ideario

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, por medio del Consejo Directivo 2012-2013 presidido por el Ing. Luis Zarate Rocha, se ha propuesto impulsar la “Comisión Nacional de Jóvenes Empresarios de la CMIC”, cuyo objetivo general es: Unir, formar y desarrollar a jóvenes empresarios de la industria de la construcción, para el mejoramiento personal, la transformación de la empresa, y el fortalecimiento de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

Esta Comisión constituye una respuesta eficaz para dar solución a muchos de los problemas que hoy aquejan a nuestra nación entera, ya que busca atacar de raíz dichos problemas a partir del reconocimiento de la responsabilidad que tenemos los empresarios de estar mejor preparados en todos los aspectos y de la generación desde la juventud, de auténticos líderes empresariales capaces de influir propositivamente en las decisiones trascendentales de nuestro país. Lo anterior se logrará conjuntando un grupo con alta adhesión e intereses comunes, cuyos integrantes estén convencidos de su labor en conjunto en favor del gremio, promoviendo entre los jóvenes una participación activa y propositiva para la solución de la problemática de nuestra sociedad

y fomentando el desarrollo y cumplimiento del compromiso que todo joven empresario tiene con su sociedad, concientizándolo de las necesidades y participando de una forma profesional en sus soluciones; todo esto dentro del marco de una integración plena y total en las actividades de la CMIC, de manera que se formen y proyecten sus futuros dirigentes, fortaleciendo así nuestra institución y nuestra industria. De esta manera, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción contribuye a la formación profesional y moral de los empresarios que llegarán a ser dirigentes, con el objeto de que cuenten con elementos para resolver los problemas cotidianos de la relación humana con sentido de la responsabilidad, examinar y estudiar a fondo la realidad social, económica y política, y así operar una filosofía empresarial que le sirva para orientar su acción.

Creemos en la empresa como la auténtica e insustituible base del desarrollo social y económico, de ahí la importancia del empresario como promotor de la dinámica que crea entornos adecuados para la humanización del trabajo, el logro de objetivos grupales e individuales, y el responsable de un desarrollo armónico de los factores productivos, cuya función primordial es la

optimización de recursos y esfuerzo humano con el fin de obtener bienes y servicios para elevar la calidad de vida de la sociedad en la que incide. Para esto, el empresario tiene que poner en práctica la creatividad, la constancia, la disciplina y la dedicación al proyecto de desarrollo y superación de los hombres, mediante la unión de esfuerzos, la productividad y la eficiencia de esquemas de producción y la dignificación de todos y cada uno de los entes involucrados en la superación de las condiciones que no resulten óptimas para este fin. Por todo lo anterior, consideramos que la propiedad privada, la libertad y la dignidad de la persona, el trabajo como proyección de la misma, el derecho de asociación, de credo y de opción política, y en general el bien común, son condiciones básicas para el crecimiento de nuestra sociedad.

A continuación presentamos el ideario de la Comisión Nacional de Jóvenes Empresarios de la Industria de la Construcción, como el conjunto de pensamientos e ideas en las cuales creemos y por las cuales luchamos y nos realizamos integralmente como seres humanos y como empresarios.

CAPÍTULO I

* PERSONA

CAPÍTULO II

* FAMILIA Y SOCIEDAD

CAPÍTULO III

* ESTRUCTURAS ORGANIZACIONALES

CAPÍTULO IV

* INICIATIVA DE LOS PARTICULARES

CAPÍTULO V

* EL TRABAJO

CAPÍTULO VI

* EMPRESARIO, EMPRESA Y ECONOMIA

IDEARIO

PERSONA

Ser inteligente y libre, compuesto de cuerpo y alma que se perfecciona por el conocimiento y el amor, buscando la verdad, obrando el bien, fundamentalmente regido por la ley natural.

Todos los hombres poseemos una misma naturaleza, así, existe una igualdad esencial o fundamental, esto implica que tenemos un mismo valor y dignidad radicales, por lo que contamos con los mismos derechos inalienables de la persona.

