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COLEGIO DE ESCRIBANOS DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA
REVISTA NOTARIAL 1971 Nro. 21
[1]
DOCTRINA
ALGUNOS ASPECTOS DE LA ETICA NOTARIAL
Dr. N. ENRIQUE AMAYA
Profesor titular de la Universidad Nacional de Córdoba
INTRODUCCIÓN
En toda profesión, o actividad humana, se advierte que para un correcto
desempeño en el obrar no es sólo menester la idoneidad, experiencia o
conocimiento del campo científico en que se transita, sino que ese esfuerzo o
empresa debe estar regulada por elementales reglas de convivencia que se
traducen en normas éticas, y en principios deontológicos inalienables.
Dichos DOGMAS son aplicaciones o EXTERIORIZACIONES de una
ETICA o MORAL GENERAL, que reflejadas en ese obrar adquieren especificad
para convertirse en normas de MORAL ESPECIAL o PROFESIONAL.
Debemos por tanto formular una noción aunque sea en breve síntesis de
lo que significa la ETICA, o FILOSOFIA MORAL o MORAL simplemente, para
luego traducir sus cánones al ámbito de lo concretamente PROFESIONAL.
LA ÉTICA, BREVE NOCION. EL ACTO MORAL. EL DEBER MORAL.
LA MORALIDAD. EL FIN MORAL.
Se ha admitido sin vacilaciones que la ÉTICA, MORAL o FILOSOFIA
MORAL, etimológicamente considerada es la CIENCIA DE LAS COSTUMRES,
vale decir "la ciencia que nos enseña a regular nuestra conducta y gobernar la
vida, pues las costumbres bajo su MAS AMPLIO Y LEGITIMO CONCEPTO,
representan los distintos modos de vivir y conducirnos" 1
Pero esta manera de obrar, tiende a una FINALIDAD que es dirigirse a la
consecución del BIEN, asequible sólo por la CONDUCCION de los ACTOS
1 FRANCK Ad.: "Elementos de Moral", pág. 1. Teodoro LIPPS: (Los problemas fundamentales de laÉtica) en su primera conferencia, pág. 3 nos dice "La moral, en el sentido de determinadas intuiciones opostulados aceptados por ciertos individuos o pueblos, cambia con éstos. Por eso, consideradahistóricamente, se nos representa como algo en incesante flujo. Más la MORALIDAD, en cambio es una,la ETICA es la ciencia de la MORALIDAD. Por lo tanto también será UNA".
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HUMANOS LIBRES en la senda del DEBER; por ello se ha dicho que es el
"ESTUDIO O LA CIENCIA DEL BIEN", o el estudio o la CIENCIA DEL DEBER
o de los DEBERES2, y como estos DEBERES son reglas IDEALES3,
concluimos nuestro concepto expresando que la FILOSOFIA MORAL ES LACIENCIA QUE ESTUDIA LAS NORMAS IDEALES A QUE DEBE AJUSTAREL HOMBRE SUS ACTOS LIBRES PARA LA OBTENCION DEL FINULTIMO.
En consecuencia los ACTOS HUMANOS ejecutados con discernimiento,
LIBREMENTE y con tendencia a conseguir el último FIN, constituyen el objeto
material de la ETICA y la MORALIDAD de dichos actos su objeto FORMAL. La
moralidad es la "PROPIEDAD DEL ACTO HUMANO EJECUTADO CON
ADVERTENCIA A LA HONESTIDAD O NO HONESTIDAD DE SU OBJETO" o
más simplemente es la cualidad del acto según la cual es BUENO o es MALO4.
Bajo este criterio no compartimos el pensamiento de MAX SCHELER5 y sí
el del DOCTOR ANGELlCO que estima que a ningún acto humano libre es
indiferente LO MORAL, con las circunstancias de tiempo, modo y lugar que a
cada uno acompañan y que calificaran la bondad o maldad del acto.
Como último paso antes de analizar el FIN de los actos humanos,
debemos enfrentar el concepto de lo BUENO y de lo MALO, para obtener la
norma de la moralidad.
Si tenemos en cuenta que los actos humanos libres tienden a alcanzar un
FIN que significará obtener una máxima perfección, de acuerdo a la naturaleza
racional del hombre, TODO cuanto se haga en este sentido es BUENO, todo
cuanto se oponga a esta actividad es MALO6.
Más claramente, serán BUENOS los actos que conduzcan o traten de
conducir al hombre a su fin o finalidad, y malos los que se opongan o desvíen
2 CHALLAYE Felicien: "Filosofía Moral", trad. de HUIDOBRO, pág. 10.3 Conf. COLLlN: "Manual de Filosofía Tomista". Trad. de MONSERRAT, T. 11, pág. 186.4 Conf. SCHELER Max.: "ETICA", pág. 35. (5) Id. pág. 37. Conf. SCHELER Max.: "ETICA", pág. 35.5 Id. pág. 37.6 Conf. VASCONCELOS, José: "Ética", Ed. Botas, Méjico, pág. 233.
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este impulso7, configurando la HABITUALIDAD de la ejecución ya sea la
VIRTUD, ya sea el VICIO.
Todo cuanto contribuya a nuestra elevación será bueno, todo cuanto nos
degrade o nos aleje de lo recto y de lo noble será malo, y para ejecutar actos
morales que puedan significar o aprisionar la VIRTUD, no sólo basta la
iniciativa MORAL del acto humano, sino encauzarlo hasta la consecución del
Fin; vale decir ajustando habitualmente dichos actos al DEBER MORAL.
