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El Estado del Arte*de la RS&S ** en La Ética y Transparencia en los Negocios (*) Su origen se le atribuye a Aristóteles en su primer libro de Metafísica. Hace referencia al nivel más alto de desarrollo conseguido en un momento determinado sobre cualquier aparato, técnica o campo científico plural. (**) Responsabilidad Social y Sustentabilidad. SEPTIEMBRE Año 3 Número 27 Edición 2014

Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

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Page 1: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

El Estado del Arte*de la RS&S** en

La Ética y Transparencia en los

Negocios (*) Su origen se le atribuye a Aristóteles en su primer libro de Metafísica. Hace referencia al nivel más alto de desarrollo

conseguido en un momento determinado sobre cualquier aparato, técnica o campo científico plural.

(**) Responsabilidad Social y Sustentabilidad.

SEPTIEMBRE Año 3 – Número 27 – Edición 2014

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SUMARIO

01 ESPECIALES

Pintar lo que se ve y también lo que no se ve Por Alberto Willi, Profesor del área Empresa, Sociedad y Economía y Director

de la Dirección de Formación Humanística del IAE Business School,

Universidad Austral

Las Empresas pueden frenar la Corrupción Por Alejandro Salas, Director Regional para las Américas de Transparency

International

Desafíos de la Empresa en la Gestión Ética y Transparente de los

Negocios Por Anna Bajo Sanjuán, Profesora de Ética Empresarial y Responsabilidad

Social Corporativa en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid

02 GESTIÓN

“Una Gestión Responsable sólo se consigue con Principios Éticos y

Transparentes” Por Mariano Cornejo, Director de Comunicación y Medios del Grupo

Telecom

Liderazgo Ético y Conducta Empresarial Por Rodrigo Ventura Merg, Gerente de Compliance para la Región

Latinoamérica Sur de Henkel

Page 6: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

02 GESTIÓN

Ética y Transparencia: Herramientas Claves para el Desarrollo

Sostenible Por María Amelia Videla, Directora de Sustentabilidad y Asuntos Públicos

de ManpowerGroup Argentina

“La Ética debe ser una cualidad permanente tanto en el Mundo de

los Negocio como en la Vida” Entrevista a Sergio Galván, Gerente principal de Comunicaciones

Corporativas y Estudios de Santander Río

03 ESCENARIOS Y TENDENCIAS

La Empresa Transparente: Cuando el Compromiso Ético construye al

Mundo Por Paola Scarinci de Delbosco, Profesora del Área Académica Empresa,

Sociedad y Economía del IAE Business School, Universidad Austral

La Ética, el Aire que Respiran los Negocios Por Lucas Utrera, Profesor de Ética, Responsabilidad Social y Desarrollo

Sustentable en UADE Business School

“Los Departamentos de RRHH juegan un rol crucial en la Promoción

de una Cultura Ética” Por María Alejandra Gonzalez-Perez, Directora del Observatorio en

Comercio, Inversión y Desarrollo de la Universidad EAFIT en Colombia

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04 DESTACADOS

La Ética y la Transparencia en los Negocios. Una reflexión desde tres

interrogantes: ¿Por qué? ¿Cómo? y ¿Para qué? Por Enrique Limón Suárez, Coordinador Académico y Profesor en el área

económico-administrativa de la Universidad Cristóbal Colón de México

Hacia una Gestión Ética y Transparente en los Negocios Por José María Torres, Director General de Numintec y Vicepresidente de

Círculo de Negocios Éticos

05 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Referencias bibliográficas sobre RSE & Sustentabilidad

identificadas por el Programa de Capacitación Ejecutiva en

Responsabilidad Social y Sustentabilidad Empresaria de la

Universidad de San Andrés:

Más allá de la eficiencia: lecciones éticas de la crisis para la cultura

empresarial. Argandoña, Antonio. IESE Business School, Universidad de Navarra.

Documento de investigación DI-876. Barcelona, España. Año 2010.

Clima ético en las empresas de la Argentina: Grado de Implementación de

Prácticas Éticas. Debeljuh, Patricia. Red Iberoamericana de Universidades por la

Responsabilidad Social Empresarial. Trabajo presentado para el Congreso

Internacional Responsabilidad Social Empresarial, Universidad y Desarrollo. Buenos

Aires, 4, 5 y 6 de septiembre de 2006.

Page 8: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

06 DOCUMENTOS RECOMENDADOS

07 SITIOS DE INTERÉS

COMITÉ EDITORIAL

Luis Ulla

Director Ejecutivo IARSE

Jimena Mercado

Directora Editorial IARSE

Laura Massari

Directora de Relaciones Institucionales IARSE

Alicia Rolando

Colaboradora Externa – Experta en Reportes y Fundadora del IARSE

Los artículos y opiniones vertidas en esta publicación son de absoluta y exclusiva responsabilidad

de los autores. Las opiniones expresadas no reflejan necesariamente la visión y el espíritu del IARSE.

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Page 10: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

PINTAR LO QUE SE VE Y TAMBIÉN LO

QUE NO SE VE

Cuando me puse a pensar escribir sobre

la temática “Las Claves para una Gestión

Ética y Transparente en las

Organizaciones” lo primero que se me

vino a la cabeza fue esta pequeña

anécdota: un día hablando con un pintor

sobre cómo cuidar los detalles me dijo:

“hay una gran satisfacción en hacer las

cosas bien, yo soy prolijo, pinto bien las

cosas que se ven y también pinto bien las

cosas que no se ven, yo pinto para mi

cliente, pero también pinto para mi. Además, el que me ayuda es mi

hijo, y le tengo que dar el ejemplo. Mi padre me enseñó a mi.”

Esta anécdota resume con una imagen muy clara lo que considero es

una de las principales claves de la gestión de la ética y la transparencia

en las organizaciones. Creo que la relevancia radica en la pregunta:

¿para quién hago las cosas? Si toda mi gestión de la ética y la

transparencia en mi organización es para los grupos externos, pensada

y centrada en evitar riesgos, seguramente necesite un buen estudio de

abogados que conozca las leyes y me ayude a gestionar las

contingencias legales, y cumpla todos los lineamientos para acceder a

mercados. Siguiendo con la metáfora, necesito un pintor que me pinte

la parte de la pared que se ve desde afuera. Vale aclarar que de

ninguna manera estoy en contra de esta postura, el cumplimiento de

reglas y disposiciones es parte fundamental de la ética y la

transparencia; y mucho de esto está abarcado en lo que se denomina

hoy “compliance”. Esta dimensión es la del deber, del cumplir, es como

un mínimo indispensable.

ESPECIALES

Por Alberto Willi, Profesor del área

Empresa, Sociedad y Economía y

Director de la Dirección de Formación

Humanística del IAE Business School,

Universidad Austral

Page 11: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

Pero si solo me quedase con esto, pintar la parte que se ve desde

afuera de la pared, sabiendo yo (teniendo conciencia) que la parte

que no se ve (o que no ven los de afuera) está sin pintar, tendría como

mínimo un problema de conciencia, en el sentido de que hay algo que

no puedo mostrar, y me tengo que cuidar de que no se vea en público.

En este momento se suma el otro para quién: la propia empresa, los

propios empleados, los grupos internos. Gestionar con ética y

transparencia aunque nadie esté mirando es la clave para que las

organizaciones sean realmente éticas y transparentes. Esta afirmación

se sustenta en que, estos atributos, no son accidentales, cosas que

puedo tener o tener, sino constitutivos de las organizaciones, nosotros no

decimos que tenemos ética, sino que somos éticos. Nosotros no

podemos mostrar la transparencia, somos transparentes.

Creo que las motivaciones para pintar lo que se ve desde afuera son

claras, hay expectativas sociales, hay códigos de conducta, hay

reglamentaciones que nos piden tener la pared pintada. La pregunta

que surge es: ¿cuál es la motivación para pintar la pared que no se ve

desde afuera? Acá es cuando es necesario mirar hacia adentro de la

empresa. Retomando nuestra metáfora, nuestro pintor nos diría que es

por el placer de “hacer las cosas bien” y además porque “su hijo lo está

mirando”, y cuando él ya no esté más, a su hijo solo le va a haber

quedado su ejemplo.

Hacer las cosas bien. Hacer las cosas bien, por el hecho de hacerla es

una tarea plenamente humana y enriquecedora. Hay una riqueza

infinita en el que logra estar satisfecho con la tarea bien realizada.

Como antes mencionamos, la ética y la transparencia son algo que

buscamos como fines en sí mismos, no como medios, y en este sentido

se vuelven una nota constitutiva de la identidad de la organización. En

muchos congresos de RSE y Sustentabilidad hemos escuchado a CEOs

decir que estos temas son parte del ADN de la empresa, y esto que

estamos planteando tiene que ver con esto, el problema surge cuando

vemos que la pared que no se ve, no está pintada, y nos damos cuenta

de que no es parte del ADN, sino que es solo una cuestión de imagen

(lo que se ve).

“…LA ÉTICA Y LA TRANSPARENCIA SON ALGO QUE BUSCAMOS

COMO FINES EN SÍ MISMOS, NO COMO MEDIOS, Y EN ESTE

SENTIDO SE VUELVEN UNA NOTA CONSTITUTIVA DE LA

IDENTIDAD DE LA ORGANIZACIÓN”.

Mi hijo me está mirando. El ejemplo es un gran educador y configurador

de carácter. La didáctica del ejemplo es bien conocida y fácil de

explicar porque se manifiesta de manera instantánea, casi tan

instantánea como lo es un ejemplo. Me toca en clase ver a diario cómo

Page 12: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

las organizaciones no respetan está lógica tan poderosa. Me toca

explicarles a alumnos lo que hacen sus empresas en estos temas,

porque ellos todavía no se enteraron, o porque no saben que hacen

algo, y también me toca ver su frustración al ver que sus organizaciones

comunican mucho pero hacen poco. Esta brecha entre el decir y el

hacer genera mucho escepticismo y, como decían los clásicos, el

escéptico necesita palabras, no hechos; el escéptico necesita ver la

pared que no se ve (desde afuera) pintada para volver a creer.

En este contexto, considero que la clave de la gestión de la ética y la

transparencia en las organizaciones radica en trabajar con el público

interno, trabajar con los que ven las paredes internas, los que conocen

todos los detalles, y mostrarles que esos detalles son tan importantes que

toda la pared entera. La clave es revertir la dinámica, y pasar a trabajar

estos temas de adentro hacia afuera. Quizás haya sido necesario

comenzar al revés, de afuera hacia dentro, dadas las barreras

organizacionales frente a estos temas hace unos años, pero hoy en día

es indispensable comenzar a dar claras señales hacia dentro de la

organización. Es indispensable que las organizaciones se hagan cargo

de su rol pedagógico, en formar a sus personas.

