8
FA CE CULTURA AL DÍA Muestra itinerante Fotografía de Daniel Rodríguez Sandra Patricia Lombana El cuento Everardo Godofredo Olivares Crítica El Cuarteto de Nos y el rock cáustico Andrés Ricardo Duque Rincón Gaitán con su sobretodo y sombrero. TAS

facetas 24

Embed Size (px)

DESCRIPTION

facetas del domingo

Citation preview

Page 1: facetas 24

FACECULTURA AL DÍA

Muestra itinerante

Fotografía de Daniel RodríguezSandra Patricia Lombana

El cuento

EverardoGodofredo Olivares

Crítica

El Cuarteto de Nos y el rock cáusticoAndrés Ricardo Duque Rincón

Gaitán con su sobretodo y sombrero.

TAS

Page 2: facetas 24

FACETAS IBAGUÉ, FEBRERO 24 DE 20132POR ANDRÉS RICARDO DUQUE RINCÓNDOCENTE EN LENGUA CASTELLANA Es de notorio conocimiento que en el escenario de la música rock his-panoamericana, son de gran acogida las agrupaciones musicales de los países de habla inglesa y solo algunas bandas de habla hispana han logrado alcan-zar algún reconocimiento. De allí que los grupos de rock más conocidos en el ámbito latinoamericano provengan de unos pocos países, como los son; Argentina, México, Chile y España. Lo anterior solo indica el desconocimiento que se tiene de un sinfín de artistas que circundan nuestras fronteras y como el manejo dominante de los grandes sellos discográficos, marcan la clase de músi-ca que se emitirá por las emisoras. Di-chas compañías musicales al poseer a lo largo de Latinoamérica una fuerte red de distribución, logran que sus cantan-tes sean los más escuchados y de esta manera imponen el tipo de música que escuchará la sociedad. No hay que ol-vidar que muchas de las agrupaciones que luego se adhirieron al catálogo de estas grandes compañías discográficas, empezaron en pequeños sellos disco-gráficos independientes o costeándose sus propias grabaciones musicales y fue la calidad de su arte, el cual hizo que la gente los prefiriera y de este modo fue-ran fichados por las grandes compañías discográficas. Pues bien, lo anterior no se encuen-tra lejos de la realidad que tuvo que vivir la agrupación uruguaya, el Cuarteto de Nos y quienes alcanzaron notoriedad internacional, luego de 20 años de la-bor musical en su país. Dicho grupo fue creado en los albores de la década de los ochenta e inicialmente se halló inte-grado por los hermanos Musso y San-tiago Tavella, más adelante se les unió Álvaro Pintos. En lo que tiene que ver con el nombre de dicha agrupación, Santiago Tavella, rememora como surgió tan extraña forma de llamarse y asegura; “fue el nombre que quedó de una larga lista puesta en el pizarrón (…) por mucho tiempo lo tomamos como un karma cargar con ese nom-bre horrible pero después nos dimos cuenta que no estaba mal, matemá-ticamente cierra (somos cuatro) y lo que hacemos es muy de nosotros, es más en nuestros comienzos teníamos la idea que solo a nosotros nos podía

gustar ese tipo de cosas”1. Como todas las bandas musicales, se dieron a conocer interpretando versio-nes de sus bandas favoritas como The Beatles, Rolling Stones o Led Zeppelin, hasta que grabaron sus primeros temas y poco a poco se fueron convirtiendo en una banda popular en su país natal. El reconocimiento internacional lo al-canzó, relativamente hace poco, con su decimoprimera producción discográfica titulada Raro, del 2006. Como gran par-te de las bandas musicales, el Cuarteto de Nos ha sufrido cambios entre sus integrantes y de esta manera, su guita-rrista Ricky Musso abandonó el grupo y poco tiempo después se unieron a la banda Santiago Marrero, en los teclados y Gustavo Antuña, en la guitarra. A esta agrupación se le ha encasillado como alternativa2, por encontrarse lejos de las corrientes musicales establecidas y aunque solo pretenden realizar can-ciones de su agrado, las letras innega-blemente causan a lo menos inquietud. Para Roberto Musso los textos de sus canciones son diferentes, ya que aborda los temas desde un punto de vista nada convencional y según su consideración. “En realidad nos han tildado como rock inteligente o rock intelectual, y lo cual me gusta… yo creo que, lo que veo y te digo, como responsable de las letras, me pareció siempre como que hay un es-tancamiento, un estándar o algo, como que hace que muchas propuestas sean