COLLlN en concordancia con CHALLAYE y FOUILLE, agrega "que el
deber es una necesidad moral; una obligación de hacer una cosa para
conseguir un FIN necesario8. Más exigente es en su concepto FOUILLÉ,
cuando manifiesta "que nos obligamos a hacer o no hacer una cosa".9
El cumplimiento del deber no es siempre fácil de alcanzar; SMILES a este
respecto en reflexión profunda opinaba que "han de vencerse muchas
contrariedades, pero hay que proponerse activar las convicciones. El hombre
que antes de hacer algo justo se pregunta: ¿qué dirán las gentes?, no es
hombre capaz de hacer cosa de provecho, pero si inquiere: ¿es mi DEBER?,
puede seguir adelante dentro de su armadura moral10, y ello es posible,
agregamos nosotros porque TIENE CONTRAIDO EL HABITO DE LA
MORALIDAD.
Para completar el ciclo ético, nos resta considerar en que consiste el FIN
último que el hombre trata de obtener, merced al impulso del acto voluntario
libre, cimentado en la norma moral y conducido por el DEBER.
Este supremo anhelo consiste en HACER EL BIEN, que trae aparejada la
felicidad de acercamos a Dios.
Mientras más bienes obtengamos, habremos conseguido la FELICIDAD
7 Conf. COLLlN: Ob. cit. pág. 198.8 Ob. cit., pág. 14.9 FOUILLÉ: "Libertad y Determinismo", trad. de Alcalá Zamora y Castillo, pág. 329.10 SMILES, Samuel: "El Deber", trad. de G. Núñez del Prado, pág. 25. Una concepción menos rígida, puesasocia el placer con el Deber, criticando a Kant, trae SCHILLER en su trabajo "De la gracia y la dignidad",Trad. de Probst. pág. 7
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que no es sino la POSESION DEL BIEN11, que depara al hombre su
PERFECCIONAMIENTO.
"Nada hay que dé al hombre una idea tan elevada de sí mismo como " la
necesidad que experimenta de buscar la felicidad en la de los DEMAS, "al
CONSAGRAR SUS FUERZAS, su inteligencia, su reposo. SU MISMA " VIDA, a
la dicha de sus semejantes o a su perfeccionamiento moral, considerándose
como instrumento libre y responsable del orden universal12 .
¿No equivale esto a participar en una proporción compatible con nuestra
flaqueza, del amor del Creador hacía el orden establecido en la creación y
hacia la criatura misma?
Aunque el FIN, el BIEN y la FELICIDAD son nociones diferentes, en
definitiva coinciden, pues el FIN último del hombre es la FELICIDAD perfecta,
obtenida por la factura del bien SOBERANO y DELEITABLE. 13
Esta es nuestra posición y no puede ser otra la que fundamente e informe
moralmente los actos de los hombres versados en Derecho y más aún los
depositarios de la FE, que se manifiesta en la CONFIANZA hacia el NOTARIO,
el ser que guía y AMPARA en la aplicación PACIFICA de concretas normas de
convivencia, a los elementos de la comunidad.
En el afán de encontrar un sistema que contemplara mejor la determi-
nación por una voluntad moral de los actos de los seres racionales. se llegaron
a adoptar por ignorancia o desprecio de las tendencias normales del hombre, o
consideración incompleta de las exigencias de la naturaleza humana, doctrinas
poco satisfactorias y hasta repugnantes al destino del ser humano14.
Así, sobre una base naturalista, ARISTIPO DE CIRENE, fundó la escuela
hedonista que con EPICURO y SPENCER -y su moral evolucionista-15,
acordaran afirmar que el móvil de las acciones humanas es alcanzar el
11 MARQUEZ, Gabino P.: "Filosofía Moral", 4a. ed., pág. 9112 FRANCK: Ob. cit., pág. 115.13 Id., pág. 97. Conf. GILSON: "Santo Tomás de Aquino", trad. de González Ruiz, págs. 50 y sgtes.14 Conf. DUPRAT, G. L.: "La Moral", trad. de R. Rubio, pág. 116.15 SPENCER, H.: "Las bases de la moral evolucionista". Cap. 111, pág. 38.
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PLACER, como supremo y único Bien.
Esta doctrina de principios utilitarios fue asimilada por el espíritu inglés; y
un filósofo sajón, BENTHAM y luego STUART MILL, aceptaron que el derrotero
del bregar humano fuera el PLACER, pero seleccionando los goces en calidad
y cantidad para obtener una mayor y más duradera felicidad.
Como es fácil apreciar, estos sistemas lejos de proporcionar al hombre la
oportunidad de perfeccionarse, lo conducen a la degradación,
Otro tanto ocurre con aquellas escuelas que sostienen que el hombre está
ordenado a un fin último distinto de él y que este FIN, es una cosa creada,dirigiendo sus actos ya sea al Estado (HEGEL y sociólogos contemporáneos),
a la HUMANIDAD (altruismo de COMTE), a la simpatía (escuela escocesa), a
la PIEDAD (SCHOPENHAHUER, HARTMAN y LEOPARDI), o a la producción
del super-hombre (NIETZCHE).
También rebajan al hombre aquellas escuelas que lo divinizan (los
estoicos con SPINOZA y el "deberismo" con KANT) al sostener que aquél no
está ordenado a ningún fin último distinto de él mismo.
