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Sawar revista mensual y digital sobre historia, patrimonio y turismo en el municipio de Murcia Diciembre de 2013. Número 6 El río que SuEñA con volver a ser río El río Segura y Murcia. J. Almagro (1873). Colección de María Manzanera ISSN: 2340-387X Historia de la relación entre el Segura y la ciudad, y planes para recuperar el contacto con un río vivo

Sawar n6 sawar

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Número 6 de la revista Sawar Murcia, dedicado a la relación entre la ciudad de Murcia y el río Segura.

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S a w a rrevista mensual y digital sobre historia,

patrimonio y turismo en el municipio de MurciaDiciembre de 2013. Número 6

El río

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ISSN: 2340-387X

Historia de larelación entreel Segura y la

ciudad, y planespara recuperarel contacto con

un río vivo

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S a w a rrevista mensual, digital e independientesobre historia, patrimonio y turismo en

el municipio de Murcia

La cultura y el patrimonio histórico, artístico y naturalson el ajuar común, el conjunto de bienes materiales e

inmateriales que recogemos de nuestros antepasados yque debemos conocer, disfrutar, proteger, enseñar y

transmitir a las generaciones venideras.Es lo que nos une al pasado y al futuro.

Es de todos.

“Prueba a ser una nube

a flotar, alcotán sobre praderas

Prueba a surcar ríos

a luchar por ellos

A sentirte arcilla y caña de ribera

Laurel y gota que espejea

Y errar, cometa vegetal sin hilos

Prueba a surcar ríos

aunque el agua sólo llegue a tus tobillos

o te cubra y esté fría”

Fragmento de la canción “No estés triste”, de Manolo García

Del álbum “Saldremos a la lluvia”. 2008. Ariola

SAWAr MurCIArevista mensual, digital,gratuita e independientesobre historia, patrimonioy turismo editada en laciudad de Murcia porPedro Serrano SolanaDiciembre de 2013 http://www.youtube.com/watch?v=v0h2zsDxW20

ISSN: 2340-387X

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sumario

Editorial

El Segura y MurciaHistoria de una pasión

Murcia y sus puentesPor Pedro Jesús Fernández ruiz

Molinos urbanos en el río Seguraun aprovechamiento singular

Por Pedro Jesús Fernández ruiz

un futuro para el paseo del MalecónPor José Antonio Moreno Micol

Entrevista a Julio MuñozEntrenador y piragüista del Club remo

Paseo de esculturas a la orilla del ríoPor Mª Ángeles Muñoz Cosme

El río que tenemos. El río que queremos

Entrevista a José Carlos GonzálezComisario de Aguas de la CHS

Así fue el número anterior

La cultura y el patrimonio histórico, artístico y naturalson el ajuar común, el conjunto de bienes materiales e

inmateriales que recogemos de nuestros antepasados yque debemos conocer, disfrutar, proteger, enseñar y

transmitir a las generaciones venideras.Es lo que nos une al pasado y al futuro.

Es de todos.

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Ajuar: del árabe hispánico “assiwár” o

“asuwár”, y éste del árabe clásico

“sawar”

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34

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editorial

Queridas lectoras y lectores, permitidme que esteeditorial sea un poco más personal y que vengafirmado. Hace ya casi un año que nació SawarMurcia como parte de unas prácticas de Periodismoen la Universidad Miguel Hernández de Elche, perodesde el mismo momento en que lo empecé, tuvebastante claro que debía continuar con el proyectocuando acabara la carrera, salvo una muy improba-ble sorpresa en forma de estupenda oferta laboralen el ámbito de la comunicación... Ya sabéis, habríasido más fácil que cayeran del cielo monedas de500 pesetas (¡Con lo poco que llueve en Murcia, enépoca del Euro y en plena crisis económica!). Novoy a decir que me alegre de que, como es obvio,dicha oferta no haya llegado, pero no sé si cambia-ría lo mucho que he aprendido en estos docemeses y lo bien que lo he pasado.

Ha sido un año de primeros pasos, y por tanto, unaño con errores: Aproximarse a la orilla de esteoficio es constatar lo difícil y apasionante que es, ylo mucho que el buen ejercicio del periodismo ledebe a la experiencia. Ahora bien, también ha sidoun año de periodismo sincero e independiente. Hepuesto todo mi interés y esfuerzo en que el resul-tado mereciera la pena; en que se transmitieranestas historias con el mayor rigor posible, con laesperanza de que el que se topara con Sawar,tuviera la sensación de haber encontrado un mediohonesto y serio. Y no sólo eso: Quería demostrarque la Historia y el Patrimonio son asuntos de inte-rés informativo más allá de la simple difusión deanécdotas, cosa que aun siendo estupenda, sólo esuna forma de acercarse a dichas materias, y no laúnica. Más allá de lo bello y lo entretenido, en estaparte de las humanidades hay todo un campoplagado de noticias, de conflictos y de acuerdos, dehechos que son útiles porque nos llevan a la refle-xión. Y más: tal y como expresé en el primer edito-rial de Sawar, el conocimiento del Patrimonio, suestima, defensa y conservación, nos hace másactivos, más críticos y comprometidos.

Haciendo periodismo no sólo se aprende de perio-dismo: Lo mejor es lo mucho que se aprende sobrela vida y sobre las personas a través de los asuntosque investigas. En este tiempo he constatado queel primer paso para solucionar los problemas esconocerlos, reaccionar e implicarse. Movilizarse. Noes un descubrimiento muy sesudo, lo sé, pero aveces lo obvio es lo que más nos pasa desaperci-bido. Hay miles de frases de personajes célebresadvirtiéndonos de que la democracia no es sólovotar cada cuatro años; es mantener una actitud de

compromiso con los demás y con uno mismo. Ahíreside el poder ciudadano. Por eso, me siento muysatisfecho de haber podido conocer a personas quetienen mucho que decir y a las que tal vez no seescuche demasiado; a gente experta y comprome-tida. He pedido colaboración y también tenido elhonor de recibir ofrecimientos para colaborar. Yademás, Sawar ha contado con la ayuda de otrosmedios para difundir su trabajo, de manera especialen la radio. Prometo que los que me llamaron paraacudir a sus programas radiofónicos a explicar enqué consistía Sawar, no son familiares ni tenía elgusto de conocerlos antes de empezar a escribirestos extensos siete reportajes.

Este número llama la atención sobre el río Segura:el río como espacio urbano que necesita un trata-miento acorde al siglo XXI, y que merece atencióntambién como espacio patrimonial, cultural, naturaly social. El río Segura tiene muchos afluentesconceptuales, afluentes que no mueren en el ríosino que nacen de él. Son muchas las implicacionesque derivan de sus aguas, mucha la historia que hacorrido por su cauce, muchos los beneficios y laspérdidas, las sequías y las riadas… Y son muchastambién las agresiones que ha sufrido, la contami-nación y la sobreexplotación; las manos de Murciaapretadas sobre sus márgenes hasta llevarlo alborde de la asfixia. Trataremos de repasarlo todoen la primera parte de este Sawar, y despuésllegará el turno de varios artículos con muchosquilates: Pedro Jesús Fernández, José AntonioMoreno y Mª Ángeles Muñoz nos hablan de losmolinos, los puentes, el Malecón y las esculturasque flanquean en la actualidad al río Segura.También entrevistamos a Julio Muñoz, piragüista yentrenador del desaparecido Club Remo de Murcia.Luego charlaremos sobre el pasado inmediato, elpresente y el futuro del río con José Salvador Fuen-tes Zorita, José Carlos Cano, Julia Martínez, JorgeSánchez y Adela Martínez-Cachá, y acabaremoseste extenso número con una entrevista a JoséCarlos González, Comisario de Aguas de la Confe-deración Hidrográfica del Segura. Mucha letra paraestas Navidades.

Aquí acaba Sawar, y espero que sólo sea un finaltemporal. Ha llegado el momento de parar y, quizá,de tantear la posibilidad de hacer profesional estemedio; de dar otro paso, o de lo contrario, tendráque perder la regularidad adquirida en estos docemeses. Espero que Sawar Murcia vuelva y que lohaga pronto y mejor, aunque aún no sé con quéformato. ¡Y espero poder contar con vosotros!

Poder ciudadano

5Sawar

Pedro Serrano Solana

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a ciudad de Murcia está donde está y es lo que es por el río que la atraviesa. El Segura, con los

diferentes nombres que los habitantes de estas tierras le han venido dando en el pasado, es la clave no

sólo de su desarrollo físico y económico, sino de su misma existencia. Los avatares de este curso de

agua, sus idas y venidas, sus crecidas y sus sequías, lentamente han ido tallando como a cincel la

fisonomía de la ciudad y aun el carácter de los murcianos. Los excesos del Segura han causado daños

físicos y materiales, pero su agua también ha reportado beneficios agrícolas en perfecta simbiosis con

el clima local y con la riqueza del suelo. Ha regado la huerta, ha dado de beber y ha lavado la ropa de los

ciudadanos, ha proporcionado alimento mediante la pesca y hasta cubrió los ratos de ocio de muchas

generaciones, que se bañaron en él cuando bajaba más limpio o que, sencillamente, se recrearon en su

contemplación desde una orilla y escucharon el tranquilo fluir de su curso. Murcia le debe mucho al río

Segura, y ahora, brevemente, repasaremos el porqué.

L

El río Segura* nace en la Sierra de Segura, en la

provincia de Jaén, a medio kilómetro de Fuente

Segura de Arriba, a 5 kilómetros de Pontones y a 21

de Santiago de la Espada. La ‘surgencia’ kárstica de

la que manan sus aguas se encuentra a 1.413 metros

de altitud, y desde ese lugar hasta su desembocadura

en Guardamar del Segura, en la provincia de Alicante,

el río atraviesa 325 kilómetros con una superficie de

cuenca de 14.936 kilómetros cuadrados. La mayor

parte del territorio cuyas aguas confluyen en su cauce

–que eso es precisamente la superficie de cuenca-

pertenece a la Región de Murcia, cuyo límite Norte

bordea en primer lugar para luego cortarla de Norte a

Sur, y más tarde, en la Vega Media, variar su sentido

hacia el Este y serpentear casi sin desnivel hasta el

mar Mediterráneo.

* http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,365,m,1454&r=ReP-2191-DETALLE_REPORTAJESPADREMÁS INFo...

El SEGurA

y MurCIA

Historia de una pasión

Sawar 7

Page 8: Sawar n6 sawar

Sawar8

El bautizo fluvial

Para hablar del nombre actual –y de los nombres

pasados- de este río, comenzamos remitiéndonos al

libro de Ismael Galiana “Yo, el Segura”*, editado por

la Confederación Hidrográfica del Segura en 1992. En

dicho texto Galiana adquiere la personalidad del río y

va trazando en primera persona su historia y curiosi-

dades. Al relatar el origen nominal del Segura (página

16), cita en primer lugar a Pascual Madoz, quien en el

Diccionario geográfico-estadístico-histórico del siglo

XIX hablaba así: “Este río fue conocido por los roma-

nos con el nombre de Thader, de los árabes con el de

Alana, y lo distinguen los modernos con el de Bené-

fico”. Tal y como también nos cuenta Ismael Galiana,

los griegos llamaron al río Staber, los cartagineses

Alebo, los romanos Thader –que posiblemente quiera

decir “palmera”-, los hispano-latinos Taderus, y los ára-

bes empezaron llamándolo río Blanco, Wad-al-Abyad

–el mismo nombre que recibió en época medieval el

río Turia-, y más tarde lo nominaron como a la sierra

de la que nace: Saqura. De dicha denominación árabe

es de la que obtenemos el nombre actual: río Segura.

Pero, ¿qué significa Segura? Aquí recurrimos al libro

de Santiago Delgado “Crónica particular”, editado por

el Museo de la Ciudad** en 1999 (página 10), donde

el escritor murciano nos explica: “Segura viene a

querer decir, según Antonio de Hoyos, escorrentía,

fluido que corre, sangración. Los también hidrónimos

sangre y los ríos Sangonera, Júcar y Segre vienen a

significar lo mismo. Robert Pocklington señala que, en

hebreo, ‘segur’ significa dorado, lo cual acompañaría

bastante la primera denominación del río, nada menos

que griega: Theodoros, que significa Regalo de los

Dioses”. Sin embargo, Segura también podría venir del

árabe “shakûr”, que significa “gracias”: bajo ese

supuesto, los árabes le habrían dado al río el cariñoso

nombre de “agradecido”. Así y todo, en el caso del

Segura, el terreno de la toponimia se nos antoja más

pantanoso e incierto que el lecho de la Vega Media en

el momento de la fundación de nuestra ciudad.

En el libro de Ismael Galiana, “Yo, el Segura”, también

se incluyen los curiosos apodos con los que algunos

personajes históricos llamaron al río, casi siempre con

objeto de representar la imagen de un curso de agua

crecido y amenazante: por ejemplo, San Vicente

Ferrer lo llamó “lobo”; el poeta oriolano Miguel Hernán-

dez le dijo “lobón” y “ladrón”; el escritor murciano

Sánchez Madrigal, “infausto”; el madrileño Luis

Fernández Ardavín lo describió como “monstruo

hambriento que va engullendo leguas de verdura”;

Alejandro Dumas exclamó “¡Segura, qué nombre más

engañoso!”, y otro francés, Víctor Hugo, escribió que

“lo que golpea a Murcia, hiere a París”, tras la trágica-

mente famosa riada de Santa Teresa (1879). En otro

pasaje de su texto Yo el Segura (pág. 44), Galiana

reproduce estos versos del poeta murciano Vicente

Medina:

Palmeras y patos en el río Segura

Fuente: P.S.S

* http://www.chsegura.es/export/descargas/informaciongeneral/mediatecadigital/libros/docsdescarga/Documento_Yox_el_Segura.pdf** http://www.murcia-museociudad.org/publicaciones.html

MÁS INFo...

Page 9: Sawar n6 sawar

9Sawar

“Entre cabezos

el río salta y corre

(…) si encuentra anchura,

se extiende

si estrechura, se recoge

y unas veces deja tierras

y otras veces se las come”.

También fue bella la imagen que nos dejó el autor anó-

nimo del Dikr bilad al-Andalus, al compararlo con una

pulsera que se ceñía a Murcia como a una muñeca.

Saqura y Múrsiya

En la orilla izquierda del río Saqura, a la altura de la

Vega Media, el emir cordobés Abderramán II ordenó

fundar una nueva ciudad para calmar los ánimos de

un territorio convulso que dependía de Córdoba, la

sede de su poder. Corrían el agua limpia y el año 825

de nuestra era. Y así había nacido Múrsiya, ‘pequeña

pero matona’, con vocación y título de capital,

dispuesta a sellar un pacto de no agresión con el río

–roto varias veces y por ambas partes-, a defenderse

de los enemigos y a superar a las más viejas y pode-

rosas ciudades de Lorca y Orihuela en el control polí-

tico, militar y económico de estos pagos. Para tal fin,

alrededor de Múrsiya fueron creciendo las murallas

que protegían a sus habitantes de las crecidas del río

y de los enemigos, y que al mismo tiempo aprovecha-

ban las aguas como defensa natural. También se creó

el ingenio de la Contraparada entre las actuales loca-

lidades de Jabalí Nuevo y Jabalí Viejo, el azud gene-

rador de un extenso sistema de regadío que posibilitó

el trascendental nacimiento de la huerta, y sin el cual,

nuestra ciudad tampoco tendría sentido. El Segura,

Murcia, la Contraparada… Río, ciudad y huerta, por

fin juntos.

Se da ya por admitido que en el mismo lugar donde

Murcia vino al mundo, hubo desde antiguo un cruce

de caminos secundarios entre Levante y el Reino de

Granada, y entre Cartagena y el interior de la Penín-

sula; caminos que debían encontrarse cercanos a un

paso natural del río Segura y que quizá estuvieran

acompañados por un pequeño caserío de escasa

entidad. Aquí incorporamos a nuestro relato al profesor

José García Antón* y su libro Las murallas medieva-

les de Murcia (Real Academia Alfonso X el Sabio.

Murcia, 1993. Págs. 16-17), quien se plantea una duda

inicial: “Cabe preguntarse las razones que decidieron

la elección de las inmediaciones del río como lugar

donde fundar la nueva ciudad, expuesta de este modo

a las avenidas y situada en un lugar a todas luces

insalubre, condición en parte contraria a las prescrip-

ciones que para la fundación de nuevas madinas

propone el Islam”. García Antón lo explica: “A poco que

nos detengamos en un examen del curso del río

Segura en su última parte, cuando cambia de dirección

para alcanzar el mar, llama la atención su caracterís-

tica meandrizante, con agudos lazos que hacen su

curso cambiante e incierto”. Y prosigue: “Sin embargo,

en la misma localización de la Murcia de hoy, destacan

dos hechos que, en tiempos, debieron influir directa-

El río Segura llegando a la Contraparada

Fuente: P.S.S

http://www.fnac.es/mp907875/Murallas-Medievales-de-Murcia-lasMÁS INFo...

Page 10: Sawar n6 sawar

Sawar10

mente en su morfología: uno es la confluencia del

Guadalentín antes de que los arrastres que, en las

avenidas, traía este río de barro (este es el significado

del árabe Wad-l-antin), convirtieran en delta su último

tramo; estos arrastres darían

lugar indudablemente a una ele-

vación del terreno en su punto de

confluencia. El otro hecho es la

incidencia de las ramblas del

puerto por un lado (Sur, margen

derecha), y las que vienen de

Churra y Espinardo por otro

(Norte, margen izquierda), que

condicionaron la formación del

meandro dentro del cual se

elevaba el pequeño promontorio de terreno en los

momentos en que se decidió la fundación de la ciudad

para que fuera la capital de la Cora de Tudmir”. Así

pues, José García Antón concluye que “un pequeño

promontorio abrazado por un meandro del río, no es,

en realidad y bajo un punto de vista táctico, un mal sitio

para levantar una ciudad con su función político-militar,

cual fue el caso de Murcia”.

Prosiguiendo con ese instante en el que se decidió el

lugar exacto en el que habría de nacer nuestra ciudad,

Santiago Delgado escribe en su “Crónica Particular”

que el paso natural para cruzar el Segura se situaba

en “un altozano que libraba de riadas menores”, y que

estaba “constituido por los dos cabezos que hoy une

el Puente Viejo”. Delgado continúa con su descripción

del lugar en el que el río Segura y la incipiente ciudad

de Murcia unieron sus destinos: “Una encrucijada

siempre atrae gentes que viven de los caminos, de la

gente que pasa: mercaderes, mesoneros, goliardos,

salteadores, rufianes… De vez

en cuando, las avenidas del río

se llevaban todo por delante, y

de vez en cuando también las

riadas serían salvables, que-

dando en crecidas; y aun otras

últimas de vez en cuando, las

epidemias producidas por el

agua estancada tiempo y tiempo

diezmarían la ya de por sí

escasa población flotante”.

Por su parte, el profesor Vicente roselló* también

alude en su libro Evolución urbana de Murcia (Ayun-

tamiento de Murcia, 1975. Pág. 9) al lugar donde nació

la ciudad como cruce de caminos y paso del río,

aunque reconoce que “lo mismo da causa que efecto

o concausa”. En opinión de Roselló, “resultaría difícil

concebir Murcia sin río”, y continúa: “Con sus ventajas

y sus inconvenientes, el emplazamiento fluvial ha

condicionado no sólo el desarrollo urbano, sino la

selección del sitio concreto de su primer trazado” (Pág.

10). Roselló profundiza en su explicación: “El camino

natural desde el oriente peninsular al mediodía, discu-

rre forzosamente por el valle bajo del Segura y su pro-

longación por el surco del Sangonera o Guadalentín.

Decámetro más o menos, había que cruzar el río, y

Staber, Alebo, Thader,Taderus, Wad-al-abyad,

Alana, Saqura...Con significado incierto,

los nombres del río han idopasando como el agua hasta

el actual Segura.

Azud de la Contraparada

Fuente: P.S.S

http://larrocha.es/glc/wp-content/uploads/2012/05/vrv1.pdfMÁS INFo...

Page 11: Sawar n6 sawar

nada mejor que hacerlo al mismo tiempo que otro

camino transversal, del interior al viejo y acreditado

puerto de Cartagena”. El profesor se pregunta: “¿Sería

caer en exagerado determinismo achacar la localiza-

ción de la ciudad a este cruce itinerario?”. Y responde

que, sea como fuere, “la ciudad polarizó los caminos,

y los caminos dieron categoría a la ciudad de puente”.

Volviendo con la evocadora des-

cripción que del río y la ciudad

hace Santiago Delgado, el autor de

Crónica particular afirma que “hay

que suponer que el cauce del río

no sería siempre el mismo: el

estrangulamiento de meandros, la

dirección concreta de la última

riada, un estiaje severo… Harían

tener a todos una idea bastante

más relativa que hoy respecto de lo que es un cauce”

(pág. 10). En la obra Nuevos datos sobre el río

Segura* en la Murcia del siglo XIII (Revista Murgetana,

1998, nº 104. Real Academia Alfonso X el Sabio y

Fundación Séneca), su autor, Antonio Vicente Frey,

explica que “si bien el río dio cobijo al nuevo núcleo,

(Murcia) debió situarse en un punto de evidente equi-

distancia con el objeto de salvaguardar a los habitan-

tes de los inseguros arenales del cauce”, quedando

pues la ciudad en “un emplazamiento situado en un

punto central entre ambos brazos del río”. Y añade que

poco a poco “se creó una primitiva red de abasteci-

miento hídrico de la ciudad y de los establecimientos

de la vega, los cuales orientaron sus modos de pro-

ducción a unas exigencias de mercado y fiscales”.

Según Frey, durante la época califal (siglos X-XI) no

debió existir en Murcia un puente de piedra sino uno

de barcas, tal y como apuntaron algunos escritores

árabes. Además, “se le sacó un aprovechamiento a la

potencial energía del cauce mediante la instalación de

norias y redes de abasteci-

miento de agua a la urbe,

desde una posible difluencia en

el Norte”, y a pesar de la exis-

tencia de una primera muralla,

“el acondicionamiento a un río

de las características del

Segura implicó la creación de

un malecón desde época califal

e incluso emiral, con el que

contener las diferentes avenidas que asolarían el

emplazamiento contínuamente” (Pág. 13).

En su estudio de las murallas de Murcia, José García

Antón también dedicó un capítulo a la influencia que

el sistema defensivo medieval, y por tanto, la mera

presencia de la ciudad, tuvo sobre el trazado del

Segura, mucho antes de las acciones humanas y los

encauzamientos que buscaron minimizar los efectos

negativos de las crecidas. Tal y como explica García

Antón, “la acción de las avenidas del Segura exige una

solidez cada vez mayor en los muros, de modo que

En 825, Abderramán II, emirde Córdoba, mandó fundarMurcia en la orilla izquierda

del río, en un cruce decaminos secundarios y paso

fluvial, para ser la nuevacapital del territorio

Sawar 11

El agua del río Segura bajo laPasarela Manterola de Murcia

Fuente: P.S.S

http://www.regmurcia.com/docs/murgetana/N104/N104_001.pdfMÁS INFo...

Page 12: Sawar n6 sawar

sean capaces de resistir las fuertes envestidas de las

aguas y de desviarlas, con objeto de que no sufran sus

efectos las viviendas que se

encuentran en el interior” (Pág.

41). A continuación, el profesor

explica de qué modo influyen las

murallas de Murcia en el curso

del río: “Las grandes avenidas

tienen como consecuencia

directa la acumulación de gran

cantidad de aportes que se van

depositando en aquellos lugares

que constituyen un freno a las

aguas; tal es el caso de las

murallas, a cuyos pies se van

acumulando, cada vez en mayor volumen, los mate-

riales de arrastre. Pasada la avenida, el río vuelve a

discurrir perezosamente por la llanura, y sus aguas

tienden a tomar el camino más fácil, es decir, aquel

en el que el depósito de materiales es menor”. García

Antón prosigue: “Como resultado, el cauce del río

Segura se va separando progresivamente en determi-

nados puntos del pie de las murallas de la ciudad,

dejando unos terrenos sin propietarios definidos, que

son aprovechados para el establecimiento de gentes

que acuden a la demanda, cada vez mayor, de mano

de obra necesaria por el crecimiento de la ciudad”

(Pág. 43). José García Antón argumenta su teoría del

alejamiento progresivo del río respecto al frente sur de

las murallas, aludiendo a un ejemplo similar y más

reciente de influencia directa en el cambio del trazado

fluvial: el Malecón. “Se trata”, explica, “de la modifica-

ción que ha impuesto al río el muro del malecón,

patente al comprobar los planos de finales del siglo

XVIII y principios del XIX de que

disponemos, con los de la

primera mitad del siglo actual

(XX)”. Para García Antón, pode-

mos constatar “cómo el río se va

separando cada vez más de la

obra del malecón, creando un

espacio de terreno que, en este

caso, es ocupado por las

huertas”. Todo ello “da una idea

de lo sucedido en época islámica

con las murallas y el río, pues la

acción de las primeras sobre el

segundo puede identificarse con la que sobre éste ha

ejercido el malecón de hoy” (Pág. 45).

