60
elcorso.es Nº 45 • JULIO-AGOSTO• 2014 .................. La Gran Guerra en pantalla y papel ILUSTRACIÓN: Pablo J. Casal

El Corso 45 JUL AGO2014 Web

Embed Size (px)

DESCRIPTION

tema fundamental enLetras, el fomento de lalectura entre los niños,la piedra sobre la que sesustentará la literaturadel futuro y en el que lasescuelas y familias tienenuna responsabilidad determinantepara el futuroeditorial y educativo.

Citation preview

  • elcorso.es N 45 JULIO-AGOSTO 2014

    ..................La Gran Guerra en pantalla y papel

    ILU

    STR

    AC

    IN

    : Pa

    blo

    J. C

    asa

    l

  • Fundador y editor:Luis Cadenas Borges

    [email protected]

    Colaboradores:Pablo J. Casal (Portada y Letras)

    Jos A. Romero (Cine)Mnica S. Gato (Cmic)

    Marcos Gil (Ciencia)

    [email protected]

    El Corso, revista cultural online. El acceso y re-produccin de los contenidos es propiedad de El Corso, pero est abierto a copia siempre y cuan-do citis a El Corso (incluyendo direccin web).

    Diseo:

    4 MSICA Foo Fighters, nuevo disCo y serie para hbo

    16 ARTE universo y mitologa del arte pop

    24 CMIC tormenta, la reina del punk

    32 CINE Cien aos de trinCheras sin gloria

    46 CIENCIA todava queda mundo y vida por desCubrir

    52 VIAJES sierra nevada, mundo alpino en el sur

    10 LETRASNada mejor que el cine para diseccionar y analizar un suceso devastador como la Gran Guerra del que se cumple el centenario, el principio del fin de la dominacin de Europa en el mundo, vista a travs de los ojos de guionistas, directores de cine y actores.

    En portada

    32 46

  • 4 Lo que empez en 1914 y que celebramos cien aos des-pus fue la primera parte de un conflicto larvado durante casi cien aos en Europa: na-cionalismo, ajustes de cuen-tas entre Francia y Alemania, imperia-lismo y el ocaso de un rgimen feudal como el zarista fueron la combinacin para una tormenta perfecta que mand al infierno a todo el continente. Desde ese momento Europa perdi el control del mundo; los 31 aos siguientes fue-ron la crnica anunciada de la implo-sin de Europa, que dej por el camino casi 80 millones de muertos entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Una sociedad burguesa y proletaria al mismo tiempo que haba tocado el cie-lo industrial y colonial pero que ahora se deshaca a velocidad de vrtigo.

    Desconocida para el pblico, aquella Gran Guerra inicial (llamada as porque no saban lo que se les ve-na encima en 1939) fue producto de la avaricia, el ansia de poder y la inhu-manidad de estados omnipotentes, como bien demuestran pelculas como Senderos de Gloria y que analizamos en este nmero de El Corso. El nacio-nalismo alent el fuego que lo barrera todo y que ha sido retratado por el cine en toda su crudeza: no hay pelcula que no refleje el horror y la estupidez de aquella lucha miserable y enquistada que se libr entre trincheras y cargas de la vieja caballera que culminaban en masacres. Caballos contra tanques, como refleja War horse de Spielberg. Frente a la pica de la Segunda Gue-rra Mundial y el sacrificio en pos de un bien comn en 1914 apenas hay bondad, slo codicia y despotismo, los crueles fusilamientos de los desertores y el sacrificio de una generacin entera en cargas de una trinchera a otra entre alambradas que slo sirvieron para lle-nar atades.

    1914:huesos,

    ciney codicia

    16

    24

    52

    por Luis Cadenas Borges

  • nuevo disco y serie para HBO

    msica

  • por Luis Cadenas BorgesFOTOS: Foo Fighters / HBO

    nuevo disco y serie para HBOLa banda de Dave Grohl da un salto

    estratgico para el que sera su octavolbum (para noviembre) al concebir,en paralelo, una serie documental

    nica llamada Sonic Highways

  • Foo Fighters

    Cintas de estudio del nuevo lbum

    Grohl en el estudio de grabacin

    6

  • redoble de tambores, luces, todos mirando donde deben Dave Grohl, un tipo de 45 aos con la pinta que deberamos tener to-dos a los 30 y dice eso de tenemos disco. O cuando menos el proyecto acunado. Un teaser video en Youtube ha servido para que Grohl, ex de muchas cosas y por ahora alma de Foo Fighters, con los que ha ido venido en los ltimos aos, confirmase que la banda surgida de su mano y del vaco que dej Nirvana ya tiene preparado nuevo lbum para noviembre. Ms o menos, segn el propio Grohl. Pero no es lo nico que har el melenas que acompaara a Kurt Cobain: en octubre la cadena HBO tambin emitir la serie-documental Sonic Highways que escenifican precisamente el nacimiento de ese nuevo disco, el octavo de la banda y lo nuevo despus de un largo parn de tres aos desde el anterior, de 2011 (Wasting light).

    El nuevo lbum, uno de los ms esperados en la industria de la msica americana (en Espaa impera lo que impe-ra, ritmos latinos y algo de indie), est en paales. Al parecer tendr ocho canciones, precisamente grabadas en las ocho ciuda-des en las que se ha rodado la mencionada serie, un tour largo para un disco que es algo ms que un disco. Es la nueva vida de Foo Fighters, el resultado del revolcn indi-vidual de Grohl despus de ver morir a su amigo y compaero Cobain. En el nmero anterior de El Corso publicbamos un extenso reportaje sobre el aniversario del fin de Kurt y de Nirvana, y en realidad esto es la continuacin del multinstrumentista Dave, capaz de ser tan bueno con la guita-rra como con la batera.

    Grohl sabe cmo hacerlo: descom-pone y desgrana lentamente un lbum que probablemente ya tiene ms que perfilado. Suelta informacin a cuentagotas, como cuando dijo en noviembre de 2013 que sera un lbum tremendo, bestia, y que lo estaban componiendo como nunca antes nadie lo haba hecho. Si las cuentas salen bien habr pasado casi un ao desde los primeros avisos serios y las primeras fotos de ellos con cintas de grabacin o las escaletas ya preparadas para la grabacin. Luego apareci el productor Butch Vig (miembro tambin de Garbage), implicado en la grabacin y que advirti que el disco estaba medio terminado y que saldra con Roswell/RCA.

    7

  • En octubre podra el pblico americano (a Espaa tardar en llegar, si es que llega, y slo por las plataformas digitales quizs) experimentar un lanzamiento musical muy original: una serie docu-mental que sirva de anticipo al esperado octavo disco de estudio de Foo Fighters. Con el ttulo de Sonic Highways (Autopistas sonoras), la HBO emitir ocho episodios (una por cada cancin supuesta del nuevo lbum). La idea parti del propio Dave Grohl, que desarroll un concepto nuevo: un tour por EEUU, por las ciudades de la msica (como Nashville o Seattle, cunas y sedes no oficiosas de muchos g-neros como el country y el grunge) o las grandes urbes metropolita-nas que son los imanes de la industria (Los ngeles y Nueva York). En el (corto) trailer inicial Dave asegura que todo empez con la idea de grabar en diferentes estudios de todo el pas, haciendo algo que fuera nuevo. La serie es un detallado documental que narra cmo los Foo Fighters se unieron de nuevo para grabar en Chicago, Austin,

    Nashville, Los ngeles, Seattle, Nueva Orleans, Washington DC y Nueva York.

    En realidad es un mapa musical de Estados Unidos, ya que no slo estuvieron para grabar sino tambin para tocar con los msicos de cada una de las urbes por las que pasa-ron, siempre en estudios clave y para hacerlos converger en el

    propio disco que debera salir a la venta en noviembre. De esta forma el mundo visual y el sonoro se unen en un todo que podra ser una catapulta para otras bandas para que les imiten, si bien la expansin en otras plataformas ya es algo habitual en la msica, necesitada de hacer algo ms que meterse en un estudio y grabar. As, en la serie se escucharan nidos de creatividad tan distintos como el country y el jazz, y ms unidos como el rock o el blues. Todos influyeron en la banda y al mismo tiempo las retrataron, un viaje de ida y vuelta entre ellos y la msica. El director es el propio Grohl, todo un hombre-or-questa que une la realizacin audiovisual a su capacidad instrumental (guitarra, piano, batera, donde incluso est considerado uno de los mejores del mundo), y colaboran gente como Chuck D (Public Enemy, les recuerdan verdad?), Joe Walsh (otro mito vivo, el de los Eagles) o Rick Nielsen (Cheap Trick). No hay que olvidar que el ao pasado Grohl ya demostr su talento con Sound City, su debut detrs de las cmaras y donde la msica lo era todo, eje y desarrollo, y la nueva obra parece ms una declaracin de amor a la historia de la msica de su pas, y que en parte son los sonidos y gneros que los dems escuchamos. La produccin corre a cargo de James A. Rota y John Ramsay, y est escrito por Mark Monroe y Dave Grohl.

    Qu es

    8

  • Foo Fighters

    Para rematar la escalada volvi Grohl como coche-escoba para dar ms fuerza: He tirado el rbol genealgico de la msica americana y expuesto sus races para encontrar inspiracin para el prximo lbum de Foo Fighters [].Reconocern a Foo Fighters en el nuevo disco pero tambin se sorprendern por nosotros Estamos haciendo cosas que nunca hemos hecho antes. Honestamente, hay secciones de canciones que realmente les tomar por sorpresa. El disco es una gran experi-mentacin que, siempre segn el produc-tor Vig quiere ser diferente, algo que les ha obligado a utilizar mecanismos diferentes de grabacin para darle ms autenticidad. El anterior Wasting light fue grabado nada menos que en un garaje, con lo que habr que ver cul es el mtodo utilizado esta vez. Pero la distancia entre lo que se vende y lo real es muy grande, y no sera la primera vez que hay patinazos. Lo que s ha confirmado Grohl es que sonar a Foo Fighters pero que al mismo tiempo ser diferente.

    Pero en realidad todo gira alre-dedor de la serie Sonic Highways, que podra perfectamente ser el ttulo del nuevo lbum. Eso casara con la forma de entender el lanzamiento del disco. Una idea: en realidad las ocho pistas seran la BSO de esa serie, y sta a su vez el soporte de publicidad y difusin del nuevo lbum, un binomio TV-msica o cine-msica que perfectamente podra ser ese algo tan revolucionario que ha prometido Grohl. l

    Trailer de Sonic Highways

    9

  • por Luis Cadenas BorgesIMGENES: Gutenberg / Crtica /Alianza / Salamandra)

    ILUSTRACIONES: Pablo J. Casal

    Cuatro librospara entender

    la Gran Guerra

    letras

  • No es tan famosa, ni tan conocida, ni tan determinante o eso dicen. Vivimos en un mundo modelado por el resultado de la Segunda Guerra Mundial, que a su vez fue una consecuencia de la Primera, apodada la Gran Guerra porque nadie haba visto jams semejante destruccin. Hasta 1939, claro. Fue la primera guerra moderna e industrial, y al mismo tiempo la ltima guerra imperial y colonial. Fueron los aos del principio del fin de la dominacin europea del mundo, de la primera revolucin comunista, de la guerra qumica, la aviacin, los tanques, los submarinos... Todo cambi para siempre, una guerra cuyas claves desconocemos, que no ha sido tan visitada y explotada como la segunda y que, en realidad, fue la primera parte de un largo conflicto de casi 50 aos que arras Euro-pa y cambi en mundo para siempre. Un error de clculo terrible. Las guerras comienzan cuando se desea, pero no terminan cuando se desea, dijo Nicols Maquiavelo, que pareca haberse anticipado a la realidad. Merece la pena sembrar el recuerdo y por eso elegimos cuatro libros clave, de la novela al ensayo, para entender mejor un punto de inflexin que nos define.

