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SALVADOR SEGUI, gran p ionero del movimiento libertario y ardoroso defensor de la claás obrera, a la que entregó toda su vida... y su muerte. Continuador de una linea que se inicia en las primeras asociaciones obreras, continúa en Anselmo Lorenzo la I Internacional y en tódos aquellos libertarios, sea cual sea su orientación ideológica, que llevaron al Movi- miento Obrero Español durante el primer tercio de siglo a sus más altas cumbres. Un gran ejemplo revolucionario y libertario. El SINDIC4HIST4 Fundado por Angel Pestaña Precio 10 ptas. Septiembre, 1977 II Epoca: n.° 1 PODER OBRERO ES IGUAL A UNIDAD OBRERA LA DIVISION SINDICAL, PRINCIPAL INSTRUMENTO DE LA BURGUESIA La necesaria pluralidad ideológica de los trabajadores no debe impedir la unidad de acción de todos desde el nivel de Comité de Empresa hasta algún tipo de Federación que abarque toda España Se ha hablado tanto —y se sigue ha- blando— sobre la actual crisis económica que parece un tópico aburrido y monóto- no, carente de interés. Y, sin embargo, esta crisis es la definición de nuestra si- tuación presente. Durante años el capitalismo internacio- nal viene soportando una serie sucesiva de problemas: la crisis monetaria, la subi- da de las materias primas, la inflación con recesión, etc. Y todos y cada uno de estos baches se sufren doblemente en paí- ses dependientes como el nuestro, a los que hay que añadir problemas estructura- les basados en la inexistencia de una re- forma fiscal y agraria o una estructura de distribución comercial adecuada. Todo es- to lleva a la conclusión de que la situa- ción económica es muy grave. Pero en toda crisis económica los fac- tores sociales han de ser analizados en primer término, y este examen, en nuestro caso, nos da como resultado el que en es- tas crisis los que la soportan son siem- pre los que nada han intervenido para pro- vocarla: la clase obrera. La inflación, se- cuela típica del capitalismo de posguerra, muerde incesantemente en los ingresos fi- jos —sueldos y pensiones—, pero permi- te e incentiva la movilidad de las rentas provenientes de los precios y beneficios; así avanza continuamente un mecanismo antisocial de redistribución de renta a favor de las clases pudientes. A su vez la recesión económica dismi- nuye los beneficios de las grandes empre- sas, efectivamente, pero arruina a los pe- queños empresarios y envía a la calle a los trabajadores. Es este "ahorro" de per- sonal lo que permite al empresario conti- nuar su negocio. Y así diariamente se nos demuestra la antinomia negocio privado- interés social. EL PACTO SOCIAL Estas crisis son inherentes al sistema capitalista y existen porque existe el sis- tema y sus contradicciones, y si bien el capitalismo ha aprendido a sobrepasarlas, lo que no puede hacer es evitarlas o anu- larlas. Pero la salvación momentánea de la crisis que llegó a descubrir la burguesía, residía en la negociación con la clase obrera: se ofrecen concesiones politices a cambio de la colaboración pacífica en la resolución del mal momento económico. Ni que decir tiene que al reformismo sin- dical se le hace la boca agua cuando lle- ga este momento: siempre es posible dar un empujoncito al capitalismo a cambio de concesiones, aunque la contrapartida sea el decrecimiento del nivel de vida del trabajador. Para los partidos de la izquierda tradi- cional la posibilidad es más tentadora to- davía. Como tienen un sindicato obediente a sus consignas, las reivindicaciones se convierten en medios de negociación ante el Gobierno de temas más alejados aún del tema sindical. Las negociaciones co- mienzan con los grandes responsables del partido en la Zarzuela y continúan con las entrevistas del ministro del ramo con las grandes centrales sindicales. Después será inútil encontrar las pistas del pacto social, celosamente guardado; sólo alguna iróni- ca insinuación del ministro de Relaciones en una revista y algún elogio a la "respon- sabilidad" de las centrales dejará sospe- chas de la firma del acuerdo. El caso es que los conflictos promovi- dos por los firmantes del pacto social dis- minuyen espectacularmente bajo la senten- cia "no hay condiciones objetivas" o al- guna similar, mientras que las huelgas realizadas han de ser salvajes. LAS ELECCIONES SINDICALES Paralelamente a este problema esencial del pacto social se nos abre a los traba- jadores una oportunidad histórica sin pre- cedentes, cual es las elecciones sindica- les próximas. Esta oportunidad se abre en dos sentidos distintos, pero complementa- rios; el primero de ellos es el de acabar con el aparato vertical, que todavía per- siste y funciona, a pesar de la contradic- ción con el sentir y el desarrollo social ac- tual. El segundo sentido es el de la posi- bilidad que se abre de construir la unidad obrera en estas elecciones. LOS COMITES DE EMPRESA Los trabajadores habremos de elegir en nuestras empresas a los compañeros que nos representarán en los diferentes problemas frente a la empresa. Lógica- mente para que estos compañeros sean representativos la organización ha de ser democrática y de naturaleza asamblearia, sin perjuicio de los comités de diferentes especialidades que se creen para la ob- tención de datos, la elaboración de infor- mes y el control de las condiciones de tra- bajo. Partiendo de estas premisas de demo- cracia y control de la base, estos comi- tés de empresa pueden ser el órgano uni- tario de actuación de los trabajadores, el elemento que haga compatible la plurali- dad de organizaciones sindicales con la unidad de actuación. El comité podrá ser la representación asamblearia y los sindi- catos los elementos fiscalizadores de su actuación a la vez que elaboradores de propuestas y alternativas. Pero si se quiere realmente la unidad y ésta no es una mera invocación propa- gandística, el proceso ha de seguir: los comités de empresa han de federarse, me- diante procesos sucesivos, a todo lo lar- go del territorio nacional. Entendemos que se requieren grandes dosis de generosidad por parte de las cen- trales sindicales, que verían perder algo de su protagonismo —menos del que pa- rece a primera vista— en beneficio de la unidad. Pero ahora es posible hacerlo, está ahí, al alcance de la mano, el lograr- lo: es la oportunidad histórica de unir a la clase obrera. Si, por el contrario, se corta el proceso unitario en la empresa, sin continuar adelante, mediante la crea- ción de cientos de miles de pequeñas is- las unitarias, esta ocasión habrá naufra- gado. Ciertamente hay que ser realistas y cons- cientes de las dificultades y peligros de esta impresionante aventura; aquella cen- tral sindical que se sienta hegemónica ve- rá en este proceso una competencia que deberá combatir por mil y un medios. Tam- bién para la burguesía es un fuerte peli- gro, lo cual le llevará a intentar evitarlo mediante la negociación en el pacto so- cial. Y en este sentido las presiones van a ser infinitas porque unos sindicatos ais- lados son la mejor garantía para la su- pervivencia del capitalismo. Igualmente, cuarenta años de dictadura no son la me- jor escuela para la participación masiva de los trabajadores en los comités, lo cual habrá de significar un esfuerzo gigantesco de preparación y elevación cultural para esta integración autogestionaria. Junto a estas dificultades existe además un peligro evidente de monopolización por una corriente de toda la organización tra- bajadora. Este problema, al mismo tiem- po que no se puede olvidar como inexis- tente, ha de tenerse en cuenta, pero es un problema que siempre existirá. La únicas garantía para evitar el monopolio es la de- mocracia interna y la posibilidad de revo- cación de cargos. En una palabra: el con- trol efectivo de la base. Es evidente que todo proceso de este tipo, de tales magnitudes, ha de tener ne- cesariamente dificultades y peligros„ pero cuando en diferentes ocasiones históricas han surgido oportunidades así, lo que la posteridad recordó fue el avance conse- guido; lo otro pasó a engrosar el anecdo- tario. Por otro lado, si esta unidad se lo- grase seria la única e indiscutible organi- zación que podría ostentar la propiedad del patrimonio obrero. Que a su vez es un primer paso para la creación del PODER AUTONOMO DE LOS TABAJADORES. No tratamos de ayudar al capitalismo a salir de su crisis: tratamos de ayudar a España a salir del capitalismo

