REVISTA DIEZ, NÚMERO 85

DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.

Contenido

3.– CHICA DE DIEZ: AMMY

6- EDITORIAL:

Feria 2011.

7.– ZAGUÁN:

ARENILLA: San Caralampio ¡el mero tatón!

19– PATIO:

Isaac Isräels, en Comitán.


29.– BALCONES:

Casa de Citas

La realidad y el deseo.

Autor: Héctor Cortés Mandujano.

37.– CORREDORES:

Un ―retrato‖ de familia.

43.– SITIO:

Los osados ―toreros‖ de la política y su

ingrato quehacer.

Autor: Julio César Avendaño Tovar.

50.– ACTUALIDADES.

57.– MOJOL.


Revista catorcenal, hecha en la tierra de los cositías con la bendición de Tata Lampo.

Editor responsable: Alejandro Benito Molinari Torres

Contacto: [email protected]


Comitán, ciudad que habla de vos


EL LUGAR IDEAL PARA DISFRUTAR LO MEJOR

DE LA VIDA

CENTRO TURÍSTICO

LOS ROBLES CHUCUMALTIC

Alberca y chapoteadero.

Tina de masajes.

Restaurant—bar.

Paseos a caballo.

Senderismo.

Área de camping.

Espeleoturismo.

Ingreso para nadar en la Laguna

Chuculmatic (buceo y snorkel).

Kilómetro 3.5

Carretera que conduce al Balneario

San Francisco Uninajab.

Informes:

TELS: 01 963 63 2 28 74 Y 9635963006






Reina Expo Feria Comitán 2011

Fotografía: Cortesía de H. Ayuntamiento.

El pueblo mexicano es ritual y

fiestero por naturaleza, por

legado histórico y social.

La mayoría de los mexica-

nos es católica. Por esto, en los

pueblos se celebran a los san-

tos patronos.

Santo Domingo de

Guzmán es el Patrono de Co-

mitán y su fiesta se celebra en

los últimos días de julio y pri-

meros de agosto. En esta oca-

sión se conmemorará del 29

de julio al 7 de agosto.

Los comitecos -a la usan-

za antigua– ―estrenan muda‖

y barren la casa para esperar

a los invitados. Los sonidos

maravillosos del tambor y pi-

to, los estruendosos de los co-

hetes y los delicados y añora-

dos de la marimba se descuel-

gan y se derraman por todos

los patios, todas la calles y to-

dos los corazones de los habi-

tantes de este mágico pueblo.

La Expo Feria Comitán

2011 es un feliz pretexto para

vivir la maravilla que es esta

tierra.






Existen santos milagrosos en muchas par-

tes del mundo. En Comitán, el Niñito

Fundador le anda pisando el talón a San

Caralampio, pero (juran los fieles) nunca

lo alcanzará. Tata Lampo está considera-

do como el mero tatón; tal vez por esto El

Tatic, don Samuel Ruiz García (que en

gloria de su Dios esté) se hincó ante su

imagen colocada en el atrio y los fieles co-

locaron la fotografía que consigna el acto

en capilla anexa a la nave principal del

templo.

El templo de San Caralampio es la

―aduana religiosa‖ entre la zona tojolabal

y la zona comiteca. Si alguien, en la maña-

na, se sienta en el graderío del atrio del

templo puede ver cómo el movi-

miento es intenso. Decenas de tojo-

labales pasan frente al templo con

rumbo al centro de la ciudad

(algunos se hacen el tiempo y suben

a encomendarse con Tata Lampo).

Por la tarde se repite el mismo ri-

tual, a la inversa. Los tojolabales re-

gresan a sus casas, en una caminata

que rememora el éxodo; son hom-

bres que siempre están en búsqueda

de la tierra prometida. A Comitán

llegan a vender gallinas, jolotes y

verduras, regresan con otros objetos

y artículos necesarios para sus ca-

sas. El barrio de El Cedro es ―la

aduana comercial‖. Ahí, en esa fron-

tera se detienen muchos por la ma-

ñana y ya no van más allá. Por esto,

en El Cedro hay muchas tiendas,

muchas cantinas y algunos prostíbu-

los disfrazados. Quienes son seduci-

dos por lo que les ofrece El Cedro ya

no alcanzan la bendición de Tata

Lampo y por esto acaban su paga y

quedan bolos, tirados a mitad de la

banqueta.