Solo para darle un cierre bien práctico a esta pequeña reflexión

concluyo con tres recomendaciones:

a. Es tiempo de mostrarle hechos a los escépticos: Haga antes de

hablar.

b. El público interno es la clave, ahí está el ADN de la empresa,

empiece por ahí

c. Haga de la ética y la transparencia un fin, y no un medio

Agradezco al pintor, a las paredes, y a nuestros hijos que todavía

deciden seguir mirándonos para ver si encuentran señales para construir

una sociedad más ética y transparente.

Alberto Willi

Profesor del área Empresa, Sociedad y Economía y Director

de la Dirección de Formación Humanística del IAE BS,

Universidad Austral. Así mismo, dicta clases en el área

Comportamiento Humano en la Organización de dicha

escuela. Estudió Ciencia Política en la Universidad de Buenos

Aires y Filosofía en la Universidad Católica Argentina. En 2005

finalizó la Maestría en Dirección de Empresas del IAE. En la

actualidad cursa su PhD en la School of Management-

University of Bath, U.K. Además de sus actividades

académicas, asesora a empresas en tema de

Responsabilidad Social Empresaria (Estrategia y Planes de

Acción) y Cambio Organizacional (Liderazgo y

Motivaciones).

Page 13: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

LAS EMPRESAS PUEDEN FRENAR LA

CORRUPCIÓN

Cuando nos encontramos frente a

un fenómeno como la corrupción,

con dimensiones enormes y del cual

se habla incesantemente, no queda

duda que el problema nos concierne

a todos. Hoy día es un elemento

infaltable en las plataformas de los

partidos políticos, en las agendas de

instituciones internacionales y en las

páginas de los diarios. De acuerdo a

una encuesta mundial de la BBC el

tema de la corrupción es “el problema del cual se habla más alrededor

del mundo”.

Si como ciudadanos estamos conscientes de su existencia, ¿qué

hacemos al respecto? Las respuestas varían. Sin embargo, en la mayoría

de casos en Latinoamérica, uno aprende a vivir con la corrupción, es

decir, la asume como una realidad inevitable. No es raro escuchar a mis

compatriotas decir que “los Mexicanos somos así, y no podemos

cambiar”, o amigos brasileños aclarando que “en Brasil así se hacen las

cosas, es cultural”, incluso, a los peruanos resignados explicando sus

preferencias electorales “este político roba, pero no importa pues hace

obras”. Y así podríamos recorrer Latinoamérica, país por país,

escuchando cosas similares.

Por fortuna, también hay muchos que asumen su corresponsabilidad en

el problema y por ende con la solución. Estos millones de personas no

son observadores pasivos del problema ni están dispuestos a ser

cómplices o víctimas silenciosas. El Barómetro Global de la Corrupción

de Transparency International 2013 revela que 2 de cada 3 personas

creen que los ciudadanos ordinarios pueden marcar una diferencia.

Por su parte, las empresas no pueden esperar de manera pasiva a que

el gobierno a través de más control y regulación se haga cargo. Más

aún cuando el mismo Barómetro Global al preguntar a nivel

Por Alejandro Salas, Director Regional

para las Américas de Transparency

International

www.transparency.org

Page 14: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

latinoamericano sobre la percepción de corrupción en instituciones y

sectores, encuentra que los entrevistados dan una calificación de 3.3 al

sector privado, donde 5 significa extremadamente corrupto.

Está en el interés de las mujeres y hombres de negocios cambiar esta

percepción. Es en la convergencia de los tres grandes sectores,

gobierno, ciudadanos y empresas donde se puede hacer una

diferencia significativa. Las empresas deben actuar y ser parte activa de

la solución.

No es difícil. Si bien no hay recetas absolutas que apliquen de manera

uniforme a todos en un país o sector, actuar de manera ética y

transparente al hacer negocios se vuelve no solamente un imperativo

moral, sino una práctica sana y beneficiosa para la empresa y para

disminuir la corrupción. Algunas prácticas comunes identificadas y

aceptadas como claves para una gestión ética y transparente,

incluyen:

1. Un liderazgo comprometido con la ética y con tolerancia “cero”

frente a la corrupción. Este tipo de líderes se aseguran que sus

negocios tengan un efecto positivo de largo plazo en el entorno

donde operan. Cuando logran una contribución a la buena salud de

la comunidad, ello también repercute positivamente en sus

accionistas, clientes e inversionistas.

2. Un número creciente de empresas están construyendo programas

integrales de lucha contra la corrupción para blindarse ante el

problema. Éstos tienen un código de conducta basado en valores

esenciales de transparencia, honestidad e integridad. Los códigos se

acompañan con manuales claros sobre su aplicación, su relevancia

en las operaciones diarias de los empleados, claridad sobre lo que se

espera de ellos y formas de resistir la extorsión y el soborno, entre

otras medidas.

Estas disposiciones, junto con la capacitación del personal, ayudarán

a crear una cultura de integridad en la empresa. La extensión de un

programa de este tipo a filiales y a la cadena de proveedores,

también contribuyen significativamente a las PyMEs. Transparency

International cuenta con Principios Empresariales para Contrarrestar

el Soborno, los cuales ofrecen un modelo para las políticas integrales

de lucha contra la corrupción.

3. Mayor transparencia en operaciones y pagos. Esto significa: 1)

informar públicamente sobre los indicadores clave del programa

anticorrupción; 2) La publicación de lo que se paga a los gobiernos,

preferentemente en base a proyectos, y; 3) Ser abiertos a que se

conozca quiénes son los socios y filiales.

Page 15: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

Estas medidas que permiten a las empresas actuar de manera ética y

transparente, no son excesivamente onerosas y darán beneficios a las

compañías que las implementen, pues el negocio de la ética al final del

día termina siendo un buen negocio. Algunos beneficios incluyen:

genera confianza; evita la interrupción de operaciones cuando estallan

los problemas; crea una cultura de integridad en la empresa con

empleados dispuestos a proteger los activos de la organización; instala

un mensaje en los proveedores y socios de negocios (“esta empresa no

paga sobornos”); mantiene la buena reputación nacional e

internacional; previene costos de litigio y las consecuencias de enfrentar

a la justicia; protege a la empresa de verse involucrada en actividades

de lavado de dinero o tramas de transferencias ilegales de dinero y

productos; y atrae a los jóvenes recién graduados de las universidades y

que son mejor calificados.

“…ACTUAR DE MANERA ÉTICA Y TRANSPARENTE AL HACER

NEGOCIOS SE VUELVE NO SOLAMENTE UN IMPERATIVO

MORAL, SINO UNA PRÁCTICA SANA Y BENEFICIOSA PARA LA

EMPRESA Y PARA DISMINUIR LA CORRUPCIÓN”.

Finalmente, hacer negocios de manera ética y transparente, constituye

un buen modelo de negocio. Así lo ilustra el ejemplo de un empresario

mexicano quien en el rubro del ajuste de seguros se posicionó, en pocos

años, como líder en el mercado actuando de manera limpia y honesta,

ahorrando millones a las compañías de seguros que contratan sus

servicios. Ahora los mayores clientes internacionales hacen fila para

contratar sus servicios.

En América Latina aún nos falta mucho para entender que la

corrupción tiene costos que no son solamente económicos o alejados

de nuestro día a día. La corrupción cuesta vidas, genera daño

ecológico, distorsiona mercados y genera violencia, entre otros.

Vivimos en la región con mayores niveles de inseguridad y de inequidad

económica, y la corrupción tiene mucho que ver con esto. Nos falta

convencernos que efectivamente se puede frenar o disminuir si desde el

sector privado, las instituciones públicas y la ciudadanía aportamos.

Desde las empresas, si queremos ver una América Latina más segura y

con menos pobreza, hay que pasar de hablar de ella a tomar medidas

concretas en favor de la ética y la transparencia, como las arriba

mencionadas.

Page 16: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

Alejandro Salas

Mexicano, con estudios en Ciencias Políticas y Administración

Pública por la Universidad Iberoamericana en México.

Maestría en políticas públicas por el Institute of Social Studies

de Holanda. Experiencia profesional en el sector público y

político mexicano, y en organizaciones de la sociedad civil a

nivel nacional en Perú e internacional en Alemania, donde se

desempeña como Director Regional para las Américas de

Transparency International desde hace 5 años.

Page 17: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

DESAFÍOS DE LA EMPRESA EN LA

GESTIÓN ÉTICA Y TRANSPARENTE DE

LOS NEGOCIOS

La ética ha sido la gran olvidada de

la gestión empresarial durante

décadas. Los directivos no siempre

le han otorgado el puesto de vigía

que merecía tener en toda

organización para guiar los pasos

de todos aquéllos vinculados al

negocio. Sin embargo, la realidad

ha forzado, inevitablemente, su

retorno a la palestra, especialmente

como consecuencia de los escándalos que la sociedad ha venido

presenciando en grandes y menores empresas.

Una obsesión delirante por el tan necesitado beneficio económico ha

hecho olvidar en no pocas ocasiones la importancia de las formas, a

menudo rezagadas por la consecución de los objetivos. Que la empresa

necesita ser rentable es una afirmación redundante, en tanto que una

empresa es una organización de personas que persiguen un fin

lucrativo1. Como toda persona precisa respirar para seguir viviendo, la

empresa necesita resultados económicos positivos para garantizar su

existencia. Sin embargo, del mismo modo y a pesar de esa necesidad

imperiosa, ningún individuo diría que respirar es lo que da sentido a su

vida. Así, no se puede afirmar en la empresa que el sentido del negocio

es la consecución del beneficio sin más. El beneficio no es la misión de

la empresa. El beneficio es la consecuencia de que la empresa ha

sabido realizar su misión, que no es otra que aportar valor a la sociedad.

Es evidente que el valor lo mide siempre el beneficiario de la actuación

de la empresa. Si los distintos stakeholders no otorgan importancia a la

labor de la empresa poco se habrá conseguido, por muy elevados que

sean los beneficios económicos. De hecho, el beneficio viene a ser el

1 Definición de la Real Academia de la Lengua Española.

Por Anna Bajo Sanjuán, Profesora de

Ética Empresarial y Responsabilidad

Social Corporativa en la Universidad

Pontificia Comillas de Madrid

[email protected]

Page 18: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

reconocimiento con la que la sociedad le dirá a la empresa que ha

hecho su trabajo convenientemente, de acuerdo a lo que de ella se

esperaba, valorando positivamente su trabajo. Y esa evaluación la

realizan los inversores, sí, para quienes los dividendos, directamente

ligados al beneficio, son importantes. Pero otros muchos agentes

sociales tendrán algo que decir al respecto: empleados, proveedores,

clientes, gobierno, competidores,… y, cómo no, la comunidad donde

opere esa empresa.