Sobre las aguas

En Evolución urbana de Murcia, el profesor Roselló

afirma que aunque “no es inadmisible la navegabilidad

del Segura hasta Murcia desde Orihuela o desde el

mar” (Pág. 21), “no parece verosímil que la ciudad

haya sido jamás cabeza de navegación y puerto fluvial

para un tráfico significante” (Pág. 10). En su opinión,

“las barcazas mencionadas por al-Idrisi, aparte de que

son citadas con la ciudad ya existente, son destinadas

a sostener el puente o instalaciones de molinería

imprescindibles para el aprovisionamiento urbano”.

El propio Vicente Roselló analiza la topografía pre-

12 Sawar

Abrazada por dos meandrospronunciados a poniente y

levante, la ciudad se rodeó demurallas, construyó un

primer malecón y creó laContraparada; el río Segura

era motor económico ydefensa, pero también era

una amenaza

El río Segura bajo la PasarelaManterola de Murcia

Fuente: P.S.S

Page 13: Sawar n6 sawar

Sawar

urbana “con las mayores reservas”, a partir del antiguo

levantamiento y nivelación hechos por Pedro García

Faria en 1886, trabajos completados con los estudios

de César Cort en el primer tercio del siglo XX: tal y

como expone Vicente Roselló, se trata de un solar

bastante plano “cuyas máximas diferencias no llegan

a los cinco metros” entre el punto más alto y el más

bajo (pág. 16): el lugar más bajo de la ciudad se sitúa

frente a San Lorenzo, en la antigua calle Correos, con

41 metros, y el más alto apenas supera los 45 metros

y se da en varios puntos del Oeste y Sur de la madina

antigua.

Precisamente al Oeste, en lo que hoy son los barrios

de San Andrés y San Antolín, estuvo la

zona más industrial de Murcia

entre los siglos XI y XIII, y

según nos explica Antonio

Vicente Frey, esto

respondió a los

condicionantes del

medio: “Es obvio

que se convino

la ubicación de

las industrias a

causa de la

presencia del

río, y la necesi-

dad de preser-

var la higiene de

la madina vieja”.

Sin embargo, hay

que ampliar la

explicación: “Pese a

que se ha llegado a

insistir en la necesidad de

que las ciudades poseyeran

sus industrias contaminantes

aguas abajo del emplazamiento,

pensando en que a la hora de verter los desechos no

afectaran al abastecimiento de la ciudad, la peculiar

infraestructura de abastecimiento de Murcia hizo

desarrollar sus industrias paradójicamente aguas

arriba”. Para Antonio Vicente Frey, las excavaciones

desarrolladas en el antiguo arrabal del Arrixaca lo

confirmarían, así como la construcción de un malecón

de contención del río en el siglo XI, y la articulación de

un red de abastecimiento de agua para la ciudad por

su lado Norte, a partir de las acequias Aljufía y Cara-

vija, que se alimentaban del río mucho más arriba del

lugar en el que las mencionadas industrias vertían sus

desechos. Sin embargo, eso no impedía que hubiera

abastecimiento directo del Segura aguas abajo de sus

industrias para un uso doméstico o para riego, pero no

para beber. De ahí, por ejemplo, la presencia de una

noria en la representación del alcázar mayor que

contenía el sello concejil (s. XIII), y que servía para

elevar y abastecer de agua del río al conjunto

palaciego con los posibles usos descritos.

Ya hemos visto que Murcia se configuró en un cruce

de caminos y en un paso del río Segura en el que, al

principio, debió haber un puente de barcas, y más

tarde sucesivos puentes de madera que el agua

crecida destruía cada cierto tiempo. Los autores coin-

ciden en señalar que el lugar concreto

de ese paso del río, como ya se

ha referido, es el que ocupa

desde 1748 el Puente

Viejo, el mismo lugar

en el que con ante-

rioridad se levantó

otro puente de

piedra, posible-

mente del siglo

XV, arrastrado

por las aguas.

Sin embargo,

también es

posible que

existieran al

menos otros

tres puentes en

época medieval

islámica en el tramo

más cercano a la

ciudad, fueran estos de

madera o de barcas:

citando las investigaciones de

Torres Fontes, Vicente Roselló (Pág.

23) plantea hasta dos puentes sobre el hipotético

meandro que envolvía a la ciudad por el Oeste, del

lado del Arrixaca, y a los cuales se accedería pasando

por la puerta de Secura entre las actuales calles del

Pilar y Julián Calvo. Otro puente de época medieval,

de madera o de barcas, pudo estar situado donde

actualmente se encuentra el Puente Nuevo. Sin

embargo, ninguno de esos tres puentes –u otros

pasos que pudiera haber- tenían la trascendencia

estratégica del puente principal, controlado permanen-

temente y al que una puerta de la muralla cerraba por

el lado de la madina.

Page 14: Sawar n6 sawar

Bajo las aguas

Un malecón o dique de contención, el azud de la

Contraparada, las acequias, las fuentes, los baños, la

muralla, las norias, los molinos y los puentes, fueran

estos dos últimos elementos de construcción estable

o de barcas, son parte de ese inicio de relaciones

entre el río y la ciudad; son las herramientas usadas

por la población para controlar una relación que, con

todo, ha tenido sus más y sus menos. Como es lógico,

el escenario ideal para Murcia ha sido desde siempre

estar sobre las aguas y aprovecharse de ellas, pero

en ocasiones tocó estar debajo y sufrir la ira del

Segura. Las riadas han sido muchas y lo han sido

hasta tiempos muy recientes. En torno a ellas hay

creado todo un mundo de símbolos, de hechos

concretos de destrucción y muerte, de epidemias, de

poemas y textos para hacernos una idea de su

alcance y significación en la historia de la ciudad y de

la huerta. Si el asunto de este número de Sawar da

para llenar las páginas de centenares de libros

–muchos de los cuales ya están escritos-, una mayoría

de ellos estarían dedicados a las inundaciones de un

río desbordado.

Aunque se puede recurrir a muchas fuentes documen-

tales, algunas muy exhaustivas, para recordar las

catástrofes provocadas por el Segura, Vicente Roselló

hace un meritorio resumen de en su obra Evolución

urbana de Murcia (Págs. 14 y 15) y por eso aquí nos

ceñiremos a su relato, que comienza con un plantea-

miento fundamental: así como en la vecina y más

antigua ciudad de Orihuela, también arrimada al

mismo río, los pobladores contaban con la opción de

remontar las faldas de una montaña para eludir el

peligro de las riadas, en Murcia la situación entrañaba

un peligro mayor, pues no había monte inmediato al

que encaramarse. Roselló nos recuerda la forma de

dar la alarma que desde siempre se impuso en nuestro

municipio: “Las campanas y caracolas sonaron

durante siglos en la ciudad y la huerta como lúgubre

aviso de las riadas; incluso el olor de las aguas de

avenida conocía el huertano”. El mismo autor refiere

con curiosidad que todas las riadas han sido nomina-

das como los Santos en cuyo día tuvieron lugar, y para

hacer repaso, comienza con la primera de la que

tenemos noticia –es de suponer que en época

andalusí también habría muchas-: La de 1424. En ella

se destruyeron 600 casas “y todos los víveres que

tenía almacenados la ciudad”. Apenas veinte años

después se produjo una riada peor, que afectó espe-

cialmente a los arrabales y que provocó una impor-

tante emigración hacia el reino de Aragón. Y todavía

dentro del siglo XV habría hasta diez nuevas avenidas

más o menos graves. Según Roselló, la avenida de

1528 se cebó otra vez sobre los barrios extramuros de

San Antolín, San Andrés, San Miguel y San Juan, pero

también en los barrios intramuros de Santa Eulalia y

Sawar14

Hipotético meandro dePoniente y dos puentesde época medieval

Fuente: V. Roselló

Page 15: Sawar n6 sawar

San Lorenzo, al Este de la antigua madina. En 1545

se inundaron de nuevo los barrios de San Antolín, San

Andrés y San Miguel, y quedaron destruidas 400

casas, además de provocar daños en los conventos

de Santo Domingo y San Francisco, en el malecón y

en la puerta del Mercado, en la plaza de Santo

Domingo.

Un capítulo aparte, por su gravedad, merece la riada

de San Calixto de 1651: Roselló nos habla de los

daños en San Antolín y San Andrés, junto a daños

menos severos en Santa Eulalia, San Juan, San

Lorenzo y San Miguel. Sin embargo, y según el

informe del capellán Pedro Villacis, también se produjo

la destrucción de más de mil casas y el agua llegó

hasta la cintura en la Catedral. No acaba ahí la cosa,

pues en dicha riada resultaron destruidos los pasos

procesionales de la cofradía de Nuestro Padre Jesús

Nazareno (excepto el paso titular), motivo por el cual

Francisco Salzillo se haría cargo de la renovación de

dichas imágenes en el siglo siguiente, creando los ac-

tuales y afamados pasos del Viernes Santo murciano.

Tras los efectos de San Calixto llovió sobre mojado,

nunca mejor dicho, porque la riada de San Severo,

producida tan solo dos años después, hizo cundir el

pánico y llevó al Cabildo de la Catedral a considerar

incluso un posible traslado “a Cartagena, Albacete o

incluso Algezares”. En el siglo XVIII hubo más riadas:

Por ejemplo, la que al principio de la centuria arrastró

el anterior puente de piedra, y la que en 1733 llevó a

la construcción del canal del Reguerón, diseñado por

Sebastián Feringán, con el fin de alejar la amenaza del

río Guadalentín-Sangonera sobre Murcia. Sin

embargo, la catástrofe más grande de la historia

conocida en la ciudad y la huerta estaba por venir: Se

produjo en el siglo siguiente y fue la riada de Santa

Teresa de 1879: “La fin del mundo”.

En esta gran riada entró una vez más en juego “la

difluencia norte” por la que ya se vio afectada la ciudad

en anteriores catástrofes, y que facilitó la entrada del

agua del río hasta Santo Domingo y la plaza del

Mercado: a través de dicha difluencia, según cuenta

Roselló, en la riada de 1879 el agua atravesó la huerta

al norte del barrio del Arrixaca (los restos aparecidos

en San Esteban pertenecen a dicho arrabal, de origen

medieval) y de la Puerta de Castilla, extramuros, para

luego cruzar el barrio de la Trinidad (entre el actual

campus de La Merced y el Museo de Bellas Artes) y

unirse al cauce principal en el antiguo meandro de la

Condomina, que reclamó de nuevo para sí el río a

pesar de que había sido corregido en el siglo anterior.

Pero el único responsable del desastre de Santa

Teresa no fue el Segura, sino que a éste se le alió su

Incidencia histórica delas riadas en la ciudadde Murcia

Fuente: V. Roselló

15Sawar

Page 16: Sawar n6 sawar

afluente más salvaje, el Guadalentín: el canal del

Reguerón, construido en el siglo XVIII y que aún hoy

lleva la desembocadura del afluente aguas abajo de

la ciudad de Murcia, no fue suficiente para frenarlo, de

modo que asoló el barrio de San Benito (el Carmen),

al que atravesó por la actual calle Cartagena antes de

verterse con fuerza en el cauce principal, un poco más

arriba del Puente Viejo.

Aquí sumamos de nuevo a Santiago Delgado, quien

en su Crónica Particular (Pág 81) nos cuenta que en

la riada de Santa Teresa, el nivel del agua “ascendió a

once metros en la ciudad y toda la costera sur se

inundó”, dejando un panorama desolador con 800

víctimas mortales y muchos más heridos, afectados y

desplazados. La tragedia de Murcia tuvo repercusión

internacional, siendo especialmente sensible la socie-

dad francesa: Por ejemplo, en París se publicó “Paris-

Murcie”*, un periódico en el que colaboraron Víctor

Hugo y Alejandro Dumas, entre otros escritores e

intelectuales, acompañados por las ilustraciones del

célebre Gustave Doré.

Volviendo con Roselló, en su

relato de las riadas murcianas el

profesor entra en el siglo XX: “El

22 de abril de 1946 se superpu-

sieron de nuevo las ondas de

crecida del Guadalentín y del

Segura, repitiéndose el fenómeno

en octubre de 1948, en que el

agua del río saltó hacia el Barrio del Carmen”. Otra

avenida, la de 1949, no tuvo apenas consecuencias

para la ciudad. En 1963 habría que hablar de la cana-

lización (en el más profundo significado de la palabra)

del río a su paso por Murcia, que perdura hoy, y del

plan de defensa de las avenidas, de todo lo cual se

dará cuenta en este mismo número de Sawar. Y dado

que el relato que hace Roselló concluye en el

momento en que escribió su libro, en 1975, debemos

citar también las riadas de 1982, 1987 y 1989, y las

crecidas de 1997 y del año pasado, 2012, cuyos efec-

tos se dejaron sentir especialmente en el río Guada-

lentín a su paso por Lorca.

La cara de Murcia

En este punto incorporamos una obra más al repaso

histórico del río Segura en su contacto con la ciudad

de Murcia: el número 3 de los Cuadernos de Introduc-

ción a la Urbanística** (CIURB) de la Universidad

Politécnica de Cartagena, elaborado por FernandoMiguel García Martín y Marcos ros Sempere, y que

lleva por título “Intervención en cauces urbanos.

Materiales para un ejercicio en Murcia” (2012). En el

apartado El río Segura en la formación de la ciudad de

Murcia, se emplea un artículo de Francisco Calvo

García-Tornel (“Las transformaciones de los espacios

urbanos fluviales en zonas áridas: lecciones de la

cuenca del Segura”. Documentos d’análisi geográfica,

nº 31. Págs 103-116) en el que podemos leer: “La

relación de la ciudad con su río pivota desde el primer

momento sobre tres aspectos fundamentales: conse-

guir seguridad frente a las periódicas avenidas del

Segura; conseguir espacio para extenderse; y facilitar

el cruce del cauce”, lo que, tal y como hemos visto

anteriormente, implicó la construcción del malecón y

de las murallas, y también la corrección del cauce

mediante la eliminación de meandros para facilitar la

escorrentía. Los dos meandros más pronunciados y

próximos a la ciudad, los que la envolvían por

Poniente y por Levante, ya estaban corregidos en el

siglo XVIII, y es dentro de esa

misma centuria cuando, por un

lado, se construye el canal del

Reguerón, y por otro, cuando se

refuerza y dignifica el Malecón,

comienzan a derribarse las

murallas y se producen “las

primeras reformas urbanas que

tienen presente el río como ele-

mento de primera importancia”.

Tal y como nos cuenta Francisco Calvo en el citado

texto, “diversas iniciativas, tanto en relación con la

organización del caserío como con el propio cauce

fluvial en su tramo urbano, se relacionan directamente

con el inicio de una serie de acciones de defensa (…)

que buscan hacer más segura la ocupación del valle

huertano”. Además de la corrección de meandros, el

refuerzo del Malecón y la construcción del canal del

Reguerón y del puente de piedra que hoy llamamos

Viejo, se produce “el inicio de la canalización del río a

impulsos del proyecto de Floridablanca”, con el fin de

“proporcionar seguridad inmediata al casco urbano

cuyas murallas, en gran parte englobadas en nuevas

edificaciones, ya no garantizan su tradicional papel de

defensa”. Francisco Calvo prosigue: “Comienza así a

diseñarse un frente fluvial de la ciudad de Murcia

caracterizado en su margen izquierda por la presencia

de diversos edificios de cierto porte, que sustituyen a

la muralla y mantienen la tradición musulmana y

medieval de concentrar los centros del poder urbano

Las riadas y sus catastróficasconsecuencias forman partede la historia de la ciudad,

destacando la de San Calixto(1651) y sobre todo la deSanta Teresa (1879), de

repercusión mundial

* https://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,373,m,1096&r=ReP-24530-DETALLE_REPORTAJESPADRE** http://issuu.com/cbustamante.o/docs/intervenci_n_en_cauces_urbanos

Sawar16 MÁS INFo...

Page 17: Sawar n6 sawar

en este área”. De ese modo, en el Arenal se genera

en el siglo XVIII el inicio de “una cornisa monumental

sobre el río”, mientras que en la margen derecha se

mantiene un uso agrícola y funcionan hasta cuarenta

y nueve molinos de harina en menos de un kilómetro

y medio.

En el número 3 de CIURB se prosigue con la descrip-

ción de Francisco Calvo García-Tornel, al respecto de

los cambios en la relación física y visual entre la ciudad

y su rio operados en la centuria del gran barroco

murciano: “Un amplio paseo separaba este frente

urbano de la margen fluvial,

protegido posteriormente por

tramos de sillería según el

proyecto de Floridablanca, en

tanto que la ribera opuesta no

sufre modificaciones, puesto que

el diseño de la plaza de Cama-

chos-Alameda queda ya alejado

del río y tiene un carácter inte-

grado en la adecuación de los accesos a la ciudad”.

De todos estos elementos nos da valiosa información

un grabado de finales de la centuria que incluyó Espi-

nalt en su libro “Atlante”: bajo el título “Vista Occidental

de la ciudad de Murcia” (1778), se muestra “un frente

al río bastante urbanizado y no carente de estética”,

además de enseñarnos el puente de piedra acabado

tan sólo treinta años antes. Y más información nos

proporciona el Proyecto de Canalización y Ornato del

río Segura a su paso Murcia*, de 1785, elaborado por

el arquitecto Manuel Serrano e impulsado y auspiciado

por el conde de Floridablanca. Entre la documentación

del proyecto se incluyen cuatro planos: en el primero

se muestra la situación del río y la ciudad en esos años

antes del inicio de los trabajos, y en el segundo se

plasma el resultado que darían a la ciudad, mientras

que los dos planos restantes muestran secciones con

otros detalles del plan.

El frente fluvial de la ciudad en el siglo XVIII, es decir,

la cara de Murcia sobre su río, comenzaba desde la

entrada al paseo del Malecón con el convento de San

Francisco (desaparecido), que

estaba separado del Palacio del

Almudí y del convento de Veróni-

cas por el Plano de San Fran-

cisco (parte de ese espacio está

ocupado actualmente por la

plaza de abastos de Verónicas, y

el resto es una avenida de

entrada y salida de la ciudad que

conecta con la Ronda Oeste). Si avanzamos en el

mismo sentido del río, el siguiente edificio era el de la

Inquisición: obra de grandes proporciones, incluía una

cárcel, la llamada “cárcel vieja” (hoy su extenso solar

lo ocupan la casa Zabálburu, el edificio del Colegio de

Arquitectos y el antiguo Hotel Victoria). Pasado éste

se accedía al Arenal con las Casas de la Ciudad

(actual ayuntamiento) y el Palacio Episcopal. Más

hacia el Este se encontraba el colegio de San Isidoro

(hoy IES Licenciado Cascales), el convento y hospital

En el siglo XVIII, a partir de ladesaparición de las murallas

medievales, se busca reforzarla defensa de la ciudad contra

las crecidas del río y adignificar el frente urbano

* http://www.molinosdelrio.org/actividades/index.php?e=183MÁS INFo...Sawar 17

Page 18: Sawar n6 sawar

de San Juan de Dios (luego Hospital Provincial, sobre

el que se construyó en el siglo XX el edificio de la

Diputación, hoy Consejería de Hacienda), y la torre de

Caramajul, edificación medieval perteneciente al anti-

guo Alcázar Mayor y que estuvo en pie hasta el siglo

XIX (hoy ocupa su lugar el edificio de la Delegación

del Gobierno). A su lado se elevaba la casa de Navarro

y Bocanegra (espacio en el que hoy encontramos el

edificio de la Convalecencia, rectorado de la Universi-

dad de Murcia). La actual plaza

de la Cruz Roja era la plaza de

las Barcas, en la que en época

medieval pudo haber un puente

de madera o de barcas, y en la

que después se construiría el

Puente Nuevo o puente de

hierro. En el proyecto de 1785 se

señala que hubo intentos de

construir otro puente de piedra

en dicho lugar, que el río se

encargó de evitar una y otra vez.

Y más adelante se extendía junto al río el barrio de

San Juan. Tal y como se ha dicho, la margen derecha

eran terrenos de huerta junto al camino de Beniaján.

En cuanto al cauce del propio río, el proyecto de 1785

constata en su primer plano los estrechamientos e

impedimentos que encontraba el agua en aquellos

años, algunos de ellos derivados de su aprovecha-

miento, como presas y molinos en la margen derecha,

y la existencia de varias islas formadas por el depósito

de sedimentos. Otro estrechamiento artificial fue el que

provocaba el mencionado intento de construir un

puente de piedra por donde hoy cruza el Puente

Nuevo, y que se pretendía hacer con un solo ojo en

lugar de con dos.

Entre otras cosas, el proyecto de

Floridablanca redactado por

Manuel Serrano, quería eliminar

obstáculos creando una anchura

de cauce constante de unos

setenta metros, y elevar muros a

ambos lados del río con una

altura de unos diez metros.

También contemplaba el ornato

de las márgenes y el trazado de

avenidas como paseos arbola-

dos, para vertebrar el futuro

ensanche urbano de Murcia hacia el Sur (donde hoy

está el polígono Infante Juan Manuel), así como la

construcción de un nuevo puente de piedra de dos

ojos en el mismo lugar del actual puente de hierro. A

dicho puente se accedería desde el sur de forma

sencilla, atravesando una de las avenidas rectas y

arboladas. Sin embargo, de este plan poco se pudo

Vista panorámica hacia poniente. Ch. Clifford, 1862.Colección de María Manzanera

Esta es la fotografía panorámica más antigua fechada hasta hoy de la ciudad de Murcia. Allado del Puente Viejo está la cárcel de la Inquisición, sólo un año antes de su derribo (su solarlo ocupa hoy el antiguo Hotel Victoria), y en primer término está el por entonces reciénconstruido edificio de la Casa de la Misericordia, que fue usado como cárcel. También vemosel muro creado a finales del siglo XVIII para contener el río en la margen izquierda, y losterrenos junto al Segura que primero fueron ocupados por huertos, y luego por el desaparecidoparque de Ruíz Hidalgo. Aún faltaban cuarenta años para la creación del Puente Nuevo.

La construcción del Canal delReguerón, del Puente Viejo ode los Molinos del Rey, y lamejora del Malecón y delmuro de contención en el

frente urbano de la margenizquierda, son algunas

acciones del siglo XVIII enrelación con el río Segura

Sawar18

Page 19: Sawar n6 sawar

hacer, ya que José Moñino tuvo que dejar su cargo en

1792. Lo único, por ser lo primero que se ejecutó, fue

el reforzamiento del muro en el lado del Arenal, y la

construcción en la margen contraria de los llamados

Molinos Nuevos o Molinos del Rey que aún hoy

perduran.

Retomamos el texto de Francisco Calvo en el número

3 de CIURB, y entramos en el siglo XIX, en el que la

ciudad de Murcia termina de derribar sus murallas y

“se prosigue el acondicionamiento del frente fluvial

construyendo un paseo y reparando el muro del río”.

Según describió Pascual Madoz, al que Francisco

Calvo cita, a mediados del siglo XIX la ciudad ya

contaba en su margen izquierda “con una extensa

explanada” en cuyo centro había “una bonita glorieta

o paseo”, y por sus costados corría “una línea de

edificios notables de este a oeste”. Sin embargo, en la

margen derecha no hay grandes cambios salvo la

presencia de los Molinos Nuevos.

Del último tercio del siglo XIX y todo el siglo XX, ya

contamos con material fotográfico de incalculable valor

para comprobar con nuestros ojos las modificaciones

en la relación entre el río y la ciudad. El fondo fotográ-

fico del Archivo Histórico Municipal de Murcia y la

colección de María Manzanera nos sirven en este

objetivo: En el libro “Nuestro pasado fotográfico;

Murcia memorable” (Diego Marín Librero-Editor,

Murcia, 2003), la Doctora en Geografía e Historia de

la Universidad de Murcia, María Manzanera*, acom-

paña a las fotografías de su colección con una serie

de textos, algunos propios y otros de prensa, que ayu-

dan a evocar los momentos y lugares plasmados en

las imágenes. Manzanera nos cuenta que el tramo de

calzada que bordea el río desde el Martillo hasta las

inmediaciones de la Condomina, el llamado Paseo de

Garay, recibió el nombre del corregidor Martín de

Garay, que llegó a Murcia en 1804 y que tuvo entre

sus principales objetivos el “refuerzo y fortificación del

muro que contiene al río en su margen izquierda”, tal

y como aconsejaba el por entonces reciente proyecto

de Floridablanca. María Manzanera prosigue: “Algu-

nos de los edificios más emblemáticos de Murcia se

encuentran, o encontraban, en este paseo: El Martillo,

parte posterior del antiguo seminario de San Fulgencio

(hoy, Escuela Superior de Arte Dramático y Danza), el

Instituto Provincial (...), el Hospital General (no el

actual, sino el del siglo XV), el cuartel que edificado

como Casa de la Misericordia Nueva fue una magní-

fica obra, pero señalada por la mala suerte, ya que

sufrió múltiples reformas y nunca se vio totalmente

finalizada (...). Y para terminar, uno de nuestros

puentes más interesantes, el Puente Nuevo o Puente

de Hierro”. Al respecto de la Glorieta, reproducimos el

siguiente artículo publicado por El Diario de Murcia en

junio de 1901, y que María Manzanera incluye en su

libro:

“El paseo de la Glorieta ha tomado ya el alegre carác-

ter de todos los años en esta plenitud del verano.