Las mujeres tojolabales que ca-

minan frente al templo visten sus

blusas blanquísimas con bordados

multicolores. Es como si las flores de

sus huertos se les fueran pegando,





conforme caminan, conforme quitan la maleza o las cortan para ofrecerlas a la

virgen. ¡Ellas mismas son la mejor ofrenda para el santo! Llevan a sus hijos de

las manos, ellos todavía visten su ropa tradicional; conforme crezcan la irán

desechando. Las adolescentes de esas regiones cambiarán los caites por botas

asfixiantes que llegan hasta la rodilla; trastabillarán con las zapatillas de taco-

nes puntiagudos, se enredarán en las banquetas de laja y caminarán como

güets recién nacidos. Los colores dejarán el nido de sus blusas y subirán a sus

rostros y a sus cabellos y las muchachas se pintarán los labios como achiote y





los ojos como pluma de guacama-

ya y llevarán extensiones y rayi-

tos color cielo tormenta; de sus

bolsos sacarán el celular

(blackberry, con carátula color ro-

sa) y enviarán mensajes con foto-

grafías o videos.

Los tojolabales suben para

llegar a San Caralampio, los

cashlanes bajan a La Pila, bajan

desde El Centro, desde Santa Te-

resita, desde Guadalupe. Bajan,

igual que bajaban los antiguos

burreros para cargar el agua.

Ahora, dicen los cashlanes, bajan

para ―cargar las pilas‖. Y es que

San Caralampio tiene fama de ser

rete milagroso y la gente sigue co-

locando su fe en sus manos, esas

manos que siempre están juntas

en oración permanente. Los cre-

yentes sólo lo imitan: se hincan y

juntan las palmas de las manos y,

en la misma posición del santo,

piden. Los tojolabales piden por

sus cosechas, por sus animalitos y

por la salud de ellos y de sus fa-

miliares, es ―el costumbre‖; los

cashlanes no tienen animales ni

tienen cosechas, por esto piden

para que el santo les dé bendicio-





nes en forma de dinero. Lo único que une a es-

tas dos clases sociales es ¡la salud! El santo es

especialista en curar enfermedades del cuerpo y

del alma. En muchos santuarios de México exis-

ten paredes llenas de retablos (ex votos) donde

los creyentes agradecen los milagros recibidos.

En el templo de San Caralampio es ―otro el cos-

tumbre‖; acá la gente (además de colocar

―milagritos‖ de metal, que se compran en cual-

quier tienda) acostumbra donar fotos persona-

les de la persona que fue objeto de la bendición;

como si fuese un estudio fotográfico ¡hay cientos

de caritas! Tal vez en la parte

posterior de la foto existe algo

escrito que da cuenta del favor

recibido y del nombre de quien

lo recibió. Quienes se acercan a

la capilla anexa no encuentran

más que rostros, muchos rostros

de gente que corrobora la gene-

rosidad de Tata Lampo.

En todo el templo hay imá-

genes del santo por todas par-

tes. Está la principal ¡de bulto!

en el altar; pero también está en

el anexo, adentro de una vitrina

que contiene ―santitos‖ para

venta, hechos de yeso o de ma-

dera (cada vez hechos de forma

más jodida. ¡Ah, dónde aquellas

imágenes maravillosas salidas

de las manos de la Tía Meche

Pinto de Bermúdez!). En el mis-

mo anexo existe una fotografía

antigua, en blanco y negro, con

un marco dorado, que muestra

a un San Caralampio con un go-

rro semejante al kipá que usan

los judíos, en lugar del aro con

reflejos dorados que tiene la

imagen actual. Asimismo se ad-

vierte la imagen del santo en el

vitral del centro de la fachada

(vitral que fue recuperado des-

pués de que el original sufrió

deterioros en un incendio en fe-





cha pasada reciente. Pero, tal vez, tal vez, la imagen más bella sea la que está

grabada en bronce sobre la campana principal que data del año 1895 (la cam-

pana consigna los nombres de los donantes: Maclovio y Bernardino Avendaño,

Franco Albores y Cristóbal Domínguez). El San Caralampio del vitral es quien

recibe a todos los feligreses, es el que siempre está pendiente de sus hijos tojo-