  • Nos vemos all arriba t lodo un xito editorial en Francia, una de las naciones que con ms dureza sufri el conflicto y que ms literatura y horas de reflexin frente al espejo ha generado. No es un ensayo sino una novela: ese peque-

    o detalle formal dota a Nos veremos all arriba (Editorial Salamandra - Premio Goncourt 2013) de una fuerza demoledo-ra a la hora de transmitir las sensaciones y escenarios de un absurdo mecanizado que se llev por delante a buena parte de lo mejor de Francia. En la novela, que ha batido rcords de ventas en el pas vecino (mucho ms amante de la lectura que el nuestro), convergen a la perfeccin todo lo humano que sucedi en la maraa de nacionalismo, violencia, picaresca y super-vivencia de la ltima guerra imperial pero con un peso jupiteriano en el subcons-ciente colectivo galo. Pesa tanto o ms 1914 que la vergenza de la cada frente a los nazis. Lemaitre no se corta: trinchera es sinnimo de tumba en vida, donde abunda el agua, las lgrimas, la sangre y las ratas.

    Pero sobre todo es el da despus de la guerra: gira en torno a los soldados Maillard y

    Pricourt, en 1918 y cuando toda Europa tiembla por pensar el da despus de que todo acabe. En realidad Lemaitre planea y dise-

    a un da despus que es en realidad el amargo sapo de la victoria: Francia arruinada, sus colonias ya en fuga, la Repblica en manos de una clase poltica vencedora pero que gobierna sobre pilas de cadveres, la tragedia hu-mana, la gestin poltica de

    la victoria que luego aupara a Petain al lado de los nazis

    es la posguerra en toda su crudeza, el slvese quien pueda, cmo Francia nunca supo digerirla, cmo simplemen-te fue la prolongacin temporal de una situacin que desembocara en la ruina total de 1940. En algunos puntos recuer-da a Capitn Conan, pelcula donde se define bien ese sndrome de sed de sangre y desubicacin del guerrero, pero sobre todo es la novela social que define aquel pas agrietado. Hemos ganado, s, pero a qu precio. l

    Pierre Lemaitre

    12

  • Sonmbulosla crudeza absoluta a travs de una sim-ple frase: La guerra fue consecuencia de la codicia y estrategia de los hombres de Estado. Es decir, que mientras que la Segunda Guerra Mundial fue el ocaso final de Europa y sobre todo la resolucin de un conflicto econmico-poltico-cultural lar-vado durante casi un siglo, la primera fue el paso inicial de la codicia. El australiano Christopher Clark concibe la Gran Guerra alrededor de esa frase en el ensayo So-nmbulos, otro pelotazo editorial con 800 pginas (Editorial Galaxia Gutenberg) que ha llegado desde Sidney a Nueva York, Londres, Pars y ahora Espaa. Un gran libro, sesudo y bien documentado, que utiliza la metfora del sonmbulo para ex-plicar lo que fue aquello: naciones enteras que no saban lo que haban desatado y que pagaran muy cara factura a posteriori. Clark se olvida de por qu apareci la gue-rra (da igual el origen, ya sea imperialismo, colonialismo o nacionalismo exacerbado), la cuestin es el desarrollo, es decir, el viaje ms que el origen y el destino final. Y el cmo es sencillo: fue una guerra decidi-da, planeada a la espera de que estallara la chispa en forma de atentado contra los herederos del trono de Austria. Luego todo fue fcil de desenvolver.

    Segn Clark la guerra era evita-ble, es decir, que no tena por qu haber sucedido y si lo hizo fue una decisin de los poderosos y sus ambiciones. Para l no existe nada inevitable y habra sido sufi-ciente con que determinados centros de poder no siguieran sus planes previos so-bre el ajedrez europeo para evitarla. Sera curiosa la idea si no fuera porque aquello dej Europa rota, arruinada y sobre todo casi 20 millones de muertos. Segn l fueron los bajos instintos de Berln, Viena y Pars y la red de alianzas tejidas las que ms culpa deberan asumir de aquello; Londres y Mosc fueron a la zaga. Es decir, que todos saban que haba crisis euro-pea, pero que el temor a una tragedia fue mucho menor que el ansia y el egosmo de la unin de poder poltico, imperialis-mo y capitalismo desaforado, una cpula ciega y sorda, sonmbula, que se jactaba de su poder y era el colmo de ese modelo de guerrero viril victoriano. Segn Clark, Europa debera sacar sus propias conclu-siones de cara al futuro y apartar para siempre las opciones que nacen y mueren en las trincheras. l

    Christopher Clark

    13

  • 1914. El ao de la catstrofeo etro ensayo ms, este a cargo de uno de los grandes de la Historia contempornea europea, Max Hastings, que publica con Editorial Crtica 1914. El ao de la catstro-fe. El ensayo es una visin pormenorizada

    donde nadie sale indemne: la actual am-nesia en Europa sobre esta guerra, ocultada bajo el peso de la que arrancara en 1939, las teoras ucrnicas sobre qu hubiera pasado si uno u otro hubieran ganado, la brutalidad militar de unos oficiales estpidos incapaces de entender que ya no vivan en las guerras napolenicas, la irrupcin de la guerra me-canizada, pero sobre todo la vieja herencia decimonnica y ms emponzoada, que la guerra era un instrumento habitual de la poltica europea. Con esas consideraciones Hastings relata lentamente, con gotero, el desastre y cmo todo lo que pudo salir mal termin por salir peor an. Hastings no cree en los accidentes: el asesinato del archidu-que en Belgrado fue la excusa para empezar a rodar la bola de nieve. En eso se hilvana con la obra Sonmbulos de Christopher Clark, fue una decisin final de un grupo reducido de personas.

    Austria quiso aplastar Serbia aprovechando el atentado, pidi ayuda a Berln y sta la apoy al tiempo que Rusia haca lo mismo con Serbia. Luego la cadena

    de alianzas arrastr detrs a Francia y Gran Bretaa. Y fin de lo obvio. A

    fin de cuentas el militarismo haba dado a Alemania un

    imperio continental, as que no tena por qu no fallar el

    mtodo ahora. Pero fall. Lo peor de todo es que Alemania estaba

    consiguiendo con la paz y la economa industrial lo que ninguna guerra le dara: el dominio continental. La Gran Guerra asol Europa, arruin y desnort a Alemania, que pagara muy caro su empecinamiento. Para Hastings fue la ambicin alemana y de su aparato poltico, autocrtico y militarista, lo que empuj a todos los dems a remar en la misma direccin. Sus errores de clculo fueron el alimento de 1914. A travs de este libro el lector puede ver cmo se desplie-ga el gran corifeo poltico que arrastr al continente a una guerra de proporciones desconocidas y donde nada sali bien. Sin embargo Hastings insiste en que una vez iniciada la lucha sirvi para una sola cosa: descabezar el plan germano de aduearse de Europa por las armas, algo que slo fue pospuesto temporalmente hasta 1939. l

    Max Hastings

    14

  • Nidos de espasespaa ante la Primera Guerra Mundial tiene varias ideas: fue un pas oficial-mente neutral pero que se hizo de oro (las lites, claro, no el pueblo) vendiendo recursos y armas a todos los conten-dientes, que no entr de milagro en la contienda (depauperada como estaba hubiera provocado una revolucin social que a duras penas se poda reprimir en-tonces) y que fue un autntico enjambre de espas durante algn tiempo. Nidos de espas (Editorial Alianza) es el libro a dos manos de Eduardo Gonzlez Calleja y Paul Aubert que detalle perfectamen-te cmo fueron aquellos aos y da otra perspectiva alejada de las trincheras pero igual de reveladora. A Espaa le metie-ron el conflicto en casa: fue el escenario para los servicios de espionaje de ambos bandos, donde adems del lado romn-tico del espa hubo asesinatos, sabo-taje y propaganda hacia la sociedad de entonces. Pero tambin algo ms ilegal: bloqueo portuario y martimo, guerra submarina, violacin de aguas jurisdic-cionales, y sobre todo mil mentiras que llegaron incluso a crear alertas falsas sobre posible guerra qumica.

    En 1917, se poda afirmar que Madrid, Barcelona y los puertos haban llegado a ser nidos de espas manipula-dos por servicios extranjeros no siem-pre bien coordinados. La propaganda fue clave: al final de la guerra cientos de peridicos eran subvencionados por el espionaje alemn y francs, que pagaron fortunas en dinero negro para asegurarse de que los papeles espaolas se decantaban hacia un lado o el otro. Queda claro que el periodismo espaol fue una de las primeras vctimas de la guerra. El libro permite hacerse una idea nada romntica y s muy detallada de los desmanes de ambos bandos para poder tener controlada la situacin y evitar que recibiera recursos y armas, un pndulo terrible donde Espaa se convirti en una sociedad agujereada y paniaguada para sacar tajada de una guerra leja-na que nos dividi en dos bandos, los mismos que muchos aos ms tarde se enfrentaran en una guerra devastadora a nivel local y donde, una vez ms, las viejas redes de espionaje tejidas entre 1914 y 1918 fueron usadas por los Alia-dos no beligerantes y la muy beligerante Alemania nazi. l

    Eduardo Gonzlez Calleja y Paul Aubert

    15

  • Mujer en el bao (Roy Lichtenstein)

    arte

  • Universoy mitologadel arte pop

    El Thyssen-Bornemisza, ese oasis para las filias del arte contem-porneo del siglo XX, expone la primera muestra colectiva sobre arte pop desde 1992 en Espaa

    por Luis Cadenas BorgesIMGENES: Museo Thyssen-Bornemisza

  • pocos estilos son tan agradecidos de cara al pblico, con tanto gancho y tantas referen-cias subterrneas que conectan con la au-diencia como el arte pop. Picasso ya es un clsico, igual que Dal: la gente reacciona porque lo ha visto en el colegio o porque le suena. Pero el arte pop es diferente: no has visto esa pieza jams pero por alguna razn establece unas referencias visuales y estticas que llevan al espectador hacia ese universo mitolgico que es el pop y que ha modelado gran parte de nuestra cultura desde los aos 60 para ac. Porque no slo es pintura, es publicidad, es diseo, es modernidad, es msica, cine, cmic todo lo que es posmoderno y propio de nuestro tiempo queda resumido.