Desde algunas noches está aquel el sitio concurridí-

El Arenal. Vista hacia levante.Archivo Histórico Municipal de Murcia (AHMM)

El Arenal y la Glorieta fueron lugar preferente de paseo y esparci-miento; La Glorieta como tal se creó en 1803 con el alcalde SalvadorMarín Baldo: fue entonces cuando se definieron sus límites y seembelleció el espacio, ya separado del llamado Arenal. María Manza-nera recogió en su ‘Murcia memorable’ una coplilla surgida del receloentre los huertanos y los urbanitas que se encontraban en el Arenal:

“Valen más los zaragüeles que llevan los de la huerta

que tuiquios los churubitos que pasean por la Glorieta”.

* http://www.mariamanzanera.es/maria/curriculum_esp.htmMÁS INFo...Sawar 19

Page 20: Sawar n6 sawar

simo: Se enciende el alumbrado de faroles, la gente

acude en traje de confianza a tomar el fresco y a gozar

de la animación que dan, también, los cafés ‘del Sol’ y

‘del Arenal’ con sus conciertos. Hasta que lleguen las

verbenas del Carmen no hay otro sitio de reunión en

carácter con la época. Después de las populares

verbenas, la gente podrá elegir entre quedarse a este

lado del Arenal o seguir hasta el Malecón, que con luz

y buen orden es el paseo preferido en agosto. Pero

hoy por hoy, la Glorieta sola reina. Que en las noches

claras de luna hermosa, hasta convida, con el ruido

del agua cayendo por el azud, a dejarse de más

contemplaciones y salir por el ‘Vals de las olas’”.

No será hasta los últimos años de dicha centuria

cuando se emprenda de forma definitiva la construc-

ción del segundo puente estable de Murcia, ya no de

piedra sino con el hierro como material: el Puente

Nuevo. Terminado en 1902, y hoy cerrado al tráfico de

vehículos por su progresiva degradación y las deficien-

tes labores mantenimiento -estuvo cerca de colapsar

cuando aún lo transitaban coches, motos y

autobuses-, este puente contaba en su origen con un

tablero mucho más largo que el que hoy podemos ver,

para poder salvar la distancia existente entre las dos

márgenes del río.

Prueba de carga en un puente sobre el canal del reguerónFuente: Archivo Histórico Municipal de Murcia (AHMM)

Las obras del Puente Nuevo se extendieronde 1893 a 1901, y fue inaugurado en 1902.

Fuente: María Manzanera

20 Sawar

Page 21: Sawar n6 sawar

En esos años entre los siglos XIX y XX, no sólo se

concentraban junto al Segura los edificios nobles de

Murcia o la animación del paseo vespertino en la

Glorieta y el Arenal. A un lado y a otro del Segura se

daban dos acontecimientos periódicos que, fruto de la

costumbre, estaban fuertemente arraigados y pervivie-

ron durante muchos años; hoy incluso siguen en el

recuerdo de algunos murcianos: En la margen dere-

cha, más abajo de los Molinos, el soto del río era el

escenario donde se celebraba el mercado de ganado.

Y en la otra orilla, a lo largo del Arenal y la Glorieta,

tenía lugar un mercado ya desde el siglo XVIII

-había otro en la plaza del Mercado, hoy de Santo

Domingo-.

Uno de los usos hoy perdidos del agua del río era el

de lavar la ropa: de ello también nos han llegado imá-

genes. Aunque hubo otros lavaderos en la propia

ciudad, se bajaba hasta la orilla del Segura para mojar,

frotar y lavar las ropas. Uno de los lugares comunes

para la tarea estaba en las inmediaciones del llamado

Molino del Marqués, cerca de donde hoy se levanta el

Palacio de Congresos. Nada que ver con nuestra

actual facilidad para usar la lavadora o el fregadero de

casa.

Y a la hora de repasar la historia del Segura a su paso

por la ciudad, y la de Murcia en contacto con su río,

hay (o hubo) un parque de mención obligatoria: el de

Silueta del Puente Nuevoentre los árboles delparque de ruiz Hidalgo

Fuente: María Manzanera

Dos imágenes del mercado de ganado en el soto del río (1900 y 1890)

Fuente: María Manzanera

21Sawar

Page 22: Sawar n6 sawar

Ruiz Hidalgo. María Manzanera nos lo cuenta así en

su “Murcia memorable”: “Durante los años del

mandato del alcalde Jerónimo Ruiz Hidalgo, se tomó

la determinación de aprovechar el terreno baldío que

había en la margen izquierda del Segura entre el

cauce del río y el muro de contención a lo largo de

todo el paseo de Garay; comenzando frente al Instituto

y terminando próximo a las ruinas del Molino del

Marqués”. Para ubicarlo en la actualidad, hay que

retranquear mentalmente la canalización del río varios

metros hacia la línea de las fachadas del IES Casca-

les, la Consejería de Hacienda, la Convalecencia, el

hotel Siete Coronas, el Palacio de Justifcia, etc.

Manzanera describe el parque una vez concebido:

“Fue el mejor parque que jamás tuvo Murcia, contaba

incluso con un amplio paseo para carruajes y bicicle-

tas”. Y prosigue: “El denso arbolado que lo poblaba

fue costeado por instituciones y particulares y lo

componían variadísimas especies: olmos, plátanos,

sauces olorosos, acacias, álamos, chopos, eucaliptos,

magnolios, etc. El día de su inau-

guración, 23 de febrero de 1908,

participaron en su plantación unos

mil niños procedentes de varias

escuelas. El parque albergó

durante muchos años ferias,

fiestas y verbenas, siendo recinto

de la Batalla de las Flores* y del

Coso Blanco”.

Para entender la importancia que dicho parque a la

orilla del Segura tuvo para Murcia, hoy mayoritaria-

mente desconocido y olvidado, reproducimos también

un texto que Manzanera incluye en su libro, un artículo

publicado en el periódico El Liberal el día de la inau-

guración del jardín, firmado por el periodista murciano

José Martínez Tornel:

“Parece ineludible hablar hoy del Soto del Río, que hay

que expresarlo ya así, con mayúsculas, porque de

nada ha subido a categoría de cosa. Y no de cosa

cualquiera, sino de la clase del Malecón, la Glorieta o

Floridablanca. Hoy el soto es ya Soto; conviene recor-

dar las fluctuaciones que ha sufrido la opinión respecto

de esa reforma. Cuando empezó la roturación del

terreno, la opinión fue hostil al proyecto: ¿Pero qué

van a hacer ahí? ¿Es un paseo? ¿Es un parque? ¿Es

un merendero? ¡Pues vaya sitio han elegido! ¡Y en

una población saturada de paludismo!

Se limpió el terreno de la ma-

leza, se sanearon las infectas

anguilillas del hospital, se regu-

larizó la superficie, se vio la

inmensa explanada que

quedaba allí y la gente dijo:

¡Pues puede hacerse algo

bueno, algo bonito y hasta deli-

cioso! (...) Creo, por tanto, que el día de hoy debe serlo

de satisfacción para el alcalde Don Jerónimo Ruiz

Hidalgo, (...) El Soto del Río quedará hoy consagrado

como cosa murciana, nuestra, de todos, a la cual

empezaremos a tomar cariño hasta que le tengamos

el mismo afecto que a la Torre, al Malecón o a la

Glorieta con su verja y todo. Y los que nos sucedan se

encargarán de defenderlo contra cualquiera que lo

quisiera destruir”.

Además de condensar en pocas palabras el cambio

de opinión de la ciudadanía ante un proyecto como el

En esta página: Lavanderas en el río SeguraEn la siguiente: Dos imágenes del Parque ruíz Hidalgo

Fuente: María Manzanera

* http://www.youtube.com/watch?v=2FHRRfj6abkhttp://bibliotecadigital.carm.es/inicio/index.php

MÁS INFo...

El mercado del Arenal, la feriade ganado en el soto del

río, el parque de Ruíz Hidalgoo las lavanderas, aún

perviven en el recuerdo dealgunos murcianos

22 Sawar

Page 23: Sawar n6 sawar

del parque, resulta especialmente curioso y premoni-

torio que Martínez Tornel mencionara, el mismo día de

la inauguración, la posibilidad futura de que alguien

quisiera destruirlo. Hay que pensar que las palabras

del periodista, buen conocedor de Murcia, no fueron

casuales; puede que fueran una exhortación temprana

a los ciudadanos para moverles a la acción ante algo

que, en vista de lo sucedido apenas cincuenta años

después, era más que una posibilidad. Así describe

María Manzanera la desaparición del parque de Ruiz

Hidalgo, aplicable a otras innumerables pérdidas del

patrimonio de Murcia: “El deterioro causado por el

tiempo y la poca atención prestada por parte de las

autoridades, hizo que durante la década de los años

50 tomaran la absurda determinación de suprimirlo”.

¿Les suena, por ejemplo, el asunto de los baños

árabes de la calle Madre de Dios?

Retomando el texto de Francisco Calvo García-Tornel

(“Las transformaciones de los espacios urbanos fluvia-

les en zonas áridas: lecciones de la cuenca del

Segura”) incluido en el número 3 de CIURB, vemos

cómo los planes urbanísticos de principios del siglo XX

no prestaron atención al río, y tal y como nos contó el

profesor José Luis Andrés Sarasa en el número cero

de Sawar, tampoco se tuvo en cuenta el condicionante

fluvial a la hora de trazar la nueva Gran Vía en sentido

Norte-Sur, perpendicular a su curso. Francisco Calvo

apunta que la mención al río Segura en dichos planes

se redujo a “la repetida propuesta de flanquear el río

de zonas verdes, en las ampliaciones urbanas proyec-

tadas aguas arriba y abajo del frente edificado en

ambas márgenes”. Después, Calvo avanza hasta el

Plan General de Ordenación Urbana de Murcia redac-

tado por la Oficina Técnica del ayuntamiento en 1961,

“con el que hay que relacionar el simultáneo proyecto

de urbanización y ornato de la margen del río”. Según

este autor, “la tónica predominante” en ese momento

“es despejar al máximo el cauce fluvial, para lo cual

también se hacen desaparecer algunas isletas y se

canaliza”. Las consecuencias inmediatamente visibles:

“Desaparece con esta iniciativa el parque de Ruiz

Hidalgo, al canalizar el Segura y elevar el terreno

hasta la altura del paseo, con lo que éste se dota de

cierta amplitud y queda flanqueado por un espacio

más o menos triangular ajardinado, que aleja a lo largo

de unos 250 metros el frente urbano del río”. Por

entonces, nuevos edificios se incorporan y van alar-

gando el frente fluvial urbano por su margen izquierda:

se construye el barrio de Vistabella, y aparecen poco

a poco los edificios del hospital de la Cruz Roja, el

hotel Siete Coronas, el Palacio de Justicia y el Hospital

General. También se urbaniza la margen derecha con

una avenida sobre el antiguo camino de Beniaján, que

dará lugar a la construcción del Polígono Infante don

Juan Manuel como barrio residencial.

Entrados ya en la era democrática, Calvo relata que la

etapa de “cambios espectaculares se inicia a partir del

Real Decreto Ley 4/1987”, y que, en su opinión,

supuso “la culminación de los numerosos intentos de

establecer un sistema de defensa contra inundaciones

23Sawar

Page 24: Sawar n6 sawar

a escala de la cuenca del Segura, abordados con

mayor o menor intensidad desde la riada de 1879 y

sus amplias consecuencias”. Para Francisco Calvo

García-Tornel, “el aspecto más interesante de este

Plan de Defensa contra Avenidas en la Cuenca del Río

Segura es el encauzamiento del río desde la presa de

la Contraparada hasta su desembocadura en Guarda-

mar”; es decir, 88 kilómetros de obras que acabaron

en 1994. Por entonces se llegó a insinuar la posibilidad

de sacar el río de la ciudad de

Murcia, del mismo modo que se

estaba haciendo en la ciudad de

Valencia con el Turia, aunque al

final se mantuvo al Segura en el

encauzamiento urbano de dos

kilómetros y medio que ya estaba

ejecutado desde los años 60. En

el resto del cauce descrito, aguas

arriba y abajo de Murcia, se llevó

a cabo el “encauzamiento y modi-

ficación del trazado fluvial mediante la corta de mean-

dros”. Tal y como nos cuenta Francisco Calvo, ello

supuso “la reducción de la longitud del cauce en un

26’1%”, y además se dotó al río de una “capacidad

uniforme para 400 metros cúbicos por segundo”.

En el aspecto patrimonial, entre los años 80 y 90 se

derribó el edificio del Club Remo, espacio social,

cultural y deportivo de vida efímera pero intensa; se

encargó al arquitecto Juan Navarro Baldebeg la

restauración del edificio de los Molinos Nuevos,

proyecto que fue premiado; también se recuperó un

antiguo depósito de agua construido en la posguerra,

para ubicar en él Museo de la Ciencia y el Agua; se

levantaron nuevos puentes sobre el remodelado

encauzamiento del Segura; un nuevo gran edificio se

unió al frente urbano fluvial de la margen izquierda, el

Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas, en

1994. Y tal y como ya se ha contado, antes de que la

obra del Puente Nuevo cumpliera un siglo, hubo que

cerrarlo al tráfico de vehículos por problemas estruc-

turales derivados de su mal mantenimiento, tras diver-

sos informes que llegaron advertir incluso de su

posible desplome. En ese mismo entorno, además,

debemos citar la polémica del intento de construcción

de un aparcamiento subterráneo bajo la plaza de la

Cruz Roja, que movilizó a los vecinos contra el ayun-

tamiento hasta paralizar el proyecto. Se renovó enton-

ces la inquietud ciudadana al respecto de su río, tantos

años desplazado de la vida de Murcia, y fruto de esa

inquietud, el Colegio de Arquitectos organizó un

concurso de ideas* para la intervención sobre el tramo

urbano delSegura en nuestra ciudad en 2002.

Unos años antes, entre la

década de los ochenta y los

noventa, la suma de diversos

motivos, naturales y humanos,

dieron como resultado un caudal

cada vez más escaso y contami-

nado. Peces muertos, malos

olores y plagas de mosquitos

agudizadas por el calor, llevaron

al río Segura a una situación

insostenible y provocaron el creciente malestar y la

protesta de vecinos y colectivos ecologistas. Para

mayor escarnio, el Segura, aquel Saqura medieval de

aguas bravas, entró en el popular juego de mesa

‘Trivial Pursuit’ como respuesta a la pregunta: “¿Cuál

es el río más contaminado de Europa?”.

Francisco Calvo García-Tornel reflexiona en las últi-

mas líneas de su texto incluido en el número 3 de

CIURB: “Sacrificada a la seguridad cualquier otra

consideración, no resulta posible valorar como óptima

la solución adoptada en Murcia, y en cuanto al futuro,

es cuanto menos dudoso”. Y concluye que “aprisio-

nado entre muros de hormigón, el Segura, hoy sin más

agua que la retenida entre presas a efectos decorati-

vos, espera sin duda tiempos mejores”.

Cada vez menos agua. El río enMurcia a finales de los años 80.Fuente: “Yo, el Segura” (CHS. Murcia, 1992)

La relación entre río y ciudadcambió radicalmente desde el

último tercio del siglo XX,imponiéndose la seguridadfrente a crecidas, al tiempoque aumentaban la presión

sobre el Segura y los vertidos

.

Sawar24

* En el número 3 de CIURB se incluye la propuesta ganadora delconcurso, elaborada por el equipo de Margarita Díaz Rebollo, VictorM. Silveira Tesoro, Luis Enrique Villar Liñán y Mª Luz Villar Liñán:

http://hdl.handle.net/10317/2243

Page 25: Sawar n6 sawar

DArMurDefensa Animal región de Murcia

Page 26: Sawar n6 sawar

un aprovechamiento singular

Molinos urbanos en el río Segura

Pedro Jesús Fernández Ruíz

El uso de las aguas del viejo Thader a su paso por lo

que hoy es la ciudad de Murcia ha estado histórica-

mente ligado al poblamiento en el centro de nuestra

vega. El sello concejil de Murcia atestigua la importan-

cia del Segura y de una noria situado en el mismo,

junto a la muralla, el Alcázar Mayor y una palmera,

formando una singular representación de la ciudad

medieval en los tiempos posteriores a la Reconquista.

Otra imagen histórica que ya nos muestra instalacio-

nes molineras ubicadas en los puntos donde actual-

mente podemos ver sus vestigios es un documento de

principios del siglo XVI, el Ordenamiento de Montalvo

(1), conservado en el Archivo Municipal, que muestra

un perfil de la muralla de oeste a este y el río en primer

plano, con dos molinos aguas arriba del hoy llamado

Puente Viejo, uno en cada margen, y otros dos aguas

abajo, también uno enfrente del otro.

Actualmente, si seguimos el curso del cauce del río al

entrar a la ciudad, los dos primeros molinos que nos

encontramos son los situados entre la pasarela

Manterola y el Puente Viejo, ambos conservados

parcialmente, y que se sitúan sobre el mismo azud o

presa. En la margen derecha, desde la pasarela y

también desde el Paseo Escultor Juan González

Moreno, podemos observar el Molino de los Álamos

(2), construcción del siglo XVIII de la que se conserva

su cimentación, canalizaciones, y algunas de sus

paredes con arcos. A la vista quedan alguna de las

piedras, aunque la zona se encuentra en parte alte-

rada tras la última intervención que sufrió, construcción

que debió hacerse sobre la existente anteriormente y

que veíamos reflejada en la imagen del conjunto del

casal de molinos. Enfrente, en la margen izquierda del

río, y donde comienza la bajada al cauce, encontra-

mos los restos del Molino de San Francisco (3), con-

temporáneo del anterior, y del que solo podemos

observar la cimentación y las canalizaciones. Hasta

hace unas semanas, se podía contemplar como se en-

contraban en la zona de molienda nuevas canalizacio-

nes y arquetas contemporáneas. Toda la planta del

molino ha quedado ahora cubierta por un suelo de

madera (4), al haberse convertido en un mirador con

acceso desde el Plano de San Francisco, dentro de

las obras de rehabilitación y uso del río que lleva a

cabo la Confederación Hidrográfica. Ambos molinos,

tanto el de Los Álamos como el de San Francisco, no

cuentan con figuras de protección urbanística o cultu-

ral ni a nivel municipal ni a nivel regional.

La construcción de más importancia y que cuenta con

un alto valor patrimonial, histórico y etnográfico, es la

que hoy conocemos popularmente como “Molinos del

Río” o “Molinos Nuevos”. Son los que se encuentran

a continuación del Puente Viejo, en la zona donde

antiguamente se ubicó el “Molino de allende” o “del

matadero”, y frente al desaparecido “Molino de

aquende” o “de las Coronas”. Estos molinos de

“aquende” y de “allende” serían los que veníamos en

el dibujo del siglo XVI y que podemos ubicar según el

esquema de la imagen (5).

(1)

(5)

Sawar26

Page 27: Sawar n6 sawar

La primera noticia escrita de los mismos podemos

encontrarla en el siglo XIV, y desde ese momento

sufrieron diversas ampliaciones y modificaciones a lo

largo de los siglos siguientes. Sucesivas inundaciones

y crecidas del Segura iban destruyendo o inutilizando

los edificios y su maquinaria, hasta llegar a tener que

ser derruidos tras la de 1784. Con la desaparición de

ambos molinos, se comienza en 1785 la proyección y

construcción de los “Molinos Nuevos” (6), que en un

primer momento se dotan de 21 piedras en sentido

longitudinal, en un edificio ubicado en el margen dere-

cho del río, con un azud situado a continuación del

Puente Mayor, hoy Puente Viejo.

En el año 1808 se dota al completo de tres piedras

más, completando el ingenio y confiriéndole otro de los

nombres por el que fue conocido, el de “Molino de las

Veinticuatro Piedras”. Esta cantidad de muelas en una

sola construcción le da a la construcción una singula-

ridad de difícil comparación en el ámbito de los inge-

nios tradicionales, más aún en un curso de agua tan

irregular con es el del Segura. El conflicto en torno a

la propiedad de los Molinos Nuevos fue dilatado y

complejo, y la división de su uso en torno a distintos

gestores, concesionarios, poseedores de antiguos

censos y derechos, y propietarios, acabó dándole la

configuración visual que tuvieron hasta su cierre.

Sobre la base de la construcción se fueron elevando

distintas edificaciones que completaron el perfil del

complejo.

Con el fin de la activi-

dad molinar y la vuelta

a la completa propie-

dad municipal del

inmueble, en 1985 se

llega a un acuerdo

entre las tres adminis-

traciones (nacional, autonómica y local) para rehabili-

tar la construcción y ubicar en la misma un museo

hidráulico. El proyecto es dirigido por el arquitecto

Juan Navarro Baldebeg, que da a los Molinos Nuevos

su actual aspecto, eliminando las construcciones

superiores y ubicando las nuevas instalaciones, ade-

más de generar una gran terraza sobre el Segura.

El actual “Espacio Molinos del Río / Caballerizas”

alberga en su interior el museo hidráulico, la exposi-

ción permanente, muestras temporales y auditorio, así

como las oficinas del museo y de la Concejalía de

Turismo. La última de las seculares polémicas en torno

a esta construcción es la colocación en su fachada de

un discutido rótulo publicitario con el lema “Turismo

Murcia” que la administración autonómica ha consi-

dero no ajustado a la legislación en torno a la protec-

ción del patrimonio, ya que se encuentra afectado por

la declaración como Bien de Interés Cultural del

Conjunto Histórico Artístico de Murcia como por contar

con ficha de protección en el Plan General de Orde-

nación Urbana del Municipio, con ficha 2ED-038.

(4)

(3)(2)

En la actualidad

(6)

.

Sawar 27

Page 28: Sawar n6 sawar

Durante largo tiempo, lo que hoy conocemos como

Puente Viejo fue la única vía de paso permanente en

el centro urbano de Murcia, conectando el Barrio del

Carmen con una de las puertas de la desaparecida

muralla de la ciudad, donde hoy se abre la plaza

Martínez Tornel. Tras la destrucción por una riada en

1701 del puente del siglo XVI que se alzaba sobre el

Segura, a lo largo de la primera mitad del siglo XVIII

se sucedieron los proyectos, búsquedas de fondos y

periodos de obras, hasta su conclusión en 1742. La

configuración que actualmente podemos contemplar

se debe a la ampliación de mitad del siglo XIX con una

estructura metálica donde se sitúan las aceras. En

1903 la circulación por la ciudad sufre su particular

revolución con la apertura del Puente Nuevo, formado

por una estructura metálica de la que actualmente solo

se observa alrededor de un tercio de su diseño origi-

nal, quedando el resto bajo las calles, plazas y paseos

surgidos con la canalización del río Segura y la modi-

ficación de su curso.

Avanzando en el tiempo, encontramos otros tres puen-

tes, fundamentales para conectar una ciudad que a lo

largo del siglo XX conoció un crecimiento no compa-

rable con la evolución de los siglos anteriores. Entre

los Molinos Nuevos y el Martillo del Palacio Episcopal,

se construyó la después llamada Pasarela Miguel

Caballero, alcalde que impulsó las obras de éste y del

Puente de la Feria, conectando Vistabella y la zona de

la antigua FICA con el fin del barrio del Infante. El

tercero de estos tres puentes es el del Hospital, que

es el que más ha cambiado. Los otros dos han sido

objeto de una reforma estética renovando aceras,

barandillas y la iluminación. Otra oleada de tres actua-

ciones sobre el río ha terminado de configurar las

comunicaciones entre las márgenes norte y sur. La

pasarela diseñada por Javier Manterola para conectar

el barrio del Carmen con el inicio del Paseo del Male-

cón, construída en 1997, es uno de los puentes exclu-

sivamente peatonales en el centro urbano de Murcia.

Las otras dos intervenciones corrieron a cargo del

polémico Santiago Calatrava: el puente de Vistabella

es otra pasarela peatonal que comunica el barrio del

Infante con el de Vistabella. Su pavimento de cristal

ha sido objeto de crítica por los diversos accidentes y

resbalones que en él se han producido, hasta la colo-

cación de una alfombra plástica que desde hace un

tiempo cubre la superficie. La otra obra del valenciano

es la reforma antes nombrada del Puente del Hospital,

dejando la antigua plataforma para el paso peatonal y

MurCIA

Pedro Jesús Fernández Ruíz

y sus

PuENtES

Sawar28

Pasarela de Manterola y Puente Viejo

Fuente: P.S.S

Page 29: Sawar n6 sawar

añadiendo dos nuevos tableros a ambos lados para el

tráfico de vehículos. Tanto la pasarela como este

puente cuentan con la habitual estructura tubular y de

tirantes del autor.