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CAPITULO I

Derecho a la vida, la libertad, y la seguridad de la persona.Derecho a la integridad física y moral.Derecho a los medios suficientes e indispensables para un nivel de vida digno.Seguridad en condiciones fortuitas como enfermedad, invalidez y viudez o naturales como vejez y en cualquier eventual pérdida de los medios de subsistencia por circunstancias ajenas a su voluntad.Derecho al debido respeto de su persona y a la buena reputación.Libertad religiosa, de conciencia y de pensamiento.

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Libertad de manifestar y defender sus ideas propias, derecho a la cultura y a tener una objetiva Información acerca de los sucesos públicos.Derecho a la educación y, en relación con ella, a la libertad de enseñanza, con la obligación de aprovecharlas al máximo de sus aptitudes y su aplicación para el bien de sí mismo y su comunidad.Derecho a la libre elección de estado y al derecho de fundar una familia.Derecho al trabajo, a la libre elección de oficio o profesión y a un salario justo.Derecho a la propiedad privada, incluyendo los bienes de producción.Derecho de reunión y asociación.Obligación de buscar libremente las mejores condiciones de vida y trabajo.Libertad de residencia, de circulación y emigración.Obligación a la participación activa en la vida pública.Derecho a participar personalmente en la consecuencia del bien común.Obligación de defensa jurídica de los propios derechos.Derecho a la nacionalidad.

El hombre, de acuerdo a sus habilidades y proyecto de vida, alcanza su condición de empresario, así las características que lo identifican son su capacidad de organización, acción y compromiso

• Ser emprendedor.• Deberá generar riqueza y distribuirla con justicia.• Integridad.• Buscar y luchar por conseguir sus metas.• Lograr un equilibrio entre autoridad y responsabilidad.• Capacidad de riesgo.• Espíritu de servicio.• Solidaridad.• Subsidiariedad.• Conciencia social.• Defender los valores del sector empresarial.• Formar opinión.

La paz social, la tranquilidad, armonía y el orden, se consigue cuando los organismos se enfocan a lograr el fin de las personas y de la sociedad misma. La convivencia humana requiere el respeto de las leyes, pero aún mas, del sentido ético, moral y de justicia y el recto ejercicio de la autoridad y el poder.

La autoridad es una necesidad social y debe ejercerse de acuerdo al derecho natural y a los principios éticos con el objetivo básico de armonizar y promover el ejercicio de las libertades y de las iniciativas resultantes de cada individuo que compone la sociedad, encuadrándose en un régimen de derecho y de subsidiariedad y solidaridad.

Como punto central de la justicia se encuentran los valores que en la sociedad sus instituciones, leyes, costumbres y tradiciones heredan, asimilan, transmiten y promueven para crear una cultura de desarrollo.

La sociedad así, buscando el bien común se erige como el conjunto organizado, garantizado y permanente de condiciones de orden moral, cultural, político, jurídico y económico, que permite a cada miembro alcanzar su perfección personal en el mejor logro de sus fines temporales y trascendentes.

FAMILIA Y SOCIEDAD

La familia se presenta como la célula primaria de la sociedad, entendida como la comunidad entre padres e hijos, y que tiene la gran responsabilidad de servir como satisfactora de las exigencias y necesidades básicas de la persona, influyendo definitivamente en la formación de los individuos, estableciendo su tabla de valores y desarrollando sus capacidades. La familia es la primera y mas radical manifestación de la sociedad humana.

Las acciones tendientes a fomentar, proteger y mejorar la institución familiar deben ser siempre respetadas, alentadas y apoyadas en el individuo.

La sociedad representa el complemento natural del individuo mediante el cual puede realizarse plenamente, mediante una convivencia estable de unidad y orden cuyo fin es el bien común, actitud de activa colaboración hacia el fin propio de la comunidad política y la suma de aquellas condiciones de la vida social, mediante las cuales los hombres pueden conseguir con mayor plenitud y facilidad su propia perfección.