Como expresa MARITAIN16, la doctrina de ARISTOTELES y de SANTO
TOMAS se alza como una cumbre entre estos dos errores opuestos, y
entiéndase bien, no como término medio, sino por EXCELSA superioridad, que
hace aparecer a aquellas doctrinas enunciadas "como fragmentos desgajados
arrancados de su unidad",
Ratificando nuestra posición filosófica moral, entendemos, tomando las
palabras de SERTILLANGES17, que "en la contemplación intuitiva de Dios
encontraremos -puesto que Dios es la fuente de todo bien- la satisfacción de
nuestros anhelos. Todo cuanto dan de sí la vida sensible, la vida intelectual, la
vida familiar, la vida social y todas las formas de convivencia y de actividad feliz
en el tiempo, tiene su necesario equivalente y plurivalente en la FUENTE
primera de donde todo aquello toma su origen",
16 MARITAIN, Jacques: "Introducción a la filosofía", pág. 235.17 SERTlLLANGES: "Las grandes tesis de la filosofía tomista". Trad. de Lacabe. pág. 237.
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Esa es la meta, ya sabemos como alcanzarla en la actividad GENERAL
del ser humano. Resta sólo aplicar estos principios ETICOS FUNDAMEN-
TALES a una determinada ORIENTACION, del ser, en este caso la profesión
de ESCRIBANO.
Los fundamentos éticos que hemos explicado brevemente se han referido
a la moral en general, y son los que sustentan la contextura DEONTOLOGICA
de los actos del hombre en su vida individual, profesional, política, social y
religiosa.
Es por ello que se ha distinguido entre una moral GENERAL y otra
ESPECIAL18. Aquélla enseña las reglas SUPREMAS aplicables REMOTA-
MENTE, éstas las reglas PROXIMAS aplicables a los actos PARTICULARES19
que van a determinar cómo el HOMBRE -sujeto operante- puede llevar una
vida establemente buena y organizar de una manera recta el universo de su
obrar20
Llámase a esta moral ESPECIAL, moral práctica, y su contenido consiste
en el ESTUDIO de los DEBERES del hombre21. Estos DEBERES se acentúan
si como elemento útil a la sociedad, elige una profesión decorosa cuyo ejercicio
le impondrá obligaciones más o menos severas según la actividad que
desarrolle; obligaciones que estrecharán hasta fusionarse los principios
morales prácticos con las fórmulas matrices, cuando se trate de profesiones
como la del NOTARIO alcanzadas con el perfeccionamiento del intelecto en
estudios superiores.
LOS PRESUPUESTOS ETICOS EN LA PROFESION DE ESCRIBANOS:ACTOS, FINES Y DEBERES.
Así como el profesional del arte de curar, se orienta a la FINALIDAD
HUMANA de la SANTIDAD del individuo, de su paciente, para readaptarlo a su
misión comunitaria, así como el arquitecto apunta al progreso edilicio, en su
18 COLLlN: Ob. y T. cit., pág. 19319 MARITAIN: Introducción, pág. 230.20 MARITAIN, "Ciencia y Sabiduría", pág. 157.21 CHALLAYE: Ob. cit., pág. 165. Conf. WUNDT, Guillermo: "Etica", volumen 1, pág. 15.
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euritmia de proyección y contexturas, y así como el FIN de la abogacía es la
obtención de la verdad y la JUSTICIA, la finalidad específica del NOTARIO es
la de que los actos humanos ILICITOS se encaucen en la VERDAD, para que
en el respeto y auspicio de las leyes, se obtenga una feliz convivencia, que
dignifique la condición humana, promueva su iniciativa, y acreciente el acervo
cultural y patrimonial de la sociedad.
La tarea es múltiple y de inobjetable merecimiento: ACONSEJAR en
licitud, encauzar en la VERDAD las pretensiones y los problemas que se le
consultan y como excelsa RUBRICACION, DAR FE, OTORGAR FEHACENCIA
de cuanto ha pasado por sus sentidos y PRESENCIA.
Esta investidura, es comparable a la del MAGISTRADO, que dirime
conflictos en la dinámica del pleito, y que para ello está requerido subjetiva y
objetivamente de una RESPONSABILIDAD acrisolada.
El notario resuelve y autentica conflictos y derivaciones PACIFICOS, pero
con la exacta dimensión de RESPONSABILIDAD, porque también es delegado
de una potestad inmarcesible: la FE.
La profesión de NOTARIO se hace acreedora de un PRIVILEGIO que
debe ser preservado celosamente; así como a la profesión de abogado se la
critica por que, se dice, tiene un principio de INMORALIDAD INTRINSECO22,
por cuanto MIENTE y miente a sabiendas, y enfrentará al señor Fiscal, no
encontrando tan culpable al acusado, por ejemplo, así el NOTARIO tiene en su
quehacer el PRINCIPIO de MORALIDAD intrínseco, pues nada de lo que
aconseje, haga y rubrique puede o debe vulnerar el ámbito de lo moral.
Pero para ello debe tener el concepto MAS ESTRICTO del DEBER, que le
permita deslizarse por el mismo curso de su cauce madre la FILOSOFIA
MORAL, con idéntica limpidez de contenido.
Su cumplimiento forjará la ejecución de actos inatacablemente BUENOS,
y la habitualidad generará un efectivo VIRTUOSISMO.
22 AMAYA, N. Enrique: "Contenido ético de la Abogacía", pág. 32. Ver nuestros conceptos y defensa endichas páginas.
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La PRUDENCIA, la TEMPLANZA, la MESURA, y la VERDAD, en su
noción cabal son atributos indispensables en la personalidad del NOTARIO
para mantenerse sin esfuerzo en el cumplimiento del DEBER.