Esta suma de obras de distintas épocas y con distintos

estilos son las que actualmente ofrece la ciudad a sus

habitantes y visitantes, predominando el uso por vehí-

culos sobre el peatonal, y ofreciendo una imagen quizá

demasiado difusa para crear una identidad común. Si

bien es cierto que cada época construye a su estilo,

puede que haya faltado una mayor visión de conjunto,

de usos posibles y necesidades, y que sigue condicio-

nando tanto el tráfico por la ciudad como algunos

proyectos de futuro. Ejemplo de esto es la próxima

definición de la conexión del tranvía desde el centro

urbano hacia el sur, habiéndose publicado desde el

ayuntamiento que la opción que coge fuerza para el

cruce de este medio de transporte hacia la margen

derecha del río vaya a realizarse a través del Puente

Viejo, el de mayor importancia monumental y que

soporta ya un intenso tráfico en sentido barrio del

Carmen que solo podría desplazarse hasta el Puente

del Hospital.

La decisión definitiva sobre el cambio de uso total o

parcial de este puente, que ya en su día acogió las

anterior etapa del tranvía, cuando se instaló por

primera vez en la ciudad, puede suponer un obligado

cambio de hábitos para la circulación en la ciudad, y

debería ir precedida de un estudio global que redefi-

niera los tráficos de vehículos por los distintos puentes

que llevan a los barrios del Carmen e Infante. Ya hace

unos años algunas propuestas apostaban por otra

solución, que sería que el tranvía se desplazara más

al este y usara otros de los puentes existentes,

aprovechando avenidas más anchas donde poder

configurar mejor los nuevos carriles de circulación.

Para que las soluciones que finalmente se tomen aca-

ben por mejorar la movilidad urbana y no creen nuevos

problemas, la conexión entre las dos márgenes del

Segura tiene que abordarse desde una postura global

y transversal, analizando todos los aspectos implica-

dos y enmarcándose en un modelo de ciudad definido

claramente. Un modelo de ciudad que debería apostar

por valores como la sostenibilidad y la movilidad,

volviendo a mirar al río y a su integración urbana, con

una puesta en valor del mismo y del patrimonio cultural

que lo rodea, y en definitiva, surgido de la participación

ciudadana y de una apuesta por el futuro sin dejar de

perder lo que nos ha legado el pasado..

Sawar 29

Nuevo pavimento sobre el Puente de Vistabella

Fuente: P.S.S

Puente Nuevo

Fuente: P.S.S

Page 30: Sawar n6 sawar

un Futuropara el paseo del MALECóN

El paseo del Malecón es un ejemplo de patrimonio

cultural profundamente vinculado a las señas de iden-

tidad de los murcianos. Sus valores históricos y paisa-

jísticos le fueron reconocidos al ser declarado

monumento histórico-artístico por Real Decreto en

1982. Posteriormente, con la nueva Ley de Patrimonio

Cultural de la Región de Murcia de 2007, esta decla-

ración pasó a denominarse bien de interés cultural,

siendo esta la máxima protección que otorga la Ley.

El Malecón se construyó en el siglo XV como una

muralla de tierra con el fin de evitar que las crecidas

del río Segura inundaran parte de la ciudad. Hay que

tener en cuenta que frente a las Cuatro Piedras, en la

margen derecha del río, desembocaba uno de los

ramales en los que se dividía el río Sangonera cuando

aún no se había trazado el canal del Reguerón,

provocando la unión de estos dos ríos situaciones de

gran peligro. Este ramal bajaba por el Camino Hondo

de la Era Alta, y, cruzando la actual carretera de Alcan-

tarilla, se dirigía por uno de los rincones del río junto a

Barriomar (antiguamente llamado Barraumar) a su

unión con el Segura. Gran parte de este antiguo cauce

fue durante la Edad Media el camino natural hacia

Lorca. Las continuas crecidas del río ocasionaron la

reconstrucción del Malecón en varias ocasiones, y, de-

bido a su importancia en la defensa de la ciudad frente

a las inundaciones, se redactaron unas ordenanzas

para asegurar su conservación. En 1745 es de nuevo

reconstruido por mediación del Cardenal Belluga tras

una gran inundación, confiriendo el actual trazado.

Aunque su función era servir como muro de conten-

ción frente al Segura, el Malecón se convirtió pronto

en un lugar ideal para el ocio y el paseo, un confortable

paseo elevado que conducía desde el centro de la

ciudad hasta la Huerta, siendo esta su principal singu-

laridad y todo un ejemplo de integración entre ciudad

y entorno rural que se ha mantenido hasta la actuali-

dad a pesar del boom urbanístico, sin saber muy bien

si esto se ha debido al amor de los murcianos por su

paisaje o al impedimento que ha supuesto la autovía

de Cartagena para el crecimiento de la ciudad hacia

el Oeste. Bien sea por una cosa o por otra, a día de

José Antonio Moreno Micol

Sawar30

Page 31: Sawar n6 sawar

hoy los ciudadanos todavía podemos disfrutar de un

paseo que poco a poco nos va introduciendo desde el

bullicio del centro de la ciudad a un mundo más natural

y un horizonte más amplio que conecta con nuestras

raíces, pero sin saber muy bien si esa experiencia será

duradera o tiene los días contados, puesto que no son

pocas las amenazas que ponen en peligro la supervi-

vencia, no ya del monumento, sino más bien del

paisaje que lo envuelve y lo hace singular.

Aquella persona atenta y que ha paseado por el

Malecón durante las dos últimas décadas se habrá

dado cuenta de cómo el paisaje ha ido perdiendo su

carácter agrario y su belleza, para ir pareciéndose

cada vez más a una mezcla entre aparcamiento,

basurero, urbanización y erial, preguntándose, quizá,

si la máxima protección que otorga la Ley sirve para

algo. En un reciente estudio que ha realizado la Aso-

ciación para la Conservación de la Huerta de Murcia

– HUERMUR, se han detectado una gran cantidad de

incumplimientos de la Ley de Patrimonio, a pesar de

que los artículos 38 y 42 de dicha Ley señalan que “no

podrá instalarse publicidad fija mediante vallas o

carteles, antenas y todo aquello que impida o menos-

cabe la apreciación del bien”, así como que “las inter-

venciones en el entorno de los monumentos no podrán

alterar el carácter arquitectónico y paisajístico de la

zona, ni perturbar su contemplación o atentar contra

la integridad del mismo”. En concreto se han contabi-

lizado tres vallas publicitarias, 21 postes de electrici-

dad o teléfono con su cableado, aparcamientos y

cercas de gran impacto, acumulación de basuras y

escombros, y siete zonas con pintadas. A todo ello hay

que sumar la pérdida progresiva de la actividad agraria

tradicional, la proliferación de chalets y otras construc-

ciones, el abandono de edificaciones antiguas y la

degradación del Jardín Botánico.

Cuando se aprobó la Ley de Patrimonio en 2007 y

todos los monumentos histórico-artísticos pasaron a

denominarse bienes de interés cultural, la Administra-

ción competente, en este caso la Consejería de

Cultura, debía de delimitar un entorno de protección a

fin de aumentar la protección del monumento vincu-

lándolo a la conservación del paisaje del que forma

parte. En el caso del Malecón, esta delimitación resulta

aún más fundamental al actuar el paseo como mirador

paisajístico, siendo el paisaje de huerta circundante un

valor imprescindible del bien. A fecha de 11 de junio

de 2013, que es cuando HUERMUR ha solicitado a la

Dirección General de Bienes Culturales la incoación

del entorno de protección, no se había avanzado en

1-torre de mediatensión2-Valla del viveromunicipal3-Basuras4-Pintadas

Sawar 31

Page 32: Sawar n6 sawar

Nueva urbanización al final de la prolongación del paseo

del Malecón. Como se puede ver en el cartel anuncia-

dor, los bloques de edificios de cuatro plantas más ático

carecen de la más mínima integración y respeto por el

paisaje, banalizándolo y produciendo un enorme

impacto en una zona caracterizada por viviendas de

poca altura. Estos edificios serán totalmente visibles

desde el paseo del Malecón, alterando el carácter rural

que desde siempre lo ha rodeado y que ha formado

parte de su identidad como elemento integrador entre

la ciudad y la huerta.

Fuente: J.A.M.M.

este aspecto, encontrándonos ante un vacio que

permite la alteración del paisaje sin mayores proble-

mas. Por otra parte, el ayuntamiento de Murcia, en la

redacción del Plan General Urbano, concretamente en

el artículo 7.3.1, estableció para las huertas contiguas

al paseo del Malecón que “La significación cultural,

paisajística y ambiental de estas huertas justifica su

tratamiento como huertas altamente protegidas, suje-

tas a las máximas restricciones y cautelas frente a

todo tipo de transformaciones urbanísticas”. El mismo

artículo también dice que “Quedan delimitados como

ámbitos NR-Aj (junto al Paseo del Malecón) y ámbitos

NR-Md (junto al conjunto histórico arqueológico de

Monteagudo) los espacios que deben ser ordenados

mediante Planes Especiales de Protección Paisajística

y Monumental de tales entornos de sitios del más alto

nivel histórico-arqueológico y monumental. Dichos

Planes Especiales serán redactados por el Ayunta-

miento en el plazo máximo de un año desde la fecha

de aprobación definitiva de la Adaptación del Plan

General a la Ley del Suelo Regional. No se podrán

conceder licencias de edificación en dichos ámbitos

hasta tanto se aprueben los Planes Especiales respec-

tivos”.

El plazo para redactar el Plan Especial de Protección

Paisajística y Monumental del Malecón terminó el 16

de mayo de 2007 y aún no ha sido realizado. Mientras

tanto, han sido concedidas licencias de obras en el en-

torno de este monumento, teniendo como consecuen-

cia la construcción de diversas edificaciones de gran

impacto paisajístico y que van a condicionar la futura

redacción de dicho Plan, e incluso es posible que al-

gunas de ellas hayan supuesto un incumplimiento de

las reglas urbanísticas. Esa falta de protección por

parte de Cultura y del Ayuntamiento indudablemente

han facilitado aberraciones como el aparcamiento di-

suasorio entre el paseo y el río, el derribo del palacete

Ponce, la nula integración del centro educativo AYS,

la desaparición de la alameda situada en la parte tra-

sera de los Maristas, la transformación del Jardín Bo-

tánico para la instalación de barracas y atracciones de

feria o la futura construcción de varios bloques de vi-

viendas de cuatro plantas más ático al final del Male-

cón. Y nada se ha hecho para resolver los

incumplimientos de la Ley de Patrimonio sobre postes,

cableado, vallas publicitarias, pintadas, acumulación

de basuras o hacer desaparecer esa barbaridad que

supone el puente de la autovía cuando podía estar so-

terrado en ese tramo, sin olvidar el agradecimiento a

los pocos agricultores que siguen manteniendo sus tie-

rras dándole belleza al paisaje.

Aún estamos a tiempo de corregir errores y, parece

ser, que actualmente la Consejería y el Ayuntamiento,

tras la aprobación por unanimidad en el Pleno cele-

brado el 25 de abril de 2013, están trabajando para la

incoación del entorno de protección y la redacción del

plan especial, a la espera por nuestra parte de que

sean adecuados y que todos los ciudadanos, los pro-

pietarios y los responsables políticos los sientan

suyos, los apoyen y respeten, con el único interés de

seguir disfrutando de este formidable paseo y su pai-

saje de huerta, y conservarlos para las generaciones

futuras.

Construcción de un chalé al final del MalecónFuente: J.A.M.M.

Aparcamiento disuasorioFuente: J.A.M.M.

.

Sawar32

Page 33: Sawar n6 sawar

Nueva urbanización al final de la prolongación del paseo

del Malecón. Como se puede ver en el cartel anuncia-

dor, los bloques de edificios de cuatro plantas más ático

carecen de la más mínima integración y respeto por el

paisaje, banalizándolo y produciendo un enorme

impacto en una zona caracterizada por viviendas de

poca altura. Estos edificios serán totalmente visibles

desde el paseo del Malecón, alterando el carácter rural

que desde siempre lo ha rodeado y que ha formado

parte de su identidad como elemento integrador entre

la ciudad y la huerta.

Fuente: J.A.M.M.

Instalaciones de un centro educativoFuente: J.A.M.M.

Suciedad tras la celebración de las fiestasFuente: J.A.M.M.

Puente de la rondaoeste sobre el paseoFuente: J.A.M.M.

José Antonio Moreno Micoles Coordinador de la Comisión dePatrimonio Cultural de Huermur

Huerto junto a lasCuatro PiedrasFuente: J.A.M.M.

Page 34: Sawar n6 sawar

El Club remo y el nacimiento del piragüismo en Murcia

una vida en la PIrAGuA

ENTREVISTA A JuLIo MuñoZ

“Al principio íbamos remando y nos saltaban los peces a lapiragua; después, nos abríamos paso entre peces muertos”

Cuando Sawar se planteó la elaboración de un reportaje sobre la relación del río y la ciudad, dentro de la

historia reciente debían figurar el Club remo y el piragüismo. Y no sólo eso: Entre los planes presentes

y futuros para con el Segura, y formando parte de los (viejos) nuevos usos que los ciudadanos comienzan

a reclamar, está el de la piragua. Aquí se conectan el pasado y el futuro inminente. ¿Piraguas en Murcia?

¿En la ciudad? Hubo un tiempo no muy lejano en el que algunos de los mejores piragüistas de España

salieron de aquí; entrenaban aquí, remaban aquí. Sépanlo todos: El piragüismo de la región de Murcia

nació muy cerca del Puente Viejo, en el mismo lugar en que nació su capital.

Julio Muñoz me recibe en el salón de su casa, una

habitación amplia que acumula portarretratos, libros,

cuadros y trofeos en cantidades ingentes. Sobre todo

trofeos. Me detengo ante una pintura de Miguel Vivo

en la que aparece el edificio del Club Remo, y Julio se

apresura a describírmelo, mientras con las manos

dibuja formas en el aire: “El edificio del Club Remo era

muy bonito y hoy en día no desentonaría, pero por

desgracia, ahí metieron la pala y desapareció. Era un

sitio muy especial. Por aquí entrabas al salón principal,

y había una barra que era de mármol con dibujos de

piragüistas remando. Luego subías y arriba había más

salones, salas de lectura, biblioteca, ajedrez y también

había unas terrazas. Abajo había una escalera, por ahí

se bajaba al río y había mesas y sillas de hierro”.

¿Cómo surgió el Club remo?El club surgió en los 50 por iniciativa de Miguel

Pintado, que tenía una relojería detrás del cine Coy.

Allí empezó a buscar socios con mucho dinero.

Contactó con Laborda, por ejemplo, que era un chata-

rrero de alto nivel que compraba barcos enteros y los

desguazaba… También estaba Don Jacinto Izquierdo,

que era exportador de fruta… Digamos que de entre

todos los socios que tenía Pintado, había ocho o diez

muy potentes, y su intención fue hacer un club social

con gente que aportara dinero. Aquello se enfocó

hacia el piragüismo y se construyó el edificio, imagino

que con ayudas o subvenciones, porque convenía a

Murcia, pero también con las aportaciones de los mag-

nates de la ciudad en aquel momento. Pintado fue el

primer presidente pero no ayudó mucho al piragüismo.

Digamos que su relación con la piragua era porque le

convenía para su club.

El piragüismo le dio nombre al club. ¿De qué formase vinculó el Club remo con la piragua?Pues fue por don Luis Clavel, un empresario que tenía

un comercio de sellos en la calle Alfaro llamado Los

Claveles (comercio que luego daría nombre a un pub,

34Sawar

Page 35: Sawar n6 sawar

y hoy al moderno edificio que se levanta en ese mismo

lugar), y que tenía otros comercios iguales en Valencia

y Madrid. Su negocio consistía en unas libretas y unos

sellos que la gente iba recopilando poco a poco con

sus compras en tiendas y mercados; luego llevaban la

libreta a Los Claveles con los sellos pegados, y se la

canjeaban por regalos: vajillas, ollas exprés, cacero-

las… Ese negocio le fue bien porque aquí en Murcia

yo creo que llegó a tener a doce o trece trabajadores.

Tenía mucho dinero. El caso es que Luis Clavel, que

era de Valencia, era muy aficionado a la piragua.

Estaba en la Federación Española, donde se le tenía

mucha consideración porque aportaba dinero cuando

hacía falta, y en Murcia decidió dar de alta la Federa-

ción Murciana, de la que fue presidente.

¿Y cómo entro usted en contacto con el Clubremo y con la piragua?Por entonces yo tenía 17 ó 18 años. Por casualidad,

en la cola para hacer la matrícula de 6º de Bachiller en

el Instituto Alfonso X, conocí a Antonio Fages Garrido.

Estábamos allí jugueteando y dándonos empujones y

tal, y cuando llegó nuestro turno, la ventanilla se cerró

y nos dijeron que volviéramos al día siguiente. No nos

conocíamos de nada, pero al salir de allí, nos fuimos

andando en la misma dirección, hacia el barrio de

Santa Eulalia, y empezamos a hablar. Quedamos a la

mañana siguiente en la plaza para ir a hacer la matrí-

cula, y después de hacerla, en teoría ya no nos

íbamos a ver más, pero entonces me dijo si quería ir

con él el domingo siguiente a montar en piragua por

el río. Yo le dije que no sabía nadar y él me dijo que

daba igual, que me enseñaban. Le dije que sí y le

pregunté si me podía llevar a mis amigos, y en eso

quedamos. Resulta que el hermano mayor de Antonio

Fages, Heliodoro, era socio y directivo del Club Remo,

y ellos eran los que estaban interesados por la pira-

gua. Fueron ellos, junto a Paco Flores, Eloy Domingo

y otros, los que, dentro del club, se interesaron por

conseguir embarcaciones y mover este tema. Como

por entonces no había fábricas, ellos mismos se las

construían: el uno que era carpintero, el otro que tal y

el otro que cual, se hacían sus piraguas. Hacían el

esqueleto de madera y luego la recubrían con la lona,

y le ponían su asiento. Y hacían las palas con panel y

clavadas con púas.

¿Qué pasó aquel domingo en el que quedó paramontar en piragua?Fui aquel día que quedé con Antonio Fages, y con mis

amigos, que eran Juan Hurtado, Juan Antonio Lobo,

Ángel Garrido, Carlos López Prefasi… Nos dijeron que

si nos hacíamos el carnet de piragüista, podíamos

montar en las piraguas, y que tendríamos libre acceso

al club, y que los fines de semana había bailes con un

grupo que venía a tocar… Los famosos guateques de

aquella época. Nos hicimos el carnet de piragüista y

de ese modo podíamos disfrutar del club sin tener que

hacernos socios, cosa que costaba dinero. Y Luis

Clavel nos dijo que nos teníamos que federar, y así

nos afiliamos todos.

35

Las piraguas del Club remo

Fuente: José Carlos Cano

Sawar

Page 36: Sawar n6 sawar

Su encuentro con la piraguacomenzó casi a la vez que elClub remo comenzaba a esta-blecer esa parcela deportiva.¿Cómo recuerda aquel lugar, elespacio del Club remo dedicadoal piragüismo?Abajo estaba el río, y a unos

metros, al pasar un eucalipto muy

grande y una acequia que desem-

bocaba en el río, estaba la caseta con las piraguas.

Por entonces, Antonio Fages era quien dirigía el

asunto de las piraguas, el que planificaba todo. Un día

llego Luis Clavel al Club, nos reunió a los piragüistas

y nos propuso ir a Madrid a hacer un curso de entre-

nador de dos semanas, con todos los gastos pagados

por él. Uno de nosotros tenía que ir a aprender la téc-

nica, para luego volver y quedarse al cargo del pira-

güismo en Murcia, organizarlo y enseñar, pero allí

nadie decía nada, todo el mundo estaba callado.

Incluido Antonio Fages, que era quien en teoría debía

ir. Él no quería irse a Madrid, así que levanté la mano.

Visto en la distancia, aquel fue un momento impor-tante para usted. ¿Qué pasó entonces?Me hice monitor, y me quedé a cargo del piragüismo

en Murcia… Aunque le dije a Luis Clavel que yo solo

no quería hacerlo; le dije que quería hacerlo con

Antonio Fages. Antonio me dijo que sí, y entre los dos

lo organizamos y lo pusimos todo en marcha. La

Federación comenzó a pagarme dos mil pesetas al

mes, y yo le propuse a Antonio Fages darle a él la

mitad (Julio Muñoz se emociona y tiene que dete-nerse un momento para respirar; su buen amigoAntonio Fages murió hace no mucho tiempo). Así

que cuando me llegaban las dos mil pesetas, le daba

mil a Antonio y lo íbamos haciendo todo entre los dos.

Enseñábamos a los niños: yo les enseñaba la técnica

y Antonio se los llevaba con las piraguas río arriba.

Pero claro, al final Antonio y yo nos convertimos un

poco en enemigos… Yo creo que él en el fondo estaba

molesto, y yo tampoco me sentía a gusto, pero por otro

lado yo debía continuar, porque tenía que responderle

a Luis Clavel y a la gente del piragüismo. Al final Anto-

nio Fages se fue, pero no perdimos la amistad. A partir

de ahí ya me quedé yo solo al frente del piragüismo.

Y llegaron los años de máxima actividad. ¿Cómose organizaban?Por entonces hacíamos muchas cosas, íbamos a

muchos sitios a competir y Luis Clavel lo pagaba

todo… Y pedíamos piraguas, que nos las hacía el

mejor fabricante de piraguas y palas que ha habido,

Antonio Cuesta, de Ribadesella. Así que yo llegué a

tener a más de sesenta piragüistas a mi cargo, y

además fuimos fundando clubes de piragüismo por

toda la Región de Murcia. Y todo esto por amor al

arte… Ahora todo en el piragüismo se mueve alrede-

dor del dinero, que no digo yo que esté mal, pero por

entonces lo hacíamos todo sin cobrar. Sólo cobraba lo

que me daba la Federación Española, y porque luego

siempre me quedaba entre los diez primeros clasifica-

dos de España.

En el Club remo no sólo descubrió la piragua, sinotambién a la que sería su mujer (Joaquina Balsa-lobre acaba de llegar a casa y nos acompaña).Un día un amigo se trajo a un montón de amigas al

club a ver las piraguas, y entre ellas, se trajo a la que

hoy es mi mujer, Joaquina Balsalobre. Joaquina se

montó el primer día en la piragua y allí nadie se creía

que no había montado nunca… Y luego ha llegado a

ser la mejor.

Aunque comenzó a organizar el piragüismo y aenseñar a los más pequeños, usted no dejó deformarse. ¿Cómo fue su formación?Fui haciendo todos los cursos para ir ascendiendo y

llegué a ser entrenador de primera o entrenador supe-

rior, y además, de los mejor considerados de España.

A mí se me metió la piragua en la cabeza y hacía mis

investigaciones, y desarrollé mis propias técnicas y

luego fui explicándolas, y llegué a exponerlas en el

36

Antigua postal: Cena en laterraza del Club remoFuente: José Carlos Cano

Sawar

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simposio de piragüismo de Pontevedra. Cuando iba a

Madrid a las reuniones de entrenadores, tomaba mis

apuntes. Y si venía un ruso, o un alemán… Yo siempre

tomaba anotaciones y estudiaba las técnicas. Me

empollé libros de deporte, de pesas, de halterofilia, de

atletismo, de natación… Y así saqué mis técnicas de

entrenamiento del piragüismo para desarrollar los

músculos que intervienen en el paleo.

Más tarde llegó el momento de competir y de irrecogiendo los frutos en forma de trofeos.Sí, el Club Remo empezó a competir en regatas y

empezamos a ganar trofeos. Comenzó a hablarse del

club en los periódicos y a estar muy bien considerado.

También hacíamos charlas por los colegios, y llega-

mos a tener cien niños haciendo piragüismo, a los que

enseñaba Joaquina gracias al Patronato Municipal de

Deportes, en el que estaba Luis Meseguer… Murcia

se hizo un nombre en el piragüismo y el Club Remo

se hizo famoso, y claro, nosotros íbamos empluma-

dos. Empecé a sacar campeones a punta de pala y

llegué a tener a diecisiete de mis piragüistas de Murcia

en el equipo nacional, entre ellos a mi mujer, a Joa-

quina. Siempre íbamos con mi coche o con el de mi

mujer, y salvo Luis Clavel que nos ayudaba, o el

segundo presidente que tuvo el Club Remo, don

Jacinto, nadie más nos ayudaba económicamente.

Pero fuimos creciendo, y entre finales de los sesenta

y la década de los años setenta estuvimos muy bien

considerados, e incluso llegué a tener al número uno

del mundo en canoa, Eduardo Segarra, entrenándolo

en el río Segura. Por ejemplo, a París, al Tour de

Marne, fuimos pensando en conseguir una medalla y

nos trajimos doce.