labales y cashlanes que caminan, presurosos por el parque; es el que siempre

está pendiente de que la ceiba no deje de llenarse de hojas; el que mira a las

parejitas que se echan sus fajecitos en las bancas del parque. Pero, el que está

en la campana es el que está más cerca del cielo; el que, a través del sonido de

carrizo metálico, bendice a todo el valle. Es el menos visto, ¡es el San Caralam-

pio del Tibet! Nadie le coloca veladoras, nunca tiene flores, le pega el aire y la

lluvia, tal vez por esto ¡es el más misericordioso! (los viejos del barrio reco-

miendan que cuando la pena es muy grande, en lugar de entrar al templo, el

creyente debe hincarse en la parte alta del atrio y mirar hacia el campanario y

pedir, con toda el alma, a la imagen que está en la campana. Aseguran que

cuando la campana toca ¡el santo está avisando que la buena nueva está por

llegar!).


Las cajitas de Molinari





Pues no son los girasoles

de Van Gogh, pero ¡qué

tal florecen!



No, hombre, no dije que

soy Pacquiao, dije que

estoy madreado.



...y entonces caperucita azul preguntó:

―Abuelita, abuelita, ¿por qué tienes tantos

candidatos?‖.

―Ay, hijita, es que hasta Elba Esther anda

coqueteando con Ebrard. Hay que echarle

montón‖.



¡Dios mío, que se apure

este pinche fotógrafo,

porque ya me anda por

hacer del uno!



¡Ah, chingar, ya me

robaron el piano!



Hmmm, ¡no! De plano,

ninguno de estos periódicos le

llega a los talones de la DIEZ.







Teléfono: 01-963-6326661

e-mail: [email protected]

www.universidadmnr.com.mx







Desde Calles peligrosas (Means Streets,

1973) he visto una a una, casi sin excep-

ción, cada película que dirige Martin

Scorsese. Conozco su cine bastante bien

y he leído libros sobre su obra. Por él

comencé a admirar a Robert de Niro

(que actúa prodigiosamente en Ca-

lles…), aunque ahora se haya converti-

do en una caricatura de sí mismo.

Me hizo reír, por eso, la mención

sobre él en una comedia romántica, con

elenco solvente: Kate Winslet, Jude

Law, Jack Black y Cameron Díaz (actriz

de Martin en Gangs of New York), cuyo

personaje se dedica a hacer avances de

películas en El descanso (The Holiday,

2006, dirigida por Nancy Meyers) y dice

a uno de sus asistentes: ―Usa en los títu-

los un rojo alegre, no un rojo Scorsese‖.

***

En Rey de corazones (Roi de Coeur,

1966, dirigida por Philippe de Broca),

una comedia bien llevada sobre la ocu-

pación alemana en un pueblo de Fran-

cia, hay una parábola acerca del absur-

do que es la cordura. Cuando todos han

huido porque va a estallar el arsenal

que dejaron los nazis, por un error que-

da abierta la puerta del manicomio. Los

locos toman las calles y se disfrazan ex-

travagantemente para habitar el pueblo

abandonado. Ayudan al inútil enviado

—un instructor de palomas mensaje-

ras— a desactivar las bombas y, cuando

el peligro ha sido conjurado, se van des-

nudando de sus ropajes para volver a

vestirse de locos y encerrarse por volun-

tad propia en el manicomio. Es mejor

ese mundo que el de afuera.

***

Harold Bloom, gran crítico norteameri-

cano, sólo incluye en Genios, un mosaico

de cien mentes creativas ejemplares

(Anagrama, 2005) a poquísimos, seis, es-

critores en español: Miguel de Cervan-

tes Saavedra, Alejo Carpentier, Octavio

Paz, Federico García Lorca, Luis Cer-

nuda y Jorge Luis Borges.