    El arte pop conform el siglo XX mucho ms que cualquier otro estilo o vanguardia: el cubismo, el arte abstracto o el surrealismo se ahogaron entre divis-mos personalistas y esa falsa conciencia del artista que cree hacer un servicio a la sociedad y llegar a ella cuando en realidad slo expresaba sus universos personales. La gente se acuerda de Picasso y Dal, pero no asimila los mensajes que lanzaban. En cam-bio el arte pop lleg hasta el ltimo rincn de la psique social gracias en parte a que cabalg sobre el diseo, el cine, la msica, la publicidad todo. Richard Hamilton, el autor del primero gran collage pop, defini lo que haca como un movimiento popu-lar, efmero, prescindible, barato, producido en serie, joven, ingenioso, sexy, divertido, glamuroso y un gran negocio. Imposible mejorar la definicin. En cierta medida Hamilton, Warhol y compaa se limitaron a bailar sobre la tumba de la gran cultura que haba sido mantenida y subvencionada por la burguesa: ahora llegaba la hora de

    A Espaa lleg todo tarde, como siempre. Una minora se percat de lo que suceda en Lon-dres, Nueva York o Los ngeles antes que el resto, pero en Espaa ser una minora ilustrada es una in-vitacin a la marginalidad o el desprecio generaliza-do. Adems eran otros tiempos a los actuales, por mucha crisis rampante que halla: en los 60 en Espaa haba una dictadura que incubaba sus contradiccio-nes bajo el desarrollismo econmico, lo que facili-t que el arte pop entrara lentamente a travs de la msica, el cine y la publicidad. No el cmic, que aqu segua atado de pies y manos a los viejos mitos del tebeo. Pero bajo lo inocuo aparente del pop se deslizaba el mensaje poltico: cuando una sociedad est aprisionada su libertad y su ansia se filtra por cada grieta, por pequea que sea. As aparecieron el Equipo Crnica y el revisionismo clsico del arte pop con la serie de Las Meninas, una reconstruc-cin que fue toda una declaracin de intenciones. En la exposicin del Thyssen se revaloriza esa aporta-cin junto con otras. En aquellos tiempos surgieron Juan Genovs con El abrazo (pop ya tardo, en plena Transicin, pero como todo llega tarde), Eduardo Arroyo y Blanco White amenazado por sus segui-dores en Londres o Vestido bajando la escalera, y el regreso siempre fuerte hacia el Equipo Crni-ca. Curiosamente el arte pop tuvo una segunda vida bajo ese ente difuso llamado La Movida, cuando el noble arte del collage (pilar del arte pop) revivi gracias a la esttica de finales de los 70 y primeros 80 que tan bien supo aprovechar incluso el cine ini-cial de Pedro Almodvar.

    Espaa y el arte pop

    El abrazo (Juan Genovs 1976)

    18

  • esa clase media consumista y su propio estilo de arte, perfectamente reproducible en lminas, en posters para casa y tambin para el vdeo, el reproductor de msica, el DVD, el streaming arte masificado e individual al mismo tiempo.

    Mitos del pop (hasta el 14 de sep-tiembre, la inauguracin fue el pasado 10 de junio) es uno de los puntos a seguir para este verano en Madrid, un lugar donde entre la audiencia confluirn muchos de los caminos estticos que el propio arte pop marc. Revisa con profundidad cmo en los aos 50 y 60 del pasado siglo se gest ese algo indefinido que arranc con una mezcla paralela de esttica y arte, desde la incipiente publicidad de la sociedad de consumo de masas (luego descuartizada por Warhol y otros) a la influencia del cmic o la msica en el arte, y vicever-sa. Sobre todo en el mundo anglosajn, pero tambin en la Europa continental. El museo rene obras significativas de Rauschenberg, Wesselmann, Lichtenstein o Hockney, algunas de ellas inditas en Espaa y que lanza una perspectiva del ori-gen, desarrollo y proyeccin hacia un siglo XXI que parece salido de mentes de arte pop. Para poder organizarla se han tomado prstamos de medio mundo: la National Gallery de Washington, la Tate de Londres, el IVAM valenciano o la prestigiosa colec-cin Mugrabi de Nueva York, por citar solo algunos.

    La seleccin incluye un centenar de obras que van desde la experiencia britni-ca hasta la definicin del estilo en EEUU, culminando con los formatos adoptados por su expansin por Europa. Objetivo: el

    Thank you (Richard Linder 1971)

    Oh Jeff i love you but (Roy Lichtenstein)

    19

  • Estudio sobre la Venus de Boticelli (Andy Warhol)

    Jackie (Andy Warhol 1964) The first real target (Peter Blake 1961)

    Marylin (Andy Warhol)

    Autorretrato con luz negra (Andy Warhol)

    20

  • Estudio sobre la Venus de Boticelli (Andy Warhol) Las Meninas (Equipo Crnica - 1970)

    James Dean Lucky Strike (Roy Johnson)

    21

  • Museo Thyssen - Exposicin

    Museo Thyssen - Magacn digital

    Museo Thyssen - Informacin

    Cualquier cosa que tenga usted en casa puede ser objetivo del arte pop, o un subproducto del mismo. A fin de cuentas Andy Warhol se hizo clebre con una serie de fotografas alteradas de las mundanas latas de sopas Campbell. Y ya est: la vulgarizacin del acto mismo de creacin a partir de los parmetros industriales contemporneos (series, fotografa, latas y algo de imaginacin) es una de las muchas tcnicas asociadas al arte pop, deudor de aquellos primeros momentos dadastas y rompedores en los que Duchamp meti un urinario en una exposicin. Crtica social, un corte de mangas generoso y prolongado en mltiples formatos hacia esa cultura de masas acunada durante los aos 20 y 30 que emergera con una demoledora fuerza industrial en los 50 para prolongarse hasta hoy. La mitomana alcanza tambin al arte pop: el cmic es una nueva mitologa posmoderna y pagana, llena de los recovecos que ya anticip Homero en la Ilada y la Odisea; en la m-sica los Beatles elevaron el listn del gusto hacia cotas de mesianismo mitmano que eran en realidad un sntoma de una sociedad enfermiza; y la publicidad, la televisin y el cine ayudaron a cimentar ese gusto pop que hoy es indisociable de todos nosotros. Marylin Monroe y Elizabeth Taylor, Mick Jagger, John Lennon, los personajes de Disney, Supermn pasto de la hoguera de vanidades cruzadas del pop. Mitomana elevada a la categora de tcnica esttica.

    Warhol como el gran gur, Liechtenstein como el gran definidor, Hockney como el bicho raro que traza su camino y arrastra al resto todos jugaron un papel fundamental a la hora de cimentar un arte que la exposicin del Thyssen permitir ver de cerca. La exposicin es una operacin quirrgica en la que desfilarn Richard Hamilton, Paolozzi, Warhol, Lichtenstein (mucha atencin a la pieza Look Mickey prestada para la exposicin), Rauschenberg, Jasper Johns, Wesselmann, Rosen-quist, Alex Katz pero tambin el trasfondo publicitario e industrial de las icnicas latas de sopa, los cigarrillos, el detergente, la publicidad de chicles y bebidas como Coca-Cola (pocas marcas han hecho tanto por el arte como ese logo retro y vintage), la ropa, la eclosin del estilo juvenil y desmadrado incubado en las calles de Londres que termin siendo el referente mientras la elegancia aburguesada de antao era ya pasto de gente mayor, la sustitucin de los usos y costumbres euro-peas por los de Amrica, los hippies que suceden a los rockeros (que tambin estn metidos en el movimiento sin saberlo) Pero el arte pop tambin fue un nuevo intento de revisin del arte para sobrevivirse a s mismo. Porque los artistas con incombustibles, siempre van un paso por delante de la propia sociedad, o incluso cabalgan a su vera. Ahora incluso con los videojuegos y la cultura esttica asociada a stos pero sa ya es otra historia.

    anlisis mencionado, rastrear esos caminos paralelos multidisciplinares y las fuentes originales de las que bebi el pop en el arte; tambin revisar los mitos fundaciona-les del movimiento, siempre a partir de los grandes nombres propios de apellidos ger-mnicos acunados por el mundo anglosa-jn: Warhol, Rauschenberg, Wesselmann, Lichtenstein, Hockney, Hamilton y ya en Espaa (aqu tambin dej su huella) el famoso Equipo Crnica. Todos ellos crearon un nuevo cdigo esttico que sigue en pie y en expansin. Porque la muestra define la situacin actual: se expande. El arte pop no slo no ha muerto sino que ha tenido una nueva vida a partir del diseo grfico moderno y la aplicacin de las nue-vas tecnologas al arte. Todo el arte pop, realmente, se basa en una perspectiva muy peculiar de la realidad, una reconstruccin simblica de lo real a partir de una serie de elementos bsicos.

    Hasta aqu la explicacin ms o menos periodstica: ahora empieza algo tan abstracto como las razones de un movimiento cultural (porque su alcance y movimiento transversal es mucho ms importante de lo que pensamos) que fue recibido por la ortodoxia de finales de los 50 como la muerte misma del arte, una confusin entre diseo, publicidad y cultu-ra de masas que los oficiales no compren-dan. Tras la Segunda Guerra Mundial, y el triunfo del modelo de capitalismo mundial a la americana, la cultura de masas antici-pada por Ortega y Gasset con clarividencia se impuso al viejo modelo europeo bur-gus y dio como resultado un nuevo marco de desarrollo. El arte pop fue el primer hijo directo de esas nuevas circunstancias, un estilo que atravesaba por completo toda la realidad meditica, social y cultu-ral para conformar un nuevo modelo que se tradujo, al menos en el arte, en piezas como el collage Just what is it that makes todays homes so different, so appealling? (de 1956, Richard Hamilton), uno de los primeros pasos hacia ese horizonte. Fue tambin la primera vez que apareci el vocablo pop, contraccin anglosajona de popular o para las masas. El crculos se cerraba y abra mil puertas y ventanas. l

    Gurs, publicidad y mitomana pop

    22

  • Tcnicas y formas del hiperrealismo

    Cualquier cosa que tenga usted en casa puede ser objetivo del arte pop, o un subproducto del mismo. A fin de cuentas Andy Warhol se hizo clebre con una serie de fotografas alteradas de las mundanas latas de sopas Campbell. Y ya est: la vulgarizacin del acto mismo de creacin a partir de los parmetros industriales contemporneos (series, fotografa, latas y algo de imaginacin) es una de las muchas tcnicas asociadas al arte pop, deudor de aquellos primeros momentos dadastas y rompedores en los que Duchamp meti un urinario en una exposicin. Crtica social, un corte de mangas generoso y prolongado en mltiples formatos hacia esa cultura de masas acunada durante los aos 20 y 30 que emergera con una demoledora fuerza industrial en los 50 para prolongarse hasta hoy. La mitomana alcanza tambin al arte pop: el cmic es una nueva mitologa posmoderna y pagana, llena de los recovecos que ya anticip Homero en la Ilada y la Odisea; en la m-sica los Beatles elevaron el listn del gusto hacia cotas de mesianismo mitmano que eran en realidad un sntoma de una sociedad enfermiza; y la publicidad, la televisin y el cine ayudaron a cimentar ese gusto pop que hoy es indisociable de todos nosotros. Marylin Monroe y Elizabeth Taylor, Mick Jagger, John Lennon, los personajes de Disney, Supermn pasto de la hoguera de vanidades cruzadas del pop. Mitomana elevada a la categora de tcnica esttica.