En este número de Sawar estamos contando larelación del río y la ciudad. Con el paso de losaños, desde que usted comenzó a palear en elSegura hasta que lo dejó, ¿pudo comprobar ladegradación del río? Al principio recuerdo que íbamos remando y de vez en

cuando nos saltaba un pez a la piragua, pero después

llegó un momento en que la superficie del río se llenó

de peces muertos. Recuerdo que con las piraguas nos

íbamos abriendo paso entre los peces muertos. No

podíamos entrenar bien por culpa de la contaminación

del río (“Los niños se me mareaban por las emanacio-

nes del río”, añade Joaquina). Aun así seguimos por

lo menos diez años más, pero llegó un punto… Para

ser campeón de España había que hacer entrena-

mientos muy fuertes, y venían los piragüistas y me

decían, ‘Julio, me he mareado’. Un día, uno salió de

la canoa que se caía. Yo al final ya me di cuenta de

que era por las inhalaciones, por culpa de los vertidos

y la contaminación que tiraban las fábricas, sobre todo

desde Molina de Segura. A partir de ahí ya me enfrié…

Cuando El Club remo desapareció, ¿desapareciótambién el piragüismo en la ciudad?No, el Club Remo desapareció como club social, pero

la parte deportiva, nosotros, seguimos en el Murcia-

Parque, que se preparó enfocando las instalaciones

hacia el piragüismo. Bajábamos al río por una puerta

que nos hicieron detrás, pero sobre todo entrenába-

mos en la piscina con los niños, y jugábamos a kayak-

polo. Y también entrenábamos en el pantano.

Ahora que se vislumbra el renacer del Club remo,¿se van a vincular? (Responde Joaquina)

Pues sí, algo haremos, porque a mí me gusta remar.

Yo me iría a remar.

La entrevista acaba, aunque

seguimos charlando mientras

vemos unos álbumes de fotos:

Pequeños Seat cargados de pira-

guas y de personas, ríos, abra-

zos... Y antes de la despedida,

también tenemos tiempo para

repasar una enorme vitrina que

contiene más recuerdos que

trofeos, que ya es decir. Toda una

vida en la piragua.

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Antigua postal con el sol de la tardeen el Club remoFuente: José Carlos Cano

.

Sawar

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Sawar38

Paseo deESCuLturAS

Las zonas ajardinadas que flanquean el cauce de los ríos a su paso por zona urbana sehan convertido, en muchas ciudades españolas, en auténticos museos de escultura al airelibre. En Murcia esta circunstancia no es nueva, ya que en los años veinte del siglo pasado,cuando se urbanizó el llamado Parque de Ruiz Hidalgo, se ubicó en sus parterres tresbustos realizados por José Planes Peñalver destinados a honrar la memoria de artistasde merecido reconocimiento: Frutos Baeza, Selgas y Sánchez Madrigal compartían su in-movilidad con los paseantes proclamando su buen hacer a través de sencillas inscripcio-nes conmemorativas.

Cuando, a mediados de los cincuenta, se decide encauzar el río y desmontar el parque,las esculturas serán trasladadas y recolocadas: la de Selgas en el jardín de Floridablanca,la de Frutos Baeza, primero en la plaza de Calderón de la Barca, junto al Banco de España,y después junto a la Convalecencia, y la de Sánchez Madrigal en el Plano de San Fran-cisco, de donde no se ha movido desde entonces. De las tres, la de Frutos Baeza, reali-zada con labra magistral sobre un mármol de excelente calidad,fue secuestrada y dada por desaparecida cuando acababa el sigloXX, quedando como testimonio un pedestal, elaborado por elmismo Planes, en el que con tipografía de la época se lee Al poetaFrutos Baeza. Aquellas dos piezas que quedaban en la margenizquierda del río iniciaban un proceso de colocación de obras es-cultóricas que, poco a poco, ha ido configurando una rica muestrade diversos estilos, manos creadoras y motivos conmemorativos.Sirva este artículo como una pequeña guía de esa muestra.

Si comenzamos nuestro paseo por la parte de levante, cerca dedonde se sitúa el Palacio de Congresos, nos encontraremos enlos jardines de Vistabella, a la altura del número 14, el Monumentoa la Madre, un tributo hecho de piedra del que no conocemos elautor ni su razón de ser. Es un monumento pequeño, y en él sediferencia la factura del rostro, bella y dulce, de una realizaciónalgo más tosca en el resto, probablemente llevada a cabo por tra-bajadores del taller.

Mª Ángeles Muñoz Cosme

a la orilla del río

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Un poco más adelante, el espacio que da la bienvenida a los que acce-den al Hospital Reina Sofía acoge la obra ganadora del Premio Salzillocelebrado en 1950. El denominado Grupo de San Juan de Dios, salidode las manos de Bernabé Gil Riquelme, fue tallado in situ y estuvo enese lugar hasta que se llevó a cabo la reforma del centro sanitario, mo-mento en el que el Ayuntamiento de Molina de Segura lo acogió en suespacio urbano y donde lo ha mantenido y cuidado hasta el momentode su vuelta al recinto hospitalario una vez finalizado el nuevo edificio.

A ese premio se presentó elmismo año otro jovenartista: Francisco Toledo,que dieciséis años mástarde será el que se adjudi-que el premio convocadopara la erección del Monu-mento al inventor Juan dela Cierva, una de las obrasmás completas y significati-vas del repertorio escultó-rico de la ciudad que noserá finalizada hasta sieteaños después. El monu-mento combina elementosarquitectónicos con escul-tura exenta y con relieves ycomprende una pequeñaurbanización en su entorno.

Las siguientes esculturas nos esperan una vez atravesado el PuenteNuevo o Puente de Hierro. El homenaje a Abderramán II, de José Carri-lero, marca el encuentro del puente con laPlaza de la Cruz Roja desde 2008, y con-firma el hecho de que, en la segunda mitaddel siglo XX y lo que llevamos del XXI, la es-cultura pública de Murcia ha omitido el tri-buto a políticos de la actualidad y ha vueltolos ojos a los que en épocas anteriores diri-gieron el destino de esta tierra.

Enfrente, junto a la Convalecencia, se encuentra la cabezacolosal de Rubén Darío, de Antonio Campillo, una obra do-nada por un particular al Ayuntamiento de Murcia en 1978que, en un principio, estuvo colocada en el Jardín Chino ycuando se llevó a cabo su reforma fue llevada a un almacénmunicipal. El programa Murcia que se fue, emprendido por elAyuntamiento para recuperar obras de titularidad municipal,limpió y restauró la escultura y le dio su nueva ubicación.

Mª Ángeles Muñoz Cosme es Historiadora del Arte y Másteren Investigación y Gestión del Patrimonio por la universidadde Murcia. también es la creadora del blog “Escultura pública”:

http://www.escultura-publica.blogspot.com.es/

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Si continuamos nuestro paseo por la parte que transcurre junto al río, halla-remos un remozado homenaje Al poeta Frutos Baeza, realizado en bronce,que nada tiene que ver con la obra salida de las manos de José Planes en1921 y que, como hemos dicho anteriormente, desapareció finalizando elsiglo pasado. Solo el pedestal nos recuerda que el escultor trabajó en eltributo al poeta.

A pocos pasos, La Fama, queGonzález Moreno realizó aprincipio de los setenta para elJardín de Santa Isabel,descansa sobre un pedestal demármol rojo muy diferente alconcebido en un principio, cuyacomposición con formasprismáticas parecía lanzar a la figura a suvuelo. El actual parece atrapar a la figura que,desesperada, lucha por despegarse de él yvolar. Las placas adosadas en la base, conlos nombres de los murcianos ilustres de lasdiferentes modalidades artísticas, son copiade las que estaban colocadas en el monu-mento que, ideado por Javier Fuentes yPonte, se erigió en el siglo XIX en SantaIsabel y que, cuando se desmontó para refor-mar el jardín en los años sesenta y colocar allíesta Fama de González Moreno, fuerondepositadas en el Museo de Bellas Artes.

Nuestro camino nos lleva a encontrarnoscon una pieza que fue motivo de diferen-tes críticas cuando se proyectó. La granSardina del Río, varada en el cauce, delrecientemente desaparecido MiguelLlamas, recuerda con su presencia queen Murcia el Entierro de la Sardina esuno de los festejos más celebrados yque dan identidad a esta ciudad. Susituación en zona perteneciente a laConfederación Hidrográfica del Segura,tuvo sus más y sus menos a la hora de la instalación. A su inauguración, en 2007, concurriónumeroso público y hoy en día es una de las esculturas que más polariza su defensa y sucrítica.

Cruzamos a la Glorieta donde, en estática contemplación deniños que corren tras palomas, el Monumento al Cardenal Be-lluga nos aporta una lección magistral de escultura. Concebidala idea del homenaje a principios del siglo XX y tras admitir unboceto presentado por José Planes, la obra no se llevará a cabohasta finales de los cincuenta; para entonces se plantea unanueva composición que, pensada en un principio para la plazadel Cardenal Belluga, delante del imafronte de la Catedral, serápor fin instalada delante de la fachada meridional del PalacioEpiscopal eliminando algunos elementos compositivos y simpli-ficando el pedestal de la idea original. El autor de la nueva es-cultura, González Moreno, demuestra su maestría excepcionalcon este retrato del cardenal sumido en la reflexión. La placade mármol que da cuenta del personaje muestra un error dediez años en la fecha, ya que su inauguración tuvo lugar en1958.

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En el otro extremo de la Glorieta, en la pequeña meseta que accede a laGran Vía, el Nazareno de Antonio Campillo, con su peculiar atuendo en elque el modelado recrea todos los detalles, parece esperar a la sombra delos naranjos el paso de los desfiles procesionales. Esta obra fue unencargo que hizo el Ayuntamiento de Murcia al escultor, satisfaciendo asíel deseo del Cabildo de Cofradías de la ciudad.

Una vez que el paseante accede al ámbito delPlano de San Francisco, se encuentra con uncrisol de obras escultóricas que, lejos entiempo y estilo unas de otras, muestran alobservador diferentes retazos de historia y artede la ciudad. Si accedemos al Plano por la orilladel río llegamos, en primer lugar, a un SánchezMadrigal que con su mirada clara ve pasarembelesado el tráfico, pues está colocado deespaldas al paseo. Se trata de otro de aquellosbustos realizados por Planes, este en 1926,pero su ubicación hace que pase desaperci-bido para muchos viandantes.

Junto a él, una escultura que nos acerca aJosé María Párraga, uno de los artistasmás queridos por los murcianos. Sin placaexplicativa ni alusión alguna, dos enormesfiguras de acero ‘corten’ parecen bailarsobre dos grandes soportes de hormigón.El monumento salió de una iniciativa popu-lar y se gestionó con los fondos recauda-dos mediante la venta de los cuadros deuna exposición conformada por donación de artistas amigos del pintor.Las figuras son la reproducción a escala de dos pequeños dibujos dePárraga.

En 2009 fallece AntonioCampillo, y el Ayuntamientoemprende una serie de home-

najes al escultor, entre los que se encuentra lainstalación de la Venus en Bicicleta que estádelante del Almudí, una obra que fue PremioSalzillo en 1970, y que responde a los cánonesfemeninos tipificados por Campillo. La carencia depedestal conforma una concepción espacial máslibre y más implicada con el punto de vista delespectador, posibilitando la inmersión de la escul-tura en calle y la interactuación con el público.

En la entrada al Jardín Botánico nos aguarda San Francisco deAsís. Este monumento se erigió ocupando, aproximadamente, ellugar donde estuvo en su día el anterior, obra del joven Mario An-tonio Ros López, inaugurado en 1927 y que fue derribado en abrilde 1931 tras los altercados sobrevenidos por la proclamación dela Segunda República. El que contemplamos actualmente es obrade Manuel Mateo y su concepción global se debe al arquitecto Al-fredo Vera Botí. Delante del acceso a la pasarela Manterola seubica el denominado León del Malecón, la escultura pública másantigua que se conserva en la ciudad. Es una figura zoomorfa querepresenta a un león sosteniendo entre sus patas delanteras el es-cudo con la séptima corona concedida a la ciudad por Felipe V,

Sawar 41

Page 42: Sawar n6 sawar

como agradecimiento al apoyo obtenido para su llegada al trono.El monumento fue retirado cuando se reformó el espacio del Planode San Francisco en los años noventa y ha sido instalado denuevo este mismo año. El que vemos actualmente es una copiadel realizado en el siglo XVIII que, una vez restaurado, ha sidodepositado en el Museo de la Ciudad ya que el estado de la piedra

no aconsejaba su exposición a laintemperie. El pedestal sí es el origi-nal.

Si el caminante se anima a conti-nuar el paseo por el Malecón, aúnencontrará dos monumentos más.El primero de ellos en el lugar deno-minado Las Cuatro Piedras, dondeel Malecón se cruza con la carreteraque conduce a las pedanías. Setrata de una pareja de Huertanosrealizada por Diego Mirete Tormosen 1990.

Al final del paseo, donde el Malecón desemboca en lacarretera, a la sombra de dos enormes eucaliptos, nos

espera don José María Muñoz, benefactor de la riada conocida como de Santa Teresa,que en 1879 asoló la vega del Segura. Muñoz era un extremeño afincado en Alicante, queno dudó en donar una ingente cantidad de dinero para ayudar a las familias afectadas porla riada, tanto en Murcia, como en Cuevas de Almanzora (Almería) y Orihuela (Alicante) ypara reparar los daños sufridos por el dique del Malecón. Poco después de ofertada laayuda, llegó a Murcia una escultura del benefactor procedente de Santander para serllevada a Cuevas de Almanzora y no mucho más tarde, otras dos, idénticas, fueron reci-bidas en la estación del Carmen: una para ser trasladada aOrihuela y otra para dejarla en Murcia. También llegó otra aAlicante, que es donde él residía. El autor de la escultura esFederico de Vega. La de Murcia estuvo un tiempo sin ser colo-cada en la calle hasta que se le hizo el pedestal, que fue obrade Marín Baldo, entonces arquitecto municipal. Respecto a suubicación, se estuvo dudando entre la puerta del Malecón y laPlaza de Santa Catalina, pero al final se decidió colocarla en laPlaza de Camachos, donde estuvo hasta que ésta se reformó.Pasó entonces a la puerta del Malecón y posteriormente setrasladó al final del paseo; para entonces ya había perdido aquelpedestal de Marín Baldo que triplicaba el tamaño de la esculturay se diluía su hazaña altruista en el tiempo. No se sabe concerteza cómo fue la financiación de las esculturas, pero todoparece indicar que fue una iniciativa del propio Muñoz que,probablemente, sufragaría el grueso de la inversión, aunquealgunos testimonios de las hemeroteca parecen querer indicarque los ciudadanos contribuyeron con alguna donación para laejecución del pedestal. A la que hay en Cuevas le llaman elsanto negro porque se pintó para protegerla de agentes corro-sivos y a estas alturas ya nadie conoce su identidad, identificando el hecho de que seauna escultura colocada en pedestal con el homenaje a alguna santidad. Conserva elpedestal original, al igual que la de Orihuela, con las placas donde se indica las localidadesafectadas por la riada. La de Alicante parece ser que fue retirada y vendida por el Ayunta-miento.

Aquí concluye este paseo por las esculturas situadas en la orilla del Segura; un paseoque, acompañado por el sol en invierno, o por el fresco que sube del cauce en los atarde-ceres de verano, promete un ameno recorrido. La escultura pública ofrece diversidad demotivos de homenaje y estilos y una interesante variedad de artistas, solo hay que pararsea contemplarla.

Sawar42

.

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Page 44: Sawar n6 sawar

José Salvador Fuentes Zorita transmite con sus

palabras el poso de una experiencia vital y política muy

amplia; de saber tanto por viejo como por diablo, aun-

que en la literalidad no sea ni una cosa ni la otra.

Sawar ya le había enviado unas preguntas por mail, y

a nuestra cita acude con las preguntas impresas y con

otros papeles. Viene con su mensaje en la mente, y

de entrada, parece tener especial interés en dejar

claro el contexto del río Segura que él se encontró en

sus primeros puestos de responsabilidad: “El inicio de

mi actividad profesional, cuando fui contratado en

1972 por la Diputación Provincial, coincidió con la

aprobación del Plan Clocol, y eso quiere decir cloro y

cólera. Es decir, que en esta Región, hace cuarenta

años, seguía habiendo epidemias de cólera y seguía

muriendo gente por la mala calidad del agua del río, y

hubo que hacer un plan de construcción y manteni-

miento de estaciones depuradoras para evitar dichas

epidemias, derivadas de la escasez, sobre todo por la

demanda de la agricultura”. Para paliar esa falta de

agua para el riego fue por lo que a finales de los

sesenta, el régimen franquista puso en marcha el

proyecto del trasvase Tajo-Segura, elaborado en

tiempos de la Segunda República y presentado en su

momento por el socialista Indalecio Prieto. En opinión

de Fuentes Zorita, ese fue el motivo de que Franco lo

guardara en un cajón “hasta que llegó la época del

desarrollismo y no tuvo más remedio que sacarlo”.

Después, Fuentes Zorita recuerda cuando tomó pose-

sión como Consejero de Política Territorial y Obras

Públicas en 1984, con 36 años de edad: “Y en junio de

1985 ya estábamos presentando el primer plan de

saneamiento y de recuperación del río Segura; es

decir, que era una de las prioridades que yo tenía por

entonces, cuando aún era una criatura”. En ese

momento, José Salvador muestra una fotocopia con

algunas de las resoluciones de la Conferencia Inter-

municipal contra la contaminación del río Segura y sus

afluentes, y un fragmento del libro que se publicó en

el año 1985 con el avance del Plan de Saneamiento:

“Hicimos una conferencia y una exposición, que

también enviamos a otras instituciones como la Gene-

ralitat Valenciana, el ministerio etc. Y fue además de

las primeras actuaciones de la Región de Murcia que

gozó de la financiación del Banco Europeo de Inver-

sión”. A continuación, Fuentes Zorita reivindica su

labor: “Te traigo esto para que veas que algunas deSawar44

El río que tENEMoS

El río que QuErEMoS

Sawar ha hablado del río. Y también ha escuchado. A continuación sabremos qué opinan sobre el Segura

que queremos hacer entre todos, varias personas que tienen cosas que decir: José Salvador Fuentes

Zorita ha sido, entre otras cosas, presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura; Adela

Martínez-Cachá es concejala de Medio Ambiente del ayuntamiento de Murcia; José Carlos Cano es

gerente de la empresa de turismo activo Alana Aventura y actualmente promueve el renacimiento del

Club remo; Jorge Sánchez es miembro del grupo ecologista ANSE; y Julia Martínez es miembro del

observatorio de Sostenibilidad de la región de Murcia

Page 45: Sawar n6 sawar

las cosas que tú planteas, por ejemplo, la ‘escasa

promoción del río Segura como lugar de esparcimiento

y recreo, lo que ha llevado a un desconocimiento por

parte de la población…’ (José Salvador lee ese punto

del documento de 1985), ya se plantearon entonces.

Para que no caigamos en el adanismo, que parece

que siempre estamos descubriendo el mundo, hay que

saber que todas las cosas tienen sus antecedentes”.

Luego puntualiza: “Naturalmente, esto es hijo de otras

preocupaciones, pero sí que te quiero recordar que en

aquella época, la principal preocupación social no era

la situación ambiental del río Segura, sino el hecho de

que un año sí, y otro también, se producían inundacio-

nes con muertos. Quién me iba a decir a mí que veinte

años después me convertiría en presidente de la

CHS... Pero quizá soy el único presidente que tuvo la

suerte de no haber tenido ni un solo muerto en los

años que fui presidente, ni por inundaciones ni por

avenidas”. Antes de entrar en otras consideraciones,

José Salvador Fuentes Zorita repasa las líneas bási-

cas de las políticas en torno al río Segura en aquellos

años: “Para entender la situación actual, hay que

entender que la primera preocupación de las adminis-

traciones en la época moderna fue el trasvase Tajo-

Segura, que fue lo que concentró las inversiones en

los años setenta, con el fin de resolver el problema del

déficit estructural que tiene la cuenca del Segura, de

carencia de recursos hídricos. La segunda preocupa-

ción fue el Plan de Defensa contra las Avenidas, que

se aprobó en noviembre de 1987 y que contenía más

de veinte actuaciones, y entre ellas, el encauzamiento

del río Segura desde la Contraparada hasta la desem-

bocadura. En ese proyecto se incluía el encauza-

miento, pero también la recuperación de los sotos, es

decir, que ya en aquellos años estaba la preocupación

de la actuación sobre el río no fuera sólo de ingeniería,

porque no es incompatible una cosa con la otra”.

En efecto, no es incompatible, pero puede pensarse

que la ingeniería se impuso, y aún pudo imponerse

más: Sawar pregunta a Fuentes Zorita si recuerda

aquella propuesta de sacar el río Segura de la ciudad

de Murcia, tal y como se hizo en Valencia: “No tuve

participación en ello, pero sí que se pensó desviar el

cauce del río Segura para sacarlo de la ciudad de

Murcia, de Orihuela y de Rojales, y al final se estimó

que por razones culturales y ambientales, el río debía

seguir pasando por Murcia”. Amplía la explicación: “SeSawar 45

El agua del río Segura un poco más abajo de la Contraparada

Fuente: P.S.S

Page 46: Sawar n6 sawar

pensó que sacar el río Segura de la ciudad de Murcia

era como quitarle su personalidad, y aunque sí que se

planteó el modelo proyectado con el Turia tras la riada

de 1957, el Turia ofrecía unas posibilidades urbanísti-

cas que el Segura no ofrecía. El Segura está mucho

más encajonado, y aquí no se podía emplear una

solución del estilo de la que se aplicó en Valencia. Y

aun así, hubo quien propuso que se hiciera una carre-

tera en el cauce del río, y aparcamientos… Afortuna-

damente, eso no se hizo”, concluye. Ambos

resoplamos de alivio.

Sin embargo, una cosa que siempre ha demostrado la

historia es que el papel aguanta más que la práctica:

Si bien las actuaciones que se ejecutaron a finales de

los 80 y principios de los 90 sirvieron para mejorar la

seguridad frente a avenidas, también es cierto que la

recuperación medioambiental del río, expresada entre

sus intenciones, no sólo no se hizo visible sino que la

degradación fue constante hasta alcanzar niveles de

contaminación excepcionales. Para Fuentes Zorita,

esa degradación tuvo unas causas y un inicio concre-

tos: “A lo mejor no debería entrar en cuestiones políti-

cas, pero voy a entrar: En el momento en que entra a

gobernar el Partido Popular, en 1995, se desiste en el

control de los vertidos porque nadie quiere enfrentarse

a las industrias contaminantes. En el año 2000, el

Segura llegó a ser considerado el río más contami-

nado de Europa. Y de eso, a que apenas nueve años

después sea el primer río cuyas masas de agua están

en perfecto estado de acuerdo con las directivas

europeas, pues hay un trabajo”.

La fecha en la que comienza la degradación, o en la

que se agudiza, o en la que se inicia la recuperación

del río Segura, cambia según la persona a quien le

preguntemos. O no cambia la fecha pero sí el fenó-

meno al que se refiere: Adela Martínez-Cachá,

concejala de Medio Ambiente del ayuntamiento de

Murcia, atiende con gran amabilidad a Sawar por telé-

fono, y al igual que Fuentes Zorita, cita el año 1995:

“Desde 1995 se ha hecho un trabajo muy importante

en el control de vertidos por parte del ayuntamiento, y

junto al trabajo que se ha hecho desde la Confedera-

ción, ha dado como resultado que ahora mismo el

Segura sea un río limpio, y un río del que podemos

plantearnos esa integración en el paisaje urbano.

Antes estaba integrado físicamente, pero había un

Sawar46

Fuentes Zorita: “La primera preocupación de las administraciones fue resolverla escasez de agua y luego hacer el Plan de Defensa contra las Avenidas, perotambién la situación ambiental y el aprovechamiento social del río”

El río Segura desde el Puente de las ovejas

Fuente: P.S.S

Page 47: Sawar n6 sawar

rechazo de los ciudadanos que pasábamos casi de

espaldas al río, por el problema de los olores. Y era un

problema de vertidos. Ese problema, con la participa-

ción de todas las administraciones, se ha conseguido

solventar”.

Por su parte, José Carlos Cano, gerente de la

empresa de turismo activo Alana Aventura y promotor

del renacimiento del Club Remo, con el que Sawar

charla en una cafetería de Murcia, nos ofrece una

fecha distinta. En su opinión, la degradación del río

comenzó mucho antes de los años 90: “Las aguas del

trasvase llegaron en 1979 y estuvieron unos cuantos

años bajando por el río Segura, pero a partir de 1982

más o menos, cada vez fue bajando menos agua, y

menos agua…”. Y lo recuerda bien, porque lo vivió en

primera persona desde su embarcación como pira-

güista del Club Remo: “A partir del Trasvase Tajo-

Segura, el río perdió caudal a su paso por Murcia y el

Club Remo se tuvo que cerrar hacia 1987”. La misma

versión de peces muertos en la superficie del río en

los años 80, es la que nos ha ofrecido Julio Muñoz,

piraguista y antiguo entrenador del Club Remo.

