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Dossier Historia Antigua

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Histoira Antigua de la Península Ibérica

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Península Ibérica Península Ibérica Península Ibérica Península Ibérica Península Ibérica Península Ibérica Península Ibérica Península Ibérica Península Ibérica Península Ibérica Península Ibérica Península Ibérica

2012

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ÍNDICE

* Introducción. - Etapas * Pueblos Prerromanos. - Tartessos. - Íberos.

- Celtíberos.

- Pueblos del Norte.

* Pueblos Colonizadores. - Fenicios. - Griegos.

- Cartagineses.

*Hispania Romana. - Etapas de la conquista. - Proceso de Romanización. El legado cultural.

- Invasiones bárbaras. El reino visigodo.

* Historia Antigua de Albacete. - Colecciones de Protohistoria.

- Colecciones de Época Romana. * ¿Qué encontramos en el Museo de Albacete?.

* Selección bibliográfica.

“La historia no es una ciencia, es un arte. En sus aciertos interviene siempre la

imaginación”.

Anatole Franc

Cuando en la vida de las personas

ha ocurrido un acontecimiento de

mucha importancia para toda la

humanidad y las formas de vivir

han cambiado, los historiadores

dicen que ha finalizado una época

y ha comenzado otra.

Así finalizó la Prehistoria y

comenzó la Historia: cuando el ser humano descubrió la escritura y pudo dejar por escrito la narración de los

acontecimientos que le ocurrieron. Gracias a los textos escritos que han ido dejando, podemos saber con mayor

exactitud qué es lo que ocurrió en el pasado.

La Biblioteca Pública del Estado de Albacete ha elaborado este dossier informativo, que junto a un centro de

interés, te ayudarán a adentrarte en las diferentes etapas de la Historia Antigua de España (s. III a.C.– s.V):

- Hispania prerromana.

- Hispania romana.

- Hispania visigoda.

INTRODUCCIÓN

Tras el largo período paleolítico, y concluido el largo proceso de hominización con la especie Homo sapiens

sapiens, se inició el período neolítico en la Península Ibérica hace aproximadamente 5.000-3.000 años. Las

nuevas comunidades agricultoras y ganaderas se asentaron creando poblados permanentes.

La Edad de los Metales se inicia con la edad del Cobre, en torno a 3.000 a.C., y continua con la Edad del Bronce

(2.000 a.C.). Hacia 1.200 a.C., tiene lugar la primera de una serie de invasiones de pueblos indoeuropeos, los

celtas.

Se inicia así lo que se denomina la Protohistoria: período

comprendido entre las invasiones indoeuropeas (1.200

a.C.) y la invasión romana en la segunda mitad del siglo III

a.C. De este período han quedado abundantes restos

arqueológicos, a los que se les une los primeros testimonios

escritos de griegos y romanos sobre la península ibérica.

Testimonios de difícil interpretación.

La Edad Antigua es una época histórica que coincide con el

surgimiento y desarrollo de las Primeras Civilizaciones

(Egipto , Grecia, Roma, etc.), también conocidas como Civilizaciones Antiguas. De acuerdo con la historiografía,

el inicio de este periodo está marcado por el surgimiento de la escritura (alrededor del año 4000 a.c.), que

representa también el fin de la Prehistoria. De acuerdo con este sistema de periodización histórica la Edad

Antigua se extiende desde surgimiento de la escritura hasta la Caída o derrumbe del Imperio Romano de Oc-

cidente, por las invasiones bárbaras del siglo V. Habría tenido una duración de 5500 años.

Etapas

Las etapas en las que se ha dividido la Historia y los acontecimientos que lo han causado son las siguientes:

1. Edad Antigua: desde la aparición de la escritura hace unos 3.000 años, hasta la finalización del Imperio

Romano en el año 476 después de Cristo.

2. Edad Media: desde el año 476 hasta el descubrimiento de América en 1492.

3. Edad Moderna: desde el descubrimiento de América hasta la Revolución francesa en 1789.

4. Edad Contemporánea: desde la Revolución francesa hasta la actualidad.

PUEBLOS PRERROMANOS

Aunque al menos desde época neolítica ya existían unos elementos básicos de la población peninsular, la falta

de referencias a aquellos periodos imposibilita darles nombres. Hay que aclarar que, aunque algunas culturas

conocían la escritura, estas aún se consideran parte de la Prehistoria de España.

1. TARTESOS

Tartessos es la cultura más antigua del primer milenio a. C. Fue una civilización muy brillante que se desarrolló

en el suroeste peninsular en la primera mitad del primer milenio a.C.

El reino de Tartesos es conocido por sus referencias históricas, pero la confirmación arqueológica de la ciudad

aún está por determinar totalmente. Existen dos fuentes clásicas que confirman la existencia de Tartesos, la

Biblia (dudosa) y los autores grecolatinos como Avieno, Cicerón, Plinio, Herodoto y Estrabón.

Se tiende a considerar Tartesos como un reino autóctono

surgido por la aculturación de los indígenas, producida por

el contacto con griegos y fenicios. En realidad sería una

cultura de la Edad del Bronce, de economía agrícola y

ganadera, que se desarrolló en torno a la región minera

onubense (siglo IX a.C.), y que controlaba la ruta del estaño

con el norte y la ruta marítima con Cartago.

La tartésica es una sociedad jerarquizada, en cuya cúspide

se encuentra la oligarquía comercial. Su estructura política

se parece mucho a la de la tiranía griega, y busca extender su

dominio favoreciendo el comercio; sobre todo después del

contacto con los fenicios, que se incrementa tras la fundación

de Gadir. Ello provocará una floración de la cultura material

entre las elites indígenas, de la que tenemos constancia a

través de los tesoros de El Carambolo (Camas, Sevilla) y

Aliseda (Cáceres), en los que se encuentra productos de procedencia foránea.