La esfera del DEBER es infinita ha dicho SMILES23, "existe en todas las
condiciones de la vida. No podemos escoger en ser ricos o pobres, felices o
desgraciados, PERO NOS CORRESPONDE LLENAR EL DEBER QUE NOS
RODEA POR TODAS PARTES". La obediencia al DEBER, a toda costa y
riesgo, es la mismísima esencia de la más elevada vida civilizada".
Bien sabemos que para mantenernos en la esfera del DEBER, hay que
luchar, y para ello hay que estar munido de cierta fortaleza, sin duda física pero
más espiritual. El NOTARIO está magníficamente equipado: es hombre de
DERECHO, es ser RESPONSABLE, persigue la VERDAD y afianza su
quehacer en la FE que emana de sus actos. Pero para ello, repetimos, hay que
luchar. LUCHAR con las pretensiones del CLIENTE, con la insinuación de
quien está en frente como co-contratante, con las ase· chanzas de prebendas,
con la propia LEY mal realizada y aún domésticamente con la perezosa
administración de los poderes públicos.
Por eso podemos afirmar con HOSTOS24, que el Derecho y el DEBER,
inseparables resplandores de la CONCIENCIA, no brillan nunca en la
conciencia que no LUCHA: brillan con el más puro, con el único puro destello
de la personalidad humana, cuando ésta se exalta con el COMBATE por el
DERECHO y el DEBER, y se eleva por la dulce, benévola y apacible
conciencia de sí misma, hasta el grado supremo de humanidad, y de
racionalidad cuando se tiene la CERTEZA de haber satisfecho el status
requerido; de haber cumplido con su deber.
COLLlN clasifica los deberes del hombre en: a) para con Dios, para
consigo mismo y para con sus semejantes; b) absolutos e hipotéticos; c)
jurídicos y no jurídicos, y aquéllos a su vez en perfectos e imperfectos25.
23 Ob. cit., pág. 10.24 HOSTOS, Eugenio María: "Moral Socia''', pág. 32.25 Ob. cit., pág. 10.
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Desde el punto de vista de la ETICA ESPECIAL que estudiamos nosotros
vamos a distinguir los deberes del ESCRIBANO en: 1) Para con Dios. 2) Para
consigo mismo. 3) Para con sus semejantes, entendiéndose por ello el
EJERCICIO PROFESIONAL; a) cualquier persona necesitada de asistencia
jurídica; b) su cliente; c) la contraparte; d) el colega; e) autoridades judiciales y
administrativas.
Esta clasificación somera y meramente enunciativa surge de la
POSICIÓN profesional y estimativa que ocupa en la colectividad el Escribano, y
en el concepto UNIVERSAL de la profesión y que entraña una relación de
gratitud y retribución, una relación de NECESIDAD, una relación de UTILIDAD,
una relación de DERECHO y una relación de DEBER
El primer deber, para con Dios, es un deber fundamental y continuado
concerniente a todo ser humano, sea cual sea la actividad que desarrolle.
Todos nuestros actos, según ya dijimos, deben dirigirse a El para la obtención
del FIN último.
Nada cabe agregar sobre esto, pues es elemental que la guía luminosa
de nuestros pasos, de nuestro saber y de nuestras ESPERANZAS es la mano
venturosa del Señor que nos lleva al encuentro del Bien y por ende nos
aproxima a su reino26
a) aquilatar su culturaPara con Dios b) régimen de trabajoPara consigo mismo c) dignidad privada
d) dignidad públicaDEBERES
DEL a) cualquier persona necesitada deESCRIBANO asistencia jurídica
Para con sus semejantes b) con su cliente Moralidad en el ejercicioc) la contraparte de su ministeriod) el colegae) autoridades judiciales y administrativas
26 Debemos saber que en el nombre de Dios se ha de andar, orar, hablar, obrar y esperar, como dice laSagrada Escritura: "Estos fían en sus carros, y aquéllos en sus caballos, mas nosotros invocaremos elnombre del Señor Dios nuestro (Psal., XIX, 8); todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, yo lo haré(Juan, XVI, 13); cualquier cosa que hagáis, sea de palabra o de obra, hacedlo todo en nombre de nuestroSeñor Jesucristo (Col. 111, 17). Bienaventurado el varón cuya esperanza es el nombre del Señor (Psal.,XXXIX, 5). SANTO TOMAS DE AQUINO: Meditaciones entresacadas de sus obras Ed. Emecé. Trad. de LuisM. de Cádiz, pág. 107.
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2. Deberes del Escribano para consigo mismo
Para efectuar un análisis de los deberes del Notario para consigo mismo,
partamos de la base de que la elección de su carrera profesional ha sido fruto
de una auténtica vocación. Sin esa fuerza interior como acertadamente la llama
y la describe OSSORIO27, no es posible defender sin desmayos los intereses
de la colectividad.
El espíritu del Escribano estará dirigido por el impulso de encontrar y
desentrañar y aplicar la VERDAD, como base genética de la FE que impondrá
a su actuación instrumental. su presencia e intervención. De ninguna forma
puede alterarse este paradigma, pues todo el cimiento de la delegación
potestativa del Estado en su funcionario fedatorio se derrumbará con
consecuencias imprevisibles.
Munido de este elemento inapreciable, deberá atesorarlo y para ello
conducirá sus acciones dentro de un marco ESTRICTO de moralidad.
Comenzando por sí mismo, deberá en primer lugar:
a) aquilatar su cultura
Los conocimientos jurídicos no bastan para la formación de un buen
Escribano. Necesita poseer una cultura integral, sin ánimo de caer en el
enciclopedismo, más si se intenta, como en la actualidad, con nuestro aplauso,
una carrera específica del Notariado, una Licenciatura y un Doctorado en
Ciencia Notarial.