    Warhol como el gran gur, Liechtenstein como el gran definidor, Hockney como el bicho raro que traza su camino y arrastra al resto todos jugaron un papel fundamental a la hora de cimentar un arte que la exposicin del Thyssen permitir ver de cerca. La exposicin es una operacin quirrgica en la que desfilarn Richard Hamilton, Paolozzi, Warhol, Lichtenstein (mucha atencin a la pieza Look Mickey prestada para la exposicin), Rauschenberg, Jasper Johns, Wesselmann, Rosen-quist, Alex Katz pero tambin el trasfondo publicitario e industrial de las icnicas latas de sopa, los cigarrillos, el detergente, la publicidad de chicles y bebidas como Coca-Cola (pocas marcas han hecho tanto por el arte como ese logo retro y vintage), la ropa, la eclosin del estilo juvenil y desmadrado incubado en las calles de Londres que termin siendo el referente mientras la elegancia aburguesada de antao era ya pasto de gente mayor, la sustitucin de los usos y costumbres euro-peas por los de Amrica, los hippies que suceden a los rockeros (que tambin estn metidos en el movimiento sin saberlo) Pero el arte pop tambin fue un nuevo intento de revisin del arte para sobrevivirse a s mismo. Porque los artistas con incombustibles, siempre van un paso por delante de la propia sociedad, o incluso cabalgan a su vera. Ahora incluso con los videojuegos y la cultura esttica asociada a stos pero sa ya es otra historia.

    Gurs, publicidad y mitomana pop

    Look Mickey (1961 - Roy Lichtenstein)

    Whaam (Roy Lichtenstein - 1963)

    What is it that makes todays homes... (Richard Hamilton 1956)

    23

  • Tormenta,la reina del punk

    La carismtica mutante vuelve a peinarse con cresta para despegarse de las garrasde Lobezno y emprender su camino en solitario con una serie que hace justicia

    a una herona con multitud de caras, labrada a s misma e infravalorada hasta hoy.

    cmic

  • Tormenta,la reina del punk

    La carismtica mutante vuelve a peinarse con cresta para despegarse de las garrasde Lobezno y emprender su camino en solitario con una serie que hace justicia

    a una herona con multitud de caras, labrada a s misma e infravalorada hasta hoy.por Mnica S. Gato

    IMGENES: MARVEL

  • si la condicin para convertirse en guitarris-ta pasara por ser Jimi Hendrix, no habra-mos conocido ni a Joan Jett, ni a Jimmy Page; tampoco a Eric Clapton, BB King, Chuck Berry ni a Mark Knopfler Si para cantar se antojara necesario superar la voz de Freedie Mercury, nunca habra-mos tarareado aquello de de sobra sabes, que eres la primera, de Sabina, ni el Like a Rolling Stone, de Dylan. Pues s, Tormenta cantara We are the champions con la voz de Jagger. Su poder no alcanza la categora Omega pero su carisma s se define como inagotable. No se le supone capaz de alterar la realidad o crear otras dimensiones; s de sofocar la detonacin de una bomba nuclear controlando la pre-sin atmosfrica. La seora de los elemen-tos, este torbellino que posee la virtud de manejar el clima a su antojo, estamp su firma en el manifiesto punk desde que asom su cabeza a las vietas (en mayo de 1975), hacindose a s misma, rechazando

    26

  • dogmas, cuestionando lo establecido y arrendole una patada en el culo al ma-chismo, asumiendo en otro momento el mando de los X-Men, y arrojando a la papelera esos adjetivos que han acompa-ado a la mujer en el cmic hasta no hace mucho, la guapa tonta (la jinete de los vientos habla correctamente el ruso, el rabe y el swahili y an le queda tiempo para ejercer de reina de Wakanda).

    Esta bruja del tiempo dibuj la V con sus dedos ndice y corazn tras retar a Cclope. Repiti con el negro albino Di-luvio (acompaada, eso s). Incluso venci a la mismsima Wonder Woman en los enfrentamientos de superhroes de Marvel y DC Cmics (el resultado del combate no content a todos, para ser justos) y sus servicios fueron solicitados por Spiderman en la versin animada para enfrentarse a villanos en un combate entre el bien y el

    27

  • Es un secreto a vo-ces. No lanzamos

    ningn spoiler si contamos que Halle Berry, la encargada de dar vida a nues-tra protagonis-

    ta en el cine, no se prodiga de-

    masiado en la l-tima entrega de la

    patrulla (X-Men. Das del futuro pasado). El em-

    barazo sorpresa de la intrprete dificult el rodaje de algunas escenas previstas y Bryan Singer abus de la tijera sin miramien-tos. Shadowcat, esa mutante capaz de atravesar cualquier material, encarnada por la pequea Ellen Page; y la camalenica Mstica (Jennifer Lauwrence funciona mejor incluso como con-torsionista y pintada de azul que practicando el tiro con arco en Los Juegos del Hambre con sus mejillas sonrosadas) le comen la merienda a la veterana. Un nutrido grupo de seguidores de la saga ya ha hablado y ha lanzado su pe-ticin por medio de www.change.org para que la reciente ganadora del Oscar Lupita Nyongoo (Doce aos de esclavitud) tome el relevo a la que fuera Catwoman. Nyongoo tiene todo para ser Tormenta: el acento, la apariencia y la capacidad para dar vida a la mutante, reza el manifiesto.

    Es la hora de Lupita Nyongoo?

    28

  • Bocetos para Storm de Marvel

    29

  • mal con un mundo aliengena como sede. Y aunque no pudo con Thor (demasiado pretencioso eso de que el Dios del True-no la derrote con un beso, por muy Chris Hemsworth que sea) y se supone que la tarea es ardua con Hulk (Ororo Munroe, el verdadero nombre de nuestra protagonis-ta, ha intentado detener a La Masa con la ayuda de otros mutantes en varias ocasio-nes. Ha resultado intil), Tormenta logr el ms difcil todava, resucitar despus de sacrificarse para cerrar un portal creado por el demonio. La raptaron, se deshicie-ron de sus recuerdos, pero resisti; se enamor de Forja, el creador del

    arma que anul sus poderes, y resurgi del subsuelo; los sitios cerrados son su kriptonita (sufre claustrofobia desde aquel da en el que los bombardeos en El Cairo derruyeron su casa con sus padres dentro) pero lucha contra su fobia. La emblemtica mutante camina por la vida con el cuchillo entre los dientes y an puede hacer hueco en su agenda para suplir en sus vacaciones en Los Cuatro Fantsticos a Mr Fantsti-co y la Mujer Invisible (su secuaz en esta aventura fue Pantera Negra) y para unirse a Los Vengadores con el fin de descubrir si el mencionado Pantera Negra anul su

    matrimonio.

    Ororo, creada por el

    guionista Len Wein (tambin pap de La

    cosa del pantano) y el dibujante Dave Cockrum

    (relanz La Legin de Super-hores para DC), se ha des-

    pegado por fin de las garras de Lobezno para coleccionar recono-

    cimientos. Los honores asoman a un ao de ingresar en la dcada de los

    40, demasiado tiempo de espera para una herona infravalorada que ejercer

    ahora de diosa guardiana trotamundos. Tormenta abandona su papel de secunda-

    John Byrne o el doctor Frankenstein Si el doctor Frankenstein atravesara universos y coloreara su laboratorio, probablemente tumbara en una camilla a Tormenta y en la otra, dormira a Wonder Woman, un deseo que cumplieron John Byrne, autor de esos dibujos limpios y clsicos de Superman, y su secuaz en ms de una aventura, Terry Austin. Juntos firmaron una joya en vietas, Family History, en abril de 1996. Se trata de la fecha en la que se public este experimento de la editorial Amalgam que fusion a estas fminas de armas tomar para crear otra criatura icnica e indestructi-ble. El resultado? Amazon, una metamutante capaz de manipular el tiempo y de forjar un lazo con un rayo que obliga a sus vctimas a decir la verdad. S, la nia se apropi de todo lo bonito de sus madres. Tomamos aire para enumerar sus poderes: Resistencia, velocidad, fuerza y agilidad sobrehumana adems de longevidad, destreza para la manipulacin del tiempo y curacin acelerada. Vamos, la vecina que todos desearamos tener para sentirnos seguros. El color de Tormenta viste la piel de esta moderna Prometea (de ella hereda tambin el blanco de su interminable melena), que recoge su cabello con la inconfundible diadema de la Mujer Maravilla y su atuendo con tapizado de estrellas (y menos tela) ms la w metlica y dorada que sostuvieron los pechos de una de sus progenitoras durante ms de siete dcadas.

    La princesa Ororo de Themyscira, conocida as cuando no porta su manto, sus interminables calzas rojas y su ceida armadura, divisa el mundo en azul y se alista en la JLX, dirigida por Mister X, la amalgama del Professor X (Charles Xavier) y Martian Manhunter (Jonn Jonzz), de raza Skrull, extraterrestre de piel verde humanoide del planeta Marte que aterriza en la Tierra por un experimento de teletransportacin. Pero el camino que condujo a su ingreso en esta nueva familia, lejos de Hiplita, quien la rescat de la muerte, y de su hermanastra Diana, no estuvo adornado con rosas, precisamente. La chica no quera tener nada que ver con un grupo cuyo liderato tuviera nombre masculino y no fue hasta que se vio atacada por Fin Fang Flame, un dragn de dimensiones estratosfricas, cruce entre el villano de Marvel Fin Fang Foom y Brimstone, el malvado de DC, cuando dio su brazo a torcer. Eso s, porque a ella le dio la gana. Como debe ser.

    30

  • Storm - MARVEL

    Enciclopedia MARVEL

    ria de postn (la protagonista moral, para una parte de los seguidores de la saga) para acaparar todas las miradas en una nueva serie para la Marvel con ella como icono. Esa capacidad para atraer y fasci-nar se repite en el guionista encargado de cocinar el pastel, Greg Pak, que con World War Hulk coleccion los aplausos ms ensordecedores, y que ya firm el texto de una versin alternativa de Tormenta durante su breve etapa en Astonishing X-Men (inolvidable aquella cubierta de Mike McKone en la que nuestra reina y Cclope desataban sus pasiones carnales). Cuando salt la noticia, la primera pregunta que los amantes de esta mujer de bandera formularon al escritor, que guarda un cario eterno a este personaje, se refiri al peinado de la diosa. Tranquilos, Tormenta lucir su mtica cresta gracias al trazo de Vctor Ibez (Ratcatcher). La filosofa punk, la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales, la creencia de que el mundo es lo que hacemos de l, la inconformidad... no podan dejar de dar la mano a esta mujer que protagonizar el quinto spin-off mutante, tras las aventuras en solitario de Magneto (buena nota para esta entrega), Nightcrawler (con cierto aire de nostalgia), Cclope y el propio Lobezno (no muy buenas caras vemos entre aqullos que ya han devorado sus pginas).