Cuarteto de Nos

que proviene del Uruguay

“Soy quien soy, no preciso identifica-ción. Se bien de donde vengo y don-de voy. Porque soy lo que soy y no quien quieras vos”.

Roberto Musso

Page 3: facetas 24

IBAGUÉ, FEBRERO 24 DE 2013 FACETAS 3

Los antecedentes más remotos de esta pa-labra los hallamos en la raíz bhel-, que en las lenguas prehistóricas de los pueblos in-doeuropeos, unos veinticinco siglos antes de nuestra era, significaba “brillar o que-mar”. Esta raíz subsistió en palabras del griego clásico, como phlegein ‘encender’, ‘quemar’, y en el sustantivo phlox, phlogos ‘llama’, ‘fuego’ o ‘lengua de fuego que pro-

duce luz y calor’, de cuyo acusativo singular (phloga) se formó en el griego medieval la palabra con la cual los griegos siguen desig-nando hasta hoy la llama olímpica: flogha. Phlox se encuentra en las obras de Home-ro: en la Ilíada con el significado de “fue-go centelleante” y en la Odisea con el de “fuego divino”. En el siglo V antes de nues-tra era, llamado el siglo de oro de Atenas,

tanto Píndaro como los tres grandes dra-maturgos helénicos Sófocles, Eurípides y Esquilo denominaron phlox al “relámpago-trueno” lanzado por Zeus y también, meta-fóricamente, a “la pasión”.Phlegein llegó al latín convertida en fulgeo ‘quemar’, ‘brillar’, ‘relampaguear’, que dio origen a flamma ‘llama’, ‘fuego’. Este tér-mino latino derivó en castellano a llama,

palabra que está registrada en nuestra lengua desde el siglo XIII. La voz latina flama dio nacimiento a mu-chas otras palabras castellanas, tales como flama, flameante y flamear. Obvia-mente, esta palabra no guarda relación con el nombre del rumiante andino de ese nombre; en esa caso, se trata de otro vo-cablo, con etimología quechua.

Llama

muy parecidas en lo que hay a la vuelta, y que el Cuarteto lo que tiene en sus letras es ese distanciamiento de la línea media”3. Quienes se adentren en este grupo reconocerán que ante ellos nada ni nadie queda a salvo, sus letras irrumpen crudamente en todos los terrenos de la vida y planean una verdad, que no muchos quieren oír. Para dicho gru-po uruguayo lo único que salva al ser humano de esta vida anodina, es mantenerse fiel a sus principios y así lo plantean en la composición, breve descripción de mi per-sonalidad, en el siguiente aparte: “La filantropía no está entre mis aficiones. Tengo varias adicciones y me hago cargo. No acepto sin embargo, si intentara adoctrinarme, yo quiero elegir con qué veneno envenenarme…y no trai-ciono mis principios, porque eso es lo primero, si naciste incendiario, no te mueras bombero”4… En su país de origen, causaron revuelo al desmitificar la figura patria por antonomasia del Uruguay, el general artigas, en su canción, el día en que Artigas se emborrachó y donde de manera virulenta se plantea: “El día que ar-

tigas se emborrachó, hizo cualquier cagada como un buen señor. Pero como ningún libro nunca lo contó, por eso ahora aga-rro y se los cuento yo…. ¡Se emborrachó! porque la guerra perdió ¡Se em-borrachó! porque alguien lo traicionó ¡Se embo-rrachó! Y la patria se lo agradeció”5.