La fundación mítica de Tartesos se remonta al año 1200 a.C., aunque el reino histórico no aparece hasta el

750 a.C. Según la mitología hay tres grandes reyes de Tartesos: Gárgoris, el recolector de miel; Habis, el

agricultor; y Gerión, el ganadero: las tres etapas del acceso a la civilización, según la concepción griega. Pero el

primer rey histórico fue Argantonio, al que se refiere Herodoto.

El Tesoro del Carambolo, un conjunto de piezas de orfebrería de la época tartesia y hallado de forma casual hace 54 años, se expone en una sala permanente del Museo Arqueológico de Sevilla, tras permanecer guardado en la caja fuerte de una entidad. bancaria de la que solo ha salido en cinco ocasiones

2. ÍBEROS ( Pueblos del Sur y del Este)

Tradicionalmente se ha considerado a los íberos como los habitantes de las regiones costeras desde el cabo de

Palos hasta el estrecho de Gibraltar. Sin embargo, para los antiguos, íberos eran todos los habitantes de Iberia.

El nombre es, posiblemente, griego aunque nos llega a través del latín. Estos son los primeros pueblos que

escapan al anonimato, por las referencias históricas que de ellos se tienen. Su localización espacial es imprecisa,

y probablemente cambiante. A menudo no va más allá de una ciudad y su zona de influencia. Los pueblos más

destacados son: los sordones, en la zona del Rosellón; los indigetes, en el Ampurdán; los layetanos, en

Barcelona; los cosetanos, en Tarragona; los ceretanos, bergistanos, andosinos, ilergetes, lacetanos, sedetanos y

airenosos, en el valle de Ebro y Pirineos; los ilercavones en Sagunto; los edetanos en el Júcar, los contestanos en

el Segura; los mastienos más al sur; y los bastetanos y turdetanos en Andalucía. Algunas de sus ciudades tendrán

gran importancia, como Sagunto, Ilici (Elche) o Numancia.

Su economía se basaba en el desarrollo agrícola, de un nivel técnico muy alto, parecido al romano. Cultivaban

trigo, olivo y vid, la clásica trilogía mediterránea, así como árboles frutales y verduras, y plantas textiles.

La ganadería era complementaria; y la minería continuaba teniendo importancia, por su mercadeo con los

colonos, principalmente cartagineses. Esta relación les lleva a un rápido proceso de urbanización y a utilizar la

moneda, por lo que cuando lleguen los romanos su labor será más fácil.

En su organización política se distinguen dos formas: la monarquía y la república. La monarquía, la turdetana es

la más evolucionada, se desarrolla en torno a una ciudad estado que controla un territorio más o menos grande.

Los reyes aparecen rodeados por una «corte» de individuos fieles al rey por un vínculo personal. No faltaba un

«consejo de ancianos». El poder real era, en principio, hereditario y personal. La república estaba dominada

por la aristocracia, la más notable fue la de Sagunto, que era también la oligarquía mercantil. Su estructura era

análoga a la de las ciudades griegas, cuyo modelo les influyó decisivamente.

Se distinguían tres clases sociales: la aristocracia, los hombres libres (de riqueza media) y la clase baja. Su

estructura es fuertemente patriarcal, aunque la condición social se trasmitía por vía matrilineal.

Su hábitat se caracterizaba por los asentamientos en ciudades bien fortificadas y

situadas en lugares estratégicos, calles estrechas de planta regular y sin edificios

públicos. Casas rectangulares, muros de piedra y adobe y techo de paja con

arcilla.

Metalurgia:

Este guerrero sirve de excusa para mostrar la industria metalúrgica con la que se

fabricaban armas como la falcata (típica espada curvada ibera) que lleva el jinete,

utillaje agrícola (arados, esquilas...), exvotos a divinidades (toro de Azaila) y mone-

da. En el S.II surgen una serie de “cecas” donde se acuña moneda incentivadas por el

comercio.

Escribas:

Los iberos poseían un evolucionado sistema de escritura, mezcla de alfabeto y silabario adaptado del griego que

fue exportado a otros idiomas como el celtíbero, y aunque se sabe qué representan estos signos, no se ha logrado

descifrar todavía la lengua ibera, sin embargo la celtíbera sí que se ha podido traducir. Ejemplos de gran

importancia en alfabeto íbero son los bronces hallados en Botorrita, hallándose esta escritura también en platos

de cerámica, estelas funerarias o monedas.

Guerrero de Mogente. Se halla en el Museo de Prehistoria de Valencia.

Alfareros:

Destaca la industria cerámica para objetos de uso cotidiano como jarras, kalathos (envase con forma de

sombrero de copa) o urnas funerarias (recipiente para guardar las cenizas del difunto). Usan la técnica del

torno para su fabricación. En cuanto a las formas recogen influencia de las griegas y fenicias.

Telares:

Una industria propia de las comunidades urbanas era la textil, avalada su existencia por la presencia de

numerosas pesas de telar (pondera) y de fusayolas en los yacimientos y tendrían un carácter marcadamente

familiar.

Pira funeraria:

Ceremonia de enterramiento de los íberos: primero se les quemaba y sus cenizas se depositaban en urnas

funerarias cerámicas. Si el difunto era un guerrero o un personaje importante del poblado se le homenajeaba

con estelas decoradas encaminadas a la heroización del difunto en el más allá.

En el ámbito cultural, eran pueblos avanzados, con una lengua propia aún sin descifrar, ritos religiosos y

funerarios característicos y, en determinadas ciudades, un cierto desarrollo de la planificación urbana. De las

muestras artísticas que se conservan, destacan una serie de esculturas, entre las que destacan la Dama de

Elche, la de Baza, la del cerro de los Santos o la llamada Bicha de Balazote, así como la célebre falcata ibérica.