Dice Bloom de Cernuda, poeta sevi-

llano de la generación del 27 (p. 724):

―Obcecado, enemigo irredento de todas

las ideologías y todas las creencias, Cer-

nuda es un ejemplo extraordinariamen-

te intenso de integridad poética […]

Ningún otro poeta del siglo XX y de ge-

nio equiparable fue tan solitario como

este poeta exilado. No tenía otra vida

que su poesía; si el arte de la poesía tie-

ne santos propios, como Dickinson y

Paul Celan, Cernuda es uno de ellos‖.

Antes, reconoce que Cernuda ―no

ha encontrado un público‖, porque su

desconexión de grupos, su

―negatividad‖, su desinterés en la defen-

sa de causas sociales y demás modos de

atraer al público lo llevaron (p. 726)





―hacia una poesía pura, de pocos lecto-

res‖. Sin embargo, ha tenido hace no de-

masiado (ya muerto, claro) dos homena-

jes en la canción popular; en uno, Joa-

quín Sabina ha variado una letra para

nombrar una de sus canciones (―Donde

habita el olvido‖, en 19 días y 500 no-

ches, 1999) con el título de uno de los

poemarios de Cernuda: ―Donde habite

el olvido‖ (1932-1933), que en su mini

prólogo dice (p. 89): ―Las siguientes

páginas son el recuerdo de un olvido‖; y,

en otro, Joan Manuel Serrat compuso,

con permiso de los herederos de Cernu-

da, una canción muy paralela al poema

―Te quiero‖, de su libro ―Los placeres

prohibidos‖ (1931). La llamó Serrat

―Más que nadie‖ (en Sombras de la Chi-

na, 1998).

Dice Cernuda:

Te quiero.

Te lo he dicho con el viento,

Jugueteando como animalillo en la

arena

O iracundo como órgano tempes-

tuoso.

[…]

Pero así no me basta:

Más allá de la vida,

Quiero decírtelo con la muerte;

Más allá del amor,

Quiero decírtelo con el olvido.

Dice Serrat:

Que te quiero como nunca te han

querido,

te lo he dicho recreándome en la

suerte,

más allá de la vida con la muerte,

más allá del amor con el olvido.

Cernuda decidió reunir todos sus

poemas y poemarios en un solo libro: La

realidad y el deseo (RBA, 2001), de don-

de te regalo lector, lectora, algunas lí-

neas magistrales: ―Qué ruido tan triste

el que hacen dos cuerpos cuando se

aman,/Parece como el viento que se me-

ce en otoño/ Sobre adolescentes mutila-

dos‖ (de ―Qué ruido tan triste‖, p. 71);

―Tu recuerdo, como el de ambos as-

tros,/ Basta para iluminar, tú ausente,

toda esta niebla que me envuelve‖ (de

―Qué más da‖, p. 80);

―El amor nace en los ojos […]/ La

mirada es quien crea,/ Por el amor, el

mundo,/ Y el amor quien percibe,/ -

Dentro del hombre oscuro, el ser divi-

no‖ (de ―La ventana‖, 242);

El último poema del libro está dedi-

cado, y así se llama, ―A sus paisanos‖, y

es duro, áspero, confrontante (p. 371):

―No me queréis, lo sé, y que os molesta

cuanto escribo […]/ Pero aguardáis el

día cuando ya no me encuentre/ Aquí. Y

entonces la ignorancia,/ La indiferencia

y el olvido, vuestras armas/ De siempre,





sobre mí caerán, como la piedra,/ Cu-

briéndome por fin‖.

Los versos de Cernuda comienzan

invariablemente con mayúsculas. Du-

rante mucho tiempo ese fue el distintivo

en el inicio de cada línea poética; inclu-

so, por ello, hay un estilo de letras que

se llama versales (se usan mucho en edi-

ciones, sólo son mayúsculas y su nombre

es una derivación de la palabra verso),

con su complemento llamado versalitas

(que suponen las minúsculas, menores

en tamaño, con la grafía de las mayús-

culas).