Pero sus dardos no pa-raron allí y la canción, no somos latinos, lanza agu-das reflexiones acerca de la ilusoria consideración de uniformidad entre los países latinoamericanos, desconociendo las enor-mes diferencias que se

encuentran entre los habitantes de los países de Centro-américa y los del cono sur. En dicha canción plantean de manera mordaz que los uruguayos tienen más cosas en común con un rumano o un sueco que con un indio guatemalteco o un cholo boliviano. Por ello de manera tajante, reiteran en su coro: “No me jodan más no so-mos latinos. Yo me crié en la suiza del sur... pensarán que soy medio ladino o que vivo borracho de vino, quieren hacerme creer estos cretinos, que los uruguayos somos latinos”6. Así como las dos anteriores canciones, en la gran ma-yoría de las composiciones que pueblan la discografía de esta agrupación uruguaya, es innegable no sentirse sacudi-do por sus composiciones corrosivas y en cierta medida, cercana a la línea filosófica del Nihilismo7. He ahí la rele-vancia de dicha agrupación musical, al plantearnos de ma-nera valiente e inteligente, una visión de la vida totalmente distinta y lejana a las propuestas facilistas y de melifluo proceder, que pululan en el mercado musical.

1. Extractado de la página de internet: http://www.festivales-

derock.com/node/27542. Etiqueta amplia a un estilo del género musical, que se ha creado

desde finales de los años setentas para la música popular considerada

como menos comercial y mayoritaria, y más autentica e intransigente (shuker,

roy. rock total. editorial robinboock. barcelona. 2006. pág.179).

3. Extractado de la página de internet:http://musaplateada.

blogspot.com/2010/03/entrevista-al-cuarteto-de-nos.html.

4. Extractado de la página de internet http://www.albumcancionyletra.com/

traducir_breve-descripcion-de-mi-perso-na_de_el-cuarteto-de-nos__164397.aspx

5. Extractado de la página de internet: http://www.mp3lyrics.org/e/el-

cuarteto-de-nos/el-dia-que-artigas/6. Extractado de la página de internet:

http://artists.letssingit.com/cuarteto-de-nos-lyrics-no-somos-latinos-342zv2h.

7. El nihilismo (del latín nihil, “nada”) es la corriente filosófica que toma como

base la negación de uno o más de los su-puestos sentidos de la vida… el termino nihilista fue utilizado inicialmente por el ruso ivanturgenev en su novela padres e hijos: “nihilista es la persona que no se inclina ante ninguna autoridad, que

no acepta ningún principio como artículo de fe”. (http://revistanada.blogspot.

com/2012/06/que-es-el-nihilismo.html).

Page 4: facetas 24

FACETAS IBAGUÉ, FEBRERO 24 DE 20134

Sesenta fotografías en blanco y negro del fotógrafo y reportero gráfico cundinamarqués Daniel Rodríguez dan vida a Testimonios visuales de instantes de los años cuaren-ta en Colombia, una muestra colga-da en la sala de exposiciones del Banco de la República sede Iba-gué. Esta nutrida selección de imá-genes registra múltiples ángulos de la realidad social, cultural y política de la tierra del Sagrado Corazón, durante la década de 1940.

Instantáneas del dirigente po-lítico Jorge Eliécer Gaitán y el movimiento popular conocido como el Bogotazo provocado tras su asesinato el 9 de abril de 1948 en el centro de Bogotá, tienen un espacio reservado en esta exhibi-ción que permanecerá abierta al público hasta el 24 de mayo. En ella también se puede ad-mirar el registro de visitas de per-sonajes de la época como el actor a través del lente de Daniel Rodríguez