3. CELTÍBEROS (Pueblos del centro y oeste)

Aquí la influencia de los colonizadores mediterráneos llegó

muy débilmente y la presencia celta (pueblos de lengua

indoeuropea) fue importante. Se les denominó

"celtíberos" (ilergetes, carpetanos, lusitanos...).

Su economía era agrícola-ganadera, con menor peso del

comercio. Su sociedad mantenía una fuerte cohesión tribal y

habitaban poblados fortificados como Numancia.

En el aspecto artístico, destaca la “Cultura de los verracos”

entre los vetones del valle del Tajo. Los verracos son grandes

esculturas de animales ligadas a cultos ganaderos. El más

célebre ejemplo son los Toros de Guisando.

4. PUEBLOS DEL NORTE

Galaicos, astures, cántabros, várdulos, vascones... se asentaron

desde Galicia al Pirineo aragonés.

Pueblos muy atrasados, tenían una economía basada en la

ganadería, la recolección y la pesca. El peso de la agricultura

era escaso.

Como restos arqueológicos, destacan los “castros”, poblados de

viviendas circulares construidos por los galaicos. Un buen

ejemplo es el Castro de Coaña. Entre este pueblo tuvo un gran

desarrollo las prácticas mágicas y de adivinización.

Toros de Guisando en el término municipal de “El Tiemblo”, Ávila.

PUEBLOS COLONIZADORES

Las colonizaciones en la península ibérica se limitaron, fundamentalmente, a pequeños asentamientos muy

escasos y breves. Los pueblos que llevaron a cabo la empresa, fenicios, griegos y cartagineses, dieron mayor

importancia a comerciar y asegurarse el control de las riquezas mineras para sus metrópolis, que de asentarse de

una forma estable en el territorio peninsular.

FENICIOS

La aparición de las culturas del occidente peninsular coincide hacia el siglo XII a. C. con la expansión fenicia por

todo el Mediterráneo. La presencia fenicia está limitada a la costa de Andalucía y a una limitada zona de

influencia interior y estuvo asociada al pueblo de Tartessos. A los fenicios se les atribuye la fundación de Gádes

(actual Cádiz), en una fecha un tanto controvertida que las fuentes griegas y romanas remontan hacia el año

1100 a. C. Dicha ciudad habría sido la principal fuente del comercio fenicio con Tartessos.

Aunque hay objetos más antiguos,

sólo se han encontrado asentamien-

tos fenicios a partir del siglo VIII

a. C. en las costas de Málaga y

Granada. Eran factorías comerciales

que se empleaban para traficar con

los centros de producción de

metales del interior de la Península,

aunque también es probable que

también hayan mantenido una

economía agraria autosuficiente.

Probablemente fueron ellos

quienes introdujeron la metalurgia

del hierro, bastante compleja, y el

torno de alfarero.

GRIEGOS

Respecto a los griegos, se han encontrado bastantes objetos, principalmente vasijas cerámicas, en el territorio de

Tartessos, pero sólo a partir del siglo VI a.C. son lo suficientemente abundantes como para pensar que fueron los

propios griegos quienes los introdujeron, fundamentalmente a través del puerto de Huelva. Es posible que

reemplazasen a los fenicios en esa tarea, aprovechándose de su creciente decadencia.

Se citan numerosas colonias griegas en los textos, pero de la mayoría de ellas no se conserva resto alguno. Es

probable que se tratasen de enclaves iberos o fenicios utilizados por los navegantes griegos para pernoctar,

aprovisionarse y comerciar con los pueblos indígenas del interior, y a los que acabaron por dar sus propios

nombres griegos. Los arqueólogos sitúan la mayor parte de los enclaves en la costa de Alicante. El único

asentamiento seguro es el de Emporion (Ampurias), en la costa de Gerona, fundada por los colonos

procedentes de la ciudad griega de Massalia (actual Marsella) hacia el año 600 a.C. Muy pronto se convirtió en

una colonia rica y próspera, que realizaba intercambios con el interior: los griegos proporcionaban cerámicas,

vino y aceite a cambio de sal, esparto y telas de lino. Entre los siglos V y IV a. C. la colonia aumentó de tamaño,

se amuralló y se dotó de una zona sagrada. Su convivencia con los iberos fue, hasta la época romana, bastante

pacífica.

CARTAGINESES

La época de mayor presencia púnica en la península ibérica transcurre durante los siglos IX y III a. C. El

pueblo cartaginés sustituyó a los comerciantes fenicios y se instalaron en las factorías comerciales costeras

mediterráneas desde las que controlaban los productos del interior, principalmente las minas de Castuló

(Linares), mientras que dejaban su influencia sobre las culturas ibéricas. Existen

abundantes cerámicas, objetos funerarios y restos de la influencia cultural

cartaginesa, como el culto a la diosa Tanit y a otras divinidades púnicas en los

antiguos asentamientos fenicios, sobre todo en Baria (Almería) y en Gades.

Según las fuentes clásicas, el general cartaginés Asdrúbal el Bello –en la

imagen- en el año 227 a.C. fundó la ciudad de Qart Hadast, actual Cartagena,

posiblemente sobre un anterior asentamiento tartésico denominado (Mastia

Tarseion. Cartagena fue amurallada y reurbanizada y se convirtió en la principal

base púnica de la península ibérica.

Además cabe destacar la colonia de Ebusus (Ibiza), enclave estratégico para el

dominio naval de Cartago en el Mediterráneo occidental.

La influencia cultural que pudo ejercer Cartago en la Península parece escasa.

Es posible que interviniesen en los alfabetos tartesio e ibero, y ciertas mejoras

en la industria o en el cultivo.

