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E E u u r r o o E E c c o o R R e e v v i i s s t t a a d d i i g g i i t t a a l l d d e e E E c c o o g g r r a a f f í í a a C C l l í í n n i i c c a a M Ma a r r z z o o , , 2 2 0 0 1 1 8 8 V V o o l l u u m me e n n 9 9 , , n n ú ú m me e r r o o 1 1 Redondo Sendino A, González Sánchez IC. Vesícula de porcelana: un hallazgo inesperado. EuroEco 2018;9(1):43-44. 43 Caso clínico Vesícula de porcelana: un hallazgo inesperado Áurea Redondo Sendino, Isabel Cristina González Sánchez Centro de Salud Canillejas. Madrid Mujer de 81 años de edad, que presenta como ante- cedentes personales hipertensión arterial, hipercoleste- rolemia, fibrilación auricular crónica, insuficiencia car- diaca congestiva, síndrome de apnea-hipopnea obstructi- va del sueño y un accidente cerebrovascular hace 13 años sin secuelas. Está en tratamiento con enalapril, fu- rosemida, acenocumarol, bisoprolol, simvastatina, panto- prazol y BIPAP nocturna. Acude a la consulta de su médico de atención prima- ria por un cuadro de dolor lumbar mecánico, irradiado al glúteo derecho, sin antecedente traumático previo, de un mes de evolución. Se pauta tratamiento con paracetamol, metamizol y fisioterapia. Ante la persistencia del dolor, se solicita una radio- grafía de la columna lumbo-sacra. En ella se observan signos de espondiloartrosis lumbar. Llama la atención el hallazgo de una imagen redondeada de contorno calcifi- cado en la zona hepática (figura 1). Figura 1. Para definir esa lesión, se realiza una exploración ecográfica abdominal. Demuestra un hígado de ecoes- tructura normal; no hay dilatación de la vía biliar intra- ni extrahepática; la vesícula biliar tiene una pared hipe- recoica, con sombra acústica posterior, que sugiere la existencia de vesícula de porcelana (figuras 2 y 3); el páncreas se visualiza parcialmente por interposición de gases; el bazo y el riñón izquierdo tienen una ecoestruc- tura normal; se observa un quiste cortical milimétrico en el riñón derecho; la vejiga está moderadamente reple- cionada, pero no se observan lesiones parietales ni con- tenido ecogénico; no se observa líquido libre peritoneal. Figura 2. Figura 3. La analítica muestra función hepática normal. No ha tenido síntomas de enfermedad hepatobiliar previamen- te. Se le informa del riesgo de malignización de la vesícu- la biliar y se realiza una interconsulta a Cirugía General. Dado el alto riesgo quirúrgico que presenta, por la edad y los antecedentes personales, se decide seguir acti- tud expectante y control ecográfico periódico. COMENTARIO La vesícula de porcelana es una rara entidad descrita por primera vez en 1929 como una calcificación de la pa-

Vol 9(1) 1763 - euroeco.orgeuroeco.org/vol9_num1_marzo2018/pdf/43_44.pdf · con la presencia de litiasis vesicular y colecistitis crónica. Se han propuesto tres posibles mecanismos:

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EEuurrooEEccoo RReevviissttaa ddiiggiittaall ddee EEccooggrraaffííaa CCllíínniiccaa MMaarrzzoo,, 22001188 VVoolluummeenn 99,, nnúúmmeerroo 11 Redondo Sendino A, González Sánchez IC. Vesícula de porcelana: un hallazgo inesperado. EuroEco 2018;9(1):43-44. 43 Caso clínico Vesícula de porcelana: un hallazgo inesperado Áurea Redondo Sendino, Isabel Cristina González Sánchez Centro de Salud Canillejas. Madrid Mujer de 81 años de edad, que presenta como ante-cedentes personales hipertensión arterial, hipercoleste-rolemia, fibrilación auricular crónica, insuficiencia car-diaca congestiva, síndrome de apnea-hipopnea obstructi-va del sueño y un accidente cerebrovascular hace 13 años sin secuelas. Está en tratamiento con enalapril, fu-rosemida, acenocumarol, bisoprolol, simvastatina, panto-prazol y BIPAP nocturna. Acude a la consulta de su médico de atención prima-ria por un cuadro de dolor lumbar mecánico, irradiado al glúteo derecho, sin antecedente traumático previo, de un mes de evolución. Se pauta tratamiento con paracetamol, metamizol y fisioterapia. Ante la persistencia del dolor, se solicita una radio-grafía de la columna lumbo-sacra. En ella se observan signos de espondiloartrosis lumbar. Llama la atención el hallazgo de una imagen redondeada de contorno calcifi-cado en la zona hepática (figura 1). Figura 1.