y la actriz mexicanos Mario Moreno, ‘Cantinflas’ y María Félix, y el poeta chi-leno Pablo Neruda. Paralelamente hay fotos de los presi-dentes Alfonso López Pumarejo, Alfon-so López Michelsen y Laureano Gómez, así como de eventos sociales de la clase alta, escenas de crímenes y huelgas de sindicatos. Enriquece este legado captado por Daniel Rodríguez las imágenes de cos-tumbres y facetas de la época en las que se visualiza la pobreza, el avance y el trans-porte de las ciudades, el adelanto de los edificios modernos y el paisaje cafetero. “Los amantes del arte fotográfico y la historia también pueden deleitarse con un conjunto de piezas en las que se vis-lumbra el interés de Rodríguez en captar momentos significativos de la vida diaria como el ambiente taurino, las protestas contra los nazis, los vendedores calle-jeros, los niños pescadores, mineros e indigentes y los radio dramas”, indicó Javier Antonio Velasco García, jefe Cul-tural de la biblioteca Darío Echandía.

La exposición itinerante estará en Ibagué hasta el 24 de mayo. El recorrido la llevará a Montería y Quibdó.

Gamines patrióticos.

Niños de la calle, La Candelaria, 1939.

Page 5: facetas 24

FACETASIBAGUÉ, FEBRERO 24 DE 2013 5

a través del lente de Daniel Rodríguez

La exposición itinerante estará en Ibagué hasta el 24 de mayo. El recorrido la llevará a Montería y Quibdó.

EL AUTORSegún se lee en el cartel de presen-tación de Testimonios visuales de instantes de los años cuarenta en Co-lombia, Daniel Rodríguez nació en Fu-sagasugá, y cursó estudios en Bogotá, en el Colegio la Salle. El trabajo expuesto en la Capital Mu-sical es uno de los múltiples aportes que le dejó a la historia del país, con-tando con un talento nato y un olfato para ver en distintas situaciones epi-sodios dignos de ser captados con su entonces nueva y pequeña cáma-ra Rolleicord, que le permitió salir del estudio tradicional a retratar en exte-riores. Rodríguez fue asistente y estudian-te de cámara fotográfica de Luis Beni-to Ramos (1899 - 1955), “considerado el padre de la fotografía moderna co-lombiana”.Sus primeros pinitos en el campo de la imagen los hizo como fotógrafo in-dependiente, y más tarde empezó a trabajar para publicaciones como Cro-mos y Semana. Fue cronista gráfico y por un tiempo, el director de reportería gráfica del perió-dico el Espectador.

Transporte de la ciudad II.

Fiesta de matrimonio – gitanos.

Vendedor de purgantes para tenias.

Cantinflas en la plaza de Santamaría.

Page 6: facetas 24

FACETAS IBAGUÉ, FEBRERO 24 DE 20136

Peio H. RiañoEl Confidencial El erudito Salvador Gutiérrez tenía razón: los consejos de la Academia en la nueva Gramática española, publicada hace casi tres años, no tienen predica-mento. La prueba está en que ni siquiera sus académicos comulgan con las nor-mas que ellos mismos han pactado antes de abandonar la costumbre de poner el acento gráfico en el adverbio sólo o en los pronombres demostrativos, como éste. Si acaban de leer con tilde es que este perió-dico ha hecho una excepción para expli-carles la división en el órgano que vela por el idioma, porque la prensa y los libros de texto acatan órdenes y consejos de la Real Academia Española (RAE) hasta sus últi-mas consecuencias. El incumplimiento no tiene falta ni penalización, porque no son artículos que figuren en las nuevas leyes como las «propuestas normativas», es decir, están al margen de las normas que tratan de po-ner orden y precisión en este instrumento común que es la lengua. Pero no deja de ser paradójico que los mismos que dan consejos dentro de la gran casa de la pa-labra, una vez la abandonan los rechazan y mantienen fidelidad a su forma de ser —de escribir— anterior a 2010, cada vez que ofrecen una novedad a sus lectores. Ni están fuera de la ley ni son acadé-micos del mal ejemplo, simplemente se aferran a la autenticidad de su identidad. «El efecto de la escritura debe estar en lo que se escribe y no en cómo se escribe», escribe Carlos Castilla del Pino en sus pensamientos póstumos titulados Aforis-mos (Tusquets). Es difícil saber si Salvador Gutiérrez se refería a su entorno más cercano cuando sintió un ataque de sinceridad ante las pre-guntas del periodista de la agencia EFE, pero de los académicos que le acompañan en las sesiones, y que han trabajado con la nueva Gramática en su escritorio, úni-camente cuatro siguen la recomendación. El resto, 15, mantienen las tildes por todo lo alto. La RAE ha sido derrotada en casa.