“EL BENEFICIO NO ES LA MISIÓN DE LA EMPRESA. EL BENEFICIO

ES LA CONSECUENCIA DE QUE LA EMPRESA HA SABIDO

REALIZAR SU MISIÓN, QUE NO ES OTRA QUE APORTAR VALOR A

LA SOCIEDAD”.

Comprender lo que hasta aquí se ha venido explicando resulta clave

para definir la estrategia de un negocio. Si una empresa no entiende

qué aportación específica de valor realiza, será complicado que pueda

adaptar convenientemente su planteamiento estratégico a lo que la

sociedad en su conjunto espera de ella. Y que conste que a la sociedad

le importan, y mucho, los resultados económicos, pues no hay

trabajador que desee formar parte de una empresa que arroja pérdidas

constantemente, ni un proveedor querrá servir a un cliente que tiene

dificultades para hacer frente a sus pagos, por citar algunos ejemplos.

Pero tan importante como el fondo, resultan las formas. No puede ser

que bajo la excusa de la supervivencia, valga todo. El modo en que la

empresa alcanza resultados es también observado y valorado por la

sociedad. Especialmente en un entorno como el actual, tan virtual, tan

visible, donde es prioritario para la empresa ser transparente si quiere

atraer a los mejores. Los mejores empleados, los que proporcionan

talento; los mejores clientes, esos que son fieles y exigentes de manera

que piden a la empresa dar el máximo de sí misma; los mejores

proveedores, esos que permiten a la empresa ofrecer los mejores

productos y servicios; los mejores competidores, esos que colaboran con

el negocio cuando es preciso aunar esfuerzos y, mientras tanto, facilitan

una competencia leal; y, cómo no, los mejores ciudadanos, esos sin los

cuáles la empresa pierde legitimidad y, por tanto, el permiso para existir.

Por otro lado, esa necesaria transparencia es vista por algunos como un

arma de doble filo. Que es requisito indispensable, ya lo hemos dicho.

Pero al mismo tiempo expone a la empresa de manera que puede

llegar a hacerla más vulnerable, sin lugar a dudas. Porque ahí ya no se

muestra sólo qué hace, sino también cómo lo hace. El cómo también

entra en la ecuación en un mundo competitivo donde si no se

convence continuamente, los distintos agentes alrededor de la

empresa encontrarán otra alternativa donde invertir, donde trabajar,

Page 19: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

donde comprar, donde dar lo mejor de ellos, o donde alinear mejor su

estilo de vida, sus valores. Porque una empresa cuyos valores -no los del

papel o la web, sino los que muestra con sus actuaciones- no estén

alineados con los de sus stakeholders, difícilmente podrá sobrevivir en el

largo plazo.

Mientras esta concepción de empresa no sea entendida y asimilada

por las organizaciones y muy especialmente por sus directivos,

difícilmente avanzaremos en la gestión ética. Si los objetivos se

anteponen a los valores, a una forma de hacer las cosas que priorice el

bienestar de todas las personas que se ven afectadas por la empresa,

será complicado mejorar la performance empresarial. No habremos

avanzado nada -por muchos códigos éticos que se incorporen en la

empresa, por muchas declaraciones de misión, visión y valores que se

hagan públicas desde la organización- si la cultura de la empresa, su

día a día, no se entronca completamente en dar relevancia a hacer las

cosas bien, aunque en ocasiones ello pudiera implicar (que no

necesariamente) renunciar a determinados objetivos. Porque si esto es

así, cabrá cuestionarse si esos objetivos, se marcaron correctamente.

“EL MODO EN QUE LA EMPRESA ALCANZA RESULTADOS ES

TAMBIÉN OBSERVADO Y VALORADO POR LA SOCIEDAD”.

La formación de los directivos y empleados es clave en este sentido.

Parece urgente revisar desde las universidades y escuelas de negocios

los programas de estudio que estamos presentando a nuestros alumnos

donde la técnica y las herramientas están eclipsando la reflexión en

torno al rol de la empresa en la sociedad. Y desde las empresas,

seleccionar y premiar más a quienes además de los resultados,

imprescindibles, cuestionan y cuidan la forma en que éstos se obtienen.

Ascender a alguien por el único mérito de alcanzar una meta sin

detenernos a valorar el modo en que la haya conseguido no hace más

que retrasar el momento en que la empresa se convierta, como debiera

ser, en una organización al servicio de la sociedad.

Page 20: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

Anna Bajo Sanjuán

Profesora en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid) de

Ética Empresarial y Responsabilidad Social Corporativa.

Investiga sobre RSE y Sostenibilidad en el marco de la

Cátedra de Ética Económica y Empresarial, donde es

miembro colaborador. Ha desarrollado su carrera profesional

en el ámbito de la consultoría funcional y estratégica,

primero en Accenture y luego como consultora

independiente, trabajando para instituciones públicas y

privadas y para el tercer sector. Cuenta también con una

amplia experiencia en la formación ejecutiva en distintos

sectores, especialmente en el financiero. Es Executive MBA

por el Instituto de Empresa, licenciada en Administración y

Dirección de Empresas por la Universidad de Barcelona y

Diplomada en Business Administration por la Nottingham

Trent Univesity

Page 21: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014
Page 22: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

UNA GESTIÓN RESPONSABLE SÓLO SE

CONSIGUE CON PRINCIPIOS ÉTICOS

Y TRANSPARENTES

Las políticas y prácticas en materia de

gobierno corporativo en el Grupo

Telecom tienen como objetivo promover

la transparencia a lo largo de toda la

organización.

Nuestro Código de Conducta y Ética

Empresaria establece, a través de

declaraciones de principios y valores, los

fundamentos éticos de carácter universal

dentro de las actividades cotidianas del

Grupo Telecom. El documento aborda las

siguientes temáticas: conflictos de interés; trato justo y no discriminación;

anticorrupción y normativas de regalos; relaciones con la comunidad;

calidad, uso y protección de la información; actividades políticas y

aportes; y competencia justa.

La gestión del Código de Conducta y Ética Empresaria es asumida,

desde hace un año, por la Gerencia de Compliance. Desde allí, se

llevan a cabo diferentes acciones tendientes a la concientización

acerca de sus principios, su disponibilidad y su aplicación entre los

colaboradores de la compañía. La Gerencia de Compliance nació

como parte de la estrategia para promover la ética y la transparencia

en las operaciones cotidianas del negocio, y su reporte es directo a la

Dirección General Ejecutiva.

GESTIÓN

Por Mariano Cornejo, Director de

Comunicación y Medios del Grupo

Telecom

www.telecom.com.ar

Page 23: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

En ese sentido, y para garantizar la amplia difusión de la Cultura

Compliance, se han enviado distintas comunicaciones internas a todo

el personal que buscan recordar la importancia de cuestiones

vinculadas al uso de información privilegiada, a la normativa de regalos

y la denuncia de conductas ilícitas o antiéticas. Parte de este contenido

también se ha divulgado de forma externa, a los proveedores de la

empresa. A su vez, en el marco de las jornadas de inducción a nuevos

empleados, se ha presentado un módulo específico sobre el Código de

Ética y Conducta Empresaria. Los encuentros se llevaron a cabo en

Buenos Aires, Rosario y Córdoba, y participaron 372 personas durante

2.976 horas de capacitación. Además, existe un micrositio del Código

de Conducta y Ética Empresaria en la intranet de la compañía, donde

los colaboradores tienen disponible una versión digital del documento

para su consulta. El site también permite efectuar declaración juradas

sobre las pautas establecidas y certificar sus conocimientos de manera

online.

Para poder efectuar denuncias sobre situaciones de incumplimiento al

Código, pusimos a disposición de nuestros colaboradores un canal

formal de denuncias al que puede acceder de manera confidencial

cualquier persona, sea o no empleado de la compañía. Este portal de

denuncias es un sitio web (www.telecom-denuncias.com.ar)

implementado específicamente para tal fin y todos aquellos que

ingresen pueden reportar cualquier violación efectiva o potencial de las

leyes, normas o reglamentaciones vigentes o de las disposiciones

incluidas en el Código de Conducta y Ética Empresaria del Grupo

Telecom. A su vez, se brinda al denunciante la posibilidad de efectuar

denuncias en forma personal o por escrito ante cualquiera de los

integrantes del Comité de Auditoría, en caso de que la persona lo

requiera. Todas las denuncias son tratadas de manera confidencial.

“PARA PODER EFECTUAR DENUNCIAS SOBRE SITUACIONES DE

INCUMPLIMIENTO AL CÓDIGO, PUSIMOS A DISPOSICIÓN DE

NUESTROS COLABORADORES UN CANAL FORMAL DE

DENUNCIAS AL QUE PUEDE ACCEDER DE MANERA

CONFIDENCIAL CUALQUIER PERSONA, SEA O NO EMPLEADO

DE LA COMPAÑÍA”.

La ética, la transparencia y la responsabilidad social son parte de los

valores y pilares en los que se sostiene la organización. Por transparencia

entendemos la disposición efectiva a mostrar nuestros principios de

acción y nuestro criterio para la toma de decisiones. En este sentido,

nuestro Reporte de RSE es una herramienta fundamental para una

rendición de cuentas clara y transparente sobre el triple desempeño de

la compañía.

Page 24: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

Estas medidas son parte del compromiso con la gestión transparente

que el Grupo Telecom ha asumido y que extiende y promueve de

manera transversal a toda la compañía. Como organización

compartimos la convicción de que una gestión responsable y el

desarrollo de prácticas sustentables, sólo se consigue de la mano de

principios de negocio éticos y transparentes, basado en una conducta

comprometida con la sociedad.

Mariano Cornejo

Director de Comunicación y Medios del Grupo Telecom.

Page 25: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

LIDERAZGO ÉTICO Y CONDUCTA

EMPRESARIAL

La imagen y reputación de Henkel, como

una empresa que opera de manera ética y

apropiada legalmente, es inseparable de la

conducta de cada uno de sus empleados.

La visión y valores de la empresa constituyen

la base de una serie de orientaciones de

comportamientos que determinan nuestra

manera de actuar cada día, la cual incluye

nuestro Código de Conducta, Código de

Trabajo en Equipo y Liderazgo y Código de

Sustentabilidad Corporativa, así como los

estándares sociales.