Aunque vemos que no hay coincidencia en la fecha de

inicio de la degradación del río Segura a su paso por

Murcia, sí que la hay en constatar que las causas

fueron la escasez de caudales y la falta en el control

de vertidos. Seguimos comprobándolo, y ahora lo

hacemos incorporando a este debate a Julia Martí-nez, miembro del Observatorio de Sostenibilidad de la

Región, que atiende a Sawar por teléfono desde su

despacho en la Universidad de Murcia. A la primera

pregunta de a qué atribuye la reciente mejoría del río

a su paso por la ciudad, Julia Martínez también quiere

dejar claros varios conceptos de partida: “El río Segura

es un ecosistema con sus relaciones ecológicas: tiene

agua, lecho, cauce, riberas, vegetación, fauna… Tiene

también sus funciones ambientales y su entorno

paisajístico, y todos estos aspectos se han ido degra-

dando con el paso de los años por múltiples motivos

hasta llegar a una situación de gran degradación. Uno

de esos aspectos, la calidad del agua, sí que ha tenido

una mejora sensible durante los últimos diez años, en

parte por la presión ciudadana que hubo a finales de

los años noventa y principios del 2000”. ¿Quiénes

levantaron la voz para proteger al río? Julia responde:

“La plataforma ‘Segura limpio’ y otros movimientos

vecinales y ecologistas, que forzaron a la Administra-

ción a que se tomaran en serio llevar a cabo un control

más exhaustivo y exigente de los vertidos al río. Y

gracias a ese control, la calidad del agua ha mejorado

de forma significativa”. Para concretar aún más su

respuesta, concluye que, “en definitiva, la mejora del

agua es producto de la mejora en el control de los

vertidos gracias a la presión ciudadana, pero...”. A

renglón seguido, matiza: “Seguimos teniendo como

asignatura pendiente la mejora del resto de aspectos

de este ecosistema que es el río Segura, aspectos que

aún no han mejorado: es decir, que seguimos teniendo

un río con muy poco caudal, aunque en el caso del

cauce urbano de Murcia se mantiene una lámina de

Sawar47

Adela Martínez-Cachá: “Desde 1995 se ha hecho un trabajo muy importanteen el control de vertidos por parte del ayuntamiento, y eso, junto al trabajo de laConfederación Hidrográfica, ha dado como resultado un río limpio”

Page 48: Sawar n6 sawar

agua que es más una laguna que un río, y tampoco ha

habido una mejora en las riberas ni en la vegetación”.

Otra voz en este primer análisis sobre la mejora del río

en la actualidad, es la de ANSE, la Asociación de

Naturalistas del Sureste, representada por JorgeSánchez. Al empezar la conversación telefónica con

Sawar, admite con prudencia que “mejor, estamos,

resulta evidente, pero que estemos al cien por cien

tampoco es cierto”. Jorge profundiza en sus argumen-

tos: “Queda mucho camino por recorrer. Ahora mismo

tenemos la suerte de que ha habido notables avances

en la depuración de aguas residuales, y también que

eso ha coincidido con unos años especialmente lluvio-

sos. Todo eso ha hecho que la disponibilidad de

caudales para el cauce haya sido mayor, porque si hay

más agua, más se diluyen los contaminantes y eso

mejora su calidad. Sin embargo, falta mucho en el

tema de recuperación de caudales”. Al igual que Julia

Martínez, Jorge Sanchez también amplía la visión al

resto de aspectos del ecosistema del Segura: “Por otro

lado, aunque tenemos un agua de cierta calidad, falta

recuperar toda la biodiversidad asociada al río. Hemos

recuperado algunas especies, las que han sido capa-

ces de llegar hasta aquí, pero falta por avanzar en todo

lo que es la vegetación de ribera asociada al río”. Así,

el miembro de ANSE concluye que “la mejora del río

Segura no ha sido exclusivamente un logro de un solo

proyecto, sino que han coincidido diversas políticas”,

y las explica: “La primera es la mejora en la depuración

de aguas residuales mediante la construcción de

depuradoras a lo largo de toda la cuenca, pero

también el hecho de que la industria que había en toda

la vega del Segura ya no es la que era y se controlan

más los vertidos, aunque todavía sigue habiendo

problemas concretos… ”. Sin embargo, insiste: “Ya

digo, hemos mejorado pero no al cien por cien. Queda

mucho en cuanto a la calidad de la biodiversidad

asociada al río. Que a un enfermo le baje la fiebre de

40 a 39º no significa que esté curado”.

De nuevo miramos hacia atrás y volvemos con el

testimonio de José Salvador Fuentes Zorita, que nos

habla de la situación que se encontró en 2004 cuando

asumió el mando de la CHS: “Cuando se trata de

resolver el problema de las avenidas, primero, y el de

la contaminación después, siempre se contempla

como un objetivo adicional la recuperación del río

Segura como espacio social, y por lo tanto, como valor

ambiental y cultural. Y ya llegamos a la última fase,

que me toca a mí como presidente de la CHS, y

entonces yo ya puedo hacer actuaciones”. Prosigue:

“Hace diez años, la cúpula de esa institución estaba

encausada y las noticias relacionadas con la Confe-

deración salían en la sección de sucesos y tribunales.

Julia Martínez: “La mejora en la calidad del agua del río en los últimos diezaños es producto de la mejora en el control de los vertidos, gracias a la presiónciudadana, pero el resto de aspectos de ese ecosistema aún no han mejorado

Vista hacia Levante del río Segura desde el Puente de Vistabella

Fuente: P.S.S

Page 49: Sawar n6 sawar

Sawar 49

Ese es el panorama que yo me encontré en 2004, así

que lo primero que había que hacer era poner orden

tanto en temas ambientales como en las extracciones

ilegales de los acuíferos, porque la Confederación

Hidrográfica es un organismo serio y tecnificado y ese

no era su sitio. Ahí se había llegado como consecuen-

cia de la desidia y de la malas políticas. A partir de ahí

pudimos hacer otras cosas y recurrimos a financiación

de todo tipo para resolver los problemas: Financiación

europea, financiación del ministerio, financiación por

actuaciones de emergencia derivadas de la sequía

unas veces, y de las inundaciones por otras... Porque

en ese tiempo nos tocó de todo”.

Tal y como nos recordaba Julia Martínez, a finales de

los 90 y principios de 2000 hubo protestas por la mala

situación del río a su paso por Murcia: colectivos eco-

logistas y vecinos reclamaron soluciones. José Carlos

Cano, piragüista y gerente de Alana Aventura, estaba

entre ellos, y también Fernando Navarro, por entonces

presidente de la Asociación de Vecinos de Vistabella.

José Carlos también retrocede al momento en que

Fuentes Zorita accedió a la presidencia de la CHS:

“Las cosas empezaron a cambiar hace diez años. La

asociación de vecinos de Vistabella, con Fernando

Navarro, que era su presidente, y yo, hablamos con

Fuentes Zorita, le propusimos un plan y él al principio

dijo que no, pero luego dijo que sí y hasta se tuvo que

pelear con su propio partido. Luego dimitiría por otros

motivos, pero el plan siguió adelante con dos proyec-

tos que suman una inversión de dieciséis millones de

euros”. Y aquí llegamos a la recirculación de caudales

y la extracción de lodos de la CHS en el tramo urbano

del río. José Carlos Cano nos lo explica: “La idea era,

en primer lugar, coger el agua del propio río Segura y

el agua depurada de Murcia, y bombearla río arriba de

la ciudad con tres bombas de mil kilovatios, para

dejarla caer de nuevo, y eso se ha terminado ya. La

segunda fase consiste en extraer el metro y medio de

lodos que hay en el lecho del río a lo largo de dos

kilómetros de cauce urbano”.

Profundizamos en el proyecto de recirculación de

caudales con el propio Fuentes Zorita, que hace una

reflexión previa: “Una vez que has hecho ese

esfuerzo, que los ciudadanos ya no tienen que pasar

el río corriendo y santiguándose, sino que se paran en

el puente a ver los patos o contemplar el agua, por

ejemplo desde la pasarela de Manterola… Cuando

has conseguido recuperar la vida, eso lo tienes que

mantener. No mantenerlo sólo cuando hay un régimen

normal de funcionamiento del río, sino también cuando

hay sequía. ¿Cómo mantenerlo cuando hay sequía?”.

El propio Fuentes Zorita se responde con el proyecto

de recirculación: “Pues una de las maneras es coger

el mismo agua que ha consumido la ciudad de Murcia,

y parte depurada, y bombearla aguas arriba de la

ciudad, y dejarla caer de nuevo para mantener el

Jorge Sánchez: “Hemos mejorado pero no al cien por cien. Queda mucho porhacer en cuanto a la calidad de la biodiversidad asociada al río Segura. Que aun enfermo le baje la fiebre de 40 a 39º no significa que esté totalmente curado”

Presa en el río Segura, aguas abajo del Puente de la FICA

Fuente: P.S.S

Page 50: Sawar n6 sawar

caudal circulante que es necesario para mantener la

vida. Evidentemente, eso no tiene porqué funcionar

cuando hay agua. Es como las desaladoras: si no las

necesitas, no las pones a funcionar, pero si las nece-

sitas, lo más caro es no tener agua”.

Al respecto de la recirculación de caudales, José

Carlos Cano admite que hay quienes se oponen, pero

al igual que Fuentes Zorita, defiende la idea y justifica

su coste: “Hay gente que está en contra por la factura

energética, pero la hora más económica de bombeo

sale a 78 euros la hora. ¿Eso no es sufragable por

todos los usuarios? Yo creo que sí. La obra se la

quedará el ayuntamiento, aunque habrá que ver de

qué forma se hará jurídicamente todo una vez se

acabe el proyecto”. Fuentes Zorita también cita el

coste energético de la recirculación: “Recuerdo que

cuando hablaba con el alcalde de los costes del bom-

beo, le dije que si el bombeo era una cosa aparte,

podía ser una partida significativa, pero que si formaba

parte del consumo total de energía eléctrica del muni-

cipio, el bombeo era irrelevante”. Y el ex predidente de

la CHS añade otra razón para defender el proyecto:

“La recirculación de caudales viene también justificada

porque una parte ya se había hecho y está funcio-

nando, con el bombeo del Azarbe Mayor para mejorar

su calidad ambiental, porque se había convertido en

un sitio insalubre. Si ya se ha hecho el mecanismo

para llevar agua al Azarbe, parece lógico que con más

motivo se haga para llevar agua al río Segura en caso

de sequía, y así mantener un caudal mínimo”.

En esta charla con Sawar, las voces críticas a la recir-

culación las ponen Jorge Sánchez y Julia Martínez. El

miembro de ANSE expone la visión de su asociación:

“Nosotros entendemos que las medidas que tienden a

‘artificializar’ el cauce no son la manera adecuada de

resolver ningún problema, y menos un problema

hidráulico. Creemos que hay un problema de base en

cuanto a la gestión de la cuenca, a cómo compaginar

los distintos usos que se dan en ella, y entendemos

que ese tipo de soluciones deben ser las últimas en

ser adoptadas”. En la misma línea se expresa Julia

Martínez desde el observatorio de Sostenibilidad de la

Región de Murcia: “Yo creo que ese no es el camino

acertado; eso son soluciones de ingeniería que tienen

una finalidad estética. No tiene sentido que un río esté

alimentado a base de bombeos, de aguas abajo y

arriba gastando energía eléctrica. Lo que necesitamos

es que, por planificación y por una gestión correcta de

verdad, se cumpla la ley y que exista un régimen de

caudales ecológicos que sea el que los estudios

científico-técnicos digan que se tiene que mantener en

el río Segura, para de ese modo mantener toda su

funcionalidad ambiental”.

Preguntado al respecto de los reparos a las soluciones

de ingeniería para mantener un caudal mínimo en el

Segura, las palabras de Fuentes Zorita elevan su

intensidad: “Naturalmente que sería preferible que

hubiera un gran caudal de agua, pero ¿De dónde me

lo quieres traer? ¿Del Amazonas, del Ródano…?

Porque claro, si no crees en los trasvases, aquí no hay

Sawar50

José Salvador Fuentes Zorita: “Una vez que has hecho ese esfuerzo, que la genteya no cruza el río corriendo sino que se para a ver el agua y los patos, que hasrecuperado la vida, eso tienes que mantenerlo; de ahí la recirculación de caudales”

Mirando a los patos desde Pasarela de Manterola

Fuente: P.S.S

Page 51: Sawar n6 sawar

más agua que la que llueve”. Luego recupera un tono

más sereno y prosigue: “El que ha estudiado geogra-

fía sabe que la cuenca del Segura es la más árida de

Europa, y que tiene unos niveles de lluvia inferiores

a algunas partes del norte de África. Entonces,

dígame usted de dónde sale ese caudal idílico del

que usted me habla, y cuánto es”. Y después, adopta

un tono más reflexivo: “Yo es que creo que hasta al

más materialista y el más utilitarista, aunque sólo

fuera para que se notara menos cuando contamina,

¿no le gustaría que el río bajase con un caudal diez

veces más grande?”. Así que José Salvador Fuentes

Zorita vuelve a preguntar a su interlocutor imaginario:

“Entonces, ¿tiene usted la bondad de decirme de

dónde salen esos caudales de los que me habla? Es

que ese es el problema, que tú tienes que actuar con

el agua que te da la naturaleza, y si no, ¿qué haces?

Tienes que actuar con los medios que tienes y

también en la sociedad en la que vives”.

De algún modo, tres de las personas con las que ha

hablado Sawar tienen alguna respuesta a esas

preguntas. Por ejemplo, José Carlos Cano, que se

muestra ilusionado con su proyecto de recuperar el

piragüismo en la ciudad de Murcia, y que de hecho,

ya lleva unos años organizando actividades de pira-

gua en el Segura (en colaboración con el ayunta-

miento y con el permiso de la CHS), pone el dedo en

la yaga: “La gente piensa que el río lleva poca agua

por Murcia porque no llueve, porque es lo que inte-

resa decir, pero la culpa la tiene la cultura de los

regantes al pensar que el agua es únicamente para

los regadíos”. Desde la perspectiva de un ciudadano

y también desde la de un empresario que defiende

el uso recreativo del río Segura, Cano añade deci-

dido: “Los regantes piensan que el agua que sigue

por el río se pierde, y ellos quieren que ese agua sea

sólo suya. Yo he hablado muchas veces con ellos y

les he dicho que eso no es así, que el agua es de

todos. Primero es para beber y luego para regar, pero

también para otros usos. Y eso es lo que tiene que

cambiar, sobre todo ahora que tenemos más agua”.

En este punto, José Carlos Cano vuelve a recordar

el pasado reciente: “Hace tan sólo diez años el río

era una cloaca, llevaba hasta alquitrán... Por enton-

ces nadie dijo nada porque eran otros años y había

otro pensamiento, pero cuando empezó a bajar el

caudal, el río era un hedor. Y ahora hay más agua

porque hay más agua en las reservas de la cuenca,

pero debería haber más, porque a pesar de eso,

tampoco se está respetando ni siquiera el caudal

ecológico”.

Por su parte, aunque Jorge Sánchez no muestra el

mismo entusiasmo que José Carlos Cano al respecto

de la recirculación de caudales y cuestiona las solu-

51Sawar

Jose Carlos Cano: “La gente piensa que el río lleva poca agua por Murciaporque no llueve, porque es lo que interesa decir, pero la culpa la tiene la culturade los regantes al pensar que el agua es únicamente para los regadíos”

Cartel de la obra de recirculación de caudales

Fuente: P.S.S

Page 52: Sawar n6 sawar

ciones de ingeniería gris, sí que coincide con él en

cuanto a que la clave está en la gestión y reparto del

agua del río: “En el pasado reciente, e incluso en la

actualidad, hemos tenido la tendencia de recurrir con

excesiva ligereza a soluciones que son extraordinaria-

mente caras no sólo en su ejecución sino también en

su mantenimiento. Probablemente sea más barato

estudiar nuevas fórmulas para que el río disponga de

más caudales, o que se aporte menos caudal a los

regantes… Y eso no quiere decir que tengan menos

agua para regar, porque hay mucho margen para la

gestión de este recurso en cuanto a qué superficies se

están cultivando realmente, qué superficies no, qué

superficies que se acepten de regadío son realmente

regadíos reconocidos y cuáles no… Y a partir de ahí,

si no hay más solución que acometer una obra de

ingeniería, habría que estudiarla en detalle”.

En efecto, desde los colectivos ecologistas (y no sólo

desde ellos), se achaca a España y en concreto a la

cuenca del Segura una dependencia excesiva de las

obras de ingeniería gris, del cemento, y se habla de

que hay otros caminos. Julia Martinez, del Observato-

rio de Sostenibilidad de la Región de Murcia, nos lo

cuenta: “En otros países llevan décadas haciendo

otros enfoques de ingeniería en los ríos, por ejemplo,

y el futuro va por ahí. Y es un futuro que no es irreal,

es que ya se está trabajando en eso, pero aquí hay

una resistencia numantina a abandonar las obras de

ingeniería gris, de cemento y hormigón. Eso es un

elemento diferencial que hay aquí, porque sales fuera

y ves que se hacen verdaderas maravillas y además

de manera muy económica y con resultados maravi-

llosos. La ingeniería verde tiene una eficacia enorme”.

Julia continúa: “Hay otro tipo de consultoras que

también tienen derecho a ganarse la vida, que podrían

aplicar otro tipo de enfoques y que también darían

trabajo, a lo mejor incluso darían más puestos de

trabajo, y obtendríamos mejores resultados para el río

y para los propios ciudadanos. Es decir, no todo el

empleo lo generan las empresas del cemento y el

ladrillo, hay otras ingenierías y otras consultoras que

haciendo mejores cosas, también generarían empleo

desde un tipo de economía diferente e innovadora.

Eso también es economía, y yo creo que ahora mismo,

no sólo en esto sino en otros muchos ámbitos, esta-

mos muy condicionados por una presión del sector

económico más ligado a la obra pura y dura. No hay

un análisis independiente de qué otras maneras hay

para resolver los problemas por culpa de esa presión

que hay ahora mismo en España por parte de las

empresas del ladrillo, que monopolizan todas las

inversiones. Pero hay otras cosas, y falta apostar por

esa ingeniería verde porque ya existe la solución

empresarial y de consultoría para llevarla a cabo”.

Si la recirculación de caudales se puede considerar

una obra de ingeniería gris pura, hay otra infraestruc-

tura con un coste menor que se llevó cabo un poco

antes, persiguiendo el fin de paliar la necesidad de

agua de la cuenca: una batería de sondeos para

extraer recursos del acuífero profundo de Murcia. En

marzo de 2011, el hidrogeólogo Francisco turrióndefendía en su blog que, existiendo ya los sondeos,

llevar a cabo la obra de recirculación de caudales era

absolutamente innecesario*. En su artículo, Turrión

* http://www.franciscoturrion.com/2011/03/94-millones-de-euros-para-solucionar-un.html/MÁS INFo...Sawar52

Julia Martínez: “En otros países llevan décadas haciendo otros enfoques deingeniería en los ríos, y el futuro va por ahí, pero aquí hay una resistencianumantina a abandonar las obras de ingeniería gris, de cemento y hormigón”

Baño veraniego junto al sondeo del Malecón

Fuente: Francisco Turrión

Page 53: Sawar n6 sawar

añadía que el coste de extracción de agua mediante

los sondeos sería muy inferior al del bombeo de la

recirculación. Preguntado por ello, Fuentes Zorita

responde: “Esos sondeos cogen el agua de los acuí-

feros, pero nosotros no cometimos el error de nuestros

antecesores, que afectaron al nivel freático al hacer

pozos y ocasionaron problemas en las viviendas. Ellos

sacaron agua del acuífero que está en contacto con el

río y es el responsable del nivel freático, y nosotros

nos fuimos más abajo, al acuífero profundo. El caso

es que para explotar ese acuífero de manera racional,

sólo puedes extraer los recursos renovables, y esos

pozos se usaron en momentos de sequía y contribu-

yeron a que los regantes de Murcia y de la Vega Baja

no sufrieran una catástrofe económica. Y ahí están en

perfecto estado. Ahora bien, hay que tener en cuenta

dos cosas: una es que el agua de los sondeos no sube

sola, también hay que pagar la energía, y la otra es

que el agua de las depuradoras es renovable por

definición, mientras que la de los pozos es parte del

patrimonio subterráneo. Es decir, que si te pasas

sacando agua, si sacas más de la que debes, te estás

cargando el acuífero”.

Al margen de los medios técnicos que se han aplicado

para solucionar los problemas del Segura, y volviendo

al asunto de la búsqueda de una gestión del agua que

asegure un caudal mínimo circulante, Julia Martínez

pone sobre la mesa otro elemento fundamental a

considerar: la Directiva Marco del Agua. Nos lo

explica: “Mantener la funcionalidad ambiental del río

Segura es una exigencia de la Directiva Marco del

Agua*, que para el año 2015 nos exige cumplir con el

buen estado ecológico del agua y de sus ecosistemas.

De hecho estamos incumpliendo plazos y España ya

tiene procedimientos de infracción por ello en la Unión

Europea. Lo que tenemos que hacer es cumplir con la

Directiva Marco del Agua y tener ese régimen de

caudales establecido con agua del propio río, reser-

vando para el río Segura parte del agua de la propia

cuenca, y que no haya que andar ni bombeando aguas

río arriba ni subiendo agua de los acuíferos. Eso son

soluciones de ingeniería estéticas, no de funcionalidad

real del río”. Julia concluye que “la Directiva Marco del

Agua exige esos caudales ecológicos y hay que

garantizarlos, y eso habrá que hacerlo concertando los

caudales, cosa que ahora mismo no se ha conse-

guido”.

Concertar en materia de agua, en cualquier caso, no

se antoja misión fácil. Fuentes Zorita nos relata las

vicisitudes de la CHS en la toma de decisiones, al

tiempo que presume de los acuerdos que pudo alcan-

zar en su época como presidente de la institución: “Yo

era socialista y mi junta era mayoritariamente del PP.

En las juntas están representadas las comunidades

autónomas, los usuarios, como por ejemplo las eléc-

tricas si se da ese tipo de aprovechamiento, y en el

Segura se da, y los agricultores, todos, los de la Vega

Alta, la Media y la Baja. Administrativamente hoy el río

Segura nace en Andalucía y pasa por las provincias

de Albacete, Murcia y Alicante. Entonces, en la Junta

* https://www.chsegura.es/chs/planificacionydma/dma/Que_es/MÁS INFo...53Sawar

jorge Sánchez: “La Directiva Marco del Agua nos obliga a considerar el estadoecológico del río Segura, y a ver no sólo cómo gestionamos su calidad sino tambiéncómo recuperamos la biodiversidad asociada”

Patos bajo el Puente del Hospital

Fuente: P.S.S

Page 54: Sawar n6 sawar

de la CHS están todas esas administraciones, y

presumo de que el 90 por ciento de las decisiones

conseguimos sacarlas por consenso. Y siendo ministra

Cristina Narbona, incluimos con voz, aunque sin voto

por una cuestión legal, al sector de la investigación y

colectivos sociales, entre los que se incluye a los eco-

logistas, sindicatos, universidad... Ahí todo el mundo

pudo opinar y se tuvo en cuenta la opinión de todo el

mundo”.

Jorge Sánchez nos cuenta que “ahora mismo se está

redactando el Plan de Cuenca y falta ver qué propone

respecto a los caudales y su mantenimiento, y sobre

todo ver qué se hace para respetar esos caudales

cuando llegue un nuevo ciclo seco, y así mantener en

el río cierta cantidad de agua que, evidentemente, no

podría ir a parar a la agricultura”. Aquí Sawar Murcia

hace una reflexión, y es que quizá sea más rápido y

fácil recuperar la calidad del agua, tal y como se ha

hecho en los últimos años, que cambiar una mentali-

dad y una política de aprovechamiento del agua que

lleva cientos de años instalada en el río Segura. Así lo

cree el miembro de ANSE: “Es muy difícil cambiar una

tendencia de tantos años en la gestión de los recursos

hídricos, pero también tenemos la esperanza de que

la obligación en el cumplimiento de las directivas

europeas, y en concreto de la Directiva Marco del

Agua, van a obligar a cambiar nuestra forma de ver a

los ríos. Hasta hace poco se veían como canales de

los que extraer agua y a los que hacer vertidos, y la

Directiva Marco del Agua nos obliga a considerar el

estado ecológico de esas masas de agua, y a ver no

sólo cómo gestionamos su calidad sino también cómo

recuperamos la biodiversidad asociada”. En opinión

de Jorge Sánchez, “sin duda, eso va a producir

cambios”, pero desde ANSE son conscientes de que

hay que ser prudentes “a la hora de esperar que esos

cambios se vayan a producir en cuestión de pocos

años”. Eso sí, Jorge se muestra optimista: “Un cambio

tan grande para mejor en la gestión y percepción de

nuestros cauces, seguro que lo acabaremos viendo

cuando esas directivas europeas se vayan aplicando

y desarrollando”.