Revuelta silenciosa El venerable José Luis Sampedro, aca-démico en el sillón «F», trazó en el prólo-go de Indignaos (Destino) —el best seller de no ficción de Stéphane Hessel— un panorama democrático desolador pero sin perder la esperanza de rebautizarlo, al tiempo que dejaba claros cuáles son sus accidentes gramaticales: «Esto es Europa,

en clave autobiográfica y explosiva como unas crónicas, con las que revisa los últi-mos treinta y siete años en España para entender por qué el país se hunde. El es-critor recuerda y apunta: «Pero el pasado es otro país, como dice ese escritor bri-tánico, del que yo sólo conozco esa frase memorable, con su segunda parte: el pasa-do es otro país y allí las cosas se hacen de otra manera».

Sólo en pruebas Salvador Gutiérrez aclara que la de-cisión de aconsejar abandonar el uso de estas tildes se basó en criterios científicos. Lo que no explica es cómo es posible que éstos —lamento el arraigo a estas tildes— se incumplan por sus propios integrantes. Si son los usuarios los que marcan el há-bito de la lengua y encuentran el modelo leyendo a los escritores en castellano más científicos —y más célebres— no es ex-traño que lo que podría haber llegado a ordenanza quedase en sugerencia. Cuando el académico Francisco Rico (sillón «p») publicó uno de los tratados más importantes sobre el Quijote (edito-rial Acantilado), no dudó en cómo debía comportarse. En el prefacio avisa de la

actualidad perenne de la obra de Cervan-tes: «No sólo y a cada lector: cada tiempo tiene su Quijote y sus razones para que éste sea diverso del de otros tiempos». De hecho, en las librerías hay tantos Quijotes distintos como normas lingüísticas se le apliquen. A la mayoría de los insumisos, los co-rrectores les aplican la rectificación de los adverbios y los pronombres demostrativos de manera inmediata. Luego, cuando los autores que se niegan a claudicar leen prue-bas de su libro, aclaran que éstos deben ser restituidos en su versión final. Otros académicos fieles a los amenaza-dos acentos gráficos son Soledad Puérto-las («g»), en Mi amor en vano (Anagrama); Francisco Nieva («J»), en la obra de teatro No sé cómo decirlo. Malditas sean Co-ronada y sus hijas (Huerga y Fierro); Luis Goytisolo («C»), en El lago en las pupilas (Siruela); Carme Riera («n»), gracias a Natu-raleza muerta (Alfaguara); Luis Mateo Díez («I»), en Fábulas del sentimiento (Alfagua-ra); Martín de Riquer («H»), en el extraor-dinario Reportajes de la historia. Relatos de testigos directos sobre hechos ocurri-dos en 26 siglos (Acantilado); o el filólogo Francisco Rodríguez Adrados («d»), con