Cernuda, vivió un tiempo en Méxi-

co (murió aquí en 1963) y dedicó

―Limbo‖ a Octavio Paz. Éste, en su li-

bro homónimo (Octavio Paz, Ediciones

de Cultura Hispánica, 1989), que recoge

las sesiones que en su honor dedicaron

escritores, críticos, filósofos españoles en

Madrid (del 9 al 12 de mayo de 1988),

dice de Cernuda (p. 90): ―En él encontré

lo que un poco después iba a encontrar

también en el surrealismo: autenticidad,

una voz fatal que a mí me parece funda-

mental. Un poeta, en cierto modo, no es

dueño de su palabra. El poeta, el verda-

dero poeta, es impersonal […] encontré

el signo distintivo de la verdadera poe-

sía, la perfección y la fatalidad en el de-

cir‖.

***

El libro Octavio Paz propone una lectu-

ra crítica de varios de sus libros. Blas

Matamoro habla del ensayo de Octavio

Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas

de la fe (p. 22-23): “Octavio entreabrió a

la monja bella y sabihonda (quiero de-

cir, sabia en honduras) y penetró en ella,

por un momento que ambos intentaron

prolongar todo lo posible, fueron una

misma entidad: Juana Inés de la Paz-

Octavio de la Cruz‖.

Fernando Claudín aborda la crítica

continuada de Paz hacia los sistemas to-

talitarios y lo cita (p. 65): ―El marxismo,

ha sido, contradictoriamente, un pensa-

miento crítico y una ortodoxia. En la se-

gunda mitad del siglo XX ha cesado de

ser crítico y se ha convertido en un dog-

matismo pseudorreligioso. Nos ayudó a

pensar libremente y hoy es un obstáculo

que impide la libertad de pensamiento‖.

El propio Paz contesta una pregun-

ta en el coloquio y se refiere a que la po-

sibilidad de denuncia o de desacuerdo

con los hombres en el poder sólo se da

en el respeto de la dignidad humana, en

la democracia (p. 70): ―Me doy cuenta

de que en el caso de Gandhi —al que

admiro en muchos aspectos— su no vio-

lencia fue posible gracias a que había

instituciones democráticas en Inglate-

rra. Por más corrompido que fuese el

dominio imperial sobre la India, había,

de todos modos, una posibilidad de li-

bertad. En la Unión Soviética esos movi-



mientos hubieran sido reprimidos. No sé

si será anécdota o será verdad, pero

cuentan que Stalin le dijo a Churchill

cuando se habló de Gandhi: ‗¿Y por qué

no lo fusilan?‘ ‖

Antonio Colinas dice que (p. 81) ―en

el verso de Paz proviene el hecho de que

en él se dé un poeta con una gran capa-

cidad de síntesis —un poeta tantas veces

cercano al silencio— y, a la vez, los ma-

yores excesos y lujos verbales‖. Cita co-

mo ejemplo este verso Paciano: ―Hora

nula/ cisterna donde mi pensamiento/ a

sí mismo se bebe‖.

Fany Rubio refiere una de las varias

salidas extraordinarias de nuestro José

Emilio para hablar de ―Piedra de sol‖,

uno de los grandes poemas de Paz (p.

83): “Sirvan de ejemplo las palabras

que el escritor hispanoamericano José

Emilio Pacheco escribió a propósito de

Piedra de sol: ‘Tengo tres ejemplares:

uno para leer, otro para releer y el últi-

mo para ser enterrado con él‘ ‖.

***

La escena de No me abandones (Never

Let Me Go, 2010, dirigida por Mark Ro-

maneka), donde dos amigas pasan parte

de la noche juntas recordando el pasa-

do, me hizo pensar en una escena que en

la vida real viví con mi papá. Él, años

enfermo, me hizo llamar el día que lo in-

ternaban por enésima vez. Pensé que

sólo quería una visita mía, pero cuando

llegué a verlo me pidió que lo acompa-

ñara a pasar la noche porque pensaba

que era la última que pasaría vivo.

Quería morir conmigo. Tomé su mano y

conversamos todo el tiempo. No tengo

mucha idea de qué; me quedó una sen-

sación de paz, de fraternidad comparti-

da (a mí eso de padres e hijos no se me

da mucho y el mío fue sucesivamente

padre, hermano, amigo, hijo). Ya salía el

sol cuando le dije:

—Bueno, papá, parece que todavía

le queda cuerda, de modo que nos vere-

mos más tarde o mañana.