Por su parte, Fuentes Zorita nos habla del caudal

circulante con el que cuenta en la actualidad el río

Segura a su paso por Murcia, el único caudal que

ahora mismo estima que puede discurrir por el cauce:

“El río segura que ves a su paso por la ciudad de

Murcia cabe por una tubería de 80 centímetros de

diámetro, y lo digo porque recurrimos a una tubería así

para reparar la presa que hay junto al Auditorio cuando

se rompió. El milagro de esa lámina de agua del río en

la ciudad se consigue con esa presa artificial que hace

la función de azud y que da la impresión de piscina,

pero el caudal circulante es de apenas unos centena-

res de litros por segundo. Cuando estamos hablando

de unos caudales mínimos que en el caso del Tajo, por

ejemplo, son de seis metros cúbicos por segundo, que

son seis mil litros por segundo, y eso les parece poco,

yo creo que con cierta razón, aquí nosotros hacemos

funcionar el río Segura con caudales mínimos de entre

Fuentes Zorita: “El Tajo tiene un caudal circulante de seis mil litros por segundo yles parece poco, yo creo que con cierta razón; aquí nosotros hacemos funcionarel río con caudales mínimos de entre cien y trescientos litros por segundo”

El río Segura desde el mirador del antiguo molino de San Francisco

Fuente: P.S.S

Sawar54

Page 55: Sawar n6 sawar

cien y trescientos litros por segundo”. Y de ahí la

satisfacción del ex presidente de la CHS por el trabajo

realizado en los últimos años en cuanto a la mejora de

la calidad del agua: “Con ese caudal, tenemos fauna…

La naturaleza es muy agradecida y tenemos un clima

muy bueno. Yo en su momento no me creía lo de la

nutria, y cuando me dijeron que ya iba por el azud de

Ojós, instalamos cámaras de visión nocturna y lo

comprobamos. Y bueno, es verdad que estas nutrias

son más sufridas que sus abuelas y a lo mejor son

menos exigentes, pero la verdad es que en 2009

conseguimos tener ya un agua de calidad”.

Al respecto de la bondad de la naturaleza, y a la

sorprendente manera en la que el río Segura ha

respondido a estos cuidados recientes, Julia Martínez

añade con claridad que “aún no hay condiciones”, pero

reconoce que “lo que estos elementos nos están

diciendo es que el río Segura tiene unas enormes

posibilidades de recuperación a poco que hagamos y

a poco que lo cuidemos más”. Julia continúa con su

argumentación: “En el caso de la nutria, probable-

mente se trata de individuos aislados y no de estable-

cimiento y cría en esta zona. La nutria tiene mucha

movilidad, y el que haya individuos no significa que

estén criando en esta zona. Y todo esto nos dice que

si pudiéramos mejorar la vegetación del río Segura y

su entorno más próximo, este espacio podría ser

recolonizado por especies como la nutria o las angui-

las. Hay un enorme potencial, pero además de mejorar

la calidad del agua, hay que mejorar las riberas del río

y la vegetación de sus márgenes”.

José Carlos Cano también percibe la sorpresa de

los ciudadanos por las noticias sobre los ‘antiguos-

nuevos’ habitantes del río: “Todo esto está teniendo

repercusión en la ciudad. La gente pasa por el río y se

sorprende, y dice ‘¡Coño! ¿Qué pasa aquí?’… ¿Angui-

las? ¿Nutrias? ¿Peces? Hay vida, algo pasa ahí... Y

tú fíjate la poca vida que le hemos dado, y lo que está

respondiendo la naturaleza. A la gente le cuesta

creerlo porque hace tan solo diez años no se podía

estar ahí. La situación del río era negativa para la

ciudad, la gente se iba del barrio del Carmen, bajaron

los precios de los inmuebles…”. Y José Carlos repite

el nombre de quien, en su opinión, dio pasos hacia la

situación actual de mejoría: “Cuando llegó Fuentes

Zorita a la CHS la cosa empezó a cambiar, y no fue

por voluntad política sino personal; se peleó con

Madrid y lo consiguió, y posteriormente siguieron la

estela los gobernantes siguientes, de la autonomía, de

la Confederación y del ayuntamiento de Murcia”. Jorge

Sánchez también cree que se está produciendo un

cambio en los gobernantes de Murcia: “La administra-

ción local está cambiando su mentalidad. Antes

estaba volcada en otros espacios naturales como El

Valle y Carrascoy, que también tienen un indudable

valor ambiental, pero al río no se le prestaba mucha

José Carlos Cano: “La gente pasa por el río y se sorprende, y dice ‘¡Coño! ¿Quépasa aquí?’… ¿Anguilas? ¿Nutrias? ¿Peces? Hay vida, algo pasa .. Y tú fíjate lapoca vida que le hemos dado al río, y lo que está respondiendo la naturaleza”

Poste de senderos en la Contraparada

Fuente: P.S.S

55Sawar

Page 56: Sawar n6 sawar

atención. Sin embargo, el espacio donde hay más

margen para recuperar biodiversidad, para recuperar

paisaje y zonas para la gente, y que además los

ciudadanos lo tienen mucho más fácilmente accesible,

es el río. En el río tenemos un dominio público hidráu-

lico claro y definido, se puede trabajar y hay inversio-

nes previas, y por eso hay mucho margen para actuar

y para hacer cosas”.

A ese respecto, Julia Martínez no lo tiene tan claro; o

sí, pero en sentido contrario: “La Administración con

competencias en materia de agua en España está a

años luz de lo que ahora mismo se está planteando

en otros países. Ahora mismo las administraciones en

general siguen dando la espalda a los valores ambien-

tales y ecosistémicos del río Segura, y siguen infrava-

lorando las posibilidades que tiene el río Segura a su

paso por Murcia para recuperarlo como un espacio

público ciudadano, de disfrute, y a la vez de manteni-

miento y de mejora de sus valores paisajísticos y eco-

lógicos. Además, siguen sin darse cuenta de que eso

es absoluta y perfectamente compatible con ciertos

niveles de prevención y seguridad frente a avenidas,

que es la obsesión que se tiene. Se piensa que el río

encauzado tiene que ser un mero canal sin vegetación

si queremos prevenir inundaciones y avenidas, y eso

no es así, y se sabe que no es así desde hace treinta

años”.

Un ejemplo de plan de regeneración en el que han

intervenido diferentes administraciones y colectivos

sociales y profesionales de muy diversa índole, es el

que se ha llevado a cabo en el entorno de la Contra-

parada* y en el tramo que une el azud con el centro

de la ciudad. José Salvador Fuentes Zorita reflexiona

sobre dicho plan: “Afortunadamente, los proyectos

complejos son cada vez más interdisciplinares, y en la

recuperación de la Contraparada hemos trabajado

ingenieros, pero también biólogos, historiadores…”.

Por su parte, Adela Martínez-Cachá, concejala de

Medio Ambiente del ayuntamiento de Murcia, corro-

bora que “hay una colaboración entre administracio-

nes y también con colectivos”, y pone un ejemplo: “La

CHS nos ha cedido un edificio en la Contraparada

para que ahí esté centrado todo este proyecto, y para

incluirlo en nuestro programa de educación ambiental,

para que vayan colegios, asociaciones, y gente de

Jabalí Nuevo y de Jabalí Viejo, y que se realicen

actividades allí. Y de ese modo, que los murcianos

sepan el sentido que tiene la Contraparada: la Contra-

parada es donde nace la huerta de Murcia, y es un

sitio que los escolares prácticamente no conocen”.

En ese espacio, que sería asimilable desde el punto

patrimonial a la Catedral (y que ha tenido mayor

trascendencia histórica para Murcia), se ha trabajado,

se está trabajando y se puede trabajar aún más. Jorge

Sánchez nos cuenta que ahora mismo ANSE “está

trabajando en todo el corredor desde Murcia hasta la

Contraparada en un proyecto que financia la conceja-

lía de Medio Ambiente”. ¿De qué forma, exactamente?

Jorge responde: “Se está haciendo retirada de espe-

cies exóticas, se trabaja en la recuperación del bosque

de ribera y en la producción de plantas de ribera en

los viveros municipales, y se están haciendo labores

de mantenimiento de las plantaciones que se hicieron

en la Contraparada”. Adela Martínez-Cachá también

habla con Sawar de la colaboración de su concejalía

con la asociación ecologista: “Aparte del proyecto Live,

el proyecto europeo, el ayuntamiento tiene un proyecto

* http://lospiesenlatierra.laverdad.es/blog/2758-la-contraparada-de-peliculaMÁS INFo...

Fragmento de un cartel explicativo con el logo de la Contraparada

Fuente: P.S.S

Adela Martínez-Cachá: “En la Contraparada hay una colaboración con colectivosy también entre administraciones; la CHS nos ha cedido un edificio para que ahíesté centrado este proyecto, y también estamos haciendo plantaciones con ANSE”

Sawar56

Page 57: Sawar n6 sawar

con ANSE. A día de hoy, el vivero municipal, que

nosotros habíamos dejado de utilizar para la produc-

ción de plantas, y que sólo usábamos para tener

plantas que comprábamos en otros sitios, lo estamos

utilizando de nuevo junto con ANSE para producir

planta para recuperar el entorno de la Contraparada.

Vamos a ir quitándole espacio a la caña e ir recupe-

rando vegetación de ribera, que se había perdido

prácticamente toda. Ese proyecto está en marcha y ya

tenemos la autorización de la CHS, que nos dice en

qué curvas nos autoriza a hacer plantaciones nuevas,

y en cuestión de días se van a poner los primeros

plantones. Una vez que ya hemos acercado al

murciano a su río, el paso siguiente es recuperar la

vegetación y el paisaje”.

Hay más gente que se mueve y más instituciones des-

arrollando un trabajo muy valioso de investigación y

de regeneración en el río, y eso a pesar de que cada

vez se cuenta con menos dinero para financiar sus ac-

tividades. Julia Martínez nos acerca al caso de la Uni-

versidad de Murcia: “La UMU tiene distintos

departamentos relacionados con la materia que

aportan ciencia e investigación, con una multiplicidad

de proyectos y de contratos de investigación que van

consiguiendo financiación europea o mediante conve-

nios con las administraciones nacional o regional. En

el Departamento de Ecología e Hidrología hay un área

que estudia los ecosistemas acuáticos, y desde dicho

departamento se ha trabajado también en el estable-

cimiento de las condiciones de referencia para cumplir

con la Directiva Marco del Agua en el caso de las

ramblas, con financiación europea. Además, desde el

Observatorio de la Sostenibilidad se trabaja también

con proyectos de investigación”.

En opinión de Julia Martínez, hay otros espacios del

río dentro del municipio de Murcia donde se puede

actuar: “Por ejemplo, una cosa muy fácil que se puede

hacer a corto plazo y que no sería cara, sería recupe-

rar los meandros: ahora mismo la mayoría están

absolutamente abandonados, hechos un desastre,

acumulando derrubios y basura, cuando eso es domi-

nio público hidráulico que se puede recuperar. Esos

meandros que ya no son funcionales porque ya no

llevan agua, podrían servir para recuperar retazos del

bosque de ribera, y además de ser un entorno paisa-

jístico maravilloso para cualquier ciudadano. Recupe-

raríamos la flora y la fauna que se ha ido

perdiendo”. Otras acciones necesarias y complemen-

tarias son las que nos cuenta Jorge Sánchez: “Gene-

ralmente la gente reconoce el bosque de ribera, pero

no es el único tipo de vegetación a recuperar. Hay otro

tipo de formaciones herbáceas, como el lirio amarillo

o como plantas sumergidas del tipo de los macrófitos,

que también hay que recuperar, y ese es un proceso

más lento que requiere de intervenciones y también

de cambios en la gestión que se hace de las riberas.

En el Segura, llegado determinado punto, se siega

todo el río y quien aguante, bien, y quien no… Pues

desaparece. Eso está ralentizando la recuperación de

la vegetación. Queda mucho por hacer”.

Por otro lado, ya hemos visto en este mismo número

de Sawar que entre los años sesenta y tetenta se

canalizó el cauce puramente urbano, los casi tres

kilómetros del río Segura que atraviesan de Oeste a

Este la ciudad. Se trató de una canalización a todos

los efectos, prescidiendo de cualquier atisbo de natu-

raleza salvo la aportada por el agua que, cada vez en

menor cantidad, discurría por su lecho. Le pregunta-

Izquierda: Meandros estrangulados y cauce actual del río, poco antes de entrar en la ciudadFuente: Elaboración propia sobre imagen de Google EarthDerecha: Plantaciones en la ContraparadaFuente: P.S.S.

Sawar 65

Page 58: Sawar n6 sawar

mos a Julia Martínez por aquella intervención, y refle-

xiona al respecto: “El ataque al río Segura, aunque lo

vemos en los años 50 y 60 con la canalización y con

la contaminación, ha sido continuado también después

del franquismo. Ha sido en los años 80 cuando se

empezó a cortar meandros y a rellenarlos con derru-

bios, cuando se impidió que hubiera ningún tipo de

bosque ni vegetación de ribera y se cortaron los árbo-

les… Es decir, que ha proseguido esa actitud de

considerar al río Segura como un enemigo y como un

mero canal. No nos estamos dando cuenta de que

podemos mantener los servicios que presta el río

Segura e incluso mantenernos seguros frente a ave-

nidas, pero con un río diferente, como hay en otras

ciudades”. ¿Qué sucede en otra ciudades? Julia

responde: “A mí me da muchísima envidia cuando

salgo de Murcia y veo otras ciudades, algunas incluso

más grandes o con más presión industrial, y veo cómo

tienen el tramo urbano de sus ríos absolutamente

natural y envidiable, con árboles y sin encauzar, y

donde los ciudadanos pueden acceder al propio

margen del río y pueden incluso bañarse. Los ciuda-

danos pueden estar allí viendo sauces, álamos… Un

verdadero bosque de ribera donde pueden pasear y

contemplar una cantidad grande de especies o

simplemente sentarse entre los árboles. Eso está

ocurriendo no en nuestras antípodas, sino en ciudades

españolas como Córdoba o Zaragoza, o en ciudades

muy cercanas de otros países como Toulouse. Si lo

tienen esas ciudades, lo podemos tener también

nosotros”.

¿Existen, pues opciones distintas al encauzamiento

actual del río en la ciudad de Murcia? Julia Martínez.

del Observatorio de Sostenibilidad de la Región,

responde sin titubeos: “Por supuesto que hay opcio-

nes. Tendríamos que volver a integrar el río como un

paisaje nuestro. El encauzamiento del río fue un

enorme paso atrás, y considero que fue no solamente

innecesario sino también dañino para el río, y creo que

podríamos haber gestionado el asunto del riesgo de

avenidas de otra manera. Pero ya que está encau-

zado, a pesar de eso, existen maneras de renaturalizar

el río. Eso se puede hacer y no necesitaríamos un

desembolso de dinero extraordinario”.

Ya ha habido algunas iniciativas que, si bien no hay

perseguido expresamente la renaturalización del

Segura en su cauce urbano, si que han procurado el

acercamiento ciudadano a su río. Por ejemplo, las

actividades de piragüismo de Alana Aventura en la

ciudad de Murcia, el posible renacer del Club Remo y

el proyecto que José Carlos Cano bautizó con el nom-

bre de “El río que nos une”, va en esa dirección: Atraer

la atención de la gente y que Murcia se acerque de

nuevo al Segura; que no lo miremos por encima del

José Carlos Cano: “Tener un río vivo genera puestos de trabajo y ya los estágenerando; se ve que hay movimiento. Hemos estado treinta años de espaldas anuestro río y ahora vamos a tener que darle la vuelta a los bancos para poder mirarlo”

recreación de embarcadero para piraguas en el río Segura

Fuente: José Carlos Cano

Sawar58

Page 59: Sawar n6 sawar

hombro sino a los ojos. Y además, se plantea como

uno de los objetivos el impulso económico que el

aprovechamiento del río ofrecería para el turismo y el

comercio. José Carlos nos lo explica: “Hemos hecho

este proyecto con el visto bueno de todos, y hemos

proyectado embarcaderos para piraguas, puntos de

nidificación para aves… Esto va a ser una fuente de

empleo indirecto importante. El empleo directo será

menor, pero el indirecto será importante”. José Carlos

Cano cree que “tener un río vivo genera puestos de

trabajo, y de hecho ya los está generando”. Y en su

opinión, la tendencia es esa, la visión que la ciudad

tenía de su río ha cambiado y los ciudadanos lo

demandan: “Se ve que hay movimiento en la ciudad

de Murcia, que la gente sale a andar, sale a correr, a

montar en patines, en bici… Todos los días hay movi-

miento. Hemos estado treinta años de espaldas a

nuestro río, y ahora vamos a tener que darle la vuelta

a los bancos de madera que hay junto al río, porque

están de espaldas al río. Hay que proteger al río, y

más vale tarde que nunca. Por suerte ha cambiado el

pensamiento, se han hecho cosas con mucho cariño

y eso hay que protegerlo. Es que es una vergüenza,

porque nos debemos al río, y no sólo no hemos sabido

darle valor sino que encima nos hemos alejado de él.

Donde hay un río hay vida, y nosotros hemos destro-

zado el río. Por eso mi proyecto se llama “El río que

nos une”, porque es el renacimiento del Club Remo y

el renacimiento del río Segura”. Con el planteamiento

general y con el aprovechamiento ciudadano del río

también coincide Jorge Sánchez. El miembro de

ANSE afirma que “se aprecia la necesidad de ese

cambio en la percepción del río Segura, el dejar de

verlo como un simple canal que desarrolla funciones

de ingeniería, sino también entenderlo como un espa-

cio para el mantenimiento de la biodiversidad y para

el disfrute de los ciudadanos, y para el desarrollo de

actividades saludables”. Jorge concluye con una

reflexión: “Creemos que en ese camino es donde se

encuentra el futuro del río Segura. Se ha dicho tradi-

cionalmente que la ciudad vivía de espaldas al río, y

actividades como esas pueden hacer que la gente se

implique en la conservación y el mantenimiento del río

Segura”.

En este punto, todas las personas con las que ha

hablado Sawar, aproximan sus posiciones. José

Salvador Fuentes Zorita hace memoria: “Con fondos

europeos pudimos plantar palmeras y acondicionar

varios puestos de pesca, y se han hecho concursos

nacionales de pesca en vivo… Y eso significa dos

cosas: que hay infraestructuras y que hay vida”. El ex

presidente de la CHS prosigue: “En colaboración con

el ayuntamiento y financiado por el Plan E, acondicio-

un ciclista pasa bajo el Puente Viejo de Murcia

Fuente: P.S.S.

Adela Martínez-Cachá: “La infraestructura que más ha ayudado a que la gentevuelva a mirar a su río, a que Murcia viva de nuevo de cara al río, ha sido elcarril-bici; es una obra de la que el ayuntamiento está orgullosísimo ”

Sawar 59

Page 60: Sawar n6 sawar

namos aquello para que la gente paseara e hicimos

los carriles-bici, y también recuperamos los restos de

los antiguos molinos que había a la altura del Plano

de San Francisco, a ambos lados de la pasarela de

Manterola”. Por su parte, Adela Martínez-Cachá se

muestra satisfecha de la labor del ayuntamiento en

esta materia: “Yo creo que la infraestructura que más

ha ayudado a que la gente vuelva a mirar a su río, a

que Murcia viva de nuevo de cara al río, ha sido el

carril-bici. Es una obra de la que el ayuntamiento se

siente orgullosísimo. Cualquier día, a cualquier hora

que vayas al carril-bici, ves gente en bicicleta, pase-

ando, corriendo… Y eso ha ayudado muchísimo. Tanto

el primer tramo que llega hasta la Contraparada, como

el segundo que llega hasta el límite del municipio por

el otro lado, el carril-bici nos ha reconciliado con el río”.

Además, nos adelanta los planes inminentes del ayun-

tamiento en cuanto a intervenir en el cauce puramente

urbano: “Hemos solicitado permiso a la CHS para

hacer un carril-bici junto al cauce urbano desde la

pasarela de Manterola hasta la FICA, y parece que no

habrá problema. Este carril-bici se hará con un mate-

rial diferente y con una estructura distinta para sopor-

tar posibles crecidas”.

Una de las lecciones de esta historia: Hacer una

infraestructura tan sencilla y barata como un carril-bici

sirve para recuperar un patrimonio natural y cultural de

incalculable valor que Murcia ya tenía, y genera la

satisfacción y el disfrute de los ciudadanos. Sin recurrir

a la construcción de grandes parques temáticos, sin

tener que buscar nuevos recursos, sin grandes inver-

siones, sin la organización de grandes eventos ni la

obtención de prestigiosos títulos como el de Patrimo-

nio de la Humanidad. Montar en bici, o meter un dedo

en el agua del río Segura, o ver los cisnes nadando...

Y si al nivel del cauce, el río ha estado olvidado, al

nivel de la calle puede decirse que sigue estándolo.

Un paseo por el espacio urbano más próximo al río

sirve para constatar la degradación y suciedad de los

elementos en algunos puntos. Se hace más evidente

en el contraste con los relucientes puentes blancos,

pero también se ve degradación y falta de cuidado del

patrimonio monumental en el propio Puente Viejo,

lleno de cables y cajas de registro. Sawar hace foto-

grafías a barandillas rotas y atadas con cuerdas,

escaleras semiruinosas, bancos de piedra descolga-

dos, pintadas, suciedad... Fuentes Zorita reflexiona

sobre ello: “La cuestión es que esas cosas necesitan

dedicación. Contemplar el río Segura como un ele-

mento más de la ciudad, como se pueda contemplar

Varias estampas dedegradación en elentorno del río Segura

Fuente: P.S.S.

Sawar60

Page 61: Sawar n6 sawar

el jardín de Floridablanca. Es decir, es una cosa más

sobre la que hay que actuar y a la que tengo que

cuidar. Cuando éramos ricos y todo era estupendo y

maravilloso, se anunciaron unos planes estratosféricos

y hasta se trajo al prestigioso Toyo Ito para hacer un

parque… Cuando toque, será maravilloso, pero

mientras, ¿por qué no tenemos la casa decente? ¿Por

qué no tenemos limpia y acogedora la casa en la que

vivimos? Es esa es la pregunta que yo me hago como

ciudadano”.

Preguntada por este tema, la concejala de Medio

Ambiente, Martínez-Cachá, reconoce que hay que

actuar: “Todo lo que hagamos en las márgenes,

aunque lo hagamos nosotros desde el ayuntamiento,

debemos hacerlo con el permiso y de la mano de la

CHS. Ahora estamos en la recuperación de la vegeta-

ción, pero evidentemente, ahora hay que seguir traba-

jando. El río está ahí, está integrado, somos todos

conscientes de que es un espacio y un pulmón verde

de la ciudad, y hay que seguir trabajando de cara a él

y seguir mejorando”. Sawar insiste en la destrucción

del mobiliario urbano junto al río, en la suciedad... Y

Adela Martínez-Cachá responde: “Bueno, pues habrá

que seguir mejorando en ese sentido también, claro.

Hay que seguir trabajando para que mejore”.

Este extenso repaso al río Segura, aguas arriba y

aguas abajo, va concluyendo con algunas reflexiones

finales al respecto del futuro y de la importancia que

tiene que los ciudadanos se impliquen en la defensa

de su patrimonio cultural y natural. En el plan de José

Carlos Cano para retomar el Club Remo y las pira-

guas, el gerente de Alana Aventura se muestra espe-

ranzado con el futuro: “El Club Remo va a volver, no

hay otra, no podemos decir que no. Los hechos van a

hablar y todo llegará. La gente no se lo cree, algunos

dicen que ojalá… Pero está gestándose y tendrá su

sede y todo, muy cerca de donde estuvo. Como muy

tarde, en la primavera de 2015 se hará una fiesta para

celebrar eso. Lo más difícil ya se ha conseguido, y es

que baje agua, y que haya vida, fauna y flora, y lo

demás vendrá. La gente tiene que empujar y querer

disfrutar del río. Por ejemplo, sólo con pararse a

observar, ya se está disfrutando del río: la gente pasa

por los puentes un día y otro día, y piensan, ‘pues será

verdad’. Hacen falta más personas dispuestas a creer,

a creer de verdad, porque así las cosas vendrán. Hace

diez años yo estaba sólo y nadie daba un duro por

esto. Esto era una idea Quijotesca, el que el río rena-

ciera y poder remar. El espíritu del Club Remo sigue

vivo y aunque no será lo mismo, porque los tiempos

han cambiado, el club volverá”. La concejala Martínez-

Cachá tampoco oculta su ilusión: “El río tiene que ser

un espacio verde, necesariamente. A mí me hace una

ilusión especial porque, por primera vez, vamos a

poder estar andando pegados totalmente al río. Y

también me hizo mucha ilusión pasar por debajo del

Puente Viejo con una piragua”.

José Salvador Fuentes Zorita se muestra crítico al res-

pecto de la ciudadanía y su defensa del río. Lo explica:

“Si existiera una demanda social real, las administra-

ciones no tendrían más remedio que cuidar eso. En

Sawar 61

Page 62: Sawar n6 sawar

cambio aquí, hemos ido por delante las administracio-

nes. No me coloco ninguna medalla pero la sensibili-

dad el organismo de cuenca ha ido por delante en

aquellos años, y ahora es cuando veo que empieza a

haber más sensibilidad…”. José Salvador recuerda un

momento concreto de su relación con el río: “Puede

que no haya habido ningún murciano más feliz que yo,

cuando en la última avenida que hubo, fui con mi mujer

y nos sentamos a ver cómo pasaba el agua por

encima de la Contraparada y cómo habíamos recupe-

rado todo aquello, y cómo se veían los árboles relu-

cientes y cómo se había recuperado la vegetación…

Y claro, aquello estaba lleno de gente, de padres con

sus hijos que habían ido a ver aquello porque no se lo

creían”. En el caso de la ciudad, explica que “en

Murcia, con las sucesivas talas de árboles, la verdad

es que si el río se adecentara sería el espacio natural

más céntrico y la gente se pasearía por el río Segura”.