    La directora de la Escuela Jean Grey de Enseanzas Superiores ya no es aquella jovencita que deambulaba desorientada por las calles de El Cairo hasta que busc cobijo en una banda de ladrones, apren-diendo las artes del siseo; tampoco la que intent robarle la cartera a Xavier (el maestro la detuvo con sus habilidades telequinsicas), ni siquiera sa a la que el Profesor X solicit ayuda por primera vez para salvar a su patrulla de la isla viviente Krakoa. Tras finalizar aquel combate, se adhiri a su nueva familia, perfeccion sus poderes, evolucion, sufri y am y hoy es una mujer que puede elevar o reducir la temperatura de su ambiente, manipular el viento y los relmpagos y elevarse a s misma. Y ahora el vuelo lo emprende sola, viajando por el mundo en misiones de paz para calmar desastres naturales e impartir lecciones a los gobiernos corruptos. Ay, Tormenta, ojal fueras real. l

    John Byrne o el doctor Frankenstein Si el doctor Frankenstein atravesara universos y coloreara su laboratorio, probablemente tumbara en una camilla a Tormenta y en la otra, dormira a Wonder Woman, un deseo que cumplieron John Byrne, autor de esos dibujos limpios y clsicos de Superman, y su secuaz en ms de una aventura, Terry Austin. Juntos firmaron una joya en vietas, Family History, en abril de 1996. Se trata de la fecha en la que se public este experimento de la editorial Amalgam que fusion a estas fminas de armas tomar para crear otra criatura icnica e indestructi-ble. El resultado? Amazon, una metamutante capaz de manipular el tiempo y de forjar un lazo con un rayo que obliga a sus vctimas a decir la verdad. S, la nia se apropi de todo lo bonito de sus madres. Tomamos aire para enumerar sus poderes: Resistencia, velocidad, fuerza y agilidad sobrehumana adems de longevidad, destreza para la manipulacin del tiempo y curacin acelerada. Vamos, la vecina que todos desearamos tener para sentirnos seguros. El color de Tormenta viste la piel de esta moderna Prometea (de ella hereda tambin el blanco de su interminable melena), que recoge su cabello con la inconfundible diadema de la Mujer Maravilla y su atuendo con tapizado de estrellas (y menos tela) ms la w metlica y dorada que sostuvieron los pechos de una de sus progenitoras durante ms de siete dcadas.

    La princesa Ororo de Themyscira, conocida as cuando no porta su manto, sus interminables calzas rojas y su ceida armadura, divisa el mundo en azul y se alista en la JLX, dirigida por Mister X, la amalgama del Professor X (Charles Xavier) y Martian Manhunter (Jonn Jonzz), de raza Skrull, extraterrestre de piel verde humanoide del planeta Marte que aterriza en la Tierra por un experimento de teletransportacin. Pero el camino que condujo a su ingreso en esta nueva familia, lejos de Hiplita, quien la rescat de la muerte, y de su hermanastra Diana, no estuvo adornado con rosas, precisamente. La chica no quera tener nada que ver con un grupo cuyo liderato tuviera nombre masculino y no fue hasta que se vio atacada por Fin Fang Flame, un dragn de dimensiones estratosfricas, cruce entre el villano de Marvel Fin Fang Foom y Brimstone, el malvado de DC, cuando dio su brazo a torcer. Eso s, porque a ella le dio la gana. Como debe ser.

    31

  • Cien aos de trincheras sin gloriaEl cine, con un acentuado y deliberado enfoque antimilitar y pacifista, ha sido el narrador ms popular

    y crtico de la olvidada Gran Guerra. Sin buenos ni malos. Sin vencedores ni vencidos. Solo el retrato sin hroesde un sinsentido histrico: La calamidad de la que surgieron todas las calamidades.

    Largo domingo de noviazgo

    cine y tv

  • Cien aos de trincheras sin gloriaEl cine, con un acentuado y deliberado enfoque antimilitar y pacifista, ha sido el narrador ms popular

    y crtico de la olvidada Gran Guerra. Sin buenos ni malos. Sin vencedores ni vencidos. Solo el retrato sin hroesde un sinsentido histrico: La calamidad de la que surgieron todas las calamidades.

    por Jose A. Romero

  • los senderos de gloria no conducen ms que a la tumba (Thomas Gray). El co-ronel Dax, un abogado criminalista en la vida civil, recorre una trinchera, una ms en un interminable frente de 800 kilme-tros desde el Canal de la Mancha hasta la frontera suiza. Dax dirige un diezmado Re-gimiento 701 del Ejrcito Francs con ape-nas ocho mil hombres. La Primera Guerra Mundial ha superado ya los dos primeros aos de cruenta batalla. Las bajas son enormes. Los soldados estn exhaustos y desmoralizados. Dax ha recibido una or-den suicida: tomar sin refuerzos la Colina de las Hormigas, un asentamiento estra-tgico en poder alemn en el ltimo ao. Las ambiciones del Alto Mando militar importan ms que las vidas humanas.

    Avanza decidido. Sus hombres, casi todos en silencio, esperan con las bayonetas caladas. Se abren a su paso a ambos lados de la trinchera. Las mira-das se cruzan. Todo el Regimiento sabe que se enfrenta a una misin imposible, a los probables ltimos minutos de sus vidas. Dax no es, en absoluto, ajeno a esa realidad. La comparte y la sufre. Camina firme en un estril esfuerzo para insuflar nimos. La artillera alemana golpea con virulencia la trinchera. Fuera espera el cumplimiento de una orden injusta y una muerte casi segura. Dax mira su reloj. Recorre unos ltimos metros. La hora se acerca. Sube por una escalera de mano. Observa por ltima vez el objetivo del Regimiento: la inabordable Colina de las Hormigas. Comienza la cuenta atrs.

    El coronel se vuelve hacia sus hombres. No hay palabras. Coge su pistola y el silbato. Cero menos quince, catorce, trece, doce, once, diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno, cero. Dax sube de nuevo la escalera. Silba. No hay vuelta atrs. Ordena la sali-da de la trinchera. Dos intensos minutos, rodados desde la perspectiva del coronel y sus soldados. Un espectacular trave-

    lling que ha pasado a la historia del cine. Senderos de gloria (1957), dirigida por Stanley Kubrick y protagonizada por Kirk Douglas (empeado en sacar adelante el proyecto), introduce al espectador en la Primera Guerra Mundial (la Gran Guerra como se la conoce en el mundo anglosa-jn) con ms profundidad incluso que los libros de Barbara Tuchman y Ernst Jnger, los dos grandes historiadores del conflicto.

    El cine se ha convertido en el imprescindible narrador de un devasta-dor enfrentamiento, imprescindible para comprender el siglo XX pero olvidado a menudo en la sociedad ante la dimensin apocalptica de la Segunda Guerra Mun-dial. La Gran Guerra fue la calamidad de la que surgieron todas las dems cala-midades, define el historiador alemn, afincado en Estados Unidos, Fritz Stern. Senderos de gloria, basada en la novela Paths of glory de Humphrey Cobb (que luch con el ejrcito canadiense), es la mejor radiografa posible del enorme sinsentido de la Gran Guerra. Entre el 28 de julio de 1914 y el armisticio del 11 de noviembre de 1918, diez millones de soldados murieron en el hasta entonces mayor conflicto blico de la historia con la participacin de 35 pases. Unos seten-ta millones de combatientes se movili-zaron durante los cuatro aos de la Gran Guerra. La Revolucin Rusa, el hambre, las enfermedades (con una pandemia mun-dial provocada por la gripe espaola con veinte millones de fallecidos) y la misma guerra causaron hasta un mximo de treinta millones de muertos civiles.

    Casi todos los estados conten-dientes prohibieron filmar en el frente a sus operadores hasta bien entrado el conflicto limitndose a financiar recons-trucciones ficticias con ngulos de impo-sible veracidad y actuaciones de oficiales ms grotescas que patriticas, expone Emilio G. Romero, autor de La Primera Guerra Mundial en el cine: El refugio de

    34

  • Oh, qu guerra tan bonita!

    Capitn Conan

    35

  • El gran desfile

    Feliz Navidad

    36

  • los canallas (2013). El cine era entonces un arte moderno, con apenas dos dcadas de vida, pero rpidamente se haba trans-formado en un espectculo de masas. Un peligroso medio ideolgico de adoctri-namiento. Y ms en tiempos de guerra. Pero tambin una nueva fuente de cono-cimiento y divulgacin de hechos des-conocidos o manipulados directamente por el poder. El cine de la Primera Guerra Mundial es menos numeroso que el cine de la Segunda Guerra Mundial. Sin embar-go, ofrece una mirada mucho ms fiel a la realidad. No hay hroes. Ni vencedores ni vencidos. Solo el relato del sufrimiento de quienes vivieron y padecieron la Gran Guerra. Una mirada crtica, nada compla-ciente como las pelculas de Hollywood de la Segunda Guerra Mundial hasta el estreno de Salvar al soldado Ryan (Steven Spielberg) (1998). Un enfoque pacifista con una denuncia muy valiente hacia la actitud de los mandos militares y los polticos.

    Senderos de gloria supone el mejor ejemplo. La ambicin personal del general Mireau (George Macready), h-bilmente manipulado con la promesa de un ascenso por el general Broulard (Adol-phe Menjou), arriesga la vida de ocho mil hombres por un objetivo inalcanzable. El fracaso de la operacin provoca la rabia del general Mireau, dispuesto a orde-nar un ataque de la artillera contra sus propios soldados: Si esos cobardes no se enfrentan a las balas alemanes, se enfren-tarn a las francesas. Con el apoyo del Alto Mando, Mireau monta un vergonzo-so Consejo de Guerra. Las vidas de tres hombres para dar ejemplo a un Regimien-to cobarde. No podemos dejar que los soldados decidan si una orden es posible o no. Si resulta imposible, la nica prueba vlida seran sus cadveres en las trinche-ras, clama Mireau. Kubrick, ms que un alegato abiertamente pacifista, carga con-tra la ignorancia autoritaria. Broulard, el maquiavlico general que desencaden el ataque a la Colina de las Hormigas,

    ironiza: Francia no puede permitirse a idiotas al frente de su destino. Se vera reflejado en sus palabras?