El legado de la colonizaciones fue importante, aunque solo afectó a la costa mediterránea y el valle del

Guadalquivir ¿Qué aportaron estos pueblos mediterráneos?

- Nuevos cultivos, como el olivo y el esparto.

- Torno del alfarero (desarrollo de la cerámica)

- Acuñación de monedas, clave para el desarrollo

comercial.

- Alfabeto. El fenicio y, posteriormente, el griego.

- Restos artísticos: sarcófago fenicio antropoide de

Cádiz –en la imagen-, tesoro fenicio de Aliseda, la

ciudad griega de Ampurias…

HISPANIA ROMANA

La conquista de Roma se inició en el siglo III a.C. y concluyó, tras un proceso largo y

complejo, en el siglo I a.C.

Podemos distinguir tres etapas principales:

• 1ª etapa: Conquista del este y el sur peninsular (218-197 a.C.)

El inicio de la conquista se enmarcó en el contexto de la Segunda Guerra Púnica

(guerras que enfrentaron a Roma y Cartago por la hegemonía en el mediterráneo

occidental). Los cartagineses tenían asentamientos importantes en el levante

Asdrúbal, el bello general y gran estratega que fundó Cartago Nova

peninsular y desde allí atacaron Roma a través del sur de Francia y los Alpes. Roma contraatacó invadiendo las

posesiones cartaginesas en Hispania a fines del siglo III. Con la victoria romana de Ilipa (209 a.C.) se consagró el

dominio de Roma sobre el este y el sur peninsular.

• 2ª etapa: Conquista del centro y el

oeste peninsular (155-133 a.C.)

Los romanos tuvieron que hacer frente a la

resistencia de los pueblos de esta zona.

Los mejores ejemplos son las guerras

lusitanas (155-136 a.C) en las que

destacó Viriato, líder lusitano, y la férrea

resistencia celtíbera en Numancia hasta

su rendición en el 133 a.C.

La República romana vivió diversas guerras

civiles que llegaron a la península. Las

luchas internas de Roma dieron lugar a

enfrentamientos bélicos en la península.

Un buen ejemplo es el enfrentamiento

entre Pompeyo y César (49-45 a.C.). Estos conflictos aceleraron el dominio romano sobre la península.

• 3ª etapa: Conquista del norte peninsular (29-19 a. C.)

El fin de la conquista llegó en tiempos de Augusto, primer emperador romano, con la dominación de galaicos,

astures, cántabros y vascones (guerras cántabras).

EL PROCESO DE ROMANIZACIÓN: EL LEGADO CULTURAL El concepto de romanización: integración plena de una sociedad determinada, en este caso la hispana, en el

conjunto del mundo romano (economía, sociedad, cultura, religión). Por este proceso, los pueblos indígenas

(iberos, celtíberos…) fueron asumiendo la cultura romana.

La romanización es un momento clave de la historia cultural de los pueblos de la península. En ella podemos

distinguir varios aspectos:

El latín se impuso como lengua común

El derecho romano (leyes, concepción del estado...)

La religión politeísta romana (Júpiter, Saturno…) y, posteriormente, en el siglo I el

cristianismo se difundió por el imperio romano y también por Hispania.

El proceso de romanización llegó a su máxima expresión cuando el emperador

Caracalla en el siglo III extendió la ciudadanía a todos los habitantes libres del

Imperio.

Hispania fue una de las provincias del imperio más romanizadas. Buena prueba de

ello fue que varios emperadores nacieron en la península (Trajano, Adriano).

También hubo importantes filósofos como Séneca y escritores como Quintiliano y

Marcial.

Busto de Trajano

La cultura romana tuvo un carácter eminentemente práctico y

por ello fueron grandes ingenieros y grandes constructores de

obras públicas. En la península podemos destacar los siguientes

ejemplos:

Acueductos como el de Segovia.

Murallas como las de Lugo.

Múltiples puentes como el de Alcántara o Mérida –imagen

derecha-.

Además de estas obras públicas, Roma dejó importantes obras

artísticas de utilidad pública como:

Arcos conmemorativos como el de Bará en Tarragona.

Templos como el de Diana en Mérida –imagen derecha-

Anfiteatros como el de Itálica (Sevilla).

Teatros como el de Mérida.

La dominación de Roma dejó en Hispania una tupida red urbana

(Tarraco, Cesar Augusta, Emerita, Toletum…) ligada por un

complejo sistema de calzadas y otras infraestructuras públicas.

LAS INVASIONES BÁRBARAS.

EL REINO VISIGODO: INSTITUCIONES Y CULTURA

El final del Imperio romano se vio marcada por grandes movimientos migratorios de pueblos en su mayor

parte germánicos, conocidos como “bárbaros” por los romanos, en los territorios del occidente del

Imperio.

Estas migraciones, a menudo realizadas por la violencia, supusieron verdaderos invasiones que precipitaron el

fin del Imperio. Iniciadas en el siglo III, tuvieron su momento culmen en el siglo V.

Los suevos, vándalos y alanos fueron los primeros pueblos que penetraron en la península ibérica en el

411. Los tiempos que siguieron fueron muy confusos. Aunque Hispania siguió siendo nominalmente una

provincia romana, los pueblos invasores se

asentaron en diversas zonas de la

península, los suevos en la Gallaecia, los

vándalos en la Bética y los alanos dispersos

por la Lusitania y la Cartaginensis.

La reacción del Imperio mostraba su

debilidad. Encargó a los visigodos, pueblo

germánico asentado en el sur de Francia

mediante un pacto con Roma, penetrar en

la península y expulsar a los invasores. Así

lo hicieron con alanos y vándalos.

Al caer el Imperio romano de Occidente,

los visigodos establecieron su propia

reino con capital en Tolosa, la actual

Toulouse, en el sur de Francia. El reino se extendía por el sur de Francia y gran parte de Hispania.