Para definir esa lesión, se realiza una exploración ecográfica abdominal. Demuestra un hígado de ecoes-tructura normal; no hay dilatación de la vía biliar intra- ni extrahepática; la vesícula biliar tiene una pared hipe-recoica, con sombra acústica posterior, que sugiere la existencia de vesícula de porcelana (figuras 2 y 3); el páncreas se visualiza parcialmente por interposición de gases; el bazo y el riñón izquierdo tienen una ecoestruc-tura normal; se observa un quiste cortical milimétrico en el riñón derecho; la vejiga está moderadamente reple-cionada, pero no se observan lesiones parietales ni con-tenido ecogénico; no se observa líquido libre peritoneal. Figura 2. Figura 3. La analítica muestra función hepática normal. No ha tenido síntomas de enfermedad hepatobiliar previamen-te. Se le informa del riesgo de malignización de la vesícu-la biliar y se realiza una interconsulta a Cirugía General. Dado el alto riesgo quirúrgico que presenta, por la edad y los antecedentes personales, se decide seguir acti-tud expectante y control ecográfico periódico. COMENTARIO La vesícula de porcelana es una rara entidad descrita por primera vez en 1929 como una calcificación de la pa-

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EEuurrooEEccoo Redondo Sendino A, González Sánchez IC. Vesícula de porcelana: un hallazgo inesperado. EuroEco 2018;9(1):43-44. 44 red vesicular, de consistencia quebradiza y con pérdida de su coloración azulada. La incidencia real es descono-cida, pero se ha encontrado en 0,06-0,8 % de las colecis-tectomías. Es más frecuente en las mujeres y en la sexta década de la vida. La etiología es desconocida, aunque se ha relacionado con la presencia de litiasis vesicular y colecistitis crónica. Se han propuesto tres posibles mecanismos: • La obstrucción del conducto cístico, que favorece el depósito de sales de carbonato cálcico. • La irritación crónica de la pared por litiasis. • La distrofia de la pared debida a una infección crónica con compromiso de la circulación, facilitada por la obstrucción del conducto cístico. La relación entre vesícula de porcelana y cáncer vesi-cular es controvertida. En estudios retrospectivos y se-ries de casos publicados en los años 50-60, se observó una incidencia de cáncer desarrollado sobre vesícula de porcelana de 12-62 %; sin embargo, estudios recientes sugieren que la presencia de vesícula de porcelana es un hallazgo casual y no un predictor de cáncer de vesícula. La mayoría de los pacientes están asintomáticos y la vesícula de porcelana es detectada casualmente en una radiografía, como en el presente caso. Algunos pacientes pueden presentar dolor abdomi-nal, náuseas, vómitos y fiebre. El diagnóstico de sospecha se plantea ante el hallazgo en una radiografía simple de una masa calcificada única en el cuadrante superior derecho del abdomen; sin em-bargo, el diagnóstico definitivo puede obtenerse con una exploración ecográfica abdominal o una tomografía axial computerizada con contraste, que permite observar con mayor detalle la topografía de la vesícula. El aspecto ecográfico de la vesícula de porcelana está determinado por la extensión de la calcificación. Cuando toda la pared está calcificada, se observa una línea semi-lunar hiperecoica con sombra acústica posterior. Si la calcificación es menor, aparece una línea hiperecoica con grado variable de sombra acústica posterior. Los grupos discontinuos de calcio aparecen como focos hiperecoicos con sombra acústica posterior. Puede observarse conte-nido luminar, ya que 95 % de los pacientes con vesícula de porcelana tienen litiasis biliar asociada. En el diagnóstico diferencial se incluyen las calcifica-ciones del hipocondrio derecho, como el quiste hidatídi-co calcificado, la litiasis biliar grande, los quistes por equinococos, la esquistosomiasis, los quistes renales cal-cificados, las masas de la pared torácica calcificadas, los infartos hepáticos antiguos calcificados, los tumores he-páticos y los tumores adrenales calcificados. El tratamiento en pacientes sintomáticos es la colecis-tectomía. En pacientes asintomáticos, aunque la asocia-ción con el cáncer de vesícula biliar es controvertida, se recomienda la colecistectomía profiláctica por el mal pronóstico del cáncer de vesícula biliar. Sin embargo, co-mo recientemente se ha observado que la incidencia de cáncer sobre vesículas de porcelana es más baja que en estudios de décadas pasadas, puede adoptarse una acti-tud expectante cuando el riesgo quirúrgico es elevado. Así se consensuó en el caso descrito y se recomendó

la realización periódica de exploraciones ecográficas en el centro de salud. BIBLIOGRAFÍA • Rumack CM, Wilson SR, Charboneau JW. Diagnóstico por eco-grafía. 3ª edición. Barcelona: Elsevier Mosby 2006: pág 171-13. • Palermo M, Núñez M, Duza GE, Giménez Dixon M, Bruno MO, Tarsitano FJ. Vesícula de porcelana: caso clínico y revisión de la literatura. Cir Esp. 2011;89:213-7. • Soler González J, Melé Olivé J, Gervilla Caño J. Vesícula de por-celana. FMC. 2009;16:502-3. • Stephen AE, Berger DL. Carcinoma in the porcelain gallblad-der: a relationship revisited. Surgery. 2001;129:699-703. • Gómez-López JR, De Andrés-Asenjo B, Ortega-Loubon C. A porcelain gallbladder and a rapid tumor dissemination. Ann Med Surg. 2014:119-22. • Nakashima H, Tanaha Y. Hepatobiliary and pancreatic: por-celain gallbladder. J Gastroenterol Hepatol. 2002;17:1228.