cuna de culturas. Sí, ése es el escenario y su decorado. Pero ¿de verdad esta-mos en una democracia? ¿De verdad bajo ese nombre gobiernan los pueblos de muchos países? […] La culpabilidad del sector financiero en esta gran crisis no sólo no ha conducido a ello; ni si-quiera se ha planteado la supresión de mecanismos y operaciones de alto ries-go. No se eliminan los paraísos fiscales ni se acometen reformas importantes del sistema». Tampoco ha querido aceptar los consejos Javier Marías, sillón «R», quien en la nota previa del libro de cuentos de reciente aparición, Mala índole (Alfaguara), asegura: «Sólo con-cibo escribir algo si me divierto, y sólo puedo divertirme si me intereso. No hace falta añadir que ninguno de estos relatos habría sido escrito sin que yo me interesara por ellos». Arturo Pérez Reverte no ha per-dido ni una de sus tildes en su asiento «T». En El tango de la guardia vieja (Al-faguara) vemos a su protagonista Max Costa abordar a una mujer que pasea sola a lo largo de la borda de un barco, cuando el académico se salta el conse-jo: «—Fue agradable— dijo inespera-damente. Max logró reducir su propio des-concierto a sólo un par de segundos. —También para mí— respondió. La mujer seguía mirándolo. Curio-sidad, era tal vez la palabra». La revuelta silenciosa de los acadé-micos continúa por Antonio Muñoz Molina, de quien leímos en La noche de los tiempos (Seix Barral): «No está bien que tú digas eso. Los militares y los falangistas se han levantado con-tra la República. Sólo porque tienen la ayuda de Mussolini y de Hitler no han sido derrotados todavía». En las próxi-mas semanas aparecerá Todo lo que era sólido, su nuevo libro, un ensayo

Los académicos, insumisos con la nueva ortografía

solo sólo

Page 7: facetas 24

IBAGUÉ, FEBRERO 24 DE 2013 FACETAS 7

Godofredo Olivares *

Un viejo diván en casa de mis padres aún con-serva la silueta larga y profunda de mi abuelo paterno, Everardo. Es un diván tapizado en piel parda, que aho-

ra permanece recluido en un rincón del estudio. En mi ni-ñez, sin embargo, lucía lustroso y nuevo en la recámara

de mis abuelos. El abuelo Everardo, aunque fue un hombre arisco, duro, obstinado al silencio, a no hablar de sus pro-pósitos o sus penas, ni de sus gustos o sus alegrías, será siempre mi héroe. Luchó en la Revolución Mexicana, su-frió hambre, graves heridas y llegó a sobrevivir recurrien-

do a lo inconfesable. De niño, cuantas veces le pedía que me conta-

ra sus hazañas, lo hizo a pesar de su arisca mudez. Son imborrables aquellos momentos: mi abuelo recostado en ese diván parduzco, y yo sentado sobre una pequeña silla de palo y palma, escuchando su vozarrón rasposo y con-

centrándome en las arrugas que marcaban su rostro, que a ratos parecían hundírsele más o desaparecían cuando

le ganaba la emoción. Me gustaba oírle cuando se quedó tres se-

manas atrapado con otro compañero en una mísera y polvorienta trinchera, bebiéndose su propios orines y de-vorando, al principio, la carne cruda de un perro roñoso y, luego, todo lo que se moviera. O que me narrara, una vez más, su mayor hazaña: el haber sido de los primeros en

adentrarse la tarde de junio de 1914, bajo un torrente de metralla, en la sitiada ciudad de Zacatecas.

Mi abuelo Everardo formó parte de las tropas del general Felipe Ángeles, al que admiró y quiso con mu-cho respeto, y durante esa batalla, cuando galopaba bajo un fuego granado, un cañonazo federalista le cayó cerca y tres esquirlas de metralla lo alcanzaron de lleno; una le recorrió el vientre de costado a costado, otra se alojó en

el muslo izquierdo y la tercera le quedó a una pulgada del corazón. Un médico, en el hospital de campaña, logró sa-

carle las dos primeras, pero no hubo manera de extraer la tercera; tendría que vivir con ella hasta que algún día le

traspasará el corazón. Mi abuelo imaginó tener contados los días con esa minúscula bomba de tiempo en el pecho, pero con el correr de los meses y los años se acostumbró a ella. Con-

tra las recomendaciones médicas de no realizar esfuer-zos, ni fatigarse, en realidad nada que pudiera acelerar

su ritmo cardíaco, él hizo de todo. A veces, mientras me relataba sus terribles aventuras, yo veía, una a una, las pocas fotografías de mi

abuelo Everardo que se hallaban sobre la cómoda y los burós de su recámara. Y observaba en ellas a un gigante bigotón, de sombrero y botas con espuelas, montado en un alazán oscuro y levantando una carabina 30-30. Lue-

go volteaba hacia el diván y descubría a un hombre di-ferente: mayor, con gruesos lentes, de escasos cabellos

blancos, pero aún con un rostro enérgico y colorado. Una cara muy roja que, cuando se enojaba, se volvía de un

tono casi purpúreo. Mi gran héroe murió cerca de los 96 años, mientras dormía la siesta en su diván favorito. La abuela Sabina, que estaba a unos pasos de él, aseguró que de

pronto se escuchó un estallido seco dentro del pecho de mi abuelo Everardo.