Finalmente, bajo el empuje de otro pueblo germánico, los francos, los visigodos terminaron por establecerse

plenamente en la península ibérica.

Tras una larga migración, los visigodos establecieron su reino en la Península durante el siglo VI, situando

su capital en Toledo por su estratégica localización central.

Leovigildo, entre los años 569 y 586, fue auténtico artífice de la unidad política de la península bajo el

dominio de los visigodos. Dos pasos posteriores fueron clave en el proceso de integración entre la población

visigoda y los hispanorromanos:

⇒ Conversión al cristianismo de rey Recaredo y el pueblo visigodo en el III

Concilio de Toledo (589).

⇒ Publicación por Recesvinto (en la imagen) del Liber Iudiciorum o

Fuero Juzgo en el 654.

La organización política de los visigodos se sustentaba en el derecho

germánico. La institución fundamental de gobierno era la Asamblea de los

hombres libres, en la que residía el poder del reino, que era conferido a un

rey (monarquía electiva).

Los reyes visigodos intentaron modificar la organización germánica e

incorporar el absolutismo romano a su gobierno. Pese a estos intentos, nunca

lograron establecer una monarquía estable, con un poder real fuerte y basada

en el derecho de herencia. La inestabilidad política consecuente fue clave

para entender el derrumbamiento del reino visigodo en el 711 tras la invasión musulmana.

Los monarcas conservaron una comitiva de clientes que los acompañaban, jurándoles fidelidad y recibiendo

protección y sustento.

Los poderes del rey eran amplios: juez supremo, jefe del ejército, legislador, encargado de la guerra y de la

paz…

En la práctica, el rey gobernaba con la ayuda del Officium Palatinum, en el que intervenían dos órganos de

gestión: el Aula Regia o Consejo del Rey y los Concilios de Toledo, que colaboraron con los reyes en tareas

legislativas y asuntos de gobierno.

Formaban parte del Officium personajes de alto rango que, con

el título de Comes, estaban al frente de diferentes servicios:

Comes del Tesoro Regio, Comes de administración de las tierras

de la Corona, Comes de recaudación de impuestos, Comes de los

gastos del monarca y de su casa.

También participaban los grandes funcionarios territoriales y

militares: Duces provinciales (delegados del rey), Comites

civitates (jueces de las ciudades) y Gardingos (jefes militares).

Recesvinto fue rey de los visigodos (653-672)

HISTORIA ANTIGUA DE ALBACETE

COLECCIONES DE PROTOHISTORIA: LOS YACIMIENTOS IBÉRICOS

Desde mediados del siglo XIX la arqueología ibérica de la provincia de Albacete comenzó a ser relevante

por el descubrimiento y las excavaciones realizadas en el Cerro de los Santos (Montealegre del Castillo), por

el hallazgo de la Bicha de Balazote, así como por otras esculturas adquiridas a finales del siglo XIX para el

Museo del Louvre.

Esa riqueza cultural y patrimonial se incrementó a lo largo del siglo XX. Hoy la colección de escultura

ibérica del Museo de Albacete constituye una de sus mayores riquezas, destacando piezas como La esfinge

de Haches (Bogarra), los jinetes de Los Villares

de Hoya Gonzalo, el caballo de La Losa, el

conjunto de Capuchinos (Caudete), así como la

estatuaria del Cerro de los Santos. La colección

posee lotes de cerámicas griegas procedentes de

las necrópolis ibéricas de la zona, entre las que

destacan la lecane de El Salobral con la

representación de Dionisios y las mujeres

casaderas, las armas ibéricas, las cerámicas

entre las que destacan las decoradas de El

Tolmo de Minateda (Hellín), o terracotas como

el askos en forma de paloma de El Amarejo

(Bonete), constituyen una parte notoria de las

piezas de arqueología ibérica.

La Bicha de Balazote

La Bicha de Balazote es una figura ibérica encontrada en el termino municipal de Balazote, en la provincia de

Albacete. Quienes primero la estudiaron fue un grupo de arqueólogos franceses que la identificaron como una

especie de cierva; de ahí que "biche" fuera su primera denominación, castellanizándose posteriormente a

"bicha".

Existen pocos datos sobre su hallazgo. Se sabe que fue encontrada en el paraje de los Majuelos, a escasa

distancia del núcleo urbano. Recientes excavaciones en la vega de Balazote descubrieron un túmulo ibérico

que permite situar tan singular pieza en el contexto de una necrópolis tumular a la que probablemente perte-

neció. Cerca del lugar también se rescataron importantes mosaicos de una villa romana.

⇒ Cabeza

Realizada sobre dos bloques de piedra caliza hacia la segunda mitad del siglo VI adC, sus dimensiones son

de 93 cm de longitud y 73 cm de altura máxima. La cabeza es humana, vuelta al espectador y ligeramente

alzada. Representa a un hombre de cabellos largos, bigote oblicuo y barba, de boca y pómulos prominentes.

El pelo, en forma de flequillo, cae sobre una frente estrecha, mientras dos pequeños cuernos y orejas de

bóvido resaltan su aspecto animal. El cuerpo corresponde al de un toro echado, con las patas anteriores

recogidas bajo el pecho y las traseras dobladas hacia el vientre. Algunos detalles formales resaltan las

pezuñas o la prominencia del hueso de la cadera. La cola se curva sobre el muslo izquierdo y termina en un

mechón puntiagudo de pelo.

Desde 1910 se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de España.

⇒ Historia

Pieza del siglo VI a.C., actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional. Esta escultura

formaba parte de una serie de narraciones mitológicas, con seres sobrenaturales entre los que destacaban la

esfinge alada de Alarcos y la de Haches.