Se espera que nuestros empleados respeten las leyes y reglamentos,

eviten conflictos de intereses, protejan los activos de la empresa y

muestren consideración y apreciación de las costumbres y tradiciones

sociales locales de los diversos países y culturas donde Henkel opera.

La organización del área de Compliance Corporativo (Cumplimiento)

de la compañía actúa como socio y asesor para los empleados de

Henkel y las organizaciones del Grupo en asuntos de cumplimiento, así

como en cuestiones éticas y monitoreo de las actividades del personal y

la organización de manera acorde.

El departamento de Compliance Corporativo está conformado por tres

equipos principales:

La Oficina de Compliance Corporativo (Director de Compliance) se

encarga de la obediencia del Código de Conducta de Henkel en un

sentido amplio.

El Director de Protección a la Privacidad de Henkel aprueba y

monitorea los procesos de datos personales.

Auditoría Interna Corporativa evalúa y mejora la efectividad de la

administración de riesgos, procesos de control y gobierno.

Por Rodrigo Ventura Merg, South

America Compliance Manager de

Henkel

www.henkel.com.ar

Page 26: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

Desde nuestra experiencia, entendemos que existen ciertos elementos

que son fundamentales en un programa de Ética y Cumplimiento:

Una vez definidos todos los elementos mencionados anteriormente, es

fundamental la capacitación y la comunicación para todos los

colaboradores y principalmente a los líderes, quienes deben llevar el

ejemplo y quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones que

impactan tanto interna como externamente.

En el desarrollo de las prácticas de Compliance Corporativo, lo más

importante es garantizar la confidencialidad de las denuncias e

investigaciones internas. Para ello, nuestra compañía cuenta con un

servicio para denuncias o consultas que es totalmente externo.

Resultados y desafíos futuros

La exitosa implementación de estas medidas nos llevó a integrar –por

séptimo año consecutivo en 2014- la lista de las “Empresas Más Éticas

del Mundo”, elaborada por el Instituto Ethisphere, una organización

independiente que promueve las mejores prácticas en ética y gobierno

corporativo. El premio reconoce a las empresas que siguen subiendo

escalones en el liderazgo ético y la conducta empresarial. Henkel es

una de sólo nueve empresas de la industria de fabricación de

productos de consumo y la única empresa alemana destacada este

año.

“EN EL DESARROLLO DE LAS PRÁCTICAS DE COMPLIANCE

CORPORATIVO, LO MÁS IMPORTANTE ES GARANTIZAR LA

CONFIDENCIALIDAD DE LAS DENUNCIAS E INVESTIGACIONES

INTERNAS. PARA ELLO, NUESTRA COMPAÑÍA CUENTA CON UN

SERVICIO PARA DENUNCIAS O CONSULTAS QUE ES

TOTALMENTE EXTERNO”.

1. Código de Conducta, políticas y procedimientos

2. Representantes de cumplimiento (Compliance Officer)

3. Formación, educación y comunicación

4. Evaluación y auditoría del cumplimiento

5. Procesos y procedimientos de información y denuncia

6. Investigaciones del sistema

7. La acción disciplinaria

8. La cultura de la ética y la integridad

Page 27: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

Desde el punto de vista de las organizaciones, es fundamental contar

con un área de Ética & Compliance, aunque lo ideal sería que en el

futuro esto no sea necesario. Es vital una clara comunicación y

capacitaciones para asegurar el entendimiento y apropiación de los

Códigos de Conducta. A partir de allí, cada individuo es responsable

por sus acciones dentro de las conductas y comportamientos

esperables según los estándares establecidos.

Rodrigo Ventura Merg

Gerente de Compliance para la Región Latinoamérica Sur

de Henkel. Antes de integrarse a la compañía en el año

2013, el ejecutivo trabajó en Estudios Legales como Torelly

Bastos Abogados, Quinto & Oliveira Asesoría Jurídica Externa

y Gruber & Gruber Abogados. Entre 2008 y 2010, se

desempeñó como Abogado Senior en TNT Brasil y, de 2010 a

2013, integró el Head Office de TNT Express con el cargo de

Counsel Integrity. Graduado en Derecho en la PUC-RS y

postgraduado en Advanced Investigative Practice en la

Teesside University de Londres.

Page 28: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

ÉTICA Y TRANSPARENCIA:

Herramientas Claves para el

Desarrollo Sostenible

El desarrollo de prácticas éticas constituye un

pilar fundamental para lograr una gestión

sustentable del negocio. La implementación de

prácticas genuinas permite mejorar procesos,

generar eficiencia, administrar el riesgo e

impulsar la innovación, obteniendo una gestión

de calidad con un fuerte perfil de

competitividad. Es importante que las

organizaciones tomen conciencia de la

capacidad de impacto que tienen en su

entorno, para asumir su función de liderazgo en

el desarrollo de soluciones transparentes y utilizar

este aspecto como una oportunidad para contribuir a la sociedad y al

crecimiento económico.

Desde el inicio de las operaciones a nivel global y local, en

ManpowerGroup hemos estado comprometidos con los estándares más

altos de conducta corporativa en todas nuestras relaciones: con

nuestros clientes, empleados, socios comerciales y proveedores,

entidades gubernamentales y nuestras comunidades. Al contar con

altos estándares de integridad, no sólo evitamos los problemas

comerciales y personales que una conducta no ética pueda causar,

sino también avanzamos consistentemente como líderes en nuestra

actividad, haciendo de nuestra organización un buen lugar para

trabajar, un mejor socio comercial y un ciudadano corporativo

confiable en las comunidades en las que operamos.

En ManpowerGroup contamos con Estándares de Negocio que guían

cada una de nuestras acciones. Éstos se basan en nuestro Código de

Conducta y Ética Empresarial, nuestros valores y cultura organizacional,

y forman un conjunto de principios irrenunciables en los que se

enmarcan nuestras políticas y procesos, así como también la forma de

gestionar los negocios. Incluyen el cumplimiento de la ley, aspectos

Por María Amelia Videla, Directora

de Sustentabilidad y Asuntos Públicos

de ManpowerGroup Argentina

www.manpowergroup.com.ar

Page 29: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

relacionados con el proceso de gestión de personas, transparencia y

confiabilidad, trabajo infantil y adolescente, derechos de los asociados

y seguridad en el lugar del trabajo, entre otros. Todos nuestros

colaboradores se capacitan anualmente al respecto y, asimismo, se ha

creado una certificación para los líderes en pos de asegurar su

cumplimiento en los equipos de trabajo.

Además, contamos con un Comité de Ética presidido por el Director

General. A partir de 2014, el Comité, más allá de su función original de

tratamiento de denuncias y consultas, se ha involucrado

proactivamente en la implementación y seguimiento de acciones de

capacitación, comunicación y observancia de las políticas corporativas

aplicables a los negocios, como así también a la realización de

controles que permitan identificar el grado de cumplimiento de las

mismas. Para ello, se ha incorporado un miembro externo al Comité,

sumando así una perspectiva de análisis profundo y una mirada

objetiva.

“…CONTAMOS CON ESTÁNDARES DE NEGOCIO QUE GUÍAN

CADA UNA DE NUESTRAS ACCIONES. ÉSTOS SE BASAN EN

NUESTRO CÓDIGO DE CONDUCTA Y ÉTICA EMPRESARIAL (…) Y

FORMAN UN CONJUNTO DE PRINCIPIOS IRRENUNCIABLES EN

LOS QUE SE ENMARCAN NUESTRAS POLÍTICAS Y PROCESOS, ASÍ

COMO TAMBIÉN LA FORMA DE GESTIONAR LOS NEGOCIOS”.

Año tras año, ManpowerGroup realiza capacitaciones en aspectos de

Transparencia y Anti-corrupción a los colaboradores que tienen

responsabilidades en la temática a través de tres cursos: Código de

Ética y Conducta Empresarial (dirigido a todo el personal),

Anticorrupción y Competencia Global (dirigido a directores, personal de

ventas y empleados que traten regularmente con entidades de

gobierno y con la competencia) y la Certificación sobre la Ley de

Prácticas Corruptas en el Extranjero (dirigido a directores y funcionarios

que interactúen con entidades gubernamentales).

Por otro lado, contamos con la Política de Formalización de Relaciones

Comerciales, cuyo objetivo es lograr que los negocios que realiza la

compañía cuenten con un marco regulado en donde ambas partes

establezcan sus derechos y obligaciones respecto del servicio.

En el marco del cumplimento de nuestro Código de Conducta y Ética

Empresarial, velamos por el respeto y protección de la información de

empleados, asociados, clientes, proveedores, candidatos, socios

comerciales y otros individuos, a través de nuestra “Política de

Privacidad de Datos Personales”, que garantiza el correcto uso de la

Page 30: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

información de los mismos. Además, en 2013 actualizamos el Registro

Nacional de Bases de Datos, dependiente de la Dirección Nacional de

Protección de Datos Personales del Ministerio de Justicia y Derechos

Humanos, en cumplimiento con la normativa vigente.

En ManpowerGroup hemos crecido y prosperado con una cultura de

honestidad, integridad y responsabilidad, y consideramos que esta

cultura sigue siendo una ventaja competitiva, además de proveer las

herramientas clave para mejorar la situación del entorno. En este

contexto, y por cuarto año consecutivo, fuimos reconocidos por el

Instituto Ethisphere como una de las Compañías más Éticas del Mundo

en 2014. Además, en 2013 fuimos la única empresa de gestión de

recursos humanos en formar parte del Ranking MERCO de Reputación

Corporativa, siendo a su vez N°1 en el sector de consultoría.

Las empresas debemos trabajar para dar lugar a mayores demandas

de transparencia, integrando expectativas y necesidades de los grupos

de interés en las operaciones de la organización. Debemos aprovechar

nuestras capacidades para contribuir a resolver problemáticas sociales

de manera innovadora, creando soluciones adecuadas para el

negocio y nuestro entorno.

En este sentido, y desde hace 8 años, realizamos el Reporte de

Sustentabilidad bajo los lineamientos de la iniciativa de GRI,

compartiendo los resultados del desempeño económico, social y

ambiental del año y comunicando los compromisos asumidos a futuro

traducidos en desafíos concretos.

De esta manera buscamos reforzar nuestro compromiso y transparencia

con los grupos de interés de la organización, poniendo foco en posibles

impactos, riesgos y oportunidades de mejora en pos de una gestión

responsable del negocio.