La cinta, por cierto, es una conver-

sión afortunada de la novela que con el

mismo título escribió Kazuo Ishiguro; el

hombre es de veras un gran novelista y,

al margen de otras, me parecen prodi-

giosas Pálida luz en las colinas y Los res-

tos del día (también vuelta película, que

a mí no me gustó porque vuelve obvia la

sutileza del libro, llamada en México Lo

que queda del día).

Contactos: [email protected]







La historia es muy sencilla: Ariel Silva

llegó a Comitán para realizar una serie

de fotografías. Él es integrante del

equipo de artistas que coordina el pro-

yecto histórico fotográfico Retratos de

familia, diversidad de la familia chiapa-

neca en el siglo XXI.

Él fue comisionado para realizar el

registro fotográfico de las zonas de Co-

mitán, Tzimol, La Independencia…

Otros fotógrafos fueron encargados de

hacer las tomas en diversas regiones

de Chiapas.

El proyecto dará una visión artís-

tica y sociológi- ca de la reali-

dad de la f a m i l i a .

Fotografía: Ariel Silva





Ariel vino a pepenar la luz de las

familias comitecas. Con unas cuantas

imágenes trató de sintetizar el carácter

y la personalidad de la familia chiapa-

neca; decir cómo somos en este año

2011 para que en el 2045 los comitecos

de entonces tengan elementos para con-

frontar los instantes.

Ariel tuvo un pequeño tropezón.

Una mujer cuestionó la veracidad de su

encomienda y mandó a llamar a un pe-

riodista y a la policía, dándole un trato

de delincuente. ¡Ah, comiteca tenía que

ser! Bastaba con haber dicho ¡no! a la

propuesta de tomarse la foto, pero ¡no!,

insistió en hacerlo un tango. Pobre, no

supo que si hablamos de vos no signifi-

ca que seamos argentinos. Pero, Ariel

no se arredró, sabe que su oficio no es

sencillo. Antes, en la comunidades indí-

genas existía el prurito de que un fotó-

grafo robaba el alma del fotografiado.

Tal vez esa mujer pensó lo mismo.

¡Pobre, le hubiera ido bien con la foto-

grafía, porque así su alma habría teni-

do oportunidad de invocar una nueva!

En fin. Ariel, después de esta pequeña

piedra, caminó orgulloso por las ban-

quetas de laja de este pueblo y le tomó

el pulso al sol, al viento y al aire.

Un día de estos el proyecto que-

dará concluido y podremos ver, junto

con decenas de fotografías de familias

chiapanecas de otras ciudades, las foto-

grafías de las familias comitecas que, al

azar del destino, fueron elegidas para

representarnos.









En el terreno político siempre me ha

gustado escribir, teorizar, opinar, criti-

car, censurar, debatir, desde una

cómoda mesa en un café. Desde que

soy adulto jamás me ha gustado mili-

tar en partido alguno. De joven estu-

dié en Tuxtla Gutiérrez, milité y cola-

boré con la juventud priista de ese en-

tonces. Fui Secretario de Acción Políti-

ca en la planilla de Alberto Sánchez

Merchant.

También milité en la CNOP juve-

nil, que en ese entonces la encabezaba

César Augusto Santiago. No recuerdo

en qué instante de mi vida llegué a as-

quearme de la política. Y realmente la

alergia política que se apoderó de mí

no lo fue por posición ideológica sino

más bien por la mascarada de los polí-

ticos. Eso de que en cada saludo, en

cada apretón de manos, en cada sofis-

ticado gesto de adulación se sientan las

vibras negativas de la insinceridad me

causaba náuseas. Admiro los estóma-

gos que soportan la adulación y que

fingen creer en ella. Admiro esa capa-

cidad histriónica para mí en nada di-

gerible. Considero que esta actitud es

parte del juego político y siempre lo ha

sido, al menos en la política a la mexi-

cana. Reconozco también que aunque

la política puede en un momento dado

constituirse en lo más sucio que existe,

sobre todo en lo que se refiere a lealta-

des amistosas, es también un mal ne-

cesario (alguien tiene que entrarle al

toro). Si todos se asquearan como yo

del aspecto pragmático e interpersonal

de la política sencillamente dejaría de

existir este lucrativo ejercicio. Afortu-

nadamente hay espíritus hechos a la

medida para aguantar eso y mucho

más. Como para mí es insufrible estar

inmerso todos los días en esa activi-

dad, justifico que diputados y senado-

res se autodesignen sueldos galácticos.

