

La obra poética de Antonio Machado es variadísima en cuanto a los metros y estrofasutilizados; pero, al mismo tiempo, en cuanto a musicalidad y efectos rítmicos, sumamente

Page 45: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

natural y espontánea. Mezcla admirable de tradición y modernidad, de sencillez y complejidad,de popularismo y clasicismo… en Antonio Machado se cumple la vieja aspiración poética de ladifícil sencillez.

4.1. VERSOSLos versos preferidos son los clásicos de la tradición española: el octosílabo, de

tradición popular, en todas sus variantes rítmicas; y el endecasílabo, de tradición culta. Ésteúltimo es frecuente en ritmo enfático (acento en la primera sílaba) y heroico (primer acento enla segunda sílaba). En numerosas ocasiones, el endecasílabo aparece combinado con elheptasílabo.

Les sigue el alejandrino, verso característico del Modernismo —por influencia delParnasianismo francés —, que apenas se había empleado desde la Edad Media. Otro verso detradición medieval —se le llamó en el siglo XV verso de arte mayor castellano por oposición alalejandrino, de origen francés, y al endecasílabo, de origen italiano— es el dodecasílabo, delque Machado se valió especialmente en su primera época. Se trata de otro de los versosrescatados por el Modernismo y que también había utilizado Bécquer.

Otros versos manejados por Machado son: el hexadecasílabo, combinado con eloctosílabo; el heptasílabo y el hexasílabo. En una sola ocasión utiliza el decasílabo y, en otra, eleneasílabo (a pesar de ser éste uno de los más empleados por los poetas modernistas).

4.2. ESTROFASnotas Seguimos la numeración de Manuel Alvar en su edición de Poesías completas en ed. Espasa-Calpe, col.Austral, nº 33. abreviaturas

Sol: Soledades SGOP: Soledades, galerías y otros poemas.CC: Campos de Castilla.NC: Nuevas canciones.S: Poesías sueltas.DCA: De un cancionero apócrifo [Abel Martín].CA: Cancionero apócrifo [Juan de Mairena].JM: Juan de Mairena.LC: Los complementarios. PG: Poesías de guerra.

4.2.1. ESTROFAS EN VERSOS DE ARTE MENORRomance {- a – a – a – a – a – a…} El más significativo es la larga composiciónLa tierra de Alvargonzález [Campos de Castilla – CXIV][27]. • SGOP:XCVI…• CC:CXXII, CXXIII…• NC: CLVIII-XTambién usó del romance en heptasílabos (endecha)• SGOP: XII, XL…• CA: CLXXII I… y en hexasílabos (romancillo).• SGOP: VIII, XIX• NC: CLIV-IX…Cuarteta {a, b, a, b} Muy frecuente en toda su obra. • SGOP: V, XI, XXXIX, LV, LVI y LIX.• CC: CXXXVI-XIX, XXI, XXVII…• NC: CLXI-VII, IX, XXXV… Redondilla {a, b, b, a}.• CC: CXXXVI-XIII.• NC: CLXI-XI, XXXVII…Copla {—, a, —, a} • CC: CXXXVI-II, IV, VI, VIII…• NC:CLIX-I, X, CLXI-XVIII, LVII… Seguidilla , bien en la forma tradicional {7—, 5a, 7—, 5a, 5b, 7—, 5b}bien en hexasílabos {6a, 6—, 6a, 6—, 6a, 6b, 6—, 6b}.• NC:CLIV-I…Soleá {a, —, a}• SGOP:LXVI. NC: CLXI-I, XII, XIII, XIV, XV, CLXIV-SOLEDADES DE UN MAESTRO con lasvariantes de la soleá en hexasílabos

Page 46: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

• NC:CLXI-II, III… y la soleá playera {6—, 8a, 6—}• NC:CLXI-XVII, LXVI… [37]Quintilla, en combinaciones varias de rima: • NC:CLIX-V, VI, CLXI-X…Décima, en la combinación {a, a, b, c, c, b, d, e, e, d}. Muy frecuente en Campos De Castilla:• CIII, CXXVII, CXXVIII, CXXXII, CXXXIII, CXXXVI-XXXV, XXXIX y CXXXVII-VII, VIII.Silva octosilábica (combinación libre de un número indeterminado de versos octosílabos ytetrasílabos)• NC:CLXIX-EN LA FIESTA DE GRANDMONTAGNE. 4.2.2. ESTROFAS EN ENDECASÍLABOSSoneto : en su forma tradicional —endecasílabos en cuartetos y tercetos— sólo lo utiliza apartir de Nuevas canciones• NC:CXXXVI-XXXVI.

4.2.3. LA SILVA (ESTROFA MIXTA CON ENDECASÍLABOS Y HEPTASÍLABOS)La silva es una estrofa de origen italiano consistente en la combinación libre de un

número indeterminado de versos endecasílabos y heptasílabos, cuya rima también se distribuyelibremente. En Antonio Machado se da en dos formas:Silva aconsonantada: en ella, todos los versos riman en consonante, sin quedar ningunosuelto. La combinación es libre.• SGOP:I, L…• CC:CI, CII, CVI, CVII, CVIII…• NC :CLIII…Silva arromanzada: serie libre de endecasílabos y heptasílabos rimando como en el romance{por ejemplo: 7—, 7a, 7—, 11a, 11—, 11a, 11—,7a, 11—, 7a, 11—, 11a, 7—, 11a [CC-CXXI]}• SGOP: IV, VII, X, XXXVII…• CC: CXIII-VII, VIII y IX, CXVIII, CXXVI y CXXXIX.• NC: CLXIV-A JULIO CASTRO.

4.2.4. ESTROFAS EN ALEJANDRINOSPareados: en series más o menos extensas.• SGOP: XV.• CC: XCVIII, CXXXVI-VII, XIV, XV, XVI, XVII…• CC:CXXXVI-I.Serventesios {A, B, A, B}.• SGOP: XX, XLIX…• CC: XCVII, XCIX, C, CXVI, CXLIV… Soneto en alejandrinos con serventesios en lugar de cuartetos

4.2.5. ESTROFAS EN OTROS VERSOS DE ARTE MAYORServentesio en eneasílabos• JM:LXVIII S.Terceto• NC:CXXXVI-XXXVICombinaciones de pareados y serventesios• CC: CXXXVI-XI.• CC: CXLVI.Romance heroico en decasílabos • SGOP: XXIV.Silva en decasílabos y pentasílabos • SGOP: LIII.Quinteto agudo en dodecasílabos {A, A, B, B, —‘} • SGOP: IX, XIII y XVIII. Serventesio y cuarteto en dodecasílabos• SGOP: LII.Silva en hexadecasílabos y octosílabosCombinación de endecasílabos y alejandrinos• SGOP: XLIX y XX.• S: XXVII S.

Page 47: MACHADO ESTUDIO COMPLETO

4.2.6. VERSO LIBREAunque Machado nunca llegó a utilizar el versículo o línea poética (verso sin medida fija

ni rima), sí practicó —aunque en contadísimas ocasiones— el verso libre (versos sin medida fija,pero con rima, y que no forman una estrofa prefijada)• SGOP: XLIV y LXXVI.• NC: CLXVI-I.• Sol: XIV S.• LC: XXXI S