“LAS EMPRESAS DEBEMOS TRABAJAR PARA DAR LUGAR A

MAYORES DEMANDAS DE TRANSPARENCIA, INTEGRANDO

EXPECTATIVAS Y NECESIDADES DE LOS GRUPOS DE INTERÉS EN

LAS OPERACIONES DE LA ORGANIZACIÓN”.

El manejo de prácticas responsables está tomando cada vez más

presencia en un mundo que apuesta a la sustentabilidad a todo nivel:

en la actualidad, donde las prácticas éticas son cada vez más

imprescindibles, las organizaciones deben adaptarse a su dinámica y

asumir su rol como agente de cambio fundamental.

La adecuación de modelos de negocio a este nuevo paradigma

implica un esfuerzo de adaptación y apertura. Tiene que ver con la

Page 31: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

tarea fundamental e intergeneracional de ir eliminando los aspectos

disfuncionales, dado que la sostenibilidad tiene cada vez más

posibilidades de convertirse en una agenda de cambio transformador.

María Amelia Videla

Con una trayectoria de 15 años en ManpowerGroup

Argentina, ingresó a fines de 1998 como Gerente de sucursal

La Plata. Desde 2003 tiene a cargo el área de

Responsabilidad Social Corporativa a nivel nacional, siendo

promovida en 2004 a Gerente de RSC. En 2008 asume la

gestión de los Asuntos Públicos e integra el Comité de

Dirección de la organización. Desde junio de 2012 es

Directora de Sustentabilidad y Asuntos Públicos de

ManpowerGroup Argentina. Integra el Consejo de Directivos

de Asuntos Públicos de CIPPEC y el Círculo de DirComs. Es

Presidenta del Comité de Sustentabilidad y Comunidad de

AMCHAM y es Directora de la División de Sustentabilidad y

RSE de IDEA. Es licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones

Internacionales (USAL) y cuenta con posgrados en Estudios

Internacionales y Comunicación Institucional.

Page 32: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

“LA ÉTICA DEBE SER UNA CUALIDAD

PERMANENTE TANTO EN EL MUNDO

DE LOS NEGOCIO COMO EN LA

VIDA”

¿Qué lugar ocupa la Ética y la Transparencia en el marco de una

Gestión Orientada a la Sustentabilidad?

La integridad determina nuestra

forma de actuar y cómo nos hemos

de comportar siempre y sin

excepción, conforme a exigencias

éticas y legales. La ética y

transparencia son una parte

estratégica de la cultura corporativa

de Santander Río, ya que nuestras

actividades están sujetas a estrictas

reglamentaciones y normas, factor que ha contribuido a la posición de

liderazgo y la reputación de nuestra entidad.

¿Cómo trabajan para promover la ética y la transparencia en las

operaciones cotidianas del negocio? ¿Qué estrategias desarrollan?

Santander Río cuenta con dos Códigos de Conducta: por un lado, el

Código General de Conducta, que establece los principios éticos que

rigen a la organización y las conductas esperadas por parte de sus

colaboradores. Asimismo, adhiere al Código de Conducta en los

Mercados de Valores, que establece pautas de actuación de los

funcionarios del Banco en los mercados de valores, el manejo de

información sensible y pautas de conducta frente a eventuales

conflictos de interés.

Adicionalmente, cuenta con un Programa de Prevención de la

Corrupción, un compromiso firme y decidido en la lucha contra esas

prácticas tanto en el sector público como en el privado, estableciendo

estándares de no tolerancia en lo referido a este tipo de conductas,

Entrevista realizada a Sergio Galván,

Gerente principal de Comunicaciones

Corporativas y Estudios de Santander

Río

www.santanderrio.com.ar

Page 33: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

políticas de regalos, controles específicos en el caso de actuación

mediante terceros, controles contables y de pagos. La empresa cuenta

también con un Canal de Denuncias, que permite a los colaboradores

denunciar cualquier conducta contraria a las obligaciones establecidas

en la normativa interna.

¿Cómo debe ser la visión de un líder de negocios para interpretar y

transmitir valores que orienten las decisiones de los ejecutivos?

Los líderes deberán desarrollar una conducta profesional recta,

imparcial y honesta. Esto significa que la integridad determina nuestra

forma de actuar y que nos hemos de comportar siempre y sin

excepción conforme a exigencias éticas y legales, con el objetivo de

reforzar el compromiso de todos los empleados de tener un

comportamiento ético en sus actividades profesionales.

Consolidamos este pensamiento indagando a todos los colaboradores

a través de dos herramientas. Una de ellas es la encuesta anual de

clima laboral 2013 que realizamos junto a Great Place To Work,

resultando que 9 de cada 10 colaboradores, afirmaron que los jefes

conducen el negocio honesta y éticamente. Esta valoración se

mantuvo constante en 2012 y 2013 y fue 7 puntos por encima de la

media de las 10 mejores empresas para trabajar 2012.

La otra, a nivel global, en la cual el Grupo Santander junto a Hay Group

realizó una medición del compromiso de sus más de 180.000

colaboradores. La tendencia de la encuesta de clima, se confirmó

también en esta medición. En Santander Río, 9 de cada 10

colaboradores, afirmaron que la empresa actúa de forma ética y

responsable.

“…CADA VEZ MÁS LAS ORGANIZACIONES DEBERÁN TENER EN

CUENTA Y ASEGURAR EL CUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS DE

ÉTICA Y TRANSPARENCIA EXIGIDAS PARA EL NEGOCIO,

ASEGURANDO ASÍ LA SOSTENIBILIDAD DEL MISMO Y

GENERANDO VALOR PARA LA SOCIEDAD EN LA QUE

OPERAN…”

¿Cuáles cree que serán las principales tendencias en materia de

Gestión de Ética y Negocios para los próximos 10 años?

No debería haber tendencias. La ética debe ser una cualidad

permanente tanto en el mundo de los negocio como en la vida.

Page 34: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

En este contexto, cada vez más las organizaciones deberán tener en

cuenta y asegurar el cumplimiento de las normas de ética y

transparencia exigidas para el negocio, asegurando así la sostenibilidad

del mismo y generando valor para la sociedad en la que operan al

mismo tiempo. La ética en el negocio resulta así una condición

excluyente para ser sostenible.

Sergio Galván

Gerente principal de Comunicaciones Corporativas y

Estudios de Santander Río.

Page 35: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014
Page 36: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

LA EMPRESA TRANSPARENTE: Cuando

el Compromiso Ético construye al

Mundo

Desde hace ya varias décadas echó

raíces en las empresas la certeza de que

es necesario implementar operaciones

transparentes tanto hacia adentro como

hacia fuera de la compañía. Tomamos

simbólicamente la fecha de inicio de esta

tendencia masiva con la publicación de

“The Moral Dimension” de Amitai Etzioni,

1988, aunque en el campo teórico es

difícil determinar la paternidad de un

tema. El mérito de Etzioni es establecer las

bases epistemológicas de un verdadero

cambio de paradigma: aceptar la dimensión moral de la actividad

productiva. Esta aceptación significa realmente abandonar una forma

de racionalidad instrumental que por demasiado tiempo ha sido el

criterio único de toma de decisiones, un criterio guiado sólo por los

resultados próximos y cuantificables, abstrayendo por completo las

consecuencias humanas, sociales y comunitarias de las decisiones

empresariales o financieras.

La dimensión ética de la actividad empresarial no es algo nuevo, pero

desde hace décadas va explicitando sus consecuencias en las

prácticas cotidianas, en las estructuras funcionales y de poder dentro

de la empresa, pero también en la asunción de un rol mucho más

activo incluso fuera de la compañía, de cara a la comunidad. Se trata

entonces de la aceptación de la empresa como uno de los factores de

edificación del mundo humano, no sólo en la búsqueda del permiso

ESCENARIOS Y TENDENCIAS

ENDENCIAS Por Paola Scarinci de Delbosco,

Profesora del Área Académica

Empresa, Sociedad y Economía del IAE

Business School, Universidad Austral

Page 37: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

social para operar, sino asumiendo el poder que el trabajo organizado

implica, y aceptando poner ese poder al servicio del bien común.

La empresa, en su dimensión moral, sabe que puede expandir sus

efectos positivos en el entorno, controlando los negativos y ofreciendo

eventualmente una solución. No sólo las compañías están creciendo en

la conciencia de su rol social, sino que el público está haciéndose cada

vez más exigente, y está mirando seguramente el precio de los

productos y servicios, pero también la huella de carbono, el uso de

fuentes de energías renovables, el procesamiento de los residuos, la

solución por los deshechos generados por los productos, la respuesta a

las necesidades puntuales de la comunidad, etc. En concreto,

recuperar la dimensión ética de la actividad empresarial no es otra

cosa que la recuperación de esa actividad como acción humana. Y

toda acción humana libre tiene una dimensión ética, es decir: puede

ser juzgada como buena o mala y conlleva una responsabilidad.

En tiempos de encuentro y desencuentro entre múltiples culturas,

generalmente se nos complica el fundamento del juicio moral, dado

que se entiende que cada cultura tiene sus parámetros, y se especula

que lo que es bueno para algunas es malo para otras, y viceversa. Sería

largo responder a este punto de vista polémico desde un marco

teórico, resulta más práctico un atajo empírico: es bueno lo que

favorece a las personas como individuos y como seres sociales,

simultáneamente; es malo lo que impide el desarrollo, la expansión de

las personas, de nuevo, en su faz individual y en sus interrelaciones.

“…RECUPERAR LA DIMENSIÓN ÉTICA DE LA ACTIVIDAD

EMPRESARIAL NO ES OTRA COSA QUE LA RECUPERACIÓN DE

ESA ACTIVIDAD COMO ACCIÓN HUMANA”.

El ajuste a este criterio empírico tiene la ventaja de ser flexible y

dinámico. Ya sabemos que, una vez aceptada la responsabilidad moral

de las propias acciones, las empresas institucionalizan las conductas

preferidas en Códigos de Ética, con los cuales instruyen a los nuevos

colaboradores. Esto es seguramente algo bueno y aclara muchas

dudas. Sin embargo es insuficiente, puesto que la dimensión moral no es

la simple aplicación de una conducta como obediencia a algo

estipulado, sino que es siempre algo vivo: es una búsqueda de mayor

ajuste, de recta interpretación de las circunstancias, de nuevas

respuestas frente a nuevos desafíos.

Los Códigos de Ética manifiestan conductas mínimas, debajo de las

cuales se cae en lo no ético, pero el compromiso auténtico por la moral

implica una revisión continua de las propias actitudes y acciones, para

Page 38: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

honrar plenamente los valores con los que se suele describir la esencia

de la empresa.