⇒ Descripción

La escultura de animales con formas fantásticas o míticas suelen tener influencias de Oriente y helénicas. La

Bicha de Balazote, con cuerpo de toro y cabeza humana, en su origen debía estar colocada adosada a la

pared. Por sus caracteres formales se le atribuyen influencias sicilianas o griegas.

COLECCIONES DE ÉPOCA ROMANA

Las colecciones de época romana proceden de hallazgos casuales y, sobre todo, de las excavaciones

realizadas en la villa romana de Balazote entre 1970 y 1975 y la antigua Illunum (El Tolmo de Minateda,

Hellín) desde 1988. De ciudades como Illunum, Libisosa (Lezuza) e Illici (Elche de la Sierra) se exhiben

algunas piezas, otras procedentes de necrópolis o de lugares como establecimientos agrícolas. Destacan la

epigrafía funeraria y monumental del Tolmo de Minateda así como la cabeza de mujer hallada casualmente en

ese lugar en 1929. La cabeza de Agripina de Lezuza, el singular conjunto de cinco muñecas romanas

procedentes de las excavaciones realizadas por Sánchez Jiménez en Las Eras (Ontur), o el conjunto de bronces

de Los Torreones (El Salobral, Albacete).

Importantes son los mosaicos romanos de los que se exhiben un total de 11 alfombras procedentes de

Balazote, Hellín y la Casa de los Guardas (Tarazona de la Mancha).

Según consta en la “Carta Arqueológica de Tarazona de La

Mancha”, realizada en 1978 por Cayo Tomás González

Picazo y Matías Muñoz Jiménez, que se encuentra en el

Museo Arqueológico de Albacete, se han encontrado restos de

las siguientes culturas:

- Segunda Edad del Bronce.

- Cultura Ibérica.

- Cultura Romana.

- Cultura Bajomedieval.

También se han encontrado algunos vestigios de los períodos

Paleolítico y Neolítico en diversos lugares del término

municipal.

Los diversos yacimientos con restos de antiguas culturas que se hallan repartidos por todo el término

municipal, dan testimonio de los primeros pobladores de estas tierras.

En el Museo de Albacete podemos encontrar objetos procedentes de estas culturas que se han encontrado en

diversos lugares del término como: Escobosas, Casa Vieja, Casa Zúa, Casa Antonete, Casa Los Guardas y

sobre todo en la ribera de los ríos Júcar y Valdemembra.

El Yacimiento Arqueológico de Libisosa esconde en diez hectáreas de terreno más de 2.800 años de historia. Ubicadas en el paraje de Lezuza conocido como el Cerro del Castillo, estas excavaciones se han convertido en uno de los enclaves más importantes de Castilla-La Mancha.

De todas las antiguas civilizaciones, la que nos ha dejado mayor número de muestras es la romana, como

puede comprobarse por los restos encontrados en una “villa” situada en el paraje conocido como “Casa de

los Guardas”.

En esta villa se excavaron unos mosaicos que actualmente se

encuentran expuestos en el Museo de Albacete.

Los cuatro mosaicos formaban el pavimento de una habitación. Tienen

forma cuadrada y cada uno mide dos metros de lado. Estaban

separados por un pasillo.

Otra prueba que demuestra la importancia de la presencia romana en

estas tierras es la existencia de un puente romano situado sobre el

río Valdemembra a su paso por esta localidad.

Se cree que formaba parte de una antigua calzada romana que atravesaba nuestro término municipal.

Este puente sigue utilizándose en la actualidad y está bastante bien conservado.

Los mosaicos de la villa de Balazote se distribuyen fundamentalmente en torno al complejo termal y

revestirían suelos y paredes, no conservándose en éstas sino en pequeños fragmentos que no permiten

reconstrucción alguna.

Mosaico de las sandalias

Dimensiones: 4,55 x 4,60 m.

Dimensiones de las teselas: 0.7 a 0.9 cm.

Colores: blanco, negro, rojo, amarillo y marrón.

El mosaico ha sido denominado de las “sandalias” por aparecer el tema

repetido en la orla exterior, enmarcada por una línea con dos filas de

teselas negras.

Mosaico de la medusa

Dimensiones: 5,00 x 4,46 cm.

Dimensiones de las teselas: 1 cm.

Colores: Blanco, negro y rojo.

El tema central, la cabeza de Medusa, debió ser de gran belleza plástica a

juzgar por lo conservado.

Mosaico geométrico

Dimensiones: 5,95 x 3.05 m.

Dimensiones de las teselas: 0,8 a 1,3 cm.

Colores: Blanco, negro, amarillo y rojo.

Mosaico de océano

Dimensiones: 5,98 x 6,61 m.

Dimensiones de las teselas: 1 cm.

Colores: Blanco, negro, rojo, amarillo, marrón, y en figuras rosa asalmonado y

teselas de pasta vítrea en verde, azul y negro.

Mosaicos de la habitación XXXIII

Originariamente la habitación estaría pavimentada en buena parte de su

superficie por una alfombra en forma de T, con cuatro mosaicos diferenciados

de los cuales se conservan parcialmente tres.

- Mosaico geométrico.

- Mosaico de los peces.

- Mosaico con cuadros formando estrellas.

¿QUÉ PODEMOS VER EN EL MUSEO DE ALBACETE?

* Época ibérica

- Quemaperfumes Orientalizante. (La Quéjola, San Pedro)

Bronce

Fines del s. VI. a.C.)

Dimensiones: altura 26,2 cm.; diámetro cazoleta: 12,3 cm.