El principio social y de subsidiariedad, rector de la iniciativa ciudadana, se compone de:

CAPITULO II

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La persona y las comunidades menores deben gozar de autonomía necesaria para poder realizar por si mismas los fines y las actividades que son capaces.

Las comunidades superiores deben ayudar a la iniciativa particular de cuantos se desenvuelven bajo su autoridad, sin destruirlos ni absorberlos y deben suplir las deficiencias de las personas y de las comunidades menores, en cuanto a que su capacidad resulte insuficiente para promover el bien común.

Por lo anterior, la iniciativa debe tener un alto sentido social y el estado no deberá limitar su acción con perjuicio del resto de la comunidad, por lo que es indispensable la participación de todos en libertad, responsabilidad y armonía.

La sociedad debe respetar, de manera fundamental, los derechos humanos, y los organismos a los que el empresario pertenece, deberán además promoverlos y vigilarlos.

ESTRUCTURAS ORGANIZACIONALES

El estado representa la integración de la sociedad humana, soberana y libre, establecida en un territorio y regido por un gobierno dotado de poder conferido por la sociedad bajo un orden jurídico, que tiende a la realización de los valores individuales y sociales de los individuos, promoviendo el bien común.

La división de poderes, el equilibrio y la dignidad de los componentes del estado y el respeto a las garantías individuales, establecidas en la Constitución de la República, son fundamentales para lograr armonía en nuestro país.

Las instituciones educativas proporcionan la educación que es un deber y un derecho del hombre, indispensable para su realización y debe no solo recibirla, sino aplicarla, mejorarla y transmitirla.

La educación inicia en el seno familiar como responsabilidad primaria de los padres y posteriormente en las instituciones que suplementan y enriquecen esta labor.

Educación, así, queda comprendida como el complemento de la formación humana que tiene

CAPITULO III

congruencia con la moralidad familiar, el desarrollo y encausamiento de los potenciales del individuo, apoyo en la formación del carácter, conocimiento de la cultura nacional y universal, promoción del crecimiento personal e integrar adecuadamente a los componentes de la sociedad en un mundo cada vez mas competido.La empresa representa el órgano básico del orden económico, ya que organiza el trabajo del hombre de manera que le permita la subsistencia decorosa y el propio desarrollo de su familia, por el trabajo productivo y el ejercicio de la iniciativa personal. Es, así mismo, el núcleo básico de generación de riqueza y la satisfactora de necesidades materiales del hombre.

Las sociedades auxiliares o intermedias se constituyen y actúan como organizaciones que pretenden alcanzar el bienestar y mejores condiciones de trabajo y de vida para sus agremiados y para la sociedad en su conjunto; posibilitan el desarrollo de la sociabilidad de sus participantes, los preparan para la interacción con otros semejantes o contrarios a sus principios y objetivos, defienden responsablemente sus libertades y derechos y asumen las responsabilidades en ellas depositadas.

Sirven también en la defensa de intereses legítimos, satisfacción de necesidades, solución a problemas

comunes y en muy especial forma en la representación ante autoridades e interlocución con el estado y con otras sociedades.

Para cumplir sus fines, requieren independencia y autonomía, y cuentan con la posibilidad de unión entre éstas para, entre otras funciones, servir, formar, comunicar, representar y defender a los diversos factores de nuestra sociedad.

Sociedades profesionales, gremiales y empresariales, surgen fruto de la iniciativa y libertad ya sea por la diferenciación de profesiones u oficios o por la necesidad de complementarlos y para lograr la superación humana e intelectual de sus miembros y el desarrollo técnico y científico de cada rama del quehacer humano, a fin de que cumplan cada vez en mayor medida y calidad con su función ante la comunidad.

Los sindicatos de patrones o trabajadores no resultan indispensables para el funcionamiento de las empresas ni para la protección de los trabajadores, son sociedades socio-económicas, no políticas ni religiosas, que pretenden mejorar el entorno social unificando esfuerzos y recursos para el beneficio de grupos cada vez mas grandes de nuestra sociedad.