Everardo

(*) Odontólogo de profesión, y autor de cuentos nacido en Morelia, Michoacán.

www.ficticia.com

Octavio Paz *

Dame, llama invisible, espada fría, tu persistente cólera, para acabar con todo, oh mundo seco, oh mundo desangrado, para acabar con todo.

Arde, sombrío, arde sin llamas, apagado y ardiente, ceniza y piedra viva, desierto sin orillas.

Arde en el vasto cielo, laja y nube, bajo la ciega luz que se desploma entre estériles peñas.

Arde en la soledad que nos deshace, tierra de piedra ardiente, de raíces heladas y sedientas.

Arde, furor oculto, ceniza que enloquece, arde invisible, arde como el mar impotente engendra nubes, olas como el rencor y espumas pétreas. Entre mis huesos delirantes, arde;

arde dentro del aire hueco, horno invisible y puro; arde como arde el tiempo, como camina el tiempo entre la muerte, con sus mismas pisadas y su aliento; arde como la soledad que te devora, arde en ti mismo, ardor sin llama, soledad sin imagen, sed sin labios. Para acabar con todo, oh mundo seco, para acabar con todo.

(*) Escritor mexicanowww.poemas-del-alma.com

De

la s

erie

ext

raño

s pr

esen

timie

ntos

, de

Nata

lia G

rana

da.

Nueva historia de la democracia (Ariel), del que queremos recoger este avance tan ilustrativo de nuestros días: «Y la democra-cia siempre fue y es problemática; es un compromiso siempre en crisis, fruto de un acuerdo delicado, siempre amenazado por desviaciones, pero muchas veces lo es sólo de nombre; está expuesta a cambios y ries-gos mil». Los dos poetas Pere Gimferrer («O») y Francisco Brines («X») siguen siendo dueños de sus propias reglas. En Rapso-dia (Seix Barral), Gimferrer anota una ex-travagante declamación: «El viento sólo sabe sostenerse/ en las pañolerías del azul/ quiebros y tientos dicen el topacio/ con que tus ojos ven las alabardas/ de la tarde vencida por la propia puerta/ del sol ven-dimiador de tanta luz». Por su parte, Brines en Aún no (Bart-leby) dedica un poema a «Las noches del abandono»: «Hace tiempo que callo,/ y son tristes las noches de nuestra juventud,/ y el alba llega muerta./ Rodeado de frío vuelvo a la hostil ciudad,/ y el clandestino amor me despide furtivo/ desde las rotas sombras de los descampados,/ y el día se alza lívido/ como si sólo un muerto lo hu-biera de habitar./ Con el recuerdo sólo de tu vida, porque fuiste mi vida,/ qué aban-donado estoy/ ¿y a quién le contaré lo que ahora siento?». Pero en esta pelea importa el cómo más que el qué o a quién.

Page 8: facetas 24

FACETAS IBAGUÉ, FEBRERO 24 DE 2013

GERENTE: Miguel Ángel Villarraga EDITORA GENERAL: Martha Myriam Páez Morales COORDINACIÓN: Redacción Cultural EL NUEVO DÍA PERIODISTA: Sandra Patricia Lombana Miranda EDITOR: Óscar VarónDISEÑO: Freddy Herrán P. FOTOS: Jorge Cuéllar. Colprensa. Internet TEL.: 2770050. Ibagué - Tolima - Colombia. PÁGINA WEB: www.elnuevodia.com.co

[email protected] - Facebook: Cultura El Nuevo Día. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.