Representa a una hetaira, sacerdotisa de la diosa fenicia Astarté. Está desnuda, de

pie y de frente, con el brazo derecho extendido en cuya mano porta una paloma,

símbolo de la divinidad; el brazo izquierdo, recogido a la altura de la cintura, también

portaría algún objeto, hoy perdido. Sobre la cabeza, una flor de loto invertida de

influencia egipcia, sirve de asiento a un recipiente para quemar perfumes. El pequeño

bronce es fruto de las corrientes orientalizantes que hubo en la península ibérica. Fue

realizado a finales del siglo VI aC en un taller gaditano, y vinculada a un espacio

relacionado con las monarquías sacras.

- Dama del Cerro de los Santos. Montealegre del Castillo, Albacete Piedra caliza Época ibérica (siglos IV-III a.C) Dimensiones: altura 32,7 cm.; anchura 13,5 cm.; profundidad: 14 cm Depósito de Museo Arqueológico Nacional

Entre los centenares de esculturas del santuario del Cerro de los Santos, solamente unas

pocas representan a mujeres sentadas en tronos. Ataviadas con túnicas, mantos, velos y

enjoyadas, tal vez fueran imágenes relacionadas con la divinidad, pues en el mundo

antiguo es la representación divina la que ostenta el privilegio de permanecer sentada.

Esta hipótesis encuentra apoyo en el siglo I a.C. cuando los itinerarios de época clásica

nominan el lugar como Palem, seguramente dedicado a la diosa Pales, protectora de la naturaleza.

- Caja griega (Lecane). Necrópolis de El Toril. (El Salobral, Albacete)

Cerámica

Época ibérica (s. IV a.C)

Dimensiones: altura: 14 cm; diámetro máximo: 25,5 cm.

Caja griega (lecane) cuya tapadera muestra una escena: Dionisios,

sentado y con el thyasos como símbolo, preside un cortejo nupcial en

el que las mujeres casaderas, acompañadas por Eros, se preparan

para la boda portando en sus manos cajas y velos. Procede de la

necrópolis de El Toril (El Salobral, Albacete) de una de las tumbas

monumentales, y es fruto de un activo comercio griego desarrollado

desde finales del siglo VI aC. y del poder adquisitivo de las élites

ibéricas que explotaban la laguna salada de El Salobral.

- Crátera. El Tolmo de Minateda. Hellín

Cerámica

Época ibérica (s. I. a.C.)

Dimensiones: altura: 24,8 cm.; diámetro boca: 27 cm; diámetro base:

15cm

Urna funeraria con decoración pintada. El cuerpo está decorado con una

ancha faja en la que se representan diversos símbolos del mundo

funerario y del más allá. Un ave con las alas desplegadas, un ciervo

pastando, flores y frutos como la adormidera y estrellas. Se trata de

una pieza que recuerda al estilo decorativo Elche-Archena.

- Esfinge de Haches. Bogarra

Piedra caliza

Época ibérica (fines s. VI a.C.)

Dimensiones: altura 71 cm.; anchura: 65 cm.; grosor: 27 cm.

Con cuerpo de felino, alas de ave y rostro de mujer, esta esfinge es

un altorrelieve tallado sobre un sillar que perteneció a un

monumento funerario en forma de torre. Su cabeza de enigmática

sonrisa en el rostro, diadema sobre la frente, y tirabuzones cayendo

sobre el cuello, está inspirada en las esculturas arcaicas griegas. El

monumento tuvo un carácter simbólico, fue erigido en memoria de un

personaje heroico vencedor de las fuerzas extrahumanas (esfinges)

que, sumisas, adquieren la función de proteger la tumba.

* Época romana

- Muñecas romanas. Las Eras, Ontur

Hueso y ámbar

Época romana (s. IV)

Dimensiones: 22,5 cm; 25,5 cm; 21,5 cm; 16,5 cm; 20,5 cm

Las muñecas están articuladas en brazos y piernas mediante espigas y muescas. Todas

están desnudas, aunque una de ellas, la que se conservaba más completa iba calzada con

escarpines. Ésta misma lleva un peinado en forma de recogido bajo con trenzas o

mechones en la parte trasera, realizado mediante incisiones y reticulado, que ha servido

para fechar el conjunto por paralelos con los peinados de helena y Fausta, a principios del

s.IV d.C. Según avanza la cronología, estas muñecas de juguete, que estaban posiblemen-

te pintadas y venían vestidas, calzadas y a veces enjoyadas, tienden a la esquematización.

- Púgil. Pintura mural romana

Pintura al fresco

Los Villares, (Balazote). Época romana (s. III)

Dimensiones: altura: 46 cm. anchura: 39 cm

Pintura compuesta por 12 fragmentos que representa a un joven desnudo,

con guantes de combate o caestus, brazaletes y colgante. Está herido y

ensangrentado. La escena forma parte de un conjunto que ornaba las

paredes del complejo termal de la villa romana de Balazote, un fundus

creado en época altoimperial que vive su esplendor en época tardorromana.

La pintura apareció en una estancia de acceso al conjunto termal,

comunicada con el apodyterium por un corto pasillo. En el lugar aparecen

otras pinturas que se han relacionado con un ambiente de schola: cuerpos

desnudos, ampullae olearia, un strigile de ligual ancha..., por lo que ésta

puede interpretarse como un pugilista, un atleta; sin embargo también

pudiera representar una escena del canto V de la Eneida donde se narra un

combate con puños entre el joven Dares y el viejo Entelo, un tema literario bien conocido y con paralelos en

mosaicos.

- Askos del Amarejo

Arcilla a molde

Época ibérica. (S. III a.C)

Altura: 11,2 cm. Anchura: 19 cm

El Amarejo. Bonete

Vaso de libaciones realizado a molde en forma de ave con las

alas plegadas. Tiene un gollete en la parte superior y un orificio

en el pico, para introducir y verter respectivamente el líquido

ritual. Las alas plegadas se han dibujado con pintura roja y

remarcado mediante incisiones oblicuas paralelas, que se han

pintado también en el mismo color. La cola está también

indicada con líneas rojas. La parte del cuello y la cabeza tienen

rosetas, unas pintadas y otras estampilladas.