Nociones precisas de Filosofía, de Historia, Economía, literatura y hasta
de arte le son indispensables. Y si ya en la época estudiantil vislumbra su
destino, formará y escogerá su biblioteca28.
27 OSSORIO: "El alma de la Toga", pág. 20. Confs. G. MARATlON: "Vocación y Ética"; VIRASORO, Rafael:"Vocación y Moralidad".28 Conf. PANERO, Federico Jorge: "Reflexiones sobre un tema: El notariado ante el mundo moderno",Rev. Notarial del Colegio de Escribanos de la Provincia de Córdoba, año 1969, Nº 17 y 18, pág. 43.SAVRANSKY, José: "Moral y Economía Notarial", págs. 133 y sgts. SAVRANSKY, Moisés Jorge: "Función yResponsabilidad Notarial", págs. 63 y sgts. GATTARI, Carlos N.: "El objeto de la ciencia del derechonotarial", págs. 96 y sgts. BERNARD, Tomás Diego (h): "El notariado como carrera universitaria", págs. 47y sgts. ALLENDE IRIARTE, Jorge y ALLENDE, Ignacio M. "Apreciaciones jurídico-notariales", págs. 87 ysgts. CASTAN TOBEÑAS, José: "Función Notarial y Elaboración Notarial del Derecho" págs. 32 y sgts.
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b) régimen de trabajo
Establecer un régimen de trabajo y estudio que con método y tenacidad,
reportará sin duda resultados extraordinarios. Este ritmo servirá para sortear
con éxito los muchos escollos que la vida profesional ofrece y soportar más de
una vigilia cuando el caso lo requiere.
Disciplinado el espíritu y el cuerpo, alejado de entretenimientos mundanos
y triviales que a nada conducen, se llegará a transitar por el sendero de una
vida noble por antonomasia, pues "vivir según capricho es de plebeyo; el noble
aspira a la ordenación y a la ley"29.
Parece un poco atrevido formular consejos en cuanto a la manera de
trabajar, sin embargo las exigencias de la vida profesional imponen una
organización estricta para cumplir eficientemente la diaria tarea.
La reflexión de SERTILLANGES es exacta; "para que todo en nosotros se
oriente en el sentido del trabajo, no basta la organización interna, ni haber
fijado la vocación y la administración de las fuerzas; es necesario ubicar la
propia vida respecto a su medio, a sus obligaciones, relaciones y decoro30.
Con ello quiere expresar el académico citado, que es tanta la decisiva
importancia que tiene la profesión que hemos abrazado, que es ella la que
determinará el medio y el ámbito de actuación acomodando a sus necesidades
las otras obligaciones que el hombre debe cumplir.
Reconocida por el profesional toda la significación que tiene para el buen
desarrollo de su actividad determinar previamente un régimen de trabajo, nos
proponemos brindarle algunas advertencias de utilidad, respecto: al tiempo, al
horario, disciplina y asimilación.
Cuantas veces exclamamos: "he dejado sin terminar este trabajo por no
disponer materialmente de tiempo para hacerla". Sin embargo la mayor parte
de las veces hemos tenido ocasión de finiquitarlo.
Se ha dicho que el tiempo se pierde: porque lo dejamos sin empleo; porque
29 MAEZTU, M. de: "El problema de la Ética", pág. 238.30 SERTILLANGES, A. D.: "La vida intelectual", pág. 57
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lo empleamos mal; porque lo empleamos en corregir lo que hicimos mal;
porque lo empleamos con quienes son enemigos de nuestro tiempo.
Hay mucho de verdad en estas reflexiones, que aunque simples reflejan
la realidad y así hemos podido observar a personas que tienen un trabajo
abrumador, compartir algunas diversiones, necesarias por cierto, sin alterar su
ritmo y por haber dispuesto con tino la proporción de su tiempo.
La primera norma a cumplir en cuanto a ese factor de éxito es aprovechar
el día desde sus comienzos.
Las primeras horas serán para poner en orden los asuntos, agrupándolos y
clasificándolos, y luego la necesaria visita a Registro de Propiedades,
instituciones bancarias, Dirección de Rentas, Tribunal Notarial y otras
entidades administrativas; sin perjuicio de la atención de algún cliente.
A la tarde el ritmo no puede decaer acentuado con la atención de la
clientela; un descanso para reanudar la tarea de diez y nueve a veinte y una;
realizada la cena, conviene la lectura de obras o temas ajenos por completo a
lo jurídico, a menos que exista urgencia en la dilucidación de un asunto.
El plan de trabajo debe respetarse a TODA COSTA, más bien intensificarlo
y no disminuirlo.
Es notable apreciar como la inteligencia tiene sus hábitos. Según los
consejos que formula RAMON y CAJAL31 se produce en este sentido una
suerte o tipo de ESPECIALIZACIÓN, que la afina cuando está en contacto con
su "hora" y la orienta hacia un mismo trabajo. Hay una ESPECIALIZACIÓN de
tiempo y otra de MATERIA.
Esta disciplina de trabajo tiene que ser PRODUCTIVA. No basta con
sentarse delante del escritorio; hay que olvidar el mundo exterior y no seguir
más que las ideas, proyecto e imágenes y continuar sin cesar en la obra, pues
un trabajo interrumpido lleva siempre la señal de las interrupciones.
c y d - dignidad pública y privada
31 RAMON y CAJAL, Santiago: "Reglas y consejos sobre la investigación científica", Madrid, 1925.
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Sin duda alguna el NOTARIADO es una de las profesiones que exige
mayores calidades éticas para responder al honor de representarla32.