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SALVADOR SEGUI, gran p ionero del movimiento libertario y ardorosodefensor de la claás obrera, a la que entregó toda su vida... y su muerte.

Continuador de una linea que se inicia en las primeras asociacionesobreras, continúa en Anselmo Lorenzo la I Internacional y en tódos aquelloslibertarios, sea cual sea su orientación ideológica, que llevaron al Movi-

miento Obrero Español durante el primer tercio de siglo a sus más altascumbres. Un gran ejemplo revolucionario y libertario.

El SINDIC4HIST4Fundado por Angel Pestaña

Precio 10 ptas. Septiembre, 1977II Epoca: n.° 1

PODER OBRERO ES IGUAL A UNIDAD OBRERALA DIVISION SINDICAL, PRINCIPAL INSTRUMENTO DE LA BURGUESIALa necesaria pluralidad ideológica de los trabajadores no debe impedir la unidad de acción detodos desde el nivel de Comité de Empresa hasta algún tipo de Federación que abarque toda España

Se ha hablado tanto —y se sigue ha-blando— sobre la actual crisis económicaque parece un tópico aburrido y monóto-no, carente de interés. Y, sin embargo,esta crisis es la definición de nuestra si-tuación presente.

Durante años el capitalismo internacio-nal viene soportando una serie sucesivade problemas: la crisis monetaria, la subi-da de las materias primas, la inflacióncon recesión, etc. Y todos y cada uno deestos baches se sufren doblemente en paí-ses dependientes como el nuestro, a losque hay que añadir problemas estructura-les basados en la inexistencia de una re-forma fiscal y agraria o una estructura dedistribución comercial adecuada. Todo es-to lleva a la conclusión de que la situa-ción económica es muy grave.

Pero en toda crisis económica los fac-tores sociales han de ser analizados enprimer término, y este examen, en nuestrocaso, nos da como resultado el que en es-tas crisis los que la soportan son siem-pre los que nada han intervenido para pro-vocarla: la clase obrera. La inflación, se-cuela típica del capitalismo de posguerra,muerde incesantemente en los ingresos fi-jos —sueldos y pensiones—, pero permi-te e incentiva la movilidad de las rentasprovenientes de los precios y beneficios;así avanza continuamente un mecanismoantisocial de redistribución de renta afavor de las clases pudientes.

A su vez la recesión económica dismi-nuye los beneficios de las grandes empre-sas, efectivamente, pero arruina a los pe-queños empresarios y envía a la calle alos trabajadores. Es este "ahorro" de per-sonal lo que permite al empresario conti-nuar su negocio. Y así diariamente se nosdemuestra la antinomia negocio privado-interés social.

EL PACTO SOCIAL

Estas crisis son inherentes al sistemacapitalista y existen porque existe el sis-tema y sus contradicciones, y si bien elcapitalismo ha aprendido a sobrepasarlas,lo que no puede hacer es evitarlas o anu-larlas. Pero la salvación momentánea de lacrisis que llegó a descubrir la burguesía,residía en la negociación con la claseobrera: se ofrecen concesiones politices acambio de la colaboración pacífica en laresolución del mal momento económico.Ni que decir tiene que al reformismo sin-dical se le hace la boca agua cuando lle-ga este momento: siempre es posible darun empujoncito al capitalismo a cambiode concesiones, aunque la contrapartidasea el decrecimiento del nivel de vida deltrabajador.

Para los partidos de la izquierda tradi-cional la posibilidad es más tentadora to-

davía. Como tienen un sindicato obedientea sus consignas, las reivindicaciones seconvierten en medios de negociación anteel Gobierno de temas más alejados aúndel tema sindical. Las negociaciones co-mienzan con los grandes responsables delpartido en la Zarzuela y continúan con lasentrevistas del ministro del ramo con lasgrandes centrales sindicales. Después seráinútil encontrar las pistas del pacto social,celosamente guardado; sólo alguna iróni-ca insinuación del ministro de Relacionesen una revista y algún elogio a la "respon-sabilidad" de las centrales dejará sospe-chas de la firma del acuerdo.

El caso es que los conflictos promovi-dos por los firmantes del pacto social dis-minuyen espectacularmente bajo la senten-cia "no hay condiciones objetivas" o al-guna similar, mientras que las huelgasrealizadas han de ser salvajes.

LAS ELECCIONES SINDICALES

Paralelamente a este problema esencialdel pacto social se nos abre a los traba-jadores una oportunidad histórica sin pre-cedentes, cual es las elecciones sindica-les próximas. Esta oportunidad se abre en

dos sentidos distintos, pero complementa-rios; el primero de ellos es el de acabarcon el aparato vertical, que todavía per-siste y funciona, a pesar de la contradic-ción con el sentir y el desarrollo social ac-tual. El segundo sentido es el de la posi-bilidad que se abre de construir la unidadobrera en estas elecciones.

LOS COMITES DE EMPRESA

Los trabajadores habremos de elegiren nuestras empresas a los compañerosque nos representarán en los diferentesproblemas frente a la empresa. Lógica-mente para que estos compañeros seanrepresentativos la organización ha de serdemocrática y de naturaleza asamblearia,sin perjuicio de los comités de diferentesespecialidades que se creen para la ob-tención de datos, la elaboración de infor-mes y el control de las condiciones de tra-bajo.