    El antimilitarismo de Kubrick no supone una excepcin. La guerra, si es que alguna vez la tuvo, perdi su dignidad con una carnicera a mayor gloria de los militares de la vieja escuela, de los que contemplaban los conflictos con honor y como un periodo imprescindible en sus vidas, y de los reyes y polticos europeos: el kiser Guillermo de Alemania, el empe-rador Francisco Jos I de Austria, el sultn Mehmed V de Turqua, el zar Nicols II de Rusia, el rey Vctor Manuel III de Italia, el rey Jorge V de Inglaterra, el presidente de la Repblica Francesa, Raymond Poinca-r, y el presidente Woodrow Wilson, que apunt al festn a ltima hora a Estados Unidos. Senderos de gloria, que recoge el ttulo de un poema de Thomas Gray, no es ficcin. Los consejos de guerra y ejecu-ciones dentro de cada ejrcito eran algo cotidiano. Francia fusil a cerca de un millar de soldados. El cine galo desnudaba las vergenzas de sus mandos militares en la Gran Guerra en las recientes La vida y nada ms (Bertrand Tavernier) (1989), Capitn Conan (Bertrand Tavernier) (1995) y Largo domingo de noviazgo (Jean Pierre Jeunet) (2004).

    Por unos pocos que pagan sin motivo, 100.000 merecen un Consejo de Guerra y se libran. Ni siquiera tras el armisticio hay piedad con los soldados que arriesgaron sus vidas para ganar la guerra. Un grupo de mandos debate, con cmoda mesa y mantel de por medio, los castigos para el Regimiento, que espera el regreso al hogar en Capitn Conan: O la falta es patente y se castiga, o es incierta y no se puede probar. Pero, incluso en ese caso, tambin se castiga. La absurda rigidez militar pisotea, una vez ms, las vidas de los soldados. No importa que sea para conquistar la Colina de las Hormigas de Senderos de gloria

    37

  • o para apoyar el desembarco britnico en Gallipoli (Peter Weir) (1981). Otra orden militar absurda. El 10 de Caballera de Australia Occidental acaba despedazado por las ametralladoras turcas nada ms salir de la trinchera.

    La guerra de los mandos militares y de los polticos. La guerra de los grandes imperios: Austria-Hungra, Francia, Reino Unido, Turqua y Rusia, ms otro que aspiraba a serlo, Alemania. La guerra del colonialismo. La guerra de la industriali-zacin, del despegue tecnolgico, de una incipiente aviacin, de las primeras armas qumicas. La guerra que provoc otra an mayor: la Segunda Guerra Mundial. La guerra por la que el cine no ha mostrado ninguna empata, por una contienda en la que murieron los nicos que realmente no la queran. Un grupo de soldados alema-nes cuestiona entre trinchera y trinchera la inutilidad del conflicto en Sin novedad en el frente (Lewis Milestone) (1930), adaptacin de la homnima novela del germano Erich Maria Remarque, otro excombatiente como Humphrey Cobb:

    -Y cmo se empieza una guerra?-Bueno, un pas ofende a otro-Cmo puede ofender un pas a otro? Una montaa alemana se pone a insultar a una montaa francesa?-Sers idiota! La gente se ofende entre s.-Ah, pues entonces no s qu hago aqu. No me siento ofendido!-No quiero matar a ningn ingls. No haba visto ninguno hasta que vine. Y supongo que la mayora no haba visto hasta ahora a ningn alemn. No, seguro que nadie les pregunt.

    La Gran Guerra solo dej muer-te y dolor. El cine no ocult la verdad. Los mensajes de propaganda, de gestas heroicas no tenan cabida. John Way-ne no era el soldado ideal para la Gran Guerra, la del fracaso de la diplomacia y del militarismo con una mezcla de crueldad y estupidez extremas evidente en pelculas como Johnny cogi su fusil (1971), la nica produccin de Dalton Trumbo, una de las principales vctimas en la Caza de Brujas del senador McCar-thy en Hollywood. Trumbo llev al cine su propia novela, editada en 1939, en los albores de la Segunda Guerra Mundial. Se mofa del patriotismo blico aludiendo a una conocida cancin estadounidense de George M. Cohan, Over there, que insta a los jvenes a alistarse con un revelador

    primer verso: Johnny, get your gun (Jo-hnny, coge tu fusil).

    Un combatiente de la Primera Guerra Mundial, sin piernas, sin brazos, con la cara destrozada (sin lengua, nariz y ojos) permanece vivo por decisin (y capricho) militar para experimentar con su cuerpo. Muerto en vida:

    -Ahora s la verdad. Nunca me sacarn de aqu. Me mantendrn como un secreto hasta que un da, cuando sea un anciano, consiga escapar de ello con la muerte. Es terrible, dentro de m estoy gritando como un animal acorralado, pero nadie me hace caso. Si tuviera brazos, podra matarme. Si tuviera pierdas, podra correr. Si tuviera voz, podra hablar y mi voz me hara compaa. Podra pedir ayuda. Pero no puedo hacer nada. Nada. Nadie oye mi grito. Y sin embargo, ten-go que hacer algo. Lo que no s, no s cmo voy a poder seguir viviendo as. S.O.S., aydenme! S.O.S., aydenme! S.O.S., aydenme! S.O.S., aydenme! S.O.S., aydenme! S.O.S., aydenme!

    Ni los mandos militares ni los pol-ticos pisaron nunca unas trincheras que el cine ha descrito sin ninguna gloria. Porque no la hubo. Trincheras protegidas ape-nas por ametralladoras y sacos llenos de arena, con soldados hambrientos, conge-lados, con el barro y el agua a menudo a la altura de las rodillas, rodeados de ratas y piojos, con la artillera machacando las posiciones de un enemigo al que real-mente no odian. Con una tierra de nadie socavada por los proyectiles, con decenas de crteres, alambradas y miles y miles de muertos. Soldados que murieron por el inters exclusivo de monarcas, polticos y militares.

    Entre tres mil valientes lo con-seguimos. Esa maldita guerra la ganamos nosotros, los tres mil. Los dems solo la hicieron, clama el guerrero, como se proclama, capitn Conan. Aos despus, agotado fsica y mentalmente, desubica-do y al borde de la muerte, se reencuen-tra con su amigo, el teniente Norbert. Qu ha quedado de aquella guerra?: Si te mueves un poco, encontrars algunos ms por aqu. Y mralos bien, Norbert. Mralos bien. Estarn todos como yo. Adis. l

    38

  • Gallipoli

    Johnny cogi su fusil

    39

  • Ahora nos llama nuestra tierra. La patria necesita lderes. Tenemos que dejar a un lado las ambiciones personales y empezar a sacrificarnos por nuestro pas. He aqu un glorioso comienzo para sus vidas. El campo del honor les llama. Por qu siguen aqu?, incita un manipulador profe-sor a sus alumnos en Sin novedad en el frente (Lewis Milestone) (1930). El docente, como si se tratara de un reclutador de soldados, recuerda una motivadora frase del poeta Horacio utilizada por las legiones romanas: Hermoso y digno es morir por la madre patria. Pero, realmente es as? Tras casi cuatro aos en el frente, Paul Bumer, uno de los alumnos a los que enga, re-gresa a la escuela mientras escucha otro incendiario mensaje de su profesor a sus nuevos pupilos. Paul hace tiempo abri los ojos. Milestone regala previamente al espectador un conmovedor en-cuentro de Bumer con un soldado francs, al que mata, en el crter originado por un proyectil. Los remordimientos pesan ms que la patria: Qu puedo decir que no sepis? Vivimos en las trincheras, luchamos, intentamos seguir vivos y a veces nos matan. Es todo (). Es sucio y dolo-roso morir por la patria. El mejor modo de servirla es seguir con vida. Hay millones de hombres muriendo por su pas, a quin beneficia?. La Primera Guerra Mundial surgi en un momento histrico de exaltacin nacionalista, en plena carrera colonial, con jvenes naciones como Alemania e Italia compitiendo contra grandes imperios, Francia, Reino Unido, Rusia y los dos enfermos de Europa: Austria-Hungra y Turqua, ambos llenos de pequeas nacionalidades reclamando su independencia. La guerra, precisamente, se desencaden tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero al trono del im-perio austro-hngaro, y su mujer en Sarajevo el 28 de junio de 1914 a manos de una nacionalista serbio (Gavrilo Princip). La guerra comenzara un mes despus. Otra guerra en honor a la patria. Dos cobardes soldados italianos, un milans y un romano, desnudan las intenciones de los gobernantes en La Gran Guerra (Mario Monicelli) (1959) antes de ir al frente:

    -Esta guerra no es la ma. Mi guerra es contra los especuladores y emboscados cobardes. Y esos no creas que estn solo en Austria y Alemania. Estn en todas partes. Y yo no estoy dispuesto a morir por ellos. Eso ni pensarlo, brama el revolucionario milans, interpretado por Vittorio Gassman.-Es verdad. La patria necesita hechos y no muertos, asiente el romano, con el rostro de Alberto Sordi.

    Y volvemos a Senderos de gloria (Stanley Kubrick), como compendio del cine de la Gran Guerra, con el coronel Dax desmontando las patriticas arengas del general Mireau para conquis-tar la Colina de las Hormigas sin miedo a una muerte casi segura:

    -No soy un toro, mi general, no me ponga delante la bandera de Francia para que embista.-No me gusta que compare la bandera de Francia con un capote de toreo.-No he querido ser irrespetuoso con nuestra bandera, seor.-Quizs est anticuada la idea de patriotismo, pero donde hay un patriota hay un hombre honrado.-No todos opinan, as. El doctor (Samuel) Johnson deca algo muy distinto sobre el patriotismo.-Y, se puede saber lo que deca?-Dijo que era el ltimo refugio de los canallas.