El solo carácter de graduado universitario le impone SEVEROS
DEBERES Y acentúa las exigencias de decoro y moralidad en la vida pública y
privada.
Esto fue ya acertadamente contemplado en vetustas legislaciones, y ha
sido objeto de especial atención en las regulaciones deontológicas modernas.
Todo cuanto se haga en este sentido es conveniente y saludable, por
cuanto por lo delicado de las funciones que desempeña el Escribano, debe ser
desinteresado y probo y llevar hasta muy lejos el respeto de sí mismo y guardar
celosamente su independencia hacia los clientes, terceros, y poderes públicos.
Debe actuar con irreprochable DIGNIDAD, no sólo en el ejercicio de su
profesión, sino también en SU VIDA PRIVADA.
Llamado muchas veces a dirigir y encauzar los actos de otros, ejerce un
ministerio que no puede desempeñar con autoridad sino a condición de ser él
mismo RESPETABLE. En suma, su conducta profesional o privada, no debe
jamás infringir las normas del honor y de la delicadeza que caracterizan la del
hombre de bien.
De acuerdo a ello su contextura moral, su formación ética debe ser
indestructible, invulnerable; su voluntad férrea e inquebrantable, dispuesto a
hacer triunfar la verdad y la justicia.
No hay persona cabal y honesta que no coincida con estos pareceres, y
todos aquellos que se han orientado a obtener la preeminencia de la Ética en
cualquier sentido, no pueden omitir esfuerzo ni oportunidad para hacer resaltar
la importancia de inculcar sus principios y establecer una conciencia moral.
Conciencia, que como hemos dicho, estará dirigida a alcanzar la ha-
bitualidad del BUEN OBRAR encauzando los actos en las fórmulas de-
ontológicas.
32 Conf. LABURU, de J. A: "Los sentimientos; su influjo en la conducta del hombre", págs. 190 y sgts.
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[14]
Sin duda alguna que la MORAL y LO MORAL son paradójicamente
UNICOS. Vibra el concepto, la sensación en la intimidad espiritual; actúa sobre
el individuo IIevándole a discernir con corrección y altura de manera tal que
TODOS los actos; que ejecute privados o públicos y en cualquier medio o
actividad que se desempeñe serán ajustados a la regulación ética
correspondiente.
Pero un claro, una levísima grieta, y por allí se filtrará lo malo, lo
pernicioso y fragilizará el edificio moral hasta derrumbarlo. Por ello es que
están íntimamente ligadas la dignidad PUBLICA y PRIVADA, en sus
respectivas esferas de actuación ante los hombres y en el ámbito reservado a
la vida íntima del notario.
El Escribano como toda persona, puede vivir su vida privada como le
plazca pero sin ofender la moralidad. Ese reducto privado debe respetarse;
está amparado constitucionalmente y más aún si la intimidad se refiere a la
reserva de los asuntos propios de la profesión.
El Notario debe guardar mesura hasta en sus mínimos actos; debe elegir
hasta los lugares públicos donde concurre. Su propia investidura le obliga a
ello.
Su aspecto debe ser decoroso y si ha descendido económicamente debe,
conservando su dignidad, dirigirse a otros horizontes. La dignidad es única
también como la moral; se da en el funcionario, en el depositario de la fe
pública como en el over-all del mecánico, pero cuando esté raída y no
podamos cambiarla a satisfacción, conservemos el atavío íntimo y quitemos el
externo dedicándonos a otra tarea lícita.
Esto merced a la tesonera acción del gremio notarial, es ya improbable,
pues su Colegio, su Caja Notarial vela por sus integrantes y faci lita
laudablemente avizor futuro y tranquilo retiro a quienes se inician en la
profesión y a quienes salud y cronología le impidan ejercerla.
3. Deberes del Escribano para con sus semejantes
a) con cualquier persona necesitada de asistencia jurídica.
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Entre los deberes fundamentales del hombre para con sus semejantes
figuran el de AMPARO, que puede traducirse en orientación y asesoramiento y
el deber de CARIDAD, que consiste en la obligación de ayudar al prójimo en la
conservación de su patrimonio espiritual y económico.
Este postulado MORAL se traduce principalmente en el ejercicio pro-
fesional, en la asistencia jurídica al menesteroso necesitado de consejo y
aliento y en la orientación sana de su situación o sus intereses.
Como bien dice CASTAN TOBEÑAS33, el Notario tiene como uno de sus
oficios, el de ser consejero, asesor jurídico y avenidor de quienes requieren su
asistencia. "Es, en efecto, misión suya la de instruir, con su autoridad de
jurisconsulto, a los interesados sobre las posibilidades legales, requisitos y
consecuencias de la relación que quieren establecer, no menos que la de
CONCILIAR y COORDINAR, con la AUTORIDAD MORAL que le es propia, las
pretensiones de las partes, en el ritmo del Derecho y de la Ética".
b) con su cliente
Antes de enunciar los deberes del Notario con su cliente en las relaciones
previas al negocio jurídico, es menester considerar lo referente a la formación
de la clientela. En este sentido ninguna actividad cumplirá el Escribano, ni
tampoco puede provocar, solicitar o sugerir publicidad que importe propaganda
a sus dotes profesionales, tratando en este sentido de observar la mayor
moderación en el anuncio de su estudio.
El Escribano atenderá el asunto que se le encomienda como una opor-
tunidad para prestar un servicio, y tiene libertad absoluta para su aceptación o
rechazo, pero en caso de aceptarla lo hará con la firme convicción de que el
derecho asiste a su cliente en base a la intangible sanidad de sus propósitos.