Partiendo de estas premisas de demo-cracia y control de la base, estos comi-tés de empresa pueden ser el órgano uni-tario de actuación de los trabajadores, elelemento que haga compatible la plurali-dad de organizaciones sindicales con la

unidad de actuación. El comité podrá serla representación asamblearia y los sindi-catos los elementos fiscalizadores de suactuación a la vez que elaboradores depropuestas y alternativas.

Pero si se quiere realmente la unidady ésta no es una mera invocación propa-gandística, el proceso ha de seguir: loscomités de empresa han de federarse, me-diante procesos sucesivos, a todo lo lar-go del territorio nacional.

Entendemos que se requieren grandesdosis de generosidad por parte de las cen-trales sindicales, que verían perder algode su protagonismo —menos del que pa-rece a primera vista— en beneficio de launidad. Pero ahora es posible hacerlo,está ahí, al alcance de la mano, el lograr-lo: es la oportunidad histórica de unir ala clase obrera. Si, por el contrario, secorta el proceso unitario en la empresa,sin continuar adelante, mediante la crea-ción de cientos de miles de pequeñas is-las unitarias, esta ocasión habrá naufra-gado.

Ciertamente hay que ser realistas y cons-cientes de las dificultades y peligros deesta impresionante aventura; aquella cen-tral sindical que se sienta hegemónica ve-rá en este proceso una competencia quedeberá combatir por mil y un medios. Tam-bién para la burguesía es un fuerte peli-gro, lo cual le llevará a intentar evitarlomediante la negociación en el pacto so-cial. Y en este sentido las presiones vana ser infinitas porque unos sindicatos ais-lados son la mejor garantía para la su-pervivencia del capitalismo. Igualmente,cuarenta años de dictadura no son la me-jor escuela para la participación masivade los trabajadores en los comités, lo cualhabrá de significar un esfuerzo gigantescode preparación y elevación cultural paraesta integración autogestionaria.

Junto a estas dificultades existe ademásun peligro evidente de monopolización poruna corriente de toda la organización tra-bajadora. Este problema, al mismo tiem-po que no se puede olvidar como inexis-tente, ha de tenerse en cuenta, pero es unproblema que siempre existirá. La únicasgarantía para evitar el monopolio es la de-mocracia interna y la posibilidad de revo-cación de cargos. En una palabra: el con-trol efectivo de la base.

Es evidente que todo proceso de estetipo, de tales magnitudes, ha de tener ne-cesariamente dificultades y peligros„ perocuando en diferentes ocasiones históricashan surgido oportunidades así, lo que laposteridad recordó fue el avance conse-guido; lo otro pasó a engrosar el anecdo-tario. Por otro lado, si esta unidad se lo-grase seria la única e indiscutible organi-zación que podría ostentar la propiedaddel patrimonio obrero. Que a su vez es unprimer paso para la creación del PODERAUTONOMO DE LOS TABAJADORES.

No tratamos de ayudar al capitalismo a salir de su crisis:tratamos de ayudar a España a salir del capitalismo

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eignimLIBERTAD TOTAL. DE LA CLASE TRABAJADORA

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Acto del Partido Sindicalista en Valencia

Noticias confederales

El Partido Sindicalista nació de laCNT. Para unos fue una herejía politicistadel movimiento libertario. Para otros 'Iuela única posibilidad de dar a este movi-miento eficacia y perdurabilidad, no aban-donando el terreno de la política a lareacción o al socialismo autoritario.

De cualquier forma, el PS nació en elseno y es parte del movimiento obrerolibertario, sin el cual no tendría sentido.

La polémica con los hombres de la FAIfue una polémica interna del movimientolibertario: para los anarquistas intransi-gentes de la Federación, la sociedad felizdel anarquismo se encontraba al principiodel camino, al mismo día siguiente delhecho revolucionario; para los hombres deformación anarquista, pero llenos de sen-tido de la realidad, del PS, la sociedadfutura a que aspiramos se encontraba alfinal de un largo camino —camino que,por supuesto, no es el de la "dictaduradel proletariado" del marxismo-leninis-mo—, camino en libertad desde el prin-

NacionalidadesComo no podía ser menos, se están

desarrollando las dos consecuencias obli-gadas del intento de superar la crisis eco-nómica, en una sociedad de nuestro nivel,dentro de la ortodoxia capitalista: 1. 0 Ma-yor desnivelación de clases: la clase po-pular debe pagar mucha más parte delsacrificio que la clase rica. 2.° Mayordesnivelación de zonas geográficas: el po-lo pobre debe pagar más parte del sacri-ficio que el polo rico. Pretender que nopase esto dentro del capitalismo es estar,o querer estar, ciego.

Rodeada de palabras demagógicas y dedeclaraciones audaces sobre reformas fis-cales, cambios en la empresa, etc., laacción oficial —perfectamente secundadapor la "izquierda tradicional"— va dandosus pasos seguros en esa doble desnive-lación: 1. 0 Duras subidas de precios, quesignifican duras bajadas de salarios rea-les, del poder adquisitivo popular. 2.°Avances rápidos hacia las autonomías delas zonas ricas —aun antes de la Consti-tución— y olvido de hecho de un plantea-miento igualitario y simultáneo para elresto de las zonas, con lo que se asegurandefensas económicas privilegiadas de lasprimeras y mayores indefensiones de lassegundas.

El Partido Sindicalista no quiere menosestas autonomías que cualquiera de susdefensores impacientes: las autonomíasson la base de su concepción políticafederal, no un oportunismo para aprove-char la corriente. Pero el PS sostiene que:

1.0 Sólo se es socialista si se gestiona

cipio, pero con ingredientes necesarios deautoridad.

Ambas posturas caben en una CNT fiela la "Carta de Amiens", e incluso suconstante pugna es fecunda. Es un tota-litarismo inadmisible el de algunos secto-res anarquistas "ortodoxos", que preten-den el monopolio de la Confederación, quepretenden una Confederación dirigida poruna minoría dogmática.

Lo que no cabe de ninguna forma enuna CNT verdadera, lo que la CNT tieneque barrer implacablemente de su seno,si quiere ser un movimiento de trabaja-dores, y no de señoritos homosexualesdrogadictos, "pasotas", subproducto típicode toda sociedad capitalista avanzada, esesa escoria que hoy, lamentabilísimamen-te y aunque no sea su realidad más hon-da, forma su imagen pública. Una imagenque pretende escandalizar a la burguesía,pero que la tranquiliza, al darse cuentade que aquella inmensa fuerza revolucio-naria de los trabajadores que era la CNTde 1936, la han convertido en la "happe-ning" circense de 1977.

la autonomía para todos simultáneamente,si no se predeterminan diferencias de je-rarquía llamando a unas "nacionalidades"y a otras "regiones".