Sindicato y empresa no son enemigos, no se oponen. La lucha de clases no solo lesiona los objetivos de la empresa y del sindicato, sino que perjudica al trabajador en su realización personal.

Son objetivos propios de los sindicatos:

• El desarrollo integral de sus miembros en su trabajo.• La promoción socio-económica y humana.• El mejoramiento de las condiciones laborales.• La defensa de intereses legítimos.• La búsqueda de remuneraciones justas.• Propiciar la participación responsable de sus agremiados.• Y buscar siempre la personalización y la promoción de las capacidades naturales y propias del individuo, como contribuidor del bien común.

INICIATIVA DE LOS PARTICULARES

La iniciativa personal es un derecho para pretender lograr desarrollar las capacidades, satisfacer las necesidades, procurar los legítimos intereses y lograr las mas diversas aspiraciones, jugando un papel preponderante en la economía y la apreciación de los valores del espíritu, la cultura, la educación, el civismo y la grandeza moral de un pueblo.

La libertad de emprender es símbolo sin equa non para lograr la autorrealización y la madurez del individuo.El ciudadano debe participar activamente en la vida pública y colaborar así en el progreso nacional en todos los campos, económico, cultural, social o político, según sus habilidades y características propias.

Una de las mas nobles tareas del estado consiste en reconocer, promover, estimular y proteger la acción de la iniciativa privada en todos los campos del saber humano en orden a la consecución del bien común.

En el sector económico, la iniciativa se compone por todos aquellos que producen o prestan un bien o servicio útiles, de calidad y cumpliendo con los límites que impone la moral, el derecho justo y las exigencias del bien social.

CAPÍTULO IV

La confianza que las instituciones, tanto gubernamentales como empresariales, logren establecer entre la población, incidirá necesariamente en la iniciativa de los particulares, de tal forma que logren establecer las políticas económicas, para que el estado pueda entonces armonizarlas, de acuerdo a un realismo económico donde el Estado intervendrá directamente solamente en forma temporal y de acuerdo al principio de subsidiariedad y cuando la acción de los particulares sea insuficiente para resolver la problemática imperante o cuando las necesidades básicas o imperiosas de la economía no sean cubiertas adecuadamente.

Las diversas organizaciones empresariales, además de sus finalidades al servicio de los particulares asociados, tienen la responsabilidad de contribuir, según su modalidad, en la promoción del bien común. Por lo tanto su quehacer tiene dos dimensiones: El bien de las empresas o personas asociadas y la participación en la sociedad. Esta participación está directamente relacionada con los ámbitos económico y social, que a su vez, por si mismos, tienen relación con lo político.Lograr la redistribución del ingreso, previo cobro de impuestos justos, equilibrar el desarrollo económico entre los sectores industrial y agrícola, ampliar los servicios públicos, la organización de sistemas eficaces

de producción, la preocupación por lograr niveles adecuados de empleo, la defensa del salario justo, el fomento de los organismos intermedios y el acceso general a la educación y la cultura, son responsabilidades que implican la integración del sector productivo o empresarial y del gubernamental para su cumplimiento.

EL TRABAJO

Con el trabajo, el hombre provee su subsistencia, promueve las ciencias, la técnica y su proyección material, cultural y moral. Representa el esfuerzo por mejorar sus condiciones de vida. Es una representación de la persona, en sentido estricto, se ubica en la economía, pero conserva siempre una dimensión ética, social, psicológica y espiritual, aprovechando los recursos de la naturaleza para satisfacer sus necesidades.

En la actualidad, la racionalización, humanización, eficientización y productividad en el trabajo nos permitirá aspirar a mejores expectativas de desarrollo social y obtener mayores beneficios en todos los niveles de la población.