Es interesante acotar la naturaleza jurídica que surge de la relación entre
Notario y cliente en ocasión de solicitar sus servicios, pues emerge de ello una
suerte de obligaciones recíprocas para ambas partes.
A la prestación de los servicios profesioll3!es habrá de corresponder una
33 Ob. cit., pág. 49
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contraprestación que se traducirá en el pago de honorarios hoy sin problema
alguno por la existencia de una regulación arancelaria. Con todo siempre existe
una duda en cuanto a la NATURALEZA del vínculo si es una LOCACION DE
SERVICIOS o de OBRA o es un MANDATO.
Se suponía antaño que la figura contractual de la locación de servicios no
era asimi!able a la realización de un trabajo intelectual, era hasta quizás
vejatorio, pero si se recurría al MANDATO, como delegación de potestades,
nos encontramos que según la fuente romana el mandato era un contrato
gratuito.
¿Cómo retribuir los servicios en tal caso? Podríamos enrolamos en la
cómoda posición de un contrato SUI-GENERIS, que más bien es aplicable para
la relación entre el ABOGADO y cliente, pero nosotros participamos por el
carácter específico de la tarea notarial, el instrumento público de que se trata
de una locación de OBRA34.
En efecto: descartamos, como dijimos el MANDATO, por cuanto el
Escribano no representa a su cliente, se limita a la realización de lo enco-
mendado y a seguir en cierto modo sus instrucciones, pero no hay en forma
alguna REPRESENT ACION subjetiva.
Sin duda el Escribano, como titular de una profesión libre, abogado,
médico, arquitecto, etc. etc., cumple una función social, que necesariamente
debe ser retribuída por imperio de normas elementales de subsistencia y
equidad y también es indudable que PRESTA SERVICIOS que deben ser
valorados pecuniariamente.
El concepto engañoso que es afrenta para el profesional hablar de
retribución de servicios ha sido desechado, porque SI presta servicios y de alta
jerarquía y así debía ser la retribución, que no alcanza a una paridad equitativa.
Pero el Notario pone su CONOCIMIENTO y VERSACION para obtener un
RESULTADO, un FIN, apartándose en esto de la locación de servicios cuyo
objeto es el trabajo en sí con abstracción relativo de su resultado, en cambio en
34 Conf. SAVRANSKY, M. J.: Ob. cit., pág. 122.
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la locación de OBRA interesa ese RESULTADO, que es la satisfacción de la
expectativa apetecida en el negocio jurídico.
En la locación de servicios tiene mucha importancia para el precio, la
cronología, el tiempo empleado para realizarlos. En la locación de obra se
establece el precio o arancel en relación a la actuación instrumental co-
rrespondiente.
Aclarada brevemente esta cuestión, corresponde abordar un tema sig-
nificativo en la relación entre Notario y cliente, cual es el secreto profesional.
SECRETO PROFESIONAL
Es éste uno de los temas más delicados y discutidos en el aspecto
profesional. Como bien dice BERNARD35 el secreto profesional "como
obligación impuesta a determinadas personas para evitar la divulgación de
hechos confiadas a las mismas, en razón de su ministerio, excede la órbita del
derecho positivo y se adentra en la ética profesional".
En la función notarial así como en otras actividades profesionales li-
berales, el secreto es ínsito a la responsabilidad emergente de la actuación que
desempeña. Si bien el notario es depositario de la FE pública también lo es de
la FE que el cliente en él confiere. A la conciencia, al honor y a la dignidad del
profesional de derecho, se confía muchas veces los destinos de un patrimonio
o de una familia.
La violación del secreto, es pues, sin justa causa, una de las trans-
gresiones morales más repudiables, y en realidad en la legislación penal, por la
benignidad de la pena, no se contempla las proyecciones nefastas que puede
acarrear una infidencia, con motivo del ejercicio profesional.
Si acordamos mayor trascendencia al concepto moral que al legal
podríamos expresar con Perraud Charmentier que "el secreto profesional es el
deber riguroso para el profesional de derecho, quien no debe, jamás revelar
ESPONTANEAMENTE, un hecho que le ha sido confiado durante el ejercicio
35 TOMAS DIEGO BERNARD (h): "El secreto profesional en el notariado", pág. 11.
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de su profesión36",
Para nosotros en una concepción simple el secreto profesional es laobligación MORAL y legal que tiene el profesional de derecho de guardarla fe depositada en él por su cliente.
La importancia que reviste para el notario, para el cliente, y para la
sociedad la absoluta discreción en el manejo de los intereses y confidencias
que se pueden formular, ha derivado en considerar este aspecto como un
dogma inalienable, como una institución regulada por la doctrina y la
legislación, con carácter universal, sistematizada en los Códigos Penal y de
Procedimiento37.
En efecto ya desde antiguo existían normas concretas para regular
positivamente el secreto profesional, y penar su violación38.
En la figura del SECRETO PROFESIONAL debemos distinguir un sujeto
activo, un sujeto pasivo, y el elemento material del delito. El primero es el que
revelando el SECRETO infringe la ley penal; el segundo es el que resulta
defraudado por la infidencia del consejero jurídico elegido; y, por último, el
elemento MATERIAL está constituido por el hecho de la infidencia o
REVELACION del secreto, conocido en VIRTUD DE LA PROFESION que se
ejerce, negativa actitud que debe causar necesariamente DAÑO o AGRAVIO al
interesado; pero para ello la revelación del secreto debe ser formulada SIN
,JUSTA CAUSA, es decir sin que haya un justificativo de tal magnitud que
autorice la infracción,
La JUSTA CAUSA, es para algunos, la liberación por parte del transmisor
del secreto al depositario, de la reserva que debe guardar al respecto.