2.° Sólo se es socialista si esa auto-nomía se centra en lo cultural y lo político-administrativo, poniendo en común la ri-queza económica total —con ánimo deredistribución social y geográfica— y lasoberanía d'el conjunto —sin lo cual launidad económica no es posible—.

3.0 Sólo se es socialista en libertad sise defiende la Federación de todas, y noesta u aquella autonomía prioritaria. (Puesuna conciencia social, al fin y al cabo,sentiría con mucha más urgencia que cual-quier otra cosa acabar con el hambre y lasangría humana del Sur.)

Naturalmente, otra consecuencia de todasolución capitalista en España para sucrisis económica, es la creciente subordi-nación internacional. Y por ahí también sevuela, más que corre, hacia el MCE y ha-cia la NATO, hacia la entrega a las multi-nacionales.., con las bendiciones de la"izquierda tradicional".

Lo malo es que esa izquierda ya nopuede hacer otra cosa: se comprometióa secundar todo esto al no plantear en laselecciones ninguna alternativa no capita-lista.

Los españoles, por esto, tenemos algoal menos de que felicitarnos: que sea laderecha la que haga política de derechas.Pudiera haberlo hecho la "izquierda" deganar las elecciones.

Valencia: El día 1 de julio elcompañero Josep Robuste, hablóen la Agrupación Cultural LibreEstudio, sobre "Opciones políticasdel Sindicalismo actual". Recordóal auditorio los momentos confe-derales de lucha, la publicacióndel manifiesto de los 30, la crea-ción de la Federación SindicalistaLibertaria y, por fin, la fundacióndel Partido Sindicalista.

Terminó el compañero Robustécon la exposición de la vigenciay necesidad de un SindicalismoPolítico y la actual recreación delP. S.

El día 2 de julio fueron coloca-dos por la ciudad puestos de ventade propaganda y, por la tarde, enel Centro Escolar y Mercantil, seefectuó el mitin de presentacióndel P. S. en Valencia. Hablaron:Pascual García, de Alicante; AngelFelipe, de Madrid; Javier Espinosa,del Comité Ejecutivo y presentó elcompañero valenciano Enrique Ta-marit.

Barcelona: Los días 22 a 25 dejulio se celebraron las jornadaslibertarias en esta ciudad. A pesarde la imagen que la inmensa ma-yoría de la prensa ha dado a estosactos —cuyo aspecto folklóricoevidentemente existió, aunque fueel aspecto más reducido en tiempoy en importancia—, los debatesefectuados en el Saló Diana fueronun acontecimiento altamente inte-resante. El hecho inaudito aconte-ció cuando militantes del P. S. in-tervinieron para defender la opciónpolítica libertaria: fue precisa todala energía del moderador para ha-cer callar al sector de gente queincrepaba al compañero Palaciosen una de estas intervenciones(igual ocurrió con otra intervenciónde un leninista). A partir de aquí y,salvo excepciones, la discusión sepolarizó —directa o indirectamen-te— en torno al tema de la inter-vención política de los libertarios.

A pesar de que en algunas oca-siones se reiteró el calificativo de"comunistas" a los compañerosque intervinieron con estas tesisy a pesar de la anatematización delos oradores "ortodoxos", la inter-vención de independientes y el tes-timonio aprobatorio en privado querecibieron nuestros compañeros,así como la sensibilidad a flor depiel que provoca este tema, de-muestra que la opción política enel movimiento libertario es algo noresuelto aún y que permanece vivoy apasionante, a juzgar por los sen-timientos que desencadena.

En definitiva, y a pesar de todoslos inconvenientes, jornadas dediscusión como estas han de pro-liferar como medio de decantar yconocer .,las opciones libertarias(pero las próximas veces sin la co-reografía folklórica de esta ocasióny con la participación de las "pri-meras filas" que esta vez no parti-ciparon). (Ver artículo en pág. 4).

Comité Confederal: Los días 3y 4 de septiembre se reunió, enMadrid, el Comité Confedera!. Lostemas básicos fueron dos: la pre-

paración de la Asamblea Generalde Representantes y las eleccionesmunicipales. En cuanto a la prime-ra se confeccionaron los antepro-yectos de las tres ponencias de laAsamblea (P. S. y movimiento obre-ro; P. S. y movimiento ciudadano;P. S. y movimiento para las auto-nomías, así como una sobre Esta-tutos). Estos anteproyectos seránnuevamente remitidos a las Fede-raciones para su discusión, en lacual deben participar absoluta-mente todos los militantes.

Por lo que respecta al tema delas elecciones municipales, seaprobó el siguiente comunicadopúblico:

1.—El PARTIDO SINDICALISTAen esta hora, y ante la proximidadde las elecciones municipales, ma-nifiesta su voluntad de comparecera las mismas como "CandidaturaLibertaria", abierta a todos los li-bertarios, autogestionarios y an-tiautoritarios, en general, y abiertatambién en cuanto a sus conteni-dos programáticos.

No obstante, el P. S. renunciaríaa esta su línea estratégica si fueseposible una candidatura unida dela izquierda.

2.—En cuanto a las normas enconcreto que deberán regular lascitadas elecciones, el P. S. entien-de que deberán consagrar:

a) Sistema electoral proporcio-nal.

b) La elección directa de losalcaldes y concejales por los veci-nos mayores de 18 años.

c) La elección del distrito mu-nicipal como circunscripción elec-toral para los concejales en lasgrandes ciudades.

3.—El P. S. exige la inmediataderogación de la Ley de RégimenLocal y de las Cartas Especialespara Madrid y Barcelona. Y consi-dera necesario, a fin de que el votode los ciudadanos no sea un che-que en blanco en manos de los queresultaren elegidos:

a) La elaboración, previa a laselecciones, de una nueva Ley deRégimen Local.

b) El establecimiento de unaTabla de Garantías Democráticas,en beneficio del elector y que de-bería contemplar la institucionali-zación del "Referéndum Munici-pal", previo a decisiones políticasde gran trascendencia y la posibi-lidad de revocación de concejalesa petición de un porcentaje de suselectores.

México: Se encuentra de viajeen México el Secretario Generaldel P.S., José Luis Rubio. Su visitatiene, para el PS., la importanciade establecer contacto con lafamilia de Marín Civera, quien fuecontinuador de Angel Pestaña, alfallecer éste en 1937, y quien mu-rió en el exilio en 1975, tras unavida enormemente fecunda en elterreno político e intelectual.