Cuando esta inquietud ética -para utilizar una expresión del sociólogo

polaco Zygmund Bauman- se hace presente, sabemos que estamos

buscando continuamente hacer el bien concreto, aquí y ahora, como

exige la prudencia. Esa actitud cambia por completo el clima de una

empresa, porque se entiende que hay que comprender, hay que

escuchar, hay que aproximarse: el encuentro entre las personas abre la

dimensión ética. Y una vez abierta, crece por un lado la

responsabilidad, esto es, la necesidad de dar respuestas. Pero por otro

lado crece también la creatividad, la capacidad de dar respuestas

nuevas, cuando decidimos abrirnos a la realidad de las demás

personas, a la realidad de nuevas circunstancias, a la realidad del

mundo fuera de la empresa.

Paola Scarinci de Delbosco

Doctora en filosofía por la Universitá degli Studi di Roma.

Profesora part time en IAE, Escuela de Dirección y

Negocios/Austral. Investigadora del Centro ICBC

Conciliación Familia y Empresa, CONFyE, en el IAE. Coautora

de siete libros referidos a temas éticos, en 2010. Ha

publicado junto con Guillermo Fraile “El desafío de cada

día”, análisis y estrategias para la conciliación entre

profesión y familia. Es partner para las Américas del premio

internacional “Premio Famiglia Lavoro”, The International

WorkLife Balance Award, de la Regione Lombardia, en

colaboración con ALTIS-Alta Scuola Impresa e Società

dell’Università Cattolica de Milán.

Page 39: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

LA ÉTICA, EL AIRE QUE RESPIRAN LOS

NEGOCIOS

Muchas veces la palabra “ética” nos

transporta a grandes reflexiones

conceptuales y abstractas sobre qué es

correcto y qué no lo es. Se trata de un

debate complejo signado por distintas

concepciones filosóficas, desde la más

pura ética kantiana hasta el máximo

utilitarismo.

Es en el marco de estas miradas en

disputa que entendemos a la ética como el aglomerado de normas,

costumbres y pautas culturales que valoran el comportamiento habitual

y cotidiano de los integrantes de una comunidad en un momento

determinado. Por lo tanto, la ética está de manera permanente

direccionando nuestro comportamiento, de allí el asemejarla con el aire

que respiramos.

Hablar de ética en los negocios lleva inicialmente a los decisores de una

empresa (y a los grupos de interés también) a reflexionar sobre dos

preguntas esenciales:

¿Cuál es la razón de ser de mi organización?

¿De qué manera la empresa genera su riqueza?

El primer interrogante se relaciona con un aspecto más filosófico

referido a la misión, visión y valores de una empresa, los cuáles deberían

orientar el comportamiento organizacional.

Según la ISO 26000 “el comportamiento de una organización debería

basarse en los valores de la honestidad, equidad e integridad. Estos

valores implican la preocupación por las personas, animales y medio

ambiente, y un compromiso de tratar el impacto de sus actividades y

decisiones en los intereses de las partes interesadas”.

Por Lucas Utrera, Profesor de Ética,

Responsabilidad Social y Desarrollo

Sustentable en UADE Business School

Page 40: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

“…ENTENDEMOS A LA ÉTICA COMO EL AGLOMERADO DE

NORMAS, COSTUMBRES Y PAUTAS CULTURALES QUE VALORAN

EL COMPORTAMIENTO HABITUAL Y COTIDIANO DE LOS

INTEGRANTES DE UNA COMUNIDAD EN UN MOMENTO

DETERMINADO”.

Quizás muchas veces no se preste atención a los enunciados de las

visiones, misiones y valores de una empresa, después de todo, son frases

prescriptivas con cierto grado de abstracción. No obstante, lejos están

de ser palabras neutras o sin sentido. De alguna forma reflejan

valoraciones que, en mayor o menor medida, impregnan la gestión

cotidiana del negocio. Por ejemplo: no es lo mismo la visión de una

empresa que pretende “ser la marca que más vende”, “ser la empresa

más grande” o “ser la marca preferida por los consumidores”.

Es interesante hacer estos análisis, no porque una visión y misión sean

correctas y otras equivocadas, sino porque marcan una impronta en la

organización para un contexto y momento determinado.

Es alentador que, según la 2ª Encuesta sobre Desarrollo Sustentable y

RSE en el sector privado en Argentina realizada por PWC2, el 88% de las

empresas ya incluya aspecto de RSE en sus declaraciones de misión y

visión. También que en el 86% de los casos, el Directorio de la empresa

sea quien define y supervisa el cumplimiento de la estrategia de RSE.

La segunda pregunta se refiere al “cómo”, esto es, de qué manera la

empresa define una estrategia de sustentabilidad y, en consecuencia,

gestiona en línea con esos postulados sus procesos, operaciones e

impactos sociales y ambientales. Aquí es donde los asuntos de

sustentabilidad incorporan nuevas dimensiones al accionar ético de una

organización, y por ende, de cada uno de sus integrantes. A modo de

ejemplo, ¿la competitividad de mi empresa se basará en la innovación

y ecoeficiencia o radicará en el uso indiscriminado de los recursos

naturales y las peores condiciones de trabajo sin considerar las

perspectivas futuras de esos trabajadores?

Como mencionara, la ética se asemeja al aire que respiramos, un acto

reflejo que está todo el tiempo orientando nuestras acciones y

decisiones cotidianas. Ahora bien, imaginemos cómo nos sentiríamos si

dejáramos de respirar por unos instantes, inmediatamente clamaríamos

por ese elemento vital para nuestras vidas. Lo mismo ocurre con la ética.

Es omnipresente pero si se contamina, o peor aún, falta, rápidamente

todos nos damos cuenta y deseamos su pronta restitución. En ese

2 De este estudio de PwC participaron 57 empresas locales.

Page 41: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

sentido, el margen de tolerancia de inversionistas, empleados,

consumidores, organizaciones de la sociedad civil, entre otros grupos de

interés, es cada vez menor.

“…ASUMAMOS UNA GESTIÓN RESPONSABLE DE LOS

NEGOCIOS COMO UNA ÉTICA DEL CUIDADO DE LAS

PERSONAS Y EL ENTORNO, INDISPENSABLE PARA GENERAR

ORGANIZACIONES MÁS SANAS…”.

Pensemos entonces cómo cuestiones relacionadas con la falta de

transparencia, fraude y corrupción nos han dejado sin aire, también

reflexionemos sobre aquellas situaciones de maltrato a los empleados,

la discriminación, la vulneración de derechos humanos de una persona,

un grupo o una comunidad, la comunicación irresponsable de un

producto, la falta de un servicio de atención al cliente y la afectación

de recursos naturales, entre otros. Estos son sólo algunos de los dilemas

éticos que se imponen en estos tiempos. Desafíos bien concretos y

operativos cuya forma de resolución refleja valores y creencias, una

mirada fundada en la ética.

De esta manera, asumamos una gestión responsable de los negocios

como una ética del cuidado de las personas y el entorno, indispensable

para generar organizaciones más sanas basadas en códigos de

conducta, estándares de negocios y mecanismos transparentes de

comunicación, rendición de cuentas y diálogo con los grupos de

interés. En definitiva, encontrar los mecanismos, las herramientas de

gestión, que mantengan empresas más saludables en un entorno

armonioso, de la misma forma que anhelamos el aire puro para respirar

cada día.

Lucas Ignacio Utrera

Profesor de “Ética, Responsabilidad Social y Desarrollo

Sustentable” en UADE Business School. Licenciado en

Ciencia Política de la Universidad Católica de Córdoba.

Magister en Administración y Políticas Públicas de la

Universidad de San Andrés. Autor de los libros “RSE y sus

mitos. Manual básico para refutar a ingenuos y escépticos”

(2014 – EDICON) y “RSE y trabajo decente, la articulación

entre empresas y gobierno en la implementación de

políticas públicas” (2012 - Grupo Editorial Temas). Lidera el

área de Sustentabilidad de Odebrecht. Anteriormente

trabajó en Manpower y el Instituto Argentino de

Responsabilidad Social Empresaria (IARSE).

Page 42: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

“LOS DEPARTAMENTOS DE RRHH

JUEGAN UN ROL CRUCIAL EN LA

PROMOCIÓN DE UNA CULTURA

ÉTICA”

La implementación e implicaciones

de una gerencia responsable es

pragmática en la práctica, y

supone cambios (no siempre fáciles,

ni inmediatamente rentables) en la

estrategia corporativa, la visión y las

metas organizacionales que deben

ir más allá de las consideraciones

financieras o prácticas de

responsabilidad social empresarial que estén desarticuladas. Asumir una

gerencia responsable, transparente, transformadora y orientada a la

sostenibilidad puede tener repercusiones positivas (conducentes a

aumentos de competitividad) en diferentes procesos de las

organizaciones como lo son: ser percibidos como innovadores sociales y

medio ambientales; diferenciación de marca y ganancias

reputacionales; reconocimiento por parte de consumidores y clientes; y

aumento del sentido de pertenencia y satisfacción de los empleados.

Las claves de una gestión ética y responsable en los negocios están en

gran parte ligadas a la sensibilidad, liderazgo y capacidad (velocidad,

precisión) de reaccionar a cambios necesarios para conducir a la

empresa y a la industria a ser sostenible en el largo plazo, no solamente

a nivel local, sino pensando las empresas como organizaciones

globalmente interdependientes. Una gestión ética y responsable de una

empresa, refleja el interés de una alta gerencia de tener un negocio

vigente en generaciones futuras, de gozar en tiempo presente de

rentabilidad, satisfacción de los clientes, sentido de pertenencia de los

empleados, y legitimidad social para operar. Además, un gerente ético

se diferencia primero por comunicar de manera transparente a su

equipo que hay que “hacer las cosas bien” en términos éticos, y como

consecuencia de esto, orgánicamente se verán las ganancias

Por Maria Alejandra Gonzalez-Perez,

Directora del Observatorio en

Comercio, Inversión y Desarrollo de la

Universidad EAFIT en Colombia

Page 43: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

financieras. Y lo segundo, es tener demostraciones visibles de prácticas

éticas que sirvan como modelos sociales al interior de la empresa.