36 Bourdel lo define como la "confidencia hecha por una persona a un profesional con la conviccióníntima de que éste no la revelará". Carrara expresa que se denomina secreto a "todo aquello que seconfía al profesional en ocasión de su oficio con la intención de que no se divulgue" (citas tomadas deBARNARD, ob. cit., pág. 14).37 Arts. 156 del C. P., arto 246 de! C. de P. P. (1970).38 Por ejemplo Ley II, título XVI, partida 7a. de Alfonso el Sabio; ley 3, título 9, Libro 1, del Fuero; leyes 9y 10, títulos 6, Partida 3a.; ley 19, de Estilo; ley 13 y 9, de este título y la 8, título 19, libro 2, deOrdenamiento. Entre nosotros pueden recogerse los siguientes antecedentes: decretos del 26 y 29 deagosto de 1790, arto 2º. Art. 378 del C. P. de 1810; ley 8 del 29 de noviembre de 1850; ley del 28 demarzo de 1885, art. 40,etc.,etc
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Vale decir relevarlo de su obligación. Ello importa acordar a la JUSTA
CAUSA un carácter contractual, pues dependería de la voluntad del de-
positante.
Esto no es exactamente cierto y puede traer derivaciones perjudiciales.
Nos enrolamos en la posición que estima que el profesional puede revelar el
secreto cuando el silencio puede aparejar menoscabo al ORDEN PUBLICO,
pues el interés que debe consultarse para llegar a la violación del secreto, es
de necesidad social: el perjuicio que puede causarse a la colectividad en caso
de una RESERVA injustificada por respeto a un compromiso UNILATERAL
puede resultar de proyecciones incalculables para la sociedad.
Claro está que ello es difícil advertirlo en la profesión de notario, dado que
el ámbito es más reducido, ceñido a una proyección económica o de
consecuencias de esta índole pero sin duda las funciones notariales se
encuentran comprendidas, concretamente entre las que deben observar el
secreto profesional.
Además de las normas generales citadas en el Código Penal y leyes de
Procedimiento, hay regulaciones provinciales de organización del Notariado
que han seguido el pensamiento de la ley 12.990, en las que establece como
DEBER primordial mantener el secreto profesional y la reserva del contenido
del REGISTRO O PROTOCOLO o sea de los actos notariales.
En este sentido el principio de la JUSTA CAUSA, juega tanto por la
voluntad de las partes como así también si existiera una orden judicial al
respecto, disposición que encuadraría dentro del concepto del ORDEN
PUBLICO, que permite al notario salvar su compromiso profesional por imperio
de una exigencia judicial.
Cabe expresar por último que las leyes respectivas deben considerar,
como la ley 12.990 citada, la violación del secreto en sus consecuencias
penales, como delito; civiles, por los daños y perjuicios que puedan derivarse y
GREMIALES por la falta de responsabilidad incurrida.
c) con la parte co-contratante
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No es dificultoso asumir una postura correcta frente a la contra parte
contractual. En el abogado debe manifestarse una pulcritud deontológica, sin
perjuicio de un espíritu conciliatorio, pero en el notario que dirige un negocio
jurídico sin controversias, o cuando más pequeños roces en el ajuste de
voluntades, su actitud es de asesoramiento tanto para su cliente como para los
participantes en el acto.
Su posición es actuar con ABSOLUTA buena fe, veracidad, PROBIDAD y
lealtad para su cliente cuidando en toda forma de no deslizarse en una
falsedad ideológica.
No hay pues LUCHA o antagonismos, cuando más será un juego dia-
léctico que debe desembocar en la realidad y en la VERDAD jurídica, para
sustraer al asunto a un posible conflicto y por ende a una futura intervención
judicial de matiz contencioso.
d) con el colega
Nada debe mancillar o amenguar las relaciones que deben existir entre
colegas. Ambos defienden intereses que le son confiados y ambos tienden a
obtener un perfeccionamiento instrumental de la voluntad.
La cortesía es el elemento que auspicia la armonía y permite coordinar
pareceres para evitar molestias y demoras.
En este sentido el Colegio de Escribanos es un EJEMPLO de entendi-
miento y amistad mancomunados en un esfuerzo colectivo.
e) con autoridades judiciales y administrativas
No sólo en su estudio notarial realiza su actividad el notario. La tarea a
cumplir en las esferas administrativas y judiciales es inmensa.
Asaz innecesario sería enumerarla; bástenos decir que el Escribano en
ese fatigoso andar debe conservar su serenidad, y su respetuoso peticionar
deberá estar adicionado de una buena dosis de paciencia.
Ello no significa que se acaten sumisamente todas las situaciones que
pueden obstaculizar la gestión notarial, teniendo en miras el interés de su
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cliente, pero sí establecer como un medio de comunicación efectivo, una
sincera cordialidad con funcionarios y magistrados.
No se intentará con ellos obtener ventajas ni favores. sino consolidar más
aún el UNIVERSAL CONCEPTO de que gozan los notarios, como depositarios
de la FE, de la confianza de los integrantes de la sociedad. y como estamentos
sólidos y dinámicos de la colectividad que debe saberse amparada por
profesionales dignos y funcionarios aptos y probos, para arribar así sin
esfuerzo a la culminación del ciclo ético que analizáramos: obtener la
FELICIDAD en base a una mística subjetiva, orientada por un esfuerzo lícito a
la consolidación de un espíritu comunitario efectivo, motor inapreciable del
proceso de los pueblos.