EditorialesNuestra CNT

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El SindicalistaEditado por el Comité Ejecutivo del Partido Sindicalista

Algunas direcciones del Partido:

Alicante: Apartado correos 2065

Barcelona: Apartado correos 561

Bilbao: Apartado correos 1736

Madrid:

Cenicientos, 16, bajo

Gijón: Apartado correos 468

Valencia: Apartado correos 298

Zaragoza: Aptado. correos 4098

Barcelona:

Vía Layetana, 13, 3.° - 2.«

Los sindicalistas políticos, a pesar de inscribirse en la corriente ideológica li-bertaria, estamos en desacuerdo con el planteamiento estratégico que, tradicional-mente, ha adoptado el movimiento libertario, pues el antipoliticismo a ultranza haimpedido repetidamente el triunfo de las fuerzas autogestionarias cuando éstastenían todas las bazas a su favor. Puesto que el rechazo del Estado no implica sudesaparición, sino su entrega a las manos de las fuerzas antílibertarias no quedaotra alternativa que organizarse también para dar la batalla en el ámbito estatal;es decir, que al lado de las organizaciones populares de base debe existir un parti-do de índole libertaria, que constribuye con su actuación a la realización del proyec-to autogestionario.

Ahora bien, hay que significar que, desde una perspectiva sindicalista y Liberta-ria, no puede plantearse una relación entre el partido y los organismos de base comola establecida en el esquema leninista, pues sería como traicionar las propias premi-sas ideológicas. No se trata de subordinar la acción de la base popular al protago-nismo colectivo del pueblo trabajador.

«Sindicalismo Político y Autogestión»Ediciones del PS

LIBROS

Recordando a SeguíEn un pequeño libro (1), tardíamente

editado, se recoge un conjunto de artícu-los de Salvador Seguí que, por su con-tenido, parecen escritos ayer mismo. Enla sorprendente actualidad temática de es-tos artículos destaca su continua insisten-cia acerca de la necesidad de dotar almovimiento libertario de una organizacióncapaz y eficaz, al mismo tiempo que depreparar, formar, a los militantes para lle-var a cabo la gran tarea de la revoluciónsocial.

'... pretendemos fortalecer al individuoeducándole. Lo gregario debe desapare-cer de la Humanidad. Si no pensáramosasí no nos llamaríamos libertarios, porquela libertad que anhelamos no puede exis-tir allí donde haya quienes tengan la vo-luntad —si a eso voluntad puede llamar-se— de obedecer inconscientemente lasórdenes de una minoría."

"No sabemos el tiempo que podrá tar-dar en educarse el pueblo. Para nosotroseso depende de la voluntad que pongamosen ello; pero si afirmamos que mientrasno se eduque no se podrá hablar de ver-dadera emancipación, y que sostener locontrario es engañarse o engañar a losdemás."

Hasta tal punto son importantes la or-ganización y la formación —señala Se-guí—, que la falta de ambas determina-ron la frustración de la Revolución rusay la implantación de una nueva tiranía.

"Ha habido en Rusia algo que nosotrosmismos no querríamos que se produjeseen España ni en ningún otro pueblo, y esuna manifiesta incapacidad, una falta depreparación para la práctica del hecho ode la verificación del sentido socialista enla producción."

"Si los españoles, si los portugueses, silos italianos, si los trabajadores del mun-do, cuando llegue el momento de la posi-bilidad de la transformación del régimencapitalista por el régimen socialista, porel régimen comunista, tenemos nuestrasorganizaciones con la agilidad suficiente,con la preparación suficiente, con la ca-pacidad necesaria para poder hacerse car-go de la producción, todas las cosas quehan sucedido en Rusia, todas las incohe-rencias de Rusia no se producirían."

MISION DEL SINDICALISMO

Pero hay algo más revelador aún en es-tos artículos que comentamos, y cuya lec-tura no resistimos a la tentación de reco-mendarla a aquellos compañeros liberta-rios que se autonombren herederos de laortodoxia —¡qué poco libertario es esto!—de la más importante de las organizacio-nes sindicales de nuestra historia.

Permítasenos reproducir una larga citade gran significación que no cabe fraccio-nar. En un artículo que lleva por título"Misión del Sindicalismo" escribe el "Noy"sobre el carácter de la organización con-federa!: "Los más autorizados tratadistasdel Sindicalismo han demostrado (a pesarde las opuestas opiniones al marcar la fi-nalidad del mismo) que la acción sindi-cal es la base para futuras empresasemancipadoras; dichos tratadistas comoSorel, Jaurés, Leone y otros más, de mar-cada tendencia corporativista y reformis-ta, y Labbri, Lorenzo, Cornelisse, Guillau-me y otros de tendencias profundamente

revolucionarias, están de acuerdo en re-conocer que el Sindicalismo puede servirpara transmutar los valores económicosde la sociedad burguesa."

"Hay quien no ve la posibilidad de loque afirmamos sin que la organizaciónsindical sea netamente anarquista; no sequiere comprender que la acción obrerano es filosófica ni integral, sino puramen-te de clase; es más fácil al esclavo delsalario darse cuenta de su situación an-gustiosa y del proceder de la burguesíaque no de la tiranía política (cuatro pala-bras censuradas), ya que aquélla es laque siente con más intensidad, dado quesu salario es insuficiente para cubrir lasmás apremiantes necesidades de la vida."

El gran Bakounine, en su folleto "Lapolítica de la Internacional", expone suopinión tan clara y tan de acuerdo connosotros que no queremos dejar de repro-ducir uno de sus pensamientos, que dice:

"Pensamos que los fundadores de laAsociación Internacional procedieron congran prudencia al eliminar de su programalas cuestiones políticas y religiosas. Noes que carecieran de opiniones políticasy antirreligiosas concretas, pero se abstu-vieron de introducirlas en el programa por-que su fin principal era, ante todo, unir alas masas obreras del mundo civilizadoen una acción común."

"Lo esencial es que todos los trabaja-dores se unan para el fin de su libera-ción económica; después, ya dentro de lalucha y del Sindicato, fácilmente compren-derán cuáles son sus enemigos."

"Si el Sindicalismo, pues, viene a serel momento consciente y mental de la ac-ción del proletariado, es por ello que soysindicalista."

"En re sumen: los hechos nos demues-tran que la acción realiza y crea las con-cepciones del pensamiento; tengamos fuer-za y venceremos; pero, al contrario, per-manezcamos divididos y seremos arro-llados."