    Alegato contra el refugio de los canallas

    40

  • La GranGuerra

    Sin novedaden el frente

    Senderos de Gloria

    41

  • Largo domingode noviazgo War Horse

    La gran ilusin

    42

  • El enfoque crtico del cine hacia la Gran Guerra ha contado con la firme reprobacin de los mandos militares y polticos. La sociedad no deba cuestionarse el conflicto. Alemanes, franceses y britnicos ya censuraron la famosa Tregua de Navidad de 1914, retratada en la reciente Feliz Navidad (Christian Carion) (2005). La mayora de las cartas y fotografas de los soldados fueron interceptadas. El antibelicismo cinematogrfico sera tambin un obstculo que eliminar. Pero el cine fue ms complicado de controlar. Joseph Goebbels, el ministro de Propaganda e Informacin del rgimen nazi, defini a La gran ilusin (Jean Renoir) (1937) como el enemigo pblico cinematogrfico nmero uno. La locura nazi contra el cine. Goebbels despreciaba la confraternizacin entre bandos mostrada por Renoir, piloto en la Gran Guerra. El aristcrata capitn Von Rauffenstein (el actor viens Erich von Stroheim) invita a comer a dos soldados franceses tras derribar su avin. Camarera y respeto. Todos los oficiales alemanes se levantan ante una corona con una frase muy alejada del odio nazi: Que la tierra sea leve con nuestros enemigos. Von Rauffenstein pide perdn al capitn Boeldieu (Pierre Fresnay) tras acabar con su vida. Goebbels no soportaba la pelcula de Renoir, estrenada en los albores de la Segunda Guerra Mun-dial como un infructuoso intento de confraternizacin entre pueblos. Realic esta pelcula porque soy pacifista. Para m, un verdadero pacifista es un francs, un americano, un alemn autnticos. Llegar el da en el que los hombres de buena voluntad se encontrarn en el terreno neutral del entendimiento (). A La gran ilusin le debo probablemente mi fama. Tambin le debo muchos malentendidos. Pero me equivoqu en cuanto al poder del cine y, pese a su xito, no detuvo la Segunda Guerra Mundial, lamentaba Renoir. El director francs mostraba a una viuda alemana acogiendo en su casa a dos presos fran-ceses fugados. Mi marido muri en Verdn. Mi marido con sus hermanos. Murieron en Lieja, Char-leroi y Tannenberg. Nuestras mayores victorias. La mesa cada vez es ms grande, describe a sus huspedes mientras ensea una foto y se enamora de uno de los soldados: el teniente Marchal (Jean Gabin, la leyenda artstica francesa del momento). La actriz alemana Dita Parlo, la viuda que recoge a los combatientes franceses, fue acusada en su pas de traidora. Alemania censur La gran ilusin porque enervaba el espritu nacional. La cinta de Renoir se prohibi, adems, en la Italia de Mussolini y en Blgica. Hasta Francia cort 18 minutos de la pelcula. La reaccin pacifista del cine con la Gran Guerra se encontr con ms problemas. Antes de La gran ilusin, Goebbels, con un grupo de camisas pardas, haba actuado contra otro conoci-do filme antibelicista: Sin novedad en el frente (Lewis Milestone) (1930). Comparecieron en el estreno de la pelcula en Berln. Reventaron el acto lanzando bombas de humo y polvo al pblico. Para los nazis, la pelcula y la novela homnima en la que est basada tenan una concepcin de la guerra no alemanas. El cine ya era un firme enemigo para el futuro ministro de Propaganda e Informacin nazi. Pero no solo Alemania ha censurado el cine sobre la Primera Guerra Mundial. Senderos de gloria (Stanley Kubrick) (1957), acabada incluso la Segunda Guerra Mundial, soliviant a muchos pases de influencia francesa. No se estrenara en Francia hasta 1975. La pelcula escandaliz a los mandos militares. Veteranos de la Gran Guerra, al ms puro estilo Goebbels, protestaron contra el estreno en Amberes y Bruselas en febrero de 1958. Consiguieron la censura de la pelcula. Como en Suiza e incluso en la zona francesa del Berln ocupado. El antimilitarismo molest igualmente a Estados Unidos. Senderos de gloria se prohibi en sus bases militares. Ni que decir tiene que tambin en Espaa durante la dictadura militar franquista. El cine era el enemigo pblico nmero uno para quienes ensalzaban la guerra como instrumento para cumplir objetivos polticos y defen-dan la legitimidad de la Gran Guerra.

    El enemigo pblico nmero uno

    43

  • La historia la escriben los vencedores. La Segunda Guerra Mundial reformul por completo el mapa poltico del mundo. Tambin el cine. Estados Unidos, definitivamente, se convirti en el epicentro del Sptimo Arte. El cine blico, en medio de la Guerra Fra, supuso una herramienta ms de propaganda con pelculas de claro tinte patritico. Las sucias trincheras de la Gran Gue-rra, con una reducida participacin de Estados Unidos, no interesaban en Hollywood. El cine de la Primera Guerra Mundial nos permitira crear una filmoteca menos cuantiosa que su hermano mayor, el cine de la Segunda Guerra Mundial, pero, sin embargo, con ttulos ms interesantes. Destacan cuatro grandes obras maestras: la ganadora del Oscar a la Mejor Pelcula Sin novedad en el frente (Lewis Milestone) (1930), La gran ilusin (Jean Renoir) (1937), Sen-deros de gloria (Stanley Kubrick) (1957) y Johnny cogi su fusil (Dalton Trumbo) (1971). Fieles representantes de un cine muy crtico con la Gran Guerra. Sin hroes. El cine mudo ya se haba fijado en la guerra: Armas al hombro (Charles Chaplin) (1918); Corazones del mundo (D.W. Griffith) (1918), pelcula panfletaria para apoyar la entrada de Esta-dos Unidos en la Gran Guerra; Los cuatro jinetes del Apocalipsis (Rex Ingram) (1921), adaptacin de la homnima novela de Vicente Blasco Ibez; El gran desfile (King Vidor) (1925), un referen-te en el primer cine antiblico; y Alas (William A. Wellman) (1927), primera ganadora del Oscar a la Mejor Pelcula. El cine sonoro anterior a la Segunda Guerra Mundial intentara sin xito detener un nuevo conflicto. De esta poca son Sin novedad en el frente (1930) y La gran ilusin (1937), pero tam-bin Cuatro de infantera (Georg Wilhelm Pabst) (1930), otra produccin censura por los nazis, y Adis a las armas (Frank Borzage) (1932), adaptacin con Gary Cooper de la homnima novela de Hemingway. Menos crtica es La patrulla perdida (John Ford) (1934) y claramente panfletaria es El sargento York (Howard Hawks) (1941), de nuevo con Gary Cooper, que gan por su actuacin el Oscar al Mejor Actor. La Segunda Guerra Mundial, con una participacin mucho ms intensa de Estados Uni-dos, desterr en Hollywood a la Gran Guerra, reducida a escenario de tramas superiores en su-perproducciones como La reina de frica (John Huston) (1951), Lawrence de Arabia (David Lean) (1962), Doctor Zhivago (David Lean) (1965) e incluso Memorias de frica (Sydney Pollack) (1985). Senderos de gloria (1957), el antimilitarista alegato de Kubrick, recuper el inters del cine y el merecido protagonismo por la Primera Guerra Mundial. El cine europeo, desde entonces, capt el mensaje mientras el estadounidense se centraba en filmes heroicos de la Segunda Guerra Mundial. Tras Senderos de gloria, se estrenaron la ita-liana La gran guerra (Mario Monicelli) (1959), las britnicas Rey y patria (Joseph Losey) (1964) y Oh, qu guerra tan bonita! (Richard Attenborough) (1969) y la australiana Gallipoli (Peter Weir) (1981). Estados Unidos aport, eso s, El barn rojo (Roger Carmon), sobre el mtico aris-tcrata piloto alemn, y sobre todo Johnny cogi su fusil (1971). El cine francs ha sido en los ltimos aos el ms preocupado por la Gran Guerra con Ber-trand Tavernier como impulsor con La vida y nada ms (1989) y Capitn Conan (1996). Otras producciones son El pabelln de los oficiales (Franois Dupeyron) (2001), Largo domingo de noviazgo (Jean-Pierre Jeunet) (2004), Feliz navidad (Christian Carion) (2005) y The childhood of a leader (Brady Corbet), con Robert Pattinson, Tim Roth y Juliette Binoche, que se estrenar en 2015. Este mismo ao, el da de Navidad en Espaa, llegar la cinta australiana The water diviner, con Russell Crowe debutando como director buscando a sus tres hijos tras la batalla de Gallipoli. Las ltimas grandes trincheras del cine haban sido las de Steven Spielberg en Caballo de batalla (2011).

    Mudas, superproducciones,europeas y obras maestras

    44

  • La Primera guerra del cine

    Sin novedad en el frente (Discurso final)

    Senderos de gloria (travelling)

    Lawrence de Arabia

    Oh, qu guerra tan bonita!

    Armas al hombro

    Sin novedad en el frente (Dilogo sold.) La gran ilusin I

    Senderos de gloria (Patriotismo)

    Johnny cogi su fusil

    Feliz Navidad

    El gran desfile

    La gran ilusin II

    Doctor Zhivago

    El Barn Rojo

    Gallipoli

    War horse

    45

  • Todava quedamundo

    y vida pordescubrir

    Desde los microbios ms pequeosy resistentes a un mamfero

    del tamao de un gato desconocidos hasta ahora, la biologa sigue

    encontrando nuevas formas de vidaen la inagotable arca terrestre

    FOTOS: Instituto de Exploracin de Especies (IISE)

    por Marcos Gil

    ciencia

  • Geco Saltuarius eximius

  • hHace poco un personaje de televisin, concretamente el eje central de una serie bastante anodina como Castle, asegura-ba que era difcil ya creer en algo mara-villoso en el mundo porque todo estaba descubierto, ya no quedan lugares vacos en los mapas, ni rincones que no estn pisados o vigilados. Error. En el Universo, con mayscula, siempre quedan sitios nuevos donde mirar o cosas nuevas por descubrir, incluso bajo esta atmsfera mil veces cartografiada y donde casi se puede ver a cualquiera gracias a Google Maps o el Street View. La naturaleza siempre se reserva cartas en la manga. Despus de miles de millones de aos de evolucin biolgica la Tierra todava es una sublime caja de Pandora capaz de asombrar con nuevas especies. Slo hay que mirar en el micromundo bacteriano o apartar las ltimas ramas vrgenes que quedan en las selvas, o levantar la ensima piedra en medio del desierto, para encontrar algo nuevo.

    Este ao ha sido especialmen-te prolfico; la ciencia lleva ya tres aos apretando el acelerador con grandes descubrimientos y en la biologa se han aplicado para poder seguir con el proceso de catalogacin del rbol de la vida que arrancara con pasin taxonmica en el siglo XVIII y que todava hoy dura. El pro-blema es que ya no encontrarn grandes monstruos marinos, el kraken, de vivir, es-tar oculto en las fosas abisales. Hay que mirar muchas veces a lo ms pequeos. Abundan en la nueva nmina biolgica los microorganismos inspidos para nosotros pero que bien podran ser una llave futura. Todos han sido incluidos en la lista del Instituto Internacional para la Exploracin de las Especies (IISE), impulsado por la Universidad Estatal de Nueva York. En un ao se han descubierto 18.000 especies nuevas, las que relatamos son apenas las ms interesantes por su rareza o situacin crtica. Se cree incluso que hay todava diez millones de nuevas formas de vida por descubrir.

    Uno de los ejemplos ms peculia-res es el Tercicoccus phoenicis, un micro-bio insignificante pero que ha aparecido en el hbitat ms extremo imaginable: las naves espaciales. En la NASA fue como un

    rumor que termin por confirmarse: en las salas de ensamblaje de las naves y sondas enviadas a Marte y el resto del Sistema Solar encontraron una forma de vida capa de soportar temperaturas extremas por ambos lados del arco y, lo que es ms importante, niveles de luz ultravioleta y radiacin altsimos, con un PH igual de extremo. Conclusin: la NASA ya tiene al candidato perfecto para colonizar biolgi-camente otros mundos si es necesario.