Otras piezas que encontramos en el Museo:

Esculturas Cerro de los Santos. Montealegre del Castillo.

Jinete a Caballo Los Villares de Hoya Gonzalo Albacete

Romanización dios Tinajas Ánforas conjunto romanización

Cerámicas y Vaso Ornitomorfo

Cerámica decoración ibérica

Selección Bibliográfica

Los fenicios / Federico Lara Peinado Los fenicios han pasado a la Historia como los inventores del comercio internacional. Fueron expertos navegantes que fundaron ciudades y ejercieron el comercio por la práctica tota-lidad de las costas del Mediterráneo. Su mayor aportación a la Historia de la Humanidad fue, probablemente, la difusión del alfabeto. Sig: 930 LAR fen930 LAR fen930 LAR fen

El enigma de los celtas / Pilar Huertas y Jesús de Miguel

Esta obra hace un recorrido por la cultura y las tradiciones, los mitos y las leyendas, las realidades y las fantasías de nuestros emblemáticos ascendientes de origen indoeuropeo:los celtas.

Sig: 930 HUE eni930 HUE eni930 HUE eni

El mundo antiguo / Fiona Chandler Un libro, magníficamente ilustrado y repleto de datos fascinantes, que sigue de cerca los avatares de las principales civilizaciones, desde los primeros poblado agrícolas del Próximo Oriente hasta la caída del Imperio Romano.

Sig: 930 CHA mun930 CHA mun930 CHA mun

Los mundos antiguos / Catherine Loizeau

Esta fascinante obra contiene casi 200 fotografías, cuatro desplegables, cuatro cómics y todo tipo de curiosidades sorprendentes para descubrir a estas fascinantes civilizaciones. Sig: 930 LOI mun 930 LOI mun 930 LOI mun

Pequeña historia del mundo / Fernando García de Cortázar

¿Quieres hacer un viaje que nunca olvidarás?... Pues abre este libro y podrás viajar por el tiempo. Junto a Sergio, descubrirás que se puede viajar sin salir de casa. En vuestro viaje os guiarán Clío, la musa de la Historia, y seis grandes sabios. Y juntos veréis la vida del mundo desde que es mundo. Sig: : : 94 GAR peq94 GAR peq

La historia del arte : desde la prehistoria hasta nuestros dí-

as / texto de Claudio Merlo Este libro representa una extraordinaria obra sobre el arte, bella-mente ilustrada a todo color, y dirigida a los jóvenes lectores. Nos muestra con claridad el trabajo diario de los artistas, las téc-nicas utilizadas por los pintores, escultores o arquitectos a lo largo de los siglos en los cinco continentes. Sig: : : 7 MER his7 MER his

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Vivimos en un mundo con hechos que se suceden día a día. Con esta fascinante guía, viajaremos en el tiempo para conocer cómo se desarrollaron algunos de estos sucesos, y descubriremos los acontecimientos más importantes que han marcado nuestra Historia. Sig: 94 HIS94 HIS

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Enciclopedia Milenio

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La divertida historia de España / Carlos García Retuer-

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Este libro recoge, de forma seria pero también divertida, la visión de la historia de España a través de los ojos y antenas de Roger Ax, un extraterrestre la mar de chulo. Sig: 94 RET div94 RET div

Los orígenes [Videograbación]: prehistoria y primeras civilizaciones. -- Barcelona : Planeta : Lunwerg, D.L. 2001 1 disco (DVD) : estéreo, col. -- (Historia del arte espa-ñol ; 1)

Sig: 7(460)7(460)7(460)---HISHISHIS---III

Iberia, solar de pueblos [Videograbación]; Hispa-nia romana. -Barcelona : Planeta, [2002] 1 disco (DVD) (60 min.) : son., col. ; 12 cm. -- (Nueva historia de España, la historia en su lugar ; 1)

Sig: 946946946---NUENUENUE---III

Videograbaciones

FUENTES

• Monografías

-- ALVAR, Jaime. Entre fenicios y visigodos: la historia antigua de la Península Ibérica. Madrid:

La Esfera de los Libros, 2008.

- BENDALA, Manuel. Tartesios, íberos y celtas. Madrid: Temas de hoy, 2000.

- SANZ, Lourdes. Quién es quién en la España antigua. Madrid: Acento, 2003.

• Enlaces web

- Portal de promoción de las Culturas de España: http://www.españaescultura.es/es/

- Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha: http://www.patrimoniohistoricoclm.es/planes-

regionales/arte-rupestre/

- Web oficial de turismo de Castilla-La Mancha: http://www.turismocastillalamancha.com/

arte-cultura/patrimonio-humanidad/

- Desenterrando el pasado: http://ntic.educacion.es/w3//eos/MaterialesEducativos/

mem2000/arqueologia/index.html

- Un viaje a través de la historia: http://catedu.es/chuegos/historia/historia.swf - http://www.tarazonacultural.es/unpaseoportarazonadelamanchahistori.swf

http://www.historiasiglo20.org

Historia del arte [Videograbación]: la aventura de la expresión humana. -- [Barcelona] : Salvat, 2002 5 discos (DVD) : son., col ; 12 cm

Sig: 777---HISHISHIS

Memoria de España [Videograbación]. 2. Historia antigua / dirección y producción ejecutiva, Luis Martín del Olmo; guión-realización, Adolfo Dufour; asesor histórico, Jaime Alvar. -- Valladolid : Divisa, 2004 1 disco (DVD)(ca. 100 min.) : son., col. ; 12 cm Sig: 946-MEM