Una división estéril que, por cierto, sereproduce de nuevo cual si la historia sehubiera detenido y fuese incapaz de evo-lucionar.

"Dejemos eso quieto, para tratarlo ensu día, y emprendamos otra labor. Tú sa-bes sobradamente lo difícil que es, dadanuestra especial psicología, concretar de-seos, aunar voluntades, establecer una co-hesión en los esfuerzos para hacer eficazla labor de conjunto. Nos pasamos añosy años en criticas estériles, de resultadoscompletamente negativos. Somos los eter-nos anti. No creo en la eficacia de ese te-jer y destejer que nos obliga a meternosen todo y con todos, olvidándonos denuestra labor propia, afirmativa y creado-ra. Con eso, lo único que logramos es ele-var a la categoría de conducta la insidia,el temor y la desconfianza. ¡Y tú mismopuedes apreciar el resultado!"

Pues bien, el movimiento libertario tie-ne una gran tarea afirmativa y creadorapor delante, éste es el gran reto que senos presenta en los momentos actuales;si lo rechazamos habremos contribuido,una vez más, a frustrar las esperanzasliberadoras de la clase trabajadora.

(1) "Artículos Madrileños de SalvadorSeguí". Cuadernos para el Diálogo.

hacer efectiva la democracia en los Ayun-tamientos. Desde nuestro punto de vistano pueden ser otros más que éstos:

— Federalista: en el doble sentido debasarse y engarzar perfectamente en laestructura federal de los pueblos de Es-paña y en el de dotar a los municipios, asu vez, de una autcnomía federal dentrode ellos.

—Democrática: elección de todos losconcejales por el electorado. En las gran-des ciudades, para hacer más efectiva estademocracia, subdivisión en distritos ybarrios.

— Elección directa del Alcalde por elelectorado -y no por la vía indirecta delos concejales.

Ley Electoral y bipartidismo

Las elecciones generales —y el sistemad'hont— han puesto en pie un verdaderosistema bipartidista en el Parlamento. La

A cuatro meses escasos de la celebra-ción del I Congreso Confederat de laUnión Sindical Obrera —que reafirmó susposiciones en la linea de los principiosenunciados por la Carta Fundacional de1961— una parte del Secretariado Confe-deral —once de los veintitrés miembrosque lo componen— ha planteado la nece-sidad de abrir un debate en la organiza-ción para llegar a la unidad de USO yUGT. La noticia ha caído como una bom-ba en la base de la organización y hahabido pronunciamientos que exigen la di-misión de quienes han mantenido estoscontactos con UGT. Aceptar el citado de-bate es tanto como aceptar someter a re-visión los postulados fundamentales dela USO.

Sin dar tiempo siquiera a que el hechofuese conocido por la base militante de laorganización, la noticia ha saltado a losmedios informativos como si la fusión deUSO Y UGT fuera ya un hecho consuma-do. Estos medios, tan poderosos algunosde ellos como la televisión, han dado aconocer ampliamente las declaraciones deZufiaur, secretario general, quien se hamostrado partidario de la unidad de am-bas organizaciones antes de que la basepueda pronunciarse al respecto. Por elcontrario, las declaraciones hechas en sen-tido contrario no han encontrado en di-chos medios el eco de las anteriores; enunas declaraciones que la prensa recor-tó y que, en mi opinión, expresan el sen-tir generalizado de la gran mayoría de losmilitantes de USO, el secretario de la e-gión Centro decía:

"... hoy y aquí, la unión de USO conUGT es el peor servicio a la clase traba-jadora, en la medida que tal unión se en-marca en unas coordenadas que no sonlas propias y naturales de la estrategia dela USO, basada en la autonomía de lospartidos, del Gobierno, de las potenciasextranjeras y de cualquier organismo o ins-titución ajeno al Sindicalismo. La unióncon UGT, igual que con CCOO o las de-más centrales sindicales, pensamos quesólo se puede dar a partir de la unidadde acción y en la medida que estos sin-dicatos no sean correa de transmisión deun partido político."

Hay en este acontecimiento dos facto-

coalición de los dos grandes citados con-vierte prácticamente su pacto en ley, seacual sea la oposición.

Cuando haya de ser emitida la ley elec-toral, que ha de regular las eleccionesmunicipales, una fuerte e irresistible ten-tación van a sentir PSOE y UCD: traspa-sar al municipio su duopolio parlamentario;para lo cual nada mejor que otra ley elec-toral hecha a la medida de ambos. Sobretodo UCD, dada la típica inclinación haciala izquierda que suelen sentir este tipode comicios.

Si este acuerdo se produce —y desgra-ciadamente no dudamos de que ocurrirá—se efectuará otra nueva torsión en la ex-presión electoral. Pero esta vez un gruposocialista estaría implicado en este cha-laneo palaciego. La conciencia socialistadebe medir esta responsabilidad, ante loselectores.

JAVIER ESPINOSA

res que deben ser analizados en profundi-dad, el uno de carácter interno y el otrode carácter externo.

El primero de ellos se refiere al proce-so de burocratización que evidentementese ha dado para que se pudiese llegar aproducir una contradicción de tanta en-vergadura entre la trayectoria que seguíala base militante y la que pretende impo-ner una parte de los órganos representa-tivos. Este proceso de burocratizaciónobedece a unas causas que será precisodescubrir, pues se trata de un hecho in-comprensible en una organización auto-gestionaria.

El segundo factor es de enorme impor-tancia y conviene tenerlo presente en todomomento. Este hecho se enmarca en elproceso de consolidación del capitalismo,que, tras ganar la baza en el terreno po-lítico, con la complicidad consciente o in-consciente de las grandes formaciones po-líticas de la izquierda, gira ahora su vistahacia el terreno sindical. Y es un hechoque al capitalismo le interesa tener sindi-catos domesticados o sindicatos con jefe—con partido dirigente— con quien poderllegar a acuerdos "estabilizadores". Loque verdaderamente asusta a la oligarquíaes la posibilidad de que llegue a crearseun auténtico poder sindical autónomo, yno hay duda de que la USO está contribu-yendo a eso seriamente. Que los miem-bros prougetistas del Secretariado Confe-dera] sean o no agentes conscientes deesta maniobra es algo que escapa a miposibilidad de juicio e incluso a mi de-seo, pero que son objetivamente instru-mentos de esta maniobra creo que estáfuera de duda.

Para terminar quiero señalar que lo quese pretende un proceso hacia la unidadsindical no es sino un intento de absor-ción que impediría el verdadero tránsitohacia la unidad. Es condición básica paraésta conquistar la libertad de los propiossindicatos, esto es: su propia independen-cia. Y es cosa sabida que o la unidad seasienta en la base o todo acuerdo en lasalturas no se traduce en la realidad.