    En el otro extremo del arco est el Bassaricyon neblina, conocido tambin como el Olinguito, un mamfero ecua-toriano que vive entre los rboles de las faldas de los Andes, por encima de los 1.500 metros. Forma parte de la familia Procyionade, es carnvoro y parece un cruce encantador entre un gato y un oso; es una especie arbrea con aspecto de

    Animales de piel extraa:el geco camalenico y el caracol fantasma

    Olinguito48

  • Entre las nuevas especies, y de las de mayor tamao, destaca un distinguido y casi invisible miembro de la familia de los gecos, el Saltuarius eximius, de piel coloreada y que puede camuflarse con el suelo semidesrtico de su Australia natal, y nico lugar del mundo donde viven. Los reptiles han sobrevivido a casi todo reduciendo su tamao (tan diferentes de sus primos prehistricos los saurios) y utilizando su piel como un escudo pigmentado. La piel es un arma defensiva, o una caracterstica clave, como en el caso del Zospeum tholossum, un caracol fantasma que no tiene pigmentacin para poder pasar desapercibido cuando se vive a mil metros de profundidad en una cueva de Croacia y es imprescindible no ser visto. No llega la luz y la oscuridad es obvia, as que brillar o tener color no es una buena idea. El resultado es una forma de vida traslcida tpica de los hbitats cavernosos, muy habituales en el mundo pero que aqu adquiere una situacin extrema, que es adems el ms lento de todos los caracoles: 4 cm a la semana.

    Animales de piel extraa:el geco camalenico y el caracol fantasma

    Caracol Zospeum tholossumOlinguito49

  • Instituto de Exploracin de Especies

    peluche pero con unas garras que bien po-dran dejarnos marcas de por vida. Como muchas otras especies parecidas tiene cola y puede llegar a medir hasta 40 cm de largo pero apenas puede llegar al kilo de peso. Esperemos que la industria de la piel no los considere parte de la econo-ma de mercado.

    Entre ambos extremos hay sitio para las plantas, una mina biolgica sin explotar todava y que ha dado al mun-do cientfico un gigante de 12 metros de alto llamado rbol Dragn, Dracaena kaweesakii. A veces la verdadera respues-ta est ante las narices pero es tan grande que se confunde con otras. Es lo que ha pasado con este rbol, que pas desa-percibido durante dcadas en Tailandia, rodeado de muchos ms rboles selv-ticos. Los botnicos han llegado justo a tiempo, quizs para verlo desaparecer, ya que su futuro es crtico: apenas deben quedar ya 2.500 ejemplares en una zona de tierras calizas que es devorada para poder fabricar hormign. El tronco puede llegar a tener hasta un metro de grosor y sus semillas alcanzan los 7 cm de largo. Es un gigante rodeado de gigantes des-cubierto quizs demasiado tarde, lo que nos recuerda que casi es mejor que el ser humano no los descubra porque todo lo que conocemos parece condenado a ser machacado. l

    Entre las formas de vida ms aterradoras descubiertas hay algunas que si fueran un poco ms grandes nos haran sentir con fuerza ese asco casi innato de los humanos por los insectos (dicen que como una forma de supervivencia porque en tiempos primitivos eran masivamente venenosos o parasitarios y que la evolucin nos hizo despreciar de forma natural). La Tinkerbella nana es quizs uno de los insectos ms pequeos del mundo (se le mide en micras), adquiere su nombre del personaje de Campanilla, pero es ms bien la nmesis de ese rol: es una avispa microscpica espeluznante de inmensas alas y flecos pilosos usados para poder sobrevivir el puado de das que tiene de esperanza de vida. Igual de monstruoso, y algo ms pequeo, es el Spiculosiphon oceana, un protozoo gigantesco respecto a sus iguales ya que para un universo donde lo habitual es medir un puado de micras este monstruo es capaz de alcanzar los cinco centmetros. Proporcionalmente respecto a nosotros sera el equivalente a toparse con un Argentinosaurio (el animal terrestre ms grande jams descubierto, de 30 m de largo y 60 toneladas). Este titn es adems espaol, o cuando menos slo ha sido encontrado en Murcia y se comporta como una esponja carnvora: devora a otros organismos e incluso utiliza sus partes para hacerse ms grande. El rey de los ms pequeos.

    Avispas que parecen aliens y protozoos gigantes

    Protozoo Spiculosiphon oceana

    50

  • Entre las formas de vida ms aterradoras descubiertas hay algunas que si fueran un poco ms grandes nos haran sentir con fuerza ese asco casi innato de los humanos por los insectos (dicen que como una forma de supervivencia porque en tiempos primitivos eran masivamente venenosos o parasitarios y que la evolucin nos hizo despreciar de forma natural). La Tinkerbella nana es quizs uno de los insectos ms pequeos del mundo (se le mide en micras), adquiere su nombre del personaje de Campanilla, pero es ms bien la nmesis de ese rol: es una avispa microscpica espeluznante de inmensas alas y flecos pilosos usados para poder sobrevivir el puado de das que tiene de esperanza de vida. Igual de monstruoso, y algo ms pequeo, es el Spiculosiphon oceana, un protozoo gigantesco respecto a sus iguales ya que para un universo donde lo habitual es medir un puado de micras este monstruo es capaz de alcanzar los cinco centmetros. Proporcionalmente respecto a nosotros sera el equivalente a toparse con un Argentinosaurio (el animal terrestre ms grande jams descubierto, de 30 m de largo y 60 toneladas). Este titn es adems espaol, o cuando menos slo ha sido encontrado en Murcia y se comporta como una esponja carnvora: devora a otros organismos e incluso utiliza sus partes para hacerse ms grande. El rey de los ms pequeos.

    Avispas que parecen aliens y protozoos gigantes

    Avispa Tinkerbella nana

    rbol dragnProtozoo Spiculosiphon oceana

    51

  • El Parque Nacional de Sierra Nevada es un rastro de un mundo alpino de suizos, quesos y estaciones de esqu pero con un acento andaluzque une como pocos lugares naturaleza y vida humana, el entorno perfecto para aprender a amar la madre tierra.

    Sierra Nevada, mundo alpino en el sur

    viajes

  • El Parque Nacional de Sierra Nevada es un rastro de un mundo alpino de suizos, quesos y estaciones de esqu pero con un acento andaluzque une como pocos lugares naturaleza y vida humana, el entorno perfecto para aprender a amar la madre tierra.

    Sierra Nevada, mundo alpino en el surpor Luis Cadenas Borges

  • los Alpes, y casi todas las grandes cordi-lleras que enhebran el sur de Europa son el resultado de una colisin desmedida entre dos placas, la africana y la europea. El resultado fue un pliegue desmedido de gran parte del fondo de mares inter-medios, lagos y lechos subterrneos que se elevaron durante miles de aos para conformar un larga cadena que va desde Cdiz hasta los Crpatos. En el extremo ms occidental de ese gran arco que se desdobla en varias ocasiones est Sierra Nevada, un pedazo de mundo alpino en el corazn interior de Granada y Almera, tierras blancas de corzos y estaciones de esqu que consiguen el efecto sugerente de que un viajero pueda esquiar a pri-mera hora de la maana y baarse en las clidas aguas del Mediterrneo despus de comer. Y sin apenas viajar 40 km.

    Tartessos, fenicios, griegos, carta-gineses y romanos poblaron estos en-tornos, pero sin duda, fueron los rabes los que dejaron un importante legado, que an perdura en la arquitectura y los sistemas de regado, como las acequias, siempre alrededor de la Alpujarra, zona de casas blancas que se apelotonan de manera natural en las laderas de las montaas, ventanas de pequeo tama-o, tejados planos, esbeltas chimeneas y porches denominados tinaos que cubren de lado a lado la calzada.

    Ocupando una gran parte del conjunto montaoso de Sierra Nevada, el Parque Nacional de Sierra Nevada es un gran espacio natural, consagrado en 1989, otro parque que es uno de los re-ductos de montaa ms asombrosos de Espaa. El entorno que constituye el par-que es un injerto de alta montaa en una

    Sierra Nevada

    Rio Poqueira (Alpujarra)

    54

  • Parque Nacional Sierra Nevada

    Sierra Nevada en invierno

    Ailanthus altissima - Sierra Nevada

    55

  • Lavadera de la Reina - Sierra Nevada

    56

  • Andaluca de clima mediterrneo o con-tinental hmedo, con ciudades de altura y montaa como es la propia Granada y su reino que naci y creci en las faldas de estas mismas montaas. El paisaje es todava ms abrupto incluso que el astu-riano: cumbres de ms de 3.000 metros de altura, destacando sobre todo el pico Mulhacn de ms de 3.400 metros. Casi como un espejo, la zona fue tierra glaciar durante el ltimo gran enfriamiento del planeta, con las correspondientes lagu-nas residuales, como la Laguna de Altera a unos sorprendentes 3.146 metros de altura.

    El pie humano slo pisa en los va-lles de las partes menos altas, siguiendo el modelo demogrfico habitual de pue-blos que viven del ganado, la explotacin forestal y ahora tambin el turismo rural y natural. De ah su validez como desti-no: pocas veces habr en Espaa parajes donde se pueda desarrollar una econo-ma sostenible dedicada por completo a la alabanza de lo natural, un entorno que slo representa el esqu para una parte determinada de la poblacin, pero no para la gran mayora, que sabe que Sierra Nevada es la tierra del senderismo, del trekking anglosajn reconvertido para unir muchos otros aspectos paralelos, como el alpinismo y el parapente.

    Si se es mucho ms sibarita de la biologa, en pocos sitios se pueden encontrar jabales salvajes, zorros, tejo-nes, lirones, jinetas, cabras montesas justo la fauna que habra en una zona europea o norteamericana de conferas y

    57

  • montaa. Cohabitan comadrejas, topillos comunes y nivales, y las majestuosas rapaces como el buitre leonado (es una de sus reservas en Espaa), el acentor alpino o el guila real, que se sirven de estos pequeos mamferos como presa en peones y tajos. Tambin puedes ver especmenes de colirrojo tizn y choya pitirroja, carboneros garrapinos, los he-rrerillos, los arrendajos, el reyezuelo, las currucas y los pinzones comunes.

    Dada las notables condicio-nes climticas es Sierra Nevada tierra de flores, con cerca de 2.100 del total de 8.000 catalogadas en la pennsula (Canarias va a parte, por su particular clima y geografa), con al menos unas 65 especies autctonas. Una de ellas es la Estrella de las Nieves. Tambin es zona de pastos de alta montaa, adems de presentar numerosos pinares, encinares, sabinares o restos de bosque medite-rrneo en las cotas ms propicias. La climatologa y la diferencia de altitudes han posibilitado que crezca los bosques de hoja caduca compuesto por robles melojos, arces, cerezos silvestres y casta-os. Estos bosques cambian la fisonoma del paisaje a lo largo de las estaciones; durante el otoo comienzan a perder las hojas y son los colores ocres los que pre-dominan; con la llegada de la primavera y el resurgir de los nuevos brotes, se ins-talan los verdes intensos. Ya en los pisos ms bajos se encuentran encinares como los Montenegro y, por ltimo, el bosque de ribera que acompaa el cauce de los ros. Desde la montaa al mar, desde la naturaleza al esqu. Todo unido. l

    Sierra Nevada

    Parque Nacional Sierra Nevada

    Teleferico Arribando - Estacion Barinitas

    58

  • Zorro de Sierra Nevada

    Valle serrano en otoo

    Sierra Nevada - Conguillio

    59