Todas las actividades relacionadas con el trabajo, merecen una dignidad indeclinable ya que están orientadas a servir a la realización de los valores humanos, contando con elementos materiales, maquinaria y tecnología que el hombre utiliza, transforma, inventa, descubre y disfruta.

La división del trabajo, especialización y capacitación se imponen para lograr una mayor eficiencia que

CAPÍTULO V

permitirá alcanzar los fines específicos de cada trabajo. Esta es la raíz misma de la productividad.

La remuneración por el trabajo debe ser justa, promoviendo que cada quien contribuya al desarrollo de la empresa y de sus propias potencialidades. La forma de establecer ésta, debe garantizar la subsidiariedad efectiva, la solidaridad nacional y el progreso y seguridad futuros.

La propiedad privada y el trabajo son realidades complementarias e inseparables, la ética y la moral se aplican a su realización y el derecho positivo debe proteger la relación laboral en orden al fin social y económico del trabajo.

El hombre enriquece su personalidad con el arraigo a la nación, y con su trabajo coadyuva al bien común de su país, legando así condiciones cada vez mejores a las generaciones siguientes.

La interdependencia es una realidad económica mundial, la globalización de los mercados, la apertura comercial y el establecimiento de esquemas de desarrollo regionales aporta la dinámica que requiere cada nación para su progreso, ubicándose en los tipos de actividad económica mas conformes a su desarrollo

tecnológico, sus características y circunstancias y el condicionamiento resultante de niveles salariales y de vida, y el aprovechamiento de todos y cada uno de sus recursos.

EMPRESARIO, EMPRESA Y ECONOMIA

La responsabilidad del empresario y la empresa interesada en su sociedad, así como el de la macroeconomía de un país tienen el fin de optimizar los recursos humanos y materiales con que cuentan, utilizando su habilidad para satisfacer cada vez mejor las necesidades de la humanidad, aumentar la riqueza. Lograr el mayor bienestar general, contribuir al progreso integral y al desarrollo económico y social en forma armónica.

Tener acceso a la propiedad privada es un derecho propio del ser, que facilita y propicia el cuidado de la propia integridad, la libertad de acción y de emprender; la autonomía, la superación y plenitud personales; y la seguridad y promoción de la familia, al permitir formar y heredar un patrimonio.

Toda propiedad privada tiene una responsabilidad social, de acuerdo a su tipo y características, y el cumplimiento de la misma corresponde a su propietario de manera libre y debiendo ser responsable de sus decisiones para su debida aplicación en actividades productivas.

CAPÍTULO VI

La empresa es el resultado de la creatividad, iniciativa y libertad de los individuos y busca satisfacer todo tipo de necesidades, organizando y coordinando esfuerzos y recursos para la producción de esos bienes y servicios; colabora de manera primordial al desarrollo socioeconómico de la sociedad. Es su responsabilidad incrementar sus índices de productividad y generar el óptimo valor económico agregado a su producción, distribuyendo la riqueza generada entre todos los factores de la cadena productiva.

Emprender es promover o crear empresas, ampliarlas y transformarlas, adaptándolas a los continuos cambios de las necesidades sociales, aceptar los riesgos y saber aprovechar las oportunidades para dirigir, planear y organizar en función a toma de decisiones que produzcan resultados positivos para el desarrollo de la empresa y el cumplimiento de su misión.

La participación y crecimiento en el trabajo debe lograr la asignación de actividades en las áreas y materias propias de la competencia del individuo, para que su contribución sea real, relevante y permita armonizar mejor su iniciativa con la dirección de la empresa.

La generación de utilidades en la empresa garantizan su permanencia, crecimiento y productividad y resultan

indispensables para otorgar dividendos atractivos, pagar remuneraciones justas y contribuir mediante impuestos a los servicios públicos.

Las condiciones propicias en nuestra sociedad tanto en el orden económico, como en el político y social, permitirán a nuestra comunidad empresarial tender hacia el bienestar común que nos hará crecer de una manera justa y armónica la calidad total, por lo tanto, implicará desarrollo, productividad y humanización.