Desde el comienzo del siglo XXI, los escándalos por el comportamiento

irresponsable de compañías han aumentado a nivel mundial. Esto,

sumado a las crisis financieras, ha escalado preocupaciones de las

consideraciones éticas y morales en los negocios al tener

consecuencias económicas, sociales y medio ambientales. En este

sentido, han aumentado a una tasa sin precedentes los requerimientos

hacia las empresas para que se comporten de manera social y

ambientalmente responsable. Esto implica para los futuros gerentes y las

Escuelas de Negocios asumir la responsabilidad de formar personas

responsables, comprometidos con la sostenibilidad, y conscientes de las

implicaciones de sus empresas en los entornos donde operan y a lo

largo de su cadena de suministro. Para esto, las Naciones Unidas

apoyan la iniciativa Principles for Responsible Management Education

(PRME) para catalizar internacionalmente transformaciones requeridas

en los programas de negocios del mundo, buscando que respondan a

las demandas de las sociedades de tener empresas responsables.

“LAS CLAVES DE UNA GESTIÓN ÉTICA Y RESPONSABLE EN LOS

NEGOCIOS ESTÁN EN GRAN PARTE LIGADAS A LA

SENSIBILIDAD, LIDERAZGO Y CAPACIDAD (…) DE REACCIONAR

A CAMBIOS NECESARIOS PARA CONDUCIR A LA EMPRESA Y A

LA INDUSTRIA A SER SOSTENIBLE EN EL LARGO PLAZO…”.

Lange y Washburn en un artículo publicado en el 2012 en la revista

Academy of Management Review postulan que las acciones

irresponsables tienen tres aspectos: sus efectos son indeseados, el actor

es culpable, y las partes afectadas no son cómplices. Por lo cual, la

irresponsabilidad implica acciones que demuestran falta de respeto y

preocupación por el bienestar del otro (a nivel individual y colectivo).

Paul Hibbert y Ann Cunliffe hacen un análisis en el Journal of Business

Ethics y encuentran que anteriormente se tenía la concepción que el

liderazgo gerencial responsable era basado en valores e implicaba

ideales compartidos de bienestar de la sociedad, decisiones de moral y

sentido de rendición de cuenta a otros. Además de la facultad de

cultivar relaciones sostenibles con los actores de interés para lograr

cumplir objetivos alineados con una visión común colectiva. También,

hay quienes consideran que el liderazgo responsable significa asumir lo

que se considera que es “lo correcto”. Es decir que ha habido una

tendencia a considerar el liderazgo gerencial responsable ligado a las

relaciones interpersonales, y poder rendir cuentas de las actuaciones y

decisiones del día a día.

Page 44: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

Adicionalmente a los gerentes éticos y no éticos, existen los gerentes

amorales (o éticamente neutrales). Los gerentes éticamente neutrales

fueron definidos por Archie B. Carroll en 1987 como los gerentes que no

hacen intentos activos o implícitos por ser éticos o no éticos. Este tipo de

gerencia, fue encontrada por Caroll, y luego por Treviño, Brown y

Hartman quienes lo consideraron como el estilo de liderazgo

predominante. Los gerentes neutralmente neutros, tienden a ser

percibidos por su equipo como egoístas, centrados en sí mismos, sin

consciencia moral, y miopemente centrados en las ganancias de las

empresas. Sin embargo, según resultados de las investigaciones de

Rebecca L. Greenbaum, Matthew J. Quade y Julena Bonner,

publicadas este año en la revista Organizational Psychology Review

sobre las razones por las cuales algunos gerentes asumen un liderazgo

éticamente neutral, es que contrariamente a la percepción negativa

que puedan tener los líderes “éticamente neutrales”, asumir una

posición éticamente neutral, no significa egoísmo, sino que obedece a

que el líder tiene clara su posición ética (la cual según sus principios

contribuye positivamente a la organización), pero ésta difiere con una

agenda “ética” socialmente predominante. Otra razón es que asumir un

estilo gerencial éticamente comprometido puede estar acompañado

de riesgos profesionales y retos indeseables por lo que, para muchos

gerentes es más fácil y atractivo tener una gestión éticamente neutral.

A nivel de las empresas, los departamentos de recursos humanos juegan

un rol crucial e instrumental en la creación y fortalecimiento de una

cultura y promoción del comportamiento ético. Pese a que hay fuertes

evidencias que los climas éticos dentro de las organizaciones se asocian

a culturas nacionales y a instituciones sociales locales, hay una

tendencia a aumentar consciencia y a asumir principios universales.

María Alejandra Gonzalez-Perez

Profesora Titular y Director del Observatorio en Comercio,

Inversión y Desarrollo de la Universidad EAFIT en Colombia.

Tiene un PhD en Negocios Internacionales y Responsabilidad

Social Empresarial de la Universidad Nacional de Irlanda. Fue

Directora del Grupo de Investigación en Estudios

Internacionales y Jefe del Departamento de Negocios

Internacionales de la Universidad EAFIT hasta el año 2013.

Page 45: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

LA ÉTICA Y LA TRANSPARENCIA EN

LOS NEGOCIOS

Una reflexión desde tres

interrogantes: ¿Por qué? ¿Cómo? y

¿Para qué?

¿Y no será que en este mundo

hay cada vez más gente y menos personas?

Mafalda

Hoy día el tema de la Responsabilidad Social

en las empresas es abordado de manera

recurrente y desde diversos ángulos en

escenarios académicos, empresariales así

como del tercer sector. Sin embargo, este

hecho tiene una relación inversamente

proporcional con respecto a la unificación y

claridad de su concepto y esencia, lo cual se

traduce en interpretaciones y aplicaciones en

distintas direcciones. En el presente artículo se

aborda desde la corriente teórica que la

entiende como un compromiso inherente y

natural a la gestión de la empresa en tanto

institución socioeconómica que tiene una responsabilidad moral con la

sociedad (Cortina, 1996).

Una primera interrogante que nos mueve a la reflexión es: ¿Por qué los

negocios necesitan de una ética rectora? Veamos tres condiciones:

1. Un negocio es creado para proporcionar a la sociedad unos bienes,

lo cual legitima su existencia, y tanto esos bienes como los medios

DESTACADOS

ENDENCIAS Por Enrique Limón Suárez, Coordinador

Académico y Profesor en el área

económico-administrativa de la

Universidad Cristóbal Colón (Veracruz,

México).

Page 46: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

empleados para generarlos implican decisiones que inevitablemente

se ubican en el ámbito de la ética, argumento sustentado en la Ética

de la Responsabilidad de Max Weber, quien sostiene que se deben

prever las consecuencias de las decisiones así como evitar medios

dudosos al encaminarse hacia los objetivos (Cortina, 1996; Sisk y

Sverdlik, 1979); con mayor rigor en el escenario del neoliberalismo

económico caracterizado por un capitalismo salvaje que obliga a

una nueva dinámica de responsabilidades, tanto al Estado como a

la empresa privada (Evans, 2011).

2. Una empresa implica un complejo de relaciones económicas y

sociales. La Teoría de los Stakeholders o partes interesadas de

Edward Freeman, dejando atrás la Teoría del Accionista de Milton

Friedman, ha venido a fundamentar y fortalecer este fenómeno

afirmando que todos aquellos individuos con los que se relaciona

una empresa son susceptibles de afectar o ser afectados en el

proceso de alcanzar los objetivos. De allí se desprende la imperiosa

necesidad de ser considerados como iguales desde la perspectiva

de la dignidad de la persona humana más allá de las relaciones

contractuales implicadas, pues todo grupo de seres humanos -y la

empresa no es la excepción- encuentra su justificación finalmente en

términos de su contribución al bien común (Fontrodona y Sison, 2007).

3. Un negocio, desde el enfoque económico, busca eficiencia,

productividad y rentabilidad y desde el enfoque social debe buscar

el bien común. Por tanto, las decisiones en lo económico deben

tener referentes desde lo social que promuevan un equilibrio porque

la empresa debe y puede ser rentable y éticamente responsable

generando una cadena de valor vía: a) empleo mejor remunerado,

b) fortalecimiento del mercado interno con su consecuente impacto

en la disminución de la pobreza, c) mayor crecimiento económico

traducido en recaudación fiscal y acciones del gobierno en

beneficio de la competitividad del país, educación de calidad,

investigación y desarrollo así como gasto social destinado a disminuir

las desigualdades (Uniapac, 2008).

El segundo interrogante derivado de las respuestas anteriores consiste

en: ¿Cómo lograr una gestión ética y transparente en los negocios?

Revisemos tres factores claves.

Una primera clave vital está en el personal. Considerando que todos en

mayor o menor medida toman decisiones y, dado que los cursos de

acción deben estar orientados a aumentar el bienestar social (Hill y

Jones, 1996) es necesario desarrollar competencias en ese sentido,

recurriendo a programas de sensibilización, empoderamiento y

prácticas de alto impacto que incidan mediante el ejemplo en las

actitudes y hábitos en todos los niveles de la organización.

Page 47: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

La segunda clave radica entonces en contar con una teoría de gestión

-en contraposición con una expresión de solidaridad filantrópica- que

insertada en el corazón de la empresa impacte en y desde el

desempeño de sus funciones apoyada en cuatro procesos: 1) buena

gobernanza, 2) diálogo y rendición de cuentas con las partes

interesadas, 3) impactos medioambientales y sociales y 4) alianzas para

el desarrollo sostenible (Vallaeys, 2007).

“…LAS DECISIONES EN LO ECONÓMICO DEBEN TENER

REFERENTES DESDE LO SOCIAL QUE PROMUEVAN UN

EQUILIBRIO PORQUE LA EMPRESA DEBE Y PUEDE SER RENTABLE

Y ÉTICAMENTE RESPONSABLE…”

La tercera clave implica la implementación de un sistema de gestión

ético que integrado a la estrategia, los procesos y las prácticas de la

organización, desde la alta dirección, promuevan modelos de

conducta alineados (nunca alienados) a una cultura organizacional

funcional, y por ende, a los objetivos. Se puede esperar que esto

suceda en tanto se genere un aprendizaje basado en procesos de

socialización y formación que transmitan valores, creencias, supuestos y

símbolos que induzcan a cada colaborador a descubrir el amplio

margen que tiene de hacer el bien y la oportunidad implícita de

mejorar como persona (Fernández y Martín, 2011). Para ello se puede

contar con el apoyo de códigos, comités, mecanismos de denuncia,

gestores y programas de formación; elementos todos ellos que deben

estar en congruencia con los acuerdos que la sociedad en su conjunto

(ética cívica) o en el ámbito de sus organizaciones (ética aplicada), ha

generado como referentes éticos, entendidos como el deber ser, como

un saber para actuar (Cortina, 1996).