Para él, “es perfectamente posible recuperar la mar-

gen izquierda a lo largo de toda la ciudad”.

En opinión de Julia Martínez, “sí que hay una necesi-

dad y una demanda ciudadana de tener un río no

solamente limpio, sino sobre todo vivo, lo que pasa es

que esa demanda muchas veces no cristaliza de una

forma clara y explícita”. Y argumenta su postura: “De

hecho, cuando ha habido la más mínima iniciativa de

acercar el río a los ciudadanos, los ciudadanos se han

acercado. Esas iniciativas, que me parecen aisladas y

hechas de cara a la galería, sin embargo demuestran

que sí que hay ganas, necesidad y demanda por parte

de los ciudadanos de poder disfrutar de su río. Lo

hemos visto por ejemplo, cuando se han hecho días

de pesca…”. ¿Qué más se puede hacer? Julia expone

unas claves: “En el momento en que tuviéramos

bosquetes y un sendero peatonal, y que fuéramos

recuperando el río en el municipio, y que se recupera-

ran los sotos y los meandros, y que aunque el río siga

encauzado, tratáramos de naturalizarlo… Todo eso

implicaría un cambio que volvería a llevar a los ciuda-

danos al río, y en ese momento se reforzaría el apoyo

ciudadano para seguir recuperando y mejorando el río

no sólo en este tramo, sino también aguas arriba y

aguas abajo. Por ejemplo, no valdría plantar cualquier

tipo de árbol, sino que hay que recuperar el ecosis-

tema que se ha perdido, el bosque de ribera que tenía

el río Segura con las especies que están adaptadas a

este río. Es decir, que no vale considerar al río como

un jardín urbano, sino que hay que naturalizarlo con

las especies autóctonas que le corresponden. Todo

eso se puede hacer en el tramo urbano de Murcia

compatibilizándolo con su carácter de río encauzado”.

Por su parte, José Salvador Fuentes Zorita concluye

con una exhortación para los murcianos: “Tiene que

haber una demanda social que defienda su río, porque

el río es de todos. Tiene que defenderlo la gente,

porque si la gente no lo defiende, intereses espurios

va a haber siempre. La tentación de tirar porquería al

río como si fuera una papelera, o intención de sacar

del río más agua de la permitida para regar una hec-

tárea más, eso va a existir siempre, pero si la sociedad

es fuerte y defiende su río, la Administración no tendrá

más remedio que cumplir con los deseos de la socie-

dad. La Administración se tiene que sentir respaldada

con la sociedad, y no puede ser que vaya y multe a

los que contaminan, y que la consecuencia sea que la

población vote a los que contaminan y expulse a los

que se han atrevido a ponerle el cascabel al gato. Y

eso que digo no va en contra de los grupos que tienen

mayor conciencia social, ni mucho menos, solo digo

que hay que ser consciente de que en el siglo XXI la

sociedad es compleja y aquí no hay botones mágicos”.

Fuentes Zorita: “Puede que no haya habido un murciano más feliz que yo, cuandoen la última avenida que hubo, fui con mi mujer y nos sentamos a ver cómo pasabael agua por encima de la Contraparada y cómo relucían los árboles”

Julia Martínez: “Hay una necesidad ciudadana de tener un río limpio y vivo, lo quepasa es que muchas veces esa demanda no cristaliza de una forma explícita; perola gente, a la mínima iniciativa de acercar el río a los ciudadanos, se ha acercado”

Sawar62

Page 63: Sawar n6 sawar

No es que este medio quiera alentar la proliferación de pintadas; todo lo contrario.Y menos en un monumento como el que plasma esta imagen (la pintada agrede alas piedras del Puente Viejo). Sin embargo, esa misma pintada la hubiera podidohacer la ciudad de Murcia para referirse al río Segura. Sin el río, Murcia no tienesentido. En cualquier caso, tanto para la ciudad como para el escribiente real dedicho mensaje, recomendamos el papel, o incluso twitter, como medios másapropiados donde difundir sus reivindicaciones de amor.

Page 64: Sawar n6 sawar

entrevista

JoSé CArLoS GonzálezComisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura

La primera pregunta es la misma que Sawar haformulado al resto de personas que participan eneste número. A grandes rasgos, en su opinión, ¿Aqué se debe la rápida mejora de la calidad del aguadel Segura en general, y en concreto en la ciudadde Murcia?Pueden ser varias las causas, pero si hay que desta-

car alguna, es el Plan de Saneamiento de la Región

de Murcia que permitió que los residuos urbanos, que

en porcentaje suponen la mayoría de los vertidos en

la cuenca del Segura, se eliminaran con la construc-

ción de depuradoras modernas, adaptadas a los

requerimientos de la Unión Europea. Además, al ser

un río con escaso caudal, cualquier vertido es bastante

impactante sobre su calidad. Una vez que se ha

podido disponer de este nuevo parque de depurado-

ras, uno de los principales problemas ha quedado

eliminado. A eso hay que sumarle que gran parte de

las aguas que se vierten ahora, también pueden ser

reutilizadas, y es una presión que le quitas al río. Pero

en general, se puede hablar de la conjunción de varios

factores para esa mejora.

En cuanto al compromiso de regeneración del ríoa su paso por la ciudad de Murcia que adquirió laCHS, con Fuentes Zorita como presidente juntocon otras instituciones, y que pretendía la recircu-lación de caudales…Ese proyecto, si no recuerdo mal, estaba ya en el

anexo de obras del Plan Hidrológico Nacional en el

año 2001. Es decir, que ya desde entonces se contem-

pló dentro de un listado inmenso de obras a realizar

en toda España. En aquel momento se incluyó como

compromiso de la administración del Estado con la

regeneración del río a su paso por Murcia, y

actualmente, en cuanto a la recirculación de caudales,

ese proyecto ya ha sido finalizado.

Parece que el objetivo de recuperar el río desde elpunto de vista medioambiental y ciudadano vienede muy atrás, incluso de los años ochenta, perosiempre se ponía al final en el listado de priorida-des y no se alcanzaba nunca en la práctica. ¿Esta-mos más cerca de verlo hoy?Estamos cerca, estamos cerca… Ya se ha llegado a

una situación de mejora del río, y aunque todavíaSawar64

“Somos herederos de una historia muy larga;aquí existen aprovechamientos inmemoriales con

unos derechos adquiridos, y con un sectoreconómico que depende del recurso”

En el Palacio Fontes de Murcia, edificio del siglo XVIII rehabilitado hace no muchos años, y hoy sede de

la CHS, se respira aire institucional: grandes murales de Carpe y de José Lucas, esculturas alegóricas

de Antonio Campillo y de Francisco toledo, arcos de piedra y una escalera de noble porte, confieren al

espacio la dignidad de un organismo antiguo y respetado. Y el árbol de Navidad que hay en el vestíbulo

nos sitúa en el momento presente. Nada más salir de una reunión, José Carlos González, Comisario de

Aguas, recibe amablemente a Sawar en su despacho acompañado por el jefe de prensa de la institución,

para hablar del río Segura hoy, y sobre todo, mañana.

Page 65: Sawar n6 sawar

quedan cosas por mejorar, eso ya sería poner la

guinda al pastel. Lo fundamental, el trabajo de más

largo recorrido, ya está hecho. Faltan acciones

puntuales.

Volviendo con el plan de regeneración del río en laciudad, en efecto, la recirculación de caudales yaestá hecha, pero el dragado de los lodos está aúnpendiente de ejecución: ¿Se sabe cuándo se podráacometer dicha obra?Esa es una cuestión de la Dirección Técnica de la

CHS, pero yo creo que a lo largo de 2014 se llevará a

cabo. Es una obra compleja y delicada que hay que

planificar muy bien.

Y en cuanto a los sondeos que también se hicieronen Murcia, y que extraían agua de acuíferos subte-rráneos para aportarla al río, ¿es una medida com-plementaria a la recirculación?Son cosas distintas. La recirculación en sí no genera

nuevos recursos. Es lo mismo que ya tenías, que da

la vuelta. Aguas abajo no se nota efecto, sólo se no-

tará a la hora de ponerlo en marcha porque habrá un

bajón de agua en el río hasta que vuelva a caer, y

luego eso se estabiliza y ya está, no hay ni más ni

menos agua. En ese sentido, no sirve para atender

demandas de agua, sirve para que haya un caudal

mínino a su paso por Murcia por motivos ambientales,

sanitarios o hasta estéticos, si queremos. La finalidad

de la batería de sondeos que se hizo en la última

sequía es distinta. Al sacar agua no del río, sino del

acuífero, lo que se hace es aportar recursos al río

Segura. y está orientado a atender las necesidades

de los usuarios en época de sequía, con lo cual sí que

generas nuevos recursos en el río, aunque a costa del

acuífero. Por lo tanto, son cosas distintas.

Más allá de soluciones como los sondeos o larecirculación de caudales en el caso de la ciudad,para que el río se regenere y para que sea un ríovivo, y para que se pueda provechar también porparte de los ciudadanos, tiene que llevar agua. Conel agua de la que dispone la cuenca en la actuali-dad, ¿Existe margen real en su gestión y aprove-chamiento para que baje más caudal por el río?En mi opinión, a día de hoy no hay margen para

aumentar el caudal. Aumentar el caudal del río impli-

caría aumentar el volumen desembalsado, y ahora

mismo se desembalsa lo justo para atender las nece-

sidades de los usuarios existentes. Desembalsar más,

implicaría perjuicio para los usuarios y mayores

problemas para el suministro, esencialmente al rega-

dío, que es el que hace uso aguas abajo de la Contra-

parada. Por eso yo veo muy complicado compatibilizar

eso con el aprovechamiento que se hace actualmente

del río Segura.

65Sawar

“La causa destacada de lamejora en la calidad del aguadel río Segura es el Plan de

Saneamiento de la Región deMurcia, que permitió que los

vertidos urbanos se eliminarancon la construcción de

depuradoras modernas”

Page 66: Sawar n6 sawar

Estamos hablando de un río que ha dado muchode sí en su historia, pero al que se le siguepidiendo mucho aún hoy, cada vez más.Es cierto que somos herederos de una historia muy

larga. Aquí existen aprovechamientos inmemoriales

con unos derechos adquiridos, y con un sector econó-

mico que depende del recurso. Y claro, hay que

compatibilizar esos usos con otros, también legítimos

y necesarios, como es el que haya un buen estado

ecológico del río Segura. Hacia eso van orientadas las

medidas que se pretende implementar con la planifi-

cación hidrológica: su objetivo es seguir mejorándolo,

y si es posible, mejorar el estado ecológico del río

Segura y aumentar los caudales circulantes, pero

claro, eso requiere de aquí en adelante adoptar una

serie de medidas que no son de un día para otro, sino

que son de largo recorrido.

La Directiva europea Marco del Agua, de aplica-ción en todo el territorio de la unión Europea, pideasegurar unos caudales míni-mos. ¿Se puede cumplir en elcaso del río Segura?La Directiva habla de masas de

agua, que en el caso de las

aguas superficiales, serían

tramos de río homogéneos, y

además distingue masas de agua

naturales de masas de agua muy

modificadas. El río Segura, en su

tramo medio y bajo, es una masa

de agua muy modificada, porque en cualquier ciudad

del mundo, y no sólo en Murcia, el río que la atraviesa

ha perdido sus características naturales y está encau-

zado, encajonado y sometido a un estrechamiento por

la propia morfología de la ciudad. La Directiva dice

que, en estas masas de agua, hay que conseguir

alcanzar lo que llama el ‘buen potencial ecológico’. Es

decir, que aquí no pide que haya un buen estado

ecológico porque eso sólo se puede alcanzar en río

naturales, pero sí un buen potencial.

¿Cuál es, entonces, la diferencia entre ambosrequerimientos?Asumiendo que son ríos que están modificados, que

están encauzados y que hay población en sus riberas,

alcanzar un buen potencial ecológico significa que

tengan el mejor estado posible teniendo en cuenta

esas restricciones. Eso puede necesitar, y de hecho

necesita, que haya un caudal mínimo circulante para

permitir ese buen estado, un buen estado químico y

de cierta vida piscícola, de ribera

y demás. Ese es un objetivo que

nos marca la Directiva, y por lo

tanto, al que estamos obligados,

pero para eso está la planifica-

ción hidrológica: para definir un

objetivo y para concretarlo,

porque es una directiva genérica

para toda Europa y hay que

entrar en el caso concreto. Hay

que definir el programa de medi-

Sawar66

“A día de hoy, no haymargen para aumentar el

caudal circulante porque esoimplicaría aumentar el

volumen desembalsado, yahora se desembalsa lo justopara atender las necesidades

de los usuarios existentes,básicamente del regadío”

Puente de la autovía sobre el Segura,entre Jabalí Nuevo y Jabalí Viejo

Fuente: P.S.S

Page 67: Sawar n6 sawar

das que vas a poner en marcha

para alcanzar ese objetivo.

¿De qué plazo hablamos parael cumplimiento de la Directivaen el río Segura? En teoría ter-mina en 2015, ¿Verdad?Pues probablemente el del río

Segura sea uno de los casos en

los que se prorrogue. Es verdad

que la Directiva determina por defecto que los Esta-

dos miembros deben alcanzar el buen estado o buen

potencial ecológico de sus masas de agua en 2015.

No obstante, la propia Directiva establece que pueda

haber prórrogas hasta 2021 o 2027, si el coste social

y económico de las medidas es muy elevado. Y

aunque nosotros no nos hemos planteado esa opción,

incluso se podrían plantear objetivos menos rigurosos

que los de la Directiva, justificando adecuadamente

que alcanzarlos es inviable técnica o económica-

mente.

Es decir, que con la Directiva Marco, es un hechoy una tendencia difícilmente evitable el que, in-cluso en una cuenca tan explotada históricamentecomo la del Segura y tan orientada hacia la agri-cultura, al final haya que procurar más caudal enel río para llegar a ese buen estado o buen poten-cial ecológico de sus masas de agua, y que surjano se potencien los nuevos usos recreativos.Sí, sí… En los últimos años hemos tenido un boom de

usos recreativos del río Segura. En la zona entre Cieza

y Abarán es frecuente y abundante, y empezamos a

tener problemas hasta de satu-

ración entre los propios usua-

rios, entre las empresas de

turismo activo ya hay sus más

y sus menos, porque no deja

de ser un cauce estrecho y li-

mitado, y son muchos los que

quieren hacer uso de él.

Desde el punto de vistamedioambiental, en los últimos tiempos los mur-cianos nos hemos visto sorprendidos con noticiassobre la recuperación de fauna derivada de esasacciones de mejora en la calidad del agua: nutrias,anguilas… Sin embargo, queda pendiente, porejemplo, recuperar la vegetación de ribera per-dida, algo que se va haciendo poco a poco en eltramo Contraparada-Murcia. En el tramo urbano ya pesar de su encauzamiento, ¿Se podrían tambiénrenaturalizar las márgenes del río?Es una pregunta delicada y difícil de contestar. No hay

que olvidar que el trazado actual del río Segura es

consecuencia de un Plan de Defensa contra Avenidas.

Tenemos una sección de diseño pensada para

desaguar los máximos caudales posibles en caso de

que vengan avenidas, y claro, la cuenca del Segura

es compleja de seccionar por la sequía y por los even-

tos extremos de riada. Desde que se hizo ese encau-

zamiento de río, se quedaron descolgados los sotos y

meandros de las márgenes, y aun siendo deseable

desde el punto de vista estrictamente ecológico reve-

getar esos márgenes, tiene como contrapartida que

eso pueda suponer una merma de la capacidad de esa

67Sawar

“Lograr, en la medida de loposible, mejorar el estado

ecológico del río y aumentarlos caudales circulantes,

requiere adoptar una seriede medidas que no son dehoy para mañana, que son

de largo recorrido”

Page 68: Sawar n6 sawar

vía de drenaje. Eso implicaría que sería capaz de eva-

cuar menos caudales, y por lo tanto, desbordaría antes

y con mayor intensidad en caso de avenida. Conjugar

esas dos facetas es muy delicado…

¿Y cómo se puede hacer?Ahora estamos inmersos en la elaboración del Plan de

Cuenca para lograr el objetivo del buen potencial

ecológico, pero también lo estamos en los trabajos

para hacer el Plan de Riesgo de Inundación, y habrá

que poner en una balanza las dos facetas: Proteger la

vida y las haciendas de los ribereños, y lograr el buen

potencial ecológico. En ese difícil equilibrio es donde

tenemos que movernos, y por eso mi respuesta a la

pregunta anterior sería que sí, pero con precaución y

eligiendo con mucho cuidado dónde. Habrá algunos

sitios en los que no se podrá.

En cuanto al aprovecha-miento ciudadano de su río,el ayuntamiento está elabo-rando el proyecto del carril-bici en la margen izquierdadel cauce urbano, que ade-más se quiere hacer con ma-teriales que puedan soportarel agua. Supondría mejorarun espacio que, de hecho, yaestá siendo utilizado.Sí, ya he visto personas que lo usan, y es un uso

lúdico del río. Yo creo que es deseable que la gente

se acerque al río y que lo aproveche de forma normal

y natural.

Y desde el punto de vista de la seguridad, tampocohabría peligro de que una riada sorprendiera a losciudadanos. ¿Con qué recursos cuenta la CHSpara prever esos fenómenos?La tecnología nos permite conocer con relativa ante-

lación los episodios de crecidas. El SAHI, el Sistema

de Automatización Hidrológica, nos da en tiempo real

las mediciones de caudales y de precipitaciones en

muchos puntos del río, aparte de los avisos que tam-

bién lanza con antelación la Agencia estatal de Mete-

orología. Todo ello permite conocer con suficiente

antelación una enevtual crecida del río Segura.

¿Qué opinión le merece el recurso de la ingenieríaverde en estos planes de regeneración y mejoradel río, en contraposición a la ingeniería gris delcemento? ¿Se ha hecho uso de acciones de inge-niería verde en la cuenca del Segura?

En la CHS tenemos experiencias de ingeniería verde,

de actuaciones que no van ligadas a obras civiles al

uso. Por ejemplo, tenemos redactados varios proyec-

tos para recuperar la vegetación de ribera en muchos

tramos del río Segura; no en la ciudad de Murcia, pero

sí aguas arriba de la Contraparada. La idea es ir

eliminando vegetación invasora, como la caña, porque

hay aspectos que requieren la implicación activa del

hombre para poder recuperarlos. Tenemos esos

proyectos de ingeniería verde preparados y estamos

esperando a que se abra un nuevo periodo de finan-

ciación FEDER (Fondos Europeos de Desarrollo

Regional) para acometerlos. También estamos embar-

cados en un proyecto Life para poner escalas de

peces en azudes del río, que también considero que

sería ingeniería verde… Y en cuanto a la ingeniería

gris, a las obras civiles puras, yo no creo que sean

incompatibles. Hay que pen-

sarlas bien y, como siempre,

ponderar los pros y los con-

tras. No siempre es negativa,

al contrario: se genera energía

hidráulica, se mejoran los

aprovechamientos en cuestión

de regadíos… Yo creo que

todo hay que verlo en un

contexto más amplio.

otro ámbito en el que se puede desarrollar la inge-niería verde serían los meandros que ya han sidoestrangulados y que son dominio público hidráu-lico, en los que se puede recuperar la vegetaciónde ribera.Sí, esos terrenos eran dominio público hidráulico y lo

siguen siendo mientras no se desafecten formalmente.

Por eso son susceptibles perfectamente de plantar

vegetación, y en algunos casos se ha hecho, y

convertirlos en reservorios, si queremos llamarlos así,

de vegetación de ribera.

¿Se podrían desafectar esos meandros?Sí, porque han perdido su funcionalidad hidráulica, y

entonces pasarían a ser patrimonio del Estado. Son

matices jurídicos: el dominio público lo es por su natu-

raleza, y cuando pierden esa naturaleza, hay un

procedimiento de desafectación tras el cual pasa a ser

patrimonio no de la Confederación, sino del Estado.

Una vez que llega a esa fase ya ni siquiera dependería

de la CHS sino del Ministerio de Hacienda, que podría

hacer con esos terrenos lo que quisiera. De momento,

siguen siendo dominio público hidráulico y por tanto

están bajo nuestra supervisión.Sawar68

“Estamos elaborando el Plan deCuenca para lograr el buen

potencial ecológico, y también elPlan de Riesgo de Inundación, y

habrá que ponen en unabalanza las dos facetas: proteger

la vida y haciendas, y lograr elbuen potencial ecológico”

Page 69: Sawar n6 sawar

Para acabar, ¿Cómo se gestiona una institucióncomo la CHS, con tantas administraciones y colec-tivos implicados en un tema delicado como elagua?Las Confederaciones Hidrográficas han sido siempre,

por su naturaleza, de origen asambleario y de partici-

pación de los usuarios, y más de los usuarios que de

las administraciones públicas, si se me apura, porque

nacieron por y para atender las necesidades de los

ususarios del agua. Más adelante, sobre todo con la

ley del agua de 1985, se dio cabida a todas las admi-

nistraciones territoriales afectadas, porque claro,

somos organismos singulares que al abarcar más de

una comunidad autónoma, todos tienen voz y voto en

la Junta de Gobierno y en el consejo del Agua de la

demarcación. Son varios los órganos colegiados en

los que tienen parte. Y básicamente, yo creo que con

diálogo. Se trata de solucionar los problemas de todos

los usos implicados en el agua. En una cuenca como

la del Segura es especialmente difícil, porque hay

usuarios de aguas arriba que puede que no se lleven

bien con los de aguas abajo, o de subterráneos con

superficiales, o los usuarios de usos recreativos con

los de regadío, o los hidroeléctricos con ninguno...

(Risas). Es complicado, pero en el fondo todo el

mundo es consciente de que conviene llegar a acuer-

dos, porque si no los hay, va en perjuicio de todos. Eso

ayuda a que se pueda alcanzar el consenso.

Eso del consenso nos suena a algo cada vez máslejano, y dentro del debate y de la lógica discre-pancia, debería ser lo normal.

Claro, pero es que eso en la Confederación está a la

orden del día. Yo ahora mismo salgo de una reunión

de la Comisión de Desembalses, y ahí se reúnen los

usuarios de las aguas del río con la administración,

con la CHS, para debatir cuál va a ser el régimen de

llenado y vaciado de los embalses; es decir, que no es

una cosa que nosotros decidamos arbitráriamente.

Nos reuimos con ellos, que son los que van a regar

con el agua de ese embalse, para decidir cómo y en

qué condiciones se van a hacer las cosas. Y es que ni

nos planteamos porque eso va en la genética de las

cobfederaciones y es así desde siempre.

Podrían funcionar así otras instituciones...Pues sí, y quizá en otros ámbitos sería deseable que

se extendieran estos criterios... Hombre, también es

que, los que sos técnicos, intentamos siempre dar el

análisis y la valoración puramente técnica y objetiva

de la situación, de los datos y de los hechos, para que

los políticos, que también entran en juego, dejen la

lucha partidista a un lado y se centren en la resolución

de los problemas. Por supuesto, siempre hay debate

y siempre hay disensiones, pero eso entra dentro de

los normal.

tampoco estaría mal que los políticos les hicieranmás caso a los técnicos (risas).No, yo creo que sí hacen caso, sí hacen caso...

Eso es todo, muchas gracias por su tiempo.De nada, encantado.

69Sawar

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SAWAr MurCIAquiere dar las gracias por la ayuda en

la elaboración de este número a:José Carlos Cano, Julio Muñoz, Joaquina Balsalobre, JoséSalvador Fuentes Zorita, Julia Martínez, Jorge Sánchez, JoséCarlos González, Adela Martínez-Cachá, María Manzanera, MªÁngeles Muñoz, Pedro Jesús Fernández, José Antonio Moreno,Enrique de Andrés, Begoña García Retegui, Francisco Turrión,Antonio Vicente Frey, Fernando Miguel García, Marcos RosSempere, José Luis Andrés, y a todas aquellas personas quehan respondido, orientado y colaborado en la elaboración deeste reportaje; gracias también a los autores de los textosusados como fuente documental y citados en el mismo.

Gracias a Tete López y a Oxfam Intermón por volver a incluir unanuncio de su admirable labor en esta revista. Sawar Murciaofrece todo su apoyo a la campaña ‘Alimentos con poder’.Gracias también a Ángeles y a ANSE, que durante este año2013 ha celebrado su 40 aniversario. Mucha suerte también aDARMUR, Defensa Animal, que comienza su actividad.

Gracias a todos los que han colaborado con Sawar Murciadurante este año, tanto en su elaboración como en su difusión.

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