La adrenalina y la bilis que segregan

unido al estrés que soportan es una

carga dura. Solamente el que lo expe-

rimenta en carne propia puede aquila-

tar esa constante tensión desgastante.

Aquí podríamos aplicar la frase aqué-

lla: ―aunque la jaula sea de oro, no de-

ja de ser prisión‖. Yo realmente aun-

que parezca locura, siento conmisera-

ción por ellos. Aunque desde el plano

material se logre alcanzar niveles es-

tratosféricos de enriquecimiento, des-

de el aspecto de libertad y salud espiri-

tual hay mucha zozobra.

La imagen de los políticos la rela-

ciono mentalmente con la de Pilatos:

este romano tenía un buen sueldazo,

un gran puesto con poder, riquezas,

etc., pero haber tenido que soportar y

ceder ante la presión de insensatos fa-

riseos, incluso en contra de su volun-

tad, y haberles tenido que seguir el

juego y dictaminar ―por simple políti-

ca‖ la muerte de Cristo ¿no es eso in-



sufrible? Si su esposa ya tenía pesadillas desde antes que

fuera sentenciado Cristo, ¿qué tipo de sueños tendría Pilatos

una vez hecha la toma de decisión en contra del Justo? En-

tre las tentaciones que tuvo Cristo se encuentra la de ver

desfilar ante sí la grandeza de las naciones al tiempo que es-

cuchaba la voz del Tentador que le decía: ―Todo esto te

daré‖. Actualmente resuenan en los oídos de quienes están

inmersos en la política la misma propuesta: ―Todo esto reci-

birás‖. Cabe reflexionar: ¿A cambio de qué? ¿De qué le sir-

ve al ser humano ganar al mundo si pierde su alma, su tran-

quilidad, su honor, su libertad espiritual? Sin embargo es

necesario que alguien le entre al toro… ¿o no?



Estamos llenos de cultura.

¿Cuándo venís a

Comitán a

llenarte de luz?

Consejo Ciudadano de Cultura Municipal




Honorable Ayuntamiento

de Comitán

y

Universidad

Mariano N. Ruiz

¿Te gusta escribir? El Centro Comiteco de Creación Literaria es

¡para vos! Ser parte del Centro no tiene algún costo económico. Lo

auspicia el Honorable Ayuntamiento de Comitán 2011-2012.

Sesionamos los miércoles en la sede del Centro, frente al Santuario del

Niñito Fundador.



¡Comitán levanta el papalote de la Expo Feria Comitán 2011!

Todo listo para la celebración.



CRÓNICAS DE ADOBE

Programa del martes 26 de julio de 2011.

Asistió el arqueólogo Gabriel Laló Jacinto, quien habló acerca del tema:

―Palabras y piedras que nos dan identidad‖.

En la foto: Julio César (El Muñeco), Gabriel, Paty y Jenny.

*******************************************

Todos los martes, de tres a cuatro de la tarde: www.imer.gob.mx



El ―tzatz‖ fue el platillo más solicitado en el cumpleaños de Francisco Flores Medina,

celebrado en días pasados.

La exquisitez fue galantería del Maestro Jesús Liévano, quien lo trajo desde

Simojovel, especialmente para la celebración.




―El espacio luminoso‖ reúne la obra poética publicada de Óscar Bonifaz.

Es una publicación de Coneculta-Chiapas, dentro de la Serie Confluencia.

El pasado viernes 22 de julio se hizo la presentación oficial en El Museo del

Café, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

¡Próximamente se hará la presentación en Comitán!




Martes 9 de agosto - Sala Manuel M. Ponce, Palacio de Bellas Artes



Dicen que en Comitán ¡hasta las banquetas le van al Verde!

Por eso las encuestas señalan a Luis Ignacio Avendaño Bermúdez como el

candidato más fuerte para el próximo trienio.

¡Pónganle clorofila a su savia!



Documents

REVISTA DIEZ, NÚMERO 85