8

Editorial: Flor RomeroTítulo: La sabiduría del dragónAutor: Flor Romero y Rodrigo QuerubínPáginas: 280

BOGOTÁ, COLPRENSALa reconocida escritora Flor Romero se unió al Rodrigo Querubín, experto en el campo de las culturas y tradiciones orien-tales, para juntos realizar la aventura de escribir un libro para que el lector se acerque de la mejor forma a la sabiduría dejada por Confucio y Mencio, así como las dinastías chinas y todo el legado mi-lenario que se gestó en esta parte del mundo. Ya son tres décadas y media las que Flor Romero le ha dedicado a investigar so-bre figuras como serpientes emplumadas y dragones rojizos, y a reunir información para este nuevo libro que es una excelen-te puerta de entrada al universo del co-nocimiento de este dragón mitológico. Pero más allá de este estudio, fueron cin-co años de dedicación para este proyecto editorial de la mano de Rodrigo Queru-bín, quien en 1998 se desempeñó como embajador de Colombia en China y fue, por este motivo, un apoyo para la inves-tigación.

Editorial: Fondo de Cultura EconómicaTítulo: Un gorila Autor: Anthony Browne Páginas: 32

BOGOTÁ, COLPRENSAEl británico Anthony Edward Tudor Brow-ne es un destacado autor e ilustrador de libros infantiles con reconocimiento in-ternacional, con más de 40 títulos publi-cados, que son verdaderas joyas de la literatura infantil contemporánea. Es un libro que a simple vista parece sencillo, pero a través de él el niño ha aprendiendo la base de los números, jun-to a los nombres de diferentes especies de primates, descubriendo su mundo, donde todos son diferentes pero todos pertenecen a una misma familia, una a la que los seres humanos también per-tenecen. Además, sus ilustraciones son verda-deras piezas de arte que son un deleite para grandes y chicos, con una sorpre-sa al final donde aparece el propio au-tor como un personaje más de la historia con mucho humor.

Editorial: NormaTítulo: Lo que importa ahoraAutor: Gary HamelPáginas: 302

BOGOTÁ, COLPRENSAEn un mundo tan cambiante, es natural sentirse “perdido en el espacio”, no saber hacia dónde ir para poder lograr las me-tas o los sueños planteados, por lo que este libro, Lo que importa ahora, se presen-ta como una interesante bitácora Gary Ha-mel, su autor, identifica cinco aspectos que son esenciales para blindar su compañía de cara al futuro: valores, innovación, adapta-bilidad, pasión e ideología, siendo este li-bro un apasionado alegato para reinventar la gestión empresarial tal y como la cono-cemos, para repensar los supuestos fun-damentales acerca del capitalismo, la vida organizacional y el significado del trabajo. El objetivo del autor es inspirar al lector para repensar su negocio, su empresa y la forma en que dirige a los demás. Un manual multifacético para la creación de organiza-ciones que puedan prosperar en un mundo que se caracteriza por esperanzas cada vez más reducidas, cambios incesantes y una competencia feroz.

Editorial: NormaTítulo: Oráculos Autor: Donald N. ThompsonPáginas: 302

BOGOTÁ, COLPRENSADonald N. Thompson es un economista y profesor de mercadeo y estrategia de la Es-cuela Schulichde Negocios de Nueva York, que y ha escrito nueve libros claves en el campo de los mercados en el mundo como El tiburón de 12 millones de dólares. Ahora presenta Oráculos, un análisis de cómo los mercados de predicción convier-ten a los empleados en visionarios, pues se ha comprobado, según el autor, que la es-peculación informal y espontánea sobre los comportamientos de esos mercados puede ser más acertada que los métodos formales de predicción y proyección. Ante la debacle económica, se ha abierto un campo a lo intuitivo, a la participación y la creación en grupo más allá de los siste-mas formales tradicionales.

Sabiduría de la vida

Entre gorilas

Ese es el punto

De lo formal a lo intuitivo