Marco Antonio CuencaMilitante de USO

Militante de PS

Agresión contra la USO

TEXTOS:

Las elecciones MunicipalesLas elecciones municipales son una exi-

gencia básica en todo proyecto de socie-dad democrática: no hay que olvidar queel Ayuntamiento es, en definitiva, el primerpeldaño en la organización del Estado yque, por tanto, la existencia de un poderestatal que así se califique presupone laexistencia de Ayuntamientos igualmentedemocráticos. En el proceso democratiza-dor español parecía lógico, por tanto, lasprevias elecciones municipales a las ge-nerales. Tal cosa no ocurrió porque noparecía estar tan claro el triunfo de laderecha en estos comicios municipales yun triunfo de la izquierda hubiese influidoen el electorado previsiblemente hacia estelado cuando se hubisen realizado las ge-nerales. Ahora la derecha piensa que pue-da ocurrir lo contrario. De cualquier ma-nera, hoy más que nunca, se hace urgentela realización, vía electoral, de unos Ayun-tamientos democráticos.

Desde el punto de vista legal estas elec-ciones presuponen la anulación de la Leyde Bases de Régimen Local de 1975 (asicomo las Cartas de Madrid y Barcelona)y la promulgación de una nueva Ley Mu-nicipal. Y desde el punto de vista de larealización práctica se hace necesaria unaley electoral que regule el cómo de estaselecciones.

La ley Municipal

Por lo que respecta a la primera, basán-dose en la urgencia de la ley y en la

dificultad de sacar en tan poco tiempo—según dicen— una nueva disposición,se han barajado en los medios de comu-nicación varias soluciones optativas. Al-guna de estas "soluciones" se dice quepodría ser la de retocar o modificar, me-diante una medida legal urgente, aspectosde la ley de bases; otras soluciones apun-tan a un decreto-ley regulador.

Pero si hay una cosa clara en la Leyde Bases de Régimen Local de 1975, esque esta ley es absolutamente inacepta-ble. No se puede construir nada mediana-mente democrático mientras un soloartículo de ese texto quede en vigor: sutalante autoritario y centralista es incom-patible con el menor resquicio de demo-cracia. El primer artículo de la nueva leydebe ser la anulación total y absoluta deeste engendro legal del más puro cortefascista.

En cuanto a la vía del decreto-ley, juntoa los escalofríos que trae a la memoria,este procedimiento conlleva un defectoimportante: sólo iba a ser redactado me-diante la negociación de los dos grandesparlamentarios (UCD y PSOE). Y, por tan-to, con una mayor remodelación de estaselecciones a la medida de ambos y enperjuicio del recto de las fuerzas políticas.Es sintomático en este sentido que el pro-pio partido socialista haya propuesto yaesta vía.

La Ley Municipal debe, si ha de respon-der a las necesidades populares, de basar-se en los aspectos básicos que puedan

Page 4: El SINDIC4HIST4 - biblioteca.ccoo.catbiblioteca.ccoo.cat/.../documents/17266_36293.pdf · SALVADOR SEGUI, gran pionero del movimiento libertario y ardoroso defensor de la claás obrera,

Barcelona ( publicado en

de Barcelona-el 11-8-77

Reflexiones sobre las Jorradbe tanas

Las recientes Jornadas Liberta-rias han supuesto, sin duda, unduro golpe contra el monolitismodel pensamiento libertario ortodo-xo. Ha sido muy positivo para elmovimiento antiautoritario quedistintas posturas consideradas«intocables» por la ortodoxia —re-chazo de todo poder, antipoliticis-mo-- hayan sido cuestionadas enel transcurso de los debates, im-pulsándose con ello la necesariatarea -de renovación del ideario li-bertario; claro está, que el otroplatillo de la balanza cabe citarel comportamiento de cierto sec-tor de los asistentes a los debates,cuyos procedimientos no tuvieronnada que envidiar a las prácticasdel mas refinado stalinismo —y,en este sentido, es necesario re-cordar las incalificables reaccio-nes que se produjeron a lo largode la intervención de un militantede nuestro partido—. No obstan-te, dejando aparte esto, es lamen-table que no se tratara suficiente-mente el problema central quetienen actualmente planteado laCNT y el Movimiento Libertario:el problema de la organización.Precisamente, el presente escritotiene por objeto aportar una seriede argumentos que enriquezcan eldebate sobre este problema cru-cial que tenemos que resolver loslibertarios.

Ante todo, hay que partir delhecho de que la CNT no está sien-do capaz de cubrir adecuadamenteel puesto que, por su trayectoriahistórica, le corresponde en el se-no del Movimiento Obrero Espa-ñol. A pesar de que la Confedera-ción constituye, hoy por hoy, laúnica nota discordante en un pa-norama sindical dominado por to-da clase de burocratismos y refor-mismos, es evidente que la CNTno acaba de afirmarse y de cubrirel vacío sindical que en el presen-te sólo ella puede ser capaz decubrir.

Para mí, la clave de esta cues-tión hay que buscarla en la faltade una definición clara y tajantesobre la naturaleza y objetivos dela resurgida CNT, y en el consi-guiente confusionismo que ello

está generando. En base a repetirque los acuerdos de Zara goza si-guen siendo válidos y que es ne-cesario un nuevo Congreso parareafirmarlos o modificarlos, loinnegable es que la Confederaciónno ha abordado la tarea de ela-borar unos puntos programáticosque definan inequívocamente susactuales objetivos y formasorganizativas. A este respecto,pienso que, en la ineludible tareade definición pro gramática confe-deral, las opiniones se van a ali-near mayoritariamente en dosbandos bien diferenciados: por unlado, quienes desean una CNTexclusivamente anarquista y, porel otro, quienes defiendan unaCNT abierta, autónoma y auto ges-tionaria. Estas dos corrientes deopinión ya están confrontando suspuntos de vista en la praxis sin-dical diaria y, necesariamente, unode los dos planteamientos se hade imponer sobre el otro —de locontrario, la CNT, no pasaría deser un organismo ambi guo, sin de-finición concreta, y a merced delos oportunistas de cualquier si g

-no que verían en esa indefiniciónel trampolín idóneo para sus par-ticulares proyectos.