Entonces la tercera interrogante en consecuencia consiste en: ¿Para

qué implementar una gestión ética y transparente? He aquí tres

respuestas propuestas con base en Fernández y Martín (2011), que no

son las únicas ni pretenden ser absolutas:

1. Fortalece su capital social y moral así como su reputación corporativa al

desarrollar sus operaciones con transparencia, integridad y sostenibilidad

económica, social y medioambiental.

2. Fortalece la excelencia en el trabajo y un clima laboral favorable al

desarrollar en el personal virtudes y su potencial humano.

3. Fortalece la calidad de vida de las personas al generar y distribuir la riqueza

con base en el bienestar y desarrollo.

Page 48: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

En conclusión, la ética y la responsabilidad social en los negocios

implican desarrollar un proyecto de empresa que:

a) considere al hombre como autor, centro y objetivo de toda la vida

socio económica, ubicándolo como fin en vez de medio;

b) enfoque su quehacer económico sobre bases de justicia, equidad,

respeto y transparencia;

c) contribuya y sirva al bien común de la sociedad, generando el

mayor bienestar posible, respetando la dignidad y promoviendo la

realización plena de la persona humana.

Referencias

Cortina, A. (1996). Ética de la empresa: Claves para una nueva cultura empresarial (2ª.

ed.) España: Trotta.

Evans. A. M. (2011). Un Recorrido Hacia la Responsabilidad Social Corporativa/a

Chronological Path to Corporate Social Responsibility. (Versión electrónica). Revista

Ciencias Estratégicas – Vol. 19 Núm. 25. Recuperado de id. vLex: VLEX-418588494

Fernández, A. y Martín, V. (2011). Gestión ética para el bien común en las

organizaciones. Revista Sinergia recuperado de http://revista-

sinergia.com.ar/wp/?p=174

Fontrodona, J. y Sison, A. (s/f). Hacia una teoría de la empresa basada en el bien

común. Revista Empresa y Humanismo Vol. X, 2/07, pp. 65-92

Hill, Ch. y Jones, G. (1996). Administración Estratégica: Un enfoque integrado (3ª. ed.)

Colombia: Mc Graw Hill

Sisk. H. y Sverdlik, M. (1979). Administración y Gerencia de empresas (2ª. ed.) USA:

South-Western Publishing

Uniapac (2013). La rentabilidad de los valores (2ª. ed.) México: Uniapac

Latinoamericana

Vallaeys, F. (2007). Responsabilidad Social Universitaria: Propuesta para una definición

madura y eficiente. Recuperado de

www.itesm.mx/va/FEV/dic07/directores_carrera/Responsabilidad_Social_Universitaria.p

df

Page 49: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

Enrique Limón Suárez

Maestro en Administración. Actualmente cursando el

Doctorado en Ciencias de la Administración. Coordinador

Académico y Profesor en posgrado y en licenciatura en el

área económico-administrativa de la Universidad Cristóbal

Colón, Veracruz, México. Académico Certificado desde

2008 por la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de

Contaduría y Administración (ANFECA) y la Federación de

Colegios Nacionales de Licenciados en Administración

(CONLA).

Page 50: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

“HACIA UNA GESTIÓN ÉTICA Y

TRANSPARENTE EN LOS NEGOCIOS”

El gran reto de los empresarios del

presente y del futuro es dar un mejor

servicio a la sociedad impulsando un

nuevo paradigma empresarial marcado

por los valores humanos y la ética. Ahora

mismo, el mayor impedimento para

poder iniciar una gestión

verdaderamente ética en las empresas

es el obsesivo afán de lucro a corto

plazo. La ética requiere de una estrategia que contemple el medio y

largo plazo, de manera que permita establecer relaciones profesionales

respetuosas e igualitarias. Y es que sólo por medio de la confianza, la

colaboración y la vocación de servicio se consigue la sostenibilidad que

persigue cualquier compañía.

En una nueva forma de gestionar y liderar los negocios, el individualismo

ha de dar paso a la cooperación y a la generosidad, unos elementos a

potenciar por parte de líderes, empresarios y directivos. Cada vez más

las empresas colaboran entre ellas y es clave que todos recuperemos el

valor de “la unión hace la fuerza” y el orgullo de trabajar para la

comunidad. En este sentido, el objetivo de una organización ética

debería ser liderar proyectos conscientes, que tengan como pilares

fundamentales los valores de la transparencia, la sostenibilidad y la

responsabilidad social.

El valor de la transparencia tiene que ver con la aspiración al ideal de la

verdad. Si se cuenta la verdad, se genera confianza y se despierta la

conciencia, con lo que se contribuye a cambiar las cosas de forma

positiva. Lo primero que hay que tener muy claro es la misión de la

empresa: cuál ha sido la intención de los fundadores al crear una

organización. Es indiscutible que una empresa tiene que tener

beneficios y ser rentable, pero también es evidente que hay que

explicar si la misión está o no por encima de los objetivos.

Paralelamente, la transparencia también implica que debe fluir la

información de forma suficiente, tanto dentro de la empresa como

Por José María Torres, Director General

de Numintec y Vicepresidente del

Círculo de Negocios Éticos

Page 51: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

hacia fuera, para que se conozcan los criterios con los que se están

tomando las decisiones y qué repercusiones tienen estas decisiones en

las personas y en el planeta. A modo de ejemplo, es bueno que

preguntas como “¿Quiénes son los clientes, proveedores y

distribuidores?” o “¿Cómo se producen los productos?” tengan una

respuesta clara.

Otro de los criterios de transparencia es publicar la diferencia entre el

salario más alto y el más bajo, o explicar si los directivos tienen incentivos

extraordinarios (bonus) en función de la consecución de objetivos. Y la

transparencia no atañe sólo a empresarios o directivos, sino a todas las

personas de la empresa. Todas deben ser transparentes con su propia

misión dentro de la organización preguntándose si sus objetivos son

ganar el máximo dinero posible o contribuir a la misión de la empresa, o

cuestionándose si desarrollan su máxima eficiencia en su trabajo de

forma autónoma o sólo reaccionando bajo control y presión.

“EL GRAN RETO DE LOS EMPRESARIOS DEL PRESENTE Y DEL

FUTURO ES DAR UN MEJOR SERVICIO A LA SOCIEDAD

IMPULSANDO UN NUEVO PARADIGMA EMPRESARIAL

MARCADO POR LOS VALORES HUMANOS Y LA ÉTICA”.

El segundo valor que debería ser clave para las organizaciones éticas es

el de la sostenibilidad, un concepto relacionado en este caso con el

ideal de la armonía, el equilibrio y la justicia. Por un lado, hablamos de la

sostenibilidad humana, generando unas condiciones laborales que

permitan un ambiente de trabajo físicamente y psíquicamente

saludables. Y por otro lado, nos referimos también a la apuesta por una

sostenibilidad ecológica para minimizar el impacto medioambiental de

las actividades empresariales o para compensar aquellas que no

puedan minimizarse. Hay que poner la inteligencia y la investigación al

servicio del planeta y de la calidad de vida, y ello es perfectamente

compatible con la viabilidad y rentabilidad económica de una

compañía.

Finalmente, el tercer pilar de un negocio ético debería ser el

compromiso social. Un valor relacionado con la fraternidad y el hacer

que todas las personas puedan satisfacer sus necesidades más básicas.

Un objetivo a cumplir cambiando el principio de la lucha y de la

competencia por la del apoyo y la dependencia mutua. Una

organización ética cree en la “cultura de la donación”, destinando una

parte de los beneficios de las empresas a proyectos culturales o sociales

y buscando la innovación en la propia actividad de producción para

repercutir en un mayor bienestar social. La empresa también debe ser

sensible a las grandes necesidades sociales, incorporando en la medida

Page 52: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

de lo posible a personas con alguna discapacidad o en riesgo de

exclusión social.

Los valores de la transparencia, la sostenibilidad y el compromiso social

deben estar siempre al servicio de las conocidas tres “P” de la

economía sostenible: Personas (People), Planeta (Planet), y Provecho o

beneficio (Profit). Si se mantiene este orden de prioridades, toda

empresa encontrará soluciones imaginativas a los problemas de la

gestión del día a día para generar así una mayor rentabilidad y

crecimiento.

José María Torres

Una vez finalizada su carrera deportiva (fue 10 veces

campeón de España de karate, 5 veces campeón de

Europa, 2 veces campeón del Mundo y medalla de oro al

mérito deportivo del gobierno español), ejerció durante 10

años como Director Comercial en una empresa de

productos deportivos. En el 2002 fundó Numintec, consultoría

de servicios de telecomunicaciones, con licencia de

operador, especializada en la gestión de comunicaciones

inteligentes y servicios corporativos a medida en tecnología

cloud computing. Como director general de Numintec, ha

impulsado junto a otras organizaciones (Factor Energía,

Fundación Pimec y Alqvimia), un Círculo de Negocios Éticos

cuyo objetivo es construir una economía desde la

conciencia e incorporar la ética a las decisiones

económicas para promover el cambio social.

Page 53: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014
Page 54: Evolución IARSE Nº 27 - Edición Septiembre 2014

Prevención de la Corrupción para fomentar el desarrollo de las

Pequeñas y Medianas Empresas. Organización de las Naciones Unidas

para el Desarrollo Industrial (ONUDI) y Oficina de las Naciones Unidas contra la

Droga y el Delito (ONUDD). Año 2007. Austria.

Ética, Responsabilidad Social, Desarrollo Sustentable en las

Organizaciones. Estrada García, Ricardo A.; Monroy Alvarado, Germán

Sergio; y Ramírez Alcántara, Hilda T. Publicado en Memoria del 3er. Congreso

sobre Responsabilidad Social Corporativa, ISEOR, ADERESE, Lyon, Francia,

Octubre 2005; en revista Administración y Organizaciones, Año 8, No. 15,

Departamento de Producción Económica, DCSH, UAM-X, México, Diciembre

2005.

Ética y Responsabilidad ante la Crisis. Árraez Monllor, María Ángeles y

Francés Goméz, Pedro. Año 2010. España.

OCDE

Declaración Universal de Derechos Humanos

Objetivos de Desarrollo del Milenio

Pacto Global de Naciones Unidas

Accountability

Instituto Ethisphere

Negocios Limpios

Transparencia Internacional

DOCUMENTOS RECOMENDADOS

SITIOS DE INTERÉS

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Instituto Brasileiro de Governança Corporativa (Brasil)

Red Argentina de Compliance y Buenas Prácticas

Centro de Recursos Éticos

Comisión Nacional de Defensa de la Competencia

Asociación Argentina de Ética y Compliance (AAEC)

Fundación Étnor

EBEN España

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