2
HISTORIA MODERNA - Resumen - THOMPSON: La Economía Moral de la Multitud La Economía moral de la multitud en Inglaterra del siglo XVIII La mayoría de los historiadores explican los motines de subsistencia en Inglaterra del siglo XVIII desde una visión espasmódica y del reduccionismo económico, es decir siguiendo una línea de análisis de hambre-elemental- instintiva. Thompson considera que los motines de subsistencia en Inglaterra fue una forma compleja de acción popular directa, disciplinada y con claros objetivos. Eran provocados por la suba de precios o hambre, pero estos agravios operaban dentro de un consenso popular en cuanto a la legitimidad o no de las prácticas de comercialización y producción. Esto estaba, a su vez, basado en una idea tradicional de normas y obligaciones sociales, de las funciones económicas propias de los distintos sectores dentro de la comunidad, que tomadas en conjunto, constituían la “economía moral” de los pobres. Thompson sostiene la importancia del nexo del pan en los motines del siglo XVIII, debido a su calidad de alimento de primera necesidad, el impacto del alza en sus precios (más de la mitad de los ingresos semanales de la familia) y la adulteración del mismo por parte de panaderos y molineros para abaratar costos. El modelo paternalista (protección al consumidor), conformado por el derecho consuetudinario y las costumbres, preveía las acciones gobierno en un contexto de emergencia. Este establecía la comercialización directa, donde el agricultor vendía primero a los pobres y luego al por mayor en un mercado controlado y el panadero/molinero era considerado servidores de la comunidad, su ganancia en cuanto al precio y peso del pan estaba regulada en relación al precio vigente del trigo. Consistía en un modelo alejado de la realidad a raíz de la tendencia de esquivar el control a través de prácticas como el muestreo. La imposición de un nuevo modelo económico de política natural y autorregulación del mercado supuso una desmoralización de la teoría del comercio y del consumo, debido a que se dejaban de lado los imperativos morales y se basaba en el libre juego de oferta-demanda y por una compleja red de intermediarios. En un año normal, el precio del grano se ajustaría a través del mecanismo de mercado sin ninguna intervención, y durante la carestía, el aumento de precios funcionaria como una forma de racionar. La reacción de los sectores populares, compuesto por mineros, asalariados, artesanos, campesinos y mujeres, comenzaba por el descontento legitimado en el modelo paternalista y se manifestó en la hostilidad hacia agricultores, molineros, panaderos y comerciantes a través de quejas por adulteración y la exportación (economía de subsistencia local y regional), bloqueo de carreteras, asalto de barcos y destrucción de molinos. El objetivo era fijar el precio justo,

Tf Moderna

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Tf Moderna

Citation preview

Page 1: Tf Moderna

HISTORIA MODERNA - Resumen - THOMPSON: La Economía Moral de la Multitud

La Economía moral de la multitud en

Inglaterra del siglo XVIII 

     La mayoría de los historiadores explican los motines de subsistencia en Inglaterra del siglo XVIII desde una visión espasmódica y del reduccionismo económico, es decir siguiendo una línea de análisis de hambre-elemental-instintiva.

     Thompson considera que los motines de subsistencia en Inglaterra fue una forma compleja de acción popular directa, disciplinada y con claros objetivos. Eran provocados por la suba de precios o hambre, pero estos agravios operaban dentro de un consenso popular en cuanto a la legitimidad o no de las prácticas de comercialización y producción. Esto estaba, a su vez, basado en una idea tradicional de normas y obligaciones sociales, de las funciones económicas propias de los distintos sectores dentro de la comunidad, que tomadas en conjunto, constituían la “economía moral” de los pobres.

     Thompson sostiene la importancia del nexo del pan en los motines del siglo XVIII, debido a su calidad de alimento de primera necesidad, el impacto del alza en sus precios (más de la mitad de los ingresos semanales de la familia) y la adulteración del mismo por parte de panaderos y molineros para abaratar costos.

     El modelo paternalista (protección al consumidor), conformado por el derecho consuetudinario y las costumbres,  preveía las acciones gobierno en un contexto de emergencia. Este establecía la comercialización directa, donde el agricultor vendía primero a los pobres y luego al por mayor en un mercado controlado y el panadero/molinero era considerado servidores de la comunidad, su ganancia en cuanto al precio y peso del pan estaba regulada en relación al precio vigente del trigo. Consistía en un modelo alejado de la realidad a raíz de la tendencia de esquivar el control a través de prácticas como el muestreo.

     La imposición de un nuevo modelo económico de política natural y autorregulación del mercado supuso una desmoralización de la teoría del comercio y del consumo, debido a que se dejaban de lado los imperativos morales y se basaba en el libre juego de oferta-demanda y por una compleja red de intermediarios. En un año normal, el precio del grano se ajustaría a través del mecanismo de mercado sin ninguna intervención, y durante la carestía, el aumento de precios funcionaria como una forma de racionar.

     La reacción de los sectores populares, compuesto por mineros, asalariados, artesanos, campesinos y mujeres, comenzaba por el descontento legitimado en el modelo paternalista y se manifestó en la hostilidad hacia agricultores, molineros, panaderos y comerciantes a través de quejas por adulteración y la exportación (economía de subsistencia local y regional), bloqueo de carreteras, asalto de barcos y destrucción de molinos. El objetivo era fijar el precio justo, basado en un consenso popular de que los precios debían ser regulados en épocas de escasez, por lo que se hicieron cargo de imponer las leyes a través de la reproducción de medidas de emergencia  de 1580-1630 codificadas en el BOOK OF ORDERS, por los cuales el estado regulaba los precios. Las autoridades eran tolerantes ante el motín y trataban de evitarlos, a través de la negociación, o prevenirlos, a través de suscripciones directas o precios subvencionados. Con frecuencia las iniciadoras del motín eran mujeres, ya que eran las más involucradas en la compra-venta, trascendencia del precio, más experimentadas en detectar adulteraciones. El mercado era análogo a un campo de batalla y el rumor eran las amenazas.

     Entre 1795 y 1800-1801 constituye un periodo histórico diferente al anterior a raíz de una corriente subterránea de motivaciones políticas articuladas, presión económica sobre los salarios y la dislocación entre las autoridades paternalistas y la muchedumbre. Esta última se produjo con las guerras por el temor del anti jacobinismo de la gentry a actividades populares, por lo que se empleo la represión en vez de la negociación, que se legitimizada por el triunfo de una nueva ideología de economía política. 

Page 2: Tf Moderna