Por mi parte, he de decir queme encuentro entre los partidariosde la segunda opción, es decir, en-tre los defensores de una CNTabierta a todos los trabajadorese independiente de todo grupo po-lítico e ideoló gico. No quiero de-cir con esto, naturalmente, que laCNT deba transformarse en unsindicato amorfo de los que seestilan en los países europeos,pues entiendo que —si se concibeel sindicato como instrumento deliberación obrera— la lucha sindi-cal reivindicativa debe ir acompa-ñada por la irrenunciable aspira-ción a transformar las opresivasestructuras sociales capitalistasmediante la expropiación de laburguesía y la toma directa delos medios de producción por lospropios trabajadores. Ahora bien,a lo que me opon go terminante-mente es a que esa aspiración re-volucionaria del organismo sindi-cal se concrete en un proyectoideoló gico específico, ya que, si

esto ocurre, el sindicato automáti-camente se transforma en partidoo en «correa de transmisión» deun partido —aunque sea el parti-do de los antipolíticos—. Nos en-contramos, entonces, con la auto-nomía sindical destruida en nom-bre de la autonomía y con laautogestión obrera pisoteada ennombre de la autogestión.

Pienso que unas sinceras inten-ciones auto gestionarias exigen laautonomía del sindicato, pero nolimito esta autonomía a las famo-sas incompatibilidades entre car-gos políticos y sindicales, sino que,ante todo, lo concibo como unaclara delimitación entre el sindica-to y la propia organización po-lítica. Esto es lo que pareceque algunos compañeros cene-tistas se niegan a entender; seproclaman libertarios, eso sí, pe-ro sobre el supuesto de que elresto de trabajadores deben co-mulgar necesariamente con suspropias concepciones ideológicas.

Estoy convencido de que unaCNT no específicamente anarquis-ta, una CNT auténticamente autó-noma y auto gestionaria, pasaría aocupar el lu gar que le correspondeen el seno de un Movimiento Obre-ro mediatizado por el autoritaris-mo y el reformismo. Por otro lado,una CNT de este tipo sería perfec-tamente compatible con los gru-pos ideológicos que se formaránal margen del sindicato, siemprey cuando se ejerciera una eficazdefensa de la autonomía confede-ral. En definitiva, pienso que enuna CNT así se integrarían mu-chos trabajadores potencialmentecenetistas, pero que actualmenteno ven una alternativa clara porparte de la Confederación y que,por otro lado, una CNT con estascaracterísticas permitiría el desa-rrollo orgánico propio de ciertascorrientes políticas que confun-den en el presente el sindicato consu organización específica.

Pedro A. Serrad Beltrán(Militante de CNT y del

Partido Sindicalista)

'01 Y1

NOTA: "Diario de Barcelona" publicóesta colaboración de nuestro compañeroSerrad, precedida de la siguiente nota:

"Las pasadas Jornadas Libertarias pu-sieron de manifiesto la importancia de lasnuevas corrientes dentro de este movi-miento. Pedro A. Serrad Beltrán, militantedel Partido Sindicalista y miembro delSindicato de Banca de la CNT, hace unaserie de consideraciones al respecto desdeeste "Parlamento de Papel". Como puntomás importante, trata el que actualmentetiene planteado la CNT: la organización.Por ello, afirma que la CNT, actualmente,no puede situarse en el papel que histó-ricamente le corresponde dentro del Movi-miento Obrero.

.0zié es el PS?El PS es un partido FEDERALISTA.

Amamos entrañablemente cada pueblode España. Al nuestro y a los demás.A Galizia, Catalunya, Andalucía, Mur-cia, Valencia, las Castillas, Euskadi oEuskalerria, Extremadura, Aragón, Ca-narias, Navarra, Asturias, Cantabria,Baleares. Con todas sus riquezas pecu-liares, con sus distintos idiomas riquí-simos, sus dialecto, sus bellas costum-bres, sus viejos fueros, sus diversashistorias, sus típicas fiestas, bailes,canciones, su paisaje. Las amamos yqueremos fomentarlas. Nadie puedeser español sin sentirse vinculado a al-guno de estos pueblos. España no pue-de ser otra cosa que la confederaciónde estos diversos pueblos, unidos nosólo por un pasado de siglos, sino por-que hoy se marcan una tarea en la his-toria y en el mundo: la Revolución.

El PS es un partido REVOLUCIONA-RIO—No dejaremos de existir mien-tras perdure el capitalismo y toda ini-cua explotación del hombre por elhombre. Queremos para el hombre laLIBERTAD y la RESPONSABILIDAD;para la sociedad política y económica,la AUTOGESTION.

El PS es un partido SOCIALISTA-SINDICALISTA-AUTOGESTIONARIO.

Queremos que la riqueza sea para to-dos; la responsabilidad, de todos; que-remos que los trabajadores se organi-cen en Sindicatos de Empresas y queéstas sean auto gestionadas por sus úni-cos dueños: los trabajadores.

Mientras la hora de la Revoluciónllega, los militantes del PS lucharemoscodo a codo con los demás trabajado-res en los Sindicatos que busquen launidad —en la diversidad— del movi-miento obrero y no sean correas detransmisión de partidos bur gueses dederechas, centro o izquierdas.

El PS es un partido DEOCRATA.—Creemos en la democracia, y vamos ala Revolución por ella. No es tarea deun día: pero la verdad y la justicia seabrirán paso. Sabemos las bazas conque cuenta el capitalismo para ganaren las elecciones de la democracia po-lítica, pero si no nos dejamos dividirpor cuestiones que no son la Revolu-ción, tendremos la razón y el número.

El PS es un partido ETIC0.—Lucha-mos por el hombre y para el hombre.El es el centro de la Historia, de laRevolución, de la Sociedad. Con unsentido profundamente humanista, seacristiano, personalista o libertario, que-remos un hombre LIBRE Y RESPON-SABLE; una sociedad SOCIALISTA YAUTOGESTIONADA. Sólo con hom-bres honrados, responsables; sólo conpartidos honrados, auto gestionados, lle-garemos a la meta. Por la violencia,no se llega a la fraternidad; por lamentira no se llega a la verdad; porlos jefes y los dogmas no se lle ga a laDemocracia; por el centralismo no sellega a la auto gestión política, ni a launidad en la diversidad; por el capi-talismo del Estado no se lle ga a la so-cialización ni a la libertad.

Nuestros caminos serán de trabajoy propa ganda, de verdad y de luchahonrada; de responsabilidad de cadamiiltante, de autogestión.

Ei el PS hay un puesto para ti, hom-bre o mujer de cualquier pueblo de Es-paña que te rebelas ante la permanen-cia del capitalismo su injusticia. Teesperamos.

POR UNA ESPAÑA CONFEDERA-CION DE PUEBLOS LIBRES FORMA-DOS POR HOMBRES LIBRES.

POR .UNA ESPAÑA SOCIALISTA-AUTOGESTIONARIA.

María Bautista Beao(Euskadi)

BOLETirel DE PEDIDOD.

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